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Refieren las crónicas del extranjero que allá, en la en el centro de la hermosa ciudad; la familia posee tres
majestuosa ciudad de la niebla, se celebraron pocos viejos castillos cuya tradición encierra varias jomadas
días ¡la bodas reales y que las quinientas campanas de la historia de Austria-Hungría... La joven pareja
de la Abadía de Westminster volaron y voltearon du- dispondrá de los lujosos automóviles que corresponden
rante tres horas y m e d i a . . . que sus mil prodigiosos y a las actividades*del jefe de la familia, pues éste une
distintos sonidos tuvieron el don de rasgar la bruma a los gloriosos antecedentes de su nombre las cualida-
densa y tenaz de aquella mañana memorable, después des de energía y de trabajo que distinguen a los gran-
de un amanecer lluvioso, intensamente g r i s . . . des industriales modernos. Entre la suntuosa canas-
Nos cuentan de los maravillosos presentes ofrecidos tilla de bodas ofrecida a la encantadora desposada,
a los desposados por los soberanos del continente, por cuya delicada belleza tan eslava posee además el sutil
la alta y poderosa nobleza del país, por jefes de estados encanto y la exquisita suavidad tradicionales en la gran
democráticos; presentes cuyo esplendor podria parecer- dama argentina, figuran las joyas que lucieran en las
nos fabuloso... El comentario de maravillas tales ha deslumbradoras fiestas del imperio las representantes
suscitado naturalmente el interés de todas ustedes, lec- de la histórica casa, mencionándose especialmente una
toras amigas, tanto que he considerado oportuno ano- diadema de incalculable v a l o r . . .
tar, en esta crónica de la vida nuestra, que en hogares Así, pues, a pesar de la delicada reserva guardada
argentinos hay también juveniles y encantadoras des- hasta hoy por elementos tan representativos de nuestra
posadas que reciben presentes de fabulosa riqueza; ya sociedad, me ha parecido oportuno anotar en esta cró-
sea aquí, en nuestra populosa ciudad del ruido, o muy nica de la vida nuestra que también en hogares argen-
lejos de nosotras, en la ciudad monumental, histórico tinos hay encantadoras desposadas que al iniciar su
regazo de emperadores y magnates, en la maravillosa nueva vida reciben presentes de fabulosa riqueza...
Viena, cuyo nombre evoca todas las grandezas del pa- Y, para terminar, va el 'potin de último m o m e n t o , . ,
sado, toda la fascinadora armonía de su música román- Se comentaba, en derredor de la suntuosa mesa ten-
tica y cadenciosa... dida en honor de embajadores y ministros, los cuadros,
Y es que, con delicada discreción, muchas de nues- muy brillantes y animados por cierto, que ofrece hoy
tras gentiles desposadas reservan para la intimidad del el más elegante de nuestros teatros, y lo singular era
hogar la enumeración de los presentes recibidos; sólo que, entre tan eminentes personajes, eran los extranje-
una decidida indiscreción, como la que me induce hoy, ros quienes demostraban su sorpresa ante el favor dis-
puede revelar a la curiosidad femenina la suntuosidad pensado por las damas argentinas a esa clase de espec-
e importancia con que han sido dotadas algunas de táculos» . . Alguien insinuó que la autoridad édilicia
ellas por los s u y o s . . . había tratado de moralizar un tanto ciertas escenas,
Pocos días ha mencionaba mi crónica, entre un grupo recomendando que las figuras femeninas desfilaran rá-
de desposadas pertenecientes a nuestra aristocracia, a pidamente en vez de deteneree con el objeto de dejarse
una encantadora porteña que, por su ascendencia ma- admirar largamente...
terna, hereda el singular atractivo de las hijas de la Entonces una distinguida dama, personalidad muy
verde Erin, la tierra de leyendas y canciones, la tierra respetada en nuestra sociedad, expresó que ciertas de
de poemas líricos de imponderable belleza; pero la nuestras más briUantes mundanas eran las que autori-
mirada intensa y luminosa de esta descendiente de la zaban con su presencia en el teatro esas faltas al decoro,
raza heroica no posee el claro reflejo de los transparen- y que muchas veces esas mismas prestigiosas figuras,
tes lagos de aquella isla eternamente v e r d e . . . Los con tal de ir muy elefantes y hermosas, olvidaban el
grandes ojos negros de Marcela Torres Duggan, hoy la natural r e c a t o . . . Hubo, sin embargo, quien le repli-
joven señora de Lariviére, evocan toda la tradición de cara — y fué una dama de grandes prestigios —• ase-
gracia irresistible de la porteña de raza — gurando que era muy distinto el escote de ima señora de
Debe, pues, anotar esta crónica de la vida nuestra, alcurnia y el de ciertas estrellas de la escena...
la suntuosidad con que fuera dotada por los suyos la ¡Y tanto!, digo yo como comentario Unas están
juvenil e interesante p a r e j a . . . Entre los presentes en su lugar exhibiéndose, aunque nuestra aristocrática
ofrecidos por las señoras Duggan de Torres y Dose de sala no es un teatro de varietés. ¿Las otras? Las otras
Lariviére, figuran una deslumbradora diadema de bri- irán, llenas de entusiasmo, a la jieíta de la moda, para
llantes acompañada por largos pendientes de enormes imitar, con la mayor exactitud posible, las extravagan-
brillantes y un collar de maravillosas perlas. Dos son tes y poco complicadas toilettes que se les ofrezcan como
las residencias alhajadas primorosamente para los que modelos...
inician su nueva vida: después de celebrarse la boda
recibió la novia las llaves de su casa en París, y se ase-
gura que ambas residencias, la de la ciudad luz como
la elegida en Buenos Aires, están alhajadas con muebles
auténticos del siglo xviii; que cada habitación es
un prodigio de simtiiosa elegancia... La magnifica
vajilla de plata labrada les ha sido ofrecida por doña ItinilllllUtIMIlllUHIimiimUIMMIIMilllllllllIltItiItMIWtIHMNHIlHMIHIMIIIIIIItUltIttIIIIIIIHIHIlllHIHimilllllNIIIIIIIIIIIU

Joaquina Arana de Torres; un espléndido auto es el


obsequio de don Carlos Dose, y los cheques firmados
por los representantes de la familia de Duggan, tíos de
LA FLOR DE LA VIDA
la novia, constituyen una dote principesca... Cuando era Otoño yo clamaba en vano.
Breves días más y se celebrarán en Viena las bodas — J u n t o al vaso la flor desvanecida. —
de una interesantísima y juvenil figura femenina que, Por la cárdena rosa, la encendida
a pesar de llevar un nombre histórico y de grandes Rosa hecha boca en flor por e! Verano.
prestigios en la más acrisolada aristocracia europea,
nos pertenece muy de cerca, tanto por su ascendencia Toda la Primavera recogida
materna como por los sentimientos de cariñosa sim- Pudo haber sido luego por mi mano.
patía que supo conquistar en su breve y reciente ac- Reflorecido el búcaro l o z a n o . . .
tuación dentro de la sociedad argentina... El enlace Pero no llegó Ella, la Elegida!
de la princesita Sonia Troubetzkoy Moreno con el
conde Alejandro Kolosrath será un verdadero aoonte- Hoy otra vez Otoño en el paisaje.-
cimiento en la hermosa ciudad, histórica cuna de em- Nieva la tarde en el azul miraje
¡oradores y magnates... Kl conde Sacha, como se If Donde escondí mi anhelo sempiterno.
Ílama en los circuios más aristocráticos de Austria, es
Perdida al fin la rosa del Verano¡,
el mayorazgo de una de las familias de gran prestigio
y opulencia de su país. Y cuentan las crónicas llegadas Trémula, sólo espera ya mi mano
recientemente que los presentes ofrecidos a la futura La flor nevada y agria del Invierno!
condesa de Kolosrath son dignos de figurar en la dote
de "tna princesa de leyenda... ü n hotelito moderno DIEGO LARRIERA VÁRELA

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