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2 Paralisis Cadiz PDF
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Etiología
Esta incapacidad para abducir los cartílagos aritenoides durante la
inspiración, puede ser debida a un déficit muscular, pero sobre todo es debida a una
afección del nervio que asegura su contracción. Esta parálisis puede ser unilateral o
bilateral (81 al 100% de los casos operados), congénita o adquirida.
Sintomatología:
Los síntomas que alertan al propietario y que motivan la consultación son
principalmente: ruidos respiratorios (estridor), intolerancia al esfuerzo, cambios más
o menos importantes de la voz cuando el perro ladra pudiendo llegar a la afonía, tos
que sobre todo se manifiesta en el momento de beber o comer, fatiga
generalizada,…
Estos síntomas observados por el propietario, suelen ser los más importantes en el
momento de la consulta. Si los síntomas son discretos, un test de esfuerzo de unos
minutos puede realizarse para acentuar los signos respiratorios. Un examen
neurológico completo es indispensable para poder evaluar una miopatía o una
neuropatía (debilidad, paresia, disminución de los reflejos espinales, atrofia
muscular…). La sospecha clínica es fundamental en el diagnostico de esta afección.
Diagnostico:
Diagnostico clínico (síntomas respiratorios, síntomas neurológicos),
radiográfico (descartar afecciones torácicas: bronconeumonía, tumores, edema
pulmonar no cardiogénico), endoscópico (es fundamental) y el electrodiagnóstico.
También debe realizarse una analítica sanguínea (T4, TST, colesterol).
Tratamiento quirúrgico:
Considerando las dificultades respiratorias y el empeoramiento de su calidad
de vida, el tratamiento quirúrgico es inevitable para la mayoría de los pacientes.
Numerosas técnicas quirúrgicas han sido descritas en medicina veterinaria para
tratar la parálisis laríngea. Todas ellas tienen como objetivo agrandar la apertura
glótica y así facilitar el paso del aire. Sin embargo, esta abertura debe ser suficiente
pero no excesiva para limitar el riesgo de neumonía por aspiración. La lateralización
unilateral del cartílago aritenoides (suturas a baja tensión), es actualmente la técnica
de elección.
Ventrículo-cordectomía:
Esta técnica consiste en retirar las cuerdas vocales del animal, ya sea por vía
oral o a través de la laringe (abordaje externo ventral), y así agrandar la apertura
glótica. Para evitar un efecto de cicatrización excesiva, se recomienda no retirar el
primer cuarto ventral de las cuerdas vocales o sino realizar un abordaje por
laringotomía ventral. La apertura glótica que se obtiene no suele ser suficiente y esta
técnica tiene muchas e importantes complicaciones (edema laríngeo post-operatorio,
fibrosis cicatricial, etc.). Además, en la mayoría de los casos requiere una
traqueotomía temporal durante o después de la cirugía.
Laringectomía parcial:
Fisura laríngea:
Cuidados postoperatorios:
La prioridad en el periodo post-operatorio inmediato es la oxigenación del
paciente y vigilar la posibilidad de un edema laríngeo. Un tubo de oxigeno nasal o
naso-traqueal durante 12-24 horas es aconsejable. Iniciar una terapia de corticoides
(dexametasona 0,2 mg/kg por ejemplo) para limitar el riesgo de edema e inflamación
de la laringe. A partir de las primeras 24 horas, se le pone a disposición agua en
pequeñas cantidades y se vigila si el animal traga correctamente y no tose cuando
bebe. Si el agua es bien tolerada, se puede empezar la alimentación, también en
pequeñas cantidades, manteniendo la misma vigilancia sobre la tos y los signos
respiratorios. Realizar radiografías de tórax, para vigilar la neumonía por aspiración,
si se dan crisis de tos, e instaurar una antibioterapia de amplio espectro. Un reposo
de varias semanas es recomendado y necesario, aunque la mejora de la
insuficiencia respiratoria es en general inmediata.
Seguimiento y complicaciones:
Especialmente en la cirugía de la parálisis laríngea, es muy importante tener
en cuenta las complicaciones post-operatorias, ya que se dan el 34,3% de los casos,
y el 66% de ellas se observan en las primeras 2 semanas. Las complicaciones
encontradas son: seroma (10% de los casos) o infección local, ruptura de la sutura o
fractura del cartílago aritenoides (4%), edema laríngeo, persistencia de tos que se
agrava al beber o comer (28%), persistencia de ruido (estridor) al respirar o/y
intolerancia al esfuerzo (23%), neumonía por aspiración (18-23,6% si laringoplastia
unilateral y 42% si bilateral; es la complicación más seria y preocupante, el riesgo es
mayor durante los primeros días pero estará presente toda su vida), y la muerte del
animal (2,9% en las primeras 24 horas).
Pronóstico:
Aun teniendo un porcentaje elevado de complicaciones, el pronóstico a corto
y medio plazo es favorable después del tratamiento quirúrgico. Según los estudios,
cerca del 90% de los propietarios nota una mejoría clínica y de la calidad de vida de
su perro. Los factores determinados que predisponen a las complicaciones o a la
muerte son: la edad avanzada del paciente, la realización de una traqueotomía y la
presencia concomitante de una o varias de las anomalía siguientes: respiratoria, del
esófago (mega esófago), neoplásica, una enfermedad del sistema nervioso
subyacente (3 veces más probable que muera por una causa ligada a su parálisis
laríngea). La parálisis laríngea es una entidad multifactorial.
Referencias y lectura recomendada:
EVANS, H.(ed.):Miller’s anatomy of the dog, 3rd ed., Saunders, Philadelphia, 1993.
SLATTER DH (eds): Textbook of small animal surgery (ed 3), Philadelphia, PA,
Saunders, 2003.
WHITE RAS; Laryngeal Disorders Chapter 15e in BSAVA Manual of Canine and
Feline Respiratory Medicine. Eds Fuentes, Johnson & Dennis 2nd ed BSAVA
Publications, Cheltenham (2010).