8 CULTURA Y ESPECTÁCULOS
X X ARTE. Jerarquía internacional en una muestra que se exhibe en Paraná.
Cinco siglos de historia, en una
exposición de célebres grabadores
¿Obras de Goya, Picaso, Toulousse-Lautrec y Rembrandt expuestas, juntas, en Paraná? Parece imposible. Sin embargo,
desde hace un mes, el Museo Provincial de Bellas Artes exhibe “De Durero a Picasso. 500 años de grabado”. La
exposición –excepcional para la región por el renombre de las firmas y la calidad de los trabajos- brinda la posibilidad
de apreciar un conjunto singular de 53 obras reunidas en una muestra a la altura de las grandes capitales.
X X Carlos Marín
¿Q
ué es un grabado?
Una forma de re-
flejar, de reprodu-
cir una imagen sobre una super-
ficie de papel –u otro material- a
partir de apoyar una placa de ma-
dera entintada. Este sencillo prin-
cipio permitió la multiplicación,
la repetición de una mismo moti-
vo impreso sobre un soporte apto.
De una elemental forma de di-
vulgar estampas de devoción, con
imágenes sagradas y oraciones pa-
ra rezar, esta técnica, devino gracias
al talento y la destreza de artistas,
en una disciplina considerada en-
tre las más importantes de las ar-
tes plásticas. En cierto modo, a tra-
vés del grabado quedó registrada
parte de la historia de Occidente
en imágenes.
Obras de una extraordinaria be-
lleza fueron creadas a partir del ge-
nio de personas como el alemán
Durero, el holandés Rembrandt,
el español Goya y el catalán Picas-
so. Muchos otros se vieron sedu-
cidos por este vehículo de expre-
sión privilegiado para la difusión
entre los siglos XV y XIX. El interés
de los artistas por el grabado, llega
hasta el presente, lo cual hace que
se trate de una expresión con ple-
na vigencia.
Actualmente el Museo Provin-
cial de Bellas Artes brinda la posi-
bilidad de recorrer cinco siglos en
una muestra extraordinaria para la
región por su indudable jerarquía
internacional.
Es una posibilidad infrecuen-
XXOPORTUNIDAD
ÚNICA
E s la cuarta ocasión en que la
colección “De Durero a Picas-
so. 500 años de grabado” se torna
accesible al público. La primera fue
en 2004. Artemio Alisio, artista
santafesino –director y fundador
del museo de Dibujo y Grabado
Guamán Poma, en Concepción del
Uruguay organizó la muestra esa
primera vez. El resultado satisfizo
a todos los actores involucrados y
desde entonces la exposición volvió
a repetirse en 2005, en Rosario,
merced a gestiones de Jorge Taver-
na Irigoyen –crítico de arte y luego
presidente de la Academia Nacional
de Bellas Artes- y años más tarde,
por tercera vez, en el Museo Nacio-
Además de las obras, la muestra se complementa con la exposición de libros antiguos, como un ejemplar de los “Diez
Libros de arquitectura”, de Marco Vitruvio Polión, publicado en el siglo XVI.
te que parece razonable aprove-
char. No son muchas las ciudades
de América Latina y aún, del pa-
norama internacional, que expon-
gan una colección de la calidad y
la cantidad de piezas que integran
la colección que puede apreciar-
se en Paraná.
LA GESTACIÓN. “De Durero a Pi-
caso. 500 años de grabado” se gestó
a partir de la inquietud de un par-
ticular que formó una colección
nal de Arte Decorativo, en la ciudad
e Buenos Aires, durante la gestión
de Alberto Bellucci como director.
Ahora, para disfrute de los pa-
ranaenses y visitantes de otros
puntos del país, puede apreciarse
en las salas del Museo “Pedro E.
Martínez” en una versión que el ad-
ministrador actual de la colección
considera que es “la que ha queda-
do mejor montada y organizada”, ya
que posibilita un recorrido ordenado
con un criterio cronológico.
La muestra, con acceso libre y
gratuito, puede visitarse de martes
a sábado de 8 a 12 y de 16 a 20.
Los domingos de 9 a 12. Existe
la posibilidad de realizar visitas
guiadas, para lo cual los grupos o
interesados deben solicitar turno
con antelación en la sede del Museo
(Buenos Aires 355).
que hoy, con generosidad poco co-
mún en estas latitudes, es puesta a
disposición en el Museo “Pedro E.
Martínez”, para disfrute de muchos.
La serie comenzó a tomar forma
“El hijo pródigo”, de Alberto Durero, es una de las piezas que integran la
colección.
Paraná, domingo 2 de septiembre de 2018
en 1974. Y desde la primera pieza
se amplió lentamente, pero de for-
ma sostenida, en el transcurso de
las siguientes décadas. Viajes, pes-
quisas detectivescas, búsquedas
pacientes y constantes, contactos
en el país y el extranjero permitie-
ron que el núcleo inicial de traba-
jos aumentara hasta configurar la
colección que actualmente puede
apreciarse, para disfrute de los en-
trerrianos, hasta el 23 del corriente
mes, en tres salas del Museo.
El conjunto, que integran 60 obras
-de las cuales 53 están expuestas al
público- se inició con Picasso. Lue-
go se sumó producción de gran-
des como Alberto Durero, el gran
maestro del Renacimiento alemán.
Se conformó así un núcleo ini-
cial de una docena de piezas que se
ordenaron, restauraron y encarpe-
taron para su conservación. En la
siguiente etapa se concretaron es-
tudios y se investigó, y de ese mo-
do, sobre bases sólidas y con cri-
terio se amplió el número de imá-
genes para que el conjunto cobra-
ra sentido. Así se armó el magnífi-
co recorrido.
EL RECORRIDO. “De Durero a Pi-
casso” está organizada en tres mó-
dulos –dispuestos en otras tantas
salas del Museo- que dan al obser-
vador una panorámica del desarro-
llo y la evolución del grabado en los
últimos siglos a partir de trabajos
de los nombres más relevantes del
arte occidental.
La colección habilita otras po-
sibilidades para el visitante sensi-
ble y atento. Por ejemplo acercarse
a otros modos de mirar, habituales
en el pasado; o considerar la rea-
lidad, traducida por el talento de
los grabadores a través de los rela-
tos que los artistas construyeron
en esas pequeñas escenas. Tam-
bién expone qué temas eran los
que estructuraban la vida social y
qué lo que se consideraba impor-
tante en cuanto a transmisión cul-
tural y de valores en los sucesivos
períodos históricos (Renacimien-
to, Modernidad).
Por otra parte, permite valorar
todas las técnicas para realizar gra-
bados: desde la xilografía y el buril,
hasta el aguafuerte y la litografía.
El primer módulo, montado en
la sala principal del museo, mues-
tra la etapa más antigua, la transi-
ción entre la Edad Media y el Rena-
cimiento. Se trata de imágenes reli-
giosas, reproducciones sobre la vi-
da de Cristo, la Virgen María y es-
cenas de la Biblia. Es la etapa de la
xilografía, protagonista de un mo-
mento en que la técnica era abso-
lutamente artesanal. El referen-
te central del período fue Alberto
Durero, artista central del Renaci-
miento alemán que dominó el siglo
XV y la primera parte del siglo XVI.
La muestra se complementa con
la exposición de libros y herramien-
tas. Hay que considerar que la im-
prenta de tipos móviles de Gutem-
berg, es contemporánea a la conso-
lidación de la técnica del grabado.
Vale recordar que en 1455 el ale-
mán publica su Biblia y, como una
referencia a tener en cuenta, la pie-
za más antigua en exposición en el
Museo de Bellas Artes es de 1480,
es decir sólo 25 años más tarde. En
este sentido, en el primer módulo,