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1⃣ de 3⃣
Objetivos específicos:
2. Explicar el valor del matrimonio natural y las aportaciones complementarias del hombre y
la mujer en él.
Desarrollo de Contenidos:
“Bendecimos a Dios por haber creado al ser humano varón y mujer, aunque hoy se quiera
confundir esta verdad: “Creó Dios a los seres humanos a su imagen; a imagen de Dios los creó,
varón y mujer los creó” (Gn 1,27).
La sexualidad tiene como fin intrínseco el amor; el amor como donación y acogida, como dar y
recibir.
El acto sexual no es sólo la unión de unos órganos sexuales, ni la unión de dos deseos hormonales,
entre el hombre y la mujer. En la relación sexual la persona (cuerpo, mente, espíritu) comparte no
sólo su cuerpo, sino también su espíritu. Cuando la relación sexual se realiza verdaderamente por
amor, en el contexto de un compromiso estable, el matrimonio, cumple los requisitos de la
madurez amorosa: unión, permanencia, exclusividad (fidelidad) y apertura a la vida (fecundidad,
procreación).
La educación de la sexualidad es un proceso constante que debe abarcar todas las etapas de la
vida y debe ser especialmente atendida por los padres de familia y la formación escolar.
Lamentablemente a veces los padres de familia no están preparados para proporcionar respuestas
adecuadas.
Toda la moral queda librada a la decisión del individuo y desaparece la diferencia entre lo
permitido y lo prohibido en esta materia. Las consecuencias religiosas son también obvias.
“La ideología de género no tiene nada que ver con la igualdad de oportunidades entre hombres y
mujeres, y sí tiene mucho que ver con el pansexualismo: es, decir, con la superstición fantasiosa
que dice que cuanto más sexo haya, y más libre, cuando todos tengan sexo con todos y en
cualquier momento y modalidad, el mundo irá bien, será feliz y habrá llegado el futuro luminoso”
(Como responder a la ideología de género, pag. 2).
Al correr de los años, ha aumentado el libertinaje sexual, las violaciones sexuales, el uso
indiscriminado de anticonceptivos, la esterilización, los abortos, el cambio de sexo, la
normalización de la pornografía infantil y hasta la pederastia.
Quieren imponer un falso estilo de vida en contra de la verdad de la sexualidad humana. Actuando
a nivel nacional o provincial, dichos organismos buscan suscitar entre los niños y los jóvenes el
temor con la “amenaza de la superpoblación”, para promover así la mentalidad contraceptiva, es
decir, una mentalidad “anti-vida”; difunden falsos conceptos sobre la “salud reproductiva” y los
“derechos sexuales y reproductivos” de los jóvenes. Promueven el aborto, la eutanasia, la
esterilización y la contracepción. Además, algunas sostienen clínicas que, violando los derechos de
los padres, ofrecen el aborto y la contracepción para los jóvenes, promoviendo la promiscuidad y
el incremento de los embarazos entre las jóvenes.
La vida ya no se ve como una bendición sino como un peligro del que hay que defenderse.
Obviamente, ellos asocian la castidad con ignorancia y con criterios morales severos, absurdos y
anacrónicos.
2. El matrimonio natural
El matrimonio es un pacto de amor conyugal. Es una elección consciente y libre por la que el
hombre y la mujer aceptan la comunidad íntima de vida y amor que exige su naturaleza.
• Es un contrato exigido por el amor conyugal y por el orden social en el que se compromete
la entrega total de la persona.
En los cristianos el matrimonio reviste, además, la dignidad de sacramento que santifica la unión
indisoluble entre un hombre y una mujer, y les concede la gracia para cumplir fielmente sus
deberes de esposos y de padres.
“El valor institucional del matrimonio debe ser reconocido por las autoridades públicas; la
situación de las parejas no casadas no debe ponerse al mismo nivel que el matrimonio
debidamente contraído” (Carta de los Derechos de la Familia, artículo 1).
“Han conseguido modificaciones legales que hieren gravemente la dignidad del matrimonio, el
respeto al derecho a la vida y la identidad de la familia” (Aparecida, 40).
Sin embargo, en julio de 2016, el Tribunal de Estrasburgo (Corte Europea de Derechos Humanos)
declaró que el “matrimonio” entre personas del mismo sexo no es un derecho fundamental y
recordó que el artículo 12 del Convenio consagra “el concepto tradicional del matrimonio como la
unión de un hombre y de una mujer” y que no impone a los gobiernos la “obligación de abrir el
matrimonio a las personas del mismo sexo”.
“En un marco de libertades nadie puede imponer a una persona con quien vivir o a quien amar,
pero no es admisible, con el argumento de la igualdad de derechos, llamarle matrimonio a
cualquier clase de unión y pretender atribuirle a otras formas de convivencia las características
esenciales que solo corresponden al matrimonio natural” (La Dictadura de la ideología de género
en México, pag. 42).
La complementariedad no significa que las aportaciones del padre y de la madre sean equitativas y
simétricas en la educación del hijo. Cada uno aporta algo específico que no puede ser aportado
por el otro, pero no es equitativa porque cada uno no cubre el 50 % de las necesidades del hijo.
En el concebir y dar a luz el hijo, la mujer se realiza en plenitud a través del don sincero y generoso
de sí. Aunque la maternidad es un elemento clave de la identidad de la mujer, no se le debe
considerar exclusivamente bajo el aspecto de la procreación biológica.
La mujer como madre y como primera educadora del hombre tiene una precedencia específica
sobre el hombre. La mujer tiene un papel insustituible en los diversos aspectos de la vida familiar y
social que implican las relaciones humanas y el cuidado del otro. En efecto, el papel de la madre es
fundamental para el futuro de la sociedad.
Las madres que quieren dedicarse plenamente a la educación de sus hijos y al servicio de la familia
han de gozar de las condiciones necesarias para poderlo hacer, y para ello tienen derecho a contar
con el apoyo del Estado.
El padre, por su parte, tiene el deber de ser verdaderamente padre, que ejerce su indispensable
responsabilidad y colaboración en la educación de sus hijos. Los hijos, para su crecimiento integral,
tienen el derecho de poder contar con el padre y la madre, para que cuiden de ellos y los
acompañen hacia la plenitud de su vida.
La relación entre padre e hijo tiene un especial influjo en la seguridad personal del niño. El padre
representa el punto de referencia en la conducta del niño. El padre aporta al hijo identidad,
seguridad y lo introduce en la realidad.
El padre que inspira su conducta en un estilo de dignidad varonil, sin machismos, será un modelo
atrayente para sus hijos e inspirará respeto, admiración y seguridad en las hijas.
“La ausencia del padre marca severamente la vida familiar, la educación de los hijos y su
integración en la sociedad. Su ausencia puede ser física, afectiva, cognitiva y espiritual.
Esta carencia priva a los niños de un modelo apropiado de conducta paterna” (Amoris Laetitia, 55).
Cuando falta la presencia de alguno de los padres, los niños son más proclives a usar drogas, a la
desorientación, al libertinaje y a evitar el matrimonio.
No podemos dejar de mencionar los retos que el hombre y la mujer tienen respecto al matrimonio
para superar situaciones adversas que enfrentan:
• Propiciar una formación integral para que mujeres y hombres puedan cumplir su misión en
la familia y en la sociedad.
• En algunas familias persiste aún por desgracia una mentalidad machista. El hombre debe
transformar su mirada hacia la mujer. Ella necesita para su realización el reconocimiento amoroso
del esposo, padre y hermano.
• Reorientar la dinámica familiar para que cada miembro de la familia tenga una
responsabilidad en las tareas del hogar. Guiar la educación de los hijos hacia una verdadera
equidad entre hombres y mujeres.
• Falta de conciliación de la vida familiar y laboral. Lograr esquemas de trabajo más flexibles
y mayores beneficios para hombre y mujer en su periodo de maternidad y paternidad.
• Trabajar en conjunto con gobierno y empresas para propiciar una formación integral para
hombres y mujeres, de manera que cada uno pueda cumplir su misión en la familia y en la
sociedad.
• Incremento de divorcios.
• Mentalidad que favorece la anticoncepción, la esterilización y el aborto.
http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/family/documents/rc_pc_family_doc_08
121995_human-sexuality_sp.html
http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/family/documents/rc_pc_family_doc_19
831022_family-rights_sp.html
http://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-
francesco_esortazione-ap_20160319_amoris-laetitia.html
• Como responder a la ideología de género: hablan los expertos. Libro digital de Religión en
libertad
http://www.religionenlibertad.com/los-expertos-vapulean-ideologia-genero-por-falsa--55604.htm