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EL PENSAMIENTO
Y LA LIBERTAD
COMPILACIÓN DE ENSAYOS Y ARTÍCULOS SOBRE
DEMOCRACIA, JUSTICIA Y PAZ
Índice
Prólogo ............................................................................................................................................ 6
IMPRESIONES SOBRE DEMOCRACIA ........................................................................................ 8
El Estado de derecho y sus enemigos .............................................................................................. 9
La división de poderes en el Estado de Hidalgo: entre la Constitución y la realidad ................... 12
El poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo ...................................................................... 14
La República extraviada: confusión de riqueza con servicio público ........................................... 16
La gobernanza y la ignorancia ...................................................................................................... 18
Democracia con enfoque fraterno ................................................................................................. 20
La discusión somera de la política nacional .................................................................................. 21
El gobierno representativo para las categorías sospechosas en el Estado de Hidalgo del siglo XXI
....................................................................................................................................................... 23
La participación de los silenciados en la República representativa .............................................. 27
Los partidos políticos y las trampas de la democracia nacional .................................................... 29
Lo indispensable de la sociedad civil en el método democrático.................................................. 31
Nociones para la resistencia pacífica ............................................................................................ 33
Sobre su caos, nuestra democracia ................................................................................................ 37
Un sistema de justicia efectivo para una democracia real ............................................................. 40
Los retos de la democracia nacional ............................................................................................. 42
PAZ ................................................................................................................................................... 44
El dialogo como esencia de la existencia social ............................................................................ 45
La eficacia del diálogo en la solución de conflictos ...................................................................... 46
La transformación indulgente de las controversias ....................................................................... 48
Entre la quimera y la posibilidad de la paz ................................................................................... 51
El responsable que habita entre la unidad y la paz ........................................................................ 53
La cooperación en la sociedad mexicana del siglo XXI ............................................................... 55
Una ecuación posible para el logro de una paz duradera .............................................................. 57
Amor y bienestar como fuerza política-social............................................................................... 59
Reconocimiento y ejercicio de derechos por la ruta de la paz ...................................................... 61
El feminismo y la paz .................................................................................................................... 63
Las razones prácticas de la paz como norma e idea ...................................................................... 65
La paz, entre la violencia simbólica y la dominación legal ........................................................... 72
Prólogo
La presente obra recoge mis artículos y ensayos sobre democracia, justicia y paz, escritos y
publicados del 2013 al 2017. El pensamiento y la libertad pretende ser una voz que explique,
por momentos de modo somero y por otros profundo, la apariencia desde mi perspectiva, de
la forma y los matices del Estado moderno; busca, ser una herramienta docente para quien se
pregunta ¿Cómo se entiende y cómo se vive la democracia en el siglo XXI? ¿Cómo funciona
el sistema jurídico nacional? ¿Cuáles son las ideas y los acontecimientos que sugieren una
paz posible?; además, de ser una plataforma de conversación libre, critica y humana entre
lector y autor.
Se presentan cuatro apartados, cada uno compila artículos y ensayos relacionados entre sí
por el tema que abordan y no por la fecha de su publicación, he valorado la cualidad nómada
del pensamiento en tiempo y lugar, sobre la rigidez que propone la clasificación cronológica.
El primero de los apartados, Impresiones sobre democracia, incluye figuras como Estado de
derecho, el sistema de representatividad, la República, partidos políticos y perspectivas
personales sobre la salud de la democracia mexicana y los retos que enfrenta, considero que
el periodo de cuatro años, en el que ha sido integrada esta obra, son esas figuras sobre
democracia las que merecen mayor análisis, cuestionamiento, he incluso reconceptualización
para su entendimiento actual y práctica, ya sea porque están en crisis, merecen una
aceleración en su construcción o porque no las hemos terminado de entender.
En el segundo de los apartados, Paz, se vierten propuestas prácticas, proposiciones
teóricas, se construyen ideas al respecto y se exponen acontecimientos históricos que son
testimonio de métodos que aseguran sanas relaciones humanas. La perspectiva que se
presenta de la paz, es preponderantemente como derecho, como factor transformador del
sistema jurídico y como el puente indispensable que debe unir a la ciudadanía y a ésta con el
Estado. Mi intención ha sido, poner en el centro del debate de las ciencias sociales, la idea
de paz integrada por los elementos que propongo, para transformar la calidad de vida del ser
humano.
Sobre cuestiones jurídicas y fraternas, es el tercero de los apartados. Los artículos y
ensayos presentados, pretenden explicar de manera integral, el sistema jurídico mexicano,
con una perspectiva sistemática y real, que sugiere aprendizaje al que vive alejado del análisis
de la norma jurídica; e invita, a la reflexión profunda, con elementos de corte sociológico e
histórico, a quien es docto en el ramo jurídico. En este apartado se incluyen ideas como
derechos humanos, laicidad, feminismo, dignidad humana, sociedad civil y fraternidad; esta
última, se va construyendo como propuesta a la necesidad de un sistema jurídico más
humano, que ponga a los deberes de las personas para con la humanidad en un lugar
privilegiado dentro de los fundamentos del Estado, del establecimiento de normas y de su
aplicación; así como, para observar a la norma jurídica desde la concepción fraterna que
supone una interpretación de la acción social.
El último de los apartados, Economía y humanidad, sólo consta de tres artículos
publicados en el 2016, razón por la que no se ha incluido la idea de economía en el subtítulo
de la obra, su abordaje es breve para merecer mención; no obstante, el análisis que invito a
realizar sobre las relaciones de producción con enfoque humano, lo considero indispensable
para mejorar la calidad de vida y las libertades de las personas. Un ejemplo de ello, es
Desarrollo humano en las estructuras de producción, artículo publicado por la United
Nations Children's Fund, UNICEF, que plantea una reflexión seria sobre el sistema
económico y la real satisfacción de las necesidades humanas.
Mi intención con El pensamiento y la libertad, compilación de ensayos y artículos sobre
democracia, justicia y paz, ha sido la de reflexionar sobre las lecciones del pasado en materia
social, observar con critica la realidad a la luz del Estado de derecho y, proponer desde las
ideas más prolíficas construidas hasta el siglo XXI, un porvenir que se advierte dotado de
retos e incertidumbres, pero con una familia humana pacífica, posible.
IMPRESIONES SOBRE
DEMOCRACIA
1
Artículo publicado en dos partes por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 21 y 28 de julio del 2017.
humanos, protejan de la forma más amplia a las personas; esto es, las decisiones desde
cualquier zona de la gran estructura gubernamental, deben tomarse con el objeto de proteger
los derechos humanos que históricamente se han alcanzado, y que por dignidad, cada persona
está revestida por el sólo hecho de ser humano. La universalidad de esos derechos (aplicación
de los derechos humanos y el trato con dignidad a todas las personas que prevé nuestra
Constitución), no implica el menoscabo de los derechos de otra persona, por el contrario, la
noción progresista de una democracia, es la de resolver las legítimas diferencias o la
presencia de conflictos, desde un punto imparcial que garantice el trato digno para todas las
partes, que proteja a quien es inocente, que se repare el daño, y en caso de que haya lugar a
una sanción ésta se dé bajo el principio de reinserción social y no de venganza.
En consecuencia, para que el Estado de derecho no sea atacado y se eviten actos de
autoritarismo, tendría que ser la gran estructura gubernamental y sus integrantes quienes
crean firmemente en su importancia –ello obviando que tienen el conocimiento técnico y fino
de lo qué es y para qué sirve-, de lo contrario, estaríamos frente a un enemigo de los derechos
humanos y de la paz social.
* * *
En un Estado de derecho, donde las decisiones y actos de las autoridades están sometidas a
una norma suprema que privilegia los derechos humanos y la máxima protección a las
personas, exige que los tomadores de decisiones sean hombres y mujeres con un alto
conocimiento sobre lo que debe hacerse y cómo: para que las personas ejerzan (en la vida
diaria y no sólo en el discurso) sus derechos y libertades; además, ese Estado de derecho
requiere que quien tiene la competencia de tomar decisiones desde la gran estructura
gubernamental, sea un ser humano comprometido con la libertad, la justicia y la paz, para
que previo a decidir sobre la resolución de un conflicto político, jurídico, económico o social,
lo haga en base al principio de fraternidad, al reconocimiento de la dignidad e igualdad de
todos los miembros de la gran familia humana.
Ello no representa una dimensión del “deber ser”. El trato con dignidad es una obligación
de todas las autoridades. Se ha terminado la discusión sobre la inexistencia del puente que
une a la norma con la realidad; en ese puente transita la dignidad humana (valorar y tratar a
las personas por lo que son en sí mismas y no como instrumento). La discusión ha terminado,
todas las autoridades en el ámbito de sus competencias están obligadas a proteger, promover,
respetar y garantizar los derechos humanos (sin excepciones), y en caso de que incumplan
con ello, figuras –por mencionar sólo una- como el “juicio de amparo” hace posible que el
máximo tribunal de la nación ordene a la autoridad responsable del acto violatorio de
derechos humanos o que atentó contra la dignidad y las libertades de una o un grupo de
personas, suspenda la decisión o en su caso repare el daño causado. Pero para que esto sea
una realidad sin cuestionamientos, se debe alcanzar el principio de “legalidad social” esto es,
que las personas conozcan sus derechos y los mecanismos de cómo hacerlos valer, para que
quienes están tomando decisiones desde cualquier parte de la estructura gubernamental,
violatorias de derechos humanos o menoscaben la dignidad humana, sean requeridos y se
repare el daño causado.
El enemigo del Estado de derecho, es aquel que obstruye la edificación de los principios
de la “trilogía fraterna” en su vertiente institucional, que implica: 1. El conocimiento
profundo y técnico, desde el ámbito de sus respectivas competencias, de los derechos
humanos; 2. El concientizar esos derechos, esto es, estar convencidos de que son útiles y que
darán resultados óptimos para la paz social, y 3. Su aplicación irrestricta en la realidad, con
efectos tangibles y prácticos. Igualmente, el enemigo del Estado de derecho obstruye el
principio de “legalidad social”, ataca al progresismo de los derechos y libertades reconocidos
en el sistema normativo, bloqueando los mecanismos para su ejercicio, ya sea, con acciones
que fracturen su prosperidad (represión de manifestaciones, discursos de odio –como
nombrar delincuentes a quienes aún no han sido sentenciados por la autoridad competente-)
o bien, por omisión (edificios públicos sin rampas para personas con discapacidad, espacios
públicos para la expresión de ideas… por decir sólo dos ejemplos).
El enemigo del Estado de derecho, elige atentar con algún factor de estos principios por
dos razones principales: porque es incapaz de proveer mecanismos, medios o instancias para
garantizar la aplicación de los derechos reconocidos en el sistema normativo, o porque no
cree que es en la dignidad humana, en el respeto por la diversidad y en la solución pacífica
de conflictos (con diálogo, sin venganza o formulas estigmatizantes) donde se halla la
oportunidad para lograr un mejor lugar para vivir.
Nuestra Nación está constituida como una República democrática, quizá como consecuencia
del aprendizaje histórico, de las fallidas prácticas políticas intentadas en el “pasado”, por
imitación a otros sistemas gubernamentales, por las ideas de brillantes pensadores como
Polibio, Cicerón, Tomás de Aquino, Marcillo de Padua, Bodin, Locke, Montesquieu, entre
otros; por el impulso de la sociedad civil, o tal vez, por el conjunto de todos estos factores –
con la reserva de omitir otros tantos-, pero es, indefectiblemente, el proyecto colectivo que
determina el rumbo de todo el pueblo mexicano.
Es justamente el pueblo mexicano, quién representa el Supremo Poder de la Nación, que
ha decidido (desde la perspectiva histórico-constitucional) dividirse en instituciones
democráticas para la práctica de este poder que se origina del pueblo y es para beneficio de
éste. Legislativo, Ejecutivo y Judicial, son los tres órganos en los que el pueblo mexicano
hace ejercicio de su Supremo Poder, y lo ha dividido para alcanzar interdependencia en las
decisiones y acciones de cada uno, así como, para lograr un justo equilibrio y no sea en una
sola persona o corporación el depósito de todo este poder, que como se ha dicho, le
corresponde a todo un pueblo.
Es en el artículo 49 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde
se establece esta división, y señaladamente, es el numeral 26 de la Constitución Política del
Estado de Hidalgo, en la que no sólo se traslada este dispositivo fundamental, sino que agrega
una figura de “colaboración” entre los poderes para lograr el eficaz cumplimiento de las
funciones del Estado. La jurisprudencia de nuestro Tribunal Supremo (Poder Judicial), ha
establecido que la intromisión, la dependencia y la subordinación son conductas violatorias
del principio de división de poderes. La intromisión se produce cuando uno de los poderes
interfiere o se inmiscuye en un asunto concerniente a otro, mientras que la subordinación
implica el sometimiento de uno de los poderes a otro.
2
Artículo publicado en el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 14 de abril del 2017.
En México han muerto de manera violenta decenas de miles de personas, tan sólo en los
últimos diez años. Asesinadas por el crimen organizado, otras por un estado de bienestar de
discurso (el que se diseña y se presume, pero a decir por tantos, está alejado de muchos que
lo necesitan), y muertes, por desastres naturales.
Esas vidas perdidas le duelen a un pueblo, que históricamente y sin descanso ha trabajado,
luchado, para instaurar un Estado que le proteja, le asista, le administre la riqueza… y ha
diseñado un sistema jurídico que proteja valores como la dignidad, la libertad y la igualdad;
un pueblo que ha resistido fraudes monumentales, crisis devastadoras, engaños públicos
sínicos… huracanes, inundaciones, explosiones, terremotos… Un pueblo que parece
invencible, un país que parece de hierro.
Digo que al pueblo de México le duelen esas muertes, porque las víctimas indirectas,
quienes sobreviven a la criminalidad, a la opresión de un Estado por veces arbitrario (quien
irónicamente está para protegernos) y a la devastación natural; esas víctimas, en México, en
nuestra nación, no se quedan solas. Es el pueblo, organizado legalmente o de manera
espontánea, quien sale a las calles, quien acude a los tribunales; los que marchan, los que
levantan la voz, los que van a las zonas de desastre; ese pueblo que hizo posible el
reconocimiento y ejercicio del derecho al libre desarrollo de la personalidad, a la no
discriminación, a la presunción de inocencia en su vertiente de trato, a la educación, a la
seguridad social… ese pueblo siempre acompaña a las víctimas. En México hay un pueblo
que ha dado su vida para defender y proteger, a quienes no se conoce el nombre, incluso a
quienes no han nacido; lo que ha importado, a juzgar por la historia, es vivir por la vida del
“otro”, aún del desconocido, aún del que está por nacer.
El pueblo mexicano es plural, se ha reconocido y debe protegerse la diversidad, y
garantizarce la igualdad ante la ley, pero la conformación heterogénea de nuestras sociedades
pareciera tener un mismo sentido cuando el “otro” es vulnerado, ya sea por la criminalidad,
por el Estado o por la naturaleza, se muestra frente al sufrimiento que no es un sistema de
3
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 22 de septiembre del 2017.
normas jurídicas las que mueven al ser humano, mucho menos un discurso y nunca un “líder”,
es una responsabilidad humanitaria de apariencia intrínseca, un impulso de conmiseración
que lleva a las personas a identificarse en lo individual y en colectivo, con deberes para con
la familia, la comunidad y la humanidad.
Cuando se piensa en el trabajo que ha librado el pueblo mexicano para el ejercicio de
derechos y libertades, para la protección de su vida e integridad personal, por su paz y libre
desarrollo, se alcanza a presumir que la fundación y evolución del Estado y del derecho está
desprendida de un sentimiento de fraternidad, de compromiso desinteresado por el otro, y de
la práctica de la fuerza brutal que demuestra el ser humano unido por la paz, que nos hace
sentir que el poder del pueblo, es por el pueblo y para el pueblo.
4
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 21 de abril del 2017.
nacional, como el expuesto por Marc Lilla, es que no se alcanzará una verdadera democracia
sin un real Estado de derecho y una Constitución que se respete, sin burocracias profesionales
que traten a los ciudadanos imparcialmente, sin órganos reguladores para asegurar la
transparencia en las transacciones económicas, sin normas sociales que alienten al
compromiso cívico y el cumplimiento de la ley.
El timón de la nave está en las manos del pueblo, hemos de virarlo con nuestra soberana
y pacifica voluntad, no permitamos que quienes no saben o se niegan a entender que nuestro
país es una República, desarmen el barco que nos llevará a la unidad y a la solidaridad
nacional, no por un progreso relativo, sino por un rumbo claro.
La gobernanza y la ignorancia5
“El hombre sabio no debe abstenerse de participar en el gobierno del Estado,
pues es un delito renunciar a ser útil a los necesitados y una cobardía ceder el
paso a los indignos”.
Epicteto
Nos explica Enrique Krauze en su artículo “El test de la democracia”, que el criterio que se
sostuvo en las revistas que dirigió Octavio Paz, fue el de que “la única legitimidad para
acceder al poder, y para ejercerlo, era la democracia. Respetando sus reglas (en particular
la del respeto a las minorías), honrando las leyes, las instituciones y las libertades, la
competencia ideológica podía ser despiadada. Pero la violación de esas reglas era
absolutamente inadmisible. Con la democracia todo, contra la democracia nada”.
Después de dos décadas de poner a México en los rieles de la democracia, las preguntas
se multiplican sobre la efectividad de sus mecanismos que la pudiesen hacer posible, o la
transparencia de los procesos electorales y de participación ciudadana, para que posean la
extensión que implica el significado de la palabra misma de democracia: “el gobierno del
pueblo”. Cuando se discute sobre democracia en México, existe una interrogante común
¿Practicamos una democracia real o se ha disfrazado muy bien de ésta, una oligarquía
capitalista, generadora de desigualdad? tal y como lo afirmó Michael Ignatieff.
Entre todas estas interrogantes, la democracia no ha terminado de explicarnos la idoneidad
de la decisión mayoritaria, porque si la “representación” es un mecanismo para hacer real la
idea de la pluralidad ¿Es acaso la persona elegida por la mayoría, la mejor alternativa para
tomar decisiones que impactaran a todos? La democracia en su vertiente de representación,
conlleva sus riesgos, porque esa persona que será “vocera” de las aspiraciones del pueblo,
puede ser, tal vez, sólo tal vez, no la más capaz de tomar decisiones que beneficien a todas
las personas, aunque electoralmente esté legitimada.
Pero, cómo identificar si nuestros representantes toman las mejores decisiones, el gran
Pablo Boullosa nos explica que para tomar buenas decisiones necesitamos conocer las
diferentes alternativas y tener la creatividad para inventar otras tantas; las mejores ideas solo
se les ocurren a las personas que tienen buenos conocimientos, mucha memoria acumulada
y cultura.
5
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 6 de octubre del 2017.
El México del siglo del siglo XXI, ya no sólo exige a representantes “con buenas
intenciones” sino con buenas ideas, con capacidades para resolver los grandes problemas
nacionales, con la voluntad de ejecutarlos con miras a beneficiar al poder supremo de la
unión, que es el pueblo. Más que nunca se necesitan gobernantes preparados, creativos y
eficaces. Está demostrado, la sociedad mexicana está preparada para elegir como su
representante, a quien ponga en el centro del debate público las ideas más inteligentes del
cómo resolver los grandes problemas nacionales.
6
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 13 de mayo del 2017.
7
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 10 de marzo del 2017.
personas, o bajo el control absoluto de “expertos”, es del todo ajena a lo que debe ser la
noción de política en nuestra república democrática. El poder supremo nacional (el pueblo),
puede participar de manera directa en la política, a través de referendos, asambleas populares
facultadas para adoptar decisiones sobre cuestiones locales o sobre los asuntos de una
determinada comunidad, por conducto de órganos creados para representar a grupos de
ciudadanos en las consultas con los poderes públicos.
Hemos logrado el reconocimiento de derechos políticos que nos dan la oportunidad de
ejercer libertades y tomar decisiones que nos favorezcan, asumamos nuestra responsabilidad
y aprovechemos la oportunidad como poder supremo (como pueblo) y hagámoslo de manera
organizada y pacífica, porque como escribió Octavio Paz: “La libertad no necesita alas, lo
que necesita es echar raíces”.
8
Ensayo publicado por el Tribunal Electoral del Estado de Hidalgo a través de su revista Ágora. Consultable
en: http://teeh.org.mx/menu-comunicacion-social/revista/book/6-agora-digital-no-2/2-revista
9
Lo que singulariza a las ideologías igualitarias es, generalmente, el acento puesto en el hombre como ser
“genérico”, es decir, como ser perteneciente a un determinado genus, y por tanto las características comunes
a todos los pertenecientes al genus (Bobbio, 1993).
10
La equidad es un principio de justicia emparentado con la idea de igualdad sustantiva y el reconocimiento
de las diferencias sociales. Ambas dimensiones se conjugan para dar origen a un concepto que define la
“equidad” como una “igualdad en las diferencias”, entrelazando la referencia a los imperativos éticos que
obligan a una sociedad a ocuparse de las circunstancias y los contextos que provocan la desigualdad en el
reconocimiento de la diversidad social, de tal forma que las personas pueden realizarse en sus propósitos de
vida según sus diferencias (Yolanda D' Elia y Thais Maingon, 2004).
social o económica, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el
estado civil, el trabajo desempeñado, las costumbres, la raza, o cualquier otra que atente
contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos; precepto
que vale la pena subrayar, lleva implícito el mandato de inclusión a las personas que
históricamente han sido estigmatizadas por sus legítimas y sanas diferencias individuales (a
la luz de la pluralidad), y lo que las normas internacionales de derechos humanos contemplan
como categorías sospechosas.
En general, puede sostenerse que la nota común es que las categorías sospechosas se
refieren a un grupo vulnerable o desaventajado, en tanto encuentran especiales dificultades
para ejercitar con plenitud los derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico, en razón
de circunstancias sociales, económicas, étnicas o culturales, o bien en razón de su edad,
género, estado físico o mental. En el caso de los motivos de discriminación especialmente
prohibidos en los instrumentos internacionales de derechos humanos, existe una presunción
de que quienes pertenecen a alguna de las categorías así definidas se encuentran en una
situación vulnerable (Treacy, 2011).
A hoy, se ha positivizado el derecho a la igualdad que lleva consigo la prohibición a la no
discriminación; conceptos que van más allá de lo jurídico, para configurarse en el ser y hacer
del Estrado representativo en cada toma de decisiones, no sólo con actitudes sustantivas de
ejercicio ciudadano, sino con acciones objetivas por parte del Estado, que permitan a todas
las personas, y particularmente a las categorías sospechosas, a participar y que su voz se haga
valer para su beneficio, como categoría. Esa positivización, la poseemos -por citar algunos
ordenamientos- en la Declaración Universal de Derechos Humanos (arts. 2° y 7°); en el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (arts. 2.1 y 26), en el Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (arts. 2° y 3°) y en la Convención Americana
sobre Derechos Humanos (arts. 1.1 y 24).
del derecho humano a la igualdad, para dar voz a todas las personas, particularmente a
quienes han sido vulneradas históricamente: a las categorías sospechosas.
Consecuentemente a la voz, las acciones que se implementen y la distribución de
oportunidades para estas categorías, debe ser transparente, difusa e igualmente cuestionable,
lo que nos lleva a replantearnos la forma y el sentido de ejercer nuestro derecho a votar y ser
votados (como dimensión de expresión individual de la participación política); y un factor
determinante para la sobrevivencia de la democracia en nuestro Estado: cómo estamos
cuestionando las decisiones de nuestros representantes.
V. Bibliografía
Bobbio, N. (1993). Igualdad y Libertad. Barcelona: Pensamiento Contemporaneo.
Ignatieff, M. (09 de Agosto de 2013). Entrevista a Michael Ignatieff. (Á. Jaramillo, Entrevistador)
Yolanda D' Elia y Thais Maingon. (2004). La equidad en el desarrollo humano: estudio conceptual
desde el enfoque de igualdad y diversidad. Venezuela: Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PENUB).
11
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 10 de marzo del 2017.
o débil de los gobernados; lo importante es que las decisiones públicas sean cuestionadas,
mientras más, mejor”. Por lo que un gobierno será democrático, cuando éste sea controlado
por el pueblo, en la medida en que el pueblo, individual o colectivamente, disfrute de la
permanente posibilidad de disputar o deliberar las decisiones de los órganos del Estado.
Aún falta mucho por lograr verdaderamente una república democrática y representativa;
aún tenemos mucho trabajo por hacer (como ciudadanía) para ejercer el principio de que el
poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste; a pesar de que ya hayan
pasado más de 100 años de haberlo logrado Constitucionalmente.
12
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 13 de octubre del 2017.
con el poder, instituciones poseídas por la libertad, igualdad, civilidad, justicia, participación,
pluralismo, respeto, legitimidad, legalidad y solidaridad.
Braithwaite, aseguró que todo gobierno democrático que tenga la pretensión de la
estabilidad y desarrollo, necesita la confianza de los ciudadanos, pues es la confianza la que
construye el desarrollo social, económico, cultural y político. Ante los legítimos
cuestionamientos que tiene hoy la ciudadanía respecto a la efectividad y transparencia de los
partidos políticos que proliferan en el país, no sería aventurado afirmar que éstos, por decir
de México: no son puentes, sino trampas de una oligarquía occidental, que nos hace pensar
que estamos en el disfrute de una verdadera democracia.
13
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 22 de diciembre del 2017.
social y cultural del pueblo; porque cuando éste se hace cargo, de manera organizada,
responsable y pacífica, de hacer valer derechos y libertades, se inyecta combustible a la
acción social, siendo la ciudadanía la protagonista activa de lo que ocurre en el Estado, justo
como lo pensaron Skinner, Pocock y Philip Petti.
Hoy en día, resulta imposible concebir la evolución del Estado y el reconocimiento de
derechos y libertades inalienables, sin la participación de la sociedad civil organizada, como
es el caso de –sólo por citar a algunas, con la reserva de omitir a otras tantas de alta valía-
Amnistía Internacional, Central American Human Rights Commission, Centre of
Development and Population Activities…; por lo que, distinguir con claridad las acciones de
la sociedad civil, con las del Estado o las motivadas por el sistema económico, resulta
indispensable. Las organizaciones de la sociedad civil no deben aparentar ser parte de la
estructura gubernamental ni tener como fin el lucro; la fraternidad: el compromiso puro a
favor del bienestar del otro, es el factor indispensable que impulsa a las sociedades a dar
pasos firmes a la regeneración de oportunidades incluyentes y equitativas a la humanidad.
14
Artículo publicado en dos partes por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 8 y 18 de septiembre del 2017.
* * *
Habiendo dicho que el Estado y el derecho son fenómenos históricos, para el opositor es
indispensable que de estos conceptos, desprenda la quinta noción: la idea y utilidad de los
derechos humanos, porque es ahí donde se constituye el mínimo, o el máximo, de justicia
indiscutible. Fue en el ingenio de Norberto Bobbio, donde apareció la aseveración que la
noción de derechos humanos es muy poco precisa y muchas veces tautológica, pero al igual
que el Estado y la idea general de derecho o norma jurídica, particularmente los derechos
humanos, han cambiado a medida que lo han hecho con las condiciones históricas.
Ahora bien, en México hay un reconocimiento expreso de derechos humanos (artículo 1º
Constitucional) estructurado en la figura jurídica denominada “Bloque de
constitucionalidad”. Para Mónica Arango, el Bloque de Constitucionalidad son: “las normas
y principios que, sin aparecer formalmente en el articulado del texto constitucional, son
parámetros de control de constitucionalidad de las leyes, por cuanto han sido
normativamente integrados a la Constitución, por diversas vías y por mandato de la misma”.
En vista de ello, el opositor es protegido por los derechos humanos reconocidos por la
evolución de las sociedades, del Estado y del derecho. Hagámoslo con consenso, diálogo y
en respeto a los derechos y libertades de todas las personas, porque la historia nos ha dicho
que cuando se impone la forma de pensar de una persona o de un grupo de personas (ya sea
el Estado o la oposición) nace el terror y la carnicería.
15
Artículo publicado en dos partes por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 20 de enero y el 3 de febrero del
2017.
nos hacen advertir que el trabajo por la constitución y posesión de nuestros derechos es
posible si se cree fielmente en sus resultados, por veces invisibles y lastimosamente alejados.
Es la democracia. La respuesta está en nuestra democracia. La democracia no es el fin de
las sociedades, ni el paraíso prometido de nación; nuestra democracia es un mecanismo para
construir de manera indeterminable e inacabada, sociedades donde se escuche y se haga valer
la voz de todas las personas, que permita reformular los conceptos de sociedad y de nación
constantemente, sin poner en riesgo la dignidad de nadie, ni el trabajo que para siempre debe
privilegiarse: el bienestar de todas las personas.
¿Hoy nuestra democracia nos sirve para hacer frente, de manera efectiva, a nuestras
adversidades?
* * *
La historia nos ha dicho que conceptualizar la palabra “caos” en las sociedades, es arriesgado,
porque siempre resultará impreciso, ya que mientras para unos puede significar terror, para
otros progreso y libertad. En la revolución francesa, por citar un ejemplo, para el rey
absolutista Luis XVI quizá representó desorden y horror, pero para otros, como Robespierre,
fue un moviendo social de luz, virtud y la semilla para la construcción de una democracia
popular.
Pero es en la misma historia, donde constan capítulos de movimientos sociales, que a pesar
de estar gestados con principios nobles de unidad, libertad y dignidad, en su afán de sostener
sus planteamientos a toda costa, han devenido en violencia, opresión y muerte, para
transformarse de sueños de libertad y justica, en caos para los pueblos.
Sin embargo, hay una forma de organización social, que plantea la idea de que todo
movimiento social encaminado al progreso de derechos y libertades, sea visto como algo
natural en el trabajo por lograr el bienestar de las personas, y no como un “caos” para nadie.
Es la democracia.
De la democracia puede decirse como aspecto general: que es la forma de organización
que da al pueblo el poder supremo en la toma de decisiones en un Estado; así que, todo
movimiento social que trabaje por el respeto y progreso de derechos y libertades, no debe
significar caos o temor para nadie, porque sus gobernantes son sus representantes y no sus
monarcas, resultando natural y lógico en la práctica democrática, que el logro de derechos
sea alcanzado como resultado de la movilización de los pueblos.
16
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 25 de agosto del 2017.
A 35 años de escribirse el ensayo “Por una democracia sin adjetivos”, con la pluma de uno
de los demócratas y liberales más comprometidos en el país: Enrique Krauze, la pregunta que
exige el siglo XXI es ¿Ha quedado claro que la democracia es la mejor invención probada
como sistema político? Y ¿La forma como se entiende la democracia en el siglo XXI en
México, es acorde a un fin progresista?
Una de las lecciones que nos ha dejado la historia, es que las estructuras autoritarias y las
sociedades más diversas, han optado por la forma más elevada de organización hasta ahora
pensada: la democracia, para confiar en la decisión de las personas, distribuyendo el poder y
legitimándolo racionalmente, como quedó probado en la República francesa en 1871, en el
establecimiento de regímenes libres en Italia, Japón y Alemania al finalizar la Segunda
Guerra Mundial y en España a raíz de la muerte de Franco, sólo por citar algunos de los
ejemplos dados por Krauze.
Si no ha quedado duda, de que el mejor sistema político es aquel donde las decisiones
importantes las toma el pueblo a través de sus representantes, y que los gobernantes son
elegidos de manera libre y transparente por las personas con ciudadanía en un país; donde
además, se garantiza de facto la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), cuya
estructura y toma de decisiones, se basan en un catálogo de derechos fundamentales, nacidos
del reconocimiento y respeto a la dignidad humana; sino ha quedado duda que ese es el mejor
sistema político pensado, entonces, la forma en cómo se vive la democracia en México ¿Es
la adecuada?
A decir para Giovannni Sartori, las democracias carecen de sentido, si sus ciudadanos no
las comprenden. Cuando en un país se implementa un sistema político con diseño de
república democrática, esto es, que las decisiones las toma el pueblo, el primer reto
identificable es asegurar que la ciudadanía conozca y asuma la responsabilidad de
emanciparse: reconocer que el individuo no es el pupilo del Estado, por el contrario, que el
poder supremo de la República es el pueblo. Por ello, como lo afirmó Michel Ignatieff, las
17
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 15 de diciembre del 2017.
democracias no son exitosas si la gente piensa que los políticos (sus representantes) han
perdido el rumbo, el pueblo necesita sentir que él tiene el control de lo que sucede en su
propia casa.
Cuando Carlos Elizondo Mayer-Serra, escribió que “no necesitamos un Estado que haga
lo que el particular puede hacer, sino de uno que sea responsable de lo que éstos no pueden”
se refería a la importancia de valorar la libertad de las personas para que posean el poder (por
un lado el del libre desarrollo de su personalidad y por el otro, el del poder público) y que la
toma de decisiones sea distribuida, para que en consecuencia, se viva en una sociedad de
consensos, equitativa y justa. En el sistema democrático mexicano, los partidos políticos
juegan un rol privilegiado, porque su finalidad es la promover la participación del pueblo en
la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos de representación política y
como organizaciones de ciudadanos, deben hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del
poder público. Los partidos políticos en México ¿Dan esa certeza a la ciudadanía? Sea cual
sea la respuesta dada, ha de iluminarse con el pensamiento Antonio Gramsci, quien aseguró
que “un partido político debe ser un intelectual colectivo, con una visión de la sociedad que
es y tiene que ser fruto del estudio y del análisis profundo y pormenorizado de la misma”.
PAZ
La no violencia es más lenta pero sus beneficios son mayores a largo plazo. El recurso
de la fuerza nunca resuelve las causas subyacentes de un conflicto y a menudo las acentúa,
causando dolor, sufrimiento y destrucción innecesarias. La verdadera expresión de la no
violencia es la fraternidad, que no es una actitud pasiva sino un estímulo para la acción.
18
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 19 de mayo del 2016.
19
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 2 de septiembre del año 2016.
20
Artículo publicado en dos partes por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 23 y 30 de diciembre del 2016.
Si bien es cierto, que no existe un listado de soluciones a las controversias, porque cada
una tiene sus particularidades, y su absoluta solución está en las formas diseñadas
específicamente para el caso en concreto; éstas pueden consistir en: a) El cese o la no
ejecución de algún acto o actitud, y b) La realización de alguna acción con ciertas
características, o la transformación positiva de una actitud. La propuesta de solución debe ser
totalmente clara y trasparente, asegurando que no sea sólo a beneficio personal, sino que
implique un ganar-ganar, esto es, en la propuesta de solución deberán estar presentes algunos
de intereses propios y también, algunos intereses de la otra parte. Esto implica que en las
controversias se deben dar concesiones, a fin de constituir un ganar-ganar, siempre que éstas
no atenten contra la dignidad humana, sean ilegales, o constituyan un menoscabo o nulidad
a derechos humanos. En la otorgación de estas concesiones –que tienen la finalidad de
resolver el conflicto- se debe tener perfectamente claro qué y cuánto es lo que se está
disponibles a ceder, acudir a una negociación sin identificar previamente qué es lo que se
quiere y qué se está dispuesto a dar es un grave error. Llevar propuestas y reconocer los
intereses propios es fundamental en la solución de conflictos.
* * *
Como se ha dicho, para que en todo momento las controversias constituyan aprendizaje y
beneficios, tanto personales como sociales, he sugerido tomar en consideración, básicamente:
1. Identificar el conflicto, y 2. Proponer soluciones de manera clara, congruente, ordenada,
pacífica y respetuosa; además:
3. Tener la total disponibilidad de escuchar, pues cuando se habla se dice algo que ya
se sabe, pero cuando se escucha se puede aprender algo diferente. En todo momento, se debe
tener una actitud de escucha activa, tratando de entender la perspectiva del conflicto
planteada por la otra parte, y buscar entender las circunstancias en específico que la llevan a
posicionarse en ese lugar del conflicto. La empatía permite formular propuestas de solución
que convenzan a la otra parte, para solucionar el conflicto de manera pacífica y pronta.
4. Tomar la decisión de manera informada: Una vez que ambas partes hayan
expresado sus interés, y propuestas de solución a la controversia, se debe tomar una decisión,
por lo que sugiero considerar: a) Informarse ampliamente sobre la esfera jurídica propia o la
del Estado u organización que se está representando, para que la solución no sea contraria al
21
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 30 de junio del 2016.
22
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 4 de agosto del 2017.
estigmatización, son la integración de principios –sólo por citar algunos- como el de “enfoque
especial y diferenciado” contenido en la Ley General de Víctimas, “Igualdad ante la ley”
mandatado en el Código Nacional de Procedimientos Penales y el principio de “no
discriminación” establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
(CPEUM).
El responsable que habita entre la unidad y la paz, es el individuo, la persona en sí misma.
El compromiso cotidiano e integral con la humanidad implica la observación de un sistema
de instituciones y de derechos que conlleva los deberes de fraternidad e igualdad (artículo 3º
de la CPEUM y 1º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos); involucra que
desde cada persona se debe reconocer que no existe una naturaleza humana homogénea, y
que es la diferencia lo que une a las personas, lo que a la postre llevará a una paz real y
duradera.
Nelson Mandela creía que las personas nacen sin odio, que éste se aprende, así como también
se aprende a amar, y que el amor llega de manera más natural al corazón que su contrario.
Esta idea, de uno de los pacifistas más importantes en la historia de la humanidad, toma
fuerza con recientes estudios científicos que señalan que el ser humano no es hostil o
competitivo por naturaleza, sino altruista y cooperador.
Especialistas en antropología, psiquiatría, biología, sociología y medicina de la
Universidad de Washington, explicaron en el libro “Origins of Altruism and Cooperation”
(Orígenes del altruismo y de la cooperación) que la cooperación no es sólo un producto
derivado de la competición, o algo que se hace sólo porque ambas partes reciben un beneficio
a partir de ella, el altruismo y la cooperación son inherentes a los seres humanos.
En los capítulos más adversos de la historia de la sociedad mexicana, han quedado
inscritas muestras de altruismo y colaboración, que han aligerado aún las cargas más pesadas:
las marchas de estudiantes, intelectuales, trabajadoras domésticas, obreros y profesionistas,
para la democratización del país en 1968; los trabajos de rescate realizados por la sociedad
civil tras el terremoto en la Ciudad de México en 1985, los de San Juanico en 1984, los del
hospital infantil de Cuajimalpa en 2015, la multitudinaria marcha “Rescatemos México” en
julio del 2004, y las múltiples convocadas por la desaparición forzada de iguala en 2014; sólo
por citar a algunas.
La sociedad mexicana, ha demostrado que la unidad existe cuando un fin nos une, alejado
de las prácticas demagogas, de figuras públicas, de gobiernos, religiones, e incluso de leyes;
la unidad nacional está impulsada por esa naturaleza humana de apoyar al otro sin mirar su
origen étnico, su género, discapacidad, edad, condición social o preferencias sexuales; se
ayuda porque hay un impulso inherente que nos hace protegernos a nosotros mismos, y que
consientes o no, nos hace perseguir ideas tan nobles como justicia, dignidad y bienestar
social.
23
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 10 de febrero del 2017.
Nelson Mandela estuvo en prisión por 27 años, el delito que se le imputó fue el de
conspiración para derrocar al gobierno (lo que hoy valoramos como el trabajo que encabezó
para el fin pacífico del régimen del apartheid). Cuando alcanzó la libertad, tuvo la fuerza
popular para movilizar a la inmensa mayoría de su pueblo, para ejecutar acciones de
represalia contra quienes habían sido para él y para su país: los inquisidores, esclavistas y
responsables de la miseria. Pero la respuesta de Mandela fue: unidad. Estaba convencido que
para alcanzar una paz duradera y efectiva, y libre de discriminación, debía emprenderse un
trabajo de reconstrucción en Sudáfrica que incluyera a todo el pueblo, renunciando a la
reproducción de conductas que fueron la causa del trato diferenciado y opresor que en 1962
a él lo llevaron a la prisión de la isla Robben. Entendió que la única forma de frenar la
violencia en todas sus formas y dar libertad a su pueblo, era la de concientizar la libertad de
sí mismos: libres de toda venganza y odio.
En el camino a la paz y a la solidaridad, entre otros, el paso firme que México debe dar,
es el de reconocer que somos una gran familia, que tenemos deberes de solidaridad y
fraternidad los unos con los otros. El apoyo que podamos ofrecer a todas las personas sin
distinción alguna, no sólo significa el cumplimiento que nos señala la Declaración Universal
de los Derechos Humanos (art. 1) y la Convención Americana sobre Derechos Humanos (art.
32.1), sino debe ser primordialmente, la concientización de que la unidad entre las personas
y los pueblos garantiza la convivencia pacífica, justa e igualitaria, sobre las trampas que
promete la violencia en cualquiera de sus formas.
Como nación debemos entender, que son justo nuestras diferencias y nuestros conflictos,
los factores indispensables que deben unirnos. La paz no significa la ausencia total de
conflictos, sino la ausencia de violencia en cualquiera de sus formas, por lo que la resolución
pacífica de nuestros legítimos conflictos debe generar acuerdos conciliatorios. Nuestros
intereses opuestos se complementan entre sí, para generar la unidad de la que tanta necesidad
tenemos, para observarnos como hermanos de la gran familia humana. Esa unidad, a decir
24
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 12 de mayo del 2017.
por Karl Popper, se puede lograr si practicamos todos los días el racionalismo, esto es, asumir
una actitud en la que predomine la disposición a escuchar los argumentos críticos y aprender
de la experiencia, fundamentalmente consiste en admitir que yo puedo estar equivocado y tú
puedes tener razón, y con un esfuerzo mutuo podemos acercarnos los dos a la verdad.
El trabajo por la defensa de los derechos humanos, las movilizaciones para participar más
y mejor en la política de nuestro país, y las acciones para lograr una procuración y
administración de justicia cada vez más transparente, justa y libre de toda corrupción, debe
ser racional, en el uso del diálogo y en el marco de legalidad, para no reproducir en la
sociedad civil o en el sistema gubernamental, lo que nos ha separado por tanto tiempo: el
sentimiento de odio y venganza.
25
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 8 de junio del 2016.
26
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 22 de julio del 2016.
y fraternidad, anteponer la fuerza del alma sobre la fuerza física, invalidando así, hasta el
mínimo sentimiento de odio o rencor.
Sin embargo, la reacción de quienes se resistían a extender el acceso pleno a los derechos
civiles, fue altamente violenta. Uno de muchos actos, fue el ocurrido el 15 de septiembre de
1963 en Alabama, mientras personas afroestadounidenses realizaban oración en una Iglesia
Bautista, en la Calle 16 de Birmingham, un grupo de la asociación xenófoba del Ku Klux
Klan detonó una bomba matando a 4 niñas y decenas de personas heridas. A pesar de ese
devastador acontecimiento, el Movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos
confirmó que la violencia crea más problemas que los que resuelve, que las personas deben
evolucionar para resolver los conflictos con un método que rechace la venganza, agresión y
represalia. Para lograr un mundo con la capacidad de convivir en paz, tomando decisiones
con enfoque fraterno para abolir la desigualdad ante la ley, se debe incluir a todo ser humano,
aún a quienes hayan sido los opresores, como lo hizo el Movimiento por los derechos civiles
en Estados Unidos que rechazó la idea de desconfianza a las personas “blancas”. La libertad
es un logro mutuo y la justicia es una forma de reconciliación social.
Aunque hoy la población afroestadounidense sigue trabajando para el acceso pleno a sus
derechos y libertades ya reconocidos, han demostrado que la no violencia y la fraternidad
son las herramientas justas para el acceso a ellos, utilizando el fundamento que indicó Martin
Luther King Jr. en su discurso de aceptación del Premio Nobel de la Paz: el amor.
El feminismo y la paz27
Resultaría impreciso registrar con seguridad el momento en que nació la violencia contra las
mujeres, la mayoría de investigaciones coinciden que el origen de la discriminación por razón
de género data desde el desarrollo de las sociedades agrícolas sedentarias, en ese periodo las
mujeres se vieron marginadas, a palabras del filósofo Ambrosio García Leal, hasta alcanzar
una condición subhumana. La división sexual del trabajo, orilló a las mujeres a la
dependencia económica y con ello, el sometimiento forzado del sexo mujer, pasando de las
manos del padre a las manos del esposo, teniendo ambos plena autoridad sobre ella, y decidir,
incluso, sobre su vida. Según el Derecho Romano, del que se desprenden cánones base del
derecho civil contemporáneo, las mujeres eran objeto, propiedad de por vida del poder
masculino, ya sea del padre, del suegro o del esposo.
Desafortunadamente, la violencia contra las mujeres no es propia de un periodo o de una
región, ha evolucionado menoscabando y anulando su dignidad a lo largo de la historia,
infligiendo daño psicológico, físico, patrimonial, económico y sexual; en todas las esferas,
en el trabajo, en la escuela, en las calles, y en la familia. La Organización de las Naciones
Unidas expuso que hasta el 70 por ciento de las mujeres en el mundo experimenta violencia
en el transcurso de su vida. La forma más común de violencia experimentada por mujeres a
nivel mundial es la violencia física infligida por una pareja íntima, incluyendo mujeres
golpeadas, obligadas a tener relaciones sexuales o abusadas de alguna otra manera. Mientras
escribo estas líneas, en alguna parte del mundo están aconteciendo violaciones sexuales, trata
de personas, infanticidio femenino, castración parcial o total, ablación de clítoris, acoso u
hostigamiento en organizaciones masculinas.
¿Cómo se ha hecho frente a toda esa violencia? ¿Cómo han reaccionado las mujeres a los
milenios de violencia, opresión y discriminación por el sólo hecho de haber nacido mujeres?
¿Utilizaron esa violencia y esa exclusión para erradicar a su opositor, el patriarcado? El
feminismo, fuerza política, cultural, económica y social que ha tenido como objeto central el
reconocimiento de los derechos y libertades de las mujeres, su pleno ejercicio en un marco
de equidad y el respeto de la dignidad humana, ha logrado con trabajo constante, discusión
crítica y visión -pese a la resistencia de quienes prefieren conservar del patriarcado sus
27
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 29 de julio del 2016.
privilegios y concesiones- derechos que hoy día a día se fortalecen, como el derecho a votar
y ser votadas; participar en la vida política, con todos los alcances que posibilitan los países
democráticos; su autonomía en el ejercicio de sus derechos económicos; la libertad de elegir
sobre su cuerpo, ejerciendo plenamente sus derechos sexuales y reproductivos.
El feminismo, utilizando la resistencia ante los roles irrazonables del patriarcado,
empujando las decisiones autónomas ante las agresiones naturalizadas del machismo y
trabajando sin descanso desde hace más de tres siglos, ha demostrado que no es en la
venganza, la represalia ni en la trasformación de la violencia en donde se halla la respuesta;
no en la discriminación, ni en la culpa. Nancy Cott, historiadora de las universidades de Yale
y Harvard, ha sostenido que el trabajo del feminismo no es la de rejerarquizar los sexos, sino
la de alcanzar la igualdad jurídica entre la mujer y el hombre.
Los discursos de Emmeline Pankhurst (una de las primeras sufragistas neoyorquinas), la
monumental obra de Simone de Beauvoir y el sobresaliente pensamiento de Judith Butler,
son un reducido ejemplo de las decenas de pensadoras y activistas que han defendido el
pensamiento feminista, permitiendo así, que niñas y mujeres les sea respetada su vida, su
integridad física y psíquica, su libertad y la igual protección ante la ley y de la ley.
Notablemente hay mucho trabajo por hacer, mujeres y hombres deben sumarse a la ruta del
diálogo y la paz, para que en el mundo, en nuestro país y en nuestra propia casa, las mujeres
estén libres de violencias, reconociendo sus derechos y libertades, y el ejercicio total de su
dignidad.
Datos sobre la incidencia delictiva en México, aportados por el Secretariado Ejecutivo del
Sistema Nacional de Seguridad Pública, informan que del año 2011 a marzo del 2016, han
acontecido un total de 98 mil 406 homicidios, y hasta diciembre del año 2015 se han
contabilizado 26 mil 898 personas desaparecidas o no localizadas, de acuerdo con un informe
del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas; todo ello,
sumado a un número abrumador de delitos como lesiones, y otros patrimoniales como de
robos común, de ganado, en carreteras y en instituciones bancarias. Y esta no es sólo una
percepción interna, en el Global Peace Index, estudio realizado por el Institute for Economics
and Peace, determinó que el promedio de paz en México es similar al registrado en países
como Venezuela, Israel, Mali y Burundi, colocándose en el ranking de paz global en la
posición 142 de 162 países evaluados.
Las personas tenemos derecho a la paz, no sólo las naciones; este derecho no debe
pensarse desde las relaciones internacionales, sino comprender su alcance al individuo. Para
la United Nations Educational, Scientific and Cultural organization, el derecho a la paz
engloba a la seguridad humana y a vivir en un entorno seguro y sano; el derecho al desarrollo
y a un medio ambiente sostenible; el derecho a la desobediencia civil y a la objeción de
conciencia frente a las actividades que supongan amenazas contra la paz; el derecho a la
resistencia contra la opresión de los regímenes que violan los derechos humanos; el derecho
a exigir a todos los Estados un desarme general y completo; las libertades de pensamiento,
opinión, expresión, conciencia y religión; el derecho al refugio; el derecho a emigrar y
participar en los asuntos públicos del Estado en que se resida; y el derecho a la justicia, a la
verdad y a la reparación efectiva que asiste a las víctimas de violaciones de los derechos
humanos.
Los alcances del derecho a la paz han sido reconocidos por el Estado mexicano, a través
de su legislación fundamental y con la adopción de normas internacionales relativas a
28
Artículo publicado en cinco partes por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 20 y 27 de octubre del 2017, así
como el 3, 10 y 17 de noviembre del 2017.
derechos humanos, así como con el establecimiento de leyes secundarias que han pretendido
darle mecanización a los derechos fundamentales; sin embargo, se debe reconocer que algo
se está haciendo mal en la implementación y respeto a todo ello. Si el siglo XX es reconocido
por el establecimiento normativo fundamental de la humanidad, el siglo XXI nos exige a
pensar en el cómo y no del porqué para alcanzar el ejercicio real de los derechos humanos,
entre los que se cuanta al derecho a la paz (derecho síntesis de todos). Ahora bien ¿Qué
mecanismos deben implementarse para que la paz, con todos sus alcances conceptuales-
normativos, sea inherente a la vida de todas las personas?
El ejercicio real del derecho a la paz, se logrará cuando se alcance la reconceptualización
de la paz como derecho fundamental, con la reestructuración dimensional de los derechos
humanos, con la reingeniería de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
y, con el cambio de paradigmas respecto a la institucionalización de la legalidad, para que
sea la paz el motor que impulse las acciones de la sociedad civil y a las funciones de los
órganos gubernamentales, así como a las competencias de quienes lo integran; sea la paz, la
meta en la labor de la reestructuración de la democracia, y así, lograr una de las aspiraciones
más preciadas por la humanidad de todas las eras: una paz justa y duradera.
* * *
Existen dos retos principales a los que se enfrenta la instauración de una paz justa y duradera.
El primero de ellos, tiene que ver con su conceptualización, la forma en la que se entiende a
la paz desde la dimensión de las ideas, y el segundo, es el problema de la institucionalización
de la paz como derecho humano (un ejercicio eficaz para dar cumplimiento a una prerrogativa
que fue considerada en un tercer plano, de una errónea estructura generacional).
En el ingenio de José Tuvilla Rayo aparece una idea progresista sobre lo que debe
entenderse por paz, indicando que ésta es “la conjunción de Desarrollo, Derechos humanos,
Democracia y Desarme, mostrando que la ausencia de cualquiera de éstas, constituye un
factor de violencia”. En este sentido, la paz supone un proceso de fortalecimiento de cada
uno de esos factores que viven interrelacionados, para así, observar a todo ser humano en un
ambiente seguro y poseedor de su proyecto de vida. Es el mismo Tuvilla Rayo, que clasifica
a la paz desde dos dimensiones: una negativa, que implica la ausencia de conflictos, y una
positiva, que significa la erradicación de todos los elementos que laceran la dignidad de la
persona, como la pobreza, las carencias democráticas, la falta de impulso para el desarrollo
de las capacidades humanas, las desigualdades estructurales, el deterioro del medio ambiente,
las tensiones y los conflictos étnicos, así como la inaplicación de los derechos humanos.
A decir por Adam Lopatka, una paz justa se alcanzará cuando se logren eliminar todos
esos elementos, que propician la germinación de conflictos que devienen en guerras. Además,
se debe considerar el contenido práctico de otras ideas, como las de carácter normativo, un
ejemplo es el anteproyecto del Pacto que consagra la Tercera Generación de los Derechos
Humanos, elaborado por la Fundación Internacional de los Derechos Humanos, donde se
establece que el acceso a la paz para todas las personas, circunscribe –entre otros- “el derecho
a oponerse a todo guerra, y en particular, a luchar contra la humanidad; de negarse a
ejecutar durante un conflicto armado una orden injusta que viole las leyes de la humanidad,
y el de luchar en contra de toda propaganda a favor de la guerra”.
Dentro del orden de ideas hasta ahora expuesto: pensar en la paz implica hablar del
ejercicio de derechos humanos, por lo que el problema esencial radica en el cómo desarrollar
una estructura práctica que permita el acceso efectivo a la paz. Si analizamos a la paz desde
la perspectiva jurídica, hallamos que ésta no puede pensarse desde el aspecto coercitivo que
reviste, en cierto modo, la positivización de la norma o la aplicación por la fuerza por parte
del Estado, pues como lo dijo Albert Einstein: “la paz no puede mantenerse por medio de la
fuerza”. El ejercicio de la paz debe entenderse, para su práctica, desde un moderno sistema
normativo que garantice figuras tan complejas de institucionalizar o mecanizar –más no de
imponer- como la dignidad humana y la fraternidad.
Se presenta entonces un problema: ¿Cuál es el listado de pasos –señalados de manera
detallada y fina- que deben tomarse por parte del individuo, de la sociedad civil y del Estado,
para alcanzar un ejercicio pleno del derecho a la paz?
* * *
e individuo. Para vivir en un mundo en el que cada persona ejerza su derecho al libre
desarrollo de la personalidad, se apropie de su proyecto de vida tomando decisiones
autónomas, fomentadas y protegidas por el Estado, respetadas por la colectividad y
concientizadas en lo individual para que las practiquen los demás, se requiere de una
contribución que no excluye a persona alguna.
El primer paso que se tiene que dar, es el reconocimiento de la paz desde lo individual,
que se dará a través de la captación de la conciencia propia, lo que Sartre denominaba el ser
para sí. Para vivirnos en paz en la acción social (como sujeto activo en el aspecto práctico):
se requiere realizar una acción a favor de otra persona, que le permita el conocimiento o
acceso de uno de los derechos que engloba la noción jurídica de paz, y cuando pasado un
tiempo recordamos lo hecho, vivimos conscientemente el nosotros mismos de forma
temática, por lo que la concientización de la paz se alcanza, cuando nos miramos a nosotros
mismos trabajando por la paz.
El trabajo por la paz desde lo individual alcanza su cúspide cuando el sujeto pasivo
(receptor de la acción pacifica en su vertiente positiva), es una persona “desconocida” con la
que no se tiene relación social directamente, pero que es reconocida como parte del tejido
social e integrante de la familia humana, lo que Kant pensaba como un imperativo categórico
no condicional de su ética formal “la buena voluntad”, y que además integra la noción
normativa que refieren los deberes de las personas para con la humanidad que establece la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Artículo 32.1) y la Declaración
Universal de los Derechos Humanos (Artículo 1º), que a la luz de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos es uno de los criterios en los que está sostenido el sistema
educativo nacional: “la convicción del interés general de la sociedad, los ideales de
fraternidad e igualdad de derechos de todos” (Artículo 3-II-c).
Lo que conecta el trabajo individual por la paz con el colectivo (constituido como sociedad
civil), es la transformación de la conciencia del “ser para sí” en la observancia de la “unidad
de vida” a la que se refería Bergson, para que esa conciencia de sí, se imponga a la materia
(tiempo como unión de conciencia) “conciencia unificada” que se materializa en la acción
social auto-constituida y auto movilizada (esto es, no sólo la sociedad civil legalmente
constituida), ello determina una realidad solidaria incognoscible y por tanto muy compleja
* * *
"Hay cierta paz en ser lo que uno es, en serlo por completo”.
Ugo Betti
La idea de sociedad civil tiene una larga historia en la literatura política: Hobbes, Locke,
Rousseau, Kant, Hegel, Gramsci y Marx, la abordaron no siempre con el mismo significado.
La teoría hegeliana sobre sociedad civil es crucial, para el diseño de mecanismos que hagan
eficaz el derecho a la paz, porque piensa a la sociedad civil desde tres niveles: legal, plural y
de asociación. En el ingenio de Friedrich Hegel aparece la mediación como el puente que
conecta a la sociedad civil con el Estado; mientras que el filósofo de Stuttgart, comprendió a
la sociedad civil como el “desarrollo del espíritu”, una lógica civil resultante de la amenaza
al extravío de la moral a la fragmentación social y la supremacía del Estado.
La forma en la que la sociedad civil se relaciona con el Estado, está directamente vinculada
con la esquematización de los deberes humanos, con las actividades realizadas por la
sociedad civil en defensa y promoción de los derechos que integran el acceso a la paz, por lo
que resulta esencial pensar en una reconstrucción sistemática de sus presupuestos
estructurales. Sin un análisis científico-social de la estructura de la dinámica de la sociedad
civil en la defensa y promoción de los derechos que integran la idea de paz desde el
pensamiento jurídico, no se tiene forma de evaluar la generalidad de un determinado vínculo
entre un deber humano positivado en una norma vinculante para el Estado mexicano, como
lo es la Convención Interamericana de Derechos Humanos, con la acción social.
Las principales actividades que desarrolla o podría desarrollar la sociedad civil en la
defensa y protección sobre los derechos que engloba la noción jurídica de paz, son: 1. Brindar
asesoría jurídica; 2. Sensibilizar e instruir a servidores públicos en materia de derechos
humanos; 3. Desarrollar campañas sistemáticas, que promuevan la defensa y respeto de estos
29
Artículo publicado en tres partes por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 24 de noviembre del 2017, así
como el 1 y 8 de diciembre del 2017.
sistemática mientras agrede procesa nuestra subjetividad, construye lo que somos, nuestra
personalidad. Estamos educados con violencia.
Esa violencia invisible, ejercida a través de la dominación, del ejercicio del poder, está
tendida en todas las relaciones sociales, a lo que Michel Foucault denominó “microfísica del
poder”, y que pueden estar distribuidas en campos (diferenciación de actividades sociales
creadoras de subespacios sociales jerarquizados), y es, justo en esa espacio en específico, en
la “jerarquización”, donde impacta la violencia: relación por acción u omisión del dominante
respecto al dominado. Si entendemos a la dominación a partir del ingenio de Weber, se ha de
afirmar que es la obediencia a un mandato de determinado contenido entre personas sumisas,
presente en un aspecto global: procedimientos colonizados, utilizados y transformados por
todos los integrantes de una sociedad; en razón de ello, se presume desde el estructuralismo,
que la violencia es parte de nuestro ser, no inherente al espíritu por decir de Hegel, pero sí
identificable en la genealogía del individuo ¿Situación reversible?
* * *
* * *
Las formas de dominación al ser humano, van desde las que están conformadas por la
voluntad del dominado (tradicional, racional y carismática –según Weber-), hasta las que se
es, suponer que en su “personalidad” se halla sabiduría y benevolencia como un padre para
con sus hijos –que a decir por Kant- se estaría frente al peor despotismo que se pueda
imaginar.
El gobernante que basa sus decisiones según sus creencias, jerarquizando su “sabiduría”
sobre el sistema jurídico, no logra la instauración de una paz justa y duradera, por el contrario,
siembra la semilla del terror. Según Isaiah Berlin, el totalizador (quien no respeta los límites
de la norma jurídica convencional) asume ideas heroicas para “construir un mundo mejor”
(Lenin, Stanlin, Hitler, Mao, Pol Pot). El absolutista “cree” tener ocurrencias “heroicas” por
las que vale pagar cualquier precio para alcanzarlas, a las que sólo los estúpidos se resisten,
por ello se les debe persuadir, si su resistencia persiste se impondrán leyes para contenerla, y
si con ello no es suficiente, se utilizará la coacción, la violencia. La carnicería.
30
Artículo publicado el publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 9 de junio del 2017.
31
Artículo publicada por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 16 de junio del 2017.
SOBRE CUESTIONES
JURÍDICAS Y FRATERNAS
32
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 18 de agosto del 2017.
obligado, sino cada individuo, a través de la concepción del “otro” como parte de un
integralidad universal y como miembro de la gran familia humana, forjando la conciencia
individual del respeto a la diversidad, fraternidad, responsabilidad compartida y
trascendencia de quienes al igual que nosotros comparten este planeta. Es la responsabilidad
del individuo para con el “otro”, el inicio de la posibilidad del ejercicio puro de la dignidad
humana, observando a la humanidad como la pluralidad de quienes pueden ser
diametralmente diferentes a lo que “soy” como miembro de una sociedad heterogénea, pero
innegablemente iguales ante la ley; esa responsabilidad, implica que al ser miembro de una
gran familia humana, el ejercicio de la dignidad requiere del trabajo solidario y fraterno, para
que sean más las personas desde el Estado y desde la sociedad civil, quienes estén
comprometidas para que todo ser humano sin importar su condición, viva con dignidad.
33
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 26 de mayo del 2016.
¡Ninguna persona tiene derecho de privar a otra de la vida, de discriminarla; no hay motivo
razonable para la exclusión, ni para la esclavitud en cualquiera de sus formas, porque todas
las personas somos iguales ante la ley! Después de siglos de trabajo de quienes creyeron que
estas afirmaciones podían ser ejercidas por todas las personas, al grado de que resultaran
naturales para el Estado, y no leídas o escuchadas como agresiones para quienes ostentaban
el poder, a hoy se puede decir que se han dado pasos trascedentes, pero aún, falta mucho.
Por cada protesta legitima, por cada ley justa promulgada y aplicada con humanidad, por
cada juicio resuelto con causa y no por interés; por cada decisión tomada desde cualquier
autoridad del Estado en protección a las personas: se hace valer lo conquistado por ellas y
ellos, quienes dieron su vida y libertad para que nosotros y las generaciones que están por
nacer, conociéramos e hiciéramos valer esas afirmaciones: los derechos humanos.
Ellas y ellos: -por decir algunos- movimientos indigenistas para el reconocimiento de la
autodeterminación, en américa latina; olas feministas por la igualdad, en todos los espacios;
movilizaciones de la sociedad afro-estadunidense por los derechos civiles en américa del
norte; protestas por la no discriminación (apartheid), en áfrica del sur. Todas las voces
dolientes provocadas por la miseria en la que están hundidas tantas niñas y niños en los
pueblos del mundo.
Los derechos humanos, más que ser ideas, son grandes acontecimientos, desprendidos del
sentimiento inalienable a la libertad, ante la presencia de figuras autoritarias y versiones
absolutistas de quienes ostentan el poder; por ello, los derechos humanos no se alcanzan sólo
con la generación de buenas ideas, sino además, con el trabajo constante para su
reconocimiento y ejercicio pleno; reconocimiento que se alcanza cuando se plasman en la
ley las aspiraciones de libertad y justicia de las sociedades, y se crean mecanismos eficientes
para hacerlos valer.
Sin embargo, la historia ha dado testimonio de que la regulación interna (nacional) de los
derechos humanos, ya no resulta suficiente para garantizar el reconocimiento alcanzado, por
34
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 24 de febrero del 2017.
35
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO el 7 de julio del 2017.
internacionales que estén reconocidas por México que protejan de la manera más amplia los
derechos de las personas, ello implica, que la protección de los derechos humanos no está a
la voluntad del criterio o a libre arbitrio de una o varias personas, sino a lo que mandata una
norma suprema que tiene como finalidad proteger a las personas de la manera más amplia,
en un marco de garantía a la dignidad humana.
Sin embargo, para el ejercicio pleno de ese control, que es detener la probabilidad de que
el Estado afecte los derechos y libertades de la gran familia humana, debe darse un paso
indispensable: que todo el pueblo mexicano conozca la posibilidad de acudir a los tribunales
federales cuando un acto, omisión o norma viole sus derechos humanos; Tribunales que
emitirán sentencias, no para que inviten a la autoridad responsable a modificar su proceder,
sino para ordenar la suspensión del acto que está causando la violación de nuestro derechos,
o bien para repararlo. Está en las manos del pueblo mexicano el instrumento, para proteger
de manera suprema, nuestros derechos humanos.
36
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO el 16 de diciembre del 2016.
37
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 26 de mayo del 2017.
justicia. Esto pone en el centro del debate de la teoría de sociedad civil, una serie de cambios
de paradigmas en la forma en la que el aparato gubernamental (desde una noción de justicia
institucional), responde a las demandas para la garantía de los derechos humanos. Sin
embargo, a pesar de la proliferación de las actividades que desarrolla la sociedad civil en
México, no se ha planteado una idea de lo que es una sociedad civil a la luz del deber humano
de fraternidad, y en consecuencia, su estructura, actividades y alcances que tiene en el sistema
de procuración y administración de justicia.
38
Artículo publicado en el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 24 de marzo del 2017.
eventualmente del legislativo; sino además, ha sido determinante para el progreso del sistema
jurídico, su defensa y protección desde los tribunales: las brillantes amicus curiae (opiniones
expertas de un tercero ajeno al juicio, para la resolución justa de un asunto), la asesoría y
representación jurídica a víctimas ante violaciones de derechos por parte del Estado, y las
constantes presiones para la legislación, reforma o supresión normativa, tendientes a poner
en el centro del debate social a los derechos humanos y a la dignidad humana; estás
contribuciones de la sociedad civil (con la reserva de haber omitido otras tantas), han
defendido los derechos de personas en su categoría de sujetos procesales y visibilizado
dignamente a personas en estado de vulnerabilidad.
Diversas sentencias que ha dictado la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra
el Estado mexicano por violaciones a derechos humanos, han sido impulsadas por la valiosa
labor jurídica de múltiples asociaciones civiles comprometidas con la defensa de la dignidad
del “otro”; dando lugar, a trasformar criterios judiciales y la forma de resolver asuntos
sometidos al ámbito jurisdiccional. Ello ha permitido dar la certeza que el trabajo que como
ciudadanía hagamos, para la defensa de los derechos del “otro”, sí impacta y sí importa para
hacer de nuestro país una nación democrática y libre, y en consecuencia, un mejor lugar para
vivir.
39
Artículo publicado en el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 17 de marzo del 2017.
resoluciones emitidas por el máximo tribunal Constitucional, han sido en absoluta defensa
de las libertades y derechos humanos), y 3. En caso de que -excepcionalmente- la vía
institucional o jurisdiccional (nacionales, convencionales o internacionales) emitan
resoluciones que no se ajusten a ideas como dignidad, igualdad y justicia, el pueblo en
ejercicio del poder público que le faculta la Constitución, a través de la asociación y la
manifestación deberá impulsar, pacífica y legalmente, el reconocimiento de libertades, que
resultan indispensables para el desarrollo integral de toda persona.
40
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 31 de marzo del 2017.
41
Artículo publicado en el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 12 de agosto del 2016.
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El pensamiento y la libertad. Compilación de ensayos y artículos sobre democracia, justicia y paz.
sistemas normativos para la solución pacífica de conflictos, sin que ello implique atentar con
su identidad o determine su sobrevivencia en estado de miseria y rezago.
A los pueblos y comunidades indígenas del mundo se les debe respetar y garantizar el
acceso igualitario de oportunidades, el derecho a la educación laica, gratuita, bilingüe e
intercultural; el goce de servicios de salud en el que confluya medicina moderna y el
aprovechamiento de su medicina tradicional; el derecho al financiamiento, la posibilidad de
operar medios de producción, el acceso equitativo y restaurativo a la justicia, y todos aquellos
factores que garanticen su plena inclusión, con respeto, dignidad y fraternidad.
Somos diferentes en una misma familia humana y una sola comunidad terrestre con el
destino de la paz en común.
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El pensamiento y la libertad. Compilación de ensayos y artículos sobre democracia, justicia y paz.
Sexismo lingüístico42
“La diferencia entre la palabra adecuada y la casi correcta,
es la misma que entre el rayo y la luciérnaga.”
Mark Twain
Los movimientos políticos, culturales y económicos en los que se ha luchado por constituir
igualdad de derechos entre hombres y mujeres, ha implicado una profunda transformación
en las sociedades intelectuales; afirmación con reserva del listado de designios por cumplir.
Uno de ellos, es la abolición del uso sexista del lenguaje, que por nada significa un problema
gramatical. La distinción entre lo femenino y lo masculino en sí misma no es indicativa de
sexismo ni de discriminación. El sexismo se produce cuando estas distinciones se tornan
jerárquicas y excluyentes, valorando a una de las partes sobre la otra; cuando a la
representación y significación de lo masculino se le asigna un valor superior y universal que
da invisibilidad y descalificación a lo femenino, dando como consecuencia la lamentable
presencia del androcentrismo, entendido como la prevalencia de la mirada masculina,
centrada en la consideración de que el hombre es el modelo, la medida y la representación de
la humanidad.
Novalis aseveró que las palabras son la configuración acústica de las ideas, en ese tenor,
no se debe frenar el compromiso de prescindir del sexismo lingüístico; compromiso que se
ha configurado en una lucha que anula la idea de jerarquía de género, pues aunque en la
lengua española todos los sustantivos poseen género gramatical, no todos aluden a realidades
sexuadas. Por ello, instrumentos internacionales como la Convención sobre la eliminación
de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW por sus siglas en inglés)
firmada y ratificada por México, obliga a los Estados Parte a garantizar a hombres y mujeres
la igualdad en el goce de todos los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y
políticos, y esto no se logrará mientras no se pugne día a día en el logro de la igualdad
material en razón de género, situación que nos corresponde a todas las personas desde el uso
de un lenguaje incluyente, pues a palabras de Henri Poincaré “una palabra bien elegida
puede economizar no solo cien palabras, sino cien pensamientos”.
42
Artículo publicado por el Periódico D´GUSTAR LA INFORMACIÓN, el 12 de julio del 2013.
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Millones de mujeres han muerto en la lucha por alcanzar el reconocimiento de sus derechos,
estigmatizadas en su noble trabajo por gozar del pleno ejercicio de sus libertades,
discriminadas por su sexo, violentadas por una feminidad impuesta. Han muerto, siguen
muriendo. Las están matando.
El feminismo da poder a las mujeres, su poder; el poder que da la libertad mínima de ser,
para tomar decisiones sobre su propio cuerpo, formular su proyecto de vida. El feminismo
entre muchas otras cosas, nos ha enseñado que la igualdad no sólo es un juego de palabras
establecidas en un documento fundamental, sino además, acciones específicas que permitan
en la realidad, que todas las mujeres se vivan en dignidad, y en una igualdad que se note y se
sienta en todos los ámbitos de la vida.
El feminismo ha dado alas, o mejor dicho, le ha desatado las alas a la mujer para que
alcance sus aspiraciones personales, profesionales… le ha dado fuerza a la hermana, a la
madre, a la hija, a la compañera, a la amante, a la amiga, a la maestra, a la líder, a la
ciudadana; a todas ellas, que son y se validan, no por lo que dice el discurso excluyente del
sistema o de la discriminación por veces y por tanto social; sino, por su calidad de ser
personas, sujetas de derechos y libertades, por ser dueñas de su cuerpo, de su vida y de su
destino.
El feminismo le ha dado a las mujeres voz, pasos, ideas, impulso... para que sean incluidas
en los sistemas sociales, se respete la inviolabilidad de su cuerpo, la autodeterminación en el
tema del aborto, cese de una vez por todas la discriminación por embarazo, se garantice su
decisión en el tema de reproducción, se alcance efectivamente el impulso gubernamental para
la erradicación absoluta de la violencia contra la mujer, y para que, los derechos especiales
de representación (cargos públicos) sean una realidad y no un párrafo en el discurso
partidista.
43
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 29 de septiembre del 2017.
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44
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 1 de septiembre del 2017.
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Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 17 de febrero del 2017.
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46
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 14 de julio del 2017.
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Ahora, si bien es cierto que el Estado es el garante del respeto y protección de los derechos
humanos, el gran reto que debe afrontarse en el siglo XXI, es el diseño e implementación de
una estructura real y sostenible, que permita converger las demandas y proyectos de equidad
y justicia de la sociedad civil con las acciones del Estado, para generar un diálogo que dé
solución pacífica a los conflictos, la defensa de los derechos humanos y la reconciliación
entre las estructuras gubernamentales y los gobernados.
Después del horror que ha dejado la xenofobia, pasajes históricos provistos de
discriminación, violencia y muerte, la enseñanza del siglo XX es clara: la violencia genera
más problemas de los que resuelve, que la unión de nuestras diferencias juega un papel
indispensable en la consolidación de sociedades más fraternas: desde las estructuras de
producción, desde el Estado y desde la comunidad misma. Es hoy la democracia y el
liberalismo, la posibilidad para enorgullecernos de lo que somos, sin que medien prejuicios
y estereotipos por nuestro origen étnico, género, religión, preferencias sexuales… Lo que
importa es ejercer la libertad de ser humano.
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47
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 6 de mayo del 2016.
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personas. Por lo tanto, ayudarlas o tener en cuenta sus derechos y libertades no solo es
nuestra responsabilidad sino que atañe a nuestro propio bienestar.
En este orden de ideas, la fraternidad no es una virtud individual, tendiente a garantizar
la protección individual, pensar así sería empobrecer los alcances que tiene ésta. La
fraternidad es una regla de conducta necesaria para vivir en sociedad, ya que asegura el
respeto a la dignidad humana y permite que progrese la causa de la paz, quizá el anhelo
más ferviente de la humanidad. Si se reconoce la fraternidad como deber universal,
impactará a todo ser y no sólo a unos cuantos actos aislados.
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48
Artículo publicado por el diario EL SOL DE HIDALGO, el 21 de agosto del 2017.
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en un país, en un centro de trabajo, en una escuela, en un hogar, en una pareja… libre de toda
violencia.
Se debe pensar y trabajar en serio, en el diseño y puesta en marcha de un sistema educativo
basado en fraternidad, en la voluntad de compartir y en la atención a los demás; así como en
política pública que cultive la solidaridad entre los miembros de la gran familia que somos
como pueblos, y la defensa de la diversidad humana. La educción para la cultura de paz (por
ejemplo, la instauración de un servicio social nacional), la dignidad y la fraternidad, deberán
ser las herramientas comunes de quienes, desde cualquier zona de la gran estructura
gubernamental y empresarial, tomen las decisiones que determinan el rumbo del mundo, y
para que sea cada región y cada hogar, el recinto de una familia que se protege, se respeta y
se ayuda.
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49
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 19 de mayo del 2017.
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motivados por diversos fines en sus actividades, como la solución justa de una causa o la
prestación de un servicio que contribuya al desarrollo individual o comunitario, y no a la
exclusiva pretensión lucrativa. El sistema político, económico y jurídico de México, puede y
debe, crear espacios donde las personas configuren por ellos mismos el sentido de su
existencia, que adquieran su propio concepto de buena vida en la autodefinición de esa
existencia, y lo realice automodelándose y modelándose mutuamente en condiciones
aceptables de libertad e igualdad, es decir: fraternalmente.
Desde el pensamiento de Aristóteles, se construyó formalmente la importancia de la
unidad de las ciudades, y aquello que es la fraternidad (los deberes para con la humanidad,
la familia y la comunidad), se torna complicado en un México que aplaude pensamientos
como “el que no tranza no avanza” o la construcción de figuras heroicas basadas en la
violencia. Edifiquemos como pueblo, un México unido por la solidaridad, fortalecido por
nuestra capacidad de servir a las personas sin distinción de género, edad, discapacidades,
condición social, condiciones de salud, religión, opiniones o preferencias sexuales; seamos
fraternos.
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50
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 2 de junio del 2017.
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guerra y toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituyan incitaciones a la
violencia.
La figura del Servicio Militar Nacional, debe sustituirse por un Servicio Social Nacional,
que incluya a mujeres y hombres, para que una vez cumplida la mayoría de edad, realicen
obligadamente, actividades en beneficio de la sociedad, teniendo como objetivo contribuir a
la solución de necesidades de ésta, fomentando en las y los jóvenes de la nación, una
conciencia de responsabilidad humana, así como una actitud reflexiva, crítica y constructiva
ante el entorno social. Ello cumpliría con lo señalado por la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, que prevé en su artículo 1º y 29, el deber de fraternidad entre todas las
personas; además, de sujetarse a una norma de observancia obligatoria para México, artículo
32.1 del Pacto de San José, que establece los deberes que tiene toda persona para con la
familia, la comunidad y la humanidad.
Instaurar un servicio social nacional por el de un servicio militar, sembrará la semilla de
la paz, fortaleciendo principios que urgen atender en México: solidaridad, dignidad, diálogo
y fraternidad.
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51
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 11 de agosto del 2017.
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Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 5 de mayo del 2017.
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El pensamiento y la libertad. Compilación de ensayos y artículos sobre democracia, justicia y paz.
vinculadas a todas las personas: lo que afecta a alguien en sus derechos y libertades, nos
afecta a todos.
Regresando a nuestra interrogante, quizá no haya respuesta a corto plazo, para integrar los
deberes humanos en las sociedades, pero los testimonios históricos nos han enseñado que el
reconocimiento de la pluralidad, el respeto a los derechos y libertades de todas la personas,
permite relaciones sanas, incluyentes y en consecuencia pacíficas. Por ello, es indispensable
pensar en serio y trabajar constantemente por construir una educación (desde las escuelas y
los hogares) con una dimensión ética: aprender a compartir, apoyar al otro de manera
desinteresada, a mirarnos como hermanos de esta gran familia humana; sólo así,
garantizaremos -no la erradicación total de los conflictos- sino la solución pacifica de éstos,
anteponiendo la dignidad de todas las personas.
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La fraternidad y la conmiseración53
La fraternidad se constituyó como deber humano a través de la Declaración Universal de
los Derechos Humanos, pero ¿De dónde podríamos desprender su origen filosófico?
Para Schopenhauer “la conmiseración es el principio real de toda justicia libre y
verdadera. La conmiseración es un hecho innegable de la conciencia humana; es
esencialmente propia de ésta y no depende de nociones anteriores, de ideas a priori,
religiones, dogmas, mitos, educación y cultura”. Si realizamos un ejercicio analógico
entre conmiseración -entendida como la compasión que se tiene del mal de alguien-, y la
fraternidad –conceptuada como amistad o afecto entre hermanos o entre quienes se tratan
como tales- podemos entonces, apuntar que la vida invertida para que el otro ejerza sus
derechos, reconociendo los propios, es el principio real de toda justicia libre y
verdadera.
Si a decir por Schopenhauer que la conmiseración es un hecho innegable de la
conciencia humana, y que a palabras de Juan Parent Jacquemín “lo único que no puede
perderse en las mayores crisis sociales es la certeza de que el ser humano tiene conciencia,
que es su característica distintiva y el principio de cualquier encuentro” podemos creer
con fervor que la fraternidad es nuestra, está en nosotros, apropiarla y practicarla es el
paso.
La fraternidad es experimental, una acción, que debe poseerse y concientizarse para el
éxito de todas sus posibilidades, se debe mostrar que la fraternidad es acción y justamente
lo contrario de la inercia, su trascendencia no radica en el beneficio propio, sino el de los
demás. La renuncia al beneficio exclusivamente individual tiene sentido en la medida de
que todas las personas tengan acceso a sus derechos y libertades, esto implica el tratar de
desempañar un servicio regular para los demás y para el mundo.
53
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 2 de junio del 2016.
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En busca de la humanidad54
La mente humana ha creado maquinas capaces de trasladar a personas, largas distancias en
minutos; aparatos que comunican al instante a quienes están en extremos opuestos del
planeta; tecnología que ha hecho posibles hallazgos científicos, que hace menos de una
década hubieran sido imposibles lograr; estudios avanzados que nos han permitido conocer
más y mejor sobre nuestro origen, cómo somos (biológicamente) y en dónde estamos.
Tenemos tecnología que nos ha posibilitado conocer culturas diferentes a la propia y tener a
la mano información, de todos los confines del planeta.
Sin embargo ¿Todas las personas tienen acceso a las ventajas que se han producido de la
tecnología? Quizá una noción la encontremos en el acceso a la información, sólo por referir
al uso de internet en México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI) el 57.4 por ciento de la población de seis años o más se declaró usuaria de Internet,
de ese porcentaje el 70.5 por ciento tienen menos de 35 años, mientras que el 39.2 por ciento
de los hogares del país tiene conexión a Internet.
En esta misma idea, pensemos en las personas que se encuentran en pobreza en el país, de
conformidad con datos expuestos por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de
Desarrollo Social (CONEVAL) la pobreza en México aumentó en dos millones de personas
entre 2012 y 2014, al pasar de 53.3 millones de personas (lo que representa el 45.5 por ciento
de la población) a 55.3 millones (46.2 por ciento). Las muertes violentas en México siguen
en aumento, por datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad
Pública, se reportan 72 mil 749 expedientes judiciales relacionados con muertes violentas
entre 2012 y 2015; lo mismo ocurre con los casos de suicidio, según datos del INEGI entre
los años 2005 y 2014 se han registrado un total de 51 mil 381 casos de suicidio, lo que implica
un promedio anualizado de cinco mil 138 casos al año sólo por referir sólo a México.
Como humanidad debemos empezar a reconocer que el rumbo de nuestras vidas no está
dirigido exclusivamente a una finalidad social e históricamente prefabricada: el éxito por
posesión, de riqueza o conocimiento, porque quizá sea en la lucha por esa acumulación,
donde se oprima la dignidad del otro, se discrimine al “diferente”, pese a que tenemos
54
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 28 de abril del 2017.
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tecnología que nos acerca y nos responde que somos iguales en derechos y libertades; pese a
que nos advierta que tenemos el mismo origen e indefectiblemente el mismo destino natural.
Busquemos la humanidad en nosotros, dándole sentido a nuestra existencia al proponer
en cada decisión -desde nuestra individualidad- una sociedad más humana, basada en valores
humanos, construyendo un mundo solidario, pacífico y justo, en dónde la tecnología sea una
herramienta para acércanos y no para alejarnos y destruirnos; anteponiendo el diálogo sobre
la violencia, fortaleciendo nuestros compromisos de fraternidad, sobre los impuestos por el
ego y la avaricia. Trabajemos en serio por un planeta saludable y demos la oportunidad a los
que están por nacer de vivir en un mundo en paz. Ello, depende de notros.
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ECONOMÍA Y HUMANIDAD
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El pensamiento y la libertad. Compilación de ensayos y artículos sobre democracia, justicia y paz.
¿Cómo se diseña una estructura de producción para una nación, que asegure la estabilidad y
el crecimiento económico? ¿Cómo calcular, con la menor probabilidad de error, la asignación
de recursos, distribución y consumo de bienes y servicios, de manera equitativa y justa?
Esas interrogantes, después de siglos de brillantes reflexiones, desde Cantillón hasta
Milton Friedman, no han sido del todo contestadas. Se han adoptado a través de la historia,
sistemas económicos, que a pesar de ser diametralmente opuestos los unos de los otros, todos
han tenido un factor en común: la satisfacción de las necesidades humanas.
Más allá de reformular la pregunta de ¿Cuál es el sistema económico que ampara con
fervor ese factor común? Es momento de reflexionar sobre, qué elemento hace posible la
satisfacción de las necesidades humanas, sin importar el sistema económico en cualquier
nación o en cualquier periodo histórico.
Para el economista heterodoxo Ha-Joon Chong se debe “construir un sistema en el que
se tome en serio el enriquecimiento material, pero sin permitir que se convierta en la única
meta”. Todo sistema económico, si pretende satisfacer necesidades humanas, debe promover
e impulsar el trabajo, no el empleo. En el Informe sobre Desarrollo Humano 2015, publicado
por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), estipula que el
concepto de trabajo es más amplio y profundo que el de empleo por sí solo. El empleo
proporciona ingresos y da seguridad económica; sin embargo, el trabajo, además, permite a
la ciudadanía participar plenamente en la sociedad y les confiere un sentido de dignidad y
valía personal. El trabajo puede contribuir al interés público y el trabajo que implica cuidar
a otras personas fomenta la cohesión y crea vínculos en las familias y las comunidades.
No es un tema estrictamente abstracto, sino una idea que determina el trato para con la
persona y fija las bases para la toma de decisiones con enfoque de desarrollo humano. El
desarrollo humano implica que las personas deben influir en el proceso que determina sus
vidas; éste postula que el crecimiento económico es un medio importante para el logro del
desarrollo, pero no es la meta última.
55
Artículo publicado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (en inglés, United Nations Children's
Fund, UNICEF) el 08 de agosto del 2016.
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56
Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 10 de junio del 2016.
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económico pensado en el ser homogéneo, plantear los mismos objetivos universales sin
distinguir las características y deferencias de cada persona, determinadas por las
circunstancias naturales y sociales fortuitas.
Es posible alcanzar la equidad de las relaciones económicas, pero ello debe ser parte de
una transformación integral, en la que las personas conozcan y ejerzan sus derechos y
libertades, construyan representaciones equilibradas y se sientan integradas en el terreno de
las decisiones económicas, quizá ello nos concientice, a decir por Rosseau, a que la
desigualdad no es un tema exclusivo del individuo, sino una suerte común y se experimenta
solidariamente.
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Artículo publicado por el diario UNOMASUNO Hidalgo, el 24 de junio del 2016.
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búsqueda ilimitada del control para con el otro, que históricamente ha dejado testimonios de
barbarie y esclavitud, en cualquiera de sus formas.
Hay una posibilidad de que el progreso no sea degradación, y es la de calcular el nivel de
vida de las personas en términos holísticos y psicológicos, como lo hace Bután, que desde
1972 mide su salud como país no en función del PIB sino del BNB (Bienestar Nacional
Bruto), utilizando como bases primordiales de su sociedad el uso del tiempo, vitalidad de la
comunidad, cultura, salud, educación, diversidad medioambiental, nivel de vida y buen
gobierno.
Demos una oportunidad al desarrollo humano entre la búsqueda de la estabilidad
económica, no permitamos que en las estructuras sociales una persona sea propiedad de otra.
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