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EL TECNOSCOPIO ofrece una vasta y apasionante informacion pocas veces compendiada acerca de la tecnologia como actividad humana, su relaciOn con la ciencia, las sucesivas revoluciones tecnoldgicas \ los profundos cambios que las mismas provocaron. Ademas, describe la tecnologia de los materiales y aborda la tecnologia quimica, mecdnica e industrial, 1a energia, la electronica y la informatica convirtiéndolo en un valioso ingtrumento para el trabajo interactivo e interdisciplinario en la escuela. Aportando a {a introduccién del conocimiento tecnoldgico en el aula segin las pautas de la nueva Ley Federal de Educacion, no estan ausentes en el Tecnoscopio los grandes desafias éticos de la biotecnologia y los no menos importantes conflictos de sustentabilidad y ecologia industrial, ast como las diferentes Areas de la vida econémica y social en que la tecnologia va dejando su marca indeleble. Tomas Buch es fisicoquimico. Dedicd la primera mitad de su carfera profesional a la ciencia. Ensefié e hizo trabajos de investigacidn en temas de Fisica Molecular en la Universidad de Buenos Aires (FCEN), Chile y Paris VI. Luego vird hacia la tecnologia y fue director de proyectos de desarrollo y gerente tle Recursos Humanos en la Empresa de Tecnologia INVAP. Actualmente es consultor de dicha empresa y también del Ministerio de Educacién, donde colabora en la definiciin de los contenidos del drea de Tecnologia. see saa : {IM AIQUE Cod: 1343 indice ‘Agrees heron (Gut pretande ete bre “Teenlopay sociedad {Que erie eens? Tits een come send aman 2 Teale y cmc 5. Revusones teenies y eran och pile 2 Inmpacto social dl cambio tecologeo 5. Gteenloga enn hitra yhtra de eng patos ‘Ce eecnologia en ls empresa 2 Tering ropa oat 2 Tcl de pn y seco propids 1 Uimomaen ecnger copso 4 {a ecnolgia como mereanehs {Ura mover lorena 228 elo vial eu tensa Segunda Paree “ounologlay producein Coote 1G produccén de tenolgla 2. Bre el Eade erin rswcn welgen 7 1 2 2 a s yeeae Tomds Buch Capitulo 6 El proyecto tecnolégico 1. Identificacién de oportunidades . 2. La busqueda de informacion .... . 3. Disefio .. . . El disefio y las ingenierfas . . Ejecucién La evaluacion de los resultados Ingenieria de desarrollo e ingenieria de producto . . {Patentar o no patentar? 9. La organizacién de un proyecto . 10. +D guiada por los negocios: “Technology Managment” 11. Thomas Alva Edison y la empresa de tecnologia. ... . ONAWe - rol Capitulo 7 Tecnologia de la organizacion ......... Bee eee e snes 108, |. Las relaciones de trabajo también cambian . 6109 2. Conceptos contemporaneos de gestion . ved dB 3. La cultura empresaria...... 0.0.0... 2 HIS 4, La garantia de calidad y las normas ISO 9000... - 120 Tercera Parte La tecnologia de los medios 125 Capitulo 8 Tecnologia de los materiales . 127 I. La era de los materiales . . 2. Metales .. 3. Materiales ceramicos 4, Materiales plasticos . . 5, Materiales compuestos 6. Otros materiales... Capitulo 9 Energia........... |. El trabajo de Prometeo 2. iEnergia = Electricidad? 3. Energia hidroeléctrica . 4. La generacién térmica . 5. Centrales nucleoeléctricas. 6 Generacién, transporte, distribucion .......sssssssssseeseee 185 10 El recnoscopie 7. Almacenamiento de energia .. 2. 189 8. La industria del petroleo y del carbén i ces 190 9. Fuentes de energia “no-convencionales” . -. 196 10. Produccién y consumo “no-eléctrico” 1. Por un consumo racional de la energia Anexo: Maquinas térmicas Capitulo 10 Tecnologia quimica ..........0.... vet Historia de las operaciones quimicas ...... . Operaciones unitarias . . Las fermentaciones . . Catalizadores .... . Simulacién y anilisis de sensibilidad : . Materiales usados en equipos de proceso . . “Quimica fina” 6.0 eee eee Kr 2 3 4 : 5. Instrumentacién y control. 6 7. 8. Capitulo 11 Sustentabilidad ... . |. Los recursos no renovables 2. El problema de los residuos 3. La ecologia industrial... . Capitulo 12 Biotecnologia .......... Hacer biotecnologia sin saberlo Ingenieria genética ...........0-055 Anticuerpos monoclonales (mAb)... EI mejoramiento de las especies Fertilidad y procreacién asistida . La industria bioquimica o bioindustria Tratamiento bioldgico de residuos peligrosos . Ciencia, ética e intereses comerciales PNEMAWNE Capitulo 13 Tecnologia mecdnica e industrial ...... I. De los artesanos hasta el taller integrado . . 2. La computadora en el taller 02.0.0... 3. Otros métodos de formado de piezas . A. Robética... ee Tornds Buch 5. Ensayos de materiales 6. Mantenimiento preventivo Capitulo 14 Electrénica .. Aqui, todo es nuevo La vilvula termoiénica ... . En el principio eran las comunicaciones ............2...206.4..273 Circuitos electrénicos fundamentales . . Los semiconductores .... Eltransistor . Los circuitos integrados .. Otros dispositivos ...... PNRM aRwNe Capitulo 15 Informatica .... . I. Tecnologia de tecnologis . 2. Tipos de computadoras . : 3. Arquitectura de las computadoras 4, Lenguajes de programacion 5. Aplicaciones de las computadoras Cuarta Parte La tecnologia de los fines ......... a Sree .. 327 Capitulo 16 Las comunicaciones .......... 1. A través del tiempo y el espacio . 2. Elcine 3. Registro del sonido 4, La television 5. El teléfono . 6. La prensa : 7. Los satélites de comunicaciones . 8. La obsolescencia tecnolégica ... 9. La confluencia de las comuicaciones con la informatica Capitulo 17 Los ¢ransportes ..........000 000000. cud os oe nite |, Moverse por esos mundos de Dios 2. Transporte aéreo 12 3. Aeropuertos . . 4, Los ferrocarriles modernos 5. El transporte automotriz . . 6. La via maritima 7. La bicicleta y su futuro Capitulo 18 Los alimentos .. Primo mangiare : Los cereales y la “revolucion verde” Otros alimentos de origen vegetal . . Las carnes . Productos lacteos Las bebidas . Métodos de conservacién . Golosinas, estimulantes y otros “vicios” Alimentos “tecnolégicos” Anexo: La presién osmética y la actividad del agua YP ONAMVAWN Capitulo 19 Los textiles . |. Fibras, tejidos e indumentaria . 2. Fibras naturales modificadas . 3. Fibras sintéticas: nailon, poliéster 4, Manufactura textil. 0.2... eo 5. La industria de la indumentaria Capitulo 20 El habitat . |. Brevisima historia del habitat . . 2. Construcciones: tecnologia en disefio ....... 3. Los materiales modernos de construccién . . 4. Tecnologia de la construcci6n ......... 66. 5, Ensayos de materiales 6. Las ciudades ..... 7. 7. 8. . Ergonomia y estética . Los servicios domiciliarios . La casa inteligente 0... Capitulo 21 Tecnologia médica 0 423 Tomds Buch |. La medicina moderna 2. Equipos para diagnéstico 3. El hospital automatizado 4. Cirugia... 5. Protesis . 6. Genética e ingenieria genética humana ... 7. Farmacologia: Disefio de drogas 8. Radioterapia y quimioterapia del cancer . . . : 9, {Medicina de alta tecnologia o médico de cabecera? Capitulo 22 Tecnologia 1. Apologia 2. Las armas nucleares . 3. Cohetes y misiles 4, Las armas quimicas . 5. La guerra “convencional” 6. Guerra psicolégica, 7. Inteligencia militar... 8. Comunicaciones ......... 9. La tecnologia del desarme Capitulo 23 Los capitulos ausentes 0.000.000 e cece ees 469 1. Los métodos analiticos . 2. Tecnologia nuclear. 3. El espacio exterior ... Capitulo final Bibliografia . indice tematico .....0.......... Pees tener eae te 489 El tecnoscopia Introduccién Qué pretende este libro La tecnologia se ha transformado para nosotros en un tema de ad- miracion y a veces también de cuestionamiento, y para muchos, casi en un estilo de vida. La inmensa mayorfa de los objetos que nos ro- dean no existian hace cincuenta afios. Dependemos de sus productos, pero sabemos muy poco acerca del modo en que estos productos se crean, se fabrican y se venden. Admiramos aparatos que nos parecen milagrosos, y a sus creado- res como si fuesen seres de otro planeta. Es sorprendente que la tec- nologia no se haya transformado atin en la misma medida en un tema de estudio ni de practica. Sin embargo, la tecnologia tiene su ambito de creacién en cualquier sitio en que un grupo humano encara la solucién de un problema. Hay una metodologia a seguir para resolver problemas, y las soluciones —el cémo hacer las cosas— son tecnologias. Otro hecho sorprendente es que hubo que esperar hasta el mo- mento actual para que se reconociera que la tecnologia debe entrar en las escuelas como materia de estudio. Era como si, hasta ahora, sus productos se consideraran datos tan evidentes de la realidad que no merecieran ser estudiados. El proceso de su génesis constituia un mis- terio completamente ajeno a las preocupaciones del aula. Ahora parece Ilegado el momento de cambiar varias de estas acti- tudes. Por una parte, se reconoce cada vez mas que la innovacion tec- noldgica es una condicion esencial para la supervivencia de las empre- sas productoras de bienes y servicios. Por otra parte, existen cada vez mas empresas que emprenden el camino de buscar su propia metodo- logia innovativa. Por fin, la nueva Ley Federal de Educacién incluye la tecnologia en los planes de estudio de las escuelas, salvando asi una au- sencia injustificable en nuestra época. La tecnologia es, ante todo, una practica y una manera de encarar los problemas. Ninguin libro puede, por lo tanto, “ensefiar tecnologia”, ni éste pretende hacerlo. Sin embargo, hay una gran escasez de infor- macién acerca de cémo se hace tecnologia, y de como es el proceso de desarrollo de un objeto tecnolégico al igual que acerca de los pro- ductos de ese proceso. 15 La presente obra trata de prover cierta cantidad de informacion basica sobre estos temas. El libro esta organizado en cuatro partes de la manera que sigue: La Primera Parte define la tecnologia y su papel en nuestra cul- tura, y describe el papel de la tecnologfa en la empresa de produccién como insumo estructurante del proceso productivo. La Segunda Parte se interna en el proceso de creacion de tecno- logia, la estructura de la oferta y la demanda de ese insumo tan parti- cular, y detalla la naturaleza del “Proyecto tecnolégico” y las fases de su ejecucién. La tercera y la cuarta tratan de dar una vision a vuelo de pajaro, de las diferentes areas de la vida social y econdmica en las que la tecno- logia esta dejando su marca indeleble. La Tercera Parte se refiere a las tecnologias basicas: energia, quimica, materiales, sistemas de pro- duccién, informatica. Estas son las piezas con las que se construyen las tecnologias de aplicacién en las diferentes areas de la actividad huma- na, que trata la Cuarta Parte: el habitat, la alimentacion, las comuni- caciones, la medicina, la guerra. Es obvio que la obra no pretende un caracter enciclopédico, sino solamente dar una somera introduccion a los temas que encara. Por otra parte, es evidente que la carrera del desarrollo tecnologico esta muy lejos de haber terminado. Mientras escribimos estas lineas, apa recen nuevos inventos, algunos de los conocimientos cientificos mas recientes estan siendo transformados en tecnologias novedosas, y al- gunas tecnologias que parecian promisorias en algiin momento estén siendo abandonadas. Para concluir esta introduccién, contaremos una anécdota que, si bien posteriormente se revelé apécrifa, ilustra la actitud de aquellas personas que ven el continuo avance de la tecnologia con cierta desa- z6n. En 1899, hace casi exactamente un siglo, el director de la Comi- sion de Patentes y Marcas de los Estados Unidos, el Sr. Charles H. Duell, envié una carta al presidente MacKinley recomendando el cie- rre de esa oficina, ya que todo lo inventable ya estaba inventado. Cien afios y ms de cinco millones de inventos més tarde, no cometeremos el mismo error. Primera Parte Tecnologia y sociedad Capitulo | {Qué es la tecnologia? I. La tecnologia como actividad humana “Tecnologia” es una de las palabras mégicas de nuestra época. Nos orgullecemos de sus logros, tememos sus consecuencias, dependemos de ella para nuestra subsistencia. Reconocemos en ella un producto de nuestra civilizacién, pero a veces pensamos que ya se ha transforma- do en una fuerza auténoma, que practicamente ha escapado a nuestro control y que tiende a dominarnos e incluso a reemplazarnos. Especialmente en los ultimos afios, la tecnologia se ha impuesto también como tema de estudio y de reflexion. Comencemos por ponernos de acuerdo sobre qué entendemos por tecnologia. Para nosotros seri, sencillamente, la manera de hacer las cosas. Podriamos comenzar con una definicién que abarque el cam- po que deseamos cubrir. Pero la definicion de tecnologia no logra aun un consenso undnime, e incluso esta sujeta a variantes lingiiisticas. En efecto, los autores alemanes y franceses usan la palabra “técnica” en el sentido en el que nosotros usamos “tecnologia”, siguiendo la acep- cién estadounidense del término. La palabra “técnica” tiene su origen en el vocablo griego techné, que significa “mano” 0 “lo que se hace con las manos”. Los griegos relacio- naban la techné con las artes y también con el conocimiento practico y ri- guroso. La palabra logos, por su parte, significa “palabra” © “discurso”. El significado etimoldgico de la palabra tecnologia es, entonces, “discur- so acerca de la técnica”. Tal discurso va mas alla del “cémo se hacen las cosas”, para abarcar también la reflexion acerca de por qué se hacen asi, Sin embargo no es ése el significado habitual del término ni el que le vamos a otorgar en este libro. Para algunos autores la técnica es sobre todo una actividad practi- ca: es una norma de accién, una serie de reglas para lograr un objeti- vo; y tecnologia es la preparacién y el marco intelectual que permiten 19 Tomds Buch ejercer tal actividad; el disefo, la prevision de que actuando de cierta manera se obtendra un resultado deseado. El uso comin de la palabra técnica es coherente con estas definiciones. Ejecutar una tarea técni- ca involucra un conocimiento instrumental, que a veces ni siquiera es enteramente verbalizable. Sin embargo, la concrecién de una tecnolo- gia implica numerosas técnicas. Durante mucho tiempo, lo que hoy llamamos tecnologia se asocia- ba muy estrechamente con la idea del invento. De hecho, gran parte de la historiografia de la tecnologia o de las técnicas refiere la historia de diversos inventos, de sus autores y de sus sucesivas transformacio- nes. La maquina de vapor’ tuvo antecesores, un origen detectable en el tiempo y en el espacio, una época de grandeza y dominio, y vio un pau- latino decaimiento de su importancia y su desplazamiento por otras fuentes de energia mecdnica, algunas de las cuales se relacionan con ella en tanto otras se basan en principios diferentes. Lo mismo ocurre con muchos otros “‘inventos” que dominaron el escenario de la revolucién industrial. Estos inventos aprovecharon algunos descubrimientos cien- tificos, pero nacieron a su costado, y muchas veces con anterioridad a las teorias que los fundamentaron y permitieron perfeccionarlos. Rastrear la historia de la maquina de vapor es un buen ejemplo de esto. Herén de Alejandria descubrié en el siglo 2 a.C. que el vapor de agua podia realizar trabajo mecanico, pero su descubrimiento no lle- v6 més que a un juguete. Diecinueve siglos mas tarde se descubre el vacio, y Gericke demuestra que esta “ausencia” se puede usar para realizar trabajo mecanico; en 1673, el fisico Huyghens —autor, ade- més, de la primera teoria ondulatoria de la luz— produce vacio me- diante una explosion de pélvora; en 1690, Denis Papin, un francés protestante refugiado en Alemania, usa la condensacién del vapor pa- ra producir vacio y levantar pesos. Pocos afios después, en 1712, el inglés Newcomen, un industrial con pocos conocimientos cientificos, construye una maquina que funciona gracias al vacio generado por la condensacién del vapor. Constituyé un éxito técnico y se usé por do- cenas, hasta que Watt (1784) introdujo su motor a partir de un sis- tema basado en la expansién del vapor, un condensador separado de la caldera y el piston, y el regulador que lleva su nombre; se alid, ade- mas, con un industrial capitalista para poner su maquina en condicio- nes de imponerse en el mercado; las teorias termodinamicas que per- mitieron comprender a fondo cémo funcionaba esa maquina recién 20 El tecnoscopio fueron desarrolladas por Carnot a partir del 1824, Las relaciones en- tre la maquina de Newcomen y los experimentos de Denis Papin so- bre el vacio no son claras. Newcomen era un técnico con poca pre- paracion tedrica, y Papin se interesaba en el vacio por razones filosé- ficas. He aqui los algo azarosos origenes de la intima vinculacion ac- tual entre la ciencia y la tecnologia. Pero esta historia tiene otra ramificacién. El primitivo desarrollo de Huyghens en el fondo era un motor de explosién: es un antepasado remoto del motor diesel, que usa la ignicién espontinea de una mez- cla explosiva no para producir vacio sino para empujar el piston. En cambio el ingeniero Diesel era un tecndlogo moderno, inventé su mo- tor con un objetivo deliberado basado en la termodindmica: quiso construir el motor que se acercara lo mas posible al ciclo de Carnot y que, por lo tanto, tuviera el maximo rendimiento termodinamico po- sible, objetivo que consiguié realizar. La tecnologia actual se asocia mucho mas estrechamente con la ciencia de lo que ocurria en otros tiempos. Para algunos autores, esta asociacién es tan determinante que las técnicas anteriores a la actual simbiosis entre la técnica y la ciencia no deberian llamarse tecnologias. Es tan importante comprender las relaciones tan estrechas que existen entre la tecnologia actual y la ciencia, como lo es entender claramente sus diferencias. La confusién y la asociacién casi involuntaria se nota, por ejemplo, en el nombre de las instituciones del Estado que se ocu- pan de estas cosas: la Secretaria de Ciencia y Tecnologia, o el Consejo Nacional de Investigaciones Cientificas y Técnicas. Esta confusion no deja de tener consecuencias que se extienden al ambito politico, eco- némico y cultural. Se trata de dos actividades humanas con objetivos, métodos y éticas diferentes. El propésito de la ciencia es el conocimien- to. El de la tecnologia es un artefacto o una metodologia. Sin embargo, hay una actitud que comparten la ciencia y la tecno- logia: el pensamiento racional. No estd de mas subrayar este hecho en un momento historico en que mucha gente se vuelca hacia ciertas for- mas de pensamiento prerracional, o aun antirracional, en busca de se- guridades que la ciencia no es capaz de brindarle. A diferencia de la tecnologia antigua, basada en la observacién y la intuicin, la tecnolo- gia actual es enteramente racional. También es necesario delimitar el area tecnolégica respecto de la ingenieria. Para algunos, la tecnologia esté comprendida dentro del at Tomés Buch Ambito de la ingenieria. Para otros, la ingenieria es una de las herra- mientas mas importantes de la tecnologia, aunque en la practica habi- tual no ponga el énfasis que ésta pone en la creatividad al servicio de la resolucion de problemas. En esta obra tomaremos el término tecnologia con la acepcion mas amplia posible: para nosotros, la tecnologia es un ingrediente del proceso de produccién de cuanta cosa hecha por el hombre existe so- bre la tierra: es la manera de hacer las cosas. Sobreentendemos que se trata de una accién deliberada. Obviamente, un pajaro que construye un nido también tiene una técnica para hacerlo. Pero no es libre de modificarla ni de inventar mejoras. Como actividad deliberada, la tecnologia es una de las caracteristicas més antiguas de la especie humana, hasta el punto de ser una de sus de- finiciones. La tecnologia es uno de los hechos culturales mas ba- sicos de nuestra especie. Desde el momento en que el hombre pu- do prever las consecuencias de sus actos, comenz6 a planear y a inno- var, a ensayar alternativas innovativas sobre la base de prefiguraciones mentales de sus actos: nacié la tecnologia. Junto con ella nacié la ética. Sélo un ser que puede prever las con- secuencias de sus actos puede planear y programar sus acciones. Es- tas acciones afectan a la materia, a las relaciones sociales y a otros se- res, para bien o para mal. 2. Tecnologia y ciencia La ciencia y la tecnologia son dos ambitos tan diferentes, que un buen conocimiento del quehacer cientifico no capacita automaticamente para la comprensién del fendmeno de la tecnologia. El desarrollo de tecno- logia es una cosa diferente de la investigacién cientifica, aunque utilice sus resultados y sus mismos criterios de racionalidad. Deciamos al principio de este capitulo que tecnologias, como mo- dos de hacer las cosas, existieron desde los albores de la prehistoria. Lo que diferencia a la tecnologia actual de la de otras épocas es el gran impacto que sobre los métodos de produccién han tenido los descu- brimientos y la metodologia de la investigacion cientifica. Esta afirma- cién se suele hacer con respecto a las ciencias y tecnologias “duras”, que tratan del conocimiento y de la manipulacién del mundo material, 22 pero es extensible a las ciencias so- ciales y a las tecnologias “blandas” de la gestion y las comunicaciones socia- les. En la actualidad se puede hablar de una verdadera sim! entre la ciencia y la tecnologia. La tecnologia J contemporanea se basa en enorme medida en los descubrimientos cien- tificos de épocas cada vez mds re- cientes. Reciprocamente, los descu- Espectometo 1 brimientos cientificos y los métodos (INVAP. CNEA) experimentales y aun tedricos que la ciencia experimental emplea pa- ra lograr desentrafiar los fenémenos de la naturaleza serian imposibles de lograr sin el apoyo de equipos de toda indole, en particular de la- boratorio, que son cada vez mas complejos y perfeccionados. La inves- tigacion cientifica actual precisa indefectiblemente del apoyo de la tec- nologia de punta para poder progresar. De tal manera, la ciencia y la tecnologia se apoyan mutuamente en una interaccion que las fertiliza a ambas. En cambio, si bien los artesanos ¢ ingenieros del pasado sabian apli- car las técnicas que habian aprendido, producir los bienes en que es- taban especializados, e introducian continuamente mejoras en sus mé- todos, la tecnologia del pasado fue fundamentalmente conocimiento empirico, transmitido por tradicién y mejorado paulatinamente por el método de “prueba y error”. Recién el estudio cientifico permitié determinar las razones por las que los fendmenos ocurrian, y entonces se aceleré el desarrollo de nuevas tecnologias. La diferencia entre la tecnologia contemporanea y todo lo que hubo antes es que ahora, gracias a la ciencia, no sélo sa- bemos como hacer para producir cierto efecto, sino que sabemos ra- cionalmente porqué conviene hacer las cosas de cierto modo, y po- demos prever qué pasar si lo hacemos distinto; y eso nos ha permiti- do introducir cambios tan rapidos en el como, que la variedad, la can- tidad y la calidad de los productos de nuestra industria han significado el salto cualitativo que conocemos como “revolucién tecnolégica”. Lo que la ciencia no nos puede ensefiar —y tampoco la tecnolo- gia— es qué producir, por qué y para qué hacerlo. En la respuesta ro mognética 2? Tomés Buch a esas preguntas radican las diferencias entre los diferentes enfoques politicos, econdmicos y éticos. Sin embargo, en la época actual es imposible pretender que se pue- da separar el desarrollo tecnolégico de la investigacién cientifica, en el sentido de que un pais pueda tener aun la mas minima autonomia tec- nolégica en ausencia de un sistema cientifico de cierta importancia. La tecnologia contemporanea es el fruto de la ciencia contemporanea, y sdlo crece sobre una planta sana cuyas raices estén profundamente im- plantadas en la busqueda del conocimiento basico. La tecnologia es un hecho cultural basico, que se nutre de la cien- cia, pero también de todas las demas facetas de la cultura humana, y a su vez las influencia a todas. Encontraremos este hecho, el de la trans- versalidad de la tecnologia, en muchos momentos de nuestro estudio. 3. Revoluciones tecnolégicas y estructura social Si se lee la historia de la humanidad desde el angulo de la tecnologia, se pueden observar varios periodos de grandes y veloces cambios, co- mo el nuestro, intercalados entre largos siglos en los cuales los cambios en los artefactos que se empleaban y en los procesos para producirlos, a lo sumo evolucionaban lentamente mediante pequefias mejoras. Ade- mas, es aparente que el ritmo general de la historia se ha ido aceleran- do cada vez mas en los tltimos milenios y siglos. Los albores de la hu- manidad, desde el punto de vista biolégico, datan de unos dos millones de afios. El empleo del fuego y de herramientas de piedra esta atestigua- do desde muy temprano. Seguramente también se usaron herramientas de madera, que no han llegado a nosotros. Sin embargo, la evolucién de los primeros artefactos fue extremadamente lenta. La época neolitica data apenas de unos 6000 afios atras, y luego tuvieron que pasar otros milenios, antes de que surgieran las civilizaciones urbanas de la antigiie- dad. Frente a esta estabilidad 0 evolucién lenta de las tecnologias, se pre- sentan épocas en las cuales los cambios fueron tan veloces que se habla con justicia de verdaderas revoluciones, la primera de las cuales tuvo lu- gar, justamente, en el neolitico. Estas revoluciones no estuvieron limitadas al ambito tecnoldgico: en ellas se modificaron totalmente las estructuras econdmicas, socia- les, culturales, religiosas y morales de los pueblos. Cada una de estas 24 El tecnoscopia revoluciones, si bien abarcé la totalidad de las actividades en forma més o menos directa, se inicié en algunos de los grandes sectores de la actividad humana, desde donde generd cambios en todas las demas. La primera de ellas, la revolucién neolitica, que ocurrié en la prehistoria, hace cinco 6 seis mil afios, y en diferentes ubicaciones geograficas, comenzé en el area de la alimentacién, la actividad mas ba- sica de todas. Consistié en la domesticacién de varias especies vege- tales y animales, y marcé el fin de una economia basada en Ia caza y la recolecci6n. La agricultura y la ganaderia permitieron por primera vez la existen- cia de excedentes alimentarios, de modo que no todos debian trabajar en el sustento de la comunidad. Se produjeron grandes aumentos de las poblaciones, y tecnologias tan importantes como el riego artificial. Esto tuvo muchas otras consecuencias. El riego artificial condujo a la sedentarizacién de grandes poblaciones, y a que se trascendiera la es- tructura tribal, Se inventaron las ciudades, y por lo tanto el concepto de gobierno como estructura diferenciada en una sociedad dividida en clases, més allé de una jefatura tribal. Las ciudades se agruparon por coalicién 0 por conquista en los grandes imperios de la antigiiedad, con todo lo que vino detras, por ejemplo la invencién de la escritura y el comercio, para manejar los excedentes agricolas. Entre lo que vi no detras estén también las guerras en una escala desconocida ante- riormente, la aparicién de los ejércitos profesionales, y el concomi- tante desarrollo de la tecnologia militar. Los cambios tecnolégicos que se sucedieron tuvieron, sin duda, grandes consecuencias, pero nunca mas un vuelco tan total del modo de vida de la humanidad, como cuando se produjo la revolucién indus- trial, la segunda revolucién tecnolégica, que comenzé lentamente en Eu- ropa en los siglos XV y XVI, La estructura de clases de las sociedades europeas fue cambiando, con el ocaso del feudalismo y el ascenso de la burguesia como clase que traia a la sociedad medieval un dinamis- mo previamente desconocido. Los grandes viajes de exploracion y conquista emprendidos por las potencias europeas interconectaron esta cultura con otras muy diferentes. Esta interconexion generalmen- te fue violenta. Comenz6 el dominio de Occidente sobre las demas culturas, y la “globalizacion”, que se esta completando en nuestra épo- ca. También comienzan por entonces los descubrimientos cientificos (después de la invencién de la ciencia misma, en el sentido moderno a. Tornas Buch del término) y nace el deseo de poner a la naturaleza al servicio del hombre, esa quimera que en la actualidad nos amenaza. La Revolucion Industrial abarcé dos oleadas sucesivas. En la primera, encabezada por Inglaterra, se introdujo la maquina de vapor, que reem- plaz6 la energia hidrdulica y cambié totalmente la manera de producir muchos bienes, desde lo artesanal e in lual hacia la manufactura in- dustrial; también cambiaron los sistemas de transporte, al introducir el ferrocarril y los barcos de vapor; en cuanto al uso de materiales, se reemplazé la madera por los metales, y se desplaz6 a grandes cantidades de personas del campo a las ciudades, en relacién estrecha con la cre- ciente mecanizaci6n de las tareas agrarias. En la segunda ola, que durd desde mediados del siglo XIX hasta la primera guerra mundial, y estuvo sobre todo centrada en Alemania (cuna de la industria quimica) y los EE.UU,, el petréleo reemplaza al carbon, la electricidad hace su aparicion como fuente importante de energia, la industria quimica empieza a crear sustancias y no sélo a obtenerlas de la naturaleza. Globalmente, se pue-~ de decir que la Revolucion Industrial dio grandes pasos en el sentido de proporcionar a la especie humana el dominio de fuerzas mecdnicas ca- paces de reemplazar su fuerza fisica. Ademas de innumerables artefactos de uso practico en todos los am- bitos de la vida, esta revolucién —que se fue acelerando cada vez mas a partir del ultimo cuarto del siglo XVIII— generé nuevos modos de pro- duccién, como la manufactura, y la producci6n en linea de montaje. Esta revolucién tecnolégica formé parte de una transformacién so- cial profunda, que tardé unos tres siglos en consolidarse desplazando al feudalismo, fomentando el racionalismo como doctrina filoséfica, trans- formando al artesano en tecnélogo, urbanizando la poblacion, y crean- do el proletariado industrial moderno a costas de la poblacién rural. El centro de irradiacién de todo este movimiento fue Europa, y su satélite cultural, los Estados Unidos de América. Alli, aunque también en el Japon, comenzo justamente la tercera revolucién tecnolégi- ca, en que nos encontramos en la actualidad. Seguin algunos observadores, ahora estamos inmersos en algo que es solo la continuacién de la Revolucion Industrial; segun otros, es su “Ter- cera Ola”, y segun otros mas, es una revolucién cuya profundidad supe- ra todas las anteriores. De esta revolucién forman parte cambios que no han dejado sin tocar ninguno de los aspectos de nuestra vida coti- diana, como veremos més adelante; y que han afectado profundamente 26 El tecnoscopie nuestra manera de pensarnos a nosotros mismos. Las dos tecnologias caracteristicas de nuestra revolucién tecnoldgica son: la informatica, ba- sada en el desarrollo de la electronica, y la biotecnologia. Con la prime- ra, se hace posible tecnolégicamente auxiliar y aun reemplazar muchas de las tareas mentales de los humanos; con la segunda, manipular y mo- dificar su esencia bioldgica, y, tal vez, hacer del hombre otra cosa. Esta tercera revolucién tecnoldgica estd en pleno desarrollo, ante nuestra vista y con nuestra participacion. La revolucién social ocasionada por ella todavia se perfila poco, ain en los paises desarrollados. Las implicaciones sociales de la informatiza- cin —y especialmente la robotizacién de la industria— no estin toda- via plenamente a la vista, pero todo hace pensar que seran profundas. Lo que ya est a la vista, como consecuencia y a la vez motor de la revolucion tecnoldgica en curso, es la globalizacién del mundo. La eco- nomia casi no reconoce las fronteras nacionales; muchos de los dos centenares de paises formalmente soberanos tienen menos poder que un buen ntimero de empresas multinacionales; la informacion recorre el mundo en forma instantanea. Todos los habitantes del planeta tie- nen acceso al espectaculo del estilo de vida de los paises desarrolla- dos, aunque no a su nivel y calidad, y los conflictos aleanzan_repercu- siones universales. Una consecuencia de esta globalizacién es la pérdida relativa de po- der de los Estados Nacionales, aun de los mas poderosos en términos politicos o militares. La internacionalizacion de la estructura del capi- talismo hace que, si bien los duefios del dinero tienen una patria, el di- nero mismo no la tiene, y nos estamos acostumbrando a la dictadura de una entidad abstracta llamada “mercado” de cuyos estados de ani- mo depende el bienestar de las poblaciones del mundo. La humanidad esta en un momento peligroso y lleno de tensiones y contradicciones: tenemos por primera vez la conciencia de que somos una unidad. Y, al mismo tiempo y tal vez como compensacién, recrude- cen los conflictos tribales y se exacerban reacciones primitivas de re- chazo a lo diferente. Notas 1, El uso corriente de nuestra lengua tiende a usar expresiones como: 27 ids Buct maquina a vapor, molino a viento, avion a chorro; que estan viciadas de gali- cismo (moulin @ vent, motor 4 explosion). Las expresiones correctas indican que debe usarse la preposicién “de” entre cuyos oficios esta el de denotar el mo- doo manera en que se realiza una cosa, el agente que la ejecuta, etcétera. De este modo, lo correcto es maquina de vapor, estufa de querosene, jugue- te de cuerda, barco de vela, etcétera. 2. La velocidad de los cambios debera entenderse en forma relativa. La “revolucién neolitica” probablemente se extendié sobre dos o tres milenios, lo cual, en comparacién con las decenas de milenios de estabilidad relativa, implica un cambio revolucionario. La segunda revolucién tecnologica se ex- tendid sobre 150 afios. La tercera empezd hace dos décadas, y la meseta postrevolucionaria alin no esté a la vista, Hay teorfas econémicas que tratan de explicar estos fenémenos con mayor o menor éxito. 28 Capitulo 2 Impacto social del cambio tecnolégico |. Abundancia y desequilibrio Las dos primeras consecuencias de la actual revolucion tecnolégica son: la ya mencionada globalizacién, que sirve de telén de fondo a to- do lo que ocurre, y un enorme aumento de la productividad del tra- bajo, por lo menos en aquellos sectores de la economia que hacen uso intensivo de las nuevas tecnologias. EI segundo elemento, el de la productividad del trabajo, ha puesto al alcance de grandes sectores de la humanidad un nivel de vida i ginable hace pocas décadas, y bienes de una calidad nunca antes alcan- zada, y en grandes cantidades; sin embargo, también esta teniendo im- pactos indeseables. La desocupacion es ya uno de los problemas socia- les y econémicos mas graves en todo el mundo. El fenémeno tiene causas complejas que no son las mismas en diferentes regiones 0 pai- ses, pero una de ellas es ciertamente el aumento de la productividad del trabajo humano, que es reemplazado en grado creciente por equi- pos de produccién automaticos. Este fendémeno no es nuevo. La segunda revolucién tecnoldgica produjo efectos similares. Los grandes cambios introducidos en mu- chas ramas de la tecnologia de esa época produjeron desplazamientos de poblaciones, cambios en los estilos de vida y también desocupacion tecnolégica. La mecanizacion agraria desplaz6 a las ciudades a miles de campesinos que alli formaron el proletariado urbano, con una grave pérdida en su calidad de vida. Otro ejemplo entre muchos de una in- novacién tecnoldgica con graves consecuencias sociales fue la desmo- tadora de algod6n, cuyo primer modelo aumenté 24 veces la produc- tividad de un operario esclavo que antes de su introduccién hacia a mano esta embrutecedora tarea. Se abarataron los tejidos de algod6n, ima- 29 Tomas Buch lo que los puso al alcance de la poblacién, pero se conmovio profun- damente la estructura econdémica del sur de los EEUU. Tampoco fal- taron los movimientos de protesta contra este fendmeno. El de los Ludditas, en Inglaterra, fue uno de ellos. La pretension de luchar con- tra la pérdida de sus empleos destruyendo las maquinas (principalmen- te en la industria textil) —que eran su causa visible— result, por su- puesto, totalmente fitil. En 1813 algunos de sus miembros fueron eje- cutados, Otro ejemplo tradicional de innovacién tecnolégica en el sentido amplio que nosotros le damos, lo constituye la invencién de los siste- mas de produccién basados en la fabricacion de maquinas (las armas de fuego fueron las primeras) compuestos de piezas intercambiables, lo que marca el abandono del trabajo artesanal y el comienzo de la revolucion en los métodos de produccién de bienes: la racionaliza- cin del trabajo, la introduccién del concepto de calidad, y la linea de montaje. El simbolo de esta nueva metodologia es el sistema implan- tado en las fabricas de Ford. Dicho sistema condujo a la difusién del automeévil, abaratandolo de tal manera que se puso al alcance de am- plias capas de la poblacién y modificé completamente las costumbres de los habitantes, primero de los EE.UU. y después de los demds pai- ses desarrollados. Esta serie innovativa es una de las componentes fundamentales del enorme aumento de la productividad del trabajo humano. El ejemplo mas espectacular y cercano del impacto social de las in- novaciones es el de la industria electronica en las ultimas décadas. La re- volucién en las comunicaciones por la generalizacién de la radio, el te- léfono, la television y la penetracién de los productos informaticos en todos los aspectos de nuestra vida, ha cambiado nuestra civilizacién més alld de lo que solemos darnos cuenta. Sin embargo no hay que concluir de estos ejemplos que el desarro- llo de la tecnologia tiene un efecto determinante sobre la evolucién so- cial. Por ejemplo se ha afirmado que la invencién de la maquina de es- cribir, la del motor de arranque en los automéviles' y la de la pildora anticonceptiva fueron determinantes para la liberacion social de la mu- jer. Sin embargo, si la sociedad no hubiese estado preparada para esta liberaci6n, el trabajo de las mujeres y el control de la procreacién no hubiesen sido aceptados socialmente, como atin no son aceptados en muchas sociedades no occidentales. 30 El tecnoscopio Aun cuando sea aceptada la introduccién de ciertas tecnologias, su efecto social puede variar de una cultura a otra. Siempre se menciona con cierto asombro el hecho de que los chinos conocieron muchos de los grandes desarrollos tecnolégicos del Renacimiento antes que Oc- cidente, pero no tomaron Ia actitud de conquista y expansion que su dominio de la navegacién y los explosives les hubieran permitido, y que Occidente tomo poco después. En adelante diremos algo mas acerca de la teoria del determinismo tecnolégico. Los cambios tecnolégicos, desde la antigiiedad, generalmente han tendido a facilitar el trabajo humano, a hacerlo menos penoso, a reem- plazar sus formas mas primitivas, basadas en la fuerza fisica, por for- mas més avanzadas, basadas en la capacidad mental y la inteligencia de los trabajadores. En la actualidad, el maximo desarrollo alcanzado por los productos informaticos tiende a reemplazar también la parte mas rutinaria y mecd- nica de la actividad mental humana por el trabajo de las computadoras. Por lo tanto, desaparecen de la variedad de demanda laboral nu- merosos puestos de trabajo que solo exigen fuerza muscular y nive- les bajos de capacitacién. En cambio aparecen nuevos tipos de tareas que antes no existian. En la actualidad, quien no sabe manejar una computadora, aunque sdlo sea elementalmente, se considera casi un analfabeto. Este proceso sigue avanzando hacia la inteligencia artificial y la roboti- zacién, y nadie sabe hasta dénde podria llegarse en esta direccién. Es evi- dente que tales desarrollos plantean problemas graves a la humanidad. Si se reemplaza mis y mas capacidad humana con méquinas, llegaré un mo- mento en que ya casi no habra trabajo para los humanos. El mandato bt blico “ganaras el pan con el sudor de tu frente” ya no tendra vigencia, y la gente ya no vivird de su trabajo sino del de las maquinas. Es casi una paradoja tragica el que el enorme aumento de la productividad esté acompaiado en todos los paises occidentales de una creciente desocu- pacion y malestar social, en lugar de opulencia y bienestar: Es evidente que la organizacion econémica y social deber’ cambiar totalmente para que este desarrollo conduzca a una mayor felicidad de la humanidad y no a su colapso total. Al mismo tiempo, los seres humanos deberan también modificar su ética y encarar otras actividades para ocupar su tiempo ya que, de lo contrario, como meros parasitos de sus propias maquinas, se moriran de aburrimiento o crearan conflictos para entretenerse. Tomas Buch En principio podria implementarse una reduccién importante en los horarios de trabajo, en virtud de la productividad que aumenta ca- da vez mas. Tal reduccién no se ha producido en la medida esperada, y la desocupacién tecnolégica es un problema serio y creciente en los paises desarrollados. Por ahora, la robotizacién total de la economia pertenece todavia a la imaginaci6n de los escritores de literatura de anticipacion, pero el futuro se esta haciendo presente a gran velocidad, y la sociedad no se halla preparada para encararlo, 2. Los ‘‘tecnécratas” Para algunos autores, en la época presente todos los aspectos de la cultura estan tan imbricados con la tecnologia que es ésta la que ha de determinar el futuro de la humanidad como nunca antes lo hizo. Ya hemos mencionado el determinismo tecnolégico. Creemos que dicha postura es unilateral y demasiado simplista. Sin embargo, ciertamente los avances tecnoldgicos establecieron normas y habitos, reduciéndo- se en todos los aspectos de nuestra vida, y afectando nuestra manera de pensar la realidad. Tiene sentido, por lo tanto, avizorar un mundo determinado por la tecnologia. “La tecnologia disuelve la ideologia” es una aguda frase que expresa una verdad a medias. “La tecnologia misma se ha trans- formado en una ideologia”, dice otro filésofo contemporineo, el ale- man J. Habermas. Es decir que la aparente autonomia de la tecnolo- gia oculta una realidad que est4 ms alla: el hecho de que la tecnolo- gia esta al servicio de un sistema social: el capitalismo, y su mévil in- mediato, el lucro empresario. Esta intrusion de la tecnologia, que nos podria conducir a una so- ciedad enteramente regida por maquinas, —o por sus inventores, que sona la vez sus servidores, los tecnélogos— ha sido tratada una y otra vez por socidlogos y fildsofos, e incluso en la forma de novelas de an- ticipacion. Para algunos, esta sociedad tecnocratica es una utopia po- sitiva en la cual los seres humanos se hallan libres de enfermedades, temores, riesgos y peligros. El primero de los profetas de la utopia cientifica y tecnolégica, la “Nueva Atlantida”, fue Francis Bacon. Otro autor clasico y tedrico politico encandilado por el progreso fue Saint- 32 Simon, idedlogo de la Revolucién Francesa y contemporaneo de la Re- volucién Industrial. En épocas algo mas recientes el economista esta- dounidense Thornton Veblen creyé en cierta forma de utopia tecno- cratica y quiso que el poder en la sociedad pasara de los capitalistas a los ingenieros, como contrapeso a una economia monetarista. Veblen murié en 1929, meses antes del derrumbe de esa economia, derrum- be que previé con precision. En cambio Bruce Mazlish, en una obra sig- nificativamente llamada La cuarta discontinuidad, ve en un cierto tipo de utopia tecnoldgica un desenlace natural de la desmitificacién del hom- bre comenzado con la revolucién copernicana: la tecnologia incorpo- rar los fendmenos mentales, y con ello mostrara que, tal como Dar- win mostré que no hay diferencia esencial entre el hombre y los de- mas animales, la mente humana tampoco tiene caracter singular, y no habra una diferencia esencial entre hombres y maquinas. Sin embargo, para otros autores, la utopia tecnolégica es mas bien una pesadilla acerca de una sociedad futura de alta tecnologia, pero en la cual todos los ideales éticos de la cultura occidental habran desapa- recido bajo una siniestra combinacién de frivolidad y opresién. Algu- nos de los autores mas conocidos de este grupo son Aldous Huxley (Un mundo feliz, Una nueva visita a un mundo feliz); George Orwell, (1984), Karel Capek (el inventor del término “robot”, en su novela RUR), Samuel Butler (Erehwon) y Kurt Vonnegut. También el cine ha tratado este tema, como en la pelicula Brasil. En la actualidad, hay una cierta tendencia a reexaminar la tecno- cracia como régimen de gobierno. Ante el desprestigio de la “clase politica”, muchos vuelven su mirada a los “expertos”. Es interesante ver que en el gabinete italiano, presidido por el primer ministro Dini, hubo diez ministros que eran académicos sin experiencia politica pre- via. 3. La tecnologia en la historia y la historia de la tecnologia No es nuestra intencién profundizar en los aspectos mas filos6ficos del rol histérico de la tecnologia, ni escribir sobre su historia, salvo pa- ra facilitar la ubicacién del lector en los aspectos contemporaneos, ya que la tecnologia actual no surgié de la nada. Sin embargo es necesa- 33 Tomds Buch rio que, aunque superficialmente, aclaremos ciertos aspectos de lo que hemos dicho en este capitulo. Los historiadores debaten acerca de si su disciplina es una ciencia, en el sentido de la pregunta: jes la historia meramente un relato anec- dético de lo ocurrido a las sociedades humanas a lo largo de los siglos, © es posible extraer de ese relato algunas conclusiones generales? En otros términos: jes posible una teoria de la historia? Los que respon- den a esta pregunta con la afirmativa proponen que ciertos aspectos de la vida social son determinantes de los demas, y que, dadas ciertas de esas caracteristicas sociales, las demas sugen como consecuencias necesarias. Seguin Carlos Marx, lo que determina la estructura basica de una sociedad es la relacién de sus integrantes con el proceso de produccién, apropiacién y consumo de bienes. Es evidente que la tec- nologia juega un papel muy importante en este proceso. La historia se- ria esencialmente la de las relaciones, casi siempre conflictivas, entre las clases sociales. Hay otras ideas acerca de lo que mueve la historia: Max Weber relaciona la enorme expansién de la industria capitalista con la ética protestante; Hegel hacia una especie de apologia del Esta- do como expresién del espiritu; otros subrayan aspectos individuales, como las ansias de conquista de los reyes o de sus sucesores, las mi- norias que detentan el poder en su lugar; la lucha de las ideas por su supremacia; una tendencia natural de las naciones que las impulsa a ex- pandir sus dominios; 0 nada mas que el azar que rige las interaccio- nes de millones de voluntades indi- viduales. Dentro de este cumulo de ideas, también hay una corriente que afir- ma que la tecnologia es la fuerza determinante de la estructura y la evolucion de las sociedades. Sin embargo, la historia humana es de- masiado compleja para que se pue- da afirmar que exista una fuerza determinante. En este sentido es mejor definir a la tecnologia como ica antigua fuerza estructurante de las so- swac) ciedades. El tecnoscopi Es facil sefialar innovaciones 0 in- ventos que dieron nuevos rumbos a la historia, y es claro que la tecnologia tiene una influencia muy grande. Seria facil concluir de eso que es su princi- pal motor. Sin embargo, hay fuerzas sociales que motivan que cierta tec- nologia surja en cierta sociedad y que sea aceptada por ella. Por eso, desta- camos que la Revolucién Industrial se produjo en Europa en momentos en que surgia el poder de la burguesia por encima del de la nobleza o de la Iglesia, en paises en los que habia triunfado la Reforma protestante, y en una época en la que el racionalis- mo se imponia sobre otras doctrinas filosoficas. Es poco defendible la tesis de que el desarrollo tecnolégico del ferrocarril causé la expansin de la civilizaci6n norteamericana hacia el oeste. En cambio es innegable que la aceleré enormemente. Nuestro punto de vista en este debate es que no hay una causa de- terminante de la historia, y que buscarla es una actitud algo ingenua. Las fuerzas sociales se interpenetran y se condicionan unas a otras. La estructura economica, las teorias filoséficas, la estructura de poder, las creencias religiosas, la tecnologia predominante, y otros factores mas, interactian de tal manera que tratar de establecer un predominio y una determinacién de unos por otros es como decidir acerca de la prioridad del huevo sobre la gallina, o viceversa. La historia de la tecnologia se imbrica estrechamente con la histo- ria de la humanidad misma, o de las diferentes civilizaciones que com- partieron el planeta hasta la actual unificacién, en buena medida, fruto de la tecnologia. El presente no es un libro sobre esta historia, aunque en los diferen- tes capitulos iremos describiendo muy esquematicamente los origenes y los antecedentes de las diversas ramas del quehacer tecnologico ac- tual. Durante las varias “revoluciones tecnolégicas” se produjeron cam- bios fundamentales, que no se limitaron a aspectos parciales sino que se interrelacionan y son coherentes entre si, y estuvieron asociados, ade- Relo) mecdnico (Francia s.xvi) 35 Tomas Buch mas, a cambios en la cosmovision predominante, cambios en las moda- lidades del trabajo y cambios en la estructura social. Se configuran asi verdaderos sistemas técnicos, conjuntos arménicos de tecnologias mu- tuamente compatibles y dependientes. También hay una corriente de pensamiento que opina que la tecno- logia se ha transformado ya en una fuerza autonoma —tan poderosa y de tanta coherencia interna— de estos sistemas técnicos, que se plantee hoy la alarmante posibilidad de que los mismos ya hayan esca- pado mayormente al control humano y desborden todo sistema de va- lores. Esta postura tiene algo de animista; es evidente que la autono- mia de los sistemas tecnolégicos no puede ser mas que un reflejo del sistema social en el cual se desenvuelven. Como antes que ella el di- nero, ahora también la tecnologia ha alcanzado un nivel de autonomia que parece escapar al control humano. Es lo que Marx llama un fetiche de la sociedad, a la que domina, en lugar de estar a su servicio. La pregunta final ante todo este desarrollo es ética. En nuestra ci- vilizacion se da una perversion que consiste en transformar continua- mente los fines en medios y los medios en fines. El francés J. Ellul, fi- losofo de la tecnologia que ve el predominio de ésta con considera- ble pesimismo en cuanto al futuro del humanismo, dice que la nues- tra “es una civilizacion comprometida en la busqueda de medios con- tinuamente mejorados, para lograr fines que no se analizan en sufi- ciente detalle.” Notas |, Una mujer no podria manejar un automévil que precisa ser puesto en marcha mediante una manivela, como lo fueron los primeros modelos. Tam- poco se le permite hacerlo hoy, en Arabia Saudita. 36 Capitulo 3 La tecnologia en la empresa 1, Un insumo estructurante Sin duda una de las claves de nuestra vida diaria, la tecnologia es también una de las claves del éxito econdmico, tanto de las empresas como de los paises. En el pasado atin cercano, se hablaba de la industria como motor esencial de la economia de un pais. Ahora se habla erréneamente de que estamos en una era post-industrial en la cual la industria ya no ocuparia ese lugar central, De hecho, en los paises mas desarrollados la industria ya ocupa menos personas que el sector de “servicios”. Eso se debe no a que la industria sea menos importante que antes sino a que, por efecto de tecnologias mas eficientes, se ocupa menos mano de obra que antes. Los bienes se siguen produciendo en las fabricas, y en cantidades cada vez mayores; pero éstas mismas deben actualizar sus métodos con cierta frecuencia. La novedad es que, en escala mundial, en el mercado, constante- mente estan apareciendo bienes nuevos, los modelos cambian, y tam- bién lo hacen los métodos de produccién de los bienes y los servicios que ya conocemos. La busqueda de una eficiencia econémica cada vez mayor en los procesos y en los productos que se ponen en venta es tan acelerada que, en el descubrimiento o la invencién de nuevas tec- nologias, de nuevas maneras de hacer las cosas conocidas, o la mane- ra de hacer nuevas cosas, el conocimiento ha llegado a ser una fuerza productiva tanto o mas importante que los insumos tradicionales que se emplean en cualquier manufactura. Los ingredientes basicos del proceso de produccién de cualquier producto o servicio son: materias primas, energia, mano de obra y tecnologia. Nosotros queremos afadir a esta lista, en igual- dad de rango con los anteriores, la consideracién del impacto eco- légico de ese proceso. 37 Tomas Buch Se suele mencionar el capital —a veces en la forma de crédito— como factor de produccion. Aqui no insistiremos sobre este ingre- diente fundamental, porque no estamos interesados en un estudio de los aspectos econémicos y financieros del proceso productivo en si. Desde el punto de vista del capitalista, cuyo objetivo es el lucro, el ca- pital tal vez sea el comienzo y el fin del proceso productivo. Para no- sotros, en cambio, que estamos sobre todo interesados en el proceso productivo y sus productos, el capital, si bien es fundamental tanto pa- ra la inversién productiva como para la operacién cotidiana de la pro- duccion (“capital de trabajo”), es solo un intermediario, aunque impres- cindible, para la adquisicion de los insumos. Las materias primas, la energia y la mano de obra son los insumos tradicionales. Sobre ellos se ha escrito mucho, y se entiende perfecta- mente su rol. Generalmente se considera que la mano de obra se apli- caa las materias primas para producir los bienes deseados, mediante el uso de herramientas y maquinas. La energia es sdlo un insumo mas, que se menciona por separado por constituir un ingrediente comun de ca- racteristicas especiales en casi todas las industrias. Cuando una empresa hace el andlisis econdmico tedrico del proce- so de produccién, supone que se ha invertido cierto capital en la ad- quisicion de los locales y las maquinas con las que se trabajara. Se ad- quieren materias primas en las cantidades adecuadas a la produccién que se desea obtener, y se emplea personal con las calificaciones ade- cuadas, al que se le pagara un salario, y los aportes sociales que esti- pull la ley. Es evidente que no conviene comprar mas materia prima que la que se ha de usar inmediatamente en la produccién, y que no conviene emplear personal de mas. Sin embargo hay siempre un mini- mo de costos que no dependen de la produccién: éstos son los costos fijos, y una de las preocupaciones de la industria es reducirlos lo mas posible. Entre ellos estan también los costos de la administracién, de la publicidad, etc. y la amortizacién de las inversiones hechas. Los cos- tos variables son proporcionales a la produccién. Se supone que esta produccién se vende a cierto precio, fijado por las condiciones del mercado. Los otros dos tipos de insumos son menos conocidos: la tecnolo- gia y el impacto ecolégico. Ninguno de ellos cabe en la clasificacion tradicional de costos fijos y variables. Una industria esta disefiada para producir cierta cantidad de pro- 38 El tecnoscopio ductos operando al maximo de su capacidad. Sin embargo, general- mente puede soportar un ritmo de trabajo menor, hasta un punto de equilibrio por debajo del cual los costos superan los ingresos logrados por las ventas. El precio del producto se establece de varias maneras. Idealmente © en teoria, lo establece la “ley de la oferta y la demanda”, o sea, las condiciones del mercado. Depende, entre otras cosas, de la calidad del producto en comparacién con otros similares. En la realidad, las con- diciones del mercado suelen ser mucho menos transparentes, y varian fuertemente segun la naturaleza del producto. Si el productor tiene condiciones monopédlicas, el limite del precio lo establece el maximo que los consumidores estan dispuestos a pagar, cuando no lo fija el go- bierno. Si hay un productor grande y varios menores, el grande a ve- ces tolera la presencia de sus competidores, porque los mayores cos- tos de éstos le permiten aumentar su propia ganancia. En muchos pai- ses existe legislacién que prohibe el monopolio. Hay productos —las llamadas Commodities— para los que existen muchos productores re- lativamente equivalentes, y en ese caso el mercado es algo mas trans- parente. Aun en esos casos, muchas veces los precios se fijan por con- s entre productores y grandes clientes, y dependen de las canti- dades negociadas. La diferencia entre el valor monetario de la produccién y el de to- dos los costos es el valor agregado por el proceso de produccién. El valor agregado mide la riqueza generada por este proceso y es eviden- te que conviene que sea el maximo posible. vel La tecnologia, el insumo oculto El insumo tecnoldgico, disimulado en este andlisis, esta aguda- mente presente, encarnado en las maquinas y en los procesos produc- tivos que se llevan a cabo; en la cantidad de empleados y en la capaci- tacion requerida de éstos; en la calidad lograda y en la productividad que alcanza cada empleado. La tecnologia es el insumo critico porque es el que estructura to- da la produccién. Por lo tanto resulta fundamental que esté adaptada a los requerimientos de la situacién concreta. No es ni directo ni in- directo, sino estructurante. El efecto de las innovaciones tecnolégicas sobre el proceso produc- 30 Tomas Buch tivo no necesita mayor explicitacion. Ya hemos mencionado el reem- plazo de los esclavos por desmotadoras de algodén; otros ejemplos son, la desaparicién de las cuadrillas de peones de las calles, en las que retroexcavadoras cavan, en horas, zanjas que docenas de obreros ha- cian en dias o semanas. Es facil mencionar muchos otros ejemplos. El insumo tecnolégico existe siempre, explicita o implicita- mente, cualquiera que sea el grado de complejidad de la produccién, © el nivel de incorporacién de valor agregado. Aun en una economia de subsistencia, o en una economia colonial, que meramente exporta bienes o recursos primarios, hay una tecnologia de producci6n y una tecnologia que guia el acopio o el transporte de los bienes. Aqui tenemos que distinguir claramente entre los bienes de consu- mo que incorporan tecnologias avanzadas, como, por ejemplo, una ca- mara de television familiar o un marcapaso cardiaco, y los procesos in- novativos que incorporan conceptos y equipos de alta tecnologia en la produccién de bienes, como por ejemplo, un equipo robotizado de soldadura de metales. Cuando se la aplica al proceso productivo, la tecnologia avanzada en general tiende a reemplazar mano de obra humana por el trabajo de las maquinas, o por lo menos trabajo menos calificado por trabajo mas calificado. Existen diversos tipos de tecnologia segiin la importan- cia relativa del capital y de la mano de obra. En un debate politico, cuando toma importancia que los habitantes de una region tengan fuentes de trabajo para ganar su sustento, se suele hablar a veces de una oposicién entre tecnologias 0 industrias labor-intensivas —que em- plean tecnologias menos automatizadas, y por lo tanto requieren mas personal— y tecnologias capital-intensivas, que emplean menos perso- nal, y requieren inversiones mas importantes en maquinaria y proce- sos de control. Finalmente, en la actualidad también hay industrias tecno-intensivas, nacidas con el desarrollo de las tecnologias mas avanzadas, y que ge- neralmente no pueden prescindir de ellas en ninguna de sus fases. Ejemplos de industrias tecnointensivas son todas las vinculadas a la ac- tividad espacial, la electrénica, la informatica y la biotecnologia. No bien un pais intenta algo mas que exportar materias primas en bruto, el insumo tecnoldgico es cada vez mas critico y forma una par- te mas esencial y determinante de los costos de produccién. Esto no necesariamente quiere decir una porcién cuantitativamente mayor, si- 40 Fi teenoscanio no que hasta la tecnologia usada determina la mayor parte de los demas componentes del costo. El impacto ambiental El impacto ecolégico también debe incluirse entre los insumos de cualquier empresa humana. En particular, en cualquier emprendi- miento, sea econdmicamente productivo o no, siempre hay un cos- to ecolégico, ya que toda actividad humana modifica en alguna medi- da el ecosistema en el que acta. En el pasado, no se habia tomado conciencia de los impactos eco- légicos de los emprendimientos humanos. Sin embargo, estos impac- tos fueron graves y muchas veces irreversibles. Los famosos cedros del Libano que la Biblia ensalza, fueron deforestados y casi extinguidos pa- ra construir los barcos de los fenicios y el Templo de Salomén; y el co- mienzo de la Revolucién Industrial, en su avidez de combustible, con- dujo a la deforestacion de gran parte de los bosques ingleses, antes de que se generalizara en uso del carbén; y después, las grandes chime- neas que despedian espesas nubes de humo negro, cuya toxicidad se desconocia o se desdefiaba, se transformaron en emblema y metafora del progreso industrial. En la actualidad, la conciencia del dafio ecolégico es cada vez mas aguda. Se reconoce que siempre existe el impacto ecolégico, y que és- te tiene un alto costo, no siempre medible en unidades monetarias. Como no habia conciencia del impacto ambiental, generalmente el que lo ocasionaba no era tenido por responsable de dicho impacto. Se suponia que el ambiente (el aire, los rios, el suelo, el mar) tenia una ca- pacidad infinita de absorber y neutralizar todos los téxicos que se ver- tian en él. Las industrias podian volcar sus efluentes al aire, al suelo o a la corriente de agua mas préxima, sin que se temieran los efectos en el largo plazo. El resultado de esto era que generalmente el causante di- recto no pagaba las consecuencias de su accién, ni sufria las consecuen- cias no cuantificables, sino la comunidad entera en la que éste se implan- ta. El costo ecoldgico no se solia tener en cuenta. En momentos en que se ha reconocido que el nivel de contamina- cién ambiental amenaza la estabilidad de los grandes ecosistemas, in- cluso los urbanos, esta actitud ya no es excusable y no debe ser tole- rada. Por lo tanto, uno de los objetivos del desarrollo de nuevas tec- Tomas 8 nologias —o sea de nuevas maneras de hacer las cosas— es reducir el impacto ecolégico de la actividad respectiva. Hay ademas un cambio de actitud en cuanto a quién deberia pagar por las consecuencias ambientales de un emprendimiento industrial. Se habla, por lo tanto, de la “internalizacién” de los costos ambienta- les, queriendo expresar, con ese término, que tales costos deben in- cluirse en los calculos de las empresas, y que éstas deben asumirlos an- te la comunidad, En cuanto a la terminologia, proponemos que se hable siempre de impacto ecolégico en vez de impacto ambiental, para hacer re- saltar el hecho de que el hombre forma parte del ecosistema, mien- tras que el “ambiente” es lo exterior al hombre mismo. 2. {Tecnologia propia o ajena? Los insumos que se emplean en un proceso productivo pueden te- ner diversos origenes: se generan en el propio pais o se importan. Cuanto més adaptados al producto deseado, y cuanto mds acordes con las condiciones locales de produccién, y con las caracteristicas del mercado a servir, tanto mejor. El impacto ecolégico mas inmediato es local, aunque por supuesto también hay efectos de largo alcance. La mayor parte de la mano de obra, también es de origen local, sobre todo la mano de obra menos calificada. Frecuentemente los especialistas mas capacitados deben im- portarse de otros lugares, y a veces del exterior. En muchos casos es- pecificos, la necesidad de traer mano de obra especializada de otros lugares es una consecuencia del insuficiente 0 inadecuado nivel de la ensefianza y la capacitacién locales. Esta pobreza se extiende, en mu- chos casos, a las universidades. Hay empresas radicadas en la Argenti- na que cuando buscan personal superior se dirigen directamente a las universidades norteamericanas. Una mejor adaptacién al mercado implica una utilizacién mas eficaz de todos los recursos e insumos. Aqui cabe preguntar: ymas eficaz desde qué punto de vista? Es ahi donde pueden aparecer los conflictos de intereses. Y es ahi también donde pueden diferir los objetivos, se- gun el encuadre politico, y segiin la politica de desarrollo que favorezca el gobierno. 42 El tecnoscopio Como veremos mas adelante, la tecnologia tiene muchas de las ca- racteristicas de una mercancia, a la par de los bienes y servicios que se pueden producir y vender en un lugar del mundo y comprar y consu- mir en otro. Sin embargo, aun en una economia globalizada, en la cual se estimula el libre comercio a escala mundial, y en la cual los bienes se compran y se venden exclusivamente segin la racionalidad econé- mica y al margen de toda consideracién politica, el insumo tecnolé- gico no es un insumo mas, sino que estructura la produccién de bienes y servicios, y tiene también un impacto social y por lo tanto poll No se puede comprar tecnologia con los mismos criterios de oportu- nidad, precio y calidad con que se importan bienes de consumo. En el comercio internacional de tecnologia se manejan los concep- tos del “paquete tecnolégico” y de la planta llave en mano. Un pa- quete tecnoldgico es un conjunto cerrado y coherente de técnicas y equipos. La segunda designacién es mas ilustrativa: todo esta incluido en una compra “‘llave en mano”: el comprador no tiene mas que co- locar la llave en la cerradura y hacer arrancar la fabrica. En general, se la entregan funcionando, provista de todos los manuales, y con el per- sonal entrenado por el vendedor. A veces la venta llave en mano va precedida de una especificacion de la venta hecha por el mismo ven- dedor. La tecnologia es un bien complejo. Si el adquirente no es un espe- cialista, carecera de criterios para decidir si el “paquete tecnolégico” ofrecido o disponible le conviene o no. Hay casos de “paquetes” com- prados que, por lo ridiculos, ilustran con plenitud lo que decimos. En Venezuela, una empresa compro una planta “lave en mano” a Canada. El “paquete” era tan completo, que inclufa las maquinas barrenieves que formaban parte de la instalacién canadiense. Otro caso es el de una administracién estatal que consulté al vendedor sobre equipos de computacién y adquirié el sistema de computacién que éste le acon- sejaba. Se trataba del mismo que usaban dos prestigiosos centros de cémputos cientificos de la region. Los equipos eran excelentes, aun- que totalmente inadecuados a las tareas de manejo de informacion pa- ra los que se los necesitaba. En el primer caso, no habia conocimien- tos técnicos suficientes para haber insistido en abrir el paquete tecno- légico y comprar lo realmente adecuado para el comprador. En el se- gundo, una consulta a los cientificos usuarios hubiera bastado para evi- tar un error costoso. ico. 43 Tornds Buch Los ejemplos abundan. Cierta empresa que habia decidido fabricar cierto producto no pudo comprar tecnologia extranjera porque, en un mercado oligopélico, los proveedores no tenjan interés en generarse un competidor. En este caso, la empresa opté por contratar un equi- po local para desarrollar la tecnologia por su cuenta. En otro caso, por razones politicas, otra empresa no pudo conseguir un insumo en el mercado y decidié desarrollar su propia tecnologia para producirlo. Pocos dias después de anunciar la puesta en marcha de una planta pi- loto que demostraba la capacidad tecnolégica local, recibié una oferta de uno de los pocos productores que habia en el mundo. Las encarnizadas presiones ejercidas alrededor de la ley de Propie- dad Industrial, también ilustran algunos aspectos de este problema. Los intereses asociados a la propiedad de la tecnologia y a las condiciones de su transferencia son multiples, complejos y poderosos. Lo son lo su- ficiente como para generar un orden mundial en que la tendencia ha- cia la concentracién creciente de la capacidad de generacién de tecno- logia predomina, mientras que el uso de la misma se universaliza. Estos ejemplos hacen evidente que la capacidad de generacion lo- cal de tecnologia es fundamentalmente necesaria para cualquier pais, aun para poder comprar tecnologia, o aun ciertos productos, en el ex- terior. Sdlo cuando se comprende profundamente la naturaleza de la tecnologia y su relacién con la produccién, se esta capacitado para comprar con inteligencia, para lograr una verdadera “transferencia de tecnologia’, y no quedar expuesto a que el vendedor entregue lo que mas le conviene a él. El término “transferencia de tecnologia” es usado frecuentemente por funcionarios y empresarios. Muchos piensan que esta palabra es sinénimo de “comprar tecnologia en el exterior”. Por el contrario, la tecnologia que se compra “afuera” casi nunca se transfiere, sino que viene empaquetada en plantas que se compran “llave en mano”, con un manual del usuario que pocas veces explica qué hacer cuando algo anda mal. Ademés, tales plantas o instalaciones estan adaptadas a sus lugares de origen, y no optimizadas para las condiciones locales. Al tratar estos temas, también es necesario aclarar que las innova- ciones tecnolégicas posibles son de muy diversa magnitud. Las innova- ciones que determinan el futuro de toda una rama de la industria, o aun las que cambian el futuro de la humanidad, son relativamente pocas. La mayoria de las innovaciones tecnoldgicas constituyen mejoras relativas, 44 El tecnascopio © metodologias nuevas que pueden tener un impacto local de gran im- portancia para sus autores y los competidores de éstos, pero pocas ve- ces es posible efectuar en un pais relativamente secundario y de recur- sos financieros limitados, innovaciones como los circuitos integrados (chips) 0 los anticuerpos monoclonales. No es posible ni, en general, necesario realizar todos los desarro- llos con el propio esfuerzo. Siempre habra alguna porcién 0 compo- nente que se deberé importar. Un manejo auténomo de la tecnologia implica saber cual es la composicién dptima del “paquete tecnologi- co”: qué hacer uno mismo, y qué comprar, y a quién. Hasta existe un elemento psicoldgico muy favorable en un manejo idéneo del “paque- te tecnoldgico”, en el hecho evidente de que, a la hora de la negocia- cién, el vendedor respetara mds a un comprador que sabe exacta- mente lo que quiere, y que est4 dispuesto a ‘abrir’ el paquete tecno- logico. Al existir localmente una importante capacidad de desarrollo, las tecnologias estaran disefiadas para las condiciones y necesidades pre- valecientes. Sélo es necesario que nosotros mismos nos convenzamos de que somos lo suficientemente competentes como para decidir qué podemos hacer nosotros mismos, y qué nos conviene mas traer de “afuera”. La situacién econdémica mundial esta caracterizada por la globaliza- cién de la economia en ciertos aspectos, pero su provincializacién en otros. Las politicas proteccionistas de muchos de los paises centrales se contradicen con la proclamada apertura internacional, y obligan a pactos de integracién econémica que, como el Mercosur, se forman mediante dolorosos ajustes y acomodaciones. Contintia, por otra parte, el deterioro de los “términos del inter- cambio”. Esta expresién fue acufiada por los economistas de la CEPAL en los afios 60 para describir el hecho de que el precio de los produc- tos primarios —y de muchos productos industriales tradicionales— tiene una tendencia a descender en los mercados internacionales; los precios de los productos de mayor valor agregado, en cambio, suben. Es muy significativo comparar el orden de magnitud del precio de un kilogramo de varios productos de nivel tecnoldgico creciente:! Tornas Buch | kg de trigo 0,1 USD | kg de acero | USD | kg de automevil 10 USD | kg de filamento de tungsteno 100 USD | kg de computadora 1,000 USD | kg de satélite espacial 10.000 UsD | kg de oligocelulosa DT 100,000 UsD | kg de ribonucleasa A 1.000.000 UsD | kg de marcador RNA 10.000.000 USD | kg de fotobiotina 100.000.000 UsD | kg de RNA de ribosomas 1,000.000.000 USD La unica respuesta posible a este desafio es evidente: aunque la Ar- gentina no es un pais desarrollado, no es imposible que logre conquis- tar un nivel de vida aceptable para todos sus habitantes. Para llegar a eso, debemos participar del mercado internacional, pero con produc- tos del maximo valor agregado posible: la Unica manera de lograrlo es mediante la incorporacién de tecnologias innovadoras que, en alguna rama del mercado, puedan ser competitivas con las tecnologias exis- tentes en otras partes del mundo. Esto solamente puede hacerse si se tiene acceso a las tecnologias innovadoras necesarias. Queda entonces claro que la existencia de un desarrollo tecnologico autonomo es una condicién esencial para el desarrollo de cualquier pais. El reconocimiento de estos hechos no es novedoso, Alrededor de 1790, en los albores de la existencia de los Estados Unidos de Améri- ca como nacién independiente, época que coincidié con la revolucién industrial, Inglaterra, la potencia dominante en esa época de rapidas in- novaciones tecnoldgicas, prohibio la emigracién de artesanos y técni- cos, asi como la exportacién de maquinarias de cualquier tipo o de los planos para construirlas, y se llego hasta al sabotaje de industrias ya es- tablecidas. Por su parte, los EE.UU., subdesarrollados en aquellos tiempos, adoptaban los inventos europeos mas promisorios, los mejo- raban y los adaptaban a las condiciones locales. Tal como lo haria el Ja- pén 150 afos més tarde. En los ultimos decenios, los paises en vias de desarrollo han reac- cionado de diferentes maneras ante el desafio planteado. Los “Tigres de Asia” en este aspecto se destacan claramente. La siguiente tabla 46 El tecnoscopio, muestra, para varios paises, los porcentajes de dos grupos de expor- taciones: las tradicionales, de materias primas en crudo o con poca elaboracién y los productos industriales y de alto valor agregado (sec- tor moderno). Sector tradicional Sector moderno tralia 1962 42 18 1985 14 86 Taiwan 1962 82 18 1985 14 86 Corea 1962 89 I 1985 2 91 Brasil 1962 100 0 1985, 61 39 Argentina 1962 7 3 1985 82 18 La comparacién entre ambos sectores es por demas elocuente. A la afirmacién acerca de la necesidad de una capacidad de desa- rrollo tecnolégico auténomo debe agregarse otra, que repite lo que deciamos mas arriba acerca de la relacién entre el desarrollo tecnolo- gico y la investigacién cientifica: la existencia de una sélida base de investigaci6n cientifica en todos los ambitos —tanto en las cien- cias “‘duras” como en las ciencias sociales, y tanto basica como aplica- da— es una con in esencial para la existencia de un desa- rrollo tecnolégico auténomo. 3. Tecnologia de punta y tecnologia apropiada Cuando los medios de prensa se refieren a la tecnologia, general- mente emplean el término en un sentido muy especial. Para la opinién publica, “tecnologia” suscita la imagen de satélites, computadoras y 7 Tomds Buch centrales nucleares. No se esta habituado a la idea de que un arado sea también “tecnologia”. Se piensa, sobre todo, en los productos mas recientes y complejos, y “tecnologia” se hace, entonces, sinénimo de “tecnologia de punta”. En ciertas polémicas acerca de los valores de la sociedad actual, se tiende a contraponer esta tecnologia contemporanea con otra clase de tecnologia, que se califica como “apropiada” 0 “adecuada”, Se ha querido designar asi las tecnologias relativamente primitivas que pue- den ser inmediatamente adaptadas a lo que se entiende son las nece- sidades del medio rural de los paises subdesarrollados. La actitud im- plicita es de rechazo hacia las tecnologias ms sofisticadas, como mas inhumanas, 0 tendientes a profundizar el deterioro ambiental y cultu- ral de los pueblos. En el fondo de esta polémica hay un rechazo hacia toda la sociedad contemporanea, no sélo hacia su tecnologia. Si bien es necesario un examen de los valores de la sociedad actual desde una perspectiva histérica, filosdfica y moral, centrar el debate en la mayor © menor complejidad de la tecnologia obedece a una postura romantica de afiorar el pasado, en que la vida, presuntamente, era mas sencilla. La contraposicién entre tecnologfas de punta y tecnologias mas antiguas es falsa. Hay cierto peligro en idealizar la “vida sencilla” de otros tiempos, que no fueron tan ideales como a veces se los presenta. Toda tecnologia es adecuada para algo. La cuestion radica en establecer cuales son los fines de la actividad humana: estos fines pue- den ser el desarrollo equilibrado de los pueblos, el predominio de una nacion sobre otras, o el beneficio inmediato de los accionistas de una empresa. En cualquiera de esos casos, la tecnologia “adecuada” a cier- ta situacién puede ser la mds avanzada que exista en el mundo, En otras ocasiones, lo adecuado puede ser, en efecto, una adaptacién de tecnologfas més antiguas. La pregunta debe formularse con toda claridad en el momento de plantear el problema que una tecnologia determinada debe contribuit a resolver. Un ejemplo histérico puede ilustrar el punto. Los indios norteamericanos vivieron durante milenios de los bisontes, que eran su principal fuente de sustento, y a los que cazaban con sus armas tra- dicionales. La llegada del hombre blanco modificé esta situacion: con los rifles a repeticion diezmaron répidamente la poblacién de bisontes, amenazando la supervivencia de éstos, y también la de los indios. Pe- ro el problema de los blancos era suministrar carne a los trabajadores 48 El tecnoscopio chinos que construfan las vias férreas; no era una economia de subsis- tencia. Por supuesto, al margen de este aspecto, se traté de una poli- tica de rapifia que, en la actualidad, seria inaceptable por cualquier mo- tivo que se invocara. Otra pregunta que debe hacerse es si una tecnologia antigua resul- ta ono compatible con una economia de mercado. La respuesta a es- ta preguna es negativa. El valor de un producto casi siempre esta de- terminado por la alternativa mas barata para su producci6n, y ésta sue- le ser la mas avanzada. Con frecuencia ha ocurrido que la introduccién de nuevas tecnologias en una economia tradicional ha causado estra- gos, tanto econdmicos como culturales y ecoldgicos. Sin embargo, en toda economia existen regiones en las que el mercado, en el sentido amplio, précticamente no existe 0 sélo es muy local. En esos casos, puede ser que las tecnologias tradicionales logren mantenerse en vigen- cia. En otros, las tecnologias primitivas se han mantenido artificialmen- te, porque sus productos se convirtieron en curiosidades para turistas. Es el caso de los tejidos y productos de la alfareria mapuche, en el sur de nuestro pais o de Chile. Las maneras de calificar dicho tipo de pro- duccién son una cuestion de gusto. En vez del término ambiguo “tecnologia adecuada” se deberia hablar de “tecnologia a la medida” para cada situacién. Esta tecnologia debe te- ner en cuenta, desde luego, la situacin local: tanto la econdmica co- mo la social, cultural, y politica. Es evidente que la “alta tecnologia” o tecnologia de punta es tec- nologia. Pero también lo es la tecnologia tradicional. Y saber cuando aplicar una tecnologia u atra tal vez requiera la tecnologia mas critica de todas. 4, La innovacién tecnolégica Como la tecnologia es una fuerza estructurante de la produccién, cabe preguntarse por qué alguien tendria interés en modificar la tec- nologia de cualquier proceso productivo en funcionamiento. Podemos distinguir en eso tres motivos fundamentales: Las innovaciones tecnoldgicas exitosas se han aplicado en la pro- duccién de bienes y de servicios porque hacian posible, bien un aba- ratamiento de algdan bien conocido para difundir su uso, bien la 49 Tornds Buch aparicion de un bien totalmente nuevo, que contribuyera a satisfa- cer alguna necesidad humana insatisfecha hasta ese momento. A la vez ambos méviles no son en absoluto independientes entre si, y existen efectos sinergisticos muy importantes que en ciertos mo- mentos desencadenan verdaderas avalanchas de innovaciones. Un aba- ratamiento de un bien lo puede hacer econémicamente accesible a nuevas capas de la poblacién, 0 puede provocar que se lo aplique en usos antes antieconémicos, lo que a su vez desencadena el abarata- miento de nuevos productos. En ciertos momentos de Ia historia hubo otros incentivos para la innovacién, como por ejemplo el reemplazo de alguna materia prima escasa, 0 Ia falta de mano de obra de cierta clase, que en el fondo es un caso particular del anterior. La invencién de la maquina de vapor hizo posible los ferrocarriles, que impulsaron mejoras en la tecnologia del acero, lo que a su vez po- sibilité la expansion de la red férrea hacia el oeste de los EE.UU., abriendo vastos territorios a la agricultura, que se mecanizé cada vez mas por la enormidad de las extensiones para cultivar y la poca gente disponible. Asi se estimulé la seleccion de variedades de vegetales adap- tados a esas nuevas condiciones. En nuestra época el caso ms notable es la invencién de los circuitos integrados, que miniaturizaron a la vez que abarataron enormemente todos los circuitos electrénicos, hi posible la computadora personal, y desencadenaron miles d nes en todos los campos del quehacer humano. La maquina de vapor, por su parte, se originé en un sistema para bombear agua que inundaba las minas, en una época de auge de la mi- neria por el aumento de la demanda de hierro. Esta demanda impulsé el mejoramiento de la tecnologia de su obtencidn, lo que hizo posible las maquinas de alta eficiencia, que se usaron enseguida para impulsar los telares que producian cada vez mas telas. La introduccién paulatina de tecnologias nuevas en todas las ramas de la actividad humana ha producido globalmente un enorme aumen- to de la productividad del trabajo humano. La mecanica de la innovacién tecnolégica es un tema de activo es- tudio, pero ain hay poco consenso entre los especialistas. Es evidente que confluyen muchos factores, econémicos, sociales, psicolégicos y culturales. Hay causas macrosociales que favorecen en ciertas culturas una mayor apertura hacia la innovacién, mientras que otras son mas 50 El tecnoscopin estables y conservadoras.’ Es evidente que la cultura occidental es de todas aquella que ha mostrado una mayor dinamica, no sdlo tecnolé- gica, sino politica, econémica y militar. Hay una teoria “evolucionista” de la tecnologia, formulada por G. Basalla, segiin la cual hay una especie de darwinismo tecnolégico. La in ventiva personal de ciertos individuos o motivaciones puntuales que estimulan la creatividad tecnolégica, generarian de forma casi azarosa numerosas novedades e inventos, algunos de los cuales serian luego fa- vorecidos por una especie de seleccién por parte de las fuerzas socia~ les, culturales, econémicas, etc. La teoria esta elaborada siguiendo una linea confesadamente darwinista, aunque el mismo autor sefiala los pe- ligros de creer en una similitud demasiado estrecha para ambitos tan diferentes. En cuanto al origen de las “mutaciones” en los artefactos, sobre las que luego actuaria esta seleccién seudodarwiniana, casi siempre se puede demostrar la existencia de algiin antepasado mas 0 menos re- moto de las ideas més revolucionarias. Las maquinas térmicas se re- montan asi a Herén de Alejandria, y las computadoras a Pascal. Pero también puede ser que algunos desarrollos tecnolégicos reales de la actualidad hayan preexistido como suefios, fantasias o creaciones lite- rarias. Las manipulaciones genéticas remontan a las fantasticas quime- ras de la antigiiedad, a las doctrinas medievales del hominculo, 0 a la historia del monstruo de Frankenstein. La relacién de los inventos con las formas existentes en la naturaleza, en cambio, son contradictorias. La rueda, y el movimiento giratorio en general, uno de los inventos mas tempranos, casi no existe en los seres vivos.’ Reciprocamente, ha resultado sumamente complicado reproducir de manera mecanica el movimiento de marcha mediante extremidades articuladas. ‘Al nivel de una empresa, una de las causas inmediatas que pueden fomentar la innovacién tecnolégica es el aumento de la demanda. Esta hace que en cierto momento la capacidad productiva de una empresa llegue a su limite practico. Si cierta fabrica con una maquina produce diez unidades y el mercado pide treinta, la empresa podra comprar dos maquinas mas. Pero si la demanda crece a 1000, ya no sera facti- ble hacer funcionar cien maquinas, y la empresa originaria 0 su com- petencia trataran de desarrollar un nuevo método que tenga mayor productividad. Ante el aumento de la contaminacién ambiental en todo el mundo, St is Buch y una creciente toma de conciencia de su costo social y global, co- mienza a hacerse sentir una nueva razén para la innovacién tecnolégi- ca: la necesidad de disminuir el riesgo ecolégico de los métodos de produccién y de los productos. Esto incluye la economia de recur- sos escasos, y la disminucién de la generacién de residuos, tanto de los ecolégicamente peligrosos como de los que generan una contamina- cién meramente estética. La presion sobre las empresas en este caso proviene de la comuni- dad a través de la exigencia de leyes mas rigurosas. Tales leyes pueden prohibir lisamente la liberacién al ambiente de desechos mis alld de li- mites tolerables. O imponer el traslado del costo ecolégico sobre los productores, obligindolos a “internalizar” ese costo, es decir conside- rarlo parte de los costos de produccién. Por esa via se est producien- do una paulatina renovacion tecnoldgica en muchas industrias. En es- pecial la industria quimica esté cambiando muchos de sus métodos. Un ejemplo es la industria del papel, una de las mas contaminantes y tam- bién més devastadoras por el consumo masivo de arboles, los que no siempre provienen de plantaciones hechas a propésito. En el blanquea- do de la pasta, el uso del cloro, que es altamente contaminante, esta siendo reemplazado por el oxigeno. Otra fuente de innovacién son las empresas tecnointensivas, crea- das especificamente para lanzar al mercado algtin bien o servicio de al- ta tecnologia. Frecuentemente estas empresas son formadas por inves- tigadores cientificos que ven la posibilidad de aplicar productivamente alguno de sus descubrimientos. Las areas preferidas para la formacién de estas empresas son la biotecnologia, la electrénica y el desarrollo de software o de otros productos informaticos que precisan conoci- mientos muy avanzados e inversiones relativamente modestas. Muchos paises han instaurado sistemas de asesoramiento empresario y fondos de fomento para facilitar la formacién de estas empresas, a las que se considera como una especie de vanguardia de un desarrollo ‘postin- dustrial’. Al margen de su caracter econémicamente movilizador, estas empresas plantean al mismo tiempo ciertas modificaciones en la ética tradicional de la investigacién cientifica. En efecto, ocurre con frecuen- cia creciente que ciertos descubrimientos cientificos basicos resulten de aplicabilidad tecnolégica e interés econdmico, Si fueron hechos en el marco de la moral académica, deberan hacerse ptiblicos, lo que pue- de estar refiido con los intereses econdmicos de los descubridores. 52 Ei teennscopio Notas |. En honor a la verdad, debemos decir que esta tabla es, en cierto senti- do, tendenciosa. Nadio vio nunca un kilogramo de los reactivos empleados en Ingenieria genética. Las cantidades significativas de estas sustancias se miden en microgramos. 2. En idioma arabe, “novedad” y “herejfa” se designan con la misma pala- bra (bid'a). 3. Muy recientemente se ha descubierto un mecanismo de rotacién en el movimiento de los flagelos de ciertos microorganismos y en los espermato- zoides 53 Capitulo 4 La tecnologia como mercancia 1, Una mercancia rente de las demas La tecnologia tiene un valor econdmico evidente y cuantificable; en una sociedad capitalista esto quiere decir que es una mercancia. Como tal se fabrica, se compra y se vende. Sin embargo, no se puede decir que exista un mercado internacional de tecnologia en el mismo sentido en que existen mercados mas o menos abiertos y transparentes de otras mercancias. El comprador potencial se encon- trara inevitablemente con un mercado totalmente monopdlico, y muy poco transparente. Si no se puede acceder a una tecnologia competitiva, 0 si no se puede vender el producto a un precio remunerativo, no se puede competir tampoco en el mercado de los bienes y servicios. La tecnologia puede ser conocimiento acerca de como producir un bien, o puede ser conocimiento incorporado en algiin equipo. Si es co- nocimiento puro, el fabricante de tecnologia le dird a su cliente como hacer cierta cosa: le vendera un know-how relativamente novedoso. Si es conocimiento “encarnado”, la venta consistira en alguna maquina o equipo. Frecuentemente se trata de una combinacién de ambos aspec- tos. Como toda nueva tecnologia debe tener ventajas sobre la antigua; el comprador hard su anilisis econdmico y decidira si le conviene comprar el bien ofrecido. Al igual que todos los demas mercados, el de la tecnologia esta do- minado por los paises desarrollados, cuyo sistema econdmico se basa —por lo menos teéricamente— en la libre competencia. Son los pal- ses desarrollados los que han globalizado la economia, y quienes co- mercian mundialmente con los productos de la tecnologia de avanza- da, que ellos mismos desarrollan. Muchas veces estan dispuestos, a au- torizar o licenciar el uso de la tecnologia misma, 0 de las marcas re- conocidas por su calidad. Estas ventas se rigen, como es obvio, por las, Tomds Buch Conveniencias del vendedor, ya que no hay poder que pueda obligar a éste a vender a quien no quiere, o en condiciones que no le resultan atractivas por cualquier motivo que sea. La tecnologia es un bien social. Aunque pertenece a ciertos grupos que la protegen mediante patentes y secretos industriales, siempre ha sido posible una suerte de transferencia clandestina que a veces linda con lo ilegal. Los japoneses se han dedicado durante afios a copiar los productos de otros paises, hasta que comenzaron a mejorarlos y a abaratarlos. Lo hicieron, ademas, mediante una politica coordinada, fi- nanciada y protegida por el Estado, a través del MITI, Ministerio de In- dustria y Comercio Exterior.' En la Argentina deberia poder lograrse algo similar, si las innovacio- nes tecnol6gicas y las empresas de probable éxito internacional pudie- sen gozar del apoyo irrestricto y eficaz de los diversos organismos del Estado: tanto los econdmicos como los politicos, diplomaticos y co- merciales. La industria privada de los paises desarrollados inunda los merca- dos del mundo con los productos de las tecnologias modernas. En la fase inicial de la revolucion tecnolégica, los protagonistas fueron sobre todo los EE.UU. Mas tarde, Japon compartié ese protagonismo, con una participacién menor de Europa. Sin embargo, no fue esta industria privada la que corrié con la mayor parte del alto costo de la investiga- cién cientifica basica y aplicada, ni con el més alto atin de la innovacion tecnolégica. El riesgo inherente al financiamiento de muchas de las in- novaciones tecnolégicas fundamentales lo corrié en gran medida el Es- tado, por varios mecanismos entre los cuales se destaca el peso del 4rea militar y espacial y el gran presupuesto de defensa de los EEUU. La inversién en innovaciones es siempre de riesgo; la innovacién bien puede fracasar comercialmente. Por lo general, es el Estado quien corre con los riesgos; si la innovacién es exitosa, la industria privada devolverd luego lo invertido a través de sus impuestos. En los Estados Unidos —pais en el cual la injerencia reguladora del Estado en el desarrollo tecnolégico es minima— éste paga directa- mente el 50% de los fondos dedicados a la investigacién y el desarro- llo tecnolégico (“I+D") civil; a esto hay que agregar la totalidad de las grandes sumas dedicadas a la I+D militar. Y se trata de sumas enor- mes: los paises desarrollados dedican entre 2,5 y 3% de su PBI a las in- versiones de |+D, 56 El tecnoscapio El monto correspondiente en Argentina oscila entre el 0,2 y 0,4%, segun como se calcule el PBI. La industria privada no contribuye a es- ta cifra de manera significativa. Vale la pena interesarse brevemente en la manera como se mane- jaron los costos de la innovacién tecnolégica en otros momentos de la historia, aunque debamos tener bien en claro que el éxito 0 el fra- caso de cierta politica en otras épocas 0 en otros medios econémicos. culturales 0 sociales no implica de manera alguna que el resultado de la aplicacion de una politica similar en nuestra situacién actual necesa- riamente tendria resultados analogos. El ejemplo mas obvio para este estudio es la Revolucion Industrial de 1750-1900, porque es la mas cercana y porque es la mas estudia- da. La Revolucién Industrial comenzé en Inglaterra, pais en que ya ha- bia cierta tradicion manufacturera previa, sobre la base de esfuerzos privados relacionados con el auge de la burguesia inglesa desde el si- glo XVII, y, de creerle a Max Weber, con las convicciones religiosas de los grupos puritanos. En muchas ocasiones, los desarrollos se hi- cieron en contra de la voluntad del Estado, aunque en un ambiente li- beral y poco represivo. También el idedlogo de la Revolucion Indus- trial en Inglaterra, Adam Smith, era favorable a un liberalismo total. Sin embargo, si bien el Estado no hizo nada para financiar los desarro- llos tecnolégicos fundamentales que se estaban produciendo en su reino, defendié los logros obtenidos con las medidas restrictivas que ya hemos mencionado, como la prohibicién de exportar planos o ma- quinas (en especial a los EE.UU., que estaban en plena lucha por su in- dependencia), y la limitacién a la emigracién de los técnicos e ingenie- ros. Estos, sin embargo, igual lograron emigrar en considerable nume- ro, a veces de modo clandestino. En otros paises la actitud de los gobiernos fue marcadamente dis- tinta. En Francia, por ejemplo, desde la época de Luis XIV y su minis- tro Colbert, el Estado protegié activamente el desarrollo industrial y tecnolégico, cred instituciones para la educacién técnica, favoreciendo a los industriales y a los inventores mediante diferentes tipos de privi- legios, y fomentando la transferencia tecnolégica desde otros paises. En los EE.UU. un apoyo estatal inicial, bajo la necesidad del desarro- llo de una industria auténoma, y ante la actitud hostil de la antigua po- tencia colonial, que seguia siendo la primera potencia industrial y eco- némica de la Tierra, cedié ante un liberalismo que se impuso en la se- 57 Tornds Buch gunda mitad del siglo XIX, época en la cual la segunda etapa de la Re- volucién Industrial se basé casi exclusivamente en la iniciativa privada. Sin embargo, mas tarde la politica volvié a cambiar. La Primera Gue- rra Mundial impulsé nuevamente la intervencidn estatal a través de las compras de material de guerra y el desarrollo de ciertos elementos que se hicieron estratégicos, como los camiones y los aeroplanos. El intervencionismo del Estado se hizo mas evidente y poderoso en la época de la Depresién, y se hizo permanente mas tarde, cuando la Segunda Guerra Mundial y luego la Guerra Fria impulsaron la revolu- cidn tecnolégica como ninguna fuerza lo habia hecho antes. El Japon, la gran potencia tecnolégica de Oriente, con una cultura completamente diferente de la nuestra, no siguid sin embargo un ca- mino demasiado diferente en cuanto a su desarrollo tecnolégico. La revolucién modernista conocida como “Restauracién Meiji” se propu- so modernizar el Japon a partir de 1867. Ninguna de las condiciones previas a una revolucion industrial estaban dadas en ese momento, a pesar de lo cual en el plazo de 60 afios Japén se convirtié en una po- tencia industrial de primer nivel internacional, cuya marina mercante era la tercera del mundo en 1930. Durante los primeros veinte afios, el Estado tomé a su cargo la organizacién de esta modernizaci6n, y en 1880 vendié la mayoria de las empresas estatales a una asociacién de productores privados, la Dogyo Kuminai, que estaba formada por los grandes aglomerados financieros e industriales conocidos como zai- batsu, entre cuyos integrantes figuraban los nombres de Mitsui, Mitsu- bishi, Sumimoto y Yasuda, que llegaron a dominar la estructura finan- ciera japonesa hasta la derrota de 1945. Desde entonces, el Ministerio de Tecnologia y Comercio Exterior, MITI, unificé los esfuerzos puibli- cos y privados japoneses en pos de la transformacién del Japon en una gran potencia tecnolégica. El debate actual, sobre todo en los paises semidesarrollados como el nuestro, es de una indole un tanto diferente, porque los dados es- tn echados, y el predominio tecnolégico est en manos firmes, por lo menos en un futuro previsible. Lo que un pais como el nuestro debe decidir es el apoyo de un Estado débil a un sistema industrial débil, an- te una competencia externa de una implacabilidad vista pocas veces en la historia, ya que en el mundo entero no existe ahora ninguna alianza estratégica ante un enemigo externo. Debemos decir que ante este desafio no se ha propuesto ninguna politica clara. 58 Et tecnoscopio 2. El ciclo vital de una tecnologia Una tecnologia tiene un ciclo de vida. Comienza como idea, como prototipo, como ensayo en pequefia escala. En esta etapa, su vitalidad esta siendo ensayada. Su éxito atin no es seguro. Las inversiones que se deben hacer en esta etapa, hasta que se instala el producto o el méto- do, como rentable y aceptado, pueden ser cuantiosas y de alto riesgo. En la época actual, en casi todos los casos en los paises desarrolla- dos, esas inversiones cuentan con un importante apoyo econémico del Estado, ofrecido de modo directo 0 indirecto. Muchos de los desarro- llos mas exitosos se han realizado como derivaciones civiles de traba- jos realizados para fines militares, en los cuales los Estados mas pode- rosos nunca escatimaron los gastos. El éxito se instala de a poco, los inconvenientes se van superando, los equipos se perfeccionan, la calidad y los rendimientos mejoran. A partir de cierta fase, la tecnologia entra en su etapa de madurez. En ese momento, la fuerte inversién realizada en el desarrollo rinde sus frutos. Si el producto ha sido exitoso en el mercado, la inversién se re- cupera con creces en esta etapa. Es poco frecuente que alguien venda una tecnologia plenamente madura, salvo con la inclusion de clausulas que le den ventajas provenientes de estar, justamente, en el apogeo de su rentabilidad. Casi siempre, las inversiones privadas en desarrollo se producen en la fase de desarrollo de productos finales destinados a algtin mercado especifico. Pocas veces, los inversores privados han realizado trabajos de investigacion aplicada, que es la etapa previa a la del desarrollo de productos directamente aptos para la venta. Pero aun en este ultimo caso, es posible que un productor de una tecnologia incipiente procu- re obtener una ayuda para absorber los gastos de desarrollo de un producto o método novedoso. En tal caso, tratara de vender la tecno- logia respectiva a alguien que, a sabiendas 0 no, estara en realidad compartiendo los riesgos de fracaso que siempre tiene una tecnologia demasiado novedosa. Pero después, poco a poco © repentinamente, toda tecnologia en- tra en una etapa de obsolescencia. Esto puede ocurrir por varios mo- tivos. Uno de ellos es que aparezca una nueva tecnologia, mas venta- josa que la anterior segiin cualquiera de los criterios sefialados. Otro, que el producto —y no la tecnologia de su produccion— sea despla- 59 Tomds Buch zado del mercado. Esto ocurre con gran frecuencia. Mencionemos so- lamente los tornos mecanicos de alta precision que ceden su paso a las maquinas-herramientas de control numérico, las sucesivas genera- ciones de computadoras, o la obsolescencia de los discos “LP” como modo de registrar los sonidos, y su reemplazo por los compact discs de calidad sonora incomparablemente superior. En ese momento, en general, la tecnologia obsoleta suele estar més que amortizada. Es el momento mas favorable para venderla. El que la adquiere, dificilmente ha de convertirse en un competidor: si actua en otro pais u otro continente, no interferira. Y si trata de actuar en el mismo mercado, evidentemente no tendra posibilidad alguna de éxito. Por las dudas, en una compra-venta de tecnologia, los mbitos geo- graficos suelen delimitarse contractualmente. O sea que, desde el pun- to de vista del vendedor, todo son ventajas. Y aque rol desempeiia el comprador de tecnologia en este juego? Como vemos, esta en inferioridad de condiciones, enfrentado con un mercado vendedor seguro de si mismo y que no necesita vender con la ansiedad con que el comprador necesita comprar. En un ambiente tercermundista tradicionalmente protegido, la an- siedad del comprador de tecnologia tampoco es tan grande. El poco exigente mercado local no le reclama ni calidad ni precio; las medidas de proteccién de que disfruta no lo obligan a esforzarse demasiado. Puede seguir produciendo por métodos obsoletos, en plantas mas que amortizadas, a costos que lo obligarian a cerrar de inmediato en condiciones de mayor competencia. Y lo que no se puede producir, o lo que se cree que no se puede producir, siempre se puede importar. Y asi se puede seguir admirando como nene que mira las vidrieras de la jugueteria, los logros tecnolé- gicos y econdmicos de los “grandes”. “jEllos si que saben hacer las co- sas!” Esta es la situacion de “subdesarrollo” no sustentable en nuestro pais, La proteccion ha desaparecido; la competencia obliga a los pro- ductores a mejorar sus productos y disminuir sus costos, so pena de desaparecer. Por lo tanto, el problema de la opcién tecnoldgica se le ira haciendo cada vez més ineludible. 60 Et recnoscaio Notas |. Esta aptitud para aceptar e incorporar con gran eficiencia tecnologias creadas en otros paises tiene un antecedente histérico: unos trabucos, que los japoneses compraron a unos navegantes portugueses en el siglo Xvi fue- ron inmediatamente imitados y originaron una floreciente industria local en muy poco tiempo. Esta industria se abandoné luego por razones fundamen- talmente culturales, y los samurai volvieron al uso de la espada como arma fundamental. Recién en la Restauracién Meiji, a mediados del siglo xIx, ingre- saron nuevamente las armas del fuego al Japon Segunda Parte Tecnologia y produccion Capitulo 5 La produccion de tecnologia 1, La demanda Toda accién humana obedece a algtin tipo de motivacion. No es és- te el lugar adecuado para entrar a un debate profundo acerca de cua- les son las necesidades humanas, para calificar las acciones que tienden a satisfacerlas. Baste afirmar que, si la tecnologia es la manera de ha- cer las cosas, antes de encarar el desarrollo o la aplicacion de una tecnologia dada, es necesario establecer qué cosas se quiere hacer y por qué se quiere hacerlas. Muchas veces, la respuesta a estas preguntas sera obvia. Hay nece- sidades basicas que debe satisfacer todo ser vivo. Hay algunas que son propias de la especie humana. Y la mayoria de estas ultimas tienen mu- cho que ver con el hecho de que la especie humana es una especie so- cial: s6lo en sociedad se pueden desarrollar las cualidades genuinamen- te humanas, y sdlo en sociedad es posible satisfacer las necesidades ge- nuinamente humanas. Es evidente que estas preguntas llevan una fuerte carga ideolégica. Seguin los filésofos liberales tradicionales, la sociedad humana es solo un conjunto de individuos que colaboran entre si por su provecho in- dividual, 0 sea porque les conviene. Seguin otras escuelas de pensa- miento, la sociedad humana configura y condiciona a los individuos de tal manera que el individuo sin su ambiente social carece de valor. Para nosotros, esta dicotomia no tiene sentido: no hay seres huma- nos sin sociedad, y no hay sociedad sin individuos humanos. Y si bien la sociedad condiciona a los individuos, éstos son capaces de trascen- derla. Desde el punto de vista econdmico, es necesario distinguir entre una necesidad y una demanda. Habitualmente se acepta que el térmi- no demanda implica que el demandante tiene la posibilidad de retri- buir lo que se le ofrece en respuesta a su pedido. Es la base del siste- 65 Tornds Buch ma capitalista, en el cual, con la excepcion de ciertos servicios basicos, es necesario retribuir lo que se recibe, lo que generalmente se hace mediante alguna de las formas de dinero. Por lo tanto, demanda significa demanda solvente. La respuesta a una necesidad que se traduce en una demanda solvente es una mercancia. Las mercancias se venden y se compran, y el ambito fisico o abstracto en el que ello ocurre es el mercado. Lo que nos interesa en esta obra no es la demanda de satisfactores de necesidades generales, sin embargo. Es la demanda de tecnologia. Ya hemos establecido en el capitulo anterior, que la tecnologia es una mercancia, y que existe un mercado, aunque muy imperfecto, en que ella se compra y se vende. Ahora debemos indagar en mayor detalle quié- nes son los que plantean una demanda de tecnologia: quiénes concu- rren al mercado para buscar que alguien le ensefie, a cambio de dine- ro, como hacer las cosas que quiere hacer. En el mercado de tecnologia, existe, pues, un cliente, un empresa- rio que busca satisfacer su demanda de tecnologia. Ha decidido enca- rar la produccién de cierto bien para el que prevé buenas posibilida- des comerciales, 0 ya lo est produciendo, y detecta la necesidad de innovar en la tecnologia que emplea, por alguna de las razones que he- mos mencionado en el capitulo anterior: * reduccién de costos, para mejorar su rentabilidad o enfrentar la competencia; + mejoramiento de la calidad; + reemplazo del bien por otro que satisfaga la misma demanda; * necesidad de enfrentar un aumento en la demanda; * la sustitucion de un insumo escaso; + introduccién de un nuevo bien en el mercado; + disminucién del impacto ecolégico de la preduccién. Este potencial cliente, sin embargo, es una abstraccién, porque en el mercado de cualquier pais o regién siempre existen varios tipos de empresas netamente diferenciadas en su tamajio, su modo de funcio- namiento y sus mecanismos de toma de decisiones. Existen empresas —las llamadas transnacionales'— que responden a intereses econémicos y financieros cuyos centros de decision no es- tan en el pais en el que realizan sus actividades industriales y econé- 66 Ei tecnoscopio micas. Estos centros de decision tienen a su disposicion todas las fuen- tes internacionales de tecnologia, y frecuentemente son originadoras de muchas de las tecnologias basicas en las ramas de actividad en que operan. Dichas empresas traen al pais algunas de sus actividades de pro- duccién y comercializacion, pero pocas veces emplean tecnologias generadas localmente. Algunas de ellas poseen importantes labora- torios de investigacion cientifica y de desarrollo tecnoldgico, locali- zados en sus paises de origen, y no suelen tener interés en innova- ciones locales, salvo eventualmente en las ultimas etapas del desarro- Ilo de mercados, en los que pueden adaptar algunos de sus productos a las costumbres locales. Esto ocurre muy especialmente para ciertos productos alimenticios. Una empresa transnacional de productos ali- menticios, por ejemplo, que quiera comercializar dulce de leche, evi- dentemente debera utilizar tecnologia nacional para fabricarlo seguin nuestro gusto. Pero en ese caso no se puede hablar de una demanda de tecnologia. Otras empresas, en cambio, tienen sus intereses localizados en el pais, y eventualmente producen para el mercado interno, © para una exportacion modesta, que lucha para imponerse en los mercados ex- ternos. Ahora, en especial para nuestro pais, el campo de accién de estas empresas se ha extendido a los paises del Mercosur. Estas em- presas, sean ellas “pequefias o medianas” o grandes, necesitan adaptar- se a los cambios en la estructura econémica que se han producido en el pais. En particular, necesitan adaptarse al funcionamiento de un mer- cado abierto, donde la competencia entre empresas y entre Estados es despiadada y se rige por unas pocas reglas y acuerdos aceptados inter- nacionalmente. Hace muy poco se han concluido las arduas negocia- ciones de la llamada “Ronda Uruguay” del GATT (General Agreement on Tariffs and Trade, Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio). Aun esas reglas son aceptadas a regafiadientes, y se violan con frecuencia. Una de las claves de la competitividad de estas empresas PyMEs es el aumento de su productividad y de la calidad de su produccién, que solo se pueden lograr mediante la incorporacién de tecnologia, ya que las condiciones de su supervivencia en un mercado restringido y poco exigente han variado totalmente. Al desaparecer las barreras de pro- teccion, la crisis se instala automaticamente en cada una de las empre- sas, que debe tener una suficiente capacidad de reaccién ante esa cri- 67 Buch sis, Debe transformarse en una estructura capaz de subsistir en las nuevas condiciones del mercado: debe hacerse capaz de competir, so pena de desaparecer. Desgraciadamente, las politicas nacionales seguidas en el pasado hi- cieron poco para preparar esta verdadera revolucion empresaria, El Es- tado instruments politicas de promocién industrial o regional que no es- taban condicionadas por exigencia alguna de eficiencia ni de innovacién tecnolégica, de modo que esas politicas fueron verdaderos subsidios a la ineficiencia. De tal manera, la actual apertura, que tal vez haya sido de- masiado brusca aunque ineludible, tomo desprevenidos a los producto- res y es una de las causas de la gravedad de la crisis actual, Entre las medidas que debe tomar cada una de las empresas ante esta situacion, estan las de innovacién tecnoldgica en el sentido am- plio, es decir, deben innovar tanto en las tecnologias de produccién como en las de gestion de la calidad, la administracion, promocién de las ventas, empaque, expedicion, en una palabra: en todas las tecnolo- gias, duras y blandas a la vez. Esta es la demanda real que debe estruc- turar el mercado local de tecnologia. Sin embargo, las empresas se suelen comportar de modo notable- mente conservador. Si tienen un proceso de produccién que funciona razonablemente bien, estan poco dispuestas a hacer que esa produc- cién medianamente satisfactoria corra riesgos embarcandose en aven- turas innovativas. Salvo que se convenzan de que “razonablemente bien” no es suficiente para asegurar la subsistencia de la empresa en el mercado, 0 que haya fuerzas externas, como por ejemplo nuevas leyes de proteccién ambiental, que las obliguen a ajustar su tecnologia a las nuevas disposiciones. Ya hemos dicho que la tecnologia no es una mercancia como las de- mas. Como es estructurante de la produccién, antes de decidir un cambio se debe tener en cuenta toda la situacion global de la empre- sa productora y del mercado al que se destina la produccion. 2. La oferta Para estudiar la oferta de tecnologia es necesario diferenciar clara- mente si hablamos de un pais desarrollado, uno subdesarrollado, o de un pais como el nuestro, que tal vez se puede considerar a mitad de 68 Ei tecnoscopio camino entre ambos extremos. El caso mas sencillo es el de los paises claramente subdesarrollados, donde la oferta de tecnologia es inexi tente. Los paises desarrollados no forman una unidad pero, como hemos visto, el Estado tiene en ellos una parte predominante en las inversiones en tareas de investigacién cientifica y desarrollo tecnolégico. Ello no siempre fue asi, y no es abvio que lo siga siendo en el futuro. En los paises semidesarrolados como el nuestro, la investigacién en las empresas es casi inexistente, y el peso mayor de la I+D (Investiga- cién y Desarrollo) recae sobre el Estado que, en nuestro caso, lo cum- ple muy deficientemente. Sin embargo, aunque el nivel del sistema cientifico y tecnolégico argentino, medido contra estandares interna- cionales, sea atin bastante bueno, la vinculacién entre éste y la produc- cién de bienes y servicios es tenue. La oferta tecnolégica en la Argentina Como las tecnologias de administracién y ventas y las de produc- cidn tienen caracteristicas muy diferentes, la oferta de cada una de ellas tiene también origenes distintos. En la prensa se percibe una importante oferta estacional de tecno- logia blanda, en la forma de cursos de corta duracién, destinados a los directivos de empresas, sobre temas tales como: Calidad Total, Ges- tion Empresaria, Técnicas de Mercado, Capacitacién de Personal, Computacién, Comercio Internacional, etc. Estos cursos son ofreci- dos por institutos privados, y también por las universidades privadas y estatales. La calidad de estos cursos es muy variable y carecen de to- do control de calidad. Las tecnologias duras producidas localmente, cuando no provienen de los Laboratorios de Desarrollo de las empresas mismas, tienen ori- gen en institutos, laboratorios universitarios, centros de investigacio- nes y “Empresas de Tecnologia”. Algunas empresas poseen sus propios grupos de desarrollo, que trabajan de manera permanente en el perfeccionamiento de los méto- dos usados para la fabricacién de los bienes que ofrece la empresa. Es- tos grupos pocas veces estan en condiciones de producir tecnologias realmente nuevas, sino que se abocan a mejoras de detalle que, sin embargo, pueden tener una importancia esencial para el rendimiento 69 Tomds Buch econémico de la empresa. Una innovacion que permita reducir los costos de produccién o aumentar el rendimiento de un proceso, aun- que sea en un pequefio porcentaje, permite aumentar los beneficios de la empresa en igual medida o decidir su supervivencia. En general, las innovaciones mas frecuentemente introducidas por las empresas en base a sus propios estudios, no se refieren a los pro- cesos fundamentales que aplican sino a las fases finales del proceso, las que estin mas préximas a influir sobre la terminacién, la presentacin, el empaque, y otros detalles comerciales de los productos. La mayoria de las empresas no tienen personal dedicado a la inno- vacién tecnoldgica. Sin embargo, existen posibilidades reales de con- tratar tales servicios a laboratorios universitarios u otros, financiados por el Estado, y que ofrecen servicios a la industria por precios subsi- diados bastante alejados de sus costos reales. Existe una polémica, que también alcanza a nuestro pais y sus ins- titutos de tecnologia —como el INTI, el INTA y numerosos centros e institutos del CONICET y similares—, acerca de como estimar los costos de desarrollos efectuados por tales centros. Generalmente las industrias que celebran contratos con ellos slo pagan los costos di- rectos de los estudios que realizan, ya que los salarios del personal de los centros son pagados por el Estado. Es destacable que esta tenden- cia se esta modificando ante la creciente penuria en que dichos cen- tros se desenvuelven. En la actualidad, en la Argentina, los laboratorios de investigacion basica y aplicada, de las universidades 0 de otras instituciones perte- necientes al sistema cientifico-tecnolégico nacional y financiados por el Estado, se encuentran en una crisis bastante seria por la falta de apo- yo presupuestario, y se debate si es posible y deseable que puedan o deban realizar tareas de desarrollo para las empresas que asi lo requie- ran. Para los centros afectados, se abre una interesante posibilidad de incrementar sus magros presupuestos haciendo tareas de aplicacién productiva directa. Sin embargo, es evidente que con esta politica se corre el peligro cierto de que asi se frenen completamente los trabajos de investiga- cion cientifica propiamente dicha, que forman el substrato sobre el que debe construirse el conocimiento tecnoldgico. Si ello ocurriera, seria fatal para el sistema entero en el mediano plazo, ya que se se- carian las raices cientificas de las que se alimenta todo el sistema, con E! tecnoscopic lo que tampoco se podria después dar continuidad al desarrollo tec- nolégico. 3. El rol del Estado en la innovacién tecnoldégica El rol del Estado en la innovacién tecnoldgica de las empresas, asi como en la investigacién cientifica basica y aplicada, es fundamental a escala mundial, aunque puede asumir diferentes modalidades: tanto en diferentes paises como en diferentes momentos de su historia. La relacién entre los poderes del Estado, las empresas y la ciencia —o sea las fuentes directas de investigaciones cientificas— no ha sido uniforme, ni a lo largo de la historia, ni en diferentes sistemas politi- cos, y ha oscilado fuertemente entre el apoyo, la indiferencia, el inter- vencionismo, la sujecién y la puesta a sueldo, En la antigiiedad, la tecnologia era esencialmente empirica y la cien- cia especulativa. Las interacciones no fueron frecuentes, aunque hubo cientificos © fildsofos que hicieron contribuciones a las técnicas de su época. Por otra parte, habia cierto desdén por las actividades produc- tivas; en Grecia clasica, por ejemplo, el trabajo manual estaba a cargo de esclavos y era considerado indigno de los hombres libres. Alejandria constituyé un polo tecnolégico de la antigtiedad. En los ltimos dos siglos a.C. esta ciudad fue para la tecnologia lo que Ate- nas habia sido unos siglos antes para la especulacién filoséfica. La ciu- dad lleg6 a tener un millén de habitantes en el siglo tercero a.C. Su orgullo fue la célebre biblioteca, que llegé a contar con 700.000 volii- menes, y que ya estaba bastante devastada por la ocupacion romana cuando el califa Omar, en el afio 641 d.C., ordené incendiarla. En Alejandria coexistieron numerosos inventores y tecndlogos, y florecié la mecanica y la hidraulica. Los mas célebres de los tecndlo- gos alejandrinos fueron Arquimedes y Herén. Al primero se le atribu- ye la invencidn de la palanca y el descubrimiento del empuje de los li- quidos. Herén descubrié la energia del vapor e inventé el eolipylo, an- tepasado remoto de la turbina de vapor. La ciencia tuvo poca influencia en los cambios tecnolégicos del Re- nacimiento: las mejoras en la navegacién, etc., que fueron fomentados por los gobiernos interesados en las conquistas territoriales y la ex- pansion del comercio. La revolucién cientifica del Renacimiento no te- Jornds Buck nia grandes proyecciones econémicas, sino sobre todo ideologicas, y se vid implicada, en cierta medida, en las luchas de la Reforma protes- tante. Poco después, cuando Europa salié definitivamente de la Edad Me- dia, junto con la profundizacién de la investigacion cientifica se fue pro- duciendo una toma de conciencia de la posible importancia de la cien- cia para la vida econémica y, por lo tanto, algunos Estados comenza- ron a interesarse activamente en la economia y en la tecnologia que comenzaba a relacionarse con ella. Uno de los primeros fue Francia, en el siglo XVII, en tiempos de Luis XIV, cuyo ministro Colbert fomen- to la importacion de técnicos y especialistas, y la creacion de las pri- meras escuelas técnicas; también se comenzaron a difundir algunas pu- blicaciones técnicas. En Inglaterra este intervencionismo se produjo mis tarde. Pero la intervencion del Estado o el laissez faire, segin el caso, tuvieron tanto que ver con las situaciones econdmicas y sociales en los respectivos paises, que no se puede decir que existan dos politicas alternativas en- tre las que se pueda elegir libremente o segtin el gusto personal del fun- cionario de turno. Si lo que se desea es que progrese la economia de un pais, se deberan tomar las medidas adecuadas en el lugar adecuado y en el momento adecuado, y no confiarse de ejemplos histdricos ni de recetas importadas. O sea, que cada pais debe saber desarrollar auto- nomamente no s6lo tecnologias sino también politicas tecnoldgicas. A lo largo de la historia, hubo muchos cientificos que buscaron la proteccién del Estado. Desde temprano, también hubo algunos que dudaron de la conveniencia de que el poder del Estado se interesara demasiado en ellos: temian, probablemente con raz6n, por su libertad de conciencia y de investigacion. La prueba de que esto podia ocurrir hasta un extremo catastrofi- co y absurdo, se dio en los dos regimenes totalitarios que dominaron la mayor parte de la politica internacional de nuestro siglo, aunque sus enfoques fueron muy diferentes. Los nazis rechazaron la teoria de la relatividad por haber sido formulada por un judio. Y los comunistas prohibieron el estudio de la genética porque segtin su dogma la heren- cia no debia tener importancia frente a lo adquirido por influencia de la sociedad. Volviendo a la realidad historica: si bien predomind el laissez-faire, la primera fase de la Revolucién Industrial tuvo en Inglaterra un fuerte 72 El tecnoscopy apoyo por parte de sectores importantes del gobierno. Sin embargo, Watt se demoré mis de diez afios en el desarrollo de su primer pro- totipo de la version industrial de su maquina de vapor por falta de fon- dos. Recién logré el éxito en su asociacion con el empresario capitalis- ta Boulton. En la segunda mitad del siglo XIX, en cambio, el poco apo- yo oficial a la ciencia se retird aun mas, y la iniciativa tecnolégica que- dé en manos de las empresas privadas, aunque la investigacién basica progresé en las universidades. La segunda ola de la Revolucion Indus- trial en Inglaterra fue, en gran medida, un esfuerzo privado. En Alemania, en cambio, la politica estatal se mantuvo indiferente al desarrollo tecnolégico hasta fines del siglo XIX, y no se oculté el des- dén de las clases altas alemanas por las actividades técnicas. Recién po- co antes del fin de siglo comenzo a cambiar esta actitud, a pesar de que Alemania ya estaba jugando un importante rol en la innovacién tecno- logica de la época. En efecto, el éxito del motor de combustion interna se debié en gran medida a Otto, Benz y Diesel, y el progreso de la elec- trotécnica a Werner Siemens, el inventor de la dinamo. El ejemplo més conocido de la institucionalizacién de los desarrollos tecnolégicos enteramente privados fue la Empresa de Tecnologia o Fa- brica de Inventos de Thomas Alva Edison, aunque hubo laboratorios ale- manes de desarrollos quimicos algo antes, y, en algtin sentido, la empre- sa de Boulton & Watt también tenia aspectos de empresa de tecnolo- gia. Poco después se crearon otros laboratorios industriales de I+D, co- mo el de DuPont, en 1902, el de la Bell Telephone Co., en 1911 y el de Eastman Kodak, en 1913. Se trata de los comienzos de los que aun son los grandes nombres en la industria transnacionalizada de la actualidad. Durante toda la Primera Guerra Mundial se produjo un avance muy importante de ciertas tecnologias de indudable interés para el esfuer- 20 bélico. El ejemplo mas espectacular fue la aviacién. También progre- saron industrias vinculadas més a la logistica militar que a las armas en si: el camién, la aplicacion del motor de explosién al transporte de car- gas, fue un ejemplo notable del entrelazamiento de las tecnologias “du- ras” y “blandas”. La velocidad de respuesta del sistema no era, por su- puesto, tan elevada como lo fue mas tarde, y la tecnologia de avanza- da no desempefié un papel tan importante en aquella guerra como lo haria en la Segunda. La Depresi6n, y luego la Segunda Guerra Mundial, vieron el fuerte retorno del intervencionismo estatal en los EE.UU. en todos los aspec- 73 Tomes Buch tos de la economia, y también en la investigacion cientifica. El exponen- te maximo de este esfuerzo fue el Proyecto Manhattan. El desarrollo de un arma atémica en el brevisimo tiempo de tres afios hubiera sido im- posible sin el flujo ilimitado de medios que sdlo el Estado federal de los EE,UU. podia otorgar. Desde entonces, la principal fuente de financia- miento de los esfuerzos de investigacién cientifica y desarrollo tecnolé- gico de los principales paises del mundo han sido las arcas estatales. El desarrollo tecnolégico espacial y militar fue una fuente casi inagotable de fondos federales y de desarrollos que luego fueron aprovechados en mayor © menor medida por la industria civil y privada. Un caso especial es del Japén, que habia sido una potencia industrial desde la mitad del siglo XIX hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial, y advirtié enseguida que el futuro de un pais derrotado, superpoblado y carente de recursos naturales estaba en la aplicacién de su ingenio a la generacién de alto valor agregado mediante la incorporacion masiva de tecnologfa. El Ministerio de Comercio Exterior (MITI) promociond fuertemente un singular camino hacia la modernizacién de una indus- tria destruida por la guerra, y que carecia de todo prestigio y presen- cia internacional. En una primera fase, varias de las grandes empresas japonesas, como por ejemplo Mitsubishi, Sony y Matsushita, compraron numerosas licencias y patentes referidas a productos y métodos de avanzada tecnolégica. Uno de los productos cuya fabricacion en masa emprendié Sony en Japon antes de que se popularizase en su pais de origen, los EE.UU., fue el transistor, y sobre todo los productos elec- trénicos que lo contenian. La palabra “transistor” significé durante afios la pequefia radio a pilas, popularizada por la empresa Sony. Los japoneses —que no hubieran podido inventar el transistor, porque su sistema de investigacién cientifica, a cinco afios de su derro- ta militar total, era casi inexistente— fueron sin embargo capaces de su fabricacién y de su explotacién comercial. También ejecutaron lo que se llama irénicamente “ingenieria inversa”, que consiste en estu- diar cémo esta hecho un equipo, con la intencién de imitarlo. Luego comenzaron a innovar y a mejorar sus productos, tanto en efectividad como en calidad. Finalmente, lograron convertirse en la potencia eco- némica de mayor dinamismo del mundo, y representan una seria ame- naza para la supremacia econémica de los EE.UU., donde la mayor par- te de los avances tecnolégicos explotados por las empresas japonesas tuvieron origen. 74 Actualmente se cuestiona la fuerza econdmica de los Estados Uni- dos a nivel mundial, a la vez que se insintia nuevamente una disminu- cién de fondos estatales para investigacién y desarrollo, tanto en el Area de salud como en las investigaciones basicas y espaciales. Hoy, en los EE.UU. se concentran los esfuerzos especialmente en la problema- tica ambiental, aunque por supuesto hay un vivo debate acerca de lo que significé el apoyo oficial al desarrollo de tecnologia de avanzada en el pasado y lo que puede significar su retaceo para el futuro. En la Argentina, la investigacién cientifica se realiza fundamental- mente en varias instituciones estatales, muchas de las cuales nacieron durante la década de 1950: el CONICET, el INTI, el INTA, la CNEA, la CONAE, y algunas de las universidades nacionales. Cada una de esas instituciones tiene objetivos y modos de funcionamiento diferentes. Algunas mantienen estrechas vinculaciones con los sectores producti- vos; el INTI las tiene con la industria, cuyos representantes forman parte de sus organismos de conduccién, y el INTA con los producto- res agropecuarios. El INTI posee ademas ciertos centros dedicados a los desarrollos especificos de diferentes ramas de la produccién, co- mo los plasticos, las pinturas, la madera, el vidrio, la mineria, etc. El IN- TA, dedicado a la produccién agropecuaria, acta como entidad de in- vestigacion y extension con delegaciones en las diferentes regiones del pais, para ayudar a la produccién local. La Comision Nacional de Ener- gia Atomica (CNEA) realiza investigaciones y desarrollos vinculados a la produccién de energia nuclear, y hasta hace muy poco tenia a su car- go el funcionamiento de las centrales nucleares de generacién eléctri- ca. La Comision Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), de creacién reciente, preside la ejecucién de un plan espacial reciente- mente aprobado. Las universidades son muy desparejas en sus logros en investigacién cientifica, aunque muchas de ellas intentan desarrollar grupos de trabajo que vayan mas alla de la docencia universitaria, en procura de la creacién —no sélo transmision— de conocimientos. Estos esfuerzos se ven muchas veces dificultados por la falta de me- dios econémicos y, por qué no decirlo, de comprensién de la impor- tancia que tiene esa actividad creadora. El CONICET fue creado en 1958 por Bernardo Houssay, como or- ganismo promotor de la investigacién cientifica en el pais. Poco a poco se aparté de esa funcién, para transformarse en ejecutor de trabajos en un par de centenares de institutos, de calidad muy dispar, que depen- 75 Tornds Buch den directamente de él. En la actualidad, la restriccion del presupuesto hace que casi la totalidad de! presupuesto del CONICET esté dedica- do a pagar los sueldos de los investigadores y profesionales; la parte que queda para financiar sus trabajos es casi insignificante. El esfuerzo que se realiza en nuestro pais para fomentar las activi- dades innovativas es claramente insuficiente. Los fondos que se dedi- can a las actividades de investigacién cientifica y de desarrollo tecno- logico son escasos en comparacion con el esfuerzo de otros paises de similar nivel de desarrollo. En efecto, la Argentina invierte en I+D so- lamente un 0,23% de su PBI. Aun nuestro socio mayor en el Mercosur, el Brasil, invierte el 0,7% de un PBI sustancialmente mayor. Otro indi- cador de la poca comprensién que se tiene en el pais de la importan- cia de las actividades cientificas y tecnolégicas es el reducido numero de personas jévenes que se preparan actualmente para actividades de alto nivel cientifico y tecnoldgico. Mientras Brasil otorga a sus egresa- dos universitarios 40.000 becas para estudios de posgrado en el pro- pio pais, y envia a 5000 profesionales jdvenes a perfeccionarse a diver- sos paises del exterior, las cifras correspondientes para la Argentina son 2000 y 200 respectivamente.’ Un tipo de organismo de desarrollo tecnolégico poco tipico de nuestro ambiente son las Empresas de Tecnologia. Estas “empre- sas”, en el sentido juridico del término, se dedican exclusivamente al desarrollo tecnolégico, sea en forma de procesos, de ingenieria en cualquiera de las etapas mencionadas en la seccion que sigue, o de equipos que encarnen esos procesos. Funcionan por medio de contra- tos, mediante los cuales se comprometen a efectuar cierto desarrollo 9 resolver cierto problema, o construir cierto equipo o sistema que sea innovativo desde cualquiera de sus aspectos. El primer ejemplo de este tipo de empresa es INVAP, una sociedad del Estado que existe en la provincia de Rio Negro desde 1976, y tiene en su haber importan- tes logros tecnolégicos, entre ellos el desarrollo auténomo del proce- so de enriquecimiento de uranio y la construccién del primer satélite de produccion argentina, aunque con asistencia técnica de los EE.UU. Ademas del otorgamiento de subsidios 0 créditos “blandos” desti- nados a fomentar la innovacién tecnoldgica, el Estado mismo es con- sumidor de grandes cantidades de equipos y materiales, y puede usar su poder de compra para apoyar a las empresas innovadoras o poner- se en la vanguardia en el uso de productos de “‘iltima generacion”’ Si 76 El tecnoscopio lo hace 0 no depende de decisiones politicas o de presiones comer- ciales. Muchas innovaciones fundamentales pueden tener un costo ini- cial alto, porque son atin desconocidas, tienen poca demanda y no pue- den aprovechar las “economias de escala” en su produccién. La politi- ca estatal puede tener un efecto multiplicador, en la medida en que realiza inversiones que estimulen el desarrollo. Muchas veces no son las necesidades de la industria civil las que es- timulan la introduccién de nuevas tecnologias. Asi, por ejemplo, el Es- tado fue el primer comprador importante de un producto revolucio- nario, los ‘circuitos integrados’ (chips). Empresas privadas de los EE.UU. llevaron a cabo integramente este desarrollo. Cuando los pri- meros chips salieron a la venta, se trataba de un producto totalmente novedoso, para los que por su misma novedad aun no existia un mer- cado, a pesar del enorme potencial de desarrollo, de gamas enteras de nuevos productos, que abria su existencia: entre ellos, la computado- ra personal. Fue el programa espacial “Apollo” el que proveyé el mer- cado inicial que los chips necesitaban para superar la primera barrera comercial. Sin la miniaturizacién que los chips hacian posible, tal vez el hombre no hubiera llegado a la Luna. Y sin el proyecto Apollo tal vez la introduccién del microchip en la vida diaria de todos nosotros se hubiera demorado muchos aiios. Claro que no hay muchos inventos tan revolucionarios como el circuito integrado. En un pais desarrollado a medias, es poco probable que se produz- can innovaciones tecnoldgicas de gran envergadura. En ciertos am- bientes politicos y empresarios existe la conviccién tacita de que por tal motivo, no es importante que el pais tenga un sistema de Ciencia y Tecnologia bien desarrollado y activo. Los mismos ambientes suelen expresar dudas sobre la validez del esfuerzo CyT efectuado y, sobre todo, consideran la investigacién cientifica como una actividad cultural sin influencia sobre la economia del pais. Sin embargo, no se debe per- der de vista que hay miles de innovaciones posibles que, sin tener un impacto decisivo sobre el mundo en general, pueden servir para me- jorar la competitividad de nuestra economia. 4, Las incubadoras tecnolégicas Si al analizar el proceso en el cual se genera tecnologia aplicada a la 7 Tomas produccién, solamente se plantea la relaci6n entre el Estado y la indus- tria privada, surgird el reconocimiento de una relacién pendular y fre- cuentemente antinémica. En periodos mas recientes, se han desarro- llado otros métodos, que van mas alla del debate acerca de si la inno- vacién tecnolégica debe descansar o no en el apoyo estatal. Asi como en ciertos aspectos de la vida politica de las naciones se esta enriqueciendo la antinomia entre lo privado y lo estatal, median- te la aparicién cada vez mis visible de las organizaciones no-guberna- mentales como expresién de lo social, en el desarrollo de la vida eco- némica también surgen instancias que no son ni estatales ni privadas en el sentido habitual del término. Como hemos visto, las innovaciones tecnoldgicas tienen distintos origenes. Muchas de ellas surgen en el seno de organismos en los que se concentra el saber cientifico, pero econdmicamente débiles e inex- pertos (universidades, institutos de investigaciones 0 individuos em- prendedores sin experiencia empresaria). Una de las caracteristicas de la ciencia contemporanea es su cercania a la tecnologia, y la facilidad de su transferencia al mercado, pero frecuentemente los que propo- nen una idea son cientificos que no tienen conocimientos sobre como desarrollar un proyecto tecnolégico, que no saben de ingenierias ni de las complejidades del mundo de las finanzas y de los mercados. Estas complejidades son muchas y el ambiente en el que se deben desenvolver las empresas innovadoras es implacable si no hostil. No- veles e innovadoras empresas perecen en los primeros afios de su exis- tencia, no porque sus propuestas tecnoldgicas sean inadecuadas, sino por encarar mal los aspectos gerenciales, relacionales y organizativos: la “tecnologia blanda”. En todo el mundo, se estima que entre siete y nueve de cada diez empresas que no superan los primeros cinco afios de existencia fracasan por motivos ajenos a causas tecnoldgicas. La mayoria de las empresas innovativas se encuentran en los cam- pos mis nuevos y dindmicos, que son también aquellos en los que la componente cientifica es mayor: la biotecnologia y la informatica. En el primer caso, se trata de una rama industrial basada, sobre todo, en co- nocimientos desarrollados en los uiltimos afios, como la ingenieria ge- nética. En el segundo, si bien existian empresas grandes dedicadas al ra- mo, como IBM o ATT-Bell, muchas de las innovaciones mas revolucio- narias (los circuitos integrados, por ejemplo) surgieron de empresas mucho mis chicas, o de investigadores individuales. 78 El recnoscopio En estas condiciones es muy facil malograr una idea brillante, sea porque no logra llegar al mercado por falta de capital o de conocimien- tos especificos; 0 porque no consigue obtener éxito comercial; o por- que la idea es tomada por una de las empresas grandes, que pueden llevarla al mercado sin beneficio para sus creadores, 0 que pueden in- cluso sofocarla porque amenaza sus intereses. Procurando resolver estas dificultades, en muchos paises ha surgi- do el concepto de incubadora de empresas. Se trata de un tipo de or- ganizacién que es toda una innovacién en si misma —en la que parti- cipan organismos estatales, universidades, financistas y emprendedo- res— creada para ayudar al surgimiento de innovaciones tecnoldgicas econémicamente viables, que necesitan apoyo financiero, asistencia comercial y técnica, laboratorios de control, etc., y para estimular el surgimiento de ideas innovadoras que puedan tener éxito competiti- vo. En los EE.UU. ya existen mas de ciento cincuenta de estas organi- zaciones, y en Europa, otro tanto. También hay datos acerca de sus resultados. La “mortalidad infan- til” de las empresas innovadoras, es decir, el porcentaje de ellas que fracasa antes de llegar a los cinco afios, es bastante alto. Sdlo un 30% en promedio sobreviven este umbral, que es, desde luego, arbitrario. Dentro del Ambito protector de las incubadoras, el porcentaje de su- pervivencia aumenta hasta el 60%.’ Una idea afin a la de las incubadoras de empresas es la de los fon- dos de capital de riesgo. Teniendo en cuenta que una alta proporcién de las “buenas ideas” fracasan en el mercado, a un innovador puede resultarle muy dificil conseguir capitales que estén dispuestos a arries- garse por su éxito: los elementos azarosos son demasiado fuertes. En los fondos de capital de riesgo se juega con la esperanza de que, si bien muchos esfuerzos innovadores estan destinados al fracaso, los que triunfen tendran una probable tasa de ganancia muy elevada. De tal manera se juega con una compensacién entre las pérdidas frecuentes y las ganancias cuantiosas. En diferentes paises estas iniciativas han tomado caminos diver- sos, de acuerdo con la idiosincrasia de cada pueblo. Donde tienen mayor grado de organicidad es en Japén; alli se han organizado incu- badoras por lineas enteras de actividad productiva. Estas lineas res- ponden a prioridades detectadas por los organismos estatales —en especial el MITI, el gran Ministerio de Industria y Comercio Exte- 79 rior— pero involucran a empresas, universidades y el Estado. Entre los participantes empresarios, que abarcan tanto a empresas grandes co- mo chicas, figuran productores, distribuidores, exportadores, etc. Las lineas prioritarias que reciben este apoyo son: robotica, tratamiento de desechos industriales y recuperacién de ambientes contaminados. Entre nosotros, el concepto de la incubacion de empresas de base tecnolégica ha hecho sus primeras armas a través de la creacién de va- rios organismos de fomento de la innovacién tecnolégica y de su transferencia. En muchos casos se trata de fundaciones surgidas en el Ambito universitario. Las mismas realizan convenios con empresas pri- vadas para concretar ciertos desarrollos que cuentan con buenas ex- pectativas de éxito en el mercado. La ley nacional 23877 —de fomen- to a la innovacién tecnolégica— ofrece fondos estatales para tales de- sarrollos, bajo condiciones financieras ventajosas. Un hecho que es necesario tener en cuenta en nuestro pais es que el concepto de “innovacién” tecnolégica debe tomarse en un sentido regional. Ya hemos sefialado que los desarrollos verdaderamente revo- lucionarios, como los anticuerpos monoclonales y los circuitos inte- grados, son muy pocos y hacen historia. Pero a la sombra de los pa- sos de gigante, hay literalmente miles de innovaciones menores, que sin embargo han tenido éxito en el ambito comercial en que se pro- pusieron. En la carrera por el desarrollo tecnolégico, el que gana el premio no es siempre el que llega primero, sino el que tiene éxito co- mercial. Esta es una gran diferencia adicional entre el trabajo del cien- tifico y el del tecnélogo: la originalidad no es un requisito de este tlti- mo. Si no se violan leyes y se logra éxito comercial, el esfuerzo esta justificado. Hay quien agrega a estas condiciones la de no violar princi- pios éticos. En este sentido, unas cuantas termocuplas y un anemometro colo- cados a distintas alturas y un microprocesador conectado a un teléfo- no pueden constituir un sistema innovativo de alarma contra heladas, capaz de salvar a toda una cosecha de manzanas con elementos senci- llos y cierta imaginacién. Notas |. Preferimos usar el término trasnacional en vez de multinacional, ya que 30

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