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ACUERDOS DE PAZ

Los Acuerdos de Paz son una docena de acuerdos que fueron suscritos por el
Gobierno de la República de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional
Guatemalteca -URNG-, entre 1991 y 1996, para alcanzar soluciones pacíficas a
los principales problemas que generó el Conflicto Armado Interno (García, s.f., p.
1).

En palabras más simples, son los acuerdos que pusieron fin a la guerra y
decretaron la paz entre el Ejército de Guatemala y la Guerrilla, un conflicto que
azotó al país durante más de tres décadas.

La firma del acuerdo final y definitivo se llevó a cabo el 29 de diciembre de 1996


en el Palacio Nacional de la Cultura. El enfrentamiento empezó en 1960 y dejó un
saldo de 250 000 entre muertos y desaparecidos (Comisión para el
Esclarecimiento Histórico, s.f., p. 17).

Un informe divulgado en 1998 por el sacerdote Juan José Gerardi Conedera


determinó que más del 90 por ciento de las masacres que se registraron en la
guerra y que dejaron miles de muertos fueron cometidas por el Ejército de
Guatemala (El informe REHMI, s.f.).

El proceso de negociación de la paz inició en 1987 y concluyó el 29 de diciembre


de 1996, con la firma del Acuerdo de paz firme y duradera, el cual sintetiza los
acuerdos firmados por el Gobierno y la URNG para poner fin al Conflicto Armado
Interno (Condore, 2007, p. 40).

El punto de partida para la búsqueda de la paz fue la suscripción del Acuerdo de


Esquipulas II, el 7 de agosto de 1987, por los presidentes de Guatemala, El
Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, para definir el procedimiento que
permitiría establecer la paz firme y duradera en Centroamérica, con base en la
Declaración de Esquipulas y el Acta de Contadora para la paz y la cooperación en
Centroamérica (“Acuerdo de Esquipulas II”, 1997, p. 53).

El temario general y el procedimiento a partir de los cuales se llevó a cabo la


negociación de los Acuerdos de Paz fueron definidos en el Acuerdo de México,
suscrito el 26 de abril de 1991 (Rosales, 2006).

Los presidentes de Guatemala que participaron en la negociación de los Acuerdos


de Paz, que contemplan 300 compromisos específicos, son Vinicio Cerezo
Arévalo, quien gobernó de 1986 a 1991, Jorge Serrano Elías, de 1991 a 1993,
Ramiro de León Carpio, de 1993 a 1996, y Álvaro Arzú Irigoyen, de 1996 a 2000
(Condore, 2007, p. 40).
IDENTIDAD Y DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDIGENAS

El Acuerdo Sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas -AIDPI- fue el quinto
de los doce Acuerdos de Paz suscritos por el Gobierno de la República de Guatemala y la
Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), para alcanzar soluciones pacíficas
al Conflicto Armado Interno (García, s.f., p. 1). Este enfrentamiento duró más de treinta
años y dejó un saldo en muertos y desaparecidos que supera las 250 000 personas
(Comisión para el Esclarecimiento Histórico, s.f., p. 17).

El Acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos indígenas fue firmado el 31 de marzo
de 1995, en México, D. F., y forma parte del Acuerdo de Paz Firme y Duradera (APFD), el
cual concluyó el proceso de negociaciones de paz que duró alrededor de una década y fue
suscrito el 29 de diciembre de 1996 (Procuraduría de los Derechos Humanos, 2001).
De acuerdo con Condore (2007, p. 48), el Acuerdo sobre identidad y derechos de los
pueblos indígenas es el acuerdo que ha motivado más reacciones de rechazo –tanto en la
sociedad civil y política, como en las esferas de gobierno–, tal como lo evidencia la
negativa de población guatemalteca a aprobar las propuestas de reformas a la Constitución
Política de la República de Guatemala durante la Consulta Popular de 1999.

La descendencia directa de los mayas contemporáneos de los antiguos mayas.En el


Acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos indígenas, el Gobierno y la URNG
acordaron reconocer la identidad de los pueblos Maya, Xinca y Garífuna, y adoptar una
serie de medidas para desarraigar la opresión y la discriminación, que han padecido los
pueblos indígenas y les ha negado el pleno ejercicio de sus derechos y participación política
(“Acuerdo sobre identidad”, 1997). En ese sentido, los firmantes acordaron reconocer:

 La procedencia de los idiomas mayas de una raíz maya común.


 La cosmovisión maya que se basa en la relación armónica de todos los elementos
del universo, en el que el ser humano es sólo un elemento más, la tierra es la madre
que da la vida, y el maíz es un signo sagrado, eje de su cultura.
 El papel de la mujer maya en la transmisión de su cosmovisión.
 La particular vulnerabilidad e indefensión de la mujer indígena frente a la doble
discriminación como mujer y como indígena, con el agravante de una situación
social de particular pobreza y explotación.
 La autoidentificación.
 Los derechos culturales de los pueblos indígenas.

A través del Acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos indígenas, el Gobierno y la
URNG acordaron llevar a cabo las siguientes acciones (“Acuerdo sobre identidad”, 1997):

 La promoción de la tipificación de la discriminación étnica y del acoso sexual como


delito.
 La creación de la Defensoría de la Mujer Indígena.
 La lucha para la erradicación de la discriminación.
 La construcción de la unidad nacional basada en el respeto y ejercicio de los
derechos políticos, culturales, económicos y espirituales de todos los guatemaltecos.
ASPECTOS SOCIOECONOMICOS

La producción del Sector Agropecuario es la de mayor importancia de la región, no


obstante lo cual adolece de una serie de defectos de distinta índole, que se
analizarán en el capítulo siguiente.

La coyuntura agro-industrial es incipiente, destacándose la producción de azúcar,


vinos, madera y algo de frutas envasadas. No existen industrias no alimenticias de
relevancia, a excepción de la refinación de petróleo.

La productividad, por otra parte, muestra en general niveles dispares,

El Sector Agropecuario evidencia niveles bajos debido entre otras causas, a la


casi nula aplicación de técnicas modernas, alto porcentaje de minifundios,
deficiente infraestructura de servicios y a los complejos mecanismos del mercado
interno. Consecuentemente, esta? dificultades también afectan a la pequeña
industria.

Debido a las causas anotadas anteriormente, se originan bajos niveles de


consumo y márgenes de ahorro mínimos o casi. nulos.

2.3 Sectores productivos

El producto Geográfico Bruto del Sector Agropecuario se ha incrementado en los


últimos anos muy por encima del promedio nacional. Las tasas de crecimiento son
de 5,4 y 2,7% respectivamente.

En el año 1965 el PGB agropecuario, a pesos corrientes de 1968, era de $bs. 86


590. En el año 1972 alcanzo a $bs. 125 270, lo que representa el crecimiento
anual de la tasa antes indicada (5,4%).

En el año 1965, la Región de Tarija participo en la formación del PGB Nacional


Agropecuario con el 4,95%, habiéndose ampliado su participación al 5,95% para el
año 1972. Este último nivel de participación se debe al aumento de producción de
la Subregión I (Area de Estudio), que alcanzó la tasa de 6,0% para el período.

Esa alta tasa de crecimiento puede conservarse y aun aumentarse siempre que,
tanto las tierras disponibles como las actualmente en explotación, eleven sus
índices de productividad, a través de mejoras y de la coordinación institucional,
evitando repetir defectos que existen en la actualidad. Se estima también que el
Sector Agropecuario debe estar preparado para ofertar tierras al sector
demandante - plantas agroindustriales - industria de vinos, azúcar, aceites entre
otras.
SITUACION AGRARIA

Que una paz firme y duradera debe cimentarse sobre un desarrollo


socioecónomico orientado al bien común que responda a las necesidades de toda
la población,

Que ello es necesario para superar las situaciones de pobreza, extrema pobreza,
desigualdad y marginación social y política que han obstaculizado y distorsionado
el desarrollo social, económico, cultural y político del país, y han constituido fuente
de conflicto e inestabilidad,

Que el desarrollo socioeconómico requiere de justicia social, como uno de los


cimientos de la unidad y solidaridad nacional, y de crecimiento económico con
sostenibilidad, como condición para responder a las demandas sociales de la
población,

Que en el área rural es necesaria una estrategia integral que facilite el acceso de
los campesinos a la tierra y otros recursos productivos, que brinde seguridad
jurídica y que favorezca la resolución de conflictos,

Que tanto para el aprovechamiento de las potencialidades productivas de la


sociedad guatemalteca como para el logro de una mayor justicia social, es
fundamental la participación efectiva de todos los sectores de la sociedad en la
solución de sus necesidades, y en particular en la definición de las políticas
públicas que les conciernen,

Que el Estado debe democratizarse para ampliar estas posibilidades de


participación y fortalecerse como orientador del desarrollo nacional, como
legislador, como fuente de inversión pública y prestatario de servicios y como
promotor de la concertación social y de la resolución de conflictos,

Que el presente Acuerdo busca crear o fortalecer los mecanismos y las


condiciones que garanticen una participación efectiva de la población y recoge los
objetivos prioritarios de la acción gubernamental para sentar las bases de este
desarrollo participativo,

Que la aplicación del presente Acuerdo debe propiciar que todas las fuerzas
sociales y políticas del país enfrenten en forma solidaria y responsable las tareas
inmediatas de la lucha contra la pobreza, la discriminación y los privilegios,
construyendo así una Guatemala unida, próspera y justa que permita una vida
digna para el conjunto de su población,

1.Para profundizar una democracia real, funcional y participativa, el proceso de


desarrollo económico y social debe ser democrático y participativo y abarcar:

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