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Pensando verde:

el surgimiento y desarrollo de la conciencia


ambiental global
Astrid Ulloa '" I

Ya empezamos a acostumbrarnos a encontrar símbolos que indican reciclaje


en todas partes y que implican nuevas relaciones con el uso de los recursos
naturales. Los problemas del calentamiento de la tierra y la crisis ambiental
global son discusiones que cada vez son más cotidianas en escuelas y hogares.
Políticos y expertos discuten temas relacionados con la seguridad ecológica.
Organizaciones gubernamentales y no gubernamentales-ONG- consideran los
problemas ambientales como «comunes» y universales. Al mismo tiempo, los
grupos étnicos y comunidades locales empiezan a ser reconocidos como la
gente indicada para manejar el medio ambiente.

Este despertar de la conciencia ecológica se relaciona con el deterioro de


diferentes ecosistemas y el agotamiento o extinción de los recursos naturales y
especies, los cuales han transformado no sólo procesos ecológicos, sino
también prácticas culturales e intrincadas redes de simbolismos construidas
alrededor de estos recursos; al igual que con las acciones de los movimientos
ambientalistas. El ambientalismo ha ayudado a transformar las disciplinas
sociales y naturales, convirtiéndose en un tema de referencia obligado para la
reflexión sobre las relaciones sociedad y naturaleza. Sin embargo, este
despertar ha implicado nuevas formas de interdependencia y control global
sobre los recursos naturales.

Este texto es un recorrido por el surgimiento y desarrollo de la conciencia


ambiental, dentro de la cual se exploran diferentes versiones y concepciones
sobre el medio ambiente, destacando el papel de los movimientos
ambientalistas. Posteriormente se realiza una reflexión sobre las implicaciones
que tiene el ambientalismo global izado, resaltando dos de sus principales
tendencias -la antropocéntrica y la biocéntrica- y señalando los procesos de

••• Investigadora del Instituto Colombiano de Antropología e Historia.


I Este texto fue realizado como parte de la investigación "El nativo ecológico. Movimientos indígenas y
modernidades alternativas en Colombia", que la autora adelanta con la cofinanciación de CoIciencias.

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DiE>cusioHes sobre el discurE>o ambicrlfal

control que trae una acción global en torno a la crisis ambiental. Finalmente,
este texto se presenta como un contexto básico de reflexión a tener en cuenta
en el proceso de re definición de las relaciones sociedad y medio ambiente.

La conciencia ambiental occidental moderna: orígenes y


propuestas
El surgimiento de la conciencia ambiental ha sido datada de varias
maneras. Unos autores localizan el origen del pensamiento ambiental en los
inicios de la humanidad y como una respuesta <<natural» de los sentimientos
humanos hacia la naturaleza, los cuales están guiados por principios
religiosos, éticos o filosóficos. Estos plantean una conexión, entre todas las
especies, que trasciende diferencias culturales, nociones de tiempo y espacio.
Principios que resurgen ante la crisis ambiental. Otros académicos sitúan el
comienzo de la conciencia ambiental en el siglo XVIII y XIX como respuesta a
los problemas que generó el proceso de industrialización. Finalmente, para la
mayoría de los estudiosos del ambientalismo, el ambiente es una nueva
categoría que apareció en el discurso público, en el período de 1960 a 1970, en
relación con los llamados movimientos ambientalistas.

Los procesos de industrialización y la naturaleza


La revolución industrial en Inglaterra transformó el paisaje durante el
siglo XVIII y XIX a través de la urbanización e industrialización. El proceso de
industrialización y la consecuente disminución de los recursos naturales trajo
nuevos problemas en relación con la conservación de cotos de caza, el
aumento de la población humana, la contaminación y la escasez de especies.
Como resultado surgió la preocupación de intelectuales, científicos y algunos
funcionarios gubernamentales por la protección y conservación de la
naturaleza, buscando así influir en los gobernantes de las naciones modernas
europeas y norteamericana. Las propuestas iniciales de estos" am bientalistas",
que no contaban con el apoyo de la gran mayoría, se centraban en la
conservación del agua y los bosques y en el cuestiona miento de la producción
y el impacto de la modernización.

Como respuesta a los problemas ambientales, Guha considera que en la


primera ola del ambientalismo en el siglo XVIII y XIX surgieron tres
tendencias las cuales se pueden encontrar nuevamente en la segunda ola del
ambientalismo del siglo XX: una, la crítica moral a la industrialización,
denominada el regreso a la tierra; esta busca volver a formas de vida más

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Pensando verL!l': el surgimiento y desarrollo de la conciencia ambiental global
ASTRID ULLOA

simples e ir contra de la modernización. Dos, la conservación científica, que se


basa en el uso eficiente de los recursos, y tres la idea de lo silvestre que tiende
a la preservación intocable de lo naturaF.

Las transformaciones ambientales del siglo XIX generaron reacciones de


poetas y literatos que clamaban por un estilo de vida más rural. Poetas
británicos como William Wordsworth (1770-1850), John CIare (1793-1864),
John Ruskin (1819-1900), William Morris (1834-96) y Edward Carpenter (1844-
1929) son ejemplo de una visión romántica en contra de la industrialización en
la que proponían alternativas de vida comunal autosuficiente. Cabe destacar,
cómo Ruskin hizo énfasis en las consecuencias de la polución sobre los
humanos y de que manera Carpenter internacionalizó la propuesta de regreso
a la tierra con su obra, considerada fundamental para este movimiento,
«Civilización: su causa y su cura». Sus planteamientos se articularon con las
propuestas de los norteamericanos Walt Whitman, Ralph Waldo Emerson y
Henry David Thoreau e influenciaron a grandes personajes de la época. Así
mismo se destacan las propuestas de Octavia Hill (1838-1912) que articulaban
la protección ambiental con la reforma social, realizando acciones concretas
en zonas urbanas pobres y manifestaciones públicas en contra de la
contaminación. En la tradición romántica alemana el ambientalismo estaba
unido al patriotismo, razón por la cual los campesinos, los bosques y la nación
eran un todo orgánic03• El rápido proceso de industrialización alemana
generó reacciones en los poetas e intelectuales alemanes, como es el caso de
Rainer María Rilke, quienes resaltaban el papel de los campesinos como parte
importante de la formación de la nación.

Ante la inquietud de la disminución de los recursos naturales, en diferentes


países occidentales, fueron desarrolladas estrategias preservacionistas y
conservacionistas. Entre ellas el establecimiento de restricciones de uso de los
recursos naturales y la creación de parques naturales a finales del siglo XIX.
Los intereses locales y nacionales empezaron a generar una manera particular
de controlar el uso de la naturaleza a través del manejo de recursos como el
agua, los bosques y los animales silvestres, bajo la lógica de los principios de
la conservación científica.

La conservación científica se puede relacionar con el libro de George


Perkins Marsh llamado «El hombre y la naturaleza» (1864), considerado como
básico en el ámbito conceptual para el movimiento ambientalista
norteamericano, y con los trabajos e ideas del alemán Dietrich Brandis quien

Véase CUBA, R. Environmentalism. A Global History. Longman. New York. 2000.


3 ¡bid.

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REPENSANDO LA NATURALEZA
sobre el discllrso amhiental
DiSC/lSÚlllfS

dirigía en la India el servicio forestal. Los dos científicos compartían la idea de


que los poderes del conocimiento experto podían reversar el impacto ambiental
de la deforestación a través de las cosechas sostenibles de bosques, pescaderías y
animales silvestres; eran pues así los pioneros de un movimiento científico con
consecuencias globales. Esta visión fue posible dado que la centralización y
conformación de los Estados modernos permitía la intervención del conocimiento
experto para el manejo de los recursos a una escala nacional y como propiedad de
los mismos. Este proceso permitió la consolidación de nuevas disciplinas y
trabajos de expertos (ingenieros de riegos, conservacionistas de la tierra,
manejadores de la vida silvestre, entre otros) para poder manejar los recursos de
las colonias europeas en Asia y África4. El objetivo era ordenar la naturaleza a
través de controles y reglas especiales dictadas por los expertos.

La filosofía que ha sustentado la conservación científica, se basa en la idea de


que la crisis ambiental es inminente, a menos que sea reemplazada por un uso
más "racional" que prevea nuevas formas científicas de uso de los recursos. Esta
visión clamaba por un conocimiento experto que consideraba las prácticas locales
inadecuadas y derrochadoras, por lo que tenían que ser transformadas bajo la
mira experta de la planificación racional a través de los nuevos especialistas. «Sin
embargo, la conservación científica era una ideología al mismo tiempo
apocalíptica y redimidora. Ella no volvía a un pasado ideal pero buscaba el
trasformar el presente a través de la ciencia y la razón»5. En esta visión estaba
implícita la idea de un Estado único y soberano capaz de tener una mirada a largo
plazo para manejar los bosques y el agua sujeto a regulaciones técnicas y un
acertado uso. En esta mirada la conservación es un problema de planeación,
correcto uso y eficiencia del desarrollo. Esto implica un desconocimiento y
condenación de los campesinos y pobladores locales por el manejo inadecuado
de los recursos sin la debida planificación.

Los alemanes iniciaron los estudios de mediciones cuantitativas que


permitieron estimar las cosechas sostenibles y consolidaron los departamentos
de ciencia forestal en casi toda Europa, lo que permitió una mejor producción en
las colonias. Así mismo, su influencia se reflejó en el Departamento Forestal
Norteamericano donde Gifford Pinchot en 1900 asumió su dirección, siendo
formado por el alemán Brandis.

La ciencia forestal es la disciplina más antigua de la conservación y se originó


en la edad media, pero sólo a finales del siglo XIX se expandió
intemacionalmente. En Francia se instauró el código forestal en el siglo XIV y

4 [bid.
5 [bid. Pp.30.

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Pl'n~_~~(~~~ie: el surgim_~~~!oy desarrollo de ~~~ncienc¡a ambiental global
ASTRIlJ llLLOA

una ordenanza sobre el bosque en 1669 que tendían a regular la producción


de madera para la armada. Pero en Alemania surgió en el siglo XVIII como
cabeza en este campo [...J. Los alemanes consideraron una gran cantidad de
tareas como esenciales para el éxito de la administración de los bosques: la
reservación de áreas de bosque para el Estado, al suprimir y disminuir los
derechos ejercidos por las comunidades; dividían estas reservas en territorios
controlados por oficiales; identificaban especies valiosas y estudiaban sus
curvas de crecimiento; y finalmente, establecían escuelas y laboratorios para
desarrollar investigaciones y educación".

En las colonias el sentido del manejo forestal científico se basaba en la idea


de «vigilancia» que fortalecía el control estatal y de paso negaba los derechos
de uso de los campesinos y comunidades tradicionales. De hecho, los bosques
bajo el control estatal no eran «silvestres» sino espacios de uso de dichas
comunidades a través de los años, lo que generó conflictos de gran
proporción. Por ejemplo, en la India se instauraron las leyes forestales en 1878,
lo que generó reacciones locales por recuperar el control sobre sus recursos.
Así mismo, las condiciones ambientales y culturales de las colonias diferían
de las europeas; esto trajo problemas para la implementación de las cosechas
sostenibles basadas en el conocimiento experto de la ciencia forestal, dado que
no brindaban el éxito planeado?

Al mismo tiempo, estas políticas implicaron nuevas maneras de manejar el


tiempo y el espacio de los humanos y el acceso a los recursos naturales pero
basado en nuevos conocimientos y nuevas maneras de controlarlos y
manejarlos. Las relaciones de poder, dentro de los procesos de acceso a la
naturaleza, generaron cambios en el comportamiento humano que se
expresaron por medio de diferentes tipos de prácticas individuales conectadas
con actividades como la cacería y la pesca. Las ciencias naturales aportaron el
conocimiento requerido para la implementación de estrategias de manejo de
los recursos naturales. Los recursos naturales fueron asignados en locaciones
planificadas y encasilladas a través de distribuciones espaciales específicas.
De esta forma, la noción de propiedad y los títulos sobre los recursos fueron
posibles: los parques naturales como espacios reservados para las naciones,
mientras que las zonas de caza, en algunos lugares, y los bosques y las zonas
de pesca, pasaron a ser espacios sobre los cuales se impusieron nuevas formas
de control.

6 ¡bid. Pp.34
7 ¡bid.

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REPENSANDO LA NATURALEZA
Discusiones sobre el discurso al1lbie,lfal

Consecuentemente, se establecieron y racionalizaron los tiempos para


realizar la cacería y la pesca y para usar los parques naturales. La naturaleza se
convirtió en un ente que podía ser ordenada en espacios determinados a través
de las cálculos instrumentales, la eficiencia técnica y el conocimiento experto.
Al mismo tiempo, las formas de gobernabilidad implicaban procesos de control
y dominio para transformar la naturaleza en una categoría de conocimiento bajo
la mirada de los expertos.

Paralelo al proceso de conservación científica se desarrolló la idea de lo


silvestre como lugar de protección de una naturaleza prístina. Este principio se
basó en la preservación de las especies silvestres y sus hábitats. Esta noción tuvo
orígenes en las imágenes sobre sitios sagrados, tales como cuevas o lugares en
el bosque, donde habitan deidades y espíritus de culturas no cristianas, y en los
cotos de caza que desde la época feudal han sido destinadas para el placer y
deleite de una élite. La idea de lo silvestre se consolidó con la creación de los
parques naturales. El primer parque creado fue Yellowstone en 1872, como
estrategia para conservar el poco bosque nativo que queda ba luego de la
explotación de los colonos y como reservas para el futuro. Entre los pensadores
y activistas norteamericanos, que lideraron la idea de lo silvestre, tenemos a
John Muir quien fundó «The Sierra Club» en 1892, bajo la filosofía de una
preservación ética y a Aldo Leopold quien promovió la protección de lo
silvestre fuera de los parques.

Los intereses por proteger los recursos naturales respondieron a las


necesidades de los poderes coloniales. La conservación en las colonias incitó
estrategias de manejo, por las implicaciones que éstas tenían para la economía de
los imperios. De hecho, en 1900 se realizó en Londres el primer encuentro
internacional sobre la vida silvestre en África (Convención para la preservación
de los animales, aves y peces en África). Este encuentro se consolidó con la
formación de la «Sociedad para la preservación de la fauna del imperio» en 1903.
Desde entonces en las colonias la conservación siguió los mismos pasos. "El
primer paso fue controlar la demanda con épocas de veda, en las cuales los
animales no podían ser cazados, y el uso de licencias para regular la práctica de la
cacería. El segundo fue designar especies específicas como" protegidas". El
tercero consistía en designar territorios específicos como" reservas de caza"
exclusivas para animales donde la tala, la minería y la agricultura eran prohibidas
o restringidas. El paso final y más decisivo fue el establecimiento de los parques
nacionales, que le dieron el carácter de sagrado a ciertos hábitats más que a las
especies que en ellos habitaban»H. Estas estrategias de conservación no

H [bid. Pp.46.

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Pensandu verde: el surgimiento y desarrollo de la conciencia ambiental global
A5TRID ULLOA

consideraban a los habitantes locales y se establecían en honor a los primeros


conquistadores como espacio de producción a largo plazo. Estas concepciones,
acciones y prácticas conformaron la primera ola del ambientalismo, sin embargo,
estos temas dejaron de ser de interés durante más de la primera mitad del siglo
XX por las condiciones históricas, políticas y económicas globales.

El ambientalismo y los movimientos ambientalistas en la


década de los setenta
Durante los años de 1960 y 1970 la extinción de las especies y los recursos
naturales aumentó y los nuevos procesos industriales trajeron más polución y
desperdicios tóxicos que comenzaron a afectar la vida humana de manera más
intensa. El movimiento ambiental contemporáneo comenzó en los sesenta con la
publicación del libro de Rachel Carson «Primavera Silenciosa» (Sílent Spring) en
1962. A la par con los movimientos sociales pacifistas, de los derechos civiles y
antinucleares, surgieron los movimientos ambientalistas demandando por nuevas
relaciones entre los humanos y la naturaleza y los humanos entre sí. Estos hechos
dieron cabida a lo que se denomina la conciencia ambiental o el ambientalismo.

Algunos académicos cómo Dowie (1995), William & Mathenny (1995) y Luke
(1997)~ identifican a Estados Unidos como el primer país en el cual las acciones
políticas, durante los sesenta, fueron relacionadas con la protección y
conservación de la naturaleza. Luke (1999) considera que durante esta época
(1960-1970) se dio un cambio conceptual de la noción de naturaleza a la noción
del medio ambienteJlJ• El concepto de «medio ambiente» comenzó a ser usado a
partir de la década y en relación con la escasez de los recursos naturales y con el
impacto que ésta tiene sobre los humanos.

La situación desarrollada por el libro de Carson puso en discusión el problema


de la especialización en las ciencias naturales para abordar los problemas
ambientales y las implicaciones de los criterios industriales que se imponían antes
que los ambientales. Esto estuvo ligado a las discusiones de los «Límites del
Crecimiento» del Club de Roma (1972) y a posiciones de científicos (Brejér,
Schumacher, Huxley) y filósofos (Amé Naess, Munford) quienes hicieron un
llamado por la protección del medio ambiente. Dichas críticas trajeron la segunda

~ DüWIE, Mark. Losing Ground: American Environmentalism at the Close of the 20th century. Cambridge:
MIT Press. 1995. WILLlAMS, Bruce A. & Albert R. MATHENNY. Democracy, Dialogue, and
Environmental Disputes. The Contested Languages ofSocial Regulations. Yale University Press. New Haven
and London. 1995. LUKE, Timothy. Ecocritique: Contesting the Politics of Na tu re, Economy, and Culture.
University of Minnesota Press. Minneapolis-London. 1997.
lO LUKE, Timothy. Capitalism, Democracy, and Ecology. University of Illinois Press. 1999.

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REPENSANDO LA NATURALEZA
Discusiones sobre el discurso ambiental

ola del ambientalismo, en la cual se manifiestan las tres tendencias propuestas por
Guha (la crítica moral a la industrialización, la conservación científica y la
preservación de lo natural) aunque compartiendo la idea que el sistema de
desarrollo económico es el causante de la crisis ambiental.

En el debate de la década de los setenta se dieron las siguientes situaciones: el


pensamiento de lo silvestre fue revivido a través del neomaltusianismo (Hardin y
Ehrlinch) quienes se preocuparon por la sobrepoblación humana que afectaba el
espacio de otras especies, lo que también se manifestó en los seguidores de las
ideas de Arné Naess sobre la experiencia de los humanos en la naturaleza. Por
otro lado, la tradición de la conservación científica se fortaleció por la visión del
Club de Roma, quienes proponen un desarrollo sostenible como alternativa al
desarrollo económico, y por científicos que buscan alternativas tecnológicas y
mayor control estatal sobre los procesos de producción. Finalmente, las posiciones
y acciones de los movimientos ambientalistas irrumpieron en el contexto político,
cuestionando las relaciones existentes entre la sociedad y su entorno.

Los movimientos ambientalistas o ecológicos que surgieron al final de los años


60 y comienzos de los 70 del siglo XX, fueron conformados por miembros
radicales de las organizaciones conservacionistas y preservacionistas, al igual que
por expertos, técnicos y miembros de la clase media. Sus principales acciones
fueron en contra de los proyectos de desarrollo -la construcción de carreteras,
torres petroleras e hidroeléctricas-, de centros urbanos de gran escala, y de la
contaminación y polución de la tierra, el agua y el aire. Estas manifestaciones
colectivas se alternaron con las protestas antinucleares, las discusiones acerca de
la salud, desechos tóxicos y asuntos técnicos relacionados con los problemas
ambientales. Las acciones iniciales de estos movimientos fueron una combinación
de mecanismos legales -sentencias jurídicas, pleitos, entre otros- con
manifestaciones radicales -desde ocupación y obstrucción de las construcciones
hasta confrontaciones violentas-11 •

11 Para mayor información sobre movimientos ambientalistas véase: FISHER, William. Toward Sustainable
Development. Armonk, New York, London, England: M.E. Sharpe. 1995. CARClA, María. "The
Venezuelan Ecology Movement". En: Escobar, Arturo y Sonia Alvarez (eds.). The Makini? of Social
Movements in Latin America. Westview Press. 1992. KLANDERMANS, Bert y Sidney TARROW.
"Mobilization into Social Movements: Synthesizing European and American Approaches." En:
Intemationa/ Social Movement Research: A Research Annual, Volume 1. 1988. LINKENBACH, Antje.
"Ecological Movements and the Critique of Development: Agents and Interpreters". En: Thesis Eleven,
Number 39. 1992. OMVEDT, Cai!. Reinventini? Revolution: New Social Movements and the Social Tradition
in India. Armonk: M.E. Sharpe. 1993. PRTNCEN, Thomas. "NCOs: Creating a Niche in Environmental
Diplomacy," En: PRTNCEN, Thomas y Matthias FINCER. Environmental NGOs in World Politics. LÍnkini?
the Local and the Global. Routledge. London y New York. 1994. WAPNER, Pau!. " Environmental Activism
and Global Civil Society·'. En: Dissent. Summer 41.1995. Politics Beyond the State: Environmental
Activism and World Civic Politics. World Politics. Vo!.47. No.3. 1994.

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Pensando verde: el surgimiento y desarrollo de la conciencia ambiental global
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A la par con los movimientos sociales, el movimiento ambiental tuvo


incidencia en los países del norte donde se expresaba la necesidad de mayor
participación en los espacios políticos y se compartían el mismo tipo de
acciones y estrategias de presencia del movimiento. De hecho, la primera
celebración del «Día de la Tierra», que ocurrió el 22 de abril de 1970, tuvo una
acogida multitudinaria en diversas naciones. A partir de las primeras
manifestaciones, el movimiento ambiental ha crecido considerablemente y
cuenta con el apoyo de miles de personas alrededor del mundo que claman
por una reconsideración de la economía y la sociedad. Sin embargo,
ambientalistas radicales consideran que el movimiento en general se ha
burocratizado, descuidando sus proclamas iniciales. En ese sentido han
surgido activistas que defienden propuestas más radicales en torno a la
protección de la naturaleza.

Desde entonces, se han conformado diversos movimientos ambientalistas,


pasando por los Chipko hasta Greenpeace, los cuales se han opuesto a la
reforestación científica, los programas de desarrollo de hidroeléctricas, micro
centrales, entre otras, y proyectos industriales de gran escala. De manera
similar, los movimientos sociales y las organizaciones de base, de grupos
étnicos y comunidades locales, han luchado por el control de sus recursos en
contra de imposiciones externas de programas de desarrollo, y por mantener
sus conocimientos y prácticas relacionadas con la naturaleza. Así mismo, se
han consolidado movimientos ambientalistas que se han acoplado a las
instancias gubernamentales generando así una eco-burocracia global.

Las acciones de los movimientos ambienta listas han generado procesos


políticos y cambios en las conceptualizaciones sobre la naturaleza, dado que
han ayudado a situar los problemas ambientales como un tema de interés
público. De igual manera, las preocupaciones ambientales han alimentado las
discusiones de las ciencias sociales y naturales, ayudando a la consolidación
de nuevas perspectivas teóricas en las mismas.

En este sentido, los movimientos ambientalistas han sido exitosos al


cuestionar las concepciones y relaciones con la naturaleza y al posicionar la
conservación de la misma como un tema básico en las políticas globales. Así
mismo, presentan un modelo político que crítica la estrategia global del
crecimiento ilimitado, y pone en vilo la racionalidad moderna de subordinar,
conquistar y dominar la naturaleza. Sin embargo, los movimientos
ambientalistas no pueden actuar solos, ya que la resolución de los conflictos y
la crisis ambiental implica programas ecológicos y sociales que trascienden su
accionar; por lo tanto, su objetivo ha involucrado las políticas y acciones
gubernamentales que tiendan al cambio de modelos de desarrollo y acciones

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REPENSANDO LA NATURALEZA

de las políticas relacionadas con el medio ambiente. Esto ha hecho que el


proceso se torne lento y en ocasiones poco efectivo, más aún cuando los
acuerdos internacionales no son asumidos por todos los Estados12.

Los nuevos movimientos ambientalistas comenzaron a confrontar los


regímenes económicos y políticos existentes. Por lo tanto, los procesos de
producción industrial y de la degradación ambiental comenzaron a ser
cuestionados. Esto ha implicado una necesidad de repensar la relación entre
sociedad y naturaleza. Estas nuevas discusiones y preocupaciones permitieron
un cambio del conocimiento acerca de la naturaleza, y también implicaron
modificaciones en las reglas de formación de las verdades naturalistas
científicas. Así se abrió un espacio para la discusión y problematización
relacionado con el acceso y la reproducción de los recursos naturales.

De una manera similar, las luchas de algunos pueblos indígenas por sus
prácticas y relaciones entre humanos y no humanos y en contra de los patrones
capitalistas de consumo ayudaron a redimensionar el problema ambiental.
Paralelamente, diversos movimientos sociales, organizaciones de base, grupos
de mujeres, activistas en pro de los animales, entre otros, iniciaron acciones
políticas en contra de los procesos de contaminación y extinción que afectaban
la vida cotidiana. Estas acciones ayudaron a construir un espacio para las
discusiones en torno al medio ambiente. Académicos como Shiva (1994)13 y
Escobar (1999)14 consideran las luchas de los movimientos sociales como otras
fuentes de producción de los discursos ambientales y precisan que la
conciencia ambiental no se puede desligar de las prácticas y las demandas que
estos movimientos sociales, de grupos étnicos y locales, han tenido para
mantener sus relaciones con sus territorios y sus concepciones sobre la
naturaleza. De manera similar, presentan a los movimientos de las
organizaciones de base que se han opuesto a los procesos de contaminación y
polución, que afectan su cotidianidad (salud y reproducción) como el
comienzo de los intereses relacionados con el medio ambiente15.

Las ideas, acciones y necesidades de los movimientos ambientalistas


tienden a presentarse de una manera generalizada. Sin embargo, los discursos

12 Véase ALARIO, Margarita. Environmental Destruction, Risk Exposure and Social Asymmetry. Case o/ the
Environmental Movement's Action. University Press of America. London. 1995.
13 SHIV A, Vandana. Close to Home. Women Reconnect Ecology, Health and Development Worldwide. Eds. New
Society Pu blishers. 1994.
14 ESCOBAR, Arturo. Elfinal del salvaje. Icanh-Cerec. Bogotá. 1999.
15 WlLLIAM & MAlliENNY (1995) consideran que ha habido tres lenguajes para analizar las políticas
ambientales -el pluralista, el administrativo (managerial) y el comunitario (intereses de las
organizaciones de base)-. De esta manera, ellos plantean la necesidad de analizar estos tres lenguajes
como fuentes del surgimiento de los discursos ambientales.

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Pensando verde: el surgimiento y desarrollo de la conciencia ambiental global
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sobre el medio ambiente también han estado alimentados por diversas


concepciones sobre la naturaleza y la ecología y los desarrollos de las ciencias
naturales y sociales. Así, los discursos ambientales han incluido y reflejado
diferentes concepciones permitiendo la coexistencia de diversas nociones. Unas
basadas en la distinción conceptual entre naturaleza y cultura que han sido
alimentadas por las ciencias sociales y naturales. Otras visiones, se han nutrido
de nuevas perspectivas que claman por una relación diferente con la naturaleza
y acciones que tienden a proteger los recursos por encima de valoraciones,
percepciones y conceptualizaciones particulares.

Así mismo, las necesidades de los movimientos ambientalistas, que surgieron


en las naciones desarrolladas, responden a procesos que difieren de los
generados en los países del llamado «tercer mundo». De hecho, el
ambientalismo muchas veces se ha considerado como un fenómeno de las
sociedades industrializadas y como respuesta a los valores posmateriales de
dichas sociedades, que para muchos desconoce las propuestas de los países en
desarrollo. El ambientalismo, de las naciones no desarrolladas, se ha llamado
de múltiples maneras, entre ellas: «el ambientalismo de los pobres», donde las
acciones en torno a lo ambiental se combinan con acciones de justicia social; el
ambientalismo del "tercer mundo" que ha alimentado las ideologías de justicia
social, el ecofeminismo y planteamientos sobre el desarrollo, que tienden a
repensar la idea misma de desarrollo al criticar la vida industrial y urbana,
planteando la lucha por los derechos de las comunidades pobres. Por lo tanto, el
surgimiento de los movimientos ambientalistas debe mirarse de acuerdo con el
contexto en el que se da y a las necesidades a las que responde.

El ambientalismo globalizado: desarrollo y tendencias


contem poráneas
Si bien el ambientalismo ha asumido diferentes posiciones, tendencias y
concepciones, el problema global de la crisis ambiental ha generado una
respuesta global unificada. Esta respuesta ha creado unos procesos de control
los cuales implican acciones globales que trascienden intereses y concepciones
locales. Se genera así, una serie de interdependencias entre lo local y lo global.

El proceso de globalización del ambientalismo


Para resolver los problemas humanos de la degradación ambiental, de los años
setenta, era necesario innovar las soluciones nacionales, el conocimiento
especializado, las prácticas sociales y, sobre todo, la participación internacional.

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REPENSANDO LA NATURALEZA
Discusiones sobre el discurso ambiental

De hecho, algunas situaciones históricas coyunturales (calentamiento global,


extinción de las especies y el crecimiento de la población) ayudaron a situar
los problemas ambientales en una escala global. De igual manera, los reportes:
«Los Límites del crecimiento de 1972», «el informe oficial el mundo en el año
2000» y «el reporte Brundtland de 1987» se relacionaron con las situaciones
anteriormente descritas.

Consecuentemente, extinción y escasez de los recursos naturales,


contaminación, polución y crecimiento de la población fueron consideradas la
expresión física de las nuevas amenazas globales. Estas situaciones
permitieron la contextualización de los peligros de contaminación global y de
las amenazas y riesgos locales en contra de la diversidad biológica. Así, la
conciencia ambiental permitió discutir las amenazas sobre la producción de
la vida misma. Sin embargo, las acciones humanas generadoras de la crisis
ambiental no fueron completamente cuestionadas.

De manera similar, dentro de los discursos ambientales globales, la


contaminación y la polución se presentaron como el resultado de las
actividades humanas, del planeta entero, sin desglosar completamente las
causas. Cabe aclarar que existen tendencias dentro de la ecología política, que
cuestionan el deterioro ambiental a partir de las causas sociales y las
relaciones desiguales de poder. No obstante, estas críticas no han permeado
completamente el discurso global ambiental. Así, la crisis ambiental se
convierte en un problema global cuya solución pertenece a todos los
ciudadanos del planeta.

Por otro lado, el surgimiento de la idea de proteger los últimos bosques


tropicales, los cuales actualmente son de interés global, ha generado que
muchas personas, instituciones, organizaciones, gubernamentales y no
gubernamentales, y naciones asuman como" natural" que los grupos étnicos y
comunidades locales, que viven en dichos bosques, tengan que cumplir con la
histórica tarea de salvar el planeta tierra.

Varios expertos comenzaron a contextualizar esas «amenazas» y a construir


un nuevo objeto de conocimiento llamado «medio ambiente». Esta entidad ya
no se centraba en la idea del manejo de la naturaleza como en las áreas
protegidas (parques naturales y reservas) que marcaban territorios para el uso
y disfrute de los humanos y las especies como un espacio público (común)
manejado por los Estados. Al contrario, esta nueva idea parece estar
relacionada con la reproducción de la vida ligada a un control que trasciende
los Estados. Fue un cambio del contexto nacional sobre la naturaleza, como
espacio para controlar y manejar los recursos soberanos, para convertirse en
una problemática internacional relacionada con la vida de la humanidad y la

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Pensando verde: el surgimiento y desarrollo de la conciencia ambiental global
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necesidad de la diversidad biológica, para poder mantener la vida humana.


Aunque se relacionó con la preocupación por la vida humana, lo más
importante es que trajo un interés y consideración por las especies no
humanas. Esta nueva inquietud está relacionada con la seguridad de la especie
humana y por extensión de las especies no humanas. Sin embargo, la
población tiene un nuevo significado porque se vincula no sólo con la
reproducción de la sociedad misma, sino también, con la reproducción y
diversidad de los humanos y los no humanos. Así, el medio ambiente se ha
convertido en un nuevo conocimiento que implica una gobernabilidad técnica
especial. En este sentido, se dio el comienzo del «geopoder», siguiendo el
término de Lukel6 .

El ambientalismo puede ser considerado como el nacimiento de una nueva


formación discursiva de acuerdo con el concepto de discurso de Foucault, que
ha producido un grupo de oraciones que proveen un lenguaje para hablar
acerca de (una manera de representar el conocimiento sobre) «medio
ambiente». Esta surgió en un momento histórico particular.
Consecuentemente, emergió una manera particular para pensar acerca del
mismo, la cual se expresa en diferentes prácticas y conductas (reciclaje,
consumo verde, maneras frugales de vivir), conocimientos expertos (ecología
social, biodiversidad, prospección biológica, biopiratería, manejo del medio
ambiente), textos (información acerca del calentamiento global, biodiversidad,
bosques tropicales, especies en peligro), tecnologías (GIS, sonografía),
políticas (el desarrollo sostenible, los tratados internacionales relacionados
con la biodiversidad, la vigilancia ambiental global), objetos (productos verde,
eco-arte), representaciones (símbolos para lo reciclado y lo orgánico), y sujetos
(gente ecológica, gente preindustrial o premoderna) que comparten el mismo
discurso o en palabras de Foucault pertenecen a la misma formación
discursiva. De esta manera, el medio ambiente surgió como una de las
verdades modernas que organizó la reproducción y continuación de la vida
humana y no humana.

La conciencia global ambiental ha ayudado a transformar a los ciudadanos


en ciudadanos-verdes a través de procesos de normalización. Así, alrededor
del mundo se están implementando prácticas por medio de experiencias
diarias como el reciclaje, el consumo verde (productos reciclados y mercancías
biodegradables que comprende jabones, botellas de agua natural y frutos
orgánicos), programas escolares (el día de la tierra, limpia tu playa, registro
de especies en peligro) y procesos sociales que involucran estándares

16 LUKE, Timothy. Op. Cit. 1999.

217
REPENSANDO LA NATURALEZA
Discusiones sobre el discurso ambiental

ecológicos. Al mismo tiempo, los colegios, los barrios, los supermercados, las
instituciones, al igual que los satélites han comenzado a ser parte de los
procesos de vigilancia que garantizan la producción de unos ciudadanos-
verdes, es decir con una conciencia ecológica que se reproduzca en sus prácticas
cotidianas.

Paralelamente el ambientalismo como una manera específica de hablar ha


producido sujetos específicos (gente ecológica). Más aún, la construcción de
estos nuevos sujetos necesita de representaciones especiales, la gente
preindustrial, para incluirlos como modelos de las prácticas ecológicas o nuevos
sujetos ecológicos en los contextos urbanos. El «otro ecológico» ha sido
incorporado dentro de la formación del discurso global ambiental. En
particular, la relación indígena o gente local/ ecología, empieza a ser parte de
esta formación discursiva. Esta conexión permite nuevas maneras de construir y
hablar acerca de.la naturaleza. Así mismo, establece nuevas relaciones entre
humanos y no humanos lo que implica un conocimiento específico y maneras de
usar y manejar el medio ambiente.

Más aún, parece que la relación indígena o gente local/ecología permite


nuevas prácticas y concepciones acerca de la naturaleza, basadas en recientes
nociones de democracia, ciudadanía y participación que confrontan las nociones
modernas. Todo señala, que el discurso global ambiental y la idea del desarrollo
sostenible, tolera la inclusión de las protestas y luchas de los pueblos indígenas
y poblaciones locales, por su autodeterminación sobre sus recursos y territorios,
lo cual encaja perfectamente con este nuevo régimen ambiental. De hecho, las
protestas locales contra las corporaciones transnacionales, las cuales son las
causantes principales de la destrucción ambiental, son introducidas en los
discursos ambientales. Esto parece indicar que por el discurso ambiental, los
pueblos indígenas tienen finalmente el derecho de implementar en sus
territorios sus propios sistemas legales y manejar sus territorios y recursos de
acuerdo con sus prácticas y conocimientos culturales. Paralelo a esto, han
surgido (simultánea y sincrónicamente) las políticas indigenistas (Organización
Internacional del Trabajo-OIT 169), que muestran una nueva visión sobre la
relación territorial y los derechos sobre los recursos en donde los indígenas son
autoridades ambientales autónomas para el manejo de sus recursos naturales.

La transformación de naturaleza prístina en ambiente ha tenido cambios


conceptuales en nociones básicas relacionadas con lo colectivo, lo soberano, lo
privado y lo global, articulando criterios que unifican lo político, lo legal y lo
económico. Caso concreto, las políticas ambientales e indígenas que se dan de
manera simultánea y paralela generando una sincronía de actores en zonas o
regiones determinadas que articulan lo global con lo local. El pueblo Penan de

218
Pensando verde: el surgimiento y desarrollo de la conciencia ambiental global
ASTRlD ULLOA

Malasia O casos como el Pacífico y el Amazonas colombiano en la década de los


noventa y comienzos del siglo XXI, muestran cómo de manera simultánea se da
el encuentro de políticas internacionales, nacionales, organismos multilaterales
y ONG que promulgan por la articulación entre lo ambiental y lo indígena.

Las disciplinas que construyen los ciudadanos-verdes están también


relacionadas con las tecnologías internacionales de la seguridad ambiental
global. De hecho, instituciones supranacionales ambientales como la
Convención de la Diversidad Biológica (CDB), han comenzado a regular el
medio ambiente aunque en términos económicos y bajo el marco capitalista de
los mercados internacionales, lo que construye la biodiversidad como una nueva
mercancía globaJ17. Estas regulaciones se presentan como estandarte para la
defensa del planeta y la protección de los recursos de los nuevos <<imperios».

De forma similar, hay una vigilancia internacional como es el caso de «World


Watch lnstitute». Paralelamente, se ha dado la creación de ONG ambientalistas
internacionales como la organización "World Wildlife Fund-WWF" y
organizaciones de cooperación entre Estados como "The World Conservation
Union-IUCN" que despliegan una mirada internacional cubriendo el planeta
18
como un eco-panóptico (retomo el termino de Luke 1991). De esta manera, la
erosión de la tierra, la extinción de las especies y el calentamiento global, están
bajo la mirada del conocimiento experto. El monitoreo y conteo de especies,
recursos y degradaciones proveen la información básica para la implementación
de políticas globales y las prioridades de investigación. Los programas de
algunas ONG internacionales y nacionales se han tornado como parte de estos
procesos de vigilancia, así, en el nivel local, ellos detectan los peligros
ambientales y las amenazas en contra de la humanidad. Esta idea de vigilancia
fortalece el control global tornándose en un ecocolonialismo.

La interacción de las instituciones, las organizaciones y los actores


ambientales se articulan en torno a los procesos de asignación y consecución de
recursos lo que hace que ciertos temas sean los que se desarrollan con un
enfoque ambiental. Esta articulación de actores está mediada por los recursos
de instituciones como el "Global Environmental Facility-GEF", administrado
por el Banco Mundial, que genera las políticas ambientales y asigna recursos,

17 MCAFEE, Kathleen. "Selling Nature to Save it? Biodiversity and Creen Developmentalism". En
Society and Space. Vol. 17, No. 2, Apri11999.
18 La idea de eco-panóptico retoma la noción de Foucault sobre el panóptico como institución que
permite la internalización de la mirada externa como controladora y formadora de
comportamientos y disciplinas individuales. Para el caso del ambientalismo sería la mirada de las
instituciones globales que se despliegan para controlar las acciones individuales relacionadas con
los eco-comportamientos.

219
REPENSANDO LA NATURALEZA
Discusioncs sohre el discurso ambiel1tal

por los cuales las ONC compiten y se incorporan en la eco-gubernamentalidadl9


global. Sin embargo, falta establecer de manera histórica quiénes financian y qué
financian con respecto a lo ambiental y cómo se refleja esto en las políticas y
legislaciones internacionales.

Los problemas ambientales globales hacen un llamado por soluciones


globales y procesos de universalización de estrategias de manejo del medio
ambiente. Bajo esta tendencia ambiental, todos los humanos, supuestamente
iguales y sin distingo de clase, género o etnia, comparten un «futuro común», y
la tarea de resolver los problemas ambientales. Organismos multilaterales, ONC
ambientalistas internacionales, compañías transnacionales, sólo para nombrar
algunos, han asumido la tarea «altruista» de salvar el planeta. Sin embargo,
estos procesos globales están generando una gran interdependencia entre los
diferentes actores y países, para así poder regular y resolver los problemas
ambientales como el crecimiento de la población, la seguridad alimentaria y la
pérdida de los recursos genéticos, que a propósito, son considerados los
mayores problemas del llamado "Tercer Mundo".

Cupta considera que «estamos siendo testigos del nacimiento de un nuevo


régimen de disciplina, en el cual la gobernabilidad está desligada del Estado-
nación para ser instituida una nueva a escala global. En este proyecto, el
ambientalismo global viene conjuntamente con acuerdos y tratados globales, e
instituciones a través de las cuales estos «convenios» son monitoreados e
implementados, para regular las relaciones entre gente y cosas en una escala
global (no simplemente internacional)>>20. De manera similar, Luke21 resalta
cómo «el ambiente, emerge con el biopoder como una parte esencial de la
constitución del «hombre» moderno que se vuelve el pretexto para la regulación
de la vida a través de lo político». En este sentido, se está enfrentando una eco-
gobernabilidad global que determina el accionar ambiental individual. Esta eco-
gobernabilidad, como lo evidencian las tendencias generales dentro del
ambientalismo que aunque conceptualmente están basados en propuestas
diversas propenden por acciones globales.

19 Utilizo el concepto de gubernamentalidad (governmentality) de Foucault que se refiere a «todos los


proyectos o prácticas que intentan dirigir a los actores sociales a comportarse de una manera particular
y hacia fines específicos en la cual la politica gubernamental es sólo uno de los medios de regular o
dirigir dichas acciones» WATTS, Rob. «Government and Modernity: An Essay in Thinking
Governmentality». Arena Journal2. 1993/1994.
20 GUPIA, Akhil. Postcolonial Developments. Agriculture in the Making of Modern India. Durham: Duke
University Press. 1998. Pp-321.
21 LUKE, Timothy. Op. Cit. ]999.

220
!\.'nsando.verdl': el surgimiento y desarrollo de la conciencia ambiental global
ASTRID ULLOA

Una modernidad ecosostenible


Los miembros de esta tendencia proponen soluciones ambientales globales
a las consecuencias de los fertilizantes químicos, los problemas de los
alimentos transgénicos o la matanza de focas o ballenas; pero no confrontan
de manera abierta los aspectos sociales, económicos o políticos que han
generado estas situaciones. Esta posición no cuestiona las relaciones actuales
entre los humanos con su entorno, las cuales están bajo la noción moderna de
la relación naturaleza y cultura, ni el actual sistema económico y político. En
esta tendencia se pueden incluir los movimientos ambientalistas llamados de
ecología superficial, que se centran sólo en los problemas de contaminación y
escasez de recursos, y no en las causas generales de tipo social y económico en
el ámbito global de la crisis ambiental. Tampoco se cuestiona la noción de
naturaleza que alimenta dichas concepciones, es decir, la noción de naturaleza
moderna donde se define como un ente externo y opuesto a lo humano; lo que
conlleva a que las soluciones ambientales se planteen en el ámbito biofísico
solamente y no en el proceso de interrelación de las sociedades con su
entorno22 •

Basados en esta visión surge una perspectiva antropocéntrica que asume


que aunque esta relación (naturaleza/ cultura) puede tener problemas, de igual
manera puede ser resuelta con un manejo científico de los ecosistemas (a
través de las cosechas sostenibles), tecnología, circulación y acceso a la
información, participación democrática o nuevas regulaciones del mercad023•
Con estas soluciones, se puede adquirir un crecimiento económico justificado
en un acertado uso de los recursos naturales (el desarrollo sostenible), que se
ajusta a las ideas modernas de manejo de la naturaleza, pero bajo la
concertación global.

Bajo esta perspectiva, los problemas ambientales son desplazados de un


campo amplio de discusión política para ser localizados bajo el control de
programas de manejo globales. Así, un nuevo campo del saber denominado
"manejo de ecosistemas" ha surgido en el escenario ambiental. Con este
enfoque, por ejemplo, la noción de parque natural, se concibe como un lugar
específico para preservar lo silvestre, es transformada por una noción de
ecoregión o de manejo del ecosistema que necesita la interacción de entidades
biológicas y sociales, donde la participación local juega un papel fundamental.
Sin embargo, esta nueva noción de manejo ecosistémico se relaciona también

22 Véase los artículos de Ulloa y Serje en este mismo volumen.


23 WILLlAMS. Op. Cit. 1995. ANDERSON, Terry L., & Donald R. LEAL. Free Market Environmentalism.
Boulder: Westview Press. 1991.

221
REPENSANDO LA NATURALEZA
Discusiones sobre el discurso ambiental

con las maneras de controlar y disciplinar los cuerpos y las prácticas de los
humanos y no humanos, por ejemplo, cambios en los patrones agrícolas y de
uso de los recursos naturales. Este innovador manejo ecosistémico ha ganado
aliados internacionales, quienes también emplean un nuevo lenguaje para la
extinción, la escasez de los recursos y especies, y para la participación y el
manejo comunitario de los mismos.

Brosius24 describe un caso que ilustra dicho proceso. En 1997, en el bosque


tropical de Malasia, el pueblo indígena penan inició acciones políticas en
contra de la extracción de madera en su territorio. Las acciones del pueblo
penan encontraron apoyo entre ONG ambientalistas, nacionales e
internacionales, que ayudaron a situar los reclamos de los indígenas dentro
del ámbito internacional. Por más de ocho años, el Estado de Malasia, las ONG
internacionales y las instituciones multilaterales lucharon por resolver el
problema de la extracción de madera. Al final, el asunto fue resuelto al
determinar que el gobierno de Malasia debería implementar las estrategias
sostenible s de manejo de la producción de madera. Aunque las prácticas y
significados del pueblo penan se relacionan con la naturaleza, estas sólo
obtuvieron un reconocimiento ecológico, más la solución final no incluyó sus
concepciones de naturaleza. De acuerdo con Brosius, el caso de los penan es
un vivo ejemplo de la institucionalización y globalización de los problemas
ambientales y el desplazamiento de lo político por soluciones de manejo,
donde los problemas de los penan quedaron sin resolver.

De manera similar, los acuerdos de Río (1992) y las metas acordadas en


Kyoto (1997), en torno a la problemática ambiental, no han sido plenamente
desarrolladas, puesto que implican cambios en los procesos de producción y
consumo. Paralelamente, las propuestas ambientales, como la de disminución
de gases, plantean ideas alternas para que los países del llamado u tercer
mundo" tengan bosques o vendan sus cupos de contaminación a las naciones
más desarrolladas, sin cuestionar la relación con la naturaleza y sin resolver el
problema en torno a las propuestas del manejo global.

Un holismo alternativo
En la segunda posición dentro del discurso global ambiental, los problemas
ambientales son vistos como el resultado de <<lagobernabilidad del actual
régimen económico y social que refuerza sus destructivas disposiciones de las

24 BROSIUS, J. Peter. "Creen Dots, Pink Hearts: Displacing Politics from the Malaysian Rain Forest". En:
American Anthropologist 101(1).1999.

222
.!.!.~~~.do verde: el surg~miento y desarrollo de la conciencia ambiental global
A5TRID ULUJA

cosas y la gente en el ambiente»25. Por lo tanto, los militantes de estos


movimientos proponen una nueva gobernabilidad global, donde sea necesario
incluir la naturaleza como otro actor en igualdad de condiciones políticas. Más
aún, promueve la vida para las futuras generaciones y el derecho de la vida
de los no-humanos, basada en valores diferentes a los establecidos hasta
ahora, con relación a la naturaleza. Consecuentemente, se propone un régimen
ambiental diferente, en el cual las comunidades locales desarrollen sus
propias propuestas sociales, ecológicas, culturales y tecnológicas de acuerdo
con sus condiciones ambientales y políticas. Con esta perspectiva, las
comunidades locales tienen que estar basadas en una responsabilidad
compartida en los valores de la convivencia colectiva. Así, cada miembro de
una comunidad tiene que compartir acciones y tomar decisiones
colectivamente, para construir las instituciones de una democracia comunal.
Este sistema comunal buscará el reforzar «una cultura de la justicia, tolerancia
y humildad, a la par que desarrollar con otras comunidades la búsqueda de
fines comunes»26 pero centrados en la reciprocidad con la naturaleza. De igual
manera, Blatter, Ingram & Doughman27 consideran que la interrelación actual
de las ontologías premodernas, modernas y posmodernas implican nuevas
maneras de pensar los recursos naturales transnacionales y por extensión,
nuevas concepciones de los humanos y los no-humanos.

En este contexto, se pueden situar di versas posiciones filosóficas (el


romanticismo antindustrial, el antimodernismo, el espiritualismo, la ecología
social, la nueva era, el ecofeminismo, los movimientos sociales ambienta listas
radicales, la política verde, entre otras), al igual que las cosmovisiones
indígenas. En particular, los pueblos indígenas alrededor del mundo están
situando sus concepciones, percepciones y prácticas acerca de la naturaleza
como alternativas frente a los actuales cambios ambientales.

Los sistemas de conocimiento no occidentales, específicamente los


indígenas, son considerados como una alternativa a la crisis ambiental. Éstos
están basados en concepciones complejas y diferentes sobre la naturaleza que
no responden a las categorías occidentales -aunque han estado en relación,
interdependencia y lucha con ellas- sino a concepciones y conocimientos
locales articulados con un territorio, una identidad y una tradición histórica,
étnica, social y cultural de los mismos. Los sistemas indígenas consideran la

25 LUKE,Timothy. Op. Cit. 1997.Pp.196.


26 [bid. Pp.20S.
27 BLATTER, Joachim, Helen Ingram y Pamela Doughman. "Emerging Approaches to Comprehend
Changing Global Contexts". En: Joachim Blatter y Helen Ingram (eds.). Reflections on Water: New
Approaches to Transboundary Conflicts and Cooperation. The MIT Press. London, England. 2001.

223
REPENSANDO LA NATURALEZA
Discusiones sobre el discurso ambiental

relación humanos/medio ambiente como un proceso dinámico que no


reproduce el dualismo naturaleza/ cultura. Sus visiones sobre las relaciones
entre la sociedad y la naturaleza se presentan como recíprocas, dado que para la
mayoría de las culturas indígenas, las entidades no humanas y sus
comportamientos son regulados por reglas sociales. Esta perspectiva se
acomoda perfectamente en la tendencia biocéntrica.

Algunos grupos dentro de los movimientos ambientalistas, retomando las


prácticas de los movimientos indígenas y comunidades locales, proponen
cambios sociales en relación con el medio ambiente y nuevos patrones de
producción y consumo. De manera similar, algunas ONG ambientalistas,
nacionales e internacionales, y organizaciones de base, están produciendo
contradiscursos que plantean una nueva relación, entre los humanos y los no
humanos, donde se reconfiguren y repiensen los conceptos predominantes de
nación, ciudadanía, desarrollo, democracia y naturaleza. Propuestas que giran
en torno a nuevas alternativas de equidad y justicia social. Así mismo, se pueden
situar los movimientos ambientalistas radicales denominados de «justicia
ambiental» los cuales centran sus demandas en el mejoramiento de las
condiciones de vivienda de los humanos (desperdicios, polución, desechos
tóxicos, y demás.) cuestionando las asimetrías sociales. Movimientos como éstos
se oponen a los grandes proyectos de desarrollo y defienden los derechos de los
pobladores locales. Si bien se replantea la relación con la naturaleza no se dejan
de lado propuestas que involucren las nuevas tecnologías, como una opción
para replantear las relaciones sociales y como herramientas para la defensa de
espacios más participa tivos y democráticos.

Dentro de este campo también se pueden encontrar los movimientos


radicales más conocidos como: "Deep Ecology" (Ecología Profunda) y "Earth
First!" (Primero la Tierra). El grupo «Ecología Profunda» surgió en 1972 con
una propuesta de la tendencia de lo silvestre, enfocando su acción en lo que
denominan igualitarismo biosférico, donde los humanos tienen las mismas
condiciones que otras especies. Siguiendo esta misma tradición, los miembros
de "Earth First!" plantean una ética que observe los intereses de la naturaleza
con la importancia que se miran los intereses de los humanos. Sin embargo,
estos movimientos han sido criticados por no considerar los problemas sociales
que trae la crisis ambiental y centrarse demasiado en lo silvestre.

Reflexiones finales
Las preocupaciones del discurso global ambiental han estado relacionadas
principalmente con el conocimiento científico y experto, y el surgimiento de los

224
Pensando verde: el. surgimiento y desarrollo de la conciencia ambiental global
A5TRJIJ L1LLüA

movimientos ambientalistas. Este llamado global ha permitido que diferentes


posiciones y perspectivas surjan como parte de la misma formación discursiva.
Por lo tanto, los discursos ambientales están formados por una gran variedad
de posiciones políticas, contradiscursos y demandas específicas de poblaciones
locales, organizaciones no gubernamentales e instituciones gubernamentales.
Así mismo, activistas y miembros corporaciones multinacionales, aunque
diferentes, están mezclados y comparten el mismo objetivo: la reproducción de
la vida humana y no-humana. De hecho, dentro de los discursos ambientales
coexisten diferentes concepciones de la naturaleza. Más aún, diversos discursos,
nociones, relaciones y prácticas conectadas con lo natural no comparten
propuestas comunes.

Las dos perspectivas: modernidad ecosostenible y holismo alternativo,


dentro del discurso global ambiental, están en una constante lucha (cultural y
material) sobre los significados ambientales. Incluso, dentro del discurso global
ambiental se está dando un constante despliegue de tácticas para situar
concepciones, prácticas y soluciones específicas sobre los problemas ambientales
y sobre las relaciones entre humanos y no humanos. La interrelación de estas
posiciones es parte de la formación de este discurso, y al mismo tiempo, es la
posibilidad para confrontar, contestar o transformar visiones únicas sobre los
problemas ambientales y sus soluciones. De manera conjunta, el efecto de lo
ambiental es exactamente la inclusión de la población planetaria (humanos y no
humanos), como parte de los problemas ambientales, lo que trasciende los
intereses nacionales. Es por ello que debemos construir una sociedad civil global
que confronte los procesos actuales de eco-gobernabilidad.

La interrelación y constante creación de redes ecológicas se fundamentan en


el despliegue de poder/ conocimiento. De hecho, las estrategias políticas de las
culturas-naturales (pueblos indígenas, comunidades locales), las acciones
filosóficas (Ecología Profunda), el activismo político (Greenpeace), la eco-
subversión (Earth First!), los empresarios eco-capitalistas, la tecno-biología (los
transgénicos, los proyecto Biosfera y Genoma Humano) y los conocimientos
locales, han sido situados dentro del discurso ambiental, confrontando y
reconfigurando a diversos niveles y con diferente intensidad la relación poder/
medio ambiente. Estas visiones heterogéneas permiten diversas prácticas. Sin
embargo, entre esté'S posiciones, hay algunas que tienen poder económico y
político para imponer sus estrategias y volverse hegemónicas.

El discurso global ambiental incorpora posiciones divergentes y,


eventualmente, contradictorias lo que permite luchas internas que lo ubican en
un proceso de formación. Por lo tanto, puede ser reinterpretado, contestado,
transformado o asumido. Más aún, el interés global por el medio ambiente, a

225
REPENSANDO LA NATURALEZA
Discusiones sobre el discurso ambiental

pesar de la comercialización de la naturaleza, permite pensar en la necesidad de


nuevas relaciones no solamente entre humanos sino entre humanos y no
humanos. Por lo tanto, el discurso global ambiental permite también la
emergencia de una nueva gobernabilidad que resitúa las relaciones con la
naturaleza y replantea las actuales relaciones de poder/conocimiento, para
proponer desarrollos alternativos ecológicos o ecologías alternativas lideradas
por nuevos actores sociales.

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