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UNIVERSIDAD NACIONAL DE

INGENIERIA

FACULTAD DE INGENIERIA AMBIENTAL

TEMA
“LESIONES EN LA PIEL”

CURSO: Epidemiologia
ALUMNO: Jairo Rolando Livia Carrasco
CODIGO: 20170495E
INMUNIZACION

Las inyecciones pueden doler un poco, pero las enfermedades que pueden evitar pueden
doler mucho más. Las inmunizaciones o vacunas son esenciales. Protegen contra
enfermedades como el sarampión, paperas, rubéola, hepatitis B, polio, tétanos, difteria y
tos ferina. Las vacunas son importantes tanto para los adultos, como para los niños.
El sistema inmunitario ayuda a que su cuerpo luche contra los gérmenes produciendo
sustancias para combatirlos. Una vez que lo hace, el sistema inmunitario "recuerda" el
germen y puede luchar contra él nuevamente. Las vacunas contienen gérmenes muertos o
debilitados. Cuando se le administra a una persona sana, la vacuna desencadena una
respuesta del sistema inmunitario para que responda, creando inmunidad.

Antes de existir las vacunas, las personas solamente podían ser inmunes cuando
verdaderamente contraían la enfermedad y sobrevivían a ella. Las inmunizaciones son una
manera más fácil y menos riesgosa de hacerse inmune.

INMUNIDAD NATURAL
Es el conjunto de procesos que previenen de forma natural y espontánea a los individuos
sanos de la infección por los agentes patógenos. Puede ser de dos tipos:

Inmunidad natural activa


Se trata de la inmunidad que adquiere el organismo cuando sintetiza los anticuerpos tras
la introducción del antígeno. La inmunidad natural activa se adquiere después de superar
una enfermedad infecciosa, ya que el organismo queda cargado con los anticuerpos
sintetizados y, sobre todo, con linfocitos de memoria, por lo que durante un tiempo (en
ocasiones toda la vida) se evita la reinfección.

Inmunidad natural pasiva


La inmunidad natural pasiva se adquiere al recibir anticuerpos específicos fabricados por
otro organismo. Se produce por la transferencia de anticuerpos de la madre al feto, a
través de la placenta, y al niño lactante a través de la leche materna ("calostro"). De esta
forma, el niño recibe anticuerpos hasta que sus mecanismos inmunológicos se desarrollen
completamente.
INMUNIDAD ARTIFICIAL
La inmunidad artificial es la activación de una serie de mecanismos de defensa a
partir de la aplicación de antígenos o anticuerpos.
Pueden ser de dos tipos:
· Activa: la inmunidad activa adquirida artificialmente puede ser inducida por
una vacuna, una sustancia que contiene un antígeno (vivos, muertos o atenuados) y
estimula una respuesta primaria contra el antígeno sin causar los síntomas de la
enfermedad, los anticuerpos se forman entre 15 a 20 días después de su aplicación. Se la
utiliza para prevenir la aparición de enfermedades. Sus efectos son a largo plazo.

· Pasiva: la inmunidad pasiva adquirida artificialmente es una inmunización a corto


plazo inducida por la transferencia de anticuerpos a través de sueros o antídotos. Se
utiliza en presencia de una enfermedad, cuando el paciente necesita anticuerpos de
forma inmediata.
HEPATITIS B

La hepatitis B es una infección hepática grave causada por el virus de la hepatitis B


(VHB). Para algunas personas, la infección de la hepatitis B se vuelve crónica, lo que
significa que dura más de seis meses. Tener hepatitis B crónica aumenta el riesgo de
contraer insuficiencia hepática, cáncer de hígado o cirrosis, enfermedad que causa
cicatrices permanentes en el hígado.
La mayoría de los adultos infectados con hepatitis B se recupera por completo,
incluso si los signos y síntomas son graves. Los bebés y niños son más propensos a
contraer una infección crónica (duradera) de hepatitis B.
La vacuna puede prevenir la hepatitis B, pero no existe cura si ya padeces la
enfermedad. Si estás infectado, tomar ciertas precauciones puede prevenir el contagio del
virus a otras personas.
Síntomas
Los signos y síntomas de la hepatitis B pueden oscilar entre leves y graves.
Generalmente, aparecen de uno a cuatro meses después de la infección, aunque es
posible que los veas apenas dos semanas después de la infección. Es posible que algunas
personas, en general, los niños pequeños, no tengan síntomas.
Los signos y síntomas de la hepatitis B son:
 Dolor abdominal
 Orina oscura
 Fiebre
 Dolor articular
 Pérdida de apetito
 Náuseas y vómitos
 Debilidad y fatiga
 Pigmentación amarilla de la piel y la parte blanca del ojo (ictericia)
Enfermedades únicas en la vida

El sistema inmunológico, en según qué enfermedades infecciosas, desarrolla una


memoria, tanto si se pasa la enfermedad, como si se recibe la vacuna contra la misma, de
tal manera, que cuando vuelve a entrar en contacto con el germen en cuestión, es capaz
de generar anticuerpos suficientes. Es el mecanismo con que actúan las vacunas, y es por
ello que se recomiendan, a fin de evitar enfermedades infecciosas mal llamadas banales,
que pueden tener complicaciones y secuelas graves y catastróficas.

algunos ejemplos:

VARICELA:
La varicela es una infección causada por el virus de la varicela zoster. La mayoría de los
casos se da en niños menores de 15 años de edad, pero también puede observarse en
niños más grandes y adultos. Se disemina muy fácilmente de una persona a otra.
El síntoma más típico de esta enfermedad es una molesta erupción en la piel que causa
picazón. Esta erupción, se transforma en ampollas con líquido que luego forman costras.
Generalmente, aparece en la cara, pecho, espalda y luego se extiende al resto del cuerpo.
Otros síntomas pueden incluir:
 Fiebre
 Dolor de cabeza
 Cansancio
 Falta de apetito
La enfermedad suele ser leve y dura de 5 a 10 días. Las cremas y lociones con calamina y
baños de avena pueden ayudar con la picazón. El acetaminofén puede ayudar a tratar la
fiebre. No tome aspirina. La combinación de este medicamento con la varicela puede
causar el síndrome de Reye.
Algunas veces, la varicela, causa problemas serios. Los adultos, bebés, adolescentes,
embarazadas y aquellos con sistemas inmunes debilitados suelen padecer casos más
graves. Quizás necesiten tomar medicamentos antivirales.
Generalmente, una vez que se adquiere varicela, el virus permanece en el cuerpo aún
después de haber sanado. Probablemente no tendrá varicela otra vez, pero el virus puede
causar culebrilla en los adultos. Una vacuna contra la varicela puede ayudar a prevenir la
mayoría de los casos o hacerlos menos severos.

SARAMPION:
El sarampión es una infección respiratoria sumamente contagiosa provocada por un virus.
Produce una erupción cutánea que afecta todo el cuerpo y produce síntomas similares a
los de la gripe, como fiebre, tos y secreción nasal. Si bien es poco frecuente en los Estados
Unidos, esta enfermedad afecta anualmente a 20 millones de personas en todo el mundo.
Dado que al sarampión lo provoca un virus, no existe un tratamiento específico y hay que
dejar que el virus siga su curso. El niño que contrae sarampión, debe tomar mucho líquido,
guardar reposo y evitar que la infección pase a otras personas.
Aunque el sarampión es más conocido por la erupción que provoca en todo el cuerpo, los
primeros síntomas de la infección suelen ser tener tos seca, secreción nasal, fiebre alta y
ojos rojos. Los niños que tienen la enfermedad suelen desarrollar manchas de Koplik, unas
pequeñas manchas de color rojo, con un centro blanco o azulado, que aparecen en el
interior de la boca.

La erupción del sarampión comienza de 3 a 5 días después de iniciarse los primeros


síntomas, y suele presentarse junto con fiebre de hasta 104 °F (40 °C). Esta erupción de
manchas planas de color rojizo suele aparecer primero en la frente, para luego extenderse
hacia la cara, el cuello, el tórax y el resto del cuerpo hasta los brazos, las piernas y los pies.
La fiebre y la erupción desaparecen gradualmente después de varios días.
El sarampión es sumamente contagioso. Un noventa por ciento de las personas que no
han sido vacunadas contra el sarampión se contagiarán al entrar en contacto con una
persona infectada. El sarampión se propaga cuando las personas inhalan o tienen contacto
directo con fluidos infectados con el virus, como por ejemplo las pequeñas gotas de saliva
que rocía (esparce) en el aire una persona que tiene sarampión, al estornudar o toser. Es
posible que la persona que ha estado expuesta al virus no presente síntomas hasta 8 o 10
días después.

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