DISCURSO

TEMA: La relación entre el cerebro y el corazón

Exordio:
Aristóteles era conocido como “El Filósofo” por sus grandes y magnificas aportaciones. Y sin embargo,
podría ser igualmente conocido como “El Científico” porque Aristóteles establece el primer cimiento sólido
para el inicio de la Ciencia: llegar a la verdad mediante la observación y la experimentación y no mediante
el razonamiento abstracto. Sin embargo tenía la creencia que el hombre pensaba con el corazón y que la
única función del cerebro era la de enfriar la sangre que provenía del corazón después de haber pensado.
Estamos de acuerdo entonces que Aristóteles, uno de los hombres más importantes de toda la historia de
la humanidad, estaba equivocado. Pero ¿Que llevó a Aristóteles a pensar de esa manera? o ¿Acaso
existe alguna relación entre el cerebro y el corazón?
Respetable maestro del arte del buen hablar, admirables compañeros, elogiable público presente, reciban
mi más sincero saludo. Para mí es un honorable momento el estar frente a ustedes y compartir un tema
muy interesante e importante para todos nosotros titulado: La relación entre el cerebro y el corazón.
Cuerpo:
¿Cuantas veces les han dicho que piensen con el corazón?
Hay un estudio de la universidad de Cambridge sobre el tema de decidir con el corazón. En este estudio
se les pidió a un grupo de personas que participen de un juego en el cual tenían que tomar decisiones en
situaciones simuladas en una computadora y siempre habían dos opciones entre las cuales tenían que
decidir: la primera era una opción donde iban a tener un resultado positivo o favorable y la otra un
resultado negativo o desfavorable. Mientras participaban del juego se les monitoreaban los latidos
cardiacos para saber cómo reaccionaba el corazón justo antes de tomar una decisión. Entonces lo que
encontraron los investigadores fue que antes de tomar una decisión que iba a tomar un resultado
favorable, el corazón latía de una forma específica, pero cuando el corazón sabía que iban a tomar un
resultado desfavorable latía de una forma totalmente distinta. Es decir que el corazón sabía antes de que
el cerebro fuese consiente si la decisión que se estaba por tomar iba a tomar un resultado favorable o
desfavorable.
Ahora probablemente muchos tienen desarrollado una capacidad llamado interocepción que es una
capacidad que permite entender los mensajes internos emitidos por nuestro cuerpo, en este caso los
latidos cardiacos. Volviendo al experimento de la universidad de Cambridge, las personas habían sido
clasificadas como quienes tenían buena interocepción y como mala interocepción. Quienes tenían buena
interocepción tomaron resultado favorables mucho más frecuentemente que quienes tenían mala
interocepción. La conclusión es que las personas que tiene la capacidad de interpretar mejor los
mensajes de su cuerpo podrían tomar mejores decisiones.
¿Cómo hacen el corazón y el cerebro para interactuar de esta manera en el momento de tomar una
decisión?
Hay un área específica dentro del cerebro que es el foco de investigación llamada ínsula. Se llama ínsula
porque es como una isla que está debajo de la corteza cerebral y que esta conectada con todo el cerebro.
Pero la ínsula también esta conectada con otros órganos como el corazón y el intestino. Lo que tiene de
interesante la ínsula es pura neurona y el corazón es puro musculo, entonces ¿cómo hacen para
comunicarse estos órganos muy distintos? La respuesta es que el corazón también tiene neuronas.
Entonces ¿Tiene algo que ver el corazón en el enamoramiento?
En otro experimento les pidieron a algunas personas que trajeran fotos de alguien a quien amaban
profundamente y de alguien a quien les eran indiferentes. Les sometieron a una radiografía que les
permite ver qué áreas se están activando ante determinados estímulos o determinados acciones. Y lo que
se vio en este experimento es que cuando las personas veían las fotos de las personas a quine amaban
se iluminaban áreas relacionadas con el placer y la recompensa y no casualmente era la ínsula. La ínsula
se encarga de algunas funciones que nos permite darnos cuenta que estamos enamorados de una
persona. Y aparte por sus conexiones con el cerebro, por sus conexiones con el corazón y con el
intestino hacen que cuando estamos con esa persona a quien amamos hace que tengamos taquicardia y
esa sensación de mariposas en el estómago. Entonces nos enamoramos con el cerebro y no con el
corazón.
Se hizo un estudio sobre el número de infartos producidos en el año 2006 en Alemania, año en que se dio
el mundial de Alemania 2006. El número de infartos se mantuvo constante durante los meses de abril y
mayo pero en junio y julio las estadísticas se dispararon. Y fue que para los cuartos de final se registra el
pico más alto. Hay emociones que afectan nuestro cerebro y en forma transitiva terminamos teniendo un
infarto. El estrés, esa sobredosis de adrenalina, termina comprometiendo al corazón.
¿Qué se puede hacer entonces para conservar estable nuestro sistema corazón-cerebro?
Hay una técnica milenaria llamada el mindfulness que surgió hace más de 2500 años cerca de la India.
El mindfulness es una técnica de meditación que nos permite concentrarnos en todo lo que está a nuestro
alrededor, en las sensaciones, en las emociones y en los mensajes de nuestro cuerpo.
En los últimos años las investigaciones científicas sobre esta técnica de meditación se han venido
realizando cada más.
En california hay un centro donde Los marinos son entrenados antes de ser enviados al campo de batalla,
es el último entrenamiento donde se hace un simulacro altamente estresante donde el cual los marinos
están enfrentados a soldados cuya fisionomía es real, los ruidos olores son los mismos, y descritos por
ellos mismos son los momentos más estresantes antes de ir a la guerra. En este entrenamiento se les
ofreció a la mitad de marinos practicar mindfulness por ocho semanas. Después de las ocho semanas se
sometieron al simulacro y después se les hizo un cuestionario para ver cuán estresados estaban.
Sorpresivamente los que realizaron mindfulness dijeron sentirse menos estresados. Pero para cerciorarse
del resultado se les midió en la sangre una proteína liberada ante situaciones de demasiado estrés. Los
resultados fueron que los marinos que habían hecho mindfulness tenían niveles muchos más bajos de
quienes no lo habían hecho.
Conclusión:
Entonces podemos darnos cuenta como técnicas milenarias pueden servir de ayuda para reducir el
estrés. Es aplicada, estudiada científicamente y por ello reconocida como una manera efectiva de reducir
el estrés, aumentar la autoconciencia, reducir los síntomas físicos y psicológicos asociados al estrés y
mejora el bienestar general.
Tal vez en futuro se pueda difundir más sobre esta técnica y emplearla para prevenir diversos problemas
asociados con este mal que sobre todo hoy por el mal uso de la tecnología influye directamente sobre
nuestro sistema corazón-cerebro.
Y como diría Nelson Mandela: “Una buena cabeza y un buen corazón son una combinación formidable”