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RESUMEN:

DONDE VUELAN LOS


CONDORES

EDUARDO BASTÍAS GUZMÁN


Una puesta de sol deslumbrante para un día muy especial

Gioconda observa emocionada la puesta de sol, había ingresado a Ingeniería Informática en la


Universidad Federico Santamaría en Valparaíso, su sueño hecho realidad. Venia de Iquique y se
instalaría en una pensión universitaria que le consiguieron unos amigos muy queridos de sus
padres. Allí la dueña, Sra. Luisa , la acogió cariñosamente , igual que a los demás jóvenes, a
quienes veía como sus hijos.

Su primer día de clases comenzó temprano y aprovecho de conocer los jardines. A las 2 comienza
la segunda jornada, pero en medio de la clase ingresaron 3 jóvenes y el profesor se retiró.

-Nos van a mechonear – comenta Margarita.

Pero Gioconda ya estaba advertida y usaba la ropa más vieja.

Fueron pintadas por sus captores y lanzadas a la piscina para reírse de sus poleras mojadas, pero
Gioconda no se desanimo con sus burlas y se divirtió nadando hasta el atardecer.

Al salir buscó su bolso y se dirigió a las escaleras cuando un joven le dio que fuera al gimnasio a
cambiarse ropa.

-¿ Donde queda?- pregunta Gioconda.

La llevo y le consiguió un buzo de la universidad.

-¿Cómo te llamas?

-Héctor, sabes, nadas como un pez.

-Me gusta nadar.

Gioconda se cambio ropa, le agradeció a Héctor y se retiró.

Yoko Uno no es una japonesita lejana

No estoy de acuerdo con el mechoneo, creo que atenta contra la dignidad de las personas, pero
por curiosidad me acerque a la piscina y me llamo la atención esta chica alta y delgada que parecía
disfrutar la situación. Más tarde me la encontré toda mojada, me recordó a Yoko Ono por su
figura estilizada y su largo cabello negro, pero al verla de cerca no tenia ningún parecido, pues sus
ojos eran alegres e inquietos a diferencia de la japonesa.

La lleve al gimnasio para que se cambiara ropa y debo confesar que me sentí atraído por ella, su
figura atlética y hombros erguidos pero sobretodo por su fascinante sonrisa y su juvenil vitalidad.

Desde entonces todos la llamamos la Yoko.

Más adelante nos encontramos, ella se acercó para agradecerme lo del buzo. Me sentí torpe al ver
su cautivadora sonrisa y solo atine a decir:

-No es nada ¿vas a almorzar?

-Si ¿tú también? - Preguntó ella.

-Si , ¿vamos?

Almorzamos y luego cada uno volvió a sus tareas. Me sentí ligero, felizmente enamorado. Como si
hubiese encontrado la princesa de mis cuentos infantiles.

La princesa en su castillo encantado

Nunca había escrito un diario de vida, sin embargo ahora siento la necesidad de expresar tantas
emociones y de dejar constancia de vivencias que más tarde se pueden desfigurar en el recuerdo.

Esto me permite comunicarme conmigo misma y reflexionar. Siento que ya he cumplido un


objetivo, pues con el papel y la pluma me siento feliz de decidir mis acciones con la
responsabilidad de afrontar la vida.

Me siento en mi castillo encantado, la universidad Santa María es como un sueño, es un mundo


diferente, donde las cualidades de las personas predominan sobre todas las cosas, y puedes
expresar tus inquietudes de muchas formas. Este mundo me ha ayudado a superar la distancia de
los amigos y la familia.

Hubo un compañero de Ingeniería Electrónica que se fijo en mi, me ayudó a conseguir ropa para
cambiarme. Es muy varonil y desde entonces nos encontramos en el casino. Me atrae pero no me
vuelve loca, pero es bueno tener a alguien con quien conversar.

El recuerdo de Ricardo era algo extraño, lo llamé por teléfono y le escribí, pero comenzó a
reprocharme cosas pasadas. Me sentía enamorada pero el recuerdo de Tony, el muchacho que
conocí en mis últimas vacaciones, el único hombre con el que había tenido relaciones sexuales.

Recién ahora comprendo la razón de que su recuerdo no me fuera muy grato.

Una semana muy agitada, una ciudad mitológica y el comienzo de un amor


La vida de Gioconda estaba llena de actividades entre estudiar, el deporte y espectáculos. Sin
embargo algo distinto se acercaba, la llamada semana Mechona.

El curso de Gioconda formó parte de la alianza azul donde debían juntar puntos para lograr la
coronación de su reina.

Gioconda participó en “El hecho insólito” que entregaba 5000 puntos a la alianza.

Para este hecho insólito se reunieron alumnos en bicicleta y caballo frente al Congreso Nacional,
simulando ser ecologistas. Se detuvo el transito a los gritos de “Queremos aire puro”, las fuerzas
especiales de carabineros intentaron disuadirlos pero Gioconda se acercó al comandante y con su
simpatía y dulzura le pidió tiempo, pues solo querían entregar una carta al Presidente del Senado,
Sr. Valdés y se retirarían. En esos momentos el Sr. Valdés sale del congreso acompañado de un
representante diplomático y quedaron sorprendidos al ver la manifestación y solicitó hablar con
los representantes del grupo, Gioconda llegó con otros 2 representantes y no demoró en explicar
lo que los reunía.

-Buenos días senador, queremos hacerle llegar un manifiesto donde los estudiantes de la
Universidad Santa María dejamos constancia de nuestro anhelo de un mundo no contaminado,
además queremos decir que la candidata de nuestra alianza azul es la favorita para la elección de
reina.

-Si es tan bonita como tú, seguro que va ha ganar - acotó sonriendo el Sr. Valdés - tendremos
presente su intención , ahora retírense en orden y ojala ganen.

De los jóvenes brotaron gritos de triunfo y se retiraron tranquilamente.

Lejos está Gioconda de sospechar que en el futuro tendría una entrevista privada con el
Presidente del Senado.

Héctor la invitó al baile de la fiesta final de la cual se retiraron de la mano , comenzando una
relación sin formalidades.

Paseaban por la calles de Valparaíso, conociendo cada rincón. Héctor le hacia ver que Santiago no
era como ella creía, pero Gioconda anhelaba conocerlo.

Diez días que quisiera borrar

Recién llevaba un mes en la universidad y ya estaba comprometida con dos muchachos, Ricardo
no merecía este engaño, mis intenciones fueron solo dedicarme a los estudios y ser fiel, no lo
cumplí. Héctor es muy atractivo , tierno e inteligente , temo que pueda convertirse en algo
perturbador.

Siempre espero las cartas de Ricardo y me molesta cuando pasan más días de lo imaginado en
recibirlas.

En los estudios estoy bastante bien y me llevo muy bien con mis compañeros, pero tenia una gran
preocupación, había pasado un periodo completo y no había menstruado; trataba de explicarme
que podía ser los cambios de clima o alimentación, me parecía poco probable que fuera un
embarazo, por que lo de Tony había sido en un período de poco riesgo.
Tony me impresiono por su atractivo , rubio de pelo largo, ojos azules, una camioneta roja, pero a
mi en esos momentos no me interesó saber más de él, solo supe que regresaba del sur de Chile y
había recorrido Argentina, Paraguay y Brasil.

Si estaba embarazada ¿Cómo podría decirle a mi hijo que ni siquiera llegue a conocer a su padre ,
que solo fueron 10 días que pasamos juntos?

Cuando lo que es bello puede ser indeseado

Héctor se dio cuenta que algo le sucedía a Gioconda, pues su carácter, rendimiento y relación ha
cambiado por lo que decidió hablar con ella, pero no logro ninguna respuesta.

Gioconda abatida por la duda y soledad decide pedirle consejo a la Sra. Luisa, quien al verla llorar
desoladamente le dice que hablará con un joven médico , el doctor Rodriguez, amigo de ella que
la ayudará a saber si esta embarazada.

Gioconda se sentía mas tranquila y una semana después le entregó a la Sra. Luisa un frasco de
orina, colocando dentro de él un reactivo.

- Debe permanecer clarito como el agua, si se pone azul es que hay embarazo.

Estupefactas observaban como cambiaba a un color azul intenso, se abrazaron y lloraron.

A pesar de esto Gioconda estaba más tranquila pero distante de Héctor, quien decidió invitarla a
Santiago para que conociera a sus padres.

-No creo que pueda- contestó Gioconda- estoy llena de tareas.

Se acurrucó en sus brazos y le dio a entender que prefería vivir el presente, esta actitud
desconcertaba a Héctor.

-Yoko, no se puede vivir en el aire, sin planes, tenemos que mirar adelante y saber si lo haremos
juntos o no.

-Si tu quieres que tomemos una decisión, te digo que lo nuestro no podrá ser para siempre.

Sus ojos asomaron lágrimas y Héctor se dio cuenta.

-¿Qué es lo que te pasa?

-Esta bien Tito, algún día ibas a saberlo… estoy embarazada. Conocí a Tony el verano pasado en un
viaje hacia el sur, se ofreció a llevarnos en su camioneta junto a su amigo, íbamos yo y Maritza,
hermana de mi pololo, Tony era de unos 30 años y rubio. Pasamos 10 días juntos. Es mi bebe y lo
voy a tener, lo nuestro ya no tiene futuro ¿lo entiendes?

-Estoy desconcertado Yoko, te pido unos días para pensarlo. Por otra parte entiendo como te
debes sentir y trataré de ayudarte en lo que pueda.
Cuando amanece ya es otro día

Me sentía muy enamorado y la mujer con quien me había ilusionado estaba embarazada. Sin
embargo no podía abandonarla, parece que lo mejor opción es que sigamos siendo amigos, no la
dejaría sola definitivamente.

¿Qué habría sucedido si cuando la conocí hubiese sabido que estaba embarazada? Quizá la
hubiera aceptado así. ¿Cuál era la diferencia?

Mi amor por la Yoko la incluía con su embarazo y sus problemas. No estaba dispuesto a perder mi
felicidad. Al amanecer tenía mi decisión tomada y solo quería conversar con ella.

Las aves deben volar sin importar el viento

Gioconda volvió a ser la misma de antes en sus estudios y volvió su alegría, pero aun le
preocupaba como explicar a sus padres el embarazo y terminar con Ricardo.

Decidió viajar a Iquique para las vacaciones de invierno y envió una carta a Ricardo para terminar
el compromiso.

Héctor estaba feliz y el pensar en que sería padre lo hacia llenarse de satisfacción.

El Doctor Ramírez la inscribió en el consultorio donde él trabajaba. Gioconda se presentó a su


primer consulta junto con Héctor, la pareja se veía muy unida.

Los primeros meses pasaron, cada vez mejor y con el entusiasmo de la juventud.

-No veo porque no nos podemos ir a vivir juntos. Se supone que yo soy el padre.

-Porque no estamos casados y no quiero que te sientas obligado o presionado hasta que el tiempo
confirme que has hecho lo correcto, además aun no hablo con mis padres, que pensarán si me voy
a vivir con mi pareja.

-Y tú imagina que reconozco a tu hijo y en vez de formar una familia, vivimos separados. Y si no
nos hemos casado es por que tú no has querido.

A pesar de esta discusión programaron el futuro con la complacencia de la juventud, cada vez
más unidos y con más proyectos.

Un cumpleaños memorable y el comienzo de futuros aniversarios

Gioconda ya cumplía las 20 semanas de embarazo sin ningún problema, lo que le permitió viajar a
Iquique. Esperó varios días antes de atreverse a contarle a su madre, y al día siguiente le contó a
su padre, que era el que más le preocupaba, ya que era un hombre reservado, poco comunicativo
y muchas veces irritable, quien solo le dijo:

-Eres tú la que llegó a esto, ahora tienes que afrontarlo – y se retiró.


La despedida fue conmovedora , un fuerte abrazo, llanto y la decisión de Gioconda de no volver a
defraudar a sus padres.

El 25 de agosto, Héctor le dio una sorpresa a Gioconda, ya que era su cumpleaños. Se juntaron en
su departamento con otros amigos. Ya próxima a la madrugada, Héctor tomó la palabra:

-Queridos amigos, esta reunión es para celebrar los 19 años de Gioconda. Quien pensaría que en
5 meses estaríamos esperando un hijo y quería darle algo muy especial: mi promesa de
matrimonio.

Gioconda sorprendida lloraba y reía al mismo tiempo. Sin embargo, al retirarse le dijo que no
quería casarse.

-¿Cómo que no? ¿no vamos a vivir juntos?

-Si pero casándote, te estas comprometiendo para siempre. Estoy desacuerdo en que vivamos
juntos, pero dejemos el matrimonio para mas adelante.

-Yo , además de pensar en nosotros , estoy pensando en nuestro hijo y no permitiré que nazca
como hijo natural, sin sus derechos como corresponde.

En una sencilla ceremonia del Registro Civil se casaron bajo el testigo de sus amigos y el
consentimiento de sus padres. Gioconda se fue a vivir el último mes con Héctor y sus amigos. Por
fin llegó el día , aguantó las contracciones mientras sus amigos llamaban a la ambulancia, los
minutos se sentían como horas. Por fin llegó y Gioconda se encomendó a los paramédicos.

El parto fue sin problemas y nació un varón de 3,6 kilos.

El viento puede estorbar el vuelo de las aves

Todo siguió bien hasta la media noche. La matrona corrió cuando encontraron a Gioconda sin
pulso perceptible sobre un enorme charco que sangre. El obstetra ordenó transfusión y
constrictores uterinos y fue derivada a Cuidados Intensivos. Lograron que apareciera el pulso y
que recuperara la conciencia, pero seguía sangrando profusamente. No encontraron restos de
placenta que provocaran la hemorragia.

-Sigue sangrando a chorros. Debemos detener la hemorragia- explicó el obstetra, lo que los
obligaría a extirpar el útero dejándola estéril a los 19 años.

-Llévenla a pabellón- ordenó.

Luego de la operación estuvo en observación con respirador artificial. Afortunadamente el pulso


se mantuvo firme. Dos días después, Gioconda despertaba apenas de la inconsciencia y no se
percataba de que permanecía aislada y que todo el personal estaba solo lo justo y necesario en la
habitación, con guantes, gorro , doble delantal y mascarilla.

La matrona era la única que le hablaba.

-¿Por qué no ha venido mi esposo?


-Ha venido todos los días, pero ya no hay visita hasta el domingo.

Antes del domingo , el médico jefe y la matrona se sentaron al lado de Gioconda.

-¿Sabes? Tenemos algo importante que decirte.

-¿Qué pasa? ¿Mi bebé?

-El bebe esta muy bien, lo que pasa es que hay un examen que no esta bueno.

-¿De que se trata?

-Te hicimos varios exámenes especiales y uno salió alterado. Parece que de alguna forma te
contagiaste con el virus del Sida.

Las aves son vulnerables cuando no vuelan

Gioconda había perdido el apetito, ya llevaba 3 días sin comer.

Un día le reclamo a la matrona Carmen Julia

-No puede ser, ese examen no es mío, tiene que ser un error.

La matrona solo le tomó la mano con fuerza y Gioconda libró el llanto una vez más.

-Tesoro, solo puedo decirte lo que yo sé, después vendrá la doctora Barrientos quien te explicará
bien las cosas . No pierdas la fe en ti y en la vida, eres joven. Ahora descansa y trata de comer.

La Doctora Barrientos era Infectologa y su vocación la llevó a preocuparse de las victimas de esta
epidemia. Esta mujer inteligente y dedicada fue la encargada de incorporar a Gioconda en el
programa del Sida del Servicio de Salud.

-Buenos días Gioconda, soy la doctora Barrientos ¿Cómo te sientes?

-¿De que?

-En general

Gioconda se volvió a mirar hacia el muro.

-Me imagino como estas, después te sentirás mejor. Tu examen de Elisa salió positivo para el Sida,
pero esto no es del todo seguro, hay que esperar la confirmación y eso demora. Elisa es un
método de laboratorio que puede hacer muchos exámenes, el Sida es uno de ellos, pero puede
haber resultados equivocados, lo que llamamos “falso positivo”, por lo que debemos hacer otro
examen más preciso.

-¿Y usted cree que puedo ser “falso positivo”?

-Nadie lo sabe, para eso he venido, te haré algunas preguntas, las que debes responder en forma
franca y fuerte. ¿te habías operado antes?
-No

-¿Habías recibido alguna transfusión?

-No

-¿Cuánto tiempo conoces a tu marido?

-Desde marzo

-¿Has mantenido relaciones sexuales con otra persona?

-No

-¿Y antes de casarte?

Gioconda estaba temiendo esa pregunta ¿Y si hubiese sido él quien le transmitió el Sida?. Después
de una pausa imperceptible respondió

-Tampoco

-Bueno, eso es todo por ahora , relájate y piensa en tu hijo, él te necesita con toda tu energía.

A Gioconda se le llenaron los ojos de lágrimas.

Un túnel envolvente que no tiene fin

Creo que esta situación me llevó a los limites que una persona puede sobrellevar.

El médico comenzó con rodeos, y yo esperaba que me dijese que Yoko había sufrido otra
hemorragia, pero al oír que habían detectado el Sida, no pude reaccionar, no pude sentir nada de
lo que supone se tiene que sentir.

El doctor hablaba sin parar y yo atónito me desmoronaba en una silla, acorralado como en una
cámara de tortura sicológica. La enfermera y el doctor trataron de consolarme, pero yo no los
sentía, debía huir de la compasión y el consuelo por que no ayudan.

Me fui y comencé a llorar desgarradoramente. Caminé por ese túnel que me aísla de todo, porque
no deseaba llegar a ninguna parte que no fuese yo mismo.

Ahora y en la hora de la muerte

La doctora Barrientos poco a poco logro la confianza de Gioconda, así ella se atrevió a preguntar lo
que tanto le afligía

-¿Doctora, si tengo Sida que pasará con mi hijo?

-Tu hijo como has visto es muy sanito, pero debemos esperar que se agoten los anticuerpos que tú
le traspasaste, solo entonces podremos hacerle los exámenes.
El encuentro con Héctor fue inevitable, con miradas, abrazos y lágrimas.

-Te he echado muchísimo de menos ¿Cuándo te vas?

-No se, pronto, ¿viste al niño?

-Si , es un gordo rebelde

Los dos sonrieron y se abrazaron.

Gioconda fue dada de alta y volvió a juntarse con la doctora Barrientos cuando los exámenes
confirmaron la existencia del virus del Sida.

Gioconda por fin se atrevió y le conto a la doctora que había tenido relaciones, unos meses atrás,
con un extraño.

-Puede haber sido un bisexual, o se contagio con prostitutas explicó la doctora con calma. En Brasil
está la mayor incidencia de Sida de Sudamérica.

Héctor es Elisa Negativo, por lo que deben tomar precauciones para que él no se contagie.

-Y Dios no lo quiera, si el se contagia yo me mato, y eso lo he pensado, si no fuera por que tengo
un hijo.

-Es normal que pienses así, pero ahora existen muchos medicamentos como la Zidovudina que
prolonga la vida, no pierdas la esperanza.

Esa noche Gioconda rezó.

Donde hay una ilusión, puede crearse un futuro

Lamentablemente una persona con Sida pasa a ser una persona rechazada.

La verdad es que yo también hubiera evitado tocar a una persona con Sida, pero ahora, gracias a la
doctora, sé que el virus no se transmite por contacto físico, solo por relaciones sexuales o
transfusión de sangre. Mis amigos desaparecieron, mi familia estuvo conmigo pero regresaron a
Iquique. En la universidad no me expulsaron, pero recomendaron que me retirase y me dedicara a
cuidar a mis hijos. Lloré por estas injusticias y decidí no volver.

Con Héctor la relación era normal, pero no como antes.

Mi depresión paso a ser progresiva y permanente, y volví a pensar en la autoeliminación, mi hijo


estaría bien con Tito.

La doctora Barrientos intuyó mis intenciones y dijo que me comprendía, pero que no podíamos
renunciar a la vida por que no me gustara, pero podíamos orientarla donde tenga algún provecho.

Me hablo de un proyecto para ayudar a informar a la población sobre el Sida.


“Las autoridades están limitadas de presupuesto y cada minuto de publicidad es muy caro,
necesitamos informar a la población sobre los riesgos y como prevenirlos. Para esto necesitamos
medios y gente con ganas de colaborar, dedicación , convicción y voluntad. ¿Estarías dispuesta a
participar?”

¿Un desafío imposible o una ilusión factible?

Cuando Yoko habla con Héctor el se mostró escéptico.

-Mira Yoko es muy poco lo que un grupo de personas pueden hacer, ni los gobiernos han podido
controlarlo. Deja ese asunto a las autoridades, pues ese es su deber y tienen los medios.

-Eses es el problema, dejar todo en manos de las autoridades mientras el Sida sigue cundiendo.
Todos tenemos la obligación de contribuir, por que no es algo ajeno, todos estamos expuestos. Es
posible que no logre nada, pero estaré conforme con migo misma si lo intento.

A Gioconda volvió su vitalidad juvenil, fue a Santiago a juntarse con el padre Baldo Santi, aunque
no le parecía agradable incorporarse a un trabajo con convicción religiosa, pues el Sida la había
hecho revelarse contra la iglesia y no buscaba apoyo espiritual sino una campaña de lucha, a pesar
de todo no quiso rechazar de antemano algo que no conocía.

El padre le recordaba Gepetto y empatizaron inmediatamente.

-Aquí recibimos y apoyamos a enfermos de Sida, participamos con las autoridades, promovemos
con folletos e informativos. Somos muchos pero pocos para esta tarea, serias muy útil. ¿Vienes de
Valparaíso?, podrías quedarte a una reunión de grupo y puedes volver cada 15 días ¿te parece?

Gioconda volvió entusiasmada, le atraía la idea de hacer algo interesante e iniciar una nueva vida
con desafíos.

Una discusión que queda sin fin

El padre Santi había sido designado por la Conferencia Episcopal para dirigir el problema del Sida
en Chile. Para el padre Santi fue una motivación pues llevaba 30 años a ayudando a los pobres ,
desvalidos y personas afectadas por catástrofes, esto era un nuevo llamado de Dios a emplear sus
energías en algo gigante.

Para Gioconda el padre Santi fue un Hallazgo. Un líder consejero y orientador.

Él les habla sobre conferencias del Vaticano:

“Queremos vivir”- recalcaba el padre Santi. Esa es la respuesta de quienes tienen Sida, se sienten
solos y es nuestra obligación estar con ellos y juntos dar la batalla.

- Estoy de acuerdo-le dijo Héctor- pero insisto, esta lucha es de los laboratorios y el
gobierno, lo que se debe hacer es examen de Elisa a todos e instruir el uso del condón.
- Conmigo no usaron condón ¿era esa la forma correcta de evitarlo? La mejor manera
hubiera sido evitarlo, no acceder, tengo esta maldita enfermedad por que no pude
contenerme. Si no me acuesto con ese fulano hoy no tendría Sida y no quiero que le
vuelva a ocurrir a nadie más.

Tito sentía que Gioconda estaba influenciada por esa iglesia católica, cosa que él no compartía.

-No es mojigatería Tito, son criterios comunes que deben respetarse, la iglesia no es la única
que rechaza ser promiscuo, homosexual o ejercer la prostitución, son principios básicos de una
sociedad.

-El Sida esta matando gente, no se puede evitar predicando castidad y virginidad. El sexo es un
instinto y no puedes pedirle a jóvenes que se repriman, no lo hará¡¡¡ Promulgar la abstinencia
sexual es inconsecuente, los jóvenes desean y tienen derecho a la libertad sexual.

-No estamos imponiendo abstinencia, también está la opción de fidelidad a la pareja.

-Eso es ingenuidad, la juventud tiende a la infidelidad, convéncelos que uses condón, va a ser
más fácil y sanseacabó.

-Sanseacabó, eso dijeron en Europa y Estados Unidos cuando entregaban condones a los
jóvenes, y el Sida se les fue de las manos. Nuestra juventud es sentimental y sana. Eres
egoísta. Que usen conde, pero los demás¡¡¡¡… para que el Sida no llegue a mi familia. Pero a
tu hijo no le entregarás condones y le dirás que no se debe acostar con prostitutas ,
homosexuales, tú le enseñarás que tenga una conducta sexual sana, que sea fiel. Si esa es tu
forma de pensar ¿por que recomendarle a los demás que usen condón? Además el condón no
te protege 100%.

Ahora fue Gioconda quien termino enérgicamente la discusión. Héctor tampoco quiso seguir
discutiendo.

No hay mayor fuerza que la convicción

Me llamaba la atención que Yoko volviera a tener la vitalidad de antes, era como si su
enfermedad no existiera. Pero para mi no era fácil, debía convivir en matrimonio con una
portadora de Sida y con mi hijo, un portador que igualmente estaba condenado a morir en un
plazo limitado, esto me lleva a depresiones y angustia pero también a tranquilidad o
esperanza.

Mi impresión de Yoko era que había construido un muro interior para cubrir la tragedia,
sencillamente ignorándola.

Cuidaba la casa, al niño y cada 15 días viajaba a Santiago lo que llamaba “mi trabajo”

Un día al retornar de Santiago me preguntó:

-¿Qué dirías si me entrevistara Don Francisco?


Pensé en los pro y los contra de ser vista por millones de personas.

-Primero cuéntame ¿de que se trata?

-Don Francisco quiere hacer un programa sobre el Sida, estará el padre Santi, y quieren un
enfermo de Sida y me preguntaron a mi, mañana debo contestar, y yo estoy decidida , pero
me falta tu autorización.

-¿Estas loca? ¿Y que vas a hacer ahí?

-Dar un testimonio real, la gente no sabe lo que es tener Sida y cuanto te puede afectar, por
eso voy a salir de frente, por que no tengo nada que ocultar.

Ella es una esposa y madre, me expondría mi y al niño, pero no podía ser tan egoísta y pedirle
que pensara en mi, si ella es capaz de afrontarlo yo no podía hacer trizas su entusiasmo.

-Por mi puedes ir donde quiera – dijo Tito- y yo mismo te voy a acompañar.

Siempre hay algo mas que se puede hacer

No cabían dudas de que la influencia del padre Santi había sido fundamental en sus
motivaciones. Gioconda asistía a sus conferencias y había leído la mayoría de sus escritos.

-¿Te consideras católica Gioconda?

-Si padre, aunque estaba alejada de ella pero creo que la religión se lleva por dentro.

-Muchos que no son católicos se acercan con recelo, pero después se dan cuenta que aquí solo
queremos ayudarlos y así solos colaboran con los demás, sin distinción de clase.

-Es cierto, yo tuve ese recelo, me he acercado a Dios pero me he alejado de la humanidad,
siento que son egoístas y me duele ver su cambio de actitud cuando saben que tengo Sida ¿ a
usted no le da miedo infectarse?

-Como toda persona me da miedo morir, pero se que el Sida se contagia a través de la sangre y
secreciones genitales. Tengo muy claro que por estar infectada no has perdido tu condición
de hija de Dios. Por otra parte tengo fe en que se encontrará una cura, así como llegamos a la
luna , así el hombre derrotará este virus.

-¿Hasta ahora no ha sido fácil?

-Nada es fácil, se debe crear una gran fuerza social en la generación de los jóvenes que son los
mas expuestos, de nada valen las vacunas, la medicinas pueden curar a los enfermos, pero no
a una sociedad enferma en sus valores.

-Padre yo creo en nuestra juventud y solo necesita ser orientada e informada, estoy con usted
en lo que sea necesario.

Así se generó la participación de Gioconda en el programa de Don Francisco.


La vida esta enmarcada por un circulo de reencuentros

Yoko se propuso crear en Valparaíso una sede para los enfermos de Sida, con el pretexto de
que sería mucho trabajo le dije que la ayudaría.

-Mi amor , no te imaginas lo feliz que me haces- me abrazó y me beso.

Viajaba cada 3 días a Santiago y yo la acompañaba cada 7, el trabajar juntos nos unía mucho y
olvidaba su enfermedad viviendo solo el presente.

Se necesitaban recurso, campañas y sobre todo una sede donde la vecindad no se opusiera.

Gioconda se ofreció para una entrevista con el presidente del senado, argumentando que lo
conocía , pero nadie le creyó.

Finalmente se reunieron con él, el padre Santi, su secretario, la Yoko y yo, lo notable fue que el
senador Valdés se acordaba de Gioconda cuando le entregó la carta ecológica.

El senador prometió apoyo fiscal y conseguir una casa para la Sede.

Don Francisco no solo entretiene

El día antes del programa don Francisco se reunió con el médico encargado del programa de
Sida del Ministerio de Salud, el padre Santi y Gioconda.

Fue una charla de 2 horas, muy amena. Don Francisco aprovechaba de estudiar sus reacciones,
se notaba preocupado por el problema y deseoso de contribuir en una campaña.

El día del programa Gioconda estaba un poco tensa.

-Doctor- pregunta don Francisco- ¿que diferencia hay entre enfermo y portador?

-La persona infectada comienza siendo portador, pueden ser varios años, cuando su
enfermedad destruye sus defensas pasa a ser un enfermo.

-Las cifras que hay ¿Son los que se calculaban?

-Desgraciadamente si, ya no queda ningún país libre de Sida, pero lo que más nos alarma es la
proporción de mujeres infectadas pues se pensó que solo afectaba a hombres y
homosexuales, y es una epidemia que amenaza a todos si no se toman las medidas
preventivas.

-¿Hay posibilidad de contar con una vacuna?

-Se dispone de algunas vacunas, pero ya se conocen mas de 2 tipos de virus y deben existir
más, por lo que habría que tener una vacuna para cada tipo. Aun falta, mientras tanto se va a
requerir de otros medios como usar condón y jeringas desechables

-Y usted padre ¿ que opina del condón?

-El condón es una forma de huir de las responsabilidades además no protege un 100%. La
abstinencia y fidelidad no dejan lugar a ningún riesgo.

-¿Por qué usted insiste en tener casas para enfermos de Sida? Los vecinos se quejan.

-A nadie puede perjudicar que haya personas enfermas a algunos metros, y el Sida no se
contagia a distancia. La iglesia tenia que ayudar a estas criaturas de Dios y seguir el camino del
buen samaritano.

-¿Usted tiene fe padre , en que este virus no va a destruir este mundo?

-Oh si, tengo mucha fe en nuestros jóvenes, nosotros tenemos la responsabilidad de


orientarlos enseñándoles el bien y el mal, con nuestro ejemplo. Si la juventud fuera
totalmente fiel a su pareja ¿Qué pasaría con este virus Don Francisco?

-Yo me imagino que tarde o temprano se terminaría pero no soy tan optimista, creo que sin
medios efectivos es imposible detener la epidemia, pero no podemos confiar en la fidelidad
de los jóvenes.

Don Francisco presento a Gioconda y agradeció su disposición para asistir al programa como
una portadora de VIH.

-¿Cuál fue tu reacción cuando supiste que estabas enferma de Sida?

-Me pareció imposible que esto me sucediera a mi, lloraba y estaba atemorizada. Desee no
seguir viviendo, quería estar aislada, dejar que todo se acabase, baje 12 kilos por que no
quería comer , en el fondo me estaba suicidando. Pero se me dio la oportunidad de empezar
a hacer algo. La doctora Barrientos, mi única amiga en ese tiempo, confió en mi y llegué a
donde el padre Santi que me hizo ver que tenia algo útil por hacer en este mundo.

-No debe haber sido fácil….

-Lo importante es no dejarse llevar por los inconvenientes como los pájaros que luchan contra
el viento.

-Tienes un esposo y un hijo ¿verdad?¿como has podido llevar adelante tus propósitos y al
mismo tiempo sacar a tu familia adelante?

-Gracias a que tengo un esposo excepcional. Quiero decir además que él no es el culpable de
mi enfermedad, solo ha sido una victima, pero tiene una gran fortaleza y calidad humana, mi
hijo tiene el virus en la sangre, por lo cual tengo un mundo de cosas que hacer antes de irme.
-¿Qué le dirías a los demás como tú que tienen Sida?

-Nada, solo quiero compartir mis conclusiones: de pronto nos encontramos condenados a
muerte y debemos tener el valor de sobrevivir, pero tenemos el privilegio que no disponemos
de muchos años y yo quiero vivir en 3, 4, o algunos años más todo lo que hubiese querido vivir
en 30 o 40 años, yo quiero hacer por mi y por los demás, sin perder ni un minuto, lograr vivir
en poco tiempo lo que podrían ser muchos años

-¿Y que le dirías al resto, a los que no están infectados?

-Que nos permitan vivir … y nada más.

Mas arriba del viento

Cuando iban a a cumplirse 6 años desde que Gioconda supo que portaba el Sida, se había
convertido en una persona ampliamente conocida. Después de la entrevista recibió millones
de cartas de apoyo. La sede de Valparaíso estaba a punto de ser realidad.

Una noche Héctor despertó al ver a Gioconda inquieta.

-Estaba soñando- dijo Gioconda- soñaba que volaba sin tener alas, el viento me arrastraba y
sentía que no podía seguir y empecé a subir y llegue tan alto.

-Ya sé… donde vuelan los cóndores

-Así fue, y a mi lado volaban grandes pájaros.

Ambos sonrieron. Él la observó hasta verla dormida.

FIN

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