Está en la página 1de 3

CARTA DEL CIELO

Querido Hija Mía:

Puede que en estos días te sientas agobiada, mortificada por tantas


presiones y preocupaciones. Te sientes confundida y buscas
respuestas a tus preguntas. Nadie parece entender lo que te pasa y
eso acrecienta más tu dolor y frustración. Pero por si se te ha olvidado,
tengo buenas noticias para ti.

“Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;


Sobre ti fijaré mis ojos”.

Hija mía, siempre te he amado, desde antes que nacieras yo ya había


puesto mis ojos en ti, eres especial para mí porque eres mi hija, te
amé desde siempre, te busque, te llame, te restaure y siempre he
estado contigo. ¿Por qué dudas de mi presencia en tu vida?, Si he
sido Yo quien te ha cuidado, Yo siempre he estado allí en los
momentos más duros de tu vida y a pesar que en ocasiones tu visión
esta nublada por los diferentes problemas que enfrentas, eso no
quiere decir que he dejado de estar a tu lado, solo vuelve tu mirada,
observa que sigo estando allí, que sigo creyendo en ti, porque un día
te llame para comenzar y terminar una obra perfecta en ti. No te
desanimes más, no te creas indigno de mí, porque Yo te considero mi
especial tesoro, no hay nada que me defraude de ti, porque Yo sé lo
que tú llegaras a ser cuando termine contigo. ¡Levántate!, Date cuenta
que no te he dejado solo ni un segundo y que estoy dispuesto a
fortalecerte y respaldarte en tu lucha diaria, nunca dudes de mi
presencia sobre tu vida, nunca dudes de las promesas y planes que
tengo para ti, porque cada uno de ellos los he de cumplir en tu vida.

No llores, y si lo haces hazlo por mi presencia en tu vida, no me gusta


verte triste, por favor no te sientas sola, porque eso me hace pensar
que mi presencia sobre tu vida no es suficiente, ¡Ánimo! ¡Esfuérzate!,
Yo prometí estar contigo cada día de tu vida y lo cumpliré. Si tropiezas
allí estará mi mano extendida para levantarte, si te siente sucia, allí
estaré para sacudir el polvo de tus vestiduras, si te sientes indigna, allí
estaré para recordarte que vales mi Sangre, si sientes que no puedes
más, allí estaré para recordarte que conmigo de tu lado TODO lo
puedes.

Hoy quiero que comencemos de nuevo, ¿estás de acuerdo?, hoy


quiero abrazarte y hacerte sentir querida, porque eres especial para
mí, quiero acariciar tu cabello mientras recuestas tu cabeza sobre mi
pecho, quiero que te sientas seguro en los brazos de tu Padre, porque
si de algo debes estar seguro es que soy yo quien te cuida y te
protege. Te amo y mi amor hacia ti es ETERNO y nunca deja de ser.

No existe nada que puedas hacer para cambiar eso, mi mirada está
totalmente puesta en ti. Mi amor por ti es incondicional e ilimitado.
Cuando los demás te abandonan yo sigo estando ahí. Cuando afligido
y cargado sientes que no puedes más con el peso de tus culpas,
cargas y angustias, soy yo quien tomo tu carga y te llevo en mis
brazos. Soy yo quien quito tu culpa y pongo paz en lugar de
tormentas.

La pregunta que tengo para ti es: ¿por qué te agitas y te confundes?


¿Por qué permites que pequeñeces o cosas, no importe su tamaño,
logren apartarte de mí? ¿Acaso no dijiste que me seguirías y me
amarías? ¿Acaso no entregaste tu corazón para que yo lo cambie y
ponga cosas hermosas dentro de él? Si la respuesta es afirmativa,
¿por qué no me dejas hacer mi trabajo? ¿Por qué cada vez que
intento colocar en orden tu vida me culpas de las cosas que te pasan?
Soy Dios, ese que formó tus entrañas. En mí no hay mudanza alguna,
no hay sombra de variación. Si permaneces fiel a mí, verás mi gloria.
Recuerda que tu tiempo no es mi tiempo, por tanto confía en mí que
tengo más experiencia, sé lo que hay en frente y te amo más que a
nadie en el mundo.

¡Dime! ¿Por qué te sientes insignificante? ¿Acaso te crees de tan poco


valor? Si por ti yo di mi sangre en la cruz, cada gota de sangre
pronunciaba tu nombre, confesaba libertad y redención.

Hoy te digo PAZ, aprende a descansar en mí. Tú crees que estás lista,
pero cuando quiero ver cuán lista estás para recibir lo que tengo para
ti, retrocedes. Calla, enmudece, que a mi presencia tiembla la tierra.
No me retes como si yo fuera alguien a quien puedes manejar a tus
antojos. No actúes como la niña malcriada que monta pataletas y llora
cuando no consigue lo que quiere. Aprende y adquirirás sabiduría. Los
siervos y siervas que en mi esperaron obtuvieron respuestas. Si tú
confías en mí y dejas que YO obre a mi tiempo, sonreirás y cantarás.
Todo esto te digo porque te amo y a quien amo, corrijo. A quien corrijo,
instruyo, y a quien instruyo, llamo. A quien yo llamó respaldo y si te
llamo y te respaldo debes saber que es porque te amo.

Jesús…

22 de noviembre 2015

También podría gustarte