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Acoso callejero

El acoso callejero es una forma de acoso sexual que consiste en comentarios


indeseados, silbidos, pasillitos, y otras acciones similares hacia personas desde extraños y
en espacios públicos. Esta forma de acoso es diferente de otros tipos de violencia como el
acoso laboral u homófobo.
Añade, por ejemplo, la presidenta chilena Michelle Bachelet la "violencia y el acoso contra
las mujeres y niñas en espacio públicos remiten a un tema largamente ignorado, con sólo
unas pocas leyes y políticas en lugar de abordarlo".1

Definición[
El acoso callejero se produce normalmente cuando uno o varias personas desconocidos
abordan a una o varias personas en un espacio público. Cualquier acción o comentario
irrespetuoso o denigrante dirigido a su persona por parte de extraños en lugares públicos
se considera acoso callejero. Se consideran como tales miradas, palabras o
gestos,acercamientos intimidantes, miradas lascivas, fotografías sin consentimiento,
agarrones, presión de genitales sobre el cuerpo, exhibicionismo (desnudez parcial o total y
masturbación pública), persecución, fotografías no consentidas de partes íntimas de las
víctimas. Con estos actos el acosador afirma su derecho a llamar la atención de la victima,
poniéndola como objeto sexual y forzándola a interactuar con él. También se dan casos
donde la mujer es la acosadora, menos conocidos por el estima social hacia el
denunciante por ser hombres
De hecho, el acoso callejero confiere al espacio público una dimensión sexual en el que
promueve el dominio de los acosadores sobre las victimas. Otra definición más amplia del
acoso callejero afirma que es tanto un lance sexual indeseado como una intrusión no
solicitada de los acosadores en los sentimientos, pensamientos, actitudes, espacio,
tiempo, energías y cuerpos de las victimas. Este tipo de acoso tiene su origen en motivos
de género y está compuesto por toda una serie de acciones que en muchas ocasiones son
socialmente aceptadas y que sitúan a las victimas en la posición de "objeto público". En
este tipo de acoso, el acosador se siente con el derecho de interpelar a las victimas en la
calle sin haber recibido previamente su consentimiento y entendiendo que sus comentarios
y acciones hacia las victimas están justificadas,son halagos o son socialmente aceptadas.
Por sus características, el acoso puede considerarse un acto violento, ya que, al ser
realizadas sin consentimiento, viola la intimidad de la víctima, obligándola a aceptar
“expresiones” sobre ella/el, ya sea físicas, como en el caso de “manoseos”, “agarrones” o
encerrones; psicológicas, como es el caso de “piropos” y silbidos; o visual, en el caso de
las masturbaciones públicas y exhibicionismo. Asimismo, como señalan diversos estudios
(Fairchild & Rudman, 2008; Ilahi, 2010; Macmillan, Nierobiz & Welsh, 2000), este tipo de
prácticas parecen conllevar diversos tipos de consecuencias, en términos emocionales, de
uso de los espacios y de percepción de seguridad.
También es la forma de agresión sexual cotidiana menos visible para las autoridades y
cuyos causantes nunca son sancionados a pesar de las terribles consecuencias que
produce en sus víctimas.
Hay otros tipos de acoso que también se desarrollan en la vía pública y que no se
engloban dentro del término “acoso callejero”, como el que sufren las
personashomosexuales por su orientación sexual. En este caso se habla de
“agresiones homófobas”.
Efectos sobre la salud (en víctimas femeninas)
El acoso callejero, como otros tipos de acoso, puede producir un gran número de efectos
mentales negativos en las víctimas.
En un artículo publicado en el año 2000, basado en un "Estudio Canadiense de Violencia
Contra las Mujeres", mostraba que la exposición al acoso de extraños es un factor
importante en la percepción de las mujeres de su seguridad en público. El acoso de un
extraño, induce al miedo de la victimización sexual.
El acoso en Chile En Chile, el fenómeno parece tener una inquietante extensión. De
acuerdo al Servicio Nacional de la Mujer [[[Servicio Nacional de la Mujer|SERNAM]]]
(2012), el 59% de las mujeres y el 30% de los hombres encuestados declara de haber
sufrido algún acto calificado ya como acoso callejero (miradas que incomodan, dichos o
palabras obscenas, susurros, encerrones, persecución con dichos obscenos), mientras
que el 30% de las mujeres y el 20% de los hombres se declara víctima de situaciones
catalogadas como abuso (encuentro con exhibicionista, frotación, agarrón, manoseo).

Efectos sobre la salud (en víctimas masculina


Con respecto a ambos puntos, evidencia SERNAM (2012:10): “La distancia entre distinguir
que se fue víctima de alguna forma de agresión sexual y la identificación de la ocurrencia
de determinadas formas 4 específicas de agresiones, es entre dos y tres veces en el caso
de los hombres y en el caso de las mujeres de dos veces. Los hombres son menos
conscientes de haber sido víctimas de acoso y/o abuso, lo cual, puede explicarse por las
representaciones sociales de género.”

https://es.wikipedia.org/wiki/Acoso_callejero

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