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Pueblos Originarios de Chile

Nómades de la tierra Lo que caracterizó en el período precolombino al norte, centro y sur


de Chile fue el poblamiento de aldeas con diferentes niveles de desarrollo político,
económico y social. Hoy la Chinchorro es una de la culturas prehispánicas más reconocidas
arqueológicamente a nivel mundial.

En 1961, los arqueólogos lograron un consenso y construyeron un cuadro para dividir los
períodos cronológicos en que se divide la historia de los primeros pueblos que habitaron
Chile. Para los tiempos más antiguos, se usa el nombre de paleoindio (hasta el 9000 a.C.
aproximadamente). Luego, viene el arcaico, que está subdividido en temprano, medio y
tardío (entre 9000 a.C. y el 1500 a.C.) y finalmente está la fase agro-alfarera, donde
apareció la agricultura, la formación de las primeras aldeas y el comercio. Esta también está
subdividida en temprana, media y tardía y comprende desde el 1500 a.C. hasta 1470 d.C.
La llegada de los españoles, en 1536, dio inicio al período hispánico.

Zona norte En el período arcaico, se desarrolló en la costa norte de nuestro país la cultura
Chinchorro (6000 - 2000 a.C). Esta poblaba la desembocadura del río Camarones y sus
habitantes fueron pescadores, cazadores y recolectores de productos marinos. Estaban
organizados en pequeños bandos de entre 30 y 50 personas aproximadamente, que al
parecer estaban emparentadas entre sí. Su principal característica fue la particular visión
sobre la muerte, ya que realizaron un verdadero culto a sus difuntos, los momificaron.

Luego en el período agro-alfarero surgió la cultura San Pedro o Atacameña (500 a.C - 1536
d.C). Se estableció desde el río Loa hasta el salar de Atacama. La organización económica-
social o ayllus de los atacameños tenía como base un conjunto de familias que,
posiblemente, constituían linajes. Cada uno poseía su propio cementerios, con un centenar
de tumbas. Su cerámica se caracterizó de preferencia por objetos de color rojo o negro con
formas globulares, con cuellos y base plana.

Bajo la influencia de la cultura Tiwanaku (Andes Central), nació entre los valles
occidentales del extremo norte de Chile y sur del Perú, la comunidad Cabuza (500 - 1000
d.C). Estos vivían en villorrios y caseríos distribuidos en torno a ríos.

Sus viviendas eran rectangulares con cimientos de piedra y muros de caña y totora
amarradas con cuerdas y estaban emplazadas junto a los cultivos. En metalurgia, trabajaron
el oro y la plata con la cual realizaron colgantes y anillos con figuras de llamas.

Pica o "Pica - Taracapá" (900 - 1532 d.C) fue otro pueblo nortino que habitó en el desierto
de Atacama, entre el valle de Camiña y la desembocadura del río Loa. Su organización
social tenía la forma de un señorío con jerarquía y cuyo rasgo particular era una autoridad
que organizaba la fuerza de trabajo dentro de un territorio delimitado.

Se dedicaron al arte rupestre, es decir, pinturas y grabados que fueron hecho sobre la
superficie rocosa de una cueva. En el Norte Chico, desde el río Copiapó (III Región) hasta
el río Choapa (IV Región), floreció la cultura Diaguita (900 - 1536 d.C). Se dice que sus
habitantes fueron musculosos, de piel tostada y de cabellos largos, y por costumbre se
pintaron la cara con líneas y triángulos negros. Se dedicaron a la agricultura, a la caza y a la
crianza de camélidos, aunque su principal actividad fue la alfarería. Descendientes directos
de los Cabuza, el pueblo precolombino Arica (1000 - 1532 d.C) se ubicó desde Mollendo
en Perú hasta Taltal en Chile. Poseían un sistema religioso de carácter chamánico, que se
veía reflejado en la importancia de los instrumentos para inhalar sustancias psicoactivas y
beber liquídos que podían modificar la conciencia y producir alucinaciones.

Culturas de Chile Central En el período temprano, surgió la cultura Llolleo (300 - 800 d.C)
que se ubicó entre el los ríos Choapa (IV Región) y Cachapoal (VI Región). No formaron
pueblos, ya que cada familia se ubicó a cierta distancia de sus vecinos, pero también
existieron muchos lugares donde se asentó únicamente una familia.

Otro pueblo, que le siguió los pasos a Llolleo, fue Aconcagua (900 - 1536 d.C).
Pertenecieron a la etapa agro-alfarera tardía. Su área de mayor concentración fue en la
cuenca de los río Maipo y Mapocho (Región Metropolitana) y se dedicaron principalmente
a la caza.

Aldeas Sureñas Al sur del país nació la cultura Pitrén (600 - 1532 d.C). Fue la primera
horticultora (cultivo de maíz y poroto) que habitó entre el río Bíobío (VIII Región) y la
ribera norte del lago Llanquihue (X Región). Sin embargo, no fue su principal sustento,
sino que fue la recolección de frutos silvestres (piñón) y la caza de guanacos y ciervos. Su
alfarería, especialmente los jarros con formas de animales, es reconocida como la más
antigua de la zona. Sus viviendas estuvieron emplazadas en pequeños espacios que
despejaron al interior de los bosques, aunque permanentemente se cambiaron de lugar.

Los diaguitas

En la región de los valles transversales, entre los ríos Copiapó y Choapa, habitaban los
diaguitas, pueblo agricultor con una organización conocida como sociedad dual (atribuida a
la influencia incaica), que se dividía en dos mitades: la de arriba, hacia la cordillera y la de
abajo hacia el mar.

Hacia el 2.500 a.C., éstos desarrollaron una agricultura basada en los cultivos de porotos,
calabazas y maíz. Entre el 300 a.C y el 700 de nuestra era, floreció un complejo cultural
que ha sido denominado El Molle por los arqueólogos.

Éste se caracterizó por el desarrollo de una alfarería de motivos geométricos, una economía
agroganadera sustentada en el uso de sistemas de regadío y un patrón de asentamiento
semiestable en los valles y en la costa.

Entre el 800 y el 1.000 de nuestra era surgió un nuevo complejo cultural de transición
denominado Las Ánimas, el que luego evolucionó hasta convertirse en la cultura Diaguita,
denominada así por la aparente coincidencia de motivos alfareros con la cultura homónima
de los valles del noroeste argentino.
De su agricultura, más específicamente de sus cultivos, se sabe que estos se realizaban en el
fondo de los valles, siendo irrigados por canales artificiales. De este modo, obtenían
cosechas de maíz, papa y algodón, este último utilizado para la fabricación de ropa. La
ganadería practicada era de tipo trashumante, lo que significa que en verano los animales
eran llevados a pastar a la cordillera y en invierno a la costa, donde además se proveían de
peces, mariscos y animales marinos.

Las construcciones que utilizaban para vivir eran chozas agrupadas en aldeas pequeñas,
hechas de ramas cubiertas de barro y techo de paja, a las que se sumaban unas bodegas
subterráneas empleadas para almacenar maíz y otros alimentos.

Se desconoce cuáles eran sus prácticas religiosas, pero se piensa que creían en la existencia
de una vida extraterrenal, por el cuidado que ponían al momento de enterrar a sus muertos,
depositando cántaros con alimentos y otras ofrendas. Con el tiempo, fueron mejorando la
calidad de las sepulturas, hasta confeccionar verdaderos ataúdes de piedra.

Los diaguitas fueron expertos artesanos, tanto metalúrgicos como alfareros, e incorporaron
a los adornos de oro y plata, piedras semipreciosas como el lapislázuli. Su cerámica destaca
por sus vasijas decoradas con diseños geométricos en rojo, blanco, amarillo y negro,
especialmente aquellas conocidas como jarro-pato y una forma de jarrón adoptada de los
incas llamada aríbalo.

En el último tercio del siglo XV los incas impusieron su dominio sobre los pueblos
diaguitas, designando kurakas ?funcionarios imperiales- y estableciendo colonos traídos
desde diversos lugares del imperio.

La conquista española significó un golpe de muerte para los diaguitas, que fueron
compelidos a la servidumbre a través del sistema de encomiendas y reducidos a pueblos de
indios, los que a mediados del siglo XVIII habían virtualmente desaparecido merced a la
expansión de las grandes haciendas en los valles.

Cultura el Molle El arqueólogo Francisco Cornelly descubrió esta fascinante cultura en el


poblado El Molle, ubicado en las adyacencias del río Elqui, el cual data entre 300 a.C y el
700 de nuestra era.

Expertos sostienen que los habitantes de esta cultura llegaron desde el otro lado de la
Cordillera de los Andes y en los Valles del Norte Chico (cerca del río Elqui) y se mezclaron
con las poblaciones arcaicas, por lo que se fundieron características físicas y culturales del
Antiguo Perú y el Noroeste Argentino.

También se afirma que los mollenses consolidaron el primer grupo cultural-alfarero. Entre
los objetos que utilizaron se encuentran diversos tipos de cerámicas negras y rojas, el
tembetá (un adorno fabricado de piedra que se introducía en una perforación practicada
para este fin debajo del labio inferior), anillos, brazaletes, pinzas, pendientes, conchas y
huesos. Igualmente, domesticaban animales.
El cobre fue trabajado por procedimientos de fundición y martillaje, fabricándose pinzas
para depilar, brazaletes, anillos y pendientes. Posteriormente se incorporó el trabajo del oro
y plata y las técnicas de laminado, trefilado, repujado y aleación.

Se cree que dicha cultura desapareció alrededor del año 700 d.C.

Los Mapuches El nombre " mapuches " viene del mapudungun (lengua mapuche) que
significa "gente de la tierra".

Es un pueblo indígena de la zona centro-sur de Chile y de la Argentina. Se les conoce


también como araucanos, nombre que se usa poco en la actualidad, porque ellos no lo
aceptan, por ser el nombre dado por el conquistador español.

En Chile estaban ubicadosa a la llegada de los españoles en todo el centro sur del territorio .
Los mapuches entre los ríos Biobío y el Toltén lograron resistir con éxito a los
conquistadores, desde su llegada en 1542 hasta la independencia del pais en 1810, en la
llamada "Guerra de Arauco", una serie ininterrumpida de batallas que duró unos 300 años,
con prolongados periodos de tregua. La corona de España reconoció hasta cierto punto su
autonomía desde el sur del río Biobio, lugar denominado "La Frontera".

A finales del s.XIX, recién el estado chileno logró controlar el territorio de losmapuches
mediante las armas, confinando a los restos de su población a vivir en "Reducciones".

La población chilena es en gran pare el resultado del mestizaje entre los conquistadores
españoles y los originarios mapuches. La población de mapuches pura en la época actual es
principalmente urbana, mucha de la cual mantiene vínculos con sus comunidades de origen.
La problemática sobre el "dominio de la tierra" en territorio ancestralmente de mapuches
aún no ha sido resuelto existiendo un gran respaldo nacional e internacional a la llamada
"causa mapuche".

Según el Censo de Chile de 2002, existen 604.349 mapuches, aproximadamente un 4% del


total de la población. Representan el 87,3% de la población originaria. Están ubicados
principalmente en las zonas rurales de la IX Región, así como grupos importantes en la X
Región y Región Metropolitana de Santiago. Esta cifra oficial, no es compartida por
algunos representantes del mundo intelectual chileno. Se cree que su cifra es mucho mayor,
pero la constante discriminación a la que ha sido sometido el pueblo de los mapuches
redunda en una importante negación de sectores de la población de su origen. Se suma
además, que el instrumento encuestador del censo del 2002, por lo menos en lo referido a la
forma de consultar sobre su "Identificación Étnica", es, según algunos autores, poco exacto
e induce a errores.

CULTURA MAPUCHE

A la llegada de los españoles el pueblo mapuche vivía predominantemente de la agricultura.


Su cultura se basaba en la tradición oral, porque no conocían la lectura ni la escritura y la
conducta social y religiosa estaba regida por el Admapu, o conjunto de normas dictadas por
la tradición .

Su idioma es el mapudungun, una lengua aglutinante que hasta ahora no se ha relacionado


de modo satisfactorio con ninguna otra.

La organización social mapuche estaba basada principalmente en la familia y la relación


entre ellas, cada familia estaba conformada por el padre, sus mujeres y sus hijos. La línea
de parentesco más fuerte era la materna. Actualmente la poligamia tradicional ya no existe
entre los mapuches.

Los grupos de familias relacionados en torno a un antepasado común se denominaban los


lof, a menudo escrito lov, levo o caví por los historiadores. Las familias que conformaban
un lof vivían en rucas vecinas y se ayudaban entre ellas; cada uno tenía como jefe a un
lonco ("cabeza" en mapudungun). En tiempos de guerra se unían en grupos más amplios
denominados rehues, que eran formados por varios lofs, que conformaban un grupo
equivalente al de una tribu, a cargo de cada rehue existía un jefe militar llamado toqui. En
tiempos de grandes calamidades como sequías, epidemias, invasiones u otros grandes
problemas que afectaban una gran extensión de territorio; se reunían varios rehues y
conformaban unas agrupaciones denominadas aillarehues. Su jefe era el Mapu-toqui (jefe
militar de una comarca en estado de guerra).

Debido a la lucha en contra de los conquistadores españoles, los mapuches se vieron


obligados a formar alianzas entre varios aillarehues. Los grupos formados por la unión de
los aillarehues, se denominaron Butalmapus o Zonas de guerra. Los jefes de los
Butalmapus eran elegidos por los toquis, y este jefe era conocido por los españoles como
Gran toqui.

Actualmente en su organización social, a los grupos de familias cercanas ubicadas en un


sector geográfico específico se les denomina comunidades.

La religión del pueblo Mapuche se basa principalmente en el culto de los espíritus y


antepasados, llamados genéricamente Pillanes y Wangulén. Aparte de ellos, también se
rendían culto a las fuerzas de la naturaleza, llamadas genéricamente Ngen. Además creen
en un ser superior que los gobierna, llamado Ngenechén, que está formado principalmente
por cuatro aspectos o personas; pero que antes de la influencia cristiana en esta cultura,
conformaban espíritus individuales. A pesar del número de seres presentes en sus creencias,
nunca erigieron un panteón de dioses propios.

La figuras más importantes dentro de la religión es la Machi quién esta encargada del culto,
el conocimiento y de la celebración de variados rituales; destacan un ritual mezcla de
adoración y suplica llamado "guillatún" y un ritual destinado a la sanación de enfermos
llamado "machitum".

La música tradicional mapuche es principalmente religiosa, aunque también existen


composiciones amorosas y canciones acerca de la tierra natal, y sus melodías son de temple
monótono y triste. Usan instrumentos de percusión como el cultrún, de uso exclusivamente
ritual, y las cascahuillas (cascabeles). Dos instrumentos característicos son la trutruca, una
caña hueca de coligüe con un cuerno en su extremo, y el trompe, que usa la garganta como
caja de resonancia. Bandera Mapuche No hay certeza del orígen de la platería mapuche,
pero el gran trabajo de orfebrería mapuche aparece en el siglo XVIII, donde se ocuparon las
monedas de plata que obtenían en la venta de sus animales principalmente en ferias ubicada
en el sector llamado "La Frontera", zon histórica de intercambio, primero con españoles y
luego con los chilenos. Estas monedas eran fundidas o martilladas y trabajadas por los
especialistas creando una gran producción de joyas, destinadas principalmente para el uso
femenino y en segundo término para los aperos del caballo. Estas otorgaban prestigio y
denotaban el estatus del hombre y sus mujeres dentro de la estructura social mapuche.

Entre las principales piezas destacan :

Lloven: adorno de la cabeza, cinta tejida a telar donde se enganchan pequeñas cúpulas de
plata cubriendo toda la superficie.

Tupu: gran alfiler de plata provisto de un gran disco ornamentado. Se usa para prender los
extremos del chamal.

Trapelacucha: colgante pectoral, que consiste en una cadena que forma el cuerpo de la joya
y en el remate conformado por una cruz que es la que identifica la prenda, de ella penden
algunos pequeños colgantes como discos, figuras florales y humanas.

Trarilonco: consiste en un cintillo que rodea la cabeza y que esta formado por una cadena
de plata compuesta por dos tipos de eslabones unos son planchitas y los otros son eslabones
cerrados de unión, de esta cadena penden figuras discales que cuelgan por el contorno de la
cabeza.

Sikil: joya pectoral, que esta constituída por una especie de cadena de grandes placas de
plata unidas por eslabones cerrados; la parte inferior puede ser oval o trapecial y de ella
penden pequeños colgantes.

Kilkai: cadena pectoral, que se fija en los hombros y cae sobre el pecho formando un semi
circulo; la cadena esta forma por dos tipos de eslabones de los cuales cuelgan discos de
plata labrados.

Chawai : aros de forma cuadrangular, la forma más característica de estos aros es la que
está formada por una plancha cuadrada de plata, provista de un arco de sustentación
formando una sola pieza. Durante el s. XIX estos alcanzaron tamaños y pesos
desmesurados.

Traripel: collar formado por pequeñas cuentas de plata, de gran longitud mide entre 2,5 y
3,2 mts. Esta técnica que implica gran destresa y conocimiento del oficio es propia del siglo
XIX época de auge en la platería mapuche.

Aymara
La civilización Tiwanaku, que se desarrolló 2000 años a.C. suele considerarse como el
primer estado Aymara. Al momento enfrentar al imperio incaico, en 1430, el pueblo aymara
estaba dividido en varios estados, situación que fue aprovechada por los invasores. La
última comunidad independiente aymara fue la de Lupakas.

Este pueblo se dedica a la agricultura y la ganadería, y se ubica en la región que va desde el


lago Titicaca, pasando por los faldeos cordilleranos, hasta el noreste argentino. En Chile se
es puede ver en la Región de Tarapacá, y en menor proporción, en la Región de Atacama.
Los que habitan el altiplano crían ovejas, llamas, ganado y alpacas, pero tienen pocos
cultivos. Por su parte los que viven en la precordillera han podido desarrollar la agricultura
mediante el antiguo sistema de terrazas, cultivando papas, cebada y quinoa. Es por eso que
los pastores y agricultores intercambian sus productos entre sí.

Hay dos tipos de comunidades aymaras:

La ayllu, que es la comunidad andina altiplánica tradicional, formado por un conjunto de


aldeas pastoriles, cada una de las cuales se compone de varias familias. La comunidad
campesina precordillerana, ubicada en torno a una iglesia quye tiene una plaza y algunos
edificios públicos, siguiendo el modelo español. El censo de 1992 registró a 48.477
aymaras, de los cuales sólo 2.397 residen en sus territorios originarios, ubicados en las
provincia de Parinacota-Putre y General Lagos. En la precordillera de Iquique, existen tres
comunidades aymara que viven en la zona desde hace 1000 años.

Kolla

Los Kollas viven en el norte de Chile, ocupando aguadas y quebradas de la cordillera de la


provincia de Chañaral (Región de Atacama), entre las ciudades de Potrerillos, El Salvador,
Diego de Almagro y Copiapó. Se cree que ingresaron a nuestro país, primero durante los
últimos años del imperio de Tiwanaku, en el siglo X, y más tarde durante la Guerra del
Pacífico, desde el norte de Argentina.

Antiguamente existían doce estados aymaras situados en las orillas del lago Titicaca, en
Bolivia, entre los cuales destacaban los kollas. Estos detentaban el poder político y tenían
sometidos a los puquinas, antigua población nativa del área. Durante el siglo XV, sin
embargo fueron invadidos por el Inca Wiracocha. Luego se produjo una gran rebelión kolla
que fue aplastada por el Inca Tupac Yupanqui.

Los kollas actuales hablan además del castellano, el aymara y el quechua, idioma de los
incas. Basan su sustento en la ganadería y en menor medida en la agricultura y la minería.
En los meses de abril y mayo se aparea el ganado de ovejas y cabras. En verano se dedican
a la producción de quesos, cuando las hembras están paridas. Durante la primavera se
trasquilan los animales. Y en invierno, cuando las actividades agrícolas y pastoriles son
escasas, se hila y se teje.

Los kollas, al igual que los aymaras, por provenir de los mismos ancestros, veneran a la
Pachamama, madre tierra, generadora de vida y que sabe cuándo, cómo y por qué deben
suceder las cosas. Sus sacerdotes son llamados yatiri, y son elegidos a través de los sueño.
Ellos curan enfermedades, y dirigen las rogativas y ceremonias, que tienen lugar de
preferencia en los cerros y en los lugares de mayor altura.

Rapa nui

Rapa Nui es el nombre originario de la Isla de Pascua, lugar mundialmente conocido por
los colosales moais, gigantes de piedra volcánica construidos por los ancestros de este
pueblo. Estas misteriosas esculturas miden en promedio 4 metros de altura, a excepción del
moai Paro, que alcanza los 10 m. Se dejaron de construir debido a crisis internas, originadas
por disputas de poder y escasez de alimentos en la isla. Esta isla triangular tiene volcanes
situados en sus tres puntas, el Rano Kau, el Maunga Terevaka y el Poike.

Según la tradición local, el primer colonizador de Rapa Nui fue el antiguo rey Hotu Matu'a,
que llegó con un grupo de personas desde islas polinésicas cercanas. Él sería el responsable
de fijar la organización social, y las normas legales que rigen su sociedad. Su idioma es
llamado Vananga Rapa Nui, y su escritura ceremonial, Rongo Rongo, ambos relacionados
con la cultura polinésica.

A pesar de las variaciones que sufrieron las ceremonias y creencias ancestrales de este
pueblo, los conceptos de Mana y Tapu han persistido hasta nuestros días. El Mana es la
magia o poder sobrenatural y está en manos de los espíritus y sólo de algunos iniciados.
Cualquier objeto puede contagiarse con esta magia, sobre todo las personas que viven con
hombres poderosos.

En la llamada fase expansiva se produjo una inusual devoción religiosa, relacionada con el
culto a los ancestros. En tal período se llevó a cabo la construcción de unos 300 altares
ceremoniales y cerca de 600 moais: el poder de los sacerdotes y de la nobleza se encontraba
en su plenitud. Luego sobrevino la crisis política y la hambruna; a esta etapa se le llamó
fase decadente. Las peticiones de los Rapa Nui a los dioses, entonces estaban ligadas a la
adquisición de alimentos. El culto al dios Make Make, relacionado con la fertilidad, surge
en este período.

Mapuche

Los Mapuches, o “gente de la tierra”, fueron los que opusieron una mayor resistencia a la
dominación europea en América. Contribuyó a esto la ausencia de una autoridad central, ya
que los jefes, o lonkos, estaban dispersos en el territorio. Asimismo, aunque las
comunidades eran autónomas entre sí, respondían como nación a la defensa de su territorio.
Sus luchas contra los españoles fueron inmortalizadas en “La Araucana”, el famoso libro de
Alonso de Ercilla. Actualmente constituyen uno de los pueblos originarios más numerosos,
con una población cercana al medio millón de individuos.

De acuerdo a la cosmovisión mapuche, existe un equilibrio entre Ngenechen, dios de la


vida, la bondad y la creación, y Wekufu, dios de la muerte y la destrucción, al que atribuyen
la llegada de los españoles. En sus ceremonias incluyen instrumentos musicales como la
Trutruca y el Kultrún. Su idioma es el Mapudungún.
Quechua

Los quechuas son los descendientes de los incas. En nuestro país ocupan el territorio que va
desde Caquena por el norte, hasta Parinacota por el Sur-Este y Putre por el Oeste,
compartiendo con los aymaras la zona precordillerana y altiplánica. Como en el pasado los
quechuas dominaban a los aymaras, tienen muchas características culturales comunes con
ellos.

Su arribo a Chile data de entre 1443 y 1470, fecha en que alcanzaron a llegar hasta el río
Maipo, bajo el reinado de Tupac Yupanqui.

Los idiomas quechua y aymara vienen de una lengua común llamada Quechumara. Los
quechuas han abandonado prácticamente su idioma, pues lo usan sólo para los rituales
religiosos, mientras que para comunicarse usan el aymara.

En Chile actualmente hay alrededor de 3.436 quechuas, mayoritariamente en la Segunda


Región. Se dedican sobre todo al comercio y la minería, siendo trabajadores asalariados, y
un porcentaje mucho menor vive de la agricultura y la caza.

Atacameños

Los Atacameños o likanantai viven en los oasis, valles y quebradas de la provincia del Loa,
en el norte de Chile (II Región). Sus principales centros ceremoniales son Caspana, Peine,
Socaire, San Pedro de Atacama y Toconao. Ellos provienen de antiguos cazadores y
recolectores que se adaptaron a la zona gracias a las favorables condiciones que ofrecía la
cuenca del río Loa. Esta cultura alcanzó un gran desarrollo en el siglo XV, antes de la
llegada de los incas. Ancestralmente se destacaron en la metalurgia, alfarería, textilería y
técnicas de cultivo de la tierra en terrazas. Este pueblo, al igual que aymaras y kollas, forjó
su identidad después de la desintegración de Tiwanaku, cuando los pueblos altiplánicos se
dividieron en varios reinos.

Kawéskar

Los Kawésqar o Alakalufes eran cazadores nómades que se alimentaban de lobos marinos,
nutrias, focas y ballenas, en los fiordos y canales del extremo sur de nuestro continente. Sus
canoas eran muy importantes para ellos, que recorrían el archipiélago sur de Tierra del
Fuego en busca de su sustento. Eran de baja estatura, y muy fuertes de la mitad para arriba,
aunque un poco más débiles de la mitad para abajo, ya que para remar, cazar, o bucear,
necesitaban mayor fuerza en los brazos y el tronco que en las piernas. Esto los diferencia de
los altos cazadores terrestres de la Patagonia: los Aonikenk (tewelches) y de los Selk'nam
(onas), que podían medir hasta dos metros de altura. Sus casas eran toldos desmontables
cubiertos con cuero de lobo marino.

Yagán
Los yaganes vivían en el extremo sur de América, igual que los kawéskar, en el estrecho de
Magallanes. Para cazar usaban un arpón de casi tres metros de largo al que adosaban una
punta de hueso de pescado dentada, por uno o ambos lados. Sus flechas tenían punta de
piedra, aunque sustituyeron dicho material con el vidrio en el siglo XVIII. Eran nómades y
vivían de la caza y la pesca. Usaban brazaletes hechos con cuentas de huesos de aves y
conchas; los varones lo usaban sólo en los tobillos, y las mujeres también en las muñecas.
Las mujeres yaganes eran diestras artesanas, y fabricaban cestos, bolsas de cuero y vejigas,
utilizadas como recipientes, además de lazos hechos de barba de ballena.

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