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El primero de los problemas propuestos es un problema típico de teoría de juegos que trata de
recordar algunas de las nociones básicas sobre Teoría de Juegos que se ha visto en la
introducción de este tema y que se analizaron en detalle en cursos anteriores. Los ejercicios
restantes muestran cómo esas herramientas de teoría de juegos pueden aplicarse a modelos de
fijación de precios. Muchos de estos modelos representan extensiones o generalizaciones de los
resultados vistos en el tema 4. Los últimos dos ejercicios tratan de asentar los conocimientos
sobre juegos bayesianos y teoría de subastas, respectivamente.
1. (Nicholson 10.3) Fudenberg y Tirole (1992) desarrollan un juego de caza del ciervo a
partir de una observación de Rosseau. Los dos jugadores pueden cooperar para cazar un
ciervo o pueden intentar cazar una liebre por su cuenta. La matriz de rendimientos de este
juego viene dada por
Jugador B
Ciervo Liebre
Ciervo 2, 2 0, 1
Jugador A
Liebre 1, 0 1, 1
1
Este ejercicio se trata del clásico juego sobre la “Caza del ciervo” atribuible a Rousseau. Los
aspectos más interesantes de este juego es observar cómo se reducen las ganancias de la
cooperación cuando aumenta el número de jugadores.
Jugador B
Ciervo Liebre
Ciervo 2, 2 0, 1
Jugador A
Liebre 1, 0 1, 1
a) Si el jugador A opta por ciervo, el jugador B puede optar por ciervo y conseguir un
rendimiento de 2 u optar por liebre, consiguiendo únicamente 1 como pago. Si el
jugador A opta por liebre, el jugador B puede optar por ciervo y conseguir un
rendimiento de 0 u optar por liebre, consiguiendo 1.
Luego, las combinaciones “ciervo, ciervo” y “liebre, liebre” son equilibrios de Nash, ya
que son combinaciones óptimas para ambos jugadores y no habrá incentivos para
cambiar el resultado derivado de las mismas.
b) En este caso, como el jugador B tiene incertidumbre ante las posibles acciones de su
rival, estaremos ante un juego con estrategias mixtas. Llamamos p a la probabilidad de
que el jugador A opte por “ciervo” y (1 – p) a la probabilidad de que opte por “liebre”.
Los rendimientos para el jugador B, en función de las estrategias mixtas de su rival (A)
serán 2p + 0(1 – p) = 2p si elige “ciervo” y p + (1 – p) = 1 si elige “liebre”. Luego la
elección óptima de B dependerá del valor p que le atribuye a las estrategias mixtas de su
rival.
Los rendimientos esperados para ambas estrategias de B serán, por lo tanto, 2p (ciervo)
y 1 (liebre). Elegirá ciervo si 2p > 1 y elegirá liebre si 2p < 1. Por lo tanto, si p > 0.5
optará por ciervo y si es menor de 0.5 optará por liebre.
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Se trata de una aplicación de la teoría de juegos para un modelo de fijación de precios en el
caso de un duopolio. Se puede observar cómo los resultados competitivos (de Bertrand) no se
cumplen si los costes marginales no son iguales para las dos empresas
a) En el caso de que las dos empresas tengan los mismos costes marginales y medios
(véase el equilibrio de Bertrand-Nash o el ejemplo 20.1), la competencia del tipo de
Bertrand (en una única etapa compitiendo a través de los precios) nos llevará al
resultado competitivo, es decir, el precio de equilibrio será igual para las dos empresas e
igual al coste marginal.
Sin embargo, cuando los costes marginales de ambas empresas no coinciden, como es
este caso, la solución competitiva del modelo de Bertrand ya no será una condición de
equilibrio de Nash. En este caso, la empresa B podrá fijar un precio más bajo que la
empresa A ya que tiene unos costes marginales (y medios) también más bajos.
Con las cifras del enunciado, la empresa A no podrá fijar un precio por debajo de 10 (su
coste marginal y medio), ya que soportaría pérdidas. Sin embargo, la empresa B sí que
podrá fijar un precio inferior a 10 (de hecho, podría llegar a bajarlo hasta el límite que
cifra su coste medio, 8). Por lo tanto, la estrategia óptima para la empresa B será fijar un
PB ligeramente por debajo de 10 (en términos infinitésimos), con lo que se quedaría con
todo el mercado (ya que PB < PA) y sería un equilibrio de Nash. Para ese precio, qA = 0
y qB = 300 (de sustituir en la función de demanda un precio ligeramente por debajo de
10).
b) Para esa situación de equilibrio de Nash, la empresa A obtendría unos beneficios nulos
porque se ha quedado sin demanda que satisfacer (al tener una estructura de costes más
altos que los de su rival), mientras que B = ITB – CTB = 300(10 – 8) = 600 unidades
monetarias.
c) Este equilibrio será ineficiente desde el punto de vista de Pareto, ya que PB > CMgB, por
lo tanto se encuentra a la izquierda de la escala óptima de producción (mínimo coste
medio). Hay un exceso de capacidad de la empresa B, podría aumentar su producción
hasta el punto en que PB = CMgB = 8. En dicho punto, seguiría quedándose con la
totalidad del mercado, aunque ahora produciría qB = 340, eliminando el exceso de
capacidad del resultado anterior, y obteniendo unos beneficios nulos.
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c) ¿Sería interesante para la empresa B sobornar lo suficiente a la empresa A para
que se quede fuera del mercado?
Nuevamente una aplicación de teoría de juegos para modelos de duopolio. En este caso se trata
de analizar los efectos de la entrada de empresas y las ventajas que supone para la primera
empresa en actuar.
Empresa B
Producir No producir
Producir 3, 3 5, 4
Empresa A
No producir 4, 5 2, 2
Por lo tanto, cualquier combinación en la que una empresa saque la marca competidora
al mercado y su rival no, será una situación de equilibrio de Nash. Habrá dos equilibrios
de Nash (A: producir, B: no producir) y (A: no producir, B: producir) si el juego es
simultáneo.
Por lo tanto, sólo habrá dos posibles finales: (A: producir, B: no producir) y (A: no
producir, B: producir), que son los dos equilibrios de Nash anteriormente explicados.
Con la primera de las dos situaciones, la empresa obtendría un rendimiento de 5; y con
la segunda, 4. Por lo tanto, el hecho de jugar primero le posibilita a A elegir “producir”
y el único equilibrio que finalmente sería estable sería (A: producir, B: no producir).
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4. (Nicholson 20.5) Toda la oferta mundial de criptonita está controlada por 20 personas, y
cada una tiene 10000 gramos de este potente mineral. La demanda mundial de criptonita
viene dada por Q = 10000 – 1000P, donde P es el precio por gramo.
a) Si todas los propietarios pudieran conspirar para fijar el precio de la criptonita,
¿qué precio fijarían, y cuánto venderían?
b) ¿Por qué es un equilibrio inestable el precio calculado en el apartado anterior?
c) ¿Existe un precio de la criptonita que sería un equilibrio estable en el sentido de
que ninguna empresa podría ganar alterando su producción de la requerida para
mantener este precio de mercado?
Dicha demanda total se repartirá homogéneamente entre los 20 propietarios, luego cada
uno de ellos aportará q = 250 gramos, obteniendo unos ingresos totales por propietario
de 1250 unidades monetarias.
c) Sí, con un precio suficientemente bajo no habría ningún incentivo para romper el
acuerdo tácito de colusión. Por ejemplo, para un P = 0,30 entonces Q = 9700 y q = 485,
obteniendo cada empresa unos ingresos de 145,5 unidades monetarias.
En esta situación, si una empresa decide romper el acuerdo y producir un gramo más de
criptonita (q = 486), P = 0,299 y el ingreso total para la empresa que ha desertado del
cártel será de 145,31 unidades monetarias, por lo que su situación ha empeorado con
respecto a la posición cooperativa. No habría incentivos para que ningún propietario se
alejara del cártel en esta ocasión.
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NOTA: Este precio de equilibrio estable depende claramente del número de empresas
que conforman el cartel. Con menos miembros, el precio será mayor. Por ejemplo, para
el caso únicamente de dos propietarios, el precio de equilibrio será P = 3, que supone Q
= 7000 y q = 3500, con unos ingresos totales para cada una de las dos empresas de
10500 unidades monetarias.
Si una de las dos decide romper el acuerdo y producir un gramo más, entonces q =
3501, Q = 7001 y P = 2,999. Los ingresos para la empresa que ha rota el acuerdo serán
10499,5 por lo que no tendrá ningún incentivo para romper la colusión tácita.
Si la información fuera simétrica o completa (ejemplo 20.4) entonces resulta sencillo demostrar
que un equilibrio de Nash (Cournot) es qA = qB = 30 y que los rendimientos vienen dados por A
= B = 900
Sin embargo, en este problema la información no es completa, sino que existe incertidumbre en
cuanto a la función de demanda a la que cree enfrentarse la empresa B (en el ejemplo 20.4 se
aplicaba un ejercicio similar pero la incertidumbre estaba en los costes marginales de la empresa
B). Suponga que B asigna la misma probabilidad (0.5) a las dos funciones de demanda, luego la
demanda esperada por parte de dicha empresa será 0.5(120 – qA – qB) + 0.5(80 – qA – qB) = 100
– qA – qB, es decir, la misma que tenía en condiciones de información simétrica.
Vamos a analizar este problema con el caso de la empresa B, que es la que soporta la
incertidumbre. Puesto que B sabe que sólo hay un tipo de A, no tiene que estimar sus valores.
Elige el qB que maximiza sus beneficios B = (P – CMgB)·qB . Sin embargo, el valor P que viene
dado por la función de demanda podrá tomar dos valores (120 – qA – qB o 80 – qA – qB). Por lo
tanto, en función de las dos posibles situaciones de la demanda, los beneficios de B serán
diferentes:
B1 = (110 – qA – qB)·qB
B2 = (70 – qA – qB)·qB
Despejando el sistema de ecuaciones de las funciones de reacción para cada uno de los dos
casos posibles, se obtiene la cantidad producida por B de equilibrio
qB1* = (110 – qA)/2
qB2* = (70 – qA)/2
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La empresa A debe tener en cuenta que B podría tener una función de demanda u otra. Sus
beneficios esperados vienen dados por la expresión A = 0.5(90 – qA – qB1) + 0.5(90 – qA – qB2)
= 90 – qA – 0.5qB1 – 0.5qB2, donde B1 y B2 representan las dos posibles funciones de demanda a
las que puede enfrentarse la empresa B. La condición de primer orden de maximización será
qA* = (90 – 0.5qB1 – 0.5qB2)/2
Resolviendo simultáneamente las tres ecuaciones anteriores, se llega al resultado del equilibrio
bayesiano de Nash siguiente: qA* = 30, qB1* = 40 y qB2* = 20.
Se trata de un ejemplo sobre teoría de subastas. Los resultados del ejemplo 20.5 se generalizan
en este ejercicio, a la vez que se introduce el análisis de las subastas de segundo precio,
introducidas por Vickrey. Aunque se trate de un ejercicio con un algebra más complicado, las
pistas señaladas pueden ayudar a su resolución por parte de los alumnos.
a) La probabilidad de una puja por debajo de v viene dada, de hecho, por v de acuerdo a la
distribución de v asumida. Por lo tanto, la probabilidad de que haya (n – 1) pujas por
debajo de v viene dado por vn-1, y eso para cualquiera de los n participantes en la
subasta. De ahí se deduce que la función de densidad probabilística sea f(v) = nvn-1.
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Desarrollando la integral que aparece en la ayuda obtendremos el valor esperado de la
mayor puja. Luego:
1
1 n n1 n
E (v*) nv n dv v
0 n 1 0 n 1
Por lo tanto, el valor esperado del ingreso para esa puja vendrá dado por
n 1 n 1 n n 1
E (v*)
n n n 1 n 1
Tal como queríamos demostrar.
Si dicha valoración real fuese la más alta, la puja no afectaría a lo que realmente paja
por el bien, ya que el precio vendría dado por el valor de la segunda mayor puja. Por
otro lado, si su valoración real no fuese la mayor, entonces da igual lo que pujase ya que
no ganaría la puja de todas formas.
Por lo tanto, se observa que la diferencia entre los dos tipos de subasta no está en el
ingreso esperado que es igual en ambos tipos, sino en el hecho de que el modelo de
Vickrey es revelador de las valoraciones reales mientras que el primer tipo de subasta
no lo es.