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DELITOS AMBIENTALES ( Titulo XIII Del Codigo Penal )

INTRODUCCIÓN
En el siguiente trabajo se ha elaborado con el fin de dar a conocer una
problemática tan actual y realmente alarmante como es la gran contaminación
ambiental que está sucediendo en nuestro quehacer diario pues al contaminar nuestro
medio ambiente es como si estuviéramos contaminando nuestra casa donde
habitamos, si llenáramos de residuos (desechos) en el lugar donde vivimos dentro de
un tiempo seria ese lugar inhabitable pues el aire y el aspecto de ese lugar provocaría
que fuese imposible de respirar.
Esto mismo es lo que sucederá con nuestro medio ambiente que nos rodea; en
nuestro ordenamiento se encuentra tipificado en el código Penal en el titulo XIII al cual
se le denomina Delitos Ambientales y se sanciona al parecer muy levemente pues
parece que a nuestros magistrados y al estado les interesa más lo beneficio de los
grandes empresarios, que el bienestar de la población que va a resultar afectada con
esta contaminación.

Todos tenemos el derecho fundamental a gozar de un ambiente equilibrado y


adecuado para el desarrollo de nuestra vida. Así, expresamente lo prescribe el inciso
22 del artículo 2° de la Constitución Política del Perú. De ello nace la exigencia para el
Estado de preservar y conservar el ambiente evitando que la contaminación de
nuestro ambiente haga inviable el ejercicio de los demás derechos fundamentales.
Pero no es solo una exigencia del Estado, de asegurar el disfrute de este derecho, sino
también, es un deber de todos el cuidar nuestro ambiente.

El crecimiento económico, el desarrollo de la ciencia y la tecnología, el


desarrollo de la actividad industrial, el incesante crecimiento de las
telecomunicaciones, entre otros factores; ha propiciado que estemos viviendo en lo
que hoy se ha venido a llamar una “sociedad de riesgo”. Cada día es mas frecuente las
conductas delictivas contra el ambiente. Es por ello, que en la mayoría de los países,
han visto con preocupación este fenómeno delictivo y han incorporado en sus códigos
penales este delito. En esa misma línea, el legislador peruano ha tipificado el delito de
contaminación ambiental en el artículo 304° del Código Penal. A continuación,
realizaremos un breve análisis de los aspectos más importantes que el tipo penal
ofrece. Anticipadamente, debemos de señalar que la discusión sobre el tema no puede
ni debe de agotarse en estas breves líneas, reiteramos, es un breve análisis de esta
figura delictiva.
DELITOS AMBIENTALES
CONCEPTO.-Es una definición filosófica de la noción de crimen medioambiental
explica que este se fundamenta en el deber de todos y cada uno de participar en la
protección del medio ambiente, entendido como el bien común que debe ser
preservado. Esta perspectiva se desarrolló en especial en el derecho anglosajón y
el derecho europeo del medio ambiente desde los años 1970. En cambio, para la
perspectiva pragmática, un delito contra el medio ambiente es una infracción contra la
legislación medioambiental, cuya sanción judicial está clasificada en la categoría de
crimen. En este lógica, se debería hablar de contravención medioambiental o de
infracción medioambiental. Según un informe gubernamental estadounidense de
2000, un delito ecológico es una actividad criminal incluida en alguna de las siguientes
categorías: comercio ilegal de especies en peligro de extinción, pesca ilegal, tala
indiscrimada de bosques, comercio ilegal de minerales preciosos, comercio de
materiales nocivos a la capa de ozono y, finalmente, contaminación por desechos
tóxicos.

DECLARACIÓN DE ESTOCOLMO SOBRE EL MEDIO AMBIENTE HUMANO 1972


• La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, reunida en
Estocolmo del 5 al 16 de junio de 1972, y atenta a la necesidad de un criterio y unos
principios comunes que ofrezcan a los pueblos del mundo inspiración y guía para
preservar y mejorar el medio humano, proclama que:
• 1. El hombre es a la vez obra y artífice del medio que lo rodea, el cual le da el
sustento material y le brinda la oportunidad de desarrollarse intelectual, moral, social
y espiritualmente. En la larga y tortuosa evolución de la raza humana en este planeta
se ha llegado a una etapa en que, gracias a la rápida aceleración de la ciencia y la
tecnología, el hombre ha adquirido el poder de transformar, de innumerables maneras
y en una escala sin precedente, cuanto lo rodea. Los dos aspectos del medio humano,
el natural y el artificial, son esenciales para el bienestar del hombre y para el goce de
los derechos humanos fundamentales, incluso el derecho a la vida misma.

• 2. La protección y mejoramiento del medio humano es una cuestión fundamental


que afecta al bienestar de los pueblos y al desarrollo económico del mundo entero, un
deseo urgente de los pueblos de todo el mundo y un deber de todos los gobiernos.

• 3. El hombre debe hacer constantemente recapitulación de su experiencia y


continuar descubriendo, inventando, creando y progresando. Hoy en día, la capacidad
del hombre de transformar lo que lo rodea, utilizada con discernimiento, puede llevar
a todos los pueblos los beneficios del desarrollo y ofrecerles la oportunidad de
ennoblecer su existencia. Aplicado errónea o imprudentemente, el mismo poder
puede causar daños incalculables al ser humano y a su medio. A nuestro alrededor
vemos multiplicarse las pruebas del daño causado por el hombre en muchas regiones
de la Tierra: niveles peligroso de contaminación del agua, el aire, la tierra y los seres
vivos; grandes trastornos del equilibrio ecológico de la biosfera; destrucción y
agotamiento de recursos insustituibles y graves deficiencias, nocivas para la salud
física, mental y social del hombre, en el medio por él creado, especialmente en aquel
en el que vive y trabaja.

• 4. En los países en desarrollo, la mayoría de los problemas ambientales están


motivados por el subdesarrollo. Millones de personas siguen viviendo muy por debajo
de los niveles mínimos necesarios para una existencia humana decorosa, privadas de
alimentación y vestido, de vivienda y educación, de sanidad e higiene adecuados. Por
ello, los países en desarrollo deben dirigir sus esfuerzos hacia el desarrollo, teniendo
presente sus prioridades y la necesidad de salvaguardar y mejorar el medio. Con el
mismo fin, en los países industrializados, los problemas ambientales están
generalmente relacionados con la industrialización y el desarrollo tecnológico.
5. El crecimiento natural de la población plantea continuamente problemas relativos a
la preservación del medio, y se deben adoptar normas y medidas apropiadas, según
proceda, para hacer frente a esos problemas. De cuanto existe en el mundo, los seres
humanos son lo más valioso. Ellos son quienes promueven el progreso social, crean
riqueza social, desarrollan la ciencia y la tecnología, y, con su duro trabajo,
transforman continuamente el medio humano.
• Con el progreso social y los adelantos de la producción, la ciencia y la tecnología,
la capacidad del hombre para mejorar el medio se acrece cada día que pasa.

• 6. Hemos llegado a un momento de la historia en el que debemos orientar


nuestros actos en todo el mundo atendiendo, con mayor cuidado a las consecuencias
que puedan tener para el medio. Por ignorancia o indiferencia podemos causar daños
inmensos o irreparables al medio terráqueo del que dependen nuestra vida y nuestro
bienestar. Por el contrario, con un conocimiento más profundo y una acción más
prudente, podemos conseguir para nosotros y para nuestra posteridad unas
condiciones de vida mejores en un medio más en consonancia con las necesidades y
aspiraciones del hombre. Las perspectivas de elevar la calidad del medio y de crear una
vida satisfactoria son grandes. Lo que se necesita es entusiasmo, pero, a la vez,
serenidad de ánimo; trabajo afanoso, pero sistemático. Para llegar a la plenitud de su
• libertad dentro de la naturaleza, el hombre debe aplicar sus conocimientos a
forjar, en armonía con ella, un medio mejor. La defensa y el mejoramiento del medio
humano para las generaciones presentes y futuras se ha convertido en meta imperiosa
de la humanidad, que ha de perseguirse al mismo tiempo que las metas
fundamentales ya establecidas de la paz y el desarrollo económico y social en todo el
mundo, y de conformidad con ellas.
• 7. Para llegar a esa meta será menester que ciudadanos y comunidades,
empresas e instituciones, en todos los planos, acepten las responsabilidades que les
incumben, y que todos ellos participen equitativamente en la labor común. Hombres
de toda condición y organizaciones de diferente índole plasmarán, con la aportación
de sus propios valores y la suma de sus actividades, el medio ambiente del futuro.
Corresponderá a las administraciones locales y nacionales, dentro de sus respectivas
jurisdicciones, la mayor parte de la carga en cuanto al establecimiento de normas y a la
aplicación de medidas en gran escala sobre el medio. También se requiere la
cooperación internacional con objeto de allegar recursos que ayuden a los países en
desarrollo a cumplir su cometido en esta esfera. Y hay un número cada vez mayor de
problemas relativos al medio que, por ser de alcance regional o mundial o por
repercutir en el ámbito internacional común, requerirán una amplia colaboración entre
las naciones y la adopción de medidas por las organizaciones internacionales de
interés de todos. La Conferencia encarece a los gobiernos y a los pueblos que aúnen
sus esfuerzos para preservar y mejorar el medio humano en beneficio del hombre y de
su posteridad.
DELITOS DE CONTAMINACIÓN
El que está conformado por los artículos 304º al 307º, prohíbe infringir la
legislación o límites máximos permisibles, realizando descargas, emisiones de gases
tóxicos, emisiones de ruido, filtraciones, vertimientos o radiaciones contaminantes en
la atmósfera, suelo, subsuelo, aguas terrestres, marítimas o subterráneas que cause o
pueda causar perjuicio, alteración o daño grave al ambiente o sus componentes, la
calidad ambiental o la salud ambiental. Se tipifica las formas agravadas, se prohíbe
establecer vertederos o botaderos de residuos sólidos que perjudique gravemente la
calidad del ambiente, la salud humana o la integridad de los procesos ecológicos, así
como la alimentación de animales destinados al consumo humano con esos residuos y
la prohibición de ingresar al territorio nacional, sin la debida autorización, residuos o
desechos tóxicos o peligrosos para el ambiente. En todos los casos, hay pena privativa
de libertad no menor de tres ni mayor de diez años, dependiendo del delito cometido,
además de días multa.
¿QUE ES LA CONTAMINACION AMBIENTAL?
Se denomina contaminación ambiental a la presencia en el ambiente de
cualquier agente (físico, químico o biológico) o bien de una combinación de varios
agentes en lugares, formas y concentraciones tales que sean o puedan ser nocivos
para la salud, la seguridad o para el bienestar de la población, o bien, que puedan ser
perjudiciales para la vida vegetal o animal, o impidan el uso normal de las propiedades
y lugares de recreación y goce de los mismos. La contaminación ambiental es también
la incorporación a los cuerpos receptores de sustancias sólidas, liquidas o gaseosas, o
mezclas de ellas, siempre que alteren desfavorablemente las condiciones naturales del
mismo, o que puedan afectar la salud, la higiene o el bienestar del público.
A medida que aumenta el poder del hombre sobre la naturaleza y aparecen
nuevas necesidades como consecuencia de la vida en sociedad, el medio ambiente que
lo rodea se deteriora cada vez más. El comportamiento social del hombre, que lo
condujo a comunicarse por medio del lenguaje, que posteriormente formó la cultura
humana, le permitió diferenciarse de los demás seres vivos. Pero mientras ellos se
adaptan al medio ambiente para sobrevivir, el hombre adapta y modifica ese mismo
medio según sus necesidades.
TIPOS DE CONTAMINACION AMBIENTAL
Contaminación del agua: es la incorporación al agua de materias extrañas,
como microorganismos, productos químicos, residuos industriales, y de otros tipos o
aguas residuales. Estas materias deterioran la calidad del agua y la hacen inútil para los
usos pretendidos.
Contaminación del suelo: es la incorporación al suelo de materias extrañas,
como basura, desechos tóxicos, productos químicos, y desechos industriales. La
contaminación del suelo produce un desequilibrio físico, químico y biológico que
afecta negativamente las plantas, animales y humanos.
Contaminación del aire: es la adición dañina a la atmósfera de gases tóxicos,
CO, u otros que afectan el normal desarrollo de plantas, animales y que afectan
negativamente la salud de los humanos.

CAUSAS DE LA CONTAMINACION AMBIENTAL

• desechos sólidos domésticos


• desechos sólidos industriales
• exceso de fertilizante y productos químicos
• tala
• quema
• basura
• el monóxido de carbono de los vehículos
• desagües de aguas negras o contaminadas al mar o ríos
Artículo 304°: Contaminación del Ambiente

“El
que infringiendo leyes, reglamentos o límites máximos
permisibles, provoque o realice descargas, emisiones, emisiones
de gases tóxicos, emisiones de ruido, filtraciones, vertimientos o
radiaciones contaminantes en las atmósfera, el suelo, el
subsuelo, las aguas terrestres, marítimas o subterráneas, que
cause o pueda causar perjuicio, alteración o daño grave al
ambiente o sus componentes, la calidad ambiental, la salud
ambiental, según la calificación reglamentaria de la autoridad
ambiental, será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de cuatro años ni mayos de seis años y con cien a
seiscientos días multa.
Si el agente actuó por culpa, la pena será privativa de la libertad
no mayor de tres años o prestación de servicios comunitarios de
cuarenta a ochenta jornadas.

¿Cuál es el bien jurídico protegido?


El bien jurídico protegido en el delito de contaminación ambiental es de
naturaleza colectiva, de allí que la técnica legislativa que el legislador peruano ha
empleado, para la tipificación de este delito, difiera de la utilizada para la protección
de bienes jurídicos de corte individualista. El empleo de esta técnica legislativa hace
que al momento de configurar el tipo sea una labor muy complicada para los
magistrados del Ministerio Público al momento de formalizar denuncia, y a los
magistrados del Poder Judicial al momento de imponer una sanción penal, esta
realidad se traduce, en las pocas sanciones penales que se han impuesto por la
comisión de este delito.
Para Bramont Arias “en el delito de contaminación ambiental lo que se
protege es el medio ambiente natural, concretado en la protección de las propiedades
del suelo, flora, fauna y recursos naturales que permiten el mantenimiento de nuestro
sistema de vida”.
Por su parte, Peña Cabrera, señala que “el bien jurídico es el ambiente
merecedor de tutela penal, ya que se trata de un bien jurídico de especial
trascendencia cuya protección resulta esencial para la propia existencia de los seres
humanos, que en estos tiempos está siendo seriamente amenazado”. El bien jurídico
protegido, por ende, constituye el medio ambiente, como atmósfera natural y hábitat
del ser humano y otros seres vivos que requieren estar desprovistos de cualquier
sustancia o elementos que tienda a alterar el estado normal de las cosas.
De otro lado Caro Coria, respecto al bien jurídico protegido en del delito de
contaminación ambiental, sostiene que: “La fundamentación de que la estabilidad del
ecosistema es el bien jurídico-penal colectivo y autónomo tutelado mediante los
delitos ambientales, no es pacífica porque implica superar problemas de interpretación
y posibles inconsecuencias político criminales observados en el Derecho
positivo”. Efectivamente, del análisis del tipo penal prescrito en el artículo 304° del CP,
podemos apreciar que su aplicación tiene que ver con la solución de problemas tanto
de dogmática penal como de política criminal.
Como hemos visto, la doctrina no es unánime en señalar cuál es el bien jurídico
protegido en el tipo penal de contaminación ambiental. Sin embargo, consideramos
que el bien jurídico protegido es el ambiente, el mismo que comprende, el agua, el
suelo, el aire, la flora y la fauna y su interacción equilibrada con el ser humano.
Tipicidad objetiva
Sujeto activo. Dada la formula genérica “el qué” empleado el legislador peruano para
elaborar el tipo penal de contaminación ambiental, podemos señalar que se trata de
un delito que puede ser cometido por cualquier persona. Entonces, estamos ante un
tipo penal que no requiere condición especial del sujeto activo para su comisión, por lo
que se trata de un delito común. Sobre el particular, son las personas jurídicas y dentro
de ellas las grandes empresas, las que son más proclives a cometer hechos delictivos
contra el ambiente por el mismo y que en la mayoría de las veces no son sancionadas
penalmente.
Sujeto pasivo. Estamos frente a la protección de un bien jurídico
supraindividual, por lo que su vulneración afectaría a la comunidad en general, es
decir, a la sociedad en su conjunto. Aunque cabe la posibilidad de que haya agraviados
de manera indirecta, lesionando de esta manera, bienes jurídicos de naturaleza
individual.
Como podemos apreciar de la lectura del artículo, el comportamiento típico se
manifiesta a través del acto de contaminar ya sea provocando o realizando
directamente descargas, emisiones, emisiones de gases tóxicos, emisiones de ruido,
filtraciones, vertimientos o radiaciones contaminantes en las atmósfera, el suelo, el
subsuelo, las aguas terrestres, marítimas o subterráneas, y que con este accionar
delictivo se infrinja leyes, reglamentos o límites máximos permisibles y que a su vez
este accionar contaminante cause o pueda causar perjuicio, alteración o daño grave al
ambiente, la calidad ambiental, la salud ambiental, según la calificación reglamentaria
de la autoridad ambiental.
En consecuencia, no todas las conductas que atenten contra el ambiente serán
sancionadas penalmente, sino tan solo, aquellas que infringiendo leyes, reglamentos o
límites máximos permisibles causen o puedan causar un daño al ambiente. De no
superarse los límites máximos permisibles, la conducta no constituye un ilícito penal
sino tan solo un ilícito administrativo. El problema que surge en esa parte, es que la
autoridad administrativa sectorial correspondiente no ha fijado, en muchos de los
casos, estándares de calidad ambiental y tampoco se ha fijado los límites máximos
permisibles, por lo que el riesgo que se corre es que las conductas delictivas contra el
ambiente denunciadas sean consideradas como atípicas.
Naturaleza jurídica: ¿Delito de peligro o delito de lesión?
Según prescribe el artículo 304° del CP, la conducta contaminante ha de ser
susceptible de poder causar perjuicio a la atmósfera, el suelo, el subsuelo, las aguas
terrestres, marítimas o subterráneas, desde esta perspectiva, es suficiente la creación
de una situación de peligro, por lo que estaríamos frente a un tipo penal de peligro.
Ahora, que tipo de peligro: concreto o abstracto. De otro lado, del tipo penal al
emplear la formula “cause” perjuicio, alteración o daño grave al ambiente, nos indica
que estamos frente a un delito de lesión, en la que se exige una afectación real y
efectiva al bien jurídico protegido, caso contrario la conducta seria atípica.

En este sentido, Bramont Arias citando a Tiedemann, señala que: “a efectos


de la imposición de la pena, por lo tanto, será igual que se haya producido
efectivamente la lesión al bien jurídico protegido, o que se haya constatado una simple
puesta en peligro del mismo”.
Sobre el particular, Peña Cabrera señala lo siguiente: “se trata de un tipo
penal mixto, pues la punición ha de entenderse desde un ámbito concreto de lesividad
hacia el bien jurídico protegido, así como desde un estado potencial de peligro”. Por
tanto, estamos frente a un tipo penal que se puede cometer tanto cuando haya una
afectación real como cuando se haya creado un peligro potencial al mismo.
En esta parte cabe preguntarse, ¿cómo determinar la creación de un peligro
potencial al bien jurídico protegido?, es más, ¿qué se entiende por peligro al
ambiente? y más aun ¿cómo probarlo? Acaso el exceder los límites máximos
permisibles, que establece el tipo, ya no representa en sí un daño al ambiente y por
tanto la conducta merece una sanción penal. Otro gran problema, es como probar la
relación de causalidad entre el hecho y daño ambiental. Por ello, reiteramos lo que ya
mencionamos líneas arriba, es necesario superar algunos problemas de política
criminal y dogmática penal para que el delito de contaminación ambiental se eficaz en
lucha contra la criminalidad ambiental, para prevenir conductas delictivas contra el
ambiente, pues tal como está prescrito el tipo, todo parece indicar que no se esta
cumpliendo la función de prevención general del Derecho penal.
Tipicidad subjetiva.
Dolo. Que implica la conciencia y la voluntad de contaminar la atmósfera, el suelo, el
subsuelo, las aguas terrestres, marítimas o subterráneas, infringiendo leyes,
reglamentos o límites máximos permisibles.
Culpa. Del segundo párrafo del tipo penal es claro al señalar que la conducta
típica puede ser cometida por culpa, lo que conlleva a una atenuación de la pena.
Muchas de las conductas delictivas contra el ambiente van ha ser cometidos a
título de culpa, pues siempre el sujeto activo va alegar que desconocía la normatividad
extrapenal (administrativa) y por tanto, que no se ha tenido el animus de causar un
daño al ambiente, con la consiguiente aplicación de una sanción penal simbólica, que
por cierto no hace otra cosa que fomentar actos delictivos respaldados en la idea de
que “aquí no pasa nada”.
Consumación. El tipo básico de contaminación ambiental prescrito en el
artículo 304° del CP, se consuma cuando se cause o pueda causar perjuicio, alteración
o daño grave al ambiente o sus componentes, la calidad ambiental, la salud ambiental,
según la calificación reglamentaria, mediante las acciones de realice descargas,
emisiones, emisiones de gases tóxicos, emisiones de ruido, filtraciones, vertimientos o
radiaciones contaminantes en las atmósfera, el suelo, el subsuelo, las aguas terrestres,
marítimas o subterráneas; y que estas hayan infringiendo leyes, reglamentos o límites
máximos permisibles.
Tentativa. Por tratarse de un tipo penal de peligro no se admite la tentativa.
“En cuanto a la posibilidad de admitir la tentativa en este delito, habrá que
rechazarla”.
Concurso. Especial problema que se presenta es cuando la conducta se trata
de contaminación de aguas destinadas al consumo, pues para este caso hay un tipo
especial prescrito en el artículo 286 del CP. ¿Qué tipo penal sería el aplicable al caso?
La pena. Si el agente actuó con dolo, el artículo 304° del CP prevé pena
privativa de libertad de no menor de cuatro años ni mayos de seis años y con cien a
seiscientos días multa.
Si el agente actuó por culpa, la pena será privativa de la libertad no mayor de
tres años o prestación de servicios comunitarios de cuarenta a ochenta jornadas.

Artículo 305.- Formas agravadasLa pena privativa de libertad será no


menor de cuatro años nimayor de siete años y con trescientos a mil días-
multa si el agenteincurre en cualquiera de los siguientes supuestos:
1. Falsea u oculta información sobre el hecho contaminante, lacantidad o
calidad de las descargas, emisiones, filtraciones,vertimientos o radiaciones
contaminantes referidos en el artículo304, a la autoridad competente o a
la institución autorizada pararealizar labores de fiscalización o auditoría
ambiental.
2. Obstaculiza o impide la actividad fiscalizadora de auditoríaordenada por
la autoridad administrativa competente.
3. Actúa clandestinamente en el ejercicio de su actividad.
Si por efecto de la actividad contaminante se producen lesiones graves o muerte, la
pena será.
1. Privativa de libertad no menor de cinco años ni mayor de ocho años y con
seiscientos a mil días-multa, en caso de lesiones graves.
2. . Privativa de libertad no menor de seis años ni mayor de diez años y con
setecientos cincuenta a tres mil quinientos días-multa, en caso de muerte.

. Artículo 306.-Incumplimiento de las normas relativas al manejo de


residuos sólidosEl que, sin autorización o aprobación de la autoridad
competente,establece un vertedero o botadero de residuos sólidos que
puedaperjudicar gravemente la calidad del ambiente, la salud humana ola
integridad de los procesos ecológicos, será reprimido con penaprivativa de
libertad no mayor de cuatro años.Si el agente actuó por culpa, la pena
será privativa de libertad nomayor de dos años.Cuando el agente,
contraviniendo leyes, reglamentos odisposiciones establecidas, utiliza
desechos sólidos para laalimentación de animales destinados al consumo
humano, la penaserá no menor de tres años ni mayor de seis años y con
doscientossesenta a cuatrocientos cincuenta días-multa.
Artículo 307-A.- Delito de minería ilegal• Será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de cuatro años ni mayor de ocho años y
con cien a seiscientos días-multa, el que realice actividad de exploración,
extracción, explotación u otros actos similares, de recursos minerales,
metálicos o no metálicos, sin contar con la autorización de la entidad
administrativa competente, que cause o pueda causar perjuicio, alteración
o daño al ambiente o sus componentes, la calidad ambiental o la salud
ambiental. Si el agente actuó por culpa, la pena será privativa de libertad
no mayor de tres años o con prestación de servicios comunitarios de
cuarenta a ochenta jornadas.
En principio, parecería necesario establecer la diferencia entre este delito y el
fenómeno de la minería informal. De hecho, representantes del Ejecutivo no han
perdido la oportunidad para enfatizar que ambos conceptos son distintos. Por minería
informal, a partir de lo previsto por el artículo 2 del Decreto Legislativo N.° 1105,
debería entenderse la actividad realizada en zonas no prohibidas para la minería por
pequeños productores mineros o productores mineros artesanales que usan equipo o
maquinaria que no son característicos de la actividad, o sin cumplir con las distintas
normas que rigen dichas actividades; y que iniciaron un proceso de formalización.
Este concepto de minería informal no difiere mucho del concepto de minería ilegal,
pues, según el mismo decreto legislativo, los elementos diferenciadores serían solo
dos: por un lado, los mineros ilegales generalmente realizan sus actividades en zonas
prohibidas para su ejercicio; y, por otro, no han iniciado un proceso de formalización.
A pesar de estas diferencias, lo cierto es que el tipo penal previsto en el artículo 307-A
del Código Penal parecería corresponderse sin mayores problemas con ambos
conceptos, esto es, el delito de minería ilegal podría subsumir tanto los supuestos de
minería ilegal como informal.
Esto porque la estructura típica comprende la realización de conductas propias de la
actividad minera (exploración, extracción, explotación u otros actos similares), sin
contar con la autorización administrativa correspondiente (un supuesto de
accesoriedad de acto, según señalábamos anteriormente), y que afecte (mediante
lesión o peligro) al medioambiente, sus componentes, la calidad ambiental o la salud
ambiental.
Si la descripción típica no hace mención al lugar en el que debe desplegarse la
actividad ilícita, no puede exigirse –para configurar el delito de minería ilegal en su
forma bá- sica– que las conductas de exploración o explotación se realicen en zonas no
permitidas para el desarrollo de esta actividad. Lo que se ve confirmado por el hecho
de que esta circunstancia, más bien, ha sido prevista por el legislador dentro de las
formas agravadas del artículo 307-B del Código Penal.
Por otro lado, el inicio de un proceso de formalización no necesariamente parece
colocar a pequeños productores mineros o mineros artesanales dentro del ámbito del
riesgo permitido, más aún si el artículo 10 del Decreto Legislativo 1105 dispone que
para iniciar o reiniciar actividades de exploración o explotación, así como beneficiar
minerales “se requiere la autorización del Gobierno Regional correspondiente”. Esta
autorización, cabe señalar, debe ser emitida previa opinión favorable del Ministerio de
Energía y Minas.
Asimismo, pareciera existir cierta redundancia entre los verbos típicos previstos por el
legislador penal, específicamente, entre las conductas de explotar y extraer, al menos
si se atiende a la definición de explotación en el artículo 8 de la Ley General de
Minería: “es la actividad de extracción de los minerales contenidos en un yacimiento”.
Este mismo artículo define la exploración como la actividad minera tendiente a
demostrar las dimensiones, posición, características mineralógicas, reservas y valores
de los yacimientos minerales.
Entre las modalidades típicas, se habrá podido advertir que el legislador no ha querido
cerrar la posibilidad de incluir comportamientos afines a la exploración y explotación;
con lo cual, extiende el ámbito de lo penalmente relevante a otros actos similares.
Así, por ejemplo, podemos incluir la actividad de beneficio, definido como “el conjunto
de procesos físicos, químicos y/o físico-químico que se realizan para extraer o
concentrar las partes valiosas de un agregado de minerales y/o para purificar, fundir o
refinar metales”; comprende las etapas de preparación mecánica, metalurgia y
refinación (artículo 17 de la Ley General de Minería).
Desde luego, para que se configure el delito deben concurrir los demás elementos del
tipo: la falta de autorización y la afectación −lesión o puesta en peligro concreto− del
bien jurídico protegido. Esto abona en la consideración de que no estamos ante un
delito de mera desobediencia o de mera actividad; se exige, así pues, un resultado, sea
este de lesión o de peligro.
De otro modo, serían vanos los esfuerzos por hallar diferencias entre la infracción
administrativa y el injusto penal. En cuanto al aspecto subjetivo, se reconocen tanto la
forma dolosa como culposa de comisión. Tratándose de actividades mineras,
consideramos difícil que pueda plantearse, exitosamente, un desconocimiento en
cuanto a la necesidad de contar con una autorización para llevar a cabo operaciones
de explotación o exploración; se trata de algo que parece accesible, incluso, para
cualquier profano en la materia.
Estos son conocimientos que pueden ser imputados a todo aquel que realice dicha
actividad productiva, incluso a pequeños productores mineros y mineros artesanales,
que no tendrían por qué ser subestimados en cuanto a la posibilidad de conocimiento
de las normas básicas de convivencia y, específicamente, a las de su propia actividad.
Lo anterior no impide la posibilidad de plantear, en teoría, supuestos de error, dada la
profusa y cambiante normativa de la materia.
En caso extremo, podría ser el caso de quien considere que un título de concesión
minera lo habilita de por sí para realizar actividades de explotación; no obstante, y más
allá de que la ley lo desmienta (artículo 6 del Decreto Legislativo 1105), lo cierto es
que, en el peor de los casos, esto no nos llevaría a un error de tipo invencible, sino
vencible; con lo cual, en concordancia con el artículo 14 CP, el hecho podría ser
reconducido al delito de minería ilegal en su forma culposa previsto en el segundo
párrafo del artículo 307-A.
Las agravantes son circunstancias que incrementan el desvalor del injusto o la
culpabilidad, lo que se refleja en el incremento del marco penal con respecto al
previsto para el tipo básico.

Artículo 307-B.- Formas agravadas La pena será no menor de ocho años


ni mayor de diez años ycon trescientos a mil días-multa, cuando el delito
previsto en elanterior artículo se comete en cualquiera de los
siguientessupuestos:
1. En zonas no permitidas para el desarrollo de actividadminera.
2. En áreas naturales protegidas, o en tierras de comunidadesnativas,
campesinas o indígenas.
3. Utilizando dragas, artefactos u otros instrumentos similares.
4. Si el agente emplea instrumentos u objetos capaces de poneren peligro
la vida, la salud o el patrimonio de las personas.
5. Si se afecta sistemas de irrigación o aguas destinadosal consumo humano.6.
Si el agente se aprovecha de su condición defuncionario o servidor público.7.
Si el agente emplea para la comisión del delito amenores de edad u otra
persona inimputable." (*).
Artículo 307-C.- Delito de financiamiento de la minería ilegalEl que financia la
comisión de los delitos previstos en losartículos 307-A o sus formas agravadas,
será reprimido conpena privativa de libertad no menor de cuatro años ni mayor
dedoce años y con cien a seiscientos días-multa." (*)
Artículo 307-D.- Delito de obstaculización de la fiscalizaciónadministrativaEl
que obstaculiza o impide la actividad de evaluación, control yfiscalización de la
autoridad administrativa relacionada con laminería ilegal, será reprimido con
pena privativa de la libertadno menor de cuatro años ni mayor de ocho años.
Artículo 307-E.- Tráfico ilícito de insumos químicos y maquinariasdestinados a
minería ilegalEl que, infringiendo las leyes y reglamentos, adquiere,
vende,distribuye, comercializa, transporta, importa, posee o almacenainsumos
químicos, con el propósito de destinar dichos bienes a lacomisión de los delitos
de minería ilegal, será reprimido con penaprivativa de libertad no menor de tres
años ni mayor de seis años y con cien a seiscientos días-multa.
Artículo 307-F.- Inhabilitación:El agente de los delitos previstos en los
artículos 307-A, 307-B, 307-C, 307-D y 307-E, será además sancionado,
deconformidad con el artículo 36, inciso 4, con la pena deinhabilitación para
obtener, a nombre propio o a través deterceros, concesiones mineras, de labor
general, de beneficioo transporte de minerales metálicos o no metálicos, así
comopara su comercialización, por un periodo igual al de la penaprincipal”.
(*)(*) Artículo incorporado por el Artículo Primero del Decreto LegislativoNº
1102, publicado el 29 de febrero de 2,012, que entró en vigencia alos quince
días de su publicación.

El artículo 300 - B determina cuáles son las circunstancias agravantes del delito de
minería ilegal; estas encuentran fundamento en el peligro especial que representa el
medio empleado −en la comisión del delito− para el bien jurídico protegido o para
otros intereses dignos de protección (v. gr. dragas, artefactos u otros instrumentos
similares; objetos o instrumentos capaces de poner en peligro la vida, salud y
patrimonio de las personas).
También se atiende al lugar donde se realiza la conducta (en zonas no permitidas para
el desarrollo de actividades mineras; o en áreas naturales protegidas, en tierras de
comunidades nativas, etc.) o al hecho de valerse de menores de edad u otra persona
inimputable para la comisión del delito. Como cualquier delito, el delito de minería
ilegal admite formas de participación.
No obstante, es de tener en cuenta que los actos de financiamiento, una forma de
cooperación o complicidad, cobran autonomía en el artículo 307-C del Código Penal.
De esto, el hecho de proveer o suministrar fondos para la perpetración de la minería
ilegal será imputado no a título de complicidad, sino de autoría, esto es, como autor
del delito de financiamiento previsto en el artículo 307-C. No obstante, estando
materialmente ante una cooperación en un delito ajeno, entendemos que no podrá
imputarse el delito de financiamiento a quien, a la vez, sea autor del delito de minería
ilegal (salvo que se financie la actividad ilegal de terceros). Desde luego, no cabe
esperar que el agente colabore entusiastamente con las autoridades encargadas de la
fiscalización de actividades mineras ilegales.
En tal caso, el legislador ha considerado insuficiente la existencia del delito de violencia
y resistencia a la autoridad del artículo 365 del Código Penal; con lo cual, sanciona, en
el artículo 307-D, a aquel que obstaculiza o impide la actividad de evaluación, control y
fiscalización de la autoridad administrativa relacionada con la minería ilegal.
A diferencia de aquel delito contra la Administración Pública, como es fácil de
apreciar, esta figura no exige el empleo de violencia o amenaza. Con lo cual, actos tan
simples como no permitir el ingreso al lugar donde se desarrolla la actividad o no
mostrar la documentación requerida a la autoridad correspondiente podrían,
eventualmente, configurar el delito de obstaculización de la fiscalización
administrativa.
No obstante, cabe enfatizar que las conductas descritas, para la configuración del tipo
penal, deben guardar relación con actos de minería ilegal. Ciertamente, estamos ante
delitos muy recurrentes, de no escasa trascendencia y con pena mínima superior a los
dos años, lo que haría inviable, de entrada, la aplicación del principio de oportunidad.
Sin embargo, con el fin de crear incentivos al proceso de formalización, se faculta al
representante del Ministerio Público para que se abstenga de ejercer la acción penal,
luego de la verificación correspondiente, en los casos en que el agente comprendido
en la comisión de un delito de minería ilegal suspenda sus actividades ilícitas de modo
voluntario, definitivo e indubitable, comunicando este hecho al Organismo de
Evaluación y Fiscalización Ambiental mediante instrumento de fecha cierta.

CONCLUSIONES
Después de haber analizado los artículos llegamos a la conclusión que existen
problemas de dogmática penal, de política criminal y de Derecho penal, que afectan la
estructura típica del tipo, y por tanto su aplicación, desde la excesiva remisión a la
norma administrativa hasta la gran dificultad que se presenta para probar el daño
ambiental. Todo ello, trae como consecuencia que, pese a que la criminalidad
ambiental en los últimos años se ha incrementado, no existan casos en el que un
hecho delictivo contra el ambiente haya sido sancionado. Esto forma parte también de
que a mas población más problemas en la sociedad.
Los modelos clásicos no responden adecuadamente a las necesidades de la
protección del medio ambiente como bien jurídico tutelado, tanto en la descripción
penal como en la sanción, porque mientras que en los delitos de tutela de la vida, de la
propiedad, del patrimonio, de la salud, la finalidad es sancionar al delincuente con el
retiro de la sociedad mediante su reclusión y condenarlo a la reparación del daño, pero
además muchas veces el resultado de la conducta es responsabilidad de una empresa,
o de personas con morales, y que por tanto el derecho penal no puede individualizar
esta conducta, como tampoco responsabilizar a todos los que forman parte de la
empresa o industria, entonces debe darse flexibilidad al tipo penal que permita la
determinación de la conducta punible y la posibilidad de convenir la reparación para
suspender, en su caso, una vez lograda la reparación o su pago, extinguir el proceso
penal; por tanto, debe haber un procedimiento más transparente y abierto, con
énfasis en la obtención de la reparación del daño ambiental.
Las instancias de protección al ambiente como la jurisdiccional constitucional,
el proceso administrativo, la fase contenciosa administrativa, la jurisdiccional civil y
penal, han revelado insuficiencia; incluso es casi nula; por lo que es necesario que la
actividad de la autoridad administrativa se complemente con la de la judicatura, en las
cuestiones a la protección del medio ambiente.
Pero no sólo basta con decir que el sistema jurídico, en materia ambiental,
carece de la norma adjetiva correspondiente, sino que además es importante también
que exista un órgano jurisdiccional especializado que conozca de las controversias
derivadas de la aplicación de las normas respectivas, y el seguimiento de la sentencia y
ejecución de la misma, acorde con la naturaleza del daño ambiental; así como una
reforma al principio de relatividad de las sentencias de amparo en cuestiones
ambientales.
De lo que se concluye que nuestro sistema jurídico, tiene una laguna legal, porque
no regula un instrumento procesal adecuado e idóneo para que los ciudadanos y la
sociedad misma, por interés público, controvierta la legalidad y subsistencia de un acto
u omisión por el actuar de la autoridad o de un particular, que ponga en riesgo o afecte
la integridad del medio ambiente.
RECOMENDACIONES
Cuando se trate sobre delitos ambientales nuestro ordenamiento jurídico
debe poner mucho más énfasis en la administración de justicia.
Las penas que se establecen en nuestro código penal deberían ser mucho
más severas contra quienes infringen la ley que protege el medio ambiente y más si
aún se daña a algunas especies de flora y fauna que se encuentren en extinción.
Los encargados de cuidar el medio ambiente deben de denunciar estos
hechos delictivos y no dejarse sobornar, pues para eso son la autoridades que tratan
de cuidar las áreas protegidas así como el medio ambiente.
Cuando se produzca un conflicto interno obre algún problema de
contaminación se debería de empezar resolviendo mediante el dialogo es decir
escuchando a todos los afectados por esta contaminación.

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