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Banca y deuda, 1876-1910

José Enrique Mendoza Méndez


Introducción

El atraso financiero es uno de los factores que puede explicar el subdesarrollo económico.
Durante el régimen de Porfirio Díaz se rompió con una serie de obstáculos que restringían
la modernización de las instituciones financieras, como la inestabilidad política, el bajo
ingreso per. capita, algunas restricciones institucionales y la debilidad financiera del
gobierno nacional. En este periodo se logró el surgimiento de una red bancaria y se
consiguió cierto desarrollo del mercado de capitales.

Sin embargo, las necesidades financieras del Estado, acrecentadas por el proceso
de modernización económica, determinaron una serie de alianzas con los dueños del
crédito. El Estado intercambio recursos por poder político, concesiones y privilegios para
la banca. De esta forma surgió un sistema bancario estrechamente relacionado con la
clase gobernante y sus proyectos económicos, que incluso dejó el manejo de la tesorería
del gobierno federal en manos de un banco privado. Este mismo proceso se repitió a nivel
local, donde los bancos regionales estuvieron estrechamente relacionados con los
sistema de poder político.

El análisis de la deuda pública y las transformaciones de la banca durante el


porfiriato, puede traernos un poco de claridad sobre la relación entre el Estado y el
desarrollo de estructuras financieras; cómo el mismo desempeño de las finanzas públicas
tiene repercusiones sobre los mercados de capitales, y cómo logra esta relación obstruir
una asignación más eficaz del crédito. También debemos considerar que estas
transformaciones del sistema financiero no están circunscritas en un proceso lineal, sino
que responden a los intereses de los agentes, que actúan bajo una serie de limitantes
internas y externas.

El presente trabajo se divide en cuatro partes. En primer lugar, se establece la


relación entre los cambios institucionales, el desempeño económico, y el fortalecimiento
del sistema bancario durante el porfiriato. En segundo lugar, se examina la evolución de
la deuda pública, su estructura y determinantes. En tercer lugar, se indaga sobre el
surgimiento y desempeño del sector bancario. Por último, se analiza la colocación de
deuda pública en el mercado de capitales, y qué influencia pudo tener sobre el
desempeño de la banca.

Cambio institucional y desempeño económico durante el régimen de Porfirio Díaz

Durante el gobierno Porfirio Díaz se realizaron una serie de reformas institucionales que
reactivarían el crecimiento. Estas innovaciones impulsarían la inversión, sobretodo de
capitales extranjeros y acarrearían un cierto de flujo de rentas para determinados grupos
de empresarios. A su vez el Estado aumentó su capacidad de allegarse de recursos y
poner fin a la inestabilidad política.

La transformación del marco legal e institucional se concentró en los siguientes


aspectos: a) la reorganización de los derechos de propiedad; b) la formalización de las
transacciones económicas; c) la institucionalización y la reglamentación del mercado; y d)
la liberación y apertura de espacios para la actividad económica. 1

Por ejemplo, los códigos civiles de 1870 y 1884 establecieron nuevas garantías
jurídicas y precisaron los derechos de propiedad. También las modificaciones en el
Código de Comercio definieron nuevos espacios para unidades económicas modernas
como bancos y sociedades por acciones. 2

La mayor certidumbre jurídica atrajo nuevas tecnologías y capitales a México, que


estimularon la minería, el crecimiento de la agricultura comercial, desarrollaron la industria
del petróleo y financiaron la construcción de ferrocarriles. La mayor parte de esta
inversión estaba relacionada con el sector exportador.

1 Riguzzi, Paolo. “Un modelo histórico del cambio institucional: la organización de la economía
mexicana,1857-1911” Investigación Económica, Vol. LIX:229, julio-septiembre de 1999, p. 212.
2 Ibíd. p. 217.

2
Gráfica 1
México: Producto Interno Bruto, 1800-1910
(Millones de pesos a precios de 1970)

50,000
45,000
40,000
Millones de pesos

35,000
30,000
25,000
20,000
15,000
10,000
5,000
0
1800 1/ 1845 1860 1877 1895 1900 1905 1910
PIB 11,212 10,752 10,035 15,692 30,837 34,414 43,352 47,054
Años

Nota. 1/ De 1800 a 1877 se refiere al Ingreso Nacional. Originalmente los datos eran en dólares
norteamericanos de 1950.
Fuente: Estadísticas Históricas de México, INEGI.

A su vez, la expansión del comercio, tanto interno como externo, estimuló el


crecimiento económico. Los comerciantes empezaron a invertir en todo tipo de
actividades, sobretodo en el desarrollo de grandes empresas industriales.:

“La expansión de los capitales mercantiles y manufactureros favoreció el desarrollo del sistema
bancario. La nueva banca dio mayor fluidez a la circulación y la colocación rentable de
capitales, y facilitó el enlace del mercado mexicano en los grandes mercados financieros del
exterior” 3

Como resultado global de esta serie de procesos la economía empezó a crecer


(véase la gráfica 1).

3Rosenzweig, Fernando. “El desarrollo económico de México de 1877 a 1940”, El Trimestre


Económico, Vol. LVI (1), Nro. 221, enero-marzo, México, FCE, pp. 11-56.

3
Gráfica 2
PIB total y por habitante,1896-1997
(Millones de pesos y pesos a precios de 1970)

15.0% 3,500

11.2%
10.4% 3,000
10.0% 8.6%

6.7% 2,500
5.8% 5.9%

5.0%
3.1% 2.9% 2,000
1.8% -0.2%
0.8% 0.9%
1,500
0.0%
1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910

-1.1% 1,000

-5.0%
-4.8%
500
-7.1%

-10.0% 0

PIB TCA PIBPcpta

Fuente: Estadísticas históricas de México, INEGI.

No obstante como enfatiza Riguzzi4 no se trata de proceso lineal de cambio


institucional, sino que el caso mexicano es de un proceso conflictivo, producido por
operaciones ruptura. Las innovaciones institucionales, no crean necesariamente las
condiciones necesarias para la existencia de mercados eficientes. Como señala North5 las
condiciones políticas son las que dan fuerza a los derechos de propiedad del mercado
económico y son esenciales para entender las imperfecciones de mercado.

El proceso de industrialización no pudo crear las condiciones para autosostenerse,


generalmente por obstáculos internos a las empresas, como la incapacidad de conseguir
economías de escala, la baja productividad laboral y los altos costos de capital fijo. 6

4 Ibíd.
5 North, Douglas. Instituciones, cambio institucional y desempeño económico . México, FCE, p.
143.
6 Haber, Stephen H. La economía mexicana...

4
En este sentido, la evolución de la actividad económica durante régimen de Porfirio
Díaz presentó dos tendencias bien definidas: una etapa de crecimiento rápido desde los
años setenta hasta 1900, que significó un desarrollo económico autosostenido con
estabilidad política; y una segunda etapa entre 1990-1910, que puso de manifiesto una
economía errática y una política desestabilizada.7

El cambio institucional experimentado durante el régimen de Díaz fomentó el


crecimiento económico. No obstante, surgieron también una serie de obstáculos que
determinarían la caída del régimen de Porfirio Díaz: i) el crecimiento del proletariado; ii)
los conflictos entre los derechos creados antes y después de la modernización; iii) la
competencia entre grupos de interés nacionales y extranjeros; y iv) la escasez de fondos
del gobierno, que carecía de un sistema fiscal bien estructurado. Este último factor
dejaba al Estado sin instrumentos de política económica para manejar la economía.8

Evolución de la deuda pública

A la llegada de Porfirio Díaz al poder uno de los objetivos primordiales fue


reorganizar la hacienda pública. La reforma fiscal se realizó por medio de tres vías: los
ingresos, los gastos y la deuda. Esta última tenía como objetivo restablecer los circuitos
de crédito al Estado y reorganizar el manejo de la deuda.

Además de cumplimiento estricto de las obligaciones del estado, se estableció el


principio de no consignar renta alguna para el pago de deudas.

Entre 1867 y 1895 apareció una basta legislación sobre deuda pública: a) se
decretaron nulos “los créditos pertenecientes a la Intervención y al Imperio”; b) la
Secretaría de Hacienda declaró cuales bonos eran legales y cuales no; c) la Ley de 19 de
noviembre de 1867, que estableció las bases para el reconocimiento y conversión de

7 Mason Hart, John. El México revolucionario . Capitulo 6 “ La crisis de la economía política


porfirista”, pp. 234-264
8 Coatsworth, John H Los obstáculos al desarrollo económico en el siglo XIX, en Los Orígenes del

Atraso. México: Alianza Mexicana.

5
deudas, y creó los mecanismos institucionales – Sección Liquidataria- para su
reconocimiento y pago- emisión de bono de la Tesorería.9

Durante el primer mandato de Díaz se tuvieron que suspender todo tipo de pagos,
reconocer todas las deuda contraídas por la revolución de Tuxtepec, dar prioridad a los
certificados expedidos por la Comisaría del Ejercito Constitucionalista. Lo mismo tuvo que
hacer el presidente González, no con mucho éxito en lo relativo a la deuda externa.

En el segundo mandato de Díaz , entre 1884 y 1990, se repitió la historia Sin


embargo, las circunstancias eran distintas: había una revolución de las estructuras
económicas y políticas.

Tomando los datos que proporciona Perés Siller, existen dos años que presenta
una tendencia marcada a la alza, 1870 y 1880. Hay también años a la baja, como 1868,
1877, 1886 y 1894, que corresponden a ajustes en el crecimiento de la deuda. 10

“(...) En 1877, fue Díaz quién negoció las deudas de su revolución y negoció las
anteriores. Finalmente, la baja de los años 1886 y 1894 se relacionan con nuevos
arreglos, pero ahora provocados, ya no por la crisis político militar, sino por graves crisis
económicas, 1882-1885 y 1890-1992, que obligaron a los gobiernos a buscar recursos
crediticios. En ambos momentos se emitieron sendas leyes de “consolidación y
conversión” de la deuda, para el primero, y de “arreglos definitivo”, para el último.(...)” 11

9 Pérez Siller, Javier. Deuda y consolidación del poder en México: 1867-1896. Bases para la
modernidad porfirista. Revista Ensayos, Facultad de Economía, p.40
10 Ibíd. P.42
11 Ibíd. P.42

6
Crecimiento de la deuda pública mexicana, 1870-1896
(Millones de pesos)
Año Total N Total D Tasa de crecimiento

Total N Total D

1868 87.0 87.0 -1.5 -1.5

1870 120.3 120.3 19.2 19.2

1877 106.1 106.1 -1.7 -1.7

1880 145.0 145.0 12.2 12.2

1886 151.0 151.0 0.7 0.7

1890 164.4 164.4 2.2 2.2

1893* 201.7 287.5 7.5 24.9

1894 191.1 304.4 -5.2 5.9

1896 202.2 304.2 2.9 0.0

Fuente: Cuadro tomado de Javier Pérez S. Deuda y consolidación del poder en México: 1867-1896. P.58
* A partir de este año, la deuda exterior se devalúa proporcionalmente a las fluctuaciones del precio de la
plata.

Podemos establecer tres periodos que contiene un ritmo particular de crecimiento:


entre 1867 y 1877, se da una ligera tendencia al crecimiento, resultado del reconocimiento
de las deudas anteriores. Entre 1877 y 1983, el crecimiento de la deuda se acelera, y la
deuda casi se duplica; corresponde a la construcción de caminos y la consolidación de la
confianza de los capitalistas. Entre 1893 y 1896, la deuda tiene un brusco detenimiento.

En cuanto al origen de los recursos, la deuda interna mantiene un crecimiento


acelera que se detiene en 1893. A partir de ese entonces presenta una tendencia a la
baja.

La deuda externa mantiene un crecimiento lento (1.3%), que inicia en 1890 y se


acelera en 1893 en adelante. 1880 es un año extraordinario, tiene que ver con el esfuerzo
del presidente González para llegar a acuerdos con los tenedores de deuda inglesa.

En 1886 se registra una baja, resultado del arreglo entre el gobierno de Díaz y los
tenedores de bonos de Londres.

7
Mientras la deuda interna disminuye a partir de 1893, la deuda externa tiene un
mayor crecimiento. Por medio de esta transferencia de deudas, el Estado busca liberar
capitales internos, para fomentar la inversión e impulsar la economía, y al mismo tiempo
anuncia una alianza con financieros extranjeros. 12

Gráfica 3
Crecimiento de la deuda pública interna y externa, 1870-1896
(Millones de pesos corrientes)

Fuente: Datos tomados de Javier Pérez S. Deuda y consolidación del poder en México: 1867-1896
* A partir de este año, la deuda exterior se devalúa proporcionalmente a las fluctuaciones del precio de la
plata.

Entre 1887 a 1893, la dinámica de la deuda interna provoca el crecimiento del


conjunto, el Estado tuvo que pedir a acreedores internos. Mientras que a partir de 1888,
los reemplaza por los acreedores externos.13

Para entender la dinámica de la deuda y su composición, es indispensable tener


una visión general del las finanzas del Estado, es decir, los determinantes del déficit fiscal.

12Ibíd. P.43
13Banamex participó, junto con los financieros europeos, en los préstamos exteriores de 1888,
1890 y 1993.

8
Cuando Porfirio Díaz asume el poder, prevalece una situación deficitaria del erario (en
términos generales) que va a predominar hasta 1895. Las causas de este déficit son
múltiples: los altos gastos en conflictos político militares, el bajo crecimiento económico y
los problemas fiscales.

Por tanto, como respuesta a esta precaria condición del erario público, crece la
deuda. Sin embargo estos déficits no tiene ni el mismo origen ni una evolución
homogénea.
Déficit o superávit público, 1876-1910
Millones de pesos

40

30

20

10
Millones de pesos

0
1875-1876 1878-1879 1883-1884 1886-1887 1889-1890 1892-1893 1895-1896 1898-1899 1901-1902 1904-1905 1907-1908 1910-1911

-10

-20
Déficit (-) o superávit
-30

-40

-50
Años

Fuente: Estadísticas históricas de México, INEGI

En una primera etapa, entre 1876 y 1884, Díaz tiene que asumir los costos de la
conquista militar que los llevó al poder. Posteriormente, se acelera el crecimiento de la
deuda hasta 1893. Este déficit se explica por la subvenciones a las compañías
ferrocarrileras y al fomento de las comunicaciones, por el desarrollo de una infraestructura
que apoyara la “modernización” del país.

A partir de 1894 se alcanza un superávit, condición que iba a prevalecer hasta el


término del régimen.

9
Deuda pública y sistema bancario

Un robusto y eficiente sistema financiero se constituye en una pieza claves para


detonar el crecimiento. No obstante, como en el caso del régimen de Porfirio Díaz su
configuración puede estar influida por las necesidades financieras del gobierno. En este
sentido Bortz y Haber afirman:

“...El resultado fue que se colocaron instituciones que por un lado permitían el
desarrollo del sistema bancario dominado por intermediarios financieros modernos, y que
por otro lado limitaban las oportunidades de crecimiento en el largo plazo.” 14

Como afirma Maurer las leyes que proveyeron de privilegios especiales a los
bancos afectaron adversamente la eficiencia del sistema bancario y fortalecieron el poder
de monopolio de dos nacionales sobre los demás bancos. Se estableció un cuasi
monopolio del mercado bancario por parte de Banamex y del Banco de Londres.15

A través de estas dos instituciones, el Gobierno estableció un monopolio de los


créditos a largo plazo, lo cual tuvo un efecto negativo sobre la oferta de crédito
hipotecario. Cuando este monopolio terminó, un segundo problema institucional surgió:
los préstamos hipotecarios eran desalentados por la pobre especificación de los derechos
de propiedad.

El sistema bancario en el porfiriato se caracterizaba por la existencia de dos tipos


de bancos de emisión: aquellos cuyo papel tenía el privilegio de circular nacionalmente y
otros cuyos billetes se limitaban a circular en espacios provinciales. Las tensiones entre
estos dos tipos de organizaciones traería como consecuencia la creación del Banco
Central Mexicano. 16

El Central Mexicano tenia la función de ser una cámara de compensación de los


bancos de emisión estatales cuyos billetes no tenían el privilegio de circular

14 Bortz y Haber. The New Institutional Economics…, p. 10


15 Ibíd., p. 11
16 Anaya Merchant, Luis. Colapso y reforma. La integración del sistema bancario en el México

Revolucionario. 1913-1932”, p. 40

10
obligatoriamente en todo el país como si ocurría con el Nacional y los de Londres y
México.17 Se estableció un tipo de competencia desleal entre los bancos provinciales y los
que podían circular nacionalmente, no obstante bajo condiciones de
competencia”normales” era muy baja la capacidad de desarrollo de organizaciones
financieras formales.

La falta de mecanismos formales de supervisión trajo como consecuencia una


transferencia de recursos de los banco de los estados a los Bancos Nacional y de
Londres por permitir su circulación.

El Central carecía de facultades legales para auditar a sus socios o requerir


fondos, lo que limitaba sus capacidades de control y vigilancia. Estas características
limitantes ilustran los mecanismos por los cuales la oligarquía porfiriana intentaba dirimir
la competencia interbancaria. No fue casualidad que la crisis de 1913 empezara por el
Banco Central. Las serias deficiencias en la calidad de su cartera y sus relaciones con
importantes contratos del gobierno de Porfirio Díaz, fueron factores que determinaron su
caída.18

La contracción económica en los Estos Unidos tuvo serios efectos sobre la banca
mexicana. Los banqueros respondieron restringiendo el crédito y el circulante fiduciario,
lo que terminó profundizando la contracción económica.

A finales del gobierno de Díaz la debilidad del sistema bancario estaba vinculada a
su alto grado ce concentración y cercanía con los poderes políticos y estatales. Como lo
expresa Luis Anaya:

“...El bajo número de bancos y su reducida cartera de clientes también restringían su


labor de intermediación. Sin embargo esas mismas características facilitaban la resolución
discrecional de sus problemas dentro del ámbito del sistema político porfiriano, por lo que
el final de este sistema anuncio un giro importante para ellos. Mas aún se puede señalar
que incluso antes de que iniciara el gobierno de Madero se percibía un desgaste en el
crédito del gobierno porfiriano”.19

17 Ibíd., p.40
18 Ibíd., p 45
19 Ibíd., p.36

11
Es importante resaltar la función de Banco Nacional de México durante el
porfiriato. Este banco surgió de la unión entre el Banco Nacional Mexicano con el Banco
Mercantil Mexicano. Banamex, en esta etapa, se encargó de todas las operaciones
financieras del gobierno, incluyendo la administración de su deuda y las negociaciones
con los principales acreedores del erario. Sin embargo, Banamex no era propiedad del
gobierno.

El Banco Nacional de México jugó un papel decisivo en el avance del sistema


bancario mexicano, como lo expresa Javier Pérez Siller:

“Ante todo, la fundación del Banco Nacional de México representó una revolución
para el sistema crediticio y monetario del país. El crédito aumentó gracias a la
concentración de capitales en el Banco y el sistema monetario cambió cuantitativamente y
cualitativamente: la masa monetaria se triplicó de 1882 a 1897, mientras que los billetes
fueron ganando plaza en la composición del circulante, al grado de ocupar el 45% del total
en 1897. Se había modernizado el sistema financiero del país” 20

El sistema bancario mexicano de los últimos decenios del porfiriato alentó la


pluralidad de emisión, pero bajo condiciones institucionales bastantes restrictivas

No obstante sus debilidades, durante el porfiriato se crearon instituciones nuevas


que significaron una verdadera revolución financiera, instituciones bancarias que
ampliaron el crédito ayudaron mantener la solvencia económica del Estado, permitieron
acelerar la dinámica de la economía y contribuyeron, de manera determinante, a
consolidar el régimen porfirista.

20 Pérez Siller, Javier. Deuda y consolidación del poder en México: 1867-1896. Bases para la
modernidad porfirista. Revista Ensayos, Facultad de Economía, p.54

12
Evolución de los mercados de capital

Entre 1830 y 1890, prevalecieron circunstancias muy adversas en las finanzas


públicas. El Gobierno nacional carecía de fuentes regulares de ingresos, predominaba la
deuda a corto plazo, y generalmente la deuda a corto plazo no era pagada. Los distintos
gobiernos tuvieron que recurrieron en muchas ocasiones a la reestructuración de sus
débitos o incluso a repudiar a los mismos. Bajo esta circunstancias había un rechazo
generalizado a los instrumentos de deuda pública y crédito que se obtenía era a tasas
muy altas.21

El mercado de dinero de la capital de México era cerrado, y estaba limitado del


lado de la oferta a un pequeño numero de empresas financieras privadas, que
controlaban el circulantes así como la mayor parte de los bonos de deuda pública. Por el
lado de la oferta, el gobierno federal tomaba la mayor parte de los préstamos ofrecidos
por los financieros locales, que generalmente no estaban en condiciones de pagar. 22

Fue hasta la década de 1880, con el surgimiento de una red bancaria que se
integraron de manera gradual los diversos mercados de crédito regionales. Las tasas de
interés se redujeron a tasas más razonables, lo que permitió ampliar el mercado de dinero
a corto plazo y estimuló las inversiones de largo plazo.23

Para 1883 el mercado de dinero de la capital había cambiado drásticamente:

“Ahora operaba una diversidad de operaciones bancarias que habían emitido un total de
más de 15 millones de pesos en papeles bancarios. Los clientes de estos bancos eran
empresas importadoras y exportadoras, las nuevas compañías ferroviarias, empresas de
transportación y varios clientes ricos nacionales. Se estaba expandiendo el descuento del
papel comercial y las tasas habían bajado a un promedio 6 a 8% anual para el papel de las
empresas mejor conocidas.” 24

21 Marichal, Carlos. Obstáculos al desarrollo de los mercados de capital en México. En Cómo se


rezagó la América Latina, ensayos sobre las historias económicas de Brasil y México, 1800-1914.
Ed. FCE, 1999, p.148
22 Ibíd. P. 150
23 Ibíd.. P. 158
24 Ibíd.. P.159

13
El gobierno pudo reducir su dependencia al antiguo círculo de prestamistas. Sin
embargo, el gobierno aún tenía que pagar más, cuando quería acceder a sumas
importantes. Un caso que ejemplifica lo anterior, es el crédito por 700 mil pesos plata a
cambio de certificados de las aduanas, que aceptó la tesorería por parte del Banco
Nacional, en unión con siete casas mercantiles aliadas de la ciudad de México y el Banco
Franco Egyptienne con sede en París.25

A principios de 1885 las finanzas públicas estaban al borde de la quiebra. El 22 de


junio el ministro de Hacienda, Manuel Dublán, declaró la suspensión de pagos de todas
las deudas gubernamentales, y a su vez se impulsó la propuesta para la conversión de
deuda de todo bono vigentes.26

La suspensión de pagos afectó principalmente a una enorme cantidad de crédito


acumulados que se debía a Banamex, a las tres compañías ferroviarias principales y a un
gran conjunto de contratistas público, acreedores nacionales. Posteriormente, se iniciaron
una serie de renegociaciones de los tenedores de bonos.

Entre 1886 y1990 el ministerio de hacienda se ocupaba más de la conversión de


deudas que de la colocación de bonos de largo plazo. La conversión de deudas internas
era más un proceso de cambios de bonos y certificados antiguos por bonos internos de
3% pagaderos en plata.27

Para1890 circulaba un gran volumen de nuevos bonos internos, y que el gobierno


estaba pagando los intereses de manera bastantes regular. Aunque el gobierno requería
de nuevas fuentes de crédito, el mercados no absorbería una nueva emisión de deuda
interna (pagaderos en plata), precisamente porque el precio de la plata bebía cayendo
mucho tiempo atrás.

En consecuencia el gobierno buscó el apoyo de Banamex , el gobierno debía de


liquidar a veces tales crédito en oro. Por tanto, un porcentaje considerables de sus

25 Ibíd.. p. 160
26 Ibíd.. p.161
27 Ibíd.. p. 164

14
préstamos se destinaba hacia este propósito. Por ejemplo, en 1890 cerca de 30% del
préstamo de 6 millones de libras esterlinas se entregó directamente a Banamex.

En1893 Limantour procedió a reestructurar la deuda mexicana e inició una política


nueva para crear un mercado de bonos internos de largo plazo pagaderos en plata.

”Su objetivo era reducir la deuda de Banamex y, a la vez, forzar a los contratistas de los
ferrocarriles y las obras públicas a aceptar pagos en bonos internos de largo plazo en lugar
de los certificados de las aduanas u otros pasivos de corto plazo” 28

La mayor parte de estos bonos fue colocado entre compañías comprometidas con
obras públicas.

La política de promoción de bonos internos seguida después de 1894 tuvo un éxito


parcial. Sin embargo se eliminó por completo los déficit fiscales para mediados de la
década de 1890, lo que generó confianza sobre la capacidad de pago del gobierno y
sobre las nuevas emisiones de bonos públicos

28 Ibíd.. p. 165

15
Consideraciones finales

Durante el gobierno Porfirio Díaz se realizaron una serie de reformas institucionales, como la
reorganización de los derechos de propiedad, la formalización de las transacciones
económicas, la institucionalización y la reglamentación del mercado, que reactivarían el
crecimiento económico. Estos cambios favorecieron el desarrollo del sistema bancario, que
pudo encontrar un marco jurídico adecuado para su desarrollo, aprovechó la dinámica de los
capitales mercantiles y manufactureros, y sirvió como punto de enlace entre el mercado
mexicano y los capitales extranjeros.

Bajo este contexto, la reforma a la hacienda pública fue un factor importante para
liberar recursos e impulsar la modernización económica. Los cambios en el manejo de
ingresos, gastos y deuda fueron graduales, y se enfrentaron con una serie de limitantes
internas y externas, que restringirían su eficacia. El régimen de Díaz tardaría 20 años en
lograr una posición de superávit en el balance público, 10 años en transformar de manera
significativa la estructura de gastos y mantuvo una posición de debilidad en las fuentes de
ingreso.

En particular, el manejo de la deuda pública respondió a las prioridades de la política


económica. En un primer momento, se buscó reestablecer las fuentes de financiamiento del
gobierno, con el cumplimiento estricto de las obligaciones y la renegociación de las mismas.
Posteriormente, el manejo de la deuda estuvo orientado a apoyar la construcción de
infraestructura y medios de transporte. En una última etapa, sufre un freno significativo y se
transforma buscando liberar recursos internos.

Durante esta etapa se crearon instituciones nuevas que significaron una verdadera
revolución financiera, instituciones bancarias que ampliaron el crédito y permitieron acelerar la
dinámica de la economía. Sin embargo, las necesidades financieras del Estado fueron
configurando una serie de alianzas y privilegios para ciertos sectores, que, a su vez, restaron
eficacia a la operación del sistema financiero

Por último, la consolidación de una red bancaria permitiría una colocación menos
onerosa de los bonos de deuda pública en los mercados de capital. Además, el logro de
balances públicos superávitarios incrementó la confianza en la capacidad de pago del
gobierno y permitió una mayor colocación de bonos de deuda.

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Bibliografía

Bortz y Haber (2000): The New Institutional Economics and Latin American
Economic History.

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Los Orígenes del Atraso. México: Alianza Mexicana, pp. 80-109

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LII:03, Nro. 207, enero-marzo, México: El Colegio de México, pp. 677-724.

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y México, 1800-1914. Ed. FCE, 1999. Pp.145-175

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