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Como a mi me gusta empezar las cosas desde un principio, pues me gustaría tratar este

tema desde antes de sus inicios.

Al final de la Primera Guerra Mundial Alemania quedó absolutamnete arruinada y en


manos de partidos radicales de uno u otro signo que jugaban a río revuelto. Incluso, el
Káiser se exilió en Holanda, país neutral durante esa guerra, y no volvió a pisar más el
suelo alemán.

También perdió Alemania con el Tratado de Versalles el 14% de su territorio, el 10% de


su población, además de sus mejores yacimientos de hierro y carbon y buena parte de su
ganado. Sólo en los Sudetes vivían unos 3 millones de alemanes y, al acabar la Segunda
Guerra Mundial, llegaron a Alemania procedentes de varios países de la zona unos 17
millones, que es una cantidad muy respetable.

Esto, más las reparaciones abusivas a los países aliados, hizo que uno de los pueblos
más cultos de Europa cayera en las manos de esta pandilla de sinvergüenzas que les
prometieron el oro y el moro.

Hitler pensó que, para levantar al país, tenía que hacerse con las colonias que les habían
quitado en la Guerra y para alimentar a su pueblo lo más sencillo era quitárselo a sus
vecinos.

Por ello, aunque parezca mentira, los alemanes hicieron un tratado secreto con los
soviéticos (Rapallo) para poder entrenar sus tropas en suelo ruso y hacer maniobras
juntos. Los dos ejércitos se conocían bien e, incluso, algunos mandos de ambos países
tenían cierta amistad. Estos dos países sentían que habían perdido la anterior guerra.

La forma que se le ocurrió a Hitler de reactivar la economía fue rearmarse, lo cual tenía
prohibido en el Tratado de Versalles. El era un buen jugador de farol y tuvo suerte al
principio, pues dió con gente muy dialogante, nada dada a meterse en guerras y
sufrimientos para su pueblo, como Chamberlain. La Sociedad de Naciones, al carecer de
grandes potencias que la encabezaran, como sucede ahora con la ONU, estuvo muy
pasiva, pues nadie le quiso poner el cascabel al gato.

Una cosa que me gustaría hacer notar es que esta gente no atacaba ningún país antes de
tener perfectamente colocado un partido nazi dentro de él. Por ejemplo, el canciller
Dollfuss, que llegó al poder en Austria en 1932 se sirvió de los fascistas para acorralar a
los nazis que aterrorizaban Austria. Por ello, en 1934, éstos atacaron la Cancillería y lo
asesinaron, pero no pudieron seguir con el golpe de Estado, porque Musolini movilizó
tropas hacia la frontera austriaca y Hitler no se vió con fuerzas aún para un
enfrentamiento. Os recuerdo que el pacto del Eje no se firmó hasta 1937.

En Checoslovaquia pasó igual. Se valió de una rebelión en los Sudetes y otra en


Eslovaquia, lo que desequilibró completamente este país. No obstante, podía haber
parado bien la primera embestida alemana, pues tenía un buen ejército moderno y bien
formado, pero las principales fortificaciones las tenían en la zona de los Sudetes.

Mañana seguiremos y a ver si alguien se anima a debatir, porque, seguro que no están
de acuerdo con algún dato de los que he dado.
Saludos.

No sólo la economía alemana se concentró en el armamento.


Automoción,infraestructuras, investigación y ciencia (sobre todo en el campo de la
aviación)..aunque por supuesto mucho giraba alrededor del mundo
armamentístico.Aunque la mayoría de los grandes científicos alemanes huyeron en
cuanto pudieron...
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Yo creo que no solo lo del escarmiento afecto an ese sentido a alemania,creo que
tambien estaba profunamente deprimida la poblacion,habia demasiada miseria ,creo que
tambien les afecto el crac,como a la mayoria y llegó un mesias, un tio que prometio
poner a Alemania en lo mas alto de nuevo y creo que lo consiguio ,aunque para cuando
la mayoria se dio cuenta de donde se habian metido realmente,ya era demasiado
tarde....esa es la sensacion que tengo vamos

Yo lo que quería dejar claro que fascismos y nazismos los hubo en todos los países de
esta zona. Lo que pasa es que después de la Guerra se buscaron castigar al país más
importante y los demás se dedicaron a disimular.

No hace falta recordar que en Polonia el ala radical del partido derechista fundó un
partido fascista llamado Falanga, pues se basaba en la Falange española y el pasatiempo
preferido de sus afiliados era perseguir judíos.

Por supuesto, el crack del 29 les vino de perlas a estos fascistas y nazis para ofrecerse
como alternativa a los poderes existentes. Aunque haya algunos tertulianos que opinen
lo contrario, el crack se dió antes en Austria que en USA. El motivo fue que se les
ocurrió desempolvar la vieja aspiración de hacer una unión aduanera con Alemania y
casi todos los inversores retiraron sus capitales, por lo que desequilibraron el centro
financiero de esta zona y los países, como Hungría o Rumanía, que dependían de él.

Algunos autores afirman hoy en día que Hitler con su partido estaba acabado tras el
putsch de cervecería de 1923, pero que el crack le vino como llovido del cielo. Lo que
ocurrió es que tuvo que adaptarse a las necesidades de los empresarios y del Ejército y
tuvo que suprimir a los revolucionarios de las SA para que le dejaran gobernar.

En algunos países, como Rumanía, se colaron tanto dentro del poder que el propio rey,
Carol II, tuvo a bien crear un nuevo partido fascista para restarles afiliados a la Guardia
de Hierro, que se había hecho con muchos después de fracasar la reforma agraria y
llegar el crack. Tras prohibir a la Guardia de Hierro, éstos asesinaron al primer ministro
y el rey dió un golpe de Estado en el 38, pero ya era demasiado tarde. Se habían colado
en el Ejército y el general Antonescu dió un golpe para echar al rey.

En Hungría también lucharon contra los fascistas de la Cruz y la Flecha lo que ocurrió
es que Horthy cambió de política tras la llegada de Hitler y su política de hechos
consumados, pues ellos llevaban muchos años reivindicando los territorios que les
habían quitado con el Tratado del Trianón y donde habían dejado 3 millones de
húngaros fuera de sus fronteras. Como Hitler había conseguido triunfar con esa política,
pues se apuntaron a ese "carro".

Saludos.

Para el ascenso del partido nazi fue determinante la crisis económica de 1929. La
economía alemana dependía, fundamentalmente, de los capitales americanos (desde el
plan Dawes). Cuando estalla la crisis, los bancos americanos necesitaban liquidez, así
que lo primero que hicieron fue repatriar los capitales en el extranjero. Por eso
quebraron bancos alemanes y austríacos. La crisis afectó a Alemania de tal manera que
el paro afectó al 44 % de la población activa. Los votos nazis aumentaron de forma
proporcional al incremento del paro -durante los felices veinte perdió gas-. Era normal,
se buscaban soluciones milagrosas y distintas a una República que estaba desprestigiada
desde su nacimiento.
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Efectivamente, los capitales USA fueron repatriados cuando les faltó efectivo en su
país. Pero, antes, la industria USA notó que los países europeos habían dejado de
pagarle los artículos que les había suministrado durante la Guerra, porque, como habían
hundido a la industria alemana, la locomotora europea, pues ésta se había negado a
pagarles las reparaciones de guerra.

Esta forma de actuar dió lugar a que todos los países cerraran sus fronteras y aplicaran
fuertes aranceles al comercio exterior. No hace falta decir que provocó una ola de
nacionalismo en todos los países y que, en la zona anglosajona, se desentendieron de
Europa. USA ni siquiera quiso ingresar en la Sociedad de Naciones y el Reino Unido en
los años 20 estuvo muy ocupado en administrar su vasto Imperio y no se preocupó para
nada de lo que ocurría en Europa.

Es que la Economía es, como todos sabemos, una pescadilla que se muerde la cola. Lo
que pasa es que antes los países no dependían tanto unos de otros y ahora, sí, porque la
economía no estaba basada en los países, sino en las multinacionales, que son las que
mandan de verdad.

Saludos.
Bueno, pues yo, aunque no veo que la gente se anime a "bajar a la arena" yo sigo a lo
mío.

Una de las cosas que quería mencionar es que, aunque todo el mundo piense que Hitler
era un H.P., que lo era, además de un zumbado y un asesino de masas, pues había otra
serie de personajes en esa época en los que nadie repara hoy en día y eran tan asesinos
como él.

De momento, me estoy acordando de un tal Ante Pavelic. Este sujeto, aunque nació en
la actual Bosnia, siempre fue un nacionalista croata. Estudió Derecho y se dedicó al
periodismo y a la política.

Tras el asesinato de Radic, el líder del nacionalismo croata, en 1928, en plena sesión del
parlamento yugoslavo, en Belgrado, fundó la Ustasha. Este movimiento, no lo llamo
partido, porque eran unos simples terroristas, fue inmediatamente prohibido por el
Gobierno yugoslavo y su líder hubo de exiliarse tras un intento de arresto del Gobierno.

¿Adónde podía ir este hombre? Pues él lo tuvo muy claro, se fue a Italia. Las
autoridades de este país le dieron cobijo y apoyo, pues estaban interesadas en
desequilibrar Yugoslavia, ya que tenían varios contenciosos con ese país (Istria,
Dalmacia, Fiume, etc) y le dejaron montar su cuartel general en Bolonia. No hay que
olvidar que las autoridades italianas tenían gran interés por esta zona y, más tarde,
invadieron Albania, sin apenas resistencia, montando un protectorado que, durante la
Guerra se uniría al que montaron en Montenegro. También hicieron convenios
ventajosos con Rumania para que les cediera parte de su petróleo.

Bueno, pues seguimos con este "angelito". Después de dar bastante la lata con su
movimiento y gozando de unos buenos campos de entrenamiento, que les cedió
gustosamente el Gobierno italiano en su territorio, pasaron a otro nivel.

En 1934 enviaron a uno de sus miembros de origen macedonio a Marsella y allí pudo,
del 9 de octubre del mismo año, asesinar al propio rey de Yugoslavia, Alejandro I y
también al ministro francés de Asuntos Exteriores, Barthou, que le acompañaba en ese
momento.

No hace falta decir que este grave incidente estuvo a punto de dar lugar a una guerra de
Yugoslavia contra Italia y Hungría. Menos mal que su sucesor, el príncipe Pablo,
apaciguó los ánimos y no pasó de ahí la cosa.

En cuanto a Pavelic, fue detenido en Turín, pero como es lógico fue puesto en libertad
por falta de pruebas. Lógico, era un invitado del Gobierno.

Es posible que los motivos para asesinar a este rey vinieran de que los croatas siempre
habían pedido tener un gobierno federal, gozando de una amplia autonomía y este
monarca opinaba de manera contraria, haciendo que el Estado estuviera más
centralizado. Además, tomaron como un insulto que, tras el golpe de Estado del 29, el
rey nombrara un gabinete con una mayoría aplastante de serbios.

Bueno, pues llegamos a la Segunda Guerra Mundial y al triunfo de las tropas alemanas
sobre el renqueante ejército yugoslavo. Los alemanes tuvieron a bien premiar a sus
amigos croatas con una república títere en Croacia y ¿a quién pusieron al frente? Seguro
que lo estáis adivinando, a Ante Pavelic.

Como ya os podéis imaginar, puso toda la economía de su país al servicio del Reich,
mandó obreros a trabajar a Alemania y los pocos judíos que vivían allí, junto con los
gitanos, a los campos nazis.

Otra cosa que también hizo y que destaca por ello, fue exterminar a todos los serbios
que se le pusieron a tiro, pues los dos bandos, serbios y croatas, aprovecharon esta
guerra para demostrar el odio que habían venido incubando todo este tiempo. Desde
luego, todavía se recuerdan las matanzas y demás salvajadas que realizaron las tropas de
este individuo. Además olvidaba mencionar que montó un campo de exterminio
copiado de los nazis, donde eliminó a varios miles de personas. Fue en ello un alumno
aventajado.
Una cosa que no os he dicho es que este personaje siempre contó, desde un principio,
con el aval de la Iglesia católica de Croacia, que fue la que le escondió en los amargos
días de la derrota.

No hace falta decir que no esperó la llegada de los rusos o los partisanos de Tito. Se fue
inmediatamente hacia Roma donde fue hábilmente escondido por la Iglesia. Más tarde,
emprendió viaje a Argentina, donde recaló una buena temporada y donde se juntó con
otros compañeros de diversiones durante la Guerra.

Como los aliados obligaron al Gobierno argentino a expulsar a este elemento de su país,
seguro que no sabéis dónde fue a parar. Pues a España. Concretamente, a Madrid, donde
murió en 1959 y donde, según creo, fue enterrado.

Saludos y a ver si alguno se anima a salir a escena. Los monólogos son muy aburridos.

Evidentemente, los aliados europeos no satisfacen la deuda con los americanos al término de
la Primera Guerra Mundial. En el tratado de Versalles están interesados (Francia y Gran
Bretaña) en imponer una fuerte compensación económica a Alemania para así poder satisfacer
su deuda con los Estados Unidos. Éstos conscientes de que los europeos no iban a pagar su
deuda se aislaron internacionalmente (llegó al poder el Partido Repúblicano) y no promovieron
ningun programa de ayudas a una Europa debastada por la guerra.

La situación económica a finales de los veinte era tan favorable que incluso se produjo una
nueva modificación del Plan Dawes.

A comienzos de la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña tenía 1/4 parte de su riqueza
invertida en el exterior y Francia 1/6 de la suya, en cambio Estados Unidos a finales de la
década de los veinte tan solo tenía un 4% En definitiva, se pasó de un capitalismo industrial a
un capitalismo financiero y especulador, buscando rápidos beneficios en la bolsa a costa de
empresas que se sostenían por créditos bancarios y que, sin embargo, su rentabilidad era
mínima ya que poseían grandes stocks.

Realmente, el que más se obcecó en apretarle las clavijas a los alemanes fue Clemenceau. De
hecho, varios países de la Triple Alianza quisieron rendirse a los USA, porque les gustaban más
los 14 Puntos de Wilson y Clemenceau se negó rotundamente y lo hizo constar así en el
Tratado de Versalles.

Pero yo creo que los franceses, ya no temían a Alemania, sino a la URSS y aunque su situación
económica no era muy buena en esta época, se ofrecieron como los salvadores de Europa para
hacer frente al Ejército Rojo, pues eran la esperanza para muchos países de la zona.

A partir de mediados de los 20 los partidos comunistas del centro de Europa, que habían ido
creciendo mucho, habían decaído por el anticomunismo de la sociedad, por la burocracia y
porque muchos de sus líderes eran judíos, que, como todos sabemos siempre estuvieron mal
vistos en esta parte de Europa, no sólo en Alemania. También observaron estupefactos la
revolución comunista de Bela Kun en Hungría.

Francia se dedicó a fomentar una serie de pequeñas ententes como la de Yugoslavia, Rumania
y Checoslovaquia. La Balcánica, con Grecia, Rumanía, Yugoslavia y Turquía o la malograda
Báltica con Polonia, mas las repúblicas bálticas y Finlandia. Esto se llamó el cordón sanitario y
en teoría serviría para parar al Ejército Rojo en su avance por Europa.

En los años 20, se pensaba que el enemigo no vendría de Alemania, que estaba hundida, sino
de la URSS.

Creo que efectivamente debemos remontarnos al Tratado de Versalles, del que leí una vez que
la mayoría de alemanes (independientemente de su filiación política), llamaban "Diktat".

Copio:

Cuando el 11 de noviembre de 1918 se firmó el Armisticio en Compiégne fue con la condición


explícitamente aceptada por los países Aliados de que, en el subsiguiente tratado de paz se
aplicarían los catorce puntos de Wilson, solemnemente proclamados como finalidad de guerra
de los Estados de la Entente.
Las circunstancias bajo las cuales el Armisticio fue firmado deben ser tenidas muy en cuenta. El
Alto Mando alemán no solicitó el Armisticio por que sus ejércitos hubieran sido derrotados. En
el transcurso de los cuatro años que duró la guerra, las tropas alemanas y austrohúngaras
lucharon siempre en territorio extranjero; en Bélgica, Francia, Italia, Serbia, Rumania, Grecia.
Rusia... Los Ejércitos Centrales nunca fueron vencidos en el campo de batalla, ni siquiera en
Verdún, donde la heroica resistencia de los franceses hizo fracasar la ofensiva de Von
Falkenhayn, pero sin que en el contraataque que siguió pudieran los galos obtener ventaja
alguna. El Gobierno alemán solicitó el Armisticio por que los grupos "espartakistas" y
comunistas de Rosa Luxembourg y Liebknecht estaban convirtiendo la retaguardia alemana en
un campo de batalla y amenazaban con desatar una revolución generalizada del mismo tipo
que la sobrevenida en Rusia un año atrás. Por otra parte, la entrada en guerra de los Estados
Unidos convertía en problemática una rápida victoria germánica, y una victoria rápida era
imprescindible si se quería evitar que la amenaza bolchevique interior degenerara en un
cáncer imposible de controlar. Berlín pidió el Armisticio sobre la base del programa de Wilson,
esto es, de una «paz sin vencedores ni vencidos», para poder dedicar todo el peso de su
esfuerzo contra el bolchevismo interior y el que se insinuaba, amenazador, en las fronteras
orientales del Reich.
El Armisticio fue firmado como preludio de una paz negociada. Es extremadamente importante
tener bien presente este hecho, porque un Armisticio acordado en tales condiciones es muy
diferente de una rendición incondicional.
«La guerra no debe terminarse con un acto de venganza. Ninguna nación, ningún pueblo
deben ser robados o castigados. Ninguna anexión, ninguna contribución, ninguna
indemnización.» Éstas sabias y generosas fórmulas, que hicieron que el ingenuo Estado Mayor
alemán depusiera las armas, creyendo en la palabra de honor y en las promesas de los
estadistas aliados, promesas ratificadas bajo firma en el Armisticio de Compiégne,
constituyeron, sin duda alguna, el mayor crimen político de la Historia de Europa y prepararon
con matemática certeza, la siguiente conflagración mundial.
Bien sabido es que el vencedor se arroga todos los derechos y que dicta la paz. A pesar de
todas las fórmulas altisonantes, eslóganes más o menos manidos para narcotizar incautos y
reclutar carne de cañón, los "tratados" de paz no son más que la continuación de la guerra por
medios diplomáticos, y su finalidad no es determinada por una especie de «justicia
inmanente», sino por el objetivo perseguido por las potencias vencedoras.
No obstante, conviene recordar que, en 1871, al final de la guerra francoprusiana, que terminó
con la más completa derrota francesa, el canciller Bismarck no exigió más que la devolución de
AlsaciaLorena y una módica reparación de guerra. Alemania no le robó ningún territorio a
Francia (1) ni creó, a su alrededor, un «cordón sanitario» de estados artificiales y hostiles, ni la
forzó a «reconocer», bajo el chantaje del bloqueo por hambre, su «exclusiva culpabilidad» en
el desencadenamiento de la guerra. Alemania no atentó contra el rico e indefenso imperio
colonial francés; antes bien, aún facilitó a Francia la posibilidad de una expansión colonial a fin
de que se resarciera de sus pérdidas en Europa y recompusiera su prestigio de gran potencia...
Sesenta años atrás, cuando el primer Napoleón fue derrotado por una coalición de la que las
germánicas Prusia y Austria formaban parte preponderante, Metternich fue el mejor abogado
de Talleyrand frente a las exigencias inglesas, y Francia, inerme y a merced de una poderosa
coalición de vencedores, fue respetada en la integridad de su territorio metropolitano.

Resulta curioso, pero Clemenceau consideró hasta su muerte que el Tratado de Versalles no
fue lo suficientemente duro con los alemanes. Buscaba la humillación total. Se trataba de una
venganza mascada durante muchos años.

Gran Bretaña también quiso sacar tajada del asunto. Los franceses no sólo debían a los
americanos sino también a los ingleses, y éstos tenían que satisfacer sus deudas con los
americanos. Además, su principal interés era preservar sus colonias y su supremacía marítima.
Con lo cual Versalles, más que un tratado de paz, se convirtió en el reparto de un pastel.

Aparte de las indemnizaciones de guerra (desorbitadas para la economía alemana), de la


desmilitarización, de la entrega de la flota naval, de la pérdida de Alsacia y Lorena, de la
ocupación del Sarre y de la pérdida de las posesiones coloniales (que se convierten en
protectorados), lo que más me llama la atención es que también les arrebatan propiedades y
capitales en el extranjero. Me parece un juego macabro, ya que por una parte se busca la
reivindicación económica y por otra la destrucción financiera del país.

El mayor problema que generó el fin de la Primera Guerra Mundial fue el de los nacionalismos.
Por un lado, estas minorías nunca quisieron estar en su nuevo Estado. Por otro, los Estados de
donde procedían estas minorías siempre intentaron apropiarse de las zonas donde vivían sus
nacionales. Como el caso de Hungría, que siempre estuvo en contra del tratado del Trianón y,
aunque luchó decididamente contra el fascismo en su territorio, al final se unió al Eje, pues se
dió cuenta que era la única forma fácil y rápida de recuperar los territorios perdidos. Como así
fue.
No debemos olvidar que estos problemas se han seguido dando hasta la época actual, pues las
guerras de la antigua Yugoslavia siempre tuvieron como transfondo las minorías serbias que
vivían en los territorios de Croacia o de Bosnia-Herzegovina, incluso en Kosovo.

Para más detalles, Rumanía recibió como una herencia envenenada el territorio de
Transilvania, con una mayoría de magiares. Pues bien, éstos y sus partidos siempre influyeron
en la política rumana, incluso, en el caso de los socialistas diferían de la corriente oficial
rumana.

En los años 50 la URSS obligó al Estado rumano a darles una autonomía, la cual fueron
reduciendo hasta eliminarla del todo en el 65.

Si hacemos memoria, el comienzo del golpe de Estado contra Ceausescu se dió en este
territorio, concretamente, en Timisoara, cuando tras un discurso del Dictador, una
muchedumbre protestó de forma ostensible contra su persona. No se le ocurrió otra cosa a
este elemento que ordenar a las fuerzas de seguridad que dispararan con armas de guerra
contra la gente y fue peor todavía, pues los militares confraternizaron con el pueblo y
Ceausescu tuvo que salir volando en un helicóptero. Tras ésto, como todos sabemos fue
capturado junto con su esposa y fusilados los dos juntos.

Para empezar, se puede decir que la unidad de los aliados se basaba en una alianza de
circunstancias. No hubo nunca muchos puntos en común entre ellos.

La desconfianza hacia la URSS venía desde el tratado de Brest-Litovsk, que dejó colgados al
resto de los aliados y facilitó a los alemanes luchar en un sólo frente. No obstante, los
alemanes dejaron un millón de soldados en ese frente, por si cambiaban de opinión.

El tratado Ribbentrop-Molotov no era contra natura, pues ya existían antecedentes en el de


Rapallo (1922),por el que dejaron que las tropas alemanas pudieran entrenarse y probar sus
armas en suelo soviético. Quizás era igual de contra natura que el de la URSS con el resto de
los aliados. Por ejemplo, no se llevaron nunca bien con los polacos, liderados por Sikorski,
sobre todo después del escándalo de las Fosas de Katyn. Costó mucho que los rusos soltaran a
los soldados polacos que habían tomado prisioneros los soviéticos durante la invasión de
Polonia. Se dice que el accidente donde murió este general fue organizado por los rusos.

En esa zona de Europa daba igual que saliera un Hitler que otro dictador en otro país. Lo que
ocurrió es que Hitler triunfó en el Estado más fuerte de la zona y por éso conquistó a los otros.
Por ejemplo, Pilsudski, en Polonia, siempre intentó conquistar territorios a los soviéticos
(movimiento Jagellon), y, de hecho, así lo hizo, y otros partidos polacos, los de Dmowski, eran
partidarios de atacar Alemania (movimiento Piast).

En centro-Europa, todos tenían reivindicaciones territoriales. Nada más que hay que darse
cuenta que, tras fundarse los estados sucesores del Imperio Austro-Húngaro, todos ellos se
dedicaron a anexionarse territorios de los demás con la política de hechos consumados.
No fue sólo Alemania la perjudicada en Versalles, también Hungría tuvo que dejar unos 3
millones de húngaros fuera de su país. A Austria le pasó igual. Polonia se basó para sus
demandas en la política de las minorías polacas o en la de la lengua polaca, según le convino.
La Pequeña Entente se realizó, porque se conoció que Hungría y Alemania tenían un plan para
ocupar parte de Checoslovaquia y Rumanía. Checoslovaquia aprovechó la revolución en
Hungría para quitarle territorios. Luego le devolvió la jugada Hungría ocupando Eslovaquia y
fundando una república comunista allí, etc. El único país de la zona que salió ganando fue
Rumanía que acabó la guerra con el doble del territorio que tenía al inicio.

En fin, que todos tuvieron demandas, porque la población estaba muy diseminada y todos
aprovecharon esta ventaja para reivindicar los territorios donde se asentaban sus nacionales.

En cuanto a quién empezó la Segunda Guerra, yo creo que, para contestar a esa pregunta
habría que preguntarse antes cuándo empezó esta Guerra. A mi me da que la cosa empezó un
poco antes con la invasión de China por parte de Japón, pero, como los periodistas
occidentales no iban por allí, pues empezaron narrando la guerra en Europa.

Es igual que cuando se habla de los juicios en la posguerra. Todo el mundo se acuerda de
Nüremberg, pero casi nadie comenta que en Japón enjuiciaron y ejecutaron a mucha más
gente.

Por una parte, el tratado de Rapallo, aparte de establecer relaciones diplomáticas, sirvió para
que los dos ejércitos se entrenaran juntos y también para dejar la modernización de la
industria soviética en manos alemanas. Tanto los rusos como los alemanes aprendieron mucho
de los blindados que tenían sus socios.

En cuanto a la discusión sobre si a los aliados les importaba la situación de Polonia, me parece
claro que sólo les importaba que no se perdiera el equilibrio internacional. Por éso, tras
declarar Francia y el Reino Unido la guerra a Alemania, no le atacaron para ver si podían dar
marcha atrás. Hitler también dicen que fue mal asesorado por Ribbentrop, pues éste le
aseguró que no le iban a declarar la guerra, aunque ocupara Polonia. Por cierto, rompo una
lanza por Chamberlain, porque al igual que era partidario de la paz, luego fue el que vió las
cosas claras y le declaró la guerra a Alemania antes de dejar su cargo.

En cuanto al problema de Danzig, la cuestión no era sólo ceder este puerto, sino dejar que se
hiciera una carretera y una vía ferroviaria para conectar con la Prusia oriental. Por una parte,
los polacos no iban a soltar Danzig, porque era el mejor puerto que tenían y la mayoría de su
población era polaca. Si lo perdían, su comercio exterior notaría el golpe. Por otra, los
alemanes estuvieron intentando engañar a los polacos, para luego ocuparles (como hizo
Napoleón en España), como pretendieron hacer los soviéticos, cuando les dijeron a los polacos
que dejaran que atravesaran tropas soviéticas por su país para combatir a los alemanes.
Otra cosa a tener en cuenta es que Polonia y otros países de esa zona exportaban muchos
productos agrícolas hacia el centro de Europa y, si los alemanes la ocupaban, bloquearían el
comercio mundial en ese área. Eso ocurrió tras la Segunda Guerra, con la construcción del
Bloque Socialista.

Estados Unidos, que era hasta el momento un país neutral, cortó el suministro petrolífero a los
japoneses, porque llevaban tiempo atacando a otros países para construirse un imperio
colonial. Los USA no pretendieron un enfrentamiento bélico, en un principio, con los
japoneses, porque no disponían de un Ejército en condiciones para hacerles la guerra.

Yo sigo pensando que Hitler se aprovechó de una situación y de los anhelos de los alemanes
para que lo apoyaran y, más tarde, se dedicó a realizar genocidios, los cuales fueron mal vistos
por los militares profesionales. Por éso, intentaron cargárselo, pues sabían que el resto del
mundo nunca perdonaría a los alemanes.

El tratado de Rapallo fue entre la República de Weimar y la Rusia de Lenin, es decir, un pacto
entre dos países que habían sido excluidos de la Sociedad de Naciones.

Tratado de Rapallo fue un tratado de amistad y cooperación entre la RSFS de Rusia y Alemania,
firmado en la localidad italiana de Rapallo respectivamente por Georgi Chicherin y Walther
Rathenau el 16 de abril de 1922. Ambos países establecieron relaciones diplomáticas,
renunciaron a toda reparación de guerra y se comprometieron a desarrollar la cooperación
económica. Alemania renunció también a los créditos contra Rusia a cambio del monopolio del
aprovechamiento para la industria soviética. Puso fin al aislamiento de ambos países y
constituyó un serio fracaso diplomático para Francia y Gran Bretaña. Una cláusula secreta
permitió a Alemania entrenar a sus tropas en el territorio sovietico y construir en Rusia las
armas prohibidas por el tratado de Versalles.

Sin embargo, el pacto Von Ribbentrop-Molotov si era contra natura, por los antecedentes
políticos.

La firma de este pacto causó una gran conmoción en el resto de Europa, que ni siquiera
disminuyó por el hecho de que Stalin hubiera estado intentando negociar una alianza con Gran
Bretaña y Francia durante varios meses. Para muchas personas resultaba incomprensible que
dos potencias tan enfrentadas pudieran ponerse de acuerdo en un pacto de no agresión
amistoso en tan poco tiempo. Especial fue el caso de los fascistas en toda Europa que
rechazaron semejante acuerdo con un Estado considerado "enemigo" por su ideología
comunista, así como de numerosos simpatizantes comunistas que se desencantaron de la
Unión Soviética por haber ésta suscrito un "pacto de no agresión" con el régimen fascista que
siempre había sido considerado el enemigo a batir.

El Tratado de Rapallo entró en vigor en 1923, sin embargo, Alemania no fue admitida en la
Sociedad de Naciones hasta la firma del Tratado de Locarno, en 1926 y la abandonó en 1936.
La URSS, que no Rusia, ingresó en 1934 y fue expulsada en 1939.
Por tanto, ninguna de las dos había sido expulsada de esa Organización cuando firmaron el
Tratado de Rapallo.

Por lo que tengo entendido, este tratado le abrió las puertas a Alemania para conseguir las
inmensas materias primas que almacenaba el territorio de la URSS.

Es posible que Lenin planeara con este acuerdo aumentar su influencia sobre Alemania y la del
Komintern sobre la república de Weimar.

Alemania y Rusia (ya que la URSS se creó en 1922) fueron excluidas (que no expulsadas) de la
Sociedad de Naciones (1919).

La Sociedad de Naciones tomó pronto el aspecto de una sociedad de vencedores: a la negativa


a aceptar el ingreso de Alemania y la Rusia soviética, se le unió la renuncia norteamericana a
participar en el gran proyecto que había diseñado su presidente.

Los países integrantes originales eran los 32 miembros del anexo al Pacto y los 113 de los
Estados invitados a participar, quedando abierto el ingreso futuro al resto de los países del
mundo. Las excepciones fueron Alemania, Turquía y Rusia. Fue permitido asimismo, en el caso
del Reino Unido, el ingreso de sus dominios y colonias, como India, Sudáfrica, Australia y Nueva
Zelanda

Este aislacionanismo propiciaría el pacto de Rapallo (1923).

En mayo de 1922 se celebró en Génova una Conferencia a la que por primera vez asistieron los
aliados vencedores y los dos grandes derrotados de la guerra: Alemania y Rusia. Se trataba de
abordar los graves problemas económicos y de tratar de reintegrar a la Rusia soviética en el
concierto europeo. La Conferencia fue un fracaso. Su principal consecuencia fue la firma del
Tratado de Rapallo entre Alemania y Rusia. Los dos grandes derrotados, aún manteniendo
grandes reticencias, iniciaban un período de colaboración económica e, incluso, militar.
Alemania buscaba inquietar a las potencias occidentales y así lograr rebajar sus exigencias en
el tema de las reparaciones. Rusia intentaba reinsertarse en la política internacional europea.
El Tratado de Rapallo fue profundizado con un nuevo Tratado germano-soviético en 1926.

Cuando firman Rapallo siguen "excluidas" de la Sociedad de Naciones.

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