origina siempre en el mismo lugar y utiliza un mecanismo denominado de círculo rodante. En el punto de origen, sobresale una protuberancia en forma de horquilla de cabello donde se engancha la proteína RepB para iniciar la replicación. Lo que han descubierto los investigadores es que la proteína iniciadora es un hexámero en forma de anillo y, por lo tanto, contiene seis centros activos y seis motivos de unión al ADN que, además, son móviles. Estas características le confieren varias habilidades: reconocer el lugar de origen de la replicación, cortar una de las cadenas de ADN, rodear la otra y desenredarla para que la maquinaria de replicación -el replisoma- pueda avanzar a lo largo del ADN y, finalmente, volver a atar la cadena de ADN cortada, completando el círculo.
La estructura de la proteína RepB muestra similitudes con la familia de proteínas helicasas de
tipo anillo que intervienen en diversos procesos relacionados con el ADN, por ejemplo, en la replicación de los virus. En particular, los investigadores han visto que una parte de RepB tiene una estructura muy similar a los iniciadores de la replicación de dos virus que provocan cáncer en humanos: el virus del papiloma humano (útero) y el virus SV40 (mesoteliomas). Según Coll, esta coincidencia estructural muestra la relación evolutiva entre los mecanismos y las proteínas de replicación de los plásmidos y los virus.
Bibliografía:
The EMBO Journal advance online publication, 14 May 2009; doi:10.1038/emboj.2009.125