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INTRODUCCIÓN

La nulidad procesal es un tema de permanente actualidad, quizá constituya uno


de los mecanismos procesales al que recurren frecuentemente los justiciables o
el propio órgano jurisdiccional, por lo que se puede afirmar que en la mayoría de
los procesos nos encontramos ante la presencia de esta institución procesal.

A pesar de ser una institución muy antigua, su verdadera finalidad y alcances


han sido poco comentados, por lo que en la práctica se usa de manera
inadecuada y en muchos casos con malicia complicando así el trámite de los
procesos judiciales, llegando a ser considerado por algunos como un
instrumento peligroso dentro del proceso.

Es por ello que, es de vital importancia su conocimiento y adecuado aplicación,


finalidad para la cual busco aportar con este humilde; pero sesudo, trabajo de
investigación.

Con la adopción del sistema finalista (del que posteriormente me referiré),


termina la evolución de la nulidad, permitiéndose así declarar la nulidad fuera de
los casos previstos por ley, cuando el acto carece de los requisitos
indispensables para el logro de su fin, siempre que se haya producido
indefensión.

La nulidad procesal ha tenido en nuestro ordenamiento jurídico unos cuantos


antecedentes, siendo estos: Código de Procedimientos Civiles.- Acarreaba la
nulidad del acto procesal toda violación a los requisitos exigidos por ley (principio
de legalidad). Código Procesal Civil.- Incluye las mismas características y agrega
que la nulidad se basa además por el principio de trascendencia.
NULIDAD PROCESAL

1. CONCEPTO DOCTRINARIO.-
1.1. ANTECEDENTES.-
Con respectos a los antecedentes podemos definir que todavía surte las
figuras de remedio y recursos como lo ampara el Art. 358° CPC.

a) Remedios.- Son medios impugnatorios que sirven para atacar actos


procesales no contenidos en resolución, tales como la tacha, la oposición
a la actuación de una prueba, la nulidad de un acto jurídico procesal, entre
otros, procediendo estos sólo sobre intereses procesales. El plazo para la
impugnación es de 3 días, asimismo su tramitación no suspende el acto
impugnado.

b) Recursos.- Son medios impugnatorios que sirven para atacar


resoluciones como la apelación, la reposición, la casación, y proceden por
intereses sustantivos y procesales. Los plazos de impugnación varían
según la vía procedimental, suspendiendo su tramitación, en algunos
casos, la ejecución de la resolución impugnada.

La nulidad procesal en algunos casos será atacado a través de un recurso


y en otros a través de un remedio, dependiendo de que el acto en cuestión
se encuentre o no contenido en una resolución judicial.

1.2. DEFINICION

La nulidad procesal es uno de los temas más confusos e


incompletamente resueltos del Derecho Procesal. Tradicionalmente se ha
vinculado a la majestad del rito en lo funcional y se le ha identificado con
la corrección procesal. En la práctica, la ley se ha visto a menudo obligada
a implementar remedios que corrijan el abuso que se hace de la institución
como maniobra dilatoria, es en desmedro de la buena fe procesal.1

1
. El principio de buena fe procesal puede definirse, de manera general, como la conducta
exigible a toda persona en el marco de un proceso, por ser socialmente admitida como correcta.
Generalmente dicho principio no se incluye expresamente en los ordenamientos procesales, sino
La excesiva ritualidad y formalismos que impera en nuestro
ordenamiento ha llevado a la exageración de los preciosismos
procedimentales, en desmedro del principal objetivo cuál es la búsqueda
de la justicia.

Lo rutinario en el proceso tiene solo valor instrumental en tanto


persigue ciertos Objetivos técnicos y de justicia, por lo que la doctrina
moderna tiende a concluir que la nulidad no puede ser pronunciada si el
acto ha alcanzado la finalidad a que está destinado.

“En su acepción etimológica la palabra nulidad (del latin nullitas)


significa negación de la esencia, del ser. Proviene del adjetivo nullus-aum,
que quiere decir nulo, ninguno, que no es” (Maurino, 1990:12).952

A por ello la nulidad procesal es aquella sanción de ineficacia


mediante la cual se priva a un acto o actuación del proceso o a todo él, de
sus efectos normales previstos por la ley, cuando en su ejecución no se
han guardado las formas prescritas por aquélla.3 A decir se define la
nulidad procesal "se produce siempre que un acto procesal adolezca de
una circunstancia esencial fijada en las leyes de procedimiento como
absolutamente indispensable para que el acto produzca sus efectos
normales, en forma radical e insubsanable".

El escritor procesalista Francisco Ramos Méndez, menciona "el


peso del sistema de nulidades ha abandonado la dogmática de
presupuestos y requisitos del acto y se orienta básicamente hacia el
respeto de las garantías constitucionales. Estamos a un paso de
generalizar la regla de que la nulidad del acto procesal deriva de la
infracción de garantías fundamentales y poco más."4

que resulta por inferencia de las normas que sancionan actos concretos contrarios a la buena fe.
No obstante ello, el principio en comento tiene su origen en el derecho de tutela judicial efectiva
y está relacionada con los derechos de defensa, igualdad en la administración de justicia, porque
la posibilidad de acudir a un órgano jurisdiccional para que declare el derecho que le asista a la
parte que lo solicite es el medio por el cual el Estado dirime las controversias y, con ello, hacer
efectivo el mandato de que ninguna persona pueda hacerse justicia por sí misma.
2
Maurino, A. Nulidades Procesales. Buenos Aires:Editorial Astrea, 1990, p. 12.
3
Manuel Serra Domínguez al hablar de "Actos procesales ineficaces "(en Estudios de Derecho
Procesal" Ariel, Barcelona, 1969
4
Francisco Ramos Méndez en "El Sistema Procesal Español" Ed. Bosch, Barcelona, 1998, pg.
390
En tal sentido se pronuncia Hernández5 “la nulidad al derecho de
defensa en su aspecto negativo, esto es a la indefensión procesal, sin
embargo ello no debe constituirse en un requisito adicional de la nulidad
ni tampoco debe reducirse la institución a este solo aspecto de las
garantías, por el contrario, la sana doctrina parece apuntar a que cualquier
violación de garantías constitucionales del proceso amerita también la
nulidad de las actuaciones viciadas.”

Para Maurino Vásquez define que la “(…) La nulidad procesal es


un tema de permanente actualidad, quizá constituya uno de los
mecanismos procesales al que recurren frecuentemente los justiciables o
el propio órgano jurisdiccional, por lo que se puede afirmar que en la
mayoría de los procesos se está ante la presencia de tal institución
procesal. Es una categoría que ha sido escasamente desarrollada por la
doctrina de la primera mitad del siglo XX, en comparación con otras
instituciones como la acción.”6

Al respecto, el procesalista santafesino Carlos (1964)7 señala que:


“(…) el proceso en su estructura íntima está constituido por un conjunto,
serie o sistema de actos, realizados por las partes y el juez”. En
comentario personal son los actos jurídicos procesales que tienden a la
declaración del derecho y a su ejecución. Vale precisar que la nulidad es
un concepto exclusivo de los actos jurídicos, y que el acto jurídico procesal
es distinto sustancialmente del acto jurídico privado (civil).

1.2.1. PERSPECTIVA DOCTRINARIA

Para conceptualizar el significado de nulidad procesal, es necesario entrar en


diversas variantes doctrinales que se sintetiza de la siguiente manera:
A. La primera está dada por la distinta óptica con que se enfoque el concepto
a definir, algunos autores ponen el acento en el “vicio” que afecta al acto

5
Hernández Galilea en "La nueva regulación de la nulidad procesal. El sistema de ineficacia de
laLOPJ Ed". Forum, Oviedo, 1995.
6
Maurino, A. Nulidades Procesales. Buenos Aires:Editorial Astrea, 1990, p. 12.
7
Carlos, E. B. Nulidades procesales. Argentina: Enciclopedia Jurídica Omeba, Tomo XX, 1964.
procesal, en otras palabras en la causa determinante de la nulidad, otros
en las consecuencias jurídicas que engendra el vicio ,concretándolas en
la “sanción” o en la “privación de sus efectos normales”. También están
los que consideran el estado o situación latente, que genera el vicio,
defecto u omisión del acto procesal.
B. La segunda variante tiene dos posiciones doctrinales contradictorias,
según se limite la noción de nulidad procesal al quebrantamiento de las
formas o se considere que es consecuencia de los vicios u omisiones de
cualquiera de los elementos que constituyen el acto procesal (sujeto,
objeto y forma).

En cuanto a la primera posición restringe la nulidad procesal a uno


de los elementos del acto: la forma. De esta manera, Alsina define la
nulidad procesal como “la sanción por la cual la ley priva a un acto
procesal de sus efectos normales, cuando en su ejecución no se han
guardado las formas prescriptas por la misma”. Y Couture (2002)8 resalta:
“siendo el Derecho Procesal un conjunto de formas dadas de antemano
por el orden jurídico, la nulidad consiste en el apartamiento de ese
conjunto de formas necesarias establecidas por ley”.
En esta tendencia militan Carlos (1964) , Liebman (1980)9 y Satta
(1971)10 en cuanto a la segunda posición, se encuentra una que es
generalizadora, que entiende que la nulidad procesal es comprensiva de
los vicios que afectan a cualquiera de los elementos del acto procesal o
requisitos de ellos, no solamente a la forma, incluyendo los vicos de
voluntad por ejemplo el dolo, error entre otros.
El derecho procesal son normas de derecho público, y en
determinados aspectos las nulidades tendrán lugar de un modo distinto
que en el derecho substancial. Mendoza11 , sobre este punto expresa que

8
Couture, E. Fundamentos del Derecho Procesal Civil. (4th.ed). Buenos Aires: Euros Editores,
2002. 100 Ibidem.
9
Liebman, E. Manual de Derecho Procesal Civil. Buenos Aires: Ediciones Jurídicas Europa-
América, 1980.
10
Satta, S. Manual de Derecho Procesal Civil. Buenos Aires: Ediciones Jurídicas Europa
América, 1971
11
Mendoza,J. Nulidades procesales civiles.En Revista del Colegio de Abogados de La Plata.La
Plata-Argentina. Tomo IX, Número 17, 1966, p. 178
“reciben el nombre de nulidades substanciales las que están reguladas
por el derecho de fondo y por oposición, el nombre de nulidades
procesales las que están reguladas por el derecho de forma”.

1.3. CLASES DE NULIDAD PROCESAL.-


En el proceso tenemos tres clases de nulidades: la absoluta, la
relativa
1.3.1. NULIDAD ABSOLUTA.-

Podríamos conceptuarla como la máxima sanción, de acuerdo a


nuestro ordenamiento jurídico, ya que con ella se priva de sus efectos a
un determinado acto jurídico procesal por vicio o error incurrido en el
mismo. El acto jurídico procesal nulo no produce efectos jurídicos a
diferencia del anulable, ya que un acto jurídico procesal es nulo cuando
los vicios o irregularidades en que se ha incurrido son de carácter esencial
o fundamental que hacen que el procedimiento quede vulnerado en su
parte medular o vital.

Encontramos regulada la Nulidad Absoluta o insubsanable en el


Art. 171 del Código Procesal Civil, que establece que" la nulidad se
sanciona por causa establecida en la ley. Sin embargo puede declararse
cuando el acto procesal careciera de los requisitos indispensables para la
obtención de su finalidad. Con lo cual podemos apreciar que
nuestro sistema adopta el establecido por el procedimiento Francés, por
cuanto en el sistema Francés, los jueces no pueden declarar otras
nulidades, que las previstas expresamente por la ley, es decir, la ley
establece expresamente los actos procesales que adolecen de causal de
nulidad insubsanable.

1.3.2. NULIDAD RELATIVA.-

Se dice que un acto jurídico procesal adolece de nulidad relativa


cuando adolece de vicios de carácter procedimental que privan de sus
efectos al acto jurídico viciado pudiendo ser convalidado, por lo tanto este
acto jurídico procesal va ha producir efectos tanto jurídicos como fácticos
hasta que se declara su anulabilidad, o de lo contrario podrá ser
subsanada oportunamente para que produzca sus efectos jurídicos
normales deseados.

En estos casos, los vicios o irregularidades que se cometieron no


son esenciales y por lo tanto es aplicable el Principio de Convalidación
por su relatividad, tal como su nombre lo indica, en este caso hablaremos
de inobservancia de algunas formalidades que no traen mayor
consecuencia en el desarrollo del proceso

1.3.3. NULIDAD DE ACTOS INEXISTENTES.-

Son aquellos actos que, tal como expresa su nombre, no existen,


por lo cual no necesitan ser invalidados ni convalidados. Ejemplo:
sentencia sin firma de juez, no es un acto jurídico procesal, no existe.
Su fundamento no es otro que el de proteger el ordenamiento jurídico que
rige el proceso, lograr el respeto de las normas procesales y ello no solo
interesa a los litigantes perjudicados con la irregularidad del acto, sino
también a la sociedad toda que descansa en la eficacia y seguridad de su
ordenamiento jurídico. (Carrión,2000:69).12

1.4. JURISPRUDENCIA

Suele definirse la nulidad como la sanción de invalidación que la ley


impone a determinado acto procesal viciado, privándolo de sus efectos jurídicos
por haberse apartado de los requisitos o formas que la misma ley señala para la
eficacia del acto. Es importante dejar establecido que la función de la nulidad en
cuanto sanción procesal no es la de afianzar el cumplimiento de las formas por
la forma misma sino el de consolidar la formalidad necesaria como garantía de
cumplimiento de requisitos mínimos exigidos por la ley. Por lo tanto, es exigible
la formalidad impuesta por la ley y detestable el simple formalismo por estéril e
ineficaz (Exp. N° 6150-2006-HD/TC, 19/11/2007).

Debe tenerse siempre presente que la misión de las nulidades no es el


aseguramiento de por sí de las formas procesales, sino el cumplimiento de los
fines de ellas, confiados por ley; en ese sentido, no es posible admitir que el

12
Carrión, J. Tratado de Derecho Procesal Civil. Lima: Cultural Cuzco, 2000, p. 69.
proceso se estructure en forma tal que constituya una trampa en la cual
naufrague el derecho material (Exp. Nº 1204-96 LIMA, Peruano,04/05/1998).

No debe olvidarse que la norma procesal contiene una regla de conducta


que atañe unas veces al juez y otras a las partes; en algunos casos tiene carácter
imperativo, de tal manera que todos los actores en el proceso deben someterse
a ella, mientras que en otros, sea que se faculta al juez o porque la norma no
trasciende la finalidad del proceso, se puede adecuar o eximir su cumplimiento
sin incurrir en sanción de nulidad. Los jueces no deben ser aplicadores
mecánicos de la ley y dejar de lado la equidad, virtud específica del magistrado,
que no es sino la prudencia actuando en el ámbito de la justicia, en función de
encontrar y decidir la medida concreta de lo justo (Cas. N° 554-2000 LIMA, El
Peruano, 17/09/2000).

El debido proceso tiene por función asegurar los derechos fundamentales


consagrados en la Constitución Política del Estado, dando a toda persona la
posibilidad de recurrir a la justicia para obtener la tutela jurisdiccional de los
derechos individuales a través de un procedimiento legal, en el que se dé
oportunidad razonable y suficiente de ser oído, ejercer el derecho de defensa,
de producir prueba y de obtener una sentencia que decida la causa dentro de un
plazo establecido en la ley procesal. La contravención del derecho al debido
proceso es sancionada por el juzgador con la nulidad procesal, y se entiende por
esta aquel estado de anormalidad de acto procesal originado por la carencia de
alguno de los elementos constitutivos o en vicios existentes sobre ellos, que
potencialmente lo coloca en situación de ser judicialmente declarado inválido
(Cas. N° 2158-2004 LIMA, El Peruano, 02/06/2006).

La contravención del debido proceso acarrea la nulidad procesal,


entendiéndose por esta aquel estado de anormalidad del acto procesal,
originado en la carencia de alguno de los elementos constitutivos, o en vicios
existentes sobre ellos que potencialmente lo coloca en situación de ser declarado
judicialmente inválido (Cas. Nº 2980-2002 AREQUIPA, 04/02/2003).

En materia casatoria, la causal de error in procedendo referido a la


contravención de las normas que garantizan el derecho al debido proceso
presupone la vulneración de las garantías mínimas que el ordenamiento procesal
le otorga a los justiciables para hacer efectivos sus derechos procesales, y en
atención a lo dispuesto por el inciso segundo del artículo 396 del Código Procesal
Civil, su amparo motivará la declaración de nulidad del acto procesal en el que
se haya verificado el vicio (Cas. N° 1411-02 UCAYALI, El Peruano,
28/02/2005).

Sin embargo, si el juzgado ha omitido pronunciarse sobre un extremo de


la contestación del demandado, no procede declarar la nulidad de la sentencia,
pues del acta de la audiencia de conciliación se constata que en presencia de la
parte demandada se fijaron una serie de puntos controvertidos, entre los que no
se encontraba el extremo omitido, sin que la parte emplazada haya expresado
su disconformidad, precluyendo de esta manera la posibilidad de introducir dicho
aspecto en el debate probatorio. El juez al emitir la sentencia apelada ha
respetado el principio de congruencia (Exp. N° 99-39910-640, 2a Sala Civil de
Lima, 31/01/2002).

1.1. NATURALEZA JURIDICA


Sobre la naturaleza jurídica de la nulidad se distinguen tres categorías
(Carrasco, 2011:53)13
I. La que tiene como base la estructura orgánica de los actos procesales
y por tanto analiza los requisitos de fondo y de forma de los mismos.
Cuando al acto falta un requisito, es decir, no cumple con el modelo
legal, entonces está viciado. Desde esta perspectiva analizaremos la
nulidad como una categoría intrínseca al acto, es decir, como vicio del
acto procesal.
II. La que postula un alejamiento de la estructura orgánica del acto, pero
que no lo excluye, y que considera a la nulidad como una sanción,
como una categoría extrínseca del acto.
III. La que explica la nulidad como una técnica instrumental, como un
instrumento procesal teniendo como punto de partida el fundamento
valorativo de la nulidad procesal.

13
Carrasco, J. La nulidad procesal como técnica protectora de los derechos y garantías de las
partes en el derecho procesal chileno. Revista de Derecho Universidad Católica del Norte, 18
(1), 2011, p. 53.
Según Carrasco (2011), la nulidad no deriva necesariamente de la
propia naturaleza del vicio, por el contrario como sanción obliga a
someterla al principio de oportunidad.

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