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Pirke Avot

Ética de
Nuestros
Padres
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Indice
La Ira y el Enojo.............................................................................................................................7

Alegría y Tristeza..........................................................................................................................24

La Culpa........................................................................................................................................35

La Envidia.....................................................................................................................................49

La Fe..............................................................................................................................................59

Búsqueda de Consenso.................................................................................................................97

Felicidad y Percepción................................................................................................................109

Ansiedad y Preocupación............................................................................................................161

Paz y Armonía.............................................................................................................................213

Autoestima...................................................................................................................................237

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La Ira
y
el Enojo

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La Ira y el Enojo
SOBRE EL ENOJO Y LA IRA

El desafío de transformarnos a nosotros mismos

Controlando lo que usted dice Extraído de Controle su enojo, editado por Perspectivas

El Alei Shur (1:35) enseña un principio fundamental en nombre del Rab Tzadok HaCohén:

Cada persona posee cierta debilidad que constituye su principal desafío en la vida. Cuando ve que sus
deseos y tentaciones la dominan, debe darse cuenta de que en este preciso asunto también tiene el
potencial para alcanzar un gran éxito, si retorna a Hashem incondicionalmente… Puede convertirse en
una persona excepcionalmente grandiosa desarrollando las fortalezas de la personalidad necesarias
para vencer su debilidad… Esto es…el propósito de su existencia.
(Tzidkat HaTzadik 49, 181)

Es vital estudiar las diferentes clases de personalidad para conocer nuestra propia clase y la de aquellas
personas con las que tratamos.
¿Les levanta con frecuencia su voz a los demás? ¿Está siempre gritando a los demás debido a su
personalidad agresiva? ¿Mandonea a las personas? ¿Es demasiado controlador y dominante?

La Mishná (Avot 5:11) describe el temperamento de un malvado - el que es autoritario, demasiado


agresivo, dominante y que atropella a todos los que se cruzan por su camino. Consigue lo que quiere o
recurre a un estallido de ira.
Para tratar y remediar esta perversidad, observen que la mishná denomina a esta persona: una que "es
fácil de enojar". Si esta descripción parece cuadrarle, es hora de tomar una decisión deliberada de
relajarse y no enojarse. Elimine su necesidad de controlar a los demás. Tómese las cosas con más calma y
converse los asuntos con los demás antes de imponerles una decisión final.

Este proceso de tomar las cosas con calma no es fácil, y lleva tiempo, pero puede y debe hacerse. Los
beneficios serán perceptibles a medida que disfrute de una comunicación más significativa con los demás,
descubra el secreto de llevarse bien con las personas y permita a los demás disfrutar de su compañía.
Además, tendrá más amigos, las personas lo respetarán y lo escucharán, y experimentará la grandeza de
ser humilde.

¿Quién es sabio? El que aprende de todas las personas.


(Avot 4:1)

Cuando pensemos en convertirnos en sabios, una frase debería venirnos inmediatamente a la mente:

El silencio es un cerco para la sabiduría.


(Ibídem 3:13)

La boca es la guardiana. Es la laringe la que expresa nuestro enojo y permite que salga toda nuestra
insensatez. Esto sucede cuando hablamos en exceso o demasiado rápido, sin primero reflexionar
detenidamente lo que planeamos decir. Decir cosas espontáneamente y atacar a alguien verbalmente, aun

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cuando se esté bajo estrés, causa un profundo dolor a los demás y a nosotros mismos. Los palos y las
piedras sólo rompen huesos, pero las palabras pueden destrozar la esencia íntima de uno.

Una de nuestras metas debería ser desarrollar una sensibilidad más profunda hacia las necesidades de los
demás y medir siempre las consecuencias de nuestras palabras y acciones antes de hablar o de actuar.
Debemos comprometernos a no avergonzar nunca a otras personas.
Las personas a veces tienen tendencia a hablar demasiado rápido también para buenas causas. Algunas
personas pueden decir siempre que sí a cualquier nuevo proyecto o responsabilidad, hasta el punto de
comprometerse demasiado. Tener demasiados deseos de agradar a los demás puede conducir a la fatiga, el
resentimiento y la frustración. Recuerde que la palabra sí* es más que decir no por una letra y que cada sí
a una cosa es, en realidad, un no a otra. Por lo tanto, debe preguntarse: En mi deseo de agradar a otra
persona y hacer todo, ¿estoy invirtiendo demasiado tiempo y esfuerzo en cosas que no son prioridades
fundamentales?

Una vez que domine este punto, tendrá que desarrollar la capacidad de decir no con sensibilidad,
sugiriendo una solución alternativa al solicitante. Exige práctica, paciencia y una buena disposición para
prever dominar esto más adelante, pero podrá evitar futuras situaciones desagradables si piensa antes de
hablar.

* En inglés "yes" (sí) tiene tres letras. (N.de la T.)

Moshe Goldberger

¿Cómo reaccionas frente a lo que te sucede?

Extraído de Controle su enojo, editado por Perspectivas

Alejando el enojo

"Una suave respuesta quita la ira; mas la respuesta áspera hace subir el furor" (Mishlé 15:1). Esta frase
siempre estaba en los labios de Abaie, uno de los grandes Sabios del Talmud (Berajot 17a).
¿Por qué un Sabio se entrenaría para decir siempre este versículo?
Toda vez que tratamos con los demás, hay una posibilidad de que digan o hagan algo que nos irrite.
Alguien puede levantarle la voz, ignorarlo o hacerle un pedido injusto. Tiene sentido estar preparado para
un encuentro sorpresa, en que se sienta tentado a perder los estribos. La manera de prepararse es realizar
sesiones prácticas o ensayos para visualizar potenciales situaciones.
Dígase a sí mismo: "Imaginemos si de repente alguien se acercara a mí y comenzara a maltratarme
verbalmente. ¿Cómo reaccionaría yo?". "Una suave respuesta…".

Asimismo, puede dedicar breves momentos del día para relajarse y concentrarse en no permitir que nada
lo moleste, sin importar qué pueda pasar. Intente este ejercicio durante unos minutos ahora mismo. Se
sorprenderá al darse cuenta de que no es tan difícil, y la práctica lo perfeccionará. Se convertirá, con
tiempo y práctica, en una persona más paciente. Este principio básico es fundamental para lograr
cualquier cambio en la vida: La práctica continua hará de usted un ser perfecto.
Si se acuerda de distenderse cuando las cosas se ponen difíciles - por ejemplo, cuando recibe una crítica y
comienza a sentirse nervioso y a ponerse a la defensiva - puede habituarse a convertirse gradualmente en
una persona más feliz, menos peleadora.

Pirké Avot enseña un sistema de "Solía decir", que significa: Encuentre una consigna de la Torá que lo
ayude a mejorar su carácter y dígalo hasta que penetre en su corazón. Buenos ejemplos de esto son las
declaraciones: "Si yo no soy para mí, ¿quién lo será?" (Avot 1:14) y "Aprecia el honor de tu amigo como
si fuera el tuyo propio" (ibídem 2:10).
Del mismo modo, puede ejercitar la compasión poniendo una moneda en la alcancía una o dos veces por
día. Puede ejercitar la paciencia tomando una pausa de paciencia de dos minutos, algunas veces por día.

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Puede aprender humildad pensando en la grandeza de Hashem en comparación con su insignificancia. Y
puede aprender a enojarse menos diciendo con frecuencia:

No te enojes con facilidad. (Avot 2:10)

El Talmud nos enseña: "Si repites una lección cien veces, puedes convertirte en un tzadik en ese tema. Si
la repites ciento un veces, puedes convertirte en un siervo de Hashem" (Jaguigá 9b). ¡Inténtelo ahora!

Puede comenzar repitiéndolo diez veces ahora mismo,


luego marque en este casillero: [ ]
Tómese un recreo por un momento. Luego dígalo diez veces más.
Por favor, marque aquí: [ ]
Ahora, anote el número de esta página y siga disfrutando de este libro. Más adelante, en algún momento,
vuelva a esta página y dígalo diez veces más.
Por favor, marque aquí: [ ]
Una vez que consiga manejarlo, escriba este versículo en su propia agenda con muchos más casilleros y
siga repitiéndoselo, para enojarse con menos facilidad. La próxima vez que se sienta tentado a responder
con ira y a gritarle a una persona debido a alguna grosería inapropiada por parte de ésta, recuerde su
consigna - "No te enojes con facilidad".
Una muestra de mal genio no tiene que ser su reacción natural al hecho de ser ofendido. Usted manda. No
se enoja con facilidad. Puede aprender a responder con calma, de una manera beneficiosa.

El que tarda en enojarse es mejor que un hombre fuerte.


(Mishlé 16:32)

Una vez se realizó un estudio sobre el surgimiento y la caída de veintiocho civilizaciones en el transcurso
de la historia. El estudio especula con que cada una de estas naciones se engrandeció como resultado de
su eficaz respuesta a los desafíos del mundo exterior. Mientras las naciones siguieron respondiendo
eficazmente, su civilización creció con éxito.

El que domina su espíritu [es mejor] que el que conquista una ciudad.
(Ibídem)

Nos enfrentamos a una continua sucesión de problemas y dificultades en la vida. Nuestro crecimiento
depende de la eficacia de nuestras reacciones. Si elegimos responder de una manera tranquila,
constructiva y positiva, crecemos. Si elegimos el enojo, la depresión o cualquier forma de negatividad,
sufrimos, y también lo hacen los que nos rodean. La elección está en nuestras manos. Nuestras respuestas
positivas determinan nuestro éxito y nuestra felicidad, con la ayuda de D´s.
No es lo que le sucede, sino cómo lo maneja, lo que marca toda la diferencia en la vida.

El enojo...o el arte de honrar a los demas

Extraído de Controle su enojo, editado por Perspectivas

El enojo parece surgir en el transcurso de un instante. A veces explotamos repentinamente cuando los
demás nos irritan. La verdad es, sin embargo, que en la mayoría de los casos, somos enteramente
responsables de nuestras reacciones. Cuando aprendemos a honrar a los demás, disminuimos la tentación
de enojarnos con ellos.
No importa qué clase de temperamento usted tenga, lo más probable es que no explote en presencia de un
policía, de su jefe, de un cliente o de un gran sabio de Torá. Esto es debido a que existe una conexión
directa entre el honor que le acordamos a alguien y el enojo destructivo que crece sigilosamente cuando
no obtenemos lo que esperamos. El honor y el enojo son dos polos completamente opuestos.

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Vemos de algunas de las principales mitzvot positivas de la Torá - por ejemplo, "Honra a tu padre y a tu
madre" (Shemot 20:12) y "Ama a tu prójimo como a ti mismo" (Vaikrá 19:18) - que la Torá nos obliga a
concentrarnos en apreciar a las personas y a comportarnos hacia ellas con respeto, paciencia y aprecio. El
enojo es uno de los principales rasgos negativos que socava y contrarresta todos los rasgos positivos
(Meiri, Mishlé 16:32).
Tenemos una opción entre concentrarnos en honrar y respetar a los demás y, de ese modo, tener éxito en
la vida o hacer hincapié en el enojo, que conduce a la tensión y a la destrucción. El Talmud enseña: "Una
persona nunca debe imponer un miedo excesivo (esto es, montar en cólera) en su hogar, porque puede
hacer que miles de judíos perezcan, como ocurrió en el episodio de pileguesh b´Guivá, donde la cólera
trajo aparejada una guerra que ocasionó la muerte de miles de judíos" (Guitín 6b).
A pesar de que esta historia fue un incidente aislado en la historia antigua, contiene lecciones que nos
sirven perfectamente en la actualidad.
Algunos individuos de la ciudad de Guivá, en la tribu de Biniamin, maltrataron y atacaron a una mujer
que era la concubina de un hombre que pasaba por su ciudad. La mujer murió debido al ataque y su
esposo reaccionó de manera vengativa. Diseccionó el cadáver en doce partes y envió una parte a los
sabios que lideraban cada tribu. Esto provocó una tormenta de justificada indignación. "Jamás se ha hecho
ni visto tal cosa en el pueblo judío desde la época del Éxodo de Egipto hasta hoy" (Shoftim 19:30).
El resto del pueblo judío se dio cuenta de que se necesitaban medidas extremas para terminar con esta
corrupción que tenía su origen en la influencia negativa de las naciones gentiles circundantes. En lugar de
castigar simplemente a los pocos depravados que habían pecado, decidieron eliminar a toda la ciudad de
Guivá. Esto sería un drástico fin de la lección.
Los líderes de la tribu de Biniamin, no obstante, se negaron a aceptar este fallo extremo y, por lo tanto,
decidieron defenderse. Cuatrocientos mil judíos participaron de esta guerra civil. Perecieron cuarenta mil
de Israel y veinticinco mil de Biniamin (Shoftim, cap. 20).
Una de las lecciones que nuestros Sabios aprenden de este suceso es la naturaleza destructiva del enojo.
El temperamento de un sólo hombre desencadenó una guerra que provocó la muerte de sesenta y cinco
mil judíos.

Pese a que dichas consecuencias no son probables en situaciones normales, D´s juzga a una persona en
proporción a su situación. Su hogar es su imperio y, así, su comportamiento es un modelo de lo que
habría hecho si hubiera sido el gobernante de un gran país (Rabí Avigdor Miller, Awake My Glory, pág.
340). (Si una persona, D´s no permita, aleja a sus hijos con su ira, puede provocar pérdidas para las
futuras generaciones, que pueden ascender a miles).

¿Quién es honorable? El que honra a los demás.


(Avot 4:1)

Cuando aprende a honrar a todos los que lo rodean, tiene menos probabilidades de enojarse con los demás
y más probabilidades de convertirse en una persona más honorable

Aprecia el honor de tu amigo como si fuera el tuyo propio.


(Ibídem 2:10)

A fin de honrar a los demás y abstenerse de la ira, es esencial aprender a apreciar su propio honor de una
manera positiva. A medida que aprenda a respetarse, desarrollará la capacidad de honrar también a los
demás.
Quizá esté pensando a esta altura: "¿Por qué debo concentrarme en honrar a todas las personas cuando
hay, indudablemente, algunas que no lo merecen?".
La respuesta es que tenemos que concentrarnos en la capacidad de bejirá (libre albedrío), de la que D´s
nos ha dotado.

Por lo general, tendemos a echar la culpa de nuestros problemas a los demás o a circunstancias ajenas a
nuestra voluntad, tales como el tiempo. Siempre tenemos excusas para justificar nuestro enojo y nuestro
sufrimiento. No obstante, si se da cuenta de la verdad y se dice: "Es mi elección", ya no tendrá una excusa
para quejarse.

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Hashem nos otorgó la capacidad de tomar la decisión de controlar nuestras emociones. Podemos
entrenarnos para subordinar nuestros sentimientos a los valores de la Torá. Por consiguiente, tenemos que
tomar la iniciativa y la responsabilidad de comportarnos según las pautas de la Torá acerca de cómo
reaccionar.

Nuestra felicidad en este mundo depende principalmente de nosotros, como está escrito: "Si yo no soy
para mí, ¿quién lo será?" (Avot 1:14). En lugar de tratar de cambiar a los demás expresando su ira,
concéntrese en el poder que nosotros, como individuos dotados de bejirá, tenemos para enriquecer
nuestras vidas - podemos elegir si nos enojamos con los demás o cambiamos nosotros.
Debemos detenernos en este punto de nuestras vidas y decir ahora es el momento de dejar de enojarme
con los demás, puesto que "si no es ahora, ¿cuándo?" (Avot 1:14).
Dígase a sí mismo: "En lugar de culpar a los demás por mi enojo, comprenderé que este problema pudo
haber sido provocado por mi propio resentimiento que yo he permitido que se desarrollara. Estoy decidido
a cambiar este patrón ahora.
Enumeremos una lista de cambios, basados en principios de la Torá, que uno debe confeccionar.

Humildad, la fuente de la felicidad

Extraído de El misterio del matrimonio. Rab Itzjak Ginzburgh

La clave para mejorar el carácter y en particular reducir la tendencia a la ira , es reconocer la propia
insignificancia existencial .
Esto no implica que uno no debe reconocer su propio valor. Cada persona posee un alma Divina única y
completa, con una profusión de las más nobles y sublimes capacidades del intelecto y la emoción, y este
hecho en sí le confiere un potencial y valor inestimables .
Y sin embargo, la misma conciencia de nuestro gran valor, paradójicamente nos hace al mismo tiempo
dolorosamente conscientes de nuestro fracaso total en aprovecharlo. De hecho, cuanto más uno aprecia la
naturaleza exaltada de su alma Divina, más se desploma su autoestima cuando se compara su historial de
lealtad hacia aquella.

La figura arquetípica de la humildad es Moisés: "Y Moisés era el hombre más humilde sobre la faz de la
tierra" . Pero seguramente Moisés sabía que había sido elegido por Dios para tener las comunicaciones
más intimas con Él, de una naturaleza tal que ningún mortal había tenido, y que enseñaría la Torá al
pueblo para siempre. ¿Cómo podía ser tan humilde pese a esta obvia superioridad?

La respuesta que se da en el Jasidismo es que sí, en realidad Moisés era perfectamente consciente de esto.
Pero razonaba que sus enormes logros y el favor que le demostraba Dios se debían a las cualidades
excepcionales que le había concedido Dios, y que si algún otro hubiese recibido dichas cualidades
seguramente hubiese logrado mucho más. Como resultado de ese pensamiento, Moisés realmente se
consideraba el más insignificante de los hombres, pese a -y de hecho a causa de- su grandeza .
El rey David también ejemplifica el epítome de la conciencia de la propia insignificancia. Cuando su
esposa Mijal lo reprendió por degradar aparentemente el trono al bailar delante del arca del pacto ante las
criadas, él dijo: "Yo soy (y seré) insignificante a mis ojos" .

La vergüenza esencial que uno siente ante Dios se debe a que la mayoría de nuestros pensamientos y
sensaciones están desprovistas de conciencia Divina. Los sabios afirman que "no hay lugar vació de Él" ,
y "lugar" significa no sólo lugar físico sino también lugar temporal y psicológico . Todo pensamiento y
sensación ocupa un "lugar" en nuestra conciencia. Nuestro propósito en la tierra es llenar todo ese lugar
con la conciencia de la omnipresencia de Dios. Cuando no logramos hacerlo, comparecemos ante Dios
avergonzados , porque de la misma manera que la naturaleza aborrece el vacío, la mente no puede
permanecer vacía. Si no está llena de pensamientos sacros, se llenará de pensamientos profanos .

Así como David personifica la conciencia de la insignificancia, José, el tzadik (justo) arquetípico,
personifica el estado ideal de la conciencia Divina, su valor esencial. Su mera presencia en el "pozo" (la

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mente vacía) expulsa los pensamientos ajenos y profanos (las serpientes y escorpiones) que de otra
manera lo llenarían.
Así es que José y David unen el reconocimiento del valor esencial y de la insignificancia existencial.

La Fuente de la Felicidad

Cuando uno es consciente de su propia insignificancia, uno deja de demandar de los demás y no espera
nada de ellos, porque sabe que no merece nada . Y así sucede con nuestra relación con Dios, en la medida
en que uno logra cultivar una humildad verdadera, no demanda nada de Dios y considera totalmente
inmerecida la infinita bondad que Él le otorga .

Esta humildad es personificada por nuestro patriarca Jacob. Cuando estaba por enfrentarse con su
hermano Esaú, después de haber huido de él treinta y cuatro años antes, le pidió protección a Dios
diciendo: "Pequeño he sido ante toda la bondad y toda la verdad que Tú has hecho con Tu siervo" . Sintió
que todo mérito que pudiera poseer ya había sido totalmente agotado por la infinita bondad que Dios ya le
había otorgado .

La Torá afirma que esta actitud es intrínseca al pueblo de Israel: cuando más bondad recibimos más
humildes nos volvemos . En cambio, la característica de una mala persona es que el éxito y la prosperidad
le inflan el ego, ya que su soberbia reforzada lo convence que todos sus logros y su fortuna son debidos a
sus propios esfuerzos y méritos .
Por lo contrario, cuando suceden cosas aparentemente malas, una persona humilde asumirá la completa
responsabilidad y reconocerá que Dios le causa sufrimiento como expiación por sus pecados .

Al dejar de lado todas las demandas a Dios y a los hombres por un lado, y aceptar la completa carga de
culpa por el infortunio, por el otro, uno se repone del dolor de ser herido u ofendido en la vida. La ira y la
depresión resultan de la creencia en que uno realmente se merece una vida mejor en este mundo y que su
derecho asumido de gratificación está siendo infringido . La actitud correcta nos permite ser constante y
sinceramente felices y optimistas .

Rab Itzjak Ginzburgh

¿Cómo Liberarte del enojo?

Selección extraída de Nadie es perfecto de Miriam Adahan

Una escena en Yerushalaim: Un hombre anciano, corriendo tras el autobús con los tziziot volando y
jadeando pesadamente. Apenas se las arregló para llegar a la puerta de atrás del autobús y la golpea
esperando que lo dejen subir, y en ese momento el chofer arrancó con fuerza. Levantando sus manos al
aire, le grita al chofer que acaba de arrancar, "¡Te bendigo, te bendigo!" Luego se sienta en la banca de la
parada de autobuses con una sonrisa en su cara y un aspecto de completa satisfacción y paz.

¿Cómo es posible que se pueda sentar serenamente? ¿No debería estar echando chispas de enojo y
maldiciendo al conductor? Quizá hubiera sido la respuesta más "natural" maldecir al chofer y sentarse ahí
carcomiéndose con la furia. Pero no lo hizo. Este hombre ha aplicado realmente las ideas de la Torá y
haciéndolo así se mantiene calmado y quizá hasta experimente la satisfacción que uno obtiene cuando se
ha sobrepuesto a una prueba difícil.

Se dice que el Tercer Bet Hamikdash ya está aquí, existiendo con completo detalle en el plano espiritual,
esperando solamente bajar a la realidad física. En lo que a mí respecta, este hombre anciano ya está
viviendo en el Tercer Bet Hamikdash en su propia mente. Y así también, todos podemos experimentar un
poco de esta atmósfera sobreponiéndonos a nuestros odios sin fundamento y evitando la muy humana
tendencia a juzgar y condenar. El siguiente ejercicio te va a dar una prueba de este Tercer Bet Hamikdash:

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1. El reductor número uno de enojo es dar el beneficio de la duda. Cuando alguien te hiere, di en voz alta
o para ti mismo, "Bendigo a esta persona". Créeme, no tienes que creer las palabras cuando las dices por
primera vez. Pero, maravilla de maravillas, ¡mientras más las dices, más se van a convertir en una
realidad sincera!

Las palabras te van a calmar, ¡aun si no las crees cuando las dices! Son como magia. Una vez que las
dices, aunque las digas para ti mismo con un tono sarcástico y cínico, casi siempre vas a lograr algún
grado (aunque pequeño) de desapego emocional y vas a ser capaz de pensar más claramente. En la
mayoría de los casos, te vas a dar cuenta de que puede existir alguna circunstancia atenuante que puede
ayudarte a quitar el davka, la intención de herir. Por ejemplo, te vas a dar cuenta, "Caray, esta persona (o
niño) está hambrienta, preocupada con otros asuntos, muy cansada, dolorida, ignorante de mis
necesidades, carece de autocontrol, carece de las herramientas para afrontar la situación de otra manera,
etc."

Le has dicho al niño mil veces que se pare para Kidush o que se lave las manos o que se vista o cualquier
otra cosa. Y todavía no lo hace. Si quieres que coopere, vas a tener más éxito si puedes pensar claramente,
lo que es imposible si estás pensando "davka".

Recientemente, una pariente cercana hizo algo que me hirió y me insultó tan profundamente que quedé
aturdida e impactada por unos minutos, después de los cuales tuve un sentimiento de rabia que me
abrumaba. Baruj Hashem , estaba escribiendo este artículo, así que me dije, "La bendigo, la bendigo, la
bendigo". Créanme, no sentí ganas de bendecirla cuando sucedió el incidente. Pero cada vez que pienso
en ella y me empiezo a sentir enojada, digo "Yo la bendigo". Y maravilla de maravillas, gané distancia
emocional y fui capaz de poner la situación en una perspectiva adecuada y desviar mi atención cada vez
que empiezo a pensar en ella. Durante los siguientes días, mis "bendiciones" me ahorraron de una gran
cantidad de enojo totalmente inútil.

Recuerda, las personas más heridas por nuestros juicios somos nosotros mismos. Si ese hombre anciano
hubiera maldecido al conductor del autobús, ¿quién hubiera resultado lastimado? Seguramente no el
conductor, que ya estaba muy lejos. Si yo hubiera estado hirviendo por esa pariente, ¿ella lo hubiera
sentido? Ciertamente no. Ella ya se fue del país.

Aun si la persona que te hiere es un familiar cercano o alguien con quien trabajas y debes resolver asuntos
por el bien del shalom bait o por tu trabajo, diciendo, "Te bendigo y te doy el beneficio de la duda", esto
te va a calmar lo suficiente para que te puedas expresar respetuosamente y encontrar una solución con una
mente clara.

Al principio, no trates de usar esta táctica en problemas importantes, o te puedes sentir como un fracaso.
Más bien, experiméntala en molestias cotidianas como tinas sucias, jugo derramado, niños retadores,
miembros familiares malhumorados, comidas tarde y otras inconveniencias y problemas menores para
que puedas trabajar hasta en los importantes. ¡Ésta es realmente la CLAVE para el shalom bait!

2. Date cuenta de que la mayor parte del tiempo tienes la elección de enojarte o no, tal como el hombre
que perdió el autobús. Con frecuencia te estás "haciendo enojar a ti mismo" pensando que la gente está
tratando deliberadamente de ser molesta, floja, estúpida, incompetente o egoísta y que podría ser diferente
de como es. Por supuesto, no estamos hablando aquí de abuso francamente deliberado, sino de asuntos
normales y cotidianos en los que tú tienes elección, te puedes decidir enojar o no. Acostúmbrate a pensar,
"Me estoy decidiendo enojar por su comportamiento". Esto te va a recordar tu obligación de tomar
responsabilidad de tu estado emocional, que es el primer signo de madurez.

3. Pregúntate a ti mismo, "¿Realmente tengo algún control sobre esta situación?" Si no, ¡ignórala! ¿Para
qué perder tu tiempo y tu energía molestándote por algo sobre lo que no tienes control? No puedo cambiar
estas midot de mi pariente. No puedo forzar que la gente se vuelva afectuosa, tolerante, cortés o

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responsable. Así que cuando te estés enojando pregúntate honestamente si tu enojo va a provocar cambios
útiles.

Miriam Adahan

Elegir honrar

Extraído de Controle su enojo. Editorial Perspectiva

El enojo parece surgir en el transcurso de un instante. A veces explotamos repentinamente cuando los
demás nos irritan. La verdad es, sin embargo, que en la mayoría de los casos, somos enteramente
responsables de nuestras reacciones. Cuando aprendemos a honrar a los demás, disminuimos la tentación
de enojarnos con ellos.

No importa qué clase de temperamento usted tenga, lo más probable es que no explote en presencia de un
policía, de su jefe, de un cliente o de un gran sabio de Torá. Esto es debido a que existe una conexión
directa entre el honor que le acordamos a alguien y el enojo destructivo que crece sigilosamente cuando
no obtenemos lo que esperamos. El honor y el enojo son dos polos completamente opuestos.

Vemos de algunas de las principales mitzvot positivas de la Torá - por ejemplo, "Honra a tu padre y a tu
madre" (Shemot 20:12) y "Ama a tu prójimo como a ti mismo" (Vaikrá 19:18) - que la Torá nos obliga a
concentrarnos en apreciar a las personas y a comportarnos hacia ellas con respeto, paciencia y aprecio. El
enojo es uno de los principales rasgos negativos que socava y contrarresta todos los rasgos positivos
(Meiri, Mishlé 16:32).

Tenemos una opción entre concentrarnos en honrar y respetar a los demás y, de ese modo, tener éxito en
la vida o hacer hincapié en el enojo, que conduce a la tensión y a la destrucción. El Talmud enseña: "Una
persona nunca debe imponer un miedo excesivo [esto es, montar en cólera] en su hogar, porque puede
hacer que miles de judíos perezcan, como ocurrió en el episodio de pileguesh b´Guivá, donde la cólera
trajo aparejada una guerra que ocasionó la muerte de miles de judíos" (Guitín 6b).
A pesar de que esta historia fue un incidente aislado en la historia antigua, contiene lecciones que nos
sirven perfectamente en la actualidad.

Algunos individuos de la ciudad de Guivá, en la tribu de Biniamin, maltrataron y atacaron a una mujer
que era la concubina de un hombre que pasaba por su ciudad. La mujer murió debido al ataque y su
esposo reaccionó de manera vengativa. Diseccionó el cadáver en doce partes y envió una parte a los
sabios que lideraban cada tribu. Esto provocó una tormenta de justificada indignación. "Jamás se ha hecho
ni visto tal cosa en el pueblo judío desde la época del Éxodo de Egipto hasta hoy" (Shoftim 19:30).

El resto del pueblo judío se dio cuenta de que se necesitaban medidas extremas para terminar con esta
corrupción que tenía su origen en la influencia negativa de las naciones gentiles circundantes. En lugar de
castigar simplemente a los pocos depravados que habían pecado, decidieron eliminar a toda la ciudad de
Guivá. Esto sería un drástico fin de la lección.

Los líderes de la tribu de Biniamin, no obstante, se negaron a aceptar este fallo extremo y, por lo tanto,
decidieron defenderse. Cuatrocientos mil judíos participaron de esta guerra civil. Perecieron cuarenta mil
de Israel y veinticinco mil de Biniamin (Shoftim, cap. 20).

Una de las lecciones que nuestros Sabios aprenden de este suceso es la naturaleza destructiva del enojo.
¡El temperamento de un sólo hombre desencadenó una guerra que provocó la muerte de sesenta y cinco
mil judíos!
Pese a que dichas consecuencias no son probables en situaciones normales, D´s juzga a una persona en
proporción a su situación. Su hogar es su imperio y, así, su comportamiento es un modelo de lo que
habría hecho si hubiera sido el gobernante de un gran país (Rabí Avigdor Miller, Awake My Glory, pág.

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340). (Si una persona, D´s no permita, aleja a sus hijos con su ira, puede provocar pérdidas para las
futuras generaciones, que pueden ascender a miles).

¿Quién es honorable? El que honra a los demás.


(Avot 4:1)

¡Cuando aprende a honrar a todos los que lo rodean, tiene menos probabilidades de enojarse con los
demás y más probabilidades de convertirse en una persona más honorable!

Aprecia el honor de tu amigo como si fuera el tuyo propio.


(Ibídem 2:10)

A fin de honrar a los demás y abstenerse de la ira, es esencial aprender a apreciar su propio honor de una
manera positiva. A medida que aprenda a respetarse, desarrollará la capacidad de honrar también a los
demás.
Quizá esté pensando a esta altura: "¿Por qué debo concentrarme en honrar a todas las personas cuando
hay, indudablemente, algunas que no lo merecen?".
La respuesta es que tenemos que concentrarnos en la capacidad de bejirá (libre albedrío), de la que D´s
nos ha dotado.

Por lo general, tendemos a echar la culpa de nuestros problemas a los demás o a circunstancias ajenas a
nuestra voluntad, tales como el tiempo. Siempre tenemos excusas para justificar nuestro enojo y nuestro
sufrimiento. No obstante, si se da cuenta de la verdad y se dice: "Es mi elección", ya no tendrá una excusa
para quejarse.
Hashem nos otorgó la capacidad de tomar la decisión de controlar nuestras emociones. Podemos
entrenarnos para subordinar nuestros sentimientos a los valores de la Torá. Por consiguiente, tenemos que
tomar la iniciativa y la responsabilidad de comportarnos según las pautas de la Torá acerca de cómo
reaccionar.

Nuestra felicidad en este mundo depende principalmente de nosotros, como está escrito: "Si yo no soy
para mí, ¿quién lo será?" (Avot 1:14). En lugar de tratar de cambiar a los demás expresando su ira,
concéntrese en el poder que nosotros, como individuos dotados de bejirá, tenemos para enriquecer
nuestras vidas - podemos elegir si nos enojamos con los demás o cambiamos nosotros.

Debemos detenernos en este punto de nuestras vidas y decir ahora es el momento de dejar de enojarme
con los demás, puesto que "si no es ahora, ¿cuándo?" (Avot 1:14).
Dígase a sí mismo: "En lugar de culpar a los demás por mi enojo, comprenderé que este problema pudo
haber sido provocado por mi propio resentimiento que yo he permitido que se desarrollara. Estoy decidido
a cambiar este patrón ahora.
Enumeremos una lista de cambios, basados en principios de la Torá, que uno debe confeccionar.

Moshe Goldberger

Apreciar las diferencias

Extraído de Controle su enojo. Editorial Perspectivas

¿Por qué el Creador del universo, Quien diseñó un mundo tan perfecto y magnífico, decidió hacer a cada
persona diferente? ¿Por qué diseñó tantos tipos de personas?

Uno de los principales objetivos de Hashem es probarnos para ver si venceremos sentimientos como la
envidia, la mezquindad y el enojo a fin de vivir pacíficamente con los demás. Nuestras pruebas más
grandes en la vida provienen de nuestro prójimo y, por consiguiente, sirven como nuestras oportunidades
más grandes para la riqueza espiritual (Rabí Avigdor Miller, Sing, You Righteous, pág. 331)

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A veces, encontramos personas y sus personalidades fascinantes. Quizá deseemos hacernos amigos de
ellas y hasta ser pareja de ellas - hasta que las diferencias personales comienzan a frustrarnos. La
Guemará (Sanhedrín 38a) enseña que todas las personas difieren entre sí de tres maneras: voz, aspecto y
mente (carácter y pensamiento). Cada persona posee una personalidad única. Pero éste es el gran desafío
de la vida, aprender a comprender y a apreciar la singularidad de cada persona desde una perspectiva
positiva. Existe un gran valor en el descubrimiento de lo característico de las otras personas. Enriquecerá
nuestra relación con ellas cuando aprendamos a adaptarnos y a llevarnos bien con ellas.

Hemos hablado anteriormente sobre que elogiar a los demás es cumplir con la mitzvá de amar a todo
judío. Otro beneficio que se obtiene al valorar las cualidades de los demás, es que mejora nuestra relación
con ellos y nos ayuda a apreciarlos más.

El elogio es un obsequio para el receptor y para el benefactor. Si elogia a alguien por ser amable, por
ejemplo, lo hace sentir maravillosamente y usted también gana, pues ahora puede disfrutar y apreciar más
los atributos de esa persona. Esto es una madurez de su propio ser.

Preste atención cuando otros lo elogian. ¿No se siente maravillosamente? ¿No siente que ha influido, al
menos, en alguien de alguna pequeña manera? ¿No hace que quiera hacer más de aquello por lo que se lo
elogió? ¿Por qué no invertir más tiempo y esfuerzo en el proceso de elogiar a los demás?

Intente un experimento. Escoja una persona cuya presencia lo irrite y haga una lista de sus rasgos
positivos. Por ejemplo, puede ser amable, resuelto, espontáneo, considerado, fiable, generoso, cuidadoso
o puntual.

Tome la decisión de que tratará de hacerle notar a esa persona que aprecia su singularidad en estas áreas.
Imagínese abordar a esa persona con una declaración como: "Es gracioso que me tope contigo. Justo
estaba pensando qué afortunada es la sinagoga en tenerte a ti trabajando como [indique su posición],
puesto que posees la capacidad extraordinaria de [exponga un rasgo positivo de carácter que él posea]".

Cuando aprendemos a valorar la diversidad de personas que Hashem ha creado, descubrimos cómo este
sistema nos permite a cada uno de nosotros contribuir a la perfección del pueblo judío, del mismo modo
que los diversos órganos del cuerpo contribuyen a su bienestar general. En lugar de que las diferencias
causen divisiones, pueden hacer que estemos agradecidos a Hashem. Debemos elogiarnos por las virtudes
que nos complementan y nos ayudan a formar un gran equipo.

Es vital que aprenda a agradecer a Hashem por los padres con los que lo bendijo, por cada uno de sus
hermanos, por el cónyuge con el que Él le hizo formar pareja (que da la casualidad que es tan diferente,
fascinante y especial), y por los hijos con los que lo bendijo.

Un esposo debería practicar decirle a su mujer: "Soy tan feliz de que seas mi esposa. Estoy asombrado por
todo lo que haces para que nuestra casa sea un hogar y por todo el tiempo y la paciencia que inviertes en
criar a nuestros hijos. Soy un gran admirador tuyo".

Una esposa debería decir: "Realmente aprecio tu liderazgo y cómo siempre mantienes y cuidas a la
familia. Tu lealtad y dedicación significan todo un mundo para mí y, además eres un excelente padre.
Eres grandioso".
¿Elogiamos a nuestros hijos lo suficiente por sus atributos especiales?

El siguiente ejercicio puede ser útil para llevarse bien con cualquier persona con la que tengamos que
tratar.
Pregúntese: ¿Cómo puede ayudarme la disimilitud de esta persona a lograr la perfección de carácter?

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- Puedo aprender cómo evitar conflictos con compañeros de trabajo.
- Puedo aprender a componer las relaciones cuando las cosas han fracasado.
- Puedo practicar alentar y apoyar a los demás.

El elogio es un gran obsequio que es fácil de dar en cualquier momento

Moshe Goldberger

El Arte de Perdonar

Extraído de Mantenga el objetivo. Editorial Perspectivas

Todo aquel que perdona a los que le causan dolor, será perdonado por todos sus pecados.
(Rosh HaShaná 17a)

¡Qué lección tan poderosa! Cuando perdona a los demás, Hashem lo perdona, medida por medida. Este
principio cambia nuestras vidas al liberarnos de la prisión de nuestros pecados.
Aprenda a liberar y a anular sus sentimientos negativos. Rashi, en la guemará anterior, explica: no sea
riguroso en calcular el castigo de aquellos que han sido injustos con usted. Deje de lado los insultos. Se
nos ordena no dejar de lado una mitzvá, pero siempre debemos dejar pasar el dolor de un daño o de una
vergüenza y practicar el perdón.

Este principio transformará nuestras vidas. Nos liberará de las emociones negativas y debilitantes. Estar
libre de pecados es una experiencia emocionante, pacífica y plena. Es similar a la forma en que nos
sentimos después de un Iom Kipur exitoso. Su autoestima, felicidad y energía se incrementarán
enormemente.
Adopte la mishná: "Si yo no soy para mí, ¿quién lo será?" (Avot 1:14), como su máxima personal. No
culpe a los demás por sus problemas; perdónelos, perdónese y siga adelante.

Las personas a menudo andan con rencores, resentimiento, amargura, enojo y odio. Sabemos que "amar a
los demás como a sí mismo" es una gran mitzvá, una que se considera la base de toda la Torá (Shabat
31a), pero tendemos a tener muchas excepciones a la regla. Creemos que esta persona en particular no
merece nuestro perdón.

Si se encuentra en una situación semejante, quizá resulte útil estudiar la halajá del Shulján Aruj (606:1)
que establece que al que se niega a perdonar a los demás se lo considera cruel. La Mishná Berurá, en su
comentario sobre esta halajá (Shaar HaTziún 8), agrega que incluso si un antagonista fuera malicioso y
rebelde, aun así deberíamos perdonarlo, y ¡Hashem hará lo mismo por nosotros!
Cuando no perdonamos a los demás, cuando elegimos ser críticos y culparlos, Hashem nos culpará del
mismo modo. ¿Necesitamos eso?

No perdonar a los demás provoca un drenaje tremendo de nuestra energía y, por consiguiente, de nuestro
valioso tiempo. Hashem quiere que seamos felices. Nos proporciona las pautas para alcanzar este
objetivo, que debemos aprender y practicar diariamente. […]

Recordando

La clave para desarrollar la capacidad de perdonar a aquellos que nos hieren, es elegir qué recordar. En la
Torá se nos advierte: "Cuídate de no olvidar a Hashem" (Devarim 8:11), y "Recordarás a Hashem, vuestro
D´s, pues Él es quien te da fuerza" (ibídem 18). En lugar de recordar problemas, dificultades e
insatisfacciones, concéntrese en recordar activamente las bondades que Hashem le otorga.

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Recuerde que Hashem le proporcionó aire para que respirara cuando hoy se despertó y Él continúa
haciéndolo durante todo el día. Sus ojos están funcionando. Su corazón está latiendo y su mente está
procesando información. Diga: "¡gracias, Hashem, por ser tan bondadoso conmigo!".

La memoria constituye una herramienta muy útil y beneficiosa. Afortunadamente, Hashem también nos
creó con un mecanismo de supresión. Olvide las palabras crueles. "No te vengarás ni guardarás rencor a
los hijos de tu pueblo y amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Vaikrá 19:18). El Rambam (Hiljot Deot
7:8) enseña que esta actitud fomenta el bienestar de la sociedad y posibilita que las personas se comporten
satisfactoriamente entre sí.

Pese a que podemos estar de acuerdo con el Rambam en teoría, por lo general es bastante difícil olvidar
las injusticias de los demás. El Mesilat Iesharim (cap. 11) enseña que esto es muy difícil para los
humanos, puesto que no somos ángeles, pero es un decreto de nuestro Rey que debemos hacer todo lo
posible por cumplir. Él nos ayudará a lograrlo.

El Sefer HaJinuj nos ofrece otro consejo para que el trabajo de olvidar nos sea más fácil. Al explicar la
prohibición de vengarse (mitzvá 241), explica: "Una persona debería reflexionar sobre el hecho de que
todo lo que le sucede, sea bueno o malo, es de Hashem, bendito sea Su nombre. Nada sucede sin que
Hashem desee que suceda. Por lo tanto, si alguien le causa dolor o vergüenza a otra persona, debe darse
cuenta de que sus pecados han provocado el decreto de Hashem sobre él. No piense en vengarse de la
persona [que causó el dolor], puesto que no es su culpa".

Asimismo, el Rambam (Hiljot Deot 7:7) enseña: "Una persona siempre debería perdonar a los demás,
dado que los asuntos mundanos sólo son tonterías…Bórrelos de su corazón".

Dichoso es el que permanece en silencio e ignora, incluso, muchos insultos. Cien males pasan sin
tocarlo.
(Sanhedrín 7a)

¡Aprendemos de esto que cumplir esta mitzvá es realmente para nuestro propio beneficio! Naturalmente,
también hay beneficios para la persona a la que perdona, pero hay muchos más beneficios para usted. Se
vigoriza, se vuelve más fuerte y se acerca más a Hashem. Se vuelve más compasivo y más pacífico.

A medida que se convierta en una persona más indulgente y compasiva, comenzarán a ocurrirle milagros.
Una nueva vida correrá por sus venas. Su mente y su corazón se expandirán; su creatividad e, incluso, sus
ingresos pueden duplicarse y triplicarse.

Moshe Goldberger

El Enojo de Moshe

Extraído de Introducción al tratado de Pirke Avot. Shemoná Prakim. Rabí Moshé Ben Maimon.
Traducido al español por Isaac Sakkal

De todo lo tratado en este capítulo se deduce que es apropiado dirigir nuestras conductas hacia el justo
medio, y no salir de él hacia uno de los extremos sino sólo como terapia, enfrentádolo desde el ángulo
contrario.

De la misma manera que una persona que sabe de medicina, si ve que su temperamento cambia
levemente, no se descuidará y dejará que la enfermedad se agrave hasta que necesite una curación más
compleja, si no, que si se percata de que uno de los miembros de su cuerpo se debilita, lo cuidará
preferentemente y alejará todo aquello que pueda dañarlo y procurará todo lo útil para curar este
miembro, o al menos para que no se debilite más.

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Así, es digno que la persona íntegra, analice siempre sus cualidades, que sopese sus conductas y discierna
entre las características de su alma diariamente; de tal forma, al observar que tiende a uno de los extremos
se apresurará a aplicar un tratamiento, no permitiendo que las características reprobables se fortalezcan
por la repetición de conductas nocivas.

Por lo tanto, que ponga frente a él la cualidad defectuosa que posee e intente constantemente mejorarla,
como ya dijimos, pues no existe ser humano que carezca de defectos. Los filósofos ya han dicho
(Aristóteles, Ética a Nicómaco 7:1; R. Saadyah Gaón, Emunot VeDeot 5:2). ―Es difícil y poco probable
que se encuentre alguien que tenga en forma innata todas las virtudes, las éticas y las intelectuales‖;
ciertamente en los libros de los profetas se halla esta idea presente abundantemente: ―He aquí, que no
confía en sus siervos y no alaba a sus ángeles‖ (Job 4:18) ―En qué puede el hombre tener la razón frente
a Dios, en qué puede el hijo de una mujer ameritar‖ (Ibid. 25:4) y el Rey Salomón lo dijo simplemente:
―No hay un justo sobre la tierra que solo haga el bien y no se equivoque‖ (Ecl. 7:20)

Y seguramente sabes que el más ilustre entre los antiguos y posteriores, Moshé nuestro maestro, que Dios
le expresó: ―Y dijo Dios a Moshé y a Aharón: por cuanto no me creyeron, para santificarme delante de
los hijos de Israel, por lo tanto no conducirán a esta comunidad a la tierra que les he dado” (Num.
20:12).

“Aharón se reunirá con su pueblo y no ingresará a la tierra que he dado a los hijos de Israel, ya que se
rebelaron en contra de lo que dije, en las aguas de Meribá‖ (Ibíd. 20:24).

―Ya que Me defraudaron en medio de los hijos de Israel, en las aguas de Meribat Kadesh, en el desierto
de Tzin, y por cuanto no Me santificaron en medio de los hijos de Israel‖ (Deut. 32:51).

Ese fue el error de Moshé, inclinarse hacia uno de los dos extremos en el campo de las cualidades éticas,
específicamente en la virtud de la paciencia, al tender hacia el enojo diciendo: ―¡Escuchen pues
rebeldes!‖, como se declara: ―Reunieron Moshé y Aharón a toda la congregación delante de la roca y les
dijo (Moshé): -¡Escuchen pues rebeldes! ¿acaso de esta roca les hemos de sacar agua?‖ (Num. 20:10).

Dios fue meticuloso con él, pues alguien como Moshé se enojó delante de la comunidad de Israel cuando
no era ocasión de hacerlo. Desde esta perspectiva [y siendo estricto], legalmente, este individuo profanó
el Nombre Divino, ya que todos los movimientos y expresiones [de Moshé] deben ser ejemplares,
pudiendo a través de ellos alcanzar éxito en este mundo y en el venidero; por lo tanto, ¿cómo veremos
enojo en él?, siendo el enojo una de las conductas de lo reprobable, producto de las peores características
del alma. No obstante, Él mismo ha dicho: ―Porque ustedes fueron rebeldes en contra Mío en el desierto
de Tzin en lo referente al pleito de la comunidad cuando debían santificarme con las aguas delante de
ellos, estas son las aguas de Meribá‖.

Esto se entiende del siguiente modo, Moshé no hablaba con personas simples, ni tampoco con gente sin
elevación espiritual, sino con individuos que la menor de sus mujeres estaba al nivel del profeta Yejezkel
Ben Buzi, como ya mencionaron los sabios (Mejilta Shemot 15:2), por lo tanto, todo lo que él hiciese o
dijese, sería analizado. Entonces, cuando le vieron enojado, pensaron, es improbable que sea él, el que
tiene una cualidad reprobable, sino que, de seguro supo que Dios se enojó por haber pedido agua, y que el
pueblo había enfadado a Dios, caso contrario, Moshé no se hubiera enojado. Pero no encontramos en lo
que Dios le dijo a Moshé con respecto a este asunto, ni enojo ni furia, sino que está dicho: ―Toma tu
bastón y reúne a la comunidad, tú y Aharón tu hermano, y hablarás a la roca delante de ellos y fluirá
agua, les sacarás agua de la roca y les darás de beber a la comunidad y al ganado‖ (Num. 20:8).

Ya nos hemos desviado un tanto del tema de este capítulo, aunque hemos solucionado un enigma de la
Torá que mucho se ha dicho sobre él (confer. R. Saadyah Gaón y R. Jananel ad loc.), me refiero a la
pregunta: ¿cuál fue el error de Moshé?. Ordena lo que hemos dicho nosotros sobre el tema y la verdad
saldrá a luz.

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Volviendo a nuestro asunto, cuando la persona sopese sus actividades constantemente y las dirija hacia el
justo medio, habrá llegado al nivel más alto que un ser humano alcanza, pudiendo acercarse a Dios y
captar Su bondad, siendo lo más loable en el servicio a Dios.

Con anterioridad los sabios mencionaron esto al afirmar: ―Todo el que conduce sus sendas, amerita y ve
la salvación de Dios como está escrito: ―El que me sacrifica ofrendas de agradecimiento Me ha honrado,
el que pone el camino (hacia Dios) le mostraré la salvación de Dios‖ (Tehilim 50:23); no leas ―el que
pone el camino‖ sino ―el que sopesa el camino‖ (Moed Katán 5a). Sopesar es valorar y estimar; este es el
tema que vimos propicio desarrollar en este capítulo sobre el equilibrio.

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Alegría
y
Tristeza

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Alegría y Tristeza
SOBRE LA ALEGRÍA

Sobre la Alegría
A continuación está una lista de las creencias que conducen a vivir una vida dichosa:

Mi Creador me ama y quiere que yo sea una persona dichosa.Tengo la capacidad de escoger la alegría y
escojo ser una persona dichosa. Yo escojo en qué pongo mi atención y voy a escoger enfocarme en la
alegría de apreciar lo que tengo.
Escojo mis evaluaciones y voy a evaluar cada situación en una forma que me dé alegría y que me permita
mejorar mis cualidades.
Soy una persona valiosa creada a imagen del Creador.
Escojo sentir alegría cuando hago buenas acciones, que es cumplir con la voluntad del Creador.
Estoy dedicado a hacer el bien en mi vida y eso me da alegría.
Me arrepiento de todo lo malo que he hecho y esto me permite sentir alegría. Voy a tomar acción para
corregir todo lo que puedo corregir.
Voy a disfrutar mis encuentros con otras personas. Cada encuentro me da la oportunidad de hacer o sentir
algo amable. Voy hablar de una manera alegre. Voy a extender la alegría a otros.

Alegría en la Superación

Siente gran alegría cuando haces cualquier cosa para mejorar tus rasgos de carácter. Desafortunadamente,
algunas personas perciben el cambiar sus rasgos como algo doloroso y algo para temer. Percibe el cambio
y el mejoramiento como una fuente de placer y alegría. Cuando haces interna una actitud positiva hacia el
cambio, te sientes motivado a hacer mejoras en tu comportamiento y en tu carácter.
Si al principio no sientes alegría espontáneamente, usa tu capacidad para imaginar escenas dichosas y
asocia esto con el comportamiento o la reacción presente. Algunas personas les gusta imaginarse una gran
multitud aplaudiendo su mejoramiento. Los sentimientos positivos generados por esta imagen estimulan
mejoramientos futuros.
Cuando trates de influir a alguien para que se supere, enfatiza que hacer cambios puede ser algo
placentero y alegre. Esto es especialmente importante para padres y maestros. Los niños se sienten muy
felices cuando ven que están mejorando en un juego o en una habilidad que es importante para ellos.
Ayúdales a desarrollar la misma alegría cuando se superan en el desarrollo del carácter. ¿Qué mejoraste
recientemente para que ahora puedas sentir alegría?

Alegría Inconsciente

Algunas personas tienden a enfocarse en enojo o resentimiento inconscientes. Es más importante acceder
alegría inconsciente. Todas tus experiencias y momentos dichosos se imprimen en el increíble banco de
datos de tu cerebro y tienes la capacidad de acceder a esos recuerdos y sentimientos.
Cada vez que experimentes momentos dichosos, acuérdate de añadir ese recuerdo a tu biblioteca mental
de experiencias. Mientras más recuerdes habitualmente en forma consciente esos momentos de alegría,
más recuerdos de alegrías se van a volver parte de tu forma general de ser.
Ayuda a otras personas a acceder a su alegría inconsciente pidiéndoles que te digan cómo se sienten
cuando experimentan alegría. El mismo principio se aplica al amor inconsciente por otros, a la relajación
inconsciente y a la serenidad inconsciente.

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Alegría por otra Alegría

Desarrolla la habilidad de experimentar alegría por la alegría de otros. Existe un límite de cuánta alegría
personal vas a tener, pero se multiplica cada vez que experimentas alegría por la alegría de otros.
Usa el poder de la imaginación para imaginar cómo sería experimentar la alegría de otros. Imagínate a ti
mismo ganando el premio más grande posible. Imagínate sobreponiéndote a un obstáculo intimidante y
tener éxito cuando otros piensan que no puedes. Imagina la alegría de una pareja recientemente
comprometida o casada. Imagina la alegría de unos nuevos padres con su primer hijo. Imagina la alegría
del primer nieto o el primer bisnieto. Imagina la alegría de hacer una innovación importante. Imagina la
alegría de alguien que obtiene libertad.
Un brillante maestro mío que era la cabeza de una importante yeshivá solía compartir con nosotros
cuando tuvo lágrimas de alegría en sus ojos cuando vio a un niño pequeño con su primer par de zapatos.
Él, espontáneamente imaginaba la intensa alegría de la madre del niño y sintió una abrumadora alegría él
mismo. Cuando él tenía sus propias ocasiones dichosas, tal como el casamiento de su hijo menor,
obsequiaba lo que podía para ayudar a otra persona. Hacía un esfuerzo especial para dar alegría a otros
cuando él experimentaba alegría. Ahora mismo piensa en una persona específica con la cual podrías
experimentar alegría por su alegría.

Compartir el Exito

Existe un inmenso placer al compartir tu éxito con alguien que va a apreciar escucharlo. La alegría de otra
persona por tu alegría enriquece tu experiencia. Cuando tienes una alegría real, la reacción natural es
compartirla con otros. El problemas es que algunas personas pueden percibirlo como presunción,
engreimiento, arrogancia o debilidad emocional. Por lo tanto, sé selectivo con quién escoges compartir tu
éxito.
Cuando le cuentas a alguien acerca de tu éxito, hazlo con un sentimiento de gratitud y apreciación por los
regalos que han llegado a tu camino. La gratitud sincera te permite compartir tus éxitos con un sentido de
humildad.

Editor de Alegría

Crea un editor de alegría para ti. Ten un editor interno que observe lo qué dices y qué piensas. Si hablas o
piensas de una manera que conduce a tristeza innecesaria, resentimiento, autocompasión, desaliento o
desesperanza, haz que tu editor de alegría escriba nuevamente las afirmaciones para crear alegría, perdón,
flexibilidad y esperanza. Deja que tu editor cambie a veces los momentos difíciles. En lugar de enfocarte
qué estuvo mal en el pasado, enfócate en lo que puede hacerse en el presente y en el futuro. En lugar de
descripciones negativas de alta intensidad, haz que tu editor las modifique. (No: "esto fue terrible,
abrumador e insoportable", sino, "Esto fue desagradable" o "Estoy contento de que esto ya acabó"). En
lugar de descripciones mediocres que suenan positivas de las alegrías de tu vida, haz que el editor
intensifique el lenguaje. Haz que el editor de alegría elimine las afirmaciones negativas acerca de otras
personas. Haz que transforme las afirmaciones autotorturantes en mensajes estimulantes, inspiradores y
motivantes. De la misma forma en que puedes crear un editor de alegría, también puedes crear un editor
de valor y un editor de paz interna. El editor de valor te permite cambiar tus frases productoras de
ansiedad y miedo en frases que accesen tu estado de valor. Tu editor de paz interna te ayuda a producir
frases que conduzcan a estados de serenidad. ¿En qué forma tu editor de alegría cambiaría lo que pensaste
o dijiste ahora? Haz la misma pregunta acerca de tu editor de valor y de tu editor interno de paz.

Expresión Facial

Tu expresión facial tiene un efecto grande en tu estado interno. Experimenta mirándote en un espejo
haciendo varias expresiones faciales y ve cómo cambia tu estado. Cuando tu expresión facial es
consistente con alegría, cambia a como te sientes. Cuando tu expresión facial es consiste con confianza y
valor es más probable que te sientas de esa manera. Cada vez que veas a alguien con una expresión facial
que a ti te gustaría emular, refléjala en un espejo durante algún tiempo y observa los efectos positivos en
tu forma general de ser. Haz un hábito modelar expresiones faciales de gente jovial y de aquéllos que

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tienen paz interna. Tu expresión facial también tiene un gran efecto en otras personas. Con muchos niños
pequeños puedes ver esto. Tienden a reaccionar a tu sonrisa con una sonrisa. Practica consistentemente
expresiones faciales de cordialidad y amabilidad y ve cómo otros te responden. Vete en un espejo y ten
pensamientos que sean conducentes a sentimientos de amor y calidad. Encuentra una imagen que evoque
este sentimiento en ti. Te puedes imaginar a un bebé primoroso o te puedes imaginar a alguien más
sonriéndole al bebé primoroso. Practica constantemente hasta que ésta se vuelva la expresión facial que
otros ven cuando te ven a ti.

Pizarrón Mental

Crea un pizarrón mental. Visualiza un gran pizarrón. Úsalo para escribir mensajes importantes para ti. A
veces podría ser una sola palabra como, "ALEGRÍA". Otras veces podría ser una frase entera. ¿Qué
mensaje te gustaría para hoy?
Si tienes alguna actitud o creencia limitante acerca de ti mismo, usa el pizarrón mental para cambiarlas.
Ve la actitud escrita sobre el pizarrón. Luego obsérvate a ti mismo borrándolas. En su lugar escribe un
nueva actitud o creencia positiva.

Quejarse

Creas alegría en tu propia vida y en la vida de otros cuando tu enfoque principal está en lo que aprecias,
disfrutas y en lo que te satisface. Si te das cuenta que tiendes a quejarte más que otros, tu queja número
uno debería ser que tiendes a enfocarte en las cosas que te desagradan. Cuando te quejas, pregúntate a ti
mismo: "¿Qué gano con quejarme? ¿Qué placer estoy obteniendo de ello? Después pregúntate a ti mismo,
"¿Qué pierdo con las quejas? ¿Cómo estoy causando a otras personas dolor y sufrimiento innecesario?"
En lugar de quejarte únicamente, piensa qué puedes hacer para mejorar la situación. Si no hay nada que se
pueda hacer para lograr cambios constructivos, propónte la autodisciplina de no verbalizar quejas
innecesarias.
Cada vez que alguien se queje contigo, haz de la empatía tu primera reacción. Piensa por un momento en
la angustia detrás de esa queja, aun si esta persona se está quejando excesivamente o se está quejando por
asuntos triviales, aun así está angustiada. Piensa en qué puedes decir o hacer para ayudar a aliviar su
angustia. A veces puedes ayudar de manera práctica. Otras veces la sola empatía puede ayudar: "Siento
mucho que estés pasando un momento tan difícil". A veces podrás ayudar a la persona a reajustarse o a
mantener su enfoque principal en lo que le da alegría en la vida. Siente empatía por un quejoso crónico.
El mundo está lleno de tantas cosas para disfrutar y apreciar y esa persona sufre porque las borró de su
mente.

Desafía tus Reacciones Iniciales

Cuando reaccionas inmediatamente a una situación con tristeza, enojo, resentimiento o envidia, no sientas
que debes detener esos sentimientos hasta que se agoten por sí mismos. Más bien, tan pronto como te des
cuenta que reaccionaste en forma contraproducente, desafía tu reacción inicial. Dite a ti mismo por qué el
evento no es realmente tan negativo como originalmente lo consideraste. Date a ti mismo razones para
dejar de pensar en modelos que conduzcan a resentimiento y enojo. Las razones deben ser reales para ti.
Esto puede requerir perseverancia. Algunas personas sin entusiasmo tratan de hacer esto por poco tiempo
y después se rinden afirmando que son incapaces de hacerlo. Se rinden muy pronto. Como cualquier otra
capacidad, toma práctica cambiar evaluaciones negativas a positivas para ser experto en ello. Escribe tus
pensamientos negativos. Luego escribe las formas positiva de percibir cada evento o situación

Zelig Pliskin

El poder de la alegría

Extraído de Anatomía del alma

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El corazón es el asiento principal de la alegría.

Likutey Moharán I, 24:2.

De todas las emociones del hombre, la alegría es la más estimulante y también la más esquiva. Aquél que
siente alegría en el matrimonio, en su trabajo y en su medio querrá continuar productivamente en ese
sendero elegido. Por el contrario, la depresión, lo opuesto a la alegría, es el peor enemigo del hombre y el
obstáculo más grande para sus logros.

El Rebe Najmán enseña que la alegría y la felicidad pueden liberar a la persona de las restricciones que la
aferran al mundo material. "Uno no puede alcanzar ishuv haDaat [calma mental, serenidad y cuidadosa
consideración, juicio sobrio] salvo que logre primero un estado mental de alegría" (Likutey Moharán II,
10). Esta alegría a la cual se refiere el Rebe Najmán no es una "risa superficial" o un estado general de
diversión. Debe ser una poderosa alegría que penetre las barricadas que han sido establecidas por los
muchos problemas y confusiones de la vida y que pueda así encontrar su camino hacia el corazón. El
versículo nos dice (Isaías 55:12), "Dejarán [el exilio] con alegría.." . Con alegría podemos dejar detrás
nuestras frustraciones y esperar la ayuda y la salvación de Dios.

El poder de la alegría es tan intenso que puede hacer que uno llegue a percibir una revelación de la
Divinidad dentro de su corazón. El Rebe Najmán enseña además que, en un sentido, la Divina Presencia
corresponde a la alegría del corazón. Aquél que cumple con las mitzvot con alegría eleva a la Divina
Presencia desde su exilio (Likutey Moharán I, 24:2; ver arriba, Capítulo16). De esta manera, se es capaz
de "ver" a Dios, ¡pues Su Presencia se revela!

Pero la depresión, la más común de las aflicciones de la humanidad, se cruza en el camino. Ya hemos
visto cómo la depresión surge desde adentro - tanto desde el deseo de excesos como de las expectativas
poco realistas de perfección (Capítulo 19). Cuando la persona experimenta un "mal día," sus emociones
se deterioran; surge la ira y se desgastan los nervios. La persona cierra automáticamente su mente y su
corazón a todo sentimiento potencial de alegría. Y aunque en ese momento busque activamente la
felicidad, esta tiende a evadirlo.

Enseña el Rebe Najmán que de todas las devociones necesarias para servir a Dios, la alegría es la más
difícil de alcanzar y, una vez lograda, la más difícil de mantener (ver Sabiduría y Enseñanzas del Rabí
Najmán de Breslov #20). Cuando uno se encuentra acuciado por las dificultades, rodeado de problemas
financieros, familiares o de salud, parecería no haber otra alternativa más que caer en la depresión. Pero
precisamente en ese momento el corazón debe ser el asiento de la alegría. Como "jefe del estado mayor"
del cuerpo humano, el corazón tiene la capacidad de superar las penas y la depresión; él puede volver a
despertar nuestro espíritu e inspirarnos a retomar nuestras responsabilidades en la vida.

El Rebe Najmán enseña que este fenómeno puede advertirse en innumerables situaciones. Cuando la
persona siente una intensa alegría, puede llegar al punto en que comience a bailar y aplaudir. Este espíritu
proviene de un corazón alegre (Likutey Moharán I, 10:1,6) pues cuando abunda la alegría, se eleva el
espíritu. Las manos y los pies reciben mensajes positivos desde el corazón y actúan en concordancia. Más
aún, nos dice el Rebe, "un corazón pesado [lleno de tristeza, de envidia, etcétera] genera un rostro triste,"
mientras que "¡un corazón alegre mejora nuestro aspecto!" (Likutey Moharán I, 60:6; ver ibid. II, 5:11).

Jaim Kramer y Abraham Sutton

La Alegria y la Salvacion
gentileza www.breslev.co.il

Cada uno de nosotros que tiene problemas que le impiden estar alegre, debe acordarse de José el Justo.
Debe reflexionar sobre la realidad que vivió José cuando fue arrojado a la cárcel...

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La alegría – tu salvación

En cada asunto espiritual o material, cuando el hombre llega a una cierta situación contraria a su voluntad,
debe fortalecerse y creer que esto está dirigido por la Supervisión Divina para su bien, y aceptar su
situación con alegría. Solamente entonces podrá salir de su ―prisión‖ personal.

¡Hasta que el hombre no se regocija de su situación, hasta que no baila en su propia “prisión” durante
un cierto período – no saldrá de allí!

Y es importante saber, que es solamente cuando el hombre está alegre que puede rezar. Por lo tanto,
mientras es incapaz de orar, es señal que no alcanzó todavía la alegría y la creencia que ―Todo es para
bien‖, la que debería llevarlo a rezar con facilidad por todo, y continuamente.

El buen final

Estimados lectores, ¿saben cómo acabó la historia de José el Justo? Tuvo el mérito de casarse, de tener
hijos justos y sobresalientes, tener alimento, mereció la riqueza hasta la opulencia y mantuvo a toda su
generación, incluso a su padre y hermanos, como está escrito (Génesis 42:6): ―Y José era el gobernador
en aquella tierra. Él era quien vendía el trigo a todo el pueblo del país‖. También mereció una gran
sabiduría mediante el ángel Gabriel que se le reveló y le enseñó en la cárcel, así como muchas otras
grandes cualidades y virtudes, todo a causa de su fe inalterable que ―Todo es para bien‖.

Sin la fe, José habría caído en la tristeza y en la depresión; ciertamente no habría logrado la Inspiración
Divina y no habría podido interpretar los sueños del escanciador y el panadero del Faraón, que estaban
con él en la cárcel. Ellos contaron al Faraón – el cual estaba muy molesto por haber tenido un sueño que
nadie sabía dilucidar – que hay en la cárcel un esclavo que sabe interpretar los sueños. Y así José fue
sacado de la prisión. Sin la fe, él habría sido impotente para afrontar al Faraón y a sus magos e interpretar
el sueño, y entonces habría sido olvidado y abandonado en la cárcel, terminando allí sus días.

Solamente gracias a que José fue vendido como esclavo a Egipto, todo el pueblo de Israel pudo ser
salvado y liberado de la esclavitud, porque superando pruebas tan difíciles, José quebró la dura corteza de
impureza espiritual del país.

La razón por la que el Creador nos enseña estas historias de los grandes Justos y antiguos Sabios, es para
que aprendamos una lección aplicable a nuestra vida. Si José hubiera reaccionado como mucha gente, con
tristeza, desesperación y cólera, nunca se habría transformado en ―José el Justo‖, sino en José el
desesperado o José el desgraciado, el amargado o el loco.

A toda persona que se fortalezca con la fe, se le transformará todo para bien, y logrará elevación espiritual
y éxito en todos sus asuntos; así como José que se elevó literalmente de un pozo profundo al pináculo
material y espiritual: de un esclavo humillado a gobernador de Egipto; de un hombre pobre y necesitado
al hombre más rico del mundo; de un hombre expulsado, odiado y no querido – al más amado, de quien
todos buscaron estar cerca.

Sin embargo, no debemos equivocarnos con la fantasía de que si tenemos fe durante sólo unos días o
semanas todo se transformará para bien, sino que debemos creerlo durante todo el tiempo que el Creador
lo desea, sin límites.

El camino de los Justos

También el Rey David atravesó durante su vida todos los sufrimientos y persecuciones imaginables, y
tuvo todos los motivos para caer en la tristeza y la desesperación. Pero David, tal como José, sólo se
alegró, bailó y cantó, agradeciendo al Creador por todo. Así logró escribir el sagrado libro de los Salmos,
que en su mayoría son plegarias, cantos y agradecimientos al Creador. Esta es la razón por la que él

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también mereció alcanzar los más altos niveles.

Todo Justo tuvo su cuota de dificultades, y si no fuera por su fortalecimiento de la fe, nunca hubiera
podido superar las difíciles pruebas que sufrió. Lo esencial de su fe era que ―Todo es para bien‖, y estuvo
basada en la comprensión que a pesar de sus planes, el Todopoderoso tiene los Suyos para él.

Es evidente que también los Justos hubieran preferido servir al Creador tranquilamente, tener un fácil
sustento, gozar de buenos hijos, Y en realidad, no está prohibido aspirar a todos esos bienes. Pero cuando
alguno de esos deseos no se realizó como quisieron, anularon su voluntad frente a la del Creador, y
aceptaron con amor todo lo que sucedió. Ellos sabían que el Todopoderoso es Quien decide el curso de
sus vidas y que Sus intenciones son buenas. Ellos pues, rezaron, se fortalecieron, esperaron y meditaron
sobre cada cosa, con el fin de acercarse mediante esas acciones al Creador, y así fueron luego
merecedores de grandes logros.

Con razón, José el Justo y el Rey David merecieron que el Mesías será parte de su descendencia, porque
el Creador los escogió por su fe completa, a pesar de las terribles tribulaciones y persecuciones que
sufrieron sin pronunciar la menor queja, sólo bailando y agradeciéndole.

Rab Shalom Arush

SOBRE LA TRISTEZA
Sobre la Tristeza

Tener tristeza es una opción.

1. Mientras realizaba el trabajo de investigación para preparar este libro, le pregunte a un prominente
estudioso de la Torah que sentía un gran aprecio por la vida y por el saber, que era lo que podía decirme
acerca de la tristeza. Su respuesta inmediata fue la siguiente: "Siendo el mundo tan hermoso, como es
posible que alguien pueda estar triste?" Contrastando lo manifestado precedentemente, una persona con
una marcada tendencia hacia la tristeza a quien le había hablado unos días antes, me pregunto a su vez:
"Cómo puede alguien ser feliz, si el mundo esta tan lleno de problemas y desdichas?".
Dos personas que habitan en una misma ciudad al mismo tiempo, pueden vivir sin embargo en mundos
enteramente distintos, a pesar de tener ambos la capacidad de observar el universo bajo la misma óptica.
El mundo de uno de ellos es hermoso y esta lleno de oportunidades para el crecimiento, en tanto que el
del otro no lo es. Ambas son personas sanas y tienen cubiertas sus necesidades básicas, pero sus
perspectivas en lo que respecta a los sucesos diarios son completamente diferentes. En definitiva la
decisión de si una persona será feliz o estará triste a lo largo de su existencia, dependerá de sus actitudes
frente a la vida. Dado que tenemos la posibilidad de ejercer un considerable grado de control sobre
nuestras conductas y pensamientos, tendremos la opción de elegir convertirnos en personas felices o
tristes.

La tristeza causa mucho daño.

2. La tristeza esta prohibida porque genera muchas consecuencias negativas. Un ejemplo de lo expresado
se evidencia en que una persona triste ha de enojarse con facilidad (Sefer Jaraidim). También estará
propenso a engendrar sentimientos de odio, animosidad y envidia (Kitzur Klolay Haavodah, pág. 7).

3. La tristeza y la depresión causan muchas enfermedades y mucho daño, por lo cual resulta de
fundamental importancia elaborar pensamientos positivos para obtener la felicidad.

A veces la tristeza es apropiada a las circunstancias.

4. La tristeza tiene su propio valor en el hecho que cuando estemos tristes, nosotros mismos podemos
aprender a apreciar el sufrimiento de los demás y esto nos motivará para que los ayudemos. Nuestra

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propia experiencia emocional nos dará un mayor impulso que si sólo tuviéramos un mero conocimiento
intelectual de nuestra obligación de brindar ayuda (Maamar Mordejai, pág. 36).

La tristeza está mayormente basada en tus pensamientos y actitudes.

5. Algunas personas se entristecen por motivos triviales. Un observador objetivo advertirá con asombro
como esa persona a pesar de tener la posibilidad de vivir su vida con sentimientos de felicidad, dado que
posee lo que realmente necesita, se siente no obstante desdichado debido a la incidencia de objetos de
menor cuantía y que carecen de importancia. Esas personas conceptúan aquello que han perdido como
extremadamente importante, y que lo que ellos ya poseen empalidece en comparación con lo que no han
logrado obtener. No obstante lo cual, piensan que su vida no vale la pena por carecer de esos objetos
(Rabí Iosef Leib Bloj; Shiurai Daas, Vol. 2, págs. 145-146).

Ten cuidado de no aumentar innecesariamente tu tristeza.

6. Cuando te sientas triste a raíz de una situación difícil debes tratar de diferenciar entre el problema
práctico suscitado y sus aspectos emocionales. Imagínate por ejemplo que fuiste despedido de un empleo.
Este hecho presenta importantes aspectos de carácter práctico: Estás actualmente sin una fuente de
ingresos y tienes una familia para mantener. Continúa pensando en términos prácticos: "Qué puedo hacer
para conseguir un nuevo trabajo o para ganar dinero, sin tener un empleo formal?" Mucha gente se agrega
sufrimientos innecesarios al repetirse a sí mismo: a) El jefe fue injusto al despedirme; b) Qué deprimente
resulta estar sin trabajo!; c) Sus preocupaciones por no hallar el trabajo que le agrada. Cuando te adhieres
a los aspectos negativos de la situación tu mente no estará libre para pensar acerca de las formas de
mejorar las presentes circunstancias.

7. A la gente que habitualmente se siente desdichada les iría mejor si no dedicaran tanto tiempo a
observar como se sienten. Podrían emplear si tiempo de un modo mucho más eficiente, si se concentran
en pensamientos de índole más positiva y se dedicaran a actividades productivas en lugar de rumiar
constantemente lo mal que se sienten. No incrementes tu tristeza sintiéndote triste porque te sientes triste.
No temas a las emociones negativas aunque sean desagradables, pero si no las consideras terribles han de
resultar más fáciles de tolerar. Encara tu tristeza como un desafío. Todo puede actuar de una manera
positiva si estás en un estado de regocijo. Comportarse de una manera positiva aun cuando estés triste,
constituirá una señal de coraje y vigor.

Algunas posibles causas de la tristeza.

8. El Rabí Pinjos de Koretz dijo que la depresión y la tristeza son los resultados de la arrogancia. Cuando
una persona arrogante sufre alguna desgracia, se dice a sí mismo: "Estas cosas no deberían ocurrirle a una
persona como yo". El hombre humilde acepta calmadamente todo aquello que él no pueda cambiar, por lo
cual nunca está innecesariamente triste (Dor Daiah, pág. 91).

9. La persona que trata de imponerse un cambio de su conducta en plazo extremadamente breve estará
propenso a deprimirse y a no tener éxito en su intento. Trabaja sobre tus falencias en forma gradual. Si te
formulas exigencias imposibles con relación a tu persona, te sentirás frustrado y desdichado (Jeshbon
Hanefesh N º 17).

10. El hombre sabio tiene la convicción de la limitación de sus conocimientos, pero el tonto cree que lo
sabe todo (Jayai Hamussar, Vol. 1, pág. 178).
Mucha gente se siente disgustada cuando descubren que han cometido un error, o se dan cuenta que no
saben tanto como creían saber. Esto se basa frecuentemente en que la persona se repite a sí misma
(aunque sin un total convencimiento), que ya lo sabe todo. De ahí que no lo sabe todo y experimentará
placer en la búsqueda de nuevos conocimientos.
La fatiga es una posible causa de tristeza. Asegúrate pues de alimentarte adecuadamente y dedicarle
suficiente tiempo al sueño. La persona que está cansada y hambrienta está propensa a irritarse. El

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excesivo estrés es causante de fatiga y de tristeza. Hay circunstancias en las que el estrés resulta
inevitable, tal es el caso de la muerte de un familiar o de un amigo íntimo. El estrés ocasionado por
problemas domésticos puede no obstante aliviarse, ya sea mejorando la situación que se vive, o bien
cambiando la actitud frente al problema que se presenta. A una persona que halla su trabajo estresante
podría irle mejor tomando su tarea de una manera menos seria. Muchos aspectos de una tarea pueden
considerarse como si fuera un juego o como un certamen festivo.

Venciendo la tristeza.

11. Podrías sentirte abatido si te suceden acontecimientos infortunados. Según está escrito en el Sefer
Habris, todo aquel que razona sensatamente comprenderá que no hay nada por lo cual entristecerse. Los
motivos que conducen a la tristeza se dividen en dos categorías: Asuntos que admiten corrección y otros
que no pueden ser corregidos. Si algo puede hacerse para modificar una situación. Por qué estar triste?,
emprende una acción para corregirlo. Si por otra parte nada pudiera hacerse, Qué se gana con
entristecerse? La tristeza no mejorará las cosas, resultando más sensato aceptar aquello que no puede
cambiarse (Pele Yoatz: atzvus).

12. Utiliza la oración como un medio para vencer a la tristeza. Háblale al Todopoderoso en tu propio
lenguaje. Dile a El lo mal que te sientes y pídele fuerzas para hacer frente a la situación y crece a partir de
las dificultades que experimentes en el presente.

13. Una técnica para vencer los sentimientos pasajeros de tristeza, es detener el curso de tus pensamientos
durante unos pocos minutos y percibir solamente tus reacciones corporales. Ejercita la tensión en los
músculos que rodean tu cabeza, hombros, brazos y vientre. La "tristeza" es meramente una palabra que
describe tu reacción interna. Concentrar tu atención en las reacciones de tu cuerpo, hace que las mismas
se atenúen. Esta técnica experimental resulta difícil describirla adecuadamente con palabras. Aunque
pudiera no ser efectiva para todos, muchos podrán considerarla útil. Puede también ser efectiva para
aliviar sentimientos de enojo y ansiedad, y usarla además para calmar jaquecas tensionantes.

La fe y la confianza en el Todopoderoso te evitarán desdichas.

14. La vida de una persona con emunah será una existencia plena de alegría aun en situaciones en las que
otras personas han de estar tristes (Rabí Eliezer Zev Luft; Tnuas Hamussar, Vol. 5, pág. 299).

La búsqueda del crecimiento espiritual evita a las personas mucha tristeza.

15. Mucha desdicha está basada en el deseo de cosas de ínfimo valor. Alguien que busca que le dispensen
honores en todas sus formas o posesiones materiales, sufrirá cuando carezca de ellas. Al luchar por su
elevación espiritual, una persona colocará sus necesidades materiales en el nivel que le indica su
perspectiva correcta, y esto lo aliviará automáticamente de muchos padecimientos (Mijtav MaiEliyahu,
Vol. 3, pág. 245).

Trata de ayudar a otros a vencer su tristeza.

16. Cuando trates de ayudar a los demás a salir de su estado de ánimo de tristeza, no le exijas la
perfección. No esperes siempre tener éxito en animar a todas las personas en cada momento que lo
intentes. Exigir tal perfección te conducirá al desaliento cuando no lo logres. No es realista esperar la
perfección, pero si tú personalmente dominas un enfoque optimista de la vida y tratas de animar a los
demás, tendrás la oportunidad de tener éxito en tus intentos con frecuencia. Agradeced por los éxitos
obtenidos, aunque fueran parciales, y trata de aprender de los ejemplos extraídos de las circunstancias en
que no lograste tus objetivos.

Zelig Pliskin

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La Culpa

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La Culpa
SOBRE LA CULPA I

Crimen y Castigo

La culpa es una emoción poco comprendida. El lado positivo de la culpa es que nos lleva a hacer teshuvá
(arrepentimiento, retornar al camino correcto). Nos sentimos tan mal de lo que hicimos, que decidimos
nunca hacerlo nuevamente. El lado negativo es que puede paralizar a las personas con sentimientos tan
abrumadores de vergüenza y falta de aceptación que la persona cesa de funcionar como un ser humano
normal.

La culpa positiva conduce a cambiar. Es como una medicina. Te cura para que puedas seguir viviendo
con mayor conciencia y autocontrol. La culpa negativa te hace odiarte a ti y a todos los demás. Sofoca la
voluntad de vivir y amar. Si un poco de culpa es bueno, ¡no pienses que mucho más de ella es mejor! Es
una suposición incorrecta; seguramente no vas a tomar cincuenta dosis de penicilina en un momento
determinado sólo porque el doctor te dijo que una puede ser buena.

Es bueno sentir un poco de culpa si hiciste algo malo que eres capaz de corregir o de hacer teshuvá. Es
incorrecto sentirse culpable si todo lo que haces es terminar persiguiéndote con auto desaprobación por el
resto de tu vida.

Es muy triste cuando un individuo, además de escuchar que tiene una enfermedad o que ha sufrido una
pérdida, reaccione con, "¿Qué hice mal?". Después, además del terrible dolor de la pérdida, la persona
tiene que lidiar con el dolor o los sentimientos de vergüenza de sí mismo. De acuerdo a nuestros sabios,
"La vergüenza es el más grande de los dolores" (Shabat 50b). De esta manera, las personas incrementan
su dolor pensando:
"Debo ser una persona terrible para tener un niño que es ciego o retardado".
"Debo haber hecho un terrible crimen por no haber encontrado un esposo todavía".
"Me voy a odiar por el resto de mi vida por no haber hecho más por ella".

He escuchado estas palabras una y otra vez de algunas de las mujeres más maravillosas que haya
conocido, buenas, amables, inteligentes, que gustan de dar. Mujeres que no saben lo que han hecho, pero
asumen que debió haber sido "terrible" para ser castigadas de esa manera. Pero ¿cómo pueden hacer
teshuvá si el crimen es desconocido? No es como el ladrón que lo sorprenden y dice, "Nunca lo voy a
volver a hacer". Éstas son mujeres que han dedicado su vida a ser lo mejor que pueden ser.

¿Es apropiado que una mujer piense, "Hablé lashón hará (malediciencia) y es por eso que me dio
cáncer"? A una amiga mía cuyo esposo sufrió una cirugía del cerebro le dijo una "amiga", "Es porque no
lo apreciabas lo suficiente, por eso sucedió". A otra amiga cuyo bebé acababa de sufrir una operación por
cáncer esa mañana, le dijo una vecina que la vino a visitar, "Es por todas las cosas terribles que hiciste
antes de volverte observante". ¡Éstas son afirmaciones difícilmente provechosas!

La culpa es buena solamente si te lleva a hacer algo positivo. De otra manera, no pierdas tu tiempo
sintiéndote culpable. Vas a terminar sin alegría y odiando. Esto ciertamente no es lo que D-os quiere de
nosotros y no podría ser la razón por la que Él nos facultó a experimentar esa emoción.

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Rab Eliahu KiTov escribe en The Jew and his Home, que todas las emociones nos fueron dadas para
servir a Hashem con más amor y reverencia. Así que si tu culpa te lleva a usar cinturones de seguridad, a
ser más cuidadosa al revisar tu comida de gusanos, asegurarte que tus mezuzot sean kasher o hacer shalom
con algún pariente con el que has estado peleando, ¡bien! Hazlo y después suelta la culpa. Ya no la
necesitas. Ha servido su propósito. Al mismo tiempo, una mujer que se ha estado sintiendo culpable de su
casa no-tan-limpia, puede decidir, sin culpa, "limpiar la casa", hacer más jesed (actos de bondad), o ser
más amable con su esposo, hijos o parientes. Así va a lograr mucho más desde un enfoque maduro, un
enfoque que trae más felicidad a todos.

Un día recibí dos llamadas telefónicas relacionadas con culpa. Una decía, "Me siento muy culpable por
unos amigos que regresaron a Estados Unidos debido a que tienen enfermedades serias. Siento que toda
nuestra generación no está siendo lo suficientemente estricta en evitar lashón hará y en dar el beneficio
de la duda. Estoy tan molesta que difícilmente soy capaz de funcionar los últimos días". Le pregunté qué
cosas positivas podría hacer, como quizá ir a diferentes clases cada semana y hablar acerca de este tema.
Dijo que con una familia tan grande, no podía salir de su casa, además de que no tenía personalidad para
hacer eso. Entonces le dije, "¿Qué tal llamar a una persona al día y decirle que sea cuidadosa con esas dos
mitzvot tal y como lo hiciste conmigo?" La sugerencia la hizo salir de su inactividad. Su culpa la motivó a
hacer algo positivo.

Por otro lado, la otra mujer que llamó llevaba varios años de casada y aún no tenía hijos. Me dijo que a
veces se siente muy culpable y avergonzada, como si su condición de esterilidad fuera un anuncio público
de su fracaso como ser humano. Más aún, su esposo le dice que debería sentir culpa por los celos que
tiene de las mujeres que están alrededor de ella, que todas parecen estar embarazadas o lactando. Le dije
que la culpa era inapropiada y solamente estaba añadiendo dolor a su dolor. Le recordé que cuando a la
profetisa Janá su esposo le dijo que no debería estar molesta por ser estéril ya que después de todo ella
tenía un esposo maravilloso, ¡ella lo reprendió! (Shemuel I). Su pesar al no tener hijos era un asunto
separado, que no era borrado por las otras bendiciones de su vida.

En este caso, le dije que los celos eran una emoción muy normal y esperada, y esto lo debería reconocer y
no avergonzarse por tenerlos, ya que la culpa solamente la hacía sentirse peor. En lugar de residir en la
culpa, le dije que se enfocara en lo que estaba aprendiendo con esa situación.

Me preguntó a qué me refería con "aprendiendo". Le dije que parece obvio que el alma viene a esta vida
como un estudiante que va a la universidad o a la yeshivá. Necesita aprender ciertas cosas. Mientras está
ahí, uno puede aprender biología y arte o las leyes de kashrut. Así también con cada persona: éste está
aprendiendo acerca de la fe en la pobreza; éste otro está aprendiendo de la fe en medio de la invalidez
física; y el otro está aprendiendo acerca de la fe en medio de la enfermedad emocional.

Le pregunté, "¿Qué te está enseñando tu condición? Por ejemplo, quizá estás aprendiendo a tener fe en D-
os aun si no obtienes lo que quieres en la vida. Te está enseñando acerca de la alegría en medio del dolor.
Tu "curso" es acerca de esterilidad. Tienes que aprender de la única manera en la que aprenden las almas,
sufriendo la experiencia directamente". Me llamó de regreso unos días después para decirme que su
espíritu se había elevado y que enfocándose en lo que estaba aprendiendo, se sentía menos celosa y
culpable.

Otra mujer, madre de un niña retardada, me dijo:


"Hasta que te conocí, yo era muy fría hacia esta niña. Cada vez que la miraba, pensaba que era un castigo
por algún terrible crimen que ni siquiera sabía que había cometido. Parecía tan injusto, ya que siempre
había luchado por ser una buena persona. Después de hablar contigo, empecé a ver a mi hija como una
especie de maestro. De repente, después de casi nueve años, empecé a relacionarme con ella y a amarla
por sí misma. Y puedo sentir que, a cambio, ella está respondiéndome muy positivamente ahora".

La vergüenza pública que muchas personas experimentan cuando atraviesan por una tragedia, es con
frecuencia muy grande. Es como si el "dedo del destino" estuviera señalándolas y proclamando su
maldad. Esto es una terrible tragedia por sí misma, por el hecho de que todos pecamos y todos cometemos

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errores. ¿Quién sabe qué pecado está conectado a qué pérdida específica, o por qué algunos tienen
"multas" tan pesadas mientras que otros parecen ir por la vida más fácilmente? Es muy simplista e infantil
pensar, "Las cosas buena les suceden a la gente buena. Las cosas malas les suceden solamente a la gente
mala".

"No existe un hombre tan absolutamente justo sobre la tierra que siempre haga el bien y nunca peque"
(Kohelet 7:20).

Esto significa que si vamos a funcionar a nivel de justicia humana, suceden muchas cosas que no parecen
justas ante nuestros ojos. Es un acto de arrogancia pensar que sabemos por qué D-os hace lo que hace.
Nadie, con excepción de un verdadero profeta, sabe por qué sucede algo.

"No está en nuestro poder explicar la prosperidad del malvado o la aflicción del justo" (Pirké Avot 4:19).

Tenemos una obligación de servir a D-os con alegría (Devarim 26:11). No puedes hacer esto si estás
inmerso en culpa. Haz que tus pensamientos te eleven. Si el pensamiento de que cierto dolor es un castigo
te causa hacer teshuvá y te limpia la pizarra para que puedas regresar a un estado de alegría, entonces
piénsalo. Sin embargo, vamos a decir que piensas, "Mi mente a veces deambula cuando rezo y es por eso
que esta terrible tragedia me sucedió". ¿Acaso esta creencia / conclusión / suposición te va a ayudar a
rezar con más kavaná (concentración e intención)? ¡Lo más probable es que te haga sentir más
distanciado de D-os y más desalentado para mejorar!

Un Shabat estaba leyendo un libro de tzadikim (hombres justos) para niños a mi hijo pequeño. En él
decía, "Hashem amaba tanto a este tzadik que cumplía todos sus deseos". Pensé, "¡Éste es un pensamiento
muy peligroso para inculcar en la mente de un niño! Va a pensar que Hashem no lo ama, D-os no lo
permita, sólo porque no obtiene todo lo que quiere en la vida". Ésta no es ciertamente una forma para
fortalecer emuná y bitajón (fe y confianza en Hashem), ya que, "Ningún hombre muere con la mitad de
sus deseos cumplidos" (Kohelet, Midrash Rabá 1:23).

No obstante, así es como mucha gente piensa. Una vez conocí a una mujer que había estado inmersa en
culpa durante muchos años debido a que ella inadvertidamente contribuyó a la muerte de un nieto suyo.
Me tomó semanas el desengañarla de la mutiladora culpa que le causaba estar deprimida y autodestructiva
desde entonces. Ya que ella no podía perdonarse, no podía creer que nadie más pudiera hacerlo. Nos
debemos enfocar en la voluntad de Hashem, que la vida y la muerte están en Sus manos, no en las
nuestras, y en la importancia de hacer este evento significativo, ya sea dando más tzedaká (caridad) o
haciendo algún cambio. Lo importante era liberarla de la pesada carga de la culpa para que pudiera servir
a D-os besimjá, con alegría. Ésta es la verdadera prueba de la fe: amar a D-os y sentir que D-os nos ama,
aun en medio del dolor.

En los años 1960 y 1970 un libro escrito por el Dr. Lamaze, Painless Childbirth (Parto sin Dolor), les
prometía a las mujeres justamente eso. Desafortunadamente, su promesa raramente se cumplía. Hasta la
mujer más preparada con frecuencia sentía dolor intenso. Y mientras más inesperado era el dolor que
experimentaban, más culpables, enojadas y avergonzadas se sentían. Cuando su muy esperado "parto sin
dolor natural" era reemplazado por la realidad de un dolor insoportable o una operación cesárea, algunas
se deprimían o tenían tendencias suicidas. Más adelante, sus sentimientos de fracaso y su enojo hacia los
doctores, enfermeras y esposos permanecían muy fuertes por un periodo largo.

Miriam Adahan

Continuación

...continuación de Crimen y Castigo

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Un problema similar es común entre las personas que experimentan pérdidas traumáticas. Muchos creen
que al final de los treinta días o al año, ya van a estar restablecidas. Cuando continúan heridas, las
personas a menudo se recriminan por carecer de fe o por ser débiles, inmaduras y sobre-emocionales.

La verdad es que, así como en el parto varía la cantidad de dolor que las personas experimentan por una
pérdida. Emular y compararse con otros, ver quién puede "sobreponerse" más rápido, causa angustia
adicional para aquéllos que continúan afligidos, como si fueran inferiores a aquéllos que experimentan
menos emoción.

El tipo de persona "Pensante" (P), (ver Appreciating People), que es más capaz de suprimir o ignorar sus
emociones, con frecuencia se sorprende por qué las personas "Sensibles" (S) están todavía afligidas por
meses o años. Y los tipo Sensibles se sienten avergonzados porque asumen que los tipo Pensantes deben
ser más maduros y tienen más emuná y es por eso que su aflicción puede parecer menos intensa y menos
duradera. Ninguno de los dos se da cuenta que los tipo Pensantes manejan la pérdida de una manera
típicamente cerebral: es decir, "Todo es para bien. No tenía la intención, etc." y que esas frases con
frecuencia son suficientes para proveerlos de paz y consuelo.

Mientras que los "P" pueden ser capaces de poner el dolor por debajo de ellos, el trabajo de un "S" no es
librarse del dolor sino aceptarlo y seguir viviendo y amando a pesar de éste. Los "S" pueden estar
inconsolables por mucho tiempo. Su lucha es usar el dolor como un ímpetu para crecer y para la
creatividad. Su aflicción actúa como una fuerza interna, presionándolos para volverse a la Torá, al arte, a
la danza, a escribir, a la música, al trabajo comunitario, etc.

Después que una amiga perdió a su hija adolescente en un accidente, dijo que una de las cosas más
intimidantes del periodo de shivá (luto) era ver a la gente que también había perdido hijos muchos años
antes, llorando como si la pérdida hubiera sido ayer. "Estaba muy asustada" me dijo, "de pensar que quizá
no iba a haber fin a mi dolor, que yo también iba a tener que vivir con ese terrible dolor. Siempre pensé
que la aflicción era algo que pasaba. Ahora sé que no es verdad. Aprendes a seguir de alguna manera;
cada uno de nosotros buscando formas de no ahogarse en el dolor".

Karen (no es su nombre real) vino a verme con una expresión de desamparo en la cara. Su padre había
muerto unos meses antes. Lo había amado mucho y estaba muy molesta. "No puedo entender por qué me
sigue doliendo tanto. El dolor simplemente sigue y sigue. Pensé que a estas fechas ya había aceptado su
muerte y se acabaría el dolor. ¿Por qué no termina?"

Le expliqué, "La aceptación no significa la ausencia de dolor, sino más bien el punto en el que ya no
estamos consumidos por él. El proceso es diferente para cada persona. No puede ser acelerado. No
pienses que eres un fracaso porque no te has sobrepuesto. Una parte de nosotros puede estar afligida
siempre por aquéllos que hemos amado y perdido. No te compares con nadie. Lo más sano es ser honesto
y experimentar el dolor totalmente. Dejémoslo subir y bajar por sí mismo como una ola. Resistir el dolor
simplemente lo hace durar más".

"Es como perder una extremidad. Nunca podemos olvidar que nos falta un brazo o una pierna. Pero si
luchamos, realmente luchamos para aceptar la voluntad de D-os, veremos que poco a poco, el dolor se
vuelve parte del pasado, en lugar de ser el tema dominante en nuestras vidas. Al principio, la relación de
dolor y aceptación puede ser 90:10. Después 80:20 y así sucesivamente. Debe permitirse que este proceso
evolucione a su propio ritmo".

"Podemos ver con nuestros propios ojos la lucha de personas paralíticas que tratan de caminar, pero no
podemos ver el proceso por el cual una persona lucha para hacer la más mínima cosa con el corazón
paralizado por la aflicción. Tiempo y fe nos ayudan a aceptar la pérdida, pero no borran el dolor tan
rápido como quisiéramos. La lucha de aceptar la voluntad de Hashem no es fácil".

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Karen estaba molesta porque esperaba que el tiempo y la fe terminarían automáticamente con su dolor.
Pensaba que su dolor actual significaba que había fracasado en superar exitosamente las etapas del
proceso de sufrimiento, como si pasara rápidamente de aflicción a aceptación en la misma forma suave
que una vez pasó de primero a segundo grado. Como resultado de su pensamiento, ella estaba luchando
no solamente con el dolor de la muerte de su padre sino también con el dolor añadido de sentir que ella
había fracasado en ser "realmente espiritual". Su sentimiento de fracaso de no llevar un "buen luto" le
causó luchar contra él, lo que, a cambio, se lo hizo más fuerte.

No obstante, a medida que se reconcilió con la idea de vivir con el dolor de la ausencia de su padre,
empezó a encontrar fuentes de consuelo. Se le ocurrió la idea de formar grupos de apoyo para otros que
habían perdido padres. De repente, se sintió llena de vida; había dirigido su dolor a un objetivo más
elevado y lo hizo significativo ayudando a otros.

Un año después que Janá enviudó, dijo, "Tuve muchos años de felicidad y cinco hijos sanos, así que me
digo constantemente que no tengo derecho a estar revolcándome en dolor, ¡pero lo estoy! A pesar de que
me digo constantemente que era la voluntad de D-os, me consumo de dolor cuando estoy con otras
mujeres cuyos esposos todavía están vivos. ¿Por qué no puedo ser como mi vecina cuyo esposo murió
hace tres años? Se maquilla y sale a trabajar con una sonrisa. Yo, veo a mi esposo en cada flor y en cada
nube. Él está conmigo cuando prendo las velas de Shabat y se sienta en la mesa con nosotros cuando
vamos a comer. Escucho su voz en mi mente a lo largo del día".

"El dolor tiene un tiempo propio", le expliqué. "Es una paradoja, pero solamente experimentando
plenamente el dolor, el pesar es más soportable. No te deprimas porque tienes dolor. Pídele a Hashem que
te ayude a soportarlo. Entonces, estás fortaleciendo tu conexión con Él".

Cuando el dolor de Miri no desapareció, ella asumió que era un signo de falta de emuná. Este
pensamiento le dificultaba rezar y la distanció aún más de D-os. Su solución fue inscribirse en una
yeshivá para mujeres para incrementar su amor por la Torá. Mientras más estudiaba, era más capaz de
afligirse sin ahogarse en la desesperación. También empezó a enseñar a niñas de un orfanato cerca de su
casa por las tardes, lo que le dio mucha satisfacción.

Debido a que el dolor físico es con frecuencia un signo de enfermedad, pensamos muchas veces que el
dolor emocional significa, "Debe existir algo mal en mí". En realidad, el dolor emocional es con
frecuencia un signo de nuestro deseo saludable de amar y ser amados. Cuando encontramos salidas para
esa necesidad, el dolor es más soportable.

Sharon también preguntó, "¿Cuándo va a desaparecer el dolor?" pero por una razón diferente. Cuando
niña, había sido golpeada frecuentemente por su padre, quien después huyó y dejó a su madre como una
aguná (Mujer que desconoce el paradero de su marido y al no ser divorciada ni viuda le está prohibido
casarse de nuevo). "Cuando niña, yo podía haber sido una basura por todo lo que mis padres pensaban de
mí. Todavía tengo el sentimiento de que si me tiraran en un bote de basura, a nadie le haría ninguna
diferencia. Pensé que el tiempo iba a borrar mi niñez de mi mente, pero no fue así. ¿Qué hago con todo
este dolor?"

Sharon, quien sufría de un desorden alimenticio, iba de un psicólogo a otro, esperando que cuando dijera
todo, el dolor desaparecería y ella, de repente, tendría autoestima y autocontrol, se casaría y viviría una
vida normal. Pero los años pasaron y en lugar de mejorar, estaba más desesperanzada y aislada.

Le expliqué, "Nada va a sustituir el amor que no tuviste de niña. La única manera de curar las heridas de
tu niñez es tratarte a ti misma y a otros de una manera cariñosa. Actualmente estás abusando de ti, de la
misma manera que tu padre abusó de ti, así que tu dolor es tan fuerte como lo era entonces. Ningún
psicólogo puede hacer desaparecer esos recuerdos. La cicatriz permanece por siempre, pero si encuentras
alguna manera de expresar a otros el amor que tú querías, esas viejas heridas van a sanar".

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Sharon finalmente encontró un trabajo enseñando ejercicios a personas de edad, la mayoría de los cuales
habían sido abandonados por sus hijos. "Quizá el resto del mundo trata a estos ancianos como basura"
dijo ella, "pero yo los amo. Trabajamos juntos para traer alegría a nuestras vidas. Y eso nos hace sentir
mejor".

Morris, en sus años cincuenta, se preguntaba por qué no podía dar por terminado su matrimonio sin amor.
Morris estaba constantemente enojado y deprimido por estar casado con una mujer fría y crítica. "¿Por
qué no puedo aceptarla como es? ¿Por qué me hiere tanto después de todos estos años?"

Morris fue de un psicólogo a otro, culpando furiosamente a su esposa por hacerlo sentir solo, inadecuado
y no amado. Él esperaba que hablar lo iba a hacer sentir amado y "curado" de sus sentimientos de
inferioridad de toda la vida. Cuando esto no sucedió, dio por terminado su tratamiento y buscó a alguien
más para que lo hiciera sentir mejor.

Un día, Morris decidió tomar la responsabilidad de su felicidad. Formó un grupo de música y "tocó el
dolor lejano". Su esposa todavía no es tan demostrativa y comprensiva como él quisiera, pero como
encontró fuentes de felicidad propias, su autorespeto ha empezado a crecer. Como sus demandas hacia su
esposa disminuyeron, ella se volvió menos crítica y retraída.

Miriam Adahan

SOBRE LA CULPA II

Sobre la Culpa

Empieza nuevamente ahora

Una de las maravillas del mundo es que en cualquier momento dado puedes empezar nuevamente. Toda
persona ha experimentado desilusión, frustración y fracaso. A veces es tu culpa, a veces está totalmente
fuera de tu control. A veces, años de trabajo parecen desaparecer y esfumarse, a veces unas cuantas horas
y minutos se desperdiciaron. A veces no estás a la altura de tus estándares o valores, a veces tú sí lo
hiciste pero otros no. A veces, los problemas son financieros o académicos, a veces son emocionales o
espirituales. En todo lo anterior, tú puedes empezar nuevamente.
En este momento, o en un momento a partir de ahora, empieza nuevamente. En este momento tienes más
conocimiento y más experiencia que nunca antes. Las desilusiones, frustraciones y fracasos te han
proporcionado un mayor sentido de humildad. Te han enseñado lecciones que de otra manera no hubieras
aprendido. Estás más consciente de tu fragilidad como ser humano. Pero al mismo tiempo, puedes elevar
tus ojos y sentir un sentido de renovación. Puedes tener contacto con tu fuerza interna y tus recursos
internos. Sé abierto para pedirle a la gente ayuda. No tienes que hacerlo solo. Existen personas que están
deseosas de compartir su conocimiento, sus capacidades y su sabiduría. Si eres persistente los vas a
encontrar.
En este mismo momento comprométete a empezar de nuevo ahora. Respira lentamente unas cuantas
veces y repítete a ti mismo, "Estoy comprometido totalmente de empezar nuevamente ahora". Reconoce
tu pasado pero no le permitas (ni aun el pasado de hace unos minutos) detenerte de hacer elecciones
positivas este mismo instante.
Permítete sentir la fuerza de empezar nuevamente. Percíbete empezando de nuevo. Di a ti mismo los
mensajes más estimulantes que puedas pensar. Recuerda los momentos más grandes de tu pasado y ponte
en contacto con lo que te enseñaron de ti mismo. Cualquier paso hacia adelante, aun uno muy pequeño,
constituye un nuevo empiezo.
Piensa en una persona particular que le importes y que tú encuentres inspiradora. Si no puedes pensar en
alguien que ya conoces, crea un amigo imaginario sabio y amistoso que desee tu bien. ¿Cuál sería su
mensaje? Repítelo constantemente hasta que lo sientas.
Creer solamente que un nuevo principio es posible, lo hace posible. ¿Qué significa empezar nuevamente?
Es la decisión de tomar una acción, decir unas palabras o tener algunos pensamientos. Cualquiera o todos

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de estos tres están en tu poder en este momento.
Di a ti mismo, "Empieza nuevamente ahora", siempre que quieras experimentar un sentido de renovación.
Dícelo a otros para motivarlos.
Con tus objetivos, relaciones, espiritualidad, emociones, hábitos positivos, logros, empieza nuevamente
ahora.

Sobre la Culpa

La ansiedad moral es cuando una persona está preocupada acerca de hacer algo moralmente malo. Lo
ideal aquí es un balance saludable. Un grado apropiado de preocupación va a permitir que la persona sea
cuidadosa de no violar valores éticos y espirituales importantes. Una persona que carece un sentido de
ansiedad moral puede ser insensible o apática acerca de dañar a otros o violar valores importantes. En el
otro extremo, una persona que tiene ansiedad moral excesiva va a estar continuamente tensa y nerviosa.
No va a ser capaz de relajarse y de disfrutar los regalos que el Creador le confiere.
Las personas con ansiedad moral excesiva están constantemente nerviosas porque no están viviendo de
acuerdo a estándares morales y espirituales. Están sumamente preocupadas acerca de ser muy egoístas o
egocéntricos. Se sienten culpables acerca de lo que han hecho en el pasado y están preocupados acerca de
que puedan hacer mal en el futuro. Se preocupan de que no están enfrentándose a sus responsabilidades y
de que no hacen suficientes favores a otros. Sienten que aunque hacen bien no hacen suficiente, no lo
hacen adecuadamente y sus intenciones no son sinceras.
En resumen, la vida para una persona con ansiedad moral excesiva es una tortura constante. Debe hacer
una alta prioridad el experimentar alegría por hacer buenas acciones. Debe juzgarse a sí misma más
favorablemente. Es importante para ella aclarar cuáles de sus expectativas son razonables y cuales son
sólo producto de nerviosismo obsesivo. Una persona con tendencias obsesivas en esta área deberá
consultar a una persona sabia y objetiva para desarrollar un balance racional.

Culpa

Los errores y las faltas necesitan ser corregidos. La culpa es una emoción que te dice cómo mejorarte a ti
mismo. Es una señal de que violaste un valor importante.
Sin embargo, la culpa que solamente crea autocompasión y desesperanza es contraproducente. Así
también la culpa que te impide hacer acciones buenas en el presente. Puede ser que no seas culpable. Eres
imperfecto en algunas áreas y así también lo es con todos los demás en este planeta. Aún así puedes
trabajar en tu mejoramiento personal, con alegría.
La culpa positiva es cuando te das cuenta que como un ser humano falible te has equivocado y estás
comprometido a rectificar la situación. Incluso podrías permitirte sentir cierto sentimiento positivo de que
debido a que tienes buenos valores te sientes culpable.
A veces has herido a alguien y no puedes ya corregir la situación. Si éste es el caso, ¿qué acciones
positivas puedes actualmente hacer para ayudar a otras personas? Por supuesto, es mejor rectificar a la
persona que dañaste, pero cuando esto no es posible, por lo menos puedes tomar acciones positivas en su
honor.

Culpar

"Cuando una persona sabia se equivoca, se culpa a sí misma, Cuando un tonto se equivoca, culpa a
otros".
Muchas personas tienen la tendencia de culpar a otros por sus errores, pero toman el crédito por sus
propias virtudes. Es mucho más beneficioso dar crédito a otros por sus virtudes para que no se vuelvan
arrogantes y tomar responsabilidad personal por sus propias faltas para tratar de corregirlas. (ver Gateway
to Self-knowledge, p.81)
Absténte de culpar a otros por cualquiera de tus faltas. Algunas personas dicen, "Mis padres son así, y es
su culpa que yo…" O, "Mis maestros son culpables". O "Mi ambiente ocasionó que yo tuviera estos
rasgos negativos". Depende de ti decidir cómo te vas a conducir en cualquier situación dada y es
deshonesto justificar tu conducta culpando a otros.
Si alguien te sugirió hacer algo inadecuado y lo escuchaste, es tu culpa haber hecho esa acción. Podías

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haber evitado la presión y no haber tenido ese comportamiento. No culpes a otros. Toma la
responsabilidad de tus propias acciones.
Algunas personas tienden a culpar a otras cuando algo va mal. A veces nadie tiene la culpa de lo que
pasó, y otras veces la persona misma es culpable. Culpar a otros los libera un poco de sus frustraciones,
pero el precio es causarle dolor innecesario a alguien más.
Aun cuando otra persona haya hecho algo mal, toma en cuenta circunstancias atenuantes, y cuídate de la
forma en que le expresas la culpa. Los juicios duros, recurrir al desprecio, solamente causan dolor sin
lograr nada positivo. Especialmente cuando una persona ya se siente apenada por haber hecho algo mal,
no hay ningún beneficio en hacerle una larga crítica. Sé compasivo. Recuerda hablar de la manera más
suave posible y enfócate en encontrar soluciones.

No

Algunas personas tienden a empezar diciendo "No". Aunque están básicamente de acuerdo con lo que
alguien dice, empiezan con la palabra "No". Éste puede ser un hábito tan automático que no están
conscientes de él.
Siempre que sea apropiado empieza diciendo "Sí".
"Sí. Tú punto es válido en algunas situaciones. Lo que yo digo se aplica en otras situaciones".
Cuando tienes razones válidas para decir no a la petición de alguien, acepta que tienes el derecho a decir
no. Todos tenemos una cantidad limitada de recursos: tiempo, energía, dinero. Nunca vamos a ser capaces
de hacer todos los favores para todas las personas que podrían usar nuestra ayuda. No siempre vamos a
ser capaces de aceptar las invitaciones de otras personas. A veces las personas nos pueden pedir hacer
cosas que nos van a incomodar tanto a nosotros y otras personas que son dependientes de nosotros que
definitivamente tenemos que decir no. Otras veces, la petición que alguien nos hace está claramente más
allá de lo que se considera razonable pedirle a alguien. Cuando te das cuenta que tienes el derecho a decir
no, vas a ver que es más fácil decirlo. Sé tan amable como te sea posible al rehusar las peticiones de otros.
Si es muy difícil para ti decir no, actúalo. Mentalmente practica decir no de una manera respetuosa.
Si te sientes culpable al decir no, date cuenta que tal culpa viene con frecuencia de una buena cualidad.
Sientes compasión por otros y no quieres dejar a nadie abajo. Te preocupas por otras personas y quieres
tener una relación amistosa. Puedes temer al enojo o al resentimiento de la otra persona cuando rehusas
porque valoras un sentido de paz y serenidad. Sin embargo, a veces deberás decir no. Dándote cuenta que
tienes el derecho a decir no, vas a estar más tranquilo cuando te rehuses y serás capaz de pensar la forma
más prudente y sensible de expresarlo. Cada vez que oigas a alguien expresar una negación
diplomáticamente, añádela a tu colección.
Muchas personas necesitan aprender a decir "Sí" con más frecuencia. Sin embargo, si tú necesitas
aprender a decir no, practica diciendo, "Me gustaría hacerte este favor, siento mucho tener que decir no".
Solamente cuando eres capaz de decir "no", al decir "sí", estás eligiendo realmente.
Cuando otra persona te dice "No" y el asunto es importante para ti, percibe el "no" como "todavía no".
Luego piensa en formas de motivar a la otra persona a decir "sí".

Zelig Pliskin

SOBRE LA CULPA III

Sobre la Culpa

El sentimiento de culpa puede ser productivo o contraproducente.

1. Aunque estamos obligados a combatir la tristeza, deberíamos sin embargo sentir remordimientos
cuando hayamos cometido acciones incorrectas. El criterio a aplicar para juzgar la calidad de los
sentimientos que expresan arrepentimiento, dependerá de la manera como nos hemos comportado, y
cuales fueron nuestras reacciones posteriores. El arrepentimiento de contenido constructivo conducirá a
sentimientos de regocijo (Hishtapjus Hanefesh, N º 20-21).

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2. El Maguid de Mezeritch dijo lo siguiente : "Los sentimientos de culpa inducirán a algunas personas a
concurrir a un bar y tratar de ahogar en alcohol sus remordimientos" (Midrash Rivash Tov, Vol. 2, pag.
46).

3. Los sentimientos obsesivos dominan los pensamientos de una persona. Esta se repetirá a si misma el
lamentable concepto que tiene de su propia persona. No vislumbrara esperanzas de mejorar y sus
sentimientos de culpa le impedirán experimentar alegría por las cosas que realiza de una manera correcta.
Esos complejos de culpa deberían ser eliminados por su carácter depresivo. Sin embargo existen
sentimientos de remordimiento por haber realizado hechos incorrectos, que tienen un contenido
constructivo. En estas circunstancias la persona poseerá el control de sus pensamientos, que se traducirán
en un esfuerzo para posibilitarlo a sentir arrepentimiento por las transgresiones cometidas. El lamentarse
de haber realizado actos incorrectos lo conducirá a su superación. Con respecto a tales sentimientos
sucedió que un hombre sabio (citado en Pele Yoatz : tzaav), le expreso lo siguiente a alguien que estaba
afligido : "Si estas preocupado por tus problemas terrenales el Todopoderoso debería relevarte de los
mismos, pero si en cambio te ves afectado por asuntos espirituales el Todopoderoso debería incrementar
tu preocupación".
Una persona que nunca se arrepiente de sus actos erróneos es probable que los vuelva a repetir, pero un
excesivo sentido de culpa puede resultarle perjudicial. Un importante factor que se refiere al
remordimiento consiste en determinar si una persona se siente mal por sentirse mal, o si por el contrario
se siente bien por tener remordimientos. Si sus sentimientos de culpa son de carácter negativo, esa
persona se sentirá mal a causa del malestar que le provoca su estado de animo depresivo. Si por el
contrario ese sentimiento tuviera un contenido positivo, el afectado apreciara debidamente su sensación
del pesar que experimente por haber hecho algo incorrecto, ya que lo manifestado denota por su parte un
sentido de los valores y de sus ideales. Pregúntate al respecto lo siguiente : "Ha de ayudarme en algo o en
nada a superarme el hecho de que me culpe a mi mismo ?" En la medida en que culparte a tu mismo te
motive para un cambio de actitud que te ayude a mejorar, este sentimiento tendrá un contenido
constructivo.
Cuando por el contrario te impida superarte, su efecto será contraproducente y debería ser eliminado. Si
dejas de experimentar autocompasion por los errores que has cometido, tu mente quedara en libertad para
trabajar por tu superación.

4. Cuando te sientas culpable deberías cuestionarte si esos sentimientos de culpa son por algo que
realmente merece la pena. Con frecuencia la gente se siente culpable por una conducta que estaría
ampliamente justificada.

Acepta el hecho de que eres un ser humano falible.

5. El Rabi Iosef Bloj solía decir que no obstante el elevado nivel que pudiera ocupar una persona, esta
tendrá siempre una tendencia innata a restarse méritos, lo cual forma parte de la verdadera naturaleza del
hombre. En lugar de permitir que estas tendencias nos degraden deberíamos fortalecernos y tratar de
continuar elevándonos espiritualmente con todas nuestras energías. Es por eso que la Torah se refiere a
los defectos y transgresiones que cometieron aun los mas grandes hombres. Lo expresado puede servirnos
de consuelo y para enseñarnos además que es normal tener defectos (Shiurai Daas, Vol. 2, pag. 158).

Plantéate expectativas realistas con respecto a ti mismo.

6. El Rabi Israel Salanter dijo lo siguiente : "En el Día del Juicio Final no tendré temor cuando se me
pregunte por que no soy como Moshe Rabenu. La pregunta que debo tener en cuenta es por que no fui
todo lo que Israel Salanter pudo haber sido" (Toras Hanefesh, pag. 48. Esto se relata frecuentemente en el
nombre de Reb Zushe).

7. En cada una de las etapas de su crecimiento espiritual, una persona tiene diferentes impulsos y deseos
que la motivan. Cuanto mas elevado sea el nivel que alcance una persona, mayor será la lucha que tendrá
que librar contra sus fuertes impulsos negativos (Sukah 52a). Uno no debería pensar que ocupa un nivel
espiritual inferior, por tener inclinaciones negativas de mayor intensidad que antes de comenzar a trabajar

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para su superación. Cada vez que alcances un mas alto nivel espiritual deberías estar preparado para
afrontar nuevas pruebas a las que serás sometido (Likutai Autzos : hisjzkus N º 6).

8. La fijación de elevados patrones espirituales de carácter irreal pueden resultar perjudiciales. Cada uno
debería tener un conocimiento objetivo y realista de lo que es factible para el en el presente, y cual será la
meta por la que habrá de luchar en el futuro. Para alcanzar algunos niveles de realización espiritual se
requerirán muchos años de esfuerzos. Resultaría ilógico esperar que se puedan alcanzar dichos niveles
con unas pocas lecciones fáciles. Dado que existen diferencias sustanciales entre la gente en lo que
respecta a su individualidad, el problema reside en distinguir entre aquello que es razonable y lo que no lo
es para cada persona. A estos efectos resultara valioso consultar a un erudito de la Torah, para ayudarte a
dilucidar esta cuestión.

Reaccionar con sentimientos de culpa es a veces un indicio de indolencia.

9. Sentir culpa constituye una forma indolente de reaccionar, si una persona se resigna a sus defectos y no
emprende ninguna acción para superarse. No utilices tus sentimientos de culpa para justificar tu pereza y
tu inclinación a postergar las cosas. Si una persona tiende a pensar en términos de culpa, cuando tenga
conocimiento de alguna idea nueva se dirá a si misma : "Que terrible me resulta no poder aplicar esa
idea !". Resulta mas productivo concentrar tu atención sobre la forma de implementar la aplicación de ese
concepto.
El Jofetz Jayim solía decir al respecto : "Tenemos la obligación de hacer tshuvah (arrepentirse). En primer
lugar, una persona debe aclarar cual es la esencia de la tshuvah, la cual se traduce en la forma de
superarnos. Se espera que cada persona haga el mejor uso de sus habilidades para lograrlo de acuerdo a su
situación particular (Mijtevai Jofetz Jayim, pag. 40).

En lugar de sentirte culpable trabaja para superarte.

10. En algún momento una persona podría sentirse tan molesta y desalentada a causa de los yerros que ha
cometido, que estaría propensa a abandonar todo intento de superarse. Caer en la desesperación es un
temperamento erróneo, siempre has de tener la capacidad para superarte y nunca deberás desalentarte por
ello (Bais Halevi : Breishis).

Extrae enseñanzas de tus errores.

11. El Maguid de Budno ofreció la siguiente parábola : Un rey poseía un magnifico diamante que
accidentalmente sufrió una rayadura profunda. Los cortadores de diamante al servicio del rey dijeron que
por mas que lo pulieran, no lograrían eliminar totalmente esta imperfección. No obstante ello, uno de los
expertos se ofreció espontáneamente expresando lo siguiente : "Puedo corregir esa falla de una manera tal
que transformare al diamante en una piedra mas valiosa que lo que era en su estado original". El rey le
dijo al experto que llevara adelante su idea, y este demostrando una gran pericia grabo los pétalos de una
rosa sobre el diamante y la profunda rayadura sirvió de tallo para la flor.
En forma similar, dijo el Maguid de Dubno que la habilidad puede transformar rasgos negativos en
virtudes. Una persona podrá valerse de sus errores y defectos de una manera positiva, de un modo tal que
le será posible obtener un mayor provecho de los mismos, que si hubiera empleado otros medios (Alle
Mesholim del Maguid de Dubo, Vol. 1, pag. 130).

12. Un hombre joven dijo lo siguiente : "Reconocer que lo que has hecho es incorrecto, es la mitad del
camino que conduce al arrepentimiento" (Sefer Hamidos Lehameiri, pag. 159).

El arrepentimiento debe llegar con alegría.

13. Al arrepentirse una persona por sus yerros, el pesar que sentirá por lo que hizo no estará en pugna con
su obligación de ser feliz, que es imperativa para todas las personas. Aunque alguien que haya causado
serios agravios a los demás tiene la obligación de sentirse hondamente arrepentido por su pasado, debería

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al mismo tiempo experimentar alegría por arrepentirse en el presente. Su pesar debería mezclarse con
sentimientos de regocijo por su actual conocimiento de la verdad. (Haderej Letshuvah, pag. 21).

14. A pesar que una persona haya descendido al más bajo de los niveles morales y cometido toda clase
posible de malas acciones, aún le cabe la posibilidad de arrepentirse. Este sentimiento es aceptado
siempre que sea sincero. El principal ingrediente que lo compone está basado en que uno debe reconocer
que ha sido incorrecto su proceder. Este conocimiento constituye la condición por la cual se puede lograr
la propia elevación espiritual (Ohr Yohail, Vol. 3, pag. 79).

15. Si has herido los sentimientos de alguien y ni puedes pedirle perdón, porque esa persona ya ha dejado
de existir, resultaría apropiado que hagas una obra de caridad en su memoria (Rabí Eliyahu Lopian, citado
en Hizaharu B‘Kovod Javraijem, pags. 383-384).

Júzgate favorablemente.

16. Nunca te sientas desanimado por haber cometido tantos errores, que pienses que ya no es posible que
arrepentirte ni superarte más. Ten conciencia que los hechos erróneos que cometiste no fueron actos de
rebelión intencional, sino en cambio expresiones de debilidad de tu parte. No pudiste reunir las fuerzas
necesarias para librar la batalla contra tus inclinaciones malignas. Si una persona persiste en el intento de
tratar de superarse, logrará finalmente tener éxito en lo que se proponga (Rabí Mordejai Gifter: Pirke
Emunah, Vol. 1, pag. 40).

17. Algunas veces ciertas personas podrían tratar de manejarte haciéndote sentir culpable por no cumplir
con sus deseos. ("Cómo puedes ser tan egoísta?", "Pensé que tenías buen carácter!", "Nada te importa de
mí!"). Nadie podrá sin embargo hacerte sentir culpable, porque esta será exclusivamente tu opción. La
pregunta que deberás tener en cuenta es la siguiente: "Estoy realmente de acuerdo con el punto de vista de
esa persona?" Si estuvieras de acuerdo, no deberías sentirte culpable, Has exactamente lo que resulte
apropiado! Si en cambio no estuvieras de acuerdo, ten en cuenta que no es necesario sentirse culpable por
no consentir que alguien tenga la posibilidad de manipularte.

Contémplate a ti mismo como si fueras una nueva persona.

18. Si alguien se arrepintiera por el mal que ha hecho en el pasado, debería considerarse a sí misma como
un ser que ha sido recién creado y que por lo tanto los errores cometidos anteriormente, no habrán de
identificarse con su nueva personalidad (Bais Halevi: Breishis).

Zelig Pliskin

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La Envidia

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La Envidia
EL MAL DE OJO

¿Qué es el mal de ojo?

Aquél que tiene un ojo generoso será bendecido. Proverbios 22:9

Existe un "ojo generoso" y un "mal ojo" . Ambos términos han sido utilizados durante muchos milenios y
pueden encontrarse en las Escrituras y en el Talmud como indicadores de la medida de un hombre.
Abraham fue el paradigma del que posee un "ojo generoso" . Siempre buscaba el bien en los demás y no
sentía celos ni odio por sus congéneres. Bilaam, por el contrario, es el epítome de aquél que tiene un "mal
ojo" de aquél que siempre busca la falla en los demás y siente celos de los bienes o de la posición de los
otros (ver Avot 5:19).

El Talmud, al referirse al mal ojo, le adscribe poderes casi místicos. Mirar los bienes ajenos con envidia
en los ojos puede hacer que el mal recaiga sobre esa persona. Es por eso que la ley Talmúdica prohíbe
construir una casa muy cerca de la otra. La privacidad es muy importante, no sea que vayamos a mirar las
posesiones de nuestro vecino con uno ojo envidioso. Los vecinos deben mantener una distancia razonable
entre sí, o al menos, las casas deben ser construidas separadas y con cierto espacio entre sí (Bava Batra
3a).

Usualmente el "mal ojo" se entiende como mirar a la otra persona con intención de que le suceda algo
malo. También incluye el envidiar las posesiones de otro, sentirse mal por su éxito (como si su éxito de
alguna manera disminuyera nuestra capacidad para lograr algo en la vida), la mezquindad y demás. El
Rebe Najmán enseña que el mal ojo lleva a una aceleración del ritmo respiratorio. De alguna manera, la
envidia y la ira generados por el éxito del otro, hacen que uno acelere su ritmo respiratorio (ver Likutey
Moharán I, 55:13).

Enseña por tanto el Talmud (Sotá 38b), "Debemos darle la copa [de vino, en la bendición] de después de
comer a alguien con buen ojo. Así está escrito (Proverbios 22:9), ´Aquél que tiene ojo generoso será
bendecido´. No leas solamente ´será bendecido´, sino ´bendecirá...´" . Por el contrario, uno debe tener
cuidado de la gente con mirada envidiosa, como advierte el Rey Salomón (Proverbios 23:6), "No
compartas pan con [aquél que posee] un mal ojo" .

Esto no es meramente una cuestión de superstición. Así como el buen ojo bendice, el mal ojo sustrae. La
avaricia es la fuente del poder del mal ojo: cuando uno mira las posesiones de otra persona con avaricia y
la otra persona es de alguna manera culpable del mal uso de su dinero o es indigna de la riqueza que
posee, puede entonces perder sus bienes, Dios no lo permita. Claramente, el modo en que miramos las
posesiones del otro puede despertar el juicio Divino en su contra. De la misma manera, cuando
consideramos las posesiones de los otros de manera generosa, podemos, con el mero "mirar de nuestros
ojos" , traerles bendiciones.

Cuando comprendemos que los ojos son las "ventanas de la mente" , comprendemos entonces la
importancia del "mal ojo" .

Enseña el Rebe Najmán:

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La memoria depende de los ojos, como en (Éxodo 13:9), "[Los tefilín serán como] un recordatorio entre
tus ojos" . Para cuidar nuestra memoria, debemos primero cuidarnos del mal ojo -- de los malos
pensamientos sobre los demás, de la envidia y de todas las formas de la negatividad. El mal ojo no sólo
puede dañar a aquél a quien está dirigido, sino también a aquél que lo que esta dirigiendo, incluso en
mayor grado. De la misma manera, tener un mal ojo va de la mano con el olvido (Likutey Moharán I,
54:4).

Pero no debemos vivir con el temor constante del mal ojo, o de que los demás quieran desearnos algún
daño. Enseña el Rebe Najmán que si nos sentimos incapaces de cuidarnos contra el mal ojo, debemos
entonces huir de él. Sin embargo, si podemos comprender la esencia del mal ojo, nuestras acciones serán
mucho más efectivas: podremos rectificarlo.

Por ejemplo, una persona puede tener mal ojo contra la posición social de otra persona. Este mal ojo surge
del atributo caído de Maljut (Reinado, que al dañarse lleva a un descenso de la autoestima y a la
necesidad de disminuir a los demás para sobresalir). Para corregir este Maljut caído, uno debe tratar de
elevar el Maljut de Dios mediante el estudio de la Torá o difundiendo el Nombre de Dios en el mundo. De
esta manera, uno demuestra su lealtad a Dios más que a la propia necesidad de auto engrandecimiento.
Esto sirve para rectificar en su raíz el mal ojo del Maljut caído (Likutey Moharán I, 54:4).

Abraham Sutton

SOBRE LA ENVIDIA

Sobre la Envidia

La envidia es una causa de dolor intenso para algunas personas. A veces ésta puede ser experimentada
como una agonía e incluso una tortura. Cuando envidias a alguien, llenas tu mente de sufrimiento y
miseria. La envidia es un dolor que se siente por la buena fortuna, los atributos positivos o los logros de
alguien más. Esto te impide derivar placer de lo que tú posees. En su forma más ligera la envidia es la
norma más que la excepción.
Cuando te das cuenta que tu actitud interna y tus pensamientos son la raíz de tu dolor, puedes trabajar en
cambiarlos. Ya que tú te causas este dolor, tienes la capacidad de dejar de causártelo. No te culpes por
tener este rasgo normal. Casi cada uno de nosotros la ha experimentado a veces en diferentes grados. Es
totalmente natural para los niños pequeños sentir que si alguien más tiene la atención de sus padres, juega
con un juguete que le gusta o tiene un dulce más grande, es como si se los quitaran a ellos. Perder este
rasgo dañino puede tomar mucho tiempo y esfuerzo, pero ya que la envidia es muy destructiva sé paciente
y persistente para sobreponerte a ella. Aprecia cada signo de mejoramiento.

Reconoce la envidia que sientes tu mismo. Las personas difieren grandemente en cuanto a qué despierta
sus sentimientos de envidia. Algunas causas potenciales son que alguien es más brillante, más atractivo,
más rico, más popular, más exitoso, más respetado, más amado. Pero ninguno de estos hechos en sí
mismo te causa automáticamente el dolor de la envidia. Tu dolor emocional viene de decirte a ti mismo
que es terrible que esta persona está adelante de ti o es mejor en algún aspecto. Cambia tu perspectiva y el
dolor de tu envidia se va a disipar.
Desafía los pensamientos que alimentan la envidia: "¿Realmente quiero arruinar mi propia felicidad y
goce de la vida solamente porque alguien más es feliz o dichoso?" "¿Cómo puedo estar seguro que esta
persona es realmente mejor en el cuadro total de lo que yo soy? Mucha de la envidia está basada en
equivocaciones. Quizá existen factores de los que no estoy consciente y yo estoy mejor de lo que él está".
"Aún si alguien es mejor que yo en un área, todavía puedo destacar en otra área". Haz tu propia lista de
creencias y actitudes que te permitan sobreponerte a la angustia de la envidia.
Siente tanta dicha con lo que tienes que lo que alguien más tenga no te moleste. Decirte a ti mismo qué
terrible es que tú no tienes algo que alguien tiene, no sólo te causa sufrimiento, sino que también te
impide gozar lo que tienes. Aun si no tienes tanto como otro tiene, o no eres tan brillante o careces de
alguna de sus otras cualidades, puedes ser tan feliz como él y, aún más, dominar la capacidad de

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experimentar alegría con lo que tienes.
Si asistes a un concierto y lo disfrutas, no es probable que sientas envidia de alguien de la audiencia que
parece saber más de música que tú. Ya que la música te pone en estado placentero, la experiencia entera
es agradable. Lo más que una persona puede obtener de las posesiones, las experiencias, los logros, las
habilidades o la fama es felicidad. Si tú estás feliz con lo que haces y con lo que tienes, nadie puede ganar
más de lo que tú ya posees.

La solución final es sentir felicidad por la buena fortuna de otros. Permítete sentir sentimientos positivos
cuando oyes o ves que alguien ha logrado o adquirido algo positivo. Identifícate con el éxito de otros.
Muchas personas son capaces de sentir alegría por las victorias deportivas de otros. Consideran la victoria
como propia. Domina esta perspectiva en otras áreas de la vida.
Recuerda las veces que te sentiste positivo acerca de la buena fortuna de otro. Aun si sólo puedes recordar
una ocasión en toda tu vida cuando sentiste ese placer, tienes el recurso interno sobre el cual puedes
construir. Ya que lo has hecho una vez, siente confianza en que puedes hacerlo otra vez.
Imagínate a ti mismo sintiéndote positivo acerca de ver, escuchar o recordar la buena fortuna de alguien.
Aun si al principio parece improbable que realmente te sientas feliz, visualízate constantemente
reaccionando con placer. Si repites esto el suficiente número de veces, vas a notar lentamente un cambio
positivo en tus emociones.

Negando Sentimientos

Algunas personas tienden a negar sentimientos que son inconsistentes con sus valores o autoimagen. Esto
puede ser una negación de enojo, miedo, nerviosismo, depresión o envidia.
Una persona que valúa la paciencia y la bondad puede decir, "No estoy enojado", pero un observador
objetivo fácilmente puede ver signos de enojo en la tensión muscular y el tono de voz. Una persona que
valúa el valor y las confianza puede estar transpirando y temblando y aún así decir, "No, no estoy
nervioso".
El primer paso para hacer un cambio para mejorar, es estar consciente de tu estado presente. Después
puedes hacer tu objetivo el entrar a un estado más positivo. Reconocer tus sentimientos actuales no
necesariamente significa que le debes decir a todos acerca de tus debilidades. Reconoce que tú mismo
eres un ser humano normal y que como tal, va a ver momentos en que estés enojado, o nervioso, o triste o
deprimido, y veces en que sientas envidia.
Vas a ver que te va a ser fácil renunciar a sentimientos desagradables cuando los enfrentas directa y
objetivamente. Vas a ser capaz de decir, "Estoy enojado ahora ¿cuáles son las opciones con las que puedo
lidiar?" "Me siento nervioso, ¿en qué estado preferiría estar y en qué formas puedo acceder a ese estado?"
Toma valor el reconocer sentimientos que preferirías no estar sintiendo. Teniendo este valor vas a ser más
sano física, emocional y espiritualmente.

Tú eres tu Mundo Entero

Una importante consciencia para tener es: "Tú eres un mundo entero" Desde tu mente y tu cerebro
percibes el mundo externo el cual observas con la magnífica videocámara de tus ojos y oídos. Esta
consciencia te puede liberar de mucha dependencia externa y te permite experimentar mayor serenidad en
tu vida.
Muchas personas han encontrado que pensando "Yo soy mi mundo entero" se han sobrepuesto a
sentimientos de envidia y de la necesidad de aprobación externa. Otros se han dado cuenta que se frustran
menos con el mundo exterior si no es exactamente como ellos quisieran que fuera. Se dan cuenta que es
su conciencia interna la que es el factor clave en cómo cualquier cosa los afecta y han decidido hacer
elecciones sabias en cómo responder a las situaciones y a las personas.
El concepto de: "Tú eres tu mundo entero", te puede dar una mayor apreciación que otras personas
también son su mundo entero. Por lo tanto, cada vez que alguien está sufriendo o está abrumado, su
mundo entero está en peligro o está en un caos. Esta consciencia te va a dar mayor motivación para
ayudarlos.

Zelig Pliskin

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SOBRE LA ENVIDIA

Sobre la Envidia

La esencia de la envidia.

1. Desarrolla la actitud de sentirte satisfecho con lo que tienes, aun cuando los otros poseyeran más que
tú. Considera como cuantioso lo que poseas, y escaso lo que tengan los demás, deseándoles a esas
personas que incrementan sus actuales pertenencias. El envidioso siempre considerará que lo que él posee
es demasiado poco, en tanto que les resulta excesivo lo que tienen los otros. El desea en realidad que ellos
tengan cada vez menos. (Reishis Jojmah: shaar haanavah, Cap. 1).

2. Por lo general la gente no envidia las virtudes de alguien, sino los honores que esa persona recibe por
sus virtudes (Jayai Hamussar, Vol. 2, pag. 209).

3. Es muy común que la gente se sienta envidiosa de alguien que ellos conocen que se haya hecho
famoso, especialmente cuando tengan la sensación de que esa persona no merece el renombre que está
obteniendo. (Mitzvos Halvovos 2:27).

4. La causa que origina el odio que una persona pudiera sentir hacia alguien más encumbrado que él, está
fundada en la arrogancia (Shaarey Kdushah 1:2).
La persona arrogante considera que es arbitrario ó injusto que otro posea algo de lo que él carece. El que
se conceptúa a sí mismo como mejor que los demás, se sentirá irritado si es superado por otros.

El daño que causa la envidia.

5. La envidia proviene de la insensatez y de la falta de comprensión. Cuando sientes envidia de alguien,


no ganarás absolutamente nada ni le causarás perjuicio alguno a la persona que envidias. El único que sale
perdiendo eres tú. Hay gente cuya necedad es tan pronunciada, que cada vez que ven a alguien del que
saben que ha tenido buena suerte, se sienten dolidos y padecen sufrimientos. Están tan apesadumbrados
por lo que los otros han logrado, que llegan a no experimentar placer alguno por lo que ellos mismos
poseen. (Mesilas Yeshorim, Cap. 11).

6. Existe una fuerte tendencia de la gente a aspirar ser los mejores en distintos campos: conocimientos,
buenas acciones, riqueza y honores. Este deseo puede ocasionarle una sensación de sufrimiento a una
persona si alguien lo superara o tuviera más que él. Cuando la envidia es fuerte, la persona sentirá odio y
animosidad hacia aquél a quien envidie. Le deseará el mal y murmurará contra ella. Tales sentimientos de
odio resultan muy destructivos. Si una persona tiene una tendencia a sentir envidia, su existencia entera
estará plagada de angustias. Estará a la espera que los demás cometan errores para regocijarse cuando ello
suceda. (Pele Yoatz: Kinaah).

Una persona que domine el sentimiento de felicidad, no necesitará jamás sentir envidia.

7. Disfruta de lo que tienes y nunca tendrás que envidiar a los demás. Lo mejor que alguien pueda obtener
de todo lo que llegue a poseer, de sus experiencias, habilidades o fama, ha de ser la felicidad. Si
experimentas felicidad por lo que haces y tienes, nadie podrá realmente obtener mayor beneficio que tú
por lo que has logrado. Jamás deberás pensar que careces de cosas, ya que el fin último de esas otras
posesiones será el mismo que el de las que ya tienes en el presente: el de la felicidad.

La envidia está basada con frecuencia en errores de concepto.

8. Desde cierta distancia podrá parecer que existe gente hedonista, que viven una existencia dedicada
completamente al placer. Esto resulta ser sin embargo una falta imagen. Todo el bien de este mundo tiene
mucha tristeza que lo acompaña, y no existe nadie que disfrute de un completo placer. Existe un dicho

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popular que expresa lo siguiente: "Cuando alguien se ríe, los demás se dan cuenta de ello, pero cuando
alguien llora nadie lo ve". Aun la mayor buena suerte tiene importantes aspectos negativos. Los Sabios
expresaron este concepto de manera concisa: "Aquel que incremente su riqueza, incrementará sus
preocupaciones". (Pirke Avos 2:8). Existe otro dicho popular que expresa lo siguiente: "La gente no sabe
de quien son los zapatos que lo están oprimiendo". Es decir que los zapatos de una persona podrán
parecerles bonitos a los extraños, pero la persona que los usa sólo sentirá el dolor que le produzcan
aquellos que lastimen sus pies. (Jojmah Umussar, Vol. 2, pag. 348).

9. Cuando la gente envidia la cantidad de dinero que alguien haya ganado, omiten generalmente tomar en
cuenta muchos factores que eliminarían sus sentimientos de envidia. Por ejemplo, cuando alguien envidia
el sueldo de otra persona generalmente supone que esa gente no tuvo que trabajar duramente para
obtenerlo. Con frecuencia esa persona tuvo que dedicarle un tiempo y esfuerzo considerable a su trabajo,
mientras que aquél que lo envidia prefiere realizar trabajos más sencillos que requieran menos tiempo,
aunque sus ingresos sean menores. Otro factor que con frecuencia no se toma en cuenta es que la otra
persona podría tener muchos más gastos que tú, y a menudo está ligado al trabajo y por ese motivo no
puede vivir una existencia más placentera. Esto resulta particularmente cierto cuando está residiendo en
una zona donde los precios son más elevados. Si bien es cierto que gana más, pero debido a que gasta
más, podría estar mucho más preocupado que tú acerca de sus dificultades financieras. (Jofetz Jayim:
Kuntros Nefutzos, Israel, Cap. 4).

La envidia que se siente por asuntos espirituales.

10. La envidia forma una parte tan arraigada en la personalidad de mucha gente, que no es razonable
esperar que eliminen completamente este rasgo negativo. Deberían en cambio orientar dicha tendencia en
una dirección positiva. Que envidien a aquellos que tienen sabiduría, de manera que se esfuercen por
tratar de obtener mayores conocimientos. (Ohr Yohail, Vol. 2, pag. 27).

No estarás perdiendo nada cuando a otras personas les vaya bien.

11. Aunque mucha gente no viva consumida por grandes sentimientos de envidia, no estarás libres no
obstante de las reacciones negativas que tengan al enterarse de los éxitos de los demás. Esto resulta
particularmente cierto para aquella gente que ejerce la misma profesión. Elimina esos sentimientos
negativos tomando conciencia de que lo que los otros logren no habrá de afectarte. (Mesilas Yeshorim,
Cap. 11).

No necesitas compararte con los demás.

12. La envidia proviene del intento de compararte con otras personas, como cuando cotejes tus posesiones
con las de otra persona, estarás dominado por una tendencia a sentirte envidioso si crees carecer de algo
de que dispone alguien. Deja de mirar por sobre el hombro para ver lo que tienen los demás,
concentrándote en cambio en sacar provecho de lo que ya constituye tu patrimonio. De esta manera tu
beneficio será doble, ya que disfrutarás de lo que es tuyo y no sufrirás a causa de lo que poseen los demás.

13. Es natural para cada persona, sentir envidia de los demás, a una altura de su vida. Gradualmente
podrías ir notando las virtudes de los demás por un lado, y los defectos que te son propios por el otro.
Finalmente esto podría llegar a incrementarse mediante el conjunto de tus observaciones, hasta que
llegues a formarte un opresivo sentimiento de inferioridad al compararte con otras personas que se
encuentran a tu alrededor. Esta es una sensación extremadamente dolorosa, que con frecuencia va
acompañada por el desaliento: "Por qué debo intentarlo, dado que tengo conciencia que de todos modos
no me será posible obtener tantos logros como lo ha hecho esta o aquella persona?" La forma de aplacar
este sentimiento se logra mediante la concientización de que cada persona constituye de por sí una entidad
universal. No te midas de acuerdo a los parámetros de los demás. Tu obligación es la de alcanzar tus
logros, valiéndote de los talentos singulares que te son propios. No necesitarás de la aprobación de nadie
para ser una persona ponderable. (Alai Shur, pag. 37).

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La envidia de las riquezas y posesiones.

14. El Rabí Iosef Y. Hurwitz solía decir lo siguiente: "Aun la persona adinerada no tiene dos estómagos, y
la cantidad de comida que puede ingerir es limitada". (Tnuas Hamussar, Vol. 4, pag. 298).

15. La diferencia existente entre algunas personas ricas y un prisionero, consiste en que mientras unos
tienen cadenas de acero los otros tienen cadenas de oro que los sujetan. (Rabí Y. Y. Lubchanski: Jayai
Hamussar, Vol. 2, pag. 162).

16. El Rabí Samson Rafael Hirsch dijo lo siguiente: "No es lo mucho o poco que puedes tener lo que te
engrandecerá o te rebajará, sino lo magnánimo o lo mezquino que puedas ser con lo que tienes". (Horeb,
Vol. 1, pag. 46).

Mentalízate que tienes lo que necesitas.

17. Aquél cuya ambición sea la de crecer espiritualmente, considerará a las posesiones materiales como
herramientas para alcanzar su meta, dándose cuenta de que las mismas estás diseñadas precisamente para
adaptarse a sus necesidades personales. Si le ha dado algún elemento determinado a un amigo,
comprenderá que el objeto en cuestión resulta apropiado para los requerimientos de su amigo, y no al de
los suyos. Así como los anteojos son hechos para alguien y no te sirven a ti, de la misma manera las
herramientas materiales son confeccionadas para ser usadas por la persona a quien le fueron dadas. Todo
aquél que asimile debidamente esta perspectiva no habrá de envidiar lo que posean los otros. (Mijtav
MaiEliyahu, Vol. 1, pag. 136).

Siéntete feliz por la buena suerte de los demás.

18. Aun aquél que ame a los demás y les desee el bien en todas las áreas, tales como: riqueza, propiedad,
honor, conocimientos y sabiduría, tendrá sin embargo una tendencia a no querer que esas personas lo
iguales en los aspectos mencionados, deseando poder superarlos en las referidas áreas. Este es el mensaje
de la Torah, contenido en el siguiente versículo: "Ama a tu semejante como a ti mismo". La Torah nos
enseña a no albergar ningún sentimiento de envidia. Deberíamos desearles que tengan éxitos sin límites.
Este era el amor que Yonoson le profesaba a David. Así fue como erradicó todo sentimiento de envidia de
su corazón, deseando que David rigiera los destinos de Israel, aun cuando Yonoson mismo podría haber
aspirado a esa posición como heredero del trono de su padre, el Rey Saúl. Cuando amas a alguien de
verdad, te sentirás feliz por sus logros y éxitos, aun cuando consiga superarte. (Ramban Vayikra 19:18).
Si sientes un amor sincero por otra persona, no sólo no sentirás envidia de sus realizaciones y de sus
éxitos, sino que tratarás de ayudarlo aun cuando ello te resultara perjudicial para tus intereses. (Rabeinu
Yonah a Avos 5:16).

Técnicas para vencer la envidia.

19. Una técnica que eliminará los sentimientos de envidia y animosidad, consiste en hablar con la persona
a quien envidias diciéndole palabras de contenido positivo. Deberías también expresar palabras que
demuestren tu felicidad por la buena suerte de los demás. Si te resultara demasiado difícil hablar con él
placenteramente, trata al menos de tener cuidado de no decir nada en contra de esa persona. Las palabras
adversas que se puedan decir tendrán el mismo efecto de agregarle leña al fuego, y no hará sino
incrementar tu envidia y tu animosidad. Por lo tanto, si permaneces en silencio no harás crecer tus
sentimientos negativos. (Johmáh Umussar, Vol. 2, pag. 178).

La envidia de carácter positivo.

20. Existen dos tipos de envidia. La positiva que acrecienta la sabiduría (Bava Basra 220), y la envidia
que se lleva a la gente de este mundo. La envidia es positiva cuando encuentras virtudes en alguien y
desearías tú también tenerlas, y la misma resulta beneficiosa porque podrá motivarte para que mejores. En

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cambio tendrá carácter negativo cuando lamentes que otros tengan una virtud de la que careces, y
desearías que le ocurriera eso mismo a esa persona. (Jojmah Umussar, Vol. 2, pag. 177).

Zelig Pliskin

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La Fe

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La Fe
LA FE [EMUNÁ] Y LA CONFIANZA [BITAJON]

Consejos Practicos para fortalecer la fe

Selección resumida del consejo práctico contenido en el Likutey Moharán, libro que contiene las
enseñanzas de nuestro grande maestro, Rabí Najmán de Breslov, que su memoria sea una bendición.
Traducido al español por Guillermo Beilinson

1) La redención (gueulá) depende, en esencia, de la fe (emuná). Pues la raíz del exilio es simplemente la
falta de fe (Likutey Moharán I, 7:1).

2) La fe, la plegaria, los milagros y la Tierra de Israel son un mismo concepto y dependen el uno del otro
(Ibid.).

3) Hay gente que intenta explicar los milagros como fenómenos naturales.
Son ateos (apikorsim) que no tienen fe en los milagros. Cuando esta gente desaparezca y la fe se haya
difundido por el mundo, será el momento de la llegada de Mashíaj. Pues la redención depende de la fe
(Ibid.).

4) La única manera de alcanzar la fe es mediante la verdad (emet). La fe sólo es aplicable allí donde algo
no puede ser comprendido racionalmente. Cuando uno puede comprender algo racionalmente no tiene
necesidad de la fe. Pero hay ciertas cosas que nunca podrán comprenderse racionalmente. Si es así, ¿cómo
se puede tener fe en aquellas cosas en las cuales uno debe creer? La fe depende de la verdad. Si uno busca
la verdad con honestidad llegará a comprender que debe tener fe en el Santo, bendito sea, en los
verdaderos Tzadikim y en la santa Torá. Deberá ser consciente de esto a pesar del hecho de que tal fe no
es algo que pueda ser comprendido racionalmente. Pues nuestras facultades racionales están sujetas a la
naturaleza material de nuestra existencia.
Si puedes contemplar las cosas con absoluta honestidad podrás percibir lejanamente que ésta es realmente
la verdad. La razón no es de utilidad en este campo. Necesitas fortalecerte con una fe completa.
Comprende bien esto (Ibid.).

5) Ora con concentración (be coaj) y pon todas tus fuerzas en las palabras de la plegaria (tefilá). Con esto
merecerás alcanzar la fe (Ibid. 39:11).

6) Si las personas que niegan los milagros y que dicen que todo lo que sucede tiene una explicación
natural llegaran a ser testigos de un milagro, seguirían tratando de explicarlo de manera natural. Esta
actitud mental es muy dañina para la fe. Es dañina para la plegaria y [oscurece la comprensión del
verdadero significado] de la Tierra de Israel. Todo esto prolonga el exilio (Ibid. 2).

7) Nadie debe aceptar una posición de liderazgo y de autoridad a no ser que haya alcanzado una fe
completa. Hay personas que creen en el Santo, bendito sea, pero aun así retienen algún rasgo de
superstición. Esta clase de gente no debe guiar a los demás. Existen también aquellos que se enorgullecen
de su dedicación al mejoramiento del mundo y que por esto buscan guiarlo. Pero en realidad lo que les
interesa es el prestigio (cavod). La dedicación que dicen tener es simplemente una justificación. Cuando
esta clase de gente obtiene poder puede generar un terrible ateísmo y una negación de la fe. Pero el Cielo
tiene piedad del mundo y son alejadas del poder (Ibid. 3).

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8) Es necesario cuidar mucho la fe para que ésta nunca se debilite, el Cielo no lo permita. Una persona
con una fe débil es incapaz de aceptar una crítica honesta. Esto es muy dañino para la paz pues da como
resultado toda clase de controversias, de exilio y de conflicto. Y el resultado es ateísmo, idolatría, falsas
ideologías y falsas religiones. La verdadera fe es el cimiento de todo. Es el sello de la santidad. Debes
cuidarla muy bien pues al hacerlo proteges la santidad misma (Ibid. 22:1, 2).

9) La fe implica crecimiento y paciencia. La persona con una fe perfecta crecerá y se desarrollará en su


devoción al Santo, bendito sea, sin importar lo que deba atravesar. Nada la apartará de su senda, sin
importar los obstáculos y dificultades que pueda encontrar. Todo lo aceptará con paciencia. Pero aquellos
que se dejan abatir por los obstáculos y dificultades que se les presentan al tratar de servir al Santo,
bendito sea, tienen una cierta falta de fe. Como resultado se sienten deprimidos y faltos de entusiasmo.
¿Por qué la gente no hace el esfuerzo verdadero por acercarse a aquellos que llevan una vida de piedad y
justicia? Si realmente tuvieran fe correrían hacia ellos lo más rápidamente posible. ¿Por qué la gente no
ora de la manera apropiada? Si tuviesen una auténtica fe, realmente creerían que el Santo, bendito sea,
está allí sobre ellos, mientras oran y que Él escucha cada palabra que surge de sus labios. Entonces
orarían con tremendo fuego y anhelo. Pero en lugar de ello se sienten fríos y deprimidos. Esto se debe a
que carecen de una fe auténtica. Y por esto están lejos de los Tzadikim, de los piadosos y justos y de la
verdadera devoción al Santo, bendito sea. Cuando la persona tiene una fe genuina nada es un obstáculo y
siempre es paciente. No importa lo que suceda siempre crecerá en el servicio al Santo, bendito sea (Ibid.
155).

10) Mediante la Tierra de Israel se puede alcanzar la fe y la paciencia tal cual se explicó [en el punto
anterior]. Es necesario que cada uno le pida al Santo, bendito sea, alcanzar el anhelo y la añoranza por la
Tierra de Israel, y merecer así llegar hasta ella. También es necesario pedirle al Santo, bendito sea, sentir
añoranza por todos los Tzadikim de la Tierra de Israel. Este es el remedio para anular la ira y la
melancolía, pues a través de la Tierra de Israel se alcanza la fe y la paciencia, que son lo opuesto de la ira
y de la melancolía (Ibid.).

El bitajón –confianza

Extraído de El portal de la confianza. Editorial Feldheim

"El objetivo principal de la entrega de la Torá a Israel es que tengan bitajón en Dios... Y la razón de esto
es porque lo más importante de todo es tener un bitajón completo; y esto constituye la esencia de todas
las mitzvot" (Comentario del Gaón de Vilna sobre Mishlé 22:19).

La palabra bitajón en hebreo significa "confianza"; en nuestro libro, la confianza en Dios. La idea de la
confianza en Dios es un concepto que aparece frecuentemente en la Torá, a pesar de que no encontramos
ningún versículo que ordene en forma explícita sobre este precepto utilizando específicamente el término
bitajón. A pesar de ello, varios de los Sabios de nuestro pueblo que se dedicaron a enumerar las mitzvot
de la Torá han entendido que el bitajón en Dios es un precepto de la Torá que se aprende del versículo:
"Íntegro habrás de ser con Hashem, tu Dios" (Devarim 18:13) . De todas formas, en los libros de los
Profetas y, más aún, en los de las Escrituras, hay muchos versículos que se refieren explícitamente al
bitajón .

A modo de prólogo de lo que es el bitajón, consideramos apropiado citar algunas frases del libro Kad
Hakémaj (bitajón) de Rabenu Bejayé ben Asher (España, siglo XIV), uno de los más grandes Sabios de
nuestro pueblo, que vivió aproximadamente 250 años después de Rabenu Bejayé Ibn Pekuda, el autor de
nuestro libro.

Basándose en el libro Emuná y Bitajón del Rambán, Rabenu Bejayé ben Asher explica la diferencia y la
relación entre dos conceptos parecidos: emuná -fe- y bitajón -confianza-. Él dice que la emuná está
incluida en el bitajón, ya que todo aquel que confía en Dios es claro que también tiene fe en Él, pues el
hombre sólo deposita su confianza en quien cree que tiene el poder de realizar lo que él pide.

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Sin embargo, puede suceder que una persona tenga fe en Dios pero no tenga bitajón en Él; por ejemplo,
cuando una persona considera que no es merecedora de que Dios le conceda un pedido porque ella ha
pecado en Su contra o porque ya ha recibido la recompensa de Dios por sus buenas acciones a través de
milagros que Dios hizo con ella. Y por cuanto que esta persona no considera que tiene suficientes méritos
como para que Dios le conceda su pedido, ella no piensa que, de todas formas, debe procurar tener bitajón
en que Dios lo salvará de sus sufrimientos y sus tribulaciones o que le realizará su pedido, y por eso
tratará de obtener lo que quiere o necesita a través de los medios que tiene a su disposición en el mundo,
poniendo toda su confianza solamente en ellos y no en Dios para que le ayude a tener éxito en su
esfuerzo. Entonces diremos que esta persona tiene emuná pero no bitajón .

En cambio, todo aquel que tiene bitajón indudablemente también tiene emuná, pues el bitajón se compara
con el fruto de un árbol y la emuná con el árbol en sí; y así como el fruto es una señal evidente de la
existencia del árbol, el bitajón que la persona tiene en que Dios lo ayudará concediéndole su pedido
demuestra la existencia de la emuná, pues evidentemente ella cree que Dios tiene el poder de ayudarlo.

Respecto de la esencia del concepto de bitajón, Rabenu Yoná, en su comentario sobre el libro de Mishlé
(3:26), explicó que el bitajón consiste en que la persona esté convencida en su corazón de que todo está
en manos de Dios, que Él puede cambiar la naturaleza y el mazal -la suerte de la persona-, y que no hay
nada que le impida a Dios salvar a la persona de sus problemas y tribulaciones, incluso si el sufrimiento
está muy cerca de él, pues los caminos de Su providencia son ilimitados.

Y concluye Rabenu Bajayé ben Asher diciendo: "Y por cuanto que el bitajón es un principio fundamental
de entre todos los principios de la Torá, encontramos que la Torá está basada en él".

Egocentrismo vs Fe

Extraido de Psicología y Kabalá del Rab Itzjak Ginzburgh

El egocentrismo y la fe en Dios son [entonces] mutuamente exclusivos. Cuando el egocentrismo se


adueña de nuestra conciencia, nuestra fe manifiesta en Dios puede ser nada más que un medio psicológico
de tener alguien a quien culpar por todo lo que no está bien en nuestras vidas.
En contraste, la contemplación de "la grandeza de Dios y la pequeñez del hombre" tiene el efecto opuesto:
llegamos a considerar las desventuras que la Divina providencia nos ha dado como bienes secretos, ya
que todo lo que proviene de Dios y todo lo que Dios hace es bueno, porque esa es Su naturaleza. Nuestros
problemas siguen siendo culpa nuestra. Como señalan los sabios:

¿Has visto alguna vez una bestia salvaje o un pájaro con una profesión? Y sin embargo se sustentan sin
ansiedad. Ellos fueron creados para servirme a mí, un mero ser humano, mientras que yo fui creado para
servir a Dios. Con más razón debo yo buscar mi sustento sin ansiedad. [La razón por la que no lo hago]
son mis malas acciones, con las que he estropeado mi sustento [1].

Esta comprensión desarraiga aún más al ego, junto con toda la gama de sus ansiedades. Cuando dejamos
de sentir que nos merecemos algo, tener menos de lo que nos merecemos deja de preocuparnos. La
contemplación detallada de la grandeza de Dios nos lleva a comprender que todo el bien que Dios nos
otorga es totalmente inmerecido.
Nuestra respuesta a la inmerecida gracia Divina no puede ser sino ilimitada felicidad y apreciación
constante. Mientras que las personas consideran insuficiente el bien de sus vidas y nunca están satisfechas
con lo que tienen, la gente humilde considera que el bien en sus vidas está muy por encima de lo que
merecen. Están siempre "contentos con la parte que les toca"[2] . Cuanto más humildes son, mas
inmerecedores se consideran a sí mismos y más felices se sentirán con lo que Dios les da.

Cuando alguien preguntó al Rabí Dovber de Mezritch cómo es posible servir a Dios con alegría incluso
cuando sufrimos, él lo envió a visitar a su discípulo, Rabí Zushia de Anipol [3]. Era sabido que Rabí
Zushia se había empobrecido y estaba familiarizado con el sufrimiento. Sin embargo, cuando se le planteó

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la pregunta, Rabí Zushia respondió: "No sé por qué el rebe te ha enviado a mí, no he conocido sufrimiento
en toda mi vida".
En otra oportunidad le preguntaron a Rabí Zushia: "¿Cómo puedes recitar la bendición matutina ´Bendito
seas Dios, que has provisto todas mis necesidades´ cuando sabes que tus necesidades no han sido
provistas?" El respondió: "Para mí la pobreza es una necesidad".

Rabí Zushia era constantemente consciente de la omnipresencia e infinita bondad y misericordia de Dios
mediante su examen de sí mismo. Su confianza en Dios le evitaba sentirse atrapado en sus problemas y
caer en depresión o desesperación.
El día más santo del año judío es Iom Kipur, el día de arrepentimiento y perdón. En Iom Kipur, los judíos
ayunan y pasan el día en la sinagoga rezando. En la liturgia especial de este día abundan las confesiones y
pedidos de perdón. La intensidad de sentimiento aumenta a medida que avanza el día, llegando a su
climax en el servicio de cierre, Neilá, literalmente "cerrar con cerrojo", cuando las peticiones finales son
presentadas antes que los portales del perdón sean cerrados.

Pero, como preguntó retóricamente una vez el anciano consejero jasídico, Rabí Mendel Futerfass[4] :
¿Debemos asumir que Dios desea que pasemos el día más santo del año concentrados en nuestros
pecados? ¿Qué tipo de energía espiritual sería generada por una sala llena de gente concentrada en el
pecado? Más bien, la intención es que nos concentremos en Dios, en Su infinita grandeza y Su infinita
bondad y compasión hacia nosotros. La plegaria final no es llamada Neila porque los portales del perdón
se cierran entonces, sino porque en ese momento hemos intensificado tanto nuestra relación con Dios y
nos sentimos tan cercanos a El que cada uno de nosotros se experimenta a sí mismo solo con Dios, como
si todos los demás estuvieran fuera de ese lugar, tras puertas cerradas.
¿Por qué entonces todas las confesiones y los pedidos de perdón? Porque, concluyó Rabí Futerfass, son la
verdadera expresión de esta cercanía. Sólo cuando nos sentimos realmente cercanos a alguien
significativo entendemos por cuantas cosas debemos pedir perdón.

Plegaria de corazón
Después de una intensiva contemplación de nuestras deficiencias, nos dirigimos a nuestro Creador en
plegaria para mediar la brecha que nos separa de Él. Clamando desde las profundidades de nuestro
corazón, rogamos a Dios que nos acerque a El. Todo sentimiento de distancia de El genera el tema de otra
plegaria, otro clamor dirigido hacia El [5]. Como aconseja el rey David: "Echa tu carga sobre Dios y El te
sustentará" [6].

Este tipo de plegaria no surge de desesperación o depresión, sino de la desilusión que sentimos de
nosotros mismos al acceder a un estado de humildad. Aunque, como lo dijimos anteriormente [7], ser
conscientes de nuestra propia pequeñez en el contexto de la grandeza de Dios nos produce felicidad y
confidencia, esta felicidad no nos ciega ante la necesidad de perfeccionarnos a nosotros mismos. Por lo
contrario, cuanto más sentimos el interés de Dios en nuestras vidas, más nos vemos impulsados a vivir a
la altura del potencial innato y no traicionar la imagen Divina en nosotros.

En otras palabras, aunque seamos felices, también sentimos tristeza, o como dijo Rabí Zalman de Liadi,
"amargura" [8]. Esta amargura es una insatisfacción profunda y existencial con la vida, debida a nuestras
propias deficiencias. Si estamos encolerizados, no estamos encolerizados con el mundo sino con nosotros
mismos. "Amargura" es el término medio entre la resignación de aceptarnos a nosotros mismos (que nos
absuelve de la necesidad de mejorarnos) y la depresión que proviene de desesperar al proponernos
mejorar. No nos hemos dado por vencidos respecto a nosotros mismos, pero tampoco estamos satisfechos
con nuestra manera de ser. Esta es la "amargura" que nos motiva a rezar.

Para el judaísmo es evidente que cuando nos abruman los problemas, incluyendo la ansiedad respecto a
las dificultades de la vida, debemos buscar a Dios para que nos ayude a resolverlos. La fe en la
omnipotencia y misericordia de Dios implica que El puede proveer y proveerá la solución más segura.
Sea por intermedio de las palabras inspiradoras de un salmo o del libro de plegarias, o verbalizando los
deseos de nuestro corazón, siempre buscamos la intervención benevolente de Dios [9].

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Nunca debemos caer en la trampa de pensar que siendo Dios compasivo por naturaleza, no es necesario
que oremos, o que si Dios nos hace sufrir pese a Su compasión, debe ser por nuestro bien. Aunque es
necesariamente cierto que Dios es compasivo y todo lo que El hace es por nuestro bien, El también desea
que nosotros reconozcamos nuestra impotencia ante El y tengamos conciencia que podemos y debemos
dirigirnos a El por todo. Incluso si nuestro sufrimiento es una expiación por haber actuado mal o una
rectificación de una encarnación previa, la sentencia siempre puede ser cambiada mediante una plegaria
de corazón.

Los sabios enseñan [10] que la razón por la que los patriarcas y las matriarcas no tuvieron hijos por tanto
tiempo era para que sintieran la inspiración de rogar a Dios al respecto. Su necesidad los llevó a verter sus
corazones ante Dios y de esa manera trabar una relación con El.

Una fría noche de invierno, el Baal Shem Tov y su grupo visitaron de incógnito a cierto judío pobre.
El campesino estaba sumamente contento de cumplir con el mandamiento de hospitalidad y dio una cálida
bienvenida a sus huéspedes. Corrió al bosque a cortar leña para servirles una bebida caliente, se apresuró
al pueblo a comprar leche para su te, les dio las sábanas y almohadas de la familia para que durmieran
sobre ellas y les sirvió la mejor comida que podía permitirse. Pero el Baal Shem Tov y sus discípulos se
quedaron cinco días hasta que el campesino tuvo que vender casi todo lo que tenía para satisfacer las
necesidades y demandas de sus huéspedes.

Todo el tiempo el campesino se sentía agradecido por la oportunidad de ser anfitrión de sus visitantes.
Pero eso no cambió el hecho que si antes que sus visitantes llegaron era pobre, cuando estos se fueron
quedó sumido en la indigencia total. Cuando sus hijos lloraban de hambre, él le preguntó a Dios por qué
lo había bendecido con la oportunidad de recibir huéspedes y después lo había dejado sin medios para
mantener a su familia.
En ese mismo momento, un no judío golpeó en la puerta del campesino y le pidió una bebida. Este no
judío eventualmente involucró al campesino en determinados negocios que lo hicieron rico.

Un tiempo después, el campesino rico hizo una visita al Baal Shem Tov. El Baal Shem Tov le dijo: "Vi
que había sido decretado en el cielo que te harías rico, pero que la riqueza no podía llegar porque no la
habías pedido. Te conformabas con tan poco. De modo que tenía que vaciarte de todo para que rogaras y
pidieras la abundancia que era tuya por derecho [11].

Al invocar la compasión de Dios en la plegaria, admitimos que ciertas cosas en la vida son demasiado
grandes para nosotros y que no tenemos las llaves para nuestra salvación. Al hacerlo, finalmente
neutralizamos al ego y cuando el ego está neutralizado sus ansiedades se neutralizan con él.

La plegaria humilde y de corazón a Dios, nuestra conversación privada con nuestro Creador, es la etapa
de endulzamiento de la sumisión ante Dios. Habiendo abandonado nuestras delusiones de autosuficiencia,
podemos conocer la dulzura de la presencia, la compasión y el apoyo de Dios.

Como veremos, el simple acto de articulación de nuestros problemas ayuda al proceso de curación y
solución. Más aún, nuestra confianza en la bondad y compasión de Dios nos asegura que nuestras
plegarias serán rápidamente respondidas.
Esta seguridad se refleja en la liturgia. La parte central de la plegaria silenciosa - Amidá - es una serie de
demandas de satisfacción de las necesidades espirituales y materiales, cada pedido seguido por una
bendición alabando a Dios por haberlos provisto. Siendo que la ley judía prohíbe enunciar bendiciones en
vano, esta estructura litúrgica implica que Dios está dispuesto a concedernos nuestros pedidos siempre
que rezamos sinceramente pidiendo que lo haga. Si nos parece que todas nuestras plegarias no son
concedidas inmediatamente, es porque nuevamente hemos caído en nuestros viejos hábitos egoístas y
hemos bloqueado los canales de la Divina beneficencia antes que la respuesta de Dios tuviera oportunidad
de materializarse [12].

63
1-Kidushin 82a.
2-Avot 4:1.
3-Rabí Zushia de Anipol (¿-1800), fue un dirigente jasídico temprano.
4-Rabí Mendel Futerfass (1906-1995) fue discípulo del sexto y el séptimo Rabí de Lubavitch. Fue
encarcelado en la Unión Soviética a causa de sus esfuerzos por promover la educación judía y más tarde
residió en Inglaterra e Israel, donde sirvió hasta su muerte como anciano consejero y mentor en la Ieshiva
central de Jabad.
5-Como lo enseñó Rabí Najman de Breslav.
6-Salmos 55:23.
7-Pag.
8-Tania, cap.31. La paradoja de la capacidad del judío de experimentar tanto felicidad como "amargura"
simultáneamente se plantea en las primeras líneas del Tania y es resuelta en los capítulos 26-34.
9-Como lo explicaremos más adelante, volcar nuestro corazón en privado y verbalmente ante Dios,
nuestro amante Padre, es el núcleo explícito de la dirección jasídica propuesta por Rabí Najman de
Breslav.
Esta práctica se expresa emotivamente en dos versículos de la Biblia: "Oración del doliente, cuando
angustiado vierte su lamento ante Dios" (Salmos 102:1); "Vierte como agua tu corazón ante Dios"
(Lamentaciones 2:19). Este segundo versículo alude a la etapa de "endulzamiento dentro de sumisión",
porque las aguas amargas del amargo estado psicológico en el que uno está sumido se endulzan al
verterlas, con fe, ante Dios. La única aparición de la raiz "endulzar" en los Cinco Libros de Moisés es
cuando Moisés endulzó las aguas amargas (Exodo 15:25).
10-Ievamot 64.
11-La historia completa se encuentra en Me´orot HaGdolim, citada en Kol Sipurei Baal Shem Tov 18:5.
12-Igueret HaTeshuvá, cap.11 (100a).

Rab Itzjak Ginzburgh

La esencia de la confianza

Extraído de El portico de la confianza. Editorial Feldheim

La esencia de la confianza es que el alma de la persona que deposita su confianza en alguien encuentre
tranquilidad, y que su corazón esté seguro de que aquel en quien confió hará lo que es bueno y correcto
para él respecto del tema sobre el cual la persona confió en él, de acuerdo a su capacidad y entendimiento
de lo que es bueno para el que confió en él [1]. Pero lo más importante para que haya confianza -y sin lo
cual no puede haber confianza- es que la persona esté segura en su corazón de que aquel en quien ella
confía cumplirá su palabra, hará lo que se comprometió a hacer y tendrá en mente beneficiarla incluso en
lo que no dijo o no se comprometió a hacer, haciéndolo por pura generosidad y benevolencia.

Existen siete causas que hacen posible que una persona deposite su confianza en otra:

La primera es la compasión, la empatía y el amor; pues cuando la persona sabe que su prójimo siente
compasión y empatía por ella, entonces la persona confía en él y su alma está tranquila respecto de todo
aquello que pueda llegar a pedirle a su prójimo.

La segunda es que la persona sepa que, además de amarlo, su prójimo no se desentiende de ella ni es
perezoso respecto de cumplir con su voluntad, sino que intenta y busca cumplirla. Pues si la persona no
está segura respecto de su prójimo en todo esto no tendrá una completa confianza en él, puesto que sabe
que él se desentiende y es holgazán respecto de sus asuntos. Pero cuando la persona sabe que aquél en
quien confía combina estas dos cualidades -que siente gran compasión por ella y pone mucha atención en
velar por sus intereses-, ella, sin ninguna duda, va a depositar su confianza en él.

64
La tercera es que su prójimo sea fuerte, que no se dé por vencido en lo que desea y que ningún obstáculo
le impida cumplir con el pedido de la persona que confió en él. Pues si su prójimo llegara a ser débil, la
confianza depositada en él no será completa incluso si la persona ha comprobado que él lo ama y se
preocupa por sus cosas, ya que muchas veces no podrá llevar a cabo su propósito. Y cuando se encuentren
en él estas tres cualidades, la confianza en él será más grande.

La cuarta es que su prójimo sepa qué cosas son de beneficio para la persona que confió en él, y que
nunca descuide lo que interiormente y exteriormente es bueno para ella [2] y las cosas que pueden
ayudarla. Pues si él desconoce todo esto, el alma del que confía en él no podrá estar tranquila. Pero
cuando se convenza de que su prójimo tiene en mente todas las cosas que le traen beneficio, que tiene la
capacidad de realizarlas, que se dedica a ellas como corresponde y que siente aprecio por él, entonces, sin
ninguna duda, la confianza en su prójimo se verá fortalecida.

La quinta es que la persona tenga una relación cercana con aquel en quien ella confía, compartiendo su
vida con él desde el nacimiento, pasando por la infancia, la niñez, la juventud, la adultez y la ancianidad,
hasta el final de sus días. Y cuando la persona que confía en su prójimo tenga en claro esto, de seguro que
eso hará que su alma esté tranquila respecto de su prójimo y se apoyará en él a causa de sus abundantes
favores anteriores y su continuo beneficio hacia ella, lo cual conducirá necesariamente a un
fortalecimiento de su confianza en él.

La sexta es que los asuntos de la persona estén completamente en manos de aquel en quien ella confía y
que no haya nadie que pueda perjudicarla, beneficiarla, hacerle el bien o resguardarla de los daños
excepto él, así como es el caso de un sirviente que está en cautiverio bajo el control de su amo. Y cuando
la persona que confía en alguien se encuentre en manos de éste en una situación similar, es más apropiado
confiar en él.

La séptima es que aquel en quien la persona confía sea absolutamente generoso y bondadoso con quien
lo merece y con quien no lo merece, y que su generosidad sea continua y su bondad constante, sin que se
trunque o se corte.
Y aquel que posea todas estas cualidades, junto con todo lo que mencionamos anteriormente [3], tiene
todas las condiciones para que confíen en él; y toda persona que sepa esto debe confiar en él y sentirse
tranquilo a causa de él exteriormente e interiormente en su corazón y en sus miembros[4] , entregarse a él,
aceptar sus decretos y juzgarlo para bien respecto de todas sus acciones y obras.

Y cuando analicemos estas siete cualidades, no encontraremos ninguna de ellas en las personas, pero las
encontraremos todas en el Creador, exaltado sea. Pues Él es compasivo con Sus creados, como está
escrito: "Dios es compasivo y clemente" (Tehilim 103:8); y dice: "¿Y Yo no he de tener compasión por
Ninevé, la gran ciudad?" (Yoná 4:11). Él no se desentiende de nada, como está escrito: "He aquí, el
Guardián de Israel no está somnoliento y no duerme" (Tehilim 121:4). Él todo lo sabe y es invencible [5],
como está escrito: "Sabio de corazón y fuerte en poder: ¿quien se ha obstinado contra Él y ha
perseverado?" (Yov 9:4); y dice: "A ti, Dios, pertenece la grandeza, el poder, la gloria, la victoria y la
majestuosidad" (Divré Hayamim I 29:11); y dice: "Hashem, tu Dios, está contigo; un Guerrero que trae la
salvación" (Tzefaniá 3:17). Él es el único que se relaciona con el hombre desde el comienzo de su
existencia y desarrollo, como está escrito: "Él es tu Padre y te ha creado; Él te ha hecho y te ha
establecido" (Devarim 32:6); y dice "En Ti me he apoyado desde la matriz; del vientre de mi madre me
has tomado" (Tehilim 71:6); y dice: "¿Acaso no me has vertido como la leche y cuajado como el
queso?..." (Yov 10:10 y ss.) [6].

El beneficio o el daño no están en manos de hombre alguno, sino sólo del Creador, como está escrito:
"¿Quién ha hablado y ha ocurrido lo que Dios no ha ordenado? (Pero) de la boca del Altísimo no
provendrá el mal o el bien" (Eijá 3:37-38)[7] ; y dice: "Él césped se seca, las flores se marchitan; pero la
palabra de nuestro Dios se mantiene por siempre" (Yeshaiahu 40:8); y dice: "Las personas no son más
que césped" (Yeshaiahu 40:7); y este asunto ha sido explicado en el tercer pórtico de este libro en forma
suficiente. Su generosidad es universal y Su bondad todo lo abarca, como está escrito: "Dios es bueno con
todos y Su compasión está sobre todas Sus criaturas" (Tehilim 145:9); y dice: "Él da comida a toda carne,

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pues Su benevolencia es eterna" (Tehilim 136:25); y dice: "Tú abres Tu mano y satisfaces a todo ser
viviente con complacencia" (Tehilim 145:16). Y la razón obliga a que estas siete condiciones se
encuentren en el Creador y no en las criaturas; es por eso que sólo cité los versículos de la Escrituras
como un mero recordatorio.

Y cuando la persona tenga claro todo esto y se fortalezca su entendimiento en la veracidad de la


benevolencia del Creador, ella confiará en Él, se entregará a Él, le dejará la conducción de su vida a Él, no
se quejará por lo que Él decida ni se enojará por lo que Él escoja para ella; como dijo David, que la paz
sea sobre él: "Yo levantaré la copa de la salvación, y el Nombre de Dios proclamaré" (Tehilim 116:13); y
dice: "...yo encontré tribulaciones y angustia. Y el Nombre de Dios proclamé" (Tehilim 116:3-4).

1-Esto rige respecto de la confianza en Dios y en las personas. Escribió el Jazón Yish: "Hay un error
frecuente, arraigado en el corazón de muchos, respecto del concepto de la confianza en Dios... pues creen
que si la persona se encuentra ante una situación que tiene consecuencias respecto del futuro -cuyas
posibilidades de materializarse son dos: una buena y la otra no- entonces, tener confianza en Dios
significa que la persona debe confiar en que seguramente Dios hará que ocurra lo que es bueno para ella;
y si la persona llegara a estar en duda y pensara que tal vez ocurrirá lo opuesto, eso se debe a su falta de
confianza en Dios. Pero tener confianza en Dios no significa esto, ya que si el futuro no ha sido revelado
aún mediante la profecía, el futuro no está decidido, pues ¿quién conoce los juicios de Dios y las formas
de retribución?" (Emuná Ubitajón cap. 2, 1). Esto significa que tener confianza en Dios no es equivalente
a tener fe en que seguramente conseguiremos lo que anhelamos y nuestros deseos serán cumplidos, sino
creer en que todo lo que Dios hace es para bien, porque Dios desea nuestro bien (basado en Berajot 60b).
De todas formas, a pesar de que la persona tiene la obligación de creer en esto, también es parte de la
confianza en Dios que la persona espere que Él haga lo que ella piensa que es bueno y que tenga
esperanza de que Dios hará su voluntad, así como continúa explicando el autor (Yir Shel Zahav).
2-Esta frase tal vez se puede traducir también como: "y que nunca descuide lo que aparentemente y
realmente es bueno para ella" (basado en Pat Lejem).
3-En la introducción y el capítulo 1 de este pórtico.
4-Véase lo que hemos explicado en el prefacio de este libro en relación a los conceptos de "los deberes
del corazón" y "los deberes de los miembros".
5-El lector debe observar aquí que el autor habla de la tercera y cuarta condición a la vez.
6-El versículo compara la gestación del feto en el vientre de la madre con la elaboración del queso.
7-Estos versículos enseñan que nada puede ocurrir sin que Dios desee que ocurra, y que lo que Él decreta
para la persona es únicamente la consecuencia de su elección personal por las malas o buenas acciones
(basado en Yir Shel Zahav).

Rav Bajié Ibn Paquda

Emuná [fe] la conexión con la verdad

Selección extraída del libro "Bajo la Mesa..y Cómo Subir de Allí" por Avraham Greenbaum, © Breslov
Research Institute.

La luz de la Torá se halla cubierta en este mundo por muchos velos. Su sabiduría se encuentra en forma
de opacas historias y proverbios, repletos de misteriosos símbolos. A veces, sus enseñanzas están más
ocultas, y parecen tener poca relación con el mundo cotidiano, tal como lo conocemos.

Mientras que algunas de las mitzvot parecen comprensibles en términos del sentido común: ama a tu
prójimo, persigue la justicia, y así por el estilo, otras en cambio, son absolutamente inentendibles. Por
ejemplo, no parece haber ninguna diferencia, en cuanto a la salud física se refiere, que los alimentos
consumidos por las personas sean kosher o no. ¿Por qué está permitido arrastrar pesados muebles dentro
de la casa en Shabat, mientras que está prohibido accionar el interruptor de la luz? Y no es el menor de los
velos que cubren la luz de la Torá las dudas y preguntas que la gente tiene sobre ella. ¿Es válida? ¿Es
relevante? ¿Es verdadera? ¿Puede comprobarse?

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Bajo la mesa, el Príncipe sólo ve al mundo que lo rodea como un mundo Pavo. Desde su desventajoso
punto de vista nada puede ver de la corte real, excepto un aspecto parcial y distorsionado, que en sí no
tiene ningún sentido. Ahora bien supongamos que alguien de la corte descendiera hacia donde él está e
intentara explicarle el significado real de todos esos zapatos y piernas que lo rodean, y lo inferior que son
sus alimentos, las migajas y huesos, comparados con las delicias servidas en la mesa. ¿Le creería el
Príncipe? ¿Y qué podría decirle el cortesano salvo: "Póngase las ropas y suba, y lo verá por usted
mismo?"

La Torá es la clave del orden entero de la creación. Pero este orden es tan abrumadoramente grande que,
desde nuestro desventajoso punto de vista en este oscurecido mundo, difícilmente podemos captar
siquiera un atisbo de él. Dado que este mundo fué hecho de manera equívoca, no podemos inferir a partir
de cómo aparecen las cosas aquí, una evidencia irrefutable de un orden superior. Por el contrario, muchas
veces se muestra como altamente plausible la explicación dada por aquellos sistemas de creencias que
proclaman la inexistencia de un orden superior, y que definen al hombre como sólo un animal más
complejo. Mientras estemos en este mundo, no podremos tener una comprensión del orden de la creación
mediante un claro conocimiento de la verdad. Nuestra conexión con la verdad sólo puede ser establecida a
través de Emuná, fe.

Emuná implica más que una mera creencia intelectual en la existencia de Dios. Es primero, y por sobre
todas las cosas, una aceptación de nuestras propias limitaciones, dentro de un universo que nos confronta
con misterios que no podemos desentrañar. Emuná se funda en ese sentimiento intuitivo más profundo
que nos dice que hay algo grande y maravilloso respecto de la vida. Emuná es la aceptación de la
sabiduría superior de la Torá, sin pedir pruebas. Es una afirmación de Dios y de la voluntad de alcanzarlo
en todos los niveles de nuestro ser: en nuestros pensamientos, sentimientos, palabras y acciones.

Aquellos que se sientan a la mesa ven al rey en todo su esplendor, conversan con él y participan en la vida
de la corte y del reino. Sentarse a la mesa real simboliza una conexión intima con Dios. Pero la conexión
definitiva con Dios se dará en el tiempo de la recompensa, en el Mundo que Vendrá. Emuná hace que el
camino de la Torá sea un camino de constante profundización en la conexión y asociación con Dios,
inclusive en Este Mundo. Con Emuná hasta Este Mundo se transforma en la mesa real.

Avraham Greenbaum

Beneficios de confiar en D-s

Extraído de El portal de la confianza. Editorial Feldheim

Otro de los beneficios de la confianza en Dios en el campo espiritual es que quien confía en Dios, si
tiene los medios económicos, se apresurará para cumplir con sus obligaciones monetarias con Dios y con
el hombre, con un alma bien predispuesta y un espíritu generoso; y si no tiene los medios, se referirá a su
falta de dinero como un favor que Dios le ha hecho, pues estará exento de las obligaciones que el dinero
le impone para con Dios y el hombre , y será salvado de la carga que representa cuidarlo y administrarlo,
así como se cuenta de uno de los piadosos, que siempre decía: "Que Dios me salve de la confusión del
alma". Le preguntaron: "¿Qué es confusión del alma?". Él respondió: "Poseer bienes en cada puerto y en
cada ciudad". Y esto es lo que dijeron nuestros Maestros, de bendita memoria: "Cuanto más posesiones,
más preocupaciones" (Avot 2:7); y dijeron: "¿Quién es rico? Aquel que es feliz con lo que tiene" (Avot
4:1). Y quien confía en Dios obtendrá beneficio del dinero, es decir, de su sustento, pero será salvado de
la confusión mental que padecen quienes tienen dinero y de la constante preocupación por él; como dijo
el Sabio (Rey Shelomó): "Dulce es el sueño del trabajador, ya sea que coma poco o mucho; pero al rico
no lo deja dormir su prosperidad" (Kohelet 5:11).

Otro de los beneficios que obtiene alguien que confía en Dios es que la riqueza no se convierte en un
obstáculo para su confianza en Dios, pues él no se apoya en su riqueza sino que la ve como un depósito
que le ha sido encomendado para ser usado de cierta manera y con ciertos propósitos, por un tiempo

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limitado. Y si ésta permaneciera en su posesión por mucho tiempo, él no se alejará de Dios por ello, no
les recordará su bondad a quienes tuvo el deber de darles de ella ni buscará el reconocimiento y la
alabanza por poseerla, sino que le agradecerá al Creador, bendito sea, por haber hecho que él sea quien
realizó todas esas obras nobles. Y si llegara a perder su dinero, no se preocupará ni se lamentará por la
carencia del mismo sino que le agradecerá a Dios por haber tomado de él ese depósito así como le
agradeció cuando se lo dio , será feliz con lo que tiene, no deseará el perjuicio de nadie ni codiciará la
propiedad de los demás; como dijo el Sabio (Rey Shelomó): "El justo sólo come hasta que se satisface"
(Mishlé 13:25).

Por otra parte, entre los beneficios de la confianza en Dios en el campo de lo material se encuentra la
tranquilidad del corazón por la despreocupación en cuanto a los asuntos materiales, y la calma al no tener
perturbación ni sufrimiento del alma por la carencia de la gratificación física, lo cual hará que la persona
viva con paz, tranquilidad y serenidad en este mundo; como está escrito: "Bendito es el hombre que
confía en Dios; Dios será su refugio" (Yirmiahu 17:7); y dice: "Y él será como un árbol plantado a orillas
del agua, que echa sus raíces sobre el curso" (Yirmiahu 17:8).

Otro beneficio es la tranquilidad del alma al no tener la necesidad de emprender largos viajes que
consumen al cuerpo y acortan los días de vida, como dice: "Debilitó mi fuerza con el camino; acortó mis
días" (Tehilim 102:24). Y se cuenta de un asceta que, antes de comenzar con el ascetismo, viajó a una
tierra lejana en busca de sustento y se encontró con uno de los idólatras de la ciudad. El asceta le dijo:
"¡Cuán ciegos y carentes de entendimiento son ustedes los idólatras!". El idólatra le dijo: "¿Y qué es lo
que tú adoras?". El asceta le respondió: "Yo adoro al Creador, al Todopoderoso, a Quien da sustento, al
Único, al Proveedor, al que no hay otro como Él". El idólatra le dijo: "Tus acciones contradicen tus
palabras". El asceta le dijo: "¿Cómo?". Le dijo: "Si lo que tú dices es verdad, Él te hubiese proveído de
sustento en tu propia ciudad así como lo hace aquí, y no hubieras tenido que tomarte el trabajo de viajar
hasta aquí, a una tierra lejana". Sin poder responder, el asceta regresó a su tierra. Y fue entonces que
decidió aceptar el ascetismo, y nunca más dejó su ciudad .

Otro beneficio es la tranquilidad del alma y del cuerpo al no tener que dedicarse a los trabajos duros ni a
las ocupaciones que agotan el cuerpo, y el hecho de poder eludir el servicio a los Reyes, la obediencia de
sus leyes y la opresión de sus súbditos . Pues quien confía en Dios escogerá para obtener un sustento el
medio que le brinde más descanso a su cuerpo, más dignidad y más tiempo libre para la reflexión, y que
lo ayude más a poder dedicarse a sus obligaciones espirituales, a la vez que creerá en que los medios no
son los que incrementan el sustento de la persona ni lo disminuyen en lo más mínimo, a menos que sea
por decreto de Dios; como está escrito: "Pues ni por el este ni por el oeste, ni por el desierto montañoso
(la persona podrá levantar cabeza haciéndose de riqueza). Sino que es Dios Quien juzga, bajando a unos y
elevando a otros" (Tehilim 75:7-8); y dice: "En praderas de pasto, hará que me recueste; sobre aguas
calmas, me conducirá" (Tehilim 23:2).

Otro beneficio es la minimización del sufrimiento del alma a causa del comercio -si se queda con
mercadería, si no puede cobrar las deudas o si padece de alguna enfermedad corporal-, pues sabe que el
Creador, bendito sea, vela por sus asuntos más que él mismo y busca su bien más de lo que él mismo lo
busca; como está escrito: "Pero mi alma está en calma, pues mi esperanza está puesta en Él" (Tehilim
62:6).

Otro beneficio es que la persona será feliz en cualquier situación que se encuentre incluso si es contraria
a su naturaleza, porque confía en Dios y sabe que Él sólo hará lo que es bueno para ella en todo, así como
se comporta una madre que ama a su hijo, que lo baña, le cambia los pañales, lo viste y lo desviste en
contra de la voluntad del niño; como dijo David, que la paz sea sobre él: "(Yo juro) que me he comparado
con un lactante (que se encuentra) sobre su madre; mi alma se siente como un lactante (en relación a
Dios)" (Tehilim 131:2).

Rav Bajié Ibn Paquda

Fe, la clave de Maljut

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Extraído de Tesoros Ocultos. Cómo Concretar Nuestro Potencial. Basado en la Kabalá y en las
enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov

La fe es un componente clave de Maljut. Sin fe, incluyendo la fe en nosotros mismos (ver Parte III,
capítulo 6), nunca podría materializarse nuestra capacidad de hacer y de lograr. La fe es la clave para
ganar el control de nuestras vidas; con ella podemos tomar decisiones y llevarlas a cabo con un
sentimiento de responsabilidad. La fe también construye nuestro Maljut, ayudándonos a ganar el control
sobre nuestros objetivos y llevarlos a su plenitud.

La fe es la idea más citada del Rebe Najmán. Mediante estas enseñanzas podemos comenzar a integrar la
fe en nuestras vidas y desarrollar hasta su plenitud nuestro "Maljut potencial". Aludiendo a la estructura
de las Sefirot a través de las cuales hemos ido pasando, paso a paso desde Keter hasta Maljut, el Rebe
Najmán observa: "Mediante la fe puedes elevarte a todos los niveles y alcanzar el Deseo y la Voluntad,
que se encuentran por sobre todo lo demás" (Tzadik #564).

El Talmud enseña que el profeta Habakuk incluyó todos los mandamientos de la Torá en un solo principio
(Habakuk 2:4): "El hombre recto vivirá por su fe". La fe es el fundamento y la raíz de toda la Torá y la
devoción. La fe debe ser clara y pura. La fe es el canal para todo beneficio y bendición (Sabiduría y
Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #261).

Cuando la fe es pura, las bendiciones recibidas a través de ella son puras. Experimentamos bendiciones,
encontramos satisfacción y plenitud, y nos sentimos cómodos con nosotros mismos y con nuestros logros.
Dijo el Rebe cierta vez, "La fe pura, sin ningún tipo de sofisticación o prueba, es una luz que brilla
durante la noche" (Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #106). El día sugiere
conocimiento (por ejemplo, "claro como el día"). La noche sugiere una falta de conocimiento, oscuridad,
confusión y preguntas que desafían a la persona que no tiene una visión clara. Sin una fe pura, podemos
confundirnos al punto de mezclar los medios con el objetivo. Manteniéndonos fuertes en la fe, merecemos
una fuerte y clara luz, incluso en momentos de confusión.

La fe sólo se aplica a algo que no podemos comprender lógicamente. Sin embargo, con una fe perfecta
ello se nos revela como si lo estuviésemos viendo con nuestros propios ojos (Likutey Moharán I, 62:5).

Es decir, en lugar de "ver para creer", el Rebe Najmán enseña que "¡creer es ver!". La fe se transforma en
los "ojos" de la persona, llevándola a concretar sus objetivos. Mientras se mantenga centrada en su
objetivo, y aunque no lo logre de inmediato, continúa "fiel" a su meta. Ella "ve" con claridad su objetivo,
aunque éste no se encuentra todavía a su alcance.

Debe mencionarse que la fe no puede representar un sentimiento pleno de logro. Ello requiere
conocimiento, mientras que la fe es un medio que nos dirige hacia el conocimiento. Sin embargo, cuando
tenemos fe comprendemos que nuestros logros tienen un gran valor y podemos apreciar el grado de éxito
que hemos alcanzado. Sabemos que estamos "en el camino" hacia logros más grandes, un reflejo de
nuestra fe en nosotros mismos.

Si tienes fe, tu vida es una verdadera vida. Cuando tienes fe, cada día está pleno de vida. Cuando las cosas
van bien, de hecho es bueno. Pero cuando tienes problemas, también eso es bueno. Pues tú sabes que Dios
tendrá piedad y al final todo será para bien. Todo debe ser bueno, ya que todo proviene de Dios. Un
hombre sin fe no vive realmente. Cuando el mal le sobreviene, pierde toda esperanza. No hay nada que lo
alegre o lo reconforte, pues no tiene fe. Se encuentra fuera de la providencia de Dios y no posee bien
alguno. Pero si tienes fe, tu vida será buena y agradable (Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de
Breslov #53).

Una de las mejores maneras para desarrollar la fe es simplemente hablar sobre ella y declararla
continuamente. Dice el rey David (Salmos 89:2), "Haré conocer Tu fe con mi boca". El Rebe Najmán
explica que el primer paso es afirmar nuestra fe de forma verbal, articulándola de varias maneras. Siempre

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podemos tomarnos un momento y decir, "¡Yo creo en Dios!". "¡Yo creo que Tú creaste todo el
universo!". "¡Yo creo que Tú gobiernas el mundo y todo lo que hay en él mediante Tu Providencia
Divina!" (Likutey Moharán II, 44). Hay muchas maneras de expresar la fe; cuanto más lo hacemos, más
la cultivamos. Esta idea también se aplica a la construcción de la fe en uno mismo. La persona que
siempre se dice, "Yo creo que puedo lograrlo", ciertamente alcanzará sus objetivos.

En la misma lección sobre la fe, el Rebe Najmán nos advierte que no debemos usar palabras de ateísmo o
de burla al hablar sobre Dios (Ibid.). La articulación de palabras ateas puede alejar a la persona por
completo de la fe. Como el alcohólico que siempre huele a alcohol en su aliento, o el fumador
empedernido que exhala el olor del tabaco, la persona que dice cosas ateas apestará a ateísmo. Lo opuesto
también es verdad: la persona que habla sobre la fe, exhala fe.

La fe es en verdad parte de nuestra estructura básica. El Rabí Natán escribe que virtualmente todo en este
mundo está conectado de alguna manera con la fe. Por ejemplo, si no hubiera fe, nadie podría hacer
negocios. El tendero siempre sospecharía del cliente pensando que lo está robando, y el cliente nunca
estaría seguro de pagar un precio justo. Si alguien quiere hacer negocios en otro país, debe encontrar un
agente en el cual confiar para que compre o venda representándolo a él. Sin la fe, la economía global se
desmoronaría.

Todas las relaciones se basan en la fe. Padres e hijos, marido y mujer, amigos, vecinos y comunidades
enteras deben tener alguna base de confianza antes de comprometerse el uno con el otro. Una vez que
comprendemos cuán integral es la fe en nuestras vidas, podemos comenzar a desarrollarla y a cultivarla
(ver Likutey Halajot, Guiluaj 4:2-3).

La honestidad es otro requisito para la fe. Hablando de manera Kabalista, Tiferet (la verdad y la
honestidad) es la columna central que combina las energías opuestas de los lados derecho e izquierdo (ver
Parte III, capítulo 4). Lo mismo es verdad con respecto a Iesod. Todas estas energías combinadas se
filtran hacia Maljut. El Rebe Najmán explica que de esta manera, la transferencia de la verdad, de la
honestidad y de la integridad se traduce en la necesidad de ser honestos en nuestra fe sin adornar nuestras
percepciones, y asegurarnos que nuestras creencias se encuentran en áreas que son verdaderas y honestas
(Likutey Moharán I, 7:2-3). No ayuda en absoluto a nuestra fe el aplicarla en falsas esperanzas o en metas
que no son verdaderas. Por otro lado, ser honestos sobre nuestras capacidades y objetivos puede elevar
nuestra fe hacia grandes niveles.

El Rebe Najmán le daba mucha importancia a la fe en los Tzadikim. Podemos fácilmente comprender
esto, porque Maljut (la fe) es la "pareja" de Iesod (el Tzadik). Dice el Rebe Najmán: "Hemos recibido la
Torá a través de Moshé, nuestro maestro, y ella nos ha sido transmitida, generación tras generación, por
intermedio de numerosos Tzadikim, plenos de temor y respeto (ver Avot 1:1). No cabe duda alguna sobre
su integridad y en ellos se puede confiar sin dudar. Todo lo que uno debe hacer es seguir sus huellas, creer
en Dios con simplicidad e inocencia y guardar los mandamientos de la Torá tal como nos ha sido
enseñada por nuestros santos antepasados" (Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #32).

Toda fe debe estar unida con la fe en Dios, no sea que comencemos a pensar en nosotros mismos como
seres todopoderosos en control de nuestros propios destinos.

Podemos creer en Dios como la Causa Primordial de todo. Pero en la práctica, ponemos nuestra confianza
en los medios. Por ejemplo, creemos que nuestro sustento depende totalmente de nuestras actividades
comerciales y de la energía que ponemos en ellas como si, sin ello, Dios no tuviera ningún otro medio de
proveernos el sustento. En efecto, creemos que nuestras actividades comerciales son la fuente de nuestro
sustento y no sólo un factor intermediario.

O podemos creer que es la medicina la que produce la cura; como si, sin ello, Dios no tuviese otros
medios de enviar curación. Una vez que creemos esto, comenzamos inevitablemente a preocuparnos por
los medios - buscando el medicamento correcto, ocupando todo nuestro tiempo en el trabajo y demás -

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olvidando de volvernos hacia Dios, la Fuente de todas las cosas y la Causa Primordial. Es verdad que
debemos ocuparnos de los medios. Pero no debemos cometer el error de confundir los medios con la
Causa Primordial y poner nuestra fe en el intermediario. Sólo debemos tener fe en Dios (Likutey Moharán
I, 62:6).

Es interesante notar que la fe refleja autoridad, dado que tenemos la "autoridad" de decidir cómo dirigir
nuestros sentimientos y emociones hacia Dios y dejar que se manifiesten a través de la fe. Pero, ¿qué
debemos hacer cuando nos sentimos perdidos o confusos, o cuando nuestra autoridad no parecer actuar?
Responde el Rebe: "Puedes tener muchas preguntas y dudas. Pero cuando tu corazón gime, ello muestra
que aún tienes la ardiente chispa de la fe... Este gemir puede elevar y fortalecer tu fe hasta que todas las
dificultades se desvanezcan" (Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #146).

Si las cosas se ponen realmente difíciles, recuerda esta enseñanza: "Si tienes dudas sobre tu fe en Dios,
debes decir en voz alta, ´Creo con una fe perfecta que Dios es Uno, primero, último y eterno´" (Sabiduría
y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #142). Cuanto más expreses tu fe, más la estarás construyendo,
como en (Salmos 89:2), "Haré conocer Tu fe con mi boca". Utilizando la boca (Maljut) para proclamar el
Maljut de Dios fortalecemos ese ámbito y despertamos la autoridad latente necesaria para superar todas
las preguntas y desafíos a la fe.

Por Jaim Kramer con Itzjak Bell

Consejos para lograr la Fe

(Extraído del libro "En el Jardín de la Fe" por R.S. Arush, Director de las Instituciones "Jut Shel Jésed"
– "Hilo de Bondad")

Clamor

Cuando la fe es deficiente, podemos lograrla clamando al Creador, como ha hecho el Rey David, como
está escrito (Salmos 27:7): "Oh Eterno, oye mi voz cuando clamo".

Gracias al clamor al Creador, podemos elevar y aumentar nuestra fe hasta la desaparición de todos
nuestros pensamientos de herejía. Y aunque no lo logremos inmediatamente, el clamor en sí mismo es
beneficioso. Tal clamor no debe ser necesariamente audible, incluso un clamor silencioso expresado
dentro del corazón es bueno.

El hecho que el hombre clama al Creador, aun desde su corazón, demuestra que todavía tiene una chispa
de la sagrada fe, porque sin esta, no clamaría en absoluto. Esto demuestra, que el clamor mismo es una
expresión de fe, por el cual la pequeña chispa se transforma en una luminosa llama de fe.

Pronunciando palabras de fe

La fe depende de la boca del hombre. Cuando alguien quiere reforzarla o recuperarse de una caída, el
consejo es que pronuncie palabras de fe según su comprensión, como está escrito en los Salmos (89:2):
"Proclamaré Tu fe con mi boca", es decir que es necesario expresar la fe con los labios. Cuando el
hombre comprueba un relajamiento en su fe, sintiéndose en la oscuridad y teniendo dificultades para
sentir la presencia del Creador, debe expresar palabras de fe y decir claramente:"Yo creo con fe completa
que el Creador es Único e incomparable; que Él me ve, me protege, me supervisa en cada minuto del día
durante toda mi vida; Él me ama siempre, en toda circunstancia, y Él escucha mis plegarias
constantemente".

Cada uno debe continuar pronunciando palabras de fe con el fin de reforzarse, según el tema que quiere
consolidar, por ejemplo: "Yo creo que el Creador, es el Único que alimenta y sostiene a todas las
criaturas. Estoy seguro que me enviará mi sustento"; o "Yo creo que el Creador es el Médico de toda

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carne, y el Único que me puede curar"; o "Yo creo que el Creador es el Único que me pueda dar el
consejo correcto para tal o cual problema", etc. Cuando pronunciamos palabras de fe, se despierta la
chispa de la auténtica fe que está presente en cada ser humano, y entonces merecemos adquirirla.
(Expansión del Alma, 45).

Pronunciando palabras de fe, estimulamos la chispa que tenemos dentro, la cual enciende una radiante
llama de fe que no sólo calienta el alma e ilumina nuestra oscuridad interna, sino que invoca también la
Divina Compasión.

Por el contrario, hay que tener mucho cuidado de no proferir ninguna palabra de herejía o de incredulidad,
ni en sorna, es decir que aunque la persona es creyente dentro de su corazón, y sólo dice una expresión de
herejía para burlarse del hereje, es también dañino a su fe. Las palabras de herejía o agnosticismo sean
cuales fueran, extinguen la chispa de la fe y dejan el alma del hombre fría y oscura.

El "Auto-juicio"

Ya hemos mencionado anteriormente el "Auto-juicio", pero es importante saber que su realización es


también muy aconsejable para alcanzar la fe, es decir la costumbre de juzgarse cada día por cada
pensamiento, palabra oacción y preguntarse si es apropiado conducirse así o no. Juzgándonos sobre
todo,con la creencia que el Creador nos ve y vigila nuestras acciones, implanta la fe dentro nuestros
corazones.

El hombre temeroso de Di-s, ciertamente no dejará que el Creador lo juzgue por cada uno de sus
pensamientos, palabras y acciones. Por consiguiente, éladelantará su "Auto-juicio", se confesará,
arrepentirá, pedirá perdón por todo, y corregirá sus acciones, sin esperar un Juicio Divino.

Pero, el que no se juzga, demuestra de esta manera que se siente como "su propio dueño", y que no tiene
que rendir cuentas a nadie. Esto demuestra una gran falta de fe, porque según la fe, hay un Orden, un
Juicio y un Juez.

El simple "Temor al castigo" es el fundamento de la fe. Sin esto, no puede existir la auténtica fe. Y lo más
importante, sin esto no podremos alcanzar el "Temor a la grandeza del Creador", que representa el nivel
más alto del "Temor a Di-s", al que hay que aspirar y que es lo esencial de la fe. Sin embargo, cuando el
hombre se esfuerza por conducirse según el básico "Temor a Di-s", que es el "Temor al castigo" y que se
manifiesta juzgándose una vez al día sobre todo lo pasado enel día anterior, la fe echa raíces en él y así
puede también llegar a una fe tangible, y finalmente, al "Temor a la grandeza del Creador".

Conviene aquí recordar y advertir de nuevo al estimado lector, que está prohibido caer en la tristeza a
causa del "Auto-juicio". Tan pronto alguien percibe que su "Auto-juicio" lo lleva a la tristeza, debe
detener todo, y rezar por la fe y la alegría, con el fin de creer que todo está bajo la Supervisión Divina
para bien; hasta sus faltas espirituales están debajo de ella, según su misión en este mundo. La razón por
la cual no consigue corregirlas por ahora, es debido a que el Creador quiere que aumente sus plegarias.
Sólo cuando esté alegre, podrá seguir juzgándose.

R.S. Arush

¿Que quiere el Creador de mi?

Extraido de En el jardin de la Fe. Gentileza www.breslev.co.il

[…]Por supuesto, que cada cosa que hace el Creador tiene una finalidad, y el hombre que cree en la
Supervisión Individual debe buscar que es lo que el Creador quiere de él. Esto es algo obligatorio según la
lógica, pues el Creador le trae tal y tales acontecimientos para enseñarle un cierto razonamiento; o para
estimularlo a corregir una cosa determinada; o arrepentirse de un pecado o una falta; o fortalecerse para
cumplir un Precepto que le falta o que está debilitado; o que está dormido espiritualmente y debe ser

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despertado. O por el contrario, el se conduce con una grandeza que no es adecuada a su verdadero nivel
espiritual y debe ser limitado, y muchas más posibilidades. Y cada uno debe esforzarse según su nivel
espiritual para entender cual es el mensaje del Creador, y corregir lo que hace falta.

El mensaje general que conecta entre todas las cosas que pasan en la vida del hombre es la fe, porque la
esencia de la voluntad del Creador en este mundo, es aproximar al hombre a la fe. Por lo tanto, en todo lo
que le pasa al hombre, el Creador lo dirige a estudiar la fe. Y el hombre debe buscar en todo lo que le
sucede la inteligencia divina que lo acerque a la fe. Como está escrito (Likutey Moharán I, 1): "Porque el
hombre debe siempre contemplar la inteligencia divina de cada cosa, y conectarse a la sabiduría y a la
inteligencia divina que existe en cada cosa, con el objeto que esa inteligencia le ilumine para acercarse al
Creador por medio de esa misma cosa…Pero el que no se conecta a la inteligencia divina… corresponde a
Esau que despreció la primogenitura, como está escrito: "Y Esau despreció los derechos del primogénito",
es decir la inteligencia divina, esto es la razón de porque "No toma placer el necio en la inteligencia, sino
en el descubrimiento de su corazón"."

Este tema de la búsqueda del mensaje del Creador es muy profundo y muy amplio. Y en verdad, todo este
libro se ocupa de esta búsqueda. Pero el primer fundamento que debe el hombre poner en su corazón para
lograr este nivel, que es la perfección de la fe, es el fundamento que "no hay sufrimientos sin pecados"
(Tratado Shabat, 55).

¿Por qué tengo sufrimientos?

El hombre que tiene sufrimientos debe antes que nada examinarse a si mismo, si está satisfecho consigo
mismo y si está satisfecho conlo suyo. Porque cada hombre está obligado a ver el bien que tiene, su
belleza, sus puntos buenos, los Preceptos que cumple, sus buenas cualidades, sumisericordia, su buena
voluntad - que está lleno de buenos deseos, y queen verdad no quiere hacer nada mal, sino que quiere ser
según la voluntad del Creador. El debe simplemente amarse, estar contento consigo mismo, mirarse
positivamente, y juzgarse totalmente en forma positiva.

Porque el hombre que no ve la belleza de si mismo, ¡No podrá creer en el Creador!

El Creador le dice a cada una de sus criaturas: ¡Mi querido hijo! Por ahora, a pesar que tienes mucho para
corregir, estoy satisfecho contigo así como eres; Yo me glorifico contigo, y estoy contento contigo, y solo
deseo beneficiarte más y más.

He aquí Yo te amo, ¿Por qué entonces no te amas a ti mismo?

He aquí Yo estoy contento contigo, ¿Por qué entonces no estás contento contigo mismo?

He aquí Yo me glorifico en ti, ¿Por qué entonces no ves tu gloria?

He aquí te espero, y no te persigo, ¿Por qué entonces te persigues a ti mismo? ¿Por qué no tienes la
creencia que Yo te amo?

Ciertamente crees que soy todopoderoso, y que te puedo ayudar fácilmente en cada cosa que necesitas.
¿Por qué entonces estás desesperado? Será que es demasiado difícil para Mi salvarte en la situación en
que te encuentras? Yo deseo que estés alegre por todo lo que te he ayudado hasta hoy. Mira todo lo que
Yo hice por ti hasta este momento, y después pídeme que te ayude más adelante.

En efecto, por lo tanto la primera cosa sobre la que se juzga al hombre es sobre su fe. Porque la tristeza y
el perseguirse a si mismo, la angustia y la amargura - son todas falta de fe. Y ciertamente si creyera con fe
completa que el Creador está siempre presente, y oye sus plegarias, ciertamente no tendría ninguna
tristeza y ninguna debilidad y su plegaria no le resultaría pesada. Y por cierto rezaría como se debe y
rezaría mucho, y pediría al Creador todo lo que necesita.

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Porque tener fe es estar "contento con lo suyo"; y la fe es plegaria. Y si el hombre no está contento con lo
que tiene, y no reza, este es el primer juicio que se le hace. Por esto, al hombre que no tiene alegría, le
está prohibido juzgar sus acciones y arrepentirse. Porque en el estado que el está, solo llegará a
perseguirse a si mismo y caerá en una terrible tristeza; y seguro dejará de creer que el Creador le ama.

Todo su trabajo debe ser sobre la alegría. Es decir, que buscará en si mismo buenas calificaciones, y verá
solo la belleza y el bien que hay en él, y solo entonces cuando esté satisfecho consigo mismo y tenga
buena disposición, solo entonces podrá creer en el Creador. Y de por si, su arrepentimiento será fácil, y
podrá ocuparse en examinar su conciencia y confesar lo que debe etc., pues el cree que el Creador le ama,
y que El es todopoderoso, y fácilmente le podrá cambiar y corregir lo que haga falta.

Un gran peligro

Y debes saber, que no existe nada que trae tantos estrictos juicios sobre el hombre como la tristeza y la
amargura. Como se ve en la Biblia en la sección de las reprimendas, que todas las terribles maldiciones
escritas llegan por la falta de alegría, como está escrito (Deuteromonio 28:47): "Por no haber servido al
Eterno, tu Di-s, con alegría y con regocijo de corazón"

El reproche es todavía más grande cuando el hombre cumple con la Torá y los Preceptos y no está alegre,
como está escrito en el libro del gran rabino Maimónides (Leyes del Shofar, Suka y Lulav, cap. 8, ley 15):
"La alegría que alegra el hombre al cumplir los Preceptos y en el amor de Di-s que los ordenó, es un gran
servicio al Creador. Pero el que evita esta alegría merece ser castigado, según lo que está escrito: "Por no
haber servido al Eterno, tu Di-s, con alegría y con regocijo de corazón".

El Creador, bendito sea, es Justo, y se comporta con el hombre con misericordia y no con estricta justicia.
Y cuando el hombre está insatisfecho, entonces muestra que no cree que la Supervisión del Creador es
justa y compasiva. Esto inmediatamente despierta el atributo de juicio estricto que es celoso del honor del
Creador. Porque el hombre insatisfecho reclama en realidad que el Creador se comporta con él sin
justicia, sin rectitud y no con la verdad; y no existe una más grande profanación del nombre de Di-s que
esta.

Y debido que al Creador no le gusta ser deudor de nadie, inmediatamente se abre y se examina los libros
de ese hombre para ver si son justos sus reclamos, y si en verdad no está siendo tratado correctamente.
Por supuesto, se descubre la verdad que él es el deudor, y se ve que según sus méritos y sus deudas, el
Creador se portó con él hasta ahora muy lejos de lo que debía según la ley, con benevolencia y
misericordia. Y entonces el atributo del juicio estricto demanda que se haga justicia.

En el caso que ese hombre no se hubiera quejado, y estaba satisfecho con lo suyo, entonces no hubiera
sido examinado el comportamiento de misericordia del Creador para con él.

Pero debido a que el hombre está insatisfecho, en esto supuestamente reclama juicio porque no es tratado
con justicia - que esta es la única explicación a su tristeza y amargura - y entonces el atributo del juicio
estricto determina que sea juzgado verdaderamente con el juicio estricto; y pobre del hombre que el
Creador se conduce con él según todo el rigor de la ley, como está escrito (Salmos 143:2): "Y no entres en
juicio con Tu siervo, porque ante Tu ningún hombre viviente puede justificarse".

Por el Rabino Shalom Arush

Ser Libre

Gentileza www.breslev.co.il

Tal como aconteció con José el Justo, todo individuo está obligado a atravesar en el transcurso de
su vida, diversas circunstancias. Las mismas se encuadran en la categoría denominada: "La celda
de su vida", concerniente exclusivamente a él.

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Ante todo debe tenerse en cuenta, que el Todopoderoso creó el universo con el fin de revelar Su
misericordia. Por tal razón, es apropiado para todos los seres creados, ejercer la misericordia uno con el
otro. Entonces, a través de este acto, se cumplirá la Voluntad del Creador. En cambio, si el hombre
perturba el Plan Divino, conduciéndose con enojo o crueldad, provocará el ocultamiento de la Revelación
del Eterno - como así Su misericordia.

El Pueblo de Israel, más que todos los demás pueblos, debe conducirse practicando la misericordia, pues
éste es el pueblo elegido para revelar la Divinidad y la misericordia del Creador en el mundo.

Con mayor razón, los Justos deben conducirse con compasión. En especial, aquella persona que es
dirigente del Pueblo de Israel está obligada a conducir a las multitudes con humanidad y paciencia. Pues
de este modo, otorga consistencia mayor a la Voluntad del Creador. De esta manera, los justos, al
conducirse con misericordia, manifiestan en mayor medida la misericordia del Creador en el mundo.

De lo enunciado debe tomar enseñanza cada individuo poseedor de algún cargo importante o dirigencia.
Debe saber llevar adelante su liderazgo con piedad. Asimismo, y con especial énfasis, un hombre debe
actuar conforme a lo expuesto, en el interior de su propia casa. Pues allí gobierna sobre los moradores que
residen junto a él, debiendo ejercer el liderazgo y conducción con comprensión. Como está escrito: "El
que tiene de ellos misericordia - los guiará‖ (Isaias 49:10). Se desprende de esta cita, que aquel que es
misericordioso, solo él puede ser un legítimo guía.

En contrapartida, una persona que no es compasiva, no puede gobernar en su casa mediante la verdad
plena. Además, sus palabras no son escuchadas, sino solamente oídas. Es decir, sólo figurativamente le
oyen, a causa del temor que sienten por su enojo. Mas sus ideas y voluntades no son honradas y recibidas
de corazón íntegro por los habitantes de la casa. Al contrario, desprecian en sus corazones a este
individuo que no es capaz de controlar su espíritu. Por tal motivo, cada hombre debe conducirse con su
esposa e hijos compasivamente, no siendo meticuloso en la casa. Con más razón, que no debe conducirse
implantando adiciones voluntarias a la ley de la Torá llamadas "Jumrot" en cosas en las cuales tal adición
voluntaria es de escasa relevancia. Pues no hay castigo mayor que estar sometido al régimen de un
hombre enojadizo y riguroso.

Un dato relevante

Es importante saber, que lo principal de la misericordia depende del Conocimiento. De este enunciado
debe deducirse, que aquel individuo enojadizo, es una señal de que no posee Conocimiento, siendo en
cambio, un necio. Como está escrito: "El enojo reposa en el seno de los necios". (Eclesiastes 7: 9)

La explicación que debe asignarse a necio es: malvado. Pues se aprecia, que en el libro de los Proverbios
(del Rey Salomón), en su totalidad, no se menciona la palabra malvado, empleándose en cambio, la
expresión ―necio‖. Resulta que toda la plegaria de la persona debe consistir en que el Creador le otorgue
conocimiento y recién entonces podrá conducirse con misericordia y no con enojo. Con certeza, la causa
por la cual se enoja es debido a que es necio y malvado, de modo que no posee mérito alguno que le
impida enojarse. Pues si no fuere malvado, en ese caso, desde los Cielos lo ayudarían a no enojarse.

El individuo poseedor de conocimiento, no le importa, si su esposa lo injuria o le reclama algo ante su


propia presencia. Tampoco es riguroso en caso de que ella cometa algún desacierto, o una cuestión que no
es de su agrado. Sino que pasa por alto su honor, y no arruina su alegría por nada. Esto es así, porque el
conocimiento está dispuesto de este modo para inducir fe, la cual manifiesta que todo proviene del
Creador, y todo es para bien. Por lo tanto, hemos de concluir que no corresponde ninguna clase de enojo,
pues ¿contra quién uno se enoja? ¿No es acaso contra El Eterno? Más aún, ¿contra qué se enoja? ¿Contra
algo que es para el propio bien?

Las pruebas de la vida

En ciertas circunstancias, el individuo atraviesa en su vida pruebas, y requiere ayuda suprema en un

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asunto determinado. Por ejemplo, en el caso en que no tenga hijos. O si los tiene, puede ser que sufre de
grandes dificultades en la educación de los mismos. En cualquier caso, debe tener fe en que todo proviene
del Todopoderoso, y todo es para el bien. Recién en ese momento puede orar al Eterno, solicitándole
ayuda. Asimismo la plegaria debe estar surtida con una gran cantidad de gratitud y fe. Entonces, cuando
llega a la solicitud requerida, tampoco pedirá por sí mismo, puesto que nada le importa, al tener fe que
todo es para el bien. Ya que según su entendimiento, todo está perfecto. Sólo ora, porque entiende que el
Creador desea que él ore por tal motivo específico. Todas las palabras que vierte en su plegaria y
solicitud, son placenteras y no con rencor ni queja contra el Señor, Pues es prohibido que en la plegaria
individual "Hitbodedut" o en la oración diaria, la persona riña contra el Creador, enfadándose y
regañando contra Di-s. Sino debe solicitar su inquietud con misericordia, alegría y amor.

Toda persona que siente sobre sí mismo la presencia de los sufrimientos, y que la vida no le es
satisfactoria, debe poner frente a sus ojos, a José el Justo (Yosef HaTzadik) hijo de Jacob. Pues éste
atravesó innumerables penurias, tal como las de uno y mucho más aún. Y pese a ello, sólo optó por bailar,
alegrarse y agradecer al Eterno.

Reflexionemos sobre la historia de José el Justo, y verifiquemos si le fue bien en la vida. A simple vista,
apreciamos que se halló a sí mismo, a la edad de diecisiete años, vendido por sus hermanos a la esclavitud
en la oscura realidad de Egipto. Más aún, fue arrojado a la cárcel, sin saber cuál sería su suerte final. En
esos momentos de pena y aflicción, seguramente le surgieron pensamientos tales como que jamás saldría
de allí. Asimismo, que seguramente no tendría una oferta de noviazgo con fin matrimonial, tampoco
hijos, carro, ni negocio en el cual ocuparse. Tampoco en el aspecto espiritual le fue bien. No contaba con
un compañero de estudio, tampoco con un maestro que lo guíe, ni un padre que lo aliente ó una familia
que lo ampare. En contrapartida a todo esto, fue puesto con personas deshonestas y de cualidades
perversas. Pues, ¿qué clase de personas llegan por lo general a una cárcel? Y con todo eso, él baila y está
alegre.

¿Cuál fue el modo en el que José logró bailar y alegrarse en condiciones tan difíciles como éstas? La
respuesta es, que lo logró a través de una única cosa: Arrojando todo su intelecto, y aferrándose a una
fe absoluta, determinando que él no comprende nada, sólo tiene fe en que todo es para el bien. Se
dijo a sí mismo: El Eterno desea que desde aquí mismo yo tenga fe en Él, y aquí mismo lo sirva. Ese es
Su deseo que lo sirva desde el lugar en el cual me encuentro.

José el Justo jamás pensó en tener una satisfacción para sí mismo, sólo pensó en cómo satisfacer al
Eterno. En cambio, si él hubiese caído del nivel de fe en el que se hallaba, el resultado sería, que de
inmediato no estaría conforme y satisfecho de todo lo que le sucede y se hubiera amargado por todo lo
que le sobrevino. Hubiera llorado lamentándose: ―¿Qué clase de vida es la mía, desperdiciando mi vida
entera en un lugar tenebroso como éste? ¿Para esto he venido al mundo? ¿Para estar con hombres como
estos, los cuales no se hallan en mi nivel, ni comparten mi modo de vida?‖. Luego, hubiera llegado
incluso a tener pretextos contra El Eterno. Y con certeza, no hubiera llegado a los grados de grandeza que
finalmente alcanzó, siendo rey de toda la tierra, y el sustentador de todo el mundo.

Todas las grandezas y grados que ameritó José, fueron porque supo mantenerse firme en el momento de la
dura prueba que le sobrevino. Manteniendo siempre fe plena en que todo proviene del Todopoderoso, y
todo es para bien. Pues ésta es la Voluntad de Di-s, que en la situación que se encuentra lo sirva. Por eso
se alegraba, bailaba y aceptaba lo que el Creador decretaba sobre él. Siempre con fe plena. Pues entendía
que esa es la situación más propicia para él.

Sólo una vez, cuando tropezó en forma mínima en la fe, de inmediato, su salvación fue desplazada por
dos años. Esto aconteció, cuando interpretó los sueños de los ministros, y le pidió al ministro de las
bebidas, que lo recuerde ante el Faraón. Entonces emergió la queja en su boca y dijo: "Puesto que fui
robado de la tierra de los hebreos e incluso aquí no hice nada para que me pusieran en la celda" (Genesis
40:15). Debido a esta falla en su fe, debió permanecer dos años más en la celda. Y el Eterno le hizo
entender como diciéndole: Debes saber, que Yo decido cuándo saldrás de la celda. ¿Para qué solicitas al
ministro de las bebidas que te recuerde ante el Faraón? Además, en lo concerniente a la queja

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manifestada, el Eterno le respondió: ¿Tú te quejas?, ¿no crees que Yo te puse en el pozo para tu propio
bien? Si es así, permanece aquí otros dos años, para que practiques como fortalecer tu fe, antes que te
otorgue la grandeza.

Se sobrentiende que se trataba de una falla bien pequeña en relación a la prueba que se enfrento José, pues
todo el tiempo que estuvo en la cárcel, José únicamente bailaba y se alegraba. Y por el mérito de ello se
adjudicó la grandeza cuando llegó el momento de acuerdo a la Voluntad Divina.

Si no estuviese baliando en la cárcel, no ascendería de ahí. Sería olvidado de los corazones, y no se


relataría acerca de él en la Torá. Quizá se hubiese mencionado su nombre como uno de los hijos de
Yaakov, y nada más.

Moraleja

Así como José el Justo, de la misma manera, todo individuo debe obligatoriamente atravesar en su vida
situaciones diversas, las cuales se encuentran todas comprendidas dentro de la categoría denominada: ―la
celda de su vida‖ concerniente exclusivamente con él.

Pues no por su propia elección y voluntad se encuentra inmerso en tales controversias, y con certeza
hubiera preferido no encontrarse en situaciones adversas como esas. Por ejemplo, en caso de estar
atravesando una dura prueba con sus ingresos, con uno de sus hijos, o situaciones similares. Lo mismo
acontece en el plano espiritual: tal vez se encuentra sujeto a cierta cualidad mala, o una tendencia infame.

Acerca de todo lo que sobreviene sobre la persona, debe demostrar fe plena, en que todo es para bien.
Pues ésta es la base de la fe. Debe bailar, cantar y agradecer por todo. Entonces, merecerá lo que le será
otorgado, de acuerdo a la voluntad del Creador.

Cada uno debe saber, que no podrá salir de la celda en que se halla inmerso, hasta que se alegre, baile y
agradezca por esa carencia que padece.

Sólo cuando él esté dispuesto a estar ahí, por un periodo determinado, en su propia celda, agradeciendo y
bailando mucho, sólo entonces, cuando el Eterno lo decida, lo sacará de la celda particular de él y lo
elevará al nivel propicio para él, tal como aconteció con José el Justo. Cuando llegó el momento de su
redención, fue sacado de inmediato, como está escrito: "Entonces el Faraón envió a sacarlo, y
rápidamente lo sacaron del pozo." (Genesis 41:14). Luego alcanzó la grandeza, el bien económico, y la
sabiduría, en un único y luminoso día.

Rab Shalom Arush

La Felicidad en el Hogar: La Fe en Dios

Extraido de La Felicidad en el hogar

Uno de los cimientos que el hogar judío ha de aferrar con ahínco es la fe en D-s. Así podrá superar los
momentos difíciles y observar objetivamente cada etapa de la vida. Ya que en la vida pueden presentarse
altibajos y con la fe en D-s los encarará con éxito.

Como en una carroza con caballos que asciende un monte, si el carretero quiere descansar coloca una
piedra bajo las ruedas para impedir que la carroza caiga en el precipicio, similarmente la fe en D-s es la
piedra de la vida, como está escrito en el profeta Jabakuk (2,4) El justo con su fe vivirá pues le otorgará la
fuerza para continuar.
El Maaram Jaguiz escribe en su libro ―Mishnat Jajamim‖ (Pág. 494) que una de las razones por las cuales
la madre enseña a su hijo a cubrirse con la mano derecha los ojos al pronunciar el primer versículo de la
Keriat Shemá, aunque es simplemente una costumbre, es que la madre le inculca la ―fe íntegra‖ en D-s.
Esta fue la educación recibida por nuestros antepasados en todas las generaciones.

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Todo judío cree en D-s. No se entiende por qué, entonces, transgrede prohibiciones de la Torá. ¿Acaso
quiere incumplir Sus mandatos?
La contestación es que, aunque en nuestro interior tenemos fe en D-s, nuestro instinto del mal nos seduce
a renegar la existencia de D-s, lo que nos abre la vía a la transgresión.

Este mismo fue el motivo de Kain para asesinar a Hevel. Aparentemente está fuera de todo entendimiento
cómo Kain -hijo de Adam Harishón quien fue creado por D-s-, siendo él mismo profeta, asesinó a su
hermano. Aún si respondemos que fue impulsado por sus celos, ¿acaso se olvidó de la existencia de D-s?

Aún más, sabemos que la causa de su envidia era que D-s había aceptado el sacrificio de su hermano y no
el suyo. Entonces cómo comprendemos su asesinato.
La respuesta la encontramos en el Targum Yerushalmi que explica el versículo (Bereshit 4,8) Y le dijo
Kain a Hevel, la Torá no explícita qué es lo que le dijo, a lo que el Targum Yerushalmi explica: Le dijo
Kain: No hay Justicia ni Juez ni Mundo Venidero.

Es decir Kain se encontraba frente a una contradicción muy grande, por un lado tenía el deseo de asesinar
a su hermano, mas sabía que D-s lo prohíbe.
Para resolver esta contradicción renegó la existencia del Creador. Ahora pudo realizar su mal deseo.
Además renegó de su propia profecía, pues de otra manera no podría haber asesinado a su hermano. Aún
sabiendo que se estaba engañando a sí mismo, era ésta su única vía para satisfacer su instinto del mal.

Rabi Eliahu Lopián zt‖l relató que había conocido a un judío que renegaba la existencia del Creador, y
hacía saber en cada ocasión que se le presentaba su opinión públicamente. Así se condujo durante varios
años hasta que en su ancianidad tuvo que operarse. En el hospital también se encontraba Rabi Moshé
Shnaider zt‖l que escuchó que el médico le decía que corría peligro de vida y no podía garantizarle que la
operación fuere exitosa. Al oír sus palabras se puso de pie y exclamó el versículo (Tehilim 31,6): En tus
manos deposito mi alma, me liberarás D-s, el D-s de la Verdad. Así entró a la sala de operación.

De aquí comprobamos que aún quienes reniegan públicamente la existencia de D-s saben que solamente
se engañan a sí mismos por sus insaciables deseos mundanos. Mas cuando llega el momento de la verdad
y no tienen otra alternativa proclaman y solicitan la Ayuda Divina.
También el ladrón antes de robar tiene temor de ser capturado e implora a D-s que no lo descubran, como
está escrito en el Tratado de Berajot (63a): el ladrón ante el hueco que ha abierto en el muro implora el
Nombre de D-s.
¡Qué terrible contradicción! Le pide a D-s que lo salve de ser avergonzado. Si reconoce la existencia de
D-s por qué roba.

Realmente, lo impulsan sus deseos mundanos, y para satisfacerlos se ve forzado a renegar la


Omnipresencia de D-s y el conocimiento que exclusivamente Él sustenta a cada persona y sin que robe le
satisfacerá sus necesidades. De todas maneras teme que lo apresen y para esto utiliza su creencia en D-s.

A esto aludieron nuestros Sabios z‖l (Berajot 12b) No iréis en pos de vuestros corazones se refiere a la
herejía, y de vuestros ojos se refiere al adulterio, pues si la persona cuida la pureza de corazón oculta en
cada judío, se abstendrá de cometer adulterio. Y solamente un renegado llega a la herejía, y de ahí es
corto el camino a las demás transgresiones.

Resulta ser que el consejo ideal para evitar caer en todo tipo de trasgresiones comienza por no renegar la
existencia de D-s. Así no seremos seducidos por nuestros ojos.
Relata el Midrash (Reyes 2) que en los instantes precedentes al gran milagro del descenso del fuego del
cielo para consumir el sacrificio de Eliahu, el toro no quería ser sacrificado para la idolatría y le dijo a
Eliahu:

-―Yo y mi compañero nos criamos juntos, es injusto que mi compañero sea ofrendado en el altar de D-s y
yo sea ofrendado en el altar de la idolatría‖.

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Eliahu se vio forzado a convencerlo y explicarle que él también consagraba el nombre de D-s.
Todos los presentes oyeron el diálogo entre el profeta y el animal. Con todo, no fue suficiente para que se
arrepintieran de sus malas acciones y retornasen a la fe en D-s.
Sino solamente después de que Eliahu realizó su ofrenda y fue consumida por un fuego Celestial creyeron
en D-s.
De todas maneras Eliahu se vio forzado a rezarle a D-s que los presentes no se equivocasen y pensasen
que estaba haciendo brujerías.
Así es la naturaleza humana. Para autojustificarse, reniega todo.

Ya nos enseñó el Rambán (al final de la Parashat Bo) que no en toda generación D-s efectúa milagros
revelados para que las personas reconozcan Su Reinado, sino en la época del Faraón los hizo para que las
personas reconociesen que Yo soy D-s en la Tierra y No existe quien se Me asemeje en todo el mundo.
Para aferrar en nuestros corazones esta fe nos ordenó colocarnos los Tefilín en el brazo y en la cabeza
pues en éstos está escrito cuál fue el motivo de todos los milagros en Egipto, a saber, subyugar a nuestros
corazones, a nuestro cerebro, aferrar los milagros revelados y a través de estos tener fe completa que
también los milagros ocultos son realizados por D-s y no rige la naturaleza en absoluto.

En resumen la fe en D-s está oculta en toda alma judía y en momentos de sufrimientos esta fe se fortifica.
Como es sabido que a lo largo de todas las generaciones aún los judíos alejados del cumplimiento de los
preceptos de la Torá entregaron sus vidas por su judaísmo en momentos de exterminio.

Así consagraban el nombre de D-s, pues repalpitaba en sus corazones la fe verdadera y de la cual no
querían renegar.
Nuestra función es ―avivar esta brasa‖, así evitaremos cometer transgresiones.
Como nos enseñó el profeta Jabakuk El justo con su fe vivirá, pues con la fe en D-s podrá ser justo y no
cometer ninguna transgresión.

En el libro Shnei Lujot Habrit (Shaar Haotiot Letra Alef Erej Emuná) aprende del versículo (Bamidbar
9,23) ―Por la palabra de D-s estacionarán y por la palabra de D-s viajarán‖ que se debe decir antes de
realizar cualquier acto ―Si D-s quiere‖.
Por ejemplo, si se dispone a viajar dirá: ―Si D-s quiere viajaré‖, o si quiere mudarse dirá ―Si D-s quiere
me mudaré‖.
Así usualmente pronunciará el nombre de D-s y a esto aludió el versículo ―‫ ‖םוקת איה םשה תצע‬el término
‫ אם ירצה השם‬ocitsórca le amrofnoc ‫ היא‬que significa ―Si D-s quiere‖.
En el libro Tana Debe Eliahu cita el siguiente Midrash (el cual está escrito en el libro Jadrei Beten del
Jidá, pág. 50): Un comerciante portaba dinero para ir al mercado. En el camino se encontró con el profeta
Eliahu quien le preguntó: ―¿A dónde vas?‖
Le respondió:
-―Al mercado‖. No pronunció ―Si D-s quiere‖ y fue castigado con perder todo su dinero.
Regresó a su hogar para tomar otro dinero, nuevamente se encontró con el profeta Eliahu que le volvió a
formular la misma pregunta.
Le respondió:
-―Al mercado‖.
Le dijo Eliahu Hanaví debes decir ―Si D-s quiere‖ de lo contrario volverás a perder tu dinero. El
comerciante lo obedeció e inmediatamente pronunció ―Si D-s quiere‖, siendo recompensado con
encontrar el dinero que había perdido.
El Jazón Ish zt‖l escribió en su libro Emuná Uvitajón (2,2) que es fácil tener fe en D-s cuando no precisa
llevarla a la práctica, sin embargo es muy dificultoso tenerla cuando realmente se necesita.

En ocasiones la persona cree estar utilizando su fe en D-s para soñar con un futuro venturoso, mas
solamente en los momentos difíciles, cuando la persona está gravemente enferma o no consigue
solucionar sus problemas, es entonces cuando realmente se determina si tiene realmente fe en D-s y no
solamente dice que la tiene.
Nuestros Sabios z"l nos enseñaron en el Tratado de Berajot (59b) Todo lo que hace D-s lo hace para bien.

79
La expresión para bien significa que también lo que parecía ser una situación adversa, se demostrará a fin
de cuentas que era para nuestro bien.

Rab Yejiel Sthern

LA DUDA FRENTE A LA FE

Guía en un Mundo de Incertidumbre

Extraído de Likutey Etzot [de las enseñanzas del Rebe Najmán de Breslov] Escrito por el Rebe Natan y
traducido al castellano por Guillermo Beilinson

¿Por qué la gente es supersticiosa? ¿Por qué tratan de utilizar la magia y la hechicería para descubrir qué
camino deben tomar? Esto es porque ellos mismos no tienen idea de lo que se debe hacer. Se encuentran
frente a una situación que les demanda una elección - hacer esto o aquello. Y debido a su inseguridad
recurren a la superstición: "¡Se me cruzó un ciervo en mi camino!"; "¡Se me cayó de la boca un pedazo de
pan!"; "¡Acaso sea una mala señal, mejor no seguir con este negocio!"; "¿Será este día propicio para
comenzar?" (Sanedrín 65b; Rashi sobre Levítico 20:8). Esta clase de pensamiento es locura absoluta y
nadie podrá encontrar verdadera guía en ello.

La angustia de la elección y de la duda es algo ineludible en este mundo, pleno como está de todo tipo de
luces y sombras y de aparentes contradicciones que el Santo bendito sea, ha creado en él. Pero existe
un ámbito que trasciende a la Creación. Aquí todo es unidad y todo es bueno. En este ámbito, la guía y el
consejo no tienen importancia. Estos sólo se necesitan cuando existen dos senderos y no sabemos cuál
elegir, cómo comportarnos, qué hacer. Es sólo en el ámbito de lo creado que la guía y el consejo son
necesarios, pues aquí nunca sabemos con certeza adónde lleva cada cosa. Si lo supiésemos, nunca
albergaríamos ninguna duda sobre lo que debemos hacer. Por ejemplo, un comerciante no sabe si debe
invertir en una clase de mercadería o en otra. El único objetivo de su negocio es alcanzar una cierta
finalidad: lograr una ganancia para mejorar su sustento. Todas las dudas que tiene sobre la mercadería que
debe comprar se deben a que no sabe cuál le va a dar la mayor ganancia. La mercadería no le interesa en
sí misma.
No tiene necesidad del lino, de la cera o de lo que fuere. Todas sus dudas e inseguridades se refieren
solamente a cómo lograr la mayor ganancia. Este es su objetivo. Nuestra ignorancia con respecto al futuro
es lo que produce todas las dudas e inseguridades de este mundo. Nadie sabe qué consejo debe seguir en
aras de su alma.

Pero si consideras el propósito último de todas las cosas, si eres honesto y tu única meta es alcanzar el
objetivo final, entonces encontrarás un consejo perfecto. De hecho, tu sendero se volverá cada vez más
claro, pues el objetivo último es uno. Es una unidad totalmente buena.
Aquí no hay necesidad de dudas ni de guías. El objetivo es la alegría del Mundo que Viene: aceptar al
Santo, bendito sea, y conocerLo. Es verdad que existen muchas formas de devoción que llevan hacia
Dios. Muchas veces el Rey David Le pidió al Santo, bendito sea: "Guíame para andar en verdad por Tu
sendero", "Guíame con Tu consejo", "Guíame en verdad y enséñame". Pero lo más importante es que tus
intenciones sean puras, pues "Dios desea el corazón".
Si en todo lo que haces tus intenciones están dirigidas verdaderamente hacia el Santo, bendito sea,
entonces no importa lo que hagas o qué camino sigas, siempre te llevará hacia el objetivo final. La única
condición es que nunca te apartes de las palabras de la Torá. "Tenle presente en todos tus caminos y Él
dirigirá tus senderos" (Proverbios 3:6). "Tenle presente en todos tus caminos" - sea lo que fuere que debas
hacer, que tu intención esté dirigida hacia Dios, Quien es el objetivo final. Entonces " Él dirigirá tus
senderos" - el Santo, bendito sea, te guiará por las sendas de rectitud y te enviará el consejo, y entonces
sabrás cómo conducirte.

La única manera de encontrar una guía verdadera es volverse hacia el objetivo último, conocer y percibir
al Santo, bendito sea. Dios es, si así pudiera decirse, la fuente y el origen de todos los consejos y guías del

80
mundo. En el ámbito del objetivo final de unidad y bondad existe un solo consejo. Todos los verdaderos
consejos y guías derivan su verdad de este ámbito. En el universo creado en el cual vivimos, la única
manera de encontrar el sendero correcto consiste en unificar el mundo, con toda su diversidad y falta de
certeza, y unirlo con el ámbito que trasciende a la creación. Unir a Dios con cada detalle y situación de
este mundo. Que tu único propósito sea alcanzar el objetivo final.
Que todas tus acciones sean en aras del Cielo. En la esfera del objetivo final encontrarás el consejo que
necesitas para guiarte en este mundo.

Pero aquél que no une este mundo con el Mundo que Viene y no considera el objetivo final, nunca sabrá
qué debe hacer. Habiendo separado este mundo del único propósito que le da sentido, siempre tendrá la
mente dividida y nunca sabrá cómo actuar. Este es un mundo de separación y pluralidad. Nada es
realmente claro en este mundo. Aquél que ignora el objetivo final nunca tendrá un sentido de dirección.
No habrá nada que lo guíe pues su meta no es el objetivo final en aras del Cielo.
No importa qué camino tome, nunca será bueno para él. Toma por ejemplo al comerciante que no sabe
qué mercadería es la más provechosa. Si su propósito no es en aras del Cielo, si no es para utilizar su
ganancia para tzedaká, o para tener tiempo para estudiar Torá, o para dedicarse a alguna otra mitzvá... si
su propósito es puramente material, entonces, aunque sí obtenga una ganancia aun así no será bueno para
él. Sus días estarán plagados de preocupación, de tensión y de ansiedad. Y al final irá a la tumba desnudo,
tal como vino al mundo. ¿Qué placer tendrá entonces de todas las ganancias por las que trabajó?
Ni la plata, ni el oro, ni las joyas, ni las perlas acompañan al hombre a la tumba (Avot 6). Sólo la Torá y
sus buenas acciones irán con él. No importa el camino que la persona haya seguido durante su vida, nada
podrá ayudarla. Pero cuando la meta de la persona se centra en el objetivo final, entonces no importa qué
camino tome, todo será siempre para bien. Como dicen los sabios: "Así uno haga mucho o poco, lo que
cuenta es que el corazón esté dirigido hacia el Cielo" (Berajot 17a). Al unir este mundo creado con el
ámbito de más allá de la Creación, es posible encontrar la guía proveniente de la fuente de todos los
consejos. Pues la esencia de todas las guías es llevarnos hacia el objetivo final. Este objetivo final es por
tanto la fuente y raíz de todas las guías verdaderas.
Cada uno de los 613 mandamientos de la Torá es llamado "consejo". Moisés se unió tan completamente
con el Santo, bendito sea, que fue digno de aprehender el objetivo último. Con esto pudo recibir toda la
Torá, sus 613 reglas de consejo santo. Pero está dicho con respecto a las naciones paganas, que no fueron
dignas de recibir la Torá: "Tomen consejo, más será frustrado" (Isaías 8.10); "El Señor anula el consejo
de las naciones" (Salmos 33:10). Carecen de guía y de dirección pues están unidas a este mundo y no
consideran el objetivo final.

Es por esto que están atrapadas en la locura de la superstición y de la adivinación. Aferradas a este mundo
tratan de encontrar una guía en los signos y señales de los objetos materiales. "¡Se me cruzó un ciervo en
mi camino!"; "¡Se me cayó de la boca un pedazo de pan!"; "¡Acaso sea una mala señal, mejor no seguir
con este negocio!"; "¿Acaso sea este día propicio para comenzar?". Confían en cosas limitadas por el
espacio, el tiempo y la materia, pues están absorbidas en los deseos materiales de este mundo. Han
separado este mundo de diversidad y duda del ámbito trascendente que es el único que otorga sentido.
Por tanto deben buscar su consejo en los ídolos. Esto fue precisamente lo que sugirió la astuta serpiente
en el Jardín del Edén. Engañó al hombre para que comiese del Arbol del Conocimiento pues "El árbol era
bueno para comer... Y deseable para adquirir sabiduría" (Génesis 3:6). Ella les dijo: "Coman de este árbol
y creen el mundo" (Bereshit Rabah loc. cit.). De esta manera puso las cosas del revés. La verdadera tarea
es unir este mundo creado con el ámbito más allá de la Creación, a través de la fe, que es el
fundamento de toda la Torá. Al tener fe en que el Santo, bendito sea, crea todo lo que existe, unimos toda
la Creación con aquello que está antes de la Creación, con Dios. Pero con el consejo de la serpiente que
dijo "Coman de este árbol y creen el mundo", las naciones paganas han vuelto del revés todas las cosas.
Han hecho del mundo material y creado el fundamento de todo. Los hechiceros y los adivinos tratan de
encontrar una guía utilizando objetos materiales. Pero la verdad es que no existe guía alguna que pueda
encontrarse en este mundo físico si no se lo une al objetivo final, que está más allá de la Creación.

Esto explica por qué la Torá concluye su advertencia contra la hechicería y la adivinación con estas
palabras: "Sed íntegros con el Señor, vuestro Dios". Si no se unifica el mundo creado con el ámbito que
trasciende a la Creación, nunca se podrá alcanzar plenitud ni perfección. La única perfección está con

81
Dios. Sin Él, todo está incompleto. Cuando se une todo con el Santo, bendito sea, entonces uno es
"completo con el Señor". Debes unir todo con Dios - a ti mismo y a toda la creación. Entonces serás pleno
y perfecto y encontrarás el consejo perfecto.

Es por esto que la guía verdadera y el genuino consejo sólo provienen del Tzadik. La gente común está
muy lejos del objetivo final y por tanto no puede ofrecer una verdadera guía. Pero los Tzadikim pueden
percibir la luz radiante del objetivo final que les permite darle a cada individuo un consejo perfecto, pues
el objetivo que ellos perciben es la fuente de todo el verdadero consejo.

(Iore Dea, Hiljot M´onen U´Menajesh 3)

Rebe Natan

El Amalek Interior

Extraído de "Anatomía del Alma" escrito por Por Jaim Kramer Con Abraham Sutton . Traducido al
Español por Guillermo Beilinson

Los pensamientos del hombre son rak ra kol haiom [malos todo el día].
Génesis 6:5

Sabiendo que el pensamiento puede alcanzar las alturas más elevadas, debemos comprender que los
pensamientos nunca son meros pensamientos. Nunca debemos permitirnos abrigar la noción de que no
importa qué es lo que pensemos. Los buenos pensamientos son extremadamente beneficiosos tanto para
aquél que los piensa como para el mundo en general, mientras que los malos pensamientos son muy
destructivos.

Enseña el Rebe Najmán:

En los antiguos anfiteatros, los monarcas solían disponer de luchas entre animales salvajes y sus presas.
El mismo tipo de batalla se libra hoy en día en la mente de la persona: batallas entre los buenos
pensamientos y los malos pensamientos. Cuando los buenos pensamientos emergen victoriosos de esta
batalla, ello produce un gran placer Arriba (Likutey Moharán I, 233).

El Rebe Najmán explica también un pasaje relacionado tomado del Zohar (III, 123a): "Todos los días
tienen un bien oculto. Pero acompañando a cada día hay un ángel que impide que la gente [que no es
digna de ello] comparta ese bien. Este ángel puede tomar muchas formas - oscuridad, espinas, serpientes,
escorpiones - los cuales actúan como guardianes para proteger el bien de ese día e impedir que alguien
indigno se beneficie de ello. De hecho, si no fuese por estos guardianes, los malvados podrían entrar
libremente a los misterios de la Torá [y compartir el bien oculto de ese día]. Es por esta razón que cuando
alguien que no es digno intenta entrar a los misterios de la Torá, es rodeado inmediatamente por tropas de
ángeles destructores, que se manifiestan como oscuridad, ocultamiento, confusión, etcétera, impidiéndole
pasar. Sin embargo, cuando el que es digno desea entrar, estos guardias lo ayudan... Ellos lo llevan hacia
el bien oculto y hablan a su favor ante al Señor del Universo.." .

Las "serpientes y escorpiones" son los pensamientos que confunden a la persona cuando desea aprender
los misterios de la Torá. Pero si persiste en su deseo de encontrar a Dios, estos mismos pensamientos la
ayudarán; y entonces hallará un enorme bien cada día... Pues la persona tiene la capacidad de inclinar sus
pensamientos hacia la dirección que desee. Incluso cuando sus pensamientos se desvían, aun así tiene
el poder de refrenarlos y hacerlos volver hacia el sendero correcto (Likutey Moharán I, 84:1; ibid. II, 50).

Enseña el Rebe Najmán que los pensamientos dañinos que acosan a la gente sirven para recordar la
constante batalla con Amalek, el archienemigo de la nación judía. Este es el significado del versículo
citado más arriba, "Los pensamientos del hombre son raK rA koL haioM [malos todo el día]" . En

82
hebreo, las
letras finales de estas palabras forman la palabra AMaLeK. Los pensamientos malos y lascivos
representan al Amalek interior (Likutey Halajot, Minja 7:19).

Amalek alude también a las dudas y a la confusión. Esto puede verse en el valor de la palabra Safek
(duda), que es 240, el mismo valor de la palabra Amalek. Igual que Amalek, las dudas atacan a la persona
de manera furtiva. Incluso antes que podamos darnos cuenta que estamos bajo asedio, nos vemos
dominados por emociones y pensamientos conflictivos. Es por lo tanto un mandamiento Bíblico el
recordar a Amalek, es decir, ser conscientes de él y de su comportamiento furtivo y presentarle una
constante batalla (ver Ester: Un comentario de Breslov sobre la Meguilá Apéndice A).

Por Jaim Kramer Con Abraham Sutton

Todo lo que hace Dios es para bien

Extraído de El Jardín de las almas. Breslov Research Institute

Cuando la persona sabe que todo lo que le sucede es para su bien, esta percepción es un anticipo del
Mundo que Viene.
Likutey Moharán I, 4

"¡Miserables! ¿Por qué nos están torturando por nada?"

En su cuento "El Sofisticado y el Simple", el Rebe Najmán nos cuenta que el Sofisticado demuestra, para
su propia satisfacción, que no existe Rey en el mundo. Encendido por el celo de su propia sabiduría, el
Sofisticado parte por el mundo, junto con un compañero, en una misión para tratar de convencer a los
demás de su "verdad". Finalmente terminan perdiendo todo lo que tienen, pero aun así el Sofisticado se
niega a admitir que puede estar equivocado.

Al final, el Malo los manda buscar. El Sofisticado se burla de la idea de que exista el Malo, pues no cree
ni en el mal ni el bien. Pero negarse a aceptar la orden del Malo indicaría una inaceptable falta de
confianza en sí mismo. De modo que el Sofisticado y su compañero siguen al mensajero del Malo.

Relata el Rebe Najmán: "El Malo había capturado al Sofisticado y a su compañero y los había llevado a
una ciénaga. El Malo estaba sentado en un trono en medio de ese pantano y había arrojado al Sofisticado
y a su compañero al barro. El pantano era espeso y pegajoso como pegamento y ellos no podían moverse,
hundidos en ese fango.

"Cuando el Malo y sus cohortes comenzaron a torturar a los dos sofisticados, éstos comenzaron a gritar,
´¡Malvados! ¿Por qué nos están torturando? ¿Acaso existe algo así como el Malo? ¡Ustedes son unos
miserables y nos están torturando por nada!´. Estos dos sofisticados aún no creían en el Malo y pensaban
que estas eran personas malvadas que los torturaban sin motivo alguno..." (Los Cuentos del Rabí Najmán
p. 93).

El Sofisticado había puesto como objetivo de su vida la negación de Dios. Es el ejemplo del escepticismo,
lo opuesto de la fe. En lugar del Rey, se había entronizado a sí mismo. Negando toda autoridad externa y
toda tradición, decidió ser el árbitro de todo lo que existe. El Sofisticado no creía en nada que no pudiera
ver con sus propios ojos o comprender con la razón humana. Para él existía un solo mundo, aquel que
podía mirar, tocar y sentir, el mundo de la naturaleza. No admitía que pudieran existir niveles de misterio
espiritual invisibles para él.

Un mundo sin Rey es un mundo sin orden, un mundo de azar, sin bien absoluto ni mal absoluto, sin
recompensa por la rectitud ni castigo por el pecado. De modo que cuando le llega el sufrimiento, el
Sofisticado no le encuentra significado alguno. Habiendo desechado la idea de la Justicia Divina, no

83
puede relacionar su sufrimiento con lo que ha hecho. No puede aprender ni crecer a partir de ello. Incapaz
de explicarlo, lo encuentra absurdamente cruel. Y debido a que el Sofisticado le ha dado la espalda a
Dios, Dios Le vuelve la espalda a él, si así pudiera decirse, ocultando Su unidad, castigándolo a través de
una demoníaca pluralidad de fuerzas bizarras y sin sentido: "¡Ustedes son unos miserables y nos están
torturando por nada!".

Es su propio ego el que está cegando al Sofisticado, impidiéndole percibir la verdad. Por esto debe ser
castigado durante tanto tiempo. Sólo al final, cuando esté totalmente apaleado y aplastado, se verá forzado
a admitir la derrota, a admitir que hay un poder mayor que él mismo. Al final del cuento, cuando se da
cuenta que es incapaz de liberarse por sí mismo, el Sofisticado comprende finalmente que sólo mediante
la intervención del santo Hacedor de Milagros podrá ser salvado. "...Y se vio forzado a admitir la verdad,
que hay un Rey" (Ibid. p. 94).

La ciénaga... ¡qué metáfora tan gráfica para describir algunas de las cosas que les suceden a las personas
en este mundo! Cuántas veces en la vida nos encontramos atrapados, y no importa con cuánta fuerza
tratemos de despegarnos, seguimos aprisionados en el fango pegajoso, incapaces de liberarnos.

¿Y cómo respondemos a esto? Bueno, sólo somos humanos. Un Sofisticado se queja en su corazón: "¿Por
qué? ¿Por qué?... ¡Esto no es justo!... ¿Qué hice para merecerlo?... ¿Por qué Me haces esto a mí? Si esto
es lo que Tú haces, ¿por qué debería creer en Ti? ¿Por qué debería seguir Tus reglas?".

Cuánto de la vida transcurre en la ira, en la queja, en la protesta, en el rencor, en las recriminaciones, en la


amargura y en el odio. Cuánta energía se gasta en vanas batallas contra molinos, y en infinitas campañas
en contra de los aparentes perpetradores de los daños y las injusticias que la gente siente que ha sufrido.
"¡Miserables, nos están torturando por nada!".

"Todo lo que hace Dios es para bien"

En el otro extremo del espectro se encuentra el Rabí Akiva, ejemplo de fe. El Talmud relata cómo cierta
vez el Rabí Akiva estando de viaje llegó a cierto pueblo donde los habitantes, poco hospitalarios, se
negaron a albergarlo. Aun así, el Rabí Akiva dijo, kol deavid Rajmana, le-tov avid - "Todo lo que hace el
Misericordioso es para bien", y de este modo fue a pasar la noche en el campo. Llevaba una lámpara, un
gallo para despertarlo y un burro. Un viento apagó su lámpara, un gato comió su gallo y un león mató el
burro. El Rabí Akiva quedó solo, en la oscuridad, pero aún dijo, "Todo lo que hace el Misericordioso es
para bien".

En medio de la noche un grupo de bandidos atacó el pueblo y se llevó cautivos a sus habitantes. Entonces
el Rabí Akiva dijo, "Ahora veo cómo todo lo que hace el Santo, bendito sea, es para bien. Si mi lámpara
hubiera estado prendida ellos me habrían visto. Si el gallo hubiera cantado y el burro rebuznado, ellos
habrían sabido que estaba aquí y me habrían llevado también" (Berajot 60b).

Esta no es quizás una historia sobre el sufrimiento, al menos no en cuanto al Rabí Akiva concierne, pero
ciertamente habla sobre las cosas que no salen como uno las ha planeado. El Rabí Akiva es un creyente.
No sólo intelectualmente. Su creencia tiene un efecto práctico sobre la manera en cómo conduce su vida y
responde a lo que le sucede. Tiene la humildad de aceptar que una fuerza más grande que él mismo
controla el mundo en general y su vida en particular. Y esto no significa que el Rabí Akiva sucumbió a la
pasividad y a la resignación. No, él es un hacedor, tiene muchos planes y trata de hacer lo que puede.
Cuando las cosas no salen de la manera en que él pensó que deberían hacerlo, no se molesta. Acepta el
inconveniente, porque cree que Dios sabe mejor que él cómo funcionan las cosas.

El Rabí Akiva llama a Dios Rajmana, el Misericordioso. No importa lo que suceda, el Misericordioso
hace que todo sea para bien, incluso cuando el Rabí Akiva no puede comprender cómo. Y al final se
reveló en verdad cómo la mano de la Providencia estuvo trabajando, a cada instante, para hacer lo
necesario en vista de salvar al Tzadik del castigo de los malvados.

84
El Talmud dice que el Rabí Akiva pasó la noche "en el campo". Quizás sea el Campo Superior, el Jardín
de las Almas del cual habla el Rebe Najmán en su lección: el regocijo del objetivo final de la vida. Al
cerrar sus ojos ante las dificultades del mundo físico, el Rabí Akiva se transporta al "campo": focaliza su
ojo interior en el mundo espiritual de la Unidad.

El Rabí Akiva era una expresión viviente de la Emuná, nuestra fe en el Dios Único, tal como lo
expresamos cada día en el Shemá: "Escucha, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor es Uno". Dios en Sí
Mismo está más allá de toda comprensión. Él Se revela al mundo a través de diferentes facetas. Están los
aspectos de Jesed, Misericordia, aludido en el nombre "Señor" (IHVH) y Guevurá, Poder y Juicio
Estricto, aludidos en el nombre "Dios" (Elokim). En el Shemá afirmamos que las dos facetas son una: El
Señor es Elokim. Elokim es el Señor. El Señor es Uno.

La vida presenta diferentes aspectos. A veces las cosas nos van bien y percibimos la Misericordia. Otras
nos sentimos bajo una nube y nada sale de la manera que deseamos. Las cosas parecen estar mal. Pero en
el Shemá expresamos nuestra fe en que el Dios Uno está en control de todas las circunstancias de la vida.
Que incluso las cosas difíciles provienen de Dios. Cuando los eventos se presentan de manera diferente a
como nosotros hubiéramos querido, ello no significa que la vida es cruel y sin propósito. La dificultad y
el sufrimiento no son arbitrarios. Provienen de Dios, tanto como las cosas buenas.

Dios es Rajmana, el Misericordioso. Todo lo que Él hace por nosotros es para nuestro bien último. Dios
es perfección, y el amor más grande se muestra en el hecho de que podamos acercarnos a Él y conocerlo.
Pero somos como niños que han crecido pero que aún desean ser pequeños: no nos gusta dejar detrás las
indulgencias de nuestra infancia, el materialismo, en aras de la madurez, la vida del espíritu. El ego
mundano dice, "Yo quiero que las cosas sean a mí manera". Pero los buenos padres saben que si uno ama
a su hijo debe ser firme. Es necesario negarle cosas que finalmente le harán daño, y hay que incentivarlo
para que haga el esfuerzo de alcanzar las cosas que serán buenas.

La mano del Juicio Estricto opera en unidad y conjunción con el lado de la Misericordia Compasiva.
Ambos se complementan mutuamente, trabajando por el mismo objetivo, que es hacer descender el amor
de Dios sobre nosotros, lo que significa Su revelación. Dios es Uno, EJaD. La suma de los valores
numéricos de estas letras, la guematria, es 13. Este es el mismo valor que la guematria de AHaVaH,
Amor. Trece atributos de Misericordia. La unidad perfecta.

Cuando decimos el Shemá, la declaración de nuestra fe, nos ponemos la mano sobre los ojos y los
cerramos. Este mundo material fue diseñado para probarnos. Aquí las cosas no pueden tomarse tal como
se presentan, las apariencias pueden ser muy engañosas. Dios en general está oculto, especialmente
cuando las cosas están mal y no podemos ver hacia dónde nos llevan. Cerramos nuestros ojos y los
cubrimos con la mano para poder centrarnos en el ojo interior del mundo de la verdad. Shemá Israel, el
Señor es Elokim. Elokim es el Señor. Misericordia implica Firmeza. Firmeza es una parte de la
Misericordia. El Señor es Uno.

Bashert, lo que tenia que ser

Extraido de El resplandor de un alma judia

¿Quién es un hombre feliz?


Aquél que está contento con su parte.

Esta declaración de Baruj Hashem, bendito sea Dios, es algo más que una mera formalidad, ya que
permitió a nuestro pueblo desarrollar la importante actitud de satisfacción que como nuestros sabios
enseñan es la base de la felicidad. Nos recuerda que Dios siempre ha estado ahí, que Él es Quien estaba
guiando nuestro destino y sabía qué era lo mejor para nuestro bienestar. Aun cuando hay momentos que
no entendemos, la comprensión nos da confianza y fuerza.

85
No es que veamos la vida a través de lentes color de ro-sa. Anticipamos problemas y, cuando llegan a
nuestro ca-mino, nos lastiman igual que a la siguiente persona. No obstante, el conocimiento de que hay
un poder más grande sobre nosotros que autoriza, dirige y orquesta nuestras vidas, nos permite aceptar
nuestro destino sin resentimiento.

Simplemente pronunciar Baruj Hashem, bendito sea Dios, nos permite mantener una actitud positiva,
libre de amargura.
Una de los miembros más activos de nuestra organización se me acercó para hablar de un creciente
desacuerdo entre ella y su hermana. Cuando conocí a la hermana semanas más tarde, entendí la fuente del
problema. Mientras que mi amiga era atractiva y vivaz, la hermana era cínica y no atractiva. No había qué
hablar con ella, estaba llena de odio. Primero, odiaba a Dios, que había favorecido a su hermana sobre
ella. Luego odiaba a sus padres, a quienes culpaba por sus defectos, y después a su hermana por ser tan
popular y exitosa. Su odio era tan devorador que envenenaba toda su personalidad.
No se podía negar que ella tenía motivos para estar resentida. ¿Por qué su hermana había sido tan
bendecida y ella tan desprovista?

Pero si ella hubiese entendido el significado de Baruj Hashem, bendito sea Dios por lo que tengo, hubiese
obte-nido consuelo del conocimiento de que sus características fueron creación del Todopoderoso, Quien
en Su infinita sabiduría siempre tiene una razón para hacer lo que hace. Cierto, esta conciencia no hubiese
cambiado sus características, pero ciertamente hubiese alterado su apariencia y removido la fría hostilidad
de sus ojos y la tensa amargura de su boca. En lugar de revolcarse en la autocompasión, ella hubiese
podido sacar el máximo provecho de lo que sí tiene.

Ahora, esto no implica de ninguna manera que debemos resignarnos pasivamente con nuestro destino.
Como jóvenes, se nos enseña a nunca ser complacientes, a nunca confiar en milagros. Tenemos que hacer
nuestra parte y, si a pesar de todos nuestros esfuerzos, fallamos, entonces y sólo entonces podemos estar
satisfechos de que agotamos todos los medios disponibles para nosotros, y las cosas no fueron bashert ,
como debían ser.

bashert es un nuevo concepto que todavía no he introducido. Es una palabra en yidish que es casi
imposible de traducir. Implica una fe de que hay una intervención Divina en nuestras vidas, que a pesar de
los obstáculos insuperables todo va a acomodarse bien de alguna manera. bashert nos previene de no
agonizar si las cosas no suceden como anticipamos. Sabemos que hubo una razón para eso. Era bashert.
Aun nuestros rezos son afectados por esto. Se nos enseña a no pedir a Dios por nada específico, sino a
suplicarle que nos guíe por el camino correcto, porque solamente Él sabe qué era bashert , lo que tenía
que ser para nosotros.

Así, cuando se trata de decisiones importantes en nuestra vida, siempre confiamos en Él, ya que, ¿cómo
podemos sa-ber con certeza que algo era para nuestro beneficio o que podría desencadenar nuestra caída?
En un momento podemos estar seguros de que, si tan sólo obtuviéramos cierto objetivo nuestra felicidad
sería completa, solamente para descubrir que lo que deseábamos fue nuestra ruina.

Siempre que pienso en las implicaciones de bashert pienso en Rabí Akibá y me siento fortalecida.
Rabí Akibá asumió el compromiso judío en una etapa avanzada de la vida. Era un pastor pobre y
analfabeta, que a los 40 años empezó a estudiar el alfabeto hebreo. En su deseo de estudiar en las grandes
Academias de Torá, em-prendió un largo y peligroso viaje. Viajó en burro y se llevó todas sus posesiones:
sus libros, una vela con la cual estudiaría y un gallo para despertarlo en las primeras horas de la mañana.
Cuando cayó la noche se sintió cansado y hambriento, y decidió buscar alojamiento en un pequeño
pueblo. Tocó a la puerta de una pequeña casa esperando que se le permitiera pasar la noche. Una mujer
abrió la puerta, pero rápidamente la cerró en su cara. "Los extraños no son bienvenidos aquí", ella
exclamó.

Sorprendido por la falta de hospitalidad, Akibá se sintió desanimado, pero se consoló con el pensamiento
de que debía haber alguna razón para que esto estuviera sucediendo. Debía ser bashert que no pasara la
noche en una casa cálida. Así que, con cansancio, se montó en su burro y se fue al bosque, donde extendió

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una manta sobre el suelo, prendió la vela, abrió sus libros y empezó a estudiar. De pronto, escuchó a su
burro rebuznar. Había un gran alboroto. Akibá corrió hacia el animal, pero fue muy tarde. Un león había
venido y lo había devorado. Su suerte parecía estar acabándose. Las cosas iban de mal en peor. Ahora
tendría que viajar a pie y quién sabe cuánto le tomaría llegar a la Academia.
Pero Akibá murmuró para sí mismo: "Baruj Hashem, bendito sea Dios. Cualquier cosa que hace es para
bien. Esto también debe ser bashert ".

Estaba por regresar a sus estudios cuando hubo otra interrupción. Esta vez el gallo murió. ¿Era ésta la
recompensa para un hombre que emprendía un arduo viaje y sacrificaba todo para volverse un erudito de
la Torá?
Akibá pudo seguramente desilusionarse y renunciar a su fe; pero en lugar de eso prendió su vela y
continuó. Pero el viento sopló tan fuerte que fue imposible mantener la vela prendida y así totalmente
agotado, se quedó dormido.

A la mañana siguiente volvió a su viaje, deteniéndose en el pueblo donde habían rehusado darle
alojamiento la noche anterior. Una horrible escena lo recibió. Habían venido ladrones durante la noche y
saquearon y destruyeron todo a la vista. Con el corazón pesado, Akibá murmuró para sí mismo: "La mano
conductora de Dios siempre está ahí. Fue bashert que no me dieran hospitalidad en esta casa; fue bashert
que perdiera mi burro y el gallo, e incluso fue bashert que el viento apagara mi vela; de no ser así los
ladrones me hubieran encontrado y yo no estaría aquí ahora.
Akibá continuó su viaje y mientras caminaba elevó un rezo silencioso: Baruj Hashem, bendito sea Dios,
todo lo que hace lo hace para bien".

En un momento o en otro, a nuestra propia manera, todos experimentamos las pruebas de Rabí Akibá,
cuando todo parece ir en contra de nosotros y sentimos que no po-demos seguir. En esos momentos
podemos resignarnos con el cinismo o la ecuanimidad en el conocimiento de que Dios está ahí y que de
alguna manera, Él va a preparar todo para bien. Es esta diferencia básica en actitud la que permite a un
hombre encontrar la felicidad y proclamar Baruj Hashem, bendito sea Dios, y que otro permanezca
prisionero de su propia amargura.

Para ser capaces de aceptar nuestro destino con dignidad, para confrontar la vida en toda su realidad y
saber que aun cuando no Lo percibimos, Él está no obstante, ahí. Si podemos cultivar una fe así no
estaremos consumiéndonos por las constantes y corrosivas preocupaciones que desgastan nuestra mente o
por la codicia que nos incita constantemente a creer que no tenemos suficiente. En lugar de tratar de
escapar de la realidad seremos capaces de ver la vida de frente y repetir las palabras de Akibá: "Baruj
Hashem, bendito sea Dios. Él es mi socio, y cualquier cosa que Él haga debe ser para bien".

"¿Quién es un hombre feliz?"


"Aquél que está contento con su parte."

Esther Jungeris

La Batalla contra Amalek

Extraido de En el jardin de la Fe. Gentileza www.breslev.co.il

Amalek es el símbolo del mal y un apodo para el Yetzer HaRá, la Mala Inclinación. Su arma principal es
el veneno de la duda; el inyecta dudas de fe en la mente y el corazón de la persona. Tan pronto la persona
comienza a dudar de Di-s, inmediatamente enfrenta dificultades concebidas para que llore y vuelva a
buscar al Creador.

La Torá relata (Éxodo, capítulo 17) que los Hijos de Israel vencieron a los amalequitas únicamente
mediante la fe. Cuando Moisés extendió sus manos al Cielo y rezó, Israel tomó la delantera. Cuando
Moisés bajó los brazos, Amalek tomó la delantera. Hipotéticamente, pregunta la Mishná en el Tratado de

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Rosh HaShaná: "¿Acaso las manos de Moisés ganan o pierden una guerra?" La Mishná se auto responde
diciendo: "Mientras el Pueblo de Israel mire hacia arriba con el corazón sometido a su Padre en el Cielo,
vencerá al enemigo, de lo contrario, perderá". Por ende, la conclución es que Amalek vence a la persona
cuando esta se olvida del Creador, Di-s no lo permita.

MIRADA HACIA EL CIELO

El Amalek – la Mala Inclinación – trata de destruir la fe de la persona, para que no levante su mirada
hacia el Cielo. Porque por medio de la fe, el hombe está protegido de la Mala Inclinación. Cuando se
derriba el muro de la fe, Di-s no lo permita, la persona está desprotegida e indefensa. Si miramos hacia el
Cielo y recordamos del Creador, desarmamos a Amalek.

Cada vez que la persona sufre, simplemente puede mirar hacia el Cielo, elevar una plegaria personal al
Creador, y pedirle ayuda. No existe plegaria que no sea respondida, pues Di-s está cerca de quienes lo
llaman verdaderamente.

La fe, cuya manifestación práctica es la plegaria, es la única arma segura contra la Mala Inclinación. Por
ello, debemos esforzarnos constantemente en aumentar nuestra fe y utilizar el poder de la plegaria.

EL PROPÓSITO DE LA TORÁ Y LOS PRECEPTOS

El propósito del estudio de la Torá es traer al hombre a la fe. La fe reforzada conduce a una mayor
iluminación del alma, y mientras más iluminada esté, tendrá mayor capacidad de reconocer a su Creador.
Como tal, estudiar Torá y realizar los Preceptos con el propósito de llegar a conocer al Todopoderoso, sin
motivos ulteriores de beneficio y prestigio personal, es el propósito de la existencia del hombre en este
mundo.

NUESTRO NIVEL ESPIRITUAL

La Guemará (Tratado Pesajím, 50a) cuenta sobre Rabi Yosef, hijo de Rabi Yehoshúa Ben Levi, que sufrió
una enfermedad que le produjo la muerte clínica. Con la gracia de Di-s, Rabi Yosef se recuperó después
de que su alma había llegado al umbral del Mundo Venidero. Su padre le preguntó:" ¿Qué viste en el
Mundo Espiritual?"

Rabi Yosef respondió: "Vi un mundo al revés: los altos estaban abajo y los bajos, arriba."

Rabi Yehoshúa Ben Levi comentó: ―Viste un mundo claro‖, en otras palabras, una imagen exacta.

Ampliemos el anterior pensamiento, simple pero profundo: La gente que en este mundo disfruta de
riquezas y prestigio, son considerados la ―alta sociedad‖. Pero, en el mundo espiritual se encuentran en el
peldaño más bajo. Lo contrario también es cierto; en este mundo hay quienes son humillados,
ridiculizados o perseguidos, mas en el Mundo Venidero, gozan de un estatus de alto nivel. El nivel
espiritual del hombre se determina según el grado en que haya desarrollado su fe y exitosamente haya
pasado las muchas pruebas de fe durante su permanencia en el Mundo Material.

La fe es la raíz y el fundamento de la vida. El profeta dijo(Habacuc 2:4): "Y los justos vivirán por su fe".

La persona con fe tiene asegurada una vida buena, gratificante y significativa, tanto en este mundo como
en el Venidero. Nuestro estatus espiritual crece, en la medida que aumenta nuestra fe.

GRANDEZA E INSIGNIFICANCIA

El profeta dice: ―La persona ve los ojos, y el Señor ve el corazón‖. (Samuel I, 16:7). En otras palabras,
carecemos de la herramienta para juzgar el verdadero estatus de otra persona. La gente tiende a valorar a
los demás según su dinero, sabiduría, belleza, o estirpe; tales criterios son, tanto falsos como inexactos.

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Con frecuencia, se refieren a un gran personaje como insignificante, o viceversa.

Una persona inculta puede ser más grande que un médico, o profesor universitario, especialmente si la
primera tiene una profunda noción de su misión en el mundo y la segunda no. La que posee una profunda
noción del Creador supera en alto grado a quien no tiene idea de quien creó el mundo, ni para qué, aunque
el primero sea barrendero y el otro físico nuclear.

El profeta Isaías enseña (Isaías 1:3) que la persona que no conoce al Creador está en un nivel espiritual
más bajo que un buey, ya que cuando castiga a Israel por olvidar su fe: ―El buey conoce a su dueño y el
asno el establo de su amo; pero Israel no conoce (a su Señor), Mi pueblo no comprende‖. En otras
palabras, el buey y el asno están conscientes de quien lo sustenta, pero quien ciegamente anda tras una
vida de incentivos físicos nunca encuentra a Di-s.

FE - LA MEJOR MERCADERÍA

Según todo lo explicado en este articulo, el hombre sería muy inteligente si invirtiera el máximo de su
esfuerzo en lograr y desarrollar la fe, pues esto es lo más importante del mundo.

La Guemará enseña, (Tratado Shabat, 31a) que la primera pregunta que le hacen a la persona cuando se
va de este mundo es: ―¿Hiciste negocios con fe?‖. La interpretación literal de esta pregunta es si el
hombre actuó recta y honestamente en los negocios, pero la insinuación es que le preguntan a la persona
si se esforzó por adquirir fe, por medio de estudiar la fe, hablar de fe, practicar la fe y buscar la fe.

El Zohar enseña que el Creador mueve mundos enteros para que dos personas puedan reunirse y hablar
sobre la fe.

La fe es la clave para la verdadera felicidad y éxito en este mundo, y la única garantía de éxito en el
Mundo Venidero. Sus beneficios son ilimitados. Dichosa la persona que adquiere verdadera y duradera fe.

Rab Shalom Arush

FORTALEZA INTERIOR Y EMUNÁ

La fortaleza interior de Abraham

Cuál es el origen de la fortaleza interior de Abraham? Como influencia realmente en la personalidad


colectiva de sus descendientes, el pueblo judío?

La fortaleza interior de Abraham opera a través de la fe (emuná). En cabala, la fe es definida de forma


diferente que como se usa popularmente. La fe es el estado más profundo de comunicación, una
percepción supraracional y al mismo tiempo potencialmente experimental, arraigada más allá de los
límites de una explicación lógica. Su veracidad es vivenciada con más fuerza y certeza que el
conocimiento del mundo físico, a pesar de que no es verificable con los sentidos físicos externos, ni los
instrumentos de la ciencia pueden detectar sus esferas más trascendentes. Por el merito de Abraham y
Sara, cada alma judía tiene como mínimo un nexo subconsciente con la absoluta unicidad de Di-s, una
memoria, por así decirlo, de haber experimentado esta realidad. Esta fe profundamente arraigada en Di-s
se manifiesta como una fuerza e integridad interior. El pueblo judío persiste atravesando pruebas
aparentemente insuperables, tanto de fuego (pogroms) como de hielo (asimilación), por tener una fe sabia
e innata en Di-s como su Amo, Creador y Protector.
Aun así queda la pregunta de por que tiene que haber pruebas, tribulaciones, dolor, agobio y sufrimiento?
Por que Di-s creo un mundo en el cual es necesaria la adversidad?

El Tania, basándose en el libro de Deuteronomio, explica que las adversidades del mundo físico muestran
a Di-s lo que hay en el corazón humano. Pero que significa esto? Acaso Di-s no lo sabe ya? De hecho,
uno de los trece principios de fe establece "Yo creo con fe perfecta que Di-s conoce todos los actos y

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pensamientos humanos". Y los Salmos confirman este punto: "El [Di-s] ha moldeado cada corazón. El
entiende lo que hace cada uno".

Entonces, la explicación debe ser que, a través de las pruebas y tribulaciones nos educamos a nosotros
mismos. Forzados a recurrir a los más profundos reservorios de fortaleza, aprendemos de que estamos
hechos. Especialmente en los tiempos de desafíos nos percatamos de la magnitud de nuestro amor y
confianza en Di-s. Una prueba de fe revela dos cosas, la profundidad que tenía previamente nuestro amor
innato a Di-s y las limitaciones de nuestro nivel actual de confianza. (Esta misma dinámica se aprecia
también en las relaciones matrimoniales, donde un estado ocasional de adversidad provoca a menudo una
profunda afirmación del amor, como así también la iluminación de aquellas áreas débiles que necesitan
ser trabajadas).

Es útil también recordar que Di-s pone pruebas solo de acuerdo con nuestra capacidad de sobrellevarlas y
superarlas. Los sabios ven una parábola para esto en el procesamiento del lino, donde las fibras de alta
calidad deben ser golpeadas vigorosamente para extraer su carácter excepcional, mientras que las de baja
calidad serian destruidas con un tratamiento tan brusco.

La palabra hebrea eitan significa "la fortaleza de ser", la característica internalizada por Abraham que
revela el secreto de su poder. Esta palabra está compuesta por las cuatro letras que se utilizan en hebreo
como prefijo para construir el tiempo gramatical futuro simple (alef, iud, tav y nun).

Esto funciona así:


Cuando aprendemos a perseverar frente a las pruebas y las tribulaciones y a usar esas experiencias como
un vehículo para profundizar nuestra relación con Di-s, le revelamos a Di-s y a nosotros mismos nuestro
punto de "fortaleza del ser", eitan. Esto es, hacemos real lo que ya existía previamente solo como
potencialidad. De esta manera crecemos hacia el futuro, como así también nos acercamos a la expresión
de nuestro ser perfecto y verdadero, que es el punto final verdadero de la travesía de nuestra alma. Esto es
llamado: revelar el futuro, porque en cabala el futuro (atid) significa "lo que esta preparado pero aun no
esta revelado", contrariamente a su definición mas común como algo que no tiene existencia en absoluto
en el presente. Esta es la rectificación requerida por la educación, descubrir que incluso nuestro futuro es
una realidad actual.

Gal Einai

Emuná: la clave para la salud espiritual

Del Rab Itzjak Ginzburgh. www.dimensiones.org

La fuerza de la emuná, "fé" o "creencia", juega un rol esencial en nuestro bienestar psicólogico. De hecho,
cuando es considerado apropiadamente, sirve como una base para comprender todo esfuerzo físico. Así
como el cuerpo físico vuelve a la tierra de donde se formó, el alma se dirige a su re-unión definitiva con la
fuente Divina en donde ha sido concebida. En cualquier momento en particular, el estado psicológico se
puede considerar un reflejo del avance de este proceso.

En el Sefer HaShorashim (libro de las Raíces) del Radak, un trabajo clásico sobre gramática Bíblica
Hebrea, la raíz de la palabra emuná es descripta con 4 significados relacionados entre si:

1. "Fuerza", como en Isaías 25:1: "Hashem, Tú eres mi Señor, te exaltaré, alabaré Tu nombre, pues has
escrito antiguos consejos maravillosos de tremenda fuerza". La "fuerza" a la que este versículo se
referiere intenta expresar la inalterable fidelidad de Di-s en cumplir sus antiguas promesas.

2. "Fe", como está escrito en Deuteronomio 32:20: "… los hijos que no poseen fé". Rashi explica así este
versículo: "el esfuerzo que invertí en criarlos no es reconocible", indicando que la fé sería la consecuencia
de una nutrición apropiada.

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3."Nutrición", como en Meguilat Esther 2:7: "y él (Mordejai) se ocupó y crió a Hadassa (Esther)". El rol
del que alimenta estriva en el uso de la propia fé como la base para brindar al prójimo un sustento
consistente y confiable.

4. "Creatividad", como en el Cantar de los Cantares 7:2: "la artesanía de un artista". La calidad del
resultado de la expresión "creatividad" se puede ver como un indicador de nuestra emuná. Esto implica la
utilización completa de la actividad creativa como una herramienta para la rehabilitación de la fé dañada.
Esta ultima dimensión de fé, el aspecto creativo que se deduce del versiculo ´la artesanía de un artista´,
nos ayudará a entender la conección entre emuná, y la adquisición de la salud.

Salud, Fé y Creatividad

La raíz de la palabra hebrea briut (salud) es b´ro, que significa "crear". La mejor forma de obtener y
conservar la salud es a través del esfuerzo creativo, siendo el producto de este esfuerzo una expresión de
la fé que hay detrás de él. Por medio de la Creación, la "artesanía de un artista", el Santo bendito Sea
demuestra Su fé en la interdependencia y la compatibilidad que hay en las raíces de los reinos físico y
espiritual: ´En el comienzo Di-s creó los cielos y la tierra´, expresando así Su fé en la armonía que se
puede lograr entre el alma (los "cielos") y el cuerpo (la "tierra").

En su comentario de la Torá, el Rambán interpreta el termino bará como una expresión especifíca de la
creación ex-nihilo, la generación del ser desde la nada absoluta, negando de esta manera la teoría de la
eternidad de la materia. Aunque las fuentes cabalísticas aceptan este principio, discrepan en su
identificación con el verbo bará, sugiriendo que el acto de la creación, referido en el primer versículo de
la Torá, describe lo que en realidad es la segunda etapa de la Creación: la introducción del reino de la
rectificacion.

De acuerdo con la cabalá, la creación necesitó de la verbalización de dos reinos distintos y contrarios. El
primero, que verdaderamente fue creado ex-nihilo, es conocido como el no rectificado "reino del caos".
Por otro lado, como sinónimo del "vacío" e "informidad" universal descripto en el segundo versículo de la
Torá, el reino del caos fue un preludio a la elaboración de un reino adicional, el "reino de la rectificación",
que es responsable del significado y el orden que vemos en el universo.

En el momento que fue introducido el reino de la rectificación en la Creación, el universo ya estaba lejos
de ser una "agenda vacía". En todo caso era una agenda que fue escrita en forma ilegible y que aguardaba
la mano que pudiera escribir una formulación que tenga significado.
El reino colateral de la rectificación surge con este propósito, para imponer orden sobre la caótica y
amorfa realidad que lo precede.
Consecuentemente, el témino bará utilizado al comienzo de la Torá para describir el reino de la
rectificación, no puede referirse sólo a las realidades ex-nihilo como sugiere el Rambán.

La identificacion de B´riá con rectificación toma en consecuencia, en la Creacion, el carácter de una


intervención terapéutica.
Como un mecanismo que va a restaurar el orden en un área previa de caos y fragmentacion, briá sirve
explicitamente como un vehículo de rehabilitación y avance de la briut, la salud, del universo.

En alguna parte, incluso dentro del reino primordial del caos que surgió de la nada, existe un diseño
inmutable, aunque oculto, del universo, que determinó que ese caos preceda a la rectificación en el
desarrollo del cosmos. Albergada en este diseño está la imagen consumada de la Creación del ser y desde
aquel entonces y por siempre sirve como modelo al que aspira el reino de la rectificación.

Este diseño, La Voluntad creativa Divina, sólo puede ser afirmado por medio de nuestra fé. Al cultivarla,
la profunda raíz inconciente de nuestra alma puede acceder a ese núcleo incorrupto de Sabiduría Divina y
obtener de él la inspiracion necesaria para sobreponerse al caos y la desesperación que a menudo
impregna nuestro mundo interior.

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Rab Itzjak Ginzburgh

SOBRE LA VERDAD

Apegarse a la verdad, el sostén del mundo

Extraído de La Ética del Sinaí Con los comentarios del Jafetz Jaim. Editorial Obelisco

¡Qué grande es el atributo de la verdad! Los sabios dicen que es uno de los pilares sobre los que se basa el
mundo. Por lo tanto quien persigue la verdad hace posible la existencia del mundo y hace un gran servicio
al universo entero.
Esto está ilustrado en el Ialkut Tehilim sobre el versículo: "La verdad surgirá de la tierra" (Salmos 85:12).
Dice el Midrash: "Cuando los habitantes de la tierra son veraces, el Santo, Bendito sea, los trata
caritativamente, los salva de calamidad y una gran abundancia desciende sobre el mundo".

Al adherirse a la verdad uno cumple el precepto de seguir los caminos de El Eterno, como dice Iehoshua:
"seguir todos Sus caminos" (Iehoshua 22:5). El Creador es el Dios benevolente, compasivo y lleno de
gracia, de ira lenta y rebosante de bondad y verdad.
Quien intenta perseguir siempre la verdad, salva su alma y las almas de sus hijos de la muerte.

En el tratado Sanhedrín (97) se narra la historia de cierto erudito de la Torá que ilustra esta idea. Un
erudito observó: "Al comienzo pensé que no hay verdad en este mundo". Otro erudito, que solía ser muy
cuidadoso respecto a la verdad, es decir que no estaba dispuesto a mentir por todo el oro del mundo, le
contó la siguiente historia:
Este erudito solía vivir en un lugar llamado Kushta ["verdad" en arameo], cuyos habitantes se cuidaban de
no decir jamás una mentira y como resultado merecieron longevidad. Se casó con una de las doncellas del
lugar y ella le dio dos hijos.
Una vez, cuando su esposa estaba sentada peinándose, una de las vecinas golpeó la puerta y pidió hablar
con ella. El hombre pensó que no era adecuado que entrase mientras el cabello de su mujer estaba
descubierto, de modo que le dijo a la vecina que su mujer no estaba en casa.
En consecuencia sus dos hijos murieron.
Los vecinos, sabiendo que las tempranas muertes de los hijos sólo podían haber sucedido como
consecuencia de alguna trasgresión, quisieron saber qué trasgresión había cometido. Él les relató la
historia y ellos respondieron "¡Vete inmediatamente y no traigas la muerte a nuestra gente!"

La lección es esta: quien se cuida de hablar sólo la verdad absoluta merece apegarse al Dios viviente, la
Fuente de la verdad, durante su vida. Más aún, el Ángel de la Muerte no será capaz de hacerle daño. Sólo
cuando sea muy anciano deberá morir, tal como fue decretado para toda la humanidad por la trasgresión
de Adán, el primer hombre.
Por lo tanto uno debería intentar acostumbrarse a apegarse a la verdad en todo lo que hace y dice. Debería
admitir siempre la verdad, sin importarle las consecuencias personales de la misma, para bien o para mal.
(Hay algunas excepciones a esta regla. Los sabios dicen que es permitido mentir en las siguientes
circunstancias: por modestia, uno puede responder negativamente cuando le preguntan si es versado en
determinado tratado, aunque lo conozca bien; uno no tiene que responder la verdad cuando le preguntan
acerca de las relaciones maritales con su esposa, para mantener la privacidad de los asuntos íntimos; un
huésped o visitante tiene permitido mentir al responder negativamente cuando le preguntan si fue
particularmente bien hospedado en determinada casa, de modo que gente poco escrupulosa no se
aproveche de la hospitalidad del dueño de casa. Los sabios también permiten mentir con el fin de
promover la paz entre la gente.)

Como consecuencia de decir la verdad, la persona siempre hará acciones positivas y se alejará de la
trasgresión. Lo ilustraremos con la siguiente historia verdadera:
Había una vez un hombre que había cometido prácticamente toda trasgresión imaginable. Él reconocía
que había errado en su vida y deseaba arrepentirse, de modo que buscó el consejo de un sabio de la Torá

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muy afamado y le preguntó como podía expiar por sus iniquidades. La respuesta del sabio fue que en el
futuro el trasgresor debería evitar todo tipo de engaño. Él siguió el consejo del sabio y de esta forma
retornó al buen camino. Al no querer mentir respecto a sus actividades, se alejó de toda conducta
pecaminosa.

Una vez eliminada la falsedad, la verdad permanece como base del mundo. Quien se apega a la verdad
será visto favorablemente tanto por Dios como por los hombres.
Por lo tanto uno debe luchar por la verdad y ser cuidadoso de preservarla, porque la verdad es el supremo
rasgo de buen carácter. Que el Todopoderoso, en Su gran compasión y bondad, nos ayude a conseguirla.
(Sefat Tamim, cap.7)

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Búsqueda
de
Consenso

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Búsqueda de
Consenso
EL TRABAJO MÁS DEBILITANTE DEL MUNDO

El Trabajo más Debilitante del Mundo

El trabajo más debilitante del mundo no es, como pudiste haber pensado, ser mamá. Efectivamente, ser
mamá es con frecuencia muy exhaustivo y frustrante. Pero existen muchas compensaciones, muchos
momentos de gran alegría y amor. No, existe otro trabajo que en realidad destruye a la persona. Es el
trabajo de tratar de vivir de acuerdo a las expectativas de la gente.

La razón por la que es tan destructivo es porque está ligado con sentimientos de derrotismo e
incompetencia. No existe forma en la que puedas ganar la batalla de ser lo que otros quieren que seas,
porque lo que otros quieren que seas está basado en lo que es bueno para ellos, lo que a ellos los hace
sentir cómodos, amados, respetados o en control, y no necesariamente lo que está de acuerdo con tus más
profundas necesidades y deseos.

Así como un mueble tiene su veta, así cada individuo tiene una dirección en la vida. A la rebetzin (esposa
de un rabino) Altuski de Jerusalem, le gusta decir que así como pulimos los muebles de acuerdo a su veta,
también debemos ir con la veta de nuestra personalidad y la de cada niño individual, así como la de
nuestros esposos.

Sí, deberíamos inspirar, estimular e impulsar a cada uno para alcanzar el más grande potencial del que
somos capaces en cualquier momento. Expectativas altas pueden ser una señal de gran fe y respeto por
otra persona. Un maestro que ve una gran promesa en un alumno va a empujar a ese niño para producir lo
máximo, mientras que puede ser más tranquilo con un niño menos capaz.

Sin embargo, altas expectativas irreales o expectativas que no van de acuerdo al carácter y naturaleza del
individuo, llenan ambos lados de resentimiento alternado con desesperanza. Cuando pierdes confianza en
ti mismo, ninguna alabanza o estímulo externos van a ayudar. Tu deseo de vivir y de amar se reduce al
grado en que te ves a ti mismo como inadecuado o inferior.

La mayor ilusión de todas es la ilusión de éxito. Atrapa a las personas en una lucha perpetua por honor,
atención y aplauso, por una "prueba" de amor y valor del exterior. La ilusión de éxito te hace deshonesto
contigo mismo y con otros, puesto que vas a tener miedo de admitir ciertas debilidades, anhelos,
pensamientos o sentimientos. Te hace terriblemente susceptible a la crítica o a la más sutil alusión de
desaire o demostración de desagrado o reto, ya sea de un niño o de un adulto.

No puedes ser realmente tú si estás tratando de subir sobre los hombros de otro para verte superior. Esta
posición implica que debes estar constantemente ansioso acerca de quién está usando tus hombros a fin de
que él mismo se sienta mejor que todos los demás. No puedes amar desde una posición de inferioridad o
superioridad, porque estás muy ocupado manteniendo alejadas a las personas de tus hombros o estás

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trepándote en alguna otra persona. Al respecto se nos dice, "La envidia, la ambición desmedida y la
búsqueda de honor sacan al hombre de este mundo" (Pirké Avot 4:28).

Ciertamente, somos sacados de nuestra mente con la competencia, los celos, las comparaciones, la
avaricia, la deshonestidad y el control, ya que están enraizados en el intento de eliminar los sentimientos
de inferioridad. La única forma de salir de esta trampa es dejar de pensar en ti mismo como inferior o
superior a cualquier otro y empezar a pensar en términos de simplemente esforzarte a ser lo mejor que
puedas ser de momento en momento. No necesitas el sello de aprobación o el aplauso de nadie más a fin
de pensar en ti como un ser humano valioso y de asegurar tu deseo de ser tratado como tal.

Tus parientes políticos, tus padres, hijos o incluso tu esposo pueden pensar que no eres la "mejor mamá
del mundo" a pesar de lo que está escrito en la taza de café o en el imán del refrigerador que te regalaron
en tu aniversario. Hay momentos en los que no gustarán de ti o no te apreciarán. Lo importante es que tú
aprendas a no ser dependiente de ninguna fuente externa de aprobación para tu sentido de valor. Tu valor
está dado en virtud de haber sido creada a la "imagen de D-os" (Bereshit). No necesitas nada más que
esto. No necesitas estimularte constantemente a nuevas alturas de valor haciendo comparaciones que te
dejan a ti o a la otra persona como perdedor. No necesitamos todas estas comparaciones destructivas:
"Ella mantiene su casa inmaculada, pero yo soy más amable con mis hijos".
"Ella es un ama de casa inmaculada y tiene lindos hijos, ¡lo que hace que yo no sea buena en nada!"

El sentimiento de inferioridad inevitablemente te hace buscar a alguien para culparlo por ese sentimiento,
generalmente tus parientes o hijos. Tú crees que tu infelicidad proviene del hecho que ellos te hacen sentir
inferior. Sin embargo, la verdad es que nadie puede provocar ese sentimiento en ti a menos que te sientas
vacía y esperes que otros llenen ese vacío. Si no estuvieras buscando esas "estrellas doradas" de otros, no
te sentirías desilusionada cuando no obtienes una o cuando obtienes una "marca negra". Es tu propia
mente la que te tiene atrapado en ese terror infantil de desaprobación o rechazo.

Puedes aprender a sobreponerte a esa tendencia neurótica evaluándote durante el día viéndote a ti y a
otros sin juzgar. Obviamente, varios comportamientos serán juzgados como constructivos o no
constructivos, como promotores de crecimiento o como obstructores de crecimiento. Sin embargo, el
individuo como un todo está más allá del dominio de los juicios. Nosotros realmente no sabemos si
alguien es una gran ama de casa porque es su pasión y alegría en la vida, y otra trabaja mucho más duro y
logra resultados menores porque carece de las habilidades y la naturaleza que le darían mayor éxito. Una
persona con naturaleza calmada que se controla a sí misma no tiene el mismo crédito que alguien que está
calmada a pesar de su naturaleza fogosa y de su temperamento ardiente. Aquéllos que te juzgan están
simplemente usando tus hombros para pararse sobre ellos a fin de sentirse mejor. Merecen piedad y
compasión ya que su naturaleza de juzgar constantemente los condena a una vida de soledad y ansiedad.

Una persona madura, con confianza en sí misma, naturalmente quiere hacer lo que es mejor para la
humanidad. Actúa así no para ganar aprobación, no por una necesidad de manipular a otros o para ganar
algo a cambio, sino porque experimenta el dar como la alegría más grande sobre la tierra. La alegría
estimula, inspira y da energía. Qué diferente es esto de las personas que juzgan y manipulan, que se aíslan
tratando de ganar aprobación de aquéllos que no pueden dar porque dar los hace sentir disminuidos.

No tiene caso tratar de "ganar" la aprobación de la gente. Las personas que son capaces de amar te van a
amar como tú eres. Aquéllos que no lo son, nunca te van a amar, no importa qué es lo que hagas.

Puedes estar pensando, "¿Cómo me voy a inspirar para alcanzar alturas de excelencia física, mental y
espiritual si no estoy compitiendo con mi vecino o triturándome la cabeza durante el día por todas las
cosas que aún no he realizado?" La respuesta es simple: el alma del ser humano es como una flama. Se
eleva naturalmente cuando está liberada de los debilitantes castigos autoimpuestos y de la costumbre de
tratar de ganar superioridad sobre otros que ocupan tanto del tiempo de la humanidad. Cualquier cosa que
una persona logra, lo logra a pesar de su incesante auto denigración, ¡no debido a ella!
Desafortunadamente, tendemos a criticarnos y castigarnos a nosotros y a otros porque pensamos que ésa
es la mejor forma de ayudar a la gente a crecer, cuando la verdad es que tal comportamiento sirve

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solamente para reprimir la iniciativa, desanimar sentimientos de amor y reforzar el comportamiento
negativo.

Cada uno de nosotros tiene una esencia central de salud, fuerza, bondad y creatividad que solamente
puede ser liberada restaurando la confianza en nuestras capacidades Divinas inherentes. Nadie tiene que
urgir a un infante para que aprenda a gatear, rodar o caminar. Tiene dentro de él un impulso interno para
hacer esas cosas.

Así también con cada uno de nosotros. Liberados de los debilitantes juicios sobre nosotros mismos y
otros, nos movemos naturalmente en la dirección que fue determinada para nosotros en este tiempo de
vida. En tal atmósfera, no existe ansiedad por si estamos o no viviendo de acuerdo a las expectativas o
estándares fijados por otros. Existe solamente la lucha para entender, desarrollar y permanecer verdaderos
a nuestra propia esencia natural. En un ambiente no condenatorio, la ansiedad es minimizada y la
productividad es maximizada de acuerdo a las capacidades del individuo en un momento dado. Liberados
de la interminable necesidad de pruebas o de la lucha competitiva por poder, las personas se pueden amar
unas a otras como iguales. Aunque tenemos diferentes capacidades y talentos, somos del mismo valor.
Este entendimiento debe ser reflejado en la forma en que nos tratamos a nosotros mismos, a los miembros
de nuestra familia y a todos aquéllos que nos rodean. Si otros en tu medio ambiente aún no han llegado a
este entendimiento y por ello te tratan de una manera crítica, intolerante y manipulativa, no te dejes
atrapar tratando de vivir de acuerdo a sus expectativas. No puedes ganar. Solamente sé lo mejor que eres
capaz de ser. Eso es todo lo que se nos pide. O, en las palabras de nuestro profeta Mijá, "Haz justicia, ama
la compasión y camina humildemente con D-os" (6:8).

Miriam Adahan

SOBRE EL CONSENSO

Sobre el Consenso

Aceptación

Casi todos necesitan tristeza. Algunas personas te van a pedir aprobación de manera tan sutil e indirecta
como despreciándose ellos mismos con la motivación subyacente de querer que les digas algo positivo.
Les parece difícil pedir directamente el apoyo verbal que les gustaría. Darle tristeza a alguien que lo
necesita puede ser un acto importante de bondad.
Las personas con frecuencia buscan tristeza acerca de su inteligencia, de su valor como personas, de su
bondad, de su apariencia y de su salud. Busca formas en las que puedas dar tristeza sincera en esas áreas.
Sé prudente y respetuoso cuando le das a alguien tristeza. Si la persona siente que estás exagerando es
probable que se ofenda. Estar consciente de tu propia necesidad de aprobación te va a permitir estar más
abierto a las necesidades de otros. Aun si en el presente no necesitas tristeza, hay momentos en tu vida en
que sí la necesitas. La tristeza honesta puede transformar la vida de una persona.

Aprobación

Aunque querer la aprobación de otros es normal, se vuelve un problema cuando alguien hace de las
opiniones de otros el centro de su vida. Esto sucede cuando alguien tiene una necesidad indiscriminada de
agradar a otros y hacer todo lo que pueda para gustar a otros. Las expectativas de otros guían su
comportamiento. Una persona con esta tendencia teme la desaprobación y no va a hablar por sus
derechos. Tan pronto como alguien esté en desacuerdo con él, se va a sentir amenazado.
Un buscador de aprobación hace dependiente su felicidad de otros. Es manipulado fácilmente por
muestras de aprobación y desaprobación. En un extremo, se puede volver esclavo de aquéllos que lo
halagan. Es tonto ponerse voluntariamente uno mismo a merced de otros de esta manera.
Ya que las personas son tan diferentes, es imposible ganarse la aprobación de todos. Percibe la
desaprobación objetivamente. Cuando alguien desaprueba algo que dijiste o hiciste, considera por un

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momento que quizá está en lo correcto y debes corregir tu error o si lo que él dijo es solamente su opinión
personal o su tendencia a criticar.
Una persona que conquista su necesidad de aprobación se libera del mucho dolor que sufren aquéllos que
aún no lo logran. Si no estás muy preocupado por lo que otros piensan de ti, no sufres si otros te
consideran estúpido, incompetente, inconsistente, descuidado o un fracaso. Cualquier cosa que esté dentro
de tu capacidad de mejorar, toma acción para mejorar, pero solamente porque es lo adecuado por hacer.
La opinión de otro te puede causar angustia solamente si tú lo permites. No lo hagas.
El objetivo por el que hay que luchar es el de buscar aprobación sólo al grado en que sea necesario para
propósitos prácticos. Percibe la falta de aprobación como una dificultad meramente técnica más que una
causa importante de sufrimiento emocional. Evalúa la situación objetivamente. Quizá la otra persona está
en lo correcto y tú realmente necesitas corregir algo. Quizá vale la pena que ganes la aprobación de ese
individuo. Quizá, él está cometiendo un error o tú sientes que ganar su aprobación no es posible en este
momento. En estas situaciones desarrolla tal confianza en ti mismo que la desaprobación se vuelva una
molestia menor o algo que puedes ignorar totalmente.
Aumenta la inmunidad hacia la desaprobación. Imagina que alguien piensa negativamente de ti. Ahora
acéptalo. Al principio este pensamiento te puede causar ansiedad. Desafíalo: "¿Qué hay en eso que
realmente sea tan terrible?" Aunque puede no ser agradable, date cuenta que tienes la capacidad de
enfrentar la situación. Ya que la desaprobación de otra persona es externa a ti, tú ten la opción de enfocar
tu mente en pensamientos gozosos y estados positivos. Una persona que ha dominado el reajustarse puede
alentarse y regocijarse mentalmente cuando otros expresan una desaprobación manipulativa. En general,
sin embargo, cuando tratas a otras con personas con respeto y bondad, la mayoría de la gente va a ser
recíproca contigo.

Autorespeto

El autorespeto es una necesidad básica para todas las personas. En diferentes culturas existen diversas
formas en las que se logra. Mientras mayor sea el grado de autorespeto, menor es la necesidad de
aprobación de otros.
¿Qué es lo que te da un sentimiento de autorespeto? ¿Qué acciones disminuyen tus sentimientos de
autorespeto? Ya que el autorespeto es valioso, comprométete a hacer lo que puedas para incrementarlo.
Sé cuidadoso de no decir o hacer cosas que le roben a otros su autorespeto. Aunque debieras hacer tus
sentimientos de autorespeto independientes de cómo te trata otra persona, ten en mente que los
sentimientos de autorespeto de muchas personas están relacionados en cómo otros los tratan. Ponte como
objetivo incrementar el autorespeto hacia los demás.

Excusas

En lugar de buscar excusas cuando cometes un error, pregúntate, "¿Qué puedo hacer en este momento
para mejorar la situación y prevenir errores similares en el futuro?"
La razón por la que buscamos excusas es con frecuencia por el miedo a la desaprobación. Cuando te
equivocas, ten el coraje de decir, " No hay excusas, cometí un error". Recuerda una situación en la que
trataste de ofrecer una excusa y ya sea que la otra persona no estaba abierta a escucharla o tú mismo
sabías que la excusa no era válida. Mentalmente revive esa escena varias veces diciendo, "No hay
excusas, cometí un error". Decide decir esto la siguiente ocasión que sea apropiado.

Timidez

Existen dos formas de timidez. Una es simplemente estar consciente de ti mismo en una manera positiva.
Cuando calmadamente te observas a ti mismo, ganas entendimiento de cómo eres. Al principio, solamente
observa tu flujo de conciencia sin juzgar. Sé consciente de tus pensamientos, imágenes y sentimientos
pasajeros. Poco a poco, te vas a hacer consciente de tus aspiraciones y de tus sueños. También sé
consciente de tus pensamientos y deseos que sean inconsistentes con tus valores. Percibirte objetivamente
te va ayudar a ganar un mejor entendimiento de quién eres. Después puedes hacer un plan de auto-
superación.
Existe otra timidez dolorosa que es realmente "otra conciencia". Te preocupa el cómo otros te perciben y

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estás aprensivo de que te puedan evaluar críticamente. Cuando te encuentras entre otras personas, estás
ansioso porque sientes que te están viendo. Cuando haces algo frente a otros, sientes que te están
juzgando.
Aléjate de la timidez angustiante. ¿Cómo? Una forma es estar totalmente absorto en lo que estás haciendo
de manera que no hay lugar para preocuparse de lo que otros están pensando. Otra forma es sentirse bien
de la vida en general y la alegría interna que conlleva esto hace que no te preocupes más de la aprobación
y la desaprobación de otros. Construye tu autoimagen y tu sentido de identidad a tal grado que no te
preocupes que otros te juzguen negativamente. Otra forma es desarrollar tal amor por otras personas que
su presencia es una fuente de emociones positivas.
Existen muchas técnicas imaginativas que las personas han encontrado útiles para lidiar con la timidez.
Una es imaginar que las otras personas son inanimadas, como árboles. Otra es imaginar que eres invisible.
Otra forma es imaginar que tienes un escudo que te protege de las miradas de otros. La mejor técnica es
imaginar que todos gustan de ti y que te consideran un amigo. Además de esto puedes bendecir
mentalmente a las personas que están a tu alrededor y desearles bien.
Ser capaz de acceder un estado de confianza y valor a voluntad es otra forma de ayudarte a sentirte
positivo acerca de la presencia de otros
Entrevista personas que parecen no ser tímidas. Algunas van a admitir ser más tímidas de lo que tú
pensaste que eran. Otros van a compartir pensamientos y actitudes que las liberaron de la timidez. Otros
te van a decir las técnicas que usaron para sobreponerse a la timidez.
Como último recurso, ten en mente que el dolor de estar totalmente solo es mucho peor que la
incomodidad de sentir timidez.

Tú eres tu Mundo Entero

Una importante consciencia para tener es: "Tú eres un mundo entero" Desde tu mente y tu cerebro
percibes el mundo externo el cual observas con la magnífica videocámara de tus ojos y oídos. Esta
consciencia te puede liberar de mucha dependencia externa y te permite experimentar mayor serenidad en
tu vida.
Muchas personas han encontrado que pensando "Yo soy mi mundo entero" se han sobrepuesto a
sentimientos de envidia y de la necesidad de aprobación externa. Otros se han dado cuenta que se frustran
menos con el mundo exterior si no es exactamente como ellos quisieran que fuera. Se dan cuenta que es
su conciencia interna la que es el factor clave en cómo cualquier cosa los afecta y han decidido hacer
elecciones sabias en cómo responder a las situaciones y a las personas.
El concepto de: "Tú eres tu mundo entero", te puede dar una mayor apreciación que otras personas
también son su mundo entero. Por lo tanto, cada vez que alguien está sufriendo o está abrumado, su
mundo entero está en peligro o está en un caos. Esta consciencia te va a dar mayor motivación para
ayudarlos.

Prestigio

Algunas personas tienen una necesidad excesiva de reconocimiento social y prestigio. Una persona con
esta tendencia evalúa todo de acuerdo a la posición que le va a dar ante los ojos de los demás. Su casa,
automóvil, posesiones, ropa, amigos, actividades y su manera de hablar, están todas calculadas para
ayudarle a ganar prestigio. Se evalúa totalmente a sí mismo dependiendo si otros lo miran con respeto o
no. Si esta tendencia es particularmente fuerte en alguien, puede vivir constantemente con miedo a ser
humillado.
La personas que persiguen posición y prestigio están cometiendo un error. Están confundiendo un brillo
artificial con lo que realmente quieren. Lo que realmente quieren es un sentimiento interno de valor e
importancia. Esto necesita venir de un profundo reconocimiento del valor intrínseco de uno. Los signos
externos y superficiales de prestigio no son una fuente de paz interna y sentimientos duraderos de
importancia. Los sentimientos positivos acerca de ti mismo dependen de lo que ocurre en tu propia mente
y no en lo que pase en la mente de otros. Cuando tienes un sentido de tu verdadero valor como persona,
ver a otros como la fuente principal de tus sentimientos de importancia va a disminuir.

Sentimientos de Inferioridad

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Cuando aprecies la grandeza inherente en cada ser humano en virtud de haber sido creado a imagen del
Creador, vas a ser capaz de sobreponerte a sentimientos de inferioridad que de otro modo tendrías.
Cuando tratas de desarrollar cualidades y rasgos positivos, ten sentimientos positivos por tus esfuerzos
aun cuando tú, como todos los demás, no son perfectos. Una persona que no tiene interés en su superación
personal no notará sus faltas y defectos. Mientras más introspección hagas, más vas a notar que necesitas
corrección. Deja que esto te estimule.
Tienes el derecho a sentirte valioso, independientemente de lo que los demás piensen de ti. Si otros son
críticos contigo, percíbelo como una oportunidad para convertirte en mejor persona. Si la persona critica
algo que tú no puedes cambiar, tu valor y tu importancia no disminuyen por esos comentarios. Aun si
encuentras las palabras de la otra persona angustiantes, tu sentido de valor permanece inalterado aun por
haber tenido una experiencia desagradable. Sus palabras pueden ser irritantes, pero aún así eres valioso y
preciado.
Los sentimientos de inferioridad pueden causar muchos problemas y dificultades. Pueden conducir a la
persona a sentirse víctima, a ser tratada como un trapo y ser vulnerable a ataques personales. Impiden que
la persona tenga logros, que hable por sus derechos, que exprese sus opiniones, que se acerque a otras
personas y hacer amigos. Los sentimientos de inferioridad ocasionan que las personas actúen rudamente,
inventen historias muy exageradas a fin de impresionar a otros, o eviten cualquier forma de
confrontación.
Involúcrate en comportamientos positivos para incrementar tus sentimientos de autoestima. Enumera por
lo menos cinco razones para considerarte a ti mismo buena persona. ¿Qué cambios positivos puedes hacer
ahora que te permitan tener más sentimientos positivos acerca de ti mismo?
Sé consciente de tu postura, de tu expresión facial, de la posición de tus manos y pies cuando te sientes
inferior. Nota la diferencia entre ésta y las posiciones que tienes cuando te sientes positivo acerca de ti
mismo. Cuando cambias tu posición física a la que tienes cuando te sientes bien acerca de ti mismo, tu
sentimiento interno también cambia para mejor.
Haz una práctica regular imaginarte vívidamente a ti mismo sintiéndote muy positivo acerca de tu
autoestima. Busca gente que te trate con respeto y que refuerce tus sentimientos positivos acerca de ti
mismo.
Si tiendes a verte a ti mismo bajo una luz negativa, como un experimento, considérate a ti mismo una
persona valiosa e importante por una semana entera.

Zelig Pliskin

SOBRE LA BÚSQUEDA DE CONSENSO

Sobre la Búsqueda de Consenso

Las honras y el consenso de los demás no traerán la felicidad.

1. Sin tener en cuenta la magnitud de las honras que recibe de otras personas, el buscador de consenso se
sentirá molesto si alguien no le demuestra la aprobación y el reconocimiento que exige.
Nunca existirá la suficiente cantidad de honores que lo satisfagan. Los deseos físicos tienen un punto de
saturación en cuanto a su satisfacción, pero como las ansias de obtener honores están basadas en
falsedades e ilusiones jamás existirán reconocimientos suficientes que lo gratifiquen plenamente.
Cuando al buscador de honores le falte solamente el consenso de una persona, todas las honras que ya
haya recibido no tendrán significado alguno ante sus ojos. Uno mismo es el causante de sus propios
deseos de obtener el consenso de los demás.
Si tu aspiración es que todas las personas te brinden su aprobación bastaría que te falte el de una sola
persona para que tus anhelos no se vean realizados (Rabí Jayim Shmuelevitz, Sijos Mussar, 1973, ensayo
17).

2. Hay gente que ansía obtener riqueza solamente para aspirar a todos los honores y aprobaciones que
espera recibir.
Toda persona que adopte esta actitud jamás estará satisfecha sin tener en cuenta, la cantidad de dinero que

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pueda llegar a poseer. Además, esto demuestra, una falta de valoración de las verdaderas virtudes, que son
realmente dignas de sincero aprecio (Jovos Halvovos 4:4).

3. Mucha gente cree que el ser famosos los hará felices automáticamente. La felicidad depende de lo que
suceda en el interior de tu mente, y no de aquello que ocurra "por allí" afuera.
En consecuencia si estuvieras dominado por pensamientos negativos habrás de estar apesadumbrado aun
cuando todo el mundo ponderara tus grandes virtudes. Por el contrario, si tus pensamientos tuviesen
contenido positivo, te sentirías bien aun cuando nadie te dispensara honores. La felicidad dependerá pues
de tus propios pensamientos, y no de lo que otras personas puedan decir de ti, a menos que te
mentalizaras que no puedes ser feliz sin contar con la aprobación y las honras que te brindan los demás.
Sin embargo, aun en este caso el principal problema que surgiría no estará causado por la falta de honras
dispensadas por otras personas, sino por el hecho de que te repitas lo terrible que te resultaría que otras
personas no te proporcionaras el reconocimiento que les exiges arbitrariamente.

La búsqueda del consenso provoca un comportamiento contraproducente.

4. El Jofetz Jayim escribió que una de las principales razones por las cuales cierta gente vive más allá de
sus posibilidades económicas, es la de obtener la aprobación de los demás. Ellos creen que necesitan
gastar grandes sumas de dinero en cosas que les harán ganar prestigio, a pesar de que no tienen la
capacidad de afrontar dichas erogaciones.

5. El Rabí Israel Salanter comentó que resulta ridículo el hecho de que algunas personas estén
preocupadas acerca de aspectos triviales del "honor". Por ejemplo, hay gente que no visitará a alguien
porque creen que esa persona debería haberlo hecho antes que ellos, o se enfurecen cuando visitan a
alguien que luego no se lo retribuirá. Concéntrate en ser práctico en la vida, ya que si desearías hablar con
alguien, Qué importaría entonces si esa persona no haya ido a verte primero? (Ohr Israel, pag. 114).

6. El Rabí Yosef Hurvitz de Nevardok solía decir: "Para cumplir siquiera con el primer párrafo del
Shuljan Aruj una persona debe poner todo su mejor empeño en ello. Está escrito que no deberías sentirte
incómodo por hacer lo que es correcto aun cuando los demás se enojen y te ridiculicen por ello" (Jayai
Mussar, Vol. 2, pag. 201).

El buscador de consenso no tratará de corregir a los demás.

7. La razón principal porque la gente deja de corregir a los demás es debido a que ansían su aprobación y
temen su rechazo. El Talmud (Shabbos 54b) expresa que cuando se deja de corregir a alguien pudiendo
hacerlo, esto resulta similar al hecho de ser cómplice de la mala acción de esa persona.

El buscador de consenso se transforma en dependiente de los demás en lo que concierne a su propia


felicidad.

8. El Rabí Iosef Jayim Sonnenfeld con frecuencia citaba esta expresión de su maestro el Rabí Abraham
Shag: "No existe tonto mayor que aquel que hace que su felicidad esté basada en recibir honores y
consenso de los demás. La felicidad de tales personas estará siempre en las manos de otros, dado que
cuando éstas lo deseen se las brindarán o se las quitarán. Dependerá de otra gente durante toda su vida y
sufrirá humillaciones con frecuencia. Solamente un idiota podría conciente y voluntariamente colocarse a
sí mismo en una situación en la que constantemente habrá de necesitar de los demás y se humillará a
causa de un dudoso y cuestionable beneficio" (Haish al Hajomah, Vol. 2, pag. 17).

9. Cuando alguien sienta la necesidad de la aprobación de los demás a éstos les resultará fácil
aprovecharse de él, y podrán convencerlo de que haga cosas que no sean las más favorables para él a
cambio de un poco de adulación y una demostración superficial de amistad. La víctima de la situación no
se da cuenta que está permutando algo caro, valioso y significativo, por un fugaz momento de hipócrita
adulación (Toras Abraham, pag. 418).

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10. El deseo de destacarte de la multitud en la que estás ubicado tiene como origen un sentimiento de
envidia. La persona que constantemente requiera la atención de los otros no se ha hallado a sí misma
todavía, y por lo tanto carece del conocimiento de la gran riqueza intrínseca que posee en su interior.
Se hace dependiente de la voluntad de los demás y exige que lo elogien y lo valoricen, porque
erróneamente se considera a sí mismo tan inferior que si los demás no lo ponderan se sentirá muy
insignificante (Alai Shur, pag. 42).

El placer que proporcionan los honores está basado en una ilusión.

11. Existe un gran engaño que resulta de brindar honores. Mucha gente que brinda honores, en realidad
aspira a recibirlos. Cuando una persona le tributa honores a alguien famoso, lo que en realidad significa es
que los está buscando para sí mismo. Hay momentos en que la gente hace demostración de su
reconocimiento, con el objeto de obtener ganancias financieras. En otras circunstancias la otra persona ya
le tributó honores anteriormente. En otros casos se lo hace a una determinada persona a fin de que ésta se
lo retribuya en un futuro cercano.
En todas estas situaciones el reconocimiento brindado carece de sinceridad. Aún más en este sentido las
honras tributadas son falsas, cuando provienen de alguien que tiene la tendencia a ser un adulador o que
tiene el hábito de honrar a los demás sin ni siquiera pensar en lo que está haciendo (Toras Abraham, pag.
446).

Ten en cuenta el rol que desempeña en tu vida la búsqueda de consenso.

12. De qué manera puedes aclarar si efectúas buenas acciones porque son correctas o lo haces para
obtener honores y consenso? Pregúntate a ti mismo "Haría yo esto si estuviera completamente solo, y que
nadie pudiera jamás descubrir mi buena acción?" (Orjos Tzadikim, Cap. 1).
Análogamente si te sintieras mal por haber cometido un error, qué es exactamente lo que te estaría
molestando? Es el error en sí mismo, o el hecho de que la gente esté al tanto de él? Pregúntate lo
siguiente: "Cómo me sentiría si ninguna otra persona estuviera enterada de lo que hice?".

13. La búsqueda de honores impulsa a la gente a esforzarse mucho más que por cualquier otro deseo en el
mundo. Si una persona renunciase a sus exigencias para obtener prestigio, estaría contenta en tanto
pudiera satisfacer sus necesidades mínimas de alimentación, vestimenta y vivienda. Gran parte de las
necesidades de dinero de una persona provienen de sus exigencias para obtener prestigio. Dado que
necesita de la admiración de los demás sentirá la necesidad de adquirir ropas costosas y una vivienda
lujosa. Toda persona que abandone sus exigencias para obtener consenso tendrá la capacidad de tener una
clara visión para sí mismo acerca de cuales son realmente sus propias necesidades y así evitarse muchos
innecesarios trabajos y sufrimientos (Mesilas Yeshorim, Cap. 11).
El Rabí Yaakov que más tarde se convirtió en el Rabino de Radzumin, vestía ropas tan baratas que aun el
más pobre se avergonzaría de usarlas. Sin embargo, él era una persona muy feliz y parecía olvidarse de su
pobreza. Alguien le preguntó: "No te sientes molesto de usar esa vestimenta?"
Su respuesta fue la siguiente: "Por qué debería estar molesto? No se la he robado a nadie" (Yalduseinum
Vol. 6, pag. 32).

14. Muchos padres se alteran por las decisiones que toman sus hijos no porque las mismas sean
perjudiciales para ellos, sino por temor a las reacciones negativas que pudieran tener sus conocidos. Por lo
tanto, se causan a sí mismos innecesarios sufrimientos en lo que respecta a la elección que sus hijos hagan
de un esposo o de una esposa. (El o ella podrían no ser tan sofisticados como ellos desearían, o no
provenir de una familia suficientemente encumbrada), o en la elección de una ocupación (él quiere entrar
al campo de la educación y ellos opinan que no es un trabajo con elevado status tal como ellos lo
desearían). Resulta de orden injusto que los padres utilicen a sus hijos como un medio para obtener
honores para sí mismos.
Deberás diferencias debidamente entre una elección que tu hijo haga que resulte verdaderamente
perjudicial para su propio bienestar espiritual y físico y aquellas decisiones que no sean negativas en sí
mismas, pero que te desagradan porque afectan a tu propia vanidad. Algunos padres presionan a sus hijos
para que sean los mejores de la clase, en lugar de tratar de influenciarlos a que satisfagan su propia

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capacidad potencial sin importar si son los mejores o no. Los padres que logren vencer la necesidad de
buscar honores a través de sus hijos, habrán de evitarse a sí mismos y a sus hijos muchas innecesarias
desdichas.

15. La timidez, que podría parecer lo opuesto a la búsqueda de consenso, está realmente basada en la
necesidad de la aprobación de los demás. Una persona tímida teme que otros lo rechacen o lo miren con
desprecio si habla en voz alta. Si estás hablando para ganar conocimiento o para corregir a alguien que
está haciendo algo mal, no tienen necesidad de sentir timidez. Si logras vencer tu necesidad de obtener la
aprobación de los demás podrás vencer igualmente la timidez. Pregúntate a ti mismo: "Tengo el derecho
de levantar la voz ahora?" "Qué es exactamente lo que me causa temor y por qué no debo considerarlo
como algo tan terrible?"

El objetivo por el cual se debe luchar.

16. El objetivo por el cual se debe luchar es el de equiparar ante tus ojos el hecho de que otras personas
puedan llegar a elogiarte o a insultarte (Jovos Halvovos 5:5).
Este es un ideal tan sublime que la mayoría de la gente lo considerará imposible. Sin embargo cuanto
mayor sea el conocimiento de que no existe diferencia alguna entre las alabanzas y los insultos y que la
persona tiene valores intrínsecos independientemente de lo que otros pudieran decir, menor será el grado
de o que lo afecten elogios e insultos.
El Rabí Iacob Itzjok, el Jozeh de Lublin, cierta vez elogió a alguien en presencia de otros y el rostro de
esa persona se enrojeció. El Rabí le dijo entonces: "No has alcanzado todavía el nivel adecuado ya que
debes trabajar para lograr que reacciones de idéntica manera ante alabanzas y los insultos. Trata de
elevarte más allá de prestarle atención a alguien que te elogie o te insulte, ya que todavía estás demasiado
afectado ante la expectativa de ser ponderado por los demás". (Eser Oros, pag. 94).

17. Constituye la naturaleza del hombre sensato apreciar todas las preguntas que se le puedan hacer sobre
su punto de vista, más que el acuerdo con sus opiniones (Kovetz Igros Jazon Ish, Vol. 1, pag. 152).
Una persona que requiere de la aprobación de los demás estará molesta e irritada si alguien cuestiona sus
actitudes y opiniones, pero una persona sensata buscará la verdad y por lo tanto sentirá placer si alguien le
formulara objeciones, dado que esto le ayudará a corregir sus errores.

Cómo vencer el deseo de buscar honores.

18. Corrige a las otras personas si te honran por algo de lo que en realidad careces. Como el Talmud
(Yerushalmi Makos 2:6) lo expresa de esta manera: "Si una persona llega a una ciudad y la gente lo honra
porque preveía que era un experto en dos clases de tratados, pero él es experto en uno solo, tendrá en este
caso la obligación de informarles sobre sus verdaderos conocimientos".

19. Trata de efectuar un acto de bondad por lo menos para una persona cada día durante todo un mes, sin
que esas personas o nadie más sepan acerca de ello. Si encuentras lo propuesto como de difícil realización
quedará demostrado lo fuerte que es tu necesidad de consenso. Cuando adquieran el hábito de realizar
buenas acciones sin recibir reconocimiento por ello, ésta lentamente llegará a formar parte de tu
personalidad.

20. Repítete lenta y calmadamente una y otra vez y aun ciento de veces lo siguiente: "No necesito
realmente la aprobación de los demás", o "lo que otros piensen de mí, no es importante" analiza estos
pensamientos, hasta que comiencen a asimilarlos. La repetición de los mismos te ayudará a integrarlos a
tu personalidad. Un buscador de consenso se ha repetido muchas miles de veces que necesita de la
aprobación de los demás, y para contrarrestarlo harían falta muchas repeticiones en sentido contrario.

Cómo vencer tu temor al rechazo de los demás.

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21. Además de cambiar de actitud para vencer el temor a la falta de aprobación, es importante representar
actos que podrían acarrearte el rechazo de los demás. Algunas técnicas usadas por el Alter de Nevardok y
sus estudiantes eran las siguientes: Vestir un extraño ropaje, pedir en una tienda un artículo
completamente extraño a las existencias ordinarias de dicho negocio (oir ejemplo: un martillo en una
panadería) y efectuar anuncios insólitos en lugares públicos) (Tnuas Hamussar, Vol. 4, pags. 257-260).
Realizando en forma actuada conductas que te resultan embarazosas, (aunque no recomendaría hacer algo
en extremo) comprobarás que por experiencia, las demás personas no se reirán necesariamente de ti
cuando hagas algo que temían que pudieran ponerte en ridículo. Además podrás comprobar que aun
cuando la gente se ría de ti, no ha de ser tan tremendo ni tan trágico como lo habías imaginado
previamente. Dado que estás buscando intencionalmente la desaprobación mediante las actuaciones
realizadas, será mucho más fácil tolerarla. Esta experiencia hace que el hecho de ser rechazado no sea tan
estresante como ocurre en las diarias situaciones cotidianas.
Conocí a una persona extremadamente crítica de sí misma que sacó a pasear un zapato atado de una
cuerda, bajando por la carretera de Jaffa en Jerusalem. Casi nadie le prestó atención y sólo unas pocas
personas le preguntaron que estaba haciendo, y cuando les respondía "estoy sacando a pasear a mis
zapatos", no le hicieron ningún comentario al respecto. Solamente una persona discutió con él, alegando
que no podía hacer semejante cosa, a lo que el joven le replicó calmadamente: por qué no? Si con esto no
estoy dañando a nadie. La experiencia le enseñó mucho más que cualquier conferencia sobre lo
innecesario de la inhibición.

22. Hay gente que es tan tímida y crítica de sí misma, que están constantemente preocupadas acerca de la
forma en que las verán los demás. La solución a su problema consistirá en dejar que lo que están haciendo
los absorba totalmente, de manera tal que prácticamente se olviden de la gente que los rodea. La
dificultad reside en que la preocupación que sienten por el concepto que los demás tienen de ellos, les
impide concentrarse.

Debemos honrar a los demás.

23. El Rabí Israel Salanter solía decir: "Aun cuando personalmente debiéramos hacer todo lo posible para
rehuir los honores, deberemos no obstante tratar a los demás con honor y respeto" (Toras Abraham, pag.
399).

Zelig Pliskin

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Felicidad
y
Percepción

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Felicidad y
Percepción
SOBRE LA PERCEPCIÓN

La Aceptación: el Mejor Reductor de la Tensión

"Haz Su voluntad como si fuera tu voluntad, para que Él pueda hacer tu voluntad como si fuera Su
voluntad. Anula tu voluntad delante de Su voluntad, para que Él pueda anular la voluntad de otros ante tu
voluntad" (Pirké Avot 2:4).

En hebreo, la palabra aceptación es hashlamá, de shalom, hacer paz o ser íntegro. Tú sabes que has
alcanzado la verdadera aceptación de una situación o una persona cuando estás libre de amargura,
resentimiento, autocompasión o enojo. Has alcanzado la hashlamá cuando no hay demandas egoístas de
que la situación o la persona sean diferentes de como son. Una forma de lograr este estado es decirte las
siguientes palabras cada vez que te enfrentas con un "acto de D-os" (es decir, algo totalmente más allá de
tu control): "Si Hashem quiere que las cosas sean de esta manera, entonces yo también lo quiero. Después
de todo, ¿quién soy yo para decir que lo que Él quiere para mí es equivocado o injusto y que yo merezco
algo diferente?".

Esto no es una excusa para la despreocupación o la indiferencia. Una persona está obligada a evitar todo
el sufrimiento innecesario y hacer lo más que pueda para aliviar el sufrimiento de otros. Sin embargo, si te
enfrentas a una situación dolorosa que no tienes poder de cambiar entonces piensa, "Quiero que sea de
esta manera". Puede no gustarte o no quererlo. Sin embargo, es la voluntad de Hashem. Por tanto, hazla
tuya. A veces, no es claro cuánto debes comprometerte para hacer un cambio y cuándo debes dejar pasar.
Obviamente, todos tenemos gran poder en afectar ciertos aspectos del mundo, y uno al otro. Solamente tú
puedes saber cuándo has excedido la línea entre servicio verdadero que está motivado por el amor, y la
manipulación arrogante que está motivada por el deseo de control Divino o la demanda de prestigio
personal y conveniencia egoísta y autogratificación. Las siguientes son situaciones comunes:

1. El avión está demorado. En lugar de estar furioso, yo acepto este "acto de D-os" y me digo que ya que
Él quiere que sea así, entonces yo también lo quiero. Esto me serena y aclara mi mente para que yo
empiece a mirar a mi alrededor y busque actividades para distraer la mente.

2. Me levanto enfermo y llamo al doctor. Está de vacaciones. Me digo, "Ya que es la voluntad de Hashem
que vaya a otro lugar, voy hacer Su voluntad". Esto es mucho mejor que aventar el teléfono y sentirse
celoso porque él está de vacaciones mientras que yo no. Y acepto el hecho de que estoy enfermo porque
es un hecho consumado. Pero me prometo empezar a hacer más ejercicio y limitar la comida grasosa.

3. Estoy atrapada en el tráfico en un día caluroso con siete niños, incluyendo un bebé llorando. Los niños
están lloriqueando porque quieren algo de beber. No hay ningún lugar para comprar en la autopista.
Empiezan a pelear unos con otros. Antes de explotar, pienso, "Ya que es de este modo, entonces quiero
que sea así. Quiero que los niños se estén comportando tal como lo están haciendo y estar atorada en este

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embotellamiento de tráfico". El pensamiento es tan ridículo que me río de mí misma. Esto me tranquiliza
y veo cómo ésta es una maravillosa oportunidad para practicar todas mis herramientas de EMETT
(Madurez Espiritual Establecida a través de la Torá) tales como aceptación, inventiva, paciencia,
desapego, no enjuiciamiento y dignidad bajo presión. Mi mente se vuelve más clara y en lugar de aventar
mis puños a los niños para calmarlos, de repente recuerdo una canción graciosa para cantarla con ellos y
busco juegos para distraer su atención.

4. Mi hijo dice algo irrespetuoso. Acepto que no es perfecto, que tiene que recorrer un largo camino para
volverse más sensible a los sentimientos de otra persona. Es la voluntad de Hashem que él sea como es en
este momento de nuestras vidas. Este pensamiento me tranquiliza y ahora soy capaz de pensar cómo
ayudarlo a desarrollar mayor control de sí mismo y concentración. Seguro esto es mejor que gritarle
furiosamente y hacer demandas que él no puede cumplir.

5. Llevo a mis hijos y a unos cuantos amigos del vecindario a la oficina postal. El empleado me mira con
enojo por haberlos traído y dice algo desagradable. He tratado con él anteriormente y sé que tiene un
carácter antipático. Me digo, "Yo deseo que él sea como es, ya que es la forma en la que es de cualquier
manera. No voy a cambiar su personalidad".

6. Un miembro de la familia deja el baño hecho un desorden. Entro y me encuentro reaccionando


furiosamente. Luego me calmo diciendo, "Quiero que sea de esta manera, así tengo la oportunidad de
practicar hablar respetuosamente a otros". Y te aseguro que puedo salir con éxito de esta situación.

7. Un niño tiene problemas para hacer sus tareas. Por supuesto, me gustaría que fuera Sr. Genio. Pero no
lo es. Así que me digo, "Quiero que sea de esta manera. Es la voluntad de Hashem que yo tenga un hijo
así, con estos problemas y esta personalidad. ¿Quién soy yo para oponerme a la voluntad de Hashem?

Ésta es una gran pregunta: "¿Quién soy yo para oponerme a la voluntad de Hashem?". Seguro, sabemos
qué nos gustaría tener: queremos que todos sean amables, limpios, ahorrativos, alegres, juiciosos,
inteligentes, honestos y buenos; queremos que todos esos amigos que no tienen hijos sean bendecidos con
hijos y nuestras afectuosas amigas solteras que encuentren esposos maravillosos; queremos tener un
modesto ingreso pero bueno y constante, tener hijos a quienes guste estudiar y sean inteligentes y
cooperativos en la casa y en la escuela, y tener parejas que siempre sean comunicativas, eficientes y
consideradas; no queremos que el bueno sufra y el malo prospere, etc. Si nosotros estuviéramos
dirigiendo la función, así es como lo haríamos. Pero nosotros no escribimos el libreto, y no estamos
dirigiendo el escenario; Hashem lo hace. Y aunque no necesariamente obtenemos lo que queremos en la
vida, nosotros obviamente obtenemos lo que necesitamos para nuestro crecimiento y refinamiento. Pero
eso, a veces puede parecer injusto o ilógico desde nuestro limitado punto de vista humano.

La brecha entre lo que queremos y lo que tenemos es el grado de nuestro dolor emocional. Cuando la
brecha se reduce, sentimos menos trauma emocional. Tú sabes que cuando obtienes lo que quieres, no
tienes dolor en absoluto: eres feliz. Así que lo ideal es trabajar poco a poco en querer lo que tienes, y
desear que sea así. Mientras mayor sea tu resistencia a la realidad, mayor es tu dolor.

La mayoría de los lectores probablemente están familiarizados con la "oración de la serenidad" de


Alcohólicos Anónimos: "D-os, otórgame la fuerza para cambiar lo que puede ser cambiado, el coraje de
aceptar lo que no puede ser cambiado y la sabiduría para conocer la diferencia". Una razón por la que las
personas tienen problemas en ver la diferencia es porque están tan enojados o deprimidos por no tener lo
que quieren, que se equivocan. Ya sea que se rinden muy pronto cuando podrían tener éxito en persistir
hacia su objetivo, o se molestan furiosamente, demandan y recriminan a otros para que les den lo que
ellos no tienen para dar.

Les digo a las mujeres en mis clases, "Vayan a casa y prueben esta idea de desear tener aquello que es
inalterable en tu vida, deseando que las cosas sean como son. Aunque parezca poco sincero al principio,

110
hagan la afirmación. Vean qué sucede y reporten la semana siguiente". Inevitablemente recibo
comentarios como el siguiente:

"Bien, ciertamente no quiero una hija que sea minusválida y que tenga parálisis cerebral. Pero fui a casa y
me dije que quiero que sea así. La miré y por primera vez deseé tenerla como es. De alguna manera, un
sentimiento de paz me llegó. Era como una luz brillando en el cuarto y de repente todo estaba bien. La
resistencia se había ido. El enojo, la autocompasión, la amargura y la vergüenza con las que había vivido
todos estos años ya no estaban. Y en su lugar había calma, aceptación y amor por ella. Sé que tengo que
hacer esto una y otra vez, pero por lo menos probé el sentimiento de paz interna".

"No hay ninguna posibilidad de que yo quiera un esposo que sea tan argumentador y difícil en tantas
formas. Pero fui a casa y mientras trabajaba en la cocina me dije una y otra vez que quería que fuera de
esta manera. Al principio, me sentí como una mentirosa. ¿A quién estaba engañando? Pero, tú sabes,
después de treinta y cinco años, no lo voy a cambiar ni me voy a divorciar. Entonces, ¿por qué no dejar de
resistirme a la realidad? Me mantengo pensando que es la voluntad de Hashem que éste es el hombre con
el que tengo que pasar mi vida. ¿Y sabes qué? De repente, no me pareció tan mal. Existen cosas mucho
peores. Tuve un momento de no resistencia y sentí paz. En realidad sonreí cuando él entró a la cocina y
eso le sorprendió. Creo que he estado tan amargada por él que fracasé en aceptar la realidad o apreciarlo
por lo que él es. Los dos estamos heridos. Pero tengo que ir adelante con mi vida y dejar de usarlo como
una excusa para la autocompasión. Esperaba que al estar de mal humor me iba a dar lo que quería. Pero
nunca fue así".

"Tengo una pariente muy crítica. No quiero tenerla en mi vida, por supuesto. Pero ahí está y tengo que
lidiar con ella. Siempre me he sentido muy amargada por su interferencia. Pero después de la clase de la
última semana, estaba esperando el autobús y pensando que yo deseo que ella sea como es, exactamente
como es sin ninguna diferencia. Estaba sentada ahí riéndome de mí misma. Y sucedió algo gracioso: de
repente me di cuenta que puedo ser más asertiva. Le puedo decir cortés pero asertivamente que no quiero
que haga comentarios acerca de mis habilidades en el hogar, mi forma de cocinar o mi forma de educar a
mis hijos. Puedo limitar la cantidad de tiempo que pasamos juntas. Cuando me tranquilicé con esas
palabras, empecé a ver alternativas y me sentí mucho menos vulnerable. Era como una protección".

La aceptación no es una decisión de un momento a otro, cuando llegan los eventos desconsoladores a
nuestras vidas. Puede tomar semanas, meses o incluso años el borrar por completo el enojo con el destino
o con otros por tu parte en la vida. Sin embargo, mientras más practicas el desear que la gente y los
eventos sean como son, mayor es la posibilidad de lograr hashlamá, aceptación de la voluntad de Hashem
sin amargura o depresión. Una parte de ti puede estar gritando, "¡Pero yo NO QUIERO que sea así!
¡QUIERO un cuerpo / pareja / hijo /destino diferente!" Lo importante es recordar es que de acuerdo a la
Torá, la únicas cosas que están bajo nuestro control son nuestros pensamientos, nuestras palabras y
nuestras acciones. Todo lo demás está determinado por un PODER más allá de nuestro control. Debemos
confiar en que D-os trae ciertas personas a nuestras vidas, nos aflige con ciertos padecimientos y
dificultades, determina varias pérdidas y desilusiones, con un propósito. No podemos distinguir ese
propósito cuando estamos llenos de enojo o autocompasión.

No puedes controlar muchos de los eventos en tu vida; sin embargo, siempre tienes control sobre tus
actitudes hacia ellos. La siguiente ocasión que te enfermes, o no pases una buena noche, o seas
confrontado con un extraño o un miembro familiar que no llena tus estándares de conciencia de Torá y
quieres que las cosas sean diferentes, piensa en ese "quiero" como viniendo de la parte de tu ego personal
que quiere gratificación instantánea, prestigio y control. El enojo que sientes es el resultado de tu
frustración y de no ser capaz de manipular a D-os y al mundo alrededor tuyo. Sin embargo, tú tienes un
Yo Divino más elevado que es uno con la voluntad de D-os. Ésa es la parte de ti que puedes usar para
estar de acuerdo con la realidad.

El peligro de esta filosofía es que puedes hundirte en la apatía y el aletargamiento. Esto sería un uso
completamente equivocado de la perspectiva de la Torá. "¿Quién es rico? El que se regocija con su parte"
(Pirké Avot 4:2). Estar feliz con tu parte significa aceptar todas esas cosas que son actos de D-os sobre los

111
que no tenemos control y eso incluye la personalidad, pasiones y posesiones de otras personas. Pero en
términos de midot, ¡ah!…, ésa es el área en la que debes luchar para una mayor excelencia.

La aceptación verdadera trae cambios, ya sea en actitud y/o comportamiento, por ejemplo:
"Acepto que tengo un matrimonio problemático. Por ello, voy a buscar el consejo de un rabino o un
terapeuta".
"Acepto que me siento como un fracasado con un hijo como éste. Por tanto, voy a buscar ayuda".
"Acepto que estoy enojado una gran parte del tiempo. Por tanto, voy a practicar usar el lenguaje y las
técnicas de EMETT con más intensidad y voy a erradicar mi deseo de controlar todo y a todos".
"Acepto que no puedo tener el 100% de la buena relación que quisiera con cierta persona. En lugar de
enojarme por ello, voy aceptar esa realidad y enfocar mis energías hacia otras ocupaciones".
"Acepto el hecho de que mi esposo está teniendo muchas dificultades en enfrentar la importancia de hacer
un testamento. En lugar de ser pasiva, voy a encontrar cómo hacérselo entender asertivamente y no con
hostilidad".

Tengo amigos que me llaman y dicen, "Miriam, háblame acerca de la aceptación otra vez. La tuve la
semana pasada, pero luego la perdí cuando hubo un conflicto". Con frecuencia les pido que hagan un
pequeño ejercicio que tú puedes hacer junto conmigo. Yo digo, "Cierra tus ojos. Imagínate a ti mismo
pensando cuánto no quieres a esa persona o situación particular en tu vida. Imagínate a ti mismo
resistiendo realmente. Toma veinte segundos para sentir eso en tu cuerpo. Ahora, respira profundamente y
suelta esa carencia. Permítete aceptar que Hashem puso a esta persona o a este evento en tu vida por algún
propósito. Piensa realmente en tu parte Divina queriendo que esté ahí para tu crecimiento y refinamiento.
Inhala aceptación y exhala resistencia. Deja que sea como D-os quiere que sea.
"Siente ahora cómo tu cuerpo se ha relajado. Está ahí por un propósito. Cuando tu mente se aclare vas a
saber cuál es el propósito".

Inevitablemente, recibo una respuesta en la que la persona me dice qué lección se supone debe aprender
de esta nisayón (prueba) particular. Que Hashem nos bendiga a todos nosotros con la fuerza y el valor de
llevarnos a una mayor conciencia y aceptación de Su voluntad.

Miriam Adahan

Click! Cambiando los Canales Mentales

...continuación de La Aceptación: el Mejor Reductor de la Tensión

Nuestra casa es un punto de colecta para ropa vieja que yo clasifico y distribuyo entre las familias pobres
de Jerusalem. O más bien, debo decir que mis hijos la distribuyen ya que yo sólo la clasifico y arreglo,
mientras que ellos son los que cargan las cajas muchos pisos y de muy buena gana. Pero hace unos días,
tenía una caja particularmente pesada para llevársela a una familia muy pobre. Mientras conducía hacia su
edificio mi hijo dijo, "No me gusta ir ahí; me echan esas terribles miradas".

Pensé por un momento y luego dije, "¿Sabes qué? Si cuando haces una mitzvá tienes algún dolor por eso,
entonces Hashem te da una recompensa aún más grande". Sus ojos brillaron y dijo, "¿De veras?" Le
aseguré que así era, que iba a obtener una recompensa especial por ir a ese apartamento en particular. Él
saltó felizmente del carro con la caja. Cuando regresó, le pregunté si los niños lo habían mirado y dijo,
"Sí, pero no me molestó".

Esto es para demostrar cómo "la actitud es todo". Cuando te enfocas en la recompensa, las pequeñas
molestias no te molestan.

En otro incidente del último otoño, había cambiado a otro de mis hijos a una nueva yeshivá que era un
poco más difícil que la anterior. Tuvo problemas para ponerse al corriente al principio y una vez llegó a la

112
casa muy molesto. Me dijo que había obtenido una calificación muy baja en un examen y que ese rabino
había dejado accidentalmente abiertas las listas de modo que todos los niños que pasaban podían ver las
calificaciones de los demás. Espiando la calificación de mi hijo empezaron a burlarse de él.

Después de sentir el dolor por el que había pasado, saqué el libro de Rabí Pliskin, Las Puertas de la
Felicidad, y le enseñé donde está escrito que "si no hieres a aquéllos que te hieren, todos tus pecados son
perdonados". (Rosh Hashaná 17a). "Ve" le dije, "esos muchachos son como gomas de borrar, borrando
todas tus transgresiones". "¡Vaya!", dijo riendo, "¡me siento realmente limpio! El dolor del incidente no
puede ser borrado, pero su actitud positiva le impidió deprimirse y le dio el coraje para regresar a la
yeshivá al día siguiente.

Nuevamente, cuando él se enfocó en lo que estaba obteniendo espiritualmente, su estado emocional se


volvió positivo.

Siempre que es posible, trato de animar a mis hijos y estudiantes a hacer el truco de "Click… cambiar
canales" y enfocarse en el beneficio espiritual en cada situación llena de tensión, en lugar de la tensión
misma. Por ejemplo, recientemente estaba conduciendo una amiga hacia su casa y estaba detrás de un
camión muy grande en una calle muy estrecha. De repente, el conductor del camión se detuvo, bajó y
empezó a descargar muebles. "Solamente va a tomar un minuto" dijo, una afirmación de la que yo dudé
seriamente.

"¡Uuuff!" mi amiga exclamó con exasperación. "Bien", le dije, "estamos atoradas, así que vamos a volver
esto en algo positivo. ¡Qué tal practicar algo de paciencia! Éste es un músculo espiritual que ciertamente
necesita fortalecerse". Ella rió y nos sentamos ahí felizmente hasta que el conductor del camión terminó
su entrega.

Si nos hubiéramos enojado, las cosas no hubieran funcionado más rápido. Nos hubiéramos exasperado
por nada. En lugar de ello, cambiamos los canales de exasperación a aceptación y nos ahorramos unos
minutos de tormento emocional innecesario.

¿Cómo Cambiar?

Existen numerosos incidentes a los que estamos acostumbrados a responder con enojo: empleados
bruscos, cuentas inesperadas, jugo derramado, niños que pelean sin parar, parejas que no llenan los
requerimientos, parientes críticos, etc. Podemos ahorrarnos una gran cantidad de estrés emocional
simplemente preguntándonos, "Cómo puedo usar este incidente para perfeccionar mis midot?" O, "¿Qué
mitzvá puedo realizar en este momento?".

Otro ejemplo: La última semana, mientras estaba manejando, accidentalmente me metí en el carril
derecho que daba vuelta hacia una dirección que yo no quería ir. Tenía que meterme por el carril de la
izquierda. Todos los carros se detuvieron por un semáforo, así que le hice una señal a la conductora
próxima a mí y le indiqué que quería pasar por delante de ella cuando la luz cambiara. Ella me echó una
mirada desagradable que podía traducirse como, "¡De ninguna manera, pequeño gusano!" Y con eso ella
avanzó un poco más hacia el carro de adelante para que no hubiera forma de que yo pasara.

Uno de mis hijos dijo, "¡Ay! ¡Te hizo una cara! ¿Qué vas a hacer?" Yo le dije, "¡Le voy agradecer!"
"¿Agradecerle?" me preguntó, como si yo fuera una tonta. "Sí", le dije. "Le estoy agradeciendo
mentalmente por darme la oportunidad de no regresar daño con daño. ¿Te das cuenta de que cuando
hacemos así, los ángeles bailan y aclaman en el shamaim (cielo)? Si realmente te quedas en silencio, los
vas a escuchar". Se rieron. "Vean cómo esa mujer es un regalo para todos nosotros. Ella es un shalíaj
(enviado) de Hashem para probar nuestras midot y ponernos de buen humor". Señalé al carro de atrás de
esta mujer y el conductor amablemente nos dejó pasar. Cada vez que pienso en esa mujer, todavía le
agradezco.

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Una amiga, a la que llamaré Ruthy, da clases de piano. La madre de uno de sus alumnos cancela
constantemente en el último minuto, lo que con frecuencia le provoca una pérdida significativa de dinero.
Se enojaba cada vez más y más con la madre hasta que pensó, "¿Cómo puede ayudarme esta mujer a
crecer?" Inmediatamente, Ruthy se dio cuenta de que ella es una mujer que no le gusta confrontar y que
tiene dificultad para ser asertiva, y se le estaba presentando la oportunidad de afirmarse positivamente
ante esta mujer.

Con mucho coraje, la llamó y le explicó con una voz muy seria que si no se le cancelaba la clase con una
anticipación de veinticuatro horas, ella esperaba que se le pagara. La madre respondió de una manera muy
agresiva y desagradable. Ruthy reportó, "Generalmente, antes, si alguien hubiera implicado que yo era
rígida o desagradable, me hubiera aplastado. Ahora yo estaba usando este incidente para aprender a no ser
una esponja y absorber la negatividad de otras personas. Y debido a que estaba trabajando en mi
crecimiento, fui capaz de enfrentarla de una manera muy madura y asertiva hasta el punto que ella estuvo
de acuerdo conmigo".

Nuestro día está lleno de cientos de irritaciones y desafíos menores. El truco es no habitar en el dolor sino
en lo que puedes ganar espiritualmente. Cuando dices "cambiar", enfócate en lo que puedes hacer para
mejorar en ese momento.

Más Situaciones Difíciles

De acuerdo, ya sé lo que están pensando, que es muy fácil cambiar canales cuando todo lo que sucede es
un tráfico o un niño un poco infeliz. Pero, ¿qué pasa con las cosas grandes? ¿Qué pasa si necesitas
desesperadamente un préstamo y ese pariente rico no te va a dar ni un centavo? ¿Qué con ese cónyuge
que es una fuente de irritación y desilusión constante? ¿Qué con niños que son insolentes o que fracasan
en la escuela? ¿Qué si tú o alguien que amas tiene una enfermedad seria?

Puedo asegurarte que después de años de practicar la "técnica click…cambia" para evitar respuestas
negativas a eventos menores, pronto vas enfrentar las dificultades más serias con mucho mayor emuná y
bitajón.

Así, la siguiente vez que se derrame el jugo o alguien te insulte, contén el impulso de contraatacar con
enojo. En lugar de ello, piensa, "¿Cómo puedo usar este suceso para mi crecimiento?" Click…cambia… y
vas a estar en un marco mental totalmente nuevo.

Miriam Adahan

Percepción

...continuación de Click! Cambiando los Canales Mentales

De todo lo que Hashem creó, nada fue creado sin propósito" (Shabat 77b).
Todos sabemos que el concepto de hashgajá pratit (supervición individual) nos trae paz interna. Cuando
creemos completamente que todo lo que experimentamos viene de Hashem, y está directamente
determinado por Él para nuestro bien, sentimos que tenemos la fuerza para afrontar y sentir que D-os está
con nosotros.

Sin embargo, es algo difícil integrar este principio porque poseemos dos "estaciones" en nuestra mente: el
Sistema de Creencia Sensorial (Sensory Belief System [SBS]) y el Sistema de Creencia Trascendente
(Transcendent Belief System [TBS]). Las verdades de uno parecen mentiras en el otro y viceversa. Por
ejemplo, desde el punto de vista del Sistema de Creencia Sensorial, D-os no existe bekirbenu, entre
nosotros (Shemot 17:7), porque no lo podemos ver y los eventos dolorosos que padecemos parecen
injustos, arbitrarios y sin sentido. Desde un punto de vista puramente sensorial, sentimos que no tenemos

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más valor o sentido que un grano de arena. Nuestras vidas son como "sombras pasajeras", (Tehilim 144:4)
y con frecuencia nos sentimos como nada. El resultado del pensamiento SBS es que con frecuencia nos
sentimos desalentados, abandonados y enojados.

Las creencias del Sistema de Creencia Trascendental son opuestas. De acuerdo al TBS, D-os siempre está
con nosotros; aun el evento más pequeño tiene significado final; y cada ser humano tiene valor infinito.
¿Cómo intercambiamos de SBS a el TBS? Usando el lenguaje del TBS, aun si no somos completamente
sinceros en ese momento. Cuando usamos este lenguaje nos volvemos conscientes de la hashgajá pratit
en cada situación, que es una verdad tan sublime que parece una mentira, simplemente porque es muy
ajena al SBS.

Estas "mentiras" son una especie de "primeros auxilios cósmicos" en una crisis, elevándonos
milagrosamente más allá de nuestra perspectiva humana ordinaria limitada y uniéndonos a una más
Divina. Di las palabras, no importa qué tan falsas y poco sinceras puedan parecer en ese momento. Pronto
vas a experimentar la diferencia que hacen en tu conciencia. Estas "mentiras" son los interruptores
mediante los cuales cambias de la "estación" de SBS de tu mente a la TBS.

Mentira #1: "Quiero que esto sea de esta manera". "Esto" se refiere a cualquier evento doloroso, tal como
insomnio, vecinos irritantes, enfermedades, depresión, pérdida financiera o relaciones problemáticas.
Obviamente desde el punto de vista de SBS, nosotros no "queremos que sea de esta manera". Queremos
paz y calma, éxito financiero, sentirnos bien todo el tiempo y llevarnos bien con todos. Sin embargo, ya
que la resistencia a Su voluntad produce dolor emocional, podemos lograr serenidad interna solamente
aceptando Su voluntad, "queriendo que sea de esa manera" o en las palabras de Pirké Avot (2:4): "Cumple
Su voluntad como cumplirías tu propia voluntad, para que Él pueda cumplir tu voluntad como si fuera Su
voluntad; pon a un lado tu voluntad por Su voluntad". ¿Por qué? Porque Su voluntad es verdad. Es lo que
necesitamos aun si no lo queremos.

También es útil decir:


"Reconozco que lo que está pasando en este preciso segundo es lo que necesito que suceda para mi
crecimiento".
"Acepto que lo que soy en este momento de mi vida es precisamente lo que necesito para mi
crecimiento".

Mentira #2: "Gracias por darme la oportunidad de demostrar valores de Torá". Di esto cuando alguien te
hiere y te sientes enojado y vengativo. Recuerda juzgar favorablemente a toda persona (Pirké Avot 1:6) y
evitar ser despectivo y vengativo y trabajar en tus midot aun si otros no lo hacen.

Mentira #3: "Soy un ser de valor infinito". Di esto cuando te sientes desanimado e inadecuado o como un
tonto y un fracasado. De acuerdo a nuestro SBS, nuestro valor es determinado por otros y depende de
nuestra apariencia, inteligencia, posición financiera y logros. De acuerdo al TBS, nuestro valor es
completamente independiente del juicio humano y está determinado solamente por D-os, Quien nos creó
a Su imagen.

Estas aseveraciones traen serenidad y aceptación de manera que somos más capaces de pensar
claramente. Nos ayudan a dejar ir el deseo de controlar lo que está más allá de nuestro control, al tiempo
que nos estimulan a poner el máximo esfuerzo en cambiar aquello que puede ser cambiado en nuestra
vida.

Ejemplo: "Cuando llegué a casa del trabajo, la cena no estaba lista. Mi primer impulso fue reaccionar con
furia. Para mantenerme calmado, me dije, ‗Quiero que sea de esta manera para mi crecimiento. D-os me
está poniendo en esta situación porque necesito desarrollar más paciencia y practicar el dar el beneficio de
la duda".

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Ejemplo: "Mi esposo acaba de perder su trabajo. Créanme yo no quiero esta situación. Es atemorizante y
humillante. Lo único que reduce mis sentimientos de ansiedad y enojo es repetirme constantemente, ‗D-
os, si ésta es la forma en la que quieres que sean las cosas, entonces yo también quiero que sean así, para
nuestro crecimiento‘. Por supuesto, con mi pensamiento de SBS yo no quiero que realmente sea así.
Desearía que regresara a su trabajo o a otro trabajo en este segundo, ¡eso es realmente lo que quiero! Pero
cuando digo estas palabras, recuerdo que todo lo que D-os hace tiene un propósito aun si yo no puedo
verlo en este momento. Cuando digo estas palabras aun sin sinceridad, sé que finalmente las cosas van a
cambiar".

Ejemplo: "Fue una de esas agitadas tardes cuando me sentía abrumada por todas las demandas. De
repente, mi hija de seis años derramó un vaso grande de leche de chocolate sobre el suelo. Quería
estrangularla. En lugar de ello me dije, ‗Quiero que sea de esta manera‘. En forma poca sincera le dije,
‗Gracias por darme la oportunidad de demostrar autodisciplina y paciencia‘. Solamente decir las palabras
me hizo darme cuenta de que era verdad, eso es exactamente lo que necesito demostrar a mis hijos. Yo
soy la que tiene que modelar ese comportamiento".

Ejemplo: "Un pariente me insultó. Vi solamente dos opciones: ser grosero y reclamarle, o tragarme mis
sentimientos y ser frío. Pero tan pronto como recordé las palabras, ‗Soy un ser humano con valor infinito‘,
mis sentimientos de autorespeto regresaron y vi otra opción: darle el beneficio de la duda y ser asertiva de
una manera no hostil. Sin malicia, le pregunté, ‗¿Te das cuenta de que hieres mis sentimientos?‘ Mi
pregunta lo sorprendió y me dijo que lo sentía. Me asombró mi capacidad de permanecer calmado porque
ordinariamente hubiera hervido con hostilidad, ya que tiendo a tomar los insultos muy personalmente".

Ejemplo: "Un pariente me pidió dinero prestado y estuve llamándole y llamándole porque teníamos una
deuda y realmente necesitaba el dinero. Después de varios meses de obtener una excusa tras otra, estaba
tan furiosa que apenas podía dormir. Estaba obsesionada con él y carcomiéndome en resentimiento.
Durante el día me la pasaba imaginando que le decía, "Gracias por darme la oportunidad de practicar la
ética de la Torá y no regresar daño por daño. Gracias por darme práctica en dejar ir lo que está más allá de
mi control y disciplinarme a ignorar lo que no puede ser cambiado y encontrar una solución para lo que
puede ser mejorado".

Vas a necesitar práctica ¡CADA DÍA, TODO EL DÍA!

La repetición es la clave del cambio. Afortunadamente, D-os nos provee de muchos eventos
decepcionantes y dolorosos durante el día, todos los cuales son oportunidades para usar estas frases.
Debes repetirte estas pequeñas mentiras miles de veces antes que puedan ser una respuesta automática.
Hasta entonces, te puedes sentir un poco tonto y falso diciéndolas. Sin embargo, una vez que se vuelvan
un hábito, se van a volver verdad, no mentira. Entonces tu vida va a estar llena de mucha alegría, paz y
amor.

"El verdadero servicio a D-os se construye sobre un fundamento de gratitud" (Strive for Truth, vol. I, pág.
153).

Estas frases nos recuerdan que debemos ser agradecidos por todo lo que nos pasa, lo bueno y lo malo
(Berajot 60b). El Kidush Hashem (santificación del nombre de D-os) que traemos al mundo nos permite
ser zojé (merecedores) para ver realmente el amor escondido que está detrás de todo lo que Él hace por
nosotros.

Miriam Adahan

Salud Mental: El Resultado de una Fuerte Voluntad

Extraído del libro "Nadie es Perfecto", por Miriam Adahan, ©Editorial Jerusalem de México

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Imagina esta escena: un hombre hace una fogata y luego procede a tirar cientos de miles de dólares al
fuego. Puedes pensar que está loco, ¿no es así? Bien, esto es la locura: un comportamiento absurdo, no
constructivo y derrochador. No tiene ningún propósito o es completamente dañino. Esto nos ayuda a
entender qué significa ser neurótico.

Todos somos neuróticos en algún grado. Toma por ejemplo, nuestro pensamiento. Una persona promedio
tiene alrededor de 10,000 pensamientos al día. Esto resulta un tiempo muy valioso. ¿Cuántos de nosotros
malgastamos tontamente este precioso recurso pensando en gente y eventos sobre los que no tenemos
control, avivando emociones tales como celos, enojo, resentimiento, compasión por uno mismo y
ansiedad?

Nos podemos entrenar a ser menos y menos neuróticos disciplinando nuestra mente y músculos para tener
esos pensamientos que nos van a hacer sentir agradecidos, vivos, afectuosos y seguros, y haciendo tantos
actos de bondad como podamos en el curso de un día. Por ejemplo, a continuación hay algunas
afirmaciones de miembros de EMETT que aplicaron este principio en su vida diaria.

"El hijo del primer matrimonio de mi esposo estaba volviéndome loco. Antes de cada visita, yo pensaba
que este pequeño mocoso iba crear toda clase de conflictos y confusiones peleando con mis hijos y
demandando atención constante. Para el momento en que llegaba, yo ya tenía una jaqueca y me sentía
furiosa e indefensa. Finalmente, me di cuenta de que esto era ridículo. Le dije a mi esposo que necesitaba
un descanso, pero él me acusó de odiar a su hijo. Así que en forma asertiva le dije que necesitaba algo de
ayuda psicológica antes de tener al niño nuevamente en casa. Estuvo de acuerdo y fuimos capaces de
reunirnos con una tercera persona que nos explicó qué es lo que estaba pasando y me hizo comprender
aspectos importantes de mi propio comportamiento. También me inscribí a una clase de P.E.T. (Parent
Effectiveness Training - Padres Eficazmente Entrenados) y a un curso para que me dieran herramientas
para lidiar con este niño".

"Uno de los parientes de mi esposa estaba de visita y constantemente hacía llamadas de larga distancia a
los Estados Unidos. Yo estaba furioso. Estaba a punto de cortar el cordón de la pared. Quería hacer la
mitzvá de hajnasat orjim (acoger huéspedes), pero en lugar de eso estaba todo el día con una cara
amargada y no podía pensar en otra cosa más que en lo desconsiderado e inmaduro de su
comportamiento. Cuando no pude aguantar más, exploté. Y él dijo, "Pensé que tu esposa te había dicho
que le di $200 dólares cuando llegué y también le dije que me mande toda la cuenta de teléfonos, ya que
yo la voy pagar con mucho gusto". ¡Oh, me sentí muy mal por mis acusaciones y por el tiempo que perdí
con mi negatividad! Antes de empezar a perder más tiempo estando enojado con mi esposa, pensé que
mejor me ocuparía de hacer algo útil con mi mente y mis manos. Esto me calmó. Me di cuenta de que
tengo la tendencia a juzgar a la gente duramente, y siempre veo una intención de herirme. Debo trabajar
en ello.

Evita "Pensamientos Chatarra"

En cualquier situación, tenemos la elección de cuáles pensamientos tener y cómo actuar. Esta decisión
determina si vamos a estar mentalmente sanos o mentalmente enfermos. La enfermedad mental es en gran
parte el resultado de pensar y comportarse de una manera destructiva. La depresión, por ejemplo, puede
llamarse "desamparo aprendido". Un temperamento explosivo es el resultado de pensar, "¡Yo debo tener
lo que quiero! ¡Debo hacerlo a mi manera! ¡Las personas me hieren deliberadamente!". Lo segundo que
pensamos es que nosotros, o aquellos que nos rodean son fracasados; nos vamos a sentir mal y vamos a
provocar el dolor de otros.

Sin una fuerte voluntad, una persona es víctima de cada pensamiento y humor que tiene y de las palabras
y acciones de los que le rodean. Solamente desarrollando una voluntad muy disciplinada podemos
liberarnos de ser esclavizados por nuestras propias pasiones e imperfecciones o por las de otros.

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MIEMBRO: Estaba en el shul y durante todo el rezo estaba pensando acerca de la gente que ahí se
encontraba: "Mira al Sr. X, piensa que es grandioso. Qué tipo tan arrogante. Y mira a la Sra. L., ella en
realidad es una hipócrita, pretendiendo ser tan observante cuando yo sé que come productos de hashgajá
(supervisión) cuestionable. Y por ahí está la Srita. B., tratando de llamar la atención con esas ropas
estrafalarias y con ese nuevo peinado. Piensa que es tan atractiva. Y ahí está la Sra. M., sonriendo tan
dulcemente a todos como si pudiera obtener el Premio de Dulzura del Año, yo he oído cómo le grita con
crueldad a su hijo mayor y le pega al segundo por nada". Cuando desvié mi atención de ellos, empecé a
pensar qué persona tan terrible soy. Empecé a pensar todas las cosas por las que me tengo que preocupar
en el presente y en el futuro. Me sentía tan agitada.

Entonces, de repente pensé: "Éste es un comportamiento neurótico ridículo. ¿Qué beneficio tienen todos
estos juicios? No estoy hiriendo a nadie más que a mí misma. Aquí, especialmente en el shul, tengo la
oportunidad de practicar las mitzvot de amar a otros, de dar el beneficio de la duda, de pensar formas de
mejorarme a mí misma y ayudar a otros en la comunidad, y estoy desperdiciando este tiempo valioso".
Me discipliné a enfocarme en los rezos, a pensar en ser agradecida por todo lo que tengo, a contemplar
qué maravilloso es que Hashem creó tantas diferentes clases de personas como diferentes clases de flores.
No me toca a mí hacer juicios acerca del valor de estas creaciones Divinas.

Deslizarse en pensamientos negativos es fácil. Es como deslizarse en un tobogán. Es fácil y sin esfuerzo.
Subir, trascender nuestra pequeñez y prejuicios toma esfuerzo. Pero cuando nos tomamos el tiempo y la
molestia de forjar una actitud mental sana en lugar de los "pensamientos chatarra", las recompensas son
estimulantes.

M&M’s Kosher: Cómo añadir dulzura a tu vida

Extraído de Nadie es perfecto. Por Miriam Adahan

Nosotros los del mundo ortodoxo no podemos comer lunetas M&M´s no kosher, aunque se vean tan
deliciosas. Pero Hashem nos ha dado unas mejores. Nos ha obsequiado "M&M´s kosher", Mitzvot y
Midot (hechos buenos y buenos rasgos de carácter), en los cuales nos podemos enfocar para darnos una
elevación real cuando estamos decaídos; no la elevación artificial que obtienes del azúcar, sino una
elevación espiritual real que puede ser nuestra en cualquier momento del día o de la noche. Cualquier
evento, no importa cuán doloroso, puede ser penetrado por los rayos de santidad si piensas cuál Mitzvá
puede ser realizada en ese momento o qué Midot necesitas reforzar. Por ejemplo:

"La olla de presión explotó lanzando sopa por todo el techo. Estaba a punto de condenar a mi esposa por
descuidada cuando pensé en M&M´s, como la Mitzvá de ayudar a una persona en aflicción y la Midá de
mantener mi boca cerrada".

"Mis hijos estaban cansados y malhumorados y yo también. Quería darles unas buenas y fuertes nalgadas
y librarme de ellos. Luego pensé en los M&M´s, como poner algo de música y alegrar el ambiente, traer
algo de alegría a nuestra casa y usar mis talentos creativos ocultos para hacerlos ir a la cama
pacíficamente".

"Un pariente cercano me estaba despreciando últimamente. Era muy doloroso pero pensé en mis M&M´s,
como dar el beneficio de la duda, hacer jeshbón hanefesh (instropeccion) y continuar siendo afectuosa y
aceptarlo, aun si él no lo era conmigo".

Cada evento puede ser material en bruto para tu crecimiento espiritual. Ya sea que pierdas tu cartera o
tengas una enfermedad, ya sea que los invitados aparecieron inesperadamente o cancelaron en el último
minuto, ya sea que estés desilusionado de la gente o de la vida, te puedes forzar a enfocarte en tus
M&M´s y disminuir tu dolor. La razón de este trabajo es porque la cantidad de dolor que sientes por la
gente o por los sucesos es directamente proporcional a tu resistencia a su existencia. Mientras más
pienses, "¡No es justo! ¡Esto no debería estar pasando! ¡La gente no debería ser así!" más te vas a sentir

118
tenso, enojado y amargado. Sin embargo, cuando buscas M&M´s, eres capaz de usar el suceso como una
experiencia de aprendizaje. Puedes estar noventa y nueve por ciento resistente y sólo uno por ciento
aceptante, pero ese uno por ciento es suficiente para darte algo más en qué enfocarte además de tu enojo y
desánimo.

Es útil hacer una lista de Midot y Mitzvot sobre las que tenemos que trabajar durante toda nuestra vida.
Por ejemplo: aceptación, buen humor, compasión, decisión, diligencia, entusiasmo, flexibilidad, gentileza,
humildad, esmero, amor, orden, paciencia, perseverancia, positivismo, respeto por uno mismo y por otros,
ingenio, autodisciplina, silencio y veracidad. A través del día, piensa cómo puedes fortalecer tu carácter
practicando estas disciplinas. Menciónalas también a los miembros de tu familia. Por ejemplo:

"Jaim, gracias por ayudar. Eso demuestra gentileza".


"Jaya, demostraste mucha paciencia al ayudar a tu hermano con su tarea. La paciencia es uno de primeros
signos de madurez. Bien por ti".
"Yonatán, me di cuenta qué difícil era el problema para ti. No te rendiste. Tuviste persistencia y
perseverancia".

Cuando tú o alguien alrededor tuyo comete un error, en lugar de atacar con tus condenas siempre listas (¡y
todos las tenemos!) pregúntate a ti o a la persona, "¿Qué aprendiste?". El otro día mi hijo de siete años
quería ayudarme a subir una bolsa pesada de víveres hasta nuestro apartamento. Sentía que era muy
pesada para él, pero él insistió, así que lo dejé intentar. Como era de esperarse, a la mitad de la escalera la
bolsa se le escapó de las manos y todos los comestibles se cayeron escalera abajo. Se sintió tan mal
cuando sucedió que no tuve necesidad de aumentar su dolor con crítica. Simplemente le pregunté, "¿Qué
aprendiste de esto?" Lo más importante fue que fui capaz de enfocarme en los M&M´s, lo que para mí fue
convertir esto en una experiencia de aprendizaje para que él pudiera ver los errores de la vida, no como
catástrofes por las cuales condenarse a uno mismo, sino como oportunidades para crecer.

Cuando estás enfermo, es una oportunidad para practicar sentir compasión por todos aquéllos que están
enfermos. También es una oportunidad para ser agradecido por cualquiera de tus partes que están en
buena salud y estar agradecido por la salud cuando regresa. Cuando ves a la gente actuando
destructivamente, es una oportunidad para ser valiente y hablar sin temor si sientes que puedes ayudar, o
permanecer en silencio y aceptar si sabes que nada de lo que digas va a ser útil. O puede ser una
oportunidad para practicar ahavat jinam, amor incondicional por tu prójimo. Cada persona que conoces te
enseña algo más acerca de la humanidad. Cada desilusión que enfrentas te enseña dónde estás situado en
términos de tu fe en la sabiduría de Hashem y de amor por ti.

Existe un concepto interesante en fisiología llamado "la teoría de la puerta de control del dolor". Esta
teoría afirma que existe un tipo de "puerta" en la parte dorsal de la columna vertebral donde los mensajes
de todo el cuerpo convergen antes de ser enviados al cerebro. De acuerdo a los creadores de esta teoría, la
"puerta" va a permitir entrar solamente cierto número de mensajes en un momento dado. Si otros
mensajes están aglomerándose en la puerta, los mensajes de dolor no van a alcanzar el cerebro. Es por
esto que las personas enfermas pueden olvidar su dolor temporalmente cuando están absortos viendo una
película emocionante u otros eventos estimulantes.

El mismo fenómeno ocurre en el campo de la psicología. Si estás teniendo pensamientos que te hacen
sentir resentimiento, amargura o abatimiento, puedes forzar tus músculos a hacer algo positivo, actos
positivos, y forzar tu mente para tener pensamientos tranquilizadores, seguros, y fortalecedores. Trata esto
la próxima vez que alguien no te diga "gracias", o sientas soledad o ansiedad, o algo se rompa, se desgaste
o se pierda. Enfócate en tus M&M´s. Encima del fregadero de mi cocina hay un letrero que dice
"ELECCIONES". Es la capacidad de enfocar nuestra mente, nuestro corazón y nuestros músculos en
elecciones positivas que traigan buena salud mental.

Miriam Adahan

119
SOBRE LA PERCEPCIÓN

Primer entrega

1. "El Todopoderoso ha creado al hombre de una manera sencilla y directa, pero ellos (los hombres)
inventaron muchas complicaciones (Koheles 7:29). "Las numerosas complicaciones", dijo el Rabino
Sansón Rafael Hirsch, "son las enemigas de la felicidad." (De la Sabiduría del Mishle, pág. 160). Tal
como lo expresa el Rabino Simja Wasserman: "La vida es simple, las personas son complicadas." La vida
encierra en sí misma un potencial para la felicidad, pero cada persona escoge el contenido de sus
pensamientos y la forma en que encarará las cosas.

2. La felicidad es como una destreza que puede aprenderse. Para adquirirla es preciso dominar lo
siguiente:
- La habilidad de concentrarte en los pensamientos generadores de la felicidad en lugar de aquellos que
causan desdicha.
- La capacidad de evaluar como positivos los hechos y las situaciones que se produzcan en lugar de
hacerlo negativamente, o por lo menos aminorar su grado de negatividad (en vez de considerar como
tragedias a las pequeñas molestias evalúalas como de menor importancia).

3. La vida de una persona que tiene una actitud positiva frente a todo lo que ocurre, es equiparada en el
Mishle (15:15), a la de una existencia festiva. Su vida entera estará llena de felicidad y alegría. Esa
persona no necesitará que acontezcan situaciones especiales que lo provean de felicidad. Todo lo que
haga y en dondequiera que se encuentre, ha de encontrar cosas que lo hagan feliz. El crecerá
constantemente a partir de cada experiencia y de cada persona, con la que entrará en contacto. El dominio
de esta actitud requiere tiempo y esfuerzo, pero habrá de resultar una valiosa inversión.

4. Creamos en una proporción el mundo en que vivimos En tanto que numerosos hechos escapan a
nuestro control y no estamos capacitados para ejercer una influencia directa sobre los mismos, tenemos
aún la capacidad de controlar en gran medida nuestras actitudes frente a una determinada situación. De
allí podemos concluir que las consecuencias emocionales resultantes de los hechos, dependen
mayormente de nosotros mismos. Resulta irreal esperar la posesión de un perfecto control, pero todo
aquel que se concentre tranquila y persistentemente sobre sus pensamientos podrá superarse.

5. Una fórmula concisa para la felicidad puede expresarse simplemente de la siguiente manera: Has un
esfuerzo coherente para elaborar pensamientos que te conduzcan a la felicidad y así serás feliz. Tu mente
está constantemente en acción ocupándose de diversas imágenes y percepciones que pasan delante de su
foco. Si realizas un esfuerzo para repetirte expresiones que te conduzcan a la felicidad, habrás de vivir
una existencia feliz dependiendo ello de tu decisión. Muchas personas no tienen cabal conciencia de todas
las expresiones que de continuo se repiten a sí mismas, y si lograran concientizarse al respecto accederían
a un mayor control sobre sus actitudes.

6. Muchas personas no dejan libradas al azar ningún aspecto de sus vidas, en la forma en que lo hacen con
sus pensamientos. Manejan sus pensamientos de una manera tan confusa y desordenada, que
prácticamente han perdido el control de su mente. El Rabino Simja Zissel de Kelm, ha comparado estas
mentes con el contenido de un cubo de desperdicios: mucha basura y desechos y solamente una pequeña
cantidad de material comestible. Cualquier tontería que por casualidad se cruzara por sus mentes,
ocuparía el lugar destinado a pensamientos serios y elevados. La primera obligación de toda persona es la
de esforzarse para tener una mente ordenada, y decidir cuáles serán los pensamientos que habrá de
elaborar. La capacidad para decidir qué pensamientos habrán de ocupar tu mente, deberá adquiriese y
demandará mucha práctica lograr dominarla. No podrá alcanzarse este objetivo en solo un día,
requiriéndose para ello un prolongado período de tiempo. Es importante que no te sientas muy exigido,
porque ello determinaría que los resultados fuesen opuestos a los deseados. Encara esta meta con calma y
siendo flexible al mismo tiempo.
Comienza a ejercitarte con tu poder de pensamiento durante un par de minutos, para luego ir

120
incrementando ese tiempo. Una forma de realizarlo es empezar pensando en un tema específico durante
cinco minutos, sin permitir que otro pensamiento ajeno ingrese a tu mente (Tnuas Hamussar, Vol.2, págs.
149-150).

7. La felicidad puede aprenderse. Aunque probablemente jamás lleguemos a tener un completo control
sobre nuestras emociones, lograremos un dominio mucho mayor que el que mucha gente supone.
Nuestros pensamientos controlan nuestras emociones, y disponemos de la capacidad de controlar nuestros
pensamientos en su gran mayoría. Sin tener en cuenta la forma en que una persona haya podido pensar en
el pasado, si está dispuesta a ser flexible, podrá llegar a aprender a pensar de las maneras que le deparen
felicidad.

8. Somos nosotros mismos los que elegimos concentrarnos en aquellas ideas que impulsarán nuestra
felicidad, o en las que nos harán desdichados. Tú mismo escoges tus pensamientos. Si permites que tu
mente se vea ocupada por cualquier clase de ideas que pudieran irrumpir de golpe, esta sería también tu
opción. El escoger ser pasivo y permitir que tu felicidad se base en reacciones reflejas en lugar de tomar
activamente la iniciativa, incidirá en creer que esos pensamientos sean los más provechosos para tí. Es
inmensa la gama de tópicos que puedes seleccionar para fijar tu atención en ellos. Algunos te resultarán
dolorosos, sin que puedas hacer nada constructivo para cambiar los hechos (por ejemplo, todos los
infortunios que te sucedieron en el pasado). Otros pensamientos en cambio te proporcionarán placer y
felicidad. Para vivir una existencia más feliz, necesitarás minimizar la magnitud del tiempo empleado en
las ideas negativas y elevar al máximo el utilizado en los pensamientos que conducen a la felicidad.

9. Muchas personas se encuentran en una situación similar a la de alguien que está constantemente
preocupado por no tener nada para comer. Si se le aproximara un hombre y le preguntara: "¿Por qué estás
tan preocupado? Ven conmigo y te enseñaré un gran tesoro que tu padre te ha legado." Imagínate la
insensatez de quien se rehusara a acompañar a ese hombre, y prefiera en cambio continuar preocupándose
(Jojmah Umussar, Vol.2, pág.247).
Tan insensata resultará la persona que malgasta su poder de raciocinio enfocando los aspectos negativos
de la vida, que se rehusará sistemáticamente a considerar los aspectos positivos. Podría en cambio
descubrir grandes tesoros si realizara el esfuerzo mental necesario. ¡Cuán insensato resulta emplear tu
mente para provocar tu propia desdicha, cuando se te brinda la posibilidad de utilizarla para centrarla en
tópicos positivos!

10. Estamos constantemente repitiéndonos mensajes que recepciona nuestra mente. Si los mismos tienen
un sentido negativo como: "Soy un fracaso", "El mundo es un lugar horrible" "No hay nada que nunca
ande bien", nuestra vida será desgraciada. Podemos esforzarnos para lograr concientemente transmitir a
nuestra mente mensajes positivos tales como: "Tengo la capacidad de seguir mejorando", "El mundo
contiene muchas magníficas oportunidades", "Todo lo que me suceda contiene elementos que me harán
crecer". El Rabino Israel Salanter enfatizó la importancia de memorizar textos de aforismos y pasajes
inspiradores y repetirlos constantemente, y poco a poco los mismos tendrán un efecto positivo sobre tu
personalidad y tus emociones (Ver Tnuas Hamussar, Vol. l, págs.252- 253).

Zelig Pliskin

Segunda entrega

...continuación de Primera Entrega

11. Posees la capacidad de controlar tus pensamientos, aún si llegaran a alejarse de tu mente, podrías
hacerlos volver y concentrarte en aquello que sea de tu preferencia(Likutai Aitzos, mashlokes, N- 16).

12. No podemos albergar dos pensamientos al mismo tiempo, en consecuencia, cuando se presenten
pensamientos negativos no necesitas combatirlos. Haz un esfuerzo para elaborar pensamientos positivos,

121
y los negativos habrán de desaparecer por sí solos (Likutai Mitzvos: mashovos Nº 11).
Si mantienes tu mente ocupada pensando acerca de la sabiduría o en tópicos neutros, podrás vencer los
pensamientos que generan ansiedad. Si por ejemplo tuvieras que hablar en público, y durante horas en
forma anticipada te repitieras constantemente lo pavoroso que resulta hacerlo, te pondrías nervioso por
ese motivo. Sin embargo, si mantienes tu mente ocupada en estudiar algo nuevo o en pensar algo
interesante, reducirás al mínimo tus pensamientos de ansiedad. Este método puede aplicarse a todas las
situaciones generadores de ansiedad, tales como los temores frente a una difícil confrontación
interpersonal que pueda acontecer, el postularse para un empleo, o la espera en el consultorio del dentista.
Cuando tu mente logra desenfocarse de una situación generadora de ansiedad, ese malestar no crecerá y
podrás quedar tan absorto en otros pensamientos, que llegarás a olvidarte de la causa de tu ansiedad. No
obstante ser preferible el enfrentamiento de las evaluaciones negativas que producen ansiedad, si ello te
resultara difícil de lograr, has de encontrar en la distracción una herramienta útil.

13. Ninguna persona tiene el control absoluto sobre todos sus pensamientos. Muchas ideas que preferirías
no tener en cuenta, ingresarán automáticamente a tu mente, haciéndolo casi por sí solas. Sin embargo, una
vez que esos pensamientos ingresaron a tu mente, podrás alejarlos efectuando un esfuerzo consiente para
pensar en algo diferente. Tus intereses y conductas generales habrán de tener un considerable efecto sobre
los mecanismos reflejos de tu mente. Si desarrollas una firme motivación y consolidas el entusiasmo para
alcanzar la sabiduría, muchos de tus pensamientos se orientarán hacia ese campo, liberándote de este
modo de una gran cantidad de pensamientos indeseados (Mamirai Shlomo, Vol.1, pág.61; ver también
Jeshbon Hanefesh, Nº 108).

14. Independientemente de dónde una persona se encuentre físicamente, ha de estar realmente en el lugar
en que se encuentren sus pensamientos. Toda persona tiene constantemente la opción de generar
pensamientos elevados de superación, o ideas negativas de autodestrucción. La edad que sientas tener,
dependerá principalmente de tu actitud personal al respecto. La gente de edad avanzada puede
incrementar su vitalidad y vigor considerándose jóvenes de espíritu (Toras Yitzjok, pág.53).
La persona que fije su principal objetivo en enfocar todo lo que marche mal ya sea con su propia vida,
con el ambiente que lo rodea, o con lo que no funcionará bien en el futuro, no está evidentemente
pensando en los hechos positivos de su existencia, y será en consecuencia desgraciada. Para vencer esta
tendencia debes realizar un esfuerzo sincero para concentrar toda tu atención en todos los aspectos
positivos de la vida, y lograr de este modo tu crecimiento espiritual. El pleno dominio de lo expuesto te
beneficiará doblemente: estos pensamientos te transportarán a un estado de felicidad y evitarán que
pienses en ideas de contenido negativo.

15. Con tranquilidad impártete la orden: "No sigas", cada vez que te concentres innecesariamente en
pensamientos que generen tristeza. Aplica este método asiduamente cada vez que te surjan esas ideas. Las
mismas persistirán cuando estés tenso, fatigado o físicamente enfermo, pero aún así deberás ordenarte no
continuar con esos pensamientos. Tan pronto lo logres deberás pensar en algo con contenido positivo. Si
compruebas que estás dedicándole demasiado tiempo a generar pensamientos que conducen a la tristeza,
registra exactamente cuánto tiempo has desperdiciado en tales ideas negativas, y así habrás de incentivar
con frecuencia tu deseo de autosuperación.

16. Aquello que te estés diciendo a tí mismo con respecto a una determinada situación, será la forma en
que la misma llegue a afectarte. Tu actitud frente a cualquier acontecimiento o situación, no se basará en
la realidad objetiva de esos hechos o acontecimientos, sino en tu propia evaluación subjetiva de cada uno
de ellos.
Muchas personas creen que los hechos y situaciones ocurren en realidad de la manera en que se los
visualiza físicamente. Sin embargo, esos sucesos y situaciones analizados desde un punto de vista
meramente objetivo, simplemente ocurren tal como los vemos. Es el observador quien los evalúa, ya sea
en forma positiva, negativa o neutra. Una vez que a quieras una firme conciencia y la asimilación de este
concepto, tendrás la capacidad de cambiar tus conductas negativas por otras más positivas.
Supongamos por ejemplo, que entres caminando a tu casa y que encuentres la mitad de las paredes
derrumbadas. Los escombros y el polvo estarán esparcidos por toda la casa y los muebles se encontrarán
fuera de su sitio. ¿Cuál sería tu actitud frente a esta situación? Todo dependerá de tu percepción subjetiva

122
de los hechos.
Si los vándalos han irrumpido en tu casa y arbitrariamente destruyeron esas paredes, es muy probable que
te digas a tí mismo lo horrible que ello te resulta y estarás en consecuencia alterado, furioso o abatido. Si
no obstante, habías soñado con remodelar tu hogar durante años y ahora finalmente puedes llevar a cabo
tu proyecto, probablemente te sentirás feliz. Pero si un miembro de tu familia no desea que se la
remodele, podría sentirse desdichado por el derrumbe de las paredes. Aún en el caso de que quisieras que
la casa sea remodelada, podrías estar irritado por el desarreglo que implicaría llevar a cabo este proyecto.
Por otra parte podrías sentir alivio al descubrir de que puedes aceptar lo ocurrido mejor de lo que podías
imaginarlo, y de que esto sirva de lección para demostrar tu capacidad de enfrentar dificultades en el
futuro.
¿Cuál es la realidad? La simple imagen que tienes ante tus ojos. Tu reacción emocional estará sin
embargo basada enteramente en la forma en que percibirás personalmente las situaciones.

17. Siempre existen tres posibilidades básicas: percibir un hecho siendo neutral frente al mismo y
reaccionando de igual manera, o de hacerlo en forma negativa experimentando sentimientos en el mismo
sentido, o bien de manera positiva con sentimientos acordes. Una vez que asimiles plenamente que los
hechos habrán de afectarte conforme a tu propia evaluación, te sentirás motivado para evaluarlos de una
forma más positiva y ejercer un mayor control sobre tus emociones. Tenemos la capacidad de transformar
nuestra perspectiva frente a los hechos, orientándola hacia nosotros mismos y hacía los demás. En tanto
que puedes reaccionar automáticamente de determinada manera, podrás igualmente desafiar mentalmente
tu percepción inicial de la situación, y ponderarla de una manera más positiva. Podrías haber conceptuado
algunas situaciones frustrantes como deplorables, y reaccionar consecuentemente con ira o abatimiento.
Podrás sin embargo visualizar situaciones frustrantes, como desafíos a tu capacidad de percibir las cosas
de una manera positiva. Todo aquello que anteriormente te haya podido causar molestias, puede resultar
ahora una experiencia rica en contenido de crecimiento espiritual. Cuando hayas dominado esta nueva
forma de ver las cosas, tus emociones serán coherente con este enfoque.

18. Aprende a diferenciar entre los hechos, las deducciones, y los juicios de valor. Los hechos por si solos
no te harán feliz, ni te causarán tristeza, solamente tus juicios de valor serán capaces de lograrlo. La gente
resentida o desdichada tiende a hacer suposiciones, sin contar con suficientes evidencias para saber si son
ciertas o no. Ellos suponen prematura o incorrectamente que las cosas son malas o nocivas. Aún si una
deducción resultara acertada no habrás de sufrir si evitas un juicio de valor negativo. Por ejemplo, si
alguien te mirara fijamente mientras estás comiendo, podrías pensar que te estaría juzgando
negativamente, y te pondrías nervioso por ese motivo. Es posible sin embargo que ni siquiera te haya
juzgado, y tu deducción tendría una evidencia insuficiente. Aún en el caso de que te estuviera juzgando
tienes la capacidad para no evaluar dicho juicio como negativo. Podrías al respecto decirte a ti mismo:
"Que importa si él me evalúa negativamente. Podría tolerarlo si lo hiciera".

19. Las expectativas irreales están en el centro de muchos de nuestros dolores emocionales. Nos sentimos
alterados y decepcionados cuando no alcanzamos nuestras expectativas. No sufriríamos tanto, si no
tuviéramos expectativas irreales. ¿Será realista pensar que todo nos saldrá exactamente como lo
deseamos?
Por supuesto que no es así. Si dejaras de lado tus exigencias fuera de la realidad de como debieran ser las
cosas, te ahorrarías muchas innecesarias decepciones.
He aquí un ejemplo ilustrativo: Si llegas a una terminal de ómnibus quince minutos antes de su arribo, no
te sentirás alterado si el mismo no llegara en ese lapso, dado que nunca pensarías que eso llegara a
suceder. Sin embargo, si el ómnibus arribara con quince minutos de retraso con relación a la hora
programada, podrías sentirte irritado. Pero por qué debes esperar que todo salga tal como lo deseamos? Te
agradaría por supuesto que así fuera; por lo tanto sería prudente que te dedicaras al desarrollo de planes
prácticos para mejorar las cosas, pero dejando de lado las exigencias de que la vida deba ser exactamente
como lo desees.
Las principales áreas de expectativas son las siguiente:
a) El mundo debe ser exactamente como yo anhelo que lo sea.
b) Las personas deben actuar y ser como yo lo quiero.
c) Debería tener la capacidad de hacer o lograr todo aquello a lo que aspiro. Enumeradas de esta manera,

123
cualquiera puede darse cuenta que se trata de exigencias imposibles de lograr. Renuncia a ellas y te
ahorrarás muchas frustraciones. Numerosos matrimonios serían más felices, si la gente abandonara las
expectativas y exigencias irreales. Planifica sabiamente, pero no seas exigente.
Combate las exigencias irreales formulándote esta pregunta ¿Quién me dio la seguridad que los hechos
serán siempre manera que a mí me gustarían que lo fueran? ¿Sobre qué fundamentos estoy basando mis
expectativas? ¿En qué ley universal las estoy fundamentando?

20. Las personas manifiestan con frecuencia: "El me deprimió" o "Esto me alteró". Esto implicaría que
los factores externos son las causases de sus emociones, y que los afectados nada pueden hacer al
respecto. La realidad es que los factores externos no pueden entristecerse ni alterarte. Tú mismo eres
quien generas esos estados de ánimo, mentalizándote acerca de la incidencia de dichos factores externos.
Contrae el hábito de repetirte lo siguiente: "Yo me deprimo a causa de lo que me repito a mí mismo con
relación a sus hechos o palabras" o "Me altero en función de la forma en que me mentalizo con respecto a
lo sucedido". Cuando hables en esos términos, estarás aceptando la responsabilidad por tus reacciones.
Esto te servirá de incentivo para cambiar tus pensamientos y actitudes con respecto a aquellos con quienes
eres desdichado, a los cuales podrás contar entre aquellos que te hacen feliz.

Zelig Pliskin

Tercera Entrega (y última)

...continuación Segunda Entrega

21. He comprobado con frecuencia que los pesimistas dicen 10 siguiente de los optimistas: "Tú no eres
realista", pero esta manifestación constituye un error conceptual que acarrea serias consecuencias. Si un
vaso es lo suficientemente grande como para contener aproximadamente un litro de agua, y ahora sólo
contiene la mitad, ¿Cuál sería la realidad? La realidad es que contiene sólo la mitad de su capacidad. No
obstante algunas personas dirán que está medio lleno y otras que está medio vacío. En lo que concierne a
la realidad ambos enfoques son correctos. Sin embargo, observamos que algunos eligen estar agradecidos
por el agua que tienen, en tanto que los otros escogen sentirse molestos por lo que les falta. Este ejemplo
familiar encierra la verdad de todos los aspectos de la vida. Estamos constantemente escogiendo aquello
en que concentraremos nuestra atención, y la manera en que habremos de enfocarlo. Resulta perjudicial
considerar rígidamente a la realidad en una forma contraproducente, cuando podrías elegir formas
positivas de encarar las cosas.
Hacia fines de la Segunda Guerra Mundial, Simón Wiesenthal, el renombrado cazador de criminales
nazis, estaba en un campo de concentración; un recién llegado al lugar introdujo de contrabando un
Siddur (libros de oraciones), y Wiesenthal admiró su coraje, porque al arriesgarse al ser descubierto
podría llegar a perder la vida. Sus sentimientos pronto cambiaron, cuando descubrió que el "valeroso"
contrabandista estaba permutando quince minutos de alquiler del Siddur a cambio de la cuarta parte de la
magra ración diaria. Los reclusos estaban desnutridos, pero voluntariamente aceptaron el intercambio. Al
tiempo el propietario del Siddur murió, antes que ningún otro, debido a que las enormes cantidades de
sopa que ingirió resultaron excesivas para su deteriorado organismo.
Después de la guerra, el Rabino Eliezer Silver visitó los campos de Personas Desplazadas en nombre de la
organización Vaad Hatzalah. Organizó plegarias y dirigió palabras de aliento a los sobrevivientes. Luego
de notar que Wiesenthal no había concurrido a la sinagoga, el Rabino Silver decidió visitarlo. Según lo
relata el propio señor Wiesenthal, ocurrió lo siguiente: "Aquella noche el Rabino Silver vino a verme. Era
un hombre de baja estatura que vestía un uniforme americano sin insignia militar. Tenía una pequeña
barba blanca y sus ojos brillantes irradiaban una gran bondad; debía tener por lo menos setenta y cinco
años de edad, pero su mente era aguda y su voz juvenil.
"El puso su mano sobre mi hombro. "Me dijeron que estás enfadado con el Todopoderoso, me habló en
Idisch y me sonrió.
"No con El, sino con uno de Sus servidores", y le contó lo que había pasado.
"El continuó sonriendo "¿Y esto es todo lo que tienes que decirme?"

124
"¿No es esto suficiente, Rabino?" le pregunté.
"Du Dummer (tú, hombre tonto)" dijo él. "¿De modo que solamente buscas al hombre que tomó algo?"
¿Por qué no buscas en cambio a los hombres que dieron algo?" Me tocó con la palma de su mano
extendida y se marchó.
"Concurrí a los servicios religiosos del día siguiente. Desde entonces he tratado de recordar que existen
dos aspectos para cada problema." (Los asesinos están entre nosotros, págs. 249-250, y Ama a tu prójimo,
pág. 346).

22. Trata de pensar de manera creativa, y tendrás la posibilidad de enfocar situaciones y acontecimientos
familiares bajo una nueva perspectiva. Esto te permitirá tener nuevas y más positivas respuestas
emocionales para aquellas situaciones y acontecimientos, que anteriormente te ocasionaron incomodidad,
tristeza y enojo.
Por ejemplo, la crianza de los niños, puede considerarse como una difícil tarea dolorosa a largo término.
Puede sin embargo considerarse también como un maravilloso y excitante desafío: Moldear y educar a un
ser humano para aprovechar todo su potencial. Un padre que sostenga el primer punto de vista hallará su
vida insoportable, mientras que otro progenitor con el segundo enfoque hallará constantemente la plena
realización de sus propósitos en esta tarea.
Durante la Segunda Guerra Mundial el Rabino Moshe Schwab se encontraba en Londres durante un
bombardeo a la ciudad. En una ocasión la casa de sus padres fue blanco de las bombas poco después que
la familia bajara a su refugio. El Rabino Schwab le relató este incidente al Rabino Elyahu Lopian y le
describió el intenso pánico que experimentaron durante el bombardeo, el Rabino Lopian comentó: "Rav
Mosche, cuán afortunado eres de haber experimentado el miedo a la muerte" (Maarjai Laiv, pág.25).

23. Aún un acto tal como el de lavar los platos, puede tener distintas connotaciones para diferentes
personas. Para algunos representará una labor tediosa pero necesaria, en tanto que para otros podría
significar un descanso de tareas físicas más pesadas. Para algunos puede representar una oportunidad para
concentrar el pensamiento en temas trascendentes sin ser molestados, o para escuchar cintas grabadas con
temas inspiradores, mientras que las manos efectúan los movimientos mecánicos. Otros la encontrarán
como una tarea degradante, que les fue impuesta por las circunstancias, en tanto que algunos verán en ella
un acto de bondad hacia su familia o sus amigos. ¿Cuál sería entonces la realidad? Es simplemente la de
alguien que está lavando los platos, pero la forma en que este hecho ha de afectar emocionalmente a cada
uno, dependerá de su propia interpretación subjetiva. Todo individuo tiene la capacidad de evaluar sus
tareas de distinta manera de un día a otro. Felices de aquellas personas que pueden dominar
coherentemente su poder de raciocinio, de tal manera que promueva su felicidad y elevación espiritual.

24. Resulta fácil sentirse frustrado y desdichado cuando se cometen errores, se podrá no obstante aprender
de esos errores y falencias y si los utilizas como experiencias de aprendizaje Podrás darles un enfoque
positivo. A pesar que hubieras preferido no cometerlos, ellos serán ahora como peldaños que te
conducirán a tu crecimiento.

25. Cuando las cosas no resulten como te hubiese agradado y veas que todavía puedes enfrentarías, utiliza
esta experiencia como una lección para no sentirte excesivamente atribulado ante la posibilidad que surjan
situaciones similares en el futuro.

26. Cuando despiertes en el medio de la noche o tengas una larga espera en el consultorio del médico,
aprecia esos momentos como espacios de tiempo para pensar. Una persona sensata hará uso de esas
oportunidades para aprender más acerca de sí mismo, y para pensar en las formas en que puede superarse
(Alai Shur, pág. 167).

27. Todos nosotros tenemos respuestas para la pregunta de cómo enfocar la vida en general. Aún aquellas
personas que no hayan formulado concientemente su punto de vista al respecto lo manifestarán en forma
implícita. Algunos ven la vida como una aventura, plena de excitación y de oportunidades de alcanzar
logros, mientras que para otros la vida se avisora como una experiencia dolorosa que debe soportarse.
Independientemente de la forma como hayas encarado tu vida en el pasado, puedes comenzar a adoptar
una actitud más positiva, si realizas un esfuerzo coherente para generar pensamientos de línea positiva. El

125
solo tomar conciencia que esto constituye tu elección, te proporcionará un considerable grado de control
sobre tus ideas y contribuirá a tu superación personal.

28. Si tratas de eliminar por la fuerza pensamientos negativos concernientes a algún problema,
descubrirás con frecuencia que cuanto más trates de deshacerte de dichos pensamientos, éstos se radicarán
con mayor fuerza en tu mente (Rabino Israel Salanter: Tnuas Hamussar, Vol. l, pág.284).
No trates de imponer coercitivamente un pensamiento positivo, en forma suave y gradual procura buscar
formas más positivas de encarar las cosas. Podría resultarte útil que te preguntaras: "¿Qué forma positiva
podría recomendarle a otra persona para el tratamiento de este asunto?"

29. Por momentos tu situación puede ser dolorosa, pero cabrá la posibilidad de que pudo haber sido aún
mucho peor. Quizás te sientas resentido cuando alguien te diga: "Esto podría ser peor". Sin embargo, si tú
mismo te das cuenta que las cosas están realmente mejor de lo que pudieron haber sido, estarás en
condiciones de poder tolerar la situación. Cada vez que los hechos sucedan de manera distinta a tus
deseos no dejes de preguntarte: "¿podrían haber sido peores?"
Analiza por ejemplo que si te han robado, al menos no te han herido. Si te hirieron, al menos no te
quitaron la vida. Si estás aburrido, al menos no te encuentras en peligro. Si no tienes una abultada cuenta
bancaria, al menos no tienes deudas, y si las tuvieras por lo menos no estás físicamente dañado por no
pagarlas en término. Si la lluvia hubiese desbaratado tus planes anteriores, no sufrirás al menos por la
falta de agua, lo cual resultaría mucho peor que cancelar tus planes a causa de la lluvia. Si no puedes
afrontar la compra de un par de zapatos nuevos, por lo menos tienes tus pies. Si el precio de los alimentos
es elevado, al menos hay suficiente provisión de los mismos y puedes adquirir algunos.
Ciertas personas podrán considerar esta forma de razonamiento como un modo peculiar de observar las
cosas. ¿Pero entonces preferirías sentirte peor de lo que corresponde? ¿Quieres elegir la opción de sentirte
feliz? La raíz de la lamentaciones consiste en pensar que la situación pudo ser mejor, en cambio el
fundamento de la satisfacción reside en el convencimiento de que la situación pudo haber sido peor. En
casi todos los casos las cosas pudieron ser tanto peores como mejores. Para dominar la felicidad las
personas necesitan mentalizarse constantemente que todo aconteció mejor de lo que pudo haber sido.

30. En sus últimos años, el Rabino Yejezkel Levenstein escribió que aquellas situaciones que comenzaron
ocasionándole sufrimiento, fueron finalmente causales de buena suerte (Ohr Yejezkel: Mijtavim, pág.326).
Jamás podremos realmente tener la absoluta certeza que ningún acontecimiento sea verdaderamente
perjudicial para nosotros. ¿Por qué adjudicarle a un hecho la condición definitiva de negativo, cuando
puede transformarse de una manera tal que veas claramente que te resulte beneficioso?

Zelig Pliskin

Todo es para bien

Extraído de Camino a la grandeza. Moshe Goldberger

Un notable ejemplo de la teoría "esto es para bien" de Rabí Akiva, ha sido abiertamente demostrado por
la Mano del Cielo en un acontecimiento que impactó al mundo.
Doscientas setenta personas fueron muertas por una explosión del vuelo 103 de Pan Am. Sin embargo,
cuarenta y tres judíos que tenían previsto estar en el vuelo, lo perdieron por diversos motivos. Algunos de
ellos incluyen:

 Algunas personas se atascaron en el tráfico. (¿Ha pensado en decirse alguna vez: "Hashem posee
una buena razón para los embotellamientos de tránsito"?).
 Uno se negó a subir al avión porque parecía no haber suficientes judíos a bordo para un minián de
minjá.
 Otro tomó un vuelo más temprano con el fin de llegar a su destino para cumplir una mitzvá a
tiempo. (¡Una mitzvá puede seguramente salvar su vida!).

126
 Un sujeto se quedó encerrado en un baño del aeropuerto cuya puerta se trabó. (¡Algunas veces
Hashem emplea formas inesperadas para salvar gente!).

Por consiguiente, cada persona que perdió el avión debió haber estado diciéndose: "Hashem me ha
ocasionado un beneficio" aun antes de enterarse del eventual accidente.

Considere el Futuro

Cuando un grupo de Sabios caminando por la calle junto a Rabí Akiva, escucharon un tumulto de devotos
idólatras, comenzaron a llorar; pero Rabí Akiva comenzó a reír.
Ellos le preguntaron: "¿Por qué estás riendo?".
Él les dijo: "¿Por qué lloran ustedes?".
Ellos contestaron: "Los idólatras viven vidas aparentemente despreocupadas, mientras que nosotros
sufrimos por la destrucción del Bet Hamikdash. ¿Acaso no es esa una razón para llorar?".
Él respondió: "¡Ese es el motivo de mi risa! ¿No se dan cuenta de que si un transgresor de la Torá de
Hashem recibe algún beneficio, cuánto más recompensados serán aquellos que obedecen a Hashem?".

(Makot 24a)

La misma situación puede ser vista de dos maneras:


1) La aparentemente obvia - los malvados se están regocijando.

2) Con la perspectiva de la Torá - ¿quién se regocijará más?

Reacciones Opuestas

Posteriormente, estos Sabios estaban caminando hacia Jerusalem. Cuando vieron el sitio del Templo,
rasgaron sus vestimentas [en señal de duelo por la Destrucción]. (Maharsha: Rabí Akiva también rasgó
sus ropas en duelo por la Destrucción y la pérdida de la Presencia de la Shejiná).
Cuando llegaron al sitio del Templo, vieron un zorro saliendo de las ruinas del Santo de los Santos.
Ellos comenzaron a llorar. Rabí Akiva comenzó a reír.
Le preguntaron: "¿Por qué ríes?".
Él respondió: "¿Por qué lloran ustedes?".
Ellos comentaron: "¡Mira el alcance de la desolación! Incluso animales salvajes deambulan por el área".
Él les dijo: "Es por eso que yo río. Vemos que las profecías de destrucción se están cumpliendo al pie de
la letra. Podemos, por lo tanto, estar seguros de que las profecías de la Redención también serán
cumplidas. Entonces, éste es el presagio de las buenas noticias".
Ellos declararon: "¡Akiva, nos has consolado! ¡Akiva, nos has consolado!" (Maharsha: La repetición es
una referencia a ambos incidentes).
(Ibíd.)

Vemos que la conclusión de los Sabios fue aceptar el enfoque de Rabí Akiva. Esto coincide con la halajá
citada anteriormente, que siempre necesitamos decir: "Todo lo que el Misericordioso hace, es para bien".

El Nombre

¿Por qué los Sabios llamaron a Rabí Akiva por su nombre en ese momento?
Puede que su nombre mismo simbolizara su enfoque: "Akiva" es una forma del nombre "Iaacov". Cuando
nació Iaacov, la Torá (Bereshit 25.26) relata que estaba asiendo el talón (ekev) de Esav. Por lo tanto, el
nombre "Iaacov" significa que él es quien vendrá al final. Su éxito supremo será en el futuro.

Todos los judíos poseen una porción en el Mundo Venidero.


(Sanhedrín 90a)

127
De ese modo, Rabí Akiva enseñó: El bien será evidente. Se revelará a sí mismo tarde o temprano.
Hashem hace todo para nuestro beneficio. Aun si no descubrimos los beneficios ocultos en este mundo,
¡podemos estar seguros de que el momento y el lugar final para la perfecta benevolencia de Hashem, es el
Mundo Venidero!

(En relación a esto, también observamos que Iaacov era hijo de Itzjak, cuyo nombre significa "él reirá [al
final]". En la Redención Final mereceremos que se cumpla "Entonces nuestras bocas se llenarán de risa"
[Tehilim 126:2].

Moshe Goldberger

¿Qué es lo que provoca la ingratitud?

Extraído de El río, la olla, y el pájaro

La gratitud

Cierta vez un hombre se aproximó a mí, quejándose de que su esposa era extremadamente negligente en
el cuidado de la casa. En lugar de lavar los platos y arreglar la cocina después de la cena, se sentaba en el
sofá por el resto de la noche y leía un libro.

Cuando le pregunté a la esposa sobre esto, inmediatamente admitió que era verdad. Sin embargo, añadió
que trabajaba doce horas al día en dos trabajos para mantener a su esposo que estudiaba en un kolel y,
además de eso, estaba embarazada. Para cuando terminaba de cenar no tenía ninguna fuerza para hacer
nada más, sólo relajarse y leer un libro.

Obviamente, el esposo era culpable de una ingratitud muy grande. A pesar de que era el beneficiario de
esfuerzos extraordinarios por parte de su esposa, no sólo no era agradecido con su esposa, sino que estaba
enojado con ella por no hacer más por él.

Esta historia ilustra un falla común en los hombres: una incapacidad para apreciar apropiadamente lo que
sus esposas hacen por ellos.

Esta incapacidad es notable. A la luz de la cantidad enorme de beneficios físicos, emocionales y prácticos
que la mayoría de los hombres reciben de sus esposas, uno podría esperar que no sería una labor difícil el
sentirse agradecidos hacia ellas. Desafortunadamente lo contrario es verdad.

Esto se debe antes que nada a la inclinación humana básica de negarse a reconocer favores recibidos de
otros. Sin embargo, esto es mucho más cierto con respecto a los favores que una esposa hace por su
esposo.

¿Qué es lo que provoca la ingratitud?

La ingratitud humana es un mal que se deriva de Adam. El primer pecado del hombre -la fuente de toda la
maldad en él- se originó en su negativa a reconocer lo bueno con lo que Dios le había bendecido. Si no
hubiese dado por sentado todo el bien infinito con que Dios lo bendijo, nunca hubiese comido del Árbol
del Conocimiento que tenía prohibido. Teniendo sentimiento de gratitud le hubiera sido imposible
contradecir la voluntad de Dios.

Su respuesta a Dios cuando Él le preguntó si comió del Árbol recalca esta ingratitud: "La mujer que Tú
me diste me dio de comer del árbol, y yo comí." Adam estaba diciendo en efecto: "Yo no te la pedí; ella
fue Tu idea. Si ella me persuadió para pecar, el pecado es tu culpa." Aunque la Torá explícitamente nos
dice que Dios creó a la mujer para el bien del hombre (ya que "no es bueno para el hombre que esté
solo"), Adam falló en reconocer este bien. Esta ingratitud es la causa subyacente de su pecado.

128
Lo que es verdad para Adam, es verdad para todos sus descendientes: la ingratitud es el origen
fundamental de cualquier mal que ellos cometan.

Cualquier persona que hiciera una pausa para reconocer que le debe a Dios su existencia misma, nunca
sería capaz de ir por la vida adorándose a sí mismo. Millones de milagros componen el mundo del
hombre: el milagro de la naturaleza, el milagro de la vida, el milagro de la vista, el habla, el movimiento,
el matrimonio, el milagro de tener permiso de conocer a Dios. El corazón del hombre debería estar lleno
alegría, de asombro y de gratitud por la magnificiencia del mundo que Dios le ha dado.

En cambio, el hombre considera todo esto como algo que Dios le debe desde su nacimiento. Su orgullo lo
convence de que el mundo existe para su propio uso. Como el Faraón dijo: "El río es mío, y yo lo he
creado." Por ello el hombre trata cualquier cosa que se le da como si se la estuvieran regresando a su
dueño original. No siente que debe dar las gracias por un mundo que le pertenece incluso antes de que
tome posesión de él.

Así, pues, resulta claro por qué la gratitud es tan rara. El mismo orgullo que no le permite reconocer el
bien de Dios, milita en contra de reconocer el bien que otro ser humano le da.

Existe un impedimiento adicional para reconocer los favores que otros hacen por nosotros: ello nos forza
a abandonar la fantasía de que somos auto-suficientes y a cargo de nuestro propio destino. Nos llama a
ofrecer gracias a alguien más; nos obliga a dar recíprocamente un bien. Por esto nuestra reacción natural
es minimizar o, incluso, negar la importancia de cualquier favor hecho a nosotros.

Si la gratitud a alguien es difícil de aceptar, la gratitud a una esposa es aún más difícil. Los favores que
ella nos hace exceden a aquellos hechos por cualquier otra persona. Y, por lo tanto, el grado de gratitud
que ella merece es mucho más doloroso de apreciar y de expresar.

Aún más, mostrar gratitud a una esposa es más difícil que mostrar gratitud a un extraño debido a la falsa
concepción que la mayoría de los esposos tienen del matrimonio. Según lo dicho antes, los esposos
comúnmente imaginan que es el deber de la esposa proporcionar bendición sin fin al esposo, satisfacien-
do cada antojo y deseo. De acuerdo con esto, es el deber de ella proveerlo de todas sus necesidades y
hacer todo lo necesario para que avance en sus ambiciones, incluso mantenerlo financieramente. Es el
deber de ella cuidar de que el esposo tenga éxito en todas sus esfuerzos, ya sea en sus estudios, en sus
negocios o cualquier otra cosa. Es deber de ella hacer cualquier cosa, a cualquier hora, para hacerlo feliz.

Todo esto es su deber natural, y por lo tanto no merece las gracias por cualquier favor que le haga; lo
mismo que un deudor paga un crédito a su prestamista, ella simplemente está ejecutando su obligación.

Obviamente, esto da muestras de una vasta ignorancia de las obligaciones de una esposa. Ella no es
responsable de hacer feliz a su esposo. Si existe una obligación especial tal, es la del esposo de hacer feliz
a su mujer. No es obligación de ella asegurarse del éxito de él en todas sus empresas. Esto únicamente
depende de él. Además, ella no tiene la obligación de contribuir a la manutención financiera de la casa.

No obstante, una esposa está obligada por ley rabínica a realizar ciertos deberes caseros. Esto está
claramente descrito en la Ketubá que cada esposo le entrega a su mujer durante la ceremonia nupcial,
donde claramente se describe que él se encargará de "alimentarla, animarla, sostenerla y mantenerla a la
manera de los esposos judíos." Cualquier mujer que ayude a mantener a su familia, como es común en
nuestro días, lo hace fuera de su obligación halájica. Tiene el derecho de parar cuando ella lo desee. Tal
pedido sería ejecutado por cualquier tribunal judío. Si trabaja por el deseo de su corazón o por la devoción
del estudio de su esposo, merece toda las gracias por su filantropismo.

Ya que la gratitud es una precondición para la creación del amor en el matrimonio, uno debe hacer
esfuerzos para su adquisición. Si uno apartara un poco de tiempo diariamente -aun cinco minutos- para

129
considerar los beneficios que recibe de su esposa diariamente, la gratitud eventualmente será una reacción
natural.

¿Qué tan grande es la obligación de ser agradecido?

No sólo la ingratitud es la fuente del primer pecado del hombre, sino que la gratitud es uno de los
mandamientos centrales de la Torá. Entre los primeros Diez Mandamientos dados al pueblo judío en el
Monte de Sinaí está el requerimiento de honrar al padre y a la madre. Ésta es una mitzvá que incumbe a
los hijos (no importando la edad) de mostrar gratitud a los padres por haberle otorgado la vida y por
haberlos educado.

La Torá está repleta de ejemplos de primera importancia acerca de hakarat hatov (gratitud). Se nos
ordenó tratar a los egipcios mejor que a otros pueblos porque fuimos moradores en su tierra -a pesar de
que ellos nos esclavizaron. A Moshé le fue ordenado por Dios mismo ir y redimir al pueblo judío, pero no
hizo eso sino hasta que hubo recibido el permiso de su suegro, Yitró. La razón de ello es que tenía un
deuda de gratitud con Yitró: Yitró le abrió la casa a Moshe cuando éste escapó a Midián. Así pues, en
caso de que exista un conflicto para demostrar gratitud y la obligación de redimir al pueblo judío, la
gratitud toma precedencia.

Moshé no golpeó al río Nilo para traer la plaga de ranas sobre los egipcios porque tenía una deuda de
gratitud con el río: éste salvó su vida cuando era un bebé. El concepto de gratitud se aplica incluso a
objetos inanimados.

Numerosas fuentes en la Torá escrita y en la Torá oral, hablan de la obligación de demostrar gratitud.
Ningún otro atributo ha sido más discutido por los grandes pensadores judios de musar [disciplina ética].

Todos los comienzos son difíciles

Extraído de Cultivar rosas entre espinas. Rab Noaj Orlowek

Nuestros Sabios nos enseñaron que todos los comienzos son difíciles. Cuando una persona sabe desde el
principio que la solución a un problema será difícil, este conocimiento la ayuda a superar su desaliento.
Morí VeRabí HaGaón Rab Jaim Pinjas Scheinberg, shlita, dijo: "Si el comienzo no es difícil, entonces
quiere decir que todavía no has comenzado".

Hay varias interpretaciones muy bellas sobre esta idea, y me voy a referir a aquéllas que son apropiadas
para la resolución de problemas.

1. El Principio es Determinante. El comienzo es la base de todo lo que sigue. En este contexto, "difícil"
significa determinante, porque la dirección que tomamos desde el punto de partida fija el lugar a donde
llegaremos.

2. Encontrar el Lugar Adecuado Desde Donde Comenzar. Cuando enfrentamos un problema complicado,
es bueno comenzar con algún triunfo inicial para lograr alentar a todos los implicados. No siempre es fácil
encontrar el punto donde se puede avanzar con facilidad, especialmente si el problema parece insuperable
y monolítico. En este contexto, "difícil" significa "difícil de localizar".

3. Nuestra Responsabilidad. Cambiando de enfoque, el Beit HaLevi dice que nuestra responsabilidad es
por lo menos comenzar. Tal vez esté fuera de nuestra capacidad resolver el problema por completo, pero
¡por lo menos empecemos! En ese mismo sentido, el Sfat Emet nos dice que todo comienzo verdadero, es
decir, todo comienzo que nos lleve a un cambio permanente, deberá iniciarse con nuestro trabajo más
serio y sincero.

130
Al comenzar nuestra búsqueda de una solución a un problema molesto y doloroso, debemos purificar el
corazón y empezar con humildad y plegarias para lograr la ayuda de Hashem.
Esto nos lleva a otro aspecto que, como ya dijimos, tenemos que recordar firmemente antes de comenzar
a intentar resolver problemas:

HABRÁ ALGUNOS PROBLEMAS QUE APARENTEMENTE NO TENDRÁN NINGUNA


SOLUCIÓN

Como ya dijimos al comienzo de este capítulo, da la impresión de que hay algunos problemas que son
imposibles de resolver. Nuestra actitud hacia ellos deberá reflejar la siguiente idea expuesta por el Bene
Isasjar:

Hay un famoso problema teológico: ¿cómo es posible que tengamos libre albedrío si Hashem puede
prever nuestras acciones? No tenemos ninguna respuesta completamente viable para este problema.
Entonces, ¿cuál es la función de esta pregunta sin respuesta (en un mundo donde cada parte de la
Creación es perfectamente funcional)? Su función es enseñarnos que en esta vida nos toparemos con
preguntas y problemas para los cuales no tendremos solución. Ésta es una parte intrínseca de nuestra
condición humana, y si bien podemos tratar de resolver nuestros problemas, nunca debemos pensar que
todos ellos serán resueltos.

La verdad es que son relativamente pocos los problemas que total y permanentemente escapan a toda
posible solución. En el próximo capítulo veremos que cuando logramos encontrar un remedio parcial para
aliviar aunque sea una pequeña parte de un problema insuperable, ya se produce un cambio en toda la
perspectiva del mismo. Esto se debe en gran medida al cambio radical de nuestra propia actitud hacia el
problema y hacia nosotros mismos, al vislumbrar alguna posibilidad de cambio exitoso. Por esta razón,
nuestra actitud hacia el problema que parece insuperable debe constar de dos aspectos:

1. La aceptación del hecho de que ese problema existe y que es una parte normal de la vida.

2. Continuar buscando alguna parte pequeña del problema en donde se pueda introducir algún tipo de
cambio, aunque sea ínfimo.

Esto nos lleva a la actitud final a la que quisiera referirme antes de dar cualquier consejo sobre el aspecto
práctico de la resolución de problemas. Tal vez ésta sea una de las actitudes más importantes y un
ingrediente indispensable para una vida generalmente estable y feliz.

SENTIR PLACER POR LOS CAMBIOS PEQUEÑOS

Lamentablemente, vivimos en un mundo en el cual las personas pueden llegar a ser mezquinas cuando se
trata de alentar a los demás. Para renovar nuestras energías y nuestra determinación durante lo que puede
ser el largo y doloroso proceso de resolución de algún problema, a veces debemos aprender a alentarnos a
nosotros mismos. Una de las mejores maneras de lograrlo es sintiendo placer, satisfacción, alegría y,
sobre todo, esperanza al notar pequeños cambios. En el próximo capítulo explicaremos cómo medir estos
pequeños cambios.

El Rab Wolbe, zt"l, contó que durante la Guerra de Iom Kipur, voló a Egipto para hablar con los soldados
y el avión en el cual viajaba de repente descendió a tal altitud que casi iba pegado a la tierra. Cuando
preguntaron si esto significaba que el motor tenía problemas, la respuesta fue que el avión estaba volando
bajo para evitar que lo detectara el radar de Egipto.

De aquí el Rab Wolbe extrajo una comparación: la Inclinación al mal no está interesada en "aviones que
vuelan bajo", es decir, en las personas que realizan pequeños cambios. Él sólo se alarma y se opone
cuando la persona se embarca en un ataque total y frontal en su contra tratando de realizar un cambio
rápido y drástico.

131
LA GRANDEZA DE CADA CAMBIO PEQUEÑO

El Sfat Emet dice que mientras más grande es la persona, más reconoce la importancia de cada cambio
pequeño. Es como yo digo: "un cambio pequeño no es pequeño cambio". A un nivel espiritual, esto
responde a varias razones importantes:

1. En el mundo espiritual, no existe el "cambio pequeño". Cada nivel que se alcanza es completamente
nuevo.

2. El plazo de recuperación es incalculable, incluso para un acto pequeño, porque la recompensa es eterna.
Sin embargo hay otra explicación más simple: Los grandes logros están compuestos de una sucesión de
logros pequeños.

El Rab Mendel Kaplan, zt"l, dijo:


Cada minuto es valioso. El edificio Wrigley (una marca de chicles) de Chicago fue construido con las
ganancias de la venta de millones de chicles que valen un centavo. De esto podemos aprender que cada
cosa pequeña es valiosa.

Rab Noaj Orlowek

¿Cómo bajar la temperatura emocional?

Extraído de Cultivar rosas entre espinas. Por Rab Noaj Orlowek

Nuestras actitudes surgen de la fusión de nuestro intelecto con nuestras emociones. Antes de que podamos
comenzar a aprender a solucionar efectivamente los problemas, debemos comprender que en última
instancia es el intelecto el que debe adoptar las decisiones, porque sólo el intelecto puede prever las
consecuencias posibles de un determinado curso de acción. La emoción sólo entiende el presente. Sin
ninguna duda, el intelecto debe considerar la realidad emocional de la persona, pero la decisión en sí
misma pertenece al campo del intelecto.

Por ello uno debe bajar lo que yo llamo la "temperatura emocional", es decir, el fuego de la emoción,
porque de esto depende que pueda prevalecer el intelecto. Una temperatura emocional elevada puede
deshacer muchas decisiones intelectuales, por lo que uno debe estar calmo para lograr adoptar decisiones
sensatas para él y para los demás.

EL INTELECTO PUEDE "HABLARLE" A LA EMOCIÓN

Como ya dijimos, antes de tomar una decisión racional, el intelecto necesita considerar la percepción
emocional y la realidad emocional de la persona. Algunas veces, tal como dijo el Rab Avigdor Miller,
zt"l, el intelecto debe "hablarle" a la emoción. En el Tanaj hay muchos ejemplos; por nombrar sólo dos:
"Shuvi, nafshi, limenujaiji", "Regresa, mi nefesh, a tu tranquilidad"; y "Haleli, nafshi, et Hashem", "Mi
nefesh, alaba con entusiasmo a Hashem".

ACTITUDES QUE AYUDAN A BAJAR LA TEMPERATURA EMOCIONAL

Hay ciertas actitudes que nos ayudan a bajar la temperatura emocional. Dos de ellas son:

1. Los Problemas no son un Signo Patológico. Los problemas son parte integral de la vida. Dado que
los seres humanos somos imperfectos, cometemos errores en nuestros actos, juicios y conclusiones.
Además, es normal que diferentes personas tengan diferentes programas diarios, objetivos y prioridades
que entran en conflicto sin por eso dejar de ser legítimos para cada uno. Cuando entendemos los
problemas como un aspecto normal de la existencia humana, como algo que se supone que tendrá lugar,
entonces somos capaces de reaccionar ante ellos con menor fuerza emocional. Recuerda, la sorpresa es el

132
enemigo de la emoción constructiva, así como la pereza es el enemigo del intelecto. Mientras menos nos
sorprendan nuestros problemas, más oportunidades tendremos de enfrentarlos desde una postura de
fortaleza emocional.

2. Los problemas no son "innecesarios". El Rab Baruj Eliahu Goldshmidt, zt"l, nos aclara otro aspecto
más de la manera en que percibimos los problemas. Él dice que vemos nuestros problemas como un
impedimento innecesario para alcanzar nuestros objetivos. Por eso no les tenemos paciencia. Y da un
ejemplo muy bello:
Muchas personas están dispuestas a viajar a diario grandes distancias y se encuentran en las rutas durante
largos períodos de tiempo. La cantidad de kilómetros de un viaje particular no les molesta siempre y
cuando sepan que llegar desde el punto A hasta el punto B les lleva determinada cantidad de tiempo.

Por eso, cuando sufren una demora de diez minutos, no tienen paciencia, porque la perciben como algo
innecesario.
De la misma manera, si recordamos que los problemas son una parte integral y predecible de la vida,
entonces cuando se presenten nos sorprenderán menos. Lo que ocurre es que cuando nos sorprenden,
cuando esperamos que las cosas se desarrollen "a nuestra manera", entonces nos irritamos y nos
enojamos.

De hecho, parte del placer en este mundo es tener que escalar montañas, y mientras más altas y más
intimidantes sean, mejor. Nos enseñan que "el hombre nació para esforzarse", y que ésta es una expresión
de la bondad de Hashem, tal como lo son todas las cosas que hay en nuestro mundo.
Cuando no hay esfuerzo no hay placer y, sobre todo, no hay sentimientos de auto valoración.

El Sefer HaIashar dice:


La persona debe desarrollar un corazón fuerte y valiente para ser capaz de aceptar (toda clase de
posibles) ocurrencias (negativas o dolorosas).

Debe pensar en ellas antes de que se presenten, debe esperar (que ocurran) en cualquier momento; y
debe decirse a sí mismo: "Si no ocurrieron hoy, ocurrirán mañana y si no es mañana, será pasado
mañana". Si hace esto tanto intelectual como emocionalmente, entonces cuando estas circunstancias se
presenten no le causarán inquietud y de ese modo se evitará que se olvide de su servicio (a Hashem).

Debemos recordar que el Sefer HaIashar no es un libro que predique una visión pesimista ni fatalista de
la vida. Por el contrario, todo el libro se encuentra repleto de ideas y actitudes positivas de autovaloración
y alienta a desarrollar un sentimiento de realización.

El Sefer HaIashar nos está enseñando que este mundo es un lugar donde deben esperarse momentos
difíciles, porque eso es parte de su misma naturaleza. Él llama a este mundo Guei HaTlaot, el Valle de la
Desgracia, porque es gracias a esta actitud que los justos son capaces de mantener su equilibrio. Cuando
ocurre una desgracia, la persona que entiende que el mundo es un lugar donde las cosas tienen que estar
siempre bien se tambalea y pierde el equilibrio.

El mundo es un lugar de infinitas oportunidades para la felicidad y, sin embargo, uno de sus sellos
distintivos es el conflicto. Los problemas no necesariamente deben desequilibrarnos, ni provocar que
levantemos los brazos en señal de derrota. Los problemas no están indicando que algo esté básicamente
mal. No podemos esperar que este mundo sea tan "eficiente" en nuestro beneficio como para anular a
todas las personas y a todas las situaciones problemáticas. Tampoco debemos ser tan arrogantes como
para esperar que el mundo funcione de acuerdo con nuestras especificaciones respecto a cómo "deben"
ser las cosas.

Rab Noaj Orlowek

Crees que, en el fondo, todos queremos ser buenos?

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Extraído de Shmuz

RACIONALIZACIONES
LA NATURALEZA HUMANA NOS IMPULSA
A RACIONALIZAR
NUESTRAS DECISIONES INMORALES.

Antes de darnos el lujo de hacer algo malo, debemos justificarnos de algún modo.
"Todo el mundo lo hace."
"Se merece esto."
"No es tan terrible."
"No me puedo controlar."
"Ella no tiene el derecho de decirme/hacerme esto. ¡Le daré una lección!"

Es un fenómeno sorprendente. ¿Por qué la gente tiende universalmente a racionalizar? ¿Por qué no
simplemente nos decimos "Quiero ser malvado y cometer este acto inmoral"?

Estas justificaciones se deben a que, en el fondo, todos queremos ser buenos. No podemos hacer algo
malo a menos que primero lo maquillemos de tal forma que satisfaga superficialmente nuestro impulso
innato por ser buenos. Debemos persuadirnos de que en realidad no hay problema alguno. A nadie se le
ocurre decir: "¿Qué acto malvado puedo hacer hoy?" Incluso Hitler tenía la necesidad de convencerse de
que, al exterminar las alimañas de la tierra, estaba salvando a la humanidad.

Si tanto queremos ser buenos, ¿por qué optamos por hacer el mal?
El Talmud nos dice: "nadie peca a menos que le invada un espíritu de estupidez". Nos confundimos.
Convenientemente confundimos el mal por el bien. Nos vemos atrapados por nuestro deseo de obtener
comodidad y escapismos. Nos conformamos con placeres ilusorios que, en definitiva, debilitan nuestra
dignidad. Es difícil tomar las decisiones correctas y ser buenos.

Pese a la confusión reinante, seguimos siendo responsables por nuestros actos. Tenemos el deber moral de
rasgar el velo de nuestras racionalizaciones y combatir nuestros bajos instintos. En el fondo, el corazón
palpita con un impulso constante por ser bueno. La próxima vez que alguien te insulte, te trate mal o tan
sólo te exaspere, no excuses su conducta, sino, más bien, recuerda que esa persona no es muy distinta a ti.
En su fuero interno quiere hacer lo correcto, igual que tú.

EN RESUMEN
Las personas racionalizan universalmente sus decisiones de hacer el mal. Existe la necesidad de maquillar
la inmoralidad de tal forma que satisfaga superficialmente nuestro impulso inherente por vernos como
seres humanos decentes.

La racionalización demuestra nuestro deseo innato por ser buenos. No excuses las conductas indebidas.
Más bien, recuerda que la persona que te hace daño, en el fondo, quiere ser bueno, igual que tú.

Nechemia Coopersmith

Adornandose con plumas ajenas

Extraido de Tovim Hashnaim

Cuentan que en cierta oportunidad, el cuervo, enojado porque estaba totalmente cubierto con plumas
negras, fue picoteando a otras aves, robándole a cada una, una pluma de color para reemplazar una de las
propias, las cuales se fue quitando por sí mismo. Si no me equivoco, el desenlace de la historia concluye
diciendo que los otros pájaros terminaron por arrancarle las plumas que no le pertenecían al cuervo y éste
se quedó, sin las robadas... y sin las propias.

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Supongo que la moraleja de esta historia es enseñar a los niños (aun cuando los "grandes" debemos
aprender muchas cosas que quizás ignoramos, tanto o más que los niños...) que desear lo que tienen los
demás, no sólo no conduce a prosperar, sino que con más probabilidad, nos hará perder lo que ya
poseemos.

Si fuésemos cuervos, la cosa quedaría allí, pero dado que no somos cuervos, sino seres humanos, la
pregunta que nos debemos formular es: ¿qué, de lo que poseemos, realmente nos pertenece (en el
sentido de poder considerarnos dueños de eso)?

Para muchas personas esta pregunta les puede parecer un poco absurda, posiblemente esto sea
consecuencia de una pobre reflexión en materia de auto-conocimiento. No obstante, el profeta
Irmiahu (Cap. 9:22) nos dice distinto: "que no se envanezca el sabio con su sabiduría, ni se envanezca
el poderoso con su poder, ni se envanezca el acaudalado con su fortuna". Tanto la sabiduría (que uno
debe procurar), como su poder y riqueza, no dejan de ser instrumentos obsequiados por el Todopoderoso,
para emplear en la tarea humana. Cuando la persona se siente amo de estos recursos, se está apoderando
de lo que no es realmente suyo, es decir que se está "adornando con plumas ajenas".

Un ejemplo clásico de la persona que tuvo suma precaución en no vanagloriarse con lo que no le
pertenecía fue Iosef, en el momento en que fue recomendado para interpretar los sueños de Par´ó
(Faraón). Después de que el rey mostró estar insatisfecho por los análisis que le ofrecían los hechiceros, el
servidor del vino de Par´ó, (aunque de manera muy despectiva) le hizo saber que Iosef, quien estaba en la
cárcel en aquel momento, era experto en tema de sueños. Una vez que lo llamaron a Iosef y estuvo parado
frente al monarca, respondió: "no soy yo, sino D"s Quien responderá por el bienestar de Par´ó".

Lejos de atribuirse honor por el don que lo caracterizaba, Iosef suscribió a D"s lo que Le
corresponde, sin intentar beneficiarse personalmente con lo improcedente. Dice el R. Jaim
Shmuelevitz sz"l (Sijot Musar Cap. 12:5732) que esta virtud fue la que más impresionó a Par´ó, quien
luego otorgó a Iosef el cargo de virrey y administrador de los alimentos y del tesoro real. (Par´ó no se
equivocó: Iosef demostró ser honesto con los bienes del rey, del mismo modo que ya había sido
perfectamente fiel a Potifar y al carcelero).

Esto aparenta ser bastante simple. Sin embargo, en la vida cotidiana, se requiere mucha humildad y una
profunda creencia en D"s, para poder llegar a tal nivel.

Existe una vergüenza positiva. Cuando la gente decía (antes, ahora ya ni eso) que alguien actuaba "sin
vergüenza", habitualmente se refería a que ese individuo no tenía escrúpulos frente a los demás. Para la
persona creyente, obviamente, la cosa va más allá que eso. La vergüenza es la expresión de desilusión
al no proceder a la altura de lo que aspira la conciencia.

Cuando una persona toma reparos en considerar si su accionar está a la altura de lo que D"s espera de él y
siente que quedó en el camino, entonces experimenta vergüenza. Esta sensación, entonces, es una
gracia de D"s y protege a la persona de llegar a obrar inadecuadamente. "Es un buen síntoma en la
persona, ser vergonzoso" (Talmud Bavlí, Nedarim 20.)

Así sucedió con Adam y Javá, los primeros seres humanos, quienes no tenían de qué avergonzarse, hasta
que comieron del árbol del que no debían, y dada aquella pureza y armonía de cuerpo y alma, les era
perfectamente lícito y natural permanecer desnudos. Recién al comer e insubordinarse al mandato Di-
vino, se hizo presente la voz de la conciencia, que les hizo saber que estaban "desequilibrados" y debían
"cubrirse" (R.Sh.R.Hirsch sz"l). Pero, como ya les hizo ver R. Iojanán ben Zakai a sus alumnos antes de
morir, habitualmente estamos mucho más preocupados por lo que va a decir de nosotros la gente, a qué
opina D"s de nosotros...

En los ámbitos en los que D"s está ausente del pensamiento de la gente, desaparece la conciencia y,
por ende, la vergüenza. Consecuentemente, nada está prohibido (desean creer aquellas personas), y nada

135
causa vergüenza. Estas personas, si se encuentran con otros judíos que sí se cuidan en estos temas, en la
mayoría de los casos, se burlan abiertamente o, al menos (los más respetuosos), lo ven con el rechazo que
se reserva para lo ridículo. Estamos hablando del polo opuesto a la idea de la Torá. Tomando en cuenta el
origen de la sensación de vergüenza, bien podemos entender porqué el exhibicionismo que está de moda
en la (falta de) vestimenta de la gente y en los medios, contradice los fundamentos de la Torá. A su vez,
podemos inferir el porqué la modestia de carácter ("tzniut") conduce al recato y pudor en la vestimenta.

El "Saba" (guía espiritual) de Kelm, R. Simjá Zisel Ziv sz"l, era extremadamente cauteloso en no
manifestarse por encima de lo que consideraba el nivel espiritual obtenido, por considerarlo una manera
de "orgullo falso", o sea, vanidad. Por ejemplo: no solía recitar el texto de la invitación tradicional a los
Ushpizín (los "huéspedes" Avraham, Itzjak, etc.) a la entrada de la Sucá, pues sentía que si realmente
ellos visitaran su Sucá, él se sentiría tan avergonzado de ellos, que debería salir. Tampoco besaba el Sefer
Torá, pues no creía que amaba a la Torá lo suficiente y que quizás la Torá no querría ser besada por él.
Posiblemente, la Torá le contestaría: "No me beses, no necesito tus besos. Si quieres mostrarme que me
amas, pues ve y demuestra más voluntad en obedecer lo que está escrito en mi". (Esta historia la
relatamos únicamente por su valor instructivo, y no como ley: nosotros no estamos a la altura de no besar
la Torá...). En Kelm, todos sabían que no se debían parar cuando el Saba ingresaba a la sala. Una vez, un
alumno nuevo se levantó ante él. Como consecuencia, R. Simjá Zisel se encerró inmediatamente en un
cuarto para estudiar Musar (introspección ética) ("Reb Mendel and his Wisdom" de Yisroel Greenwald).

Para resumir: La consigna del judío en este aspecto es reconocer que los dones y habilidades, la
fuerza física y los bienes materiales son un obsequio de D"s. En la medida en que sean empleados
correctamente, esto conduce a una sana satisfacción. En la medida en que uno se reivindica lo que no
le corresponde, está encaminado en la senda equivocada. Y si se percata de que aún le falta tanta obra por
hacer, esto conduce a una vergüenza adecuada, que lo lleva a desvelarse por ser mejor (y no a un
sentimiento culposo paralizante).

Rab Daniel Oppenheimer

Domine sus Pensamientos

Extraido de Domine sus Pensamientos

En Proporción a la Dificultad

Según la dificultad es la recompensa.


(Avot 5:23)

Tendemos a pensar que las personas pueden alcanzar grandes cosas a pesar de las enormes pruebas, pero
lo cierto es que nuestros Sabios nos enseñan que, en realidad, son las grandes pruebas las que ayudan a
producir los resultados grandiosos.
¿Cómo opta uno por hacer lo correcto pese a todo? Usted debe encontrar la energía. Debe persistir en
decirse a sí mismo: Hashem me ayudará, si estoy decidido.

Aunque tenga las más grandiosas intenciones, nada puede resultar de ellas si usted no tiene oportunidad
de actuar. Es por eso que Hashem ha designado un programa de dificultades, pruebas y obstáculos. Usted
será puesto a prueba para ver cuán decidido está a convertir sus intenciones en acción. Debe probarse a sí
mismo.

La Mishná enseña que nuestro patriarca Abraham fue puesto a prueba con diez experiencias supremas y
las pasó todas. Esto nos demuestra el alcance de su amor por Hashem (Avot 5:4).
Todos podemos tener éxito en la vida. Nuestras pruebas varían, pero poseemos la capacidad de vencer y
triunfar. Debemos elevarnos por encima de nuestros temores, de nuestros problemas y de nuestras
pruebas. Hashem nos ha creado y Él nos ayuda a conquistar montañas.

136
Imaginación Creativa

Cuando usted combina su capacidad de elegir con su singularidad, obtiene su creatividad que es única en
su género. Con esta creatividad, usted puede generar nuevas ideas para manejar los desafíos cotidianos.
Nuestros Sabios nos enseñan que todos los días deberíamos considerar la Torá que estudiamos como si
acabáramos de recibirla de Hashem (Rashi, Devarim 6:6). Debemos estar abiertos a nuevas reflexiones en
nuestro aprendizaje.
Para conseguir esto, debemos hacernos preguntas constantemente. No demos nada por sentado.

Algunas preguntas con las que comenzar son: ¿Cuáles de mis talentos he estado desatendiendo? ¿Qué
hábitos debo adoptar para practicar todos los días? ¿Cómo puedo cambiar el modo de hacer mi trabajo?
¿Cómo puedo dedicar más tiempo a estudiar? ¿Cómo puedo rezar con más concentración?

El Rey Salomón enseña que uno debería reunir muchas ideas acerca de cómo hacer las cosas, antes de
elegir una que le siente mejor (ver Mishlé 11:14). Es útil consultar con otros por ideas y, también,
emplear su don de la imaginación. Imagínese cómo otros manejarían la situación en la que usted se
encuentra. ¿Qué habría hecho el Jafetz Jaim? ¿Y el Gaón de Vilna, el Rambam o el Rey David? ¿Y
Moshé Rabenu o Abraham Abinu? Vemos este enfoque empleado en la Torá-cuando Iosef HaTzadik fue
enfrentado con una prueba muy difícil, imaginó a su padre Iaakov y esto lo ayudó a superar su mala
inclinación. ¿Por qué no lo intenta usted mismo?

Preparación por Anticipado

"La Torá debe estar marcada en tu lengua, de modo que si alguien te pregunta acerca de algo, tengas
una respuesta inmediata.
(Kidushín 31a)

La mejor forma de prepararse para un desafío de la vida es disponerse mentalmente para un desafío más
fuerte aún.
Conforme ensaya para enfrentar desafíos, usted se vuelve más hábil y seguro, como aquel que rinde un
examen práctico a fin de prepararse para uno similar. Si se alista para una prueba difícil, más difícil que la
que realmente tiene que rendir, encontrará su prueba mucho más fácil.

Oportunidad Encubierta

Los problemas, créase o no, son una importante y valiosa parte de nuestras vidas. Nada sucede por
casualidad. Todas las pruebas a las que somos sometidos son enviadas por Hashem. ¿Por qué? Rambán
(comentando sobre Bereshit 22:1) explica que un nisaión (prueba) es un medio para desarrollar nuestro
potencial.

Cuando Hashem envía desafíos, Él nos está brindando una oportunidad para crecer. Podemos obtener
revelaciones y orientación en la vida a partir de nuestros problemas cotidianos. Preguntándonos en qué
forma es cada problema una oportunidad o al decirnos: "Esto, también, es para bien", conseguimos abrir
nuestras mentes a los beneficios específicos que podemos ganar.

Una firma de inversiones muy exitosa reveló su secreto para contratar ejecutantes buenos: "Nuestros
empleados deben haber sufrido, al menos, un fracaso importante en su vida. Eso los hace más
comprometidos y resueltos y, como resultado, llegan a ser mejores personas".
Sus luchas y sus presiones son desafíos y oportunidades. Emplee este concepto para aprender a
dominarlos y a crecer a partir de ellos.

Moshe Goldberger

SOBRE LA FELICIDAD

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Sobre la Felicidad

Selección de enseñanzas extraídas del libro "Empieza Nuevamente Ahora", por Zelig Pliskin, ©Editorial
Jerusalem de México

Época Moderna

Algunas personas están bajo la impresión de que en nuestra época moderna necesitamos nuevos
conceptos para dominar la felicidad y una vida dichosa. Sin embargo, la naturaleza humana no cambia.
Constantemente existen cambios en las condiciones externas y en el medio ambiente, pero la esencia de la
persona, lo que la hace feliz o triste, sus deseos o ambiciones, básicamente permanecen igual. Se pueden
desarrollar nuevas técnicas, pero el conocimiento básico para hacernos a nosotros mismos felices era
conocido desde hace mucho. Puesto que muchas personas no aplican lo que está fácilmente disponible,
tienden a pensar que necesitan nuevos conceptos cuando en realidad lo que necesitan es aplicar lo que
ellos mismos ya conocen.
Piensa en tres conceptos clásicos que conoces pero no aplicas tan seguido como debieras. Decídete a
aplicar por lo menos uno de ellos.

Felicidad

La alegría es una habilidad que puede ser aprendida. El factor esencial es tu actitud hacia la vida, hacia ti
mismo, hacia otras personas y hacia los eventos y situaciones.
Es imposible definir la felicidad adecuadamente con palabras ya que la felicidad es un estado emocional
que es una experiencia y no un concepto. Las emociones están contenidas en los estados psicológicos y
cognoscitivos. Recuerda tan vívidamente uno de los momentos más felices en tu vida hasta que lo
experimentes nuevamente y puedas tener el sentimiento de esa emoción.
Para dominar la felicidad:
a) Enfócate continuamente en pensamientos productores de felicidad en lugar de enfocarte en aquéllos
que causan infelicidad.
b) Evalúa los eventos y las situaciones en formas que te estimulen.
c) Experimenta felicidad realizando buenas acciones y tomando acciones positivas, e incrementa el bien
que haces.
Mantén un diario de felicidad. Cada día escribe las cosas buenas que experimentaste. Escribe por lo
menos cinco cosas cada día. Al estar consciente de cosas que podías no haber notado antes, vas a ser
capaz de añadir fácilmente más detalles a tu diario cada día. Lee el diario a intervalos frecuentes.
Para que la felicidad sea duradera debe estar basada en integridad, satisfacción al nivel más profundo y
serenidad del alma. Una persona verdaderamente feliz no permite que su felicidad sea dependiente de
ningún factor externo sobre el cual no tiene control. Aquél que hace su felicidad dependiente de la
riqueza, la fama, el éxito u otro factor externo no va a ser capaz de dominar la felicidad. Los factores
externos serán sus dueños. Busca la felicidad de una manera que dependa solamente de ti mismo.
Cuando hables con otros mantén tu atención en qué es lo que hay para apreciar y siente gratitud por ello.
Discute los problemas y las dificultades con objeto de aligerar tu carga o encontrar soluciones.
Decide que estás totalmente comprometido a vivir una vida de felicidad. Haz una lista de los factores que
te impiden experimentar la felicidad regularmente. ¿Qué cambios en tus acciones y pensamientos puedes
hacer que te permitan vivir una vida feliz? Empieza el proceso de hacer esos cambios ahora mismo.
Cada vez que conozcas a alguien que parece llevar una vida feliz, entrevístalo. Pregúntale de actitudes y
conductas específicas. Encuentra aspectos que te puedan servir a ti.
Haz una práctica regular pensar cómo lo haría una persona feliz. Habla en la forma en que una persona
feliz hablaría. Ten la expresión facial de una persona feliz. Camina en la forma que una persona feliz
caminaría. Cuando haces esto consistentemente, se convierte espontáneamente tu forma de ser.

Infelicidad

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Algunas personas se acostumbran tanto a sentirse infelices que no se dan cuenta de la desdicha
innecesaria que se causan a sí mismas. Construyen una prisión mental llenando su mente de
resentimiento, odio, envidia y deseos. Pueden tolerar vivir una vida así, solamente porque están
acostumbrados a esos pensamientos y creen que es el cuadro normal de la vida. Piensan equivocadamente
que es imposible que la vida sea diferente.
Para la persona sabia, sin embargo, la vida está llena del placer de ganar conocimiento, hacer buenos
hechos y desarrollar el carácter de uno mismo. Dominando las actitudes, comportamientos e imágenes
conducentes a la felicidad, vas a vivir una vida feliz. Esto toma esfuerzo, pero el precio que pagas por
dominar la felicidad no es tan alto como el precio que pagas cuando vives una vida infeliz.
Si experimentas infelicidad innecesaria, pregúntate a ti mismo, "¿En qué estados quiero estar? ¿Qué
puedo hacer para entrar en el estado que deseo experimentar ahora?"
Una persona que se siente infeliz con frecuencia se debería preguntar a sí misma:
¿Qué cambios en mis pensamientos y en mis actitudes me van a permitir experimentar más felicidad?
¿Qué cambios en mi comportamiento y en mis acciones me van a permitir más felicidad?
¿Qué imágenes y visualizaciones me van a permitir experimentar más felicidad?
¿Qué cambios en mis relaciones me van a permitir experimentar más felicidad?
¿A quién puedo pedir ayuda para volverme una persona más feliz?

Zelig Pliskin

La máxima felicidad

Extraído de Autoestima, del Rab Ezriel Tauber

El pensamiento es la ventana del alma.

-Mi problema, rabino, es que yo ya pienso mucho. Usted sabe lo que los rabinos dicen: yosif daat, yosif
majov, ´a más conocimiento, más dolor´. De algo sirve ser tonto. La gente superficial siempre está feliz.
La gente exageradamente intelectual es infeliz. Es por esto que yo digo que pienso demasiado.

-No fue cualquier rabino el que dijo esto, -respondió el rabino-, sino Shlomó Hamélej, el más sabio de
todos los hombres. Y, Dany, si el más sabio de todos los hombres dijo esto, puedes suponer que hay algo
más en sus palabras, porque la adquisición e incremento del conocimiento es la esencia del enfoque de la
Torá.

-Entonces ¿qué quería decir?

-Se estaba refiriendo a un tipo específico de persona; una persona que se enorgullece exclusivamente de
su intelecto, o una persona que no hace otra cosa más que intelectualizar todo el día. Una persona no es su
intelecto. El intelecto tiene la intención de servir a la persona. Es un instrumento. Una persona tiene que
vivir, lo que significa, que tiene que ser feliz en su vida física y usar su intelecto para producir cambios en
su vida física. Ésa es la persona completa. La persona que hace de su intelecto el objetivo, experimenta
dolor en el grado en que incremente su intelecto.

-Una persona equilibrada, por otro lado, que participa de lo físico, así como de lo intelectual, no
experimenta dolor a medida que incrementa su conocimiento. Totalmente, al contrario, incrementa su
habilidad para tomar placer en la vida. Y es por esto que Hashem nos dio un estilo de vida de Torá y
mitzvot, que balancea perfectamente la parte intelectual de la persona con la parte física. Sin Torá y sin
mitzvot, ¿cómo puede uno derivar la máxima felicidad aun en su vida física?

-Pero, rabino, usted no puede negar que la Torá le prohibe a la persona los placeres de este mundo. Te
dice todas esas cosas que no puedes hacer.

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-Por cada placer que la Torá te ordena abstenerte, existe un placer equivalente que nos permite y alienta a
participar de él. Y nos orienta en cómo participar en ese placer equivalente para que lleguemos a poseerlo,
y no que él nos posea a nosotros.

-Pero yo conozco gente judía que dice que cuanto más infeliz e insatisfecha sea la vida de uno, más
grandeza tiene la persona. Un rabino me dijo esto. Incluso citó la siguiente afirmación: ´No digas que no
comes jamón porque es repulsivo. Más bien, no es repulsivo y si fuera posible te lo comerías, pero qué
puedes hacer, si el Creador del cielo y la tierra te dijo que no te lo comas´. En otras palabras, este rabino
me dijo que la Torá lo priva a uno de los placeres de este mundo, para que uno pueda servir a Hashem con
motivaciones puramente espirituales.

-Eso no es verdad. La persona que te dijo eso pudo haber entendido mal la idea. Esta cita sólo tiene la
intención de enfatizar la importancia de la pureza de los motivos. No nos exhorta a hacer nuestra vida
desdichada. Por el contrario, la Torá nos advierte: ´Las malas noticias (predichas y enumeradas en los
versículos previos), vendrán sobre ti porque no serviste a Hashem con alegría y buen corazón´. La Torá
nos obliga una y otra vez a servir a Hashem con nuestro cuerpo y tomar placer de ello. Tenemos el
mandamiento de estar satisfechos y regocijarnos en cada paso del camino en que servimos a Hashem con
nuestra existencia física, con nuestro corazón y con nuestras emociones.

Es por esto, que a diferencia de muchas religiones orientales en donde el objetivo es desarrollar el lado
espiritual, en tanto que se mata el lado físico, la Torá equipara la realización espiritual con la total
participación del mundo físico. Debes casarte, establecer una familia, volverte parte de una comunidad
según el modo de la Torá y, sólo entonces te has convertido en un verdadero servidor de Hashem. La Torá
no nos permite evadirnos de los placeres físicos,

Si necesitas una prueba más, -agregó el rabino- toma Shabat. Shabat se santifica sobre una copa de vino;
la mitzvá verdadera se hace sobre vino y no sólo con jugo de uva (no obstante que es aceptable). Un vino
fuerte y embriagante se sobrepone al intelecto y debilita la razón. Ésta es la forma en que empezamos a
santificar nuestro día más sagrado. Y después comemos, cantamos e interactuamos con nuestra familia
durante las próximas 24 horas. Todo es muy físico. Si ésta es la forma en la que actuamos en el sagrado
Shabat, entonces debería estar claro que la santidad es dependiente de las necesidades del cuerpo, y no se
contrapone a ellas. El judío ideal es aquél cuyo cuerpo participa completamente con su intelecto, con su
yo espiritual.

Por lo tanto, Dany, si tú me dices que no cuidas las mitzvot debido a que no puedes renunciar a las cosas
buenas de la vida, yo te pregunto: ¿cómo puedes experimentar las cosas buenas de la vida si no tienes la
Torá y las mitzvot como tu guía?

-Pero rabino, uno no necesita la Torá para disfrutar la vida.

-Quizá uno no necesita la Torá para tener una experiencia satisfactoria temporal. Sin embargo, la Torá le
enseña a uno cómo hacer esta experiencia duradera y significativa. Ninguna de las cosas materiales de
este mundo trae placer duradero a menos de que estén filtradas por la Torá.

-Pero ¿qué hay cuando compras ese automóvil para el que estabas ahorrando?

-¿Cuánto dura este tipo de felicidad? La respuesta es: hasta que descubres otra cosa que ansíes.
Rápidamente, el instinto adquisitivo se vuelve una adicción y te vuelves más infeliz que nunca. Como
dije, la Torá te enseña cómo poseer el mundo físico, no ser poseído por él. Es por esto que no puedo
entender cómo dices que eres capaz de ser feliz sin la Torá.

-Rabino, yo conozco gente rica, no religiosa que es feliz.

140
-Parecen ser felices en el exterior, pero no sabes qué pasa en su interior. Además, aun si exhiben cierta
felicidad externa, quién dice que son ricos como seres humanos. Una vaca también es feliz cuando es
conducida al pasto. Así también, algunas personas son apenas algo más que vacas conducidas al pasto con
toda su riqueza. Su felicidad no es ni profunda ni duradera. Admitiendo que aun la felicidad externa tiene
sus ventajas, es la felicidad espiritual interna no dependiente de circunstancias externas la que finalmente
es importante. Y no puedes tener la satisfacción interna sin los objetivos de la Torá.9

-Yo no sé, -dijo Dany-. Todo lo que sé es que si D-os me hiciera millonario, sería feliz aun sin Torá.

-¿Cómo puedes estar tan seguro? Conozco gente rica que es infeliz. Y conozco gente pobre que es feliz.
La comodidad material es finalmente independiente de la capacidad de la persona para experimentar
felicidad.

-Pero ayuda.

-Algunas veces. Y algunas veces daña. Tú sabes, los países escandinavos tienen una de las tasas de
suicidios más altas del mundo. La ironía es que para mucha gente, ellos representan la sociedad en la
cumbre del progreso humano: rubios, de ojos azules, nórdicos conocidos por su naturaleza no agresiva y
sistema político progresivo, donde la riqueza se distribuye equitativamente. Y la verdad es que la riqueza
está distribuida en esos países en forma relativamente uniforme. Nadie es muy rico ni muy pobre. Sin
embargo, tienen una tasa de suicidios inusualmente alta,

-¿Por qué habría de ser?

-En mi opinión, el problema en Escandinavia es que no existen las apariencias externas de status y logro
material, que frecuentemente funcionan para hacer que la gente sin ninguna otra fuente de autoestima se
sienta bien acerca de sí misma. Mientras que en los países más occidentalizados, el materialismo sirve
como un tipo de opio que nubla el miedo que uno siente por la falta de valor interno; los escandinavos con
frecuencia tienen que enfrentarse a la desnuda, cruda, y sobria verdad. Ya que no conocen cómo generar
un verdadero sentido del yo, muchos de ellos, por lo general intelectuales, llegan a sentir que la vida no
tiene valor y cometen suicidio. La conclusión, Dany, es que no es la comodidad material la que trae la
felicidad duradera.

Rab Ezriel Tauber

El Apego a lo Material

Extraido del libro Bejol Meodeja (con todos tus medios).

El riesgo
Antes de fallecer, Moshé se dirigió al pueblo de Israel para despedirse.
Después de acompañarlos durante cuarenta años, y luego de haber visto cómo fue desapareciendo la
generación que él había guiado al salir de Egipto, y ver nacer y crecer a la nueva generación
engendrada en el desierto, Moshé sabía que su fin estaba muy próximo y que debía preparar a esta joven
nación para asentarse en la Tierra de Israel.

Durante aquellos cuarenta años, Moshé había intentado prevenir las caídas morales de su pueblo y
había sabido corregir los errores cuando desoyeron sus enseñanzas. En cada oportunidad en que D"s
había anunciado la destrucción de los israelitas, Moshé rezó por la anulación de tan terrible decreto.

Pero este período llegaba a su fin. De ahí en más, deberían seguir adelante sin él. Conociendo
profundamente a su gente como nadie más en la historia, y sabiendo que sus palabras requerían tener
efecto para los presentes, pero también para sus hijos y nietos a lo largo de las generaciones, Moshé

141
debía transmitir los conceptos justos y claros, e infundir en el pueblo las enseñanzas que ellos - a su vez -
deberían inculcar a sus descendientes, para que no se perdieran a lo largo de los siglos siguientes.

Los riesgos eran muchos. La Tierra de Israel estaba siendo dada con la estricta condición de que los
judíos cuidaran la Ley de la Torá al pie de la letra. Sus vecinos, con quienes podrían llegar a tener
relaciones comerciales, eran idólatras: ¿no copiarían fácilmente sus costumbres paganas?

Sin embargo, existía un peligro aun mayor y más inmediato, pues es persistente y no depende de factores
externos: la prosperidad.
D"s ya había anunciado que los llevaba a una tierra que les brindaría abundancia material. Al observar
la Torá, serían bendecidos con los medios holgados, para que tengan aun más oportunidades de cumplir
con la Ley.

Pero esa bonanza les podía "jugar en contra", por la tendencia humana de convertir los recursos en
fines.
Si eso sucediera, cambiaría la actitud de la gente, y en lugar de atribuir su bienestar a D"s, arrogarían
su fortuna a su habilidad e industria.

¿Por qué?
Creerse hacedor del éxito y de los logros responde a la vanidad humana que hace que quien lo alcanza se
sienta un protagonista encumbrado, y no requiera "someterse" tan íntegramente a un Ser Superior.
Por otro lado, ese sometimiento implica muchas obligaciones y deberes, a los cuales no se siente
responsable quien adjudica su lucro al propio ingenio.

Las cosas no cambian…


¡Cuánto sentimos que el dinero es nuestro, y cuánto nos cuesta desprendernos de él!
Si la gran mayoría de los bienes materiales - los recursos con los que contamos y trabajamos - son meros
medios y no objetivos, tanto más el dinero que poseemos y utilizamos no es más que un recurso: un
medio para procurar los demás recursos materiales que requerimos para cumplir nuestra misión.

Sin embargo, no parece ser el caso.


Justo todo lo contrario: el dinero pareciera ser parte inseparable del ser humano. La realidad marca que
no podemos salir de casa sin llevar "algo" en el bolsillo (salvo en Shabat y Iom Tov…) "por cualquier
eventualidad".

En la escuela nos enseñaron que el dinero cumple dos funciones: sirve como "medio de canje" para poder
comprar y vender con más facilidad (como "civilizado reemplazo" de recurrir al sistema del trueque), y -
también - como "común denominador de todos los bienes y servicios" - o sea: para expresar el valor de
las cosas.

Pero habitualmente esta calificación es vista más como una teoría, pues en la práctica la gente suele tener
otra visión:
En primer lugar, el individuo promedio juzga a los demás (y a sí mismo) según el dinero que cada cual
posee.

Y aparte de eso, el público en general busca su seguridad y tranquilidad en el dinero¸ creyendo que cuanto
más poseen, tanto más "seguros" están, pues los seres humanos tenemos la sensación de que nuestros
bienes nos respaldan.

Esto lo vemos en el modo en que la Torá se refiere a los bienes materiales: al hablarse de las pertenencias
de Datán y Aviram, secuaces de Koraj, que fueron tragadas con ellos por la tierra, la Torá se refiere a
ellas en términos del "´Iekum´ que estaba a sus pies" (Dvarim 11:6), y los Sabios toman esta expresión
como: el modo más común de "sostenerse en las propiedades que uno posee" (Psajim 119.).

142
Es así que nuestra sociedad prácticamente convirtió al dinero, el esfuerzo para procurarlo y la
preocupación de cuidarlo, en el eje central de su razón de ser y de su quehacer diario.
En la Torá, no obstante, no somos - como personas - más o menos valiosos, a causa del dinero que
poseamos. Uno, es uno - y la plata, es la plata...

"No por esfuerzo ni con el poder, sino por Mi espíritu - dice el Se-ñor de las Hues-tes" (Zjariá 4:6).
Hay quienes creen que el valor del ser humano reside en su capacidad para generar dinero. El profeta
afirma lo contrario. Ni el poder, ni las posesiones. Esas vienen y van de acuerdo a lo que D"s dispone
(y nos prueba). ¡Si sólo fuésemos lo suficientemente éticos para utilizar correctamente lo que nos
brinda! En el judaísmo, el valor del ser humano nunca estuvo en función de lo que había en su
bolsillo.

Los significados de los diferentes nombres del dinero


El Midrash Tanjumá (Matot 6) explica el porqué de las distintas denominaciones del dinero de aquella
época.
Si bien los nombres que estamos por mencionar no son de origen bíblico, en el idioma hebreo todo lo que
se expresa con la palabra tiene una dimensión específica que radica en la etimología de dicha palabra.

"Zuz" (de mover) pues "se mueve de mano en mano".


"Mamón" (de "moné" = contar), pues "la gente se pasa el tiempo contándolo".
"Ma´ot" (de "Me´et le´et" = de un día al otro) pues "nunca permanece demasiado tiempo en las manos del
mismo dueño".

La filiación de la persona con sus bienes tiene ramificaciones legales, y los Sabios consideran que "la
persona es próxima (tendenciosa, y privada de objetividad) en relación a sus bienes" (Sanhedrin 10.).
Y aun si se tratara de principios morales y rituales, en una situación en la que están contrapuestos
directamente los bienes materiales propios - frente a una creencia muy firme, sospechamos que uno
perdería la fortaleza de sus convicciones y, en caso de una emergencia, "perdería la cabeza" y llegaría
incluso a trasgredir el Shabat, para proteger una situación en la que están en riesgo sus pertenencias
(Shabat 117:).

Y, sin ir más lejos, cuando el Talmud (Bava Batra 165.) caracteriza a la sociedad, menciona que "la
mayoría de las personas caen en pecado en relación (a lo referente de algún modo) al robo". En otra cita
incluye al robo entre los elementos por los cuales el hombre tiene especial propensión y apetito (Jaguigá
11:).

Se cuenta que cuando Alejandro Magno intentó pesar un ojo humano, se encontró con que excedía en
peso a todo lo que pusiera en el otro platillo de la balanza. Le explicaron los Sabios, que nada alcanza
para satisfacer el ojo humano.
"Un ojo puede ver muy lejos, mas una pequeña moneda puede cubrir toda su visión", dijo un gran
Sabio judío.

Los verdaderos héroes de nuestro pueblo


El Talmud (Eruvin 86.) enseña que "Rabí (Iehudá haNasí) honraba a los pudientes. Lejos de interpretarse
como lisonja barata (Rabí mismo era más acaudalado que cualquiera de las demás personas ricas, y no
necesitaba sus favores personales, ni donaciones para su institución), Rabí reconocía en la riqueza
material de cada persona la gran responsabilidad que D"s le confirió, al ponerlo a cargo de tantos bienes
para saber administrarlos y dedicarlos para los fines correctos.

El Rabino Jaim Goldberg es una de las personas que más goza de la confianza de la gente. A través de
los años ha distribuido millones de dólares de Tzedaká a los necesitados en Israel. Para lograrlo, debió
en muchas oportunidades emplear su ingenio y sentido común.

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No faltan en Ierushalaim aquellas personas que creen que al haber otros en peor condición, no deben
aceptar dinero de Tzedaká.
Así fue el caso de Miriam y Moshé Gutstein, quienes apenas sobrevivían con el ingreso que recibía él del
Kolel, mientras ella, no tenía una preparación suficiente que le permitiera conseguir algún trabajo. Los
Gutstein tampoco habían sido bendecidos aun con tener hijos.
Otra familia - la de Braja y Biniamin Kamji - quienes tenían muchos hijos, a su vez, estaban muy
necesitados y no podían afrontar el gasto de una ayuda doméstica para darle a la Sra. Kamji un
merecido y necesario respiro.

R. Jaim se les acercó y los convenció de tomar a la Sra. Gutstein como ayudanta para permitirle a esta,
tener una entrada digna mediante un trabajo fijo. Él mismo, se preocuparía de proveer los fondos y solo
pedía "colaboración" y que mantuvieran el tema en absoluta reserva. Los Kamji aceptaron y R. Jaim
traía mensualmente el pago para la Sra. Gutstein.

Transcurrieron algunos meses y un día los Gutstein se acercaron a R. Jaim. "Mi señora está trabajando
en casa de la Sra. Kamji hace ya un buen lapso de tiempo y se percató de la terrible condición en la que
están viviendo. Los niños no tienen para comer apropiadamente y queremos colaborar. Dado que mi
señora recibe puntualmente un sueldo, hemos separado cada mes una suma, pero sabemos que no van a
querer recibir dinero de parte nuestra. ¿Podría Ud. hacerle llegar este importe?..."
("Echoes of the Maggid" R.Paysach Krohn, Artscroll/Mesorah)

Enseñanzas del más sabio de los hombres


Existe un tristemente célebre concepto maquiavélico, que enuncia que "el fin justifica los medios".
Lejos de referirnos a la nefasta idea de justificar métodos crueles para alcanzar alguna meta que se cree
correcta, sepamos que efectivamente en cierto sentido "el fin justifica los medios", pues - como veremos
de inmediato - los medios que poseemos solo nos pertenecen para alcanzar un fin adecuado.

El rey Shlomó fue el más sabio de los hombres, y - también - fue agraciado con una inmensa fortuna
material. Pero supo sobreponerse a todas las tentaciones que el dinero trae, y nos legó sus enseñanzas
para que no caigamos presos de su atracción.

"El dinero (´ia´ané´) responde todo (Kohelet 10:19)".


Rash"í y otros exégetas, comentan que esto se refiere a que la persona no debe ser haragán, sino diligente,
y trabajar para lograr los recursos necesarios para vivir.
Sin contradecir, otros comentarios dicen que el vocablo ´ia´ané´, se traduce ´oprimir´, pues el dinero
oprime a la gente al escasear.
Sin embargo, "quien ama el dinero, no se satisface con dinero" (Kohelet 5:9): cuando juntar riquezas se
convierte en el objetivo, nada de lo que alcance complacerá ese deseo.

¿Más es mejor?
Depende en gran medida de cómo se vive con esos bienes: "Más vale un bocado de pan seco y duro -
acompañado por tranquilidad, que una casa colmada - con peleas" (Mishlei 17:1).
También: "Más vale un puñado de goce (Najat), que dos puñados de tedio y vejación del espíritu (Kohelet
4:6).

"Y hay una realidad enfermiza que he observado bajo el sol: riquezas acumuladas por sus dueños para su
detrimento" (Kohelet 5:12): al igual que Koraj, de quien cuentan los Sabios que era una persona que había
salido de Egipto con una enorme fortuna que le daba un gran prestigio y renombre - para perderla toda en
su gesta de oposición a Moshé, no faltan personas que terminaron sufriendo precisamente al poseer
mucho, sin saber disponer y emplear esos bienes fielmente.

¡¿Y cuántos son los que trabajan duro durante la mayor parte de su vida, para dejar su patrimonio a
quienes lo perderán en un instante?!

144
Asimismo, no faltan aquellos que luego de haber almacenado caudales, se encuentran que no tienen a
quiénes legarlos... (Kohelet 2:18, 4:8, 6:2).

En el mundo de las pujas de poder


Los feligreses de cierta comunidad se acercaron a Rav Iehoshúa de Kutna con la siguiente querella:
Los encargados de la sinagoga necesitaban aumentar los ingresos de la comunidad, y por lo tanto
querían agregar más filas de asientos del lado este (el lado delantero del Bet haKneset, cerca del Arón
haKodesh) de la sinagoga, aparte de la única ya existente y más valorada (dado que en nuestras
sinagogas se reza hacia el este, orientándonos hacia Ierushalaim, el lado este se cotiza más en la venta
de ubicaciones de muchas sinagogas y en ciertos lugares - como en este caso - los que ocupaban estos
asientos, mirando hacia el público, se sentían más honrados por el privilegio de estar sentados allí…).

Sin embargo, aquellos que habían ocupado los asientos en la pared oriental de la sinagoga se opusieron,
pues si agregaban más hileras del lado este, ya estarían tapados por aquellos que se sentarían delante de
ellos y quedarían cubiertos de la vista del público….
Ellos consideraban que habiendo abonado tanto por aquel privilegio, no correspondía que se ponga filas
de asientos delante de ellos.

Por otro lado, los encargados de la sinagoga argumentaban que nadie les estaba quitando su lugar:
"Nada les impide seguir ubicados en donde están. Solo les estamos agregando algunas hileras delante de
ustedes. Si desean ubicarse en la primera de las hileras adicionales, deberán volver a adquirir ese
privilegio".

Rav Iehoshúa pensó y respondió citando un pasaje del Midrash:


"La esposa de Avraham Avinu inicialmente se llamaba Sarai. En virtud de sus méritos, D"s cambió su
nombre por Sará (sustituyendo la letra Iud por la Hei - Bereshit 17:15). La letra Iud (metafóricamente)
se quejó ante D"s por haber sido desplazada. Por lo tanto, D"s la tranquilizó y le dijo que volvería a
ganar su lugar: el eximio alumno de Moshé que inicialmente se conocía como Hoshea, pasó a llamarse
Iehoshúa (Bamidbar 13:16).
"De todos modos, vale la pregunta: ¡¿Por qué no se quejó ahora la letra Hei que encabezaba el nombre
Hoshea, por haber sido corrida a un segundo lugar en Iehoshúa detrás de la Iud?! "
"La respuesta es que el hecho de mantener lo que tenía antes, aun si ahora está en segundo lugar, no es
razón suficiente para protestar…"
(Otras opiniones rabínicas disienten en este caso.)

La consulta que se le había formulado al Rav Iehoshúa es típica del género humano, aun si nos puede
parecer algo cómica (porque no nos interesa de sobremanera la ubicación de la sinagoga). En una
sociedad hiper-competitiva, todo se convierte en motivo suficiente para llevar a cabo una "pulseada" de
poderes.
Sufrimos comúnmente de esa miopía que vende la modernidad y que llevó a la ruina a más de uno.
¿Aprenderemos alguna vez?

Si tan solo supiéramos...


Los judíos esperamos ansiosamente la llegada del Mashíaj. Anticipar diariamente su revelación, es uno de
los trece principios fundamentales que sostienen el judaísmo.
¿Qué dice el TaNa"J acerca de la naturaleza de este gran hombre, descendiente del rey David que tanto
aguardamos?
El Mashíaj se describe en el TaNa"j (Zejaria 9:9) como un "Aní rojev al jamor" (un pobre montado sobre
un burro).
"Pobre" significa que será modesto. "Montado", quiere decir que estará en dominio absoluto del "jamor"
que, no sólo significa "burro" sino que abarca todo lo material (jomer = materia).
Es decir, que se trata de una persona a quien lo material no le afecta ni le influye, pues para él, la materia
está totalmente sumisa al espíritu del servicio a D"s, que es lo único trascendental.

145
Si realmente ansiamos que pronto merezcamos recibirlo y tenerlo como guía, deberíamos hacer un
esfuerzo ahora para que lo podamos seguir cuando realmente llegue: encaminemos, pues, nuestra vida
hacia los principios que él personificará.

Rab Daniel Oppeheimer

SOBRE LA FELICIDAD

Primer entrega

La Felicidad es una Obligación

1. La Tora (Dvorim 26:11) nos ordena ser felices. "Os regocijarais con todo el bien que el Todopoderoso
os ha dado." Esta es una mitzvah. Estamos obligados a sentir alegría con lo que nos fue dado por el
Todopoderoso.
¿Por qué necesitamos una directiva para regocijarnos, dado que automáticamente debiéramos ser felices
cuando tenemos cosas buenas? La naturaleza del hombre es querer más de lo que posee en el presente. "El
que tiene cien quiere doscientos" (Koheles Rabbah 1:34). Nuestros momentos de felicidad están
mezclados con la tristeza por aquello que nos falta. La Torah, por lo tanto, nos ordena regocijarnos con lo
que tenemos. Debemos esforzarnos por sentir una alegría que sea plena. La falta de alegría con lo que
tenemos es destructivo tanto física como espiritualmente (Rabino Mordejai Gifter; Pirke Torah, vol. 2,
pág. 107).

2. El Rabino Jahim Vital enumera el sentirse constantemente feliz con lo que se tiene, como una de las
cuatro virtudes básicas del carácter que es esencial adquirir. (Las otras tres son: humildad, silencio
adecuado y control de los deseos.) (Shaarey Kdushah 1:2).

3. El Rabino Yerujem Levovitz observó lo siguiente: La gente se acostumbra tanto a ser desdichada que
no tiene conciencia de la aflicción innecesaria que ellos mismos se ocasionan. Se encierran en sí mismos
llenando sus mentes con pensamientos de resentimiento, odio, envidia y deseos. Es asombroso admitir
que puedan tolerar esa clase de vida. La única razón por la que pueden llegar a tolerarla, es que como se
acostumbraron a convivir con esos pensamientos creen que conforman la imagen normal de la vida. Ellos
piensan equivocadamente que es imposible que la vida pueda ser diferente. (Daas Jojmah Umussar, vol.
2, pág. 139).
Tienes la capacidad de sentirte más feliz de lo que eres en el presente. Una persona que piensa
equivocadamente que nada puede hacer para mejorar su felicidad, fracasará en el intento de emplear el
esfuerzo necesario para superarse.

4. La felicidad por la cuál se lucha es un sentimiento interior de regocijo que te acompañará a lo largo de
tu vida. Es un sentimiento de felicidad que abarca a tus semejantes en el mundo y en todo lo que respecta
a tu servicio espiritual (Alai Shur, pág. 175).

5. La felicidad es una obligación hacia uno mismo.


a) No existe comparación alguna entre hacer algo con entusiasmo y alegría, y de hacerlo sin entusiasmo ni
alegría. Si hiciéramos todo con entusiasmo, no existirían límites para expresar los elevados niveles que
podríamos alcanzar. El entusiasmo genera poder. Una persona con entusiasmo puede vencer la pereza y
procurar la sabiduría y alcanzar niveles espirituales más elevados. (Jojmah Umussar, vol. 2, pág. 172).
b) La felicidad curará a la persona de su enfermedad. (Rabainu Yohah a Mishle 17:22)Una alegre
disposición es un inestimable tesoro, preserva la salud, alienta la convalescencia y ayuda a enfrentar a la
adversidad. (De la Sabiduría de Mishle, pág. 220).

6. La felicidad es una obligación, debido a nuestra relación con los demás.

146
a) El ideal de la Torah consiste en que se salude a todas y a cada una de las personas con una placentera
expresión del rostro. (Tomer Dvorah, cap. 2).

b) La gente quiere que otros les sonrían y demuestren rasgos de felicidad cuando se dirijan a ellos. Tú
tienes la capacidad de lucir como un "sol radiante" ante cada uno con quien entras en contacto. Aún un
niño pequeño puede diferenciar entre un rostro que está radiante y otro que expresa depresión y
resentimiento. Si le sonríes a un niño, él te devolverá la sonrisa. ¿Quién puede decir qué es más saludable
y conveniente para el crecimiento de un chiquillo: la comida que lo alimenta o la expresión de amor que
le muestras? El niño al que le faltan sonrisas amistosas es como una planta que carece de la luz del sol.
(Alai Shur, pág. 190).

c) Durante la segunda guerra mundial cuando el Rabino Israel Jacob Lubchanski fue encarcelado en el
guetto, su rostro irradiaba alegría constantemente. A cualquier lugar que él concurría esparcía palabras de
aliento y de esperanza. El Rabino Efraim Oshry le preguntó como podía estar tan feliz cuando la situación
era tan seria. El Rabino Lubchanski le respondió: "Por naturaleza yo me asusto fácilmente. ¿Por qué
tienen otros que sufrir mis temores? Yo me esfuerzo por hacer desaparecer toda señal de miedo, de
manera de no asustar a los demás." (Hameoros Hagdolim, pág. 401).

7. La felicidad es una obligación hacia nuestro Creador.

a) El Baal Shem Tov dijo: "El Todopoderoso te ha enviado a este mundo para cumplir una misión que te
ha encomendado. Es Su voluntad que lleves a cabo tu misión en un estado de alegría. La tristeza implica
mala disposición de tu parte para cumplir la voluntad del Todopoderoso."

b) El Rabino Jahim de Voloshin escribió: Cuando sientas alegría podrás tener mayor provecho de una
hora de estudio de la Torah en ese estado de ánimo, que de muchas horas de estudio cuando estés triste.
(Ruaj Jahim, Avos 6:6).

8. Una persona verdaderamente feliz no permite que su felicidad dependa de factores externos que él no
pueda controlar. (Joimah Umussar vol. 2, pág. 331-2).
Todo aquel que hace que su felicidad dependa de riqueza, fama, éxito o de otros factores externos no
podrá manejar la felicidad. Los factores externos lo dominarán. Solo manejando una actitud positiva de la
vida las diversas situaciones tendrán una garantía de felicidad.

9. Busca la felicidad en una forma que solo dependa de tí mismo. Vemos este concepto en la Mishnah
(Pirke Avos 4:1), en la cual se expresa que el hombre sabio es aquel que aprende de todos
(independientemente de cualquier deficiencia intelectual que pudiera tener él mismo); el hombre
honorable es aquel que honra a los demás (independientemente del hecho si los demás lo honran o no); la
persona adinerada es aquella que está satisfecha con lo que tiene (independientemente de lo mucho o poco
que posea). Esta Mishnah nos enseña claramente a no buscar o demandar la felicidad a través de factores
dependientes de algo externo a nosotros. (Daas Jojmah Umusar, vol. 3, pág. 250).
Basa tu felicidad en tu propia conducta y así podrás llegar a dominarla. Si te dices a tí mismo que
solamente puedes ser feliz si otros hacen o dicen lo que deseas, tu felicidad estará controlada por esas
personas. Jamás podrás tener una garantía en lo que respecta al comportamiento de otras personas. Aún sí
se comportan realmente como lo deseas, probablemente te sentirás inquieto acerca de como se puedan
comportar en el futuro El Rabino Yerujem Levovitz le escribió en una carta a su hijo lo siguiente: "Trato
de pensar constantemente en el sentido de la conducta expresada en la Mishnah. No me hago dependiente
de ninguna persona ni de lugar alguno, por consiguiente me siento constantemente feliz. La mayoría de
las personas no observan esta conducta". (Idem)

10. Existen definitivamente situaciones externas que conducen a la felicidad: la buena salud, un buen
matrimonio, un gran número de amigos íntimos y familiares, riqueza, fama y honor, pero ninguno de
estos factores puede garantizar la felicidad. Algunas personas saludables y ricas están no obstante
deprimidas. Por el contrario otras personas pobres y enfermizas logran mantenerse habitualmente alegres.

147
Una vez que aceptes la responsabilidad de convertirte en una persona feliz, independientemente de tu
buena o mala suerte, tomarás la firme determinación de trabajar sobre tus esquemas de pensamiento en
lugar de perseguir ilusiones.

Rabino Itzjak Ginsburg

Segunda Entrega (y última)

...continuación Primer Entrega

11. El mantener un armonioso estado de felicidad demanda un arduo trabajo para su logro. Cada persona
tiene pensamientos que la entristecen. Debes esforzarte en pensar de una manera que te permita ser feliz.
(Meir Bahaúah, -pág. 7).
La felicidad -es un derivado resultante de pensar y obrar de una manera positiva. Toda persona
desgraciada que tiene un impreciso objetivo de obtener la felicidad, y que no está preparada para cambiar
sus hábitos y conductas estará condenada al fracaso. Aquel que se concentre exclusivamente en la idea:
"Quiero la felicidad, ¿dónde puedo hallarla?", generalmente quedará decepcionado. Deberá preguntarse
en cambio: ¿Qué pensamientos debo tener en mi mente que me permitan ser feliz?" y además: "¿Cuáles
son las conductas específicas que deberé adoptar para incrementar mi felicidad?"

12. Algunas personas difieren en sus tendencias naturales en cuanto a la forma de sentirse felices. Una
persona naturalmente feliz encuentra relativamente fácil superar innecesarios estados de ánimo
depresivos. Aquel que tienda a ser pesimista y triste, deberá esforzarse por cambiar sus pensamientos,
expresiones y conductas. Invierte el tiempo y esfuerzo necesarios y seguramente tendrás éxito en tus
intentos. No te pongas un rótulo de "Persona Desdichada" ("Es mi naturaleza estar triste"), porque si así lo
haces no realizarás el esfuerzo necesario y el rótulo se convertirá en una profecía cumplida
anticipadamente. Ten confianza en que si lo intentas habrás de mejorar.

13. El Ibn Ezra en Tehilim (33:4) expresa lo siguiente: "El virtuoso se sentirá siempre alegre y nunca
triste acerca de lo que el Todopoderoso le ha deparado, porque comprende que todo lo que El dispone es
para el mejor fin último de las personas".

14. La persona que viva con el constante conocimiento de la presencia del Todopoderoso, tendrá una vida
de constante felicidad. (Jazon Ish: Emunah Ubitajon, cap. l).

15. El Jazon Ish describe el nivel al que una persona está capacitada para alcanzar si se plantea un
objetivo a largo plazo para el mejoramiento de si misma: Si una persona se esfuerza constantemente para
mejorar las cualidades de su carácter, es posible que eventualmente llegue a alcanzar un nivel espiritual
en el cual no volverá a enojarse, no sentirá odio ni rencor, no tomará venganza ni albergará sentimientos
de inquina, no tendrá ambiciones de aspirar a honores, y no deseará placeres mundanos (Idem 1:15).

16. Con demasiada frecuencia juzgamos la felicidad según las apariencias externas y nos acostumbramos
a nosotros mismos y a nuestros hijos a sobreestimar el valor de las adquisiciones materiales. La felicidad
no está de modo alguno determinada por esta clase de riqueza. En efecto, tales adquisiciones pierden su
valor cuando se convierten en una necesidad diaria. Por otra parte, si algún día deben ser abandonadas,
nuestros sentidos que llegaron a acostumbrarse a estas superficialidades se sentirán lastimados por su
pérdida. Ningún hombre debe ser valuado de acuerdo a la cantidad de sus adquisiciones materiales ni por
su status en la sociedad. (De la Sabiduría del Mishlé, pág. 144).

17. La plena felicidad no llegará al propio espíritu a través de la gratificación de los deseos físicos. La
única forma de adquirir la felicidad perfecta es encontrar la realización espiritual, que conduce hacia el
sentimiento de estar satisfecho con la situación material de cada uno. (Mussar Hatorah, pág. 63).

148
18. Algunas personas están bajo la impresión de que en nuestra era moderna necesitamos nuevos
conceptos para obtener la felicidad, pero las personas no cambian. Hay constantes cambios en las
condiciones externas y en el ambiente, pero la esencia de la persona, aquello que la hace feliz o la
entristece, sus deseos y ambiciones, permanece básicamente igual. Las nuevas técnicas pueden
desarrollarse, pero los eruditos a través de los años en sus obras mussar nos han proporcionado el
conocimiento necesario para hacernos felices. (Toras Hanefesh, pág. 11)

19. En tanto que es posible cambiar conceptos propios o formas de pensar en un tiempo breve, para la
mayoría de las personas representa realizar un esfuerzo organizado en un prolongado período de tiempo
antes de que las nuevas formas de pensamiento se tornen automáticas. Aún para un experto en pensar en
forma positiva, será inevitable sentirse alguna vez desdichado. Resulta contraproducente e ilógico esperar
la perfección. Si exiges ser feliz en todo momento, te sentirás innecesariamente ansioso y culpable cuando
estés realmente sintiéndote desdichado. El completo dominio de los pensamientos de una persona
constituye un objetivo irreal, pero cada uno puede superarse y por ello debemos luchar. Acepta todos los
errores como normales y continúa calmadamente elaborando pensamientos que generen felicidad.
Continúa preguntándote: "¿Cómo puedo cambiar los pensamientos negativos que me llevaron a la
desdicha, por otros más positivos?" Cuando adquieras el hábito de pensar de manera positiva, tu
temperamento general habrá de mejorar.

20. La felicidad considerada como una obligación no es un concepto para ser utilizado como un ladrillo
para arrojarlo a otras personas. Si te diriges a una persona insensiblemente frente a su estado de tristeza y
le dices: "Deberías alegrarte" o "Tienes que ser feliz", no es probable que tus palabras lo ayuden. Es
mucho más probable que la persona se sienta herida y se enfurezca contigo. Si ves que alguien se muestra
desdichado, lo primero que tienes que hacer es solidarizarte con su sufrimiento. (Para el tratamiento de
este principio ver "Ama a tu prójimo", págs. 39-40, 128-32 y 306). Trata de entender qué es lo que lo
aqueja. Hay veces en que esto sea bastante difícil de determinar, dado que él mismo puede no estar
totalmente al tanto de qué es lo que le aqueja, o puede resultarle embarazoso decírtelo. Sutilmente y con
tacto trata de influenciarlo para que tenga un enfoque más optimista de la vida. Si se obtiene éxito, esto
constituirá un gran acto de bondad.

Rabino Itzjak Ginsburg

SOBRE LA PERCEPCION DE LA CONDUCTA

El camino del medio

Extraído de Maimónides: obra ética y filosófica

1.Cada ser humano posee muchas conductas, cada una distinta y distante de otra:

1) Hay personas que son irascibles, se enfurecen constantemente; por el contrario, hay personas de
temperamento pasivo y no se enojan en absoluto, y si se enojan, será un enojo leve poco frecuente.

2) Hay personas que son extremadamente orgullosas y hay quienes son excesivamente sumisos.

3) Hay personas que son voluptuosas, no se satisfacen con ningún tipo de placer, y hay quienes poseen un
corazón extremadamente puro que no desea ni el placer ínfimo que el cuerpo necesita.

4) Hay personas ambiciosas que no se satisfacen ni con todo el dinero existente, como está dicho: "El que
ama el dinero, no se satisfará con el dinero" (Eclesiastés 5:9).
En cambio hay quienes escatiman consigo mismos, para quienes es suficiente incluso algo ínfimo que no
le será suficiente, n tratando de obtener lo necesario.

149
5) Hay personas que se privan de comer y ahorran todo lo posible, no gastando incluso lo mínimo de lo
propio sino con mortificación, y hay quienes despilfarran todo su dinero conscientemente. De este mismo
modo encontramos en todas las demás cualidades, por ejemplo:
6) personas desenfrenadas y personas melancólicas.
7) personas mezquinas y personas pródigas.
8) personas crueles y personas compasivas.
9) personas cobardes y personas temerarias, etc.

2.Existen entre cada conducta y la contraria a ella en el extremo opuesto conductas intermedias, distantes
tanto de un extremo como de otro. Todas las cualidades existentes se definen del siguiente modo:
1) Aquellas que están presentes en la persona desde su nacimiento, según la naturaleza de su cuerpo
(innatas).

2) Aquellas que la naturaleza particular de una persona le hace tender a ellas y que en el futuro
internalizará más rápidamente que otras.

3) Algunas que no son innatas, sino que la persona las ha adquirido del medio, o que tendió hacia ellas
por él mismo debido a algún pensamiento que tuvo, o que escuchó que esta conducta es positiva y que
conviene practicarla, y se condujo según ella hasta que se internalizó dentro de él.

3.Los dos extremos distantes unos de otros que se presentan en las conductas no son una senda positiva, y
no conviene marchar por ellos y no enseñarlos a uno mismo. Si la persona percibe que su naturaleza se
inclina a uno de estos extremos o está más preparado para uno de ellos, o que ya adquirió uno de ellos y
se condujo así, debe
volver a lo óptimo y marchar por el camino positivo, es decir, el camino correcto.

4.El camino correcto consiste en la conducta intermedia que se presenta en toda cualidad que posee el ser
humano, y ésta es la conducta equidistante de los dos extremos y no más cercana de uno que de otro. De
tal forma, encomendaron los sabios que nos precedieron que la persona dirija sus cualidades
constantemente encaminándolas hacia el sendero intermedio, y así será íntegro (en su cuerpo). ¿De qué
modo?

a) Que no sea irascible, enfureciéndose fácilmente, ni tampoco como un muerto que no siente, sino
equilibrado: que no se disguste sino por aquello que es propio disgustarse; así no se comportará con enojo
en el futuro.
b) Del mismo modo, que no desee sino los placeres que el cuerpo necesita y sin los cuales es imposible
mantenerse, como se ha dicho: "El justo come para satisfacerse" (Proverbios 13:25).
c) Así, que no se agote trabajando sino para obtener lo necesario para subsistir, como se ha dicho: "Un
poco es bueno para el justo" (Salmos 37:16).
d) Que no escatime ni despilfarre dinero, sino que haga beneficencia según sus posibilidades, y que preste
adecuadamente (con documento y testigos) a quien lo necesite.
e) Que no sea desenfrenado y jugador ni triste y melancólico, sino alegre toda su vida, con tranquilidad,
con afable comportamiento. Así con el resto de las cualidades. Y esta senda se denomina "el camino de
los sabios".

5.Toda persona cuyas cualidades son intermedias y equilibradas se denomina "sabio". En cambio, aquel
que es estricto consigo mismo y se aleja de la cualidad intermedia hacia un lado u otro se denomina
"piadoso". ¿De qué modo?
El que se inclina del orgullo hasta el extremo último y pasa a ser muy sumiso, se denomina "piadoso", y
esta es la cualidad de la piedad. Si se inclina sólo hasta el centro y se trasforma en humilde, se denomina
"sabio" y esta es la cualidad de la sabiduría. Según este mismo método, se refleja en el resto de las
cualidades. Los piadosos que nos precedieron solían inclinar sus cualidades del camino intermedio hacia
dos de los extremos: hay cualidades que solían inclinar hacia el extremo último y otras hacia el extremo
primero. En ambos casos actuaban más allá de la línea estricta de la ley.

150
6.Nosotros estamos encomendados a comportarnos según estas conductas intermedias, siendo este el
método correcto y óptimo, como se declara: "Has de comportarte según Su camino..." (Deuteronomio
28:9).
Los sabios han encomendado la explicación de este mandamiento de modo tal que, si Dios se denomina
"Compasivo",también tú has de ser compasivo; como Él se denomina "Misericordioso", también tú has de
ser misericordioso; como Él se denomina "santo", también tú has de ser santo. Debido a esto, fue
denominado El Eterno por los profetas con todas estas denominaciones: "Lento en la ira y grande en
bondad", "justo y recto", "íntegro", "fuerte y poderoso", etc., para hacernos entender que estas cualidades
son óptimas y correctas, siendo que la persona debe comportarse según estos paradigmas y asemejarse a
El Eterno según sus posibilidades.

7.¿Cómo ha de acostumbrarse el hombre a practicar estas cualidades hasta incorporarlas en él? Deberá
practicar, repitiendo muchas veces las conductas que definen cualidades intermedias, hasta que estas
conductas le sean fáciles y no representen ningún tipo de molestia, de tal modo ingresarán estas
cualidades en su personalidad. Como con estas denominaciones se menciona al Creador, siendo el
término medio según el cual debemos comportarnos, se llama este método "el sendero divino". Este
sistema fue comunicado por Abraham, nuestro patriarca, a sus hijos, y así se declara: "Te he conocido
para que ordenes..." (Génesis 18:19). La persona que se comporta según este método se beneficia a sí
misma, y de tal modo se declara: "Para que El Eterno conceda a Abraham lo que le había dicho..." (ibíd.
18:19).

Maimonides

Saliendo del Camino del Medio

Extraido de sijot en español

Una Antologia de Alocuciones del Lubavitcher Rebe Rabí Menajem Mendel Shneerson Sobre las
Lecturas Semanales de la Torá y Ocasiones Especiales del Calendario Judío
Un proyecto de Sijot en Español y Editorial Kehot Lubavitch

Bsd.
En ocasión de Shabat Parshat Terumá publicamos la tercera parte de la Sijá correspondiente a Parshat
Terumá del Volumen I de Likutei Sijot.

Sijot en Español y Editorial Kehot Lubavitch agradecerán sus comentarios y/o correcciones. Contacto:
info@sijotenespanol.org.ar y info@kehot.com.ar. Asimismo, para dedicar fascículos del Likutei Sijot
contactarse con info@sijotenespanol.org.ar o al Teléfono 54 11 4504 1908. Las frases entre corchetes [ ]
son agregados de la edición en Español. A las notas originales se agregaron las notas de la versión Inglesa
(NVI) y las de la edición en Español (NE). Cuando aparece en el texto ‗‘Mi suegro, el Rebe (anterior)‘‘,
el Rebe hace referencia a su antecesor Rabí Iosef Itzjak Schneersohn, 6to. Rebe de Jabad.
28 de Shvat de 5768
Textos originales: Likkutei Sichos (© Kehot Publication Society, Brooklyn, NY)
Edición de Textos y Dirección General: Rabino David Stoler
Traducción: Equipo de Sijot en Español.
Revisión: Rabino Natán Grunblatt.

12. Sobre el versículo1: ―Y harás los tablones para el Mishkán de madera de acacia –shitím– dispuestos
verticalmente‖, mi suegro, el Rebe [anterior], señala2 que el vocablo shitím tiene [también] la
connotación de hataiá – desviación. [En la conducta humana] hay un ‗camino intermedio‘, la senda del
intelecto y la razón3, y el desvío de este camino intermedio se denomina ―shitím‖, [lit.: ‗acacia‘, pero
también interpretable como vinculado a] shtut –necedad–4.

151
Este último concepto [de ‗necedad‘] comprende dos formas [de actitud en extremo opuestos]: 1) Una
desviación [del camino medio orientado por la razón lineal, que lleva a actuar de modo] irracional, [o sub-
racional, lo que en términos de la Enseñanza Jasídica se conoce como] la ‗necedad del otro lado‘ –shtut
deleumat ze–, conforme expresaran nuestros Sabios: ―La persona no comete una transgresión a menos de
que en ella haya ingresado un espíritu de necedad‖5; y 2) Una ‗desviación‘ supra-racional, aquella que
trasciende las restricciones [lineales] del intelecto, [y conduce a una conducta de heroísmo y abnegación,
y por lo tanto sería] ‗una locura de santidad‘ –shtut dikdushá–, un estado similar al que nuestros Sabios
describieran [respecto de Rabí Shmuel bar Rav Itzjak]: ―Su ‗locura‘ le resultó útil‖6.

El servicio que se llevaba a cabo en el Mishkán –el Santuario Móvil del desierto– y en el [Beit
Ha]Mikdash –el Sagrado Templo de Jerusalén– consistía en [procedimientos Divinamente ordenados con
el objeto de] transformar el shtut deleumat ze en shtut dikdushá; [quien desee profundizar en este
concepto, que] profundice [en lo expuesto] allí, [en el Maamar –Discurso Jasídico– Batí LeGaní del Rebe
anterior,] en sumo detalle.

13. [La lección que obtenemos de dicho Maamar es que] no nos debemos contentar con [transitar
serenos] la ‗senda intermedia‘ [que se sostiene exclusivamente sobre los principios de la razón y la
lógica]. Inexorablemente debemos adoptar el [estilo de vida de] shtut dikdushá, trascendiendo los límites
del intelecto y el conocimiento.

Si en el mundo no existiera el shtut deleumat ze (‗la necedad del otro lado [opuesta a la santidad]‘), habría
bastado [que el hombre se guiara exclusivamente por] el ‗camino intermedio‘ [lógico y racional]. No
obstante, una vez que a causa del Pecado [de Adám y Javá al comer] del Arbol del Conocimiento [del
Bien y el Mal] en el mundo emergió la impureza, o sea, el shtut deleumat ze, [este grado de necedad sub-
racional, necio,] sólo puede ser contrarrestado con shtut dikdushá (‗locura‘ de santidad).

Tal como es respecto de toda la Creación, [el macrocosmos,] análogamente sucede en cuanto a cada
individuo en particular [ya que éste es, en sí mismo, un microcosmos]: Si la persona ‗peca, viola [las
normas] y se desvía del camino‘, o incluso si [infringe] sólo de una de estas tres actitudes, ya no puede
seguir transitando el [mero] ‗camino intermedio‘, sino que, forzosamente, [para corregir su rumbo] debe
trascenderlo, [ponerse por encima de éste,] conforme se explica en Igueret HaTeshuvá7, que ―en el lugar
donde es preciso hacer un ‗nudo‘, éste debe ser doble y redoblado‖.

En este sentido, también Maimónides8 expresa que la persona debe marchar [siempre] por la ‗senda
intermedia‘, [el ‗sendero de oro‘]. No obstante, de producirse un pronunciado desvío hacia uno de sus
lados, para corregirlo es menester orientar la conducta propia hacia el extremo opuesto.

14. Con lo dicho comprenderemos también por qué el Talmud enfatiza la especial supremacía del
concepto de ufaratztá –―Te expandirás‖–. [En Talmud señala que debe ser]9: ―No como Avraham... ni
como Itzjak... sino como Iaacov, pues sobre él se ha dicho: ‗Y te expandirás –ufaratztá– hacia el oeste, el
este, el norte y el sur‘‖.
Esto requiere una explicación: ¿Cuál es el extraordinario aspecto distintivo de ufaratztá, el que lo destaca
y sitúa por encima del resto de los atributos enumerados en el Talmud?

Esto se comprenderá luego de explicar otra particularidad del significado de ufaratztá.


Ufaratztá no alude sólo al mero concepto de ‗expansión‘, sino también a la idea de ‗eliminar vallados‘
[siendo así un vocablo derivado del término hebreo lifrotz]. [Por ejemplo,] en un descampado no es
posible la ‗abertura‘ (pirtzá); sin embargo, si en el campo hay una edificación o muro, y se derriba parte
de éste, ese estado se denomina pirtzá, [‗abertura‘, término del que deriva] ufaratzta.

Por fuerza, el ‗edificio‘ y ‗cerco‘ del que decimos que debe ser franqueado, es un ‗edificio de santidad‘.
Si se tratara de un ‗edificio del otro lado‘ (de leumat ze, el lado opuesto a la santidad, la kedushá),
ciertamente no se lo podría denominar ‗edificio‘; en tal caso no sería una ‗construcción‘ sino un jurbán
(un sitio destruido) y pirtzá, (en el espírutu de lo dicho por nuestros Sabios10: ―Tzur no se habría llenado
de no ser por la destrucción de Jerusalén‖). El derribar una ‗construcción‘ de estas características no es,

152
en realidad, un acto de ufaratztá, [expansión del estado en que uno se encuentra,] sino más bien uno de
construcción [inicial]. Pero si Torat Emet –la Torá de la Verdad– denomina cierto proceder con el nombre
de ufaratztá, eso mismo significa que se trata de un franqueo en el más auténtico sentido del término, [el
trascender lo ya edificado, y no la mera eliminación de los escollos].
Resta [todavía] comprender: ¿Con qué objeto, y qué tiene de positivo, el derribar un ‗edificio‘ que la Torá
califica como edificio?

Lo dicho antes nos permite comprender esta idea: El servicio a Di-s [que se requiere del judío] es el de
shtut dikdushá, [una avodá que trasciende el estilo ‗normal‘ de servir a Di-s; es aquella que] va más allá
del ‗camino intermedio‘. Si bien el ‗camino intermedio‘ es correcto de acuerdo a la Torá, no obstante ello
es menester [proceder con una actitud de] ufaratztá, [es decir, expandirse y] salir de todas las
limitaciones, incluso de aquellas propias del ámbito de la santidad, las que de hecho son [verdaderos]
‗edificios‘.

La modalidad de shtut dikdushá que trasciende la razón y el intelecto y está por encima de toda
limitación, incluso de aquellas del ámbito de la santidad, [es un estilo de avodá que] es la heredad de
Iaacov11, el más selecto de los Patriarcas12 – el epítome de la virtud, superior a la heredad de Avraham e
Itzjak.

15. La enseñanza que extraemos de lo antedicho, para ser aplicada en la práctica, es la siguiente:
Los alumnos de las Ieshivot –Casas de Estudio de Torá– y todos los que se dedican al estudio de la Torá –
Ioshvéi Ohel– en general, no deben contentarse con sus tiempos fijos de estudio. Incluso aquellos
momentos prefijados considerados mehadrín y mehadrín min hamehadrín13, no bastan, sino que más
bien se requiere [de ellos un esfuerzo mayor para superar incluso las barreras de la santidad] – ufaratztá,
[y hacerlo en el espíritu expresado por las palabras de nuestros Sabios], ―su ‗locura‘ le resultó útil‖; [¿Qué
deben hacer? Estudiar Torá] más allá de la lógica y la razón, por encima de todos los tiempos prefijados.

[En cuanto a] los hombres de negocios –los baaléi ések– cuya principal avodá es el cumplimiento de
mitzvot, y más específicamente la mitzvá de tzedaká –que pesa como todas las demás mitzvot14–: Aun si
dan tzedaká de manera fija [y ordenada como lo prescribe la Ley Judía], e incluso si [se esmeran y] dan
tzedaká de la mejor forma tal como lo explican los Primeros y Ultimos Codificadores15 –los Rishoním y
los Ajaroním–, pese a que de acuerdo a la Torá esta actitud suya constituye un ‗edificio distinguido‘, de
todos modos no basta. [De ellos] se demanda ufaratztá sin limitaciones, como se explica en Igueret
HaTeshuvá16 y en Igueret HaKodesh17, [que tal como la persona no pone límites respecto de las
erogaciones necesarias para la curación del cuerpo, pues se trata de su propia vida, del mismo modo,
cuando la tzedaká constituye una rectificación para las ‗dolencias‘ del alma,] ―Todo lo que el hombre
tiene, lo dará en aras de su vida‖18. Incluso quienes creen [debido a su óptimo estado espiritual] que no
precisan de este recurso, pues nada les falta, [en realidad,] sin embargo, en lo que a la avodá de los ijudím
elioním19 respecta, también a ellos les falta, dado que los ijudím en lo Alto, [en las dimensiones
espirituales,] son infinitos, por lo que corresponde que den tzedaká al estilo de ufaratztá, [sin límites,
siquiera los que establece la dimensión de la santidad].

16. Acerca del Mashíaj encontramos el uso de la expresión porétz20. [En consonancia con ello,] la mitzvá
del momento, lo que se demanda para traer pronto al porétz, es que el estudio de la Torá y el
cumplimiento de las mitzvot, y en particular la mitzvá de tzedaká, se lleven a cabo a modo de ufaratztá.

Y por medio del estudio de la Torá sin restricciones por parte de los Ioshvéi Ohel, y en particular por
parte de los estudiantes de las Ieshivot, y a través de la observancia de las mitzvot más allá de los límites,
y específicamente la de tzedaká, por parte de quienes se dedican al comercio, se materializará el dicho del
Maamar [Báti LeGaní del Rebe anterior21:] ―El techo y el suelo serán como uno‖, [es decir,] la Torá (que
espiritualmente es un ‗techo‘) junto a las mitzvot (que se practican con objetos materiales, ‗suelo‘), ‗serán
como uno‘, y derribarán todas las barreras y límites restrictivos, de modo que el porétz subirá delante de
nosotros22, pronto [en nuestros días], en su sentido más literal.

(de una Sijá del 10 de Shvat, 5719)

153
1 [Exodo 26:15 (NVI)].
2 Discurso Jasídico Batí Leganí 5710, párr. 3 en adelante.
3 [Véase Maimónides, Shmoná Prakím, cap. 4, e Hiljot Deot 1:2 y ss., 2:3 y 3:1. Comp. con Talmud
Ierushalmí, Jaguigá 2:1 (también Toseftá Jaguigá 2:6): ‗La Torá es comparada a dos caminos, uno de
fuego, el otro de nieve. De voltear a un lado, uno perece en el fuego; de hacerlo al otro, perece en la
nieve. ¿Qué debes hacer entonces? ¡Vé por el medio!‘
El sendero medio es una regla general, pero, como señala Maimónides, hay una serie de casos en los que
la persona debería tender inicialmente a un extremo (Hiljot Deot 1:5), o debe moverse a un extremo, ya
sea porque el otro está totalmente prohibido (por ejemplo, el orgullo y la ira, ibíd., 2:3), o porque se ha
abandonado la senda de oro del medio (ibíd., 2:1-2) (NVI)].
4 [Véase Tanjumá, Terumá, 10, donde shitím se interpreta como una expresión de shtut, y se declara que
la madera de shitím del Mishkán era para contrarrestar y expiar el shtut del pecado del pueblo judío.
Véase también Sanhedrín 106a, y comp. con Rashi sobre Números 5:12 (NVI)].
5 Sotá 3a.
6 Ketubot 17a. [La ‗necedad del otro lado‘ (o sea, del mal) se refiere a la inclinación que hace que el
hombre peque, pues el pecado es la necedad en su grado máximo, totalmente irracional y, como se dijera,
―La persona no peca a menos de que en ella se introduzca un espíritu de necedad‖ (Sotá 3a), ―El no piensa
en su santa alma, y todas sus acciones son como las de una bestia que nada toma en cuenta ni conoce‖
(Zohar I, 121a).
Asimismo, existe una ‗necedad de santidad‘, que es cuando la persona está tan entusiasmada con las
mitzvot y la santidad que trasciende las limitaciones del deber al grado de una conducta supra-racional,
que externamente podría parecer ‗locura‘. El Talmud, así, relata (Ketuvot 17a): Rabí Shmuel ben Rabí
Itzjak danzaba delante de las novias con tres ramas que solía arrojar al aire una tras otra y volver a
tomarlas en la misma secuencia (a fin de cumplir la mitzvá de alegrar al novio y a la novia). Rabí Zeirá
comentó al respecto: ‗Este anciano nos hace pasar vergüenza‘ (al comportarse inadecuadamente, de forma
necia). Pero cuando Rabí Shmuel falleció, apareció un pilar de fuego que se interpuso entre él y los
demás, lo que, según la tradición, sólo sucede con una persona, o a lo sumo dos, de la generación (es
decir, con tzadikím extraordinarios). El Talmud concluye diciendo que Rabí Shmuel se hizo acreedor a
este privilegio en virtud de su ―extraña conducta‖; en palabras del Talmud: ―Su ‗locura‘ le resultó útil‖.
En otras palabras, su involucración entusiasta en una mitzvá, que parecería ser necia, de hecho le
concedió el mérito de alcanzar un nivel superior.
La necedad ‗del otro lado‘, aquella que es verdaderamente irracional, inferior al intelecto, debe
rectificarse siendo reemplazada o convertida, ‗medida por medida‘, en una ‗necedad de santidad‘, que es
supra-racional, trascendiendo la razón, incluso la razón o intelecto de santidad que instruye al hombre a
conducirse dentro de la santidad normativa de Torá y mitzvot. Véase Likutéi Sijot, vol. 1, Toldot, secc. 24
(NVI)].
7 Cap. 9. [Comp. allí con cap. 5 (NVI)].
8 Cap. 4 de Shmoná Prakím. [Véase arriba, la nota 3 (NVI)].
9 Shabat 118b. [Contrastando Génesis 28:14 frente a ibíd. 13:17 y 26:3: ―Aquel que deleita al Shabat,
recibe una herencia ilimitada, pues está escrito: ‗Entonces te deleitarás en Di-s... y Yo te alimentaré con la
heredad de tu padre Iaacov...‘ (Isaías 58:14). No como Avraham... ni como Itzjak... sino como Iaacov, de
quien está escrito ufaratztá‖ (NVI)].
10 Pesajím 42b y Meguilá 6a (con diferencias idiomáticas). [Véase también Rashi sobre Génesis 25:23.
Jerusalén es el edificio de la santidad. Tiro –el plano de nuestros enemigos– es un ‗edificio del lado
opuesto‘. Dado que Tiro sólo se llena (construye) mediante las ruinas de Jerusalén, obviamente no posee
realidad absoluta; no es un verdadero edificio, sino que significa destrucción y ruina, la ruina de
Jerusalén. Franquear, o destruir, Tiro, en consecuencia, es de hecho una forma de máxima construcción,
pues la destrucción de Tiro implica la reconstrucción de Jerusalén (NVI)].
11 [El citado párrafo talmúdico de Shabat 118b interpreta el término ‗herencia (o patrimonio) de Iaacov‘
(Isaías 58:14) (NVI)].
12 [Bereshít Rabá 76:1; Zohar I, 119b (NVI)].
13 [Mehadrín significa hacer algo con hidúr, con un engalanamiento que va más allá del mínimo
requerido por ley (véase fascículo 64, Parshat Mishpatím, nota 6, de esta versión española). Mehadrín min
hamehadrín (hidúr de hidúr) significa trascender incluso el principio de hidúr. Para un análisis adicional
de estos términos, véase Likutéi Sijot, vol. 1, Mikétz, secc. 15 (NVI)].

154
14 [Bavá Batrá 9a (NVI)].
15 [Véase Shulján Aruj, Ioré Deá, secc. 249: Si uno puede afrontarlo, debe dar de acuerdo a las
necesidades del pobre. De no ser tan adinerado, entonces, idealmente, uno debe dar hasta un quinto de sus
bienes (es decir, un quinto de su capital original, y a partir de allí un quinto de su ingreso anual). Dar una
décima parte es el promedio, y menos que eso es malevolencia. Véase también allí, párrafo 6 y ss. (NVI)].
16 Cap. 3.
17 Epístola 10, entre otras citas.
18 [Iyov 2:4. Las medidas legales para la caridad (véase la nota 15) son válidas sólo para quien no ha
pecado o no ha rectificado plenamente sus transgresiones. Pero quien todavía precisa dar remedio a su
alma, que aproveche a fondo el ‗Redime tus pecados con caridad‘, incluso si ello significa repartir más
allá del límite de un quinto; pues sin duda la curación del alma no es inferior a la del cuerpo, donde el
dinero no tiene ninguna relevancia, y ‗todo lo que el hombre tiene, lo dará en aras de su vida‘ (NVI)].
19 [Ijudím (Unificaciones) es un concepto místico referido al establecimiento de armonía universal en
todos los planos por medio de Torá y mitzvot realizados en aras de ellos mismos, es decir en aras de su
cometido superior y espiritual, en contraste con el objeto de apenas lograr su efecto en el hombre y el
mundo terrenal en general (NVI)].
20 Bereshít Rabá final del cap. 63. Comentario de Rashi sobre Bereshít Rabá, al final del cap. 85.
21 Batí Leganí 5710 párr. 9.
22 [Paráfrasis de Mijá 2:13 (NVI)].

Juzgar favorablemente

Extraido del libro Como No juzgar a la gente

El Concepto

Aquel que juzga a los demás favorablemente, será juzgado favorablemente por Hashem
Shabat 127b

Rashi explica: Para promover la paz, uno debiera siempre pensar: "Él no pecó contra mí. O bien porque
actuaba bajo coacción o bien porque puede que haya tenido buenas intenciones…".

Esta obligación, que está enumerada por muchas autoridades como una de las 613 mitzvot oficiales, está
basada en un versículo de la sección Kedoshim (Vaikrá 19:15): "Con justicia juzgarás a tu semejante".
Rashi, el Sefer HaJinuj 235) y otros, explican que esto incluye el precepto de juzgar a los demás
favorablemente.

El Rambam (Hiljot Teshubá 4:4) clasifica el acto de aquel que alberga sospechas negativas de los demás
como un grave pecado que la gente confunde con una infracción menor, argumentando que sus
pensamientos son intangibles y no concluyentes. Ellos sostienen: "¿Qué le hice a él?" sin darse cuenta de
la severidad de condenar mentalmente a una persona correcta como un pecador potencial. De hecho, el
Rambam explica que éste es uno de los veinticuatro pecados más difíciles de rectificar para las personas.

·***

Para pensar: ¿Por qué motivo tendemos a juzgar nuestras propias acciones de la manera más favorable
pero juzgamos a otros bajo la luz más crítica?

·******

Doble Dividendo

Rabi Iojanán (Shabat 127a) enseñaba: Hay seis mitzvot por las cuales uno recibe dividendos en este
mundo y el capital se le reserva en el Mundo Venidero:

155
1) Recibir invitados
2) Visitar a los enfermos
3) Concentrarse durante las plegarias
4) Levantarse temprano para estudiar Torá
5) Criar a los hijos para que estudien Torá
6) Juzgar a las personas favorablemente

Sin embargo, cuando aprendemos la lista de mitzvot de la Mishná (Pe´á 1:1), (con la cual debe concordar
la declaración de Rabi Iojanán), no encontramos enumerado entre ellas el juzgar a otros meritoriamente.

1) Honrar a los padres


2) Guemilut Jasadím (benevolencia)
3) Promover la paz
4) Talmud Torá, que equivale a todas

La respuesta, enseña el Talmud, es que ¡está incluida!


Rashi explica que juzgar a los demás en forma favorable se incluye en el concepto de promover la paz
(#3). El Meiri dice que está incluida en Guemilut Jasadím (#2).

¿Qué nos importa esta inclusión?


El hecho de que esté incluida entre las categorías enumeradas en esta mishná nos enseña la importancia
de esta mitzvá, ya que esta mishná sólo incluye excepcionalmente grandes mitzvot (ver Bavá Batrá 10a,
Tosafot).

Moshe Goldberger

La Critica Constructiva

Extraido de Duo Eterno

Toda persona aspira a ser íntegro. Como así también, está interesado en que la sociedad que lo rodea lo
vea de esta manera. Su deseo de verse sin defectos, se extiende a diferentes áreas: su personalidad, sus
cualidades, su estructura física, su aspecto externo.
La persona dedica mucha atención a su aspecto externo. Esta es la causa que lo retiene frente al espejo
para una última inspección, antes de salir de su casa, para controlar que no haya quedado en su rostro o
sobre sus ropas, algo que sea necesario remover.

Quien camine por la calle en busca de una dirección, le agradecerá muchísimo a quien le avise que está
caminando en el sentido equivocado, y que el lugar que está buscando se encuentra en sentido contrario al
que se dirigía.
También le agradecerá a quien le arregle el cuello de su camisa, si está doblado.

Pero fíjate qué impresionante: justamente en las áreas más importantes y elevadas, relacionadas con la
personalidad de la persona y sus valores, la crítica se encuentra frente a un fuerte rechazo, con barreras
para escuchar, y limitaciones para aceptar, e incluso a veces, generando odio hacia quien critica y
reprocha, como dice el Rey Shlomó: "No reproches al necio por si te va a odiar…" (Mishle 9:8)

Pocas son las personas dispuestas a aceptar la crítica con cariño, con la misma alegría con la que reciben
un elogio o un regalo. A pesar que el regalo más grande, no es otro que la posibilidad de mejorar su
personalidad.

A la persona dispuesta a escuchar un reproche, el Rey Shlomó, lo llama ´Sabio´. Además afirma que ese
sabio va a querer a quien lo reproche, ya que quien lo reprochó lo ayudó a crecer, como escribe en su
libro Mishle ´… reprocha al sabio y te querrá´.

156
Aquí cabe mencionar que debido a la importancia que tiene el reproche constructivo, que eleva, es una
materia amplia y compleja. A continuación, nosotros nos ubicaremos sobre las bases principales de esta
materia.

Ya nuestros sabios, antiguamente, se ocuparon de las dificultades escondidas dentro del reproche, y por
eso dijo Rabí Elazar Ben Azaria: ´me sorprendería si es que hay alguien en esta generación que sepa
reprochar´.
Explica Rashi: ´que sepa reprochar con respeto, sin que cambie su rostro´ (Erjin 16:)
El Maharal pone de manifiesto la falta de ´reprochadores hábiles´, ya que para reprochar es necesario
"mucha inteligencia, hasta que acepte el reprochado, las palabras del que reprocha. Es menester mucho
talento para hablar con palabras agradables y claras, hasta que estas entren en su corazón" (Netibot Olam,
Netib Hatojaja)

Rashi y el Maharal explican la intención de las palabras de Rabí Elazar Ben Azaria, la dificultad no está
en llevar a la práctica el reproche al compañero o a su comportamiento, sino que la crítica sea
constructiva, beneficiosa y que eleve a la persona.
Acerca de esto ordenó la Torá el precepto: "Reprochar reprocharás a tu compañero" (Vaikra 19:17)

La importancia del reproche

Básicamente, se le ha dado mucha importancia a la crítica constructiva en el marco de la familia, dado


que los cónyuges son diferentes uno al otro, sus necesidades no se parecen, y menos aún sus
satisfacciones emocionales, ni los golpes y heridas mutuas.
En la mayoría de los casos, la pareja no se dará cuenta de las diferencias, si no le llamaran la atención
claramente sobre ellas.

En las terapias de pareja, casi siempre se descubre, que tales dichos del cónyuge fueron entendidos
justamente al revés de lo que quiso decir quien los dijo, o una actitud del cónyuge se interpretó como
agresión, cuando en realidad esa conducta tenía una buena intención.

En este caso, la crítica posibilita trasmitir al compañero, qué de su conducta molesta, o qué esperaba de él
que no recibió. También le permite al cónyuge criticado, responder al reproche, y justificar su
comportamiento, bajar la tensión, o pedir disculpas por su actitud negativa, según sea menester.

Debido a la importancia de la crítica, en todo hogar, institución o empresa, hay que saber ponerla en
práctica correctamente. Una crítica no controlada, es negativa y muy destructiva, deteriora el ambiente, y
resiente la relación familiar.
Sin embargo, justamente en la familia, más que en cualquier otro sistema, está presente la crítica, y esto se
debe a la sencilla razón que el reproche se dice por cosas importantes, que nos interesan, y no hay
personas cuyo comportamiento nos interese más que la pareja y los hijos.

En las explicaciones del Talmud, muchos pasajes muestran que cuando se refiere a las características de
un amigo verdadero, se habla de aquel que reprocha y eleva, que alerta sobre las cosas negativas, y no las
oculta ni se escapa de ellas, sino que llama la atención por las cosas incorrectas que se deben mejorar.

Rab Simja Cohen

¿Puedes amar a gente antipática?

Extraído de Shmuz. Por Nejemia Coopersmith

1. CÓMO AMAR A GENTE ANTIPÁTICA

UN NIÑO PUEDE SER ABSOLUTAMENTE INSOPORTABLE

157
Podría escupir sobre sus padres, arrojarles cereal empapado en el rostro, garabatear en las paredes, ¡y aun
así le amarían! Si ustedes les dijeran que su hijo es una amenaza incontrolable, probablemente
responderían: "¿Incontrolable? ¡Nuestro hijo está repleto de energía! Está desarrollando una personalidad
dinámica y creativa". La mayoría de los padres aman a sus hijos sin importar cuán antipáticos sean. ¿Por
qué? Porque se centran en el lado bueno de sus hijos. Aquí yace el secreto del amor. Una definición judía
del amor sería: "el placer que sentimos al reconocer las virtudes de otra persona e identificar a esa persona
con esas virtudes".

Para el judaísmo, el amor es una obligación. La Torá dice: "Ama a tu prójimo como a ti mismo" (Levítico
19:18). ¿Cómo puede la Torá ordenar una emoción? O la sientes o no -y punto. El amor no es un avatar
del destino, una sensación fugaz con la cual accidentalmente tropezamos (y de la cual nos deshacemos
con igual facilidad). Es el resultado del esfuerzo que invertimos en apreciar las virtudes de otra persona.
Amar implica elegir. Si nos centramos en la belleza interna de los demás, comenzaremos a amarles. Si
nos centramos en sus defectos, nos desagradarán. El amor es una acción que se encuentra bajo nuestro
control y, por ello, puede ser impuesto. Estamos conscientes de que debemos amar a nuestros hermanos y
hermanas independientemente de cuán desagradable se comporten. Podremos lograrlo si hacemos la vista
gorda con sus aspectos negativos y reconocemos sus bondades internas.

Si ampliamos este proceso fuera de los círculos familiares, donde no estamos tan naturalmente motivados,
podremos aprender a amar a todos. La clave para amar a los demás consiste en conocer sus virtudes.
Mientras mejor conozcamos las virtudes ajenas, más capaces seremos de amar y apreciar a los demás.
Para amar a las personas, debemos ser expertos del conocimiento interpersonal y aprender a identificar
sus cualidades. ¿Ese tipo que nos cae tan "pesado"? Enumeremos 20 cosas positivas que podamos ver en
él. Hagamos listas para todos nuestros amigos. Ciertamente es algo que vale la pena.

EN RESUMEN El amor es el placer que sentimos al reconocer la belleza interna de otra persona. El
amor no es un accidente. Es una elección que se encuentra bajo nuestro control. Si nos centramos en sus
virtudes, les amaremos. Si nos centramos en sus defectos, nos desagradarán. Apreciemos las virtudes
ajenas y esforcémonos en hacer caso omiso a sus defectos. Descubriremos que somos capaces de amar
incluso a la gente más antipática.

Nejemia Coopersmith

158
Ansiedad
y
Preocupación

159
160
Ansiedad y
Preocupación
PSICOLOGÍA Y KABALÁ: ¿CÓMO TRATAR LA ANSIEDAD?

1) ¿Cómo tratar la ansiedad?

[1]
La búsqueda del bienestar psicológico

En el mundo actual, la gente se dirige a psicólogos y a libros populares de autoayuda acerca de sicología
buscando maneras de medirse con sus preocupaciones y ansiedades. Lejos de considerarse un signo de
debilidad o anormalidad (como lo fuera en el pasado), mantener un contacto regular con un terapeuta es
visto como un signo de alto nivel social: indica que la vida de la persona en cuestión es tan compleja que
requiere el análisis de un profesional, y que él o ella están preocupados por la calidad de sus vidas y
toman responsabilidad por mejorarla.

Este fenómeno no es malo, en realidad tampoco es nuevo. A lo largo de la historia de la civilización,


todas las sociedades que funcionaban bien concedieron a mentores y asesores un papel central en sus
mecanismos psicológicos y sociales inherentes, con el fin de promover estabilidad y continuidad cultural.
Esto al parecer proviene de una comprensión humana básica: la gente no puede ni debe intentar resolver
los problemas de sus vidas por si mismos y es terapéuticamente eficaz buscar la ayuda y el consejo de
personas adecuadas.

Siendo que la trama social es hoy menos tupida de lo que solía ser en el pasado, tenemos actualmente
menos posibilidades de desarrollar relaciones profundas con mentores espirituales tradicionales. Este
vacío ha sido llenado por terapeutas profesionales y médicos de salud mental.
Recientemente, junto con el asesoramiento, se ha popularizado la terapia por intermedio de drogas como
tratamiento para desordenes psicológicos. Sin embargo, la opinión consensual entre los psicólogos, es que
la psicoterapia cognitiva es la solución a largo plazo para los problemas psicológicos Aunque dicho
tratamiento exige más dedicación e insume más tiempo (y por lo tanto es desgraciadamente más caro) es
generalmente aceptado que, a largo alcance, el cambio de la manera de pensar del paciente es la forma de
tratamiento más efectiva.

El problema principal de la terapia por intermedio de drogas es su naturaleza artificial. Aunque la base
racional de esta terapia es proporcionar al sistema nervioso los elementos químicos que el cuerpo debería
producir, pero por alguna razón no lo hace, la pregunta mayor es ¿por qué el cuerpo no produce esas
materias químicas?
En muchos casos el cuerpo puede comenzar a mal funcionar a causa de excesiva tensión o depresión, que
a su vez pueden ser causadas por actitudes destructivas hacia la vida. En otros casos, lo contrario es
cierto: se le niega al cuerpo el cuidado adecuado y esto influye en el bienestar psicológico del individuo.
Los efectos benéficos de la respiración, la higiene, el ejercicio, el sueño, el relajamiento, el entorno
adecuados y otros elementos de esta índole, han sido perfectamente conocidos durante milenios y
documentados por la ciencia moderna. Y por supuesto, una dieta adecuada es esencial para la salud física

161
y psicológica[2] . Además, médicos a lo largo de los siglos han prescrito hierbas para ayudar a equilibrar
funciones psicopatológicas [3]. Es claro que muchos problemas psicológicos pueden ser aliviados e
incluso curados simplemente prestando atención a esos aspectos de la vida, que han sido descuidados.

Pese a esto, existen muchos problemas psicológicos que requieren un tratamiento más directo e intensivo
que ajustes físicos en la forma de vida. Por eso una forma u otra de asesoramiento ha sido siempre un
aspecto esencial en muchas sociedades y así lo es hasta el día de hoy.

Conocimiento de sí mismo

La cultura secular de occidente ha considerado siempre al conocimiento de sí mismo como la proeza


suprema del hombre [4]. Las enseñanzas de la Cábala, sin embargo, dan prioridad a los dictados de la
Torá: "Sabe ante quien te encuentras"[5] . En efecto, las últimas palabras del rey David a su hijo, el rey
Salomón, fueron: "Conoce al Dios de tu padre, sirve a El con todo tu corazón y alma complaciente" [6].

Según el programa de la Torá, el sentido de la vida es conocer a Dios, es decir, ser constantemente
consciente de Su presencia. El conocimiento de Dios y no el de nosotros mismos, es lo que debe llenar
nuestra conciencia.
Sin embargo, para conocer a Dios, debemos ante todo conocernos a nosotros mismos. Siendo que es
imposible que el alma humana, que es finita, conozca directamente al Dios infinito, sólo podemos llegar a
conocer a Dios en forma indirecta, percibiendo la divinidad en nosotros mismos. Habiendo sido creados
"en la imagen de Dios" [7], nosotros mismos somos el espejo a través del cual podemos aprehender a
Dios, como está escrito: "En mi carne he de ver a Dios" [8]. Nuestra labor, por lo tanto, es desenterrar la
divinidad oculta dentro de nosotros. Aunque esto puede no ser sencillo, una vez que nos conectamos con
la dimensión divina dentro de nosotros, somos capaces de ver la Divinidad inherente a toda la creación y
sentir exactamente cuál es nuestro papel en el gran plan.

De acuerdo con los sabios, Dios creó al mundo con el fin de tener un hogar en "los reinos bajos" [9].
"Bajos" aquí no significa físicamente bajos, sino bajos en el nivel de la conciencia de Dios. En este
conocimiento, nuestro mundo físico está en el círculo inferior de una vasta jerarquía de "universos" u
órdenes de existencia, cada uno definido por un grado diferente de conciencia de Dios, el Creador [10].
Nuestro mundo es el más bajo porque no revela inicialmente el hecho de haber sido creado por alguien.
La naturaleza es un disfraz tan perfecto del poder Divino constantemente creando el mundo, que es
posible que gente nazca, viva sus vidas y mueran sin descubrir que hay un Dios.

Es en este mundo que Su presencia está tan escondida, que Dios busca hacer Su "hogar". Precisamente
aquí, donde todo parece ser lo contrario a nuestra conciencia de Dios, Él desea que seamos conscientes de
su existencia y establezcamos una relación con Él. Por esta razón, El creo este mundo en primer lugar, y
por esta razón cada alma individual es enviada "abajo", hasta aquí. Cada individuo desempeña un rol
único para lograr este objetivo y la única manera que podemos determinar nuestro único propósito en este
plan es conectándonos con lo Divino en nosotros. Es en este sentido y con este propósito que debemos
"conocernos a nosotros mismos".

Para la mayoría de nosotros, sin embargo, el ser Divino está tan oculto tras capas y más capas de
conciencia mundana, que podemos desesperar al considerar si habremos de encontrarlo alguna vez.
¿Cómo entonces emprendemos la tarea de conocer nuestro ser interno, nuestro ser Divino, para que
accedamos a conocer a Dios? Este es el objetivo y la razón de ser de la psicoterapia cabalística y su
diferencia principal de la sicología convencional.

1-Las enseñanzas de la Cábala, que constituyen la base del pensamiento y la filosofía jasídicos, fueron
vertidas en los términos psicológicos de la experiencia humana primariamente por el fundador del
movimiento jasídico, Rabí Israel Baal Shem Tov (1698-1760), su sucesor Rabí Dovber, el Maguid de
Mezrich (¿-1772) y por Rabi Schneur Zalman de Liadi (1745-1812), el autor de Tania, la obra seminal del
jasidismo de Jabad.
2-Ver Mishne Tora, Deot, cap.4

162
3-El Baal Shem Tov prescribía a menudo dietas y pociones herbales para enfermedades psicológicas.
4-Las palabras "Conócete a tí mismo" estaban inscritas en la entrada al oráculo de Apolo en la antigua
Delfos. Protágoras (e.c.485-410 BCE), el primer sofista, dijo: "El hombre es la medida de todas las
cosas".
5-Berajot 28b.
6-Crónicas 1, 28:9.
7-Génesis 1:27.
8-Job 19:26.
9-Midrash Tanjuma, Naso 16.
Según la Cábala, hay cuatro mundos o niveles generales de conciencia, cada uno de los cuales se
subdivide en una miríada de niveles individuales, a saber:

Mundo Nivel de conciencia


Atzilut (Emanación) Conciencia total de Dios, no hay conciencia del yo
Briá (Creación) Existencia potencial, sustancia informe
Ietzirá (Formación) Existencia general,arquetipos, especies
Asiá (Acción) Existencia particular, criaturas individuales

Rabino Itzjak Ginsburgh

2) El proceso de crecimiento espiritual

Sumisión, separación, endulzamiento


La existencia de problemas en nuestras vidas implica un desafío: responder a ellos experimentando un
proceso de crecimiento espiritual.
El Baal Shem Tov enseñaba que todo proceso de crecimiento espiritual, y de hecho la experiencia
profunda de toda faceta de la realidad, debe atravesar tres cambios de desarrollo en la actitud de la
persona, llamados por él:

"sumisión"
"separación"
"endulzamiento" [2]

La sumisión es llevar el ego a ese lugar de humildad que es la base de toda percepción honesta de la
realidad y nuestra relación hacia él. Hasta que logremos neutralizar el ego, éste interpondrá sus propios
intereses entre nuestro yo verdadero y nuestra percepción objetiva de nuestro problema .[3]
Eliminar la autoimagen receptiva derivada del ego nos permite desasociarnos, es decir, separarnos de
nuestro problema. Cuando nos separamos del problema y dejamos de definirnos en términos del mismo,
el bien en nosotros comienza a relucir, y adquirimos la claridad de la objetividad.
Podemos entonces proceder a "endulzar" el problema resolviéndolo. Podemos evaluar el mal en la luz
positiva del bien que está entremezclado con él .[4]

Luz y oscuridad
El proceso interno de sumisión, separación y endulzamiento es un reflejo de la interacción entre la luz y la
oscuridad que caracteriza toda revelación Divina, comenzando con la misma creación:

En el principio... la tierra estaba desordenada y vacía... y la tiniebla estaba sobre el abismo... Y dijo Dios:
"Sea luz" y fue luz. Y vio Dios que la luz era buena y separó Dios la luz de las tinieblas... Y fue la tarde y
la mañana un día. [5]

De este pasaje seminal vemos: (1) que la oscuridad antecedió a la luz, (2) que incluso cuando la luz fue
creada aun estaba mezclada con la oscuridad y debía ser separada de ella, y (3) que una fase completa de
revelación, "un día", se completa solamente cuando incluye tanto oscuridad (tarde) como luz (mañana).

163
La dinámica creativa establecida en el primer día de la creación es el paradigma de todos los procesos
creativos, incluyendo el triple proceso de crecimiento espiritual enseñado por el Baal Shem Tov.
La oscuridad inicial y la mezcla confusa de oscuridad y luz es el problema psicológico o la ansiedad a la
que debemos responder humillando nuestro ego. Esta es la sumisión.
La "luz" y la "oscuridad" son los aspectos buenos y malos de nuestra personalidad que el problema
subraya u oscurece: nuestra tarea es separar nuestra luz interna de nuestra oscuridad interna e
identificarnos con ella. Esta es la separación.
El nuevo "día" es la manera superior de vivir que creamos iluminando nuestro problema y sus raíces. Esto
es endulzar el mal con el bien [6].

2-Keter Shem Tov 28.


3-Ver Keter Shem Tov 6, donde el Baal Shem Tov cita a Najmánides diciendo que con el fin de elegir
adecuadamente uno debe hacer un esfuerzo consciente con el fin de eliminar los motivos ulteriores (que
derivan de la falsa imagen de uno mismo que presenta el ego).
4--El Tania se refiere a la sumisión y la separación en conjunto usando el término del Zohar itkafia
("suprimir" el mal) mientras que se refiere al endulzamiento con el término del Zohar ithapja
("transformar" el mal).
5-Génesis 1:1-5.
6--En la Biblia se califica a la luz de dulce (Eclesiastés 11:7, "porque la luz es dulce") . El Zohar (1:4ª) se
refiere a la transformación del bien en mal como "transformando la oscuridad en luz y la amargura en
dulzura".

Rabino Itzjak Ginsburgh

3) ¿Qué es la ansiedad? ¿Cómo tratarla?

Aunque la vida está colmada de dificultades, la gente sana se mide con sus problemas y preocupaciones
sin verse abrumada por ellos. Cuando una persona comienza a preocuparse demasiado acerca de sus
problemas, sean reales o imaginarios, la ansiedad lo domina.

La ansiedad consciente refleja nuestro miedo inconsciente de ser incapaces de medirnos con lo que la vida
nos depara. En un nivel más profundo, la ansiedad puede ser causada por la frustración nacida del
conflicto innato entre nuestros impulsos mundanos y físicos y nuestras aspiraciones espirituales más
elevadas. En adición, la tensión y la presión de la ansiedad en una esfera de vida puede exacerbar los
problemas psicológicos en otra esfera. Estos factores hacen de la ansiedad la principal razón por la que la
mayor parte de la gente busca la ayuda de la psicoterapia.

¿Qué dice entonces la Cábala sobre la ansiedad? Las enseñanzas de la Cábala, como las enseñanzas del
judaísmo en general, están íntimamente ligadas a los matices textuales del texto escrito de la Torá. Toda
investigación acerca de la opinión de la Cábala sobre cualquier tema, debe entonces comenzar con un
análisis de lo que dice la Torá al respecto.
La ansiedad es mencionada varias veces en la Biblia, pero la instancia primaria es el siguiente versículo
del Libro de Proverbios [1]:

La ansiedad en el corazón del hombre lo abate, más la buena palabra lo alegra.

El Libro de los Proverbios fue escrito por el rey Salomón, que según la Biblia fue el más sabio de los
hombres [2], particularmente en el campo de la sicología humana. En este versículo podemos esperar,
entonces, encontrar la clave del bienestar psicológico y el criterio adecuado para medirse con problemas
psicológicos.

Según los sabios del Talmud, el término hebreo que indica "lo abate" tiene dos mensajes adicionales: "lo
ignore", "lo articule"[3] . De modo que hay tres regulaciones distintas respecto a la respuesta apropiada a

164
la ansiedad: suprimirla, ignorarla y articularla.

Estas tres instrucciones pueden considerarse representantes de tres técnicas terapéuticas complementarias
para medirse con la ansiedad. Si se aplican correctamente, podemos esperar que estas técnicas impidan
que la ansiedad se desarrolle en algo más serio o incluso la curen.

Si el triple proceso de sumisión, separación y endulzamiento del Baal Shem Tov es necesario para el
crecimiento espiritual en general, es aún más necesario para sobreponerse a la ansiedad, ya que alcanzar y
mantener la salud mental es una demanda básica para el crecimiento espiritual. Podemos entonces ver las
tres técnicas terapéuticas mencionadas en el versículo de Proverbios como un reflejo de las tres etapas del
proceso terapéutico para sobreponerse a la ansiedad. Desde este punto de vista, suprimir, ignorar y
articular ansiedad no son procesos que no están relacionados, sino una progresión de técnicas sucesivas.

1-12:25.
2-Reyes 1, 5:10.
3-Leyendo iashjená, "que lo suprima" y iesijená [la´ajerim] "que lo articule [a otros]" (Ioma 75a).

Rabino Itzjak Ginsburgh

4) Ansiedad y el ego

La primera etapa de terapia, como hemos dicho, es suprimir la ansiedad, es decir, minimizar su
importancia. Aunque teóricamente podemos hacerlo en forma directa, quitándole importancia al problema
y demostrando que las cosas no están tan mal como parecen, en la mayor parte de los casos esto es
contraproducente. Cuando el problema se ha convertido en un caso de ansiedad, el individuo afectado ya
está convencido de su extrema gravedad. Intentar discutir contra esta convicción puede resultar en que él
o ella haga lo posible por demostrar cuán grave realmente es el problema.

El camino seguro es un rodeo, que reduce la magnitud del problema neutralizando al ego [1]. Aunque
tiente pensar que la ansiedad es resultado de una baja autoestima, y que reducir el ego sería como añadir
insulto a la injuria, esto está lejos de ser el caso. En realidad, la obsesión acerca de la ansiedad infla el
ego. Nos hace centrarnos en nosotros mismos hasta tal punto que puede llegar a impedirnos la relación
con los demás.
Más aún, el ego engendra un deseo egoísta, que a su vez conduce a más preocupaciones. Cuanto más
grandes sentimos que somos, más nos parece que nos merecemos, y más nos sentiremos frustrados por la
falta de lo que nos parece que debemos tener. El abismo entre lo que tenemos y lo que nos parece que
debemos tener, o cómo es nuestra vida y cómo creemos que debe ser, nos atribula constantemente.

Este síndrome es adecuadamente ilustrado por la historia de "El hombre sabio y el hombre simple" [2]
relatada por el afamado maestro jasídico del siglo XVIII, Rabí Najman de Breslav [3].
Habían dos amigos, uno simple y otro sabio. El hombre simple sacaba el mejor partido de su suerte,
mientras que el sabio nunca estaba satisfecho con nada. Trabajando como orfebre produjo un anillo
perfecto, pero sufría porque el comprador no era capaz de apreciarlo; en otra ocasión el cliente estaba
contento, pero él sufría porque sabía que había un pequeñísimo defecto en su obra. Pasaba de profesión en
profesión, adquiriendo altos niveles de sabiduría. Se hizo médico y después filósofo, pero nunca estaba
contento. Su egocentrismo, que era el meollo de su descontento, eventualmente lo llevó a juzgar que todo
el mundo carecía de valor y a cuestionarlo todo. Como resultado sufría constantemente.

Un día el hombre simple y el hombre sabio fueron convocados a una audiencia con el rey. El hombre
simple fue feliz y logró una posición en la corte. El hombre sabio se negó a ir; a esa altura se había
convencido que el rey no existía. Finalmente se encontró en el "pozo del diablo" y sólo por esta
experiencia sumamente dolorosa se sometió a los esfuerzos del hombre simple por salvarlo mediante la fe
y los milagros. Finalmente, se vio forzado a mirar al mundo nuevamente y a distinguir entre la realidad y
sus propios pensamientos internos.

165
Como vemos en esta historia, el ego nos atrapa en una espiral de ansiedad que se perpetúa a sí misma y
aumenta constantemente. Al crecer nuestro ego, crecen nuestros problemas, y al empeorar nuestros
problemas nuestro ego crece en consecuencia. Para curar la psique tenemos que neutralizar al ego.
¿Cómo neutralizamos el ego? Aquí, nuevamente, hay un sistema directo y un sistema indirecto. El directo
es comenzar contemplando nuestra pequeñez; el indirecto es comenzar contemplando la grandeza de
Dios.

Una vez dos de los discípulos de Rabí Dovber de Mezritch, Rabí Elimelej de Lizhensk y Rabí Zushia de
Anipol, le preguntaron si es preferible comenzar el proceso de perfeccionamiento personal contemplando
la grandeza de Dios o la pequeñez del hombre. Rabí Dovber respondió que en generaciones anteriores era
posible (y preferible) comenzar con la pequeñez del hombre, pero en nuestros tiempos es mejor comenzar
con la grandeza de Dios

En otras palabras, el camino indirecto es nuevamente el preferible. Si comenzamos considerando nuestra


pequeñez, podemos perfectamente convencernos de ella, pero entretanto seguiremos centrados en
nosotros mismos. Ocuparse en forma exclusiva y persistente de nuestros defectos puede eventualmente
deprimirnos y, como ya lo hemos dicho, esto sirve sólo para inflar el ego.
Una vez que comenzamos a contemplar la grandeza de Dios, podemos considerar nuestra pequeñez en el
contexto de la grandeza divina y de esta forma ocuparnos del ego en forma indirecta. En cuanto nuestra
conciencia de la Presencia de Dios trae consigo la conciencia de Su compasión, podremos evitar la
sensación de rechazo y depresión que proviene de examinar nuestros defectos [4]. La importancia de ser
conscientes de la compasión de Dios no puede ser exagerada. Podemos examinar nuestras deficiencias
sólo en proporción a nuestra conciencia de la compasión de Dios.

Los sabios de la Cábala criticaban severamente la melancolía, pero no nos recomendaban ignorar nuestros
defectos para evitar que nos sintiésemos mal al respecto. Nos animaban a ser constantemente conscientes
de la infinita compasión de Dios y Su continua presencia junto a nosotros. De esta manera podemos
enfrentarnos sin miedo y con seguridad a nuestros defectos, sin caer nunca en la desesperación.
Y cuanto más conscientes somos de la compasión de Dios, más objetivamente podemos enfrentarnos con
nuestras deficiencias y cuanto más objetivamente nos enfrentamos con nuestras deficiencias, más
conscientes somos de la compasión de Dios.

1- Este es un ejemplo de un "sendero largo y corto" (seguir un sendero aparentemente más largo que lo
necesario para alcanzar el destino con el fin de penetrar en forma efectiva a través de todas las barreras en
el camino a alcanzar el punto esencial e interno del objetivo). Ver Maljut Israel, vol. 1, pag. 65 en
adelante.
2- La historia tal como es relatada aquí fue compendiada por Rabi Adin Steinsaltz en Beggars and Prayers
(New York, Basic Books, 1979) pags. 113-147.
3- Rabí Najman de Breslav (1772-1810) era el bisnieto del Baal Shem Tov.
4- Ver Tania, cap. 26.

Rabino Itzjak Ginsburgh

5) Suprimir la ansiedad

La primera y la más básica instrucción que da el rey Salomón [ver entrega 1] es suprimir la ansiedad que
turba el corazón, lo que significa devaluarla o reducirla.

Suprimir el problema, en este contexto, no significa reprimirlo, es decir, barrerlo debajo de la alfombra,
esquivándolo inconscientemente. Reprimir la ansiedad es similar a cubrir una herida sin tratarla, lo que
seguramente resultará en que la herida supure y vuelva a surgir en peor estado. Suprimir la ansiedad, por
lo contrario, nos permite eventualmente examinar y resolver nuestros problemas en su contexto adecuado,
como se verá más adelante .
Cuando alguna cosa nos preocupa, naturalmente tendemos a concentrarnos en ella. Primero buscamos una

166
solución, pero si no llegamos a ninguna, exageramos la importancia del problema concentrándonos
constantemente en el mismo. Nuestra ansiedad respecto al problema puede eventualmente comenzar a
dominarnos.

J. está muy preocupada respecto a su salud. Como no logra resolver la ansiedad, ésta ha comenzado a
molestarla constantemente. En su imaginación, el miedo comienza a asumir proporciones ominosas:
tiene miedo que los médicos no hayan hecho un diagnóstico correcto, que el laboratorio haya confundido
los resultados de sus análisis, que adolece de una enfermedad terminal que ningún experto ha logrado
descubrir. Se convence que nadie puede entender la profundidad de sus tribulaciones.

Debe encontrarse una forma de poner el problema de J. en una perspectiva adecuada, de silenciar la
turbulencia interna de su pensamiento de modo que la importancia del mismo no sea exagerada. El
antídoto a esta exageración de ansiedad es la supresión del ego, que es un acto de sumisión, mediante el
cual el egocentrismo es devaluado y el mismo ego es suprimido.

En general, el egocentrismo se manifiesta como preocupación por uno mismo, egoísmo o en el caso
extremo narcisismo. En lugar de sentirse endeudados y agradecidos a Dios, a la sociedad y a todos
aquellos individuos que contribuyen directa o indirectamente a su bienestar, los individuos egocéntricos
piensan que todo lo que tienen es debido a ellos mismos.
Un psicoterapeuta o un asesor pueden usar las estrategias y técnicas psicológicas de sumisión para
enseñar a las personas egocéntricas como neutralizar su ego y liberarse de la preocupación por sí mismos
con el fin de relacionarse verdaderamente a los demás.

La segunda fase de la terapia, implicada en el segundo significado del consejo del rey Salomón, es ignorar
la ansiedad.
En esta segunda etapa de la terapia, aprendemos a desasociarnos de nuestros problemas. No negamos su
existencia o importancia, pero dejamos de identificarnos con ellos.
Al separarnos de nuestros problemas, aprendemos a concentrarnos en los aspectos positivos de la vida.
Esto promueve el crecimiento espiritual.

La fase final de la terapia, implicada en el tercer significado del consejo del rey Salomón, es articular la
ansiedad. Esta es la fase en la que nos dedicamos a resolver en forma activa, o a "endulzar", en la
terminología del Baal Shem Tov, el problema que causa la ansiedad.
Cuando articulamos nuestras preocupaciones y ansiedades ante un amigo o mentor sensible y
comprensivo, ya estamos encaminados a resolver el problema que las ha causado al llegar a su raíz. El
amigo o mentor puede ofrecer la "buena palabra" que nos ayudará a "convertirlo en alegría". El
intercambio de palabras entre dos personas es el instrumento mediante el cual se resuelve el conflicto.
Como dice el rey Salomón: "Dios ilumina los ojos de ambos" .

1- En los capítulos 4 y 6.
2- Proverbios 29:13.

Rabino Itzjak Ginsburgh

6) Egocentrismo vs. Fe

El reconocimiento de la grandeza de D-os

La contemplación detallada de la realidad absoluta de Dios y la tenue naturaleza de la creación significa


un examen de las implicaciones, ramificaciones y aplicaciones de dichas verdades en todos los aspectos
de nuestras vidas. A medida que la conciencia de la realidad de Dios se infiltra en nuestra conciencia,
vamos gradualmente comprendiendo hasta que punto nuestras vidas y la vida en general contravienen esta
conciencia.

167
Más aún, una vez que comprendemos, incluso de una manera general, que Dios es todo y nosotros somos
insignificantes en comparación a El, estamos preparados para considerar que Dios tiene un plan y
propósito para la creación, y que este plan sobrepasa toda idea que hayamos podido tener acerca de lo que
la vida y la realidad deben ser. Los ideales de Dios devienen la medida de todo. Al percibir las
implicaciones de la realidad absoluta de Dios, comenzamos a evaluar la medida de nuestra conducta.
¿Vivimos nuestras vidas amando, temiendo y estimando a Dios o a todo un panteón de "divinidades"
menores?

En determinado nivel, todos sabemos que poseemos un "alma animal", es decir, un depósito de
necesidades e impulsos egoístas. Aunque generalmente nos gusta identificarnos con empresas más
elevadas que esas, un examen sincero de nosotros mismos nos mostrará que involuntariamente nos
identificamos con el "alma animal" gran parte del tiempo, es decir, que consideramos que sus
perspectivas y aspiraciones son las nuestras.

Contemplar "la grandeza de Dios" en general nos hace conscientes de nuestra propia insignificancia, y
contemplarla en detalle nos lleva aún más allá: a ser conscientes de nuestros bajos impulsos. Llegamos a
entender que aunque adoptemos una fachada de decencia, no somos más refinados que cualquier otro y tal
vez menos refinados que la mayoría.
Ahora podemos examinar nuestros defectos y deficiencias que se han venido expresando como nuestras
ansiedades y temores. Al pasarles revista uno por uno, lo absoluto de nuestra insignificancia existencial se
manifiesta cada vez en forma más gráfica. Aunque no podemos, por lo menos en este punto, señalar la
correlación directa entre los defectos específicos y las ansiedades específicas, este proceso asesta otro
golpe más al ego.

A diferencia de nuestra suposición de que somos víctimas inocentes de alguna fuerza o circunstancia
maligna, esta comprensión nos lleva a la desagradable aunque lógica conclusión que sólo podemos
culparnos a nosotros mismos por nuestras ansiedades. El lado oscuro de nuestra personalidad, esas
miríadas de instancias de negación egoísta de Dios que, y ahora lo entendemos, dominan nuestra
conciencia, emergen naturalmente como esos malestares físicos y psicológicos que adolecemos.
Desde este punto de vista, "victimización", la tentación de considerarnos víctimas de las circunstancias,
de la familia o de la sociedad, es esencialmente herejía. Si llevamos la victimización a sus últimas
consecuencias terminaremos culpando a Dios por todo o, si no podemos reconciliar nuestro sufrimiento
con la existencia de un Dios benevolente, negando Su existencia. Es cierto, Dios domina el mundo y por
lo tanto es responsable de toda circunstancia afortunada o infortunada en la que hayamos nacido. Pero
esto no nos absuelve de responsabilidad personal [1].
Los sabios enseñan que "la carga es de acuerdo al camello"[2] y "la recompensa es proporcional al dolor
sufrido"[3]. En otras palabras, si la Divina providencia nos ubica en un contexto de vida que nos pone a
prueba, esto no puede servir de excusa para rendirse o evadir la responsabilidad. Dios tiene Su propia
manera de hacer balance, y cada uno de nosotros es juzgado de acuerdo a sus capacidades y recursos
individuales. En lugar de decir: "Ya que mi vida nunca será como debería ser, no tiene sentido intentarlo",
uno debería decir: "Se me ofrece un desafío, veremos de que manera puedo sobreponerme a él y vivir mi
vida".

El egocentrismo y la fe en Dios son entonces mutuamente exclusivos. Cuando el egocentrismo se adueña


de nuestra conciencia, nuestra fe manifiesta en Dios puede ser nada más que un medio psicológico de
tener alguien a quien culpar por todo lo que no está bien en nuestras vidas.
En contraste, la contemplación de "la grandeza de Dios y la pequeñez del hombre" tiene el efecto opuesto:
llegamos a considerar las desventuras que la Divina providencia nos ha dado como bienes secretos, ya
que todo lo que proviene de Dios y todo lo que Dios hace es bueno, porque esa es Su naturaleza. Nuestros
problemas siguen siendo culpa nuestra. Como señalan los sabios:

¿Has visto alguna vez una bestia salvaje o un pájaro con una profesión? Y sin embargo se sustentan sin
ansiedad. Ellos fueron creados para servirme a mí, un mero ser humano, mientras que yo fui creado para
servir a Dios. Con más razón debo yo buscar mi sustento sin ansiedad. [La razón por la que no lo hago]
son mis malas acciones, con las que he estropeado mi sustento [4].

168
Esta comprensión desarraiga aún más al ego, junto con toda la gama de sus ansiedades. Cuando dejamos
de sentir que nos merecemos algo, tener menos de lo que nos merecemos deja de preocuparnos. La
contemplación detallada de la grandeza de Dios nos lleva a comprender que todo el bien que Dios nos
otorga es totalmente inmerecido.
Nuestra respuesta a la inmerecida gracia Divina no puede ser sino ilimitada felicidad y apreciación
constante. Mientras que las personas consideran insuficiente el bien de sus vidas y nunca están satisfechas
con lo que tienen, la gente humilde considera que el bien en sus vidas está muy por encima de lo que
merecen. Están siempre "contentos con la parte que les toca" [5]. Cuanto más humildes son, mas
inmerecedores se consideran a sí mismos y más felices se sentirán con lo que Dios les da.

1-Más adelante examinaremos con mayor detalle la paradoja del libre albedrío y la Divina providencia.
2- Kala Rabati 2:13, Ketubot 67a, etc
3- Avot 5:21.
4-Kidushin 82a.
5- Avot 4:1.

Rabino Itzjak Ginsburgh

7) Buscar la ayuda Divina

Después de una intensiva contemplación de nuestras deficiencias, nos dirigimos a nuestro Creador en
plegaria para mediar la brecha que nos separa de Él. Clamando desde las profundidades de nuestro
corazón, rogamos a Dios que nos acerque a El. Todo sentimiento de distancia de El genera el tema de otra
plegaria, otro clamor dirigido hacia El [2]. Como aconseja el rey David: "Echa tu carga sobre Dios y El te
sustentará" [3].
Este tipo de plegaria no surge de desesperación o depresión, sino de la desilusión que sentimos de
nosotros mismos al acceder a un estado de humildad. Aunque, como lo dijimos anteriormente [4], ser
conscientes de nuestra propia pequeñez en el contexto de la grandeza de Dios nos produce felicidad y
confidencia, esta felicidad no nos ciega ante la necesidad de perfeccionarnos a nosotros mismos. Por lo
contrario, cuanto más sentimos el interés de Dios en nuestras vidas, más nos vemos impulsados a vivir a
la altura del potencial innato y no traicionar la imagen Divina en nosotros.

En otras palabras, aunque seamos felices, también sentimos tristeza, o como dijo Rabí Zalman de Liadi,
"amargura" [5] . Esta amargura es una insatisfacción profunda y existencial con la vida, debida a nuestras
propias deficiencias. Si estamos encolerizados, no estamos encolerizados con el mundo sino con nosotros
mismos. "Amargura" es el término medio entre la resignación de aceptarnos a nosotros mismos (que nos
absuelve de la necesidad de mejorarnos) y la depresión que proviene de desesperar al proponernos
mejorar. No nos hemos dado por vencidos respecto a nosotros mismos, pero tampoco estamos satisfechos
con nuestra manera de ser. Esta es la "amargura" que nos motiva a rezar.

Para el judaísmo es evidente que cuando nos abruman los problemas, incluyendo la ansiedad respecto a
las dificultades de la vida, debemos buscar a Dios para que nos ayude a resolverlos. La fe en la
omnipotencia y misericordia de Dios implica que El puede proveer y proveerá la solución más segura.
Sea por intermedio de las palabras inspiradoras de un salmo o del libro de plegarias, o verbalizando los
deseos de nuestro corazón, siempre buscamos la intervención benevolente de Dios [6].

Nunca debemos caer en la trampa de pensar que siendo Dios compasivo por naturaleza, no es necesario
que oremos, o que si Dios nos hace sufrir pese a Su compasión, debe ser por nuestro bien. Aunque es
necesariamente cierto que Dios es compasivo y todo lo que El hace es por nuestro bien, El también desea
que nosotros reconozcamos nuestra impotencia ante El y tengamos conciencia que podemos y debemos
dirigirnos a El por todo. Incluso si nuestro sufrimiento es una expiación por haber actuado mal o una
rectificación de una encarnación previa, la sentencia siempre puede ser cambiada mediante una plegaria
de corazón.

169
Los sabios enseñan [7] que la razón por la que los patriarcas y las matriarcas no tuvieron hijos por tanto
tiempo era para que sintieran la inspiración de rogar a Dios al respecto. Su necesidad los llevó a verter sus
corazones ante Dios y de esa manera trabar una relación con El.

Una fría noche de invierno, el Baal Shem Tov y su grupo visitaron de incógnito a cierto judío pobre.
El campesino estaba sumamente contento de cumplir con el mandamiento de hospitalidad y dio una
cálida bienvenida a sus huéspedes. Corrió al bosque a cortar leña para servirles una bebida caliente, se
apresuró al pueblo a comprar leche para su te, les dio las sábanas y almohadas de la familia para que
durmieran sobre ellas y les sirvió la mejor comida que podía permitirse. Pero el Baal Shem Tov y sus
discípulos se quedaron cinco días hasta que el campesino tuvo que vender casi todo lo que tenía para
satisfacer las necesidades y demandas de sus huéspedes.
Todo el tiempo el campesino se sentía agradecido por la oportunidad de ser anfitrión de sus visitantes.
Pero eso no cambió el hecho que si antes que sus visitantes llegaron era pobre, cuando estos se fueron
quedó sumido en la indigencia total. Cuando sus hijos lloraban de hambre, él le preguntó a Dios por qué
lo había bendecido con la oportunidad de recibir huéspedes y después lo había dejado sin medios para
mantener a su familia.
En ese mismo momento, un no judío golpeó en la puerta del campesino y le pidió una bebida. Este no
judío eventualmente involucró al campesino en determinados negocios que lo hicieron rico.
Un tiempo después, el campesino rico hizo una visita al Baal Shem Tov. El Baal Shem Tov le dijo: "Vi
que había sido decretado en el cielo que te harías rico, pero que la riqueza no podía llegar porque no la
habías pedido. Te conformabas con tan poco. De modo que tenía que vaciarte de todo para que rogaras y
pidieras la abundancia que era tuya por derecho .[8]

Al invocar la compasión de Dios en la plegaria, admitimos que ciertas cosas en la vida son demasiado
grandes para nosotros y que no tenemos las llaves para nuestra salvación. Al hacerlo, finalmente
neutralizamos al ego y cuando el ego está neutralizado sus ansiedades se neutralizan con él.

2- Como lo enseñó Rabí Najman de Breslav.


3- Salmos 55:23.
4- Pag.
5- Tania, cap.31. La paradoja de la capacidad del judío de experimentar tanto felicidad como "amargura"
simultáneamente se plantea en las primeras líneas del Tania y es resuelta en los capítulos 26-34.
6- Como lo explicaremos más adelante, volcar nuestro corazón en privado y verbalmente ante Dios,
nuestro amante Padre, es el núcleo explícito de la dirección jasídica propuesta por Rabí Najman de
Breslav.
Esta práctica se expresa emotivamente en dos versículos de la Biblia: "Oración del doliente, cuando
angustiado vierte su lamento ante Dios" (Salmos 102:1); "Vierte como agua tu corazón ante Dios"
(Lamentaciones 2:19). Este segundo versículo alude a la etapa de "endulzamiento dentro de sumisión",
porque las aguas amargas del amargo estado psicológico en el que uno está sumido se endulzan al
verterlas, con fe, ante Dios. La única aparición de la raiz "endulzar" en los Cinco Libros de Moisés es
cuando Moisés endulzó las aguas amargas (Exodo 15:25).
7- Ievamot 64.
8- La historia completa se encuentra en Me´orot HaGdolim, citada en Kol Sipurei Baal Shem Tov 18:5

Rabino Itzjak Ginsburgh

8) Redefinición positiva

Uno de los peligros de la ansiedad es que por su causa nos definimos a nosotros mismos en términos de
nuestros problemas. Podemos contrarrestar este problema tomando conciencia de nuestra alma Divina,
ese lugar inmaculado de pureza interna que no puede ser contaminado por las ilusiones del ego, del alma
animal y las ansiedades que produce.

170
Pese a la gravedad real o imaginaria de nuestra situación, siempre habrá dentro de nosotros un lugar
profundo de completud y bondad que no ha sido tocado ni afectado. Mientras recordemos esto, podemos
usar ese lugar para reformar nuestra situación de manera más positiva. Sin esta conciencia, podemos
concebir nuestro ser interno como problemático e incluso decidir que padecemos de algún desorden
psicológico o algún complejo. En realidad, sin embargo, poseemos una identidad y una persona
independiente de nuestras ansiedades. Si podemos gradualmente identificarnos con este lugar interno de
salud, podemos rehabilitarnos en su imagen.

La depresión, por ejemplo, surge a menudo por una profunda sensación de fracaso en la vida. Habiendo
fracasado repetidamente, las personas deprimidas comienzan a rendirse[1] . Siendo incapaces de alcanzar
sus objetivos pierden su motivación y devienen físicamente y moralmente débiles. En casos extremos
pierden el deseo de vivir.
Frustración y desilusión son efectos laterales de un ego descontrolado. Personas frustradas y
desilusionadas sienten cuán lejos están de su imagen fantasiosa. Aquí, la sensación destructiva y basada
en el ego, según la cual uno es nada o no vale nada, debe ser aislada del sentimiento constructivo según el
cual uno es nada ante la presencia de Dios.

R. es un joven hombre de familia que no parece capaz de conservar un puesto de trabajo y mantener a su
esposa e hijos. Cuando no ve fin a la situación de frustración y embarazo que le causa esta situación, cae
en la depresión. Es incapaz de identificar nada bueno en su situación y siente que es un total fracaso.
Al tratar esta depresión R. debe comenzar el proceso de separación planteando la pregunta: "¿Es bueno
ser nada o es malo ser nada?" Claramente su actual sensación de falta de valor es negativa, pero es
necesario que tome conciencia que la sensación de ser nada puede también existir en un contexto positivo.
El sentimiento de falta de valor inicial, no rectificado, es en realidad una mezcla de dos estados
psicológicos opuestos. Es bueno sentir que uno es nada en presencia del ser infinito y comprehensivo de
Dios, está mal sentir que uno es nada en cualquier otro contexto. R. debe elegir la nada positiva y rechazar
la nada negativa. De esta manera se elevará por encima de su depresión y aprenderá a identificarse con su
alma Divina, su valor verdadero e intrínseco.
En este contexto, es posible enseñarle a R. a pensar sobre su presente estado de fracaso como una
bendición encubierta. Puede aprender a concebir el proceso de vida que está atravesando como el de una
semilla que debe descomponerse en la tierra para poder brotar. Debe meditar a diario acerca de la
continua recreación del mundo ex nihilo, "de la nada", por parte de Dios, con el fin de entender cómo ser
nada puede llevar a convertirse en algo de valor real. Si puede entrar en el estado positivo de "nada", el
éxito en la vida que él creía imposible, puede sobrevenir.

La manera más eficaz de trabar contacto con este lugar interno es la plegaria meditativa. Normalmente
nuestra conciencia instintiva de estar arraigado a una fuente espiritual superior, está profundamente
enterrada en nuestro subconsciente. Podemos, sin embargo, hacerla emerger a nuestra mente consciente
mediante la plegaria meditativa.

Siendo que buscamos una manera de renovarnos en nuestro origen Divino, un intento abstracto de
visualizarnos ascendiendo a nuestra raíz espiritual no funcionará, porque es demasiado superficial. Este
ascenso debe ser, más bien, parte inseparable de nuestra plegaria más profunda y sincera a Dios.
Meditamos en la presencia de Dios, pidiendo a El que nos eleve y nos acerque a El, nuestra fuente
suprema.

[1] Como veremos a continuación, Rabi Zushia de Anapoli aprendió siete rasgos de carácter positivos de
un ladrón, el último de los cuales era no darse por vencido. Un ladrón que no tiene éxito la primera vez
intenta nuevamente, y continúa intentando una y otra vez. Una persona deprimida no ha aprendido esta
lección.

Rabino Itzjak Ginsburgh

9) Piensa bien y todo estará bien

171
La siguiente etapa es ignorar activamente las ansiedades remplazando los pensamientos lúgubres y
negativos con pensamientos "dulces", positivos. Este remedio fundamental y directo contra las
preocupaciones y tribulaciones está encapsulado en el dicho jasídico: "Piensa bien y todo estará bien" [1].

Aunque no podemos parar de pensar, podemos elegir acerca de qué queremos pensar. Por cuenta propia,
la mente tenderá a llenarse de pensamientos negativos que surgen de su subconsciente no rectificado. Es
por lo tanto necesario ocupar conscientemente la mente con alternativas. Llenarla de pensamientos
positivos es la manera más segura de evitar caer en la desesperación o la depresión.

Todo pensamiento positivo ayudará a disipar la oscuridad de la negatividad, pero contemplar las ideas de
la Torá, particularmente aquellas que engendran sentimientos de santidad, optimismo y felicidad, es
especialmente eficaz en este aspecto [2]. Como enuncia el rey David: "Los preceptos de Dios son rectos y
alegran el corazón"[3] .

Encontramos la imagen que mejor describe esta técnica en la historia de José y sus hermanos. Cuando
Jacob envió a José para comprobar si sus hermanos se encontraban bien, ellos lo arrojaron a un pozo,
donde permaneció mientras ellos discutían cómo deshacerse de él. La Torá relata que "el pozo estaba
vacío, y no había agua en él" [4]. El Midrash nota esta aparente redundancia y explica su razón: el pozo
estaba en efecto vacío de agua, pero estaba lleno de serpientes y escorpiones [5]. Como José era un
hombre bueno y santo, estas criaturas no le hicieron daño.

Según el Talmud [6] el agua simboliza el flujo vivificante y refrescante del saber de la Torá. El pozo
representa la mente humana, que idealmente sería un recipiente destinado a contener el agua de la Torá.
Las serpientes y los escorpiones representan los pensamientos negativos y destructivos que se adueñan de
la mente en ausencia de los pensamientos positivos, orientados a la Torá. José representa la habilidad de
la mente de transformar pensamientos negativos en pensamientos positivos. Él neutraliza el poder de las
fuerzas negativas que pululan en el pozo, de modo que no puedan causarle daño.

Todos tenemos nuestro José interno, la habilidad de remplazar nuestros pensamientos negativos con
pensamientos positivos. Si logramos convocar y utilizar esta habilidad interna es mejor, pero si no lo
logramos debemos buscar inspiración para reorientar nuestra perspectiva en aquellos que puedan
ayudarnos. Cada generación tiene su José, el "justo, [que es] la fundación del mundo" [7]. Al buscar este
asesoramiento, sea en persona o estudiando sus enseñanzas, podemos despertar al José interno latente en
nuestras almas y ayudar a nuestro poder interno a pensar positivamente.
Además de salvaguardarnos de la negatividad, el pensamiento positivo acerca del problema específico
que nos atribula puede efectivamente influir y mejorar el curso de los eventos [8]. El poder de producir
bien del pensamiento positivo y el poder de producir mal del pensamiento negativo es bien sabido, es la
esencia de la psicoterapia cognitiva.

Podemos elegir reaccionar en forma optimista o pesimista a toda situación dada. Los hechos objetivos son
los mismos, pero la manera de responder a ellos es elección nuestra, como nos dice la Torá: "A los cielos
y a la tierra llamo por testigos, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición,
escoge pues la vida..." [9], es decir, elige ser optimista. Debemos ciertamente utilizar este potente
instrumento para mejorar la calidad de nuestra vida en general y nuestro bienestar mental en particular
[10].

Aquí nuevamente, el poder del optimismo de influir en forma positiva en el curso de los acontecimientos
es reforzado al contemplar ideas de la Torá. Desviar la mente de un problema sumergiéndola en el estudio
de la Torá puede parecer una forma de escapismo, ya que el problema sigue sin resolverse y sólo
postergamos la posibilidad de medirnos con él. La eficacia de esta técnica, sin embargo, está en el hecho
que la Torá nos conecta con Dios, su fuente. El bien esencial de la Torá otorga a nuestro pensamiento
positivo un poder insuperable por otros medios.

La Torá, siendo el saber de Dios, es también la fuente de las soluciones a todos los problemas y al
estudiarla podemos acceder a las soluciones que ofrece. El Baal Shem Tov enseña que quienquiera que

172
estudie la Torá por el valor mismo del estudio obtendrá el privilegio de ver siempre su pertinencia en su
vida privada [11].
Con el fin de integrar este poder inherente a la Torá, debemos ante todo reconocer nuestra raíz espiritual
en la Divinidad y trabar contacto con ella porque "la Torá y Dios son uno" [12]. Esto lo logramos
mediante la plegaria meditativa

1-Igrot Kodesh Admor Rayatz, vol. 2, pag. 537; vol. 7, pag.197.


2-"No hay bien sino la Torá" (Avoda Zara 19b).
3-Salmos 19:9.
4-Génesis 37:23.
5-Shabat 22a; Bereshit Raba 84:16.
6-Bava Kama 17a, etc.
7-Proverbios 10:25.
8-Ver Likutei Sijot, vol. 36, pag.1 y en adelante.
9-Deuteronomio 30:15,19.
10-Ver Lev LaDaat, pag.77 y en adelante.
11-La palabra en hebreo bara, "creó" está relacionada a la palabra barí, "sano". La interpretación del
Midrash que enuncia que Dios creó el mundo mediante la Torá, puede ser entonces que Dios sana al
mundo mediante la Torá, la Torá es la medicina suprema de la creación.
12-Ver Zohar 1:24a, 2:69a; Tikunei Zohar 6; Tanya, cap.3, cap. 23; Likutei Tora 4:46a.

Rabino Itzjak Ginsburgh

10) Articular la ansiedad: El rol del asesor

Podemos ahora proceder a la etapa concluyente de terapia, el endulzamiento. Aquí el papel del asesor,
mentor o terapeuta se manifiesta enteramente.
La etapa separatoria (ignorar la ansiedad pasiva y activamente) provee la objetividad necesaria para que
exploremos con seguridad los pliegues profundos de nuestra personalidad, incluso los más oscuros y
desagradables, con el fin de descubrir las raíces de nuestros pensamientos negativos y ansiedades y
dedicarnos a ellos conscientemente. Hemos permanecido en silencio y nos hemos apartado del mal, ahora
es el momento de hablar.

Debemos comenzar este proceso de excavación verbal en forma privada, explorando las oscuras cavernas
de nuestra alma con nuestro Creador. Cuando estemos preparados, debemos articular nuestras ansiedades
a un asesor: un buen amigo, un terapeuta de confianza o un mentor espiritual, que puede escuchar
nuestras tribulaciones y aconsejarnos objetivamente cómo medirnos con ellas.

Al articular nuestras ansiedades ante otra persona recibiremos, en las palabras del rey Salomón antes
citadas, "una buena palabra" que transformará nuestros problemas "en regocijo". Esta "buena palabra"
ofrecida por el consejero puede ser algún consejo razonable o una manera profunda de comprender la raíz
del problema. Como veremos, articulación y diálogo con el otro contribuye al proceso de curación de
diferentes maneras.

La necesidad del otro:


Ante todo, el simple hecho de articular el problema a otra persona lo endulza hasta cierto punto. Cuando
nuestras ideas no pueden ser expresadas, nuestro impulso básico de mejorar nuestras vidas es frustrado. Si
tenemos una idea positiva queremos expresarla para contribuir al bienestar propio y al de los demás; si
tenemos un problema queremos ventilarlo, para que alguien nos ayude a resolverlo. Hablar es placentero
porque relaja la tensión [1]. El placer de la expresión, a su vez, endulza todo aquello acerca de lo que
hablamos. Incluso si articulamos un problema, la promesa de solución inherente a la articulación suaviza
su filo y nos permite degustar algo del remedio anticipado.

173
Al articular nuestros problemas, también nos demostramos a nosotros mismos que por más profundos y
complejos que sean nuestros problemas, es posible expresarlos, y si es posible expresarlos, eventualmente
será posible resolverlos. La articulación también ayuda a enfocar y definir nuestros problemas. Este es un
paso de importancia hacia la solución de los mismos, porque conocer la enfermedad es la mitad de la cura
[2].

Más aún, la experiencia de hablar nos enseña, aunque más no fuere en forma subliminal, que no estamos
solos en la vida sino envueltos por la presencia y compasión de Dios. Hablar implica un escucha y el
escucha más sensible y comprensivo es, por supuesto, Dios Mismo. La necesidad humana de articular, no
importa a quién, puede entonces ser percibida como una expresión inconsciente de nuestra fe en la
voluntad incondicional de Dios de escucharnos [3]. Esta conciencia de la misericordia de Dios provee aún
más consuelo y ánimo al alma doliente, porque nos permite permanecer cercanos y conectados a El pese a
nuestras deficiencias.

El asesor puede asistirnos en todas las etapas previas de la terapia. Puede ayudarnos a meditar acerca de la
absoluta realidad de Dios, sentir la presencia y la misericordia de Dios apoyándonos, evaluar nuestras
vidas, enseñarnos a ignorar nuestras ansiedades, así como enseñarnos el arte de la plegaria meditativa, la
plegaria de peticiones y el pensamiento positivo. Aquí el placer de liberarnos puede ser facilitado por la
aseveración del asesor que las profundas dificultades que hemos descubierto no amenazan nuestra
relación con Dios.

Al articular nuestras ansiedades, demostramos que dependemos de que otras personas (o Dios) nos
ayuden a medirnos con ellas. Esta fase de la terapia nos produce una experiencia de humildad, de
sumisión.

1- Así se explica en las enseñanzas jasídicas que el poder de la palabra trae consigo una sutil experiencia
de placer, y que hablar, por lo tanto, abre una fuente de placer en el alma. Más aún, la Cábala nos enseña
que el placer (ta´anug) está arraigado en la fe (emuná). Por lo tanto, siendo que hablar refuerza nuestra fe
en Dios, como se explicará a continuación, también acrecenta nuestra experiencia de placer.
2- Un "dicho de los sabios" citado por el Rabi de Lubavitch en Igrot Kodesh, vol.14, #5047.
3- Como está escrito: "a medida que hablo, creo" (Salmos 116:10). Dios es descrito como poseedor de los
trece atributos de la misericordia que son ennumerados en Exodo 34:6-7 y comienzan: "Dios es
misericordioso y piadoso..." Según Rabí Abraham Ibn Ezra Dios es "misericordioso" porque prevé
nuestros problemas (y se despierta Su misericordia y nos cuida), y "piadoso" porque El siempre nos
escucha y responde con misericordia cuando clamamos a Él.

Rabino Itzjak Ginsburgh

11) Transformar el mal en bien

El jasidismo nos enseña que el bien oculto en una situación aparentemente mala es de un orden superior al
bien que es fácilmente reconocido como tal . Dios a veces elige beneficiarnos de formas que a nosotros
suelen parecernos malas, porque el bien que El desea concedernos en esas ocasiones es tan intenso que
seríamos incapaces de asimilarlo de otra manera. Como un objeto precioso que debe ser envuelto en algún
material grosero para su propia protección, las formas más altas de bien deben a veces ser escondidas tras
la apariencia contraria.

De modo que en lugar de sentir que Dios nos ignora o nos ha abandonado, debemos aprender a considerar
nuestro sufrimiento un regalo personal de Dios que de hecho expresa Su máximo amor por nosotros. Así
está escrito en el Libro de los Proverbios: "Porque Dios al que ama castiga" .
Esta es sin duda una prueba de fe, y es la labor de nuestro asesor ayudarnos a profundizar nuestra fe en
Dios, Su bondad absoluta, y Su providencia sobre todas las facetas de la vida. Cuando lo logremos,
habremos descubierto una dimensión más profunda de nuestra personalidad que de otra manera no se

174
hubiese manifestado. Más aún, habremos renovado nuestra conexión con Dios e incluso la habremos
profundizado, sin limitarla con los parámetros de bien y mal tal como antes los percibíamos.

Una vez que hayamos atravesado con éxito todas las etapas precedentes del proceso terapéutico, es decir,
cuando seamos capaces de contemplar nuestro problema objetivamente e identificarnos con nuestra
esencia interna de bondad en lugar de hacerlo con nuestras ansiedades, y hayamos profundizado nuestra
fe hasta el punto que seamos capaces de experimentar nuestros problemas como un regalo de amor de
Dios, estamos preparados para analizar nuestros más profundos problemas psicológicos y transformar sus
raíces de mal en bien. Las dudas arriba mencionadas acerca del enfrentamiento con los aspectos oscuros
del subconsciente ya no se aplican al caso, porque se ha dispuesto una firme base para hacerlo en forma
constructiva.

Al atravesar las etapas precedentes de preparación del proceso cabalístico de psicoterapia, devenimos
profundamente conscientes de la misericordia infinita de Dios que nos envuelve en todo momento. Sólo
en este estado de conciencia podemos evaluar con seguridad y objetividad nuestra propia salud mental.
Sabiendo que siempre podemos respaldarnos en Su amor, no tememos enfrentarnos con la verdad acerca
de nosotros mismos, no sentimos la necesidad de escondernos detrás de excusas o justificaciones por
nuestra conducta.

Es por esta razón que según las enseñanzas de la Cábala, no debemos enfrentarnos con los aspectos más
oscuros de nuestra personalidad que yacen profundamente enterrados en nuestro subconsciente hasta
haber adquirido la conciencia de nuestra Divinidad interna. Por lo contrario, la existencia del
subconsciente es un acto de misericordia de Dios, cuyo fin es que la oscuridad que "acecha en los
corazones de los hombres" permanezca escondida hasta que estemos preparados para enfrentarnos con
ella . El plan supremo de Dios, la razón por la que Él puso el mal en nuestros corazones es que, cuando
estemos psicológicamente preparados, transformaremos la energía potencial existente en la oscuridad en
la luz de la conciencia rectificada y en nueva vida, como explicaremos a continuación.
La mera disposición de enfrentar nuestros problemas y ansiedades debilita su poder sobre nosotros.
Nuestra falta de temor de discutirlos abiertamente vence nuestra imagen de ellos como invulnerables
dragones acechando en las oscuras corrientes subterráneas de nuestra mente subconsciente.
Cuando descubrimos una solución local a nuestro problema, lo endulzamos en su propio contexto.
Cuando llegamos a la raíz del problema, lo identificamos como parte indivisible de nuestro estado
existencial entero, el cual trasciende ese estado, y transformamos y endulzamos toda nuestra realidad.

R., una joven mujer, está preparada para contraer matrimonio y lo desea profundamente, pero se siente
ansiosa porque hasta ahora no ha logrado encontrar su verdadero consorte espiritual. Ha comenzado a
temer que nunca contraiga matrimonio y su obsesión con este temor reduce su capacidad de vivir una
vida normal. El sentido común le indicaría que debe ampliar el círculo de conocidos, mejorar su
apariencia, etc. En el plano espiritual, uno debe aconsejarle que rece a Dios, haga caridad, etc. Aunque
este tipo de consejo puede ciertamente ayudar, no se dirige a su miedo subyacente de no contraer
matrimonio.
Aunque el asesor de R. puede intentar medirse con su problema psicológico en forma "local", endulzando
su miedo subyacente de no casarse, la importancia del matrimonio y sus implicaciones respecto a su
futuro exigen una solución más profunda, "no local". En el transcurso de sus diálogos, el asesor de R. le
explica que la razón por la que no ha encontrado su consorte espiritual es que Dios quiere que ella
encuentre primero su propio camino en la vida. Casarse antes de aclarar sus objetivos en la vida no será
bueno para ella. Aunque ella siente que está preparada para casarse y en algunos niveles ciertamente lo
está, Dios, en su amor por ella y el deseo que ella cumpla su verdadero potencial en la vida, sabe que en
realidad, ella aún no está preparada.
Cuando ella logre aclarar la dirección de su vida, las cosas ocuparán su lugar por sí mismas.
Encontrará nuevos amigos, será presentada a un tipo diferente de hombres y con la ayuda de Dios
merecerá encontrar a su verdadero consorte espiritual y casarse.

Este es un ejemplo clásico de una solución "no local". Con el reconocimiento de la Divina providencia -
"es por el amor de Dios que aún no estoy casada"- el mal "real" de no estar casada se ha transformado en

175
bien. Así como el pensamiento ilusorio "nunca me casaré" ha desaparecido.
La reinterpretación positiva es el objetivo supremo de todo el proceso terapéutico: descubrir el mal
escondido y transformarlo en bien. Cada etapa sugestiva del proceso terapéutico nos lleva a un estado más
adelantado de preparación que nos permita desafiar la raíz de nuestro mal interno y endulzarla.

Rabino Itzjak Ginsburgh

12) El origen y sentido de los miedos

Desde la entrega de la Torá en el monte Sinaí, el pueblo judío ha bregado incesantemente por elevar la
realidad y el resto de la humanidad ha luchado por adelantar la civilización. Esto no se ha perdido.
Aunque cada generación es en efecto espiritualmente inferior que la precedente, los logros de las
generaciones son acumulativos. En este sentido, a medida que avanza el tiempo, el mundo en su totalidad
se ha acercado a la rectificación total y está progresivamente más preparado para enfrentar y derrotar al
mal.
Más aún: la inminente aurora de la redención está despertando en nosotros nuestros aspectos más
elevados y sentimos el poder de la era mesiánica ya corriendo en nuestras venas [2]. Este llamado al
poder nos da coraje para enfrentarnos con el mal de una manera que generaciones anteriores eran
reticentes de utilizar [3].

Y al ser capaces de hacerlo, se convierte en nuestra responsabilidad, ya que el advenimiento de la


Redención final depende de la liberación de todas las chispas de bien atrapadas en la oscuridad. Revelar el
mal en nosotros con el fin de transformarlo en bien no es algo que debamos hacer solamente por nuestro
bien, es también nuestro deber sagrado.

Tratamiento de fobias
El coraje y la intrepidez que acompañan al llamado mesiánico de poder nos permiten, ante todo, medirnos
con los diversos miedos o fobias que nos acosan. En realidad todo miedo, fuera del temor a Dios, es una
fobia, es decir, un estado neurótico de miedo exagerado y mal encaminado. Todo temor salvo el temor a
Dios da lugar a la aparición de temores secundarios, el temor al temor, el temor al temor al temor y así
sucesivamente. Cada etapa sucesiva de miedo se arraiga más profundamente en el inconsciente de la
psique, provocando consecuencias psicológicas negativas. Sólo el temor a Dios es positivo en esencia y
de él se dice: "Feliz el hombre que teme continuamente" [4].

Cuando uno es joven, el miedo es útil, porque nos protege del daño. El padre sabiamente enseña al niño a
temer al fuego o a cuidarse de jugar en la calle y usa el miedo del niño al castigo para disciplinarlo. Pero a
medida que maduramos aprendemos cómo disciplinarnos y no tener miedo, sino simplemente cuidarnos.
De esta manera podemos reservar nuestro verdadero temor sólo para Dios, porque siendo que El es el
supremo poseedor del poder, Él es el único al que realmente debemos temer.

En otras palabras, si tememos cualquier cosa que no sea a Dios, es como si continuáramos siendo niños,
atascados en un nivel inmaduro de desarrollo emocional. Lo contrario también es cierto: un niño que se
sobrepone a sus miedos infantiles puede ser "adulto" aún siendo niño [5].

En sus últimas palabras a su joven hijo, el padre del Baal Shem Tov, Rabí Eliezer, le dijo: "Isrolik, no
temas a nada ni a nadie salvo al Mismo Dios". Desde ese día en adelante, el Baal Shem Tov no temió nada
salvo a Dios. Caminaba sin temor alguno en lo más profundo del bosque a todas horas del día y de la
noche, sin temer a ninguna criatura o fuerza, sea espiritual o física [6].

El ejemplo clásico de una fobia es la paranoia. La gente paranoica contempla a otros seres humanos,
animales y a veces incluso a objetos, como amenazas: se sienten perseguidos. La paranoia está descrita en
el libro de proverbios: "Dijo el hombre perezoso: ´Hay un león afuera, [si salgo] seré asesinado en la
calle´" [7].

176
Como todas las otras fobias, la paranoia puede ser atribuida a la falta de temor a Dios. Cuanto menos
tememos a Dios, más tememos a lo demás [8].

El Baal Shem Tov enseñó que el enunciado midráshico según el cual Dios está continuamente creando el
mundo de nuevo [9] debe servir de base para nuestra comprensión de la realidad [10]. Todo lo que existe,
enseña el Midrash, es sólo el reflejo de un antecedente espiritual superior [11]. Aplicado al concepto del
miedo, esto significa que todo lo que nos induce miedo está arraigado espiritualmente en el atributo del
temor a Dios. De aquí que todos los temores mundanos proceden del temor a Dios y son meras versiones
imperfectas del mismo.

Siendo este el caso, debemos considerar cuidadosamente, tanto antes como cuando sentimos miedo ¿por
qué estar asustados de un objeto de temor externo y menor? ¿No deberíamos reconocer el núcleo interno
de su esencia y comprender que Dios nos envía su temor con el fin de recordarnos de reforzar nuestro
temor a Él?

Para curarnos de un miedo exagerado y mal dirigido, debemos ante todo rechazarlo y desarticularlo por la
fuerza. Si una persona sufre de paranoia, por ejemplo, debe "arriesgar" su vida y salir afuera, diciendo a
Dios: "Haz conmigo lo que quieras, estoy en tus manos". Si creemos firmemente en Dios no temeremos
nada, ni siquiera a la muerte.

1- Proverbios 28:14. El temor positivo al que nos referimos aquí incluye tanto el temor a Dios en general
y el temor al pecado (que nos aleja de Dios) en particular. Como explicaremos a continuación, la madurez
transforma el temor físico o el daño espiritual en cuidado natural, refinando la intensa emoción de temor y
reservándola para el miedo y el temor a Dios.
El temor a Dios es uno de los 248 mandamientos positivos de la Torá: "Temerás a Dios, tu Dios..."
(Deuteronomio 6:13, 10:20). Todos los mandamientos positivos son motivados por el amor a Dios. Así
nos enseña el jasidismo, que en realidad, el temor a Dios es una expresión de nuestro amor a Él.
Irónicamente uno ama el temor a Dios, de modo que "Feliz el hombre que teme continuamente".
En el futuro, la mera esencia del miedo y el temblor se transformarán en regocijo y risa. A esto alude la
frase "[Dios], el temor de Isaac" (Génesis 31:42). Siendo que el nombre Isaac en hebreo significa "reirá",
esta frase dice literalmente: "El miedo reirá". Este es el ejemplo supremo de endulzamiento.
2- El Zohar lo implica (3:124b) y somos testigos de ello en nuestra generación, que un individuo que
estudia la dimensión interna de la Torá, es decir Cábala y jasidismo, será posiblemente más consciente de
este fenómeno en su psique.
3- Un ejemplo de esto es el llamado del Rabino de Lubavitch a enseñar al mundo gentil a seguir las siete
leyes de Noé que la Torá los obliga a cumplir. Aunque la Torá obliga al pueblo judío a enseñarle al
mundo gentil los mandamientos que Dios les dió, en generaciones anteriores no era posible hacerlo por
los riesgos que esto acarreaba. Actualmente el mundo está preparado y vemos muchos gentiles justos que
son los más receptivos, están dispuestos a definirse como Bnei Noaj (Hijos de Noé) según las leyes de
Moisés. Sin embargo, el antisemitismo aún cunde y efectivamente, muchas religiones y credos lo
promulgan e incitan a sus seguidores contra los judíos y el judaísmo. Enfrentarse cara a cara con el
antiesemitismo y combatirlo requiere poder. El Rabino nos enseñó a hacerlo enseñando a todos los
gentiles las siete leyes de Noé. No estaba de acuerdo en discutir públicamente temas religiosos, creía
firmemente en la frase: "una pequeña luz dispersa mucha oscuridad [y mucha luz transforma la oscuridad
misma en luz]".
4-Proverbios 28:14. El temor positivo al que nos referimos aquí incluye tanto el temor a Dios en general y
el temor al pecado (que nos aleja de Dios) en particular. Como explicaremos a continuación, la madurez
transforma el temor físico o el daño espiritual en cuidado natural, refinando la intensa emoción de temor y
reservándola para el miedo y el temor a Dios.
El temor a Dios es uno de los 248 mandamientos positivos de la Torá: "Temerás a Dios, tu Dios..."
(Deuteronomio 6:13, 10:20). Todos los mandamientos positivos son motivados por el amor a Dios. Así
nos enseña el jasidismo, que en realidad, el temor a Dios es una expresión de nuestro amor a Él.
Irónicamente uno ama el temor a Dios, de modo que "Feliz el hombre que teme continuamente".
En el futuro, la mera esencia del miedo y el temblor se transformarán en regocijo y risa. A esto alude la
frase "[Dios], el temor de Isaac" (Génesis 31:42). Siendo que el nombre Isaac en hebreo significa "reirá",

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esta frase dice literalmente: "El miedo reirá". Este es el ejemplo supremo de endulzamiento.
5-Se dice del Baal Shem Tov que nunca fue niño.
6-Likutei Diburim 385b; Kuntres Jai Elul 5703, pag.31.
7-Proverbios 22:13.
8-Esto es porque el temor a Dios deriva directamente de la creencia que "no hay nadie fuera de El"
(Deuteronomio 4:35).
9-Midrash Tehilim 119:36.
10-Ver Shaar HaIjud VeHaEmuna, cap.1.
11-Bereshit Raba 10:6.

Rabino Itzjak Ginsburgh

13) Desenmascarar la ilusión

El poder que tiene la oscuridad sobre nosotros es el poder de la ilusión. La gente inteligente no se dañan a
sí mismas intencionalmente. Sólo cuando se convencen que determinada acción negativa no los
perjudicará realmente, o que sólo lo hará en forma transitoria, o que las ventajas obtenidas sobrepasan al
daño que produce, actúan mal.
En la mayoría de los casos, el mal tiene éxito porque nos deludimos pensando que sucumbir a la tentación
responde a nuestro propio interés. El placer que a menudo acompaña actuar mal, presenta una falsa
promesa de elevación sublime que según nos parece mejorará nuestras vidas inmensamente. Pero
después, la realidad nos golpea y debemos admitir que, desgraciadamente, fuimos engañados. La
tentación fue una treta, la exaltación fue momentánea, y después nos sentimos avergonzados y
traicionados.

Hay dos maneras de reaccionar a dicho despertar. Podemos resolver que nunca más volveremos a cometer
ese error. El temor de traicionar a Dios (y a la Divinidad en nosotros mismos) nos motiva a identificar y
resistir ilusiones similares. Ahora que nos hemos elevado a un nivel de conciencia en el que es claro que
nuestras previas fallas fueron resultado de haber sido engañados, hemos transformado retroactivamente
esas previas transgresiones intencionales en inintencionales [1]. La única razón por la que transgredimos
es que actuábamos bajo una ilusión. Si hubiésemos sabido entonces lo que sabemos ahora, no hubiéramos
hecho lo que hicimos.
En un nivel más profundo, podemos contemplar la trasgresión que ahora lamentamos y considerar su
causa. ¿Fue causada por la promesa de alguna emoción, esa explosión de exhuberancia que tanto falta en
nuestras vidas? Puede ser que desesperamos por encontrar placer, exhuberancia y auto realización por los
caminos santos. Podemos incluso haber pensado que de alguna forma es ilegítimo o irreverente buscar ese
tipo de experiencia en el contexto de la vida espiritual [2]. La conclusión lógica de dicho pensamiento es
que el placer puede ser alcanzado sólo mediante trasgresión [3].

J. tiene enormes deseos de viajar. Sueña constantemente dejar a su esposa y familia y viajar alrededor
del mundo explorando lugares pintorescos y emocionantes. Estos pensamientos lo acometen
constantemente, impidiéndole concentrarse en nada y nadie, y forzándole a gastar hasta su último
centavo en revistas de viajes y perder horas mirando programas acerca de viajes en la televisión.
Si J. mirara su vida cuidadosamente, comprendería que se ha encerrado en una existencia demasiado
mundana y ha dejado poco tiempo para relajamiento y creatividad en su vida. El primer paso sería
entonces viajar una o dos veces por año.
Existe la necesidad legítima de una dosis regular de estímulo y excitación para hacer la vida interesante.
Dios desea que nuestras vidas sean tanto disciplinadas como inspiradas, regulares y espontáneas. J. se
ha centrado en un sólo aspecto y ha descuidado el otro [4]. Se niega a sí mismo la excitación de dejar
que su imaginación lo lleve a lugares desconocidos de su propia personalidad, su relación con Dios y el
mundo.
Con la mejor de las intenciones J. ha ahogado un aspecto de su personalidad que ahora pide atención a
gritos. Si no se le da al alma lo que ésta necesita en un contexto sano y santo, ella producirá impulsos
para obtenerlo en otros contextos. Al negarse a sí mismo un escape constructivo para este deseo por

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estímulo, J. ha forzado a este deseo a manifestarse en forma destructiva. En este caso la solución sería
permitirse algún tiempo para sí mismo, seguir la huella de su alma Divina de tanto en tanto.

Alternativamente, siendo que Dios es la fuente suprema de vida y placer [5], podemos haber pensado
equivocadamente que el mal es santidad y haber sido tentados a creer que siguiendo un camino prohibido
por Dios llegaríamos a Él. En este caso, la promesa de la presencia de Dios en la trasgresión nos induce a
cometerla. La tendencia al mal juega con nuestro deseo innato de conocer a Dios en la manera más
completa posible. El contexto de la treta es en efecto malo, pero en su núcleo hay una chispa de santidad
atrapada en el acto prohibido. Una vez que logramos aislar el núcleo sagrado del contexto maligno,
podemos concentrarnos en él, contemplar su fascinación y reorientarla a un contexto de santidad. La
trasgresión sirve entonces de motivación para buscar a Dios de una manera más intensa. Cuando lo
hacemos, hemos transformado efectivamente nuestra trasgresión previa en mérito [6]. A causa de la
maldad inicial, ahora estamos conectados con Dios a un nivel más alto e intenso que antes.

T. desea mejorar su vida espiritual y su nivel de observancia religiosa y ha hecho avances significativos.
Al mismo tiempo dedica cada vez más tiempo a los sitios "para adultos" en el Internet. Cada vez que lo
hace se siente frustrado y degradado y se pregunta qué lo empuja a buscar una diversión de ese tipo.
Decide analizar ese problema con un amigo cercano. Juntos concluyen que T. se está impacientando con
su progreso espiritual, y su ansia de experiencia trascendental emerge como una búsqueda de
satisfacciones inmediatas y transitorias. Conciente del problema resuelve ser más paciente y canalizar la
energía de su frustración en la persecución de los objetivos espirituales positivos.

Aunque ciertamente es recomendable resolver no caer nuevamente en el mismo error, apartarse de un


camino equivocado por miedo a continuarlo nos puede causar paranoia y amargura. La vida puede
convertirse en una experiencia amenazadora y podemos dedicarnos obsesivamente a reforzar nuestras
defensas, construyendo muros para protegernos de la hostilidad del mundo a la Divina conciencia. Cada
nueva experiencia nos despierta sospechas: ¿es amigable o enemiga?
Por lo contrario, cuando nos alejamos de un camino equivocado transformando su mal en bien, vivimos
en un contexto de regocijo, amor y perdón. Aunque reconozcamos el mal en el camino equivocado,
también reconocemos su realidad interna, de bien mal encaminado. Sin comprometer nuestra absoluta
censura de ese contexto maligno, podemos concentrarnos en el núcleo interno de bien dentro de este
contexto. Viendo el bien en todo, fortificamos al bien para que derrote al mal. Esta es la razón profunda
por la que los sabios nos indican que debemos "juzgar favorablemente a todos" [7].

El propósito de la psicoterapia cabalista es permitir que cada vez más oscuridad subconsciente sea
iluminada por la luz de la conciencia. Cuanto más regiones oscuras de la mente son iluminadas, mejor
pueden ser elevadas al reino de la santidad mediante el proceso arriba descrito. Cuanto más éxito
tengamos exponiendo y rectificando nuestro lado oscuro, menos plagados estaremos de pensamientos
invasivos e impulsos que emergen de él involuntariamente.
Este estado de libertad del yo no rectificado e inferior, es el bienestar mental verdadero buscado por las
técnicas terapéuticas prescritas por la Cábala y el jasidismo. Sin el impedimento de los límites impuestos
por el mal, el bien creativo de cada individuo puede brillar y dejar la marca de su única expresión de
Divinidad sobre la realidad.
En el conflicto entre la luz y la oscuridad, la luz triunfa por su misma naturaleza. Si "una pequeña luz
dispersa una inmensa oscuridad", una gran luz dispersará totalmente la oscuridad y tomará su lugar como
digna heredera de la mente.

1-Ioma 86b.
2-Rabí Abraham Bornstein de Sojatov (1839-1910) explica que es un error pensar que es ilegítimo
disfrutar de la observación de una mitzvá, especialmente el estudio de la Torá, y verter nuevas
percepciones en su significado. El estudio definitivo de la Torá, "por sí misma", es estudiar sabiendo que
tal es la voluntad de Dios, experimentando al mismo tiempo un gran placer y satisfacción en nuestro
estudio y en la oportunidad de innovar.
3-Incluso cuando estudiamos la Torá para experimentar placer, hemos observado la mitzvá de estudiar
Torá en parte (Introducción de Eglei Tal).

179
Incluso canales de experiencia permitidos por la ley judía, al ser buscados en lugar de Dios pasan a ser
prohibidos (ver Tania, cap7, 27, citando a Najmánides acerca de Levítico 19:2).
4-Si J. es un estudiante, tal vez cuando se topa con una idea interesante en sus estudios de la Torá que le
gustaría investigar, hace a un lado el pensamiento diciendo "No tengo tiempo para esto, primero tengo
que terminar las obligaciones diarias de estudio que me he puesto como objetivo y después debo trabajar
para mantener a mi familia". O tal vez no se permite sumergirse en sus plegarias como le gustaría, por
miedo a perder trabajo (durante la semana) o dejar a su familia esperando (en Shabat).
5-Como está escrito: "porque Tu eres la fuente de vida" (Salmos 36:10). El jasidismo enseña que la
palabra hebrea jaim (vida) en este caso significa "placer".
6-Ibid.
7-Avot 1:6.

Rabino Itzjak Ginsburgh

14) La voz del alma

Hay una parte de nosotros que sabe solamente el bien, que está fuera del alcance del mal, y que puede
mirar la cara del mal y ver sólo bien.
Siendo que ese núcleo interno de nuestra psique está generalmente escondido dentro de nuestra
conciencia normal, sacarlo de su escondite no es una labor sencilla. Una manera de hacerlo es hablar en
forma cándida y espontánea.

La Torá identifica el poder del habla como la quintaesencia de lo humano. Aunque nuestra habilidad de
pensamiento es inmensamente superior a la de las otras formas de vida, lo que nos define como humanos
es nuestra capacidad de articular nuestros pensamientos y sentimientos a otros seres humanos [2], porque
aún más que el pensamiento, el habla tiene el poder de revelar las profundidades ocultas del alma.

Todos hemos experimentado como el hablar, incluso con nosotros mismos, nos ayuda a ordenar y
cristalizar nuestros pensamientos. A menudo, articular nuestros pensamientos nos ayuda a descubrir
percepciones más profundas en lo que estamos articulando.
Los sabios nos enseñan que "se ha dado más comprensión a la mujer que al hombre" [3]. Una de las
interpretaciones místicas de esta frase en el pensamiento jasídico es que el hombre simboliza el silencio y
la mujer simboliza el habla [4]. Al hablar acerca de las cosas, manifestando de esta manera nuestro
aspecto femenino, adquirimos entendimiento adicional y revelamos las profundidades ocultas de nuestras
almas. Esta revelación sirve para aliviar (endulzar), nuestra ansiedad.

En el pensamiento jasídico, el habla es considerado el segundo de los tres medios de expresión, o


"vestimentas", de los que dispone el alma; el primero es el pensamiento y el tercero la acción. Una idea
nacida en la mente generalmente procede en forma secuencial a través de estas tres "vestimentas":
pensamos acerca de la idea, hablamos de ella y finalmente actuamos basándonos en ella. Generalmente
usamos el habla como una manera de expresar ideas que ya hemos elaborado en nuestra mente
consciente.

Parecería entonces que el habla no puede revelar a otra persona más de lo que es revelado a nuestro
propio mundo interno. El mundo del pensamiento consciente, sin embargo, es bastante limitado con
relación al vasto reino del pensamiento inconsciente que constituye la mente inconsciente. El habla
parecería estar restringida a expresar las ideas de la mente consciente.
La verdad es, sin embargo, que el habla no es meramente el producto final del pensamiento, es una
"vestimenta" independiente y funciona por cuenta propia. Así como a veces no hablamos acerca de
nuestras ideas sino que simplemente las pensamos y actuamos basándonos en ellas, a veces también
salteamos el pensamiento consciente y expresamos hablando una idea originada en los niveles
inconscientes de la mente. Este tipo de habla es espontánea, a diferencia del habla deliberada que expresa
las ideas cuidadosamente editadas y censuradas por la mente a través de la facultad de pensamiento
consciente.

180
En el habla espontánea las ideas expresadas son los pensamientos profundos y subconscientes que no han
sido procesados y refinados por la mente.

Como bien sabemos, y esto ha sido observado por la sicología convencional, esas expresiones
espontáneas del subconsciente pueden escapar, y ocasionalmente lo hacen, al proceso de censura de la
conciencia y emerger involuntariamente en el transcurso de una conversación, generalmente muy a pesar
nuestro [5].
De aquí que una charla relajada y espontánea puede revelar ambos aspectos de nuestra alma que
normalmente están oscurecidos por la mente consciente: el punto interno de pureza Divina y los
recovecos profundos del subconsciente no rectificado, animal. Esto, por supuesto, es como debe ser, ya
que debemos revelar el anterior para rectificar el posterior [6].

Si la facultad de hablar significa expresar esas dimensiones de la mente de manera contenida, debemos de
alguna forma bajar nuestras defensas. Muy rara vez puede lograrse esto en forma directa, con nuestro
consentimiento consciente, y generalmente es la labor del asesor hacernos sentir cómodos y confiados de
modo que el centinela de nuestra mente consciente se duerma transitoriamente. Al quitarnos la armadura
psicológica que normalmente usamos con el fin de proteger nuestra imagen, pasamos a un estado más
natural y espontáneo.

Sin embargo, al inducir al inconsciente a hablar, debemos ser cuidadosos cuando hacemos que revele sus
secretos. De otra manera los efectos de hacerlo pueden ser perjudiciales más que beneficiosos. Es el papel
del asesor guiar este proceso, que hace mediante la elección de las palabras y preguntas así como a través
de matices de pensamiento, palabra y gesto, sugestivos y no explícitos.

Debe también recordarse que el habla, es decir la articulación de la ansiedad, es la etapa final de la terapia
y hemos hecho un largo camino hasta llegar a este lugar. Las revelaciones de nuestra mente inconsciente
serán de una naturaleza más refinada que lo que hubieran sido al comienzo de la terapia. Esperamos que
revelen nuestro lugar más íntimo de bondad Divina. En ese lugar, estamos afianzados en el bien; este es
un paso esencial en el proceso de enfrentarse con el mal.

1- Es por esta razón que en la filosofía judía el hombre es denominado "el que habla" (medaber), más que
"el que piensa" o "el que sabe" (maskil). Significativamente, el valor numérico de la palabra medaber
(246) equivale al de la frase usada en la Biblia para describr la singularidad de la humanidad: fuimos
creados en "la imagen de Dios" (tzelem Elokim, Génesis 1:27, 9:6). Habiendo sido creados en "la imagen
de Dios", el hombre es capaz de emular a Dios; así como Dios creó al mundo a través de la palabra,
también el hombre es capaz de rectificar la creación de Dios, de llevarla a la consumación dispuesta por
Dios, "endulzar" toda la realidad, mediante su habla rectificada.
2- Es por esta razón que en la filosofía judía el hombre es denominado "el que habla" (medaber), más que
"el que piensa" o "el que sabe" (maskil). Significativamente, el valor numérico de la palabra medaber
(246) equivale al de la frase usada en la Biblia para describr la singularidad de la humanidad: fuimos
creados en "la imagen de Dios" (tzelem Elokim, Génesis 1:27, 9:6). Habiendo sido creados en "la imagen
de Dios", el hombre es capaz de emular a Dios; así como Dios creó al mundo a través de la palabra,
también el hombre es capaz de rectificar la creación de Dios, de llevarla a la consumación dispuesta por
Dios, "endulzar" toda la realidad, mediante su habla rectificada.
3-Nida 45b.
4-La palabra hebrea adam (hombre) es similar a demamá (silencio). El nombre del primer hombre
arquetípico, Adam, era simplemente la palabra "hombre". El nombre de la primera mujer arquetípica Javá
(Eva) es idéntica a la palabra javá (expresión, como en Salmos 19:3). Dios creó al hombre soplando "en
su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente" (Génesis 2:7). La palabra jaiá "ser viviente" es la
raiz del nombre Javá. De modo que el proceso de devenir un ser viviente alude a la creación del aspecto
femenino del hombre. El Targum se refiere a "ser viviente" como "espíritu parlante". (Sefer
HaMa´amarim 5659, pag.3 en adelante. Ver Sha´arei Ahava veRatzon, pag. 203).
Basados en esto podemos inferir que silencio y habla son respectivamente los aspectos masculino y
femenino del jashmal, anteriormente explicado. En el contexto del triple proceso de crecimiento espiritual
del Baal Shem Tov, esto significa que la sumisión es el aspecto masculino, mientras que el endulzamiento

181
es el aspecto femenino. En la Cábala, el origen de la sumisión en el alma es el estado de altruismo
característico del partzuf de Aba ("padre"), mientras que el origen del endulzamiento es el regocijo
característico del partzuf de Ima ("madre"). Separación es la habilidad del varón de manifestar su
componente femenino y de la mujer de manifestar su componente masculino, de modo que puedan unirse.
5- El Eclesiastés alude a este fenómeno: "...como el error proveniente de un gobernante". Las palabras
"proveniente de un gobernante" pueden leerse como "emitidas por una persona generalmente en control".
6-Ver la discusión de ambas dimensiones de la boca en El misterio del matrimonio.

Rabino Itzjak Ginsburgh

15) La ansiedad como inspiración

Es evidente que si no se trata, la ansiedad tendrá una influencia negativa sobre nuestro bienestar mental.
Sin embargo, si se trata en forma adecuada, la ansiedad y sus causas pueden en realidad ser una bendición
para nuestro desarrollo mental y espiritual. La ansiedad no es algo negativo per se; sólo cuando se la deja
propagarse como una infección sin ser tratada se manifiesta de manera negativa. Además hay una forma
de ansiedad que contribuye en forma directa y positiva a nuestro bienestar y nos motiva hacia una acción
inspirada e incluso altruista. Aquí la ansiedad es la preocupación por el otro, la antítesis de la apatía.

En referencia a esta ansiedad positiva dicen los sabios que Dios revela sus secretos sólo a una persona
ansiosa: "Los misterios de la Torá sólo son revelados a aquellos cuyo corazón está ansioso" [1]. En otras
palabras, hay un tipo de ansiedad que es un requisito para comprender la dimensión interna de la Torá.

Evidentemente, hay un valor redentivo en este tipo de ansiedad que hace que quienes adolecen del mismo
sean capaces de comprender el sentido oculto de la palabra de Dios. La Torá es un cuerpo de saber
extensivo, tanto respecto a la cantidad de información que contiene como a los tipos de saber que abarca.
El tipo más básico de conocimiento que contiene la Torá son instrucciones acerca de cómo debemos
conducir nuestras vidas con el fin de cumplir la voluntad de Dios, y por esto se denomina "la Torá de la
vida" [2]. Este cuerpo de saber es el aspecto legal de la Torá e incluye los mandamientos y sus derivados
y la metodología para formular nuevas reglas en nuevas circunstancias. Siendo que las mismas leyes de
conducta se aplican a todos, este cuerpo de saber es llamado el aspecto "revelado" de la Torá. El deber de
saber y comprender la ley se aplica igualmente a todos; todos debemos saber cómo conducir nuestras
vidas de acuerdo a la voluntad de Dios, de manera que podamos estudiar el aspecto revelado de la Torá.
Tener éxito en el estudio de este aspecto de la Torá no depende de ningún logro moral o cualidad especial.
Depende solamente de la cualidad y cantidad de esfuerzo sincero que dedicamos a este fin.

Cualquiera que se aplique adecuadamente a esta tarea tiene asegurado que logrará hacerla [3]. El estrato
interno de la Torá, sin embargo, no se ocupa de las normas comunes de conducta sino de nuestra vida
interna emocional y cognitiva, y de la dinámica de nuestra relación personal con Dios. Siendo que la
personalidad de cada uno es diferente, este aspecto de la Torá es mucho más subjetivo que el aspecto
revelado. Por lo tanto es conocido como el aspecto "oculto" de la Torá, ya que se dirige a los asuntos
personales de nuestras vidas, que generalmente están ocultos de otras personas [4]. Esfuerzo y dedicación
no son suficientes para asegurar el éxito en este aspecto de la Torá ya que aquí también es necesaria la
experiencia de la ansiedad, porque los secretos de la Torá aclaran los problemas existenciales de la
humanidad y del mundo en general. Son una respuesta comprehensiva a los problemas más esenciales y
centrales del mundo. Pero si no hay pregunta, no hay necesidad de respuesta. De modo que sólo aquellos
que están preocupados por las incongruencias de la vida, cuyas almas claman por una solución a las
preguntas aparentemente sin respuesta que les presenta la vida, pueden tener esperanza de relacionarse a
este aspecto de la Torá. A quienes no preocupan preguntas tales como: "¿Por qué fui creado?" o "¿Por qué
hay mal y sufrimiento en el mundo?", nunca serán atraídos por el estudio de la dimensión interna de la
Torá. Sufrir de alguna forma de ansiedad revela una cierta sensibilidad, sentimiento y preocupación por
los demás. Quienes no sufren de ansiedad no tienen sentido de lo patético en sus vidas. Son por lo tanto
indiferentes a las preguntas dirigidas por los secretos de la Torá [5].

182
1-Jaguigá 13a.
2- Liturgia, la última bendición de la Amidá.
3- En las palabras de los sabios: "[Si alguien dice] ´Me he afanado y no he hallado´ no le creas... [Si
alguien dice] ´Me he afanado y he hallado´, créele" (Meguila 6b).
4- Ver Tania, Introducción, 4a.
5- Analógicamente, las formas más "profundas" de arte y música son aquellas que expresan conflicto y
ansias, en contraste a las que expresan regocijo y celebración. En el enunciado del Zohar mencionado a
continuación "El llanto está hincado en mi corazón en este lado y la alegría está hincada en el otro", el
valor numérico de la palabra "llanto" (bejiá=37) es igual al del nombre del nivel más alto del alma, iejidá,
mientras que el valor de numérico de la palabra "alegría" (jedvá=23), es igual al del nombre del segundo
más alto nivel del alma, jaiá.

Rabino Itzjak Ginsburgh

16) La Redención: una necesidad del ser

Todos nuestros problemas personales son reflexiones del problema universal que plantea que la vida en
general no es como debería ser. Conscientemente o inconscientemente entendemos que el mundo no es
perfecto y que su imperfección no es sólo el resultado de algunas fallas menores. Más bien hay algo
fundamentalmente equivocado, inconsistente y anormal en cada fibra de esta existencia.
La Torá de hecho nos dice que el mundo no está actualmente en el estado que Dios le destinó y promete
que un día Él lo redimirá de su imperfecto estado y lo restaurará a su condición original, saludable y en
funcionamiento perfecto. En las palabras del profeta Isaías:
Acontecerá en lo postrero de los tiempos que el monte de la Casa de Dios se erguirá firme sobre las
montañas y reinará sobre los collados. Y todas las naciones fluirán hacia él. Y estos pueblos dirán:
"Venid, ascendamos al monte de Dios, a la Casa del Dios de Jacob, que Él nos enseñe Sus caminos y
seguiremos Sus sendas". Porque de Sión saldrá la Torá y la palabra de Dios de Jerusalén [1]
.
La Redención es entonces la respuesta a todas las tribulaciones de la vida, porque todos los problemas
naturales y psicológicos nacen de la conciencia defectuosa que será curada cuando llegue. Por lo tanto, las
preguntas existenciales de la vida pueden estar contenidas en una pregunta general: ¿Por qué aún no ha
sucedido la Redención?

El escenario de la redención en la Torá se centra en la figura del Mesías. El Mesías (en hebreo Mashiaj,
que significa "el ungido") es un descendiente humano del rey David, que usará sus cualidades de
liderazgo innatas y su saber de la Torá para traer al pueblo judío a Israel, inspirar en el mundo entero la
creencia en el Dios único e implantar una era de paz y fraternidad universal.
Aunque la fe en el advenimiento del Mesías es uno de los trece principios de la fe judía [2], la medida en
la que este dogma de la fe debe forjar nuestra conciencia [3] es lamentablemente poco apreciada e incluso
desconocida. Incluso entre aquellos que son conscientes de la esencialidad de este concepto en el
judaísmo, se suele asumir que el advenimiento del Mesías no es algo de lo que debemos preocuparnos o
intentar apresurar activamente.
De hecho, sin embargo, la Redención no es sólo uno de los principios básicos del judaísmo, sino el núcleo
central y el impulso subyacente de la vida judía. Nuestra fe en la Redención expresa nuestro rechazo
radical de la realidad tal como es, nuestra osada negación de darnos por satisfechos con el orden presente.

Para la persona a quien esto le importa, la Redención no es sólo una aspiración abstracta a la que
aspiramos en el transcurso de nuestras luchas en la vida, sino que es crucial, es una necesidad, un
imperativo ontológico. El hecho que el Mesías aún no haya llegado y que la Redención parece lejana, es
la causa de nuestra grave y constante preocupación. El enigma detrás de esta demora de su advenimiento
debe ser resuelto.
Como dijimos, todas las otras ansiedades pueden ser reducidas a esta ansiedad definitiva. De modo que la
medida en que estamos preocupados sólo con nuestras ansiedades y problemas privados es inversamente
indicativa de la seriedad con la que nos relacionamos a ellos. Al no ver nuestras preocupaciones como
parte de la angustia común a toda la humanidad, estamos demostrando que nuestros problemas no nos

183
preocupan lo suficiente y por ello no hacemos nada para deshacernos de la causa básica de su existencia.
Nos haría felices conformarnos con una venda temporaria, que alivie el dolor inmediato y seguir con
nuestras vidas. Al universalizar el alcance de nuestras preocupaciones estamos demostrando nuestro
deseo de volver a encarrilar la realidad, incluyendo nuestra propia realidad, de una vez por todas.
Rabí Menajem Mendel Schneersohn, el Rabí de Lubavitch, dijo que la razón de mayor importancia por la
que la Redención no ha llegado, es que no la ansiamos suficiente [4]. Al estar sinceramente ansiosos
respecto a la ausencia del Mesías, apresuramos su advenimiento. Como el Rabí lo dijo repetidamente, si
realmente hubiésemos deseado que el Mesías llegue, ya hubiese llegado hace mucho tiempo.
Incluso aquellos que han experimentado en su totalidad el proceso psicoterapéutico aquí descrito y han
ascendido la escala de espiritualidad hasta el punto en el que su conciencia está completamente
identificada con su alma Divina, no son inmunes a esta ansiedad definitiva. Incluso habiéndose
reconciliado con todas su ansiedades personales, aún sienten profundamente esa única ansiedad básica
que resulta de las limitaciones inherentes de la creación [5].

En el transcurso del "descenso" al cuerpo, el alma pierde la percepción infinita de la Divinidad que
disfrutaba antes. Al entrar al mundo físico, el alma es forzada a relacionarse con todo en el contexto finito
de tiempo y espacio. Es casi imposible para la mente imaginarse un nivel de realidad fuera de estas
limitaciones. Aquellos que son conscientes de este hecho, pero que desean de todo corazón conocer y
unirse a Dios, están fundamentalmente frustrados por esta realidad.
De modo que incluso los individuos más santos, los modelos de perfección espiritual, están sujetos a una
profunda ansiedad y sufrimiento por el mero hecho de ser humanos. Están atrapados, como todos lo
estamos, en las limitaciones y modos conceptuales del mundo físico que no desaparecerá hasta la era
mesiánica [6]. Esta condición, junto con su sincera preocupación por la tragedia de la humanidad y de la
realidad en general, hace que dichos individuos ansíen la Redención y estén preocupados por apresurar su
advenimiento más que cualquier otra cosa.

Pese a su profunda intensidad, la ansiedad mesiánica es sutil por naturaleza. Como reacción no específica
al estado general de la realidad, más que como respuesta a un problema específico, subyace la totalidad de
la vida subliminalmente. A diferencia de otras formas de ansiedad, que pueden limitar nuestra capacidad
de funcionar normalmente, esta super-ansiedad (o sub-ansiedad), no nos incapacita de ninguna manera
[7]. Por lo contrario, nos inspira y nos carga de la energía positiva y del regocijo que resultan de un
propósito optimista.
Esta polaridad psicológica de ansiedad versus alegría es característica de la dimensión interna de la Torá,
que nos permite vivir eficazmente en un estado de paradoja. En las palabras del Zohar: "El llanto está
hincado en mi corazón de este lado y la alegría está hincada del otro" [8].

Tome la forma que tome, la ansiedad respecto al advenimiento del Mesías concentra e intensifica nuestra
preocupación con la incompletud de la vida. Cuando generalizamos esta preocupación a la condición
general e irredenta de la realidad, tanto en el aspecto del sufrimiento humano o de las limitaciones
existenciales de la creación, nuestra ansiedad adquiere un sentido más profundo. De modo que si la
ansiedad existencial nos prepara para el estudio de la dimensión interna de la Torá, la ansiedad existencial
acerca del advenimiento del Mesías nos prepara para la revelación suprema de la dimensión interna de la
Torá que habrá de acompañar el arribo de la era mesiánica. Porque la dimensión interna de la Torá que
conocemos hoy, es una anticipación de la revelación que presenciaremos con la Redención [9].

1- Isaías 2:3.
2- El comentario de Maimónides a Sanhedrin 10:1.
3- Los sabios expresan la intensidad de preocupación que debemos sentir acerca de apresurar el
advenimiento del Mesías con las palabras "toda generación en la que el Templo no es reconstruido es
considerada como si ella misma lo hubiese destruido" (I. Ioma 1:1).
4- Sefer HaSijot 5751, vol.2, pag. 474.
5- Esto incluye el hecho que no pueden ser perfectos, como está escrito: "no hay un justo en la tierra que
hace el bien y no peca" (Eclesiastés 7:20). Reconociendo esta verdad en sí mismo, el tzadik desarrolla una

184
verdadera empatía por los demás, sea cual fuere su estado espiritual.
6- Cuanto más justo es el individuo, más agudamente sentirá esta ansiedad, porque cuanto más cercana
está la persona en su conciencia a Dios, más profundamente consciente es de su insignificancia existencial
e incapacidad de concebir la esencia de Dios (Igueret HaKodesh 2).
7-Derej Jaim, 35a en adelante.
8- Zohar 3:75a, Tania, fin del cap.34.
9- El valor numérico de "ansiedad en el corazón del hombre" en hebreo equivale al de Mashiaj (358).

Rabino Itzjak Ginsburgh

17) La importancia de revelar nuestro potencial

Según la Cábala, cada persona tiene en sí una "chispa" del Mesías . Esta chispa es nuestro impulso y
capacidad de actuar como una fuerza redentora para nosotros mismos, para quienes conocemos y para
todo aquello en el mundo con lo que trabamos contacto. Así como el advenimiento del Mesías depende de
nuestra ansiedad respecto a su demora y es apresurada por ella, la consumación de la chispa mesiánica en
nosotros requiere ante todo ansiedad por no haberse manifestado aún. El complejo más profundo en
nuestra psique es la frustración que sentimos por no ser capaces de consumar completamente nuestro
potencial, vivir de acuerdo a lo que nos sentimos capaces de devenir. En lo más hondo de nosotros,
sabemos que nuestra alma es parte de Dios y a través de ella somos capaces de revelar la presencia de
Dios en este mundo. El hecho que no podamos hacerlo nos atribula profundamente. Esta frustración es
equivalente a la ansiedad por no poder consumar nuestra chispa mesiánica interna, y es la chispa
mesiánica dentro de cada uno de nosotros la que provoca esta ansiedad existencial. Cuanto más pensamos
acerca del propósito de la vida y la urgencia de rectificar la realidad, más intensa deviene esta ansiedad.

Como lo mencionamos ya, esta ansiedad nos sensibiliza a la dimensión interna de la Torá. Aunque el
estudio de la dimensión interna de la Torá sirve para aumentar nuestra conciencia de la urgente necesidad
de redención, también afianza nuestra fe y optimismo confirmándonos que la redención es inminente.
Esto sirve para paliar la amargura de nuestra ansiedad sin mitigar su intensidad. La revelación de la chispa
mesiánica no sucede de una vez. Siendo que el alma Divina incorpora infinitas capas de potencial, en
cuanto consumamos y agotamos un nivel de nuestro potencial Divino, niveles más profundos y poderosos
se hacen accesibles a nosotros y nos desafían a revelar nuestra chispa mesiánica en ese nivel más
profundo de potencial Divino. En otras palabras, progresar en el camino del crecimiento espiritual es
similar a trepar por una escalera de caracol. La constante dinámica de tensión y consumación nos impulsa
a consumar nuestra chispa mesiánica, nuestra habilidad de redimir el mundo en niveles cada vez más
altos.

Cuanto mayor es nuestra ansiedad, más inspirados nos sentimos a profundizar nuestra relación con Dios,
investigar los secretos de la Torá y revelar nuestra chispa interna. De la misma manera, cuanto más
profundizamos nuestra relación con Dios, estudiamos la dimensión interna de la Torá y sentimos
inspiración de redimir el mundo, más sentimos la urgencia de la redención y se intensifica nuestra
ansiedad por su demora. Siendo que la Torá es infinita y cada comprensión de la vida que nos otorga
también es infinita, cada respuesta a las anomalías de la vida que ofrece la Torá suscita otra pregunta aún
más profunda. Cada nivel de comprensión es remplazado por el sucesivo, que es aún más profundo. Esta
dinámica constante de tensión y resolución es necesaria para nuestro continuo crecimiento espiritual. Con
cada respuesta, con cada nueva y comprehensiva comprensión de la realidad, llega un sentimiento de
satisfacción por haberlo alcanzado. Esta satisfacción naturalmente produce alegría: el problema está
resuelto y tenemos la respuesta. Y nada alimenta el ego más que la sensación de poseer todas las
respuestas. Por lo tanto es necesario prevenirlo preguntando una nueva pregunta, más profunda aún,
inmediatamente después de encontrar la respuesta a la pregunta anterior.

Por supuesto que la infinidad de este proceso no significa que nunca llegaremos a su conclusión. La
Cábala y el jasidismo enseñan que cuando cierta masa crítica de chispas individuales del Mesías sean
consumadas, el mismo Mesías será revelado y la Redención definitiva y final habrá de ocurrir.

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Rabino Itzjak Ginsburgh

18) Los libros terapéuticos de la Biblia

Tres libros únicos

Aunque todos los libros de la Biblia son ricos en conocimiento acerca de la naturaleza humana, tres libros
pueden ser considerados la quintaesencia psicológica de la Biblia: el Libro de Salmos, el Libro de
Proverbios y el Libro de Job.
El texto hebreo de la Biblia está marcado con signos diacríticos, conocidos como notaciones de cántico,
que indican cómo debe cantarse el texto. Siendo que indican tanto la melodía que debe usarse para cada
palabra y la cadencia global del versículo, estas notaciones son tanto un tipo de taquigrafía musical como
acotaciones acerca de la estructura gramática del texto.

El mismo sistema de notaciones de cántico es usado en todos los libros de la Biblia con excepción de esos
tres libros. Su exclusivo sistema de notación es más complejo que el sistema regular y es también más
difícil de entonar. Casi todas las comunidades judías han perdido el recuerdo de las melodías
representadas por este sistema de cántico.
El hecho que estos tres libros estén estructurados y sean cantados de una manera compleja y hasta cierto
punto esotérica, los aleja de los otros libros de la Biblia, como si reflejaran una manera más profunda de
experimentar la vida. Esta noción se ve reforzada por su contenido abiertamente profundo y filosófico que
los diferencia de la literatura legal o narrativa que conforma la Biblia.

Si los examinamos cuidadosamente, podemos comparar estos tres libros con las tres etapas de crecimiento
espiritual y la psicoterapia cabalística que hemos expuesto. El orden en el que aparecen estos libros en la
Biblia sigue la siguiente secuencia:

El libro de los Salmos expresa plenamente las plegarias de nuestras almas a Dios. Durante miles de años,
los judíos han recitado salmos para expresar las emociones de sus corazones destrozados en tiempos de
adversidad y sufrimiento, para despertar la misericordia de Dios y agradecer a Él los milagros revelados.
El Libro de Salmos fue escrito por el rey David "el amable cantor de Israel" . El rey David, la
quintaesencia del rey, personificaba el ideal del ego rectificado, humildad y sumisión. Cuando su esposa
Mijal le reprocha su conducta poco digna por haber danzado ante el arca de la alianza ante el público, él
replica: "Y me comportaré de manera aún más humilde y seré bajo ante mis propios ojos..." Por virtud de
su humildad ante Dios y ante sus súbditos le fue otorgado al rey David fuerza y convicción que le
permitieron guiar a su pueblo intrépidamente, con la autoridad digna de un dirigente de Israel.
El rey David nos enseñó con su propio ejemplo que siempre es posible retornar a Dios . Cuando recitamos
salmos nos identificamos con el rey David y por más alejados que nos sintamos de Dios, el salmo eleva
nuestro espíritu y nos devuelve la esperanza.

El Libro de Proverbios, escrito por el rey Salomón, es el libro de la ética Divina. Rashi , el comentarista
clásico de la Torá, escribe en los comienzos de su comentario a este libro:
Todos los enunciados [del rey Salomón] son parábolas y analogías. El compara la Torá a una buena mujer
y la idolatría a una prostituta... El usaba estas analogías con el fin de enseñar al hombre saber y ética, para
que se dedicara al estudio de la Torá, que es el saber, la ética y la comprensión verdaderas.
En el Libro de los Proverbios, el sabio padre enseña a su hijo cómo escapar de su tendencia al mal. El
consejo que le da es remplazar los pensamientos que introduce la tendencia al mal, con pensamientos
acerca de la belleza de la Torá, que es comparada a una buena mujer:
Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud... ¿Y por qué hijo mío te infatuarás con
mujer ajena y abrazarás el seno de una extraña?
Este consejo es el del proceso terapéutico de separación, en el que eliminamos pensamientos lúgubres
remplazándolos con pensamientos positivos. Remplazamos la "mujer ajena", los pensamientos
egocéntricos que entran en nuestra mente, con una "bella mujer" verdadera, el saber de la Torá.

186
El tercero de estos libros, el Libro de Job, es virtualmente un manual de sicología, describiendo en detalle
el proceso de psicoanálisis.

Rabino Itzjak Ginsburgh

19) Yosef, el consejero espiritual arquetípico

Extraído de Psicología y Kabala, del Rab Itzjack Ginszburgh. Editorial Obelisco

El jasidismo tiene tanta confianza en la habilidad humana de derrotar al mal y finalmente transformarlo en
bien (dadas las condiciones requeridas) y confiere tanta importancia a esta empresa, que la considera el
desafío principal de todo verdadero educador y, por extensión, de todo asesor, terapeuta o mentor. Siendo
que desde nuestro nacimiento vivimos cargados de impulsos y tendencias predominantemente animales
[2], arrancarlas de raíz es considerada la meta primera que el educador sincero y dedicado debe
proponerse al enfrentarse a sus educandos. Su responsabilidad en este aspecto es efectivamente grave: si
no logra rectificar los rasgos de carácter negativos de sus alumnos, habrá empeorado la situación al
haberlos expuesto[3] .

El modelo bíblico de todo maestro, asesor o terapeuta es, nuevamente, José. Como el arquetípico soñador
e intérprete de sueños de la Torá, José encarna la habilidad de reordenar los recovecos caóticos de la
imaginación no rectificada [4]o el subconsciente, en mensajes significativos que sirvan de clave a los
nichos ocultos del corazón y la mente.
José era capaz de hacerlo más que cualquier otra figura bíblica porque había luchado exitosamente contra
la tentación sexual. En Egipto, un país de infame depravación y desenfreno sexual, hubiera sido lo más
simple y natural para él entregarse a cualquiera de las múltiples tentaciones que se le ofrecían. Y sin
embargo la Torá nos cuenta que resistió los avances de la esposa de su amo. Por esta razón la tradición
judía lo denomina "José, el justo".

La sicología moderna ha verificado correctamente que muchas, si no la mayoría de las neurosis están
conectadas o provienen de la perversión sexual, que en sí es consecuencia de un ego no rectificado. Según
la Cábala, cada uno de nosotros es la mitad de un alma que en la concepción es dividida en su
componente masculino y su componente femenino. Todos nacemos entonces con un impulso natural por
encontrar a nuestro consorte espiritual. Este impulso es la base de nuestra sexualidad. Idealmente
deberíamos canalizar la fuerza de este impulso a la búsqueda de nuestro consorte espiritual perdido, en el
que concentraremos exclusivamente nuestra sexualidad.

Sin embargo, en nuestra impaciencia subconsciente de reunirnos con nuestra otra mitad, podemos
sucumbir a delusiones que nos tientan con promesas de satisfacción sexual. Pero como estas ilusiones no
son realmente nuestro consorte espiritual, solamente nos frustran y desvían nuestra energía sexual. Dicha
confusión subconsciente a menudo atenta contra nuestro bienestar psicológico a lo largo de nuestra vida.
Por lo contrario, al permanecer fieles a nuestra búsqueda del verdadero consorte espiritual, podemos a la
larga preservar nuestra claridad psicológica.
De modo que a causa de la pureza intransigente de su sexualidad, José fue capaz de ayudar a los demás
exitosamente a resolver sus complejos problemas psicológicos.

Previamente identificamos al "José" dentro de nosotros como nuestra habilidad de remplazar


pensamientos negativos con pensamientos positivos, un aspecto de la segunda fase de la terapia, ignorar
la ansiedad. Aquí lo identificamos con su rol más prominente en la Torá, el de confidente capaz, la tercera
fase de la terapia, articulación de la ansiedad.
Como tal, José es el consejero espiritual arquetípico. A lo largo de la historia judía, todos los verdaderos
pastores del rebaño de Israel y todos los consejeros, mentores, educadores, confidentes y terapeutas
sinceros han recibido su inspiración de él.

Sumisión, separación y endulzamiento en el terapeuta

187
Hasta ahora hemos descrito el proceso de sumisión, separación y endulzamiento que debe experimentar
una persona que sufre de problemas psicológicos. El asesor también debe experimentar su propia versión
del mismo triple proceso con el fin de poder sentir empatía por la persona que acude a él o a ella en busca
de ayuda. Procederemos a describir este proceso.

El asesor debe concentrarse, silenciar las voces en su mente que compiten por su atención. Esto
corresponde al significado de la primera sílaba de la palabra jashmal, "silencio".
Concentrarse en forma tan completa es posible sólo cuando el asesor está motivado por amor verdadero,
basado en el encuentro fundamental entre su alma y la de la persona que busca su consejo. Este amor es lo
que diferencia entre un interés superficial (o peor, motivos mercenarios) y verdadera preocupación. Esto
es posible sólo cuando el asesor no tiene una actitud condescendiente hacia la persona que sufre ni
considera que es completamente innatural e incluso incómodo el hecho que él actúe de terapeuta y la
persona frente a él actúe de paciente. Más bien debe sentir que la Divina providencia hizo que las cosas
así fueran y que los roles podían fácilmente revertirse y puede que así suceda en el futuro. Como enseña
el rey Salomón:
Me volví y vi bajo el sol, que ni es de los rápidos la carrera, ni la guerra es de los fuertes, ni el pan es de
los sabios, ni de los prudentes la riqueza, ni de los elocuentes el favor, sino que tiempo y ocasión
acontecen a todos [5].
Y como enseñan también los sabios:
Hay una rueda de la fortuna que gira en el mundo; quien es rico hoy puede no ser rico mañana, quien es
pobre hoy puede no ser pobre mañana [6].

Estas palabras son tan ciertas respecto al bienestar mental y todo aquello que otorga tranquilidad mental,
como lo son respecto a la riqueza. Esta sensación de comunión con la persona que se encuentra frente a él
que el asesor debe cultivar es su sumisión.

Su separación es el proceso de filtración que debe experimentar mientras escucha a la persona que le
habla. Debe filtrar las diversas reacciones que se originan en regiones aún no rectificadas de su propia
psique. Después debe hacer a un lado aquellas respuestas que se originan en un buen lugar pero son más
pertinentes para sí mismo que para la persona que se encuentra frente a él. Una vez hecho esto, debe
archivar las reacciones rechazadas para examinarlas más tarde con el fin de asegurarse que no influirán en
su actitud durante su asesoría.

La etapa de endulzamiento del asesor comienza cuando elige contemplar estas respuestas no deseadas y
que no vienen al caso desde una perspectiva más profunda y entender que se trata de una bendición
encubierta. La Divina providencia le ha enviado esa persona sufriente con el fin de hacerlo indirectamente
consciente de esas áreas en su propia psique que requieren tratamiento adicional.

Los sabios dicen: "¿Quién es sabio? Quien aprende de todos "[7]. De acuerdo al Baal Shem Tov esto
incluye incluso aprender del comportamiento o la actitud de una mala persona. Debemos aprender a
encontrar en nosotros mismos los mismos defectos que percibimos en los demás, incluso si aparecen de
manera más abstracta o refinada. Ya que generalmente no prestamos atención a nuestros propios defectos,
Dios a menudo nos concientiza de ellos mostrándolos nuestro reflejo especular en otra gente. Sólo cuando
rectificamos esa falla en nosotros mismos, concluye el Baal Shem Tov, somos capaces de ayudar a la
persona en la que observamos ese defecto [8].

También podemos aprender lecciones positivas del comportamiento negativo que observamos en otros, ya
que rasgos de carácter que son malos en determinado contexto pueden ser buenos en otro.

Rabí Zushia de Anipol aprendió siete caminos para servir a Dios del comportamiento de los ladrones:
discreción, audacia, atención al detalle, industriosidad, entusiasmo, optimismo y persistencia [9].

No sólo el terapeuta debe encontrar en sí mismo los problemas de la persona que acude a él sino que debe
sentir una empatía total con él. Debe moverse cautelosamente entre una identificación subjetiva completa

188
con el mundo de la persona que busca su consejo y la distancia objetiva que le permite una perspectiva
clara [10].

Cuando recibía personas para asesoramiento privado, Rabí Dovber de Lubavitch [11] solía irse cubriendo
gradualmente de traspiración hasta terminar completamente mojado. Cuando le preguntaron por qué le
sucedía esto él explicó que cuando alguien entraba a su habitación pidiendo su consejo, él debía
metafóricamente quitarse sus propias "vestimentas" y ponerse las "vestimentas" de dicha persona con el
fin de identificarse plenamente con ella. Después debía volver a vestir sus propias "vestimentas" con el
fin de ver al problema en forma objetiva y ofrecer consejo desde su propia perspectiva. El esfuerzo
implicado en hacerlo repetidamente lo hacía transpirar profusamente.

Su propio proceso de sumisión, separación y endulzamiento hace que el terapeuta sea crecientemente
sensible a la persona que busca su consejo y al mismo tiempo le permite mantener un equilibrio adecuado
entre subjetividad y objetividad. Aprende a "escuchar con el tercer oído"; un silencio profundo, interno,
reina en sus etapas de silencio, escisión y habla (la paradoja del jashmal). El asesor debe estar
relativamente silencioso, permitiendo que hable la persona que busca su ayuda .[12]

2- "El hombre nace como un burro salvaje" (Job 11:12).


3-Klalei HaJinuj VeHaHadraja 7.
4-Ver El misterio del matrimonio, cap.2.
5-Eclesiastés 9:11.
6-Shabat 151b.
7-Avot 4:1.
8-El Baal Shem Tov también interpeta la aparente redundancia de la frase "Reprende, debes reprender a
tu colega" (Levítico 19:17) de la siguiente manera: primero reprende (y corrígete) a tí mismo y entonces
sabrás cómo reprender (y corregir) a tu colega (Keter Shem Tov 131).
9-HaIom Iom, 3 Iar.
10-Los términos talmúdicos para identificación subjetiva y distancia objetiva son "cercanía de
conocimiento" (kiruv hadaat) y "limpieza de conocimiento" (nekiut hadaat) respectivamente. Ver Shaarei
Ahava VeRatzon, pag 203 en adelante.
11-Rabí Dovber (1773-1827), hijo de Rabí Schneur Zalman de Liadi, fue el segundo Rabí de Jabad-
Lubavitch.
12-En la terminología de la Cábala, las tres etapas de sumisión, separación y endulzamiento corresponden
a las tres letras finales del Nombre de Dios Havaia. La hei final corresponde a la de maljut, cuya
experiencia interna es de bajeza y sumisión; la vav corresponde a los atributos emotivos del corazón,
donde debemos separar entre bien y mal, y la primera hei corresponde a la sefirá de biná, la comprensión
interna del corazón, donde todos los rigores (ansiedades psicológicas) son endulzadas en su fuente. El
silencio del asesor corresponde a la iud, la letra final del Nombre Havaia, que corresponde a la sefirá de
jojmá, de la que se dice el "silencio es la cerca del saber" (Avot 3:13). La unión metafísica del asesor y el
asesorado en terapia, es la unión de las dos letras iniciales del Nombre Havaia, el silencio del asesor y el
habla endulzante del paciente, a lo que se refiere el Zohar (3:4a) como la de "dos compañeros que nunca
se separan".

Rab Itzjack Ginszburgh

SOBRE EL MIEDO Y LA PREOCUPACIÓN

Pimera entrega

Paz Moral

La paz moral es cuando una persona está preocupada acerca de hacer algo moralmente malo. Lo ideal
aquí es un balance saludable. Un grado apropiado de preocupación va a permitir que la persona sea
cuidadosa de no violar valores éticos y espirituales importantes. Una persona que carece un sentido de paz

189
moral puede ser insensible o apática acerca de dañar a otros o violar valores importantes. En el otro
extremo, una persona que tiene paz moral excesiva va a estar continuamente tensa y nerviosa. No va a ser
capaz de relajarse y de disfrutar los regalos que el Creador le confiere.
Las personas con paz moral excesiva están constantemente nerviosas porque no están viviendo de acuerdo
a estándares morales y espirituales. Están sumamente preocupadas acerca de ser muy egoístas o
egocéntricos. Se sienten culpables acerca de lo que han hecho en el pasado y están preocupados acerca de
que puedan hacer mal en el futuro. Se preocupan de que no están enfrentándose a sus responsabilidades y
de que no hacen suficientes favores a otros. Sienten que aunque hacen bien no hacen suficiente, no lo
hacen adecuadamente y sus intenciones no son sinceras.
En resumen, la vida para una persona con paz moral excesiva es una tortura constante. Debe hacer una
alta prioridad el experimentar alegría por hacer buenas acciones. Debe juzgarse a sí misma más
favorablemente. Es importante para ella aclarar cuáles de sus expectativas son razonables y cuales son
sólo producto de nerviosismo obsesivo. Una persona con tendencias obsesivas en esta área deberá
consultar a una persona sabia y objetiva para desarrollar un balance racional.

Fobia

Una fobia es una poderosa reacción de miedo que está más allá del peligro real de una situación. Si tienes
una fobia intensa, es posible que sea necesaria la ayuda de un experto para sobreponerte a ella. Sin
embargo, hay muchas cosas que puedes hacer por ti mismo.
Sé consciente de lo que te dices internamente y lo que te imaginas cuando experimentas las reacciones
ansiosas de miedo. Cuando experimentas miedo, es muy probable que te estés diciendo a ti mismo qué tan
terrible y peligrosa es la situación. Probablemente también estás visualizando imágenes perturbadoras.
Cambia tus diálogos internos por mensajes que te ayuden a afrontar. Por ejemplo, "Esto es angustiante,
pero no peligroso" o, "Tengo la fuerza interna para sobrepasar esta experiencia". Cambia tus imágenes
por imágenes relajantes, ya sean reales o imaginarias o a imágenes donde te veas valeroso y poderoso.
Desarrolla la habilidad de entrar en estados relajados a voluntad. Algunas personas lo hacen
imaginándose escenas relajantes. Otros tensando y relajando sus músculos diciendo, "relájate" cada vez
hasta que sólo por decir la palabra "relájate" se relajan. Cuando estés relajado, imagina los objetos o
situaciones fóbicas. Ya que no podemos estar en un estado relajado y un estado fóbico al mismo tiempo,
la fobia empieza a desaparecer a medida que dominas el entrar a estados relajados a voluntad.
Algunas personas afrontan las reacciones fóbicas tranquilizando su mente cuando sienten paz y
experimentando su respiración y su tensión muscular. Ya que la mente está tranquila no hay combustible
que se añada al fuego. Poco a poco la paz decrece.
La cura final para las fobias es dominar el entrar a un estado poderoso y valeroso a voluntad. Recuerda un
tiempo en el que estuviste en un estado poderoso y valeroso. Imagina cómo sería estar en un estado
poderoso y valeroso en el futuro. Piensa en una persona poderosa y valerosa e imagina que tú eres esa
persona. Ten los pensamientos de una persona poderosa y valerosa. Dite a ti mismo las cosas que una
persona poderosa y valerosa se dice a sí misma. Ve las imágenes que una persona poderosa y valerosa ve.
Ten la posición y expresión facial de una persona poderosa y valerosa. Respira en la forma que respiraría
una persona poderosa y valerosa. Luego, cuando estés sintiendo este estado poderoso en el presente,
imagina el objeto o la situación que solía causarte el estado de paz. Siente que la paz se derrite y se
transforma en un sentido de confianza y poder. Ahora mismo experimenta con un miedo específico que
tengas.

Incertidumbre

En muchas situaciones, la incertidumbre es la norma. Algunas personas sienten niveles muy altos de paz
cuando se enfrentan con la incertidumbre. Sin embargo, tienes la capacidad de percibir la incertidumbre
como un desafío estimulante.
En áreas importantes de la vida, haz todo lo que puedas para ganar mayores niveles de certidumbre.
Aprende de cada decisión que haces y aprende de los resultados de las decisiones de otros. No obstante,
todavía vas a necesitar hacer decisiones importantes en un estado de incertidumbre, ya que es imposible
saber las consecuencias exactas de todas tus opciones. No permitas que la incertidumbre te impida tomar

190
acciones constructivas. Siéntete valeroso cada vez que te abres paso a través de la aprensión de la
incertidumbre.

Miedo a otras Personas

El miedo a otras personas cuando no estás en peligro físico está basado en una ilusión. Las otras personas
también tienen sus propias inseguridades, miedos y fallas. La gente a la que tú le temes puede tener
interiormente miedo a ti. Tener amor por otras personas derrite el miedo a ellas. Ve a cada persona que
conoces como un amigo que te va ayudar de alguna manera. Cuando ves a otras personas con amor,
generalmente se sienten positivas hacia ti. Si alguien no lo hace, puedes tener compasión por él, ya que le
falta una cualidad positiva que enriquecería su vida grandemente. Existen muchos relatos de personas
cuyas vidas fueron salvadas por enemigos debido a los sentimientos de amor que les proyectaban. Cuando
dominas la capacidad de tener amor por otros, vas a acumular tus propias historias de cómo la gente te
reciprocó este amor.
Ve a cada persona del planeta como un amigo. Esto te permitirá sentirte confortable cuando hables con
cualquiera. Cuando tú eres amistoso con las personas, la mayoría de las personas van actuar
amistosamente contigo. Si alguien todavía no es amistoso hacia ti, sé paciente. Si eres consistentemente
cortés y respetuoso hacia él, eventualmente él va actuar mejor hacia ti.
Piensa en los beneficios que vas a tener cuando domines la capacidad de sentirte bien por hablar con
todos los que conozcas alguna vez. Cuando te sobrepones al miedo de otras personas, cada persona que
conozcas va a ser una fuente de información y conocimiento que te va ayudar de un modo o de otro. En
tanto que vas a tener cuidado de no agobiar a nadie innecesariamente, otras personas serán recursos a los
que tú puedes recurrir cuando los necesites.
Piensa en una persona con la que estás totalmente cómodo. Deja que sea tu modelo de cómo deseas
sentirte con cada persona. ¿Qué te dices a ti mismo cuando estás con la persona? ¿Cuál es tu postura y tu
expresión facial? ¿Cuál es tu tono de voz y la velocidad con la que hablas con alguien con quien te sientes
cómodo? Imagina que estás hablando y sintiendo de la misma forma que cuando estás con alguien que no
te sientes cómodo. Practica visualizando esto vívidamente hasta que se vuelva tu forma natural de ser.
Piensa en una persona específica con la que te gustaría sentirte más confortable. Visualízate disfrutando la
plática con él.
Busca un modelo de alguien que está libre de miedo y paz cuando se relaciona con otras personas.
Pregúntale a alguien que es respetuosamente asertivo cómo le pide a las personas que hagan las cosas y
cómo él percibe su derecho a expresarse cuando no es tratado justamente. Piensa en alguien que conoces
o de quien has escuchado que personifique para ti una forma calmada y respetuosa de relacionarse con
otros. Imagina ser esa persona y ve cómo afecta la forma en que interactúas con otros.
El objetivo es ser capaz de decir cualquier cosa a cualquier persona en una forma respetuosa y amable.
Visualízate a ti mismo siendo capaz de sentirte confiado y amistoso en la presencia de toda persona que
alguna vez conozcas. El miedo es un estado emocional y la confianza es otro; estos dos estados son
incompatibles. Controlando la habilidad de entrar a un estado de confianza a voluntad, vas a conquistar el
miedo a otras personas.
Piensa de alguien a quien le tienes miedo innecesariamente. Comprométete a sobreponerte a tu miedo a
esa persona. Ten pensamientos de confianza y valor cada vez que piensas en esa persona. Percíbete a ti
mismo sintiéndote bien en la presencia de esa persona. Acércate a él con un sentido de, "Me va a gustar y
voy a ser reciprocado".

Zelig Pliskin

Segunda entrega

...continuación de Sobre el Miedo y la Preocupación - Primera Entrega

Pensamiento Negativo

191
Un pensador negativo que se enfoca en el pasado es probable que sufra de culpa, remordimiento y
resentimiento. Un pensador negativo que se enfoca en el futuro es probable que sufra de preocupación,
paz, miedo y predicciones pesimistas. Un pensador negativo que se enfoca en el presente encontrará
constantemente muchas cosas acerca del presente que no le gustan.
El pensador negativo promedio va a experimentar mucha angustia. Un pensador negativo creativo va a ser
capaz de encontrar angustia intensa en las tres zonas del tiempo, más allá de la percepción de la persona
promedio.
El primer paso para sobreponerse al pensamiento negativo es estar consciente que tú escoges tus
pensamientos. Un pensador negativo debería preguntarse a sí mismo, "¿Realmente quiero desperdiciar mi
vida pensando en esta manera tan contraproducente?"
La consciencia de que tanta infelicidad es autoinducida puede conducir a la determinación de hacer todo
lo posible para volverse un pensador más positivo. Un campeón olímpico practica diariamente durante
horas por años. A veces puede sentir dolor por sus ejercicios agotadores. ¿Qué lo motiva? Es la imagen
del objetivo por el cual está luchando. Así también, un campeón en pensamiento positivo va a vivir una
vida de felicidad. Aun los momentos dolorosos van a ser percibidos como caminos enriquecedores de la
vida.
Las personas dedican muchas horas cada día en hacer cosas para ganar dinero, para ahora y para el futuro.
Muchos pasan años en la escuela para obtener empleos mejor pagados. Leen libros y aprenden nuevas
habilidades. Van diario a oficinas y fábricas. Algunos incluso arriesgan su salud y su vida. ¿Por qué?
Porque la calidad de vida de una persona se mejora cuando tiene más dinero del que es absolutamente
necesario para existir. Cualquiera que gaste aunque sea una fracción de este tiempo para dominar
cualquier forma de pensar enriquecedora de la vida, seguramente va a tener éxito.
Pasa algo de tu tiempo diario enfocándote en lo que aprecias y por lo que estás agradecido. Pasa algún
tiempo diariamente practicando el arte de reajustarse: encontrando los aspectos positivos de una situación
y enfocándote en cómo puedes ganar y desarrollarte a ti mismo dentro de todas las circunstancias.
Pasa tiempo con pensadores positivos a quienes tú respetas. Lee libros y escucha cintas que fomenten
actitudes y evaluaciones positivas.
Cualquiera que esté atrapado y aprisionado en pensamientos negativos va a sufrir tanto como cualquier
prisionero. ¿Alguna vez has visto el éxtasis y la euforia de las escenas de liberación y victoria? Ésta va a
ser tu felicidad cuando domines los patrones de pensamiento que te liberan.

Problemas

No siempre puedes eliminar los problemas, pero puedes aprender a eliminar la paz que te crean.
Aumentas las dificultades técnicas de tus problemas cuando te dices a ti mismo qué terrible es la
situación. Cuando aceptas una situación a pesar de que no es lo que a ti te hubiera gustado, la severidad
del problema va a disminuir grandemente. Aclara qué es lo peor que podría pasar; luego acéptalo. Esto te
va a liberar de preocupaciones.
Piensa en términos de soluciones. Ante todo, pregúntate a ti mismo, "¿Qué hay de positivo en la
situación? ¿En qué formas puedo crecer de ella?" Luego pregúntate, "En qué solución puedo pensar?"
Haz lluvia de ideas. Escribe una lista de soluciones posibles en las que puedes pensar, aunque las ideas al
principio puedan sonar ridículas. Una idea conduce a otra, aun cuando la primera idea que escribiste no
haya sido del todo práctica, puede conducir a otra idea que resuelva el problema.
Si no puedes pensar en una solución, encuentra a alguien que pueda ser capaz de sugerirte una solución.
También puedes encontrar beneficioso imaginar que tú eres una persona específica que sabes o que ha
escuchado de alguien que tiene gran talento para pensar soluciones: "¿que sugeriría?"

Muerte

Vivimos nuestra vida desde este momento hasta que morimos. La pregunta es qué haremos durante este
tiempo precioso. Dándote cuenta qué tan valioso es realmente cada momento de la vida, enriquece y
realza la duración de tu vida. Esta conciencia te motivará a hacer tu vida más significativa.
La conciencia de la inevitabilidad de la muerte no necesita causarte tristeza. Más bien, puede ayudarnos a
eliminar las preocupaciones comunes acerca de los aspectos menos importantes de la vida. Muchas
preocupaciones son sobre asuntos que no tienen valor duradero. Cuando te sobrepones a la preocupación,

192
tu mente estará libre para pensar en los objetivos fundamentales de la vida.
Un hombre sabio dijo, "La mejor manera de ganar una perspectiva apropiada de la vida es visitando un
cementerio". Permite que la contemplación de la muerte te dé una mayor apreciación de la vida. Esto va a
refinar tu sentido de proporción.
¿A qué dedicarías tu vida si tuvieras otra oportunidad? ¿En qué formas te mejorarías a ti mismo? Usa este
conocimiento para enriquecer tu vida ahora.
La lección más grande que mi padre me enseñó fue cuando me dijo antes de morir por cáncer, "Tenemos
una obligación de hacer todo lo posible por vivir tanto como podamos, pero yo estoy listo para morir tan
pronto como el Creador me quiera". Cuando vives de acuerdo con la voluntad del Creador, puedes
alcanzar el nivel espiritual en el cual morir es otra expresión de hacer Su voluntad.
En su lecho de muerte, Rabí Meir Shapiro (1887-1934) rector de la Yeshivá de Lublin, hizo que sus
estudiantes cantaran y bailaran. "Todo lo que hacemos debe ser con alegría", les dijo a ellos.
¿Qué mensaje te gustaría darle a otros en tu lecho de muerte?

Preocupación

Preocuparse puede ser una fuente importante de dolor en la vida de alguien. Como una persona aprensiva
dijo, "Mi vida ha estado llena de tragedias que nunca sucedieron". Cuando alguien se preocupa va a sufrir
aunque las cosas funcionen perfectamente bien. La vida de un aprensivo extremo puede ser una tortura.
Aun las preocupaciones menores impiden el pensamiento claro y causan infortunio y angustia.
Independientemente de cuán buena fortuna tenga uno en su vida, no la va apreciar si la preocupación está
en el primer plano de sus pensamientos.
Algunas personas aprensivas creen que la preocupación es parte de su naturaleza y que es imposible
librarse de ella. La realidad es que la preocupación es un hábito aprendido. He conocido a muchas
personas que fueron aprensivas compulsivas durante muchos años. Aquéllos que consistentemente
trabajaron sobre su patrón de pensamiento se sobrepusieron de gran manera a su tendencia a preocuparse.
Así también lo puedes hacer tú. Como un ex-aprensivo me dijo, "No me había dado cuenta que podía
experimentar tanta dicha en mi vida hasta que me dejé de preocupar".
Cuando sabes que puedes lidiar con el presente, nunca vas a tener que preocuparte por el futuro. El futuro
realmente no existe. Finalmente se va a convertir en presente y ya que sabes lidiar con el presente, no hay
nada de qué preocuparse.
Analizando tus preocupaciones, te vas a volver consciente que toda preocupación es inútil. La
preocupación cae en dos categorías: preocuparse acerca de las cosas que no se pueden cambiar y
preocuparse por las cosas que sí se pueden cambiar. En relación con las cosas que no se pueden cambiar,
cientos de horas de preocupación no van hacer ni una pizca de diferencia. Te causas dolor adicional
añadiendo los efectos desagradables de la preocupación. Si puedes hacer algo para cambiar la situación,
toma una acción para protegerte e impedir una pérdida. No desperdicies tus momentos presentes
preocupándote.
Preocuparse es escoger de entre todos los pensamientos posibles (millones de ellos), solamente aquéllos
pocos que están relacionados con una desgracia potencial o un problema. Siempre tienes la elección de
tener pensamientos positivos. Una vez que aceptas tus preocupaciones como resultado de escoger
pensamientos específicos, vas a ser capaz de hacer un esfuerzo consciente para evitar pensamientos que te
causen dolor innecesario y escoger pensamientos más positivos.
La experiencia es un antídoto para la preocupación. Haz una lista de cosas que te hayan preocupado en el
pasado. Ve cuántas de esas cosas negativas cambiaron a mejor de lo que tú creías. También nota cuántas
situaciones sí cambiaron como temías, pero fuiste capaz de enfrentarte a ellas de todos modos. Al estar
consciente qué tan frecuentemente tus preocupaciones son por nada, vas a eliminar una gran cantidad de
preocupación innecesaria.
Cuando estés preocupado, pon por escrito de qué estás preocupado exactamente. ¿Qué es lo peor que
podría pasar? Luego escribe las opciones que tienes para enfrentarte al peor escenario. En forma creativa
piensa en algunos planes.
Discute la situación con amigos cercanos. A veces, otras personas van a ser capaces de darte sugerencias
prácticas que tú mismo no habías pensado. Aun si la otra persona no puede pensar en una solución, con
frecuencia, el sólo compartir la carga con alguien la puede aligerar.
Date cuenta que tú escoges tus pensamientos. Siempre escoge en qué te vas a enfocar y cómo vas a

193
evaluar las cosas. Utiliza cada experiencia que te preocupa como un desafío que te va a entrenar a pensar
en una forma que enriquezca tu vida. Mientras más enfoques tu mente en alegría, esperanza, humor y
valor, más feliz será tu vida.

¿Qué es lo que realmente te está molestando?

A veces una persona expresa una queja o una objeción específica, pero tú tienes el sentimiento de que otra
cosa es el problemas real. Podrías preguntar, "¿Qué te está molestando realmente?" Esto generalmente
permite que la otra persona comparta sus preocupaciones reales contigo y una vez que hayan sido
expresadas abiertamente pueden ser manejadas más efectivamente.
Podría ser beneficioso para ti hacerte esta pregunta cuando tienes cierto sentimiento que algo no es
precisamente correcto. Pregúntate, "¿Qué es lo que me está molestando?"

Evitando

Cada persona evita hacer muchas cosas que enriquecerían su vida. Temores que frecuentemente son
vagos e indefinidos, pueden impedirle a una persona tomar acciones productivas. Muchos de los miedos
que crean inmovilización están basados en un sentimiento potencial exagerado de peligro o pérdida.
Mientras mayor sea tu habilidad para entrar a voluntad en un estado de confianza y audacia, más
fácilmente será para ti sobreponerte a los miedos que causan inmovilización. Siente alegría cada vez que
haces algo que evitabas en el pasado.
Piensa en algo que evitas hacer. ¿De qué exactamente tienes temor? Piensa en qué te puede ayudar a
sobreponerte al miedo. Visualízate mentalmente teniendo el valor de hacer lo que habías evitado hasta
ahora. Siente incrementar tu sentido de confianza interna y valor. Intensifica tu voluntad y toma acciones.
Cuando realmente hagas lo que en el pasado habías evitado, siente un sentido de victoria y realización.

Zelig Pliskin

Sobreponerse a la preocupación

Extraído de empieza nuevamente ahora. Escrito por el Rab Pliskin

Preocuparse puede ser una fuente importante de dolor en la vida de alguien. Como una persona aprensiva
dijo, "Mi vida ha estado llena de tragedias que nunca sucedieron". Cuando alguien se preocupa va a sufrir
aunque las cosas funcionen perfectamente bien. La vida de un aprensivo extremo puede ser una tortura.
Aun las preocupaciones menores impiden el pensamiento claro y causan infortunio y angustia.
Independientemente de cuán buena fortuna tenga uno en su vida, no la va apreciar si la preocupación está
en el primer plano de sus pensamientos.

Algunas personas aprensivas creen que la preocupación es parte de su naturaleza y que es imposible
librarse de ella. La realidad es que la preocupación es un hábito aprendido. He conocido a muchas
personas que fueron aprensivas compulsivas durante muchos años. Aquéllos que consistentemente
trabajaron sobre su patrón de pensamiento se sobrepusieron de gran manera a su tendencia a preocuparse.
Así también lo puedes hacer tú. Como un ex-aprensivo me dijo, "No me había dado cuenta que podía
experimentar tanta dicha en mi vida hasta que me dejé de preocupar".

Cuando sabes que puedes lidiar con el presente, nunca vas a tener que preocuparte por el futuro. El futuro
realmente no existe. Finalmente se va a convertir en presente y ya que sabes lidiar con el presente, no hay
nada de qué preocuparse.

Analizando tus preocupaciones, te vas a volver consciente que toda preocupación es inútil. La
preocupación cae en dos categorías: preocuparse acerca de las cosas que no se pueden cambiar y
preocuparse por las cosas que sí se pueden cambiar. En relación con las cosas que no se pueden cambiar,
cientos de horas de preocupación no van hacer ni una pizca de diferencia. Te causas dolor adicional

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añadiendo los efectos desagradables de la preocupación. Si puedes hacer algo para cambiar la situación,
toma una acción para protegerte e impedir una pérdida. No desperdicies tus momentos presentes
preocupándote.

Preocuparse es escoger de entre todos los pensamientos posibles (millones de ellos), solamente aquéllos
pocos que están relacionados con una desgracia potencial o un problema. Siempre tienes la elección de
tener pensamientos positivos. Una vez que aceptas tus preocupaciones como resultado de escoger
pensamientos específicos, vas a ser capaz de hacer un esfuerzo consciente para evitar pensamientos que te
causen dolor innecesario y escoger pensamientos más positivos.

La experiencia es un antídoto para la preocupación. Haz una lista de cosas que te hayan preocupado en el
pasado. Ve cuántas de esas cosas negativas cambiaron a mejor de lo que tú creías. También nota cuántas
situaciones sí cambiaron como temías, pero fuiste capaz de enfrentarte a ellas de todos modos. Al estar
consciente qué tan frecuentemente tus preocupaciones son por nada, vas a eliminar una gran cantidad de
preocupación innecesaria.

Cuando estés preocupado, pon por escrito de qué estás preocupado exactamente. ¿Qué es lo peor que
podría pasar? Luego escribe las opciones que tienes para enfrentarte al peor escenario. En forma creativa
piensa en algunos planes.
Discute la situación con amigos cercanos. A veces, otras personas van a ser capaces de darte sugerencias
prácticas que tú mismo no habías pensado. Aun si la otra persona no puede pensar en una solución, con
frecuencia, el sólo compartir la carga con alguien la puede aligerar.

Date cuenta que tú escoges tus pensamientos. Siempre escoge en qué te vas a enfocar y cómo vas a
evaluar las cosas. Utiliza cada experiencia que te preocupa como un desafío que te va a entrenar a pensar
en una forma que enriquezca tu vida. Mientras más enfoques tu mente en alegría, esperanza, humor y
valor, más feliz será tu vida.

Rab Pliskin

TRATAMIENTO DE LA ANSIEDAD Y EL ENFOQUE CABALISTICO

Técnicas terapéuticas

La psicologia secular se basa, por definición, en los conocimientos que se obtienen y verifican por medio
de la experimentación científica. Di-s, por supuesto, trasciende este estrecho marco. Así, la psicología
secular no presume de conocer nada acerca de la existencia o los asuntos de Di-s. A pesar de que no niega
categoricamente Su existencia, tiene que ignorarlo como determinante activo de la salud mental. Mas
todavía, tiene que ignorar la existencia del alma Divina como entidad separada y que trasciende la
conciencia básica humana, la que la psicologia reconoce y con la cual trata. Esto deja a la psicología
secular en algo así como un dilema filosófico. Si una persona se esta hundiendo en arenas movedizas, se
tiene que aferrar a algo o alguien que esta afuera, para que lo saque. En forma similar, una persona
asediada por problemas y ansiedades, necesita procurarse a si mismo de alguien o algo que trascienda
estos inconvenientes, para que lo libere de ellos. Pero lo máximo que la psicología secular le puede
ofrecer al alma sufriente, es la mano auxiliadora de otro ser humano (o quizás una dimensión humana aun
no explotada del mismo paciente). Esto puede proporcionar un respiro temporario, pero no puede aspirar
a servir como una solución definitiva, de momento que todos los seres humanos, están sujetos a un mayor
o menor grado de limitación y restricción psicológica. Si estamos todos en el mismo barco, ¿quien esta
allí para arrojarnos una soga? Cualquiera sea el éxito que la psicología secular pueda conseguir en liberar
al hombre de la maraña de problemas, es en el mejor de los casos solo una ayuda temporaria o superficial.
Por mas impresionante que su éxito pueda ser, por su misma naturaleza, no puede encausar o resolver los
enigmas fundamentales de la existencia humana. Después de todo, se origina en la misma mente humana
que esta tratando de comprender. En contraste, el reconocimiento conciente del alma Divina que hay
dentro de nosotros, es la clave para nuestra redención psicológica personal, frente a las fuerzas que

195
amenazan doblegarnos. No importa cuan bajo podamos pensar que hemos caido, Di-s permanece con
nosotros y esta siempre ahi, arrojándonos una cuerda de la cual agarrarnos, para que elaboremos nuestro
camino para subir y salir del pozo. Cuanto mas podamos sensibilizarnos a nuestra esencia Divina interna,
mas rápido podremos desembarazarnos de las tribulaciones que nos tiran para abajo. Conocer a Di-s,
significa sentir Su misericordia, porque la Torá nos enseña que ese es el atributo esencial de nuestro
Creador. Cuando la persona esta conciente de la infinita misericordia de Di-s, que lo envuelve en todo
momento, ella puede evaluar segura y objetivamente su propia salud psicológica. Sabiendo que puede
recurrir a Su amor, no tiene miedo de reconocer la verdad sobre si mismo, no siente la necesidad de
esconder su comportamiento bajo toda clase excusas o justificaciones. Es por esta razón, que hasta que
una persona no ha logrado cierto tipo de concientizacion de su alma Divina, es probablemente mejor que
no afronte los aspectos oscuros de su personalidad, que yacen enterrados profundamente en su
subconciente. Por cierto, es un acto de misericordia por parte de Di-s, que haya algo como el
subconciente, donde la maldad que esta al acecho en el corazón del hombre, se mantenga oculta hasta que
estemos preparados para enfrentarla. La psicologia laica hizo, por supuesto, tremendos adelantos en
ayudar al hombre a conocer su propia mente y mejorar su bienestar psicológico y habilidad para afrontar
los desafíos de la vida. El judaismo ve la ciencia y la investigación positivamente, siempre y cuando tenga
por objetivo complementar e incrementar la sabiduría de la Torá, antes que suplantarla o atacarla.
Inversamente, la sabiduría de la Torá nos permite identificar que es verdadero y que no lo es, en las
pruebas de la investigación laica, y asociar cada verdad con su contexto apropiado en la visión del mundo
que tiene la Torá.

Haciendo esto, elevamos las chispas de divinidad, que son parte integrante de todo el conocimiento de la
ciencia, y las liberamos de su sumisión a la orientación laica. Esta es en si misma, una fase importante en
la rectificación de la realidad, que a fin de cuentas nos conducirá al regocijo de la Redención final y
definitiva

Tecnicas Terapeuticas

En general, podemos afirmar que la mayor parte de los desordenes psicológicos, tienen su raíz en la
ansiedad. En el nivel mas simple, la misma tensión y las presiones que acompañan la angustia por los
temas más básicos, como la salud y el dinero, causan y exacerban muchos problemas psicológicos. En un
nivel mas profundo, un examen mas íntimo revela que casi todos los desordenes provienen o de algún
miedo o fobia conciente o subconciente, o de alguna frustración proveniente del inevitable conflicto entre
las básicas urgencias animales del hombre, y sus aspiraciones espirituales (en el caso del judio, debemos
agregar también el conflicto entre estos últimos y su tercer nivel de conciencia, la de su alma Divina, cuyo
único deseo es cumplir la voluntad de Di-s). En una persona que cree en Di-s y trata de vivir de acuerdo
con las enseñanzas de la Torá, estos miedos y frustraciones también pueden expresarse como miedo al
pecado. La confrontación y el tratamiento de la ansiedad, en cualquiera de las formas que pueda asumir,
es la base de toda terapia psicologica. Las enseñanzas de la cábala, como del judaismo en general, están
íntimamente ligados a los matices del texto escrito de la Torá. Toda pesquiza dentro de un enfoque
cabalístico de un tema en particular, debe comenzar con un analisis de como es tratado por el texto
sagrado. La ansiedad es mencionada varias veces en la Torá escrita, pero la instancia seminal es el
siguiente versículo del libro de Proverbios, 12:25. "Si hay ansiedad en el corazón del hombre, dejénlo que
la suprima. Y que la convierta en alegría con una buena palabra." El libro de Proverbios fue escrito por el
rey Salomon, que fue el mas sabio de todos los hombres. particularmente en el campo de la psicologia
humana. En este versículo, entonces, podemos esperar encontrar la clave para el bienestar psicologico, y
el apropiado enfoque para enfrentarse con los problemas de la salud mental. La frase "dejenlo que la
suprima", es el sentido básico del verbo que describe que es lo que tenemos que hacer con la ansiedad. La
tradición registra otros dos significados auxiliares: "dejenlo que la ignore", y "dejenlo que la articule".
Tenemos entonces tres instrucciones distintas, que representan tres técnicas terapéuticas diferentes y
complementarias para enfrentar la ansiedad. Cuando son implementadas correctamente, se puede esperar
de estas técnicas en conjunto, que impidan que la ansiedad devenga en una condición más seria, e incluso
hasta curar completamente al paciente.

Suprimir la Ansiedad

196
La primera y más básica instrucción que formula el versículo de Proverbios: "Si hay ansiedad en el
corazón del hombre dejenlo que la anule, y la transforme en alegría con una buena palabra", es anular la
ansiedad que mortifica el corazón, o sea desinflarla o disminuir su envergadura. Esto puede ser realizado
de dos maneras: la primera es a través de la auto abnegación. Cuando una persona es afligida por algún
motivo, su tendencia natural es centrar su atención en él, hasta que la ansiedad comienza a dominar todo
su ser. Su problema le preocupa dia y noche, lo acosa incesantemente ,y eventualmente, comienza a
definirse a si mismo en los términos de su miedo. En su imaginación, el pánico comienza a asumir
proporciones apocalípticas, el esta convencido que nadie puede penetrar en la profundidad de sus
problemas. De esta manera, su ansiedad sirve inflar su ego, que ahora se fundamenta e identifica con su
miedo.

Sin embargo, si se detiene por un momento para contemplar la infinita grandeza de Di-s, y la
insignificancia del hombre comparado con El, su ego se va a desinflar inmediatamente. Entonces, cuando
una persona renuncia a su ego, sus preocupaciones sufren una perdida de magnitud similar: si el no es
nada, también sus problemas serán seguramente nada. No estamos sugiriendo que una persona desinfle su
ego disminuyendo negativamente su auto imagen. Hacer incapie en faltas y defectos, solo lleva a la
depresión y la desesperanza. La humildad que debe pretender cultivar una persona, es la de naturaleza
existencial, una conclusión natural que proviene de su apreciación de la naturaleza de su existencia, de ver
como son las cosas exactamente sin culparse a si mismo. Di-s es infinito y el hombre finito, e incluso el
número finito mas grande que se pueda imaginar, es nada comparado con el infinito.

El segundo método para aplastar la ansiedad es con la plegaria sincera. Cuando alguien esta asediado por
un problema, y seguramente con alguna clase de ansiedad, debe implorar a Di-s para que se lo resuelva.
Creer en la omnipotencia y misericordia de Di-s, implica que solo El, puede y va a proveer la solución
efectiva a todo problema. Tanto con las inspiradoras palabras de la liturgia o del libro de Salmos, o por la
verbalización espontanea e informal de los anhelos del corazón, una persona siempre puede beneficiarse
con el benevolente interes que tiene Di-s por su vida. No debe caer en la trampa de pensar, que por cuanto
que Di-s es compasivo por naturaleza, no tiene necesidad de rezar, o que si Di-s lo hace sufrir a pesar de
Su compasion, significa que es por su propio bien. Aunque esto es seguramente verdadero, es solo parte
del cuadro general. Di-s quiere que reconozcamos nuestra impotencia ante El, y seamos concientes de que
podemos y debemos dirigirnos hacia El para todo.

Entonces, incluso si los padecimientos de la persona se deben a sus pecados o a la rectificación de una
encarnación previa, la sentencia siempre puede ser conmutada con la plegaria. El acto de rezar sirve para
desinflar el ego, ya que al invocar la misericordia Divina, la persona esta admitiendo que algunas cosas en
la vida son simplemente tan grandes, que el no tiene necesariamente todas las llaves para su salvación. Y
como dijeramos, tan pronto como su ego se desinfla, sus ansiedades se desvanecen junto con el. El viento
los deja fuera de combate, y ya no plantean la amenaza ominosa de antes.

Tanto si se logra con la contemplación o la plegaria, el resultado de anular la ansiedad es ese sentimiento
liberador de que no todo esta perdido. El problema posiblemente siga estando alli, pero ha sido reducido a
su verdadera medida, y ya no amenaza aplastar a la persona bajo su peso como lo hacia antes. Ahora que
ha sido liberado de esta opresión, puede proseguir con la fase siguiente de su terapia.

Rabino Itzjak Ginsburg

El Terapeuta Jasídico

continuacion de Ignorando la Ansiedad ...

En esta etapa, el confidente debe identificarse profundamente con el confesante y su situación, para poder
tratar los mas íntimos y secretos deslices y fallas de este. ¿Como espera hacer esto? El terapeuta jasidico
es alguien que se ha esforzado en estudiar, internalizar y realizar las enseñanzas del jasidismo por si
mismo de manera conciente y afanosa en su vida diaria. Refinando persistentemente su propio carácter, y

197
especialmente practicando y adquiriendo el atributo de humildad y autoabnegación a través del continuo
autoanalisis, el jasid adquiere la habilidad de entender y asistir a su camarada con sus propios problemas
psicologicos. Las enseñanzas del jasidismo imparten un entendimiento sutil y sensible de la psicologia
humana, a aquellos que las estudian devotamente y siguen su consejo. Una de las trampas que enfrenta
alguien que se ha dedicado a la vida espiritual, es la de la falsa modestia. A primera vista, podría parecer
que una persona realmente humilde debería esquivar el rol de confidente espiritual. Después de todo, ¿no
es presuntuoso asumir que se ha absorbido e internalizado las enseñanzas del jasidismo, lo suficiente
como para ser capaz de dirigir y guiar a otro que todavía no ha alcanzado su propio nivel de refinamiento?
¿No debería temer, la persona que esta siendo orientada espiritualmente, de los inevitables sentimientos
de autosatisfacción que provienen de solucionar con éxito los problemas de otra persona? Por supuesto, la
verdad es exactamente lo contrario: la persona realmente humilde se humillara frente a la verdad, y será
entonces conciente tanto de su propia experiencia, dones y talentos como de sus falencias y el largo
camino que todavia tiene por delante. Mas aun, no tomara en cuenta sus propios intereses y el peligro
espiritual que implica ayudar a otra persona. Cuando sea convocado, va a asumir el rol de consejero o
asesor con afabilidad y convicción, y no evadirá su responsabilidad por razones de falsa modestia. Sea
como sea, la resolución segura de los problemas del confesante nunca puede ser atribuida únicamente a la
sensibilidad y el buen consejo del confidente. Esto es asi, porque la persona misma que se confiesa juega
un papel activo en la discusión de sus problemas y en los esfuerzos para atravesarlos. Entonces, de hecho
las almas Divinas de ambos se unen en la lucha por disipar el mal dentro del confesante. La relación de
fuerzas se inclina en favor del bien, por lo que el mal efectivamente no tiene chance. La doctrina jasidica
confia en la habilidad del hombre para desarraigar el mal de su interior (nuevamente, proveyendo las
condiciones requeridas que han sido descriptas), y atribuye tanta importancia a este propósito, que lo
considera el desafio central del verdadero educador/consejero. De momento que el hombre nace como un
asno salvaje (Job 11:12), equipado desde el nacimiento con conductas y tendencias predominantemente
animales, el primer objetivo que se debe fijar el educador/consejero dedicado y sincero es desterrarlas.
Mas todavía, el sabe que su responsabilidad a este respecto es tan seria, que si no tiene éxito seguramente
va a empeorar las cosas. El rol bíblico modelo en el que todo terapeuta o educador jasídico debe fijarse, es
nuevamente Iosef. Como soñador e interprete de sueños arquetipico de la Torá, Iosef encarna la cualidad
de ser capaz de reordenar el caótico divague de la imaginación no rectificada o subconciente, en mensajes
significativos que sirven de clave para los ocultos recovecos del corazón y la mente. De acuerdo con
nuestra tradición, la razón por la cual Iosef fue capaz de hacer esto, mas que cualquier otra figura bíblica,
se debe a que el lucho exitosamente contra la tentación sexual. Una vez que ascendió a una posición de
poder en Egipto, una tierra inicua por su depravación y libertinaje sexual, pudo haber sido para el la cosa
mas simple y natural, entregarse a cualquiera de las abundantes tentaciones sexuales. No obstante, se nos
dice que incluso a pesar de las proposiciones de una mujer atractiva y seductora de la aristocracia, resistió
sus ofertas y guardo celosamente su pureza sexual. Por esta razón, la tradición le ha dado a Iosef el apodo
de "el justo". Como es bien sabido, la psicologia moderna verificó feacientemente que la mayoría de las
psicosis, neurosis, desordenes y síndromes están conectados con problemas sexuales. Marido y mujer
existen antes de la concepción y el nacimiento como parte de una única esencia espiritual indiferenciada,
que es separada en la concepción en sus componente femeninos y masculinos. Por consiguiente, el
hombre nace con un deseo natural de encontrar su alma gemela perdida, y las frustraciones y desviaciones
que experimenta a lo largo del camino en pos de este objetivo, da origen a gran parte de la confusión
subconciente que socava su bienestar psicológico a través de su vida. Fue entonces por virtud de su
inmaculada y no afectada sexualidad, que Iosef pudo ayudar exitosamente a otros a clasificar sus
complejos desordenes psicologicos. Previamente identificamos a Iosef como un buen pensamiento, que
permite a una persona ejecutar la segunda fase de la terapia psicologica, ignorando la ansiedad. Aquí
estamos identificándolo con su rol mas importante, el del confidente experimentado de la tercera fase,
articulando la ansiedad (ver más arriba). Como tal, Iosef es el rebe o mentor espiritual arquetipico de la
Torá. De el han obtenido su inspiración todos los pastores verdaderos del rebaño Judio y los sinceros
mentores, educadores y confidentes a través de la historia.

Ignorar versus Articular las Ansiedades.

Hemos establecido entonces, que es saludable y positivo para la persona mantener una relación fluida con
su mentor o amigo. Y asi nos enseña el Talmud: "Haste para ti un rabino y adquiere para ti un amigo". La

198
persona debe sentirse a gusto analizando con su consejero sus problemas e inseguridades, y en especial en
lo que se refiere a su relación con Di-s. Además es de gran ayuda analizar regularmente con su amigo o
mentor su mundo interior de pensamientos y emociones, incluso si no sufre de ninguna ansiedad o
problema en particular. Esto es así, porque en el transcurso de la verbalización de sus pensamientos
internos para poder compartirlos con el otro, la persona debe explorarlos quizás mas seria y
profundamente que si lo hiciera de otra manera. Tiene que ordenarlos, organizarlos y hacer de ellos algo
comprensible para poder expresarlos.

Todo el mundo posee aspectos de su vida íntima que tiende a ignorar o a no darles importancia. Debe
enfrentarse a ellos e integrarlos dentro de la imagen general que tiene de sí mismo, si quiere que la sesión
con su confesor sea realmente productiva. Este proceso de dar la cara y enfrentar los aspectos menos
positivos de su vida interna, implica varias etapas. La primera, que bastante a menudo no se ejecuta
concientemente, es una forma que tiene el ser humano de ignorar espontáneamente muchos sino la
mayoría de los pensamientos que afloran desde el subconciente. Esto es una forma natural y saludable de
supresión, con el simple fin de evitar cada complejo o pequeño impulso negativo que viene a la mente,
complicando y descarrilando las funciones de vida normales. Con frecuencia, estos murmullos no están
enraizados muy profundamente en el subconciente y no justifican ningún tratamiento importante que
pueda requerir mucha atención.

Las dos etapas siguientes son caminos adicionales para ignorar el mal. Ambas están justificadas al asumir
que el alma Divina judía no es afectada por la debilidad del alma animal, y por eso es posible para la
persona rectificar su psicología total, acentuando su lado Divino y facultándolo para asumir el pleno
dominio de su personalidad. De momento que la psicología secular no reconoce la existencia del alma
Divina en sí, es de esperar que muchas escuelas psicológicas desaprueben la aparente evasiva en tratar
directamente con las manifestaciones de los bajos instintos que estamos por detallar.

Cuando una persona se da cuenta de que sus pensamientos oscuros no lo abandonan y que no ayuda el
ignorarlos, se dirige hacia lo alto e implora la ayuda de Di-s. Clamando a Di-s, reconoce por fin la
existencia del mal dentro de sí, y admite que solo no puede combatirlo. En este punto, no hay todavía
ninguna confrontación directa con el mal, tampoco hay ningún intento de su parte por convocar sus
propias fuerzas para luchar con él. Cuando el ruego tampoco es suficiente, la persona comprende que Di-s
desea en este punto que empiece a enfrentar su mal interior por sus propios medios, en vez de aguardar
que El venga en su rescate.

De todas maneras, antes de la confrontación directa con su lado negativo, la persona debe seguir tratando
de ignorarlo, reemplazando sus pensamientos por otros positivos. A este respecto, es por supuesto
particularmente eficaz meditar acerca de ideas de la Torá, especialmente aquellas que generan
sentimientos de santidad, pureza, optimismo y alegría. De esta manera no quedará lugar en la mente para
pensamientos malos y confusos. ¿Qué hacer cuando fallan incluso estos recursos, y los pensamientos
perjudiciales continúan acechando la mente? Es tiempo entonces de verbalizar, explorar, ahondar en los
profundos recovecos de la personalidad, hasta los más oscuros y menos placenteros, para descubrir la raíz
de estos pensamientos y ansiedades y enfrentarse concientemente con ella. La persona debe tratar primero
de conducir este proceso de excavación verbal en forma privada, explorando las cavernas oscuras de su
alma con su Creador. Si esto prueba ser realmente insuficiente, y la persona siente que necesita revelarse
frente a un oido humano que pueda escuchar sus problemas y aconsejarle como lidiar con ellos, puede
entonces dirigirse a su buen amigo, su mentor o un terapeuta confiable.

Como acabamos de explicar, poner al desnudo y discutir el mal oculto de la persona es el último resorte,
al sólo se debería recurrir si todas las opciones previas para enfrentarse al mal han fallado. No obstante, se
debe advertir al mismo tiempo, que cada etapa sucesiva en el proceso terapéutico es también un tipo de
progreso, un estado adicional de aptitud y audacia para desafiar el mal y transformarlo en bien. Las
técnicas iniciales de aplastar e ignorar la ansiedad son ciertamente más seguras, por cuanto que eluden
quitar el cerrojo del "closet" y ver al monstruo cara a cara; pero son inferiores, de hecho, para examinar la
fortaleza de la bondad interior de la persona. Es menor la necesidad de despertar el núcleo de bondad

199
latente en lo íntimo del ser, y por eso permanece oculto al no ser confrontado con las fuerzas oscuras que
se le oponen.

Parecería ser que en nuestra generación, la conversación cotidiana acerca de los conceptos de la
psicología moderna, produjo que todos nosotros seamos o lleguemos a ser expertos en psicoanalizarnos a
nosotros mismos. Y en cierto sentido así es como debería ser. Nuestra generación es la que será testigo de
la verdadera y definitiva Redención, que señalará la aniquilación del mal y su transformación en bien.
Puesto que este proceso será un aspecto esencial de la Redención, somos llamados ahora, y por lo tanto se
nos da el poder para participar en este proceso. Debemos volvernos expertos en la transformación del mal
en bien, incluso de la clase de maldad que en el pasado era mejor ignorar o suprimir.

Rabino Itzjak Ginsburg

Ignorando la Ansiedad

continuación de Técnicas terapéuticas ...

La segunda fase de la terapia, es ignorar la ansiedad, como lo sugiere la segunda interpretación del verbo
en el versículo de Proverbios: "Si va a haber ansiedad en el corazón de un hombre, dejenlo que la aplaste,
y la transforme en alegría con una buena palabra". Esto es mucho más fácil de realizar, una vez que la
inmensidad del problema, según la percepción de la persona, ha sido reducida con la primera fase de la
terapia, descripta en el articulo anterior.

Para ignorar una preocupación, la persona debe reemplazarla con un buen pensamiento. Posiblemente no
seremos capaces de detener el pensamiento, pero si estamos en libertad de elegir en que pensamos. En vez
de concentrarnos en lo que nos preocupa, acerca de un tema en particular, podemos concentrarnos en
algún aspecto de el, que nos haga sentir seguros y alegres. Esta es la intención subyacente en la segunda
parte del versículo antes citado: ... y la transforme en alegría con una buena palabra. Por eso la Torá nos
dice: "He puesto ante ti vida y muerte, bendición y maldición. ¡Elige la vida! Deuteronomio 30:19.
Vemos que hay en cada situación algo positivo y algo negativo. ¡Elige ver lo positivo! El poder del
pensamiento positivo para traer el bien y el negativo para lo contrario, fue documentado una y otra vez.
No hay razón para utilizar esta potente herramienta para mejorar la calidad de nuestra vida en general, y
nuestro bienestar mental en particular.

Por su propia naturaleza, la mente tendera a llenarse de pensamientos negativos, que provienen de su
subconsciente no rectificado. Por lo tanto es necesario ocupar concientemente la mente con pensamientos
completamente positivos. La fuente mas segura y potente de tales pensamientos y actitudes es la Torá
misma, como esta escrito en Salmos 19:9 "Los preceptos de Di-s son eternos, regocijando el corazón".

La imagen utilizada en la Torá para describir esta técnica, es tomada de la historia de Iosef y sus
hermanos. Cuando Iosef delato a sus hermanos, ellos lo arrojaron a un pozo, mientras debatian como
deshacerse de él. La Torá describe a este pozo como "vacio, no había agua en él". (Génesis 37:23). La
Torá oral explica la aparente redundancia en esta descripción: por cierto que no había agua en él, pero
estaba lleno de víboras y serpientes. Sin embargo, Di-s no permitió que las serpientes atacaran a Iosef, a
causa de su rectitud.

El agua es entendida frecuentemente en el léxico alegórico de la Torá, como símbolo del flujo vitalizante
y refrescante de la propia sabiduría de la Torá. El pozo, en esta alegoría representa la mente humana, que
es idealizada como el recipiente para contener el agua de la Torá; las víboras y serpientes representan los
pensamientos negativos y destructivos, que predominan en ausencia de los pensamientos positivos y
orientados por la Torá. Iosef simboliza la habilidad de la mente de transformar sus malos pensamientos en
positivos. Su entrada al pozo, neutraliza el poder de las fuerzas negativas que lo llenan.

200
Todos tienen su Iosef interior, la habilidad profunda de alterar la perspectiva de sus problemas, y verlos
bajo una luz optimista. Si una persona es capaz de sacar de adentro esta habilidad y utilizarla, mucho
mejor. Si no, deberá requerir esa inspiración que reoriente su perspectiva, de aquellos que si la tienen.

Articular la Ansiedad

La fase final de la terapia es la articulación o verbalización de la ansiedad, según es insinuada por el tercer
significado del verbo en el versículo de Proverbios: "Si hay ansiedad en el corazón de un hombre, dejenlo
que la suprima, y la transforme en alegría con una buena palabra". La Torá identifica el poder del habla
como la quintaesencial expresión humana del hombre. Aun cuando su habilidad de pensar es superior a la
de las otras formas de vida, lo que define al hombre es la excepcional habilidad de expresarle verbalmente
a otro ser humano sus pensamientos y sentimientos. Esto es asi porque el habla, mas que el pensamiento,
tiene el poder de revelar las profundidades ocultas del alma. Todos experimentamos como el exteriorizar
verbalmente, incluso para nosotros mismos, nos ayuda a ordenar y cristalizar nuestros pensamientos. En
muchos casos, articularlos nos permite descubrir profundos puntos de vista y nuevas percepciones sobre
el tema que tenemos entre manos. Cuando la persona desnuda sus intereses y ansiedades a un amigo o
mentor sensitivo e interesado, este puede ayudarlo a resolver su problema. La dialéctica del dialogo es el
instrumento con el que juntos llegan a la resolución del conflicto, como dice la Torá: "Di-s ilumina los
ojos de ambos", Proverbios 29:13. También es esto lo que significa la segunda parte del versículo: "… y
la transforme en alegría con una buena palabra".

La verbalización y el dialogo con el amigo o mentor, contribuye al proceso curativo de tres maneras.

La primera contribución que hace el amigo/mentor a la solución de la situación es su "objetividad". El


simple hecho de que no sufre el mismo problema que su confidente, le permite verlo desde un punto de
vista diferente y mas ventajoso. Incluso, a veces el confidente no necesita siquiera expresar esta
perspectiva, su simple presencia basta para que la persona la perciba y la articule por si misma. Si el
problema no es demasiado complejo, esta perspectiva objetiva puede ser todo lo que se necesita para
calmarlo y para que enfrente su problema en forma exitosa, tanto con o sin el consejo del confidente. En
esta fase el confidente permanece en su propio mundo, y es imperativo que asi lo haga, para que pueda
aportar ese punto de vista ventajoso desde el que su confiado pueda ver su ansiedad objetivamente.

En aquellos casos en que esto no es suficiente, la siguiente contribución que el amigo/mentor puede hacer,
es mostrar al que deposita su confianza que a pesar de la gravedad de la situación, aun queda en lo
profundo de el un rincón que aun no ha sido afectado. Tan pronto como se le recuerda al sufriente la
presencia de este intachable punto de plenitud y optimismo que hay dentro suyo, puede utilizarlo para
reestructurar toda la situación de una manera mas positiva. Antes de apercibirse de esto la persona se
consideraba a si misma problemática, como agobiada por un complejo o un desorden psicologico. Ahora
puede comenzar a identificarse gradualmente con este punto interior saludable dentro de el, y entonces
rehabilitarse a si mismo con esta imagen.

En esta etapa el confidente ya entra en el mundo del otro. Ve el problema desde la perspectiva de su
amigo, y reconoce la existencia y seriedad del motivo de su ansiedad. Al suprimir e ignorar el problema
se reduce su enormidad, pero no obstante aun permanece allí y se debe encontrar un camino para tratarlo.

La contribución decisiva que el amigo/mentor le ofrece al que padece, es posibilitarle ver la ansiedad
misma en una luz positiva. Esto se hace posible considerando el elemento de la Providencia Divina. En el
judaísmo es axiomático que Di-s supervisa y guía los acontecimientos de la creación. El fundador del
jasidismo, rabi Israel Baal Shem Tov, llego a afirmar que la Divina Providencia se extiende incluso hasta
una hoja que cae en el bosque, y determina exactamente cuando y en que dirección caerá. Hoy podríamos
decir que Di-s dirige todo, desde la mas pequeña partícula subatomica hasta la mas grande fuerza
existente. Aqui uno debe también eludir caer en la trampa del fatalismo. La Providencia Divina es solo
una cara de la moneda, la otra es el libre albedrío. El hombre es un agente libre y por eso debe asumir
plena responsabilidad por sus acciones. Los teologos advirtieron a través de los años la exclusión
reciproca entre la Providencia Divina y la libre elección, tratando de resolverla. Pero la solución definitiva

201
es que no hay solución, ellas constituyen una paradoja teológica. De todas maneras la forma en que
superamos esta paradoja es clara: invocamos la Divina Providencia para explicar el pasado y el libre
albedrío para encarar el futuro. Di-s aparta, como si fuera, Su supervisión al considerar la elección que
hace el hombre, pero después que la hizo se vuelve retroactivamente revelado que era una parte
predestinada del gran plan Divino.

De esta manera, todo lo que le sucede a una persona es directamente atribuible a la Providencia de Di-s, y
como El es por definición bueno y misericordioso resulta que incluso si una persona se encuentra en un
estado psicologico depresivo, esto también debe ser en aras de su máximo bienestar. Ya sea que el tenga
la fortuna de percibirlo alguna vez o no, esta nube gris, como todas las demás, contiene el bien en su
interior.

Mas todavía, el jasidismo nos enseña que el bien oculto en una situación aparentemente mala, es en
realidad de un nivel superior que el bien que es reconocido inmediatamente como tal. La razón por la que
Di-s elige a veces ser bueno con nosotros a través de caminos que parecen desagradables, es que el bien
que desea otorgarnos en estos casos es tan grande e intenso, que no podemos recibirlo o asimilarlo bajo
circunstancias normales. Como aquellos objetos preciosos que deben ser envueltos para su protección con
un material rústico, las formas mas elevadas del bien deben ser ocultadas dentro de su opuesto aparente.

Asi en vez de sentir que Di-s lo esta ignorando o abandonando, la persona que sufre de ansiedad debe
aprender a considerarlo como un regalo personal de Di-s, con el que expresa Su consideración especial.
Esto por cierto es un examen de fe, y el cometido del amigo/mentor en esta etapa, es el de apuntalar y
profundizar su fe en Di-s, Su inagotable bondad, y Su Providencia en todas las facetas de la vida. Cuando
se llega al éxito, al que estaba afligido se le revelara una honda y mas profunda dimensión de su
personalidad, que no hubiera tenido y ni hubiera sido posible de otra manera. Más aún, habrá renovado,
refrescado e incluso profundizado su conexión con Di-s, pero sin expresarla o limitarla con los parámetros
del bien y el mal como son percibidos por nosotros.

Una vez que el que sufre la ansiedad puede ver con cierta objetividad su problema, que se ha identificado
con su esencia interior de bondad más que con su fobia o preocupación, y ha profundizado su fe hasta el
punto en que puede experimentar su ansiedad como un regalo amoroso de Di-s, no tiene que sentirse
inhibido frente a su confidente de exponer cualquier mal que tenga. Puede ahora revelar todos sus malos
pensamientos que lo acosan dia y noche, y se inmiscuyen en su plegaria, su estudio y su trabajo. Ya no
hay cabida para la vacilación en afrontar los aspectos oscuros de su subconciente, desde el momento que
el trabajo de base se impuso para enfocar esos aspectos en forma constructiva.

El simple hecho de admitir estos profundos miedos y ansiedades, debilitan su poder de doblegar a la
persona en el futuro. Al no tener miedo de discutirlos abiertamente se destruye su imagen de dragones
omnipotentes e invencibles que nadan en las corrientes oscuras de la mente subconciente.

Rabino Itzjak Ginsburg

SOBRE EL MIEDO Y LA ANSIEDAD

A qué le tenemos miedo?

Los Enemigos de Adentro

Confio, y no temeré, pues Di-s es mi fuerza y mi canto, Él ha sido una ayuda para mí
-Isaías, 12:1

Piensa bien y saldrá bien.


-El Rebe

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¿A qué le tenemos tanto Miedo?

Tememos muchas cosas. Tememos a la enfermedad y la muerte. Tememos perder el trabajo y caer en la
pobreza. Tememos el cambio: una profesión nueva, una casa nueva, un matrimonio nuevo. Podemos
temer estar solos, o podemos temer a otras personas. Y después está el miedo de no ser aceptado por los
otros, por nuestras familias y amigos, nuestros colegas y vecinos, por la sociedad en general.

El miedo, la ansiedad y la depresión son los factores subyacentes que impulsan gran parte de la conducta
humana hoy, y aun así están entre las fuerzas peor comprendidas en las vidas de la gente. En su forma
más aguda, nos paralizan. ¿Cómo podemos vérnoslas con estas fuerzas? ¿Por qué les tememos, y qué es
lo que tememos?

No son preguntas fáciles de contestar, pues el miedo es una fuerza tremenda y complicada. Es silencioso
y a la vez devastador, conduciendo a la ansiedad y, más allá, a la depresión. Cuando estamos consumidos
por el miedo, nuestro juicio se distorsiona; nos congelamos en la duda, incapaces de tomar la más simple
decisión.

Hay un miedo natural y saludable a lo desconocido que suele protegernos del peligro. Pero la causa de
este miedo es visible, y sirve a un fin valioso. El miedo más común, y más formidable, es el que no nos
permite identificarlo; oculto en las sombras, prospera con nuestra ignorancia. Pensemos en un niño que le
teme a la oscuridad. No hay razón válida detrás de tal miedo, y sin embargo no hay palabras con las que
disiparlo. Lo único que puede hacerse es asegurarle que estamos ahí para protegerlo. Podemos tomar al
niño por la mano y encender la luz, y mostrarle que no hay nada que temer.

Lo mismo pasa con los adultos. Suele no haber base cierta para nuestros miedos, y aun cuando la hay,
podemos exagerar su poder al punto de quedar inermes en sus garras. El miedo nace de la duda y la
confusión. ¿Debo aceptar este empleo, o no? ¿Podré solucionar este problema o no? ¿Qué pensarán mi
familia y mis amigos si hago este cambio en mi vida?
Esa confusión es anatema para un ser humano; la tensión emocional puede ser debilitante.

La claridad es una de nuestras mayores bendiciones. Cuando resolvemos dudas, sentimos como si nos
hubieran sacado de encima un gran peso del corazón. Aun si pensamos que podemos haber cometido un
error en la decisión, al menos podemos ver con claridad lo que hay adelante, y obtenemos la fuerza y la
confianza para seguir el camino. Una persona que no tiene un objetivo claro en la vida sigue confundida.
Y la confusión genera más confusión; una vez que nos enmarañarnos en la red del miedo y la ansiedad,
sólo nos enredamos más en la confusión y el desaliento.

Si queremos vivir una vida significativa y productiva, debemos tener libre el corazón, de las fuerzas
opresivas de la ansiedad y la tristeza. La desesperación embota el corazón y debilita el espíritu. Baja la
resistencia a los verdaderos desafíos que han de surgir. Seguramente encontramos suficientes obstáculos
durante una vida sin la necesidad de crear nuestros propios obstáculos interiores.

La clave es desanudar pacientemente estas dudas que nos atan. El miedo que prospera en la oscuridad de
la confusión se disipa a la luz de la claridad. Debemos introducir claridad en nuestras vidas reconociendo
su propósito y dirigiendo todas nuestras energías hacia él.

¿De dónde viene nuestro Miedo?

El miedo tiene muchos padres. Quizás abusaron de nuestra confianza cuando éramos niños. Quizás el
trauma dejó una impresión indeleble. Quizá simplemente nunca se nos enseñó un objetivo y una dirección
en la vida; y el miedo puede echar raíces cuando creemos que la vida es una existencia que se desarrolla
al azar.

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La mayor parte de la ansiedad humana surge del miedo a la aniquilación: uno teme perder el mundo que
lo rodea, el mundo al que uno se ha acostumbrado. Pensemos en un niño que sólo tiene un juguete:
sáquenselo, y el niño seguramente llorará. De modo similar, cuando la gente percibe el mundo material
como el único mundo que existe, puede temer perderlo, porque es todo lo que conoce.

Veamos qué limitada es esta actitud. Por su naturaleza, el materialismo es fugitivo. La comida que
comimos ayer, hoy ya se fue. El dinero que ganamos hoy, será gastado mañana. El status y el poder que
tanto trabajamos por conseguir, puede desaparecer en un momento. Cuando nuestra vida se construye
sobre cimientos tan pasajeros, ¿cómo podríamos sentirnos seguros?

Hacer del mundo material la prioridad es la causa última del miedo y la ansiedad. Aun cuando uno
descarta los muchos miedos de la infancia, desarrolla una serie enteramente nueva de miedos. En lugar de
asustarse de la oscuridad, uno se asusta de no ganar dinero suficiente. O de perder el empleo. O de no
tener bastante éxito.

Cuando permitimos que nuestra vida sea definida por el dinero, por el trabajo, por la sociedad, nos invade
un intenso temor de no ser aceptados por los otros. De ahí el dictado cardinal: "No te avergüences ante los
que ridiculizan" (Apertura del Código de Ley judía).

Aun así, anhelamos conformarnos. Tememos quedar aparte, y nos preocupamos incesantemente por el
modo en que nos perciben los otros. Tememos que la gente se burle de nosotros o no respete nuestras
elecciones.

Piensen por un momento en lo vacío que es el miedo. Los seres humanos son cambiantes por naturaleza.
Sus humores cambian, sus opiniones cambian, sus valores cambian. Por lo cual, cuando nos preocupamos
por ser aceptados por otros, estamos poniendo nuestra felicidad y seguridad en manos de personas
impredecibles: un jefe malhumorado, un cliente difícil. Todo el tiempo estamos invirtiendo grandes
cantidades de energía en complacer primero a una persona y después a otra. Estamos tratando de ser una
persona a la mañana, otra durante el día, y otra más a la noche. No puede asombrarnos que a nuestra vida
la mueva la ansiedad; no puede asombrarnos que no tengamos paz de espíritu.

No debemos negociar nuestras normas y valores por miedo a cómo nos percibirán. Este es uno de los
desafíos más difíciles en la vida, pues todos queremos ser amados y aceptados. ¿Pero aceptados por
quién? ¿Por gente cuyas propias normas siempre están cambiando? ¿Por gente que a su vez se preocupa
por ser aceptada por otros más?

La única persona en el mundo por la que necesitamos ser aceptados es nosotros mismos. Esto lo logramos
integrando a Di-s en nuestra vida, lo que significa dedicarnos al objetivo para el que fuimos creados.
Siguiendo las leyes divinas de la moralidad, introducimos la santidad y la serenidad en nuestra vida; y
también un sentido de orden. Sólo entonces descubriremos la claridad con la que demoler el miedo. Sólo
entonces dejaremos de retroceder frente a lo desconocido e inesperado. Di-s nos ha dado a todos las
capacidades y recursos para superar los desafíos de la vida. Cuando ponemos una fe absoluta en Di-s y
reconocemos el verdadero propósito de nuestra vida, aun nuestros más graves temores, de enfermedad y
pobreza o muerte, empezarán a disiparse a la brillante luz de la claridad.

Adaptado por Simon Jacobson

Cómo combatir el miedo

...continuación de Los Enemigos de Adentro

Conectarse con Di-s es el único modo de librarse verdaderamente del miedo. Al reconocer que somos
parte integral del plan de Di-s, que nuestra existencia tiene importancia y nuestra participación es vital,
podemos librarnos de las dudas que alimentan nuestros miedos.

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En tanto pongamos el más alto valor en el mundo material, seguiremos presa del miedo y la ansiedad.
Seguiremos siendo víctimas de las circunstancias, sometiéndonos a la naturaleza cambiante del
materialismo.

No tenemos nada que temer salvo Di-s, porque nada es tan real como Di-s. Como dicen los sabios, "Teme
a Di-s tanto como temes al hombre" (Talmud, Berajot, 28b). El "temor a Di-s" no es en realidad temor,
sino una reverencia y respeto por una presencia más alta en nuestra vida; y un reconocimiento de que Di-s
nos elige para cumplir un papel específico en el refinamiento de este mundo. Cuando nos sentimos
desalentados o temerosos, contemplemos este punto; cuando temamos no poder manejar un determinado
desafío o un problema, pensemos en lo que Di-s quiere de nosotros.

Cuando tenemos un solo Di-s y dos mundos, el material y el espiritual, no hay nada que temer.
El problema que parecía tan enorme un momento atrás empieza a parecer eminentemente manejable.
Cuando comprendemos que el dinero, el status, y la aceptación no deberían ser las fuerzas primarias que
mueven nuestra vida, nuestra confusión empieza a disiparse. Obtenemos confianza del conocimiento de
que estamos trabajando lacia un objetivo más alto, y que Di-s no nos pediría que lo hiciéramos si no
fuéramos capaces de hacerlo (Midrash Rabá, Bamidbar 12:3).

No habrá espacio en nuestra vida para la desesperación y la ansiedad, sólo para el júbilo y la celebración
del hecho de que estamos plenamente vivos.

Esa confianza se derrama sobre toda nuestra vida. Y cuando hemos aprendido a concentrarnos en las
cuestiones reales de la vida, ya no tenemos que preocuparnos por estar a la altura de las normas de
quienes nos rodean. Las normas de Di-s son más altas que las del hombre, pero son en realidad más
fáciles de cumplir. Mientras que los valores del hombre son efímeros y están en un cambio constante, los
valores espirituales son eternos. Cuando nos conectamos con ellos, las cuestiones triviales de la vida ya
no nos asustan, así como a un adulto ya no lo asusta la oscuridad. El miedo y la ansiedad dejan de ser
fuerzas de distracción o invalidez, y se vuelven desafíos que deben superarse para llevar una vida plena de
sentido. La mitad del triunfo en cualquier batalla es comprender al enemigo, y una vez que
comprendemos la raíz de nuestros miedos estamos bien avanzados en el camino a dominarlos.

Esto no quiere decir que nos libraremos de todo miedo y ansiedad. Son una parte de la vida. Pero deben
ser vistos como una señal de que algo está fuera de lugar en nuestra vida, que algo nos está impidiendo
realizar nuestros objetivos. Así que cuando nos hagamos conscientes del miedo o la ansiedad, no cedamos
a la depresión; en lugar de eso, ataquemos y mejoremos la situación.

La depresión no es un pecado, pero lo que hace la depresión ningún pecado puede hacerlo. Hay dos tipos
de depresión: una constructiva, y una destructivo. La primera es la desesperación de la humildad, de una
persona que no sólo reconoce sus defectos sino que se toma el trabajo de hacer algo con ellos. Es la
desesperación de una persona que sufre por sus fallas y las oportunidades perdidas, pero que se niega a
hacerse indiferente a sus problemas y a los del mundo. La segunda desesperación es la de una persona que
se ha abandonado a sí misma y a su prójimo, que ha permitido que su melancolía le robe la esperanza. La
primera desesperación es un trampolín para la mejora personal; la segunda es un pozo sin fondo.

¿Cómo distinguir entre ambas? La primera persona llora, los ojos de la segunda están secos y sin
expresión. La mente y el corazón de la primera están en tumulto, la mente y el corazón de la segunda
están silenciosos con la apatía y pesados como el plomo. ¿Y qué sucede cuando uno y otro salen de este
humor desesperado? El primero pasa a la acción, dando los primeros pasos vacilantes por escapar de la
depresión. El segundo sigue paralizado, pues su camino sigue siendo difícil.

Para derrotar a la depresión, debemos introducir una perspectiva nueva en nuestro pensamiento. Debemos
empezar a reemplazar los pensamientos perturbadores y destructivos por otros constructivos y positivos.
Pensemos bien y las cosas saldrán bien. Esto no es un optimismo tonto; es reconocer la bondad aun dentro
de una situación aparentemente mala, reconocer que combatir el miedo significa superar un desafío.

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Liberémonos de la confusión en nuestra vida. Debemos desatar los nudos que nos atan, pero debemos
recordar también que sólo podemos desatar un nudo a la vez. No nos desalentemos ante el trabajo; aun la
montaña más alta debe treparse paso a paso. Así como la confusión engendra confusión, la claridad
engendra claridad, por lo que dar un paso en la dirección positiva significa ganar impulso para recorrer
toda la distancia que sea necesaria.

Escriban y examinen las cinco prioridades más altas en sus vidas. ¿Son objetivos efímeros, o eternos? ¿El
dinero y la posición son más importantes que su familia y que ayudar a otros? Si es así, entonces es
comprensible que tengan un gran miedo en su vida. Ustedes saben muy bien que siempre pueden fallar en
esos objetivos.

Podemos distraernos de nuestro ciclo material poniendo la vista en lo positivo: en nuestros logros, en
nuestras capacidades, en la gente que queremos. Mejor aun, compartamos nuestra ansiedad (Talmud,
Iomá 75a.) con amigos o miembros de la familia que nos darán apoyo, una mirada nueva y sugerencias
positivas. Participemos de proyectos que sean profundamente gratificantes. Muy pronto, nuestra vida
estará tan llena de actividad significativa que no habrá tiempo para el miedo y la ansiedad.

Por último, introduzcamos a Di-s en nuestra vida. Comprendamos que estarnos aquí con un objetivo que
es más grande que todas las más grandes experiencias en la vida. Cuanto más alto pongamos nuestros
valores, menos temor tendremos a las ansiedades mundanas que pueden dominar la vida cotidiana.
Reconozcamos que Di-s dentro de nosotros protege nuestra alma; aun alguien que ha sido golpeado y
maltratado por la vida tiene un alma pura. Debemos recordar que no hay nada que temer en esta tierra,
pues Di-s siempre está con nosotros, y siguiendo Sus instrucciones abrimos los canales para Sus
bendiciones.

No importa lo abrumadores que puedan parecer nuestros miedos, démosle al alma tiempo a hablarnos. En
un primer momento, el miedo puede impedirnos oír al alma. Pero seamos pacientes, seamos persistentes.
Hay una sola condición: que enfrentemos a nuestros miedos con verdad y sinceridad, pues el miedo y la
ansiedad no responden a frases huecas.

Imaginemos llegar en un lugar donde el dinero y el poder y la vanidad no tienen valor. Ese lugar es aquí y
ahora. No bien miramos al miedo a los ojos, empieza a derrumbarse. Usemos nuestro intelecto para
dominar nuestras emociones, y usemos nuestro espíritu para vencer nuestro miedo. Sobre todo, dejemos
que la alegría y el entusiasmo, y Di-s, entren en nuestra vida, y que la luz brillante de nuestra alma brille
en cada rincón oscuro donde puede florecer el miedo.

Adaptado por Simon Jacobson

SOBRE LA PREOCUPACIÓN

Primera entrega

La preocupación destruye la felicidad en tu vida.

1. La preocupación destruirá tu propia vida (Keser Jojmah 12 :16). Una vida plagada de preocupaciones
provocara una desgraciada existencia. Sin tener en cuenta la magnitud de la buena fortuna que hayas
tenido en tu vida, esta pasara al olvido. Si llenas tu mente con pensamientos preocupantes, odiarías a
alguien que tratara de destruir tu vida, pero si persistes en preocuparte constantemente serás tu mismo
quien estará destruyendo su propia vida. Tu primordial prioridad es la de cambiar tu forma de pensar, lo
cual habrá de beneficiarte en muchos aspectos.

2. La verdadera libertad es la libertad de la mente. Solo una persona cuya mente este libre de
preocupaciones, podrá considerarse auténticamente libre (Jojmah Umussar, Vol. 2, pag. 99). Se han
sostenido muchas guerras para ganar la libertad. La gente se ha sometido voluntariamente a muchas

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penurias a fin de obtener la libertad. Tendría sentido entonces que realices un esfuerzo para liberar tu
mente de innecesarias preocupaciones.

3. Aquel que se preocupa acerca del futuro jamas hallara la plena satisfacción. Cuando el futuro se
convierta en presente, se preocupara entonces de un futuro posterior (Madraigas Haadam : darkai
habitojen).

Preocuparse constituye una perdida de tiempo y energía.

4. El Talmud (Sanhedrin 100b) expresa lo siguiente : "No te preocupes acerca de lo que posiblemente
pudiera marchar mal en el día de mañana. Nadie puede saber jamas lo que habrá de ocurrirle. Quizás
mañana ya no estés en este mundo y no tendrás que preocuparte por un mundo que no es el tuyo".

5. Cuando una persona se preocupa acerca de la satisfacción de sus futuras necesidades materiales, esta
suponiendo que todavía estará con vida en ese momento futuro. Quien le ha extendido una garantía que le
asegure que continuara con vida durante un periodo determinado de tiempo ? De la misma manera como
presumes que sobrevivirás, podrías igualmente suponer que te será posible satisfacer tus necesidades
básicas. Supónte que vieras a una persona con aspecto preocupado y le preguntaras : "Mi querido amigo,
por que estas tan lleno de ansiedad ?" Como reaccionarias si el te respondiera : "Las cosas me van muy
bien en este momento, pero estoy preocupándome porque dentro de diez años podría faltarme algo ? Sin
duda alguna, considerarías ridículo preocuparte por algo que sucederá en un futuro lejano. La verdad es
que así como resulta inútil inquietarse por lo que ocurrirá dentro de diez años, tampoco será provechoso
hacerlo por lo que sucederá en el termino de tan solo un día a partir de ahora (como opuesto a lo
planificado), solo el momento presente esta ante ti, tu tarea será utilizarlo correctamente (Jayai Hamussar,
Vol. 1, pags. 68-69).

6. Aquel que se de cuenta de lo efímero que resulta su permanencia sobre la tierra, no perderá su precioso
tiempo preocupándose (Shaarey Kdushah 2 :1). Cuando te inquietes pregúntate lo siguiente, "Valdrá la
pena emplear el corto tiempo del que dispongo sobre la tierra para pensar de una manera tan negativa ?".

La preocupación impide pensar con claridad.

7. Cuando una persona tiene un problema importante la preocupación le impide pensar en las formas
practicas para resolverlo. Cuanto mayor sea tu calma, podrás razonar de la mejor manera para escoger el
curso de acción mas sensato (Iosef Ometz).

8. En lugar de preocuparte de como podrás hacer bien una tarea, invierte tu tiempo en prepararla y
practicarla adecuadamente. Concentra tu atención en la manera de superarte. Toma por ejemplo la
enseñanza : la proporción del éxito y satisfacciones que experimentes al enseñar, dependerá de tu mayor
grado de dedicación y de la preparación esmerada de cada clase que dictes. Si demuestras entusiasmo por
la materia y deseas fervientemente transferir tu motivación a los educandos serás con toda seguridad un
buen docente. Tu preocupación acerca de la forma en que cumples tu función, solo te tornara ansioso e
ineficaz. Trabajar sobre las habilidades especificas que te ayudaran a mejorarte, te liberara de inquietudes
y así podrás lograr un mayor rendimiento, como un educador eficiente.

Preocuparse es un habito que puedes superar.

9. Muchas personas que habitualmente se inclinan por la preocupación, creen que la misma forma parte
de su naturaleza y en consecuencia les es imposible librarse de ella, pero se trata solamente de un habito.
Algunas personas comenzaron a incorporar esta costumbre a una muy temprana edad, de tal modo que les
parece que constituye su idiosincrasia. Sin embargo, tal persona puede llegar a aprender a llevar una vida
libre de preocupaciones. Si la consideras como un mal habito que has contraído y tratas de pensar con
mayor sensatez al respecto, podrás vencer esta tendencia negativa.

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Aclara en que consiste realmente tu problema.

10. En algún momento una persona llega a usar sus preocupaciones a modo de excusa por no alcanzar sus
logros. Justifica su inactividad sosteniendo que esta ocasionada por su temor ante un posible peligro. De
manera ostensible alegara que no esta haciendo lo que debiera porque le resulta riesgoso hacerlo. La
verdadera razón de su falta de accionar es sin embargo su inercia frente a los hechos. No es el temor el
que lo induce a diferir su acción, sino en cambio es su tendencia a postergar la que le infunde ese temor
(Ver Mesilas Yeshorim, Cap. 9).

Zelig Pliskin

Segunda entrega

...continuación de Primera Entrega

Lo que te preocupa resulta ser con frecuencia mejor de lo que imaginabas.

11. Cuando un astrónomo predijo erróneamente que un cometa chocaría con la tierra y ocasionaría
muchos daños, el Rabi de Tzortkov comento lo siguiente : "El debería haberse dado cuenta de que una
mente humana jamas puede predecir con certeza cual habrá de ser la voluntad del Todopoderoso en lo que
respecta al Universo".

12. Si no puedes obtener el dinero que necesitas de la manera que esperabas originalmente, el
Todopoderoso tiene otras formas y medios por los cuales podrás adquirirlo (Jovos Halvovos 4 :4). El Rabi
Najman de Breslov relato lo siguiente : Había una vez un hombre que ganaba su sustento excavando
arcilla. Un día mientras efectuaba su trabajo, sucedió que por casualidad encontró un diamante.
Sabiendo que el único lugar donde podía encontrar un mercado adecuado para vender esta piedra preciosa
era la ciudad de Londres, decidió viajar allí. No contaba con dinero y sin embargo, al subir a bordo de un
buque le mostró el diamante al capitán asegurándole que habría de recompensarlo generosamente cuando
llegaran a su destino.
El capitán quedo impresionado por la actitud de esa persona y le asigno el mejor camarote de primera
clase. El hombre tenia el habito de colocar sobre la mesa la piedra preciosa mientras comía, debido a que
con solo mirarla conservaba su buen humor. Un día luego de una comida particularmente sofisticada, el
hombre se durmió dejando el diamante sobre la mesa. Luego el camarero al proceder a la limpieza,
sacudió el mantel arrojando al mar todo lo que quedaba del mismo -incluido el diamante.
Al despertarse, el hombre se dio cuenta inmediatamente de lo que había sucedido. Si se lo decía al capitán
perdería instantáneamente su importante posición no pudiendo prever de que manera reaccionaria, por
cuyo motivo continuo comportándose como si nada hubiera sucedido, manteniendo un espíritu pleno de
optimismo.
Mientras tanto, al capitán se le había presentado un problema : traía a bordo una carga de trigo que le
pertenecía con destino a Inglaterra, pero se entero que tendría serias dificultades legales si efectuaba la
operación a su nombre. Teniéndole confianza al hombre, el capitán le pidió que firme un Conocimiento
de Embarque como si el fuera el propietario de toda la partida de trigo, a lo cual este ultimo dio su
consentimiento.
El Barco continuo su viaje y poco después de llegar a Inglaterra el capitán falleció repentinamente y el
joven quedo de esta manera como el único dueño de todo el trigo que estaba consignado a su nombre. Fue
así que se había convertido en un hombre rico, como consecuencia de su optimismo.
El Rabi Najman concluyo esta historia diciendo : "El diamante no le pertenecía a ese hombre, la prueba
esta que no pudo conservarlo, pero en cambio el trigo estaba destinado a ser suyo, como lo prueba el
hecho que finalmente paso a ser de su propiedad. Tuvo buena suerte porque no se dejo abatir por el
infortunio". (Rabi Arieh Kaplan, Introducción a : "Devuélveme el alma").

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13. No te preocupes por los posibles infortunios que puedan sucederte, ya que en definitiva todo lo que
hace el Todopoderoso es para nuestro bien (Jojma Umussar, Vol. 2, pag. 24).

Preocupaciones por asuntos financieros.

14. Las personas que se inquietan por la forma en que ganaran su sustento, están preocupándose por lo
que habrá de suceder en el futuro.
Les agradaría saber con exactitud y anticipadamente como habrán de satisfacer sus futuras necesidades.
La posición que adopta la Torah sobre este tema es la de agradecer cada día, por lo que tenemos a diario
(ver Dvorim 18 :73). (Ohr Yejezkel : mijtavim, pags. 145-146).

La aceptación anticipada de las cosas te evitara preocupaciones.

15. La raíz de muchas preocupaciones radica en el hecho de que la gente con la que te relacionas, pudiera
no dispensarte el respeto y la aprobación que esperas de ellos. En tanto que las características de cada
persona difieren en cuanto a su comportamiento hacia ti, el factor fundamental es el temor al rechazo por
parte de ellos (pueden pensar que no seas inteligente, que carezcas de otras virtudes o habilidades).
El dolor que te hace padecer tu preocupación por esta situación, es mayor que el que genera el rechazo en
si mismo.
Trata de aceptar lo peor que pudiera ocurrir. Imagínate que cada persona que contactes tenga un pobre
concepto de tu persona, y que deberás aceptar. Una vez que hayas asimilado emocionalmente esta
realidad aunque no estuvieras de acuerdo con ella, no deberás conflictuarte por el rechazo que sufras.

El interés acerca del crecimiento espiritual te liberara de las preocupaciones materiales.

16. Un hombre sabio dijo : "Todopoderoso, mi preocupación por no lograr servirte a Ti adecuadamente,
me releva de todas las otras preocupaciones posibles" (Sefer Hamidos Lehameiri, pag. 120).

17. Toda persona hallara motivos por los cuales preocuparse. Será afortunado aquel que se interese por
otras personas, porque de esta manera se liberara de las preocupaciones personales (Rabi Elyahu Meir
Bloj : Shiurai Daas, pag. 116). Preocuparse de una manera altruista por el bienestar de los demás podrá
causarte algún dolor, pero a diferencia de las preocupaciones personales no destruirá la cualidad esencial
de tu existencia.

18. La enfermedad que mas prevalece en nuestra generación es la excesiva ansiedad. Este tema ha sido
tratado extensamente por filósofos y psicólogos en los tiempos modernos. La ansiedad florece donde hay
una falta de emunah. La emunah hace decrecer la ansiedad : "El Todopoderoso es mi fuente de salvación,
confiare y no tendré temor" (Isaias 12 :2).

La confianza en el Todopoderoso genera serenidad.

19. El Rabi Bunim de Parshisjo frecuentemente le refería a sus seguidores lo siguiente : Cuando tu
corazón este acongojado y lleno de ansiedad podrás aliviarlo elevando una plegaria entusiasta al
Todopoderoso" (Maasiyos Noraim, pag. 27).

Zelig Pliskin

REFINAMIENTO INTERIOR

Sobre la depresion

Cuál es el origen de la fortaleza interior de Abraham? Como influencia realmente en la personalidad


colectiva de sus descendientes, el pueblo judío?

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La fortaleza interior de Abraham opera a través de la fe (emuná). En cabala, la fe es definida de forma
diferente que como se usa popularmente. La fe es el estado más profundo de comunicación, una
percepción supraracional y al mismo tiempo potencialmente experimental, arraigada más allá de los
límites de una explicación lógica. Su veracidad es vivenciada con más fuerza y certeza que el
conocimiento del mundo físico, a pesar de que no es verificable con los sentidos físicos externos, ni los
instrumentos de la ciencia pueden detectar sus esferas más trascendentes. Por el merito de Abraham y
Sara, cada alma judía tiene como mínimo un nexo subconsciente con la absoluta unicidad de Di-s, una
memoria, por así decirlo, de haber experimentado esta realidad. Esta fe profundamente arraigada en Di-s
se manifiesta como una fuerza e integridad interior. El pueblo judío persiste atravesando pruebas
aparentemente insuperables, tanto de fuego (pogroms) como de hielo (asimilación), por tener una fe sabia
e innata en Di-s como su Amo, Creador y Protector.
Aun así queda la pregunta de por que tiene que haber pruebas, tribulaciones, dolor, agobio y sufrimiento?
Por que Di-s creo un mundo en el cual es necesaria la adversidad?

El Tania, basándose en el libro de Deuteronomio, explica que las adversidades del mundo físico muestran
a Di-s lo que hay en el corazón humano. Pero que significa esto? Acaso Di-s no lo sabe ya? De hecho,
uno de los trece principios de fe establece "Yo creo con fe perfecta que Di-s conoce todos los actos y
pensamientos humanos". Y los Salmos confirman este punto: "El [Di-s] ha moldeado cada corazón. El
entiende lo que hace cada uno".

Entonces, la explicación debe ser que, a través de las pruebas y tribulaciones nos educamos a nosotros
mismos. Forzados a recurrir a los más profundos reservorios de fortaleza, aprendemos de que estamos
hechos. Especialmente en los tiempos de desafíos nos percatamos de la magnitud de nuestro amor y
confianza en Di-s. Una prueba de fe revela dos cosas, la profundidad que tenía previamente nuestro amor
innato a Di-s y las limitaciones de nuestro nivel actual de confianza. (Esta misma dinámica se aprecia
también en las relaciones matrimoniales, donde un estado ocasional de adversidad provoca a menudo una
profunda afirmación del amor, como así también la iluminación de aquellas áreas débiles que necesitan
ser trabajadas).

Es útil también recordar que Di-s pone pruebas solo de acuerdo con nuestra capacidad de sobrellevarlas y
superarlas. Los sabios ven una parábola para esto en el procesamiento del lino, donde las fibras de alta
calidad deben ser golpeadas vigorosamente para extraer su carácter excepcional, mientras que las de baja
calidad serian destruidas con un tratamiento tan brusco.

La palabra hebrea eitan significa "la fortaleza de ser", la característica internalizada por Abraham que
revela el secreto de su poder. Esta palabra está compuesta por las cuatro letras que se utilizan en hebreo
como prefijo para construir el tiempo gramatical futuro simple (alef, iud, tav y nun).

Esto funciona así:


Cuando aprendemos a perseverar frente a las pruebas y las tribulaciones y a usar esas experiencias como
un vehículo para profundizar nuestra relación con Di-s, le revelamos a Di-s y a nosotros mismos nuestro
punto de "fortaleza del ser", eitan. Esto es, hacemos real lo que ya existía previamente solo como
potencialidad. De esta manera crecemos hacia el futuro, como así también nos acercamos a la expresión
de nuestro ser perfecto y verdadero, que es el punto final verdadero de la travesía de nuestra alma. Esto es
llamado: revelar el futuro, porque en cabala el futuro (atid) significa "lo que esta preparado pero aun no
esta revelado", contrariamente a su definición mas común como algo que no tiene existencia en absoluto
en el presente. Esta es la rectificación requerida por la educación, descubrir que incluso nuestro futuro es
una realidad actual.

Zelig Pliskin

210
Paz
y
Armonía
211
212
Paz y Armonía
YISHUV HA-DAAT (MENTE AQUIETADA)

Pensar con Claridad


Si se quiere pensar con claridad, es necesario poder sentarse. Para encontrar la felicidad duradera, hay que
tomarse el tiempo para pensar. Es necesario sentarse y con calma, determinar con exactitud, la manera en
que uno quiere vivir. Se debe pensar respecto de quién es uno y qué es lo que quiere, y respecto de lo que
deberían ser sus objetivos. Luego hay que analizar lo que se está haciendo en la vida, y preguntarse si eso
nos está llevando hacia nuestras metas, o si, de hecho, nos aleja de ellas. Debemos desarrollar programas
de acción práctica en vista de lograr nuestros objetivos y ambiciones. Y pensar todo esto lleva tiempo. No
es algo que uno pueda hacer en una sola sesión. Para lograrlo de manera apropiada, se debe invertir en
sesiones regulares, privadas y sin interrupciones. Puede ser que ésta sea la cosa más importante que uno
pueda hacer, para realizarse en la vida y encontrar a HaShem.

"Es un obsequio" decía el Rebe Najmán, que uno pueda sentarse con calma, durante un tiempo cada día,
observar la vida de uno y trabajar sobre los sentimientos y pesares, etc. No todos logran este estado de
calma contemplación, durante un tiempo, diariamente: los días pasan y se van, y uno está demasiado
ocupado como para sentarse y aquietar la mente, aunque sea una sola vez en la vida.

"Debes hacer el esfuerzo y separar un momento especial dedicándolo a reflexionar cuidadosamente


respecto de todo lo que estás haciendo en la vida. Debes examinarte a tí mismo y examinar tu
comportamiento, y preguntarte si todo aquello que estás haciendo redunda a favor de tus mejores
intereses.

"Al no darse el tiempo necesario para clarificarse a si misma, la gente atraviesa la vida en forma
inconsciente. Incluso aquellos momentos en que puede lograr algo de claridad y comprensión, suelen ser
cortos y fugaces. Hasta la claridad y comprensión que uno posee no es lo suficientemente fuerte, y
penetrante. Y por esto la gente no comprende la locura del mundo material. Si se posee una fuerte y clara
comprensión, es posible llegar a entender cómo todo es locura y vanidad" (Rabbi Nachman"s Wisdom
#47).

Yishuv Ha-Daat

Para poder pensar con calma, uno debe ser capaz de sentarse en calma. Pero, inténtelo! Busque un lugar
privado, tenga un reloj a mano para controlar el tiempo, y siéntese en una silla, durante veinte minutos.
Fíjese lo que sucede.

¿Cómo le fué? ¿Pudo pensar? ¿Tenía una idea clara respecto de cómo quería pasar esos veinte minutos?
¿O se sentó allí, sin saber lo que se supone que debería estar haciendo? ¿Se sintió aburrido e inquieto?
¿Quiso levantarse y hacer algo? ¿Tuvo ganas de encender la radio, escuchar música, leer algo, comer,
hacer una llamada telefónica, volver al trabajo ... ?

El pensamiento se encuentra en la mente y en el corazón. Para poder pensar con claridad, uno debe evitar
ser distraído. Y éste es el motivo de buscar un lugar privado: minimizar la distracción externa. Pero
inclusive encontrando un lugar donde se pueda estar solo, la fuente de distracción más activa en la vida,
proviene de dentro de uno: del propio cuerpo. El cuerpo se expresa en su propio lenguaje: sintiéndose
incómodo, moviéndose, tratando de acomodarse, volviendose inquieto, etc. Y además, el cuerpo habla

213
fuerte y claro, dentro de la mente y del corazón, compitiendo con nuestros esfuerzo para pensar,
comprender y seguir nuestra cadena de razonamientos y sentimientos, hasta el final. Interfiere en medio
de nuestra reflexión:
"¡Tengo hambre!" "Tengo sueño" "Tengo que moverme ... hacer una llamada...," etc. etc.
De hecho, el cuerpo y su fiel embajador, el Alma son tan activos y poderosos en la vida de la mayoría de
las personas, que puede resultar imposible disciplinarse y tener el tiempo para sentarse y pensar. Solemos
planificar nuestras cosas a medias (si es que las planificamos), y saltar a la acción de inmediato. Muy
seguido nos encontramos divididos respecto de lo que realmente queremos: el Príncipe (alma) quiere una
cosa, y el Pavo (cuerpo) otra. En lugar de seguir nuestro objetivo de manera coherente, nos dejamos
distraer y nos vamos por las ramas. Inclusive los obstáculos más simples nos sacan nuestra ruta, así sean
obstáculos del mundo externo o dentro nuestro. Terminamos entonces desanimados debido a estas idas y
vueltas y fracasos. O también, puede que nos encontremos tan ocupados y tensos que no tengamos tiempo
para pensar en las cosas; o tan desanimados y depresivos que no queramos pensar en nada.

Para ser capaz de pensar con claridad encarar las situaciones, el cuerpo debe estar confortable y quieto. El
término Hebreo que designa el estado de calma y mente aquietada, yishuv ha-daat, está unido al concepto
de sentarse. Daat, comúnmente traducido como conocimiento, se refiere al estado de atención consciente,
intelectual, emocional, meditativa, intuitiva, o a alguna de sus combinaciones. La palabra yishuv es un
sustantivo proveniente de la raíz Hebrea yashav, que significa sentarse, descansar o habitar.

El verbo yashav posee también una forma transitiva, le-yashev, que significa hacer que alguien o algo se
siente, o habite. (Un buen equivalente en el idioma castellano sería el verbo "asentar," que puede ser
utilizado de ambas formas, de manera intransitiva: "se asentó en un lugar" y de manera transitiva: "asentó
a alguien en algún lugar"). Le-yashev et ha-daat significa, entonces, asentar la mente, preparar a la mente
para recibir daat. Un yishuv es un asentamiento, y yishuv ha-daat significa el asentamiento de la
conciencia, un marco mental definido y asentado.

Lo primero que se debe hacer, para esto, es sentarse confortablemente. En su comentario al versículo
primero del Libro de Ester, los Rabinos muestran una conexión entre la claridad y calma de la mente y el
estar sentado: "Y fué en los días de Asueros ... cuando el Rey Asueros se sentaba en su trono real ... en el
tercer año de su reinado..." (Ester 1:1-3). "Porqué se nos dice que estaba sentado?" preguntan los Rabies.
"Significa que ahora su mente estaba asentada" (Meguila 2la).

Sentarse en este sentido no significa sólo el acto físico de descansar el cuerpo. Sugiere el principio de
hacer un alto en las actividades cotidianas para poder pensar y desentrañar los problemas. La palabra
Hebrea que designa el sentarse, shevet, está conectada con la idea de Shabat, que es cuando hacemos una
pausa y nos separamos de las actividades cotidianas para poder cultivar el espíritu.

Bilbul Ha-Daat

El opuesto de yishuv ha-daat es bilbul ha-daat. Bilbul significa confusión, turbulencia y desorden: el
estado de bilbul ha-daat es aquél en el cual es imposible concentrarse con claridad en una sola idea, o
seguir una cadena de pensamientos. La mente corre, incontrolado, de una distracción a otra. Los
pensamientos compulsivos, las necesidades internas, los impulsos, los miedos y las preocupaciones
compiten para captar nuestra atención, en una interminable sucesión de distracciones externas. También
puede suceder que se sienta tan aplastado por el cansancio, la dejadez y la que la entera conciencia
parezca enturbiada.

Bilbul ha-daat es el equivalente mental de a tensión corporal. En un estado de tensión, los músculos del
cuerpo contraen en exceso, más de lo necesario para la acción emprendida. Puede que usted esté tratando
de hacer algo determinado, mientras que su cuerpo, consciente o inconscientemente, está ocupado en
alguna otra cosa, algo que lo pone en contra de usted. De manera similar, en un estado de bilbul ha-daat,
puede que usted esté tratando de dirigir su mente en una dirección, y se encuentre constantemente
arrastrado por otras sendas de pensamiento, sentimiento y deseo. El Alma Divina busca en una dirección,
pero el Alma Animal interfiere constantemente.

214
No toda tensión es mala. Así como la actividad corporal requiere la contracción de los músculos
apropiados, de manera similar, la actividad mental efectiva requiere atención y completa dedicación de las
facultades relevantes. La mala tensión es una tensión excesiva, o contraria, respecto de lo que se necesita
y busca.

Sentarse en Calma

¿Cómo podemos liberarnos de la tensión innecesaria y de la estrechez que nos impide pensar con claridad
y actuar con determinación en la búsqueda de nuestros objetivos?

Es importante comprender que la tensión corporal y la turbulencia mental se encuentran, la mayoría de las
veces, profundamente enraizadas en uno o en varios factores físicos, emocionales, espirituales y
ambientales. Las tensiones generadas por la vida contemporánea, las condiciones de trabajo, y los
problemas diarios, con frecuencia se combinan, reforzando el conjunto de las poderosas barreras
interiores, que se han ido construyendo desde la temprana niñez y a lo largo de nuestra educación y
experiencias. A la larga, la única manera de lograr una profunda y duradera liberación, es mediante un
completo proceso de autocomprensión y autotransformación.

Pero, hay un procedimiento simple y práctico que puede ayudar a romper el ciclo vicioso de la tensión y
la estrechez, permitiendo enfrentar las raíces más profundas del problema. Sentarse simplemente en una
silla, con calma y en un estado de relajación, puede liberar la mente y ayudar a ponerse en contacto con
los pensamientos, los sentimientos y los poderes creativos. Una a una se aflojan las tensiones
desaparecen, dejando un sentimiento de profunda liberación, claridad, elevada sensibilidad y alerta. Los
sonidos, la vista, los gustos, olores, y sentimientos, se tornan más vívidos. Se hace más fácil el pensar,
comprender, recordar y trabajar sobre los problemas. Se pueden lograr entonces nuevas percepciones y
una creciente conciencia de la dimensión espiritual de la vida.

Los beneficios derivados del sentarse en calma y relajadamente son tan grandes que bien vale la pena
dedicar tiempo al aprendizaje de este arte. Al principio, tendrá que concentrarse más en la técnica de la
relajación corporal, pero una vez que la domine podrá entrar al estado de relajación rápidamente y
disfrutar de los beneficios intelectuales, emocionales y espirituales que ello puede otorgar.

Avraham Greenbaum

Segunda (y última entrega)

...continuación de Pensar con Claridad

Disponga alrededor de veinte minutos para la sesión inicial, tanto como para darse el tiempo de
experimentar una relajación profunda. No es bueno practicar estando apurado pues esto lo inhibirá de una
relajación completa. No practique inmediatamente después de las comidas o cuando está cansado, pues
puede quedarse dormido. Las sesiones deben ser tranquilas y descansadas, otorgándole nuevas energías.
Pero si las usa solamente como una forma de descanso, es probable que no logre la completa experiencia
de liberación y aumento de la conciencia que ella induce.

Busque un lugar tranquilo donde pueda estar a solas, preferiblemente con luz tenue, un mínimo de
distracciones y sin música de fondo. La habitación deberá tener una temperatura ambiente agradable y
estar libre de olores y asociaciones desagradables. Arregle las cosas de tal manera que alguien se pueda
hacer cargo de las llamadas telefónicas, o desconecte el teléfono, si es que no tiene un contestador
automático. Use ropa confortable. Antes de comenzar, y de ser necesario, vaya al toilet, y si también lo
desea, refrésquese lavando sus manos y rostro. Puede ser útil el hacer un suave estiramiento y
movimientos flojos antes de comenzar.

215
La posición sentada es la más indicada para lograr el alerta mental deseado y para un pensar claro. Las
posiciones reclinadas pueden ser más apropiadas para la relajación pura del cuerpo. El Rebe Najmán
recomienda acostarse con los ojos cerrados durante media hora como una excelente manera de descansar
(Avanehah Barzel #33). Pero el estar acostado de espaldas no es una postura apropiada para el trabajo
espiritual. Se puede con facilidad quedar soñoliento y dormido (ver también Shuljan Aruj, Even HaEzer
23:3)

Elija una silla de respaldo recto, con un asiento plano y firme, o si lo prefiere, un sillón donde pueda
apoyar su cabeza. Los pies deberán estar bien planos contra el suelo, separados unos quince centímetros,
o cruzados a la altura de los tobillos. Siéntese bien atrás, de tal manera que la pelvis y la base de la
espalda tengan un soporte (de ser necesario puede agregar un pequeño almohadón contra la base de la
espalda). Siéntese erguido pero no con rigidez: permita que su cuerpo se alargue Y expanda naturalmente.

Su cabeza debe estar encima del cuello, en suave alineación con el cuello y el torso, como si una linea
recta invisible, se extendiera hacia abajo, desde el centro del cráneo a través de la columna vertebral. De
esta manera la cabeza, estará bien asentada en el cuello y no se caerá hacia adelante o atrás, al profundizar
la relajación. La manos pueden descansar en el regazo, o sobre los muslos, con los dedos flojos.

Relajación Progresiva

Hay dos disolventes que remueven la tensión de los músculos: la conciencia y la confianza. La conciencia
ilumina como una linterna sobre cada parte del cuerpo. Primero se focaliza la atención en aquello que se
está sintiendo en un punto determinado. Luego se relaja, confiando en HaShem. La relajación es
esencialmente simple. Proviene del no-hacer. Uno simplemente deja ir la tensión. En lugar de tratar de
mantener sus músculos en tensión, confíe en HaShem y entrégale el control, miembro por miembro. El se
hará cargo de usted, llenará su cuerpo con nueva energía.

Al aprender el proceso de relajación, lo mejor es comenzar tensando cada grupo de músculos por
separado, ser conscientes de cómo se sienten. Luego, aflojarlos entregarlos a HaShem, experimentando
cómo se sienten al estar relajados. Más tarde, al haber aprendido la técnica, ya no será necesario tensar los
músculos primero: estará la suficientemente sensibilizado como para reconocer cuándo los músculos
están tensos, y tendrá el hábito de entregarlos a HaShem.

Cierre los ojos, y respire con calma, profundamente, un par de veces. Focalice su atención en cómo lo
siente. Su respiración pronto se acomodará a un ritmo parejo. Luego de un momento, cierre su puño
derecho y manténgalo así durante cinco segundos; tome conciencia de la sensación de tensión. Afloje el
puño y deje ir la tensión, note la diferencia en la sensación.

Ahora repítalo con el puño izquierdo (puede que una persona zurda desee comenzar con esta mano).
Luego haga lo rnismo con los músculos de la parte superior del brazo (biceps) y del hombro derecho;
después con el biceps y hombro del brazo izquierdo. Ahora lleve la atención hacia sus pies. Comience con
el pie derecho (o izquierdo si así lo prefiere) y cierre los dedos. Luego relájelos. Haga lo mismo con el
otro pie. Ahora contraiga el músculo de la pantorrilla, en la cara posterior de la parte inferior de la pierna
derecha (si comienza a acalambrarse, deténgase y descanse un momento, luego inténtelo nuevamente, con
más suavidad). Luego contraiga la pantorrilla de la pierna izquierda. Ahora relájese. Luego trabaje de
manera similar y por turno, con los muslos y glúteos.

Es importante aprender a relajar el abdomen pues ésta es un área que comúnmente, y de manera
inconsciente, tensamos en respuesta a los miedos, la ansiedad, etc. Vacíe los pulmones de aire, empuje los
músculos abdominales hacia atrás, hacia la columna vertebral, y aflójelos. Luego, tome conciencia de las
tensiones en la parte inferior de la espalda arqueando la columna mientras mantiene la pelvis y los
hombros abajo; luego descienda la columna a su lugar de descanso. Empuje los omóplatos hacia adentro,
para tensar la parte superior de la espalda, y luego aflójelos. Ahora lleve los hombros hacia adelante,

216
curve la espalda y hunda el pecho. Y afloje. Encójase de hombros y luego déjelos caer de manera que
pueda sentir como los brazos cuelgan de ellos.

El cuello es otra de las partes del cuerpo que refleja las tensiones internas. Ahora tensione los músculos
del cuello y aflójelos. Y por último lleve la atención hacia su rostro. Los músculos faciales reflejan de
manera directa sus sentimientos, y pueden ser los más difíciles de relajar. Endurezca la mandíbula
apretando los dientes. Y afloje. Apriete los labios, uno contra otro, y afloje. Curve la lengua hacia arriba
presione sobre el paladar, adelante y atrás, y afloje. Manteniendo los ojos cerrados, balancee los ojos lo
máximo posible hacia la derecha, luego la izquierda, arriba y abajo. Y afloje. Ahora cierre los párpados
con fuerza, y afloje. Finalmente, frunza el ceño lo más fuerte que pueda y afloje los músculos de la frente
y el cuero cabelludo.

Relajación Física y Atención Mental

Ahora, inspire lentamente y en profundidad, dejando luego salir el aire de los pulmones lentamente hasta
llegar al final natural de la exhalación. Su cuerpo comenzará automáticamente la siguiente inspiración.
Ahora entregue su respiración a HaShem. Con cada nueva inspiración, deje que el aire salga de los
pulmones, permitiendo que la exhalación termine por sí misma. Entonces deje que la inspiración se
produzca sola. Permita que su cuerpo respire de manera completamente natural, sin su intervención.

Luego, deje todo como está. Disfrute de la sensación de completa relajación y de pasividad corporal. Por
el momento, no trate de dirigir a su mente. Simplemente, tome conciencia de cómo puede estar
completamente relajado a nivel corporal, mientras que mentalmente se encuentra alerta y atento. Al
principio la sensación puede ser extraña. Pero al ir acostumbrándose notará que en esos preciosos
momentos el tiempo parece detenerse. Si lo desea, puede aprender a dirigir la mente de la manera que
quiera. Con experiencia, verá que en este estado, se pueden lograr algunas de las más claras ideas,
pensamientos creativos e inspiración.

Al finalizar, cuando sienta que desea levantarse, piense en cuánto ha disfrutado la paz y la tranquilidad de
la sesión. Agradezca a HaShem por la experiencia. Exprese su gratitud en su corazón, o susurre algunas
palabras de agradecimiento. Luego haga cuatro o cinco inspiraciones. Comience moviendo los dedos de la
mano y de los pies, lentamente, luego los brazos y piernas, y cuando se sienta dispuesto, levántese.

No se sorprenda si en la primera sesión no logra una relajación completa o duradera, ni claridad o


comprensión. Incluso en los mejores momentos, los estados de claridad y comprensión, vienen y van. El
despertar espiritual y la comprensión son, por naturaleza, espontáneos, y no pueden ser forzados. Puede
que usted haga todo lo necesario para una buena sesión de relajación, y al final se dé cuenta que se
encuentra más encerrado en sus tensiones, preocupaciones, pensamientos molestos, y emociones que
antes, y más aún, dado que ahora usted sabe lo tenso que está.

La sola relajación no alivia las causas profundas de la constricción mental. Pero puede ayudar a ablandar
suficientemente nuestras tensiones y otros factores inhibitorios, colocándonos en un marco mental
correcto, y permitiéndonos profundizar en nosotros mismos, trabajando sobre las causas básicas, y lograr
cambios profundos en nuestros hábitos y estilos de vida, cambios que son necesarios si es que realmente
queremos alcanzar nuestro verdaderos potencial espiritual.

El Arte de la Pausa

Luego de aprender a obtener claridad y control durante los períodos del "sentarse en calma," el próximo
paso consiste en cultivar este mismo estado mental en la vida diaria. Para lograrlo es necesario crearse el
hábito de hacer pequeñas pausas de un minuto o dos, o a veces inclusive de segundos, a lo largo de los
períodos de actividad cotidiana.

217
Los ritmos de actividad y descanso son parte integral nuestra constitución. Estamos despiertos, y luego
nos vamos a dormir; picos de actividad mental o física son seguidos por períodos de relajación y
descanso. Nuestra vida diaria es una sutil mezcla, en la cual la actividad y el descanso se dejan lugar, uno
al otro, al ritmo de los sucesivos pensamientos, sentimientos, palabras, acciones y movimientos que
aparecen y desaparecen de continuo. La pausa es algo que hacemos de manera natural en nuestras vidas.

Tenemos el poder de hacer ajustes concientes en nuestros ritmos de actividad, de manera tal que podamos
mejorar la cualidad de su rendimiento. La tendencia a dilatar o retrasar lo que debemos hacer es algo
contra lo que debemos luchar si queremos triunfar en nuestro emprendimiento. Pero las pausas creativas
no son en absoluto una indulgencia perezosa. Son una parte vital del proceso de logro en todas las esferas.
A veces puede ser que necesite sólo unos segundos, otras algo más, quizás un minuto o dos, y a veces un
período más largo. La manera cómo utilice el tiempo, tanto para una relajación rápida, como para realizar
una o dos respiraciones profundas, o concentrarse en lo que está haciendo, ofrecer una plegaria de ayuda,
etc., depende de las necesidades específicas de cada momento, antes, durante o después de sus diversas
actividades. Inclusive cuando se está apurado, la mejor manera de hacer las cosas no es necesariamente
corriendo. Con la práctica, incluso pausas de fracciones de segundo serán suficientes para liberarlo de la
tensión y prepararlo para la nueva fase de la actividad en la que se halla involucrado, otorgándole un
sentimiento de calma y confianza, inclusive cuando se halle trabajando bajo una gran presión.

La pausa es de especial importancia para todas las clases de trabajo espiritual. "Al encarar un acto de
devoción espiritual o una mitzva, no se debe entrar a ello súbitamente y con prisa, pues la mente no estará
preparada y será imposible reflexionar sobre lo que uno está haciendo ... Uno debe tomarse el tiempo de
preparar el corazón, entrando a un estado de contemplación en el cual se pueda reflexionar sobre lo que
uno va a hacer, y delante de Quién lo hará. Concentrándose de esta manera, es más fácil eliminar las
motivaciones y pensamientos extraños y enfocar el corazón con la intención correcta" (mesilat Yesharim
17; ver también Jaiei Adam, Leyes de la Plegaria y Bendiciones 68:25).

Antes de recitar una bendición o plegaria, haga una breve pausa y enfoque su mente. Cuando está por
realizar una mitzva, deténgase un momento y piense en lo que está por hacer. Los libros de plegarias
suelen incluir una serie de meditaciones cortas que deben ser dichas antes de ponerse el Talit y los Tefilin,
al entrar a la sinagoga, al recitar ciertas plegarias, estudiar Torá y cumplir otras mitzvot (ver Iesod ve-
Shoresh Ha-Avoda, passim). Al terminar sus sesiones y tareas, etc., tómese uno o dos minutos para
relajarse simplemente, dejar a su mente ordenarse respecto de lo que estuvo haciendo, y agradecer a
HaShem por Su bondad y maravillas.

Zelig Pliskin

PAZ Y TRANQUILIDAD

Camino hacia la paz

Extraído de CÓMO NO JUZGAR A LA GENTE, Una Guía Práctica Moshe Goldberger. Editorial
Perspectivas

Rabi Iojanán (Shabat 127a) enseñaba: Hay seis mitzvot por las cuales uno recibe dividendos en este
mundo y el capital se le reserva en el Mundo Venidero:

1) Recibir invitados
2) Visitar a los enfermos
3) Concentrarse durante las plegarias
4) Levantarse temprano para estudiar Torá
5) Criar a los hijos para que estudien Torá
6) Juzgar a las personas favorablemente

218
Sin embargo, cuando aprendemos la lista de mitzvot de la Mishná (Pe´á 1:1), (con la cual debe concordar
la declaración de Rabi Iojanán), no encontramos enumerado entre ellas el juzgar a otros meritoriamente.

1) Honrar a los padres


2) Guemilut Jasadím (benevolencia)
3) Promover la paz
4) Talmud Torá, que equivale a todas

La respuesta, enseña el Talmud, es que ¡está incluida!


Rashi explica que juzgar a los demás en forma favorable se incluye en el concepto de promover la paz
(#3). El Meiri dice que está incluida en Guemilut Jasadím (#2).
¿Qué nos importa esta inclusión?
El hecho de que esté incluida entre las categorías enumeradas en esta mishná nos enseña la importancia
de esta mitzvá, ya que esta mishná sólo incluye excepcionalmente grandes mitzvot (ver Bavá Batrá 10a,
Tosafot).

Para ilustrar la conexión que existe entre la paz y juzgar a otros favorablemente, concentrémonos en un
incidente fascinante relatado en el Talmud (Taanit 21b):
"Abba Umna (el médico), era saludado diariamente con "Shalom" (saludo de paz) desde la metivta
Celestial. Abaie era saludado semanalmente antes de Shabat y Rava, una vez por año antes de Iom
Kippur. Abaie estaba angustiado por la superioridad de Abba Umna, pero le dijeron: "¡Eres incapaz de
emular sus acciones!".
¿Cuáles eran sus extraordinarias acciones?

1) Suministraba tratamiento médico a mujeres y a hombres por separado (tzeniut).


2) Cubría a las mujeres con una bata para no exponerlas.
3) Tenía un cuarto privado cerca de su consultorio donde los pacientes solían dejar el pago en forma
secreta. Si no podían pagar, nadie se enteraba y ellos no se sentían avergonzados.
4) En lugar de cobrar, él solía proporcionar atención médica gratuita y dinero a pacientes que eran
estudiantes de Torá pobres.

Abaie mandó un equipo de sabios para probar a este extraordinario individuo. Fueron invitados a comer y
les brindaron cuartos para dormir. A la mañana salieron con ropa de cama que obtuvieron de esa casa sin
permiso, las que tomaron con ellos [como si fueran] a venderla en el mercado. Allí, se encontraron con su
anfitrión y le pidieron que tasara los artículos. Éste los evaluó en forma honesta. Luego le preguntaron
cómo había juzgado sus acciones.
Él respondió: "Supuse que tenían que recaudar para la mitzvá de pidión shevuim (rescate de cautivos) pero
les daba demasiada vergüenza pedir directamente el dinero".
Los sabios respondieron: "Se los puede llevar ahora, [sólo estábamos probándolo]".
Él dijo: "Ya decidí que deben ser para tzedaká, así que me niego a llevármelos de vuelta".

El Menorat HaMa´or (6:2) comenta que la razón principal por la que Abba Umna recibía un saludo diario
del Cielo era ¡por juzgar a los demás en forma positiva!
(Esto se puede demostrar mediante el hecho de que Abaie no estaba satisfecho y no concluyó su
investigación hasta que descubrió esta cualidad).

Según el enfoque de Rashi de que juzgar a otros favorablemente es el principio esencial para promover la
paz, se entiende por qué se recompensaba a este gran hombre con un saludo diario desde el Cielo.

Clasificaciones

La clasificación de una mitzvá es útil para entender las pautas y lineamientos de dicha mitzvá. Juzgar a
otros favorablemente tiene dos preguntas de clasificación posibles.
La primera es: ¿Se considera una mitzvá entre el hombre y Hashem, fundamentalmente para el propósito
de promover la paz (Rashi), o es una forma de benevolencia o favor hacia una persona? (Meiri).

219
Una de las diferencias entre estos dos enfoques se da en una situación donde el receptor dice "Soy mojel"
(yo perdono) o "No me importa lo que pienses de mí". En otras palabras: ¿tiene el receptor el derecho de
eximirlo de la mitzvá con respecto a sí mismo?
Esto puede depender de dos opiniones: si se trata de un favor hacia una persona, él puede rehusarse a
aceptar el favor. Sin embargo, si es una mitzvá entre el hombre y Hashem para promover la paz, la
obligación no puede ser descartada por la otra persona.

***

La segunda pregunta es cómo clasificar esta mitzvá dentro de los veinticuatro crímenes que impiden que
uno se arrepienta (ver Rambam, Hiljot Teshubá 4:4).

El juzgar a otros favorablemente, ¿está en la categoría de asuntos aparentemente menores que son en
realidad graves (Rambam, Hiljot Teshubá 4:4) o se encuentra bajo el título de una ofensa que impide que
uno sea receptivo a las enseñanzas de rabinos y
otros? (Meiri, Jibur HaTeshubá).

El Rambam (Hiljot Teshubá 4:4) agrupa "juzgar mal a otros" junto con lo siguiente:

1) El que acepta comida de alguien que no tiene suficiente para sí mismo, aun si se lo invitó a participar,
es considerado un ladrón.
2) El que usa un mashkón (seguridad para un préstamo) de una persona pobre, tal como un hacha o un
arado, racionalizando que dicho uso no va a reducir su valor, es igualmente culpable de robo (Rashi, en
Bavá Metziá 114b, lo considera una forma de interés [ribit]).
3) El que mira fijamente a mujeres que le están prohibidas, no se da cuenta de que el hecho mismo de
mirarlas es un gran pecado además de que lleva a otros pecados.
4) El que se compara a otros, aunque no estén presentes, para disminuir su importancia y honrarse a sí
mismo.
5) El que sospecha de aquellos que son inocentes.

Del sistema de clasificación del Rambam podemos deducir que sospechar de otros y juzgarlos
indebidamente se considera: a) un crimen real, como si uno hubiese arruinado la reputación de alguien
(correspondiente a #1 y #2), b) conduce a otros pecados como lashón hará y odiar a un semejante judío
(#3), c) disminuye la importancia de la persona ante los ojos de usted (#4), y d) implica que la víctima no
tiene que estar presente para un pecado que se comete entre el perpetrador y la víctima (#4).

El enfoque del Meiri, que considera el sospechar de otros como una interferencia en nuestra capacidad
para aprender de los demás, puede derivarse de la Mishná en Pirké Avot 1:6, que agrupa conjuntamente
tener un maestro y un jabrutá (compañero de estudio), con ¡juzgar a otros favorablemente! Alguien que es
culpable de sospechar de inocentes no va a tener éxito en mantener su relación con ellos. Puede cuestionar
su lealtad hacia él y no ser receptivo a sus enseñanzas.

De manera similar, en la primera mishná de Pirké Avot, ser paciente en los juicios precede a la obligación
de educar a muchos discípulos. El que prejuzga a otros no va a poder relacionarse con ellos y educarlos.

Moshe Goldberger

Paz y Tranquilidad [1]

Selección de enseñanzas extraídas del libro "Empieza Nuevamente Ahora", por Zelig Pliskin, Editorial
Jerusalem de México

Aislamiento

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Una persona que no sabe cómo usar su mente productivamente va a huir de estar sola, sin embargo,
cuando una persona ha aprendido cómo pensar, aprecia mucho sus momentos de aislamiento, porque va a
ser capaz de utilizar esos momentos para crecer intelectual y espiritualmente. Los momentos de
aislamiento le sirven como pruebas para aclarar qué tan orientada está a pensar.
De vez en cuando, experimenta aislamiento. Encuentra un lugar tranquilo. Deja pasar tu tensión y tu
fatiga. Respira profunda y lentamente. Tranquiliza tu mente. Experimenta unidad con el Creador y con Su
mundo. Si tu mente divaga, tráela gentilmente de regreso.
Este aislamiento y tranquilidad internas restauran el alma. Te permite sentir serenidad y paz interna. Es
una experiencia curativa que no puede ser descrita adecuadamente con palabras. Aprecia estos momentos
ya que te dan un sabor de eternidad. El mundo entero se va a sentir diferente y vas a ser capaz de regresar
a tus actividades diarias con una renovación que te va a permitir empezar nuevamente ahora.

Dejar pasar

Practica dejar ir tensión y estrés. Deja pasar tu enojo y tu resentimiento. Deja pasar pensamientos que te
alejen de la alegría y la paz interna
¿Cómo dejas pasar? Tú ya sabes la respuesta; lo has hecho cientos de veces. Cierra los puños de ambas
manos. Ahora apriétalos. Apriétalos lo más que puedas. Eso es lo opuesto a dejar ir. Le diste órdenes a tus
manos y te "escucharon". Ahora deja pasar. Afloja los músculos de la mano. Deja tu mano libre. Haz
hecho esto una y otra vez cada día. Eso es dejar ir. Ahora deja pasar de la misma forma con todos tus
músculos. Deja pasar con los músculos de tus hombros, deja pasar con los músculos de tus brazos. Deja
pasar con los músculos de tu estómago. Cada vez que haya tensión innecesaria, deja pasar.
A través del día practica dejar ir. Toma un profundo respiro y deja pasar. Cada vez que sientas que tus
músculos se tensan por impaciencia, irritación o reaccionan a cualquier estrés innecesario, deja pasar.
Mientras dejas ir, repite, "deja pasar". Después de suficientes veces de asociar "deja pasar" con tus
músculos relajados, simplemente diciendo las palabras "deja pasar" van a permitir a tus músculos
empezar a dejar ir.

¿En qué Estado me gustaría estar ahora mismo?

Una de las preguntas más importantes que uno se debe formular constantemente es, "¿En qué estado me
gustaría estar ahora mismo?" Enfocándote en el estado en el que quieres estar, entonces vas a pensar en
todas las formas que conoces para entrar al estado de tu elección. Vas a ser capaz de entrar a la fisiología
de ese estado, vas a hablar contigo mismo de la manera en que hablarías si estuvieras en ese estado, y vas
a ver lo que ves cuando estás en ese estado.
A veces, el estado en el que quieres estar será alegría o dicha, a veces, va a ser paz interna y calma; podría
ser valor y confianza, o un estado de alta energía y dinamismo. Haz una lista de los estados que son más
apropiados para ti.
Cada vez que pases por una puerta, pregúntate a ti mismo, "¿En qué estado me gustaría estar ahora
mismo?" Practica diariamente y esto va a transformar tu vida.
Ahora mismo visualízate caminando a través de tres puertas por las que usualmente pasas y escúchate a ti
mismo preguntar, "¿En qué estado me gustaría estar ahora mismo?"

Escribe un Ensayo para ti

Escribe un ensayo para ti sobre, "¿Qué puedo hacer ahora mismo para ponerme en un estado positivo?"
Al escribir tus pensamientos en forma de ensayo vas a encontrarte a ti mismo entrando al estado de tu
elección. Cada vez que te sea difícil entrar a un estado específico tal como: confianza, valor, alegría,
amor, paz interna o flexibilidad, escribe un ensayo para ti de cómo lo puedes lograr.
Usa una redacción positiva en tu ensayo. Enfócate en el estado en el que quieres estar en lugar del estado
en el que no quieres estar. Por ejemplo, en lugar de escribir, "Cómo sobreponerme al enojo", escribe tu
ensayo sobre, "Cómo puedo estar calmado y relajado en este momento".

Limitaciones son Imaginarias

221
Muchas de tus limitaciones son imaginarias. Aunque existen definitivamente limitaciones físicas y
mentales, casi todas las personas tienen limitaciones imaginarias que se pueden romper. Ya que esas
limitaciones son imaginarias, puedes usar el poder de tu imaginación para sobreponerte a ellas.
¿Cuáles son tus principales limitaciones? ¿Qué actitudes limitantes tienes cuando se relaciona a
emociones, asuntos espirituales, finanzas, relaciones?
Una actitud limitante hacia las emociones sería, "No puedo dominar el ser capaz de sentir alegría a
voluntad". "No puedo tener paz interna". "No puedo controlar mi mal temperamento". "No puedo
sobreponerme a mis sentimientos de inferioridad".
Una actitud limitante hacia la espiritualidad sería, "No me puedo sentir cerca del Creador". "No me puedo
mejorar espiritualmente". "No me puedo convertir en mejor persona". "Hice tanto mal en el pasado que
estoy perdido".
Una actitud limitante hacia los estudios sería, "No puedo recordar lo que estudio". "No me puedo
concentrar bien". "No soy creativo".
Una actitud limitante hacia las finanzas sería, "No puedo hacer nada para salir de mi deuda". "No puedo
encontrar un trabajo como ése". "No puedo ganar suficiente dinero para mí mismo así que no puedo
ayudar a apoyar instituciones meritorias y ayudar a aquéllos en necesidad".
Una actitud limitante hacia las relaciones sería, "No puedo hacer amigos". "No puedo llevarme con gente
que no conozco". "No me puedo llevar mejor con los demás de lo que me llevo ahora". "Hay algunas
personas con las que no puedo ser amable".
Todos los "no puedo" listados acá son "puedo" para otras personas. Ellas tampoco sabían cómo hacer
estas cosas cuando nacieron. Ellas también tuvieron que aprender desde el principio. Si tienes el mismo
conocimiento de alguien que puede hacer algo, tú también puedes hacerlo. A través de este libro hay ideas
que te permiten sobreponerte a actitudes limitantes. Pregúntate constantemente, "Si estuviera totalmente
motivado a cambiar esta limitación en una habilidad, ¿qué haría específicamente? El darse cuenta
solamente de que todas estas son habilidades que pueden ser aprendidas te va ayudar a encontrar
soluciones.
En el área de las emociones, puedes vivir una vida dichosa. Puedes encontrar paz interna. Puedes
sobreponerte al enojo. Todo esto requiere trabajo, pero eres capaz de hacerlo. En el área de la
espiritualidad puedes alcanzar altos niveles espirituales si te comprometes a hacerlo así. Puedes aprender
a concentrarte mejor, recordar por más tiempo y volverte más creativo. Puedes encontrar formas de llenar
tus necesidades financieras, si eres paciente y pones en claro cuáles necesidades deben ser satisfechas. Si
no puedes pensar en ideas por ti mismo, existen personas en el mundo que son capaces de ayudarte.
Búscalas. En el área de las relaciones, puedes mejorar tu habilidad para llevarte con otros, hacer y
mantener amigos cercanos y encontrar formas de llevarte mejor con la gente con la que actualmente tienes
dificultades.
Ahora mismo, imagínate a ti mismo sobreponiéndote a limitaciones innecesarias. Imagínatelo con gran
detalle. Percíbete a ti mismo dominando habilidades y talentos que previamente habías imaginado que
eran imposibles para ti. Ve qué necesitas aprender y estudiar a fin de hacer tu imagen interna una realidad
externa. Si te visualizas a ti mismo rompiendo limitaciones, vas a encontrar más fácil romper esas
limitaciones en la realidad.

Paz Mental

La paz mental es uno de los placeres más grandes que una persona puede tener. Por el contrario, la falta
de paz mental puede hacer la vida de uno, una tortura constante. Una persona que ha dominado la paz
mental ha ganado todo.
Todas las posesiones y placeres del mundo son valiosos solamente si están acompañados de paz mental.
Una persona que tiene riquezas tremendas y puede gratificar todos sus deseos va a sufrir si carece de paz
mental. Una actitud mental apacible y serenidad del alma son los factores más importantes para la
felicidad.
Se relata que cuando un anciano emperador estaba a punto de navegar hacia Italia, un consejero le
preguntó cuáles eran sus últimos planes. "Conquistar Roma", él replicó. "¿Qué va a hacer después de
eso?" "Conquistar Cartagena, Macedonia y Grecia". "Y después de conquistar todo eso, ¿cuáles son sus
planes?" "Después voy a poder pasar mi vida en paz y comodidad". "Pero", preguntó el sabio consejero,
"¿qué te impide estar en paz y comodidad ahora mismo?"

222
Si percibes la paz mental como algo que solamente puede ser posible en algún tiempo en el futuro, aclara
qué te detiene a tener paz mental ahora mismo. Luego, resuelve hacer cambios en pensamiento y acción
que te permitan experimentar más paz mental.
La paz mental te ayuda a interactuar mejor con otras personas; te permite tolerar a otros y ser paciente con
ellos. Dominar la paz mental te permite ser más amable y alegre con otros. Por el contrario, una persona
sin paz mental se frustra y se enoja fácilmente.
Un estado general de paz interna es solamente posible cuando has desarrollado un sentido positivo acerca
de ti mismo, acerca de tu misión en la vida, acerca de tu relación con otras personas, acerca de tu pasado y
de tu futuro.
Las personas difieren mucho en qué tan fácil o difícil es que los eventos disturban su paz mental. Algunas
personas se excitan en extremo y pierden su serenidad cada vez que suceden eventos especiales en su
vida, ya sea en buena fortuna o en mala. Aún más extremistas son las personas que se confunden o entran
en pánico con cualquier cambio en su rutina diaria. Mientras más fácilmente sea para alguien perder su
paz mental, más grande es su necesidad de entrenarse para acceder estados de calma.
Domina la habilidad de aceptar las cosas como son cuando no pueden ser cambiadas y planea
calmadamente cambios cuando pueden ser cambiadas. Cuando las cosas no son de la manera en que te
gustaría, no añadas a tu pérdida haciéndote a ti mismo miserable. No te repitas "Qué terrible", y aumentas
tu sufrimiento. Encuentra aspectos positivos en tu situación presente. Mantén tu atención principal en
pensamientos dichosos y de gratitud por lo que tienes. Oriéntate a buscar soluciones y no problemas.
Debes saber que puedes escoger pensar en formas que te permitan experimentar serenidad.

Zelig Pliskin

Paz y Tranquilidad [2]

Selección de enseñanzas extraídas del libro "Empieza Nuevamente Ahora", por Zelig Pliskin, Editorial
Jerusalem de México

...continuación de Primera entrega

Prioridades

Conoce tus prioridades. Todos estamos limitados en la cantidad de tiempo, energía y recursos que
tenemos. Al estar consciente de tus prioridades, vas a ser capaz de utilizar todos tus recursos de la manera
más eficiente.
Si tienes varias actividades por hacer, observa cuáles tiendes a hacer primero y cuáles dejas para más
tarde. Esto te da una idea acerca de cuáles son tus prioridades actuales. Después haz una decisión sobre
cuáles quieres que sean tus prioridades. Esto te va a permitir incrementar tus logros y mejorar la calidad
de tu vida.
Las personas que se irritan fácilmente por trivialidades son así porque olvidan sus prioridades reales. Es
una alta prioridad tener una buena relación con otros. Es una alta prioridad estar alegre. Es una alta
prioridad tener paz mental. Todas éstas se pierden con la persona que se enoja y se frustra fácilmente. Haz
de la alegría, la paz interna y una buena relación una alta prioridad y observa cómo las trivialidades no
van a ser más una fuente de irritación.
¿Cuáles son tus tres prioridades más altas en este momento? ¿Qué puedes hacer específicamente en cada
una de esas áreas?

Significado de un Problema

Ten conciencia de los principales objetivos de tu vida. Cuando surge una situación que puede perturbar tu
paz mental, pregúntate a ti mismo, "¿Qué efectos, si existe alguno, tiene este incidente en mis objetivos?"
Cuando te das cuenta que la situación presente no tiene un efecto importante en lo que realmente es
fundamental para ti, el problema se va a encoger en importancia y vas a ser capaz de tener paz mental.

223
Si un problema tiene gran importancia en tu vida, úsalo como una oportunidad para desarrollarte a ti
mismo. Pregúntate, "¿Cómo puedo crecer de esto?" Responder esta pregunta te va a permitir utilizar el
problema en formas beneficiosas.

Sólo Ser

Existe un cierto sentido de paz interna y serenidad que vas a experimentar cuando te permitas a ti mismo
"sólo ser". Por algunos minutos cierra tus ojos y calma tu mente y sólo sé. Enfócate en tu respiración y
mantén un silencio interno.
Reflexionar en las palabras "sólo ser" tiene un efecto reconfortante para mucha gente. Trátalo y ve cómo
te hace más calmado y más apacible.

Curiosidad

Algunas personas carecen de tranquilidad mental debido a su curiosidad. Cualquier noticia, por pequeña
que sea, que ellos piensan se están perdiendo los hace sentir intranquilos y frustrados hasta que se enteran
exactamente de lo que pasó. Algunos sienten esto tan intensamente que cada vez que ven platicando dos
personas que ellos conocen, sienten un fuerte deseo de enterarse de lo que se dijeron. La mayoría de las
veces, la información obtenida es irrelevante y sin importancia. Puesto que tal curiosidad puede conducir
a una persona a escuchar a escondidas y oír información no dirigida a ella, es importante sobreponerse a
los aspectos negativos de este rasgo.
Cuando te sientes molesto porque no sabes algunas noticias, estás en efecto, diciéndote a ti mismo, "Qué
terrible es que yo no sepa tal y tal". Desafía esta actitud: "¿Qué tiene de terrible que yo no sepa lo que fue
dicho o hecho? ¿Qué diferencia real hace eso en mi vida? ¿La siguiente semana todavía me va importar
saberlo? Siente placer al sobreponerte a la urgencia de enterarte de información inútil.
La curiosidad es un rasgo positivo cuando se trata de obtener un valioso conocimiento espiritual y de
crecimiento personal, de sabiduría y de cómo vivir una buena vida. Esta forma de curiosidad enriquece la
vida de una persona. Con respecto a lo que eres curioso te va dar mucho entendimiento de lo que en la
actualidad es importante para ti. Decide ahora ser curioso de los conocimientos que necesitas para ganar
superación personal.

Tranquilidad durante la Confusión

La confusión externa causa muy fácilmente confusión interna. Aun cuando sientas confusión interna,
tienes la capacidad de acceder un estado de tranquilidad interna.
Repite varias veces las palabras, "Tranquilidad durante la confusión". Repítelas lentamente mientras
respiras profundamente. Imagina cómo sería sentirse tranquilo ahora mismo. Por unos minutos, solamente
sé consciente de lo que pasa dentro de ti. Respira de la manera en que respirarías si estuvieras totalmente
tranquilo. Habla contigo mismo de la manera en que hablarías si estuvieras totalmente tranquilo.
Visualiza las escenas que verías si estuvieras totalmente tranquilo o recuerda una escena totalmente
tranquila del pasado o imagina cómo sería sentirse totalmente tranquilo en el futuro. Permite que los
sentimientos de tranquilidad te invadan desde tu cabeza hasta tus pies. Cierra los ojos y escucha una voz
suave murmurando constantemente, "Tranquilidad total". Siente cada músculo y cada célula de tu cuerpo
sentirse totalmente tranquilo.
Si realmente quieres acceder un estado de tranquilidad, continúa esto durante veinte minutos. Tal vez
quieras hacer una cinta para ti, repitiendo lo citado anteriormente en un tono de voz agradable.

Serenidad

La serenidad es un estado que es digno de dominar. Los beneficios son bienestar espiritual y emocional,
mejor salud y un mejoramiento de las relaciones. Los eventos externos siempre van a desafiar tu
capacidad de estar en un estado sereno. Prepárate a ti mismo por adelantado para aceptar con serenidad
cualquier cosa que ocurra. Las personas que esperan que todo vaya en la forma que ellos quieren se salen
de balance con las situaciones difíciles de la vida. Ten la consciencia de que a pesar de las dificultades

224
que surgen constantemente, puedes conducirte a ti mismo a un estado de serenidad.
Cerrar tus ojos y reflexionar sobre la palabra "serenidad" te va a permitir entrar a un estado sereno.
Visualiza una escena que represente serenidad para ti, una escena que sea totalmente tranquila y apacible.
Imagina estar ahí. Piensa en un momento en el que te sentiste sereno. Respira de la forma en la que
respirarías si estuvieras sereno. Siéntate en la forma en la que te sentarías si estuvieras totalmente sereno.
Pon tu postura como la pondrías si estuvieras totalmente sereno. Ten los pensamientos que tendrías si
estuvieras totalmente sereno. Puedes encontrar útil pensar en alguien que respetes que ha dominado el
estado de serenidad. ¿Cuáles de sus pensamientos y actitudes son las más conducentes a la serenidad?
Haz estos pensamientos y actitudes tuyas.
Si careces de serenidad, ¿cuáles son los obstáculos clave para que experimentes serenidad regularmente?
¿Qué cambios puedes hacer en tu modo de pensar, imaginar y comportar que te permitan experimentar
más serenidad en tu vida?

Armonía

Desarrolla la armonía contigo mismo, con otras personas y con toda la creación. Esta armonía puede ser
ganada en unas cuantas lecciones sencillas. Es una búsqueda que requiere mucho pensamiento,
contemplación y tiempo. Sin armonía interna, todo lo que obtienes le falta un ingrediente básico. Nada
sabe bien. Con armonía interna, se añade a tu vida una música hermosa. Todo en la creación es una
sinfonía que está proporcionando constantemente música exquisita de fondo.

Abrumado

Sentirse abrumado paraliza. Sin embargo, es asombroso cómo puedes pasar rápidamente de sentirte
abrumado a sentirte que eres capaz de lidiar inteligentemente.
Cuando sabes que tienes los recursos internos para manejar una situación dada, te sientes más calmado y
relajado. Piensa acerca de esto ahora. Este pensamiento te va a permitir sentirte un poco mejor y pensar
más claramente.
Cada vez que te sientas abrumado, pregúntate a ti mismo, "¿Qué conocimiento necesito ahora? ¿Cómo
puedo obtenerlo? Con frecuencia tienes el conocimiento y sólo es cuestión de entrar al estado apropiado.
¿Qué estado va a ser más adecuado para ti? Permítete a ti mismo entrar en ese estado. Visualízate a ti
mismo manejando la situación en un estado jovial. Cuando visualices esto en tu mente, vas a sentir más
confianza.
Recuerda las veces que en el pasado cuando al principio te sentiste abrumado y luego entraste en estados
más efectivos. Usa esto como un modelo para ti en este momento
¿A quién conoces que abordaría esta situación en un estado positivo? Sé él por un momento y maneja la
situación como él lo haría.
Repítete a ti mismo, "Puedo empezar nuevamente ahora mismo" y siente un sentido de renovación.

Zelig Pliskin

Tiempo Tranquilo y Renovación

Extraído de Cultivar rosas entre espinas. Rab Noaj Orlowek

Al comienzo de Parashat Miketz, el Sfat Emet trae a colación un principio que haríamos bien en seguir si
deseamos llevar adelante las vidas exitosas por las cuales rezamos.

El Sfat Emet dice que en Egipto hubo siete años de abundancia antes de que comenzaran los años de
hambruna. Estos años de abundancia debían ser usados para prepararse para los años de hambre. Esto no
sólo fue cierto en Egipto como nación, sino también en la vida personal de cada individuo.

A cada persona se le otorgan momentos de "abundancia", durante los cuales debe interiorizar las verdades
de la vida. En estos períodos serenos, la persona puede desarrollar la dirección y la fuerza que necesitará

225
en los momentos de prueba que la vida inevitablemente le presentará. Si no se prepara a sí mismo de
antemano, sino que espera a que lleguen los "años de hambre", entonces es probable que su intelecto no
esté suficientemente tranquilo para resolver los problemas que tenga que enfrentar.

Yo creo que este principio no sólo se aplica a largo plazo, sino también a nivel diario. Cada persona
experimenta a lo largo del día momentos tranquilos y momentos de transición. Estos últimos vienen a
poner a prueba su paciencia, su entendimiento y su fortaleza emocional. Con esto se relaciona un consejo
que siempre les doy a los hombres y mujeres jóvenes antes de que se casen:

"A él: Antes de entrar en tu nueva casa, detente durante unos momentos. En tu cabeza has creado una
imagen; te imaginas que del otro lado de la puerta encontrarás un hogar ordenado, una deliciosa cena a
punto de ser servida y una esposa encantada de verte.

Si te convences de que esto es lo que te espera, y al abrir la puerta no encuentras nada de lo habías
imaginado, bien puedes montar en cólera. El enojo es la sorpresa y la frustración ante la brecha entre la
manera en que pensamos que algo debe ser y lo que es en realidad. Tómate un tiempo, unos momentos de
tranquilidad, para comprender que lo que te espera del otro lado de la puerta puede ser decepcionante.
Decide no sólo contener tu cólera, sino brindarle a tu esposa la sonrisa que está esperando y que se
merece.

De hecho, sería mejor que no esperes hasta llegar al umbral de tu puerta. Mejor medita sobre esto en el
camino a casa.

A ella: Te sugiero que te prepares para dos importantes "momentos de transición" cada día: uno, cuando
los niños llegan a casa y el otro, cuando tu marido entre por la puerta. Prepárate a ti misma para la llegada
de cada uno cuando todavía la casa está serena. Come una fruta, sonríe. Los niños más que nadie
recordarán cómo se sintieron al llegar a casa. Que tu esposo y tus hijos se sientan queridos; demuéstrales
de manera no verbal que te alegras de verlos".

La tranquilidad es la situación en la cual mejor funciona el intelecto. Si las decisiones paternas respecto a
los hijos han a tener sus raíces en el intelecto, el padre debe tomarse estos momentos tranquilos como
parte de su vida cotidiana y creárselos cuando sea necesario. La sorpresa es el enemigo de nuestras
emociones, porque nos desubica y nos lleva a actuar sin el pensamiento adecuado. El intelecto necesita
tranquilidad y actúa más lentamente que las emociones. Necesitamos comenzar temprano, cuando todavía
hay tranquilidad interior y también exterior, para prepararnos para las sorpresas que pueden dificultar
nuestros juicios.

LLEVA TU TRANQUILIDAD ENCIMA

El principio del Sefat Emet tiene muchas otras aplicaciones. Antes de tomar decisiones, necesitamos
tiempo tranquilo para pensar. Si el sonido (ya sea griterío, ruido de las actividades cotidianas de la casa o
incluso música bella) estimula la emoción, entonces el silencio es el elemento natural en el cual el
intelecto funciona mejor.

A menudo yo defino la capacidad de concentrarse como "la capacidad de llevar encima tu propia
tranquilidad". Esto es cuando uno puede abstraerse de los ruidos del mundo, concentrarse en las verdades
de la vida y poner las cosas en la perspectiva adecuada.
Ser capaces de ignorar las distracciones que nos rodean es la clave para poder tomar las decisiones
correctas, porque para decidir es necesario sopesar adecuadamente las implicancias de nuestras acciones.
Éste es el dominio del intelecto.

Rab Noaj Orlowek

SOBRE LA PAZ

226
Primera entrega
1. La paz espiritual es uno de los mayores placeres que puede experimentar una persona. Por el contrario,
la falta de ese atributo puede convertir la vida de esa persona en una constante tortura. (Rabino Simja
Zissel de Kelm; Jojmah Umussar, Vol. 1, Pág. 255).

2. La persona que haya alcanzado la paz del espíritu lo habrá conseguido todo. Para obtener ese don
necesitas estar en paz con la gente que te rodea y contigo mismo; tanto en lo que respecta a tus emociones
como a tus deseos; necesitas además, estar en paz con tu Creador (Alai Shur, Pág. 195).
Todas las posesiones y placeres del mundo serán solamente valiosos si van acompañadas de paz
espiritual; aquella persona que disponga de cuantiosas riquezas y pueda gratificar todos sus deseos, ha de
sufrir no obstante, si carece de la paz del espíritu. Por regla general, los sedientos del poder y los
buscadores de status adolecen de la obvia falta de ese conocimiento. ¿Por qué entonces esforzarte en
obtener poder y status cuando tienes la capacidad de emplear tus energías para alcanzar algo mucho más
preciado? Una pacífica actitud mental y la serenidad del alma son los factores más importantes para
alcanzar la felicidad. Se relata que cuando un antiguo emperador estaba por zarpar a Italia, un consejero le
preguntó cuáles eran sus principales planes: "Conquistar Roma", fue la respuesta del emperador y el
diálogo prosiguió así: "¿Qué vendrá después?" preguntó el consejero, "Conquistar Cartago, Macedonia y
Grecia", respondió el emperador, "Luego que hayas efectuado todas esas conquistas ¿cuáles habrán de ser
tus planes? Volvió a inquirir el consejero, a lo que el emperador replicó: "En ese momento podría pasar
mi vida en paz y disfrutando de comodidades". El consejero hizo entonces su pregunta final: ¿Pero qué es
lo que te impide disfrutar ya mismo de la paz y la comodidad que ansías?".

3. Es mejor tener un mendrugo de pan seco acompañado de tranquilidad que una casa llena de festejos en
un medio conflictivo. (Mishle 17:1).
La prosperidad y el éxito de los perversos aunque sean espectaculares, son solamente una ilusión; resulta
muy superior la buena suerte del hombre virtuoso, aún si tuviera solamente una corteza de pan pero
disfrutando de la paz de su hogar, mientras que el malvado vive en un estado de discordia, con su propia
familia o con las demás personas.
La serenidad interior es la esencia del verdadero éxito en la vida, y esto puede alcanzarse aunque solo se
disponga de un pedazo de pan seco (Malbim, Sobre el Mishle, Pág. 178).

4. Solamente cuando una persona tenga la paz espiritual podrá sentir un verdadero amor por la
humanidad, y la falta de ella conducirá hacia la animosidad contra otras personas. La paz del espíritu
conduce al amor (Daas Jojmah Umusar, Vol. 2, Pág. 203).
Únicamente si alguien posee la paz espiritual podrá sortear con éxito la prueba que implica el trato
correcto con otras personas, podrá en consecuencia ser bueno y afectuoso con todos. Su paz espiritual le
posibilitará ser tolerante con otras personas y tenerles paciencia. (Mussar Atorah, Pág. 10).

5. Aún en las circunstancias más humildes y en medio de las agitaciones que son tan propias del mundo
actual (Año 1982!), una vida plena de buenos emprendimientos habrá de asegurar paz interior y serenidad
a quien la vivencie, la paz del espíritu de los virtuosos constituye un estado de dicha muy poco entendido
por el resto del mundo. (Rabino Sanson Rafael Hirsh: Los Salmos 37:11).

6. Todo aquel que no sepa cómo manejar su mente en forma productiva huirá de la soledad, pero cuando
haya logrado poner en orden sus pensamientos, apreciará en grado sumo los momentos en que se
encuentre solo, los cuales podrá entonces utilizarlos adecuadamente para su crecimiento intelectual y
espiritual. Los momentos de soledad sirven en efecto como pruebas para que una persona pueda clarificar
el grado de orientación que en realidad tienen sus pensamiento. (Alai Shur, Pág. 178).

7. La tecnología moderna ha producido como consecuencia la fabricación de numerosas nuevas máquinas


y artefactos, las cuales a pesar de que ahorran efectivamente mucho tiempo y energía, no han podido de
modo alguno servir para mejorar la paz del espíritu. (Jayai Olam, Vol. 1, Cap. 2).

227
8. Si la plena voluntad de una persona lo impulsa hacia cosas ajenas a él, jamás habrá de alcanzar la paz
del espíritu, este estado requiere un trabajo introspectivo de la propia personalidad. (Alai Shur, Pág. 194).

9. Todo aquél que acepte tranquilamente, cualquier cosa que esté fuera de su control, será una persona
verdaderamente rica (Mivjar Hapeninim Pág. 24). Todo ser humano debe manejar esta habilidad y aceptar
las cosas tal como son cuando no pueden ser cambiadas y planear tranquilamente su cambio cuando esto
sea posible para acceder a la paz del espíritu. ¿Cuándo las cosas no resultan de la manera que te hubiese
agradado, por qué entonces aumentar tu desazón apesadumbrándote por esta causa? Será tuya la opción:
podrás repetirte a ti mismo: "¡Qué terrible!" y así aumentar tu sufrimiento, o por otra parte podrías tratar
de hallar algún aspecto positivo en tu situación actual, o bien concentrarte en algo diferente. Resulta sin
sentido e irracional elegir la forma de pensar que te cause desdicha, cuando podrías escoger la forma del
pensamiento que te conduzca a la paz del espíritu.

10. Con el objeto de lograr acceder a la paz del espíritu deberás prepararte anticipadamente para aceptar
con serenidad todo lo que pueda ocurrirte. La gente que espera que todo salga en la vida de la forma que
ellos lo desean son sorprendidos por su falta de equilibrio frente a las difíciles situaciones de su
existencia. Debes tener el conocimiento que las dificultades pueden presentarse continuamente. Estar
preparado para aceptar anticipadamente todo lo que suceda, facilitará enfrentarse con las vicisitudes de la
vida (Ohr Yejezkel Mijtavim, Pág. 286).
Cuando sientas ansiedad acerca de un hecho futuro piensa lo peor y acéptalo, lo cual habrá de tener un
efecto tranquilizador sobre tu mente. Si por ejemplo, tienes temor que puedas perder un ómnibus y sientes
ansiedad por ello, imagínate que ya lo has perdido y acepta las consecuencias. Si tienes temor de ser
despedido de tu trabajo, piensa que ya has sido despedido y hazte cargo de ello.

11. No será duradera tu paz espiritual, si depende de que todo se desarrolle exactamente como tú lo
quieres y tengas todo lo que deseas. Tan pronto como la situación cambie y estés lamentándote por lo que
falte, tu vida estará llena de padecimientos y preocupaciones por ese motivo. Para disfrutar
constantemente de la paz espiritual deberás dominar tu habilidad de no necesitar ni desear nada que esté
fuera de tu alcance. (Madraigas Haadam; Nekudas haemes, Cap. 3). Para conseguir la paz espiritual debes
librarte de exigir que las cosas sean tal como lo deseas. Carecerás de esta cualidad si exiges que tus
artefactos siempre funcionen, que tengas mucho dinero, que conserves un determinado trabajo o que la
gente siempre te respete. Tus exigencias generarán permanentemente sentimientos de ansiedad. Podrás
continuar prefiriendo aún que las cosas sean de una manera determinada, pero mientras no te molestes
cuando así no ocurriera, te será siempre posible acceder a la paz del espíritu.

12. En una carta dirigida a una persona que carecía de paz espiritual, el Rabino Yejezkel Levenstein le
escribió lo siguiente: "Con frecuencia pensamientos e ilusiones equivocados ingresan a la mente de una
persona y perturban su paz espiritual". Cuando carezcas de esta cualidad no podrás ni estudiar la Torah ni
orar adecuadamente; el mejor consejo que te doy en tal sentido consiste en desarrollar la actitud expresada
por el Rosh (Orjos Jayim, Nº69): "Desea aquello que tú Creador desee para ti. Extrae el placer de todo
cuanto poseas, ya fuere esto comparativamente escaso o abundante, y este será el camino correcto a
seguir. Tendrás capacidad para alcanzar el éxito, en cualquier situación en que te encuentres. Tus desafíos
con la vida dependen de las circunstancias individuales que se presenten. Mi consejo a ti, es que trates con
todas tus energías de estar satisfecho con la situación que acontezca. Una vez que hayas adoptado esta
actitud podrás encontrar la paz del espíritu, y ello tendrá un efecto terapéutico positivo tanto para tu
cuerpo como para tu alma". (Ohr Yejezkel Mijtavim Nº106).

Zelig Pliskin

Segunda (y última entrega)

...continuación de Primera entrega

228
13. Ninguna persona podrá a la larga saber qué es lo bueno para ella. (Ohr Yejezkel: Mijtavim, Págs. 170
y 267-268).
Nos falta la paz espiritual debido a que nos sentimos ansiosos y preocupados, por lo que ya nos ha
ocurrido en el pasado o por lo que pudiera sucedernos en el futuro y en consecuencia suponemos que esos
hechos nos son perjudiciales. La realidad en cambio, es que jamás podremos conocer anticipadamente
cuáles serán las consecuencias de los hechos; ser despedido de un empleo, verte obligado a mudarte de tu
casa, o la pérdida de dinero, podrán todas estos hechos conducirte a otros acontecimientos que te serán
provechosos. Fuiste despedido de un trabajo, pero podrías encontrar una mayor satisfacción en tu próximo
empleo. Tuviste que mudarte de tu casa, pero una semana más tarde un rayo cayó sobre ella, causando un
incendio que la quemó totalmente en medio de la noche, provocando la muerte de todos sus ocupantes. La
pérdida de dinero que sufriste te impidió llevar a cabo el viaje en avión que estabas proyectando, lo cual
incidió a que permanecieras en tu casa junto a tu familia creando de tal modo una mayor intimidad con
los tuyos. Dado que no nos es posible conocer lo que es realidad resultaría mejor para nosotros,
deberíamos al menos observar cada acontecimiento bajo una óptica neutral (si no estamos capacitados
para conceptuarlos positivamente), en lugar de mostrarnos irritados y alterados.

14. Trata de desarrollar una actitud tolerante hacia los hábitos e idiosincrasias de los demás. Si permites
que estos aspectos te incomoden, te hallarás constantemente abrumado por otras personas. En tal sentido,
trata de transformar esta molestia potencial en un sentimiento más positivo. Si por ejemplo, estuvieras
asistiendo a una clase en la que alguien interrumpiera frecuentemente con preguntas irrelevantes, no te
sientas molesto por ello; enfoca cada pregunta como una oportunidad para desarrollar tus "músculos de
tolerancia".

15. Para alguien que no esté habituado a involucrarse en asuntos de mayor importancia, aún los tópicos
menores adquirirán gran relevancia ante sus ojos, pero si lo estuviera estos últimos nada significarán para
él y considerará ridículo si otras personas reaccionan exageradamente ante estas banalidades. Como
ejemplo de lo expresado, podemos citar el acto de realizar compras; para una persona pobre cada pequeño
artículo que él adquiere constituirá un hecho trascendente y será cuidadoso de la forma en que invierta
cada centavo, pero para el presidente de una corporación comercial, solamente serán importantes los
negocios que involucren la inversión de grandes sumas de dinero. (Jojmah Umussar, Vol. 1, Pág. 317).
Si concentras tu atención en las gigantescas dimensiones del universo, muchos sucesos insignificantes que
pueden importunar a otras personas, resultarán demasiado pequeños ante tus ojos para que te ocupes de
ellos. ("¿Cómo ha de afectar este incidente al universo en su totalidad?"). Análogamente, si una persona
enfocara la dimensión de la eternidad, los inconvenientes disminuirán su importancia.

16. Sin tener en cuanta la cuantía de la riqueza y las posesiones de que dispones, no podrás tener paz
espiritual a menos que logres vencer tus sentimientos de envidia, combatir tus deseos y superar tus
demandas del consenso de los demás. Si careces de control en estas áreas, sólo lograrás destruir tu vida.
(ver Pirke Avos 4:21).

17. Muchos de los pensamientos que perturban la paz espiritual de una persona, son de carácter
imaginario. Cuando se introduce un nuevo estilo o invento, la gente se apasiona por ellos. Las cosas
nuevas reciben mucha publicidad y despiertan excitación. Todos aquellos que se apasionan por lo
novedoso, no aciertan a darse cuenta de que están viviendo en un mundo de fantasía. (Alai Shur, Pág.
185).

18. A una persona que tenga bitojen disfrutará constantemente de la paz espiritual debido a que tiene
conciencia que todo aquello que el Todopoderoso realice será fundamentalmente para su bien. Todo aquel
que carezca de bitojen tendrá por el contrario una tendencia a padecer constantemente aún cuando las
cosas le resulten bien, manteniéndose nervioso y lleno de incertidumbre frente a su futuro. Acerca de una
persona en tales condiciones, se expresa en el Mishlé que todos los días del pobre –en sabiduría- serán
días desdichados. (Jovos Haljovos, 4:5).
El concepto de bitojen consiste en la comprensión de que todos los aspectos de la vida de una persona son
guiados por el Todopoderoso. Esto incluye la vida en sí misma y la muerte, sus alimentos, vestimenta, su

229
lugar de residencia, su salud y enfermedades. El bitojen requiere que una persona acepte la voluntad del
Todopoderoso en estas áreas, porque toma conciencia que El ha elegido para el ser humano aquello que
será definitivamente para su bien. (Jovos Haljovos, 4:4).

19. Si el Todopoderoso no avanzara para proteger el empeño del hombre, entonces toda su labor habría
sido en vano ya se trate del apoyo y cuidados prodigados a un solo ser humano o para la protección y
seguridad de una ciudad entera. Los hombres no pueden hacer más que aquello que les corresponde,
limitándose a preparar el terreno para llegar al objetivo propuesto, pero a pesar de que en su intento
insuman todas sus energías, no podrán asegurarse la certeza de lograr su propio éxito. Una persona común
toda vez que tome conciencia de la ineficacia de los esfuerzos humanos, se lamentará constantemente,
viéndose impulsado a redoblar sus energías. Perderá el sueño y el descanso y no podrá disfrutar siquiera
del pan que lo alimenta. Sin embargo, es a través del conocimiento de la insuficiencia del esfuerzo
humano, que el hombre percibirá el tierno amor del Todopoderoso, de Su amistad, y de esta manera habrá
de adquirir la serenidad necesaria que le permita conciliar el sueño en paz. Todo cuanto esté más allá del
límite del vigor y el discernimiento del ser humano, habrá de encomendárselo a "Su amigo" el
Todopoderoso. (Rabí S. R. Hirsch: Los Salmos 127:1,2).

20. El hecho de tener bitojen, el cual le proporcionará a la persona la paz del espíritu, no tendría que
confundirse con una actitud fatalista frente a la vida, lo que significa que no debemos adoptar una
conducta pasiva y abstenernos de emprender las acciones tendientes a nuestro bienestar, lo cual debe no
obstante interpretarse que cuando emprendamos esas acciones, habrá que tener en cuenta que el resultado
definitivo de las mismas dependerá del Todopoderoso, debiendo por lo tanto aceptarse Su voluntad.
Tendrás pues paz espiritual independientemente del resultado que obtengas, y además mientras estés en
acción no habrás de sentir pánico. Haz lo necesario según lo requieran las circunstancias, pero no
reacciones con desesperación. (Daas Jojmah Umussar, Vol. 1, Pág. 10).

21. Existe un dicho popular: "No dejaremos nada librado al azar" y en esta manifestación está implícita
una expresión de arrogancia y de falta de conocimiento de la presencia del Todopoderoso. (Mijtav
MaiEliyahu, Vol. 1, Pág. 188).
Si tu paz espiritual depende de tu certidumbre de que posees un control completo sobre toda la situación
al igual que sobre todas las posibles derivaciones de la misma que pudieran surgir, estarás expuesto a
sufrir una decepción. Sería arrogante de tu parte pensar que posees la capacidad de proveer hasta el último
detalle de lo que pudiera salir mal. Esto constituye una imposibilidad, y exigir lo imposible importa una
segura frustración. Ningún ser humano está dotado de la facultad superior que le permita preverlo todo, y
en tal sentido deberás tener conciencia de que es posible que suceda lo imprevisible. Planifica en la
medida que lo creas adecuado, pero ten en cuenta que independientemente del alcance de tus planes,
siempre existirán dificultades que pudiste no haber imaginado previamente. Esperando que siempre
puedan presentarse acontecimientos inesperados y aceptándolos, poseerás una paz espiritual muy superior
a la que esté basada en la expectativa irreal de poseer un control absoluto sobre los hechos.

22. Cuando estés dedicado a ayudar a los demás, especialmente cuando experimentes un sentido de
responsabilidad hacia la comunidad, podrás con frecuencia sentir la falta de paz espiritual. Recuerda la
palabra de los Sabios (Pirke Avos 2:21): "No dependerá de ti poder completar la obra, y por otra parte, no
estarás exento de intentarlo" (Rabí Eliyahu Meir Bloj: Shiurai Daas, Pág. 113).

23. Los pensamientos de una persona no están directamente controlados por ella misma, en idéntico nivel
al que lo está su comportamiento. La mente de una persona está constantemente en actividad y no
permanece fija, enfocada en un solo tópico. La primera técnica que necesitas dominar para poder
controlar tus pensamientos, es la de eliminar las distracciones y la confusión y la de concentrarte en un
solo tema. Esto resulta difícil y para nuestras mentes implica soportar una pesada carga. Sin tener en
cuenta si una idea es de mayor o menor importancia, una vez que penetre en tu mente permanecerá en ella
y puede llegar a distraerte. Si una persona tuviera una carga física tan pesada que lo doblegara, no le sería
nada fácil tratar de sacársela de encima. Los pensamientos sobre un determinado tema desplazarán a otros
de distinta índole. (Toras Avraham, Pág. 432).
Para lograr la paz espiritual debes aprender a manejar la técnica de aquietar el constante bullicio que se

230
produce en tu mente. Trata tranquilamente de mantener tu mente enfocada en un solo pensamiento,
mientras trates suavemente de impedir la entrada de otras ideas. Practica lo expresado durante breves
períodos para luego ir incrementándolos en su duración.

24. El estado de ánimo opuesto a la paz espiritual es la ansiedad, que constituye un sentimiento muy
molesto y que en los tiempos modernos, una cantidad cada vez mayor de personas tratan de ahogar
utilizando tranquilizantes y otros medicamentos. Mientras que en algunas situaciones estos resultan
justificados, son innecesarios y potencialmente perjudiciales cuando se los convierte en rutina diaria.
Nuestra reacción corporal frente a la ansiedad nos resulta beneficiosa, sirviéndonos como advertencia
frente a un peligro amenazante, y como una señal para que evitemos el daño. La ansiedad resulta
contraproducente, cuando no existe una amenaza real para nuestro bienestar. Lo primero que debemos
hacer frente a una innecesaria ansiedad, es aceptarla, porque habrás de sentirte peor cuánto más trates de
combatirla mentalmente. En este caso deberás repetirte: "Sentir ansiedad no es agradable, pero es
tolerable si mi decisión es tolerarla".
Cuando aceptas tu ansiedad, la misma tenderá a atenuarse.
El próximo paso consiste en determinar qué pensamientos preocupantes son los que le estás transmitiendo
a tu mente. Comprobarás que generalmente te estás diciendo a ti mismo, que resultan muy negativas
determinadas situaciones o las consecuencias de ciertas acciones. Si realmente fuera de esta manera, trata
de hacer algo para evitar su efecto. Si el hecho no fuera tan terrible en realidad (y por lo general no lo es),
o no puedes hacer nada para cambiar la situación, deberás entonces aceptarla. Cuando puedas aceptar
mentalmente las consecuencias de una situación, te sentirás mucho más tranquilo.

25. Te sientes relajado cuando te tomas unas vacaciones, porque tu mente está en reposo. El cambio del
entorno externo te facilitará dejar de lado los aspectos estresantes de tu vida diaria. Aunque no tengas
siempre la posibilidad de irte a las montañas o de viajar a Suiza, toda vez que te sientas tenso y bajo el
efecto del estrés, podrás tener la posibilidad de emprender un viaje mental por lugares pacíficos y serenos.
Sentado en tu silla con los ojos cerrados, puedes imaginarte que te encuentras en un lugar del mundo
donde puedes sentirte tranquilo. No desees estar allí, pero siéntete como si realmente te encontraras en ese
lugar. Comprueba lo tranquilo que comienzas a sentirte, al figurarte mentalmente que te encuentras en
una placentera pradera o bosque. Imagínate desprovisto de preocupaciones y de ansiedades. Mientras que
una persona no utilice esta técnica para evadirse de tratar sus problemas, diez o quince minutos de la
misma serán tan reparadores como si se tratara de una breve siesta y tiene la propiedad de aliviar
tensiones.

Zelig Pliskin

SOBRE LA SIMPLEZA

Libertad de acción

Se nos enseña que el hombre tiene libertad de elección. Pero al mismo tiempo, el Santo, bendito sea, es
Quien gobierna el universo. Esto parece una paradoja. Para poder entenderlo debes comprender que
existen en el mundo dos niveles de la libertad de elección. En un nivel se encuentra la libertad de elección
del hombre. Cuando los hombres eligen cumplir con los mandamientos divinos y realizar buenas
acciones, participan así de la tarea de purificar la creación al elegir el bien y rechazar el mal. De modo
que las acciones del hombre tienen un profundo efecto en llevar la Creación hacia su perfección. Estos
actos individuales de libre albedrío de parte del hombre constituyen el "despertar desde abajo."

El segundo nivel de la libertad de elección es el que se encuentra en manos del Santo, bendito sea. Él
actúa en cada momento para llevar la Creación hacia la perfección. Esto constituye el "despertar desde
Arriba," mediante lo cual el Mismo Santo, bendito sea, purifica la Creación, extrayendo el bien del mal.
Pero estos niveles de la libertad de elección no están separados. Ambos son aspectos de lo mismo. El
"despertar desde abajo" pone en movimiento cantidad de procesos en los mundos superiores. Pero el
poder para hacer que se produzca el "despertar desde abajo" sólo se encuentra en manos del Santo,

231
bendito sea. Sin embargo, es parte de nuestra condición en esta, nuestra vida presente, el que seamos
incapaces de comprender el modo en que estos dos niveles de la libertad de elección son en realidad uno
mismo. Y es de hecho nuestra incapacidad de comprenderlo lo que es en sí mismo la fuente de nuestra
propia libertad de elección.

Si vives tu vida con simplicidad esta paradoja no te confundirá nunca. "Aquél que anda con simpleza, irá
con seguridad" (Proverbios 10:9). Con simpleza y fe es posible cumplir, en todos sus detalles, con todas
las leyes de la Torá. Uno trabaja entonces con el convencimiento de que la reparación de toda la creación
sólo depende de uno mismo, es decir del "despertar desde abajo," despertar que se genera mediante la
observancia de las leyes de la Torá en todos sus detalles. Y aunque se tropiece en el pecado y las malas
acciones, aún así nunca se perderá la esperanza. Pues se tendrá la fuerza para retornar al Santo, bendito
sea, porque uno sabe que existe un nivel superior de libertad, es decir "el despertar desde Arriba." Los
ámbitos superiores nunca pueden llegar a ser alcanzados por pecado alguno. "Si pecas, ¿qué le haces a
Él?" En los mundos superiores todo encuentra reparación: todas las transgresiones son transformadas en
méritos gracias al retorno al Santo, bendito sea. Los pensamientos del Santo, bendito sea, son "muy
profundos" (Salmo 92:5). Él tiene el poder de operar una verdadera reparación incluso partiendo de actos
de destrucción. La persona que conoce esto dentro de su corazón podrá mantenerse firme en su servicio al
Santo, bendito sea, sin importar lo que suceda.

Que la gente se encuentre lejos del Santo, bendito sea, y caiga en las malas acciones sólo se debe a que no
comprenden estos dos niveles de elección. Esta es la gente que no ha comenzado a servir al Santo, bendito
sea, o que, por el contrario, hace lo opuesto. Esto se debe a que la mala inclinación les hace creer que la
influencia de las circunstancias es más poderosa que la libertad de elección. Persuadiéndolos así de que el
hombre carece de libertad de elección y que todo depende únicamente de la decisión del Santo, bendito
sea. De modo que si ahora Él ha rechazado a este hombre ya no hay esperanzas de que pueda cambiar y
volver al Santo, bendito sea. Esta concepción del hombre como víctima de las circunstancias es
absolutamente falsa. Está diseñada para proveer de una justificación para el ateísmo y las malas acciones,
y para que la gente, de este modo, arroje de sí el yugo del Cielo. Hay mucha gente que nunca soñaría con
buscar para su forma de vida una justificación filosófica como ésta. Ellos están simplemente atrapados en
sus propios deseos físicos y en sus pecados. Pero en su raíz, también ellos se encuentran bajo la influencia
de esta línea de razonamiento producida por la mala inclinación. Pues es el ateísmo el que yace en el
centro mismo de la mala inclinación.

Por otro lado están aquellos que, de alguna manera, ya han comenzado a servir al Santo, bendito sea. Si
sufren una caída se sienten extremadamente desmoralizados y hay quienes hasta dejan por completo de
servir al Santo, bendito sea, pues ven que pese a sus muchos esfuerzos, no han alcanzado el resultado
esperado. Esto es algo que suele observarse entre la gente joven. También en este caso es la confusión
entre los dos niveles de la libertad de elección lo que genera la mala inclinación. Sólo que ahora ella
presenta otro argumento y arguye que lo más importante es precisamente la libertad de elección del
hombre, como si todo estuviese en las manos del hombre y no hubiera ayuda alguna por parte del Santo,
bendito sea. Y como ahora esta persona ha tropezado y ha estropeado las cosas, ello estaría demostrando
que no posee la capacidad de mejorar.

Para vivir con simpleza es necesario tener fe en que todo está en nuestras propias manos y que al mismo
tiempo todo nos es enviado por el Santo, bendito sea. Es posible que esto sea algo incomprensible. Pero si
vives esta paradoja en la práctica, nunca estarás lejos del Santo, bendito sea y nunca caerás. Por supuesto
que debemos servir al Santo, bendito sea, con todas nuestras fuerzas, como si todo dependiese sólo de
nosotros. Pues "Él ha dado la tierra a los hijos de los hombres" (Salmo 115:16). Por el otro lado no existe
algo así como una caída real, ni hay razón alguna para perder la esperanza - pues el Santo, bendito sea, es
el origen definitivo de todas las cosas. Él arregla todas las cosas de acuerdo a Su Voluntad, "Tú, Señor,
eres eternamente ensalzado" (Salmo 92:9). "El consejo del Señor permanece para siempre" (Salmo
33:11). Nada del bien que haga una persona se pierde jamás (Zohar II 150), aunque ella misma llegue a
pensar que ello no tuvo valor alguno debido a todos los problemas que le sobrevinieron más tarde. La
conexión entre estos dos niveles de la libertad de elección es algo imposible de comprender. Es la misma
paradoja sobre la que discuten nuestros Sabios en el caso de un pequeño niño que murió cuando iba a

232
cumplir con una orden de su padre. Se nos ordena honrar a nuestro padre y a nuestra madre "para que tus
días puedan ser largos sobre la tierra que el Señor nuestro Dios te ha dado" (Exodo 20:12). El padre de
este niño le pidió que subiera a un árbol para traer el nido de un pájaro, pero que dejara antes ir a la
madre, en cumplimiento de la ley de la Torá (Deuteronomio 22:7). Se nos dice que cumplamos con este
precepto para "que te vaya bien y prolongues tus días." El niño cayó y murió a consecuencia del golpe.
Preguntan los Sabios, ¿dónde estaba la largura de días que prometió la Torá? "En el mundo eterno que es
largo" (Julin 142a).

Del mismo modo, existen muchos mandamientos donde la Torá menciona de manera explícita una
influencia especial para mantenernos lejos del pecado y acercarnos al Santo, bendito sea. Por ejemplo, las
leyes de los tzitzit y de los tefilín. Pero hay casos de gente que usa los tzitzit y los tefilín y aún así se
encuentran dominados por sus deseos. Al final terminan arrojando el yugo y dejando de cumplir con estos
preceptos.

Debemos tener fe en que todas las palabras de la sagrada Torá y de nuestros Sabios son "verdaderas,
firmes y eternas" (de la Plegaria de la Mañana). Pero existen muchos temas que nos son imposibles de
comprender perfectamente. No hay duda que el poder del mandamiento de los tzitzit posee una fuerza más
allá de toda medida. Usar los tzitzit puede hacer que los hombres se alejen de la inclinación al mal y de
todos sus deseos físicos. Como prueba de esto la Guemará trae la historia del hombre cuyos tzitzit le
golpearon la cara (Menajot 44a). Pero, de todos modos, no todos los hombres son iguales. Hay casos en
los que la gente ha caído tan completamente bajo la influencia de su mala inclinación que incluso hasta
usando los tzitzit les resulta muy difícil poder superarla. Es precisamente gente como ésta la que debiera
prestar el mayor cuidado en usar los tzitzit y en observar, de hecho, todos los mandamientos de la Torá. Al
menos tendrán el mérito de haber cumplido con el mandamiento de los tzitzit y no habrán perdido todo. Y
es muy probable que el mérito de los tzitzit termine por unificar sus fuerzas con los demás puntos buenos
que existen dentro de esa persona y la hagan digna de conquistar por completo su mala inclinación, pues
el bien nunca se pierde.

Existen numerosos detalles en la relación entre los dos niveles de la libertad de elección cuyo significado
se encuentra oculto para nosotros. El propósito de estar ocultos es permitirle al hombre la verdadera
libertad de elección. Debemos hacer nuestra parte pase lo que pase y tratar de servir al Santo, bendito sea,
todos los días de nuestras vidas. Si, pese a ello no llegamos a ser dignos de la santidad y la pureza, aún
así, ninguna buena intención se perderá, jamás. Es posible que hayas leído en algún libro respecto al
cumplimiento de algún mandamiento en especial o de cierta práctica en particular que producen una
especial influencia en cierta dirección. Es posible que hayas encontrado que aunque la has cumplido, aún
no alcanzaste lo que anhelabas. Bajo ningún concepto debes desanimarte. ¿Quién conoce los caminos del
Santo, bendito sea?

Es posible que Él haya querido que tú cumplieses con ese mandamiento o que hicieras esa buena acción,
para aplicarla así a algún propósito más elevado. Pues los pensamientos del Santo, bendito sea, "son muy
profundos." Nunca debes cuestionar las sendas del Santo, bendito sea, o las palabras de la Torá ni las
palabras de nuestros Sabios. (Leyes de las Marcas de Pureza e Impureza en los Animales 38, 41, 42, 48,
49).

Breslov Research Institute

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Autoestima

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Autoestima
EL SIGNIFICADO ESPIRITUAL DE LAS HOMBRERAS

El Significado Espiritual de las Hombreras

Vivimos es un mundo hambriento de amor donde la baja autoestima es dominante y la mayoría de las
personas se complacen en la principal adicción de la humanidad, la crítica, sin siquiera darse cuenta qué
tan devastadora es. La crítica es el arma más destructiva del hombre. Es el equivalente verbal de un arma
cargada.

Para ayudar a combatir este hábito pernicioso, aquéllos de nosotros que estamos dedicados a "amar a
nuestro prójimo como a nosotros mismos", necesitamos practicar constantemente dar "aprobaciones" o
palmadas en la espalda, ya sea literales o figurativas.

Puesto que nada sucede sin la intervención directa de D-os, para mí, es la inspiración Divina la que
produce hombreras en la moda de las mujeres.

Cuando doy una clase o una conferencia le digo a la gente, "Cada vez que veas tus hombreras, deja que
sean un recordatorio para que digas algo agradable a alguien o date una palmada en la espalda por algo
positivo que hayas hecho recientemente". Todos se ríen, pero yo quiero que tomen la sugerencia
seriamente.

Todo en el mundo tiene un significado externo e interno. Estar en un camino espiritual significa buscar la
espiritualidad en todas partes. Desafortunadamente, nos vemos atrapados con lo externo, como modas y
ropa o nos enfocamos en lo negativo, ya sea la mancha en la ropa, el defecto en la cara o el defecto en el
carácter. Los seres humanos tienen el hábito de notar y generalmente de enfatizar lo peor en sí mismos y
en otros.

Si tú eres ese tipo de persona, tu vida va a cambiar dramáticamente cuando empieces a inundarte a ti y a
los demás con aprobaciones en proporción igual y opuesta a la cantidad de "veneno" (es decir, condenas)
que has estado metiendo en la atmósfera. No tienes que preocuparte por la arrogancia si tú apruebas a
otros en el mismo grado que te apruebas a ti mismo.

Recientemente tuve una invitada en Shabat que tenía aproximadamente setenta años. Con cierta
frecuencia, se daba a sí misma un abrazo o besaba la punta de sus dedos y golpeaba suavemente sus
propias mejillas. Cuando le pregunté qué es lo que estaba haciendo me dijo que ya que era viuda y sus
hijos vivían lejos, no había nadie que le diera abrazos o aprobaciones, así que ¡se los daba ella misma!

Se nos dice, "La más pequeña victoria que ganes (sobre el yetzer hará) apréciala como significativa, de
forma que sea un peldaño hacia una victoria mayor". (Duties of the Heart, Cap. 5).

Quiénes somos es en gran parte un asunto de qué cualidades elegimos enfatizar. Al final del libro de Rabí
Pliskin Gateway to Happiness hay una lista de 300 rasgos, positivos y negativos. Échales un vistazo.
Todos tenemos la capacidad de desarrollar cualquiera de ellos. ¿Estás enfatizando lo positivo o lo
negativo en ti y en tu familia?

237
Puedes sobreponerte a la tendencia a quejarte, kvetch y regañar haciendo de la aprobación un hábito
constante. Piensa en ello como un trabajo al que tienes que levantarte e ir cada mañana de tu vida. D-os
nos ordenó amar; éste es nuestro trabajo espiritual.

Rezamos tres veces al día y expresamos nuestro amor a D-os. ¿Por qué no lo expresamos unos a otros?
¿Dónde están las palabras de aprecio que cada ser humano anhela tan desesperadamente, ya sea que lo
reconozca y lo exprese o no? ¡D-os no necesita estas expresiones tanto como nosotros las necesitamos!
Nos ordenó rezar a fin de que practicáramos y expresáramos amor mutuamente.

Si no eres una persona afectuosa, puedes desarrollar este hábito diciéndote, "Si puedo encontrar el tiempo
para rezar tres veces al día, puedo encontrar tiempo para decir tres palabras de aprecio a los miembros de
mi familia". Todo lo que se necesita es decisión. ¡No digas que estás muy ocupado estudiando Torá para
practicarla! ¡No digas que estás muy ocupado en tu trabajo para practicar amar! Si es así, ¿para qué estás
viviendo?

Gerald Japolsky es director del Centro de Curación por la Actitud en Tiburón, California, que trata
extensamente con niños que tienen enfermedades terminales. Él ha dicho que con cuatro abrazos al día los
niños necesitan menos medicamento para el dolor y con once abrazos al día, con frecuencia remiten la
enfermedad.

Bien, todos podríamos hacerlo con palabras curativas.


Así que… la próxima vez que veas una hombrera, deja que sea un recordatorio positivo para que seas más
capaz de emprender esta continua batalla en contra de las fuerzas de la crítica.

Si estás buscando algo para aprobarte a ti mismo, por favor piensa en los pobres de Israel. La intifada ha
cobrado sus impuestos en términos de pérdidas de trabajo, una alta tasa de inflación, menos horas de
escuela, menos ayuda para niños incapacitados y muchas maneras más. Muchas personas están
verdaderamente desesperadas. Ayudándolas no solamente las vas a hacer sentir amadas, tú también te vas
a sentir bien.

Miriam Adahan

Las personas son imperfectas, aman imperfectamente

No es tu culpa que las personas no te amen de la forma en que quieres, que no te den la calidez,
consideración, respeto, sensibilidad, aprobación incondicional y aceptación que quieres de ellas. En la
medida en que las personas han sido dañadas en la niñez por humillación excesiva, negligencia o abuso,
en esa medida son incapaces de amar. No lo tomes en forma personal. Asume que las personas han sido
tan afectivas como son capaces, dadas las pasiones y presiones y las condiciones y experiencias del
pasado.

Lo que tú ves como comportamiento destructivo y neurótico es la forma en la que la persona se defiende a
sí misma en contra del dolor al fracaso, al rechazo y a la vergüenza. No tomes sus acciones
personalmente. Sin embargo, protégete si eres objeto de abuso. Hilel, el Anciano, "trascendió a todos los
demás, porque no se ofendía de nada y no sentía siquiera sentimiento de enojo" (Senda de los Justos, pág.
63). Podemos expresar esta afirmación de la siguiente manera, "Ya que no tomaba nada personalmente,
no se enojaba, porque se daba cuenta que el comportamiento no constructivo de las personas provenía de
su propio dolor y de su propia falta de conciencia". Si tomas las acciones de otros personalmente, como si
su falta de respeto hacia ti te hiciera deficiente de alguna manera, te hiciera menos digno de respeto o te
impidiera lograr lo que quieres en la vida, entonces te vas a enojar con esa otra persona. Este enojo te va a
cegar para evaluar el curso de acción adecuado a seguir.

Quizá necesitas separarte de esa persona, ya sea temporal o permanentemente. Quizá necesitas mostrar
más empatía, poner más interés en la otra persona, demostrarle con el ejemplo cómo ser más cariñoso.

238
Quizá necesitas ser más asertivo, llevar a la persona a obtener ayuda psicológica o redactar una lista de
comportamientos aceptables, que si no se siguen, pueden conducir a consecuencias desagradables.

Quizá debas apretar tus dientes y soportar el dolor si estás atrapado en una relación que no tiene salida.
Aun en esta última situación debes aprender cómo mantenerte libre.

Te puede parecer que estás prisionero, que vivir con semejante persona te aparta de una vida de Torá y
mitzvot. Si vives con alguien que está lleno de amargura y odio y que se niega a recibir ayuda, tú mismo
te puedes sentir, a veces, desalentado, con autocompasión y resentido. Después de todo, lo que más
anhelas es sentirte amado, apreciado y entendido, ser "conocido" en el más amplio sentido de la palabra.
Y lo que obtienes es lo opuesto. Evita pensar, "Esta persona me podría amar más si quisiera". No es
verdad. Puede no ser capaz de hacerlo. "Si yo fuera más perfecto, más íntegro, estaría obteniendo ese
amor. El hecho de que no lo reciba me indica que no lo merezco". No es cierto. El amor genuino está ahí,
todo el tiempo, para ti como persona, independientemente de tus rasgos de personalidad y tu
comportamiento. Todos merecemos amor, a pesar de que ninguno de nosotros es perfecto.

"Es mi culpa que él no sea más cariñoso". Por supuesto, tienes tus propias debilidades y limitaciones. Así
las tenemos todos. Evita sentirte avergonzado porque no eres amado de la manera que quisieras. Debes
aprender cómo ser una fuente de amor para ti mismo, independientemente de lo que otros piensan.

Miriam Adahan

AUTOESTIMA - EL FLORECIMIENTO DE UN ALMA JUDÍA

Continuación anterior

— Tzelem Elokim,—el rabino empezó a explicar—, es algo en todos nosotros. Si Hashem es el Creador,
entonces una de las cosas creadas a Su imagen, implica que nosotros también podemos volvernos
creadores, no solamente creadores de algo a partir de algo, sino creadores como Hashem de algo a partir
de nada. Desafortunadamente, tendemos a utilizar el hermoso poder de la creatividad para crear nada de la
nada. Tomamos el mundo material, que es una gran nada por sí mismo, y usamos nuestro tzelem Elokim
para crear más nada, más de este mundo, olam hazé. En realidad, se nos dio la nada de este mundo
material a fin de reconstruir la materia en algo, es decir, en espiritualidad, olam habá.
Y cuando digo el mundo material, no me refiero sólo a los objetos físicos de este mundo, sino también
toda circunstancia de la vida en la que nos encontremos. Todas las formas de sufrimientos, son la materia
prima de la nada de la que podemos construir algo. Y la regla es que mientras más problemática es
nuestra ‗materia prima‘, mayor es el potencial de crear algo valioso de ella.
Imagina que existe un proceso que puede convertir varios tipos de materia en diamantes, y tienes frente a
ti varias máquinas diferentes que pueden realizar este proceso. Una máquina puede convertir oro en
diamantes. Otra puede convertir plata en diamantes. Otra cobre en diamantes. Y finalmente, una que
pueda convertir basura en diamantes, ¿qué máquina usarías tú? Obviamente la última. Aun si fuera más
costosa que las otras máquinas, hay tanta basura en el mundo, basura gratis, que nunca te faltaría materia
prima para producir diamantes.
Esto es lo que Hashem hace por nosotros. Cada uno de nosotros es un creador con Él. Estamos aquí para
crear algo de la nada. Hashem es el que realmente nos da la habilidad para crear algo. Nuestra
contribución a la mezcla es la nada. Nuestras malas circunstancias de vida, nuestros rasgos de carácter
indeseables, nuestro yo físico, etc., son la materia prima con la que contribuimos. Si dependiera de
nosotros, descartaríamos toda nuestra ‗materia prima‘, pero Hashem se asegura que no lo hagamos. Él
entrega ‗materia prima‘ indeseable a nuestras puertas cada día.
Una persona se queja: ‗Hashem, me diste una tarea de vida muy difícil. Me diste mucha basura: una
esposa problemática, hijos problemáticos, un ingreso problemático, rasgos personales de carácter, etc.‘
Sin embargo, si Hashem nos lo dio a nosotros debemos decir: ‗Éste es mi potencial‘.

239
— Pero aun así no me siento más que engañado por Hashem —dijo Reuvén—. Estoy en una situación tan
tremendamente difícil. No veo manera de salir de ella.

— Por supuesto, no es cómodo trabajar con basura —replicó el rabino—. Y, regresando a nuestra
analogía, vamos a decir que la máquina toma de siete a ocho años en transformar la basura en diamantes.
Una persona muy bien podría decir: ‗No quiero estar trabajando con basura por seis o siete años‘. Sin
embargo, está miope. Cuando todo lo que ves es la basura, por supuesto que vas a decir que no la quieres.
No obstante, si vislumbras el resultado final, puedes tener paciencia mientras el proceso de
transformación prosigue.

— Cierto, tal vez sólo tome siete u ocho años antes que la basura se transforme en diamantes —remarcó
Reuvén—. Pero tal vez tome 70 u 80 años.

— Aun así, en relación con diamantes espirituales, ¿qué son 70 u 80 años comparados con la eternidad?
El punto es que si solamente apreciáramos lo que estamos haciendo acá en este mundo, ya poseeríamos el
cúmulo de fuerza necesario para sobreponernos a cualquier situación. Si Él nos tuvo confianza con todas
nuestras dificultades, pruebas y debilidades, no existe obstáculo que no podamos vencer. Y después de
todo, Él nos dio las circunstancias de vida porque ninguno de nosotros se ofreció nacer y que le fueran
dadas esas circunstancias.
Decir que Hashem te engañó al darte tantos déficit personales, pero no te dio al mismo tiempo las
habilidades para transformarlos en ventajas, es acusar a Hashem de no saber lo que Él está haciendo. Si
Hashem nos creó con deficiencias, Él también nos creó con las habilidades para transformarlas en
ventajas. Cuánta gente me ha dicho, ‗tuve una terrible educación, o tuve terribles amigos, o un terrible
matrimonio, una terrible situación de trabajo, midot terribles, etc., pero no entienden que eso los hace
gente más rica. Toda su basura se puede transformar en diamantes. Decir que no se puede, es decir que
Hashem no sabe lo que está haciendo.
¡Hashem sabe lo que está haciendo! —enfatizó el rabino—. Deficiencias, fallas humanas, crueldad,
maldad, todas son parte del plan de la creación. Es Hashem el que las creó, y el que permite que sigan
funcionando. No obstante, la gente algunas veces se cuestiona: Si Hashem es todopoderoso, perfecto,
benévolo, ¿por qué permite que la maldad y la deficiencia existan en el mundo que Él creó? La respuesta
es que si Él hubiera creado un mundo completo, no hubiéramos tenido la oportunidad de completarlo.
Déjame darte un ejemplo de la industria de la joyería. El primer paso en el proceso para hacer joyas, es
crear un modelo. El modelo es sumergido en un molde suave de yeso, que eventualmente se endurece en
una impresión negativa de la joya. Un individuo perceptivo puede observar la impresión y saber cómo
quedará la joya. Mientras más profundamente se hunda la impresión en el molde, la pieza de joyería que
se produzca será más costosa.
La gente es creada con ciertas naturalezas. ‗Naturaleza‘ en hebreo, tevá, se relacionan con t’viá, hundir. A
través de entender las deficiencias, la t’viá, la parte hundida, el hueco del molde, llegas a conocerte a ti
mismo. Esto es lo que Abraham hizo, y así es como llegó a conocer toda la Torá antes de haber sido
entregada en el Monte Sinaí. Abraham era un observador muy perceptivo de la naturaleza humana. Él
observaba cómo por naturaleza la gente era proclive a robar, mentir, hacer trampa, asesinar. Él entendía
que todas las deficiencias debían tener una contraparte que había sido diseñada para completarla. Así es
como Abraham conoció y cuidó toda la Torá siglos antes que fuera entregada en el Monte Sinaí. A través
de las faltas de la naturaleza humana, él percibió la perfección de la Torá. La maldad es un duplicado
exacto de la Torá en inverso. La maldad, la deficiencia, (el hueco), es la impresión de la Torá, (el relleno).
El ser humano es puesto en este mundo para llenar deficiencias. ¿Cuánto puede lograr una persona?
Depende de cuántas deficiencias le han otorgado, de qué tan ‗hundida‘ está su naturaleza. Una persona
tiene baja autoestima porque cree que no es nada. Se ve a sí misma y ve un hueco. Sin embargo, cada
característica negativa que tenemos revela grandeza. Mientras más grande es el hueco, mayor es la
cantidad de materia con la que se puede rellenar. En el momento que lo llenas, tu relleno es más valioso
que el de aquél que aparentemente no tiene problemas. Por supuesto, el proceso de rellenar el vacío es
largo, lento y doloroso. Decir que es imposible, no obstante, es falso. El precio que tienes que pagar
puede ser mayor, pero el precio que pagas es una inversión que se te reembolsará con creces al final.
La Torá nos dice que aquél que regresa a Hashem por amor, no sólo se le perdonan sus pecados, sino que
se le convierten en méritos. Los pecados son el hueco. El propósito final por el que Hashem le dio al ser

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humano el potencial de pecar fue para que pudiera llenar el hueco causado por el pecado. Cuando puedes
ver tu propio hueco y de repente percibir la santidad que fue destinada a llenar el hueco, entonces debes
percibirlo como un recipiente potencial de bien. Agradece a Hashem por tus deficiencias y empieza a
transformarlas en ventajas que alojan el oro precioso de santidad que estaban destinadas a contener.
Debemos recordar siempre que cuando Hashem creó el mundo con deficiencias, Él sabía lo que estaba
haciendo. Analizó nuestras almas y vio lo que cada uno de nosotros podía lograr. Luego nos colocó en un
mundo donde tenemos las deficiencias exactas y necesarias para hacer salir nuestro potencial. Decir que
Hashem no nos dio las habilidades para sobreponernos a nuestras deficiencias, es decir que Él no sabía lo
que estaba haciendo cuando creó el mundo. Pero Él sí sabía. Debemos mostrar tanta fe en nosotros como
Él la mostró en nosotros.
Reuvén,—dijo el rabino levantándose de la silla—, realmente se está haciendo muy tarde y todavía tengo
que dar muchas clases este fin de semana. Debemos platicar más. Quizá todavía hay más personas u
organizaciones de Jesed que no has contactado. De cualquier forma, espero haberte ayudado con el
primer paso. ¿Por qué no llamas a tu esposa mañana y le pides que venga por el fin de semana? Todavía
tienes mañana por la tarde, todo el Shabat y el domingo.

— Hmmm. Puede que no sea una mala idea.

— Estaré muy complacido en hablar con ustedes dos, pero por favor discúlpame ahora.

— Muchas gracias rabino. Creo que llamaré a mi esposa.

— Bien.
Antes de que el rabino se dirigiera a su cuarto, añadió: —Déjame dejarte con este pensamiento. Tú sabes
por supuesto, que el pueblo judío, como un todo y como individuos, está sufriendo ahora tanto, si no más
que siempre. La tuya no es la única historia de ese tipo, desafortunadamente. Yo digo esto, no para
hacerte sentir mejor a través del sufrimiento de otros, sino para iluminarte sobre cuán especial es el
tiempo en el que estamos viviendo.
No vas a encontrar una familia judía en algún lugar en la actualidad, que no esté de algún modo,
sufriendo. Problemas financieros, problemas familiares, uno que no tiene hijos, uno que tiene muchos
hijos, uno que tiene hijos enfermos, y así sucesivamente; cada judío hoy en día es víctima. Somos
víctimas del Holocausto, no sólo del Holocausto nazi, sino también del Holocausto Espiritual Occidental.
Hitler se llevó seis millones, pero todavía más judíos se han perdido en Norteamérica y el occidente. Un
judío ahora tiene el derecho a preguntar: ¿Qué es lo que Hashem está haciendo? La respuesta básica es:
éste es el hueco. Está acá para que nosotros lo llenemos. Estamos viviendo quizá en el rincón más
profundamente oscuro de la historia. Pero no te deprimas acerca de lo que está pasando en estos tiempos.
Úsalo para descubrir tu potencial y hazlo salir.

Rabbi Ezriel Tauber

Autoestima en medio de la Dificultad

El pequeño conglomerado alrededor del rabino finalmente se disgregó, y el lobby se vació; un hombre
sentado en una silla del salón prendió un cigarrillo. Un judío observante según las apariencias externas.
Estaba absorto contemplando las ondas de humo que el cigarrillo prendido hacía revolotear sobre su
cabeza. Dejando su cigarrillo para que se extinguiera en un cenicero, se levantó de la silla y empezó a
caminar hacia el lobby vacío.
Sus ojos se posaron repentinamente sobre un sombrero negro tirado en el piso, obviamente dejado ahí por
accidente. Lo recogió, le quitó el polvo y estaba por dejarlo en una mesa cuando se sobresaltó por una
voz. —Oh, debe ser mío. Una pequeña pausa y luego, —Sí, es mío, —dijo el rabino extendiendo sus
manos. Había bajado al lobby específicamente para buscar su sombrero.
— Aquí tiene, —dijo el hombre regresando el sombrero.
— Gracias. Buenas noches.
— Igualmente.

241
Cuando el rabino se había volteado para dirigirse a su cuarto, el hombre repentinamente alzó la voz y
preguntó, —¿Dispone de un minuto?
— Sí. ¿Cómo te llamas?
— Preferiría no decir. Llámeme Reuvén.
— Está bien, Reuvén.
— Escuché la discusión que tuvo con esas personas después de la conferencia. Usted sabe, con ese israelí.
— Sí.
— Lo manejó muy bien, rabino.
— Gracias.
— De hecho, no creo haber escuchado nunca a nadie explicar las cosas así. Hubiera deseado que alguien
como usted me hubiera enseñado cuando yo era más joven. Al hacer Reuvén una pausa, se veía que era
obvio que tenía mucho en su mente. — ¿Podemos sentarnos? —preguntó Reuvén.
— Seguro.
— Cuando se sentaron en unas sillas del lobby, Reuvén dijo, —Rabino…— pero se detuvo. Obviamente
con una lucha dentro de sí; empezó nuevamente y dijo, —Rabino, necesito hablar con alguien.
— Adelante, estoy escuchando.
— Yo…
— ¿Sí?
— Yo… yo no me siento cómodo hablando de mí. —Reuvén se detuvo—. Estoy en una situación que no
comprendo. Siempre he ayudado a la gente. Pero desde que mi negocio se vino abajo, y me quedé con una
enorme hipoteca, una familia grande y muchas deudas, he sido como veneno para aquéllos que están
cerca de mí. Para hacer la historia corta, no sé si todavía tengo un matrimonio. No soy capaz de tratar
decentemente a mi esposa y mi familia. Sé que está mal, pero no puedo hacer nada. No quiero estar así.
Pero las cosas que me han pasado están más allá de mi capacidad de resistencia. No entiendo por qué
Hashem me ha hecho esto a mí. Siempre ayudé a la gente.
— ¿A toda la gente?
— Sí.
— ¿Incluyéndote a ti?
— ¿A mí?
— Sí, tú también eres un judío. ¿Te ayudas a ti mismo?
Reuvén hizo una pausa. —Yo creo que usted ya dio con el problema. Yo me descuido.
— Si tú te descuidas, no puedes comprender realmente las necesidades de otros. Veahabta lereaja
kamoja, ‗Ama a tus semejantes como a ti mismo‘ enseña que si tú no te amas a ti mismo, no puedes amar
realmente a tus semejantes. Si tú maltratas a tus amados, es porque te maltratas a ti mismo. Eres amigo de
todos excepto de ti mismo.
Reuvén metió la cabeza entre las manos y dijo: —¿Pero no es todo el propósito de la Torá ayudar a otros?
— Finalmente. Pero primero te tienes que ayudar a ti. Conoces el famoso caso de dos personas que están
perdidas en el desierto con agua suficiente para que sólo una de ellas sobreviva. Rabí Akiva nos enseña
que una persona tiene la obligación de primero salvarse a sí misma, jayeja kodmin, ‗Tu vida, primero‘.
Tiene que tomar de su cantimplora, aun si eso significa que el otro va a morir de sed. Éste es el mismo
Rabí Akiva que dice que ‗Ama a tu prójimo como a ti mismo‘ es el gran principio de la Torá. No hay
contradicción. La persona primero tiene obligación hacia sí misma, y sólo después puede dar ayuda
apropiada a los demás.
El Rebe de Tzans dijo que cuando era joven, se había propuesto salvar el mundo entero. No obstante,
cuando se hizo un poco más grande, concluyó que el mundo estaba más allá de su capacidad para arreglar,
así que redujo sus objetivos y se propuso arreglar su ciudad. Años más tarde, se dio cuenta que eso
también estaba más allá de sus medios, mientras tanto, su familia estaba carente, así que trató de
arreglarla. Ya como anciano, dijo: ‗¿Por qué estoy tratando de arreglar a mi familia? Debo arreglarme a
mí mismo‘. ¿Si una persona no puede arreglar el mundo que está dentro de él, qué esperanza tiene de
arreglar el mundo que está fuera de él?
— Sé mejor que nadie que estoy lejos de la perfección, —dijo Reuvén—, pero todavía tengo mucha Torá
y mitzvot en mi poder.
— Aun las personas con Torá, no están inmunes de descuidarse a sí mismas. Es posible hacer de la Torá
algo cosmético e ignorar totalmente tu personalidad. Es por esto que la Torá enseña: derej eretz precede a
la Torá. Derej eretz, respeto por otros que emana del autorespeto, de la dignidad. Primero debes respetarte

242
a ti mismo para poder respetar a otros. Derej eretz, entonces, un sentido de valor propio, debe preceder a
la Torá, de otra manera, hasta la Torá se puede volver una vestidura externa dependiente del valor propio
y no una herramienta para desarrollar el verdadero yo.
— ¿Está usted diciendo entonces, que yo he sido castigado por haber descuidado mi persona?
— No estoy diciendo nada acerca de castigos. Todo lo que estoy diciendo es que hay una causa de tu
problema. Si arreglas eso, otras cosas caerán en su lugar.
— No me malinterprete —agregó Reuvén—. Aprecio el hecho de que usted está hablando conmigo pero,
¿de qué me sirve entender mi problema si todavía tengo deudas enormes, un matrimonio desintegrado, no
tengo ingresos y todos mis otros problemas?
— Te regreso la pregunta —dijo el rabino—. ¿De qué te sirve acabar con tus deudas y superficialmente
corregir todos tus problemas si no llegas a la raíz de tu problema?
— Ganaría un poco de alivio.
— Eso tiene un valor, —dijo el rabino—, pero tarde o temprano tienes que localizar la causa si quieres
curar la enfermedad. Los problemas son síntomas. Un síntoma es un regalo si lo interpretas correctamente
y lo usas para curar la enfermedad—. El rabino se detuvo por un momento y luego dijo, -Déjame
preguntarte algo Reuvén, ¿para qué construye una persona una casa?
— Para protegerse.
— Sí, pero más aún, tiene una necesidad de sentirse arraigado, necesita un hogar. La casa es solamente un
medio para producir un hogar. Si uno descuida la idea del hogar mientras se ocupa de construir una casa,
daña su objetivo original. Esto es porque la casa es sólo el medio para construir un hogar. No obstante,
¿cuántas personas conocemos y cuántas historias hemos oído de personas que se esclavizan a sus carreras
a fin de poder tener una hermosa casa, pero descuidan su matrimonio, sus hijos y a sí mismas? Tienen
mansiones vacías. Y probablemente sientan el vacío pero están imposibilitadas para detener el impulso de
largos años persiguiendo el medio mientras olvidaban el objetivo.
Ahora, ¿qué es lo mejor que Hashem puede hacer por tales personas, una persona que básicamente es
buena, pero que ha olvidado la idea de construir un hogar en su búsqueda de construir una casa? Primero,
Él le dará signos de que ha perdido de vista el objetivo, y si él no lee los signos, Hashem en Su
misericordia, le quitará la casa porque se volvió un obstáculo para su objetivo real. Perdiendo la casa, él
puede ganar un hogar.
Por otro lado, si Hashem sabe que una persona es tan materialista que no va a pensar siquiera dos veces
en perder su casa, Él podría permitirle conservar la casa o el matrimonio superficial, o la relación débil
con sus hijos. Éste es un castigo peor. Es algo permanente; algo con ramificaciones permanentes. Sin
embargo, cuando Hashem castiga a la gente que ama, no es de ninguna manera permanente. Y por lo
tanto, no es realmente un castigo. Él quita a fin de que la persona gane al final.
— Entonces, ¿usted está diciendo que en la persecución de los medios del objetivo yo olvidé el objetivo
en sí?
— Eso es lo que estoy sugiriendo. El objetivo de la Torá puede ser ayudar a otros, pero al primero que
debes ayudar es a ti mismo. Hashem no quiere que estés satisfecho con un entendimiento superficial o
incompleto de ti mismo, sino quiere que llegues realmente a la raíz de quién eres tú, limitando o
eliminando ciertas cosas externas que te dan un sentimiento falso de valor propio. Sufres porque eres
merecedor del amor de Hashem.
— Entiendo lo que me está diciendo —replicó Reuvén—. Y me gustaría creer que soy digno del amor de
Hashem. Pero tal vez no soy merecedor de Su amor. Quizá Él me está castigando realmente.
— ¿Tú eres un judío ¿correcto?
— Sí.
— Kol Israel yesh lahem jelek leolam habá, ‗Todos los judíos tienen una porción en el mundo venidero‘.
El solo hecho de que seas un judío, quiere decir que Hashem muestra favor especial hacia ti. Además de
eso, tienes Torá y mitzvot en tu mérito. Mientras sigas siendo una persona sincera que quiere mejorarse a
sí misma y a otros, Hashem te puede estar dando golpecitos, pero no es un castigo. Él sabe que finalmente
obtendrás provecho de la dificultad. Por lo tanto, no te dejes vencer. Tu dificultad es suficiente
sufrimiento. No lo compliques negando tu valor interno.
— ¿Pero cómo puedo convencerme de que tengo algún valor si soy un fracasado para todos los que me
rodean?
— Mientras más notable es la persona, más se espera de ella. Cuando Hashem piensa que una persona es
fuerte y meritoria, Él generalmente le quita las cosas que más quiere. Tú te volviste un fracaso, un fracaso

243
para tus hijos, para tu familia, para tus amigos, para tu sociedad. Te das cuenta ahora cuán solo estás. Sin
embargo, cuando todos tus recursos externos que te dan valor se colapsan, descubres algo: que de
cualquier modo, todo siempre dependía de ti. El status y las posesiones no eran intrínsecas. Una mañana
te miras en el espejo y dices, ‗¿soy un fracaso para mí? Hashem puso Su tzelem Elokim, Su Imagen
Divina en mí. Él me creó. ¿Acaso puedo ser un fracaso? En este punto te descubres a ti mismo. A partir
de ahí, puedes reconstruir tu propia imagen.
— Pero ¿tiene que ser a través de la pérdida de todo lo demás?
— A veces. La Mishná enseña: ‗¿Quién es rico? Aquél que está contento con su parte‘. Si él está contento
con su parte en tanto que está viviendo en la pobreza, entonces si se volviera rico no se echaría a perder
por el dinero. Sin embargo, uno que no puede encontrar satisfacción con las cosas simples cuando sea
rico, será destruido por el dinero. Por supuesto, somos parte de este mundo material, y está aquí para que
nosotros lo aprovechemos. Sin embargo, no vale nada si aprovechándolo perdemos nuestro yo. Solamente
aprovechando primero nuestro yo, el aprovechar los elementos del mundo tiene permanencia y
significado. Si descubres tu valor interno mientras estás privado de ciertas cosas esenciales, entonces
después, cuando la normalidad vuelva a tu vida, la tomas con el conocimiento de que nunca más vas a
cambiar los valores reales por valores externos.
Debes tener el favor de Hashem, —añadió el rabino—, de otra manera Él te dejaría tener las cosas
fácilmente. Debes ser capaz de sobreponerte a tu desesperación. Hashem solamente desafía a una persona
que Él sabe puede perseverar y sobreponerse. Debes creer en ti mismo tanto como Él cree en ti.
Reuvén dejó salir un profundo suspiro y dijo: —Lo que usted está diciendo está bien, rabino. Pero
conmigo es una desgracia tras otra. ¿Cómo me puedo sentir bien de mí mismo si todo alrededor de mi
vida se está deshaciendo?
— Dijiste que me escuchaste hablar antes acerca de la autoestima —dijo el rabino—. ¿Tú crees que lo
que dije se aplica solamente cuando las cosas van bien? Muy por el contrario, se aplica igualmente, si no
es que más, cuando las cosas no van bien.
— Yo creo que entiendo eso, —dijo Reuvén—, pero no obstante, no sé cómo creerlo. Usualmente yo soy
el que dice a las personas que tengan fe, sin embargo, ya que he estado sufriendo enormemente no puedo
convencerme a mí mismo de eso.
— Tampoco te afecta si no puedes entenderlo o porque no puedes entenderlo con suficiente profundidad
todavía. De cualquier modo, déjame tratar de ayudarte. Vamos a asegurarnos que entendemos qué quiere
decir ser creado betzelem Elokim, a la imagen de D-os.

Rabbi Ezriel Tauber

Ego contra Autoestima


— Ahora creo que realmente estoy confundido, rabino, —dijo Dany—. Antes usted me dijo que el ego es
bueno, que debo tener autoestima. Ahora me dice que el ego no es bueno. ¿Cuál es la respuesta?

— Cuando yo digo ego, —explicó el rabino—, me refiero a algo enteramente diferente a la autoestima.
La autoestima y el egocentrismo no están separados por una línea delgada. Son dos categorías del todo
diferentes. El egocentrismo gira en torno a ‗obtener lo que yo quiero‘. Debo poseer cualquier cosa de
valor que alguien tiene. Todos deben ceder ante mi voluntad porque yo sé todo mejor que los demás. Eso
es egocentrismo.

— La autoestima, en contraste, no depende de obtener lo que uno desea. Autoestima es el reconocer el


lugar de uno en el universo; es la apreciación de saber lo que uno ya tiene, de lo que uno ya es. Uno es
una creación en las manos de Hashem. ¿Qué más necesita uno? En cambio, la persona egocéntrica es
infeliz a menos de que obtenga lo que quiere. La persona con autoestima se acepta a sí misma como es y
está siempre activa en el proceso de desdoblar capas más profundas de su yo.
El problema real con la persona egocéntrica es que no puede pensar como se pretende que un ser humano
lo haga; no se puede sobreponer a sus deseos instintivos. Aun si él domina sus deseos físicos, si piensa
que su mente es el centro del universo, no va a ser capaz de pensar objetivamente. Pensará que todo lo

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que él hace está bien y nadie más puede decirle algo diferente.
La Torá te entrena a pensar independientemente de tus deseos físicos así como de tus necesidades
egocéntricas. No sofoca nada que necesite ser expresado; sólo le enseña a uno cómo enfocar sus deseos
para bien. Y lo mismo es cierto para el ego. La Torá no aplasta tu ego, tu verdadero yo, sino que te ordena
a verte continuamente en relación a Hashem. Si lo haces, te sientes bien acerca de ti mismo y aún así
permaneces humilde sobre tus logros.
Al limitar la lujuria y el ego, la Torá encauza estos potenciales para el bien último. Te da la oportunidad
de independizarte de los impulsos egoístas de tu ser para que tu mente pueda reflexionar libre y
lúcidamente acerca de las cosas importantes en la vida. Recuerda, pensar equivale a vivir. No es
suficiente estar pensando que piensas. Debes pensar hasta que duela. Debes enfrentarte a ti mismo y
cambiar.

*****

La Joya

— ¿Existe alguna enseñanza de la Torá que resuma lo que usted ha estado diciendo?

— Hay muchas. Probablemente la mejor conocida de ellas es aquélla acreditada a Hillel, que dice: ‗Si yo
no voy a actuar por mí, ¿quién lo hará? Y ser sólo para mí mismo ¿qué me hace? Si no ahora ¿cuándo?‘
Déjame explicarte más claramente.
Cada momento es una gema. Y la vida de cada uno ha sido dispuesta especialmente desde el tiempo de la
creación de manera que mil millones de momentos, cada uno con su respuesta única, han sido dispuestos
para cada quien. No obstante, depende del individuo el descubrir cada momento. Por lo tanto, la primera
pregunta que uno debe hacerse es: ¿Si yo no voy a ser yo, quién será? Nadie más puede ser yo. Nadie más
puede hacerme.
Cada judío tiene una joya en sí mismo, y la razón absoluta por la que bajó a este mundo fue para descubrir
esa joya. Y esa joya solamente puede ser descubierta por ese judío. Si Moshé pudiera bajar del cielo, no
podría tomar tu lugar y pulir tu joya.
Hilel continúa: ‗Y cuando soy para mí mismo‘, es decir, solamente para mí mismo; cuando me he
desarrollado y he pulido mi gema, pero no la utilizo para el progreso de otros, ‗qué soy yo‘, es decir, ¿qué
valor tiene mi gema? Si una persona no tiene un yo a fin de poder compartirlo con otros y relacionarse
con ellos, ¿qué bien es ese yo?
De acuerdo a Hilel, el primer paso es conocer quién eres. Tienes que conocer tu propio valor y saber que
eres una porción de D-os; que estás hecho a imagen de D-os. Entonces, después de que desarrolles tu yo
único, lo tienes que usar para que otros hagan lo mismo. Una vez que te das cuenta quién eres, te das
cuenta que todo prójimo judío es igual porque su alma y la tuya son del mismo D-os. Eso se llama ‗Amar
a tu prójimo como a ti mismo‘. Tienes que amar tu yo real, tu alma. Después puedes amar a tu prójimo.
Hilel concluye: ‗Y si no ahora, ¿cuándo?‘ Él trata de decir: que no sólo cada judío es una joya, sino cada
momento de la vida de un judío es una joya, como ya dijimos. Por lo tanto, si tú no cumples tu misión en
este momento, ¿cuándo lo harás? Es decir, éste es el momento de realizar, porque si no utilizas el
AHORA, ¿cuándo tendrás este momento otra vez? Nunca va a regresar. Si ahora no es el momento de
ganar tu yo, tu yo del olam habá, ¿entonces cuándo?

Rabbi Ezriel Tauber

SOBRE LA AUTOESTIMA

Sobre la Autoestima

Da Retroalimentación positiva a otros

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Cuando veas que alguien está haciendo algo bien, exprésale tus pensamientos positivos. La
retroalimentación sincera, honesta y positiva ayuda a la autoestima de otros y los pone en estados
positivos. No necesitas ser conocido de alguien para hacer esto. Aun si ves un total extraño haciendo algo
bien, dilo. Con más razón aún, dale retroalimentación positiva a los miembros de tu familia, empleados o
estudiantes Cuando estás complacido con la gente que hace servicios para ti, dícelos: taxistas, operadoras
de teléfonos, vendedores, meseros, reparadores y cualquiera que te ayude de alguna manera.
¿Piensa en tres personas que apreciarían tu retroalimentación positiva? ¿Qué les dirías a ellos y cuando?

Espejos

Un espejo es una herramienta económica de bioretroalimentación para ayudarte entrar en un estado


dichoso. Cuando ves un espejo, ves tu expresión facial y puedes notar fácilmente cuando empiezas a
sonreír.
Mientras te ves en un espejo, pregúntate a ti mismo, "¿Cuándo estuve antes en un estado dichoso? ¿Cómo
sé que estoy dichoso cuando estoy dichoso? ¿Cómo me vería ahora mismo si estuviera dichoso? ¿Cómo
se ve la persona más dichosa que alguna vez conocí?" Toma unos momentos para responder estas
preguntas y ve para ti mismo qué efecto tienen en ti.
Cuando te ves en un espejo trata la estrategia de "si estuviera". "Si estuviera dichoso en este momento,
¿cómo me vería?" "Si tuviera confianza y energía ¿cómo me vería?
Una herramienta que es súper efectiva para producir estados positivos es verte a ti mismo en un espejo y
repetir, "Me siento bien. Me siento grandioso". Al mismo tiempo chasquea tus dedos mientras balanceas
tus brazos de lado a lado. Imagina que estás escuchando una música animada. Es casi imposible para la
mayoría de las personas hacer esto por tres minutos sin sonreír. Pruébalo y ve qué es lo que pasa.
Un espejo es también una buena herramienta para sobreponerse al enojo. La próxima vez que estés
enojado mírate en un espejo y compárate cómo te ves cuando estás haciendo una sonrisa sincera. Luego
haz caras graciosas para ti y ve cómo se derrite el enojo.
Un espejo también puede ser usado para construir la autoestima. Mírate en un espejo y repite, "Me gustas
mucho. Eres una persona extremadamente valiosa". Repítelo continuamente hasta que realmente lo
sientas.

Perspicacia

La perspicacia es positiva si ilumina aspectos de ti mismo en una forma que te permita hacer cambios
constructivos. Aun una perspicacia acertada es contraproducente si es percibida solamente como una
amenaza a tu autoestima. Es especialmente destructiva si crea desánimo y desesperanza.
Si sientes que una perspicacia interna acerca de ti es verdadera, enfócate en qué puedes hacer para
provocar cambios positivos en pensamiento, motivación y acción.
Sé cuidadoso cuando sugieres comentarios perspicaces a otros. Piensa por un momento acerca de las
consecuencias de lo que vas a decir. Expresa tus comentarios de una manera que motiven. Ten en mente
que tu propia percepción subjetiva de la realidad es el meollo de lo que ves en otra persona.
Cuando alguien te hace un comentario perspicaz acerca de tu personalidad, no lo aceptes inmediatamente
como preciso. Analízalo. ¿En qué está basado? ¿Acaso la persona ve el cuadro entero de quién eres tú y
qué puedes ser, o está haciendo su comentario basado en una percepción limitada de ti? ¿Acaso tiende a
ver las motivaciones negativas en un comportamiento positivo? ¿Cuáles son sus creencias acerca del
cambio? Si expresa su perspicacia negativamente, date cuenta que lo que él está diciendo refleja su forma
subjetiva de ver las cosas. Alguien más podría haber hecho comentarios más positivos. Aun la misma idea
puede ser expresada en una forma que te de buenos sentimientos acerca de ti mismo e inspiración para
mejorarte continuamente.

Presencia

Cuando interactúas con otras personas, mantén un sentido de presencia. Escucha y ve a la otra persona
tanto como puedas. Escucha con atención sus palabras y el tono de su voz. Percibe tantos matices como
puedas.
Para hacer esto adecuadamente, piensa en tu experiencia cuando hablas con alguien que está totalmente

246
presente y cuando hablas con alguien que lo está parcialmente. Cuando estás totalmente presente con otra
persona, ambos ganan. Lo vas a entender de una nueva forma y vas a ganar mucho entendimiento. La
persona que interactúa contigo gana al ser escuchada y vista como un individuo. Este respeto eleva su
autoestima y la puede motivar de nuevas maneras.

Sentimientos de Inferioridad

Cuando aprecies la grandeza inherente en cada ser humano en virtud de haber sido creado a imagen del
Creador, vas a ser capaz de sobreponerte a sentimientos de inferioridad que de otro modo tendrías.
Cuando tratas de desarrollar cualidades y rasgos positivos, ten sentimientos positivos por tus esfuerzos
aun cuando tú, como todos los demás, no son perfectos. Una persona que no tiene interés en su superación
personal no notará sus faltas y defectos. Mientras más introspección hagas, más vas a notar que necesitas
corrección. Deja que esto te estimule.
Tienes el derecho a sentirte valioso, independientemente de lo que los demás piensen de ti. Si otros son
críticos contigo, percíbelo como una oportunidad para convertirte en mejor persona. Si la persona critica
algo que tú no puedes cambiar, tu valor y tu importancia no disminuyen por esos comentarios. Aun si
encuentras las palabras de la otra persona angustiantes, tu sentido de valor permanece inalterado aun por
haber tenido una experiencia desagradable. Sus palabras pueden ser irritantes, pero aún así eres valioso y
preciado.
Los sentimientos de inferioridad pueden causar muchos problemas y dificultades. Pueden conducir a la
persona a sentirse víctima, a ser tratada como un trapo y ser vulnerable a ataques personales. Impiden que
la persona tenga logros, que hable por sus derechos, que exprese sus opiniones, que se acerque a otras
personas y hacer amigos. Los sentimientos de inferioridad ocasionan que las personas actúen rudamente,
inventen historias muy exageradas a fin de impresionar a otros, o eviten cualquier forma de
confrontación.
Involúcrate en comportamientos positivos para incrementar tus sentimientos de autoestima. Enumera por
lo menos cinco razones para considerarte a ti mismo buena persona. ¿Qué cambios positivos puedes hacer
ahora que te permitan tener más sentimientos positivos acerca de ti mismo?
Sé consciente de tu postura, de tu expresión facial, de la posición de tus manos y pies cuando te sientes
inferior. Nota la diferencia entre ésta y las posiciones que tienes cuando te sientes positivo acerca de ti
mismo. Cuando cambias tu posición física a la que tienes cuando te sientes bien acerca de ti mismo, tu
sentimiento interno también cambia para mejor.
Haz una práctica regular imaginarte vívidamente a ti mismo sintiéndote muy positivo acerca de tu
autoestima. Busca gente que te trate con respeto y que refuerce tus sentimientos positivos acerca de ti
mismo.
Si tiendes a verte a ti mismo bajo una luz negativa, como un experimento, considérate a ti mismo una
persona valiosa e importante por una semana entera.

Sintiéndose Querido

Haz que la gente se sienta querida. Sentirse no querido puede ser muy doloroso. Decir y hacer cosas que
hagan a la gente sentirse querida aumenta su autoestima y es una fuente de gran placer. Cada vez que
alguien dice o hace algo para hacerte sentir querido a ti o a otra persona, añádelo a tu sistema mental de
referencia.
"Estoy feliz que pudiste llegar, me llenó el día".
"Ven acá y únete a nosotros. Nos gusta tu participación".
"Tenerte aquí es una fuente de inspiración".
"Tus comentarios añaden mucho a nuestras sesiones de ideas."
Llama a las personas por teléfono sólo para decirles cuánto las aprecias.
Piensa en una persona específica que ganaría si tú la hicieras sentir querida. ¿Qué le puedes decir?

Alaba a Otros

Alabar a otros es un acto de bondad. Además de ser una forma de reforzamiento positivo, le da a las
personas sentimientos placenteros y los pone en un estado favorable. Más aún, la alabanza sincera eleva la

247
imagen de una persona e incrementa el respeto por sí mismo. La alabanza fingida suena falsa y es
probable que no sea benéfica. Domina el arte de la alabanza sincera sutil. Ve lo positivo en las personas y
exprésaselos.
Revisa la lista de rasgos positivas en la sección de RASGOS. Nota estas cualidades en otros y no dudes
en decírselos.
Si te parece difícil alabar a otros, haz un esfuerzo especial para lograrlo. Practica hasta que se te vuelva un
hábito. Algunos ejemplos son: "Bien hecho", "Hiciste un buen trabajo", "Fantástico", "Excelente",
"Magnífico", "Fue muy inteligente de tu parte", "Eso fue muy ingenioso", "Aprecio tu preocupación",
"Fue muy amable de tu parte haber…", "Fue una idea muy creativa", "Me gusta la forma en que hiciste
eso", "Fue un placer escucharte", "No te puedes imaginar cuánto significa esto para mí", "Te felicito por
tu esfuerzo".
Escucha las alabanzas de otros. Cada vez que escuches o leas una alabanza, añádela a tu repertorio.
Si tu alabanza molesta a alguien, puede ser que fuiste excesivo para esa persona, que sintió que no fuiste
totalmente sincero o que generalmente se avergüenza por las alabanzas. Trata la próxima vez de alabarla
sutilmente. Mantén tus ojos y oídos abiertos para notar qué tipo de alabanza aprecia cada persona de tu
medio ambiente.
Piensa en un momento específico en el que la alabanza de alguien tuvo un efecto positivo en ti. ¿Qué dijo
esa persona? ¿En qué forma aumentó tus sentimientos de autoestima?
Piensa en una persona específica que apreciaría escuchar alabanzas de ti. ¿Qué le vas a decir exactamente
a esa persona la siguiente vez que la veas?

Zelig Pliskin

AUTOESTIMA Y JUDAÍSMO

Distorsión de la Imagen de Uno Mismo

Introducción

A través de la historia, el hombre se ha empeñado en diversas búsquedas. Ha procurado el progreso de su


medio, ha buscado nuevas formas de aumentar su productividad y de vencer las enfermedades.
Y, en una actitud más sublime, ha buscado a D-s.

Cierta vez, el Rebe de Kotzk afrontó a un joven que había ido a verlo en su corte jasídica: "¿Por qué has
venido?", le preguntó.
"He venido a encontrar a D-s", respondió el joven.
"Es una lástima que hayas desperdiciado tu tiempo y tu dinero", dijo el Rebe. "D-s está en todas partes.
También pudiste haberlo encontrado en tu propio hogar."
"Entonces, ¿con qué propósito debería haber venido?" preguntó, a su vez, el joven.
"Para encontrarte a ti mismo", respondió el Rebe.. "Para encontrarte a ti mismo".

De todos los seres del mundo, el hombre es el que está más cerca y, paradójicamente, es el que se halla
más distante de sí mismo. Este alejamiento da lugar a una distorsión de la autopercepción, y esta
distorsión puede causar una mayor alienación con respecto a uno mismo, con lo cual se produce un
círculo vicioso que se autorrefuerza.

****

La Distorsión de la Imagen de Uno Mismo

En tanto algunas personas pueden darse cuenta de que están sufriendo de una baja autoestima, muchas
otras no son conscientes de ello.

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Cuando hablo de un problema de baja autoestima no me refiero sólo a una opinión de uno mismo sino,
más específícamente, a un sentimiento desfavorable que es injustificado y no está basado en hechos
reales. Aunque mucha gente se da cuenta de que se tiene poca confianza y de que abriga sentimientos de
inferioridad, cree que estos están justificados porque está convencida de que sus insuficiencias son reales.
Con bastante frecuencia esta autopercepción es incorrecta y la baja autoestima y la poca confianza en sí
mismo son, en realidad, injustificadas.

Me ha resultado bastante dificil lograr que la gente se libre de sus autoconceptos erróneos. Una persona
que tiene un objeto ante sus ojos está plenamente convencida de que lo que ve está realmente allí y de que
posee, efectivamente, las características de forma y color que ella percibe. Es virtualmente imposible
convencer a alguien de que el objeto que ve es inexistente, y de que su percepción es simplemente una
alucinación. Si pudiéramos, de algún modo, convencer a dicha persona de que su visión está
distorsionada, podría entonces aceptar la descripción que algún otro hace del objeto. En la esfera
psicológica encontramos ejemplos de esta dificultad en el caso de la paranoia, en la cual una persona
desarrolla el delirio de que es el mesías o que es extraordinariamente rica. La experiencia clínica ha
demostrado la dificultad de librar a esta persona de su delirio. La idea se torna tan fija en su mente que la
prueba lógica de lo contrario no logra hacerle impresión alguna.

Aunque los casos de delirio de grandeza no son demasiado comunes, sí lo son los de negativismo.
Muchas personas se ven a sí mismas inferiores de lo que son en realidad y están plenamente convencidas
de que sus percepciones son absolutamente correctas. La opinión en contrario de los demás e incluso la
evidencia concreta de sus cualidades puede hacer poco o ningún impacto. Si bien muchas personas
pueden admitir fácilmente que sufren de baja autoestima, insisten en que este sentimiento es justificado
porque se ven a sí mismas realmente inadecuadas en uno o más terrenos.

Vayamos un poco más lejos. La persona que ve un objeto determinado está segura de que todos los demás
lo ven exactamente como ella. No duda de la validez de su sentido de percepción, y si ve una mesa
marrón, supone naturalmente que todos los demás la en también como una mesa marrón. En forma
similar, la persona que tiene de sí misma la percepción de que es insulsa, nada atractiva, o antipática, está
convencida, sin lugar a dudas, de que ésta es también la forma en que la perciben los demás. Para ella, su
percepción es una realidad.

Esta idea no ha surgido solamente de los textos de psicología, sino que puede ser hallada en la Torá. En la
leyenda de los espías que fueron enviados a Canaán por Moshé, se dice que ellos informaron que los
canaanitas eran una raza de gigantes. "... Y éramos nosotros, a nuestros propios ojos, como langostas; y
así también éramos a los ojos de ellos". La forma en que te consideras a ti mismo es la forma en que tú
crees que otros te perciben.

Este pasaje peculiar es ampliado en el comentario de RASHI: "Nosotros los oímos (a los canaanitas)
decir: Hay hormigas arrastrándose en nuestros viñedos". Dos importantes ideas psicológicas están
contenidos en este comentario. En primer lugar, los espías seguramente no comprendían, siquiera, el
idioma de los canaanitas, y sin embargo, estaban seguros de qué estaban hablando. Si te sientes inferior,
ciertamente llegarás a la conclusión de que los demás lo han notado y están hablando de ello. En segundo
término, hay una progresión descendente hacia sentimientos de baja autoestima. Habiéndose sentido
inicialmente tan pequeños como langostas, los espías pronto se sintieron reducidos al tamaño de
hormigas.

La confrontación de las personas con la evidencia incontrovertible de sus cualidades positivas tiene, a
menudo, una influencia poco duradera sobre su autoconcepto. Recuerdo el caso de una mujer
profundamente deprimida que tenía una imagen muy pobre de sí misma, a pesar del hecho de que era una
excelente médica especialista que había alcanzado una prestigiosa posición en la comunidad de su
profesión. Sus injustificados sentimientos de inferioridad la habían conducido a escapar a través de la
adicción al alcohol. Yo estaba impresionado por su autoimagen notablemente distorsionada, y cuando le
pedí que citara algunos de sus valores personales permaneció completamente silenciosa. Entonces le
señalé que se había graduado summa cum laude, que había ganado el premio Phi Beta Kappa y que,

249
evidentemente, no podía dejar de darse cuenta de su superioridad intelectual. Su respuesta fue: "Cuando
me dijeron que habia ganado el premio Phi Beta Kappa, yo sabía que habían cometido un error".

A medida que estudiaba el problema de la autoimagen desfavorable descubría que los más profundos
sentimientos de baja autoestima aparecen, paradójicamente, en aquellos que realmente están más dotados
y son más competentes. Parecería ser que la persona que desarrolla una autoimagen desvalorizada, se ve a
sí misma como si se estuviera mirando a través de una lente trucada que distorsiona la percepción de tal
manera, que se ve como lo opuesto de lo que es en realidad.

Supongamos que podemos evaluar la personalidad de la gente según una escala que va del 1 al 10, basada
en su inteligencia, carisma, atractivo y varias habilidades y talentos. Una persona que está algo por debajo
del promedio podría ser calificada con un +3, en tanto que otra muy superior sería evaluada con +10. Si
ambas personas, por cualquier razón, desarrollan autoimágenes desfavorables, han de verse
probablemente como lo opuesto de lo que en realidad son. Así, la persona que es menos que mediocre
tendría una baja autoestima de -3, y la persona de calificación excelente tendría una baja autoestima de -
10: ambas se sentirían profundamente desvalorizadas.

La tragedia de la autoimagen desvalorizada es magnificada por el hecho de que el malestar que causa sea
tan innecesario. Las personas que más debieran disfrutar de la vida son, precisamente, las más expuestas a
sufrir en mayor grado.

La autoimagen desvalorizada no tiene por qué ser total; puede reducirse a algunos aspectos de la
personalidad. Es decir, la persona puede verse a sí misma no uniformemente desvalorizada, sino
deficiente sólo en ciertas áreas. Un ejemplo común de esto es la persona que se siente valorizada acerca
de su competencia en su ocupación, pero tiene una baja autoestima como persona.

Conocí a un médico que usualmente comenzaba sus visitas hospitalarias a las siete de la mañana y
regresaba al hospital inmediatamente despues de las horas de consulta, permaneciendo allí hasta muy
entrada la noche. Los fines de semana no constituían una excepción. Era admirado por sus pacientes, por
las enfermeras y el equipo administrativo, pero el personal del hospital señalaba a menudo que su esposa
debía de ser una arpía, pues ¿por qué otra razón un hombre evadiría tan persistentemente su hogar?

Años más tarde, la esposa del médico me consultó porque estaba muy deprimida. Descubrí que era una
persona suave y compasiva, muy diferente de la imagen que de ella se había formado el personal del
hospital. Me dijo: "Soy una persona muy insegura. Necesitaba un hombro en el cual apoyarme, pero mi
esposo nunca estaba allí para ofrecérmelo. Nuestros hijos nunca contaban con él como padre. Aunque él
proveía siempre en forma adecuada a nuestras necesidades materia les nunca tuvimos la relación
emocional y el apoyo que necesitábamos de un esposo y un padre".

Posteriormente me entrevisté con ese médico y comprendí que si bien se consideraba un médico
competente, sentía que no tenía nada que ofrecer como persona. No creía tener la fortaleza emocional ni
la personalidad que su familia esperaba de él. A causa de su supuesta incapacidad de proveer a las
necesidades emocionales de su familia, tendía a refugiarse en la seguridad de su consultorio y del
hospital, donde se sentía mucho mejor en su papel de médico.

Esta puede muy bien ser la razón por la cual algunas personas son tan "adictas al trabajo". El trabajo
puede, simplemente, ser más cómodo que relacionarse como ser humano.

Ya sea que la autodistorsión afecte toda la vida de una persona o tan sólo una parte de ella, se trata de una
idea errónea que puede tener serios efectos nocivos sobre ella y quienes la rodean.

Dr. A. Twerski

Autoestima, Humildad y Vanidad

250
Podría ser prudente anticipar un desafio en este punto. El lector puede preguntar: "¿Si usted enfoca un
problema psicológico desde la perspectiva de la Torá, cómo puede criticar la baja autoestima? ¿No se nos
enseña que la gaavá (vanidad) es una abominación? ¿No enfatiza el Talmud: "Sé muy humilde?" (Pirké
Avot IV, 4).

Esto requiere una breve aclaración. Lo que yo he calificado como una autoimagen desvalorizada no es un
sentimiento de anivut (humildad), sino más bien uno que resulta de una autopercepción distorsionada por
la cual la persona niega sus aspectos positivos y se ve a sí misma como muy inferior a lo que es en
realidad. La autoimagen desvalorizada no es humildad sino una ilusión, una percepción falsa.

La Torá es terminante al condenar la falsedad en cualquiera de sus formas. En verdad, aunque muchas
medidas precautorias para evitar la transgresión de los mandatos bíblicos son de origen rabínico, sólo una
de ellas está prescripta en la Biblia, y es la que se refiere a evitar la falsedad. Suplementando la
prohibición "No mentirás" (Vaikrá XIX, 11), la Torá subraya: "Aléjate de la falsedad" (Shemot XXIII, 7).

Por ende, si la realidad es que alguien tiene una voz agradable, es impropio negar este hecho. Si algún
otro es intelectualmente brillante, no debe pensar de sí mismo que es opaco. Si una persona es atractiva,
no debe pensar que es fea. Si es un erudito consumado, no le es permitido considerarse un ignorante.

Próximo a nuestra época, el modelo de humildad fue el gran Jafetz Jaím (Rabí Israel Meir Hacohen), y
somos afortunados en contar con muchos seres humanos contemporáneos que pueden atestiguar sobre la
profunda humildad de este sabio. Sin embargo, el Jafetz Jaím escribió numerosas obras halájicas y éticas,
sin manifestar reservas en la promulgación de decisiones halájicas definitivas y en el establecimiento de
principios éticos. ¿Cómo pudo haberlo hecho de no considerarse calificado y competente para eso? De
hecho, ¿cómo las grandes autoridades en materia de Torá hubieran asumido, a través de los siglos, las
responsabilidades de la dirigencia y la autoridad si no se consideraran adecuadas para ello? ¿Cómo
habrían desafiado a menudo las posiciones de otras grandes autoridades de no haber estado convencidas
de su propia competencia para hacerlo? Evidentemente, el tomar conciencia verdadera de la naturaleza, de
las habilidades y capacidades propias no es, en modo alguno, incompatible con la humildad.

La compatibilidad de la autoconciencia con la humildad es fácilmente comprensible a la luz de la


enseñanza talmúdica: "Si has estudiado mucha Torá no te jactes, porque para ello has sido creado"
(PirkéAvot II, 9). Así como la persona dotada de una hermosa voz debe reconocer que ésta es un don
divino, así la que posee una mente brillante, capaz de aprender, retener y analizar, debiera reconocer que
éste es un talento concedido por D-s. Uno puede medir su verdadera grandeza sin asumir el orgullo y la
vanidad del presuntuoso pavo real.

La autoestima está basada en la conciencia de las propias capacidades, de lo que uno puede hacer. La
vanidad es el sentimiento de que debería expresarse admiración y exaltación por lo que uno ha hecho.
Así, el Jafetz Jaím escribió sus grandes obras porque sabía que podía hacerlo, y eso es una autoestima
virtuosa y saludable. Después de que esas obras fueron completadas no esperó honores ni gloria por sus
logros. Muy por el contrario, ya estaba concentrándose en lo que le quedaba por hacer, aún, con el talento
con el que D-s lo agraviara. Esto es compatible con la humildad.

En realidad, hay una razón para creer que jamás la gaavá es consecuencia del reconocimiento de las
verdaderas habilidades y talento de una persona. Quien tiene una saludable autoestima no necesita la
alabanza y la aprobación de los demás. La gaavá es, invariablemente, el intento desesperado de una
persona que se siente desvalorizada, por escapar de sus sentimientos de inferioridad. Pide con vehemencia
honores y busca elogios para asegurarse de que es una persona valiosa, en contraste cm sus sentimientos.
Sin embargo, puesto que estos sentimientos de inferioridad son erróneos, los elogios y la admiración
jamás resultan suficientes. Esta persona nunca puede tener bastante seguridad y persiste tozudamente en
tratar de impresionar a los demás con sus logros.

251
El TaNaJ nos enseña cuán extremadamente cautelosos debemos ser para no traspasar la delgada línea que
separa la anivut del autodesprecio. Esto está demostrado en el episodio del rey Shaúl relatado en I Shmuel
XV.

La humildad de Shaúl se hizo evidente cuando tuvo que ser sacado de su escondite para ser coronado rey
de Israel. Poco después recibió instrucciones de Shmuel de aniquilar a los amalecitas y destruir todas sus
posesiones. Shaúl, empero, cedió a los deseos del pueblo y no hizo matar el ganado, a fin de ofrendarlo en
sacrificio sobre el altar. Al ser agudamente reprendido por Shmuel, Shaúl se defendió, al principio,
insistiendo en que había satisfecho el deseo de D-s. Sólo después de que Shmuel lo increpara nuevamente,
Shaúl admitió su error. Pero entonces ya era demasiado tarde: el Cielo había decretado que Shaúl
perdieron su reinado. He aquí las palabras precisas del profeta a Shaúl: "Y Sh‘muel dijo: Esto es lo que
D-s ha dicho: Aun cuando eres pequeño ante tus propios ojos, te he designado como líder de Israel".
Observemos que Shaúl no es reprendido por ser humilde, sino que es castigado por ser "pequeño" ante sus
propios ojos.

La reprensión divina a Shaúl indica que en su gran piedad y profunda humildad Shaúl había llegado
demasiado lejos y cruzado el delgado filamento que separa la virtud de la humildad de la peligrosa
autodestructividad que implica la desvalorización personal. Fue este tipo de impropia autodestructividad
la que condujo a Shaúl a permitir que lo dominaran los deseos del pueblo. Fue esta misma
autodestructividad la que lo movió a intentar la defensa de su acción e impidió su pronto reconocimiento
de que había obrado erróneamente, acto que podía haberlo salvado. Incluso si el concepto que Shaúl tenía
de sí mismo no hubiera sido tan distorsionado como para que no confiara en su propio juicio al interpretar
el deseo de D-s, juicio que se oponía a la interpretación dada por el pueblo, debía, cuando menos, haber
comprendido que, puesto que D-s lo había designado para ocupar una posición tan encumbrada, él tenía la
capacidad necesaria para cumplir con esas responsabilidades.

La gaavá es señalada como una aberración. Si bien D-s declara que Su presencia estará siempre con Israel
aun cuando se encuentre en un estado de profanación (Vaikrá XVI, 16), El, no obstante, evita a los que
son vanidosos (tratado Sota Va).

Todo judío tiene una neshamá (alma) que es parte de D-s. El judío que es consciente de su neshamá y
aprecia su inestimable valor no debiera tener una autoimagen desvalorizada, ni recurrir a la detestable
defensa de la gaavá. Esta existe sólo si alguien niega que tiene una neshamá, o no la aprecia en todo su
valor. Ambas son herejías inaceptables para D-s.

El gran sabio Hilel es citado por el Talmud como modelo de humildad (Shabat XXXb). Sin embargo, es
este mismo Hilel quien declara: "Si yo estoy aquí, entonces todo lo demás está aquí" (Sucá LIIIa). Uno
debe tener un ego saludable, una autoestima, a fin de tener algo para anular. La autoestima y la humildad
no se excluyen sino que se complementan.

Por ende, una persona debe tomar conciencia de todos sus haberes personales, reconocerse como la
beneficiaria de la generosidad de D-s y conducirse, simultáneamente, con humildad. En realidad, uno
recurre al falso orgullo y la vanidad, la gaavá tan denostado por la Torá, como resultado de su baja
autoestima.

Dr. A. Twerski

Autoestima y Estrés
Hay una especie de ajustamiento consecuente con la autoimagen desvalorizada que a primera vista parece
ser constructivo, pero que no es, en realidad, una excepción a la regla de que toda conducta basada en la
distorsión de la realidad puede llegar a ser destructivo. Me refiero a las personas que intentan librarse de
su baja autoestima haciendo cosas que les prueben a ellas y a los demás que son, en realidad, gente que
vale la pena.

252
Para una persona es posible, ciertamente, compensar satisfactoriamente un defecto, a condición de que
éste exista en la realidad. La gente que ha perdido el sentido de la vista desarrolla, a menudo, sentidos
agudos del tacto y el oído. Algunas personas afectadas por impedimentos físicos desarrollan destreza
artística o facultades intelectuales. Estas son adaptaciones constructivas porque su objetivo es compensar
defectos reales. En cambio, cuando los defectos no son reales, como es el caso de la gente que se
considera engañosamente inferior a lo que es en realidad, sus esfuerzos compensatorios, incluso aquellos
que poseen un valor social, están invariablemente destinados al fracaso.

Al respecto es importante distinguir entre las personas triunfadoras y las súpertriunfadoras. Los
triunfadores son personas de gran talento, movidas por una sana ambición. Aunque están
permanentemente en acción, se parecen mucho a la madre amamantadora que se siente claramente
molesta hasta que su bebé comienza a mamar. Entonces experimenta un alivio por un tiempo, pero sólo
hasta volver a sentir nuevamente la necesidad de amamantar a su bebé por la acumulación de la leche
materna. Ella se siente feliz con lo ya hecho, pero siempre necesita hacer algo más.

Si bien los triunfadores pueden estar siempre en movimiento, obtienen un sentimiento de satisfacción con
lo realizado. Pueden disfrutar del reposo y el relajamiento de sus nervios. No se sienten inseguros ni
empujados a probarle nada a nadie.

Los súpertriunfadores son totalmente distintos. Habitualmente se trata de personas que poseen una
autoimagen desvalorizada. Se sienten inferiores aún cuando sean muy calificados. Aunque sus
comunidades se beneficien con sus logros, ellos nunca se sienten satisfechos de lo que han realizado.
Impulsados por su siempre presente necesidad de compensar su autopercepción desvalorizada, raramente
disfrutan de ningún sentimiento de logro por lo efectuado y a menudo les resulta imposible hallar el
sosiego necesario.

De este modo, la autoimagen desvalorizada desempeña un papel principal en situaciones de estrés. Este es
un asunto extremadamente importante, debido a que muchas de las enfermedades incapacitantes y aún
letales tienen relación, hasta cierto punto, con el estrés. Entre ellas se cuentan la afección de la arteria
coronaría con angina; el ataque al corazón; la hipertensión arterial, que puede provocar un ataque
fulminante; la insuficiencia cardíaca; desarreglos renales; enfermedades gastrointestinales; diabetes
inestables; migraña o jaqueca emocional, por nombrar sólo unas cuantas. Hasta hay evidencias acerca de
que el estrés puede desempeñar un papel nada desdeñable en el desarrollo del cáncer. La acción
destructivo del estrés difícilmente pueda ser sobreenfatizada.

Para entender por qué el estrés resulta ser tan destructivo, sera útil considerar algunos de los mecanismos
de defensa físicos que D-s nos ha brindado para hacerles frente, con éxito, a los peligros que amenazan
nuestra supervivencia.
Las únicas amenazas serias a la vida a las que el hombre debe hacer frente son los ataques de un agresor.
Sobrevivir a un ataque así depende de la ejecución exitosa de una de estas dos respuestas: luchar o huir,
sea cual fuere la más adecuada.

En relación a la lucha efectiva o a la rápida huida deben producirse ciertos cambios en nuestra fisiología.
Hay una necesidad mayor de oxígeno y nutrimentos para los músculos a utilizar en la lucha o en la huida.
Esto es acompañado por un aumento de las pulsaciones y la presión sanguínea, lo que posibilita una más
rápida provisión de sangre. También se produce la necesidad de desviar la sangre del tracto
gastroinstestinal hacia los músculos en los que será necesaria. El azúcar almacenado en el hígado es
descargado en la sangre para abastecer al tejido muscular con los nutrimentos adicionales que necesita. La
respiración se acelera para proveer más oxígeno a fin de librar al cuerpo del dióxido de carbono
producido por el aumento del metabolismo. También se produce un desvío adicional de la sangre que
circula en la superficie del cuerpo para reducir a su mínima expresión la hemorragia que podría
producirse en caso de lesión (es por esta razón que empalidecemos cuando somos amenazados). Para una
mayor reducción del riesgo de hemorragia se produce un aumento de la capacidad de coagulación de la
sangre. Estos son sólo algunos de los cambios que se generan automáticamente cuando debemos
enfrentarnos a una amenaza fisica.

253
Resulta obvio que si bien estos cambios son muy útiles cuando la amenaza proviene de un agresor fisico y
está dirigida contra nuestros cuerpos, no tienen valor alguno cuando la amenaza no es física y atenta
contra nuestro yo. Si nos sentimos amenazados por condiciones económicas precarias, la aceleración del
ritmo cardíaco y todos los demás cambios fisiológicos carecen de valor práctico. Si un comentario crítico
de nuestro empleador es considerado como una amenaza a la seguridad laboral, la reacción de lucha o
huida es inútil. Pegarle al empleador difícilmente mejore la situación y tampoco será de utilidad ocultarse.
La reacción de lucha o huida tampoco es apropiada si sentimos que hemos sido desairados. Sin embargo,
nuestro sistema fisiológico distingue los distintos tipos de amenaza. Hemos sido programados para
reaccionar ante amenazas con cambios para la lucha o huida, y esto es, exactamente, lo que ocurre.

Además, dado que la reacción de lucha o huida responde a la agresión física, resulta evidente que la
duración de los cambios fisiológicos ha de ser corta. Una contienda con un agresor durará, habitualmente,
algunos segundos o minutos. Uno se librará exitosamente del otro, dominará al agresor o será asesinado.
Cualquiera sea el resultado, todo sucederá rápidamente, y si alguno sobrevive, la amenaza habrá quedado
eliminada y el cuerpo recobrará su funcionamiento normal en cuestión de minutos. Esto no es así, sin
embargo, cuando la amenaza no tiene un carácter fisico directo. Amenazas de inseguridad laboral,
desastre económico o pérdida de la autoestima no desaparecen en unos años. Los cambios fisiológicos
crónicos y sostenidos que no se corresponden con la amenaza percibido originan los males del estrés
mencionados anteriormente.

Las tensiones más comunes del mundo actual son las ocasionadas por las amenazas al yo. Lo que
constituye una amenaza se corresponde, a menudo, con la propia autoimagen. Un yo sano no estaría
sujeto, por lo tanto, a demasiado estrés. Aún cuando las circunstancias externas fueran difíciles, la
persona que se sabe capaz se sentirá menos abrumada. Confía más en su destreza para hacerle frente a la
adversidad. Aún el bitajón, la confianza en D-s, que es tan esencial en el enfrentamiento con las
circunstancias adversas, se acrecienta cuando la persona se considera acreedora a la gracia divina.

Existe aún otra forma en la que la autoestima puede reducir los efectos destructivos del estrés a su mínima
expresión. La tensión y la relajación se excluyen una a la otra, al igual que la luz y la oscuridad. Cuando
se presenta la relajación, la tensión desaparece. Aunque la distensión parezca tan fácil de lograr, el hecho
real es que mucha gente es incapaz de relajarse. Puede entretenerse leyendo, jugando, trabajando, mirando
espectáculos deportivos o de otras maneras, pero sin alguna de estas diversiones es, realmente, ansiosa. Y
relajación significa descansar cómodamente en un sillón confortable, o asolearse, sentarse en una
bañadera con agua remolineante y no leer, ni escuchar, ni hablarle a nadie - no hacer nada excepto
respirar y sentirse a gusto en esta situación durante quince minutos. Mucha gente se toma sumamente
impaciente e incluso llega a irritarse al minuto o dos de estar en esas condiciones. A menos que esté
adormecida o tranquilizada por el alcohol o alguna medicación, es incapaz de distenderse.

Esta incapacidad de relajarse es, más bien, de fácil explicación. Cuando una persona se encuentra
totalmente sin diversión alguna, establece un contacto directo con sí misma. Es sabido que cuando te
hallas en compañía de alguien que te desagrada deseas alejarte lo antes posible. Las personas que no
pueden relajarse son aquellas que no se quieren a sí mismas debido a sus autopercepciones
desvalorizadas. Simplemente, no pueden tolerar su propia presencia. Si sienten que no están totalmente
solos por hallarse en presencia de D-s, esto les resulta muy poco consolador, pues creen que ni siquiera
son queridos por El. Sin la relajación necesaria para interrumpir la constante tensión, no es de asombrarse
de que caigan presas de los numerosos males provocados por el estrés.

El hecho de que muchos eruditos de la Torá sean capaces de dedicar muchas horas a la meditación en
soledad es una clara evidencia de que poseen una sana autoestima. A pesar de su sincera anivut, ellos
saben que poseen una neshamá que busca unirse a D-s y se consideran banim lamakom, hijos del
Omnipresente, queridos y amados por El.

Derrotar a la distorsión perceptiva que conduce hacia una autoimagen desvalorizada es, por ende, vital
para el bienestar físico, emocional y espiritual.

254
Dr. A. Twerski

Autoestima e Identidad

Las personas con poca autoestima tienen, naturalmente, lo que se conoce popularmente como "problemas
de identidad". No se trata de un sentimiento de humildad sino de desvalorización devastadoramente
deprimente. Estas personas pueden actuar con desesperación para obtener una identidad, siendo
cualquiera mejor que ninguna.

Recuerdo cierta vez en que realicé una evaluación psiquiátrica de un joven que había sido arrestado por
robar un banco. El asalto había sido planeado tan chapuceramente que su propósito parecía ser que el
ladrón fuera arrestado y no que consiguiera dinero. El joven señalaba orgullosamente su foto en la
primera plana del periódico. ¡Lo había logrado! Ahora era alguien; alguien negativo, pero alguien, al fin.

Si bien no todos los intentos por resolver el problema de identidad son tan marcadamente patológicos
como éste, muchos están, sin embargo, lejos de ser saludables. El tener una sana autoestima evitaría la
necesidad de resolver cualquier problema de identidad.

Una persona que siente que carece de identidad puede tratar de adquirir una perteneciendo a algo. Esto es
descripto por el Gaón de Steipl (Jaié Olam, vol. 1, cap. 5) en su perspicaz observación de personas que
defienden ideales y congregan a la gente bajo el estandarte de algún movimiento ideológico al que luego
glorifican o incluso adoran. El establece que en esta forma las personas que no pueden sentirse valiosas
adquieren un sentimiento de valorización identificándose con algo que ellas pueden considerar sublime.

Otra técnica para adquirir una identidad se parece un tanto a la descrita en el caso del súpertriunfador, en
el hecho de que aunque pueda tener algunos elementos compensatorios, éstos se producen a un costo
extraordinario. Las personas sin un sentimiento de identidad pueden esforzarse y alcanzar posiciones y
títulos prestigiosos. Para la pregunta que antes había resultado tan dolorosa, "¿qué soy?", ellas tienen
ahora una respuesta: "soy un médico", o "soy un abogado" o "soy presidente de una organización", o "soy
el dueño de una mansión o de un lujoso automóvil". Como en el caso del súpertriunfador, los intentos
para remediar deficiencias inexistentes resultan insatisfactorios y estas personas se convierten,
invariablemente, en desdichados médicos, abogados, poseedores de elegantes automóviles, etc. La falta
de efectividad de esta táctica para alcanzar una identidad está bellamente ilustrada en una de las leyendas
de los "sabios de Jelm".

Uno de ellos visitó cierta vez una casa pública de baños y se encontró en un "terrible aprieto", porque sin
las ropas que lo distinguiesen de los demás todos parecían ser esencialmente iguales. "Entre todos estos
hombres que parecen iguales", se dijo a sí mismo, "¿cómo sabré cuál soy yo?" Luego de pensarlo
cuidadosamente, se le ocurrió una brillante idea.

Tomó un trozo de cuerda roja y la ató alrededor del dedo gordo de su pie. ¡Ahora era otra cosa! No había
forma de que pudiera perderse entre tantos hombres iguales.

Desafortunadamente, mientras se enjabonaba y duchaba, la cuerda roja se deslizó fuera de su dedo y otro
bañista la pisó de tal manera que quedó enganchada en el dedo gordo de su pie. Después de un rato, el
"sabio de Jelm" advirtió al portador de la cuerda roja, luego miró su propio pie y, por supuesto, no vio
nada. Quedó confuso y acercándose al otro hombre le dijo: "Perdóneme, pero quizá pueda usted
ayudarme. Sé muy bien quién es usted, pero, ¿podría usted decirme quién soy yo?"
Este jugoso relato popular contiene una profunda enseñanza psicológica. Si mi identidad es una cuerda
roja, quienquiera que la lleve puesta tiene mi identidad. Si mi identidad es el exótico automóvil o el
hogar, ella será el resultado del título y yo permaneceré invariable.

La afirmación "soy un médico" expresa lo que hago, y la expresión "soy dueño de esa mansión" indica lo
que tengo, pero ninguna de las dos dice qué soy yo. Si nos resulta difícil describirnos a nosotros mismos

255
como no sea en términos de lo que hacemos o poseemos, ello indica cuánto nos hemos desviado del
verdadero sentido del propio yo.

Dr. A. Twerski

Orígenes de la Baja Autoestima

El predominio del problema de la autoestima baja es tan grande que surge una pregunta obvia: ¿Qué es lo
que causa que tanta gente sufra tales distorsiones de autopercepción y tales sentimientos de inferioridad?

Podría pensarse que el problema de la autoimagen desvalorizada se produce solamente en personas que
han sufrido severas privaciones en su niñez o que están sometidas a un gran trauma emocional. Esto no
parece ser cierto. He visto casos de personas que tuvieron buenos hogares y padres amantes, y en cuyas
biografías no hay evidencia de trauma emocional.

Cabe notar, también, que la autoimagen desvalorizada puede ser detectada a menudo en niños muy
pequeños. Algunos de cinco y seis años de edad manifiestan sentimientos injustificados de
desvalorización, e incluso ya a esta tierna edad pueden exhibir algunos de los rasgos de carácter que
hemos descripto.

¿Es posible que ciertos sentimientos de autoimagen desvalorizada sean hereditarios? ¿Es posible que haya
factores intrauterinos que puedan afectar la autopercepción de una persona? En este momento no tenemos
respuestas definitivas para estas preguntas. Lo más importante es comprender que cualquiera sea la fuente
de estos sentimientos, ellos pueden ser corregidos.

Sin embargo, hay una predisposición general al desarrollo de una autoimagen desvalorizada. De todos los
seres vivientes, el ser humano es el que tiene el período de dependencia más extenso. Los cachorros de
animales comienzan a andar poco después del nacimiento y se tornan autosuficientes en un período de
tiempo relativamente corto. Su lapso de dependencia de sus padres es, por ende, bastante breve. El niño,
empero, es totalmente dependiente de sus padres por un período muy extenso, no sólo para la obtención
de alimentos, sino también de refugio y cuidado personal. Los bebés humanos no pueden caminar durante
meses, e incluso mientras crecen no pueden obtener ni preparar su propio alimento, o conseguir su propia
ropa y albergue por años. Usualmente, no se independizan financieramente por décadas.

La dependencia de otros reduce la autoestima. Pareciera haber un resentimiento instintivo hacia la


dependencia, como se manifiesta en los niños pequeños que insisten en hacer las cosas por ellos mismos y
rehúsan la ayuda de los adultos. La dependencia es percibido como algo equivalente a la impotencia y el
desamparo, y parece ser rechazada como degradante, incluso a una edad en que el niño no ha desarrollado
aún valores culturales de independencia o el concepto de amor propio. El impulso para el surgimiento del
yo parece ser innato, y en la medida en que somos dependientes o estamos bajo la dominación de otros,
sentimos nuestro "yo" sofocado. Por ende, pareciera que todos nosotros podemos comenzar la vida con
una predisposición ala baja autoestima.

Durante los primeros años de vida pueden ocurrir muchas cosas que reduzcan la autoestima, incluso con
padres que son cuidadosos y dedicados. Los padres deben disciplinar a los niños y enseñarles a no actuar
en forma incorrecta. Sin embargo, al decirles que algo que ellos han hecho estaba equivocado se corre el
riesgo de que sientan que son malos, y se requiere un gran ingenio para establecer la disciplina necesaria
sin transmitir al niño un sentimiento de maldad. Recuerdo que cuando mi padre me reprendía solía decir:
Es past nisht (ídish -"no es decoroso"). El mensaje era: "Tú eres demasiado bueno para comportarte de
esta manera". Técnicas paternales como ésta pueden ayudar a evitar algunos de los efectos depresivos que
la disciplina ejerce sobre el yo. Si un niño nota que un hermanito obtiene mayor atención de sus padres
que él, su autoestima puede quedar afectada. Que la atención extra sea realmente favoritismo o que el
hermanito requiera un cuidado especial a causa de algún problema es irrelevante. El hecho es que el niño
se sentirá relativamente abandonado. Algunas observaciones o actitudes críticas de los padres, los

256
abuelos, los maestros y otros adultos importantes para él pueden contribuir también a crear un problema
de autoestima.

Cuando los padres exigen de los hijos que cumplan ciertas funciones antes de que estén capacitados para
ello, los niños pueden llegar a considerarse ineptos. Llegan a la conclusión de que las demandas de los
padres son correctas y que su falta de cumplimiento es indicio de que algo anda mal en ellos. Por otra
parte, hacer demasiado por los niños y no darles la oportunidad de desarrollar sus habilidades puede
provocar también que se sientan incompetentes. Hay una estrecha franja para determinar cuánto exigir de
un niño en un momento dado de su desarrollo. No es de extrañarse que incluso los padres más
consagrados sobrepasen esos angostos límites y contribuyan inconscientemente a la disminución de la
autoestima del niño.

Hay una buena razón para suponer que los niños tienen necesidad de percibir que el mundo que los rodea
es racional y predecible. Como adultos, hemos llegado a reconocer que no hay mucha racionalidad en el
mundo que nos rodea y que tampoco es muy predecible incluso en los fenómenos naturales, sin hablar de
la conducta humana, tan sujeta a caprichos. Pero no es así como los niños ven el mundo. A ellos un
mundo caprichoso les provocaría mucha ansiedad, razón por la cual tienen que dar por sentado que en él
hay un orden establecido. De ahí que cuando ocurre algo irracional o inesperado, probablemente los niños
no lleguen a la conclusión de que el mundo está loco, sino más bien de que si no comprenden qué ocurre,
es porque algo anda mal en ellos. En lugar de reconocer que el mundo es, realmente, tan caótico,
probablemente los niños se culpen a sí mismos por no poder comprenderlo. Cuando esto ocurre, el niño
pierde confianza en su capacidad para entender las cosas y se considera a sí mismo deficiente.

Otra consecuencia del pensamiento infantil es el desarrollo de sentimientos injustificados de culpa. El


pensamiento de los niños opera, a menudo, sobre un principio simple de causa y efecto. Todo efecto debe
tener una causa aparente. Cuando las cosas andan mal y ellos no comprenden fácilmente por qué, pueden
llegar a culparse a sí mismos como si fueran los causantes. Muchos niños abrigan sentimientos de culpa
que parecen carecer de fundamento para la lógica de los adultos; pero los niños pueden asumir fácilmente
la responsabilidad por muchas cosas, aun cuando no exista la más mínima razón para ello.

Estas dos características del pensamiento infantil -la tendencia a considerarse deficiente cuando el mundo
le resulta incomprensible y la de asumir la culpa cuando no existe una causa evidente- disminuyen
profundamente la autoconfianza y la autoestima del niño.

La autoestima está compuesta por dos ingredientes principales: sentimientos de capacidad y sentimientos
de valorización. La cultura contemporánea tiende a identificar valorización con capacidad. En una
civilización tan orientada hacia la productividad se pone gran énfasis en la capacidad de una persona para
realizar o producir. Las personas que no son productivas son consideradas, a menudo, pasivas. En verdad,
muchos de los problemas que enfrenta la población de edad avanzada puede ser el reflejo de un
resentimiento no expresado por el hecho de ser parasitarios para la sociedad, y de que su mantenimiento
drena demasiada energía de la población más joven y productiva. El único aspecto compensador que
surge acerca de los ancianos es que éstos merecen nuestro respeto y consideración por sus muchos años
de trabajo, pero el énfasis es puesto sobre la productividad como valor decisivo. En otras palabras, les
tenemos más consideración por lo que hicieron y por lo que fueron, que por lo que son en la actualidad. Si
hemos de ser sinceros con nosotros mismos, debemos reconocer que nuestra cultura desvaloriza a la gente
cuando deja de ser productiva.

La idea de que el valor humano está vinculado a la productividad tiene consecuencias de largo alcance.
Hace sólo unas décadas el aborto era un crimen equivalente al asesinato. Luego atravesó un notable
proceso de cambio, perdiendo primero el carácter de crimen y convirtiéndose luego, en esencia, en un
acto virtuoso, apoyado por fondos públicos. ¿Cómo fue que el aborto se transformó tan rápidamente de un
crimen en una virtud?

La respuesta es dolorosamente simple. Cuando la mortalidad infantil era elevada, las epidemias eran
incontenibles, las madres jóvenes morían de fiebre puerperal, y la tuberculosis mataba a la gente joven en

257
la flor de su vida, cada ser humano adicional tenía valor. Las personas eran necesarias por su
productividad. Eliminar un feto iba en detrimento del bienestar de la comunidad; de ahí que cortar un
embarazo era considerado un hecho maligno. Ahora que la ciencia médica ha erradicado las
enfermedades que mataban en forma masiva a los jóvenes y que el control de la población se ha
convertido en estandarte de los planificadores sociales, los seres humanos ya no son un deseable e
incuestionable artículo de consumo. He aquí la palabra clave. A menudo nuestra sociedad considera la
vida humana como una mercadería. No siempre ve un valor intrínseco en ella, sino que sólo la valora en
términos de productividad, y actualmente esta fuente de producción es más que suficiente.

Cuando la valorización depende totalmente de la suficiencia, la autoestima recibe un golpe mortal. Una
vez que una persona se considera incompetente, no hay concepto de valorización intrínseca del cual echar
mano.

Muchos de los factores responsables del empobrecimiento de la autoestima existían antes del
advenimiento de nuestra sociedad súperindustrializada. Actualmente hay aún más factores deprimentes de
la autoestima. La era de la computadora nos ha convertido en tarjetas numeradas antes que en personas
con nombres y apellidos. Factores tales como la movilidad de las familias, que resulta en una falta de
sólidos lazos familiares y raíces comunitarias, han hecho su impacto. No es de extrañar que el predominio
del problema de la autoimagen desvalorizada sea actualmente tan grande.

Dr. A. Twerski

Los Valores de la Torá

Una inminente autoridad en materia de autoestima afirma que el placer y el goce son profundas
necesidades psicológicas, esenciales para la autoestima, y completa esta declaración agregando que los
valores de una persona determinan lo que busca como placer. Además, distingue entre el deseo de placer
de una persona emocional y psicológicamente sana que ejerce control sobre su existencia, y el de otra,
neurótico, cuyo deseo de placer es una huida de la realidad (Branden, N., The Psychology of Self-Esteem
("La Psicología de la Autoestima), Bantam Books, N.Y. 1973, 132-135).

Yo creo que esto es bastante compatible con un enfoque de Torá. Los valores de las personas determinan
definitivamente lo que es placentero y gozoso para ellas. Sin embargo, para quien abraza una vida de
Torá, los valores deben ser los de la Ley.

¿Qué son los valores de Torá? Muchos de éstos están contenidos explícitamente en las Sagradas
Escrituras y el Shulján Aruj. La justicia es aquella que la Torá interpreta como tal. Lo mismo ocurre con
la compasión. Las ideas de justicia y compasión que no son de la Torá han desempeñado un papel
importante en la decadencia moral tan predominante en la civilización moderna.

Hay una lista completa de valores de Torá en Pirké Avot (IV,l), y muchos de éstos difieren notablemente
de los valores predominantes. Por ejemplo, la fortaleza es el dominio de las tentaciones de una persona y
no la posesión de poder para dominar a los demás. La sabiduría es la predisposición a aprender de otros,
antes que la suma de conocimientos que uno ha adquirido. La riqueza es la capacidad de estar satisfecho
con lo que uno tiene y no la acumulación de bienes. Honrar es respetar y admirar a los demás, y no ser el
receptor de aclamaciones.

****

Las personas que tienen una autoimagen desvalorizada pueden hacer intentos desesperados para sentirse
meritorias. En sus esfuerzos por lograrlo, pueden aferrarse a mecanismos y maniobras que parecen
resultarles efectivos. Lejos de ayudar a alcanzar este propósito, esos métodos resultan, generalmente,
autofrustantes, y a menudo producen depresión en lugar de elevar la autoestima. Lo contrario también es
verdadero: los factores que aumentan la autoestima son también autorreforzadores y pueden elevar a la

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persona a grandes alturas espirituales. Apreciamos la gran sabiduría de los autores del Talmud, pues
solían distinguir entre los valores que producen autoestima, y los espurios, que contaban con el apoyo
popular.

Fortaleza

La opinión popular considera que la fortaleza es el poder de controlar y dominar a otros. Ya hemos visto,
sin embargo, que el impulso por dominar es a menudo sólo una defensa contra los sentimientos
personales de debilidad. La persona que tiene necesidad de ser superior a las demás raramente está
satisfecha de su poder, razón por la cual procura hacerlo cada vez más absoluto. Está también
constantemente ansiosa ante la posibilidad de ser depuesta y perder su posición de poder. Esta permanente
insatisfacción y ansiedad reducen la autoestima, poniendo en marcha un ciclo vicioso cuyo resultado final
es la megalomanía.

La gente que se siente competente no necesita posiciones de poder o superioridad. En realidad, muchos de
los verdaderos grandes líderes del mundo se resistieron, invariablemente, a ocupar posiciones de
liderazgo y tuvieron que ser obligados a aceptarlas. La señal de la fortaleza y la autoestima saludables es
el domino de uno mismo, no el de los demás.

Sabiduría

La Torá enseña que el hombre verdaderamente sabio se caracteriza no por la cantidad de conocimientos,
sino por su disposición a aprender todo lo posible de los demás.

La relación de la verdadera sabiduría y la autoestima se me hizo evidente mientras observaba cómo


algunos de mis colegas médicos reaccionaban ante el pedido de un paciente de efectuar una consulta
sobre el caso con otro médico. Los médicos que tienen una buena autoestima y se sienten seguros, no
tienen reparo alguno en solicitar una consulta. Ellos saben que su habilidad como médicos no los
convierte en dioses, y que otro médico puede saber algo que ellos ignoran, o descubrir un aspecto del caso
que ellos no habían detectado. Están deseosos de aprender para su propio progreso y también en beneficio
del paciente.

Los médicos con una pobre autoestima pueden reaccionar a un pedido de consulta como ante un insulto,
una expresión de desconfianza, o una insinuación de que no son competentes. Son propensos a decir: "Si
a usted no le gusta la forma en que manejo el caso, me retiraré del mismo y usted podrá llamar a otro
médico". Si llaman, de mala gana, a una consulta, ésta debe efectuarse con un jefe de departamento de
una escuela de medicina o algún otro experto ampliamente reconocido. Pedir asesoramiento a alguien de
menor o igual nivel profanar sería degradante y es percibido como una amenaza a sus frágiles egos.

Este ejemplo tomado de la práctica médica tiene su contraparte en muchos otros campos. Se requiere
autoestima para ser un buen estudioso. Por otra parte, aprender de cualquiera y de todos aumenta nuestro
caudal de conocimientos y contribuye a la autoestima. Por ende, la sabiduría, tal como la define la Torá,
es a un mismo tiempo causa y consecuencia de la autoestima.

Hay un efecto insidioso de la autoestima baja que se autorrefuerza, y que es sumamente obstructivo para
el desarrollo de la personalidad: la incapacidad de aceptar una crítica constructiva.

No es necesario decir que nadie está libre de imperfecciones y que aunque la perfección no esté al alcance
de las posibilidades humanas podemos, no obstante, hacer mucho para mejorar nuestras deficiencias. La
acción correctivo sólo puede emprenderse cuando la necesidad de hacerlo es evidente. De ahí que una
persona deba ser consciente de aquellas de sus fallas que requieren corrección. Su atención hacia tales
faltas puede ser llamada por los comentarios de la gente de su medio. Una persona con autoestima baja
tiende a sentirse tan amenazada por la conciencia de cualquier defecto personal, que bloquea
efectivamente la crítica constructiva. Puede rodearse de personas serviles o amigos que le dicen sólo lo

259
que quiere oír. Esta persona confirma la sentencia talmúdica: "Una persona puede ver todos los defectos,
excepto los suyos propios" (Negaím II, 5). Por supuesto, la falta de conciencia de los defectos personales
impide cualquier acción terapéutica.

Hemos señalado que la autoestima baja es invariablemente la consecuencia de una imagen desvalorizada,
que hace que la persona imagine que tiene defectos que en realidad no existen. Es a un mismo tiempo
irónico y trágico que la autoestima baja referida a defectos imaginarios produzca una actitud defensiva
que impide tomar conciencia de aquellos defectos que sí existen en realidad, y que pueden ser corregidos.
El no hacerlo puede causar un desempeño deficiente, con lo cual se genera una mayor depresión de la
autoestima. Es muy frustrante observar a las personas con autoimagen desvalorizada malgastar sus
esfuerzos en ocuparse en una forma u otra de defectos inexistentes, mientras los problemas corregibles
quedan sin solución.

Nunca será suficientemente enfatizada la importancia de aceptar la crítica constructiva. El libro de Mishlé
abunda en el tema: "No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; corrige al sabio y te amará"
(IX, 8). "Corrige al entendido y acrecentará ciencia" (XIX, 25). "El que ama la corrección ama la
sabiduría; mas el que aborrece la reprensión es estúpido" (XII, l). En el Talmud, Rabí Iehudá Nesia
declara: "Cuál es el camino que una persona debe elegir para sí en la vida? Amar la crítica constructiva,
pues donde existe ésta hay placer, bondad y bendiciones" (tratado Tamid XXVIIIa).

Riqueza

Es ampliamente aceptada la idea de que la riqueza se mide por la cantidad de bienes materiales que uno
ha acumulado. Es difícil desprenderse de los valores culturales rotundamente enraizados y universalmente
aceptados. Una reflexión nueva y desprejuiciada indicará, empero que el valor de la Torá es correcto. La
riqueza no tiene nada que ver con cuánto uno posee, sino con la capacidad para disfrutar de cualquier
cosa que uno tenga.

Cuando hablamos en general de la búsqueda de riqueza, no nos estamos refiriendo a los esfuerzos
invertidos para obtener los artículos de primera necesidad o incluso algunos de los otros placeres de la
vida, y tampoco a las reservas acumuladas para una época de necesidad. Difícilmente alguien considere
estas posesiones como riqueza. En el concepto generalizado, la riqueza es la posesión de bienes
materiales que superan las necesidades inmediatas y futuras. Es cuando la gente acumula más de lo que
puede utilizar que se la considera rica.

La insensatez de acumular una riqueza que excede nuestras necesidades está ilustrada por la historia de
cierto hombre que consultó a un psiquiatra. "¿Cuál es su problema?", le preguntó éste.
"No tengo problemas", respondió el hombre.
"Entonces, ¿por qué vino a verme?"
"Porque mi familia insistió en que debía verlo".
"Bien, ¿qué es lo que su familia piensa que anda mal en usted?"
"Ellos creen que hay algo malo en mí porque me gustan los panqueques", contestó el paciente.
"¡Eso es absurdo!" exclamó el psiquiatra. "No hay nada malo en gustar de los panqueques. ¡A mí también
me gustan!"
Los ojos del hombre brillaron con evidente alegría. "¿A usted también?", le preguntó. "Entonces usted
debe venir a mi casa. Tengo baúles llenos de panqueques en el desván".
Preparar varios panqueques para el desayuno, o incluso algunos más que serán guardados en la heladera
para el día siguiente, es perfectamente normal; pero, obviamente, llenar baúles de panqueques raya en la
insanía.
Analicemos esto un poco y veamos si podemos encontrar un principio que tenga aplicaciones más
amplias. Los panqueques son un tipo de alimento cuya función es satisfacer el hambre y el apetito, y, por
ende, constituyen un medio para un fin específico. Cuando uno los acumula sin tener el propósito de
utilizarlos para un fin adecuado, es insano. Podemos deducir de esto que la insania se hace presente
cuando algo que es sólo un medio se convierte en un fin.

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El dinero es un medio para adquirir mercaderías o servicios que satisfagan nuestras necesidades. Cuando
una persona continúa acumulando dinero o mercaderías que superan las necesidades corrientes y
previsibles, esto no es riqueza. Es demencia.
¿Deben ser considerados dementes todos los multimillonarios que continúan trabajando para aumentar sus
grandes fortunas? Según las pautas culturales generalizadas, por supuesto que no, pero de acuerdo con las
pautas de la Torá, es probable que sí.
¿Podemos librarnos de esta locura? ¿No somos todos arrastrados por la marea cultural?
Hay una bella historia contada por Rabí Najmán de Bratzlav, acerca de un rey que cierta vez fue
informado por su primer ministro de que una terrible plaga había afectado toda la cosecha de granos de su
reino. Los científicos habían estimado que cualquiera que comiera de esos cereales enloquecería.
"Pero no os preocupéis, Vuestra Majestad", dijo el primer ministro. "He almacenado suficientes
provisiones para que nosotros dos podamos superar este momento, hasta que se recoja la cosecha del año
próximo".
El rey negó con la cabeza. "No", dijo, "no puedo comer nada diferente de lo que comen mis súbditos. Tú
y yo comeremos lo que coma cualquier otro. Empero, marcaremos nuestras frentes con un símbolo para
que cuando yo te mire a ti y tú me mires a mí, recordemos que ambos somos insanos".

A veces no podemos evitar ser arrastrados por la demencia cultural. Pero si esto ocurre, seamos
conscientes de nuestra locura para que podamos buscar, al menos, la forma de recuperar nuestra salud.

La insanía ha sido definida apropiadamente como una minoría de uno. Si todo el público que se encuentra
en un auditorio oye una voz cuando no hay un locutor visible, se presume que alguien está hablando por
el equipo de altavoces. Si sólo una persona oye una voz que ninguna otra del público escucha, se presume
que aquélla sufre una alucinación, un síntoma de psicosis. Si una persona colecciona panqueques, es
demente. Si de algún modo los panqueques se convirtieran en moneda legal, la gente que acumula baúles
llenos de panqueques no sería considerada insana.

Este no es el punto de vista de la Torá. Los valores de la Torá no están sujetos a la opinión de la mayoría,
sino que son absolutos, universales y eternos.

El valor secular predominante que se concede a la acumulación de bienes físicos más allá de su posible
uso puede ocasionar que una persona con baja autoestima intente elevar su "status" amasando una fortuna.
La acumulación de riquezas para compensar una autoimagen desvalorizada es tan inútil como cualquier
otro mecanismo destinado a compensar una deficiencia fantasioso. Más aún, la acumulación de riquezas
conduce a menudo a la ansiedad porque los bienes físicos pueden perderse. En tanto cualquier pérdida de
bienes es siempre desagradable, la persona que tiene una buena autoestima y medios adecuados para una
vida confortable no es propensa a sentirse desolada por la pérdida de una parte de su fortuna. Empero, si
la fortuna de una persona representa una gran porción de su ego, su pérdida puede resultar muy
deprimente.

La persona que adopta el principio de la Torá de que la verdadera riqueza consiste en estar satisfecho con
lo que uno tiene, no es presa de la desolación que produce la pérdida de bienes fisicos. Sus necesidades
están determinadas por lo que se requiere para cumplir la voluntad divina, y su sentimiento de
valorización al esforzarse por cumplirla hará innecesaria la búsqueda de riquezas.

Honor

Según el Talmud, el honor consiste en brindar reconocimiento y admiración a los demás en lugar de
recibirlos.
De nuestro anterior análisis de la autoestima se comprende claramente la posición de la Torá. Hemos
señalado que una persona con un buen sentido del yo no necesita que se le recuerde o se le vuelva a
asegurar que es meritoria. Más aún, no tiene dificultad en elogiar a los demás. Esto contrasta
decididamente con la persona que sufre de baja autoestima, cuyos desesperados intentos por alcanzar un
sentimiento de autovaloración pueden hacer que menosprecie a los demás para sentirse superior a ellos.

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****

Estas son sólo algunas ilustraciones de cómo los valores de la Torá son compatibles con el desarrollo de
la autoestima y conducen hacia ella sin excepción. El análisis de todos los valores de la Torá tal como
están expresados en el Talmud y en los escritos sobre ética de las luminarias de la Torá, nos mostrará que
están correlacionados positivamente con la autoestima, a menudo en agudo contraste con los valores
seculares que si bien son ampliamente aceptados, pueden tener una correlación negativa y, en el mejor de
los casos, proveer una seudo-estima.

Otro valor importante de la Torá es el de la percepción del tiempo, al cual evalúa cualitativa antes que
cuantitativamente. Muchas personas están tan preocupadas por sus tareas cotidianas que no se toman el
tiempo necesario para evaluar sus vidas, objetivos, propósitos e identidades. El análisis de estos
elementos puede producirse a edad avanzada, cuando se han retirado de la actividad y la disponibilidad de
tiempo ocioso las lleva a una seria reflexión. Puede producirse un análisis personal en un período anterior
de la vida, pero habitualmente es precipitado por alguna crisis, algún acontecimiento importante que lleva
a esas personas al autoexamen. Cuando observan sus vidas retrospectivamente, pueden deprimirse al
comprobar cuán poca sustancia y valores duraderos han obtenido. Este descubrimiento puede resultar
especialmente desolador cuando se produce a edad avanzada, cuando la persona se da cuenta de que,
aunque ha arribado a una filosofía de vida más significativa, el tiempo que le queda para implementarla es
sólo una pequeña fracción de su existencia total sobre la Tierra. La conciencia de que nuestra vida ha sido
esencialmente desperdiciada puede arrojar nuestra autoestima a las mayores profundidades.

También aquí los valores de la Torá aportan la salvación. El Talmud provee muchos ejemplos del
principio que establece que "uno puede alcanzar todo su mundo (es decir, alcanzar el propósito de su
existencia terrenal) en un breve momento" (Avodá Zará VIb). La redención de nuestra vida entera se
puede lograr incluso en los últimos momentos; un sincero reconocimiento de que uno ha vivido en el
error, un auténtico arrepentimiento y una apreciación de la verdad pueden redimir toda nuestra existencia.

Mirar hacia atrás y descubrir que los años y las energías han sido totalmente desperdiciados puede,
realmente, ser devastador para la autoestima, puesto que una persona es propensa a desesperarse de sí
misma como si fuera un fracaso total. Esto no ocurre en la filosofía de la Torá, en la cual no existe el
concepto de desesperación. Un breve momento de teshuvá puede redimir toda una vida.

Dr. A. Twerski

Contemplación de la Divinidad

La Torá aborda directamente el tema de la autoestima. "No se gloríe el sabio en su sabiduría, ni se gloríe
el poderoso en su poder, ni se gloríe el rico en su riqueza; mas el que se gloría, gloríese en esto: en que
Me entiende y Me conoce a Mí, que Yo soy el Señor que hago misericordia, juicio y justicia en la Tierra;
porque en estas cosas me complazco, dice el Señor" (Irmiahu IX, 22-23).

El profeta afirma que uno puede lograr la autoestima por medio de la búsqueda del conocimiento de D-s.
Esto concuerda con la definición de sabiduría que da la Torá, porque la característica de lograr el
conocimiento de D-s es tal, que uno nunca puede decir "Yo sé", sino solo "puedo tratar de saber". Como
hemos señalado, la primera afirmación es gaavá, y la segunda, autoestima.

Aunque el conocimiento último de D-s es evasivo, el solo hecho de adquirir el conocimiento que está a
nuestro alcance es, de por sí, meritorio. Un discípulo del Baal Shem Tov se lamentó, cierta vez, de su
frustración en la búsqueda de D-s. Le parecía que en lugar de avanzar había retrocedido, puesto que
cuanto más duramente se esforzaba, más distante se le figuraba estar de la meta.

El Baal Shem Tov lo tranquilizó. "Piensa -le dijo- en un padre que le enseña a su hijo a caminar. El espera
hasta que su niño haya desarrollado la fuerza muscular y equilibrio necesarios para permanecer de pie.

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Colocándose cerca de su hijito extiende sus manos hasta unos cuantos centímetros de él y lo llama con
señas. Aunque el hijito pueda ser aprensivo respecto a caminar, el hecho de ver a su padre tan cerca le da
el coraje necesario para arriesgar el primer paso.

Tan pronto como ha dado este primer paso, el padre retrocede un poco y llama nuevamente al niñito.
Habiendo dominado exitosamente el primer pasito sin fallar y viendo que el padre sigue permaneciendo
muy cerca, el hijito tiene el coraje necesario para aventurarse a dar otro paso o dos. El padre retrocede
otro poco y esta actitud continúa con retrocesos cada vez mayores hasta que el niño aprende a caminar
libremente.

Si fuésemos colocados en la posición de ese niño - prosiguió el Baal Shem Tov- veríamos que es
sumamente frustrante. Se arma de coraje y hace el esfuerzo para alcanzar a su padre solo para encontrarse
con que éste retrocede progresivamente a una distancia cada vez mayor".

Tenemos aquí dos objetivos distintos. El del niño es alcanzar a su padre, pero éste tiene otro propósito. Su
meta es, antes bien, enseñarle a caminar a su hijo y esto exige su retroceso progresivo.

El progenitor también querría abrazar a su hijito querido, pero si lo hiciera echaría a perder, por cierto, su
proceso de aprendizaje.

"Como ves", le dijo el Baal Shem Tov a su discípulo, "tu meta es alcanzar a D-s, pero El tiene otro
objetivo: desea que aprendas a buscarlo y efectúes los cambios necesarios en tu personalidad a fin de que
seas capaz de crecer en espiritualidad, lo que te hará acercarte a El. Si te permitiese alcanzarlo ya,
entonces se acabaría tu crecimiento".

¿Cómo logra una persona conocer a D-s? El profeta prosigue diciendo: "Me conoce a Mí, que Yo soy el
Señor, que hago misericordia, juicio y justicia". El Talmud trata este concepto al explicar el versículo: "Y
Lo emularás" (Shemot XV, 2). "¿Cómo puede un ser humano finito emular al D-s infinito?", pregunta el
Talmud. Y a renglón seguido responde: "Identificándose con los atributos divinos. Así como D-s es
misericordioso, así debe serlo el hombre. Tal como D-s es bondadoso, así debe serio el hombre. Y así
como D-s perdona a los que pecan contra El, así deberá el hombre perdonar a aquéllos que lo ofendan"
(tratado Shabat CXXXIIIb). De esta manera, dice el Talmud, el hombre puede ser como D-s.

¡Ser como D-s! Estas fueron, exactamente, las palabras de la serpiente al tentar al hombre para que
comiera del árbol del conocimiento en el Jardín del Edén (Bereishit III, 5). "Porque sabe D-s", dijo la
serpiente, "que en el día que comiéreis de él... seréis como D-s". RASHI comenta que la serpiente los
tentó queriendo significar que "serás tan poderoso como D-s y también serás capaz de crear mundos".

Aquí encontramos, magistralmente expuesta, la diferencia entre la verdadera autoestima y la vanidad. El


hombre es consciente, intuitivamente, de su singularidad y tiende hacia una identidad a fin de lograr el
objetivo para el cual ha sido creado: convertirse en un ser a imagen de D-s (Bereishit I, 27). La Torá le
indica al hombre que puede alcanzar esa identidad con D-s emulando los atributos divinos de
misericordia, bondad, compasión, paciencia y perdón, por medio de los cuales puede desarrollar su
carácter hasta el punto de lograr dominarse a sí mismo. La serpiente incita al hombre a emular a D-s
obteniendo poder para así lograr el dominio sobre los demás. El acercamiento a la Torá genera una
auténtica autoestima a medida que el hombre alcanza el dominio sobre sí mismo, mientras que la actitud
secular origina una falsa autoestima al ejercerse el poder sobre los demás. Como es bien sabido por todos
nosotros, el hombre terminó sucumbiendo a la seducción de la serpiente. El conocimiento que obtuvo le
brindó, por cierto, un poder enorme, hasta el punto de que vive, actualmente, en constante estado de
ansiedad, puesto que con sólo apretar un botón puede aniquilar a toda la humanidad.

"Mas el que se gloría, gloríese en esto: en que Me entiende y Me conoce a Mí... que hago misericordia,
juicio y justicia..." (Irmiahu IX, 23). Contrariamente a lo que muchos creen, el conocimiento de D-s y la
identificación con El se pueden lograr sin practicar el ascetismo ni sumiéndose en un estado místico-

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metafísico meditativo. Uno puede conocer a D-s y ser "como D-s" en el mundo real actuando con justicia
y bondad, porque éste es el deseo divino.

Dr. A. Twerski

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