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Cuestionario II

Texto: “Apología” en Scheirermacher, F. (1990): Sobre la religión. Madrid: Editorial Tecnos.

Nombre del alumno: Islas Salinas Luis Ernesto

Fecha de entrega: 26 de agosto de 2018

1. Describe la época en que vivimos según Schleiermacher respecto de lo divino

Empecemos con algunas citas del mismo Schleiermacher, él nos dice que “[…] ahora las
expresiones más nítidas no están libres de malentendidos” (Schleiermacher, 1990. P,11)
también menciona que “[…] mientras que ahora sólo cabe ocuparse, en los vestíbulos, de las
nociones elementales.” (Schleiermacher, 1990. P, 11). Creo que si crítica más sebera hacia
nuestra época se concentra en estos dos puntos. El primero de ellos podríamos trasladarlo a
nuestra situación actual de la comunicación o comprensión, es decir, cómo sé que el otro me
está comprendiendo. Aquí podemos tener dos horizontes, uno el problema hermenéutico o uno
netamente social, en el cual me enfocare. Dicho problema lo entiendo de la siguiente manera:
hoy en día, las interpretaciones y los puntos de vista que se pueden dar son tan amplios, y
sumando a ello las nuevas tendencias sociales de validar cualquier opinión aunque no sepa de
que está hablando, cualquier cosa que se diga, por más clara que ésta pueda ser, se mal
interpreta de manera casi instantánea. Respecto a la segunda cita, podríamos tratar el tema de
las ciencias exactas, o sea que como Schleiermacher ya nos había dicho, hay dos puntos de vista,
uno parece ser el de lo material y el otro el espiritual. Con lo cual la siguiente pregunta sería
“¿Cuál es más elemental y en qué sentido?” por elemental entendamos los saberes más básicos,
y o los más elevados, así para entender la metafísica por ejemplo, necesitamos saber física,
donde la física es el saber elemental y la metafísica es un saber más elevado (a manera de
ejemplo). Siendo este el caso, nuestra época esta sobre saturada de ciencias naturales o
relativas a la materia, y en cambio, los conocimientos que tratan de ver otras cosas, como la
filosofía, por ejemplo, son desplazadas al argumentando que en realidad no sirven para la vida
práctica. En conclusión, la sociedad de hoy se concentra en aprehender sólo aquello que le es
inmediato.

2. Si hacemos una analogía entre el papel de la religión en una cultura y la tradición, ¿qué
entiende Schleiermacher por tradición?

Primero hagamos la analogía entre la religión y la cultura. La religión parece, además de venerar a
un Dios, tener la facultad de dar normas de convivencia, es decir, crea una especia de moral. Ahora
bien, la cultura también tiende a ese bien común, y por ello se crean códigos de convivencia e
instituciones que validen dichos códigos. Entonces nuestra analogía fue a través de la forma de vivir
de una población, ya que ambos, tanto la religión como la cultura crean una forma de vivir. Ahora
bien Schleiermacher nos dice que “La religión fue el cuerpo maternal, en cuya sagrada oscuridad se
alimentó mi vida juvenil” (Schleiermacher, 1990. P, 11) y “ella me ayudo cuando comencé a
examinar la fe paterna y a purificar el corazón de los desechos del pasado.” (Schleiermacher, 1990.
P, 11). Entendamos por tradición aquellas costumbres, practicas, etc., que se trasmiten de
generación en generación. Ahora bien si ya hemos dicho que religión y cultura se encuentran en
tanto que ambos buscan hacer una especie de moral, y por las citas de Schleiermacher podemos ver
que la religión para él tiene un tono moralista, podemos afirmar, con miedo a equivocarnos, que
nuestro autor ha de entender la tradición como un modo de vivir de la población, pero dicho modo
sólo ha de formarse con la religión en acto, es decir, que ella dirija dicha forma de vivir.

3. ¿Cuál es la crítica a los ingleses y cuál a los franceses?

La crítica a los “isleños” (franceses) se puede entender en tres puntos, los cuales son: 1) no ven más
allá de lo sensible; 2) la ortodoxia nacional; 3) su celo por la ciencia. Respecto al primer punto
Schleiermacher nos dice que “[…] tampoco hacen gala de mayor seriedad en todas las realidades
restantes que vayan más allá de lo sensible y de la utilidad más inmediata” (Schleiermacher, 1990.
P, 13). Para entender dicha crítica hemos de visualizar primero las dos separaciones que
Schleiermacher hace párrafos más atrás, en donde muestra las dos fuerzas, una la espiritual, otra la
corporal. Tal es la composición de todas las cosas habidas y por haber. Ahora bien, teniendo dicha
percepción de la realidad, los franceses, al enfocarse sólo en lo sensible, como lo son las ciencias
exactas, etc., no logran divisar la otra fuerza que compone al mundo, como lo es la parte espiritual.
Esa sería la crítica, su indiferencia ante el otro aspecto de la fuerza. Respecto al segundo punto se
nos dice que “[…] no hacen otra cosa que defender apasionadamente la ortodoxia nacional y simular
milagros a los ojos del pueblo para que no se llegue a perder la vinculación supersticiosa con
antiguas usanzas” (Schleiermacher, 1990. P, 13). Con dicha cita entendemos que los franceses se
conforman con defender los intereses de su nacionalidad, no dejando apertura a algo más
“elevado”, sino que se concentra únicamente en defender los intereses nacionales y en reforzarlos.
De ahí se sigue que la crítica se centra en hacer notar la falta de apertura que dicha nación tiene
para con los demás y hacia Dios. Respecto al último punto, nuestro autor nos dice que “no conocen
ninguna otra divisa que la de ganar y disfrutar; su cielo por las ciencias, por la sabiduría de la vida y
por la sagrada libertad no es más que un combate aparente, vacío” (Schleiermacher, 1990. P, 12)
Sobre este punto habría que entender que la revolución francesa fue un acontecimiento importante
que varios pensadores tomaron en cuenta, de ahí se deriva lo de “sagrada libertad”, pero en especial
la crítica por la ciencia tiene que ver por el auge que las ciencias habían tenido en ese entonces, es
decir, su medio de explicación seguía esa línea, dejando a un lado la vida espiritual, ya que como el
mismo autor lo señala <<no conocen ninguna otra divisa>>.

4. Explica en qué consiste la posible crítica a los empiristas.

La crítica podría verse de la siguiente manera: los empiristas se han caracterizado por tener la idea
de que todo conocimiento posible acerca del mundo es posible gracias a los sentidos, y que fuera
de ellos no podemos conocer otra cosa. Me explico, conozco la manzana por que la puedo oler,
tocar, saborear; de ahí que pueda decir esas cosas sobre ella. Pero respecto de, digamos, el alma,
que no se puede tocar o ver, parece que no tenemos los elementos para decir que existe, y por ello
es mejor no creer en ella. Al menos esa parece ser la línea que Schleiermacher sigue cuando dice “el
frio sentido terrenal de la época” (Schleiermacher, 1990. P, 14) y “de este modo enfocan el problema
de los conocimientos, de este modo su sabiduría sólo tiene como meta un empirismo miserable, y
de esta forma la religión no puede ser para ellos más que letra muerta […]” (Schleiermacher, 1990.
P, 13).

5. ¿Por qué llama a los ilustrados “grosera barbarie”?

Ello parece que es decido a que, a pesar de que tienen los conocimientos para tener una
aproximación hacia lo divino, como el mismo lo dice: “Ellos son dignos de que se os estimule el
sentido para las cosas divinas y sagradas” (Schleiermacher, 1990. P, 13). En realidad no parece que
en ellos (los cultos) haya una aproximación voluntaria hacia ese tipo de conocimiento. Nuestro autor
nos dice que la indiferencia en como ellos han visto los hechos más sublimes del universo en realidad
“demuestra suficientemente que poco capaces son de un respeto sagrado y de una verdadera
adoración.” (Schleiermacher, 1990. P, 13). Es decir, parece que la época es la indicada para que a
través de los ilustrados la religión y la fe sean más que necesarios, pero en cambio vemos
indiferencia de ellos hacia las cosas divinas, de ahí que por último nos diga que “Aquí, por tanto,
debe hallar la religión una especie de refugio ante la grosera barbarie y el frío sentido terrenal de la
época”( Schleiermacher, 1990. P, 14). Debemos entender que cuando dice <<grosera barbarie>>, se
refiere al hecho de que, a pesar de todo lo que saben sobre la vida terrenal, en realidad son barbaros
a la hora de tratar el conocimiento de lo espiritual.

6. De acuerdo con Schleiermacher, ¿cómo han sido interpretadas las mujeres?

Cuando Schleiermacher hace mención de las mujeres, nos dice que “[…] vosotros queríais de bien
grado que la menos el sexo amable conservara un cierto sentido de lo sagrado” (Schleiermacher,
1990. P, 16). Y también nos dice que “Todo esto ha cambiado, no se debe hablar más de ella, y se
pretende que también las Gracias mismas deban, con dureza no femenina, destrozar la flor más
tierna de la fantasía humana” (Schleiermacher, 1990. P, 16). Respecto a la primera cita, habría que
contextualizar más. Nuestro autor nos dice eso después de que les dice a los ilustrados o cultos, que
ellos quieren elevarse en los diversos ámbitos del conocimiento, en cambio en la religión querían
ver una <<religión esbelta>>, de ahí que la mujer, como el sexo amable, bello, etc. Sea la que deba
de estar en ese lugar, es decir, nos habla de que la mujer, en primer lugar no parece estar capacitada
para tratar esos temas más elevados, en donde los ilustrados sí pueden, y segundo, se ve como el
sexo bello, aquel que debe de ser adorado por su belleza. Respecto a la segunda cita, sólo eh de
mencionar que también se le ve como el sexo débil, es decir la <<dureza no femenina>> podría hacer
referencia a la pasividad de la mujer, que como también lo ha llegado a expresar Kant en La estética,
cuando menciona que representan dentro de la naturaleza humana, el fundamento del contraste
entre las cualidades bellas y las nobles (lo menciona en el apartado sobre lo bello y lo sublime).

7. ¿cuáles son las cinco críticas a los despreciadores de su tiempo?

Las cinco críticas son: 1) que son despreciadores sin fundamento; 2) creen que conociendo las
generalidades del fenómeno religioso conocen todos los aspectos de la religión; 3) al no conocer la
materia, hablan de lo que no conocen; 4) sus interpretaciones son falsas; 5) dejar de lado el estudio
de lo eterno es cometer una injusticia en el saber.

Respecto al primer punto Schleiermacher nos habla de esta manera: “No obstante, investiguemos,
os lo ruego, cuál ha sido, propiamente, su punto de partida: ¿lo particular o el todo? […] y estos
suelen serlo siempre, sin razón, los menospreciadores apasionados” (Schleiermacher, 1990. P, 16).
La crítica se puede ver de la siguiente manera: que aquellos que viven en su tiempo no se han
tomado la molestia de adquirir un conocimiento exacto de las cosas, tal como ellas son, es decir,
que creen conocer todo cuanto rodea a los objetos del conocimiento, en el cual está también la
religión, pero lejos de entender bien aquellos fenómenos parece que al estar encerrados en sí
mismos, lejos de tener una postura adecuada acerca de esas cosas, por el contrario parecen ser
imprudentes a la hora de abordarlo. Respecto al segundo punto, se nos dice que “Toda expresión,
toda obra de espíritu humano puede ser considerada y conocida desde un doble punto de vista”
Schleiermacher, 1990. P, 16.) el primer punto de vista es ver el fenómeno de la manera intima, el
segundo parece estar ligado más hacia la historia, de digamos la religió, en la cual solo se pueden
observar las generalidades. Así, su crítica va dirigida a que sólo conocen uno de los aspectos, a saber,
la general, y que por ello no les es posible ver de manera completa el fenómeno religioso. Entonces,
parece que el solo conocimiento de la historia general, no nos deja apreciar de buena manera el
cómo debe de ser entendida un concepto, sino que hay que ver más allá. Respecto al tercer punto
seguimos bajo la línea divisora que Schleiermacher plantea en sobre la religión en la parte
denominada apología, en donde pone sobre la mesa, el “doble punto de vista”, uno general y otro
particular. Teniendo ello en cuenta, hemos de advertir lo siguiente, todo fenómeno parece tener
dichas vertientes, y al llegar a la particular o esencial se entiende mejor la cosa que cuando se ve
desde lo general. Teniendo eso en cuenta diremos que aquellos hombres no conocían la materia
religiosa ya que sólo podían observarla desde lo general. Pongo un ejemplo, digamos pues que yo
le digo a alguien que tengo una silla. Mi interlocutor podría decirme que tiene cuatro patas y un
respaldo, lo cual hasta cierto punto es verdadero; ese pues sería el aspecto general. Pero cuando le
enseño la silla de que le hablaba, de hecho es roja con negro, su respaldo tiene varias figuras, etc.
Así, como aquel hombre de la silla, los hombres del tiempo de Schleiermacher no conocen de la
materia y se dejan guiar por “lo que se dice”. “¿Desde qué perspectiva habéis, pues, considerado
este gran fenómeno espiritual para que hayáis desembocado en aquellos conceptos que vosotros
consideráis como el contenido común de todo lo que desde siempre se ha denominado con el
nombre de religión” (Schleiermacher, 1990. P,17). El punto para entender dicha crítica (la cuarta) es
el concepto de <<perspectiva>>. Hay dos perspectivas, eso ya nos ha quedado claro, lo que ahora
importa es bajo cual hemos de considerar reflexionar. No creo que Schleiermacher se dirija a una
solamente, sino que hay que ver la otra perspectiva que se aleja d lo material, sólo así parece ser
posible poder abarcar de buena manera el fenómeno religioso, y no como aquellos lo hacen, a saber,
interpretando desde la nada. Respecto al último punto es lo que se sigue de los cuatro puntos
antecedentes. Me explico, se pone en tela de juicio el mundo terrenal, luego se hace ver al
interlocutor la posibilidad de otra vía lejana de la material, por último si realmente el mensaje está
dirigido a aquellas personas que buscan el conocimiento, entonces ellos tendrán que conocer
también la otra vía, por lo tanto su no estudio es una injusticia para el saber. Esos serían los puntos
a tratar.

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