Está en la página 1de 20

Instituto de Estudios Turísticos

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993), pp. 39-58 D. G. de Política Turística

PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO DEL ECOTURISMO

Manuel J. Marchena Gómez *


Pedro M. Rosabal **
Eros Salinas Chávez ***
Beatriz Fernández y Yamilé Dorado ****

Resumen: Este texto reúne la aportación sobre el tema realizada en las Jornadas del grupo «Geografía del Ocio, la Recreación y el
Turismo» de la Asociación de Geógrafos Españoles (A.G.E.) en Castellón de la Plana (septiembre de 1992) y los puntos de vista de
colegas cubanos en colaboración, desarrollados gracias al Proyecto de la CICYT: «Región Caribe: Desarrollo y Recursos Litorales.
Bases Metodológicas y Sistemas de Infoemación Territorial» (AME 91-1083). Además este artículo se enmarca en las directrices de la
COMARNA en INTUR de Cuba, tendentes a crear las bases conceptuales y metodológicas que permitan encauzar racionalmente la
actividad turística en el país caribeño.

Abstract: This paper gathers the different position on a subject discussed at the conference «Geography of Leisure, Recreation al
Tourism», held in Castellón de la Plana (Spain, september 1992). To the contribution of the A.G.E. (Spanish Gepgraphers Associa-
tion) are added the points of view from the cuban colleagues who cooperated in the conference. Those points of view were developped
through the C.I.C.Y.T. project. «Caribbean Región. Coast ressources and development. Methological bases and territory information»
(AME 91-1083). In addition, this article is framed into the directives of the cuban COMARNA and INTUR, whose trends are aimed to
créate the basis in order to guide rationally the tourism activity in that Caribbean country.

1. INTRODUCCIÓN Los planes de desarrollo de ecoturismo


comprenderían, semejantes a otros tipos de
Un aspecto esencial para lograr el desa- ordenaciones, los siguientes estudios:
rrollo exitoso y sobre bases sostenibles del
ecoturismo es insertar esta actividad en los • Evaluación de los recursos naturales e his-
planes de planificación y desarrollo, tanto a tórico-culturales del área.
escala nacional, como sobre todo regional y
local. Para ello es necesario reiterar (Mar- • Estudios de mercado.
chena y otros, 1994) su carácter multidisci- • Evaluación técnico-económica.
plinario e interinstitucional, por sus implica-
ciones, tanto en el uso de los recursos natu- • Estudio financiero.
rales como en su interacción con las comu-
nidades locales y regionales. • Evaluación del impacto ambiental.

* Profesor Titular de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Sevilla. Profesor Adjunto del Centro de Estudios Turísti-
cos de La Habana (Cuba).
** Especialista en Áreas Protegidas de la Comisión Nacional para la Protección del Medio Ambiente de Cuba (COMARNA).
*** Director de Desarrollo del Instituto Nacional de Turismo de Cuba (INTUR).
**** Profesoras del Centro de Estudios Turísticos de La Habana (INTUR).

39
Planificación y desarrollo del ecoturismo

Este último aspecto juega en el caso del el flujo e interés de los visitantes en activi-
ecoturismo un papel muy destacado por sus dades concretas que pueden contribuir a la
propias características, y las motivaciones preservación del área, y propiciar a su vez
que lo originan; por el cual debe ser objeto el intercambio cultural con la población
de evaluación en todo plan de inversiones, local.
especialmente cuando se vinculan a áreas
naturales. En primer lugar se hace necesario una
correcta selección de las áreas protegidas
Aunque la necesidad de las evaluaciones destinadas al desarrollo del ecoturismo. En
de impacto ambiental aparece reflejada este sentido deben considerarse varios
explícitamente en la legislación de numero- aspectos (según Rosabal, P, 1992):
sos países del Caribe, por ejemplo, general-
mente esta evaluación no se hace o se reali- • Mantener las áreas de mayor valor como
za posterior al inicio de la inversión, per- elementos básicos de conservación: es decir
diendo así uno de sus principales objetivos las áreas de mayor unicidad, elevada natura-
como instrumento de planificación. Para lidad y biodiversidad, que representen
otros países como: Francia, España, Vene- importantes unidades biogeográfícas, y que
zuela, Brasil, este aspecto es un requisito tengan una significación nacional, regional e
obligatorio del proceso inversor privado. internacional; deben en lo posible mantener-
se como unidades destinadas básicamente a
Otro elemento prioritario, el cual es nece- la conservación, evitando un uso intensivo
sario tener en cuenta para el desarrollo del de las mismas por los visitantes. El uso de
ecoturismo, es su interrelación con las áreas estas áreas debe reservarse sólo para peque-
protegidas, aspecto que merece un análisis ños grupos de visitantes especializados o
particular, pues del mismo no sólo depende científicos.
el propio éxito del ecoturismo, sino también
la protección y correcto manejo a largo • Promover el uso de áreas que ya cuentan
plazo de estos territorios. con estudios e investigaciones sobre sus
recursos: esto es importante pues facilita
tanto la adpción de regulaciones para el uso
1.1. Interrelación entre áreas protegidas público, como el ordenamiento del territorio
y ecoturismo a partir de su zonificación. Además es
importante promover, como parte del desa-
La relación entre las áreas protegidas y el rrollo turístico, la continuidad de los estu-
ecoturismo no puede verse solamente como dios dedicados a la caracterización y evalua-
el marco territorial para el desarrollo de una ción de los recursos naturales e histórico-
actividad recreativa. Por el contrario, se culturales, inventarios de flora y fauna sil-
trata de una combinación basada en el vestre, y de gestión ambiental; como base
manejo racional de los recursos naturales y para la detección y control de impactos
culturales existentes; así como de orientar ambientales.

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 40


Manuel J. Marchena - Pedro M. Rosabal - Eros Salinas - Beatriz Fernández - Yamilé Dorado

• Priorizar el desarrollo de áreas que cuenten posibilita el éxito y la continuidad a largo


con una adecuada infraestructura de protec- plazo» (Budowsky, G., 1992).
ción: es importante iniciar las operaciones
de ecoturismo en áreas protegidas que ten- Esto implica que deben priorizarse accio-
gan cierto nivel de infraestructura técnica y nes en los territorios en los cuales el ecotu-
un adecuado sistema de control y vigilancia. rismo se vea como una forma de beneficiar
Generalmente, existe una tendencia a «pro- las economías locales, y por ello, se conceda
mover el turismo y después se van comple- prioridad a apoyar el desarrollo de estos pla-
tando los recursos necesarios para el mane- nes, involucrando a los pobladores desde el
jo»; sin embargo, normalmente no se logra primer momento.
alcanzar este objetivo, porque se generan
nuevos problemas de infraestructura y servi- Normalmente esto se logra en aquellas
cios a los visitantes, y a largo plazo se crean áreas que cuentan con un buen plan de edu-
serios problemas de manejo. cación ambiental a nivel comunitario, el
cual facilite la incorporación de los habitan-
• Iniciar experiencias a pequeña escala en tes a la realización de determinadas activi-
áreas vinculadas a centros turísticos ya exis- dades de control y protección, pero que vean
tentes: para facilitar la gestión económica y al turismo «no como un objetivo prioritario
la promoción de actividades de ecoturismo, de conservación, sino como una forma de
se usa como estrategia el inicio de las opera- apoyar el manejo tendente al mantenimiento
ciones a partir de hoteles o resorts ya exis- de los valores existentes» (Epler Wood, M.,
tentes con áreas protegidas cercanas, lo cual 1992).
disminuye la inversión inicial dirigida a
capacidades de alojamiento, y permite ir
obteniendo consecuencias sobre el compor- 2. GESTIÓN DEL ECOTURISMO EN
tamiento de esta actividad. LAS ÁREAS PROTEGIDAS

Esto se logra «promoviendo excursiones En esencia el desarrollo del ecoturismo en


opcionales por un día para todo tipo de visi- áreas protegidas debe enfrentarse como un
tantes que se sientan motivados por la natu- problema de gestión, para el cual es necesa-
raleza, fomentando expectativas en el visi- rio preparar las condiciones necesarias, que
tante que motiven un segundo viaje...» permitan garantizar esta actividad y promo-
(Bary, R., 1992 comunicación personal). ver la conservación de los recursos y valores
utilizados para la misma. Las experiencias
• Fomentar las operaciones en áreas que internacionales han demostrado que «sólo
cuenten con un amplio respaldo local: la puede garantizarse un ecoturismo de alta
experiencia internacional ha demostrado que calidad y sostenible a largo plazo si existe
la «integración de las comunidades y un eficiente manejo y control del área prote-
gobiernos locales a los planes de desarrollo gida» (Wallace and Eidvik, 1989; Rosiston
de ecoturismo desde sus primeras fases etal, 1991).

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 41


Planificación y desarrollo del ecoturismo

A partir de esas premisas es conveniente mentos para proponer la infraectructura


considerar una serie de principios funda- necesaria en el control y la vigilancia de:
mentales, que permitan encauzar adecuada- senderos interpretativos, puntos de informa-
mente el desarrollo de esta actividad en las ción y servicios generales, etcétera. Además
áreas protegidas. Estos factores esenciales permite organizar una amplia gama de
serían los que siguen. opcionales para diversificar la oferta y des-
centralizar la carga del usuario sobre los
recursos naturales más valiosos, a partir de
2.1. Ordenación y zonificación del la organización del flujo espacio-temporal
territorio de los visitantes (Rosabal, P. y Chiappy, C ,
1990).
Resulta esencial realizar la zonificación,
lo más detallada posible, del área protegida Este último aspecto es de gran importan-
para conocer para cada espacio, sus poten- cia, por cuanto existe una tendencia interna-
cialidades y restricciones de uso; esto cons- cional de que «la calidad de las ofertas de
tituye la base para la elaboración del plan de ecoturismo es proporcional a la diversidad
gestión. de opciones que pueden dirigirse a grupos
de visitantes con diferentes intereses»
Existen varios métodos para la zonifica- (Wallace, G., 1991). La zonificación es la
ción de las áreas protegidas, los cuales no vía idónea por cuanto para elaborar la
pueden ser abordados en este trabajo. No misma deben evaluarse integral y detallada-
obstante, es necesario destacar que la zonifi- mente sobre el terreno todos sus recursos.
cación debe ser preparada por un equipo
integral, no sólo compuesto por especialistas Hay que señalar que la zonificación debe
en recursos naturales (biólogos, geógrafos, responder ante todo a las características
ingenieros y técnicos forestales, etcétera), naturales e histórico-culturales de las áreas,
sino también, por arquitectos e ingenieros y al logro de determinadas premisas de
que puedan interpretar adecuadamente los manejo que garanticen la conservación de
requerimientos del área con el objetivo de los recursos existentes. Sin embargo, en oca-
armonizar la infraestructura al paisaje. siones se realizan zonificaciones «a priori»
sobre la base de lograr una determinada
La zonificación permite en primer lugar carga de visitantes o de mantener una deter-
estructurar el área en función de la distribu- minada categoría de manejo no adecuada-
ción territorial de sus valores más importan- mente establecida.
tes, y conocer aquellos sitios que por su fra-
gilidad o valores superlativos deben tener un Por ejemplo para Cayo Saetía, en la costa
acceso limitado o dirigido sólo a turismo norte de la provincia de Holguín (Cuba), se
especializado. realizaron diferentes zonificaciones y pro-
puestas de manejo, pero siempre sobre la
Por otra parte, la zonificación brinda ele- base de utilizarlo como «Coto de Caza»; no

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 42


Manuel J. Marchena - Pedro M. Rosabal - Eros Salinas - Beatriz Fernández - Yamilé Dorado

obstante los estudios multidisciplinarios más ta sensiblemente la aplicación práctica del


recientes desarrollados en el territorio, mos- manejo de los valores recreativos.
traron sus potencialidades reales para ecotu-
rismo como una mejor opción que la propia Además de lo anterior, se debe señalar
actividad cinegética. (Rosabal, R; Chiappy, que contar con un plan de manejo permite
C; Mezerene, J., 1991 y Grupo Nacional de encauzar posibles ayudas y asistencias
Ecoturismo, 1992). financieras o materiales, que pueden surgir
como resultado de las propias actividades de
ecoturismo.
2.2. Preparación del plan de gestión
En varios países, se ha observado, que
El plan de gestión constituye el documen- muchos de los visitantes interesados en esta
to rector que permite orientar las acciones a actividad son representantes de diversas
desarrollar en el área protegida, la infraes- ONG's (Organizaciones No-Gubernamenta-
tructura, el personal requerido, los presu- les) de perfil conservacionista, las cuales se
puestos para las diferentes actividades, y el interesan en apoyar esfuerzos para la con-
requerimiento material necesario. Este docu- servación de la naturaleza; sin embargo, este
mento debe responder a la zonificación del apoyo es realmente efectivo si se han identi-
territorio, su objetivo esencial es garantizar ficado las acciones prioritarias que requiere
la protección y uso racional de los valores y el fortalecimiento de la capacidad de manejo
recursos existentes; no obstante, en las áreas del área protegida.
protegidas con potencialidades para el eco-
turismo debe preverse un capítulo detallado
sobre el uso público del área que permita 2.3. Capacidad de gestión
orientar y controlar esta actividad.
En realidad este aspecto forma parte de
Generalmente, el plan de gestión es elabo- las consideraciones del plan, pero por su
rado por un equipo inter y multidisciplina- importancia merece ser analizada de forma
rio, aunque con frecuencia se omite la parti- individual. La efectividad y capacidad de
cipación de gerentes y operadores de turis- manejo requiere del funcionamiento integral
mo, aspecto básico en el caso de áreas con de diferentes elementos, entre los que pue-
perspectivas de uso turístico. La experiencia den señalarse como más importantes los
cubana (Varadero, 1990; Cayo Saetía, 1991; siguientes:
Bahía del Naranjo, 1991; Topes de Collan-
tes, 1992) e internacional (Talamanca, Costa Sistema de control y vigilancia: es un fac-
Rica, 1990; Jaú, Brazil, 1989; Ruinas de tor esencial que las áreas previstas para el
Copan, Honduras, 1991) demuestra, que si desarrollo del ecoturismo cuenten con una
desde el inicio de la concepción y elabora- fuerte administración y un buen servicio de
ción del plan de gestión no se logra la parti- guardabosques y patrullaje, con varios cir-
cipación de especialistas de turismo, se limi- cuitos acordes a la importancia de los valo-

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 43


Planificación y desarrollo del ecoturismo

res naturales e histórico-culturales existen- turistas deben ver al guardabosques no sólo


tes, así como, a la frecuencia y magnitud del como una autoridad en el territorio, sino
flujo de visitantes. Esto permite no solo también como una fuente de ayuda y sobre
garantizar la protección del área sino tam- todo de información. En este sentido un
bién, de la infraestructura evitando actos de aspecto prioritario es la capacitación y
vandalismo en señalizaciones, cuevas, árbo- entrenamiento de todo el personal vinculado
les de interés, etcétera. a estas áreas.

Por otra parte, un buen sistema de patru- En las áreas costeras y marinas la vigilan-
llaje y control minimiza el riesgo de colectas cia y patrullaje se hace más difícil, por cuan-
de especies o partes de flora y fauna, o de to demanda un mayor requerimiento logísti-
evidencias geológicas, arqueológicas, etcé- co (botes, lanchas rápidas, medios de comu-
tera, pues, no debe descartarse la posibilidad nicación, etcétera); sin embargo, es muy
de que determinados «ecoturistas» usen importante buscar las vías de garantizar
estas ofertas para investigaciones particula- estos requerimientos paulatinamente,
res, tráfico ilícito de partes o especies de pudiendo utilizarse como variante la regula-
flora y fauna silvestre, etcétera. ción de que el buceo y snorkelimg se reali-
cen siempre en compañía de guías especiali-
Especialmente en lo relativo al tráfico de zados o personal del parque.
especies se calcula que este se ha incremen-
tado entre un 8 y un 10% con el auge del La estabilidad del personal es esencial
ecoturismo, especialmente en cuanto a orquí- para lograr, a largo plazo, un conocimiento
deas, aves, reptiles y algunos anfibios. detallado de los circuitos de protección que
(Monitoring International, 1990; CITES, le corresponden a cada guardabosque, aun-
1991). Por ello hay que prever la adopción que es también recomendable rotarlos entre
de regulaciones que favorezcan el control de los diferentes circuitos de una misma área
esta problemática, pero sin duda, el primer y protegida, para lograr una mayor integridad
más importante nivel de acción estará en las en el conocimiento del territorio.
propias áreas naturales donde se desarrolle el
ecoturismo, cuyo personal debe realizar che- La experiencia internacional muestra que
queos sistemáticos en los puntos de control y la interacción personal con los visitantes, en
de acceso; así como durante el desarrollo de muchos caso especialistas, «no sólo es
las actividades, para detectar cualquier colec- valiosa para la protección del área, sino tam-
ta o extracción de animales o plantas. bién, para elevar los conocimientos y expe-
riencias del personal» (Budowsky, G.,
Hay que señalar, que no sólo es importan- 1991). No obstante, siempre se corre el ries-
te la cantidad de guardabosques, sino tam- go, de casos de corrupción que son utiliza-
bién su calidad; ellos deben prepararse para dos para facilitar la captura o colecta ilegal
tratar con turistas y visitantes internaciona- de especies, parte de especies, o evidencias
les de diferentes intereses y costumbres. Los de interés histórico-cultural.

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 44


Manuel J. Marchena - Pedro M. Rosabal - Eros Salinas - Beatriz Fernández - Yamilé Dorado

Infraestructura Técnica y de Servicios: res para los visitantes, el funciona-


es también un factor vital a considerar den- miento de un centro de visitantes o de
tro de las acciones prioritarias para el forta- interpretación, así como servicios de
lecimiento de la capacidad de las áreas de extensión a las comunidades locales.
interés turístico. Los países, como Costa
Rica, Tanzania, Belize y otros, que han asi- Sistema de señalización, tanto internos
milado rápidamente el mercado de ecotu- al área protegida como en sus inmedia-
rismo, deben parte de su éxito a que ya ciones, que incluyan puntos de control
contaban con la infraestructura mínima en las principales vías de acceso.
necesaria especialmente en sus Parques
Nacionales. Pequeñas estaciones o paradores para
ofertar servicios de información, gas-
La infraestructura no es sólo un compo- tronomía, alquiler de equipos, venta de
nente esencial para la protección de los mapas, plegables, guías de campo y
recursos, sino también, para el desarrollo de otros materiales; o simplemente para
las opciones turísticas, ya que «prácticamen- facilitar el descanso durante los reco-
te sin inversiones en la infraestructura para rridos.
el manejo de los parques y áreas silvestres,
no puede esperarse atraer a un buen número Sistemas de comunicación que permi-
de visitantes, y mucho menos que estos dis- tan el control rápido de incendios
fruten de una experiencia de alta calidad con forestales, actividades ilícitas, acciones
un mínimo de impacto al medio...» (Walla- de patrullaje, etcétera.
ce, G. and Eidscik, H.,1991).
Sistema de rescate y salvamento que
La infraestructura necesaria varía en fun- permita el rápido auxilio y atención
ción de las características naturales e históri- de los visitantes ante casos de acci-
co-culturales de cada área protegida, así dentes, especialmente en aquellas
como, de sus requerimientos de manejo; sin áreas que se encuentran alejadas de
embargo, en la mayoría de los casos es los centros urbanos o que son de muy
necesario establecer: difícil acceso.

• Vías de acceso a los principales sitios


de interés que deben estar bien integra- 3. DETERMINACIÓN DE LA
das al entorno, evitando el uso de vías CAPACIDAD DE CARGA
amplias y asfaltadas. TURÍSTICA

Sistema de interpretación y educación Existe una amplia bibliografía sobre este


ambiental, que combinen la existencia aspecto, pero en la mayoría de los casos está
de senderos silvestres e interpretativos dedicada al análisis teórico de este problema
en las áreas de mayor demanda e inte- y a la aplicación de métodos, los cuales

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 45


Planificación y desarrollo del ecoturismo

Cuadro 1

N.° mínimo de N.° máximo de


Actividad participantes participantes
Exploración de cuevas de baja complejidad 10 15
Exploración de cuevas de alta complejidad 5 8
Buceo 4 6
Snorkeling 20 30
Snorkeling en senderos subacuáticos (con 2 guías) 30 40
Observaciones de aves 10 15

Recorridos fluviales y costeros 8 (por embarcac.) 10

Observación de flora/fauna con guías especializados 10 12

Montañismo de baja complejidad 10 15

Montañismo de elevada complejidad 6 8

muchas veces requieren investigaciones Una vía que se ha utilizado de forma prác-
detalladas a mediano y largo plazo. No obs- tica para la determinación de la capacidad de
tante, es necesario tener al menos, una apro- carga es el dimensionamiento de la misma a
ximación sobre la carga turística permisible partir de las posibles opciones a desarrollar
para un área protegida. (Rosabal, R; Chiappy, C. y Serrano, F.,
1991). Este método ha sido utilizado en la
La capacidad de carga establece, en térmi- evaluación de diferentes áreas protegidas
nos mensurables, el número de visitantes y para ecoturismo, y se basa en la determina-
el grado de desarrollo óptimo que no impli- ción previa de las principales alternativas por
que efectos perjudiciales en los recursos y un día, tanto internas como externas al área
pérdida de la calidad de atracción. protegida, así como el dimensionamiento
óptimo de cada una de ellas en función de las
Las experiencias cubanas en el desarrollo actividades a realizar. Para este último aspec-
turístico de zonas naturales, principalmente to se ha utilizado indicadores de amplio uso
playas, permiten estimar que para definir los en otros países (Baraeton, V., 1991).
umbrales límites de la capacidad de carga
turística de un territorio, se pueden seleccio- En el caso de Cuba, basado en el tipo de
nar tres factores como significativos: tipos actividades turísticas que se desarrollan y en
de paisajes, actividades turísticas actuales y las características de los grupos de turistas, se
perspectivas, y características de los grupos han utilizado diferentes indicadores, tales
turísticos (Salinas Eros, 1986). como los que aparecen en el siguiente cuadro.

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 46


Manuel J. Marchena - Pedro M. Rosabal - Eros Salinas - Beatriz Fernández - Yamilé Dorado

Cuadro 2
RELACIÓN ÓPTIMA ENTRE EL NUMERO DE TURISTAS Y GUIAS
ESPECIALIZADOS PARA DIFERENTES ACTIVIDADES RECREATIVAS
(Salinas Eros, 1985)

Relación tamaño del grupo de


Tipo de actividad turistas/guía especializado

Espeleoturismo 4-5 turistas/1 guía

Espeleoturismo submarino 2-3 turistas/2 guías

Buceo (en aguas someras y arrecifes coralinos) 5-6 turistas/1 monitor de buceo
Observaciones de aves Hasta 15 turistas/1 guía
Pesca deportiva con avíos ligeros (agua dulde y salada) 2 turistas/embarcación/1 piloto-guía

El dimensionamiento de los grupos ración o aglomeración de vehículos, embar-


depende entre otros de factores económicos caciones o personas. De igual manera, es
y ecológicos, el número mínimo de partici- importante la organización en el tiempo de
pantes está condicionado a la amortización cada una de estas opciones, de forma tal que
del costo de la actividad; mientras que el se promueva una rotación y descentraliza-
número máximo estará en función de la pro- ción sobre los recursos.
tección de los recursos naturales y de los
propios visitantes en el caso de acciones de Respecto a las rotaciones diarias, se utili-
cierta complejidad y peligrosidad. zan diferentes indicadores en distintos paí-
ses, no obstante existen algunos parámetros
Una vez determinadas y dimensionadas generalizados tales como se indican en el
todas las actividades opcionales puede cal- cuadro 3.
cularse el total de turistas instantáneos que
simultáneamente pudieran realizar sus acti- Cuadro 3
vidades en el área protegida, así como,
cuántos podrían disfrutar ofertas fuera de la Actividad Sesiones diarias
misma en áreas cercanas (a unos 40-60 Buceo 2 (no incluye buceo nocturno)
minutos de distancia con vehículos lige-
Observación de aves 2 (amanecer y atardecer)
ros).
Cuevas con senderos 4-5 (según el tipo de sendero)
Conjuntamente con esta consideración Senderos guiados 3-4 (según objetivos de interés)
debe promoverse que los senderos y accesos
existentes faciliten un flujo de los visitantes, Pesca con señuelo
sin que se produzcan áreas o puntos de satu- (Fly fishing) 1 (la sesión oscila entre 6 y 8 h.)

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 47


Planificación y desarrollo del ecoturismo

En el caso de áreas protegidas que con- ques caducifolios para descansos breves; es
tienen playas se tiende a cometer el error decir, paseos, caminatas, etcétera. Sin
de dimensionar el área básicamente en fun- embargo, estas cifras se reducen práctica-
ción de la capacidad de la playa. Por ejem- mente a la mitad para descanso prolongado
plo a partir del cálculo de la capacidad de principalmente asociado a áreas de acam-
las playas del área protegida «Cayo Saetía» pada.
se proponía para la misma una capacidad
de alrededor de 2.000 visitantes, sin embar- Para el estudio realizado en Cayo Saetía
go, un análisis integral de las potencialida- (Rosabal, P., Ciappy, C , Serrano, F. y
des y restricciones de los recursos existen- Mezerene, J., 1991), y Bahía del Naranjo
tes, arrojó una cifra de alrededor de 300 (Rosabal, P. y Chiappy, C, 1991) se aplica-
visitantes. ron indicadores utilizados en algunos par-
ques nacionales latinoamericanos (según
Existen otros indicadores de carga vincu- Merino, S., 1987 y Martín, C, 1987) para
lados al uso de otros recursos, como bos- el dimensionamiento de la carga del territo-
ques, ríos, senderos, etcétera. Estos pueden rio (véase cuadro 5).
ayudar a lograr una aproximación del
potencial de visitantes que puede admitir
un área natural. Algunos de estos indicado- Cuadro 5
res son los que se expresan en el cuadro 4
(U.S. Fiah and Wildlife Service, 1989). Tipo de área Visitante/Ha.

Bosque semideciduo 15-18


Cuadro 4
Bosque bajo y abierto 12-15
Tipo de actividad Indicador utilizado Manglares 10-12
Kayaking y
Pastizales 15-20
recorridos fluviales 1 km. fluvial/10 visitantes
Senderos interpretativos 80 m./visitante
Senderos ecuestres 120 m./visitante En numerosos casos los valores determi-
nados para la capacidad de carga turística
Hiking y Backpacking 0,5 ha./visitante
son empíricos, basados en consideraciones
subjetivas, aunque en la práctica puedan
satisfacer las necesidades particulares de
Estudios realizados en áreas naturales cada región. En el Valle de Vinales, sobre
recreativas de Polonia (Kostrowicki, A., la base de los mapas de zonificación fun-
1982) y la Federación Rusa (Chizhova, V., cional y el paisaje, se determinaron los
y Smimova, E., 1980), muestran indicado- valores de la carga turística para las zonas
res de hasta 35 visitantes/ha, en bosques de de actividad recreativa extensiva en inten-
pinares, y entre 20-25 visitantes/ha, en bos- siva.

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 48


Manuel J. Marchena - Pedro M. Rosabal - Eros Salinas - Beatriz Fernández - Yamilé Dorado

Cuadro 6 para mantener al máximo su integridad; o


dentro de las áreas protegidas pero ocupan-
RELACIÓN ENTRE LAS ZONAS DE
do territorios poco extensos y en sitios que
USO TURÍSTICO Y LA CAPACIDAD
produzcan un mínimo impacto sobre los
DE CARGA TURÍSTICA (CCT) EN EL
recursos y valores existentes.
VALLE DE VINALES (CUBA)
(Salinas Eros, et al. 1979)
Las instalaciones destinadas al ecoturismo
dentro de las áreas protegidas son por lo
Zona de uso CCT diaria
general pequeñas, con un número reducido
Zona de uso extensivo 20 turistas/km2 de habitaciones; en este sentido no hay cifra
mágica al respecto, pero en general en Lati-
Zona de uso intensivo 500 turistas/km2
noamérica oscilan entre 12 y 70 habitacio-
nes con una media de unas 40 habitaciones.
Aunque los elementos anteriores preten- Existen otros ejemplos como el Resort Eco-
den facilitar una primera aproximación en turístico de Boro-Boro en Indonesia, que
los análisis de capacidad de carga para eco- cuenta con 65 habitaciones; y el de Aman-
turismo, es imprescindible la realización de dari en las Islas Maldivas, de 80 habitacio-
análisis de forma casuística e iniciar investi- nes (Selengut, S., 1992)
gaciones aplicadas a casos particulares, lo
que permitirá tener indicadores reales a las Respecto al costo de estas instalaciones
condiciones naturales, en nuestro caso, del existen pocos datos que permitan realizar un
archipiélago cubano. análisis detallado, pero por lo general son
elevados en función de la calidad del produc-
to que se ofrece y del costo necesario para
4. INFRAESTRUCTURA PARA EL impactar lo menos posible al medio natural;
ECOTURISMO por citar un ejemplo reciente en el Hotel
«Selva Verde», cerca del Parque Nacional
La selección de los lugares para las cons- «Braulio Carrillo», en Costa Rica, sus 29
trucciones de alojamiento, siempre es un habitaciones costaron $ 375.000 USD, para
aspecto muy discutido en cualquier plan de un costo de $ 12.931 USD, por habitación
desarrollo, pero en el caso de las instalacio- (Jukofsky, 1990). Otro aspecto interesante es
nes destinadas al ecoturismo esta selección que aproximadamente el 15% del costo de
reviste un carácter especial; jugando un rol inversión se dedica a trabajos de ambienta-
fundamental la distribución y calidad de los ción, áreas verdes y mantenimiento del
recursos naturales existentes y el valor esté- entorno (Kleinschmidt, R., 1992).
tico del entorno.
Otra tendencia del alojamiento es el esta-
Respecto a las instalaciones de alojamien- blecimiento de «Áreas de Camping» en
to existen dos tendencias bien diferenciadas: lugar de hoteles, lo cual se realiza principal-
la de realizarlas fuera de las áreas protegidas mente en espacios costeros y pequeñas islas

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 49


Planificación y desarrollo del ecoturismo

con el objetivo de mantenerlas con un máxi- trucción locales y naturales, como vía para
mo de naturalidad. integrar el resort a la escala y las caracterís-
ticas del área, y que los visitantes se sientan
En este caso, existen experiencias muy parte de la naturaleza y no aislados de ella.
interesantes como la de Maho Bay, Islas
Vírgenes Norteamericanas, donde existen El alojamiento debe diseñarse sobre insta-
unas 120 tiendas insertadas en la vegetación, laciones bajas o no mayores de dos plantas,
y que tras 15 años de actividad, aún se man- configuradas de forma tal que cada habita-
tiene como uno de los sitios de mayor ocu- ción tenga una vista placentera y haga del
pación del Caribe, a pesar de que su precio ambiente exterior una parte complementaria
oscila alrededor de los 100 dólares diarios de la propia habitación.
(Selengut, S., 1992).
Las señalizaciones deben fundirse con el
Una experiencia similar se realiza en dife- ambiente exterior. Los espacios públicos
rentes áreas de la Península de Baja Califor- interiores deben hacer un amplio uso de
nia, México, donde la agencia «Baja Expe- materiales naturales, plantas y tener diseño
ditions» ha creado diferentes sitios de acam- abierto y libre que evoque a la naturaleza.
pada para la operación ecoturística, con En los climas cálidos debe hacerse un
capacidades no mayores de 20 personas. amplio y extensivo uso de diseños al aire
También existen servicios de este tipo en libre. El diseño del paisaje debe preservar y
Montego Bay y en algunos sitios de las reflejar la biodiversidad del área, usando
Montañas Azules, en Jamaica. plantas nativas y evitando la introducción de
especies exóticas.
No obstante, la tendencia actual apunta
hacia la creación de nuevos «Resorts Ecotu- • El proceso de construcción y desarrollo
rísticos», en los cuales se promociona lo que debe integrar los requerimientos para la
se ha llamado «turismo de calidad», lo que conservación de la vida silvestre y caracte-
está siendo fomentado por importantes rísticas naturales relevantes:
agencias privadas (RAMADA, RIOC, She-
raton, etcétera). En sentido general la cons- Para ello deben considerarse de manera
trucción de estos complejos se basa en los prioritaria las recomendaciones de los estu-
siguientes principios (según RIOC, 1992). dios de impacto ambiental. Debe hacerse un
amplio uso de las redes de acceso ya exis-
• Las construcciones y equipamientos infra- tentes para evitar nuevas intervenciones al
estructurales tienen que diseñarse en armo- medio.
nía con el entorno natural:
Hay que respetar y en lo posible mejorar
Se requiere un estilo de arquitectura orgá- con medidas biotécnicas las áreas de migra-
nico, que integre y complemente las formas ción, anidamiento o alimentación de espe-
del relieve existente con materiales de cons- cies importantes de la fauna silvestre. Mini-

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 50


Manuel J. Marchena - Pedro M. Rosabal - Eros Salinas - Beatriz Fernández - Yamilé Dorado

mizar alteraciones a la vegetación tratando ción de nuevas zonas encaminadas a preser-


de incorporarla al diseño e incluso el interior var los valores naturales o culturales más
de las edificaciones. Utilizar equipos de significativos, que son objeto de uso turísti-
construcción pequeños y funcionales que co. Promover actividades que vinculen a los
produzcan un mínimo de impactos al relieve visitantes con determinadas acciones de
predominante y a la vegetación natural. manejo: reforestación, cuidado de especies
amenazadas, investigaciones y observacio-
En la mayoría de los casos varias corpora- nes ecológicas, etcétera. Destinar parte de
ciones turísticas (Club Mediterranée, 1990; las ganancias al manejo de áreas protegidas
Sheraton, 1991; RAMADA, 1991; RIOC, y promover campañas entre los visitantes
1992), proponen como indicador generaliza- para la búsqueda de fondos para este objeti-
do en la planificación de inversiones, que la vo. Identificar el complejo turístico con
infraestructura no debe ocupar más del 20% alguna de las áreas protegidas y promover
del área natural. campañas entre los visitantes para la búsque-
da de fondos para este objetivo; así como
• Minimizar el consumo de energía y la alguna de las áreas protegidas más significa-
generación de contaminantes líquidos y tivas para su promoción internacional.
residuos sólidos:

Debe ser requisito obligatorio la inclusión • Fomentar una mayor comprensión y apre-
de tecnologías u otros medios para el trata- ciación sobre la naturaleza y el medio
miento de residuos líquidos. No deben apli- ambiente:
carse fertilizantes químicos, pesticidas o
herbicidas. El diseño del resort debe mini- El resort debe tener un variado y activo
mizar las necesidades del visitante de uso de programa de información e interpretación
automóviles individuales. Los desechos sóli- ambiental para los visitantes, que incluye la
dos se deben controlar y minimizar, a partir aplicación de los principios de educación
del uso de envases reciclables, unido a un ambiental mediante excursiones, lecturas,
riguroso sistema de limpieza, depósitos de conferencias y materiales informativos.
basura integrados a la vegetación en los Debe contar con una red de senderos inter-
principales senderos y áreas de recreación, pretativos, torres de observación y centros
etcétera. Amplio uso de energía alternativa, de interpretación. Los guías deben poseer un
principalmente solar, eólica y biogás para adecuado conocimiento sobre la naturaleza
reducir costos energéticos y ambientales. y estar especialmente entrenados en ciencias
naturales.
• Promover el establecimiento y manejo de
áreas protegidas en la zona de influencia • Realizar un uso sostenible de los recursos
del resort: y características naturales del área:

Vincular las ofertas del resort con áreas Las actividades del resort deben contro-
protegidas ya existentes o promover la crea- larse para evitar el sobreuso del territorio o

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 51


Planificación y desarrollo del ecoturismo

provocar daños ambientales. La capacidad del nivel de vida de las poblaciones locales.
de carga del área para cada actividad debe En algunos casos, resulta más conveniente
ser cuidadosamente calculada. Los guías y integrar la construcción del resort a comuni-
responsables de las diferentes actividades dades locales de interés como vía para una
deben estar entrenados para evitar prácticas mayor integración arquitectónica y cultural.
que degraden el ambiente, y ser capaces de
pasar estos conocimientos a los visitantes. Respecto a los servicios, es importante
El resort no debe comprar o vender produc- destacar, que el ecoturismo requiere un nivel
tos que directa o indirectamente afecten a cualitativamente mayor de atención al visi-
especies amenazadas o destruyan su habitat. tante, especialmente en lo relativo a las ofer-
tas gastronómicas, que como se planteó con
• Ofrecer alimentos, bebidas y servicios que anterioridad buscan el rescate de la cultura
promuevan una vida saludable: culinaria local; en muchos casos, se integran
durante los recorridos el uso de diferentes
El resort debe proveer información y guía productos de los bosques (hongos, frutos,
sobre dietas saludables y alimentos apropia- plantas silvestres, etcétera) como parte de
dos para las mismas. En lo posible debe ofertas de «alimentos naturales», libres de
priorizarse el uso de alimentos de produc- contaminación. Por otra parte, se promueve
ción local que hayan sido obtenidos con uso el consumo de carnes de la fauna silvestre,
mínimo de productos químicos. Si no existe siempre que no se trate de animales amena-
disponibilidad a nivel local de estas líneas zados o en peligro de extinción.
de alimentos «naturales», el resort debe pro-
mover su producción en las comunidades Otro aspecto fundamental, son los servi-
agrícolas locales. cios de información, muy vinculados a los
programas de educación e interpretación
• Los productos y servicios que se ofrecen ambiental; el visitante realizará aquellas acti-
deben reflejar la cultura local y a la vez vidades opcionales de las cuales tenga un
soportar la economía local: mayor nivel de información y cuenten con
buenos guías de campo. Es necesario señalar
El complejo turístico debe asimilar o res- respecto a la información que es un requisito
catar las costumbres culinarias locales y esencial la oferta a los visitantes de mapas de
promover «menús» típicos. En lo posible el las áreas, guías de campo especializadas,
persoanal debe usar trajes tradicionales y grabaciones, etcétera: como material promo-
mantener sus costumbres y tradiciones. cional, y a la vez de interés naturalista.
Debe priorizarse la vinculación del personal
local a las actividades de servicios de guías, Además de estos aspectos hay que enfati-
etcétera; promoviendo su adecuado entrena- zar la necesidad de la infraestructura de
miento y calificación. Resulta importante la apoyo para la realización de determinadas
integración de los beneficios derivados de la actividades. Se utilizan con frecuencia las
operación del resort al fomento y desarrollo torres de observación localizadas en mirado-

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 52


Manuel J. Marchena - Pedro M. Rosabal - Eros Salinas - Beatriz Fernández - Yamilé Dorado

res o sitios de interés; los senderos, sean particularidades y valores de los territorios
naturales o interpretativos; estaciones de que atienden, pero esta formación en la
apoyo a las actividades de montañismo u mayoría de los casos es más bien empírica y
otras vinculadas al turismo de aventuras; le faltan conocimientos más detallados,
áreas de atención médica ante casos de des- especialmente las formas óptimas de intera-
compresión en áreas de buceo de alta ción con los visitantes. Un buen servicio de
demanda, etc. guías debe coordinar e interrelacionar los
conocimientos y experiencias del conocedor
local, del guía turístico, y de diferentes espe-
5. IMPORTANCIA DE LOS GUIAS cialistas científicos.
ESPECIALIZADOS
Se plantea que un guía para ecoturismo
Es muy importante que el personal vincu- debe dominar como mínimo los siguientes
lado al ecoturismo esté bien preparado y aspectos (Wallace, G., 1992):
entrenado, no sólo en aspectos de protección
de la naturaleza, sino también, en todo lo — Conocimiento de la psicología, deman-
relativo a la explotación turística y en como das y expectativas de los visitantes en
encaminar los intereses y demandas de los función de sus intereses, grupos de
visitantes. Por ejemplo, muchos turistas no edades, costumbres y principales moti-
viajan con la intención específica de visitar vaciones de su visita al área protegida.
áreas protegidas, pero fueron estimulados
durante el viaje a conocer algunas, por ende, — Técnicas generales de rescate, salva-
la acción de los guías y agentes de turismo mento y expectativas de los visitantes
puede lograr incentivar a un amplio sector en función de sus intereses, grupos de
turístico en actividades vinculadas a áreas edades, costumbres y principales moti-
naturales. vaciones de su visita al área protegida.

Otro aspectos significativo es diferenciar — Dominar las particularidades naturales


entre el guía de turismo y los guias locales e histórico-culturales de las áreas que
vinculados a las actividades en las áreas pro- atiende, los elementos de interés en
tegidas. En general, el primero tiene una cada una de las zonas a visitar (espe-
preparación más encaminada a conocer y cies endémicas y amenazadas, sitios de
satisfacer las demandas de los turistas, cono- nidificación, principales sitios de ali-
cen uno o dos idiomas, y tienen un amplio mentación o concentración de diferen-
espectro en cuestones históricas y culturales; tes especies de la fauna silvestre, prin-
sin embargo, en Cuba y otros países no cipales accidentes geográficos, lugares
están adecuadamente preparados sobre recreativos, etcétera).
temas de la naturaleza.
— Conocer la categoría de manejo del
Por su parte, los guías locales conocen las área protegida, sus requerimientos,

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 53


Planificación y desarrollo del ecoturismo

importancia en el contexto nacional e 6. POBLACIÓN LOCAL Y TURISTAS


internacional; las limitaciones de uso y NACIONALES
medidas de conservación para cada zona
que se visite. Aunque es innegable que el ecoturismo
puede coadyuvar al desarrollo de la pobla-
— Poder ofrecer información comple- ción rural, la única vía para lograr materiali-
mentaria más detallada ante grupos de zarlo es integrar dicha población a las activi-
visitantes especializados, o coordinar dades turísticas. Para ello deben involucrar-
la visita de conjunto con un experto o se, desde el primer momento, a los gobier-
guía especializado sobre el tema en nos, comunidades locales en las diferentes
cuestión. etapas del planteamiento y ejecución del
desarrollo turístico.
— Brindar información sobre el uso ópti-
mo de algunos medios que se utilicen La integración entre población y ecoturis-
como parte de los recorridos, como mo hay que verla desde dos dimensiones: la
son: bicicletas, equipos de buceo, vinculación de las comunidades a la opera-
kayaks y otras embarcaciones, brin- ción turística de las áreas protegidas, y la
dando recomendaciones concretas demanda de dichas ofertas por el turismo
sobre las medidas de seguridad reque- nacional.
ridas en cada caso.
Algunas de las formas que se han emplea-
do para vincular las comunidades locales al
Por otra parte, existe una tendencia a
desarrollo del ecoturismo son:
vincular los guías a las actividades de pro-
tección o investigación que ejecutan cen- — Realizar encuestas que permitan cono-
tros o estaciones ecológicas existentes en el cer la opinión de la población local
área, como forma de complementar su for- sobre el desarrollo del ecoturismo,
mación y brindarle una mayor gama de haciendo énfasis en conocer los ele-
información. mentos que permitan minimizar posi-
bles impactos socio-culturales.
Algunos países vinculan a las ofertas eco-
turísticas el personal altamente calificado — Utilizar prioritariamente a la población
existente en algunas estaciones ecológicas. local como fuente de trabajo directa,
Tal es el caso de la experiencia lograda en tanto para la operación de las instala-
las Islas Vírgenes Norteamericanas, donde ciones de alojamiento y servicios, en
las ganacias por este concepto en 1991, las actividades de protección y manejo
reportaron a $ 438.000 USD, muy superior a de las áreas protegidas, así como en su
lo obtenido por las tarifas de acceso al área preparación para ofrecer servicios de
y a los senderos existentes., la cual es del guías.
orden de los $ 21.000 USD (Selegut, S.,
1992). — Promover el consumo de artículos pro-

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 54


Manuel J. Marchena - Pedro M. Rosabal - Eros Salinas - Beatriz Fernández - Yamilé Dorado

ducidos por las comunidades locales, de visitantes a parques nacionales y otras


ya sean alimentos, artesanías, bebidas áreas protegidas, es mucho mayor en los
locales típicas, etcétera. países desarrollados que en los subdesarro-
llados. Por ejemplo 600.000 personas visitan
— Ofrecer y promover el uso de servicios anualmente el Parque Nacional de los Ever-
locales de restaurante con comidas glades, en la Florida; y más de 2 millones el
típicas, actividades culturales, festivas Parque Nacional de Cape Cod. En otros paí-
o religiosas, e incluso facilitar que ses ya existe una tradición y demanda por el
algunas comidas pueden ser ofertadas uso turístico y recreativo de los Parques
en el terreno a los visitantes, en las Nacionales, tales como Argentina y Vene-
mismas casas de los campesinos. En zuela, donde el mayor porcentaje de los visi-
algunos países, se vinculan algunas tantes son nacionales. Sin embargo, en Áfri-
viviendas de los pobladores locales a ca ocurre lo contrario, conociéndose que el
la oferta de alojamiento para visitantes 95% de los visitantes a los Parques Naciona-
individuales o pequeños grupos. les de Kenya son turistas extranjeros (Pérez
Olindo, 1991).
— Promover el rescate de manifestacio-
nes culturales típicas para su oferta a La demanda de turismo nacional hacia
los visitantes como parte de sus activi- áreas protegidas en los países en desarrollo,
dades. es algo relativamente nuevo, y en general no
ha recibido el énfasis o la atención que se
— Promover la visita a museos locales, brinda al turismo internacional. Sin embargo,
iglesias o cualquier otro sitio de interés esta situación está cambiando rápidamente
socio-cultural que facilite la interac- en la medida en que los planes de educación
ción social entre los visitantes y pobla- ambiental muestran a la población nacional
ción local. las riquezas de su patrimonio nacional e his-
tórico-cultural. Esto permite predecir que la
Todas estas acciones están dirigidas a que demanda nacional hacia las áreas protegidas
la población local reciba de manera directa, debe crecer en los próximos años.
parte de los beneficios de la actividad turís-
tica; así como lograr una mayor interacción Por lo anterior, es necesario prever en
visitante-cultura local, ya que éste es un todos los planes de ecoturismo como vincu-
requisito importante del ecoturismo. lar estas ofertas también a las expectativas
del turismo nacional, de lo contrario se crea-
Respecto al segundo aspecto, la demanda ría una imagen de discriminación que pudie-
de estas ofertas por parte del turismo nacio- ra ir en contra del necesario apoyo local al
nal, es uno de los más problemáticos y desarrollo de estos planes.
requiere una adecuada atención para evitar
que el ecoturismo sea calificado como acti- En algunos países, se promueven las mis-
vidad «elitista». En este sentido el número mas ofertas internacionales al turismo nacio-

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 55


Planificación y desarrollo del ecoturismo

nal, pero con precios al alcance de un — Inicio de actividades de turismo y eco-


amplio sector de la población. Algunas ofer- turismo en áreas protegidas previa-
tas vinculadas a lugares de alta significación mente no zonificadas y que no cuentan
natural se fomentan como ofertas especiali- con la infraestructura de manejo y pro-
zadas para profesionales, estudiantes univer- tección mínima, provocando impactos
sitarios, profesores, etcétera; y se conjugan negativos sobre recursos utilizados.
con un amplio plan de actividades de educa-
ción ambiental. También hay países, que han — Adopción de las formas y mecanismos
adoptado tarifas diferenciadas de entrada y convencionales de promoción y opera-
servicios en las áreas protegidas en función ción del turismo masivo para los gru-
del turismo nacional e internacional. pos de ecoturistas.

No obstante es importante destacar que no — Desarrollo de actividades en áreas natu-


deben abrirse todas las posibilidades de uso rales sin contar con el respaldo y parti-
ecoturístico de las áreas protegidas hasta cipación de la población local vinculada
que no exista un mínimo de comprensión de directa o indirectamente a las mismas.
las medidas necesarias para preservar el
— Desarrollo de actividades de ecoturis-
territorio.
mo en las áreas protegidas sin reinver-
tir al menos una parte de las ganacias
en el fortalecimiento de la protección y
7. EXPERIENCIAS EN EL
manejo del área.
DESARROLLO ACTUAL DEL
ECOTURISMO — Extrapolación al entorno paisajístico
de la infraestructura hotelera y de ser-
Aún en la actualidad el papel del ecoturis- vicios, con los mismos patrones de
mo es controvertido y mantiene algunos diseño y planificación que se utilizan
detractores, cuyos argumentos son en algu- para el turismo masivo.
nos casos reales y se apoyan en los ejemplos
negativos derivados de una mala planifica- No obstante, existen también numerosos
ción de las actividades de desarrollo. En este ejemplos positivos, como los obtenidos en
sentido es cierto que el ecoturismo puede ser Belize, Bután, Venezuela, Islas Vírgenes y
muy positivo, pero fuera de control es tam- Australia entre otros. La mayoría de estas
bién tremendamente negativo. Entre los experiencias positivas tienen como caracte-
principales problemas confrontados hasta el rísticas comunes las siguientes (según Pas-
presente, se pueden señalar: soff, M., 1992):

— Promoción como «ecoturismo» de — Normalmente las ofertas se diseñan a


ofertas realmente de «turismo masivo» pequeña escala en el marco del área pro-
las cuales se desarrollan en el territorio tegida, especialmente fuera de las zonas
de áreas protegidas. de mayor importancia y fragilidad.

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 56


Manuel J. Marchena - Pedro M. Rosabal - Eros Salinas - Beatriz Fernández - Yamilé Dorado

— El número de turistas que participan en pesca, leyes aduaneras, y otras para la


cada actividad es estrictamente regula- amplia gama de intereses vinculados a esta
do según el óptimo para cada tipo de actividad. Sin embargo, aun aquellos que
oferta. tienen una adecuada legislación al respecto
(Venezuela, Tanzania, Kenya, etcétera), con-
— Utilización integral y plena de las frontan problemas debido en la mayoría de
capacidades y conocimientos de la los casos a la falta o mal funcionamiento de
población local y de los guardabosques los mecanismos de control, especialmente
del área en todas las tareas vinculadas durante el desarrollo de las actividades en
a la actividad, tanto en la fase de plani- las áreas protegidas.
ficación y diseño, como de operación.

— Se establecen precios y tarifas eleva- BIBLIOGRAFÍA


das y se destina un porcentaje de las
mismas a actividades de vigilancia, ADIWOSO, R., y VAN DER OEVER, P. 1992. «People
pressure on parks». IUCN. Caracas, 22 pp.
control, investigación y gestión. ANDERSEN, D. 1992. «Treading lighting; creating a
framework for responsible design of ecoturism
— Todas las ofertas se han apoyado y facilities». IUCN. Caracas, 23 pp.
diseñado a partir de un amplio progra- Boo, E. 1990. «Ecoturism: The potentials an pit-
ma de educación ambiental en el terre- falls». WWF. Washington D.C. 169 pp.
BARAETON, V. 1991. «Ecoturism implications and
no, el uso de guías de buena califica-
general needs». West Indies University. Barba-
ción, establecimientos de senderos dos, 14 pp.
interpretativos, y realización de activi- BAEZ, A., y ASHTON, R. 1992. «Programa de ecotu-
dades en los centros de visitantes. rismo para Centro América: una experiencia sin
precedentes». Caracas, 8 pp.
Hay que señalar que las áreas protegidas BACCI, E., y MACHLIS, G. 1992. «¿Es el ecoturismo
ideológicamente parcializado, elitista, limitado,
donde se han desarrollado estas experiencias antidemocrático y no sostenible?». Caracas, 10 pp.
exitosas, contaban con una adecuada infra- BAMFORD, D. 1992. «Sports, and recretation events
estructura para el manejo de los recursos in protected áreas: mountains to the sea», Tou-
naturales y de servicios para los visitantes; rist Resource Institute. New Zealand, 41 pp.
personal capacitado y equipado para las CRONING, L. 1990. «A strategy for tourism and sus-
tainable development». World Leisure and
tareas de patrullaje; y disponían legalmente
Recreation. Vol. 32. n.° 3. New York, 33 pp.
de fuertes regulaciones para el uso público y CLARK, J. 1992. «Carrying capacity and tourism in
la conservación de sus recursos. coastal and marine áreas». Revista Parques. Vol.
2, n.° 3. IUCN. Cambridge, 33-36 pp.
Ese último aspecto, el marco legal del EDWARS, J. 1992. «Backspaking the trails». Texas
Parks and Wildlife. Vol. 50, n.° 4. Austin, Texas,
ecoturismo, requiere compatibilización y
36-48 pp.
adecuada formulación de los cuerpos legales EPLER WOOD. M., y WALLACE. G. 1992. «Visitors
relativos a las áreas protegidas, recursos management in protected áreas». IUCN. Swit-
turísticos y el paisaje y patrimonio forestal, zerland, 25 pp.

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 57


Planificación y desarrollo del ecoturismo

GANDWEL, S. 1991. «Ecoturism, ecodevelopment 1991. «Propuesta de uso ecoturístico de Bahía del
and environmental interpretation: lessons from Naranjo». Gaviota, S.A. La Habana, 19 pp.
Talamanca, Costa Rica». Colorado State Univer- ROSABAL, P.; FERNANDEZ, B., y DORADO, Y. 1991.
sity. Ft. Collins, 58 pp. «Potencialidades para ecoturismo de algunos
KUTAY, K. 1989. «The new ethic in adventure tra- humedales cubanos». Trabajo presentado al
vel». Buzzworm Magazine. Vol. 1, n.° 4. Kenya, evento «Zapata 91». Matanzas, 20 pp.
27 pp. ROSABAL, P. 1992. «Experiencias de la integración
KLEINSCHMIDT, R. 1992. «Resort Concept». Real ecoturismo-áreas protegidas en la República de
Investment Overseas Company (RIOC). Was- Cuba». IUCN. Caracas, 20 pp.
hington D.C. 10 pp. RENARD, U. 1992. «How local communities can
KLEINSCHMIDT, R., y LADOW, D. 1992. «Tourism's manage their own protected áreas». IUCN. 15 pp.
role in creating and sustaining protected áreas». SALINAS, EROS; LEÓN, A., e IÑIGUEZ, L. 1979.
RIOC. Washington D.C, 22 pp. «Vinales. Evaluación estética de los paisajes
LYONS, J. 1992. «A wealth ofbirds». Texas Parks and para su aprovechamiento turístico». Instituto
Wildlife. Vol. 50, n.° 4. Austin, Texas,12-20 pp. Nacional de Turismo. La Habana, 35 pp.
MlRONENDO, N.S., y TVERDOJLEBOV, I. T. 1984. SALINAS, EROS. 1986 «Fundamentos geográficos-
«Geografía Recreativa». Moscú, 224 pp. paisajísticos para la organización del turismo en
MARCHENA, M., y otros. «Turismo y Desarrollo Cuba». Tesis para la obtención del grado de Can-
Regional: el espacio del ecoturismo». En Papers didato a Doctor en Ciencias Geográficas. Kiev,
de Turisme (ITVA), n.° 11 (1993), pp. 111-132. 204 pp.
MARTIN, C. 1987. «La investigación en la áreas «Algunas consideraciones sobre el ecoturismo».
protegidas». Revista Flora, Fauna y Áreas Sil- Instituto Nacional de Turismo. La Habana, 7 pp.
vestres. Año 1, n.° 3. Oficina Regional de la FAO SELENGUT, S. 1992. «Building partnerships betwe-
para América Latina y el Caribe, 11-16 pp. en protected áreas and the tourism industry».
MERINO, S. 1987. «Las áreas protegidas de la IUCN, Caracas, 19 pp.
Argentina». Revista Flora, Fauna y Áreas Silves- SWANSON, M. 1992. «Ecotourim: embracing the
tres. Año 2, n.° 4. Oficina Regional de la FAO new environmental paradigm. University of
para América Latina y el Caribe, 11-16 pp. Idaho. Moscow, Idaho, 18 pp.
MACNEELY, J. 1992 «The contributions of protected UNEP 1984. «Tourism Carrying Capacity». Indus-
áreas to sustaining society». IUCN. Caracas, 17 trial and Environment Magazine. Vol. 7, n.° 2.
pp. París, 38 pp.
PASSOF, M. 1991. «Ecoturism Re-Examined». Earth «Tourism and the environment». Industry and Envi-
Island Journal. Center for Responsible Tourism. ronment. Vol. 7, n.° 1. París, 38 pp.
California, 28-29 pp. U.S. Fish and Wildlife Service. 1989. «Guidelines
PUTNEY, A. 1992. «Protected áreas in the Caribbe- for tourism and recreation services in National
an». IUCN. Switzerland, 51 pp. Parks». Ministry of the Interior. Washington
PÉREZ OLINDO. 1992. «Regional review of protec- D.C. 65 pp.
ted áreas development in Eastem África». IUCN. VALENTINE, P. 1992 «Tourism in protected áreas:
Switzerland.,45 pp. the challenge and the opportunities». IUCN.
«Programa de Excursiones del IV Congreso Mundial Caracas, 23 pp.
de Parques Nacionales». 1992. Instituto Nacional WlLLIAM, P. 1991. «Ecoturism management cha-
de Parques y Comité de Turismo. Caracas, 18 pp. llenges». Travel review Conference Proceedings
ROSABAL, P.; CHIAPPY, C ; SERRANO, F., et al. 1990. Washington D.C. 17 pp.
«Propuesta de uso del Parque Natural Punta WALLACE, G. 1992. «Real Ecotourism: Assiting
Hicacos, Varadero». IPF. La Habana, 22 pp. protected áreas managers and getting benefits to
1991. «Potencialidades ecoturísticas de Cayo Sae- local people». Colorado State University. Colo-
tía». COMARNA. La Habana, 19 pp. rado, 12 pp.

Estudios Turísticos, n.° 119-120 (1993) 58

También podría gustarte