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“PERIODISMO POLÍTICO:
NUEVOS RETOS, NUEVAS PRÁCTICAS”
ISBN: 978-84-694-9397-7
XVII CONGRESO INTERNACIONAL DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE PERIODÍSTICA
Comité organizador:
Dirección Académica:
Dra. Dña. Carmen Herrero
Profª Titular de Periodismo. Universidad de Valladolid
Secretaría Técnica:
Dra. Dña. Virginia Martín
Profª de Periodismo. Universidad de Valladolid
Dña. Patricia Durántez
Investigadora del área de Periodismo, Universidad de Valladolid
Dña. Raquel Martínez
Investigadora del área de Periodismo, Universidad de Valladolid
Comité Científico:
Prof. Dr. D. Manuel Martín Algarra. Catedrático de Periodismo. Universidad de Navarra
Profª Dra. Dña. Dra. Salomé Berrocal. Profesora Titular de Periodismo. Universidad de Valladolid
Profª Dra. Dña. Ofa Bezurnatea. Catedrática de Periodismo. Universidad de Sevilla
Prof. Dr. D. Josep Mª Casasús. Catedrático de Periodismo. Universidad Pompeu Fabra de Barcelona
Profª Dra. Dña. Mª Pilar Diezhandino. Catedrática de Periodismo. Universidad Carlos III de Madrid
Profª Dra. Dña. Concha Edo. Profesora Titular de Periodismo. Universidad Complutense de Madrid
Prof. Dr. D. Fermín Galindo. Profesor Titular de Periodismo. Universidad de Santiago
Profª Dra. Dña. Teresa Gema Martín. Profesora de Publicidad y Relaciones Públicas. Universidad de
Valladolid
Profª Dra. Dña. Llanos Gómez. Profesora de Periodismo. Universidad de Valladolid
Profª Dra. Dña. Carmen Herrero. Profesora Titular de Periodismo. Universidad de Valladolid
Profª Dra. Dña. Nereida López. Profesora de Comunicación Audiovisual y Publicidad. Universidad de
Valladolid
Profª Dra. Dña. Mercedes de Miguel. Profesora de Comunicación Audiovisual y Publicidad.
Universidad de Valladolid
Prof. Dr. D. Miguel Vicente Mariño. Profesor Contratado Doctor. Universidad de Valladolid
Prof. Dr. D. Luis Núñez Ladevéze. Catedrático de Periodismo. Universidad San Pablo-CEU
¿Democracia digital?
Usos sociales para la tecnopolítica
Digital Democracy?
Social uses for the techo-political
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elites (political, economic, media), it was always predictable. The participation of
civil society in public debate has produced is so scarce and given a model that
excels in simplifying and carnivalization of political information. Given this scenario,
the outbreak of information technology and communication (ICT) led to the
banishment of the audience and the emergence of the public. Public process of
increasing autonomy, which question the very passivity that give it the media
critically and are activated before the exercise of power.
Por ello atendemos a las posibilidades del uso de la tecnología en los procesos
discursivos de la opinión pública. Derivadas del trayecto de un modelo elitista e
institucionalizado por las sinergias entre medios de comunicación y poder(es),
hasta procesos comunicativos más plurales y abiertos (Sampedro: 2000). Este
recorrido cuestiona el cierre del debate público y en última instancia convoca y
moviliza a la ciudadanía ante abusos de la actividad política.
De igual modo esta dinámica desafía los modelos clásicos del periodismo
convencional más idealista erigido como “vigilante del poder”. La imagen del
periodista que fiscaliza el funcionamiento de las elites políticas forma parte de un
contexto comunicativo en declive y muy cuestionado por los sectores más activos
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de la sociedad civil. Debido en parte a la conversión de los profesionales que
fiscalizaban el ejercicio del poder en personal amordazado por la precariedad
laboral, así como por las alianzas político-partidistas de los grupos mediáticos
(Sampedro: 2009). La búsqueda continua de maximizar beneficios, ha derivado en
una pauperización de la información y en la proliferación de contenidos triviales y
sensacionalistas.
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noticias y la ficción superando la dicotomía de sus respectivas funciones de
información y entretenimiento. La expansión de los géneros y subgéneros de ficción
acabaron por constituir espacios “informativos” propios fundiéndose con los
informativos convencionales en los irrumpen las denominadas “noticias blandas”
(soft news). Los estudios que analizan el impacto de este modelo simbiótico de
información y entretenimiento, muestran que estos formatos producen contenidos:
cínicos, negativos, críticos, parciales (Berrocal et al: 2003; Valhondo: 2011) y que la
información vehiculada lleva a “un desconocimiento generalizado de los actuales
asuntos políticos y genera desconfianza” (Dagnes: 2010, 126).
Ante este panorama, los periodistas han perdido parte de su potencial de acción
social, al depender de las empresas mediáticas y sus lógicas de maximización de
beneficios. El periodismo está fuertemente condicionado por factores de orden
neoinstitucional para la elaboración de su discurso. En primer lugar por la relación
que los grupos mediáticos establecen con el mercado y el sistema político. Y en
segundo lugar por la cultura política de la audiencia, condicionada por las
tradiciones y convenciones sobre los formatos de los programas y el rol de los
profesionales de los medios (Sampedro: 2000).
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relación al peso que tiene el poder político (Sampedro, Carriço Reis e Reis, 2008)
denota una cobertura mediática oficialista y parcial.
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consumo y recepción retoman el concepto de audiencias asociado a usos
masificados para refutarla de manera crítica, a la luz de las tendencias de
segmentación. Véase, en especial, los trabajos del Daniel Dayan (1992, 1998,
2001, 2005, 2006) que postulan sistemáticamente la diferencia entre audiencia y
públicos, (respondiendo a lógicas de segmentación, especialización y diferenciación
en la recepción de los consumos culturales e informativos (particularmente en
televisión).
Como señala García Canclini (2007, 23) los estudios sobre los medios de
comunicación “abandonaron las generalizaciones apocalípticas sobre la
homogeneización del mundo”. Esta pauta desemboca en la necesidad de
resignificar los papeles atribuidos a los actores sociales por el ecosistema clásico
en lo relacionado a la socialización mediática. Ya que las nuevas generaciones
comenzaron a ser socializadas en un contexto sin precedentes (sociabilidades
virtuales) y las generaciones de antes, están siendo resocializadas para combatir el
anafabetismo funcional digital. Lo que tenemos ahora que desenredar es el
sentido y los usos sociales dados a las TIC en la construcción de la discusión
política. Un recorrido más allá de los mecanismos tradicionales de comunicación y
con públicos socializados en otros modelos.
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la ciudadanía1. Ante una socialización mediática/política fuertemente
institucionalizada, característica del ecosistema tradicional y que controlaba el
timing y los contenidos de la información, asistimos a una era de transición
informativa que desemboca en públicos activos (Sartori, 2000). La interpretación
simbólica de los contenidos mediáticos que hacen los públicos es producto de un
contexto social determinado (superando la pertenencia a una determinada clase
social). Por eso, “la idea de que los medios de comunicación socializan a su
audiencia aceptando esta de forma pasiva su posición subordinada en la sociedad,
quedó definitivamente desacreditada con el redescubrimiento de la audiencia
activa (Curran: 2005, 134).
1 Para profundizar en los usos de las TIC en la movilización de la ciudadanía ver: Sampedro, Víctor (2005) 13-
M. Multitudes online. Madrid: Los libros de la Catarata.
2 Si bien no podemos obviar que más de la mitad del planeta no está conectada a Internet, la mitad restante
puede ver condicionada sus vidas de forma determinante.
3 En particular por parte de los públicos más politizados; Pippa Norris e John Curtice (2008) “Getting the
Message Out: A two-step model of the role of the Internet in campaign communication flows during the 2005
British General Election”. The Journal of Information Technology and Politics, 4 (4), pp. 3-13.
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correlato en el contrapoder operando desde otras geografías de lo social por los
legos y las redes sociales (Sádaba y Gordo: 2008: 11). Las TIC proporcionan
racionalización en la opinión pública para poder cuestionar activamente las zonas
de opacidad creadas por las alianzas político-mediáticas. Lo que en cierta medida
es una alerta para los procesos de gestión política basados en imposiciones
verticales y que realizan una comunicación política sin tener en cuenta “la voz de la
ciudadanía”.
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destacan que las TIC se configuran como un instrumento de socialización capaz de
activar políticamente a los públicos (participando de comunidades críticas,
vigilantes y participativas). Sin embargo, las investigaciones acerca del uso
tecnopolítico de Internet (en particular durante las campañas electorales) matizan
esta aproximación acercándose más a posturas entre el realismo y el pesimismo.
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