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Mario Toer

El MnrERleusMo Hrsróruco
Corcepros y cATEGoníns eÁsrcAs AcERcA DE Lo socrAL
Ediciones Cooperatiuas es un emprendimiento INDICE
cooperatiuo de docentes de la Facultad de Ciencias
Económicas de la Uniuersidad de Buenos Aires para TNTRODUCCTÓN ........
difundir sus trabajos e inuestigaciones
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta i1;"¿m;á PRIMERA PARTE
ft :ff Jill"xJ;*'1i:.:T::?'3il.Í:::T':*"il,:il:':ffi-."Ht EL MATERIALISMO HISTÓRICO
de grabación o de fotocopia sin permiso previo del Editor. Su
infrocción está penada por las leyes 11723 y 25446. El"materialismo".......... .............15
Las fuerzas productivas.............................. ............... 18
Toer, Mario El surgimiento de las clases... ........19
El materialismo histórico: conceptos y categorías básicas El Estado ".........21
acerca de lo social. - 2a ed. - Buenos Aires: Ediciones Coopera- La lucha de clases ............... 23
tivas, 2008. La ideología ......24
108 p. ;21x14 cm. Los sucesivos modos de producción.......,.. ......28
Elsurgimiento delcapitalismo... .........31
r s BN 978-987 -652-020 -1 La burguesía y el proletariado... ...... 38
La crisis del capitalismo........ ......................45
l. Socialismo. l. Título Conciencia para sí... .............47
cDD 320.5 Los "usos" del marxismo............. ............ 50
El legado Maxista..... ....... 53
O 2008 Toer, Mario
Derechos exclusivos
SEGUNDA PARTE
O 2008 Ediciones Cooperativas Carlos Marx
Tucumán 3227 (1189) Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política. ......... 57
2o edición, Agosto 2008
Buenos Aires - Argentina Carlos Marx
a (54 ott) 4864 s520 I (r5) 4937 6915 Carta a P. V. Annenkov - La relación estructura - superestructura. ... 65
€ http://www.edicionescoop.org.ar Federico Engels
X info@edicionescoop.org.ar Carta a J. Bloch...... .....................67
Federico Engels
Carta a H. Starkenburg............ ,..................69
Hecho el depósito que establece la ley 11-723
Federico Engels
"Del Socialismo Utópico al Socialismo Científico". Capítulo 3............ 77
Impreso y encuadernado por:
Imprenta Donego. Dorrego 1102, C.A.B'4. Adam Schaff
1". ed. Tirada: 100 ejemplares. Se terminó de imprimir en Agosto 2008.
"Marx.a su venganza en ultratumba"... ........99
Ecjitoriat esociada o,

IMpRrso EN ARGENTINA - PRIi¡TED rN ARGENTn'{E


APÉND|CE. ................. 103
INTRODUCCION

Resumir la obra que más ha dado que hablar, más ha dado


que escribir y más ha dado que hacer en los últimos 150 años,
no resulta sencillo para nadie. Menos hacerlo en dos horas y an-
te estudiantes que recién acaban de dejar la escuela media e
ingresan a la Universidad. Pero, como ante todo desafío ineludi-
ble, de nada vale disculparse. Los tributos a la brevedad y a la
simplificación, espero que se compensen con la posibilidad de
encontrar en un texto breve el despliegue de las ideas centrales
del Materialismo Histórico para facilitar la tarea de quien quiere
introducirse en el tema.
En cualquier caso, el Materialismo Histórico, como puede se-
guirse leyendo a sus autores, alguno de cuyos textos incluimos
en este volumen, condensa ideas que muestran una singular vi-
gencia y merece ser conocido en sus fuentes para poder sentar
un juicio propio sobre una obra que ha alcanzado tanta trascen-
dencia.
La perdurabilidad de los postulados de Max y Engels suele
asombrar a quienes se inician en su apasionante lectura. Lo
medular de los escritos que nos han dejado resultan de lectura
obligatoria para cualquiera que quiera entender algo más de
nuestro mundo y más aún para cualquiera que se introduzca al
ámbito e las Ciencias Sociales.

PRIMERA PARTE
El Mnrunrursvo ursrónrco
PRIMERA PARTE
EL MATER¡ALISMO HISTÓRICO1

Pretendemos presentar aquí los grandes lineamientos de una


de las principales corrientes del pensamiento contemporáneo, el
llamado Materialismo Histórico, ateniéndonos fundamentalmente
a la obra de quienes sentaron sus bases durante la segunda mi-
tad del siglo XIX: Carlos Marx (1818-1883) y Federico Engels
(1 820-1 8e5).
Esta manera de concebir al mundo se origina en el mismo pe-
ríodo, en la misma situación histórica, en que se desarrollan las
principales corrientes de las Ciencias Sociales, cuando la socie-
dad capitalista alcanza su madurez. Entre ellas se encuentran las
que conocemos como sociología clásica, que también continúan
hoy gravitando en el pensamiento contemporáneo.
Tanto en torno a la corriente que se constituye en la heredera
principal de la sociología clásica, el funcionalismo, como en el ám-
bito del Materialismo Histórico, son muy variadas las posturas y los
debates, tanto en lo que hace a lo específicamente teórico como
en lo relativo a sus implicancias en el terreno de diversas prácti-
cas, particularmente en lo referido a lo polÍtico. No nos es posible
detenernos en la vastedad de temas que de esta variedad de pos-
turas se desprenden, por lo que nos vamos a limitar a los que
pueden considerarse los conceptos básicos, fundamentales, que
constituyen los pilares del Materialismo Histórico. Esta exposición
pretenderá servir de guía para que cada uno pueda hacer su pro-
pia lectura y sacar sus propias conclusiones, atendiendo a que,
como decimos, la diversidad de interpretaciones obliga a indagar y
profundizar el estudio de este legado conceptual.
Como dijimos, el Materialismo Histórico surge en el mismo
contexto histórico del pensamiento sociológico que ha sido lla-
mado clásico, pero con una perspectiva sustancialmente distinta.
El pensamiento c/ásrco tenía la preocupación de aportar a la
construcción de herramientas conceptuales que permitiesen con-

I El presente texto se origina en la clase gue presentara sobre el tema


el profesor Toer, en la materia de Sociología del Ciclo Básico Común de
la Universidad de Buenos Aires, de la que es Titular.

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Mnnro Toen El MRreRnl¡sn¡o nrsrónrco

tribuir a la articulación del orden social, puesto en cuestión por postura que no se limitase a imaginar un modelo ideal, sino que
los cambios que se habían producido con el surgimiento de la tratara de desentrañar las razones, las causas, que habían dado
sociedad capitalista, y más en particular, con el desarrollo de la lugar a la sociedad en la que vivían y, sobre esta base, intentar
llamada revolución industrial. El Materialismo Histórico se consti- desplegar las posibilidades reales de abrir en sus entrañas el
tuye en la contrapartida. Es el pensamiento que, lejos de poner el cauce a una sociedad más justa.
acento en la búsqueda de recursos conceptuales que garanticen Como sucede con toda nueva corriente de pensamiento que
ese orden, parte de poner en cuestión los fundamentos del orden llega a tener trascendencia, se nutrió de lo más avanzado del
mismo que surgía con la revolución industrial, el orden de la so- pensamiento de la época. En forma sumaria, suele decirse que el
ciedad capitalista. basamento del pensamiento de Max y Engels se constituye a
Marx y Engels, junto a muchos otros pensadores, se alinearon partir de una síntesis que se nutre, en primer lugar, de los avan-
en ese vasto movimiento social de protesta que se expresa ante ces que se habían producido en el pensamiento filosófico en
la emergencia de este nuevo orden y que se llamó socialismo. El Alemania, donde ambos habían nacido y estudiado; en segundo
punto de partida de este movimiento se sustentaba, básicamen- lugar, del desarrollo del pensamiento socialisfa que, sobre todo,
te, en retomar aquellas banderas que había levantado la Revolu- había venido teniendo lugar en Francia (no era casual que fuera
ción Francesa: la libertad,la igualdad y la fraternidad y que en la en Francia, como vimos, ya que se constituía sobre la base de
práctica concreta, mediando el siglo XlX, no aparecerían concre- buscar el camino para que las banderas de la Revolución Fran-
tadas en la realidad. Por el contrario, las relaciones sociales que cesa se hicieran realidad). Filosofía Alemana, Socialismo Fran-
se habían venido desarrollando, no daban lugar a nada que pu- cés, y por último, la economía política que, básicamente, se des-
diera aproximarse a los principios supuestos en la fraternidad y arrollara en lnglaterra, país que se constituía precisamente en la
menos aún en la igualdad, y las libertades públicas eran bastante principal potencia económica de entonces, y donde ambos residi-
frágiles o restringidas. rían, en condiciones de exilio, la mayor parte de sus vidas adul-
. En estas condiciones, la temática del pensamiento socialista tas. Es a partir de estas tres vertientes que Max y Engels hacen
en general, con diversas variantes, buscaba los caminos para el desarrollo que hoy conocemos como Materialismo Histórico.
alcanzar un orden que hiciera viables aquellos postulados. La La Filosofía Alemana había llegado a un momento de particu-
desintegración del viejo orden, el feudal, que culminara con la lar riqueza conceptual con un filósofo que se llamó Georg Wil-
Revolución Francesa en 1789, no había dado lugar a una socie- helm Friedrich Hegel (1770-1831), que había desarrollado una
dad en los términos que los revolucionarios de ese momento obra realmente notable en la cual desplegaba un desarrollo histó-
histórico lo habían proclamado. Se trataba entonces de encontrar rico de la sociedad humana, jerarquizando el movimiento, la di-
las razones de por qué esto había sido así y buscar las alternati- námica del cambio, tal como se da cuenta, se expresa, en las
vas que sí lo hicieran posible. Al acercarnos a mediados del siglo ideas que la humanidad produce. En el pensamiento de Hegel lo
XlX, nos encontramos con un momento histórico signado por la central es esta concepción de la dinámica de la historia a partir
protesta y la resistencia de los sectores sociales menos favoreci- del movimiento que posibilita que lo nuevo vaya apareciendo
dos por esta nueva sociedad, la masa de asalariados, los prole- dejando atrás a lo viejo. Con este propósito desplegó, inspirán-
tarios, que constituían la nueva base del proceso productivo, los dose en el legado de la Grecia clásica, lo que conocemos como
nuevos productores direcfos de la producción en gran escala. dialéctica, para mostrar la dinámica de fuerzas contrapuestas
Marx y Engels estuvieron insertos en esta búsqueda como existentes al interior de toda propuesta, las que permitían conce-
protagonistas destacados del movimiento socialista de la época, bir, a partir de esta tensión, el movimiento, el cambio y el surgi-
polemizando con distintas propuestas y tratando de definir una miento de situaciones nuevas. Su tesitura convulsiona notable-
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MRRro ToeR El MlrunrRus¡¡o ursróRrco

mente el pensamiento filosófico en Alemania, y esto lleva a que, El contacto de Marx y Engels con el pensamiento relativo a los
en su entorno, se desarrollen corrientes y debates. afluentes que mencionamos, también tiene que ver con el propio
A una de dichas corrientes, que toma ciertos aspectos y se di- itinerario personal a que se ven obligados en esta convulsionada
ferencia en otros, se la conoce como "lzquierda Hegeliana" y década del 40 del siglo XIX en Europa, a partir de su activa mili-
tiene en un filósofo llamado Ludwig Feuerbach (1804-1872), su tancia en las corrientes más radicales y democráticas de enton-
principal mentor. Feuerbach le reconocía a Hegel el enorme mé- ces. Primero en Alemania, posteriormente en Francia, donde
rito de haber permitido al pensamiento filosÓfico interpretar el deben exiliarse, y cuando la situación también se complica en
movimiento, pero le cuestiona la primacía que éste le otorga al París, habrán de dirigirse primero a Bruselas y después a lngla-
desarrollo de las ideas en general y a las religiosas en particular terra, donde * Max en Londres y Engels en Manchester y des-
como instancia explicativa. pués también en Londres - pasan la mayor parte del resto de
Es en esta escuela filosófica que se nutre y se forma eljoven es- sus vidas dedicados a la investigación, al estudio y a producir los
tudiante Carlos Max, y también Federico Engels, uno había nacido trabajos que hoy conocemos, al mismo tiempo que tomaban
en 1818, Max, y en 1820 Engels. Se van a conocer aproximada- también la iniciativa en la convocatoria a la unidad de las organi-
mente en el año 1845, cuando tenían entre 27 y 25 años. zaciones de trabajadores y de las fuerzas y grupos socialistas de
Sigamos entonces con los otros afluentes que gravitarán en toda la región.
su obra. El pensamiento socialista, principalmente de origen De esta experiencia y de esta práctica surge entonces el des-
francés, como se señalara, partía planteándose cómo hacer pliegue de ideas al que nos vamos a referir. Resulta importante
efectivas las banderas de la Revolución Francesa, que no habían resaltar este posicionamiento inicial, básico, junto a todos aque-
podido llevarse a la práctica. Federico Engels se ocupa con de- llos sectores que ponían en cuestión el orden social de entonces,
tenimiento de los que considera precursores y elogia sus apor- distinto del que, habíamos visto, era la postura de quienes dieron
tes, al mismo tiempo que expone sus límites, sobre todo en su origen a la sociología que hemos denominado clásica. Es desde
obra Del socialismo utópico al socialismo científico. Allí se detie- este compromiso que ellos desarrollan su producción teórica.
ne en el pensamiento del conde de Saint Simon (1760-1825) y
sus tempranas expectativas en el papel revulsivo que habrían de El "materialismo"
tener la ciencia y la industria; en Charles Fourier (1772'1837) y
su elocuente crítica de la sociedad capitalista y la búsqueda de Los primeros escritos que producen tienen el propósito de afir-
formas organizativas que pudiesen sustraerse a su influjo (a las mar la postura que sustentarán en el campo de lo filosófico. Se trata
que llamó falansterios); y también en Robert Owen (1771-1858), de un ajuste de cuentas con el bagaje presente en la formación
que en el contexto británico buscó en las formas cooperativas inicial de ambos donde, precisamente, buscan afirmar la vertiente
una alternativa a la sociedad dominante. materialista como contraposición al sesgo que consideran idealista
Y por último, encontramos el afluente de la economía política, de la filosofía de Hegel, rescatando la metodología dialéctica para
el pensamiento económico que no por casualidad se desarrolla poder explicar el cambio desde el interior de los fenómenos socia-
principalmente en lnglaterra, país que había tomado la delantera les. ¿Qué implicaba esta aflrmación del materialismo frente al idea-
en el desarrollo del capitalismo. Alli la obra de Adam Smith lismo? Básicamente, en el contexto del debate filosófico de la épo-
(1723-1790) y David Ricardo (1772-1823) abren un curso decisi- ca, se' aludía a qué era lo que estaba primero. Si se concebía el
vo para comenzar a comprender cómo se compone el valor de análisis de la realidad desde las ideas, desde el pensamiento que
los bienes que se intercambian en la economía. los hombres iban produciendo y desde ahí la realidad material como
producto o consecuencia de este pensamiento, tal cual como éste

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Mnnro Toen El MnreRrursvo HtsróRIco

daba cuenta de ella o, por el contrario, se jerarquizaban las condi- de arribar a una sociedad donde no exista la explotación, es decir, la
ciones materiales concretas en las que los hombres producían su apropiación del producto del trabajo de unos hombres por otros y
propia subsistencia como antecedente que permitía comprender las donde, por el contrario, primen las relaciones de cooperación.
características de las ideas que los hombres forjaban, acordes con Nos dirán, entonces, que las relaciones sociales que se consti-
estas condiciones. Dirán entonces que no es el desarrollo del "espi- tuyen en todas las épocas son relaciones que tienen que ver, se
ritu" lo que explica el desarrollo de la naturaleza, sino por el contra- corresponden, con el grado de desarrollo o complejidad alcanzado
rio, es ésta la que explica la vida espiritual. por las formas en que los hombres producen su propia subsisten-
Esta sería una gran batalla en términos filosóficos y de allí esta cia. Afirmarán que el primer hecho histórico, en el sentido de con-
denominación de "Materialismo Histórico" que deviene de ese énfa- dición para que haya historia y por tanto, para que haya sociedad
sis en explicar, desde las condiciones materiales de producciÓn y humana, es la actividad de los hombres para garantizar su propia
reproducción de la vida humana, cada momento histórico, las dife- subsistencia. Esta actividad la constituye el trabajo y, más allá de
rentes formas de organizarse de la sociedad. la voluntad de cualquiera, resulta condición para la existencia
Siguiendo con la mención de sus trabajos en orden cronológico, humana. Por lo tanto el hecho de cómo se obtiene de la naturale-
digamos que en 1848 redactarán El Manifiesto Comunista, que es za lo que sirve para el consumo, la manutención y la supervivencia
una sintesis bastante acabada y elocuente de lo que ellos conciben humana, es la base ineludible de constitución de la organización
como propuesta alternativa a esa sociedad en la que viven, que ha social, y ésta es la dimensión de lo económico, que está definido
venido acumulando tensiones que van a hacer eclosión en ese año en términos de esta relación hombre - naturaleza que ha ido des-
en casi toda Europa. lnsurrecciones obreras y de otros sectores arrollando fuerzas productivas, desde lo más sencillo y elemental
sociales que cuestionan las vertientes más autoritarias de la socie- de los tiempos primitivos, hasta la complejidad de la gran industria
dad existente recorrerán en ese año buena parte del continente. de la sociedad capitalista.
Por último, ellos van a profundizar eltema de cÓmo evoluciona y
se constituye la sociedad desde el punto de vista econÓmico, aten- Las fuerzas productivas
diendo a la configuración de la sociedad capitalista en particular y
también a la sucesión de distintos modos de producir que la socie- El de fuerzas productivas es uno de los conceptos básicos y lo
dad había transitado hasta estos momentos, como forma de poder podemos representar con un vector, para tener en claro que es
tener en claro cuáles serían las condiciones obietivas que podían algo que, con distinta intensidad, ha estado en constante movi-
hacer posible aspirar a una sociedad sin explotación, sin clases. miento. ¿Porqué decimos "con distinta intensidad"? Porque Max
Paralelamente producirán diversos textos en polémica con otras y Engels nos van a dar razones para explicarnos por qué ese
corrientes de pensamiento o de análisis de acontecimientos históri- desarrollo de las fueruas productivas no es invariable ni igual en
cos, pero será E/ Capital, escrito por Max, el texto que sistematiza- su ritmo en todo momento. Sí es algo que se ha desarrollado, a
rá las ideas centrales referidas a dar cuenta del origen y funciona- pesar de momentáneos retrocesos o estancamientos, sobre la
miento de la sociedad capitalista. base de la expansión creciente de las necesidades humanas.
Toda la obra de Max y Engels estará centrada, entonces, en el Esto resulta evidente ante la más simple de las miradas a lo lar-
objetivo de dilucidar cuáles serían las condiciones materiales objeti- go del tiempo. Es un hecho objetivo perteneciente a la materiali-
vas que harían posible la sociedad sin clases. Cuáles son las condi- dad concreta de las relaciones sociales entre los hombres y las
ciones que permitirían que se constituyan agentes que pongan en cosas, y de los hombres entre sí.
cuestión las relaciones de explotación de unos hombres por otros y Las fuerzas productivas están constituidas, simplemente, por
tengan la posibilidad real de reconstruir el orden social sobre la base todo aquello que interviene y permite la actividad productiva. Es

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Mnnro ToeR El MRreRrRr-rsrr¡o Hrsróntco

decir que podemos concebirlas como compuestas por la relación la necesidad de representar gráficamente toda esta nueva activi-
entre tres cosas: materias primas, los rnsfrumenfos o las herra- dad. También, y como veremos, esto resulta de crucial importan-
mientas y la organización social de /os hombres para llevar el cia, aparecen los linajes de jefes y sacerdotes. Las nuevas reli-
acto productivo a cabo, lo que incluye por cierto a la fuerza de giones dejan atrás la etapa en que los ancianos administran los
trabajo. saberes mágicos "caseros", con los que se tentaba superar la
Estas fuerzas productivas se han desarrollado desde las for- impotencia y la ignorancia y ahora se conciben mandatos y cas-
mas más simples y elementales en los tiempos más remotos que tigos provenientes del "más allá" para desalentar el desorden y
conocemos, cuando el hombre empieza por tomar una piedra o garantizar la sumisión a los nuevos mandantes. Paulatinamente
un hueso para percutir y transformar algún aspecto o producto se ha ido constituyendo una casta sacerdotal, que asume el mo-
del mundo que lo rodea, y de esta manera posibilitar su uso con nopolio del vínculo con el "más allá", vela por la uniformidad de
algún fin ulterior, hasta la complejidad de la tecnología de la so- las creencias que se transforman en el código compartido que
ciedad contemporánea. unifica las conductas ante lo desconocido y lo injustificable y, de
Entonces, sobre la base de este desarrollo de las fuerzas pro- este modo, operan como garante del orden establecido.
ductivas, en las diferentes épocas históricas, se constituyen de- Existe, entonces, una diversificación creciente en el proceso
terminadas relaciones de produccón. Esas relaciones de pro- productivo, en las diferentes actividades, que por lo tanto requie-
ducción están definidas por el grado de desarrollo de las fuerzas ren ser articuladas de una manera diferente, y así sucesivamente
productivas. No pueden ser arbitrarias, son un requerimiento de irá ocurriendo a lo largo de la historia hasta nuestros días.
éstas, tienen que corresponderse, formando como un entramado
básico al que los hombres en cada época deben adecuarse, ya Elsurgimiento de las clases
que estas condiciones materiales están dadas más allá de la
voluntad de cada uno de ellos. Son relaciones sociales entre los En este proceso de la relación entre fuerzas productivas y re-
hombres mismos y de estos con lo medios de producciÓn, confi' laciones socra/es de producción hay un momento clave que es el
guradas según la forma de organización que demanda la activi- del surgimiento de las c/ases socra/es. Max y Engels nos van a
dad productiva. Las características salientes de la relación entre decir, en consonancia con los avances en los estudios antropo-
fuerzas productivas y relaciones socra/es de producciÓn, como lógicos de entonces, que en todo un primer período histórico,
veremos, signará los sucesivos modos de produccón que exis- cuando la sociedad consumía en forma más o menos cotidiana lo
tieron históricamente, con su correspondiente bagaje de institu- que producía y recolectaba, no existía la posibilidad material de
ciones y creencias. que un sector social se apropiase de un excedente para diferen-
Para que resulte más claro y menos abstracto lo que venimos ciarse del resto. Es la larga etapa de lo que llamarán el modo de
diciendo, tomemos por caso el surgimiento de la agricultura, que producción comunista primitivo, que ocupa un período de tiempo
ya implica toda una serie de actividades que hacen que la orga- mayor que el de todas las sociedades posteriores.
nización social de ese tiempo tenga que corresponderse con lo Recién cuando el desarrollo de las fuerzas productivas posibi-
nuevo que se está incorporando. Ya no son las mismas tareas. lita que en el proceso de producción surja un excedente, y por lo
Ya no se trata simplemente de la caza y la recoleccón. Ahora los tanto, ya existe una más compleja división del trabajo que lo
animales y las plantas han sido "domesticados", se incorpora la hace posible, estarán dadas las condiciones materiales para que
capacidad de malear instrumentos de hierro, se requiere el desa- ese excedenfe pueda ser apropiado o distribuido de diversas
rrollo de unidades de peso y medida, aparecen los metales divi- maneras, acorde con el poder, las relaciones de fuerzas, que
sibles que hacen de moneda para mediar el intercambio y surge maduran en el seno de la sociedad, que comienzan a gravitar

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MRRto To¡n El Mnrrnrnttstr¡o H lsróntco

con la intención de procurar una apropiación que favore zca a un en la decisión de qué se produce, cómo se produce y cómo se
sector con relación a otros. distribuye lo producido.
Estas condiciones materiales iniciales para el surgimiento de La conformación de c/ases sociales, hemos visto, fue un pro-
las c/ases sociales suponen, entonces, la existencia de un exce- ceso muy largo. Por un buen tiempo existieron formas difusas, no
dente, producto de una mayor complejidad alcanzada por las fuer- suficientemente consistentes. Podemos imaginarnos que por
zas producfivas, lo que está implicando que la divisiÓn social del largos períodos las disputas serían muy duras y la razón de la
trabajo, antes tan sencilla y elemental, sólo referida a las diferen- fuerza definiría cada situación de privilegio en la apropiación del
cias de sexo y edad, ahora también sea más compleja. Ahora excedente2.
habrá gente cuya capacidad y posibilidades hacen que se incluyan
en el proceso productivo de una manera diferenciada del resto. El Estado
Por lo pronto se fortalece la necesidad de disputar tierras, que
era aleatorio cuando los hombres eran sólo cazadores. Cuando Así se irá avanzando hacia sociedades más complejas don-
hay que sembrar la tarea de demarcar un territorio ya no aparece de ya se configura la división social entre clases de una manera
como ocasional. La forma de cuidar el territorio ya no es la mis- más clara. Estas divisiones finalmente habrán de institucionali-
ma. Por lo tanto la significación que adquieren los aparatos de zarse. No será ya la mera presencia física del más fuerte que
defensa y ataque en función de procurar nuevas tierras u otros despoja al más débil, sino que habrá mecanismos que dan
bienes, comienza a tomar características que hacen que ya no cuenta y regulan esta situación. Las diferencias estarán asenta-
sea el mismo cazador que se ocupe de la defensa y el ataque das por toda una normatividad. Y el surgimiento de esas formas
sino que comienzan a constituirse grupos especializados, los institucionales, que garantizan que exista un orden social que
guerreros. está basado en desigualdades, da lugar a la aparición de las
Hay entonces toda una serie de razones que efectivamente primeras formas de lo que hoy conocemos como el Esfado.
permiten imaginar formas de configuración de su7'efos socra/es Es decir que el Estado, desde sus formas más elementales,
que antes no existían y que aparecen, no de una manera arbitra- devendría de la necesidad de poder mantener un orden, pero
ria o repentina sino a partir de una nueva situaciÓn que viene no cualquier orden, sino un orden que tiene como característica
definida y demarcada desde ese creciente grado de desarrollo y básica que hay quienes están situados en posiciones dominan-
complejidad de las fuenas productivas. tes y otros en las de dominados. Su razón primera estaría dada
Mencionamos a los guerreros y por lo tanto aparecerá tam- en la necesidad de normalizar una situación de fuerza, una re-
bién el jefe de los guerreros, y estos habrán de tener en el seno lación de dominación.
de la sociedad posibilidades de apropiación de ese excedente Por lo tanto, desde su propio nacimiento, en función de esta
que, como es dable imaginarse, no son las mismas que las de lógica, todas las formas jurídico * políticas y las ideológicas,
quienes no están situados en esos términos.
La existencia de un excedente y la división social del trabaio 2
explicarán, entonces, el surgimiento de las clases. Una definición Una célebre novela del escritor inglés William Golding, publicada en
1954, El señor de /as moscas, de la que también se hizo una película,
de las clases sociales, que cuenta con suficiente aceptación, nos expone con genialidad esta relación entre las condiciones que impone
dice que /as c/ases son grandes agrupamientos humanos que se la natuialeza y las formas que adquieren las relaciones humanas, des-
distinguen entre sí por el lugar que ocupan en relaciÓn con los cribiendo en sentido inverso la regresión hacia el salvajismo que sufre
medios de producción y por lo tanto, por la capacidad de incidir un grupo de adolescentes escolares cuyo avión hace un aterrizaje for-
zoso en una isla deshabitada.

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como ya vamos a ver, también habrán de guardar una relación La lucha de clases
de correspondencia con el grado de desarrollo de las fuerzas
productivas y, las normas e ideas que resultan dominantes en Ya nos hemos referido, entonces, a la base o infraestructura,
cada época se articularán, combinando la búsqueda del con- a las fuerzas productivas - relaciones de producción que consti-
senso con la represión al transgresor, con los intereses de la tuyen la base, y a la superestructura jurídica - ideológica- política.
clase dominante en el modo de producción vigente. De esta Nos falta señalar que entre estos términos el requerimiento de
manera se concluye que el surgimiento del Estado es conse- correspondencia no es automático. En distintos períodos puede
cuencia del surgimiento de las clases sociales. existir armonía o conflicto, correspondencia o antagonismo, y
En el Prefacio a la Contribución a la Crítica de la Economía quienes, en definitiva, protagonizarán estas alternativas a partir
Política (1859) Marx hace una apretada pero elocuente síntesis de sus rnfereses discordantes serán las distintas c/ases sociales.
de estos conceptos. Allí dice que a determinado grado de desa- El conflicto entre las distintas c/ases constituirá, para Max y En-
rrollo de las fuenas productivas se corresponden determinadas gels, el motor de la historia, en tanto es a través de esta lucha
relaciones socra/es de producción y que esto conforma una es- entre las distintas c/ases, con sus respectivos lnfereses, que se
tructura o una base sobre la cual "se eleva un edificio iurídico y recompone la correspondencia enlre relaciones de producción y
político, al cual corresponden formas determinadas de la con- el grado alcanzado por el desarrollo de /as fuerzas productivas.
ciencia social. El modo de producción de la vida material domi- Habrá momentos, entonces, en que las relaciones de produc-
na en general la vida social, política e intelectual". ción previamente consolidadas se constituyen en traba u obsfá-
Entonces, siguiendo con esta metáfora que Marx toma de la culo a lo nuevo que pugna por desarrollarse desde las fuerzas
arquitectura, esta superestructura ideológica, iurídico y política productivas. Y esta tensión se resuelve cuando los hombres liga-
no surge ni se desarrolla arbitrariamente, dadas ciertas ocu- dos o interesados en estos nuevos aspectos enfrentan y derrotan
rrencias o genialidades de tales o cuales hombres, sino que a las viejas c/ases beneficiarias del estadio anterior, reorgani-
guarda una correspondencia con el grado de desarrollo alcan- zando la superestructura de manera tal que asegure la reproduc-
zado por las fuerzas productivas. Y una parte sustancial de esta ción de la nueva situación.
superestructura está ocupada por el aparato de Esfado, con la Esta manera un tanto esquemática y abstracta de presentar
función de mantener el orden social. Pero como ese orden so- esta relación puede ser difícil de comprender, por eso veremos
cial no es cualquier orden, sino que es un orden donde existen un ejemplo histórico, más adelante, para que resulte más claro.
desigualdades y relaciones de dominación, ese Estado se cons- La misma forma de plantearlo por parte de Marx o de Engels,
tituye como instrumento que garantiza las relaciones de domi- resulta en ocasiones esquemática, como en el caso de la metáfo-
nación, a pesar de aparentar ser algo que está por encima de la ra arquitectónica del edificio constituyendo la superestructura
sociedad, sirviendo en apariencia al mantenimiento de un orden presente en el "Prefacio..." que les mencioné, donde quizá se
en el que estarían interesados por igual todos los que compo- pague tributo a las limitaciones conceptuales de la terminología
nen esa sociedad, independientemente de la forma como se científica de la época3, o al celo pedagógico permanente de ser
insertan en ella. claros para ser comprendidos por los trabajadores de entonces.

3
Pensemos que conceptos como el de retroatimentación todavía no
son patrimonio del lenguaje de la física de entonces y que en buena
medida aparecen como siendo requeridos por anticipado en las metáfo-
ras con que se busca exponer esta lógica dialéctica.

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MnRro Toen El MRreRnllsrr¡o nrsrónrco

Algunos críticos han subrayado estos planteos, queriendo ver de sol a sol, para producir bienes como condición de subsistencia.
en ellos una suerte de desarrollo mecánico e ineluctable de la so- Son entonces personas que disponen de una cantidad de tiempo
ciedad que tornaría banal la práctica social de los hombres. Pero para dedicarse al estudio o la reflexión y generalmente son susten-
en todo caso, en numerosos escritos teóricos o históricos de Max tados por instituciones vinculadas a la estructura estatal,lo que de
y Engels existen suficientes referencias que dejan planteado con alguna manera, nos permite ir situando el lugar desde el cual pro-
claridad que sólo la práctica social de los hombres puede abrir ducen los pensadores que dan cuenta de la situación histórica, con-
curso a nuevas épocas históricas, que en todo caso, estas prácti- ciben las claves y significaciones de cada época en cuestión.
cas se encuentran ante un cierto enmarque de condiciones mate- Es dable, entonces, concebir que en toda sociedad ocurre que
riales que ponen límites y encuadran sus alternativas. aquellas instituciones dirigidas a producir, recoger, promover, vefte-
Por más que los seguidores de Espartaco hubieran querido brar y propagandizar las /deas, en tanto tienen que articularse con
implantar el socialrsmo en la Roma antigua, no lo iban a poder las organizaciones estatales, van a privilegiar a todas aquellas ex-
realizar, ni el reverendo Tomás Moro en la lnglaterra mercantil, presiones del pensamiento de una época que no pongan en riesgo
así como tampoco ningún conservador empecinado podría hoy el orden sobre el que está constituida esa sociedad en particular.
hacernos regresar a la época feudal. Por el contrario, recibirán cabida y aliento aquellas expresiones que
El afán que pusieron Max y Engels para generar asociacio- lo embellezcan o al menos lo justifiquen.
nes de trabajadores cuya práctica tuviese como objetivo el ac- Volvamos a las situaciones más sencillas de los tiempos primi-
cionar consciente en la defensa de sus condiciones de vida, en la tivos para poder ubicarnos mejor. Dijimos que, en un primer mo-
perspectiva de terminar con la explotación, resulta lo suficiente- mento, lo que contaba era la palabra de la experiencia, que era la
mente elocuente como para descartar que supusieran un devenir de los ancianos. Cuando paulatinamente la sociedad se hace más
ineluctable, mecánico, independiente de la práctica social. La compleja, se hace imprescindible dar cuenta de una manera uní-
afirmación que hacen en el sentido de que ya no se trata de me- voca de fenómenos que por entonces no pueden ser resueltos
ramente explicar la realidad, sino de transformarla, en la que se- desde la mera experiencia y que, necesariamente, deben ser
ría la famosa 7-esis 11 de sus escritos sobre Feuerbach, permite abordados desde códigos comunes. La producción social del len-
enmarcar la significación de su obra en general y relativizar algu- guaje ya nos anticipa una modalidad. Un sin número de fenóme-
nas formulaciones permeadas por el evolucionismo positivista nos que para nosotros resultan "natLlrales" eran incomprensible en
que primaba en el discurso científico de la época. esos tiempos, y muchos de ellos adquieren particular relevancia
en tanto decisivos al incorporarse prácticas productivas nuevas
La ideología como es el caso de la agricultura. Las estaciones del año, los
cambios climáticos, que llueva o deje de llover, puede estar invo-
Pero volvamos a la revisión que veníamos haciendo, y antes de lucrando la posibilidad o no de una cosecha, lo que implica la dife-
poner en escena a los conceptos vistos mediante un ejemplo histÓ- rencia entre la vida y la muerte.
rico, detengámonos en el aspecto de la ideología propiamente di- Sia alguien se le caía una piedra en eldedo del pie, no resultaba
cha, o de los cuerpos de ideas dentro de cada período histórico, un misterio la causa del dolor, la experiencia lo explicaba. ¿Pero
siguiendo la lógica que Max y Engels proponen. ¿Qué es lo que qué producía una enfermedad? ¿Quién dejaba caer el agua de los
nos dicen? Que aquellos sectores sociales con tiempo, capacidades cielos? Para la psicología humana, el atribuir lo desconocido a vo-
y posibilidad para poder dar cuanta de las condiciones en que se luntades concebidas a imagen y semejanza de sí mismos, pero
vive, es decir, los que podemos hoy llamar los intelectuales, gene- más poderosas, ha sido una constante.
ralmente son gente que no está absorbida por el trabajo cotidiano,

24 25
MARIO TOER El MRreRrursuo ulsrónlco

Todas las mitologías conocidas se sustentan en la presencia de veces buscaron dioses que se pusieran de su lado. A veces con
estas voluntades, a las que, al igual que a las humanas, había que mucha timidez, aceptando solo una especialcomplacencia de algún
seducir o calmar, rendir tributo y hacer ofrendas para ponerlas del ser divino de la corte oficial. Otras, cuando la tensión social era críti-
lado de los deseos y necesidades de los impávidos e indefensos ca, apelando a dioses y profetas enteramente desconocidos en el
humanos. Y asi se tejían las distintas creencias sobre la voluntad y templo de los que ejercían la dominación.
capricho de los dioses que desde lo alto regían la vida de los hom- En estos términos nos refieren Max y Engels esta relaciÓn de la
bres. De la misma manera que el lenguaje, que debía ser común, sociedad con las ideas de cada época. Y será recién con la Revolu-
resultaba necesario contar con un conjunto de símbolos comparti- ción Francesa, cuando la experiencia de los hombres y el desarrollo
dos para que quienes integraban una sociedad se entendieran, para de la ciencia hayan disipado muchos de los viejos misterios, que
que todos los pactos implicados en la sociedad contasen con una habrá quienes intentarán desalojar del templo a los seres divinos e
garantía. Las claves para comprender estos designios superiores instalar en su lugar a la "diosa" razón, a la razÓn humana. El riesgo
debian ser compartidas dentro de una comunidad, y alguien debía era muy grande y la nueva clase dominante repararía prontamente
encargarse de dar coherencia a estas creencias compartidas. Y así este pecado de juventud.
surgieron los oficios de los brujos, hechiceros o como queramos Pero vayamos a nuestro prometido ejemplo. Ya tenemos más o
llamarlos, monopolizando la intermediaciÓn con lo desconocido. Y menos a los personajes en escena, si se quiere nos falta ahora el
estos primeros sacerdotes debían estar sentados a la diestra del libreto y ver como se mueven.
soberano, o ser el soberano mismo con algo de divino, como ocu- Hemos visto que Max y Engels sostienen que la historia de la
rría entre los egipcios. humanidad, lo que explica el movimiento social, es la historia de los
Paulatinamente, las sociedades más complejas, irían pasando conflictos entre las diferentes clases sociales, es la historia de la
de las creencias que situaban a las voluntades superiores en astros, lucha de c/ases. Lucha de c/ases que es un proceso objetivo, en
animales u otros objetos observables, a seres más abstractos e tanto forma parte de una realidad que trasciende la voluntad de los
intangibles, y a su vez, de los hechiceros o sacerdotes como indivi- individuos aislados y que tiene que ver con las distintas formas de
duos aislados, a congregaciones y cuerpos especializados' Pero la producir y apropiarse del patrimonio o la riqueza creada, de lo pro-
función seguirá siendo la misma, dar cuenta de lo desconocido, ducido en cada momento histórico,
velar por la coherencia del cuerpo de creencias, desalentando, mu- Por tanto este conflicto siempre está presenta, siempre tensiona
chas veces con dureza y crueldad, la posibilidad de que se constitu- la realidad social aunque haya períodos donde aparece larvado y
yan creencias disidentes. Por último, y no por eso menos importan- otros en los que eclosiona con virulencia. Este conflicto, con estas
te, debían dar cuenta de que quienes constituían el poder soberano características, va a producir, como cualquiera que entrÓ en un libro
y que por tanto legitimaban el orden existente, lo hacían ateniéndo- de historia lo sabe, rebeliones, batallas, derrocamientos y encum-
se a la voluntad o el beneplácito divino. Estar contra los que man- bramientos en la más diversa y notable variedad, pero que en defi-
daban era por tanto estar contra la voluntad de los dioses'.. y había nitiva constituyen expresiones de esta confrontación más profunda,
que atenerse a las consecuencias. que atraviesa a todas las sociedades divididas en c/ases.
Que la ideología dominante se correspondiese con los intereses Vimos que Max y Engels sostienen que el desarrollo de las
de la c/ase dominante no quería decir que los oprimidos no intenta- fuerzas productivas genera situaciones nuevas y que las relacio-
ran, con mayor o menor ahínco, según las tensiones acumuladas, nes sociales de producción que antes resultaban armoniosas se
elaborar sus propios códigos, que buscasen conformar una identi- constituyen en trabas para un ulterior desarrollo. Los intereses
dad e inclusive concibieran sus propias lealtades con el más allá. vinculados a lo nuevo que se desarrolla en las fuerzas producti-
Asi ha ocurrido siempre en esta larga lucha. Los sometidos muchas vas, expresado en algún sector de la sociedad, en alguna c/ase en

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MRRIo Toen EL MATERIALISMo nISIÓRIco

ascenso, motorizan el conflicto y favorecen su resolución, de ma- Nos van a decir que con posterioridad al modo de producción
nera tal que permitan una recomposición de las relaciones entre "comunista primitivo", el primer modo de producción donde aca-
las c/ases, nuevas relaciones socla/es de produccón, para que badamente se dan relaciones de dominación es el modo de pro-
concuerden y vuelvan a corresponderse con el grado de desarrollo ducción esclavista, cuya característica fundamental es que el
alcanzado por las fuerzas productivas. proceso productivo se sustenta en la mano de obra esclava. Es
Muchas de las rebeliones a que aludimos serán vanas, en tanto decir, el predominio de unos sobre otros es absolutamente explí-
tienen lugar en condiciones donde la c/ase dominante es suficien- cito y claro. Todos conocemos a las primeras grandes civilizacio-
temente fuerte, las relaciones de producción en las que se asienta nes, basadas en la esclavitud.
se encuentran en la plenitud de su relación de correspondencia con Nos hablan, a posteriori, del modo de producción feudal.
el grado de desarrollo de las fuezas productivas existentes. Otras ¿Cuáles eran las clases que constituían básicamente el modo de
rebeliones no van a ser tan vanas, en tanto la c/ase dominante se producción feudal? Los señores feudales y los siervos. La rela-
ha debilitado por determinadas razones que tienen que ver con que ción productiva estaba basada centralmente en la tierra, unos y
eldesarrollo de las fuezas productivas se encuentra en un momen- otros estaban relacionados con la tierra en forma diferente.
to en que las viejas c/ases dominantes no las tienen ya todas consi- El señor feudalera aquel al cual le correspondía el dominio,
go para regular el orden vigente, y los nuevos sectores que han control y usufructo de un territorio, del feudo. El siervo era aquél
surgido al compás de ese desarrollo nuevo tienen el suficiente po- que estaba ligado a ese feudo, que no podía abandonarlo y es-
derío como para poner en cuestión las viejas formas de dominación. taba obligado a entregar, bajo diversas formas, una parte sus-
Entonces empiezan a colarse aspectos nuevos y, si existen condi- tancial de lo que producía en la tierra al señor feudal, quedándo-
ciones y posibilidades, se producirá un período de acelerados cam- se para sí con lo que permitía la subsistencia a él y su familia.
bios, en sus palabras"se abrirá una época de revolución social'. Estas eran las reglas en la sociedad feudal, estas eran las rela-
Lo vamos a ver con un ejemplo histórico que permita entender ciones sociales de producción características y el modo de apro-
esto un poco mejor, complementando este resumen, que hemos piación del excedente por parte de quienes estaban en la situa-
presentado de una forma relativamente abstracta. Lo veremos ción de clase dominante.
abordando elsurgimiento de la sociedad capitalista. ¿Cuáles eran las características básicas de las instituciones
de la época, que podemos ubicar en la superestructura ideológi-
Los sucesivos modos de producción ca, jurídico - política de la sociedad feudal? Primero digamos
que la estructura social estaba claramente estructurada como
Marx y Engels nos dicen que a lo largo de la historia podemos una pirámide, donde debajo de todo estaban los sieryos y des-
encontrar un sin fin de sociedades concretas diferentes entre sí, pués seguía una estructura con distintos grados de jerarquía,
de formaciones económico sociales distintas. Ninguna formación jerarquía que estaba dada por la extensión y calidad de las tie-
económico socialconcreta es igual a otra, pero a lo largo de la rras que se controlaban. Toda la estructura de la jerarquía social
historia podemos encontrar ciertos comunes denominadores que estaba definida por la capacidad de control que se tenía sobre la
permiten reconocer lo que ellos llaman grandes modos de pro- tierra, el medio de produccón fundamental de la época. Y sobre
ducción. Aclarado entonces que al hablar de "modo" estamos esta base estaban definidas jurídicamente toda una serie de re-
hablando de los aspectos más salientes en abstracto, no de una laciones, de prestaciones de servicios, de vasallaje, de obliga-
situación histórica concreta, específica, sino de una abstracción ciones mutuas, que inclusive suponían que el señor feudal le
de aquellos aspectos más notables que caracterizarían ese mo- debía dar ciertas garantías al propio siervo, siempre y cuando la
do de producir. cuota decisiva de la riqueza producida estuviera a su disposición.

28 29
Mnnlo To¡n El Mnrenrurs¡¡o HrsróRrco

Y esta pirámide, en la mayoría de los casos, estaba coronada ble. Entonces, de lo que se trataría de ver es: a qué se debe que
por el monarca, el rey, que a su vez cerraba toda la lógica de la haya dejado de ser lo dominante, cuál sería la dinámica que llevó
estructura social existente. a que esto dejase de ser así.4
La instancia que controlaba la circulaciÓn de las rdeas en este
período estaba claramente concentrada en una institución, la El surgimiento del capitalismo
lglesia, que tenía una estructura territorial similar, en tanto tenía
que adecuarse a las características territoriales de la organiza- Como hemos señalado, Marx y Engels tratan de entender la
ción social de entonces. Sabemos que en los momentos más lógica del cambio más que la lógica de la estabilidad, lo que re-
duros no era Suave la forma en cÓmo desde esta insfifución se sulta decisivo para poder entender el surgimiento de la sociedad
velaba por la pureza de las concepciones e ideas existentes. La capitalista y a partir de allí, comprender la dinámica que en su
inquisición no se andaba con miramientos' propio seno podría dar lugar a que también la sociedad capitalis-
Y también sabemos que la lglesia tenía al sumo pontífice, al fa pudiera ser dejada atrás en algún momento.
Papa, como máxima instancia que otorgaba el cierre, si se quie- Situémonos entonces en las postrimerías de la época feudal.
re, a toda esta organicidad y esta lógica, en tanto el postulado Sabemos que entonces no existían sólo los siervos y los señores
básico inherente a la jerarquía papal es que su palabra, en lo feudales. Había otros sectores sociales que no eran ni lo uno ni
que hace al dogma, es infalible. Por lo tanto la infalibilidad papal lo otro y que iban teniendo una importancia creciente, y esa im-
le daba consistencia y coherencia a toda esta estructura y a portancia creciente estaba asociada a lo nuevo que surgía en el
toda esta concentraciÓn del pensamiento de la época, celosa- desarrollo de las fuerzas productivas. ¿Quiénes eran estos seño-
mente guardaba en los monasterios. Quienes leyeron el libro de res? Arfesanos y mercaderes, que desde una situación, en un
Umbert-o Eco o vieron la pelicula El Nombre de la Rosa podrán primer momento accesoria, van viendo crecer su importancia so-
recordar un cuadro de época elocuente. cial en tanto agentes productores y difusores de las innovaciones
Pero ¿cuál era la relación fundamental que terminaba de ar- que van emergiendo, agentes de las fuerzas productivas nuevas
ticular las relaciones entre esta rnsflfución clave dentro de la que se van desarrollando.
superestructura ideolÓgica de la época feudal con el resto de Este sector vivía en lo que se denominaban los burgos - las
las instituciones jurídico políticas de entonces? Se sustentaba ciudades de esa época - y se los llamó por lo tanto óu4gueses.
en un hecho que era decisivo en cuanto a su significación. La Esta expansión creciente tenía que ver con que eran ellos los
razón última para que un determinado señor fuera monarca o interesados en desarrollar las fuerzas productivas, eran los pro-
rey de una región se respaldaba en la voluntad divina, la gracia tagonistas y beneficiarios fundamentales de todas las innovacio-
de dios. ¿Y quién era el intérprete en la tierra de la voluntad nes que provocaban el desarrollo de las fuerzas productivas.
divina? El Papa. Y el que colocaba personalmente las coronas Eran los que atendían a las nuevas necesidades en expansión.
en la testa del señor coronado era precisamente el Papa' Para
que no quedasen dudas.
Por lo tanto, toda la cadena de lealtades articuladas en esta a
En realidad esa lógica no es la dominante pero aún persiste. No siem-
estructura social está coronada por un señor cuya legitimidad pre se acepta y proclama el principio de soberanía popular, y no solo
para estar ahí provenía de que Dios quería que así fuera. para justificar a las monarquías y la realeza de nuestros días. No hace
Estos eran los rasgos salientes de la superestructura ideolÓgi- tanto que en España, los documentos públicos, billetes, monedas y
ca, jurídico - potítica de esta sociedad' Sabemos que esto fun- estampillas proclamaban a "Francisco Franco, Caudillo de España por
cionó más o menos bien durante un período histÓrico considera- la gracia de Dios".

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MRnlo Torn El MRreRrnusrr¡o HlsróRlco

Habiamos dicho que la historia, en distintos momentos y en bajo, que estaba restringida desde el momento en que los sier-
yos no podían dejar la parcela a que estaban adscriptos; /iber-
distintos lugares, registra infinidad de rebeliones de siervos, así
como también registia con anterioridad numerosas rebeliones de tad para transitar y para navegar los ríos, lo que resultaba de-
esc/ayos, pero ninguna rebelión de esc/ayos pudo fundar una cisivo para el comercio de entonces.
nueva sociedad donde se abolieran las c/ases, o fundar una nue- Por lo tanto, ¿cuál sería entonces la ideología que va a ir com-
va sociedad que permitiera a los esc/ayos transformarse en nue- poniéndose a partir de todos estos reclamos? Puede seguirse
va clase dominante. Asi, tampoco, ninguna rebelión de siervos que habrá de tratarse del liberalismo, que se constituye como el
permitió reconstruir la sociedad sobre la base de una sociedad reclamo de la burguesía naciente hacia el poder del viejo régi-
sin c/ases o una sociedad donde los siervos quedaran ubicados men de la sociedad feudal. Pero para que ello llegue a constituir-
como clase dominante. se como un cuerpo doctrinario todavía falta. Vamos a ver que
hay todo un capítulo previo para que esto llegue a darse efectiva-
¿cuál es la razón por la que ni los esc/ayos ni los sieruos
die-
ron-lugar al surgimiento de una nueva sociedad .gomo producto de mente en esos términos.
su res'istencia á la explotación a la que eran sometidos? La raz6n Volvamos ahora al escenario que habíamos comenzado a di-
reside en que ni unos ni otros estaban situados en relación con el señar. Los burgueses, cada vez con más recursos, presionan pri-
desarrollo de las fuerzas productivas de un modo que hiciera que mero educadamente, y en la medida que van consiguiendo con-
su práctica social implicara un renovarse de estas fuerzas produc- cesiones, van aumentando su fuerza y desde esa base, y sobre
fivas. A diferencia de ellos, la práctica misma de los burgueses todo desde este vínculo decisivo que deviene de su situación de
implicaba producir nuevas cosas, con nuevas técnicas en menor creciente importancia en el proceso productivo, comienzan a po-
tiempo, acrecentado la riqueza material de la sociedad. nerse cada vez más exigentes. Entonces, estas cartitas respe-
Y es sobre la base de esa riqueza, y del poder que deviene de tuosas de un inicio, ¿en qué van a terminar?
su apropiación, que comienzan a negociar con los señores feu' Las visitas ceremoniosas a los reyes de la época van a ir que-
dales. Primero en forma muy respetuosa les llevan cartas solici- dando atrás y nos terminamos encontrando con la cabeza de
tando que disminuyan los impuestos. El impuesto era la forma Carlos I de lnglaterra rodando por el suelo en 1649, al producirse
básica de apropiaciÓn que tenían los señores feudales para ha- la gran revolución liderada por Oliver Cromwell (1Sgg-10S8). Se-
cerse de parte sustancial de todo lo producido en sus respectivas rá la primera, otras cabezas reales seguirán rodando, sobre todo
comarcas. Empiezan entonces por entregar cartitas respetuosas con la Revolución Francesa.
al señor del lugar. Paulatinamente se atreverían a más, se junta- Es decir que todo este conflicto va cobrando creciente intensi-
ban representantes de varias regiones y llegaban hasta el rey. dad, dando lugar a grandes confrontaciones que hacen eclosión
Representatividad no les faltaba y plata tampoco, ya que no eran con la Revolución lnglesa y después llegan a su punto culminan-
pocos los casos en que los reyes habían recibido prestamos de te con la Revolución Francesa.
estos señores para alguna de sus empresas de conquista' Pero, ¿cuál era la ideología inicial, la forma en que aparecía el
Sus reclamos, ya desde el vamos, como después vamos a conflicto en un inicio? Habíamos dicho que lo que definimos co-
ver, van prefigurando el cuerpo doctrinario e ideológico de es- mo la superestructura jurídico política e ideológica del feudalismo
ta nueva clase ¿Qué era lo que reclamaban? Libertad para era un circuito que cerraba por todas partes y daba garantías de
producir sin ningún tipo de coerción desde la estructura de los solidea a las relaciones de dominación de la época, con esas dos
gremios, que reglaban a los oficios y profesiones; libertad para pirámides, la de las relaciones de vasallaje que culminaban en el
óomerciar, para que no hubiese impuestos que dificultaran la rey y las de la lglesia, que se asemejaban y cuya cabeza, el pa-
circulación de los bienes; tibertad para contralar fuerza de tra- pa, interpretando la voluntad divina, coronaba a los soberanos.

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MnRto Toen Et MRteRrRLrstr¡o Hlsrónlco

Las ideas religiosas eran por lo tanto las dominantes, las que La Reforma, con Calvino, Lutero, y otros. Estos son los países
donde, por sus condiciones (mayor desarrollo de las fuerzas pro-
cimentaban las relaciones de todos los seres de la época, cual-
quiera fuera su situación social, tanto para el señor feudalcomo ductivas), comienza a tener lugar esta expansión de ideas nue-
jara los sieruos y los burgueses. Porque a la ideología dominan' vas en el terreno de lo religioso, que era a su vez el terreno de la
fe no tenemos que verla como algo concebido en términos exclu-
ideología dominante de la época. No podían haber encontrado
sivos o excluyentes por los sectores dominantes y que el resto sustentación en un terreno diferente.
de la sociedaá las perciba como algo ajeno, impuesto ala tuerza'
Con variantes, muchos postulados del movimiento reformista
La ideología pretende siempre garantizar un cierto consenso y eran bastante claros, por ejemplo aquello de valorar más la acti-
constituir el cemento de todas las relaciones existentes, por lo vidad productiva en la tierra en tanto esto iba a ser considerado
que la ideotogía dominante es, hasta cierto punto, como. el len- un mérito para la otra vida, en contraste con el desprecio por la
jua;e, obligaóriamente común a los integrantes de u1a. determi- labor productiva que resultaba característico del abolengo de los
ña¿"a socieOad. De alli que fuera en el terreno de lo religioso don-
caballeros feudales. Muchos de estos movimientos se hacían
de se producirían los grandes alineamientos del conflicto en todo eco de sentimientos existentes entre los habitantes de estas re-
giones, acordes con los nuevos tiempos que corrían. Y tenían un
un primer período.
Recorr¡bnOo la historia de la humanidad, puede verse que las elemento en común que resultaba decisivo, todos cuestionaban
instituciones religiosas, presentes desde tiempos muy remotos, la infalibilidad papal. Todos ponían en cuestión que el Papa era
cada tanto estuvieron surcadas por conflictos, disidencias, ver- lavoz infalible de Dios en la tierra. Y si se cuestionaba la infalibi-
siones dispares de interpretación de qué era lo divino, como se lidad papal ¿qué pasaba con aquel circuito que cerraba antes tan
manifestaba, a pesar de que en todas ellas mantener la coheren- bien? Se viene abajo, porque, está bien, será por la voluntad divi-
na de que hay un hombre que va a ser el soberano pero ¿quién lo
cia resultaba primordial. Muchas de estas disidencias eran meno-
res, eran rápidamente reprimidas o pasaban de forma intrascen- decide? ¿Quién puede opinar sobre cuál es en concreto el desti-
natario de esta voluntad divina? Entonces una vez que se pone en
dente, pero otras se constituyeron con el tiempo en versiones
que encontraron seguidores y marcaron distintos jalones en la cuestión este aspecto, toda la articulación de la superestructura
historia de los distintos pueblos. ideológica, jurídica y política de la época entra en crisis.
con la iglesia católica pasaba otro tanto. Había habido monjes Al señor monarca nadie lo podía cuestionar, ¿cómo iba a to-
disidentes én todos los tiempos, pero sin embargo, es en este carse o cuestionar su nombre si era alguien que estaba ahí por
período histórico en el que la burguesía está pugnando por poner voluntad de Dios? Pero si alguien decía: no, la voluntad divina
bn cuestión toda esta superestructura, que una serie de monjes es otra y yo lo puedo decir porque el Papa no es infalible, a ese
disidentes comienzan a tener respaldo, a encontrar eco, neutrali- señor rey no solamente lo puedo tratar con gruesos epítetos
zan a la inquisición y logran producir e imponer en zonas muy sino, como en definitiva ocurrió, hasta le puedo llegar a cortar la
importantes u n pensamiento rel igioso alternativo' cabeza por usurpador.
Si miramos al mapa de Europa, ¿cuáles eran las regiones ¿Cómo hay que entender esto? Puede pensarse que hubo
una confabulación de los señores burgueses que se reunían y
donde el desarrollo de las fuerzas productivas había alcanzado
una gravitación mayor? Básicamente lo que hoy es el Reino uni-
decían: "démosle manija a estos curas disidentes y cuestione-
mos la infalibilidad papal y a partir de esto tendremos mejores
áo, Ñ"trnia, los iaíses Bajos, el norte de Francia, Suiza, preci-
condiciones para cuestionar a tal o cual autoridad y entonces... ".
samente los lugares donde la prédica de estos monjes alcanza
No, no era esto lo que sucedía. Era el desarrollo espontáneo de
significación, cómienza a tener eco y a crear movimientos de lo
qJe después se llamó, en términos genéricos, el movimiento de los conflictos lo que hacía que en algunos lugares se produjeran

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Mnnro ToeR El M¡reRnlrsrr¡o Hrsrónrco

estos cortocircuitos. Era un movimiento social donde, en buena las que signaron a la Revolución Francesa. Revolución que, había-
medida, la mayoría participaba según lo que entendía eran sus mos dicho, era la culminación de todo este proceso histórico y du-
honestas convicciones. rante la cual, ustedes saben, se volteaban las imágenes religiosas
Es así, entonces, que en la mayoría de las regiones que habí- en los altares de los templos para colocar en ellos imágenes que
an alcanzado un mayor desarrollo, el movimiento protestante se representaban a la Razón, como símbolo del grado que había ad-
constituye, con distintas variantes, en la ideología dominante. Se quirido el quiebre entre el pensamiento que surgía como dominante
fortalece en tanto resulta el pensamiento que mejor expresa a y el pensamiento que había caracterizado alviejo régimen.
esta nueva burguesía en ascenso que se va consolidando, entra Hemos visto, entonces, a estos "personajes" conceptuales en un
a disputar el dominio en la sociedad y va a terminar constituyén- escenario histórico concreto: desarrollo de las fuerzas productivas,
dose en clase dominante, y consecuentemente, al modo de pro- relaciones socla/es de producción, c/ases sociales, superestructura
ducir que le es propio, en el modo de producción predominante. ideológica, jurídica y política, contradicciones entre el desarrollo de
Ese sería el terreno de disputa en el campo de las ideas que las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción,
prepararía el camino, el terreno de la ideologia que era dominan- lucha de c/ases, revolución social.
te en la época. Como no podía ser de otra forma, si nos atene- Vimos como las relaciones socra/es de producción se corres-
mos al menos a lo que Marx y Engels nos dicen, los conflictos ponden con determinado momento del desarrollo de las fuerzas
sociales se desarrollan a partir de los elementos que la gente productivas, y pasamos a otro momento del desarrollo de las fuer-
dispone en cada rnomento, es decir, a partir de la ideología de un zas producfivas, en el que ha habido una serie de innovaciones
determinado período que es la ideología de la c/ase dominante, significativas. Vimos cómo las viejas relaciones socra/es de produc-
que habrá de descomponerse y fracturarse en tanto surja una ción que antes se correspondían e incluso facilitaban el desarrollo
expresión local con fuerza suficiente como para poner en cues- de las fuerzas productivas quedan atrás, se retrasan y comienzan a
tión esa dominación y los principios que la legitiman. gravitar como una fueza retardataria, tiran hacia atrás, en tanto son
Es recién cuando la burguesía está segura de su propia tuerza relacíones sociales que implican intereses de una clase dominante
que comienza a desprenderse del pensamiento religioso. Cuando la en retroceso (en el caso que vimos, los terratenientes) que no está
burguesía ya se ha constituido como la nueva clase dominante en interesada en que las cosas cambien y de este modo perder sus
algunas regiones es que comienzan a aparecer pensadores, como privilegios. Mientras que el desarrollo de las fuerzas productivas,
los filósofos ingleses del siglo XVlll o quienes dieron lugar al enci- sustentado ahora en otra c/ase social (en este caso, la burguesía),
clopedismo francés, cuya principal característica será prescindir del pugna hacia delante. Esta contradicción entre las relaciones socra-
pensamiento metafísico o religioso como sustento de sus argumen- /es de producción y las fuerzas productivas llega a grados de ten-
tos y hacer un análisis desde el racionalismo para la interpretaciÓn sión tales que dan lugar a un período de revolución social, momento
de la realidad. Elfamoso razonamiento de Descartes "Pienso, luego en el que hay una nueva c/ase que se asienta en un basamento
existo", condensa un hito decisivo entre dos épocas. En un primer material que le otorga capacidad suficiente para poder imponer una
momento, la libertad conquistada por la nueva clase dominante, alternativa al régimen preexistente, permitiendo la generalización de
parece no tener límites, y la libertad conduce a la duda, al privilegio un modo de producir distinto y por tanto a la primacía de nuevas
de la razón. relaciones de producción con la consiguiente nueva superestructura
Es desde ese momento histórico que la burguesía comienza a ideológica, jurídica y política que opera como garante de la repro-
dar lugar, a abrir espacio, al pensamiento racionalista. Algunas ve- ducción de la nueva situación.
ces en forma no tan tumultuosa, otras, cuándo el tema del poder
político aún no está resuelto, con virulentas confrontaciones como

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MRnto Toen El MRrEnrrusuo nrsrónrco

La burguesía y el Proletariado La economía política se constituye como disciplina, dejando


atrás los meros tratados contables, precisamente cuando la bur-
Esperamos que esta somera referencia histÓrica permita guesía se ha establecido claramente como clase dominante y el
comprender mejor los conceptos vistos. Ahora veremos algunos capitalismo es el modo de producción que impera en lnglaterra y
de los rasgos más saliente de esta nueva sociedad, donde prima buena parte de Europa. Este es el momento histórico en que el
el modo de producción capitalisfa y de su correspondiente su- pensamiento de la economía política llega a su hilado más fino. Y
perestructura ideotógica, iurídica y política. Vamos a ver cómo se no sería casual, entonces, que fuera precisamente en lnglaterra
constituye la nueva relación entre las c/ases propias del capita- donde se desarrolla, que era el país que estaba a la vanguardia
lismo,la burguesía y el proletariado. en lo que hacía a la producción y la circulación de mercancías.
En lo que concierne a lo ideológico, habiamos dicho que el ¿Y cuál era el tema que preocupaba básicamente al pensamien-
pensamiento liberal llega a constituirse como doctrina recién to económico de entonces? El tema era el que preocupaba natu-
cuando se deja atrás el pensamiento religioso como dominante y ralmente a los señores burgueses de la época y consistía en
aparecen los pensadores que vertebran doctrinariamente a lo desentrañar las razones que hacían que las distintas mercancías
que fuera, en un inicio, una acumulaciÓn de reclamos. se intercambiaran en determinadas proporciones en el mercado,
En lo relativo a lo iurídico - político, ¿cuál es la institución fun- o en otras palabras, qué explicaba el valor por el cual se inter-
damental que introduce la burguesía con su avance como forma cambian las distintas mercancías que aparecen en el mercado,
de estructuración de la representación política en el Esfado? El qué explicaba el hecho de que en el mercado todas las mercan-
Parlamento, que se instituye precisamente en lnglaterra, donde cías que concurren se intercambian según ciertas proporciones,
se trataba de parlamentar entre esta c/ase en ascenso, represen- en función de determinadas razones de equivalencia que apare-
tada enr la Cámara de /os Comunes, con la clase terrateniente, cen como constituyéndose espontánea y naturalmente.
representada en la Cámara de /os Lores. Era todo un misterio, y para un señor que tiene mercancías y
Se instituye, entonces, este ámbito para parlamentar, con es- quiere venderlas mejor, es comprensible la importancia que tiene
tas dos cámaras, la de los Lores, representando la tenencia de la develarlo. De allí que constituyera un interés social, de parte de
tierra o la representación territorial (su continuidad moderna es el esta burguesía, el conocer con profundidad cómo se producía
Senado, como representación del territorio y no del número de este fenómeno. Aquí se sustenta, entonces, lo que se conoció
personas que lo habitan) y la cámara de los Comunes, (que para como la teoría delvalor.
nosotros hoy sería la cámara de diputados)' El tema va dando lugar a un debate, con diversas posturas,
En todo este primer período podían votar y ser elegidos sola- pero paulatinamente se va afirmando la posición que es susten-
mente aquellos que pagaban impuestos sobre una propiedad. El tada por Adam Smith primero y David Ricardo después, que cen-
padrón lo componían los que pagaban impuestos, los propietarios. tralmente van aportando a una idea que sostiene que: la única
Pero vayamos a la esfera de la economia, que es donde Marx lógica posible que permite entender cómo se intercambian entre
se detiene para dar cuenta del funcionamiento de esta nueva sí las mercancías en el mercado, la única razón posible de estas
sociedad. Durante el siglo XVlll y principios del XlX, es decir, equivalencias, la tiene que brindar algo que todas las mercancías
algunas décadas antes que Marx y Engels desarrollen su teoría, tengan en común, y lo único que tienen todas las mercancias en
aparece y se desarrolla en lnglaterra ese otro antecedente y común es ser producto del trabajo humano.
afluente del Materialismo Histórico que habíamos mencionado Entonces se va a seguir este razonamiento y decir: toda mer-
con anterioridad: la economía política. cancía requiere para su producción una determinada cuota de
trabajo humano. Algo que no es tan sencillo de cuantificar, pero es

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MnRto Toen El Mrrennlrslvro nrsrónrco

perfectamente posible de concebir. Y en definitiva, más allá de de señalar la necesaria relación entre valor y trabajo humano,
vaivenes circunstanciales, de presencias o ausencias momentá- habían llegado las indagaciones de los que conocemos como
neas que se produzcan en el mercado, van a tender a regular su economistas c/ásrcos, el caso de Adam Smith y David Ricardo.
valor en función de las proporciones de trabaio que, en determina- ¿Qué es lo que le agrega Marx a todo esto? El dice, efectiva-
das condiciones sociales, se requerirán para producir ese bien. mente, tiene que ser así, es el trabajo, es la cantidad de trabajo
El dinero operará como representación, llegándose a las mer- cristalizado en cada mercancía lo que explica el intercambio de
cancías oro y plata para esta funciÓn por su acotada presencia y mercancías en ciertas proporciones, pero eso no me basta para
fácil maleabilidad, condición para el fraccionamiento que esta explicar la acumulación de capital, ¿porqué?, Porque si estamos
referencia, como eq u ivalente general, req uiere. intercambiando mercancías que contienen una determinada can-
Esta relaciÓn entre mercancíasy trabaio, que estaba implícita tidad de trabajo humano, estamos intercambiando equivalentes,
desde que hay intercambio, sÓlo el capitalismo la lleva a su y aunque por astucia o circunstancias momentáneas, algunos se
máxima generalización. Las ferias tranquilas de otras épocas beneficien algo, otros estarán perdiendo, lo que no altera signifi-
ahora se lransforman en hervideros humanos donde la transac- cativamente esta relación de equivalencias. Y entonces ¿de
ción de grandes cantidades de mercancías regula la vida social. dónde surge el crecimiento casi geométrico de capitalsi yo estoy
puedé pensarse que hubo todo un primer período donde los intercambiando equivalentes? Si son determinadas cantidades
productores producían una mercancía, iban al mercado y retor- de trabajo humano las que están presentes en cada mercancía,
haban con lo que no producían y requerían para su subsistencia. las llevo al mercado, especulación más especulación menos,
un individuo producia una mercancía, por ejemplo una silla, ven- perdiendo al comprar algunos, ganando al vender otros, si lo que
día su silla, le daban unos gramos de oro y con eso compraba estoy intercambiando son equivalentes no hay explicación posi-
sus alimentos, otros elementos de subsistencia y lo que necesi- ble para el crecimiento en gran escala de capital. Por lo tanto
taba para volver a producir otras sillas y luego volvía al mercado tiene que haber alguna otra razón que explique la acumulación
con otra silla, volvía a venderla, etc., ese era el circuito' de capital.
Esto se puede representar de la siguiente manera: Mercancía Entonces Marx va a sostener que la única razón posible es
) Dinero ) Mercancía (M)D)M) y la riqueza de loS hombres que entre todas las mercancias que circulan en el mercado debe
no variaba demasiado, al menos no en gran escala, de no mediar haber una que sea capaz, al ser consumida en el proceso de
la conquista y la sustracción' producción, porque ya vimos que en el proceso de circulación no
La óaractárística de la sociedad capitalisfa está dada por la podía encontrarse la respuesta, producir más valor, más valor de
generalización de otro circuito. con dinero se compran ciertas lo que ella misma vale. Esa es la única lógica posible que puede
hercancías en el mercado (herramientas, materias primas, fuer- existir dentro de esta dinámica. Y él dice que efectivamente, esa
za de trabajo), se las lleva para producir nuevas mercancías y se mercancía existe, es la mercancía fuerza de trabajo. Fuerza de
retorna al mercado para su venta, obteniéndose una cantidad de trabajo que hay que distinguir del trabajo concreto y que está
dinero apreciablemente superior a la suma de las partes que presente en cada uno de ellos y que puede concebirse reducién-
constituy'en la compra anterior. Es decir que, el crecimiento de la dola a fuerza de trabajo simple. Fuerza de trabajo que se vende
riqueza y la acumulación de capitalse producen en gran escala, en el mercado por parte de aquellos que no tienen ninguna otra
en proporciones anteriormente desconocidas. cosa para vender y cuyo valor se define igual que cualquier otra
Én estas circunstancias históricas, en las que este nuevo cir- mercancía.
cuito se ha generalizado, se tratará de develar el misterio del Es decir, si decimos que el valor de toda mercancía se deter-
valor de las mercancías. Hasta el punto que hemos mencionado, mina por el tiempo de trabajo socialmente necesario, como pro-

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El MnreRrutsuo nlsrÓruco
MRRto Toen
desembolsó inicialmente. Y como en el mercado todo se inter-
históricas' para producirla' el
medio en determinadas condiciones cambia por equivalentes, no es en el proceso de circulación de
por el tiempo,de trabaio
vator de ta fuerza iilÁ'"¡o se define las mercancías, sino en el proceso de producción que al ser con-
socialmente necesario pará producir
todos aquellos bienes que
sumida la mercancía fuerza de trabaio, además de producir el
posible Ia suUsisienciá Oe quien es portad.or de la fuena
hacen
'á"-í"n\o,los que post- equivalente de su propio valor, en un período de la iornada de
alimentos, la vestimenta' el alojamiento' trabajo, producirá en el resto de la iornada el plus valor que ex-
y reprod uzca' él.y su familia' 'crecimiento
bilitan que esa persona esté viva se Y efec- plica'ei del dinero obtenido que compone esta D'.
;;;;";;tpre tiená quá-n"utt aisuien iisto a sucederlo' biferencia de dinero que, más allá de lo que el capitalista retenga
fuerza de trabajo se ven-
tivamente, en retacién con este vaior la suce- para su consumo individual, podrá explicar el crecimiento en gran
por un salario' Pero ¿qué
de en el mercado y es comprada bscala del capitat. Esta es la característica del régimen de pro-
de a partir de ese *át"ntdz Dice Max' ¿cuál es la única posibi- ducción capitalista, es la forma en que aparece, de una manera
Sucede. que a/ ser
lidad de explicar ta ácumutación de capfuat? encubierta, la apropiaciÓn del producto del trabaio colectivo.
consumidaesame|rcancíaenelprocesodeproducciónproduce En el modo de producción feudal¿cómo era la forma de apro-
Áás valor de lo que ella misma vale' q.ue compra fuer- piación del trabajo colectivo? Era más que evidente: tributos, prin-
Sencillament" poi ío siguiente' el capitalista de un con- bipalmente en especie. A partir de lo producido por los siervos, lo
,"áá'üii¡o "n "l t"'"aóo, la compra de trabaio'base
sobre la
en esa época qüe sobrepasaba lo necesario para la supervivencia de estos le
trato que supone tráO"j"t una ¡ornada trabaio es com- correspondía al señor feudalpor ser el dueño de la tierra'
de
era más larga, tupongátos tá ns' La
fuerza
1,2.ht; Y en- Y Max nos dirá, entonces, que la sociedad capitalista, tras la
i puesta a trabajar durante
;;;iñ;u"n "alano "s una determinada apariencia de un intercambio entre iguales, personas jurídica-
tonces ¿qué pasaz Á traba¡ar ese asaláriado la mitad' 6 hs'' mente iguales ante la ley, también reproduce una forma de apro-
cantidad de tiempo de esa iórnada' supongamos que haya es- piación áel trabajo colectivo, nada más que se da velada por esta
de las cosas
ese trabajaOor proOu¡o en óualquiera taracterística que tiene el hecho de que no se opera en el proce-
pár e.¡emplo mesas' restando el valor de la
tado produciendo, en so de circulación sino que se da en el proceso de producción, en
ráá"1" v oet oesgáite'oe ias herramientas'.el-eq.uivalente
en una iornada' donde se engendra esta plusvalía, que no difiere de lo que era
mesas a lo que necesita para su supervivencia produjo en la también en lós modos de produccron anteriores, una forma de
ve.stimenta' etc''
en papas, tomates, trüo, átquiter, apropiación por parte de los dueños de los medios de producción
al valor de su fuerza
mitad de ta iornaaá;;lÁi;;i" el equivalente del producto socialmente producido.
de trabaio. Á partir de este mecanismo básico se estructurará el conjunto
Porlotanto,todoelrestodelaiornadadetrabaio'eltrabaja-
que es lo que se apropia el de los mecanismos que regulan la economía, que habrá de cen-
dor está proOucieñáo un p/usva/or' permite trarse en la competencia entre los diferentes capitalistas. Cada
dueño de /os ,rd¡* de'producciÓn'' y es lo únicoque capitalista, por su lado, tratará de incorporar innovaciones técni-
escalá del capital. El capitalista
á-ói""i"l .r"riríánio án gr"ncantidad ae ainy3-!^almercado' cub que aumenten la productividad del trabaio que tiene lugar en
habrá ido con ,nu'á"iá'*iná0" su empresa, de manera que disminuya el tiempo necesario para
algunas que reaparecerán en lo
habrá comprado Áárcancías, de la maquinaria produóir sus mercancías. Y con esto, si bien está disminuyendo,
producido como rá *u1"iiá pti*"l.el deigaste bn las, condiciones socialmente necesarias, el promedio para
valor en la nueva
o las herramientás, con ta'expresión de suque es la fuena de producirlas, y con ello el valor de las mismas, al tomar la delante-
mercancía y comprará esta otra m.ercancía M' ra no sólo se estará apropiando de la p/usva/ía producida por sus
la
trabaio,y cuando'vuelve al mercado c91 l'"u"-1:l:ancia que obreros sino que también se estará apropiando de parte de la
obtiene D'dinero pói cifra sustancialmente superior a la
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Mnnto Toen
El Mlrenw-rs¡¡o Hrsróruco

plusvalía producida en las demás empresas de su ramo, ya que ca es esta. Las crisis de superproducción serán características
'póOre de los centros más desarrollados, mientras en los países periféri-
obtbner por la venta de lo que produce, que se vende se-
cos las crisis estarán signadas por el retraso tecnológico ante las
gún los costos promedio, la diferencia resultante de sus menores
que consti- condiciones medias que impone el desarrollo de los países cen-
óostos. De esta manera Marx habrá de diferenciar lo
absolutos, definida por el incremen- trales, la depreciación de los bienes que producen y la debilidad
iuye ra plusvalia en términos
la más evidente es el aumento financiera parar reproducir el ciclo, dados los mecanismos de
to'de las formas de explotaciÓn,
y plusvalía relativa, que tiende a ge- apropiación del plusvalor producido en sus contextos nacionales
de la jornada de trabajo, la
productividad del trabajo que a partir del control monopólico de los mercados por parte de los
nárál¡i"rr" con el incrámento de la capitales residentes en los centros más desarrollados, sea como
ná". qr" disminuya la parte de la jornada que equivale. a los bie-
fuerza de trabajo, consecuencia del intercambio desigual, intereses del endeuda-
n"r qü" constituy-en el valor de la mercancía miento o por la inversión directa que hacen las metrópolis.
de las constantes innovaciones técnicas que se
"onré"u"ncia En la periferia es muy difícil retener recursos que puedan sus-
incorporan al proceso productivo.
tentar procesos de acumulación factibles de ser reciclados en las
Como resultante de este proceso, siempre irán quebrando
respectivas economías para competir en un pie de igualdad.
aquellas empresas que no cuenten con los recursos suficientes
los ie"ursos técnicos que se han ido generali- Quien quiera que observe las crisis de la periferia, donde se sitú-
óáo inó"rporar an países como el nuestro, estará observando variantes de este
zan¿o. por to que los capitalistas que tomaron la delantera
se
nuevos segmentos del mercado. Esto su- mismo proceso.
benefician ocupando
que la desapa- Toda la complejidad de este funcionamiento, interpretado
fon" qr" la competencia es a muerte, ya a supone la constitución de desde la perspectiva del Materialismo Histórico, se asienta en
ii"ion b"l rival. E implica que la tendencia
es inherente a toda este concepto de la plusvalía, que Max incorpora a partir de esta
monopolios por parte de los sobrevivientes
crítica de la economía política anteriormente existente, desarro-
ásta disputa. Y también serán inherentes a la competencia capi-
pugna llando a partir de aquí su propuesta teórica ulterior.
talista las crisls de superproducciÓn, ya que la permanente
poraoaratarloscostosydesplazaralrival,llevaaquesellegue
á momentos donde se satura de mercancias el mercado, no La crisis del capitalismo
puede recuperarse lo desembolsado y se producen las quiebras
los.más poderosos' Marx despliega entonces el cuadro que permite entender que
éánárarizaoas. Y de éstas sólo emergen que con-
áisminuye significativamente el número de capitalistas la sociedad capitalista ha llevado a la máxima simplificación po-
currían con sus mercancías, y el mercado se oligopoliza' sible las relaciones de dominación y apropiación del excedente
-_ producido socialmente. La máxima simplificación posible ¿por
Sólo un puñado de empresas, mucho más concentradas, con-
qué? Porque ha transformado a todo en mercancías, a todo en
trolarán ese mercado, pudiendo imponer precios superiores
al
y
valor de lo que producen así apropiarse del plusvalor producido algo que puede ser adquirido y vendido en el mercado, inclusive
la fuerza de trabajo, y por lo tanto no hay forma más simple posi-
en otros ámbitos del proc-eso productivo que no pueden hacer
lo
sus precios para intentar ble de relaciones de dominación y de apropiación del excedente.
ritto y, por el contiario, deben bajar A diferencia de la forma en cómo antes estaban enfrentadas las
sobrevivir.Yesteproceso,quesedaprimeroaescalanacional
de c/ases dominantes y las dominadas, donde el reclamo de los de
habrá de internacionalizarse, con no pocos conflictos armados
por medio, hasta regular la economía a escala mundial' abajo no podía engendrar nada distinto, porque aun había mar-
por supuesto ei proceso es más sofisticado, se concebirán gen para el surgimiento de otras c/ases que, asociadas a lo nue-
dinámi- vo en el desarrollo de las fuerzas productivas, podían engendrar
mecanismos para paiiar las crisis, pero esencialmente la
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MmtoToen El MRreRrR¡-rslr,ro Hrsróruco

ce por relaciones de solidaridad en el proceso de producción de


unnuevomododeproducclontambiénbasadoenlaapropiación
los bienes necesarios para la subsisfencia humana. Esto abriría y
del trabajo ajeno, en esta sociedad capitalista, quedan definiti-
y ensancharía todas las posibilidades en términos de libertad crea-
vamente enfrentados los poseedores de medios de producción
ya concebi- tiva, igualdad de posibilidades, etc., para la sociedad en su con-
los que no poseen medios de producción' Al no ser junto. Según los términos que utiliza Engels, la definitiva libera-
bÉ ¿i surgimiento de nuevas c/ases, las propias del capitalismo
por lo que este conflicto sólo ción del hombre de la esclavitud que le impone la economía, el
lueoan définitivamente enfrentadas, socie- pasaje del reino de la necesidad al reino de la libertad. O como
podría resolverse en términos de que los oprimidos en esta
tambíén dirán, una sociedad en que cada uno brindará según sus
dadpuedanimponerlealac/asedominanteunanuevaorganiza- posibilidades y recibirá según sus necesrdades. Esta habrá de
.ion'0" la socie'dad basada en la no existencia de las c/ases' ser la sociedad srn c/ases, la sociedad comunista.
¿Quéotroselementosestaríancontribuyendoaqueestopue- Esta extinción de las c/ases socra/es implicará también la extin-
O"'ii"gár a ser posible? Marx va a decir que la organización mis-
ma Oét proceso productivo, que antes mantenia dispersos a los
ción del Estado, en tanto instrumento de dominación y su reempla-
parcela, su gremio' etc" zo pot formas de coordinación de la administración de los bienes.
froductóres directos, cada uno en su Aquí podemos introducir el otro aspecto tomado como condi-
lon ta gran industria y las grandes urbes concentrando a la po- ción para que esta sociedad sea posible'. el desarrollo de las
óüciOn-y permitiendo la viñculación de los proletarios entre
sí,
y la proyección del fuerzas productivas en este período de transición, liberadas de la
iáó¡l¡tu tás'posibitidades de sus organización
los términos meramente económicos, de disputa traba que supone el interés individual del propietario de los me-
conflicto desde
de la venta de su fuerza de dios de producción que produce para obtener un beneficio de la
ñ, ;. precio más digno o másajusto polífico en venta de lo que produce, es decir, produce aquello que puede
iÁ,04o,' es decir del satario, un cuestionamiento
Esta situación facilitaría el propó- ser adquirido por quienes tienen recursos y no según las necesi-
óuánío'al modelo de sociedad.
el carácter superfluo de /os propieta- dades sociales, desarrollo que supondría la satisfacción de /as
sito de poner en evidencia
necesidades básrcas a escala planetaria.
rios de /os medios de ProducciÓn.
Es decir, es esta base material, entonces, esta base objetiva,
queSeestableceenesteperíodohistóricoyqueestabaausente Gonciencia para sí
con anterioridad, la que abriría hacia delante para la humanidad Por último, haremos alusión a un tema para nada menor. El
á porlUitiO"d de la éupresión de las c/ases sociales y con ello que dejaron planteado Marx y Engels en lo relativo a la consti-
pono'i"enunpiedeigualdadatodosloshombresequiparando
poseedores y tución de los sujetos que pueden aspirar y protagonizar los
sus posibilidades. Que el conflicto que enfrenta a
cambios que suponen la puesta en cuestión de la sociedad
áésposeioos, conflicto análogo al que ha tenido lugar a lo largo
térmi- capitalista. Ellos parten de la diferenciacíón entre lo que lla-
de la historia de la humanidaá, pueda resolverse ahora en man "clase en sí" y "clase para sí". La primera es la que se
nosque,trasunperiododetransición,dondelac/asedominada establece por el lugar que se ocupa en el proceso productivo,
pueOá imponerle'su proyecto o modelo de sociedad a la c/ase
'áominantá, en tanto propietario o no de medios de producción. La segun-
mediante io cíue llamaron la dictadura del proletariado
de los más da es la que supone la comprensión y asunción de las condi-
ialrá" a que, obviamente, se trata de algo inconsulto de un tránsito ciones'como explotado, con todo lo que ello significa. Como
ün relación a los menos, ya que no puede tratarse
la organización del sabemos, sus esfuerzos siempre estuvieron dirigidos a convo-
consensuado), se pase a una'sociedad donde
prodíctivo y de toda la estructura social no esté caracte- car y mancomunar a los explotados, coordinar sus experien-
pio."ro
'riza¿a cias para posibilitar la reflexión colectiva implicada en este
por la apropiáción del trabaio ajeno sino que se caracteri-

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MRnro TorR El Mnrrnnusn¡o HISTóRlco

pasaje. De allí el papel protagónico que juegan en lo que fuera ca como espacio en el que organizarse, en tanto ámbito que
la Primera lnternacional de trabajadores y después en la con- convoca las expectativas del conjunto de la sociedad. La tesis
formación del Partido Social Demócrata de Alemania. Pero por de Bakunin, uno de los padres del anarquismo, por el contra-
cierto, la experiencia de su tiempo no permitía que nos legaran rio, alienta la necesidad de organizarse por afuera de dicho
un pormenorizado instructivo de los modos de acceder a esta escenario para, supuestamente, hacerlo girar en el vacío y
conciencia necesaria. provocar su derrumbe.
Marx y Engels insisten en que la posibilidad de que este En nuestro tiempo, por otra parte, las características de las
conflicto pueda ser resuelto en términos que hacer posible el propias estructuras productivas no son las de entonces. Las
arribo a una sociedad sin clases dependerá, entonces, ade- revoluciones tecnológicas que han tenido lugar han ido des-
más de las condiciones a que aludimos, de la conciencia que plazando a buena parte del proletariado clásico hacia regiones
tenga la clase dominada con relación a su situación de tal y a periféricas y han surgido prácticas nuevas que no se caracteri-
las posibilidades de engendrar una nueva sociedad. zan por compartir el mismo techo en la gran industria'
Pero ellos mismos nos dicen que este proceso es difícil y Tampoco pueden equipararse las mentalidades de los tra-
trabajoso. ¿Por qué? Porque la mayoría de las instituciones bajadores que abandonaban el campo en el siglo XIX y mos-
jurídicas, políticas e ideológicas de la sociedad capitalista ac- traban una significativa disponibilidad en las barriadas obreras
cionan dando una versión donde aparece diluida, como inexis- para escuchar la prédica socialista, sin que mediaran los gran-
tente, la contradicción que atraviesa la sociedad. De la misma des medios de comunicaciÓn que hoy procuran adocenar y
manera que antes la lglesia santificaba como voluntad divina aletargar la comprensión del mundo que vivimos'
el orden social existente, en esta sociedad, la ideología domi- En cada sociedad, por otra parte, se han ido asentando tra-
nante argumenta que, en tanto todos los hombres somos igua- diciones disímiles, producto de la ascendencia que diferentes
les ante la ley, no existen relaciones de explotaciÓn en la so- proyectos políticos adquieren según las circunstancias de la
ciedad moderna capitalista. Este argumento será una de las historia de cada país. El caso de América Latina, por ejemplo,
piedras fundamentales del conjunto de ideas que rigen la vida con los movimientos nacional populares de cuño independen-
social en la sociedad contemporánea. Solo existiría el "atraso", tista, por ejemplo, resultará paradigmático.
del que cabría lamentarse sin que se adopten demasiadas Habrá entonces quienes pretenderán que la teoría revolu-
iniciativas para superarlo. cionaria supondrá el despliegue de un infatigable recitado de
Pero la posibilidad de adquirir conciencia de que esa igual- las "verdades" de las que hay que hacerse cargo, las más de
dad ante la ley no supone que haya igualdad en cuanto a las las veces constituidas por farragosos preceptos indigeribles
oportunidades de vida de todas las personas, dada la forma en para las mayorías, que terminan siendo patrimonio exclusivo
que se estructuran las relaciones de producción, es algo que de pequeños cenáculos de iniciados. Y también nos encon-
para los que están en situación de dominados no resulta evi- tramos con los que privilegiarán el ensayo y error que los múl-
dente, siendo esta percepción la condición para que se consti- tiples procesos de búsqueda ocasionan y que intentan acom-
tuya el sujeto social dispuesto a encarar el conflicto en los pañar las experiencias que despiertan las expectativas de las
términos que hemos visto. grandes mayorías.
Esta temática atravesó y atraviesa desde los tiempos de la
Primera lnternacional incontables debates. La más célebre
entonces fue la que enfrentó a Marx y Engels con Mijail Baku-
nin (1814-1876), en torno a la importancia de la escena políti-
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Mnnro TorR El MRr¡nrnlrsrr¡o nrsróRrco

Los "usos" del marxismo sulta un modelo atrayente para los proletarios de los países más
avanzados.
Vale la pena aclarar, que Max y Engels siempre concibieron esta La rigidez de estos regímenes mucho tuvo que ver entonces con
transformación a escala mundial, madurada y alumbrada a partir del el constante hostigamiento de que fueron víctimas, intervenciones
epicentro de los países más desarrollados. La postura posterior que militares, invasiones, etc., a lo que hay que sumar su vulnerabilidad
desarrolla Lenin, en tomo a la Revolución rusa de 1917, se sustenta- en el terreno económico. De todas maneras, es evidente que la reali-
rá en el argumento de que el régimen imperialista, que caracteriza la dad de nuestros días indica que este supuesto de fortalecer el socia-
expansión del gran capital desde las principales potencias, genera lismo en un bloque de países atrasados y esperar que se vayan su-
sometimientos y explotaciones tales, que lleva a que el desencade- mando paulatinamente otros países se ha desmoronado y hoy en los
namiento de la revolución mundial deba comenzar desde los es/abo- propios países del Este europeo tiene lugar esta implacable restaura-
nes débiles de esta cadena, países con suficiente desarrollo como ción de un tiempo que parecía haber quedado sustraído, pendiente,
para contar con los protagonistas que el capitalismo compone, es como si se hubiese desenchufado un freezer, con la reaparición de
decir, un cierto grado de desarrollo del proletariado, pero retrasados viejos nacionalismos y otras corrientes que pugnan por superar el
en cuanto a la posibilidad de sumarse a las principales potencias en aislamiento y reinscribirse en este mundo internacionalizado, en esta
el reparto del mundo y con ello aliviar las tensiones internas. nueva realidad económica a nivel mundial.
Esta fue su apuesta y la de los bolcheviques, y verdaderamente, Algunos de los dirigentes de la // lntemacional obrera, fundada un
en las condiciones de hecatombe generadas por la primera guerra siglo atrás, con los que Lenin polemiza, caso de Kautzky, sostenían
mundial, tal desencadenamiento desde los eslabones débiles hacia que no era posible saltearse el desarrollo capitalista y que la preten-
las principales metrópolis no parecía fantasioso. sión de transitar hacia una sociedad comunista desde un país atra-
Pero ese desencadenamiento no se produjo, la esperada revolu- sado iba a implicar deformaciones ineludibles. lnsistieron en que la
ción en Alemania es derrotada y lo mismo pasa en otros esbozos revolución sería posible en tanto se iniciara en los centros más avan-
ocurridos en la postguerra. El capitalismo se recupera quedando de zados y subrayaron el criterio que Max sustentara de que ninguna
esta manera planteado un largo enfrentamiento de cercos y trinche- sociedad desaparece hasta no desarrollar todas sus potencialidades.
ras mn lo que sería la U.R.S.S. Este aislamiento se ve modificado en Lo cierto es que las condiciones de catástrofe que vivía el mundo
su extensión como resultado de la segunda guerra mundial, al incor- durante la primera guerra, evidente y sangrienta disputa de mercados
porarse el grupo de naciones del Este europeo, tras la expulsión de entre las principales potencias, hasta las numerosas luchas de pue-
los nazis por parte del ejército rojo soviético, pero no cambia en blos por su liberación durante décadas, permitieron que muchos le
esencia su dinámica. Países con economías atrasadas y predomi- otorgaran una esperanzada pertinencia al diagnóstico que hicieran
nantemente campesinas, cuyas poblaciones habían estado someti- los bolcheviques.
das a autoritarismos diversos y contaban con escasa experiencia En todo caso, después de 15 años de marchas y contra marchas,
política. Se generan asítodas estas versiones "cuarteleras" del lla- Stalin se convirtió en el "realista" implacable que regimentó a cual-
mado "socialismo real", sociedades débiles, hostilizadas y acuarte- quier costo esa especie de trinchera en la que se constituyó la URSS,
ladas, a la espera de una generalización de la revolución a escala para sobrevivir y afrontar la agresión que se veía venir; León Trotsky,
mundial que demora más de lo que habían supuesto sus líderes, y a su vez, asume el papel del profeta que insiste en que la revolución
a pesar de que no pretendieron ser sociedades comunistas, en el no puede enclaustrarse en un solo país, reiterando la pretensión bol-
sentido que Max le daba al término, invisten este ambiguo estatus chevique inicial, a pesar del cambio de las circunstancias y por último,
de sociedades socraÍ.sfas o en transición, que por su vulnerabilidad quizá Gorbachov sea recordado como el que tardíamente, intentó
deben regimentar su espacio interno de una manera tal que no re- recoger el naipe y repartirlo otra vez, pero se encontró conque el gra-

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MRRIo ToeR El MnrERrursuo n¡sróRrco

do de descomposición del proyecto inicial ya estaba demasiado El Legado Marxista


avanzado.
Los privilegios de los burÓcratas, que en principio son tolerados Las implicancias políticas del legado maxista constituyen un
con indilgenóia, como requerimiento para seleccionar y estimular rasgo central del siglo que acaba de quedar atrás. Es muy difícil
niveles educativos, formaciones técnicas y otras competencias esca- hacer vaticinios y aquí solo dejamos alusiones a problemas con-
temporáneos que permiten conectarnos con lo que hemos venido
sas, en un contexto cuartelero donde el controly los principios demo-
cráticos no cuentan, concluyen por constituirse en un poder distante,
viendo. La historia de los procesos políticos que pretendieron
con rasgos mafiosos, que sólo atiende a sus intereses personales. inspirarse en la obra de Max es demasiado variada y extensa
Finalme-nte, el mayor poderío de la economía de los principales
paí- como para pretender abordarla en grandes trazos. De todas ma-
ses capital'rstas y el control que estos mantienen en las reglas del neras es muy difícil escindir el pensamiento marxista de los pro-
juego del mercado mundial, completan la tarea. yectos políticos que se han encarado en su nombre. Pero como
' Él Oestino de aquellos países de la periferia que se han resistido a toda corriente de pensamiento que, por su persistencia y gravita-
dar este paso atrás: China, Corea del Norte, Vietnam y Cuba, se hace ción indica que de algo de la realidad está dando cuenta, no hay
quien pueda otorgar carnet de ortodoxia ni es posible evitar que
complejo. Nacieron en un cierto contexto histórim y hoy se ven obliga-
dos a una especie de stand by, para ver cuales sOn los nuevos vientos
algún lunático extraviado o un humillado impaciente acometa las
de la historia de estia nueva época que Se ha abierto. En el caso de más torpes empresas en su nombre.
junto La producción teórica en el ámbito del Materialismo Histórico no
china, la reapertura de la economía de mercado en gran escala,
a un notable crecimiento, permite que también crezcan los interrogan- se limita a la que podemos ligar a los grandes acontecimientos de
tes sobre su destino. Aquí se ha privilegiado un retomo a los presu- este siglo. Tiene expresiones que se han abierto paso en el ámbito
puestos de Max, en cuanto permitir el desarrollo de todo el potencial académico, tiene aportes como los que surgen de la obra de Anto-
inherente a la fase capitalista, pero cusfodlado por expeftos,los diri- nio Gramsci en ltalia y Louis Althuser en Francia, entre otros, y
gentes del partido comunistia, que supuestamente en su momento, acercándonos a nuestros días, pueden señalarse los trabajos del
ñarían las correcciones del caso. Vietnam ha decidido ensayar el mis- inglés Perry Anderson, director de la revista New Left Review de
mo camino y se debate si Cuba podría hacer otro tanto' Londres, clave para una interesante aproximación al debate en tér-
junto a minos contemporáneos. Merece destacarse el caso de otros brillan-
Este final del "campo" socialista, y de la expectativa de que
los pobres dela periferia hubiese sido posible avanzat sobre el centro tes historiadores ingleses, como E.P. Thompson, o Eric Hobsbawn,
capitalista, reinsiala el debate sobre la posibilidad de que el socialis-
que publicara una imprescindible Historia del Siglo )O(. También
mo sólo podrá llegar a ser encarado desde los países más desarro-
podemos encontrar una abundante producción de historiadores,
políticos y pensadores, distanciados de la corriente que se nucleó
llados. Esta situaóiÓn también reintrodujo la revalorización de lo de-
mocrático como elemento articulador de un proyecto histÓrico que Se enla lllinternacionaltras la Revolución Rusa, y cuyos aportes dejan
supone debe sustentarse en las mayorías.s huellas de importancia en las Ciencias Sociales, Mencionemos a

evolucionados donde el proletariado constituyese una clara mayoría. No


Obviamente, la "dictadura del proletariado", concepto que en el siglo
u
debe olvidarse que para Marx y Engels, toda forma estatal supone los
XIX evocaba la suma del poder que el parlamento concedía en circuns-
dictados de la clase en el poder, lo que resulta más notable cuando se
tancias extraordinarias a los "césares" romanos, no contaba con las
ha producido una revolución y un relevo en los intereses predominan-
connotaciones que las "dictaduras" de diverso signo incorporaron en
el
en un país atrasa- tes. Y que, por último, la única clase que puede ser consecuentemente
siglo XX. Además, sus rigores no serían los mismos
democrática es Ia de los proletarios.
dó cercado por fuerzas más poderosas, que los imaginados en países
52
53
Mnnto Toen
para
Adorno' Habermas' Tony Negri'
Sartre, Fromm, Marcuse'
de los nombres más conocidos'
nombrar sólo al pu'u'-Iig-unos
Encualqui",""ioÉiMaterialismoHistórico'comoustedes recomen-
oodrán ver leyendo a sus
autores' no es un manual de
los censores de turno
baciones disolventeJ ""r."
ná. pietendido juicio
fu'entes para poder sentar un
v merece ,"r .ono"úá én 'ut
'proPio sobre eltema'
a
resumen' Hay numerosos tópicos
Evidentemente esto es un al modo de
como aspectoá relativos
los que no me he referido' el tema de la fasa de
producción capitatisia'"nJln"ion"mi'ento' capi-
el proceso de'concentración del
oananciay como op"'u "n
etc'
ial a través de la competencta' a temas más concretos' como
En otros textos t5-né t"f"rido
tiempos ou" t" viven en la actuali-
el oue tiene que u"i ton los
presentes en ti libro "De Moctezuma
a
¿ad en América r-Ji¡ü' publicado
Chávez. n"p"n."lio-fJ
nirtori" de América Latina"
ooi roi"iones CooPerativas' Marx y Engels van a en-
Levendo oirectJ'ien*i;ü" textos-de
fino' Pretendo que esta exposiciÓn
contrár un hilado ;;;il;ú;
oermita facititar h ;;.dt";io"
J" ror diterenteó temas y no puede
autores'
iJm;iLarla lectura de los propios

SEGUNDA PARTE

54
El M¡rEnrursn¡o nrsróruco

Carlos Marx
Prólogo a la Gontribución a la Crítica de la Economía Política

(...) Mi carrera profesional ha sido la de jurisprudencia, aunque


sólo la he ejercido como disciplina subordinada, junto a la filosofía y
a la historia. Durante los años 1842-1843, en mi carácter de director
de la Neue Rheinische Zeitung (1), me vi por vez primera en el
compromiso de tener que opinar acerca de lo que han dado en lla-
marse intereses materiales. (...)
La primera tarea que emprendí con el objeto de resolver las du-
das que me asediaban fue una revisión crítica de la filosofía del
derecho de Hegel (2), un trabajo cuya introducción apareció en los
Deutsch - Franzósische Jahrbücher (3), editados en París en 1844.
Mi investigación desembocó en el resultado de que tanto las condi-
ciones jurídicas como las formas políticas no podían comprenderse
por sí mismas ni a partir de lo que ha dado en llamarse el desarrollo
general del espíritu humano, sino que, por el contrario, radican en
las condiciones materiales de vida cuya totalidad agrupa Hegel,
según el procedimiento de los ingleses y franceses del siglo XVlll,
bajo el nombre de "sociedad civil", pero que era menester buscar la
anatomía de la sociedad civil en la economía política. Comencé en
París la investigación de esta, última, prosiguiéndola en Bruselas,
hacia donde habia emigrado como consecuencia de una orden de
expulsión del señor Guizot. El resultado general que obtuve y que
una vez obtenido, sirvió de hilo conductor de mis estudios, puede
formularse brevemente de la siguiente manera. En la producción
social de su existencia: los hombres establecen determinadas rela-
ciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de
producción que corresponden a un determinado estadio evolutivo
de sus fuezas productivas materiales. La totalidad de esas relacio-
nes de producción constituye la estructura económica de la socie-
dad, la base real sobre la cual se alza un edificio (Uberbau) jurídico
y político, y a la cual corresponden determinadas formas de con-
ciencia social. El modo de producción de la vida material determina
(bedinQen) el proceso social, político e intelectual de la vida en ge-
neral (4). No es la conciencia de los hombres lo que determina su
ser, sirio, por el contrario, es su existencia lo que determina su con-

57
MRnlo ToeR El MRrERlnr-rsrr¡o nlsróruco

ciencia (5). En un estadio determinado de su desarrollo, las fuezas el seno de la sociedad burguesa crean, al mismo tiempo, las condi-
productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con ciones materiales para resolver este antagonísmo. Con esta forma-
las relaciones de producciÓn existentes o - lo cual sólo constituye ción social concluye, por consiguiente, la prehistoria de la sociedad
una expresión jurídica de lo mismo - con las relaciones de produc- humana (6).
ción dentro de las cuales se habían estado moviendo hasta ese Friedrich Engels, con quien he estado manteniendo un constante
momento. Esas relaciones se transforman de formas de desarrollo intercambio epistolar de ideas desde la aparición de su genial esbo-
de las fuezas productivas en ataduras de las mismas. Se inicia zo de una crítica de las categorías económicas (en los Deutsch -
entonces una época de revolución social. Con la modificación del Franzósische Jahrbücher), había llegado conmigo, por otra vía
fundamento económico, todo ese edificio descomunal se trastoca (véase su Lage der arbeitenden Kasse in England [La situación de
con mayor o menor rapidez. Al considerar esta clase de trastoca- la clase obrera en lnglaterral), al mismo resultado (7), y cuando se
mientos, siempre es menester distinguir entre el trastocamiento estableció asimismo en Bruselas en la primera de 1845, resolvimos
material de las condiciones económicas de producción, fielmente elaborar conjuntamente la oposición de nuestros puntos de vista
comprobables desde el punto de vista de las ciencias naturales, y contra el punto de vista ideológico de la filosofía alemana o, de
las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en hecho, ajustar cuentas con nuestra antigua conciencia filosófica (8).
suma, ideológicas, dentro de las cuales los hombres cobran con- Este propósito se llevó a cabo en forma de una crítica a la filosofía
ciencia de este conflicto y lo dirimen. Así como no se juzga a un poshegeliana. El manuscrito, dos gruesos volúmenes in octavo, ya
individuo de acuerdo a lo que éste cree ser, tampoco es posible había arribado desde mucho tiempo atrás al lugar donde debía ser
juzgar una época semejante de revolución a partir de su propia editado, en Westfalia, cuando recibimos la noticia de que un cambio
conciencia, sino que, por el contrario, se debe explicar esta con- de condiciones no permitía su impresión. Dejamos librado el ma-
ciencia a partir de las contradicciones de la vida material, a partir del nuscrito a la roedora crítica de los ratones, tanto más de buen grado
conflicto existente entre fuezas sociales productivas y relaciones de cuanto que habíamos alcanzado nuestro objetivo principal: com-
producción. Una formación social jamás perece hasta tanto no se prender nosotros mismos la cuestión. De los trabajos dispersos en
hayan desarrollado todas las fuerzas productivas para las cuales los cuales presentamos por entonces, hacia uno u otro lado, nues-
resulta ampliamente suficiente, y jamás ocupan su lugar relaciones tros puntos de vista al público, sólo citaré el Manifest der Kommu-
de producción nuevas y superiores antes de que las condiciones de nistischen Partei lManifiesto del partido comunistaf, redactado con-
existencia de las mismas no hayan sido incubadas en el seno de la juntamente por Engels y por mí, y un Discours sur le libre échange
propia antigua sociedad. De ahí que la humanidad siempre se plan- [Discurso sobre el librecambro], publicado por mi parte. Los puntos
tee sólo tareas que puede resolver, pues considerándolo más pro- decisivos de nuestro concepto fueron insinuados por vez primera en
fundamente siempre hallaremos que la propia tarea sÓlo surge forma científica, aunque de un modo sólo polémico, en mi trabajo
cuando las condiciones materiales para su resolución ya existen o, Misére de la philosophie, etc. [Miseria de la filosofía], publicada en
cuando menos, se hallan en proceso de devenir. A grandes rasgos 1847 y dirigida contra Proudhon. Un ensayo sobre el trabajo asala-
puede calificarse a los modos de producción asiático, antiguo, feu- riado, escrito en alemán - Die Lohnarbeit -, en el cual entretejí mis
dal y burgués moderno de épocas progresistas de la formaciÓn conferencias pronunciadas sobre este tema en la asociación Obrera
económica de la sociedad. Las relaciones de producciÓn burguesas Alemana de Bruselas (9) resultó interrumpido en su impresión por la
son la última forma antagónica del proceso social de la producciÓn, revolución de febrero y por el hecho de que, a consecuencia de la
antagónica no en el sentido del antagonismo individual, sino en el misma, fuiviolentamente alejado de Bélgica.
de un antagonismo que surge de las condiciones sociales de vida La edición de la Neue Rheinische Zeitung (10)en 1848 y 1849, y
de los individuos, pero las fuezas productivas que se desarrollan en los acontecimientos posteriores, interrumpieron mis estudios eco-

58 59
El MRreRrnr-rsrr¡o nrsrónrco
MnRto Toen
Notas del Editor al "Prólogo" a la Contribución a la
nómicos, que sólo pude reanudar
en Londres' en 1850' El ingente Grítica de la Economía Política
política que se halla acumulado
material de historia O" f"
"*tomía vista,favorabre que ofrece Lon- (1)
en er Bntrsh MuseuÁ,"r punto de y por último la
Rheinische Zeitung für Politik, handel und Gewerbe,
dres para la onservacd; i; la sociedad burguesa' periódico que apareció en Colonia entre el 1 de enero de
l" pareció entiar esta última con el 1842y el 31 de marzo de 1843. De orientación opuesta al
nueva etapa evoluti";; "u"r
descubrimientodelorocalifornianoyaustraliano,medecidierona absolutismo prusiano, convocó para que colaboraran a algu-
paso críticamente a
-Ettos y a abrirme
reiniciarlo todo desde un comienzo' nos neohegelianos. Marx inició su colaboración en abril de
eiiud ios 1.e coldujgl"i 1852, y a partir de octubre de ese año fue designado jefe de
través del n uevo t"tJiiuL .

totatmente distantes
-li ^l1f
en apanenoa' redacción. Bajo la dirección de Max, el periódico comenzó a
;;; ,r ,áior, hacia Jisciplinas
-n"
debido demorarme por mayor o
menor
sumir un carácter democrático * revolucionario cada vez más
dentro de las
"u"t"t qu.e se hallaba a mi disposición marcado, lo cual motivó, a su vez, que el 19 de enero de
tiempo. Pero sobre todo, el tiempo activi-
ouedó reducido áe ta imperiosa necesidad de una 1843 el gobierno prusiano decretara su prohibición a partir
con elprimer
ffiilffiá. "n "irtuá
üi."uü"iá.i*, qu"'v".lteva ocho
el'New
años,
York Tribune (11)' tornó nece-
del 1 de abril de ese año, sometiéndolo, hasta esa fecha, a
una severísima censura.
periódico anglo - que
saria una ttágt"nt"ción de los estudios' puesto pro-
"."¡t"ná, (2) La Kritik des hegelschen Sfaafsrechts [Crítica del de-
periodistica
sólo por excepción ," o"uóo de corresoondenciaa notables aconte-
""tr"oro'náii" recho público de Hegell permaneció inédita en vida de Marx y
articulos ielativos fue publicada por primera vez en 1927 en las MEGA,I/1, pp.
üffiiJrc-nl. Sin'"rnáiéo, el continente constituían
cimientos economlcos en l-nglaterra y.9n 401-553. Véase la edición castellana basada en la edición de
coniribuciones' que me vi fozado
una parte tan signifráiu" O""tit Dietz Verlag (Berlín, 1961): Crítica de la filosofía del estado
situados fuera del ámbito de
a familiarizarr" .on oéiáttes practicos de Hegel, México, Grijalbo, Colección 70, 1968.
la ciencia de la economía políiica
propiamente dicha' (3) Los Deufsch - Franzósrsche Jahrbücher fueron edi-
Este esbozo JJ u rn"r"n" de mis estudios en el terreno pun- tados en alemán, en París, bajo la dirección de Karl Marx y
"""i.,
de la economia por¡tióá habrá de
demostrar solamente que mis Arnold Ruge. Sólo apareció la primera entrega doble en fe-
juzgar y por Pico 9ue coinci- brero de 1844; la misma contenía los trabajos de Max Sobre
tos de vista, como;ffit;;I";-pueda.
de las áasós dominantes' son el la cuestión judía y Acerca de la crítica de la "Filosofía del de-
dan con los prejuictl-¡nieresaoos
resultado de una i;;iü;ñ escrupulosa y que ha llevado largos recho" de Hegel. lntroducción, y, además, los trabajos de
ciencia' aéícomo en la entrada al Friedrich Engels Esbozo para una crítica de la economía polí-
años. sin
"torrgo,á;ü;;tE
lnfierno, debe formularse esta exigencta: tica y La situación de lnglaterra. "Past and Present" por Tho-
Ouis¡ convien tásciare ogni sospetto mas Carlyle, Londres, 1843. La causa principal de la suspen-
Ognivittá convien che quisia morta' sión de la publicación de esta revista fueron las divergencias
de opinión entre Marx y el radical burgués Ruge.
[.Abandóneseaquítodorecelo/Máteseaquícualquiervileza'''(Dante)] (4) Siguiendo el criterio de Maximilian Rubel hemos tra-
ducido respectivamente como "determina" y "edificio" los tér-
Londres, enero de 1859 mir¡os alemanes bedingen y Uberbau. Este último ha sido
Karl Marx trad ucido habitual mente como "su perestructu ra".
(5) Recordar al respecto el siguiente fragmento de La
ideología alemana'. "La moral, le religión, la metafísica y cual-

61
60
EL MRreRrRt-tsti¡o n tstóRtco
Mnnto Torn
(10) Neue Rheinische Zeitung. Organ der Demokrafie. Bajo
quier otra ideología y las formas de conciencia que a ellas co-
la dirección de Max, este diario se editó en Colonia desde el 1
ire.ponOen pier]en, así, la apariencia de su propia sustanti-
de julio de 1848 hasta el 19 de mayo de 1849. lntegraban la
vidad.Notienesupropiahistorianisupropiodesarrollo,sino redacción Friedrich Engels, Wihelm Wolff, Georg Weerth, Fer-
qré lot hombres que desarrollan su propia producción.mate-
dinand Wolff, Ernst Dronke, Ferdinand Freiligrath y Heinrich
iiál V tu intercambio material cambian también, al cambiar es-
Bürgers.
ta óalidad, su pensamiento y los productos de su pensa- En mayo de 1849, en oportunidad en que la contrarrevolu-
miento.Noeslaconciencialaquedeterminalavida,sinola ción pasó al ataque en forma generalizada, el gobierno prusia-
vida la que determina la conciencia,, (La ideolog.ía alemana,
no, tras haberle denegado ya a Max la ciudadanía, impartiÓ la
México, Édiciones de Cultura Popular, 1974, pp' 26-27)
orden de expulsarlo de Prusia. Este hecho, y las represalias
.

tolEstateoríaseráexpuestaenformamásdetalladaen
la Mlseyp de contra los demás redactores del periódico, obligaron a su di-
La'iáeología alemana y en diversos lugares,de
rección a suspender la publicación. El número 301 de la Neue
Ia fitosofñ. Posteriormónte, en abril de 1892, en el "PrÓlogo" Rheinische Zeitung, último en ser publicado, apareció impreso
a la ediciÓn inglesa de Del socialismo utÓpico al socialismo en rojo. En su exhortación de despedida a los obreros de Co-
"mate-
científico, Enge-ls baulizará este "hilo conductor" como
/ Friedrich Engels, Obras lonia, sus directores declaraban que "su última palabra sería,
rialismo históiico" (véase Karl Marx
Progreso' 1974' siempre y por doquier: "¡Emancipación de la clase obrera!".
escogldas en tres tomos, Moscú, Editorial
(11) New - York Daily Tribune. Periódico norteamericano
t.lll, pp. 98 ss.). que apareció entre 1841 y 1924. Fue fundado por el conocido
(ii Marx se refiere al trabajo de Engels, Umrisse. zu ei- periodista y político norteamericano Horace Greeley, y hasta
nei kritik der Nationatókonomie (1844) lEsbozo de crítica
de
mediados de la década de 1850 fue el órgano del ala izquier-
ti economía política, en Marx / Engels, Escrifos económicos da de los whigs norteamericanos, convirtiéndose luego en ór-
iarios, Méxicb, Grijatbo, 19621 y a Die lage der arbeitenden
gano del Partido Republicano. Durante las décadas de 1840
Ciasse in Engtand [La situación de la clase obrera en lnglate-
y 1850, el periódico asumió una postura progresista, y abogÓ
rra, Buenos Aires, Futuro, 1946]'
en contra de la esclavitud. En él trabajaron varios importantes
(8)ElmanuscritodeLaideotogíaalemanafuepublicado
poiprimera vez de manera integral en 1927 en las MEGA' v' escritores y periodistas norteamericanos; uno de sus directo-
'pp. res fue, desde fines de la década de 1840, Charles Dana,
á-Szg (véase la versión citada de Wenceslao Roces)'
-'(é) quien se hallaba bajo la influencia de las ideas del socialismo
Li Asociación obrera Alemana fue fundada por Max utópico. La colaboración de Marx en ese periódico comenzÓ
y enlets en Bruselas, en agosto de 1847, con el fin de escla-
en agosto de 1851 y prosiguió hasta marzo de 1862; gran
í"."r- políticamente a los obreros alemanes residentes en número de artículos para el New - York Daily Tribune fueron
con las ideas del comunismo científi-
-aa¡oy familiarizarlosde Marx y Engels, así c.omo de sus
aergicá
escritos por Engels, a pedido de Marx. Los artículos de Marx
co. la dirección y Engels tratan importantes problemas del movimiento obre-
.o'p",ñ"|"os de lucha, la asociaciÓn se desarrolló para con- ro, de la política interna y exterior y del desarrollo económico
vertirse en un centro legal de los obreros revolucionarios
de los países europeos, cuestiones de la expansión colonial y
alemanes.LaAsociaciónobreraAlemanasehallabaenco-
y va- del movimiento de liberación nacional en los países oprimidos
nexión directa con las asociaciones obreras flamencas
y dependientes, etcétera.
lonas.LosmiembrosprogresistasdelaAsociaciónseincor- .La dirección del New - York Daily Tribune practicó, en mu-
poraron a la comun¡oáo oL Bruselas de la Liga de los comu-
chos casos, modificaciones arbitrarias la texto de los artícu-
nistas.
63
62
El MRrrnnlrsrr¡o HtsróRtco
MRRto ToeR

de su autor' como Carlos Marx


los; algunos fueron publicados, sin firma Carta a P. V. Annekov
del diarioiÁ partir de mediados de 1855' el perió-
La relación estructura - superestructura
;ü;ü;l"o-tooo, los ártículos de Max
"-Jtoriár". v Engels sin firma'
ocasión de protestar' A
Estos abusos Oieron á Marx reiterada Los fragmentos de este apartado pertenecen a cartas de Marx
de 1g57, como consecuencia de la crisis eco-
ilj;d"t;t"ño gstaOós Unidos, que incluyÓ asim.ismo la y de Engels que pueden ayudar a aislar y analizar problemas
nómica en los ¡obre
a res- teóricos generales que derivan de los análisis del apartado ante-
se vio obligado
situación financiera del periódico, Marx rior. Podemos esguemáticamente designarlos como los atingen-
iiriüi ár nüt"to de articulos que escribía' su colaboración
a comienzos de la tes a la naturaleza de la relación - entablada entre los individuos
con este periódico cásó definiiivamente y el sistema de relaciones soaa/es en que están incluidos como
gstaáos Unidos' Un papel decisivo en la
éu"tá "i"il en los y el New - York Daily Tribu- miembros de la sociedad; y por otra parte los problemas que pa-
;;pt;; Je relacion"t "ni'" Marx ra el análisis de la dinámica general de las formaciones econÓ-
ne lo desempeño ái ñ"tno de que la dirección de éste fue mico - socra/es se derivan del carácter determinante, en última
'meoioá."du u"' más intensa' por partidarios de
;;rñ;, ;n así como el instancia, que en ella tiene la estructura económica y la eficacia
un compromiso con los estados esclavistas' propia de /os niveles de la superestructura.
abandono de sus posiciones progresistas'

[...] ¿aué es la sociedad cualquiera sea su forma? El producto


de la acción reciproca de los hombres. ¿Pueden los hombres
elegir libremente esta o aquella forma social? Nada de eso. A un
determinado nivel de desarrollo de las facultades productivas de
los hombres, corresponde una determinada forma de comercio y
de consumo. A determinadas fases de desarrollo de la produc-
ción, del comercio, del consumo, corresponden determinadas
formas de constitución social, una determinada organizaciÓn de
la familia, de los estamentos o de las clases: en una palabra, una
determinada sociedad civil. A una determinada sociedad civil,
corresponde un determinado Estado político, que no es mas que
la expresión oficial de la sociedad civil. Esto es lo que el señor
Proudhon jamás llegará a comprender, pues él cree que ha
hecho una gran cosa apelando del Estado a la sociedad civil, es
decir, del resumen oficialde la sociedad a la sociedad oficial.
Huelga añadir que los hombres no son libres árbitros de
sus fuerzas productivas - base de toda su historia -, pues toda
'fuerza productiva es una fuerza adquirida, producto de una acti-
vidad ánterior. Por tanto, las fuerzas productivas son el resultado
de la energía práctica de los hombres, pero esta misma energía
se halla determinada por las condiciones en que los hombres se

65
64
MnRlo ToeR
EL MATERTALTSMo nrstóRlco

encuentran colocados por las fuerzas productivas ya adquiridas cas, las relaciones sociales con ellas congruentes y el Estado
por la forma social anterior a ellos, que ellos no han creado y que político que era la expresión oficial de la vieja sociedad civil. Por
Ls producto de la generación anterior. El simple hecho de que tanto, las formas económicas bajo las que los hombres produ-
cen, consumen y cambian, son fransiforias e históricas. Al adqui-
a"d" g"n"ración pósterior se encuentre con fuerzas productivas
rir nuevas facultades productivas, los hombres cambian su modo
adquirTdas por la generación precedente, que le slrven de mate-
iiá'prima para la-nueva producción, crea en la historia de los de producción, y con el modo de producciÓn cambian todas las
hombres una conexión. crea una historia de la humanidad,
que relaciones económicas, que no eran más que las relaciones ne-
es tanto más la historia de la humanidad por cuanto las fuerzas cesarias de aquel modo concreto de producción.
productivas de los hombres y por consiguiente sus relaciones
sociales, han adquirido mayor desarrollo. consecuencia obliga- (Carlos Max, carta a P. V. Annenkov del 28 de diciem-
da: la historia social de los hombres no es nunca más que la his- bre de 1846 de C. Max y F. Engels, Obras escogidas,
toria de su desarrollo individual, tengan o no ellos mismos la Moscú, editorial Progreso, 1955, tomo ll, págs. 438-439.
conciencia de esto. sus relaciones materiales forman la base de
todas sus relaciones. Estas relaciones materiales no son más
que las formas necesarias bajo las cuales se realiza su actividad
materiale individual.
El señor Proudhon confunde las ideas y las cosas. Los hom-
bres no renuncian nunca a lo que han conquistado, pero esto no
quiere decir que no renuncian nunca a las formas sociales bajo
És cuales hañ adquirido determinadas fuerzas productivas' Todo
para
lo contrario . Para no verse privados del resultado adquirido,
no perder los frutos de la civilizaciÓn, los hombres se van cons-
tredidos, desde el momento en que el tipo de su comercio no
correspónOe ya a las fuerzas de producción adquiridas, a modifi-
car todas susformas sociales tradicionales. Empleo aquí la pala-
,,comercio" en su sentido más amplio, pata designar lo que
bra
en alemán decimos "Verkehr". Por ejemplo: el privilegio, la insti-
tución de gremios y corporaciones, el régimen reglamentado de
la Edad Média, eran relaciones sociales que sólo se correspon-
dían con las fuerzas productivas adquiridas y con el estado social
anterior, del que aquellas instituciones habían brotado. Bajo la
tutela del régimen de las corporaciones y las ordenanzas, se
acumularon óapitales, se desarrolló un comercio marítimo, se
fundaron colonias; y los hombres habrían perdido estos frutos de
su actividad, si se hubiesen empeñado en conservar las formas a
la sombra de las cuales habían madurado aquellos frutos. Por
eso estallaron dos truenos: la revoluciÓn de 1640 y la de 1688.
En lnglaterra fueron destruidas todas las viejas formas económi-
67
bb
El M¡renrnlrsrr¡o utsrónlco

Federico Engels
Garta a J. Bloch

[...] Según la concepción materialista de la historia, el factor


que en última instancia determina la historia es la producción y la
reproducción de la vida real. Ni Max ni yo hemos afirmado nun-
ca más que esto, Si alguien lo tergiversa diciendo que el factor
económico es el único determinante, convertirá aquella tesis en
una frase vacua, abstracta, absurda. La situación económica es
la base, los diversos factores de la superestructura que sobre
ella se levanta - las formas políticas de la lucha de clases y sus
resultados, las Constituciones que, después de ganada una bata-
lla, redacta la clase triunfante, etc., las formas jurídicas, e incluso
los reflejos de todas estas luchas reales en el cerebro de los par-
ticipantes, las teorías políticas, jurídicas, las ideas religiosas y al
desarrollo ulterior de éstas hasta convertirlas en un sistema de
dogmas -, ejercen también su influencia sobre el curso de las
luchas históricas y determinan, predominantemente en muchos
casos, su forma. Es un juego mutuo de acciones y reacciones
entre todos estos factores, en el que a través de toda la muche-
dumbre infinita de casualidades [es decir, de cosas y acaeci-
mientos cuya trabazón interna es tan remota o tan difícil d pro-
bar, que podemos considerarla como inexistente, no hacer caso
de ella), acaba siempre imponiéndose como necesidad el indivi-
duo económico. De otro modo, aplicar la teoría a una época his-
tórica cualquiera sería más fácil que resolver una simple ecua-
ción de primer grado.
Somos nosotros mismos quienes hacemos nuestra historia,
pero la hacemos, en primer lugar, con arreglo a premisas y con-
diciones muy concretas. Entre ellas, son las económicas las que
deciden en última instancia. Pero también desempeñan su papel,
aunque no sea decisivo, las condiciones políticas, y hasta la tra-
dición, que merodea como un duende en las cabezas de los
hombres. [...]
En segundo lugar, la historia se hace de tal modo, que el re-
sultado final siempre deriva de los conflictos entre muchas volun-
tades individuales, cada una de las cuales, a su vez, es lo que es
por efecto de una multitud de condiciones especiales de vida;
69
MRRto Toen Er- MRt¡RrRr-rsn¡o HtsróRlco

son, pues, innumerables fuerzas que se entrecruzan las unas error. Desgraciadamente, ocurre con harta frecuencia que se
con las otras, un grupo infinito de paralelogramos de fuerzas, de cree haber entendido totalmente y que se puede manejar sin
las que surge una resultante - el acontecimiento histórico -, que, más una nueva teoría por el mero hecho de haberse asimilado, y
a su vez, fuede considerarse producto de una potencia única, no siempre exactamente, sus tesis fundamentales. De este re-
que, como un todo, actúa sin conciencia y sin voluntad' Pues lo proche no se hallan exentos muchos de los nuevos "marxistas" y
que uno quiere tropieza con la resistencia que le opone olro, y lo así se explican muchas de las cosas peregrinas que han aporta-
que resulta de todo ello es algo que nadie ha querido. De este do...
modo, hasta aquí toda la historia ha discurrido a modo de un
proceso natural y sometida también, sustancialmente, a las mis- (Federico Engels, carta a J. Bloch del 21-22 de sep-
mas leyes dinámicas. Pero del hecho de que las distintas volun- tiembre de 1890 de Carlos Max y Federico Engels. Obras
tades individuales - cada una de las cuales apetece aquello a Escogidas, edición y tomo citados, págs. 484-486).
que le impulsa su constitución física y una serie de circunstan-
cias externas, que son, en última instancia, circunstancias eco-
nómicas (o las suyas propias personales o las generales de la
sociedad) - no alcancen lo que desean, sino que se fundan to-
das en una media total, en una resultante común, no debe infe-
rirse que estas voluntades Sean = 0. Por el cOntrario, todas Con-
tribuyen a la resultante y se hallan, por tanto, incluidas en ella.
Abemás, me permito rogarle que estudie usted esta teoría en
las fuentes originales y no en obras de segunda mano; es, ver-
daderamente, mucho más fácil. Marx apenas ha escrito nada en
que esta teoría no desempeñe su papel. Especialmenle, El 18
Érumerio de Luis Bonapañe es un magnífico ejemplo de aplica-
ción de ella. También en Et capitatse encuentran muchas refe-
rencias. En segundo término, me permito remitirme también a
mis obras La subversiÓn de la ciencia por el señor E. Dühring y
Ludwig Feuerbach y et fin de ta fitosofía clásica alemana, en las
que sé contiene, a mi modo de ver, la exposición más detallada
que existe del materialismo histÓrico.
El que los discípulos hagan a veces más hincapié del debido
en el aspecto econÓmico, es cosa de la que, en parte, tenemos
la culpa Max y yo mismo. Frente a los adversarios, teníamos
que subrayar este principio cardinal que se negaba, y no siempre
disponíamos de tiempo: espacio y ocasión para dar la debida
importancia a los demás factores que intervienen en eljuego de
las acciones y reacciones. Pero, tan pronto como se trataba de
exponer una época histórica y, por tanto, de aplicar prácticamen-
te el principio, cambiaba la cosa, y ya no había posibilidad de
70 71
El MlruRrrursvo ulsrónlco

Federico Engels
Carta a H. Stakenburg

[...] 1. Por relaciones económicas, en las que nosotros vemos la ba-


se determinante de la historia de la sociedad, entendemos el modo
cómo los hombres de una determinada sociedad producen, elsustento
para su vida y cambian entre sí los productos (en la medida en que
rige la división del trabajo). Por tanto, toda la técnica de la producción y
deltransporte va incluida aquí. Esta técnica determina también, según
nuestro modo de ver, el régimen de cambio, así como la distribución
de los productos, y por tanto, después de la disolución de la sociedad
gentilicia, la división en clases también y por consiguiente las relacio-
nes de dominación y sojuzgamiento, y con ello, el Estado, la Política, el
Derecho, etc. Además, entre las relaciones económicas se incluye
también la base geográfica sobre la que aquéllas se desanollan y los
vestigios efectivamente legados por anteriores fases económicas de
desanollo que se han mantenido en pie, muchas veces sólo por la
tradición o la wb inertiae, y también, naturalmente, el medio ambiente
que rodea a esta forma de sociedad.
Si es cierto que la técnica, como usted dice, depende en
parte considerable del estado de la ciencia, aún más depende ésta
del esfado y las necesidades de la técnica. El hecho de que la so-
ciedad sienta una necesidad técnica, estimula más a la ciencia que
diez universidades. Toda la hidrostática (Torricelli, etc.), surgió de la
necesidad de regular el curso de los ríos de las montañas de ltalia,
en los siglos XVI y XVll. Acerca de la electricidad, hemos comenza-
do a saber algo racional desde que se descubrió la posibilidad de su
aplicación técnica. Pero, por desgracia, en Alemania la gente se ha
acostumbrado a escribir la historia de las ciencias como si éstas
hubiesen caído del cielo.
2. Nosotros vemos en las condiciones económicas lo que condi-
ciona en última el desarrollo histórico. Pero la raza es, de suyo, un
factor económico. Ahora bien: hay aquí dos puntos que no deben
pasarse por alto:
a) El desarrollo político, jurídico, filosófico, religioso, literario, ar-
tístico, etc., descansa en el desarrollo económico. Pero todos ellos
repercuten también los unos sobre los otros y sobre su base eco-
nómica. No es que la situación económica sea la causa,lo único

73
El MnrenrRl¡srr¡o nlsrónlco
MRRto ToER
este hombre ha surgido. Max descubrió la concepción materíalista
activoytodolodemásefectospuramentepasivos'Hayunjuego.de de la historia, pero Thierry, Mignet, Guizot y todos los historiadores
acciones y r."u..,on"1,-tábt"
lá oase de la necesidad economtca' ingleses hasta 1850 demuestran que ya se tendía a ello; y el des-
El Estado' por ejemplo'
que se impone ,i".óiá,Ln úftima instancia' cubrimiento de la misma concepción por Morgan prueba que se
protectores, el librecambio, el
áctúa por medio OJ'ür""ünó"f". daban ya todas las condiciones para que se descubriese, y necesa-
la mortal agonía y la impotencia
buen o mal régimen'ntár; V hasta de riamente tenía que ser descubierta.
del filisteo alemán p;;iltb áé ta misera situaciÓn económica
primero en el Otro tanto acontece con las demás casualidades y aparentes
1g30, y que se reveraron
Aremania desde 164g hasta y en la sumisión servil a los casualidades de la historia. Y cuanto mas alejado esté de lo eco-
pietismo y luego nómico el campo concreto que investigamos y más se acerque a lo
"n'"t Je¡ap1de-surtir su efecto económico'
'éntitentatiémo
orincipes y a ta nooÉ=á,'ná para el renacimiento del ideológico puramente abstracto, más casualidades advertiremos en
Fue éste uno de t"r'[i.¿ñüI'óúrta.rtos su desarrollo, más zigzagueos presentará su curva. Pero si traza
ias guerras revoluciona-
país, que sólo pudo'ser sacuOido cuando usted el eje medio de la curva, verá que, cuanto más largo sea el
a agudizar la miseria crÓnica' No
es'
rias y napoleónicat se quie- período en cuestión y más extenso el campo que se estudia, más
"ini"tn por razones de
pues, como de vez en cuando'
comodidad'
paralelamente discurre este eje al eje deldesarrollo económico.
qerza un 9!e9t9 automáti-
re imaginar, que la tii'""i0ñ tjconómica El mayor obstáculo que en Alemania se opone a la comprensión
co; no, son los tittot nótbres los que hacen su historia' aunque exacta es el desdén imperdonable que se advierte en la literatura
a' y a base de las rela-
dentro de un meoio ;;ü;6stondicion hacia la historia económica. Resulta muy difícil desacostumbrarse de
cionesefectivasconqueseencuentran,entrelascualeslasdecisi- las ideas históricas que le meten a uno en la cabeza en la escuela,
que nos.dan el único hilo de engarce
vas, en última instancia, y las pero es todavía más difícil acarrear los materiales necesarios para
que puede ,"ti'noJ'i""u-áni"noer
los acontecimientos son las
ello. ¿Quién, por ejemplo, se ha molestado en leer siquiera al viejo G.
ellas puedan influir' a su vez'
las
económicas, po, rn"u"tiJq; "; Von Gullich, en cuya árida colección de materiales se contiene, sin
áemás, las políticas e ideolÓgicas' embargo, tanta materia para explicar incontables hechos políticos?
mismos su historia' pero hasta
b) Los homoát ñ""áñérros y con arreglo a un pl"!
Por lo demás, creo que el hermoso ejemplo que nos ha legado
ahora no con unu tiJuniud colectiva ::l*i
dada y circunscrita' Sus aspi-
Max con "El 18 Brumario" podrá orientarle a usted bastante bien
vo, ni siquier" o"nt'á'á" una sóc¡eoaá sociedades impera acerca de sus problemas, por tratarse, precisamente, de un ejemplo
raciones ," óót eso enlodas eótas es la práctico. También creo haber tocado la mayoría de los puntos en el
la necesida¿"ntr."t''l'án' v torma de manifestaciones
Anti-Dürhring, l, caps 9-11 y 11,24 y también en el lll, cap. 1 en la
"uvoTilbÉrn"ñt" imfone a.través de ta casuali-
casuaridad.r-" n"ó"!iáJ' á" áqu¡!". lntroducción, así como en el último capítulo de Feuerbach.
económica' Y aquí es donde
dad es también, e;;iñ;ilsiancia'
la.
que Le ruego que no tome al pie de la letra cada una de mis pala-
grandes hombres' Elhecho de
debemos hablar d; ü'ü;"dos y un país bras, sino que se fije en el sentido general, pues desgraciadamente
ñ;t;t"t'tti v en un momento
surja uno oe estoJ, 9t19 no disponía de tiempo para exponerlo todo con la precisión y la cla-
náiu'almente' un" pui" casualidad' Pero si lo su-
determinado, y ridad que exigiría un material destinado a la publicación...
primimos, ," prrni;"lJiá n""ásioao Je reemplazarlo' aparecerá
",,
pero a la larga aparecerá' Que
un sustituto, más ó menos bueno' que
estó,corso' el dictador militar (Federico Engels: carta a H. Starkenburg del 25 de Enero
fuese Napoteon, i'elüamente fue una de 1894 de C. Max y F. Engels. Obras escogidas. Edición y
agotada por su propia guerra,
exigía ra Repúbricá'rán."r", habria ve- tomos citados, págs. 501-503)
casualidad; p",o i'"li'no ñloÉt" nabioo un Napoleónque
el hecho de siempre
nido otro u o.upullu puesto, lo demuestra Cromwell' etc''
que ha sioo nece#iti un nómore: César' Augusto'
75
74
El MRtrRrRr-rs¡¡o nrsróRrco

Federico Engels
"Del Socialismo Utópico al Socialismo Científico"
Gapítulo 3

La concepción materialista de la historia parte de la tesis de


que la producción, y tras ella el cambio de sus productos, es la
base de todo orden social; de que en todas las sociedades que
desfilan por la historia, la distribución de los productos, y junto a
ella la división social de los hombres en clases o estamentos, es
determinada por lo que la sociedad produce y cómo Io produce y
por el modo de cambiar sus productos. Según eso, las últimas
causas de todos los cambios sociales y de todas las revoluciones
políticas no deben buscarse en las cabezas de los hombres ni en
la idea que ellos se forjen de la verdad eterna ni de la eterna jus-
ticia, sino en las transformaciones operadas en el modo de pro-
ducción y de cambio; han de buscarse no en la filosofía, sino en
la economía de la época de que se trata. Cuando nace en los
hombres la conciencia de que las instituciones sociales vigentes
son irracionales e injustas, de que la razón se ha tornado en sin-
razón y la bendición en plaga6, esto no es más que un indicio de
que en los métodos de producción y en las formas de cambio se
han producido calladamente transformaciones con las que ya no
concuerda el orden social, cortado por el patrón de condiciones
económicas anteriores. Con lo cual, dicho está que en las nue-
vas relaciones de producción tienen forzosamente que contener-
se ya - más o menos desarrollados - los medios necesarios para
poner término a los males descubiertos. Y esos medios no han
de sacarse de la cabeza de nadie, sino que es la cabeza la que
tiene que descubrirlos en los hechos materiales de la producción,
tal y como los ofrece la realidad.
¿Cuál es, en este aspecto, la posición delsocialismo moderno?
El orden social vigente - verdad reconocida hoy por casi todo
el mundo - es obra de la clase dominante de los tiempos moder-
nos, de la burguesía. El modo de producción caracteristico de la
burguesía, al que desde Max se da el nombre de modo capitalis-
ta de producción era incompatible con los privilegios locales y de

u
Palabras de Mefistófeles en el Fausto de Goethe (N. de la Edit.)

77
El Mnrentttsrr¡0 nrsrÓRrco
MnRto ToeR
esto mismo hacía que perteneciesen, por lo general, al propio
los vinculos interpersonales del
los estamentos, como lo era con productor. El papel histórico del modo capitalista de producción y
por tierra el orden feudal y le-
orden feudal' f-, orté'áti" "tnO de su portadora, la burguesía, consistió precisamente en concer-
de..la sociedad burguesa, el
vantó sobre .u, |.uin'"!-éi-r"gimen tar y desarrollar estos dispersos y mezquinos medios de produc-
imperio de la libre o" ru libertad de domicilio' de la ción, transformándolos en las potentes palancas productoras de
";;;";;"t;á'
igualdad oe oerecná-s ;; i";
poseedores de mercancias' y tantas
los tiempos actuales. Este proceso, que viene desarrollando la
ya podi? desarrollarse
otras maravirtas oñuesu. ,¿.. Ahora burguesía desde el siglo XV y que pasa históricamente por las
producción' Y al venir el vapor
libremente ef mooo Jap¡ialista de antigua ma- tres etapas de la cooperación simple, la manufactura y la gran
;;;;"; tuquin"iá-hárramentál y transformar la creadas industria, aparece minuciosamente expuesto por Max en la sec-
productivas.
nufactura en gran lná"iti", las fuérzas
Y
se desa- ción cuarta de "El Capital". Pero la burguesía, como asimismo
il;iil; méuiti"nio o"lo mando de la burguesia descono- queda demostrado en dicha obra, no podía convertir aquellos
"r
inaudita y en proporciones
rrollaron con una primitivos medios de producción en poderosas fuerzas producti-
"ái"óiotá
páio, o"r mismo modo que en su tiempo la
cidas hasta bajo su vas sin convertirlas de medios individuales de producción en me-
manufactura"nton.J,'
y el artesanado, que seguia desarrollándose
gremios' hoy dios socra/es, sólo manejables por una colectividad de hombres.
féudales de los
influencia, chocaron-Jonlát'ttáuas La rueca, el telar manual, el martillo del herrero fueron sustituidos
la gran industria, ;i lÉü;; un nivelde desarrollo más alto' no por la máquina de hilar, por el telar mecánico, por el martillo movi-
en que la tiene cohibida el
cabe ya dentro del est-recho marco do a vapor; el taller individual cedió el puesto a la fábrica, que im-
modo capitalista o" óioJu"tiÓn'
Las nuevas fuezas productivas
pone la cooperación de cientos y miles de obreros. Y con los me-
desbordan ya la forma burguesa
en que son exPlota{as' Y este
de producción dios de producción, se transformó la producción misma, dejando
conflicto entre las i;;;t;; iroductivas y el modo
en las cabezas de los de ser una cadena de actos individuales para convertirse en una
planteádo
no es precisament" un óonhicto pecado original del cadena de actos sociales, y los productos se transformaron de
entre el
hombres, atgo asi cómo et confiicto los hechos' en la productos individuales en productos sociales. El hilo, las telas, los
que radica en
hombre y la justicia divina, sino de la artículos de metal que ahora salían de la fábrica eran producto del
realidad objetiva, f,"'u de nosotros'
independientemente
que lo han trabajo colectivo de un gran número de obreros, por cuyas manos
voluntad o de la ;;ift;J J" rot mismos hombres tenía que pasar sucesivamente para su elaboración. Ya nadie
provocado. et sociatismo moderno no es más que el reflejo de
podía decir: esto lo he hecho yo, este producto es mío.
este conflicto tui"iiur en la mente'
su proyección ideal en las
Pero allí donde la producción tiene por forma cardinal un ré-
cabezas, f"i áe la clase'que sufre directamente gimen de división social del trabajo creado paulatinamente, por
"rp"run"áJ'pár
la clase obrera'
-- consecuencias:
sus
qué este conflicto?
impulso elemental, sin sujeción a plan alguno, la producciÓn im-
¿en consiste prime a los productos la forma de mercancía, cuyo intercambio,
decir' en Ia
Antes oe sooráü;i;lt froducción capitalista'-es compra y venta, permite a los distintos productores individuales
general la pequeña industria' ba-
Edad Media, regía con carácter satisfacer sus diversas necesidades. Y esto era lo que acontecía
sada en ta propieáJ pÑ;; deítrabaiador sobre sus medios de
peque- en la Edad Media. El campesino, por ejemplo, vendía al artesano
agricurturá corria a cargo de
producción,
la industria es- los productos de la tierra, comprándole a cambio los artículos
"n "r"áiióo,-tá
ños labradores, fiOiás'Slasaftós; en las ciudades, elaboraUos en su taller. En esta sociedad de productores aisla-
taba en manos oá rotl't"sanos'
Los medios de trabajo - la tie-
dos, de productores de mercancías, vino a introducirse más tarde
*Jot up"ros Oe ta¡ranza, el taller' las herramientas - eran me-
el nuevo modo de producción. En medio de aquella división ele-
sólo al uso individual v'
dios de trabajo i;i.[ilil;".tináOor tan mental del trabajo sin plan ni sisfema, que imperaba en el seno
limitados' Pero
por tanto, forzosamente, mezquinos' diminutos'
7g
78
EL MATERtALtSMo HlsróRlco
Mnnto ToEn

de producción implantó la eran antes: medios de producción y productos individuales. y si


de toda la sociedad, el nuevo 1o.do hasta aquí el propietario de los medios de trabajo se había apro-
de iada fábrica; al lado de
división planificada;"ii;;J" dentro
producciÓn social' Los produc-
piado de los productos, porque eran, generalmente, productos
la producci t¡n ¡na¡v¡áJLi';tgó; suyos y la ayuda ajena constituía una excepción, ahora el propie-
tos de ambas ," u*Oián án"et
miimo mercado' y por lo tanto' a
Pero la organizaciÓn planifi- tario de los medios de trabajo seguía apropiándose el producto,
precios apro*imaoa'riáiie-ig'at"'' trabajo; las fábricas aunque este ya no era un producto suyo, sino fruto exclusivo del
etemental del
cada podía ,a, qu"'tJ'il"i.íon
otganizado socialmente 9l"Pg*',:n tut trabajo ajeno. De este modo, los productos, creados ahora so-
en que el trabajo cialmente, no pasaban a ser propiedad de aquellos que habían
"ttáOá pequeños productores aislados'
oroductos más baratos que ros poco en todos puesto realmente en marcha los medios de producción y que
ffi;üiliá" ¡ñJ"ii-ráriuá sucumóiendo poco atodo el antiguo eran sus verdaderos creadores, sino del capitalista. Los medios
revolucionó
los campos y la pioJuttiOn social este carácter revolucionario de producción y la producción se habían convertido esencialmen-
modo de producción' Sin embargo' te en factores sociales. Y, sin embargo, veíanse sometidos a una
á"¡.apercibido' que' por el con-
suyo pasabu o"r"i"it-''o 9áf i"-t forma de apropiación que presupone la producción privada indi-
y exclusiva finalidad de aumen-
trario, se implantaft"on la única vidual, es decir, aquellas en que cada cual es dueño de su propio
mercancias' Nació directamente
tar y fomentar ra pioOucción de producto y, como tal, acude con él al mercado. El modo de pro-
producciÓn e intercambio de mercan-
ligada a ciertos ,"rl-ñ"r áé ducción se ve sujeto a esta forma de apropiación, a pesar de que
el capital comercial'-la.industria
cías que y" u"n,uÁ-iuntiónánoo: destruye el supuesto sobre que descansaT. En esta contradic-
Y ya-que surgia como una nue-
artesana y el tranajo ásaiariaOo' mantuviéronse en pleno ción, que imprime al nuevo modo de producción su carácter capi-
va forma de producción de m"'canc'a'' de la producciÓn de talista, se encierra, en germen, todo el confticto de /os tiempos
vigor bajo ella las formas de apropiación actuales. Y cuanto más el nuevo modo de producción se impone
mercancías. e impera en todos los campos fundamentales de la producción y
tal como se había desarro-
En la producciÓn de mercancías'
podia gurgll el probleml*,'" quién en todos los países económicamente importantes, desplazando a
llado en la Edad lvl"Jlá, no -Et
productor individual los la producción individual, salvo vestigios insignificantes, mayor es
pertenecer ro, proo-ulüs Jei traoa;o. la evidencia con que se revela la incompatibitidad entre la pro-
primas d" tu-l:piedad'
creaba, g"n"ru'tl;.'i;,';on ;"terLs con sus propios me- ducción socialy la apropiación capitalista.
producidas no poJá'-u"tt' po' él mismo'
dios de trabajo y elaborados con
su propio trabuio t?l::l o el de Los primeros capitalistas se encontraron ya, como queda di-
pot tanto' aoropiárselos' pues ya eran cho, con la forma del trabajo asalariado. pero como excepción,
su familia. No n"áJitáoá, de los
producirlos' La propiedad
suyos por el tJ;"h;;ht'de 7
productos nasaoa"se,-Ñ;t' en 9f
tabaio personal' Y aun en No necesitamos explicar que, aún cuando la forma apropiación perte-
por nezca invariable, el carácter de la apropiación sufre una revolución por
la ayuda ajena' ésta era'
aquellos casos;ñ;!á-empteaba el proceso que describimos en no menor grado que la producción mis-
;;üi; tiecúentemente' además del
to común, .or" ma. La apropiación de un producto propio y la apropiación de un pro-
"tll]t;á;
salario, otra compLnsacióni el
aprendiz y el.oficial de los
gremios
para apren- ducto ajeno son evidentemente, dos formas muy distintas de apropia-
y- la comida como
no trabajab"n t"nio óói et.satario la concentra-
ción. Y advertimos de pasada, que el trabajo asalariado en el que se
der y llega, ,"i'árüin áiu *u"tiros'
sobreviene contiene ya el germen de todo el modo capitalista de producción, es
"
ción de los medios áÉ p'oOutción
en grandes ta.lleres-y-manufac- muy antiguo; coexistió durante siglos enteros, en casos aislados y dis-
;t medios. dé producciÓn realmente so- persos con la esclavitud. Sin embargo este germen solo pudo desarro-
turas, su transtorri;d;
de prbducción-y sus productos llarse hasta formar el modo capitalista de producción cuando se dieron
ciales. No obstanü;;i; t¿dios
como si siguiesen siendo lo
que las premisas históricas adecuadas. (Nota de Engels).
sociales fueron cónsiderados
81
80
EL MRTeRTRL¡sH¡o ulsrónlco
MnRtoToen
punto de ducción de mercancías tiene, como toda forma de producción, sus
como mera ayuda' como
como ocupación secundaria' a ganar un leyes características, propias e inseparables de la misma; y estas
de vez en cuando
transición. El labraiJi óuó-tur¡a que' en caso leyes se abren paso a pesar de la anarquía, en la misma anarquía
de tiena propia' de las
iornal, tenía sus 0""i"üg"s-
le-xtril; gremiales velaban por que
y a través de ella. Toman cuerpo en la única forma de trabazón
;;Jávivir' Las-ordenanzasmañana en maestros' Pero' social que subsiste: en el cambio, y se imponen a los productores
los oficiales de noy se convirtiesen individuales bajo la forma de las leyes imperativas de la compe-
Je producciÓn adquirieron un 'carác'
tan pronto como ro' 'ñ"áiát las co- tencia. En un principio, estos productores las ignoran, y es necesa-
manos de los capitalistas'
ter social y se concentraron en proouccion y los productos del rio que una larga experiencia las vaya revelando poco a poco. Se
sas cambiaron' uoJ'il;i;t-J" depreciándose cada vez
imponen pues, sin los productores y aun en contra de ellos, como
pequeño productoi indiviOuat fueron leyes naturales ciegas que presiden esta forma de producción. El
productor no le quedó otro recur-
más, hasta que a producto impera sobre el productor.
"ste'páq'enoloinar-.g1sado por el capitalista' El
so que colocarse y mera' ayuda' se En la sociedad medieval, y sobre todo en los primeros siglos de
'";;;;;;
trabajo asalariado q-ue antes "'" "*tipción ella, la producción estaba destinada principalmente al consumo
ilñ;'i;;;;t"tt"i¡; toda la producción' v la
convirtió en resla v en ocupa- propio, a satisfacer sólo las necesidades del productor y de su fami-
oue antes otup"iüñ utt"toria se convierte ahora lia. Y allí donde, como acontecía en el campo, subsistían relaciones
"r"
ciónexclusivadelon'"'o.Elobreroasalariadotemporalsecon- personales de vasallaje, contribuía también a satisfacer las necesi-
viO-a Ádemás' la muchedumbre
virtió en asalariado para toda lq engro- dades del señor feudal. No se producía, pues, intercambio alguno,
pot vida se,ve gigantesca'n"ll:
de estos asatariaOol áá del ordéñ feudal, por la disolu-
ni los productos revestían, por lo tanto, el carácter de mercancías.
sada por et oerrum-üel]rñu-rien"o de La familia del labrador producía casi todos los objetos que necesita-
senores táudales, la expulsiÓn
ción de tu, ."rnuJJr-á" for se ha realizado el completo ba: aperos, ropas y víveres. Sólo empezó a producir mercancías
los campesino' oJli'"';;ñ";' "tc'
producción concentrados en
manos cuando consiguió crear un remanente de productos, después de
divorcio entre ros;;i;;il y de otro' los productores que no cubrir sus necesidades propias y los tributos en especie que había
de los capitalistas;';;; t"oo' La contradicción de pagar al señor feudal: este remanente lanzado al intercambio
poseian más que Jl";üilj.r
á'i^ ¿étaoajb' la social, al mercado, para su venta, se convirtió en mercancía. Los
y ta apropiaciÓn bapitatista reviste
entre la proauccóÁ- sóc¡át artesanos de las ciudades, por cierto, tuvieron que producir para el
et próteiariado v ta byro-u'e-sí'1
forma de antagon;;;;;;;i'ó producción capitalista vino a rn-
mercado ya desde el primer momento. Pero también elaboraban
Hemos ui"to qL""',árl"J" 0'," de mercancías, de ellos mismos la mayor parte de los productos que necesitaban para
troducirse unJ".J.ü"d oe broouctores el cambio de su consumo; tenían sus huertos y sus pequeños campos, apacen-
oroductores "ninoiuioiáiá'l *vo i¡ntuto social era producciÓn de taban su ganado en los bosques comunales, que además les sumi-
sus productot' P;;i;' toti"o"o násaoa en la produc- nistraban la madera y la leña; sus mujeres hilaban el lino y la lana,
de que en ella los
mercancias p'"'Jniu'iu-ó"ttitur"ridad etc. La producción para el cambio, la producción de mercancías,
sus fropias'relaciones'sociales'
tores pierden et mándo sobre de que estaba en sus comienzos. Por eso el intercambio era limitado, el
para si' con los medios de producción
Cada cual produce de iu intercambio pri- mercado reducido, el modo de producción estable. Frente alexterior
acierta a disponer, y para tas.neces¡oáJes
clase imperaba el exclusivismo local; en el interior, la asociación local: la
vado. Nadie ."ntidad oe árticutos de la misma éste: na- Marca en elcampo, los gremios en las ciudades.
necesita
que los suyos tui"lá áitt"ttáoá'
"un"'ó|.ie ni cuántos
demanda efec- Pero al extenderse la producción de mercancías y, sobre todo,
responde a una
die sabe si su proJu"ü inoiu¡o'al en general' si podrá al aparecer el modo capitalista de producción, las leyes de pro-
;;*i";
tiva, ni si podrá ¿;sios'.ni la pro- ducción de mercancías, que hasta aquíapenas habían dado seña-
i*Ñ; en la producción social' Pero
venderlo' ,u "'qui"t"'
"n"'ii'á 83
82
El Mnrenrrurs¡¡o Hlsrónlco
Mnnto ToEn

franca y potente' desarrollo humano. La contradicción entre la producción social y la


funciones de una manera apropiación capitalista se manifiesta ahora como antagonismo
les de vida, entran en antiguas
empiezan a perde r fuerza,las
van con- entre la organización, de la producción dentro de cada fábrica y la
Las antigua, tierra' los productores
"ro",u"ionés anarquía de la producción en el seno de toda la sociedad.
fronteras locales ""ñi;;¿t;ot" " de mercancias indepen-
virtiéndose más y *á"
án ptodu.ctores El modo capitalista de producción se mueve en estas dos for-
la proJuccion social sale a la
dientes y aislados' ü";;;{t'" {e principal con mas de la contradicción inherente a él por sus mismos orígenes,
luz y se agudiza tJ;
;;';;;' Pero'el instrumento en describiendo sin apelación aquel "circulo vicioso" que ya puso de
fomenta esta anarquía
el que el modo manifiesto Fourier. Pero lo que Fourier, en su época, no podía ver
p'"'¡5áÁl"tó r"
"up'üi''iá-0"'óióout"ion
.o"'"ill
ra produccion Si***li3:;f::1Jl todavía es que este círculo va reduciéndose gradualmente, que el
movimiento se desarrolla más bien en espiral y tiene que llegar
ii:.;l:"":ffi i::ffi [],:"J:s[^i.i","r:l;;;$'resorte'ponerin
Ár1;3i5 se implanta en una rama
necesariamente a su fin, como el movimiento de los planetas,
a la vieja estabilidaft]X"*;' métodos' Don- chocando con el centro. Es la fueza propulsora de la anarquía
no toteral"su lado ninguno oLlos viejos social de la producción la que convierte a la inmensa mayoría de
industrial,
deseadueñaderJináuitriaartesana'-taoestiuyeyaniquila'El Los gran- los hombres, cada vez más marcadamente, en proletarios y estas
trabajo Je convierte en un camoo de batalla' masas proletarias serán, a su vez, las que por último, pongan fin a
terreno del
des descubrimientJs' JJáfi
ñ;b' v ras-áriRresas de colonización la anarquía de la producción. Es la fuerza propulsora de la anar-
q u e e s s s u e n, 1Y
rii niiláíi:' I: l'3
t'1"
:
:j ff 'f"fl quía social de la producción la que convierte la capacidad infinita
I i
::'"':f*::1, ; ras de perfeccionamiento de las máquinas de la gran industria en un
ll;::gr::ffi3Ji 1ü ñ1"iü:1;i;ü ü";i¿á y surgen las
aisrados
na^cional'
precepto imperativo, que obliga a todo capitalista industrial a mejo,
locales';;';;t""dó
contiendas -uoluiián e' Hasta que' por fin' rar continuamente su maquinaria, so pena de perecer. Pero mejo-
ouerras come'ciullt"il
ú;tübs xJlr u'ivnr mundial dan carác- rar la maquinaria equivale a hacer superflua una masa de trabajo
o"r,tááüado
É or."n industria vi:ñ;;i;Üón
i" prr lu".re impiimen.una inaudita in-
vio- humano. Y así como la implantación y el aumento cuantitativo de
ter-universat a ta tu?na,'" que entre la maquinaria trajeron consigo el desplazamiento de millones de
óáp¡tárirt"r"inbiviouate?
rencia. t_o mismoi-nüT", primacia Je us condiciones - natura- obreros manuales por un número reducido de obreros mecánicos,
dustrias y paises ;ü;' l" la lucha su perfeccionamiento determina la eliminación de un número cada
oe ra iioJucción' decide
les o artificiurt"'ll"'l'á;'d;'- sin piedad' Es la vez mayor de obreros de las máquinas, y en última instancia, la
Ér óu" tu"umbg creación de una masa de obreros disponibles que sobrepuja la
oor la existencia' trasplantada' con re-
""'"i'ottuoo
iucha darwinista pir iil-üftiá inoiuiou"l,
natu- necesidad media de ocupación del capital, de un verdadero ejérci-
tu ,o"i"áá.. f-"t condiciones
doblada furia de ,!"r"*áürá " culminante del to industrial de reserva, como yo hube de llamarlo ya en 1B4S 10,
rales de vida de ;';;ü;;;1ónvie'táñli-"ip'nto de un ejército de trabajadores disponibles para los tiempos en que
la industria trabaja a todo vapor y que luego, en las crisis que so-
breviven necesariamente después de esos períodos, se ve lanza-
ilLos mas importantes son el descubrimien Vasco
a ta tnoia por el portugués
o"',ii","';;r',ti;" do a la calle, constituyendo en todo momento un grillete atado a
cotón en 1492 y", los pies de la clase trabajadora en su lucha por la existencia contra
de Gama en 1498' el capitaly un regulador para mantener los salarios en el nivel bajo
d
Ert", suerras.de ros sislos XVII,LIY]IIj^".
lnglatena^f"^';
e ilt:ffii?Jl""tt:?:;#:;!
-::,ls;l'll
E;Ñ;:Holanda,.Francia ;;i"r De estas sue-
j.ámt?:':i, j:T':jil"$H:;;;;t'¿'af ines"der
10
"La situación de la clase obrera en "lnglaterra", pág. 10g. (Nota de
Engels)
.'óil"*ui", tooó er corñercio mundial'
85
84
El MRrennlrslr¡o Hrsrónlco
MnRto ToER
por sí, a mejorar incesantemente su maquinaria, a hacer siempre
del,capitalismo' Asi' pues'
la
que corresponde a.las necesidades en el arma mas potente su fueza de producción. No menos imperativo es el
maouinaria , pata o*i'r"-t"ñ
Uáo' se ha convertido precepto en que se convierte para él la mera posibilidad efectiva de
óttra la c.lase obrera' envidaun medio de
más poderosa del táüit"r los medios de de manos dilatar su órbita de producción. La enorme fueza de expansión de
trabajo que arranc";#il"t;t"nt" la gran industria, a cuyo lado la de los gases es un juego de chicos,
prool?l:.'.titto del obrero se con-la
del obrero, o"u"'"niJ'qü "r se revela hoy ante nuestros ojos como una necesidad cualitativa y
su esclavización' De este modo'
vierte en el instrurnl-ntó Oe rreva consigo' desde el
primer cuantitativa de expansión, que se burla de cuantos obstáculos en-
economia en los táiiit J" táu'io cuentra a su paso. Estos obstáculos son los que le oponen el con-
de la-?ueza de trabajo v
momento, el más d;ü;d"d;;"tpiLf?:: normales de la funciÓn misma
sumo, la salida, los mercados de que necesitan los productos de la
un despojo contra lás condiciones que ha po- gran industria. Pero la capacidad extensiva e intensiva de expan-
Y ta maquinaria' el recurso. más poderoso sión de los mercados, obedece, por su parte, a leyes muy distintas y
del trabajo' j;;;;¡; oe irauajo' se 'trueca en el
dido crearse para :H;ffi'l; ent'era del obrero v de que actúan de un modo mucho menos enérgico. La expansión de
recurso más infalibÜ;;;;"Íl'^l1yid" para la valorización del los mercados no puede desarrollarse al mismo ritmo que la de la
oisponiüü
su familia en una gálloin"oa la condi- producción. La colisión se hace inevitable y como no puede producir
capital; asi ocurre'q;; tl
ó*""'o o" ttán"io de unos es que la gran ninguna solución mientras no haga saltar el propio modo de pro-
trabaió de otros' v
ción determinante;';'i";#;"áoá entéró' en carrera desenf
rena- ducción capitalista, esa colisión se hace periódica. La producción
industria, tanzánoolZ ;"*ñ;oo
consumtdores' reduce en
su propla capitalista engendra un nuevo "circulo vicioso".
da. a la conquista de nuevos de hambre y mina con En efecto, desde 1825, año en que estalla la primera crisis gene-
a un mínimo
casa el consumo de las masas ral, no pasan diez años seguidos sin que todo el mundo industrial y
t#;;'i;lñ; 'ilu l"u que mantiene constante-
ello su propio iidTlfl
de re- comercial, la producción y el intercambio de todos los pueblos civili-
mente et exceso ;t"]il'i-e óóuracion'o'ejército
y ta énergia de la acumulación
zados y de su séquito de países más o menos bárbaros, se salga
serva en equilibrio"c""'á ""rtirnón con ligaduras más fuertes que de quicio. El comercio se paraliza, los mercados están sobresatura-
del capital, ata al';;;t; al
capital dos de mercancías, los producen se estancan en los almacenes
roca' Esto origi-
las cuñas qu"Vuit;;;lt;¿ " ptomÉi"o a launa acumulación abanotados, sin encontrar salida; el dinero contante se hace invisi-
"on
na que a la acumurátiát
oli óapital corresponda poros ble: el crédito desaparece; las fábricas paran; las masas obreras
ff;;r;r"cün o" rá tiqüe-a "l yl d.e^ros carecen de medios de vida precisamente por haberlos producido en
iouar de miseria. que produce
poTo"JJniráñó, el polo'de la clase exceso, las bancarrotas y las liquidaciones se suceden unas a
ietermina "n
"n "r
supropioproa'"ii-"á^iiapnat'un"'á'u*'laciónigualdemise- de em- otras. El estancamiento dura años enteros, las fuezas productivas y
esclavitud' de ignoranci-a'
ria, de tormento''áJifidJi;á (Matrx"'El capital"' l' cap'
t' los productos se derrochan y destruyen en masa, hasta que, por fin,
brutecimiento v oJi"üiJJ"tion.m991;' las masas de mercancías acumuladas, más o menos depreciadas,
XXlll).Yesperari;iilñcapitalistajáprooucciónotra.distribu.
que los dos electrodos encuentran salida, y la producción y el cambio van reanimándose
como
ción de tos proouctás, seria "rpér"r descom- poco a poco. Paulatinamente, la marcha se acelera, el paso de an-
conectados con ésta' no
de una batería, ti"-''t'"t estén en el polo positivo e hidrógeno dadura se convierte en trote, el trote industrial, en galope y, por úl-
pongan el agua niiib"'"n oxígeno timo, en carrera desenfrenada, en un sfeep/e-chase11 de la indus-
la ma- tria, el comercio, el crédito y la especulación, para terminar final-
". flff8stif. que ta capacidad de perfeccionamienloie gractas mente, después de lo saltos más arriesgados, en la fosa de un crac.
quinaria too"'ni,"ri";i;'"-;;
[tit" ta*ito' se en un precep'
convierte'
dentro de la sociedad'
a la anarqui" o" fi'i'oOutción cada cual de " Carrera de obstáculos (N. de la Red)
to imperativ" o'Ji[iü;;lj; ñit"iisláslnoustriales'
87
86
El Mlrpnrrus¡¡o HrsróRlco
MARIOTOER
a los obreros trabajar y vivir. De una parte, el modo capitalista de
Cinco veces se. ha
venido repitiendo la misma producción revela, pues, su propia incapacidad para seguir rigien-
vez y otra' estamos
y en.estos momentos (1877) nitido y
Y asi, una
historia, desde es tan' do sus fuerzas productivas. De otra parte, estas fuezas producti-
"r "no"idáá, oe eitas crisis vas acucian con intensidad cada vez mayor a que se resuelva la
viviéndola por sexta;"t:7;i;rácter áü"t":,,g9'*-cuanoo describía
la pri-
tan acusado, que nacida de la contradicción, a que se las redima de su condición de capital, a
qu" áü'|nJliise
'o-'u="i"''ru"" prctnor¡éí",Á"crisis que se reconozca de hecho su carácter de fuerzas productivas
mera, diciendo
superabundancia' clentas la contradicciÓn
en- socla/es.
Es esta rebelión de las fuezas de producción, cada vez más im-
*lÉ*:.rm;ir:s?Édfii+:T"*lJfl'::"#:ll*:::l*: ponentes, contra su calidad de capital, esta necesidad cada vez
más imperiosa de que se reconozca su carácter social, la que obli-
ünr*L:*::ffi
leves oe ta
tas
:'t"sT[{6;;;iJciicutacion:todas
proJtiJ;i'5;; JiiJ""io" JJ *"tt"ntias se
punto de aposeo:
vuelven
e/
ga a la propia clase capitalista a tratarlas cadavez más abiertamen-
te como fuezas productivas sociales, en el grado en que ello es
del revés. er connilü;;;di"" "r""nátu de cambio'
iif:^:lmodo
posible dentro de las relaciones capitalistas. Lo mismo los períodos
modo de producc'i')"tJiJi'itá dentro de alta presión industrial, con su desmedida expansión del crédito,
o" qu" r" óig*i-tion *ái"t o" la producción en que el crac mismo, con el desmoronamiento de grandes empresas
El hecho ñáit" ltegar a un 'punto capitalistas, impulsan esa forma de socialización de grandes masas
de las fábricas '""nly"""ol*"911d,:
ñ ;;*:*'J "j,TI Tj, nl" :n *af :'ffi i::". " +'? J:l de medios de producción con que nos encontramos en las diversas
",""
ella Y Por enclma tot propios capitalistas'
categorías de sociedades anónimas. Algunos de estos medios de
hecho que se i""u"i" tJngibr¿r.n"nü" producción y de comunicación son ya de por sí tan gigantescos,
'"' que excluyen, como ocurre con los ferrocarriles, toda otra forma de
iu o" *u"ñJt éi"ná"t' y' sobre todo'
portaconcentraciá.""i"r".iioetoscápitates,prooucidadurante
explotación capitalista. Al llegar a una determinada fase de desarro-
las crisis
" "o"u'áá 'uinu
oequeñoscapitalijÁ'iooo"rt"t'ní'Á-oáetmooócapitalistade él mis- llo, ya no basta tampoco esta forma; los grandes productores na-
broducción t"rr"' lóii;;6t tas tu"i-'as iroductivas-que
án-capital esta masa
de cionales de una rama industrial se unen para formar un trust, una
mo engend,". v""XJáJünJát,án'to,'iái agrupación encaminada a regular la producción: determinada la
*áoioéoeproouccion'qu"o9f T?f";",['li,"J':?i¿':iJi.i:'il"J cantidad total que ha de producirse, se la reparten entre ellos e im-
s d s po' ponen de este modo un precio de venta fijado de antemano. Pero,
; uü a' o o re ro
:*r*:
i
?i
:f;i,i,3:'!ll ffffJ.'3'Tfl
áüil"ñtós
"iru
oe ta producción y de
la riqueza gene- como estos trusts se desmoronan al sobrevenir la primera racha
mala en los negocios, empujan con ello a una socialización todavía
todos rot convierte en
nibles:
uit-"'J"C"'o "ru *pJáu'ndáncia se más concentrada; toda la rama industrial se convierte en una sola
ral existen ton y" q'" es ella' precisa-
fuente oe miseril"y'iá p*"tiJ' 1ró*i!tl' gran sociedad anónima, y la competencia interior cede el puesto al
mente, Ia que i'ipi'r"IJ*";:f':t"1"3:J:: t"tlff"H ié:*:: monopolio interior de esta única sociedad: así sucedió ya en 1890

n: ruti
Í ;L :"1ll"¡ t?i::"^"ü tx
ü ; ;;'' e nto m á s u e
i

*"áio o" 'explotación de


q con la producción inglesa de álcalis, que en la actualidad, después
de fusionarse todas las cuarenta y ocho grandes fábricas del país,
tupitái'á es explotada por una sola sociedad con dirección única y un capital
convirtiéndot" óiá"i"rn"llt" "n J üre carioad de
capital
ra tuerzan u r"nui"'ir"ú"i". e.t"oe rpr"rfi.
i

t; ul'u espectro de 120 millones de marcos.


de los medios ¿:ñ;;;iánl
É'tu
"o*o-un
"'l-i; es la que impide que se En los trusts, la libre concurrencia se trueca en monopolio y la
entre ellos u ii"!" ""riJud personat'de la produc- producción sin plan de la sociedad capitula ante la producción
ensranen ru '"p"üi"á ";;;;;'
táiáii"r v ra ürái"a producción funcionar nt planeada y organizada de la naciente sociedad socialista. Claro
;;;;;id
toó t"áioi áe
ción; es la que " 89
88
Et MRrunrelrs¡¡o HrsróRlco
Mnnto Toen

los capitalis- A la par que las crisis revelan la incapacidad de la burguesía pa-
en proyecto y beneficio de
está que, por el momento' que tiene forzo- ra seguir rigiendo las fueza productivas modernas, la transforma-
se n'ace tán patente'
tas. Pero aquí la ción de las grandes empresas de producción y transporte en socie-
"-óiái"tiot rtringun puebio toleraria una produc-
samente que oerumúaÁé' de la dades anónimas, trusts y en propiedad del Estado demuestra que la
ción dirigida por t"t"ñ;i;;
un"""*piot""ión tun descarada burguesÍa no es ya indispensable para el desempeño de estas fun-
colectividad por" pliu"ha cuaoritta de cortadores de cupones' ciones. Hoy, las funciones sociales del capitalista corren todas a
'n"
Deunmodooo"'JtlJ'óónosintrusls'elrepresentanteoficial cargo de empleados a sueldo, y toda la actividad social de aquél se
que acabar haciéndose
de la socieoao capiát"üiá' "ie"t"o,o'.tiene a que responde reduce a cobrar sus rentas, cortar sus cupones y jugar en la Bolsa,
carso del mando.gJffiffimllllnecesidad en propiedad del Estado donde los capitalistas de toda clase se arrebatan unos a otros sus
esta transformaclon de ciertas "tp'"'"' de transportes y capitales. Y si antes el modo capitalista de producción desplazaba a
Ját gtándes empiesas
emoieza manifestánü"s"'"n los obreros, ahora desplaza también a los capitalistas, arrinconán-
;;; ;;tieo' el telégrafo y los ferrocaniles'
comunicaciones, tal;s dolos, igual que a los obreros, entre la población sobrante; aunque
por ahora todavía no en el ejército industrial de reserva.
<Á n2r.!r1 oues. la nacionalización sólo repre- Pero las fuerzas productivas no píerden su condición de capital
:ffii?ir"?::|FS:'{l13r5¿:qiil:
sentará un progreso *l]l"j^1":.i;,ffi;";;;ue
*l#l,lltFL""i::'li'ffi esta medida sea llevada
al convertirse en propiedad de las sociedades anónimas y de los
to-das las fuerzas nrofu9tvL3yl trusts o en propiedad del Estado. Por lo que a las sociedades
rá"ül"J oá
cuánoo los medios áe
producción o de transpor-
a cabo por el Estado aciuat'
anónimas y a los trusts se refiere, es palpablemente claro. Por su
de los ¿ié"tivos de una sociedad parte, el Estado moderno no es tampoco más que una organiza-
te se desborden ya 'eJmbnte ""'""t
ta. nacionalización sea
ya econó-
anónima, cuando, p"' ffii;"iu
t"oio" oe ción creada por la sociedad burguesa para defender las condicio-
qug ei¡qa¡c!
micamente inevitable' ill"
tl"*ñ'át"nte' oesoá -emprendió
socialismo' nes exteriores generales del modo capitalista de producción contra
surgido una especie de falso
elcamino de ta nacionaü;"ñI; sumrso los atentados, tanto de los obreros como de los capitalistas aisla-
oue degenera alguna ü;ü u"i u-n tipo especial de socialismo' por Bis-
"n nátt, en los dictados dos. El Estado moderno, cualquiera que sea su forma, es una má-
v servit, que en ,o.o i""n'"'"-lo"áfü".iOn
"tJ,i éi r" nac¡onarización de la industria del quina esencialmente capitalista, es el Estado de los capitalistas, el
marcx, ve una m"oiou''loiLiiJá. *ii" rot fundadores del socialis- capitalista colectivo ideal. Y cuantas más fuezas productivas
in"tui,
tabaco fuese socialis",i,"ñ#i;;u" t"rg"' por razones políti-
óuánoó l"' asuma en propiedad, tanto más se convertirá en capitalista colec-
mo a Napoleón v a u;náli¡Jtt' "r'Etiáo
o.ec¡Jio con9irulr n91-t:'::"nt"
cas v financier". p"rr"li""t"niá ne- tivo y tanta mayor cantidad de ciudadanos explotará. Los obreros
"rróát"t,
á lu"nOo Bismarck, sin que ninguna siguen siendo obreros asalariados, proletarios. La relación capita-
prinóipales tineas tenel'J'á"i'pái., líneas más importan-
,"fiiñH;i áráln""ionalizó las lista, lejos de abolirse con estas medidas, se agudiza. Mas, al lle-
cesidad ec¡nomrca prus¡a' y simplemente para así poder mane-
pura
tes de la red fenoviariá áb pá'u al'personal de gar a la cúspide, se derrumba. La propiedad del Estado sobre las
jarlas y aprovecharlat;;t;á* 9"-g-1"j."' y' sobre todo' para pro-
"ónu"rtr fuezas productivas no es solución del conflicto, pero alberga ya
ferrocaniles g"n"oo ;6"tóral sumiso al gobierno del parla- en su seno el medio formal, el resorte para llegar a la solución.
curarse una nueva tu"i"
"n á" i"g;ro. rurtr"ioá a lá fiscalización ni cons-
ni indirectamente' Esta solución sólo puede estar en reconocer de un modo efec-
mento, todas estas "i.05áca De otro modo habría que
'[.jffi;;i""iá"'
ciente ni in*n,"i"nt"iliü'"áiá
á" l""ialistas'
Real compañía de
tivo el carácter social de las fuezas productivas modernas y por lo
in"t¡tuciones ,o"álitttt a la tanto en armonizar el modo de producción, de apropiación y de
clasificar también ¿e porcetanas' y hasta los
sastres
"nii"l",
Comercio marítimo, ü"üár'rt'r'"'á"t"t" los prostíbulos
cambio con el carácter social de los medios de producción. Para
de mmpañía o"r sin olvidar ta n""ionáti=ación-de Gui- esto, no hay más que un camino: que la sociedad, abiertamente y
propuesta muv en Jl*
"i"r"iiá,;'ü';;''"r "1" treiniá v tantos' bajo Federico sin rodeos, tome posesión de esas fuezas productivas, que ya no
ii"to' ltttot' de Engels) admiten otra dirección que la suya. Haciéndolo así, el carácter
llermo lll, por. un notb'á'rntv

91
90
El MnreRrRr-rswo Hrstónrco
MnruoTorR
parte, apropiación directamente individual, como medio de vida y
de producció.ly-gll"t oroductos' que hoy se
social de los medios periódicamente de disfrute.
productores' romó¡endo El modo capitalista de producción, al convertir más y más en
vuelve contra tos mismos y oe-cámbio' y que sólo puede
los cauces oet mooJi;¿ott:"n tan destructoras como el im- proletarios a la inmensa mayoría de los individuos de cada país,
imoonerse con una ruJrl"l
Lncaciá crea la fuerza que, si no quiere perecer, está obligada a hacer esa
;it;;"t,-t"li puesto en vigor con plena
ouiso cieso de las b;;t de causa'constante
revolución. Y, al forzar cada vez más la conversión en propiedad
tonciencia por los próductores V
t" del Estado de los grandes medios socializados de producción,
"onüttirá'
periódicos' en la palanca mas
de oerturbaciones y áá catactismos señala ya por sí mismo el camino por el que esa revolución ha de
iái"io", de la Produccióniámisma' tátiáo"o obran' mientras no las fuer-
cono- producirse. El proletariado toma en sus manos el Poder del Estado
Las fuerzas u"tiul]lá que las y comienza por converfir los medios de producción en propiedad
exactamente io mismo
cemos y contamos lon áriát' Pero' del Estado. Pero con este mismo acto se destruye a sí mismo co-
zas de la naturalez"'1;;
ñ"do ciego' violento' destructor' su mo proletariado, y destruye toda diferencia y todo antagonismo de
vez conocidas,-i'n p'onto-como se ha sabido comprender el clases, y con ello mismo, el Estado como tal. La sociedad, que se
una "tu'."f39!o^t'^ en nuestras manos está
acción, su tendenciá V y alcanzar había movido hasta el presente entre antagonismos de clase, ha
de lleno a nuestra voluntad
suoeditarlas cada u"t'rnat lo que ocurre' muy necesitado del Estado, o sea de una organización de la corres-
piopuestos' Tal es
oor medio oe ettas tá-s nn"t de produ c- pondiente clase explotadora para mantener las condiciones exte-
señaladam"nt", ñJ;¿:ias. fuerzas modernas su riores de producción, y, por tanto, particularmente, para mantener
"on"üt' obstinadamente a comprender
ción. Mientras nos"rJr]ri""ror el mo- por la fuerza a la clase explotada en las condiciones de opresión
y esta comprensión se oponen
naturaleza y su ac- (la esclavitud la servidumbre o el vasallaje y el trabajo asalariado),
"u'actei- " tut o"t"ntores -' estas fuerzas
do capitalistu o" p'3ll"tcio'n v determinadas por el modo de producción existente. El Estado era
contra nosotros' y nos dominarán'
tuarán a pesar o"-"otóti"s' En cambio' tan pronto como
el representante oficial de toda la sociedad, su síntesis en un
como hemo, pu"io;it;';;'téri"u"tuááas' puestas en manos de cuerpo social visible; pero lo era sólo como Estado de la clase que
penetremos ""'
"n "'n""iui"i"-'u' óónvertiran' de tiranos demoniacos'
en su época representaba a toda la sociedad: en la antigüedad era
los producto,"' que hay entre le el Estado de los ciudadanos esclavistas; en la Edad Media el de la
en sumisas
".'oi"i;;,-J
,"t'ááiJ'' e' ru misma o¡terencia y el nobleza feudal; en nuestros tiempos es el de la burguesía. Cuando
maléfico o"iáli""tiicidad en to' áyos de la tormenta el Estado se convierta, finalmente en representante efectivo de
ooder y
en el telégrafo en el
boder benéfico d" l; fr;;-"té"tri., "ri"iá déstructor v el toda la sociedad será por sí mismo superfluo. Cuando ya no exista
árco voltaico; r' oit"l"iiu q* n"v
"li;;iincendio pro- ninguna clase social a la que haya que mantener sometida; cuan-
t"Lüo i"iñótui"' El dia en que las fuerzas
puesto do desaparezcan, junto con la dominación de clase, junto con la
fuego
'r se sometan al régimen con-
ductivas oe ta sácieáád moderna la anarquia social de lucha por la existencia individual, engendrada por la actual anar-
por fin quía de la producción, los choques y los excesos resultantes de
oruente con su y
"ái"iuüi"'
ia oroducciOn Oepiá el puesto
a una reglamentación colectiva la
"onoóio"'
esto, no habrá ya nada que reprimir ni hará falta, por tanto, esa
de
acoroe toñ ut necesidades
oroanizada oe rJ"pioá;;ñ Lápitatista de apropiación'
fueza especial de represión que es el Estado. El primer acto en
soiiedud v o"r inoy"üi,llv"riégiren primero a quien lo crea y luego
a que el Estado se manifiesta efectivamente como representante de
en que et prooucio'!"r"u¡t" de apropiaciÓn toda la'sociedad: la toma de posesión de los medios de produc-
quien se ro up'oJü tuttiüi9o- oór Lr ción en nombre de la sociedad, es a la par su último acto indepen-
'"ia de los mooernJs
'egit"n
medios de produc-
del producto qu"'ái ;;;á"bt parte' apropiaciÓn directamente so- diente como Estado. La intervención de la autoridad del Estado en
ción está r".r"nulOJ' O"
un" las relaciones sociales se hará superflua en un campo tras otro de
medio para mantener y amptiár la producción; de otra
cial, como
93
92
El MRleRllr-lsl¡o HlsróRlco
MnRto ToeR

El.oobierno sobre las perso- costa de la clase trabajadora, convirtiendo su papel social de direc-
la vida social y cesará por sí mism9, ción en una mayor explotación de las masas.
oé tas cosas y pgl r? direc-
nas es sustituido poilu"Jrinistración Vemos, pues, que la división de la sociedad en clases tiene su
et Estado no será "abolido";
ción de los procesot;";;;Jt;cion' el valor de razón histórica de ser, pero sólo dentro de determinados límites de
hay que
se extingue. Partiendo de esto es comolo que tocaiuzgar a j-ltil:udÓn tiempo, bajo determinadas condiciones sociales. Era condicionada
esa frase del "Estadá páp"uilioig't".1 que ::
se retiere a su por la insuficiencia de la producción, y será barrida cuando se des-
.on'igna-Oe agita.ciÓn-v en lo
provisional arrollen plenamente las modernas fuezas productivas. En efecto, la
"oto
falta de fundamento Pártiendod.e esto esl:1?'3.,: como
"]Jni¡n"o' o" los llamados anarquistas de abolición de las clases sociales presupone un grado histórico de
debe ser considerad;'i;'"XG.riu desarrollo tal, que la existencia, no ya de esta o de aquella clase
qr"Liettudo sea.abolido dé la noche a la mañana dominante concreta, sino de una clase dominante cualquiera que
Desde qu"
el modo de producción ha
ella sea y, por tanto, de las mismas diferencias de clase, representa
"",ri""'i¡ttoti"áténte
habido individuos y J""tá' "nteras
ante quienes,se^ha^proyectado
un anacronismo. Presupone, por consiguiente, un grado culminante
ideal iuturo' la apropiación de
más o menos uug;;á''.",-óóto en el desarrollo de la producción, en el que la apropiación de los
por la sociedad' Mas' para que
todos los medios Oe proOúcción medios de producción y de los productos y, por tanto, del poder
convirtiese en una necesidad
esto fuese realizable, para que se efecti- político, del monopolio de la cultura y de la dirección espiritual por
histórica, ,"n".táiiue antes se diesen las condiciones
su realizalcünl p"" que este
progreso' como todos los una determinada clase de la sociedad, no sólo se hayan hecho su-
vas para "ru que la razÓn com- perfluos, sino que además constituyan económíca, política e intelec-
;;;g;;;. ;ociates,-seá viable" no,basta con con los tualmente una barrera levantada ante el progreso. pues bien; a este
prenda que la de las clases es incompatible
la mera punto ya se ha llegado. Hoy, la bancarrota política e intelectual de la
"*'tt"ntiu
ii;,'"d"r-;; rá ir.tüü, o" ta lguatoao' etc'; no basta con determi- burguesía ya apenas es un secreto ni para ella misma, y su banca-
voluntad de abolir claseé' sino que son necesarias
"'tá" rrota económica es un fenómeno que se repite periódicamente de
nadascondicioneseconómicasnuevas.LadivisiÓndelasociedad y diez en diez años. En cada una de estas crisis, la sociedad se as-
;;it; explotada' una clase d.ominante
en una clase explot"d";; fixia, ahogada por la masa de sus propias fuezas productivas y de
necesaria del anterior desa-
otra oprimid a, eta una coñsecuencia sus productos, a los que no puede aprovechar, y se enfrenta impo-
Mientras et trabajo global de la
rroro incipient" o"l"iioár""ion tente, con la absurda contradicción de que sus productores no ten-
indispensable para-c-ubrir las
sociedad solo rinoelo""'t'itt"t"nte
"#;;á;' gan qué consumir, por falta precisamente de consumidores. La
necesidades más d" todot' y acaso un poco más fueza expansiva de los medios de producción rompe las ligaduras
todo
ansorne toóo el tiempo o casi
mientras, por lo tuniol'"iiouájt la sociedad, con que los sujeta el modo capitalista de producción. Esta liberación
de.los miembros de
el tiempo Oe fa inm|n"á n.'"V"i¡" de los medios de producción es lo único que puede permitir el desa-
clases' Junto a la gran mayoría
ésta se divide, rrollo ininterrumpido y cada vez más rápido de las fuezas producti-
"J;;;;';"ñt"'
constreñida u no n"?Jiil;ó;;
"n
llevar la carga deltrabajo' se forma
va.s, y con ello, el crecimiento prácticamente ilimitado de la produc-
productivo y a.cuyo car-
una clase eximioa olt tráua¡o directamente ción. Mas no es esto sólo. La apropiación social de los medios de
sociedad: la dirección de los
go corren tos asunüs é"t"tr"t de.la artes' producción no sólo arrolla los obstáculos artificiales que hoy se le
la. justicia' las ciencias' las
trabajos, ro, n"go"iÁ"üú;":r la que sir'vg de base a oponen a la producción, sino que acaba también con el derroche y
etc. Es, pues, la iu ái"iiün oét trauaio
impide que esta la asolación de fuezas productivas y de productos, que es una de
sáciedad en clases' Lo óual no
la división de u 'án'ál
se lleve a cabo por la violencia y el las consecuencias inevitables de la produccíón actual y que alcanza
división oe ta sociáááj su punto de apogeo en las crisis. Además, al acabar con el necio
"n "r"."r decir que la clase domi-
despojo, ta astuc'á"ili"nóáno;,1'.-q-ui"'" poderío a derroche de lujo de las clases dominantes y de sus representantes
abstenga de consolidar su
nante, una vez
"ntrJnü"Oalse
95
94
El MRrenrursuo nrsrónrco
MnRtoToen
ahora por él con pleno conocimiento de causa y, por tanto, someti-
masa de
pone en circulación para la colectividad toda una das a su poderío. La propia existencia social del hombre, que hasta
politicos, vez primera' se da aho- aquí se le enfrentaba como algo impuesto por la naturaleza y la
medios de producc'#ñ-;;ilu,t]=:*ot óe asegurar a todos
efectivo, ra posibiridad
ra. v se da deun ,ojó produc- historia, es a partir de ahora libre suya. Los poderes objetivos y ex-
meoio á" ,n sistema de traños que hasta ahora venían imperando en la historia se colocan
ros miembros de r" !"ii"ááJ,'ñói satisfacer plenamente y
un" garan- bajo el control del hombre mismo. Sólo desde entonces, éste co-
ción sociar,
"*iriJn"riJii"iáo"ras.de materiales' les
cada dia .on .'uo"ñoiüffi;T-"::sidades
mienza a trazarse su historia con plena conciencia de lo que hace.
y de sus capacidades
Y, sólo desde entonces, las causas sociales puestas en acción por
tice el libre y
"otpr"io"áesarrollo "jeicicio é1, comienzan a producir predominantemente y cada vez en mayor
irtrcÁ á esPiritualestu' de producción' cesa
Al posesionarse la sociedad de los.medios producto so-
medida los efectos apetecidos. Es el salto de la humanidad del re-
o" *"?"li;';tcon.ella,el imperio del ino de la necesidad al reino de la libertad.
la producción en el seno de la produc-
los productores:'ü';"é'liaiánanté La realización de este acto que redimirá al mundo, es la misión
bre y consclen-
a una organizaciÓn planeada histórica del proletariado moderno. Y el socialismo científico, expre-
ción social deja el puesto inoiuioual v con ello' en cierto
te. cesa la lucha ff;&';üóiá dei reinb animaly se sobre-
sión teórica del movimiento proletario, es el llamado a investigar las
condiciones históricas y, con ello, la naturaleza misma de este acto,
sentido, el hombre l"r"i"áti¡vamente
de existencia' para someterse
a
condiciJtftlti*"res infundiendo de este modo a la clase llamada a hacer esta revolu-
oone a las numánát. Lás condiciones
de
ción, a la clase hoy oprimida, la conciencia de las condiciones y de
bondiciones o" uioi'u""ioli"iá."nt" le dominaban' se
vida que rodean ; ;;ñ; v qug hasta ahora la naturaleza de su propia acción.
;;#, a parti r d
"
.l*'iñ, Tt fr" :i Si:g"rmi^ilijl,;l
ái"'ti-
Jj
Escrito por F. Engels en 1877. Publicado como folleto
ó";ciente v
:in:'f; t;:iff't'lT'T
i;t üil:i;"J!;;ñ'
ieyes oe su propia actividad social' que aparte en francés en París (1880), en alemán en Zurich
vo de la naturalez;' r'"mbie como leyes naturales'
co- (1882) y en Berlín (1891), y en inglés en Londres (1802)
hasta ahora ,"
mo poderes
"rát"'ií"ti"t"t"ti'n á tu imperio' son aplicadas
"r Se publica de acuerdo con el texto de la edición alema-
"*t'"nt'"ü'Jio na de 1891. Traducido del alemán.
de la
13 cifras darán ar recto.r una noción aproximada
unas
enorme
e
cuantas
uerza expansrva
n o rm e rfuerza o i ;Ñ ii
;li aurt vqrv qrq;;,ñ
I QUe' ::::1 l;r
: cálculos de3 ";ñill,
Giffen,
"* " "'1" de producció'n' S' ""3!li1lli1
llan los modernos medios á trlanoaáscendía' en números re-
la riqueza global de il.*i¡-r.Jt"n"
dondos a: marcos
lEll-.üoo mill. de lib' est' = ++'909mill'de
1865...6.100 >>
1875...8.500 >> de medios de
que'rápresenta el despilfarro
Para dar una idea Oe to
;i"gl**:"¿liffi 3,',5':nilTil,;,tJ,üii;,1'3"'B?ñl3i
;,H,;ft Congreso ot pérdi-
seoundo
oe tezá"!;;;ü;t +ss miiionis de marcos las
21-de febrero
;;""r' toJáln"nte para la industria
das stobale, ou" tuilll :ftI'*;
iiOer-úrgica alemana
(Nota engets'¡
97
96
El MRrenrnusrr¡o nlsróRlco

Adam Schaff:
"Marx y su venganza de ultratumba" (*)

¿Qué es lo que sucede en los países socialistas? ¿Cuáles


son las causas de las convulsiones y crisis que viven, y que se
están convirtiendo incluso en una amenaza para la estabilidad de
la situación global internacional?
Por no crear una situación de suspense, como en las películas
policíacas, responderé inmediatamente a estas preguntas: los
países del socialismo real están pagando en estos momentos la
deuda que contrajeron hace 70 años, cuando se llevó a cabo la
primera revolución socialista, siendo violadas las leyes de la his-
toria y la propia doctrina del maxismo que se proclamaba. Esa
doctrina prohibía explícitamente hacer lo que se hizo. Ese fue el
pecado original del socialismo real, y, como indico en el título de
este artículo, Max se está vengando desde la tumba.
No es necesario ser maxista para aceptar la tesis que expuso
Max en 1847 en La ideología alemana: para llevar a cabo con
éxito una revolución socialista deben darse las correspondientes
condiciones objetivas (en primer lugar, el país en que se dé el pro-
ceso debe tener un alto nivel de desarrollo económico) y subjeti-
vas (un alto nivel de desarrollo de los hombres que hagan la revo-
lución). En caso contrario, como bien drjo el propio Max utilizando
un lenguaje muy jugoso, "la mierda de antes" volverá. Efectiva-
mente, volvió, y nosotros estamos sufriendo las consecuencias.
Este razonamiento, apoyado en Marx, es en realidad innecesario,
ya que nos encontramos ante cuestiones propias del sentido co-
mún. No obstante, como la Revolución de Octubre y, posterior-
mente, la exportación del modelo del régimen soviético estuvieron
muy vinculadas al maxismo, esta referencia era necesaria.
¿Era conciente Lenin, al borde de la muerte, del error que
cometió? Lo era. Precisamente todo el razonamiento teórico ex-
puesto nos hacía falta como introducción a unas palabras de
Lenin que acaban de ser citadas por primera vez por la prensa
soviética. Esas palabras se encuentran recogidas en el libro de
Boris Bazhanov Recuerdos del ex secretario de Stalin, que efec-
tivamente ocupó ese cargo hasta que huyó de la URSS en 1928.
El libro, escrito hace tiempo, fue publicado por primera vez en
99
El MnrEnrnlls¡¡o HlsróRlco
MnRto ToeR
formas. En este contexto resulta más importante y actual aún la
rnY:has personas aún'vivas'
1980, por razones de seguridad 9? más importante todavia que iniciativa de un grupo internacional de personalidades de la iz-
sentiOo
Se trata de un rinro á"JÉrtó quierda - de distintas nacionalidades y matices de opinión - que
Á""n,piérágo Gulag, de Solyenitsin' Sus se- puso oficialmente en marcha en Madrid en mayo, con la sustan-
antes iJáiít""t' Lenin recuoeró el habla'
Pocos dias He cial ayuda del PSOE, un movimiento internacional político deno-
¡ua á córrer la revolución'
cretarias te preguntá;;'il;;Lñe está en las pági- minado El socialismo del futuro. Ha surgido, pLles, una nueva
(en elorigiñal ruso
aqui lo que responO'O Lti't¡n hemos fracasado' Quisimos
internacional ideológica dotada de un arsenal mucho más rico
nás 116-117):'E;ñ"^t;ente' gracias a las experiencias negativas que hemos conocido. De
unu fórmula mágica'
construir la nueva ;;;iJ;á
;ocialista
decánas de años y muchas
"on todo corazón le deseo mucho éxito al nuevo movimiento.
Sin embargo, el pt"d;qui"'" pierda su espiritu' fe y vo-
A los maxistas les queda un consuelo: saber que Max tenía ra-
oeneraciones'
para"q"u-J óáttioo n-o de mercado' zón, y que violando sus advedencias el socialismo no puede edifi-
"r retornar
iuntad de lucha oeoe-riámoé ".ono*ía
"'iáretroced e r pa rci a m e nte'
I
carse. Las advertencias de Max siguen en pie, aunque muchas de
al cap itaI is to, u u n-q-u e-tuviés e
m-ot-
?:." ha fraca- sus tesis, como suele ocurrir con las teorías que envejecen digna-
.", de que nuestro experimento mente, han perdido su validez, al ir cambiando las condiciones del
Debemos
de que la pt'1"i"óiJiJl;
'on"ün1"s g"td no pueoe cambiarse de desarrollo social, y van pasando a los archivos de la historia de la
sado,
s or
pe, co mo g'J'" q;" 9 9 n .'-"i aun
ll isiglos' 1?:|;#: ; il :?:, lX?'i:iJ3i- ciencia. El desmontaje del socialismo realy del marxismo - leninis-
ñ't"'Oot durante Podriamos mo es una venganza de ultratumba de Max que se entiende a la
por ver si des-
za a lagente nu"uo régimen' pero estaríapoder"' perfección precisamente a la luz de sus teorías.
pués de t"r""'"' ñu'iá
"n "l poo¡i9mos conservar el
circunstancias' cuando
Stalin demostro que en determinaias poder puede (.) Adam Schaff, prestigioso filósofo polaco, comunista
semejante áventura' el
no importan tos cosies de su eiemplo. Sin embargo' disidente. Este artículo fue publicado en Página 112 el 16
conservarse. Otrolñcñás-siguíeron que inclu'so una dictadura tan de julio de 1989.
la historia na OejaOó bien claro un fenÓmeno transitorio'
cruel como r" 0"3ürii'lu"-rorrrente que en
# i;;i; iazi:n el comunista Gransci'
La historia probÓ por la Revolución de
1e18, cuanoo too'lT";ü;;;;tin"ool tóntt" El Capital"' de Marx'
Octubre, ra cariticá"oJ-';óvot'"i-on en una
o'uÁ""i]urgu;T años-más tarde' estando
Ese mismo en
fascista, f;;J;; teoria sobie el consenso social
cárcel páiá-"f éxito de la revolución
tanto que .onOi.ün "i..,JispensaOt"
socialista' ^..^^+iÁn' a'an^ñ
cuestión: cuando ese cconsenso
Y asi llegamos al quid.de la masas no existe' el régimen so-
basado en ta coricündi"
de las
."i'ñ.,"i..'ü.,0" por ra fuerza, y tarde o temprano
ciar tiene ou" caer con su
Las masas oueden hacerlo
tiene que derrumbarse' rebelión'
támbién co-n una abierta
resistencia pu'iuii"ó que se producen en los
y tenomenos
Al analizar nJ''lt"'o" que entenOer que sus crisis
no
oaises Oet sociiismo reat'fray de sus
toto tal' sino una
sisnifican u" f';;;;;iJ-sociári"to
101
100
El MnreRnlrsrr¡o n rsróRtco

APÉNDICE

índice de Obras de Marx y Engetsla

(M) = Por Marx (E) = Por Engels (M/E) : Por Ambos

a 18aa (M): Manuscritos económicos y filosóficos de 1844.


a '1845 (M): Tesis sobre Feuerbach.

a 1846 (M/E): Feuerbach. Oposición entre las concepciones materialistas e


idealistas.
a 18a7 (E): Principios del comunismo.
a 18a8 (M): Comunicado del Comité Comarcal de los Demócratas de la
Provincia Renana.
a 1848 (M): ¡¡¡Abajo los impuestos!!!
a 1848 (M/E): Manifiesto del Partido Comunista.
a 1848 (M): La burguesía y la contrarevolución. Segundo artículo,
a 18a9 (M): Trabajo asalariado y capital.
(E):Presentación de Engels (1891)

1850 (M): Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850.


(E): lntroducción de Engels a la edición de 1895.
a 1850 (M/E): Circular del Comité Central a la Liga Comunista,
a 1851 (E):Carta de Engels a Marx (21 de agosto de 185'1).
a 1851-1852 (M): El dieciocho brumario de Luis Bonaparte.
a '1851-1852 (E): Revolución y contrarrevolución en Alemania.

ta
Todas las obras pueden obtenerse en lnternet

103
EL MATERIALISMo HISTÓRCO
MARIOTOER
1873 (E): Los bakuninistas en acción: Memoria sobre el levantamiento en
de Colonia' España en el verano de 1873
1852 (E): El reciente proceso
en la lndia' Advertencia preliminar 894)
1853 (M): La dominaciÓn britaán
('1

de la lndia'
de la dominación británica 1875 (E): Carta de Engels a Auguste Bebe; (18-28 de marzo de 1875).
a 1853 (M): Futuros resultados
1875 (M): Critica alPrograma de Gotha.
a 1S54 (M): La España revolucionaria'
del People's Paper' Prólogo de F. Engels (1891)
1856 (E): Discurso en el aniversario
Engels (16 de abrilde 1856)' Carta de C. Max a W. Bracke (5 de mayo de 1875)
1856 (M): Carta de Max a
1857)' Glosas marginales al programa del Partido Obrero Alemán
Engels (25 de setiembre de
1857 (M): Carta de Max a
1875 (E): Carta de Engels a Piotr Lavrovich Lavrov (12-17 de nov. de 1875).
Ponte'
1858 (M): [Simón] Bolívar Y
Política' 1875-76 (E): lntroducción a "La Dialéctica de la Naturaleza".
a ta Crítica de Ia Economía
1859 (M): Prólogo ala ContribuciÓn
a Ia Crítica de la Economía
Política 1876 (E): El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre.
1859 (E): Carlos Max Contribución
1877 (M):Carta a Guillermo Bloss (10 de noviembre de 1877).

1877 (M): Carta al director de Otiechéstvennie Zapiski (fines de 1877)

1878 (E): Carlos Max.


de los Tra-
de la Asociación lnternacional
186a (M): Estatutos Generales 1878 (E): Viejo prólogo para el fAnti-]Dühring'. Sobre la dialéctica.
bajadores'
de los Tra- 1879 (M/E): De la carta circular a A. Bebel, W. Liebknecht, W. Bracke y otros.
de la AsociaciÓn lnternacional
1864 (M): Manifiesto lnaugural
bajadores'
Unidos de América'
Presidente de los Estados
1864 (M): A Abraham Lincoln'
y ganancia'
1865 (M): Salario, precio
1880 (E): Del socialismo utópico al socialismo cientifico.
(20 de junio de 1866)'
1866 (M): Carta de Max a Engels Prólogo a la edición inglesa de 1892
de Carlos Marx para el
(E):
I vvv \E/' Reseña
1868 del primer tomo de E/ Capitat
a 1881 (M): Proyecto de respuesta a la carta de V. l. Zasulich.
oáÁoxrat¡scihes Wochenblatt'
a 1 882 (E): Carta a Carlos Kautsky (12 de septiembre de 1882).

1883 (E): Discurso ante la tumba de Max.

1884 (E): El origen de la familia, la propiedad privada y el estado.


en Francia
1871 : (M): La guerra civil
de la 1884 (E): Max y la Neue Reinische Zeitung (1848-1849).
de la ConGrencia de Delegados
a
1871 (M/E): De las resoluciones los Trabajadores'
Asociación intárnacionat de a 1885 (E): Contribución a la historia de la Liga de los Comunistas.

1873 (E): De la autoridad' 1886 (E): Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana.

105
104
Mnnto ToeR

Kelley-Wischnewetzky (28
de diciembre de
1886 (E): Carta a Florence
1 886).
en la historia'
1888 (E): El papel de la violencia

de 1890)'
Konrad Schmidt (5 de agosto
o 1890 (E):Carta de Engels a
de 1890)'
Otto von Boenigk (21 de agosto
a 1890 (E): Carta de Engelsa
de 1890)'
a José Bloch (21 de septiembre
a 1890 (E): Carta de Engels
de 1890)'
Konrad Schmidt (27 de octubre
a 1890 (E): Carta de Engels a
utópico al
de 1892 de Delsocialismo
1891 (E): Prólogo a la edición inglesa
a
' socr,a/ismo cientifico'
Gotha'
allibro Critica alPrograma de
a 1891 (E): Prólogo de F' Engels
de 189'1)'
a Karl Kautsky (23 de febrero
a 1891 (E): Carta de Engels
Marx'
guerra civil en Francia de Carlos
a 1891 (E): lntroducción a La
programa socialdemo-
crítica del proyecto de
a 1891 (E): Contribución a la
crata de 189'l '
de la
alemana de 1892 de La situación
t892 (E): Prefacio alaZa'edición
clase obrera en lnglaterra'
(24 de febrero
1893 (E): Carta de Engels
a Nikolai Frantsevich Danielson
de 1893)'
(14 de julio de 1 893)'
a 1 893 (E): Carta
de Engels a FranzMehring
('17 de octubre
a f AgS (E): Carta de Engels
a Nikolai Frantsevich Danielson
de 1893)'
(25 de enero de 1894)'
¡ 1894 (E): Carta de Engels a W' Borgius
"Los bakuninistas en acción"'
¡ '1894 (E): Advertencia preliminar al artículo
y Partido Socialista'
o 1894 (E): La venidera revolución italiana el
y Alemania'
¡ 1894 (E): El problema campesino en Francia
de c/ases en Fran-
o 1895 (E): lntroducción aMarx' la edn' de 1895 de Las luchas
c¡a de tA¿A a 1850 de
(1 1 de mazo de 1895)'
¡ 1895 (E): Carta de Engels a Werner Sombart
106

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