sigiloso, te observa desde sus matorrales de deseo te busca, te juzgaa, te miente mil veces, y luego te deja.
Hombre, no he conocido ninguno
que desprecie unas piernas que no voltee a mirar cuando pasa una mujer bonita que no huya del compromiso tanto como yo lo hago que no junte agua en su boca al ver unos senos.
Hombres, animales indomables
machistas sin causa art�culos de primera necesidad, aunque yo preferir�a un auto o tal vez una computadora o un departamento.
Hombres, est�n a tu lado y sin embargo,
no hacen m�s que pensar en sus conejillas de Playboy y no es que yo no quiera uno pero qui�n, me hizo desear un hombre perfecto.
Tan lleno de defectos, como los nombr�
pero apasionado, loco, esquizofr�nico amigo y amante poeta, n�ufrago y mezquino pobre, hura�o, resentido feo, sin gracia, ni dinero. Todo lo que una mujer no quiere; bueno, pues as� es, mi hombre perfecto.
Tan sin igual, tan hombre, tan elocuente
que en este mundo no existe o no es heterosexual tan m�o y sin que lo sea tan cr�tico de mis obras que por m�s que viva cien a�os ese �ngel del cielo no bajar�.