transformadores que alguien podría recibir alguna vez. Lo descubrí a principios de la segunda década de mi vida, me ha transformado continuamente, me ha quitado mis cargas y elevado mi conciencia. Y a medida que he compartido la llama violeta con personas de todo el mundo, he visto que ha proporcionado respuestas a los desafíos difíciles que enfrentaban y ha llevado curación a su cuerpo, mente y alma. La llama violeta tiene tremendo poder para afectar nuestras vidas porque es una luz de alta frecuencia que abarca los reinos físico y espiritual. Es una vibrante luz y fuego espiritual que transmuta la energía desde su estado actual a uno superior. Esta llama es el secreto, el fuego espiritual de la alquimia, y simplemente no hay nada en este mundo que se compare con su capacidad de producir cambio. Cuando la llama violeta entra en escena, trae paz y orden a nuestros asuntos, restaura nuestra vitalidad y restablece el flujo puro de energía en nuestras vidas. Inspira la creatividad. Nos vigoriza y nos eleva. Puede sanar problemas emocionales e incluso físicos, mejorar nuestras relaciones y hacer la vida más fácil. Y quizás lo más importante, la llama violeta nos ayuda a satisfacer los deseos más profundos de nuestra alma. Todo esto sucede cuando sus energías de misericordia, perdón, alegría y libertad entran en nuestro mundo. La llama violeta puede hacer todo esto por ti. Puedes acceder a la llama violeta en cualquier momento o en cualquier lugar por medio de oraciones, mantras y visualizaciones. Sea lo que sea que estés haciendo: dirigir una empresa, criar una familia, servir en tu comunidad, practicar deportes, seguir una práctica espiritual (o todas o ninguna de las anteriores) la llama violeta tiene el poder de cambiar tu vida y hacerla mejor. Aunque la mayoría de la gente no sabe sobre la llama violeta, la gente de todo el mundo está percibiendo una nueva luz de la libertad y una energía de cambio. Los vientos del cambio traen tremendas innovaciones en cada área de la vida. Vivimos en un tiempo de progreso científico y tecnológico, así como en un tiempo de desarrollo espiritual acelerado. Nuevos horizontes están abiertos a nosotros. Sentimos que podemos ponernos en contacto con una parte espiritual de nosotros mismos más fácilmente como nunca antes lo hemos hecho. Es un tiempo de oportunidad para liberarse del pasado y pasar a una era sin precedentes de libertad, paz e iluminación. La llama violeta es el elemento faltante para nuestra entrada fácil a la nueva era. Tiene el poder de crear, de disolver y de resolver los problemas de nuestros tiempos. Es la acción alquímica de la transmutación la que nos permite trascendernos a nosotros mismos. Y las personas de todas partes que utilizan la llama violeta comienzan a descubrir su poder interior y quiénes son realmente. Cuando pensamos en las eras antes de que se aprovechara la electricidad, antes de que Einstein nos diera la fórmula E = mc2, decimos que fueron tiempos no iluminados. Pero hoy sabemos un poco más sobre la luz espiritual y el fuego aprisionado dentro de nosotros que lo que se conocía hace siglos sobre las fuerzas físicas más básicas. De hecho, hay fuerzas espirituales dentro de nosotros, dentro de cada célula y átomo, dentro del fuego de nuestro corazón. Cuando descubrimos cuáles son estas fuerzas, sabremos desbloquear nuestro potencial más alto. El regalo de la llama violeta es la clave de esta autotransformación. Es el agente universal del cambio que libera el poder ilimitado que existe justo dentro de nosotros. A medida que exploramos cómo la luz y el fuego de la llama violeta pueden hacer todas estas cosas, sus misterios serán revelados. Isaac Newton, el gran físico y matemático del siglo XVII, observó que la luz blanca se separaba en siete colores del arco iris: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. Si tomamos un prisma y lo sostenemos en una ventana soleada, dirigiendo la luz refractada a una pared o techo, veremos el desglose de la luz blanca en los colores primarios y secundarios, apareciendo como un arco iris vibrante. Como probablemente sabrás, el color más elevado que se puede ver en cualquier arco iris es violeta. Y si alguna vez has estudiado el maravilloso arco iris que a veces aparece después de una lluvia, habrás notado que el violeta parece ir desvaneciéndose poco a poco hacia el infinito como si hubiera más en el arco iris de lo que el ojo físico puede ver. Y esto es así. El violeta desaparece en un rayo violeta de mayor frecuencia, formando un puente entre el mundo visible y el mundo invisible. Para los antiguos místicos y alquimistas, este color de transición era un fenómeno espiritual más que físico La luz visible es solo una pequeña porción de un espectro electromagnético de frecuencias o longitudes de onda variables, que incluyen ondas de radio, microondas, radiación infrarroja, luz visible, rayos ultravioletas, rayos X y rayos gamma. Y la luz violeta tiene la longitud de onda más corta y la frecuencia más alta de luz visible. Al igual que el color violeta en el arco iris de la naturaleza, esta luz violeta de alta frecuencia puede entenderse como un punto de transición de lo visible a lo invisible, del plano físico hasta el plano espiritual. Helena P. Blavatsky, investigadora esotérica y cofundadora de la Sociedad Teosófica en el siglo XIX, describió la luz espiritual como una que tiene siete colores o "rayos", cada uno de los cuales tiene atributos o cualidades específicas. Cada uno de estos siete rayos es una luz espiritual concentrada que tiene una acción específica en cuerpo, mente y alma. La llama violeta proviene del aspecto de luz llamado el rayo violeta o el séptimo rayo, y esta llama tiene la capacidad única de cambiar la energía. Tomado del libro : Perlas celestiales para el alma de Elizabet Claret Prophet.