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Revista de Ciencias Sociales (Cr)

ISSN: 0482-5276
revista.cs@ucr.ac.cr
Universidad de Costa Rica
Costa Rica

Porras Ferreyra, Jaime


EL CINE COMO INSTRUMENTO DE REINTERPRETACIÓN HISTÓRICA EN PERIODOS DE
TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA
Revista de Ciencias Sociales (Cr), vol. IV, núm. 122, 2008, pp. 89-101
Universidad de Costa Rica
San José, Costa Rica

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=15312992008

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Rev. Ciencias Sociales 122: 89-101 / 2008 (IV)
ISSN: 0482-5276

EL CINE COMO INSTRUMENTO DE REINTERPRETACIÓN HISTÓRICA


EN PERIODOS DE TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA

CINEMA AS AN INSTRUMENT OF HISTORICAL REINTERPRETATION


IN PERIODS OF DEMOCRATIC TRANSITIONS

Jaime Porras Ferreyra*

RESUMEN

Este artículo aborda el uso del cine como instrumento de difusión de ideas en un
contexto específico, en este caso sobre su papel dentro de las transiciones a la demo-
cracia para poder presentar a la ciudadanía una reinterpretación histórica y así ir a
contracorriente de la historia oficial de los regímenes autoritarios. Para ello se ana-
liza concretamente el carácter político de las obras de diversos cineastas en España
y México, en plena época de transformación político-institucional. Factores como la
desmitificación de algunos eventos históricos, la presencia en la pantalla de actores
políticos tradicionalmente ignorados y la crítica a ciertos valores propios del autori-
tarismo sirven de ejemplo de la capacidad del séptimo arte como espacio de acción
política.

PALABRAS CLAVE: ESPAÑA * MÉXICO * HISTORIA POLÍTICA * CINE * DEMOCRATIZACIÓN


* ACTORES POLÍTICOS

ABSTRACT

The following article studies the use of cinema as an instrument of ideas in a specific
context, in this case, its role in democratic transitions with the objective to present
to the citizens a historical reinterpretation in order to dispute the current views of
the official history of the authoritarian regimes. To demonstrate this, the political
character of motion pictures from Spain and Mexico during the political-institutional
transformation will be analyzed. Factors like the demystification of some historical
events, the screen presence of political actors traditionally ignored and the critique
of certain values linked to authoritarianism become examples of the capacity of the
seventh art as a space of political action.

KEYWORDS: SPAIN * MEXICO * POLITICAL HISTORY * CINEMA * DEMOCRATIZATION *


POLITICAL ACTORS

* Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad porrasferrey@yahoo.com


Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, México.

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A pesar de varias décadas alejado de la través de la cámara, centraremos nuestra aten-


ciencia política, el cine ha despertado en los ción en el papel del cine, tal y como lo comen-
últimos años un mayor interés por parte de dis- tan distintos autores, en uno de los puntos
tintos politólogos. Luego de que varias discipli- ignorados frecuentemente por la denominada
nas tales como los estudios cinematográficos, Transitología: la importancia del pasado en los
los denominados cultural studies y la antropolo- debates sobre las transiciones políticas. Para
gía han efectuado análisis “políticos” de distin- ello, analizaremos en concreto los casos de
tas obras fílmicas, los estudiosos de la política España y México. La democratización de España
comienzan a constatar la importancia del cine es vista tradicionalmente como el caso de tran-
como objeto político por tratarse de un fenó- sición ejemplar, sin embargo, las cuestiones
meno social y de un instrumento de difusión históricas fueron y siguen representando un
masiva de mensajes de diversa índole. De esta punto polémico en todos los sectores sociales.
manera, temas como la relación entre la cáma- En el caso de México, hablamos de una transi-
ra y el nacimiento, desarrollo y consolidación de ción más reciente pero donde de igual manera
diversos regímenes autoritarios, el papel de los el peso del pasado, luego de años de censura
cineastas dentro de las luchas sindicales y de la y de la difusión sistemática de una “historia
crítica efectuada por parte de varios directores oficial”, se ha convertido en un aspecto de vital
a diversas problemáticas sociales —pensemos importancia dentro del proceso de democratiza-
por ejemplo en la cuestión del medio ambiente, ción. De esta manera, profundizaremos sobre el
los derechos indígenas, la condición de la mujer papel de los cineastas en estos dos países como
y la diversidad sexual— dan cuenta, por una creadores de obras que tocan directamente las
parte, de la diversidad discursiva presente en la cuestiones históricas en periodos de constantes
pantalla grande y, por la otra, del creciente inte- cambios políticos y sociales.
rés del cine como objeto político.
Uno de los eventos que han producido un
vasto interés en las últimas décadas por parte EL ESTUDIO DE LOS CAMBIOS DE RÉGIMEN
de muchos de los estudiosos de la ciencia políti-
ca es el caso de las transiciones y consolidacio- El estudio de las formas y mecanismos
nes democráticas. En efecto, desde el inicio de en que un país circula de un régimen a otro ha
la denominada Tercera Ola de Democratización acaparado la atención de diversos politólogos
(Huntington, 1991), diversos países circularon desde hace varias décadas. A través del tiempo,
de un régimen político autoritario a otro de distintas perspectivas han sido utilizadas para
corte democrático en distintas regiones del explicar con detalle los cambios de régimen. En
orbe. Para el estudio de dichos cambios de régi- un primer momento, algunos autores se con-
men han sido utilizados varios enfoques tales centraban en el desempeño de las instituciones
como el peso de la economía, el papel de las éli- políticas como único factor explicativo. Durante
tes negociadoras, el contexto internacional y la los años sesenta y setenta, las tesis estructura-
cultura política (Badie, 1988) (Gazibo y Jenson, les basadas en la instauración de un conjunto
2004). El propósito fundamental de nuestra de prerrequisitos tales como el desarrollo eco-
investigación es subrayar el papel del cine como nómico y cultural, cobraron una gran impor-
instrumento de difusión de ideas políticas en tancia dentro de la disciplina, principalmente a
esta época de transformación político-institu- través de los trabajos de Seymour Martin Lipset,
cional, señalando que un cambio de régimen es Gabriel Almond, Sydney Verba, J.R. Pennock,
un proceso complejo que involucra a distintos E.S. Griffith y J. Plamenatz (Badie, 1988).
actores y escenarios y donde las expresiones Existieron poco después algunas tesis que liga-
artísticas —en este caso concreto, el séptimo ban directamente la acción de una clase social
arte— pueden representar un canal efectivo de específica con la difusión y el desarrollo de la
difusión de diversos mensajes políticos. Dentro democracia —Barrington Moore y la burguesía;
de todas las formas posibles de participación a Rueschemeyer, Stephens y Stephens y la clase

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trabajadora— (Gazibo y Jenson, 2004). A finales ha sido estudiado con detalle. Tal y como es
de los años setenta, y debido a las transiciones señalado por Guy Hermet, los autores ligados
experimentadas en el Mediterráneo por Grecia, principalmente al estudio estratégico de las
Portugal y España, algunos autores comenzaron transiciones no se han necesariamente distin-
a privilegiar una perspectiva basada fundamen- guido por su interés hacia el pasado (Hermet,
talmente en las decisiones de los actores políti- 2001). Dentro de los pocos documentos que
cos tradicionales. De esta manera, una transi- abordan dicho tema, es posible distinguir dos
ción era entendida como el resultado de pactos, distintas maneras de evocar la historia dentro
negociaciones y alianzas entre sectores de la del análisis de las transiciones. La primera de
oposición y miembros del régimen autoritario ellas subraya la importancia del pasado desde
simpatizantes de llevar a cabo toda una serie la perspectiva de las instituciones políticas. En
de reformas. Así, diversos trabajos de parte de otros términos, presta atención a la influencia
algunos politólogos dieron lugar a la denomina- de la herencia institucional del antiguo régi-
da Transitología (O’Donnell y Schmitter, 1986) men sobre las nuevas instituciones. Sobre este
(Karl y Schmitter, 1991) (Linz y Stepan, 1996). punto, Karl y Schmitter señalan que incluso
Para estos autores, arribar a una democracia no si fueran creadas nuevas instituciones en el
es el resultado de un proceso de transformación nuevo sistema democrático, estas pueden verse
en lo económico o en lo cultural sino el fruto de afectadas por la forma en que funcionaban las
las relaciones entre las élites políticas, que reali- anteriores (Karl y Schmitter, 1991). La segun-
zaban reuniones y acuerdos con base a cálculos da es utilizada principalmente en el estudio
estratégicos. Es por ello que dichos autores se de las transiciones llevadas a cabo después de
inclinaron más por una definición mucho más una guerra civil o tras un régimen con una
electoral de la democracia, fundamentada en su alta represión política. En este caso es común
capacidad para elegir gobernantes por medio de abordar temas como la reconciliación nacional
prácticas bien definidas. y la impartición de justicia, agrupados bajo el
Con el paso de los años, otros estudio- nombre de “justicia transicional”, por medio de
sos han continuado en el análisis de diversos diversas acciones tales como la promulgación
aspectos ligados a las transiciones democráticas. de una amnistía general, los procesos públi-
Citemos por ejemplo, las reflexiones en torno cos, la creación de comisiones de la verdad, las
a la importancia del Estado de derecho en las compensaciones de orden económico y ciertos
nuevas democracias, a la imputabilidad de las gestos simbólicos (Rigby, 2001).
autoridades gubernamentales y a la distribución A pesar de estos contados esfuerzos por
del poder (O’Donnell, 1992) (Valenzuela, 1993). tomar en cuenta la variable histórica dentro
De igual manera se han dejado escuchar algu- del estudio de las transiciones a la democracia,
nas críticas en torno a la Transitología, acusán- uno de los aspectos que continúa dejándose
dola de concentrar demasiado su atención en las de lado es la manera en la cual los ciudadanos
élites y en no contar con las herramientas nece- tienen que tornar la vista al pasado, olvidando
sarias para explicar formas de régimen difíciles las manipulaciones históricas del autoritaris-
de catalogar (Carothers, 2002). En este orden de mo y teniendo acceso a otras interpretaciones
ideas, otros autores más añaden al papel de las sobre distintos eventos ocurridos años, décadas
élites la participación de otros autores; citemos o siglos atrás. Una de las ventanas que permiten
por ejemplo el rol de los sectores populares en contemplar justamente una nueva versión de los
las democratizaciones vividas en África y la par- hechos históricos es la pantalla cinematográfica.
ticipación de grupos religiosos (Bratton y Van de
Walle, 1997) (Coulon y Constantin, 1997).
A pesar de la cantidad considerable de EL CINE Y LA TRANSITOLOGÍA
textos que abordan la cuestión de las transicio-
nes a la democracia, el interés sobre la relación Tal y como señalamos anteriormente,
entre la historia y los cambios de régimen no las relaciones entre la ciencia política y el cine

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nunca han sido verdaderamente cercanas. El la perspectiva de la cultura de masas, de qué


cine como objeto de estudio no ha logrado forma los cambios políticos afectaron al cine
despertar un interés importante en los politólo- como institución social a su vez que dentro
gos, a pesar de tratarse de un espacio capaz de de sus contenidos fílmicos (Trenzado, 1999).
difundir ideas, valores, conductas y reflexiones Invirtiendo las variables, otros textos han que-
de orden político provenientes de todo tipo de rido explicar el papel del cine dentro de la tran-
ideologías y con una enorme capacidad de difu- sición española al centrar su atención en la
sión entre la ciudadanía. Para Manuel Trenzado capacidad del séptimo arte en difundir nuevos
Romero, dicho desinterés puede explicarse prin- valores y en elaborar críticas del ancien régime
cipalmente por tres factores: el peso predo- (Porras, 2008). Continuando con esta misma
minante del institucionalismo en la ciencia línea de análisis, es decir, tomando en cuenta
política, la falsa convicción de que la ficción la capacidad del cine para difundir mensajes de
está alejada de toda realidad política y la apro- protesta y de promoción de ciertas actitudes1,
piación del estudio del séptimo arte por parte es posible constatar que la cámara cinema-
de otras disciplinas (Trenzado, 2000: 47). Las tográfica puede ser empleada para proyectar
pocas alusiones al celuloide dentro de la ciencia justamente uno de los temas más polémicos
política las podemos encontrar por ejemplo, en durante un cambio de régimen. Nos referimos
algunos estudios sobre el cine de propaganda específicamente a la discusión de cuestiones
propio de los totalitarismos y sobre el desarrollo históricas. En efecto, distintos tópicos ligados
del Tercer Cine, de inspiración marxista, en los al pasado, frecuentemente ignorados por parte
países periféricos. de los actores políticos encargados de nego-
Pese a no citar directamente el papel del ciar y acordar los cambios institucionales que
séptimo arte dentro de las dinámicas propias propicien la transición, pueden tener cabida
de la transición, algunos estudiosos subrayan en las salas cinematográficas, aprovechando
la importancia de los artistas dentro de la lucha el enorme potencial de difusión de películas
y documentales. Más allá del deseo por parte
por transitar de un régimen autoritario a uno
de las élites políticas de abordar toda cuestión
de corte democrático. O’Donnell y Schmitter
histórica o bien de suprimirla completamente
mencionan el valor de los creadores artísticos
dentro de las dinámicas propias de una tran-
para formar un bloque opositor al autoritarismo
sición política, el cine puede convertirse en un
y para promocionar una alternativa democráti-
espacio donde los ciudadanos pueden discutir
ca (O’Donnell y Schmitter, 1986: 49), mientras
sobre el pasado. Sobre este punto específico, y
que Guy Hermet identifica a ciertos artistas
tal y como lo afirma Jean-François Bayart, las
como actores importantes en la legitimación
expresiones culturales son de gran utilidad a
del nuevo sistema democrático (Hermet, 1993:
fin de ejercer un contrapeso sobre la hegemo-
215-216). nía discursiva de las élites (Bayart, 1981: 57).
Recorriendo la literatura sobre los cam- Dentro de dichas expresiones culturales, el cine
bios de régimen, podemos constatar que los puede jugar un papel importante al representar
estudios que llegan a tomar en cuenta el papel
del cine son casi inexistentes. Dentro de las
pocas excepciones, podemos citar el texto de
Peter Hopkinson, centrado en una perspectiva 1 Hablamos en este caso del uso del séptimo arte
como espacio de difusión de ideas prodemocrá-
desarrollista, respecto a la cámara como instru-
ticas. Es necesario, sin embargo, señalar que los
mento de difusión de los avances tecnológicos cineastas no siempre defienden las mismas ideo-
al mismo tiempo que como herramienta de logías políticas. Tal y como se puede constatar en
unidad nacional (Hopkinson, 1972). Cultura de cualquier disciplina artística, en el cine se encuen-
masas y cambio político: el cine español de la tran representadas las más variopintas concep-
ciones sobre el mundo; pensemos por ejemplo en
transición de Manuel Trenzado Romero se ha realizadores anarquistas, de aspiración marxista,
consolidado como la obra pionera en la mate- fascistas, otros más cercanos a la democracia libe-
ria. En este documento el autor analiza, desde ral o bien, algunos definitivamente apolíticos.

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un foro para las discusiones históricas y de esta EL PASADO Y EL CINE ESPAÑOL


manera convertirse en una poderosa ventana al DE LA TRANSICIÓN
pasado.
A lo largo de varias décadas, distintos A pesar del consenso en los círculos
autores han subrayado la capacidad del cine académicos sobre el éxito de la transición en
para ser empleado como herramienta de la España, algunos estudiosos hablan del grave
enseñanza de la historia (Ferro, 1984). Incluso error que significó para los políticos el haber
algunos historiadores comentan que el len- suprimido cualquier alusión a la historia duran-
guaje cinematográfico tiene muchas veces un te dicho periodo de cambio. Como ejemplo,
impacto mayor para la difusión histórica que la Josep María Colomer comenta que esta amnesia
propia palabra escrita (Raack, 1983: 416-418). respecto al pasado hizo que las virtudes de la
Las películas se convierten de esta forma en transición devinieran los vicios de la democra-
medios de producción de discursos históricos cia (1998: 10, 181). En efecto, las alusiones al
y los directores constatan que por medio del pasado fueron evitadas sistemáticamente por
lenguaje cinematográfico es posible reconstruir parte de las élites encargadas de negociar el
cambio de régimen, bajo la firme idea de no
y restituir la memoria colectiva (Amador, 1996:
poner en peligro los acuerdos y compromisos
114-115). A través de la imagen fílmica, los ciu-
entre las partes. Dicho silencio fue conocido
dadanos pueden presentar visiones alternativas
bajo el nombre de “pacto del olvido” (Rigby,
sobre determinados eventos históricos, yendo
2001: 12-13).
a contracorriente de la historia oficial, carac-
Paradójicamente, uno de los pilares ideo-
terística de los regímenes autoritarios y gene-
lógicos del franquismo fue durante muchos
ralmente instrumento de manipulación hacia
años el uso del discurso histórico como ele-
la ciudadanía. De esta manera, y tal y como es
mento de legitimación. Para las autoridades
señalado por diversos autores, el cine, además
franquistas, sólo la versión oficial de la historia
de ser sinónimo de entretenimiento y disciplina
tenía cabida en la sociedad española. Dicha ver-
artística, se convierte también en un espacio sión estaba sustentada en la imagen de Franco
para transmitir valores y mensajes ligados a como salvador de los valores y los intereses de
la vida de otras personas, transformándose la patria, en la división flagrante entre vence-
entonces en una experiencia vicaria (García dores y vencidos y en la nula posibilidad de que
Amilburu, 2002). estos últimos pudieran tener voz. Esta estrate-
Eventos como la guerra civil, el exilio, las gia ideológica fue conocida bajo el nombre de
precarias condiciones de vida durante el fran- “pacto de sangre” (Rigby, 2001: 44).
quismo y los perseguidos políticos de las distin- En el caso específico de la transición
tas comunidades regionales han estado ligados española, es importante señalar que el cine fue
a la amnesia, al debate y a la polémica para los uno de los pocos terrenos —pese a diversas
españoles desde el comienzo mismo de la tran- polémicas y a algunos desatinos— donde fue
sición. De igual manera, la represión guberna- posible observar una serie de ideas sobre el
mental dirigida hacia los jóvenes en 1968 y el pasado distintas al discurso oficial omnipresen-
nacimiento, el desarrollo y la forma de operar te durante varias décadas. Así, Paloma Aguilar
del otrora partido de Estado han sido también comenta que diversos espacios tales como las
delicados temas para autoridades y ciudadanos investigaciones académicas, las obras litera-
de México en las últimas dos décadas. Frente rias y en especial, el cine, abordaron el pasado
a la complejidad de abordar dichas cuestiones a pesar del silencio generalizado sobre dicho
a través de los canales institucionales, algunos tema (Aguilar, 2004: 25). Efectuando un reco-
cineastas de estos dos países expresaron sus rrido sobre las producciones fílmicas durante
ideas al respecto en sus creaciones fílmicas, la transición española, podemos darnos cuenta
proponiendo nuevas formas de interpretar el que la evocación del pasado fue un tema común
pasado en periodos específicos de transforma- en la pantalla grande. Se habla incluso del desa-
ción político-institucional. rrollo de un género cinematográfico particular

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en aquel periodo conocido como “cine de recu- y Franco: ese hombre (1964) de José Luis Sáenz
peración de la memoria colectiva” (Molina Foix, de Heredia. En los años de la transición, algu-
entrevista, 2005). nos directores españoles optaron por abordar
Desde una perspectiva política, el análi- este espinoso tema desde otra perspectiva.
sis de algunas de las cintas más representati- Luego de décadas bajo el discurso oficial, el
vas del cine español de la transición resalta la cual abordaba la guerra con tintes heroicos y
importancia que tuvo para algunos directores marcaba una profunda división entre vence-
el hecho de hacer alusión a los eventos histó- dores y vencidos, varios miembros del mundo
ricos, un tema prohibido durante varias déca- cinematográfico optaron por hacer pública una
das y cuya única fuente provenía del aparato nueva visión del conflicto bélico. Se trataba a
propagandístico franquista. De esta manera, ciencia cierta de recuperar una idea desarro-
se trataba de brindar al público una lectura del llada por algunos miembros de la vida artísti-
pasado a contracorriente de la historia oficial. ca española durante la guerra y al final de la
Esta forma de proceder por parte de algunos misma. Hablamos específicamente del término
miembros de la comunidad cinematográfica va “cainismo”, es decir, del hecho de considerar
en la misma dirección de lo que comenta Guy la guerra civil como una tragedia colectiva,
Hermet, respecto a la responsabilidad por parte como un duelo entre hermanos de la misma
de los creadores artísticos para contribuir a nación, de nefastas consecuencias para todos
la desmitificación de los discursos heredados (Deveny, 1993). En efecto, entre 1973 y 1977,
del antiguo régimen (Hermet, 1993: 214). Las fueron producidas en España algunas películas
películas históricas realizadas durante los años que no dudaban en señalar el carácter trágico
de la transición se ocuparon de recrear diversas y sangriento de la guerra civil, enseñando en la
épocas de la historia de España. Creemos sin
pantalla el drama producto del conflicto y por
embargo, que por su importancia política, dos
primera vez en muchos años, otorgando una
momentos históricos fueron abordados con
voz a los sectores republicanos. Entre todas
mayor frecuencia. Nos referimos específica-
ellas, podemos citar por su importancia en pri-
mente a la guerra civil (1936-1939) y al periodo
mer lugar a Pascual Duarte (1976) de Ricardo
inmediato que le sucedió, es decir aquel que
Franco. Basada en la novela de Camilo José
abarca la postguerra y los primeros años del
Cela, la cinta de Franco está ambientada en los
franquismo (1939-1953)2.
años que preceden al comienzo del conflicto. En
Durante los años de vida del régimen
esta película, se evidencian las tensiones y las
franquista, únicamente tenía cabida una sola
difíciles condiciones de la España de la época.
explicación a propósito de la guerra civil. Así,
esta era descrita como una verdadera “cruzada” Virginia Higginbotham comenta que se trata
en contra de los enemigos de la nación. Dicho hasta cierto punto de un documento etnográfi-
discurso también llegó al mundo cinematográ- co cuya intención es de mostrar la intolerancia
fico, uno de los instrumentos preferidos por las y la corrupción de las estructuras sociales del
autoridades franquistas para desarrollar toda medio rural (1988: 109). Incluso, Carmen de
una mitología respecto al conflicto armado. Elejabeitia y F. de Castro van más lejos en sus
Hablamos por ejemplo de películas como Raza comentarios afirmando que la película sirve
(1941), cinta de Gonzalo Herralde basada en para desenmascarar las verdaderas causas de
un argumento escrito por el propio Francisco la guerra civil: el problema de la propiedad de
Franco bajo el seudónimo de Jaime de Andrade, la tierra y las tensiones producto de las malas
relaciones entre las distintas clases sociales
(1977: 13). Dos obras fílmicas que describen con
2 Esta fecha abarca del término de la guerra civil a detalle el caos y la desolación de los años de la
la firma del pacto militar entre el régimen fran- guerra son tanto Retrato de familia (1976) de
quista y los Estados Unidos de América. Dicho
pacto ayudó a terminar con el distanciamiento
Antonio Jiménez Rico como Las largas vacacio-
de España con una buena parte de la comunidad nes del 36 (1976) de Jaime Camino. En estas dos
internacional. cintas, queda de manifiesto el drama provocado

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por la guerra dentro de las familias españolas. histórica, podemos constatar en ella diversos
En Retrato de familia, la primera película donde pasajes que sirven para dar cuenta del clima de
se aborda la guerra civil después de la muerte desolación de aquella época. De acuerdo con
de Franco, se muestra el dolor de una familia Jaime Pena, la película consigue ilustrar a la
simpatizante con la causa nacionalista al perder perfección el sentimiento de tristeza y de des-
a su único hijo en el frente de batalla. En Las esperanza, hablando de una verdadera “estética
largas vacaciones del 36, Jaime Camino —de de la derrota” (2004: 56). En El espíritu de la
la mano de Manuel Gutiérrez Aragón, guionista colmena, el silencio deviene como elemento
de la cinta— muestra por una parte las difíciles fundamental. En la propia opinión de Erice,
condiciones a las que se tuvieron que enfrentar dicho silencio es un recuerdo constante de su
miles de familias españolas, aun lejos del soni- infancia, de aquel mutismo introspectivo de una
do de las balas; por la otra, el director aspira a población traumatizada por la tragedia colec-
presentar un rostro más acorde con la realidad tiva (Morgan, 1993: 27). De igual manera, la
de muchos de los seguidores de la causa repu- cinta sirve para retratar la condición de muchos
blicana en Cataluña: individuos en su mayoría españoles que, a causa de sus ideas políticas,
herederos de una tradición liberal, con una tuvieron que vivir el exilio interior, condenados
identidad nacional distinta, lejos del fanatismo a callar y a pasar inadvertidos. Otra película
comunista estereotipado durante muchos años que aborda las condiciones de vida de la post-
por el régimen (Gutiérrez Aragón, entrevista, guerra es Pim, Pam, Pum ..., ¡Fuego! (1975) de
2005). Cabe señalar que en dicha película apa- Pedro Olea. A través de la historia de Paca, una
rece por primera vez la bandera republicana, bailarina de cabaret enamorada de un miembro
luego de cerca de cuarenta años de conside- de los maquis y chantajeada por un estraperlis-
rársele un símbolo prohibido (Monterde, entre- ta, Olea consigue recrear con éxito el Madrid
vista, 2005). A través de estas y otras cintas, de los años cuarenta, entre el racionamiento y
se trataba entonces de romper con la interpre- los traumas de la guerra. En este sentido Pim,
tación oficial de la guerra civil impuesta por el Pam, Pum..., ¡Fuego! subraya la importancia
de los alimentos durante ese periodo histórico.
régimen durante tanto tiempo, desmitificando
Además de señalar los problemas alimentarios
el conflicto y abordándolo como lo que fue: una
de la postguerra, Olea efectúa en su película
tragedia colectiva que continuaba pesando en
una crítica directa a la corrupción generaliza-
las conciencias de los españoles.
da y a las fortunas amasadas ilegalmente en
El segundo gran tema histórico abordado
esa época. El propio director comenta que al
por algunos directores de la transición se sitúa
momento de su estreno, el film provocó la cóle-
en los años de la postguerra y de consolidación
ra de algunos sectores ligados al franquismo,
del régimen franquista. En efecto, por medio de
quienes se sintieron señalados directamente
la cámara, diversos cineastas decidieron pre-
en la pantalla (Olea, entrevista, 2005). De esta
sentar públicamente la imagen de una España
manera, Pim, Pam, Pum ..., ¡Fuego! representó
hundida en la miseria, sujeta a una represión
un esfuerzo más para abordar diversos aspectos
incesante y donde diversas actividades ilícitas, del pasado español silenciados durante varias
como el tráfico y el estraperlo, eran actividad décadas.
cotidiana. En una línea muy próxima al cine
metafórico, Víctor Erice aborda en El espíritu
de la colmena (1973) el difícil ambiente de la EL CINE MEXICANO, LA DERROTA DEL PARTIDO
postguerra. Considerada como una de las obras REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL (PRI)
maestras del cine español, la cinta de Erice Y LA HISTORIA OFICIAL
describe en un estilo más críptico y altamente
poético, la vida de una familia simpatizante de A diferencia del caso español, señala-
la causa republicana en los campos de Castilla do por muchos como ejemplar y que incluso
a principios de los años cuarenta. A pesar de no derivó en el desarrollo de modelos explicativos
tratarse de una simple película de recreación basados en las decisiones estratégicas de las

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élites políticas, la transición mexicana continúa de diseñar la historia oficial también decidían
representando un desafío para los politólogos los acontecimientos que debían ser olvidados,
y lejos de provocar un consenso en sus etapas tales como los ejemplos de la represión política
y dinámicas, incita hasta la fecha opiniones y las acciones llevadas a cabo por los opositores.
encontradas y divergentes. Desde la década de En un régimen caracterizado por el cas-
los noventa, algunos autores dejaban ya entre- tigo, las prebendas y las decisiones patrimonia-
ver la transformación del sistema político mexi- listas, no es difícil imaginar una esfera cine-
cano, anunciando un cambio irreversible en las matográfica afectada también por esta forma
formas de ejercer el poder en el país (Cornelius, de hacer política. En efecto, el cine mexicano
1996) (Morris, 1995). representante de estas décadas de autoritaris-
A pesar de que la democracia mexicana mo se distinguió por el uso sistemático de la
no siguió necesariamente los mismos pasos que censura y el financiamiento sólo a aquellos pro-
el caso español, por tratarse de situaciones con ductos que no pusieran en entredicho la línea
contextos distintos, un cambio generacional de oficial, y donde los intentos de crítica a través
nuevos políticos priístas permitió imaginar un de la cámara no fueron verdaderamente nume-
viraje hacia una vida política más democrática rosos (Mora, 1989) (Monsiváis y Bonfil, 1994),
(Centeno, 1997). Contrariamente a esta idea, a pesar del esfuerzo de algunos directores por
Mauricio Merino comenta que México experi- tratar de retratar varios de los problemas socia-
mentó una transición “votada” y no “pactada”, les. Sobre esta visión oficialista, hablamos por
donde no existió necesariamente una verdadera ejemplo de películas enfocadas en subrayar las
ruptura, en un escenario en el cual se recupera- costumbres propias de las “buenas familias”
ron instituciones políticas sin tener que diseñar mexicanas —basta recorrer varios de los éxitos
necesariamente otras nuevas (Merino, 2003). del melodrama de los años cuarenta y cincuen-
De esta manera, las elecciones presidenciales ta— y de la descripción de la lucha revoluciona-
del 2000 ganadas por el candidato del oposi- ria como tema glorioso y alejado de cualquier
tor Partido Acción Nacional (PAN), Vicente Fox crítica —pensemos en algunas obras de Emilio
Quesada, permitieron que el país circulara a un Fernández y Fernando de Fuentes—.
escenario democrático pero sin romper con los A medida que el país experimentaba cam-
actores políticos tradicionales. bios en el escenario político, fue sintiéndose una
Uno de los pilares fundamentales del mayor distensión en los mecanismos propios de
antiguo régimen priísta fue su férreo control la censura, permitiendo difundir poco a poco
sobre todas las esferas sociales del país. En algunos mensajes políticos dentro del séptimo
efecto, el régimen del PRI manejaba la distribu- arte. De esta manera, algunos cineastas deci-
ción de recursos, el manejo de la información dieron abordar en sus obras temas que tenían
y el ejercicio del poder en cualquier escenario que ver directamente con varias de las páginas
posible. Por ende, resultaba imposible expresar de la historia nacional, llevando a la pantalla
ideas que chocaran de frente con los intereses eventos tan específicos como la represión hacia
del partido de Estado. Ejemplo de todo ello fue los estudiantes en 1968 y en la denominada
el uso de la historia oficial como instrumento “Matanza del Jueves de Corpus” de 1971, el
de legitimación política, donde se hacía alusión fraude electoral de 1988, las históricas formas
a mitos nacionales y a verdades a medias justa- de ejercer el poder por parte de los políticos
mente para tratar de persuadir a la ciudadanía priístas y la actuación política en el pasado de
de la supuesta fuerza histórica del régimen y sectores como la Iglesia y la iniciativa privada.
de la justificación de muchas de sus acciones Uno de los episodios más polémicos en la
(Crespo, 2009). De esta manera, distintos pasa- historia mexicana de los últimos cincuenta años
jes de la historia mexicana eran interpretados y fue la represión por parte del régimen hacia
adaptados a conveniencia del régimen. Además varios sectores disidentes, en especial hacia los
de concentrar la atención en algunos personajes jóvenes universitarios, a finales de la década de
y en diversos eventos del pasado, los encargados los sesenta y a principios de los setenta. Durante

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El cine como instrumento de reinterpretación histórica en periodos de transición democrática 97

años, el aparato oficial se dedicó a borrar de 75). Filmada con pocos recursos económicos,
golpe toda alusión a dicho evento o a comentar- Rojo amanecer consigue recrear el clima de
lo escuetamente como una conspiración inter- incertidumbre, temor y zozobra de una típica
nacional en contra de las instituciones políticas familia mexicana, con diferencias generaciona-
del país. De esta manera, tanto la matanza les e ideológicas entre sus miembros y víctima
del 2 de octubre de 1968 como el ataque a los de la violencia de Estado.
estudiantes el 10 de junio de 1971 circularon En este mismo esfuerzo por citar públi-
mucho tiempo como rumores en los escenarios camente eventos dolorosos de la historia mexi-
privados, sin explicación oficial por parte de cana, Gabriel Retes filma en 1991 El bulto,
las autoridades. Con la llegada de Miguel de la obra que aborda la represión del régimen en la
Madrid y de Carlos Salinas de Gortari al poder denominada “Matanza del Jueves de Corpus”,
respectivamente, se pudieron constatar algunas evento ocurrido el 10 de junio de 1971 donde
acciones que, por una parte, hablaban de una fuerzas paramilitares y policías golpearon y ase-
liberalización en lo económico y en la participa- sinaron a decenas de estudiantes que se mani-
ción de la derecha en algunas regiones del país festaban pacíficamente. En la película, Lauro,
y, por la otra, cerraban el cerco ante los oposi- un fotógrafo de la prensa, es golpeado por un
tores de la izquierda por medio de asesinatos y policía, lo cual le produce entrar en estado
secuestros. Dentro de este paradójico clima de de coma durante veinte años. Al despertar, se
ciertas “libertades” y de constantes acechos, encuentra con un país cambiado, donde el PRI
una película iba a provocar distintas polémicas sigue reinando y sus antiguos camaradas han
dentro de la sociedad mexicana. Rojo amane- perdido los ideales. Filmada en pleno sexenio de
cer (1989) de Jorge Fons trata de la matanza Carlos Salinas de Gortari, El bulto exhibe por
perpetrada en 1968 contra los estudiantes en la primera vez en la pantalla grande aquel evento
Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, convir- tabú sobre la represión gubernamental, además
tiéndose en la primera cinta en abordar directa- de mostrar un conflicto generacional entre un
mente uno de los tabúes de la historia nacional. padre aferrado a sus ideas, un hijo producto de
Después de año y medio de espera, Rojo amane- otra generación y un contexto social distinto
cer fue autorizada y exhibida en todo el país con al de los años setenta (González Vargas, 2006:
gran éxito (Aviña, 2004: 42). Dentro de todos los 68-69), pero que aún no da paso a un país de
sectores del régimen, fueron los militares quie- plenas libertades.
nes ejercieron una mayor presión para evitar Durante los años de la transición mexica-
que la película fuera proyectada públicamente, na, una de las películas que provocaron mayor
al aparecer en varias escenas como participantes interés por parte de la ciudadanía, el mundo
directos de la represión. Finalmente, levantaron intelectual y las autoridades gubernamentales
el veto a la cinta a cambio de que el director fue La ley de Herodes (1999) del cineasta Luis
suprimiera varias tomas donde figuraban miem- Estrada. En ella son retratados hábitos y prota-
bros de las fuerzas castrenses (Velazco, 2005: gonistas de la política priísta que controló al país
72). Teniendo como protagonistas a los miem- durante siete décadas. En efecto, sirviéndose de
bros de una familia de clase media residente en varios elementos de la comedia, Estrada aborda
uno de los edificios de Tlatelolco, Fons presenta en la pantalla grande las formas de actuar en
una versión de la masacre ligada a cientos de lo político del México de los años cuarenta —y
testimonios y que denuncia la participación de buena parte del siglo XX—. La cinta cuenta
directa de diversas instituciones oficiales. De la historia de Juan Vargas, un joven burócra-
acuerdo con el crítico cinematográfico Leonardo ta enviado a gobernar un poblado del México
García Tsao, el objetivo de la cinta era pertur- profundo y que tiene que vivir todo un proceso
bar y recuperar la indignación ante un crimen de educación política que le permita ejercer el
gubernamental, además de significar la primera poder en la manera “clásica” de los años del PRI.
representación en el cine de ficción de un hecho En La ley de Herodes no sólo estamos frente a
que ha marcado a generaciones enteras (2008: una negra sátira sobre el partido político que

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gobernó durante décadas sino también ante CONSIDERACIONES FINALES


una película que aborda la forma de actuar en
lo político de otras instituciones tales como la Los casos de España y México mues-
Iglesia, la oposición de derecha y la iniciativa tran la capacidad del cine en convertirse en un
privada (Tovar, 2000: 49) (González Vargas, espacio efectivo para presentar a la ciudadanía
2006: 168). Estos actores se ven involucrados nuevos discursos sobre la historia, diferentes
en uno de los temas fundamentales de la cinta de las explicaciones oficiales sobre el pasado.
de Estrada: la corrupción sistemática en todos Durante la transición española, algunos cineas-
los niveles. Debido a las temáticas abordadas en tas comprendieron la necesidad de escapar a la
ella, la película sufrió algunos intentos de cen- historia difundida por el franquismo y exhibir
sura por parte de las autoridades, los cuales en en la pantalla temas vetados o tergiversados
vez de provocar desinterés por parte de la ciu- durante décadas. Tal fue el caso de la guerra
dadanía devinieron una publicidad efectiva para civil —una lucha fraticida y no una cruzada
la obra de Luis Estrada, perdiendo el régimen contra los enemigos de la “España eterna”—, la
una buena oportunidad para distanciarse de las postguerra —un periodo de grandes carencias
viejas formas de suprimir mensajes políticos en y de represión sistemática contra los perdedo-
el cine (García Tsao, 2008: 115). res de la guerra— y los años del franquismo
Otro evento histórico no exento de la polé- —una página de la historia caracterizada por la
mica y presente en el cine es el fraude electoral violencia y el control férreo del régimen—. De
en las elecciones presidenciales de 1988, donde esta manera, el cine español devino uno de los
el régimen tuvo que anunciar fallas en el siste- pocos espacios que, contrariamente a la actitud
ma de conteo de votos para “maquillar” cifras de las élites políticas, no ignoró hablar sobre los
y otorgar el triunfo a Carlos Salinas de Gortari, polémicos temas del pasado y su impacto en el
candidato del PRI. Dicho evento histórico aún presente.
presente en la memoria de los mexicanos ha En el caso mexicano, luego de siete déca-
sido también abordado en el cine. En efecto, das de un férreo control priísta donde una parte
Carlos Mendoza, cineasta egresado el Centro de la legitimidad del régimen recaía en la his-
Universitario de Estudios Cinematográficos toria oficial, el séptimo arte se transformó en
(CUEC) filma Crónica de un fraude (1988), donde una ventana abierta a temas polémicos y rein-
a través de distintas imágenes narra la campaña terpretaciones sobre algunos eventos históri-
de Cuauhtémoc Cárdenas, candidato opositor del cos. Hablamos específicamente de la represión
Frente Democrático Nacional, el fraude electoral hacia los estudiantes en 1968 y 1971, el fraude
orquestado por el régimen y el anuncio oficial electoral y las formas cotidianas de operar en la
del triunfo de Carlos Salinas de Gortari (Aviña, esfera política por parte de los distintos actores
2004). Presentado públicamente en muy conta- políticos en los largos años del régimen. Como
das ocasiones, Crónica de un fraude se convirtió Salvador Velazco atina en subrayar, además
en todo un fenómeno al ser la primera vez que de ir a contracorriente de la historia oficial,
la ciudadanía adquiría una cinta en video para las películas mexicanas referidas en nuestra
informarse de un evento político, buscando una investigación sirvieron para aglutinar en torno
explicación alternativa a la versión oficial de la suyo a la sociedad civil, a los medios de comuni-
supuesta victoria electoral del PRI. En tiempos cación y a la comunidad cinematográfica en la
más recientes, Fraude: México 2006 (2007) del defensa de la libertad de expresión (2005: 68).
cineasta Luis Mandoki no ha estado exenta de la El papel del cine en los procesos de trans-
polémica al denunciar públicamente un fraude formación político-institucional en España y
masivo en las elecciones presidenciales de 2006 México nos permite constatar que, a diferencia
en contra de Andrés Manuel López Obrador, de algunos autores que reducen las transiciones
candidato de la izquierda, y que benefició direc- a simples cambios institucionales, es necesario
tamente a Felipe Calderón Hinojosa, candidato que la población lleve a cabo un proceso de
del Partido Acción Nacional. cambio de valores, donde poco a poco queden

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El cine como instrumento de reinterpretación histórica en periodos de transición democrática 99

segregados aquellos heredados de los regímenes Centeno, Miguel A . Democ racy Within
autoritarios, dando entrada a costumbres, com- Reason: Technocratic Revolution in
portamientos y actitudes más cercanos a la vida Mexico. 2da. Edición. University Park,
en democracia. Tal y como es comentado por Pa : Penn sylva nia St ate Universit y
el cineasta Manuel Gutiérrez Aragón respecto Press, 1997.
a la transición española, es fundamental que
una sociedad se “normalice” después de años Colomer, Josep María. La transición a la
o décadas de cultura autoritaria (Gutiérrez d e m o c rac ia: e l m o d e lo e s p a ñ ol.
Aragón, entrevista, 2005). Barcelona: Anagrama, 1998.
Además de querer insertar nuestro
análisis en los terrenos del cambio de valores
Cornelius, Wayne A. Mexican Politics in
y de las formas de estudio de las transiciones,
Transition: The Breakdown of a One-
uno de nuestros mayores propósitos ha sido
Party-Dominant Regime. La Jolla,
el de subrayar la importancia del cine como
CA : Center for U.S. -Mexican Studies,
objeto de interés para diversas disciplinas de las
University of California, San Diego, 1996.
ciencias sociales. El celuloide, además de repre-
sentar una expresión artística, un fenómeno de
masas y una industria con sólido poder econó- Coulon, Christian y Constantin, François (dir.).
mico, puede también convertirse en un espacio Religion et transition démocratique en
de reflexión social a su vez que una herramien- Afrique. París: Éditions Karthala, 1997.
ta de enseñanza sobre las relaciones entre los
ciudadanos. Es por ello que existe la necesidad Crespo, José Antonio. Contra la historia oficial.
de ampliar las perspectivas de análisis sobre el México: Debate, 2009.
cine en las ciencias sociales y de otorgarle la
importancia que se merece dentro de la vida de De Elejabeitia, Carmen y De Castro, Ignacio
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