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La Corte Internacional de Justicia: su organización y competencia.

Edmundo Vargas Carreño.

1. Antecedentes Generales:

Es el órgano judicial más importante en la actualidad, es la sucesora y continuadora de la antigua Corte


Permanente de Justicia Internacional.

En la conferencia de San Francisco se optó por crear un nuevo tribunal.

La actual CIJ fue incorporada a la carta de naciones unidas como “el órgano judicial principal de las
naciones unidas”.

 Principal: no es el único órgano judicial de las naciones unidas.

Rige su funcionamiento su estatuto anexo, a este se le atribuye el mismo valor que las disposiciones de la
carta, las que tienen un carácter superior a las normas de otros tratados.

El estatuto se complementa con el reglamento, el cual es adoptado por la propia corte.

Todos los miembros de las naciones unidas son ipso facto partes del estatuto de la CIJ. Un estado que no
es miembro puede también ser parte del estatuto si cumple con las condiciones que determina para cada
caso la AG a recomendación del consejo de seguridad.

2. Composición:

Articulo 2 del estatuto:

“la corte será un cuerpo de magistrados independientes elegidos, sin tener en cuenta su nacionalidad, entre personas que gozan
de la más alta consideración moral y que reúnan las condiciones requeridas para el ejercicio de las más altas funciones
judiciales en sus respectivos países, o que sean jurisconsultos de reconocida competencia en materia de Derecho Internacional”

- Compuesta por 15 miembros, no puede haber dos de un mismo estado.

- Respecto a su elección, debe tenderse a representar a las más grandes civilizaciones y los
principales sistemas jurídicos del mundo.

En la práctica –acuerdo informal- la composición es similar a la del Consejo de Seguridad.

 China
 Francia Consejo de seguridad
 Federación Rusa
 Reino Unido
 EEUU

 Europa Occidental: 2 miembros  Europa Oriental: 1 miembro


 África: 3 miembros  América Latina y el Caribe: 2 miembros
 Asia: 2 miembros
Si uno de los jueces ha actuado previamente como asesor de una de las partes respecto a una controversia
que la corte debe decidir, este debe inhibirse.

EJ.: juez británico Christopher Greenwood, quien, en el litigio sobre la delimitación marítima
entre Perú y Chile, antes de ser designado como juez, había prestado sus servicios como asesor jurídico
de chile en dicho asunto.

La fuente legal pala la elección de los jueces es el Estatuto de la corte, no la carta de las naciones unidas.
Señala al respecto el estatuto que la elección se llevara a cabo por parte de la asamblea general y el consejo
de seguridad de forma independiente.

En la asamblea general, votan todos los estados partes del estatuto, aunque no sean miembros de las
naciones unidas. Para ser elegido se requiera la mayoría absoluta de los estados votantes/presentes.

Se requiere en el consejo de seguridad una votación independiente, que arroje la mayoría absoluta.

En ambas instancias solo se puede elegir a los jueces que se encuentran en una lista que contiene
candidatos propuestos por los grupos nacionales de la Corte Permanente de Arbitraje.

Los jueces son electos por 9 años, pudiendo ser reelegidos. Los jueces eligen a su presidente por 3 años,
su principal función es de representar y dirigir el trabajo de la corte, este tiene voto de calidad en caso de
empate. Lo sustituye en caso de ausencia o imposibilidad el vicepresidente, también elegido por 3 años.

También se contempla la institución de los Jueces ad hoc, estos son jueces designados por los estados partes
de la controversia que no tienen un juez nacional entre los miembros de la corte.

3. Competencia y Jus Standi

La corte tiene competencia contenciosa y competencia consultiva. La primera solo la pueden provocar
los estados.

¿puede el consejo de seguridad solicitar la intervención de la corte internacional cuando el caso afecta a
un estado que no es parte del estatuto, ni ha aceptado la jurisdicción de la corte? Existe solo un
precedente, que se basa en una interpretación del artículo 36.

4. Otorgamiento de la competencia contenciosa de la Corte

La comparecencia en materias contenciosas de la corte debe ser otorgada voluntariamente por los estados.
Es decir, siempre la comparecencia de los estados ante la corte requiere del consentimiento de
estos.

El consentimiento puede ser otorgado de tres formas:

a) Tratado, en general o a través de clausula compromisoria.

Tal tratado puede ser preexistente a la controversia o adoptarse una vez que surja esta, precisamente para
solucionarla. Este tratado preexistente puede ser bilateral o multilateral, bilateral como el que firmaron
chile y argentina en 1972, o multilateral como el tratado americano de solución pacifica o pacto de Bogotá
de 1848.
Limitación del pacto de Bogotá: Los procedimientos establecidos en el referido pacto, no podrán aplicarse
a los asuntos ya resueltos por arreglo de las partes, o por laudo arbitral, o por sentencia de un tribunal
internacional, o porque se hallen regidos por acuerdos o tratados en vigencia a fecha de la celebración del
pacto.

También mediante tratado especial o protocolo facultativo anexo a ese tratado en el que se establece la
jurisdicción obligatoria de la corte, en lo que respecta a la aplicación o interpretación de materias
contenidas en el tratado, se le puede otorgar competencia a la corte.

La convención de Viena de 1963, sobre relaciones consulares contiene un protocolo facultativo que
establece la jurisdicción obligatoria de la corte respecto a la aplicación e interpretación de dicha
convención.

También ya surgida la controversia, los estados pueden de común acuerdo convenir a someterla a la
decisión de la corte. Así lo hicieron en 1951 Francia y reino unido cuando disputaban la soberanía sobre
las islas Minquiers y Ecrehus en el canal de la mancha.

b) Aceptación expresa o tácita de la competencia de la corte.

La aceptación tácita de la competencia de la corte, consiste en que el estado demandado acepte


comparecer ante la corte sin oponer excepciones preliminares respecto a la falta de competencia de la
corte, aceptando de ese modo su jurisdicción.

Así sucedió con Francia en 2003, cuando aceptó la competencia de la corte para conocer una demanda
de la república democrática del Congo.

Debe tenerse presente que, para que la corte tenga competencia, esta debe desprenderse inequívocamente
de la conducta de los estados en cuanto a la aceptación de la competencia.

Si los países se niegan a reconocer su competencia, la corte debe abstenerse, como sucedió con argentina
y chile cuando fueron demandados por reino unido por la antártica.

c) Clausula facultativa de jurisdicción obligatoria.

5. Clausula facultativa de jurisdicción obligatoria.

Forma de otorgar competencia contenciosa a la corte, que consiste en la declaración unilateral de carácter
voluntario mediante la cual un estado reconoce la jurisdicción obligatoria de la corte en todas las
controversias de orden jurídico.

El hecho que ese otorgamiento de jurisdicción lo sea para “cualquier cuestión de derecho internacional”
denota la amplitud de la extensión de la competencia que se confiere a la corte.

a) Interpretación de un tratado
b) Cualquier cuestión de derecho internacional
c) La existencia de todo hecho que, si fuere establecido, constituiría violación de una obligación
internacional.
d) La naturaleza o extensión de la reparación que ha de hacerse por el quebrantamiento de una
obligación internacional.
La declaración mediante la cual un estado reconoce la jurisdicción obligatoria de la corte puede hacerse
incondicionalmente o bajo condición de reciprocidad. Puede también estar sujeta a ciertas modalidades
de plazo o condición.

Estas declaraciones deberán ser remitidas para su depósito al secretario general de las naciones unidas,
quien transmitirá copia de ellas a los estados partes del estatuto y al secretario de la CIJ.

6. El Procedimiento

Está regulado por el estatuto de la corte y desarrollado por el reglamento de la corte. En cuanto a los
idiomas los limita al inglés y francés. Las partes representadas que comparecen ante la corte están
representadas por agentes.

La corte generalmente funciona en pleno, aunque su estatuto reconoce la posibilidad, en caso que ambas
partes estén de acuerdo, de constituirse en salas especiales compuestas por un numero más reducido de
jueces. Incluso las partes de la controversia pueden participar en la designación de esos jueces.

El procedimiento se inicia mediante la notificación por ambas partes del compromiso si en ese
instrumento se ha conferido competencia a la corte. En caso de iniciarse unilateralmente, el estado
demandante debe presentar una solicitud dirigida al secretario de la corte.

La solicitud debe contener:

a) Estado contra el cual se dirige la demanda


b) Objeto de la controversia
c) Medios en que el demandante fundamenta la competencia de la corte
d) Naturaleza de la petición
e) Hechos y fundamentos jurídicos en los que se sustenta
f) Firmas del agente y representante del país demandante ante la corte

El procedimiento está compuesto por dos fases, una escrita y otra oral.

- Fase escrita: está constituida por la presentación de una memoria por el demandante y una
contra memoria por el estado demandado. También cabe la presentación de una réplica y una
duplica, si las partes convienen en ello.

Aquí se exponen los hechos, el derecho y los respectivos medios de prueba.

- Fase oral: los agentes, abogados y consejeros, formulan verbalmente sus alegaciones factuales
y/o de orden jurídico. Los jueces pueden intervenir interrogando a estos.

Esta fase se lleva a cabo en audiencia pública a menos que la corte o las partes soliciten que sean
secretas o privadas.

Al final de la fase oral, el respectivo agente o sus abogados deben presentar las conclusiones
finales de su parte.

- Deliberación: comienzan con un debate preliminar de los jueces sobre el caso, posteriormente el
presidente, asistido por el secretario, elabora un documento destinado exclusivamente a los
jueces que contiene preguntas que se consideran relevantes para resolver el caso.
Posteriormente cada juez elabora un informe en el que expone su parecer respecto de cada uno
de los asuntos que suscita el caso, el cual se socializa a los demás jueces, para continuar con una
nueva deliberación sobre el caso, en ella los jueces se pronuncia en orden inverso a su
precedencia.

Una vez discutido el contenido del fallo, se elige en votación secreta un comité de redacción el
cual estará compuesto por 3 jueces, dos que representen la posición mayoritaria y el presidente.
Si este es de posición mayoritaria, se les sustituirá según orden de precedencia.

Este comité elabora un borrador del texto, que es presentado a los jueces, quienes pueden
proponer enmiendas al mismo, luego se distribuye el texto corregido y se realiza una nueva
lectura, donde nuevamente se pueden presentar en enmiendas, modificándose nuevamente
favoreciendo el consenso, finalmente se realiza una última lectura de dicho texto, el cual es
sometido a votación, quedando así adoptada la sentencia.

7. Procedimientos Incidentales

a) Medidas provisionales: el estatuto de la corte contempla que la corte pueda adoptar las medidas
provisionales que deban tomarse para resguardar los derechos de cada una de las partes. Estas
son dictadas mientras se pronuncia el fallo. Son tomadas por la corte a petición de parte o de
oficio.

El criterio fundamental para que la corte adopte una medida provisional es evitar un perjuicio
irreparable o una agravación de la controversia.

b) Excepciones preliminares: tienen por objeto evitar que la corte se pronuncie sobre el fondo del
asunto, ya sea porque se considera que esta no tiene competencia o porque la demanda no reúne
los requisitos para su admisibilidad.

 Rechazo: se examina el fondo del asunto, continuando con el procedimiento.


 Aceptación: se abstiene de conocer el fondo del asunto.
 Postergación: se posterga la consideración de la excepción para cuando emita la sentencia
definitiva y la considere conjuntamente con el fondo.

c) Demanda reconvencional: existe la posibilidad que el estado demandante oponga una demanda
reconvencional en su contramemoria. Tal demanda debe tener una conexión directa respecto
tanto de los hechos como del derecho expuesto en la demanda principal y desde luego ser de la
competencia de la corte.

d) Intervención de un tercer estado: existen dos hipótesis.

 Si un estado considerare que tiene un interés de orden jurídico que puede ser afectado por
la decisión del litigio, podrá pedir a la corte que le permita intervenir.

Ej: en la controversia terrestre, insular y marítima, entre salvador y honduras, Nicaragua


solicitó a la corte intervenir.

 Interpretación por la corte de una convención de la que sean partes estados diferentes a los
que intervienen en el litigio, en cuyo caso esos estados tienen derecho a participar en el litigio.
8. La sentencia

Se adopta por la mayoría de los jueces presentes. En caso de empate, dirime el presidente o el magistrado
que lo reemplace. El fallo deberá ser motivado. Cada juez tiene derecho a fundamentar su voto disidente.

El fallo de la corte es definitivo e inapelable y solo obliga a las partes para el caso que ha sido decidido.

No obstante, el carácter definitivo de la sentencia, esta es susceptible de los recursos de interpretación y


revisión.

- Recurso de interpretación: procede cuando existe un desacuerdo sobre el sentido o alcance del
fallo.

- Recurso de revisión: solo puede pedirse cuando la solicitud se funde en el descubrimiento de un


hecho de tal naturaleza que pueda ser factor decisivo y que, al pronunciarse el fallo, fuera
desconocido por la corte y de la parte que pida revisión, siempre que su desconocimiento no se
deba a negligencia.

El cumplimiento y ejecución de la sentencia de la corte es obligatoria para los estados que han participado
en el litigio. En caso de que un estado se negara a cumplir una sentencia de la corte, existe la posibilidad
teórica de recurrir al consejo de seguridad, el cual podrá, si lo cree necesario, hacer recomendaciones o
dictar medidas con el objeto de que lleve a efecto la ejecución del fallo.

9. La competencia consultiva de la corte

Además de su competencia contenciosa, tiene la competencia para emitir opiniones consultivas sobre
cualquier cuestión jurídica.

Estas opiniones consultivas no pueden ser solicitadas por los estados. Solo por la asamblea general, el
consejo de seguridad y los órganos especializados que sean autorizados por la asamblea general.

Su procedimiento también consta de una fase escrita y otra oral, en la que intervienen los organismos que
han solicitado la opinión y los estados que puedan verse afectados.

Las opiniones consultivas no son obligatorias, solo tienen un carácter de asesoramiento. No obstante,
excepcionalmente en algunos otros instrumentos se ha otorgado a las opiniones consultivas un valor
vinculante. Como es el caso de las controversias que pueden producirse ente estados y organizaciones
internaciones para la interpretación de la convención de Viena sobre el derecho de los tratados ente
estados y OOII.

Opiniones consultivas importantes:

 Interpretación de los tratados de paz con Bulgaria, Hungría y Rumania.


 Legalidad de las armas nucleares
 Consecuencias jurídicas de la construcción de un muro en territorios palestinos ocupados

Estas han tenido una considerable influencia en el desarrollo del derecho internacional, además de haber
construido a solucionar algunos asuntos institucionales de las propias naciones unidas.

10. Consideraciones finales


La CIJ ha cumplido una meritoria y fructífera labor, a propendido a fortalecer la paz y la seguridad
internacionales, asi también como el desarrollo del derecho internacional.

En estas últimas dos décadas buena parte de los casos sometidos a la consideración de la corte han
provenido de países latinoamericanos.

En esas sentencias y opiniones consultivas la corte ha abordado los más diversos asuntos del actual
derecho internacional, por mencionar algunos:

 Responsabilidad internacional del estado


 Reserva de tratados multilaterales
 Asilo diplomático
 Inmunidades

La tendencia de la corte en las últimas décadas ha sido procurar que cada uno de los asuntos
comprendidos en el caso sometido a la consideración de la corte sea resuelto separadamente, sobre la
base de las consideraciones factuales y de derecho, procurando, hasta donde sea posible un consenso.

Aunque en apariencia, algunas sentencias de la corte pueden sugerir que la corte procure buscar
“soluciones salomónicas”, la corte, por lo general, ha procurado que sus decisiones se funden en la
aplicación del derecho internacional en vigor. Así en controversias territoriales o marítimas, un asunto ha
sido decidido enteramente o en gran medida a favor de solo una de las partes.

El criterio, pues, que hasta ahora ha inspirado a la corte es decidir cada uno de los asuntos objeto de la
controversia separadamente y sobre la base únicamente de sus méritos jurídicos.

 Respecto al diferendo entre Chile y Perú:

Carácter complejo, se analizan las siguientes cuestiones:

a) Si había un acuerdo entre las partes que estableció el límite marítimo, como lo sostenía chile o,
si, por el contrario, al no haber ese acuerdo dicho límite debería ser fijado por la corte.

b) Si ese límite estaba constituido por paralelo de latitud, como afirmaba chile y no por una línea de
equidistancia, como abogada Perú.

c) Que ese límite marítimo comenzaba con una línea a partir del hito nº1, que para Perú era la línea
de la concordia establecida en el tratado de 1929.

d) La extensión que tenía la línea del límite, que para chile llegaba hasta las 200 millas marinas.

La corte, por una abrumadora mayoría falló a favor de chile los tres primeros asuntos, sin embargo, tal
mayoría no se produjo en cuanto a la extensión del paralelo, al no encontrar que había un acuerdo entre
las partes, aplicó el criterio de equidistancia establecido en la convención de naciones unidas sobre el
derecho del mar.

Si bien ese criterio no fue unánime la principal dificultad se produjo con la extensión del limite establecido
en el paralelo y con encontrar un fundamento para establecer una cifra diferente a 200 millas marinas.
Una mayoría de diez jueces consideró que el límite del paralelo llegaba solo hasta las 80 millas.
Tanto las sentencias de la corte, que son obligatorias, como las opiniones consultivas que no lo son, en
general, han sido acatadas y cumplidas por los estados.

Las sentencias recaídas en casos contenciosos, en cambio, tienen un carácter obligatorio, por lo que los
estados deben darle cumplimiento.

Hasta ahora el consejo de seguridad no ha ejercido el poder que le confiere el articulo 94, número 2, de
la carta de las naciones unidas, aunque en algunas situaciones, ha manifestado su voluntad de llegar a
hacerlo.

En otros casos en que se recurrió al consejo de seguridad para suscitar el cumplimiento de la sentencia,
el consejo no llegó a adoptar ninguna resolución en vista de que estas hubieran sido vetadas por el estado
afectado.

También, obvio es decirlo, la resolución del consejo de seguridad para forzar el cumplimiento de la
sentencia requiere contar con el apoyo de la mayoría de los miembros del consejo, los cuales pueden
considerar que existen razones válidas para no exigir el cumplimiento de la sentencia.

Con todo, la sola existencia de una norma como la establecida en el artículo 94 de la carta, constituye un
elemento disuasivo para que los estados no dejen de cumplir los fallos.

En la práctica, en la enorme mayoría de las sentencias dictadas por la corte, los estados han terminado
siempre por acatarlas y cumplirlas.

Ha habido, sin embargo, algunos pocos estados en que los estados frustrados por el resultado adverso a
ellos se han negado inicialmente a cumplir el fallo; pero siempre, a la postre, todos ellos han terminado
cumpliendo la sentencia.

Resulta evidente, pues, de que, en el más de centenar de casos decididos por la corte en estas casi siete
décadas, no existe una sola sentencia en materia contenciosa que haya sido violada, impugnada o
desconocida por un estado y que este continúe hasta el día de hoy perseverando en su actitud.

Es posible, por lo tanto, afirmar que las sentencias de la corte siempre terminan por cumplirse y que, en
los pocos casos en que ello no ha sucedido, se ha contado con la aquiescencia del estado que ha podido
reclamar el cumplimiento o se ha debido a situaciones derivadas de la emergencia de nuevas formas
imperativas de derecho internacional.

Resulta evidente que la falta de cumplimiento de una sentencia le puede acarrear al estado infractor serios
perjuicios y llegar a comprometer su responsabilidad y credibilidad internacional.

Una sentencia que ambos estados partes del litigio acatan y deciden cumplir, aunque no haya satisfecho
sus expectativas, al despejarse un factor de fricción, puede contribuir al fortalecimiento de las relaciones
de cooperación y amistad entre los estados.

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