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Asi Hablaba Zaratustra

Juan Sebastian Vargas Diaz

Presentado A: Aida Cerón

Trabajo de Filosofía Grado 11-4

I.E.T.I Rafael Navia Varón

Santiago de Cali, 3 septiembre

2018
Introducción:
El libro crea en mi mente una diferente forma pensar sobre la sociedad, me crea
dudas para ser honesto, investigue un poco acerca de este, y descubrí que el libro
era leído por los soldados de Hitler en la segunda guerra mundial lo cual les daba
por lo que entendí un empuje moral, pero mi primera cuestión es ósea por lo que
dice en una de las formas en que hablan algo así como los falsos profetas o los
profetas del mal hace contrapuntear ya a los que leen el libro con las religiones
que sean contrarias a las creencias que uno sigue, se me hace un libro un poco
imponente sobre las ideas de Zaratustra pero a la vez un muy buen libro, Para
Nietzsche el cual es el autor es importante que el ser humano se proponga metas,
que siembre las semillas de sus más preciosas esperanzas, cuando todavía el
suelo sea suficientemente rico para poder crecer y desarrollarse, ante la amenaza
de que llegue un día en que la tierra se convierta en blanda y no se pueda
sembrar nada en ella, para Nietzsche la moral debe ser sustituida por la verdad,
es decir, el hombre a su propio servicio, su naturaleza: entregado al termino de su
propio existencia.
Desarrollo

Nietzsche nos dice que si no hay algún caos interno no podrán brillar estrellas
danzarinas ni surgirá el deseo, ni el amor, ni la creación, porque el planeta puede
empequeñecerse tanto que no haya un trabajo que a la vez tenga una distracción
inocente, que no haga daño.

A pesar del ideal de equidad, ningún ser humano es idéntico a otro por eso la
disidencia no debería condenarse ni a la tortura, a los malos tratos, ni a la cárcel,
ni al manicomio, aunque tampoco contentarnos con las pequeñas felicidades que
nos otorgan los pequeños placeres.

Esto lo logramos rescatar de los discursos en sí que expresa Nietzsche en la vida


historia de zaratustra pero hay que ver que Nietzsche como tal trata desde un
principio enseñar dos clases de hombres los cuales son polos completamente
opuestos entre sí puedo decir que presenta al último hombre el ser más
despreciable, y el súper hombre, que es el que podemos ver desde el inicio,
comenzando con el último hombre es un sujeto incapaz de generar su propio
sistema de valores, que convierte en bueno, todo aquello que procede de su
auténtica voluntad de poder; estos últimos hombre, pequeños, demasiado
pequeños, en su debilidad, se someten a la esclavitud, resignados e inmersos en
el más alienado conformismo, sin rebelarse contra los valores que se les imponen,
ante lo cual, no tienen un propio sentido de la vida y se dejan envenenar por
aquellos que desprecian la vida y de ahí es que el gran anhelo que se puede
rescatar tiene el autor al representarse como zaratustra es que estos hombres
desaparezcan, para que lleguen superhombres que sólo crean en lo real, en lo
que pueden ver, que razonen, sin que se conviertan en insensibles. El
superhombre es consciente de sus pasiones y de sus sentimientos, pero su
voluntad de poder le permite dominarse a sí mismo, sin dejarse arrastrar
totalmente por sus impulsos, es el jinete que cabalga sobre ello, sin dejarse inhibir
por un superyó sádico, que lo someta a sus imperativos.

La filosofía del último hombre es el nihilismo, para él todo es vano, de tal manera,
que nunca aspira a los más altos valores, ya que estos no existen y sólo vive en
un mundo de apariencias, sin convicción alguna, que tenga que defender.

Por eso, es tarea de cada uno superar el último hombre que habita en cada uno
de nosotros, al ir hacia una transvaloración de los principios e ideales, para
convertirnos en creadores, así no seamos necesariamente geniales, de tal manera
que podamos comprender mejor la realidad del mundo la cual es inseparable de la
vida y de la tragedia y a la vez, entre las cuales debemos de conocer el profundo
foso de lo dionisíaco y superar el miedo a la vida que reina en ese caos.

Sólo el superhombre asume no sólo su voluntad de poder sino también el eterno


retorno y la transmutación de los valores. De ahí que el último hombre
representado por el camello, humilde y sumiso, siempre dispuesto a obedecer y
soportar las cargas pesadas que le imponga su amo, para terminar convertido,
sometido a las normas que Otros le imponen, debe transformarse en un león, con
un espíritu ilustrado que se rebele y emancipe, así como que siempre se esté
preguntando del porqué de las cosas y haga cambiar esas cosas, como la tercera
transformación a niño.

El niño, es el verdadero superhombre, con su toda la capacidad de fantasear,


crear, inventar y jugar; de ahí la frase de Zaratustra, quien nos advierte que:

Dentro de todo hombre auténtico, hay un niño que quiere jugar.


El niño es cuerpo y es alma, su verdad es revoltosa y si se le tapa la boca, para
que no la diga, grita a voz en cuello, de tal forma que encarna al hombre nuevo.

Ese niño, en cada hombre, asume la vida con toda su fuerza, en la medida en que
la ama, movido por un puro empuje pulsional, cuando una civilización utópica, por
venir, se haga real, y su búsqueda es la misión del último hombre, como ser
humano que se trasciende más allá del mismo género humano, de tal modo que
sea él el que domine la vida.

Como vemos, el pensamiento de Nietzsche apunta a un intenso vitalismo, a una


afirmación de la vida, por encima de cualquier otro valor, en contraposición con los
grandes idealismos, herederos de Platón, para recuperar al mundo sensible.

No se trata pues de seguir la consigna del filósofo griego de aprender a morir para
el autor, Nietzsche, la metafísica desprecia la vida, con toda su creativa fuerza
biológica, que el filósofo alemán proyecta al plano del espíritu pues más que nada,
la vida es voluntad de poder, la voluntad de dominio, que no es otra cosa que
amor a la vida misma mediante el desarrollo de existencias afirmadoras y
creativas, que permitan a cada uno el desarrollo de todas sus potencialidades, a la
manera que lo hace el artista, ya que la vida se explica a sí misma y tiene un
sentido en sí, sin requerir de instancias sobrenaturales, cosa que Nietzsche
consideraba que la humanidad no había valorado para aferrarse a lo opuesto a la
vida; de ahí su rechazo a la moral tradicional, como una ética decadente, que en
vez de disfrutar de esta vida, se consuela con una que vendrá en ultratumba, sin
reconocer el humano derecho a la plenitud vital.
Conclusión:
El último hombre en su decadencia anti vital tendría que dirigirse a la creación de
una nueva humanidad, como propuesta de un nuevo estilo de vida, con una nueva
moral que invierta los valores tradicionales.

la idea que tenía Nietzsche sobre el superhombre creo que podríamos aplicarlas
en cierta medida a la sociedad de hoy en día ya que considero que hay valores
muy buenos, como puede ser la superación personal, el ansia de vivir, de disfrutar
cada momento que vivimos sin preocuparnos de lo que ocurra después y creo que
ellos nos ayudarían a disfrutar más de la vida y vivir más felices, aunque no todos
los valores son buenos, ya que la superioridad, querer estar siempre por encima
puede llevarnos a desarrollar valores egoístas y así dañar a las personas que
tenemos a nuestro alrededor para nuestro propio beneficio.

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