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REV1SION DE LA LITERATURA

SÍNDROME PILÓRICO
Dr. Silvio R. Zúñiga (*)

SUMARIO con que se egresan los pacientes, se ha visto obli-


gado a buscar un numeral en donde encasillarlo ya
En la siguiente comunicación clínica: que el "Manual de la Clasificación Estadística In-
ternacional de Enfermedades, Tratamientos y Cau-
1. Se pretende justificar la existencia del Síndro- sas de Defunción" editado por la Organización
me Pilórico Mundial de la Salud no codifica tal síndrome; de
los Numerales 531a 537 se enlistan las enfermeda-
2. Se suministra el cuadro sintomatológico que des del estómago y del duodeno y, existiendo bajo
lo caracteriza el subnumeral 537.8 el título "Otros trastornos
del estómago y duodeno", se ha escogido tal nú-
3. Se mencionan los medios por los cuales se mero para codificar tales egresos. Creemos que lo
determina la existencia de una obstrucción anterior es una prueba más de la falta de universa-
mecánica que lo ocasiona, con miras a precisar lidad del término.
su ubicación, su probable naturaleza y las con
secuencias sistémicas que trae consigo. Más de algún colega ha manifestado que tal
síndrome es creación nuestra. Tal adjudicación
4. Se dan las causales acorde a la situación de la carece de verdad. Lo que talvez refleje la realidad
obstrucción productora del mismo. es que lo hemos divulgado, sobre todo en el medio
estudiantil y en ellos hemos hecho énfasis en la
5. Se proporciona el tratamiento del síndrome identificación del mismo. Prueba que no tenemos
en sí y se esboza el tratamiento etiológico. la paternidad de tal término está en un artículo
aparecido en 1984 en una revista médica Chilena
JUSTIFICACIÓN que publica un estudio endoscópico de casos
afectos de lo que sus autores titulan "Síndrome
En la terminología médica vernácula se ha po- Pilórico", con la acepción que nosotros le damos;
pularizado el nombre de SÍNDROME PILÓRICO y en ese mismo artículo refieren otra publicación
la enunciación de su existencia en un determinado sobre el mismo síndrome y que apareció en 1976
paciente conlleva la significación que en el mismo (1)
están presentes las manifestaciones clínicas indica- Ante la falta de su reconocimiento mundial
doras de un impedimento de la evacuación gastro- ¿debemos olvidarnos de ese diagnóstico
duodenal normal. La aseveración de su presencia sindrómico y conformarnos con su exclusión?
conduce a un diagnóstico sindrómico, lo que redu- Nuestra respuesta es negativa. Sin ser creadores de
ce el amplio campo de enfermedades, pero implica tal término, justificamos su vigencia con el
la obligatoriedad de efectuar un estudio que con- siguiente razonamiento.
duzca a un diagnóstico etiológico.
Cuando en una determinada ciudad existe una
No hemos logrado hallar referencia de tal . calle sin nombre, no se puede dirigir a alguien para
síndrome en los libros de texto y no está consig- que vaya precisamente a ella. Si le damos nombre
nado ese término en el Index Medicus. El Depar- a esa calle ignota, el interesado podrá recorrerla y
tamento Estadístico del Hospital-Escuela, ante la hallar la dirección que él busca. Su investigación
frecuencia del diagnóstico de Síndrome Pilórico no tendrá que ser hecha en toda la ciudad; solo
tendrá que afanarse en la calle que se le ha indicado.
Su búsqueda se minimiza. Con el símil que hemos
(*) Profesor de Diagnóstico Quirúrgico esbozado queremos significar que al decir que es-
Facultad de C. C. M. M., U. N. A. R
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tamos ante un síndrome pilórico aseguramos cono- El síndrome establecido nos dará el siguiente
cer cual es la calle en que está la patología de un cortejo sintomatológico suministrado por el pa-
determinado paciente. Habrá que recorrerla para ciente. El nos dirá que usualmente no tiene moles-
lograr precisar la dirección, es decir, la causal del tias en ayunas, al estar su estómago vacío, y que
síndrome. las mismas entran en escena al ingerir alimentos.
Su calvario se inicia con la progresiva repleción de
Este síndrome, como tantos otros (Síndrome su estómago. Empieza a experimentar distensión
de Obstrucción Mecánica de Intestino, Síndrome abdominal que pronto será Seguida de incomodi-
Ictérico, Síndrome de Hipertensión Intracraneana), dad, dificultad respiratoria, eructos y dolores
conduce al conocimiento de las manifestaciones abdominales superiores de tipo cólico. Podrá ase-
que están presentes en un determinado caso y que verar que siente la movilización de una masa en la
son la consecuencia de un específico mecanismo parte superior del abdomen y, en determinados
fisiopatológico, pero sin precisar su etiología. El casos, asegurará haber visto la movilización de una
análisis concienzudo de la información clínica y masa que se traslada de izquierda a derecha
de la ayuda que rindan los exámenes complemen- Su incomodidad va en progreso, sobreviene náu-
tarios nos facultará a darle un apellido etiológico sea y, finalmente, lo conduce a un vómito es-
y así, por ejemplo, podremos decir que un paciente pontáneo y con tal ocurrencia el via crucis ter-
adolece de un "síndrome pilórico debido aun ade- mina. Tal experiencia final hace que el paciente en
nocarcinoma del antro gástrico". La ventaja de ocasiones futuras no espere el vómito espontáneo
descubrir la existencia del síndrome es que la inves- y para acelerar la desaparición de sus molestias
tigación de sus causales se reducen, precipita la ocurrencia del vómito por medio dé la
provocación digital del mismo. Este cuadro, para
Boyd y Goldstein (2) usan el término "Obs- tener la validez de síndrome pilórico, debe ocurrir
trucción Pilórica". queriendo significar lo que noso- con cada ingesta alimentaria, de modo que en el
tros llamamos síndrome pilórico, ya que manifies- día se repetirá el número de veces que el paciente
tan que aquella es causada por un estrechamiento lleve alimentos a su estómago.
mecánico del sifón gástrico y que el obstáculo
puede estar en el antro, en el píloro, en el bulbo Existe, además, una variante progresiva: ini-
duodenal o en el área postbulbar. Ellos establecen cialmente tal cuadro se presenta únicamente con
la diferencia entre la obstrucción pilórica y la ato- la ingesta de alimentos sólidos, lo que lo obliga a
nía gástrica secundaria a la falta de acción propul- omitirlos y utilizar alimentos blandos y líquidos;
sora causada por una condición distante o luego se presenta con los sólidos y blandos y, por
sistémica, como la uremia. último, aún con los alimentos líquidos. Pero en
cualquiera circunstancia, siempre son
Un obstáculo que perturbe el tránsito diges- postprandiales.
tivo puede ocasionar dos síndromes diferentes,
de acuerdo a la altura de su situación: si existe Habrá variante, asimismo, en el momento en
un obstáculo mecánico desde el antro gástrico que ocurre el vómito y en las modificaciones que
hasta el ángulo duodenoyeyunal se producirá un presenta el alimento regresado. En los estados
síndrome pilórico; si el obstáculo está distal al eméticos puramente irritativos que se originan
mencionado ángulo se establecerá una obstrucción centralmente en el cerebro o periféricamente en
mecánica del intestino. Cada uno de ellos tiene una el tracto digestivo, el vómito consiste en la devo-
gama sintomatológica propia. De ahí la justifica- lución inmediata del alimento recientemente inge-
ción de su separación. rido. En el período de descompensación, cuando
ocurre la verdadera extasis gástrica, la emesis aconte-
ce más tardíamente. Cuando suceden inmediatamen-
te a su ingesta, los alimentos devueltos casi no pre-
CUADRO CLÍNICO sentan modificación; cuando son tardíos, los ali-
mentos vomitados estarán parcialmente digeridos
Si aceptamos la definición de síndrome que o deteriorados. En este último caso el paciente
da el Diccionario Médico de Dorland (3) como "el podrá observar la presencia en el vómito de ali-
complejo de síntomas que unidos ocurren en un mentos tomados en un tiempo de comida ante-
estado morboso", tendremos que determinar cua- rior o, aún más, en el día precedente, testimonio
les son las manifestaciones concurrentes en el sín- de la extasis gástrica. Lo anterior guarda relación
drome objeto de esta comunicación.
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con el grado de dificultad evacuatoria, con el tiem- ción deja la impresión de que solo se utiliza un vaso
po en que ha estado presente la dificultad y con la de agua, hecho que no es cierto. Según Haubrich
disminución de la tonicidad gástrica. (4) deben utilizarse 150 a 300 mi. de agua de soda;
nuestra experiencia nos ha demostrado que se pue-
La cuantía de lo vomitado suele tener con- de utilizar agua simple con los mismos resultados;
cordancia con el volumen de lo ingerido. Con el además, no fijamos una cantidad de líquidos a inge-
progreso de la condición el estómago se vuelve rir y queriendo distender al máximo al estómago,
retencionista y no todo lo ingerido es devuelto invitamos al paciente que ingiera agua hasta que la
postprandialmente, pero en un vómito siguiente tolere. Después de ello colocamos al paciente en
a otra ingesta el volumen vomitado puede ser posición de Fowler, descubrimos su abdomen y
mayor al de la reciente ingesta, bien por la agre- procuramos que haya luz incidente para detectar
gación de material antes deglutido o bien por la más fácilmente cualquiera manifestación abdomi-
suma de las secreciones gástricas mezcladas con los nal. En caso que la prueba sea positiva, en el perío-
alimentos. do de espera podremos observar la contractura
total del estómago que de línea todo su perímetro
Otra variable se refiere a la presencia de sangre o, mejor aún, la producción de ondas visibles diri-
fresca o transformada mezclada con los alimentos. gidas transversalmente de izquierda a derecha en la
El color guardará relación con el que tengan los parte superior del abdomen, manifestación de los
alimentos pero en algún caso puede ser constante- intentos del estómago para hacer progresar el agua
mente amarillo, lo que tendrá una significación hacia el duodeno. Esta prueba evidencia la existen-
semiológica importante si se prueba que tal condi- cia de un obstáculo gastroduodenal y se logra pa-
ción es producida por bilis. El sabor que deja el tentizarla cuando hay escasez del panículo adiposo.
paso del material vomitado puede ser ácido o ran-
cio. Los datos anteriores podrán utilizarse para En el período de atonía gástrica el examen
encaminar el diagnóstico causal del síndrome o del abdomen puede revelar determinadas compro-
para ubicar la localización del obstáculo. baciones, aunque el paciente esté en ayunas. Como
tales se puede mencionar el aumento del área gás-
Cuando se llega a estados avanzados de obs- trica con incremento del timpanismo del órgano,
trucción se agregan al síndrome manifestaciones testimonios ambos de la dilatación gástrica. Igual-
significativas: mal sabor, lengua saburra!, sed, mente se podrá comprobar el bazuqueo, chapoteo
oliguria, debilidad progresiva, indiferencia, cefalea, o sucusión gástrica: la movilización brusca de dere-
lasitud y postración. Consecuencia lógica es que al cha a izquierda y viceversa de la parte inferior del
intestino llegue cada vez menor cantidad de alimen- tórax producirá auditiva y palpatoriamente la sen-
tos y, en última instancia, solo logran pasar líqui- sación de una mezcla de líquidos y gas, como la
dos que son absorbidos y no dejan restos. De ello que se provoca al agitar transversalmente una am-
se desprenden dos consecuencias; las defecaciones plia botella a medio llenar de líquido. También
se vuelven progresivamente más distantes y el pa- puede percibirse tal fenómeno aplicando el pabe-
ciente cae en un déficit nutricional que lo hace llón del estetoscopio en el epigastrio y agitando
perder peso en forma gradual. Si el paciente desa- suave pero abruptamente el abdomen en el sentido
rrolla sitofobia se aumentará la desnutrición. lateral.

Todo lo anterior constituye el cortejo sinto- Es rara la constatación de una masa abdomi-
matológico que acusan los pacientes que se inclu- nal y ello es debido al escaso tamaño que suele te-
yen en este síndrome. ner el obstáculo productor del síndrome y, princi-
palmente, porque puede estar enmascarada por la
distensión gástrica. En los niños es frecuente perci-
EXAMEN FÍSICO bir la "oliva" pilórica.
Cuando aún el paciente no ha llegado al esta- En casos avanzados la deshidratación se evi-
do de vencimiento gástrico y estando el estómago dencia por sequedad de la boca y por la pérdida de
vacío, el examen físico del abdomen puede ser la turgencia de la piel (signo del lienzo húmedo)
negativo por anormalidad. Para evidenciar hallaz-
gos habrá que recurrir a una experiencia provoca- Pueden haber signos de avitaminosis en la piel y en
tiva que impropiamente se llama "Prueba del vaso las mucosas. Por efecto de la alcalosis metabólica
de agua" y se dice lo anterior porque su enuncia- pueden observarse tetania que puede progresar a
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convulsiones, hipopnea, hipertonicidad muscular completamente libre de líquidos y de restos


e hiperreflexia. alimentarios. Para ello, en la noche anterior se lava
el órgano con solución salina normal utilizando un
DIAGNOSTICO tubo gástrico grueso para lograr extraer los restos
sólidos y tal lavado se continúa hasta que la solu-
El diagnóstico del Síndrome Pilórico se basa ción regresa limpia; a continuación se coloca una
exclusivamente en los datos clínicos que suministra sonda de Levin y por toda la noche se instala suc-
el paciente. El cuadro es tan típico en sus manifes- ción gástrica continua; al enviarse a Rayos X debe
taciones que su existencia no puede ser ignorada retirarse tal sonda. Esta precaución de limpieza es
por el sucesivo acumulo de síntomas que progresi- igualmente aconsejable antes del examen
vamente van entrando en escena. Solo habrá que gastroscópico.
tenerse cautela en no confundir los vómitos
postprandiales con una regurgitación esofágica por Fluoroscópicamente puede comprobarse una
obstáculo distal de este segmento digestivo, la cual peristalsis gástrica muy activa, seguida de un inter-
podrá ser eliminada por datos semiológicos elemen- valo de inactividad motora, lo que sugiere la exis-
tales. tencia de una obstrucción orgánica. Puede, igual-
mente, demostrar la presencia de un estómago dila-
Una vez establecida la presencia del síndrome, tado con atonía, lo que inclina a creer que se está
el mismo debe ser confirmado con la demostra- en la fase de descompensación gástrica. En cuanto
ción de una obstrucción distal y es imperioso inves- mayor sea la dilatación estomacal, mayor es la
tigar sus consecuencias. Esto puede ser efectuado posibilidad de una estenosis orgánica; la causa
por los medios complementarios que a continua- benigna da mayores dilataciones que la causa ma-
ción se mencionan. ligna.
ASPIRACIÓN GÁSTRICA. Prueba sencilla de la Otra información significativa es el tiempo en
existencia de retención gástrica es la aspiración de que el bario es retenido en el estómago. Normal-
un volumen apreciable de contenido gástrico proce- mente el bario es evacuado del mismo en un pe-
dente de un órgano que se supone debe estarvacío. ríodo de 2 horas. En ciertas condiciones no obs-
Se dice que existe un volumen anormal cuando de tructivas puede prolongarse esta permanencia pero
un estómago en ayunas se obtienen más de 100 mi. lo hace por períodos máximos de 4 a 6 horas y la
de líquido; se da como cifra máxima normal a la cantidad retenida es muy moderada (influencias
cantidad de 30 mi. Igualmente será prueba de psíquicas, uso de drogas como el opio o
retención gástrica la constatación en el aspirado de anticolinérgicos o vagotomía) Si en las placas
partículas alimentarias. tomadas 8, 12 ó 24 horas después de la ingesta de
bario se comprueba la persistencia de una fracción
PRUEBA DE LA CARGA SALINA Para objetivar considerable del contraste en el estómago, es casi
la retención gástrica y evaluar el grado de obstruc- cierta la existencia de una obstrucción orgánica
ción se puede recurrir a esta prueba. A través de la en el píloro o en sus cercanías.
sonda nasogástrica se pasan durante 3-5 minutos
700 mi. de solución salina normal a la temperatura Radiología, como antes se dijo, puede precisar
ambiente; a continuación se pinza la sonda y 30 el sitio de la obstrucción y, además, por las caracte-
minutos después se aspira el contenido gástrico y rísticas de la causa obstaculizante el Radiólogo po-
se registra el volumen residual de solución salina; drá opinar sobre su probable etiología.
la recuperación de más de 350 mi. señala la existen-
cia de obstrucción (5)
k ENDOSCOPIA. Avance apreciable en el diagnósti-
RADIOLOGÍA. El estudio fluoroscópico y radio- co de varias afecciones ha traído la incorporación
gráfico es útil en dos sentidos: es una evidencia de la endoscopía en el armamentarium de exáme-
confiable de la existencia de una obstrucción dis- nes complementarios. Particularmente beneficiada
tal y, más importante todavía, precisa sitio, sugiere ha sido la Gastroenterología.
probable naturaleza y extensión de la lesión obs- En el síndrome pilórico presta considerable
tructiva. ayuda la gastroduodenoscopia pues, además de
Para que pueda suministrar resultados valede- confirmar las consecuencias de una obstrucción
ros es imperioso enviar al paciente con el estómago gástrica distal o duodenal retención de líquidos
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en ayunas,, dilatación del órgano, hiperperistaltis- que existen diferencias entre ambas (Fig. 1): las
mo o atonía gástricas, permanencia de alimentos), concentraciones de cloruros en la secreción gás-
localiza la obstrucción y da los caracteres ma- trica excede a las del plasma y lo mismo ocurre
croscópicos de la misma (1)Aún va más adelante: con el potasio; los bicarbonatos no existen en el
en la mayoría de los casos está indicada la toma de jugo gástrico y el sodio se reduce a menos de la
una biopsia y si ella ha sido obtenida del sitio ade- mitad en el mismo. Si ocurre una obstrucción
cuado Patología vendrá, finalmente, a resolver el en el píloro o antes de él, los vómitos producirán
problema causal. Se recuerda la necesidad de en- una elevación de HC03 y una disminución de Cl y
viar al paciente donde el Endoscopista en condi- de K en el plasma, con pérdida menor de Na. Para
ciones adecuadas para lograr una información compensar este efecto alcalósico el riñon excreta
verdadera.
Maggiolo et al. (1) hicieron un estudio pros-
pectivo y comparativo de los resultados obtenidos
por medio de la endoscopía y por medio de la ayu-
da radiológica en un mismo grupo de pacientes
afectos de síndrome pilórico. Él resultado del
mismo fue el siguiente:
1) La Endoscopía efectuó un diagnóstico co-
rrecto en el 87o/o, equivocado en el 2,8o/o y en el
resto fue insuficiente debido a la obstrucción y a
la deformación que no permitió una observación
apropiada.
2) La Radiología dio un diagnóstico correcto
en el 50o/o, equivocado en el 30,5o/o e insuficien-
te en el 19,5o/o.
Para los informantes "el diagnóstico radioló-
gico en la etiología del síndrome pilórico es solo de
presunción por ser un método indirecto"; en cam-
bio, "la endoscopía permite el diagnóstico de cer-
teza por visión directa de la lesión y obtención de
biopsiaspara estudio histopatológico".

DESEQUILIBRIO HIDROELECTROLITICO. La
deshidrataciòn es fácilmente comprensible pues un
individuo con síndrome pilórico continúa teniendo
sus pérdidas sensibles e insensibles de líquidos, a
las que se suma el hecho que está vomitando, con
lo que pierde líquidos secretados hacia tubo diges- cationes Na y K en forma de bicarbonato y para
tivo superior y no logra hacer pasar al intestino lograrlo arrastra agua, lo que agrava la deshidra-
una adecuada cantidad de líquidos para su absor- tación; la depleción del K circulante hace que el
ción y utilización. De la unión de todos estos fac- K deje el espacio intracelular y la pérdida de este
tores tiene que resultar un déficit acuoso con electrolito se aumenta con la desintegración de la
hemoconcentración y uroconcentración. proteína celular condicionada por la inanición.
Como resultado de la reducción de la filtración
La comparación del contenido electrolítico glomerular debida a la disminución del volumen
del plasma sanguíneo y del jugo gástrico de un in- de sangre circulante, la función renal se perturba
dividuo normal es significativa. Si ambas composi- y se produce una retención de nitrógeno que con-
ciones iónicas fueran iguales la ocurrencia de un duce a una azoemia prerrenal. Estos cambios elec-
síndrome pilórico resultaría en una simple pérdida trolíticos se grafican en la Fig. 2. Por lo anterior-
electrolítica y no en un desequilibrio. Pero ocurre mente expuesto, en estados avanzados se estable-
cerá el ejemplo clásico de alcalosis hipoclorémica e
hipocalémica.
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trucción, se desarrolla una serie de circunstancias


que hacen incompatible la vida.
OTROS EXAMENES. Es necesario tener informa-
ción del estado hematológico del paciente; la cons-
tatación de anemia una vez rectificada la
hemoconcentración probablemente obedezca a la
causa del síndrome y menos frecuentemente es
consecuencia del mismo. Debe ordenarse la
cuantificación de la química sanguínea,
especialmente nitrógeno ureico y de proteínas
séricas. Es aconsejable un uranálisis, especialmente
para determinar su pH y su gravedad específica,
datos que podrán servir como base comparativa del
tratamiento instituido. Es conveniente efectuar la
acidimetría del líquido aspirado del estómago pues
tal prueba puede ser guía hacia la etiología del
síndrome (hiperacidez en la úlcera duodenal, hipo o
aclorhidria en el adenocarcinoma gástrico); debe
completarse esta prueba utilizando un estímulo
secretorio. Debe investigarse la presencia de sangre
oculta tanto en el aspirado gástrico como en las
heces. Debe aprovecharse la colección del aspirado
Fig. No. 2.- Secuencia de Trastornos electrolíticos en el para ordenar una citología exfoliativa y, en
Síndrome Pilórico. determinados casos, investigar la presencia de
bilis en el mismo. El ultrasonido no tiene mayor
utilidad en la mayoría de las oportunidades pero sí
La alcalosis metabólica se considera la anor- estará aconsejado su uso cuando clínicamente se
malidad clásica en la estenosis pilórica hipertró- constate una tumoración extragástrica, con el fin
fica pero, conforme información de Touloukian de lograr su ubicación y probable naturaleza; sin
y Higgins (6), recientes experiencias sugieren ha- embargo, información reciente da datos positivos
llazgos electrolíticos atípicos que retardan el esta- sobre su uso en la estenosis pilórica hipertrófica
blecimiento del diagnóstico correcto; en los perío- (7) y, además, sobre el aspecto sonográfico resul-
dos iniciales de la obstrucción los electrólitos tante de la operación (8) Turnell y Wilson, (9)
séricos pueden ser normales y el HC03 puede ser informan que en una serie de 100 niños estudiados
menor que las cifras establecidas como normales; sonográficamente, solo hubo 2 falsos-negativos y
los efectos de la pérdida de iones H, que trae con- ningún falso-positivo, lo que evitó una cirugía inne-
sigo la elevación del HC03, precede a la alteración cesaria. Probablemente semejantes consideraciones
de los otros electrolitos séricos. habrá que hacer con la tomografia. Excepcional-
mente tendrá que recurrirse ala arteriografía selec-
Si la obstrucción radica en el duodeno, espe- tiva en aquellos casos que se crea que la causa del
cialmente por abajo de la desembocadura de la síndrome sea arterial (pinza mesentérica)
Ampolla de Vater, las pérdidas electrolíticas arriba
mencionadas continúan siendo ciertas, pero a las
mismas se agregan apreciables salidas de bicarbo- CAUSAS
natos pues junto con las secreciones duodenales
se producen cuantiosas eliminaciones de bilis y de Con fines prácticos y con objetivos docentes
jugo pancreático, que son intensamente alcalinos. hemos acostumbrado a distribuir las causales del
síndrome en tres apartes, A lo largo de esta comu-
El catabolismo inducido por la inanición pue- nicación se ha repetido que el síndrome pilórico
de conducir a la ketonemia. obedece a una obstrucción localizada en la parte
distal del estómago, en el píloro mismo o después
Si no se efectúa corrección de la de él, lo que expresado de otra manera significará
deshidratación, si no hay rectificación del que la causa puede ser prepilórica, pilórica o post-
progresivo desequilibrio electrolítico y si no hay pilórica. La ventaja de esta división radica en que
alivio de la obs- una vez que se ha ubicado el sitio de la lesión solo
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se tendrán que analizar las probables causas que En este mismo grupo se incluye al pólipo gás-
suelen presentarse en ese determinado sector, olvi- trico pediculado. Este puede ser de variada carac-
dándose de los otros que no entran en escena En terística histológica pero en cualquier circunstancia
cada uno de ellos la obstrucción puede ser de ori- actúa intraluminalmente pues teniendo el pedículo
gen congénito o adquirido y, al considerar el tubo una implantación parietal distante al píloro, por el
mismo, la causante del impedimento del libre trán- peristaltismo el pólipo mismo es empujado hacia el
sito puede ser intraluminal, parietal o extrínseca píloro, en donde actúa como tapón, siendo de ori-
En la mayoría la evolución será crónica. gen parietal obstruye al canal pilórico intraluminal-
mente.
Tomando en cuenta lo anteriormente expues-
to, se ha confeccionado un cuadro esquemático de De acuerdo con Bockus (ll) un cuerpo extra-
causales (10) (véase Cuadro No. 1) ño deglutido raramente produce obstrucción pilo-
rica: si es pequeño y no es puntiagudo, no sufre
detención en el tracto digestivo y es defecado; si
es puntiagudo perfora la pared provocando un abs-
ceso o un granuloma; si es de mayor volumen se
detiene en el esófago. Un objeto pequeño y redon-
deado puede producir el síndrome cuando previa-
mente existe una estenosis pilórica parcial que por
sí no produce manifestaciones obstructivas; la lle-
gada de este cuerpo extraño completa la obstruc-
ción (semillas de ciruela pasa, cascaras de frutas,
detritus alimentarios, pìldoras medicinales que
no se disuelven en el estómago) e inicia el síndrome.
Los bezoares usualmente forman una masa única
que raramente producen obstrucción pilórica, a
menos que una fracción de dicha masa se desprenda
y tapone el antro o, si logra pasarlo, puede llegar
hasta la válvula ileocecal donde se detiene y produ-
ce una obstrucción mecánica del intestino.

Según Berk (12), el prolapso de la mucosa a


través del píloro frecuentemente se observa en pa-
cientes asintomáticos y estima que cuando apare-
cen manifestaciones éstas probablemente son debi-
das a un desorden asociado, particularmente a una
úlcera duodenal.

La tuberculosis gástrica, aisladamente o como


Se estima que la incidencia de la estenosis parte de una tuberculosis abdominal, es una rara
pilórica como complicación de cualquier tipo de causa de obstrucción pilórica (13) y otro tanto
úlcera péptica ocurre alrededor del 2o/o (4) y que puede aseverarse de la tuberculosis duodenal.
la úlcera duodenal acapara la mayoría de ellas. Cuando ocurre puede ser condicionada por un
granuloma o por una cicatrización de una ulcera-
Llamamos la atención que entre las causas ción previa. En un informe que publicamos sobre
prepilóricas se ha colocado la estenosis cicatrizal; 86 casos de tuberculosis abdominal en nuestro
con ello queremos referirnos, principalmente, a la medio (14) no hubo localización gástrica de la en-
estenosis consecutiva a la cicatrización de una úlcera fermedad y solo en dos instancias (2,32o/o) mos-
péptica antral, debe incluirse en este rubro la traron localización granulomatosa en duodeno que
estenosis cicatrizal que ocurre en la neoboca de la produjeron el síndrome, en contraposición de las
gastroyeyunostomía, de la gastroduodenostomía o ubicaciones granulomatosas y cicatrizales en intes-
de la píloroplastia y que se ínstala después de la tino que produjeron una obstrucción mecánica del
respectiva cirugía. mismo en el 23,25o/o.
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El píloro espasmo, por sí solo, es una causa Goldstein (2) encontraron en 217 casos observados
muy improbable del síndrome pues entra en ac- en el Hospital Wadsworth de Los Angeles, E. U. A.
ción en forma irregular y no se cumpliría con el (Cuadro No. 2):
requisito de hacerse presente en forma constante
después de cada tiempo de comida y, además, Información similar procedente de Gran Bre-
cuando ocurre no se mantiene permanentemente taña dan Balint y Spence (4): en 118 casos la úlcera
ya que, temprano o tarde, cede y deja pasar los péptica fue duodenal en 95 oportunidades y
alimentos; su intervención es real cuando existe gástrica en 7; el resto de los casos fueron motivados
una obstrucción orgánica parcial (edema inflama- por cáncer gástrico o por otra causa.
torio periulceroso, deformidad cicatrizal postul-
cerosa) a la que se suma el espasmo e intensifica
laestenosis(15) En los casos de Chile informados por Maggio
lo et al. (1) se observa igual predominio: las úlceras
En el cuadro antes expuesto se han incluido pépticas tomaron el 57o/o y el cáncer gástrico el
causales que, aún siendo ciertas, tienen una fre- 40o/o, cifra esta última que la considera muy
cuencia muy escasa. En nuestra vida médica solo superior a la señalada por autores extranjeros y que
hemos tenido un caso de heterotopia pancreática aseguran que es debida a la alta frecuencia de cán-
de localización antral (16) y otro de estenosis cer gástrico en su medio.
pilórica hipertrófica del adulto (17) No tenemos
conocimiento que en nuestro ambiente medico se
haya encontrado caso alguno de Enfermedad de Queriendo tener una imagen panorámica de
Crohn, de Gastroenteritis Eosinofìlica o de las causales del síndrome pilórico en el nuestro, he-
Granuloma Eosinofílico. Como nuestra actuación mos acudido al Departamento de Estadística del
profesional se efectúa en adultos, desconocemos la Hospital-Escuela de Tegucigalpa, Honduras, y he-
frecuencia de las condiciones congénitas que lo mos solicitado los protocolos concernientes al sín-
pueden provocar pero tenemos la creencia que a drome que ocurrieron en el Sector Médico-Quirúr-
la cabeza de ellas va la Hipertrofia Congénita del gico de Adultos durante los años que incluyen y
Píloro. van de 1980 a 1986. Con la información obtenida
hemos logrado confeccionar los resultados de las
En la literatura foránea las dos causales más causales comprobadas que se detallan en el Cuadro
frecuentes del síndrome pilórico son la estenosis No. 3:
cicatrizal por úlcera péptica (gástrica o, mejor,
duodenal) y la obstrucción ocasionada por cáncer,
en ese orden prioritario. Testimonio de lo anterior
es la etiología de obstrucción pilórica que Boyle y
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De conformidad con la comprobación ante- tante, existen medidas generales que de inicio y
rior, que ya era sospechada por nosotros, tenemos sin importar la causante deben tomarse en benefi-
que concluir que en nuestro medio las dos causales cio del paciente. A continuación del mismo deberá
que encabezan la lista del síndrome pilórico son instituirse el tratamiento etiológico.
extranjeras pero con una inversión estadística de
prioridad: es mas frecuente la causa maligna que la
benigna, obviamente por manifiesto predominio MEDIDAS GENERALES
del cáncer gástrico.
ALIMENTACIÓN ORAL: Esta podrá ser permitida
En uno u otro caso, siendo ellas las principa- de acuerdo al período de intolerancia en que se en-
les causales del síndrome, surge la necesidad de cuentre el paciente: si solo los alimentos sólidos
establecer sus características y para ello es de producen el síndrome, se proscribirán los mismos;
ayuda el cuadro diferencial que nos ofrece Hau- si se presenta con los alimentos sólidos y blandos,
brich (4) (véase Cuadro No. 4). solo se permitirán los líquidos; si aún los líquidos
no son tolerados, se prohibirá la ingesta oral de
alimentos y se alimentará al paciente por vía
parenteral.
SUCCIÓN NASOGASTRICA Si se está ante un
estómago con gran cantidad de secreción y reten-
ción alimentaria o se ha llegado a la fase de atonía
gástrica con cuantiosa dilatación del órgano, habrá
que instituir la succión nasogástrica continùa.
Después que se ha mantenido la descompre-
sión gástrica durante 48-72 horas, deberá repetirse
la prueba de la carga salina. Si ésta indica mejoría
suficiente, deberá retirarse la sonda e instituir una
dieta líquida y, de ser tolerada, se puede permitir
la ingestión de alimentos blandos y sólidos en for-
ma gradual, de acuerdo a la tolerancia que se pre-
sente (18)
RESTITUCIÓN DE LÍQUIDOS Y ELECTRO-
LITOS. De entrada y mientras se obtiene un
ionograma sérico, se transfundirá un suero libre de
electrólitos (soluciones glucosadas) que iniciará la
corrección de la deshidratación. Tan luego se
tenga la información laboratorial se comenzará el
En frecuencia, la segunda causal fue la úlcera tratamiento correspondiente al déficit con el fin
péptica y en ella se cumplió la información mun- que en forma progresiva logre el restablecimiento
dial pues, con mucho, la de ubicación duodenal se hidroelectrolítico. Simultáneamente 9e
llevó la mayoría de los casos (81,81o/o) En los establecerá un control de la variedad y cantidad de
protocolos analizados en todos y sin importar su líquidos suministrados (sueros) y excretados (orina
ubicación, el mecanismo productor del síndrome y succión gástrica) durante las 24 horas.
fue la estenosis cicatrizal.
Deberán hacerse reevaluaciones periódicas del
En el caso de carcinoma vesicular, por rela- estado electrolítico para determinar la bondad
ciones anatómicas conocidas, hubo infiltración del tratamiento, la corrección progresiva y, final-
neoplàsica de la primera porción del duodeno, a mente, el mantenimiento del equilibrio.
la que estenosis
OTROS. Si hubiera anemia manifiesta habrá de
Las otras causales no ameritan comentario. ser tratada con transfusiones de sangre y si hubiera
trastorno por carencia de vitaminas, tendrán que
TRATAMIENTO ser suministradas l Si se presentan
El tratamiento del síndrome pilórico debe
ser dirigido hacia la causa que lo provoca. No obs-
248 REVISTA MEDICA HONDUR. VOL. 55 - 1987

manifestaciones de hipo o disproteinemia se podrá medio de una derivación (gastroyeyunostomía


recurrir a las transfusiones de plasma. pero con conservación total o parcial de la lesión
original); dentro de esta misma categoría de ciru-
Mientras se obtiene la corrección de las condi- gía paliativa debe incluirse la yeyunostomía que se
ciones antes mencionadas se dispone de la oportu- debe emplear en los casos que la lesión originaria
nidad de profundizar el estudio para determinar del síndrome se haya extendido proximalmente en
el sitio y la naturaleza de la obstrucción causante el estómago y que no deje oportunidad de una
del síndrome. derivación gastroyeyunal. En caso de úlcera pép-
tica duodenal estenosante, fuera del alivio de la
TRATAMIENTO ULTERIOR obstrucción del tránsito (píloroplastìa o, mejor,
gastroyeyunostomía) debe efectuarse una
Este debe ir dirigido hacia la causante del vagotomía.
trastorno obstructivo.
En unos pocos casos (por ejemplo, obstruc- En determinados casos la cirugía deberá ser
ción por edema peri ulceroso) el tratamiento continuada postoperatoriamente con tratamiento
etiológico será conservador. En la mayoría de los médico específico de la causa del síndrome (tuber-
casos forzosamente será quirúrgico y su meta final culosis, sífilis)
será abolir la obstrucción mecánica y restablecer la
continuidad del tránsito digestivo superior. En unas En este informe no es posible suministrar los
ocasiones intentará ser curativo (resección del tu- detalles de cada uno de los tratamientos quirúr-
mor o de la estenosis, sección de un esfínter gicos de la afección original. No ha sido esa la
pilórico congénitamente hipertrofiado, extracción intención del mismo ni lo permitiría la extensión
de un cuerpo extraño) y en otros será meramente que tendría que dársele. Se dirige al interesado a
aliviador (casos de neoplasia maligna irresecable cada uno de los capítulos respectivos en que se
o con metástasis o siembras peritoneales) en que profundiza el tratamiento operatorio de acuerdo
se perseguirá hacer desaparecer el síndrome por a la variante etiológica.

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