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La idea nació de una de las primeras y más famosas mujeres

al volante.

La señora se sentó en el auto y sacó su espejito de maquillaje. Lo miró, lo movió, pero no se


fijó en sus ojos ni en la pintura de sus labios. Lo giró simplemente porque quería ver si iba
alguien detrás de ella. Dorothy Levitt, nacida en Londres en 1882, es una persona especial en la
historia del automóvil. Además de ser la autora del libro The Woman and the Car: A Chatty
Little Handbook for the Edwardian Motoriste, un manual de conducción para mujeres en un
mundo dominado por hombres, fue una de las primeras mujeres piloto de carreras y la que dio
la idea del espejo retrovisor.

“Las mujeres deberían colocar un pequeño espejo de mano en un sitio adecuado del coche y
elevarlo de vez en cuando para poder mirar hacia atrás durante el trayecto”, señaló Levitt en el
libro, publicado por primera vez en 1909 y editado nuevamente en el año 2014. Sin embargo,
pasaron algunos años hasta que la idea llegó a la industria.

En 1914 los primeros fabricantes empezaron a montar espejos


retrovisores en los vehículos del día a día. Antes, el piloto Ray Harroun
lo había usado para la primera prueba de las 500 millas de
Indianápolis en 1911. El espejo estaba situado en mitad del cockpit de
bólido Marmon Wasp con el que Harroun ganó la prueba. El vehículo
se puede ver hoy en día en el Salón de la Fama del circuito de Indianápolis.

Hubo que esperar varios años hasta que el retrovisor fuera algo habitual. En 1927 el modelo
T de Ford lo implementó. Pero recién en los años 30 y 40 el retrovisor, ya fuera interior o
externo, empezó a ser algo estándar en la producción de vehículos.

Hoy en día, los espejos están colmados de tecnología. Los externos se pueden calentar,
regular el ángulo y doblar para estacionar en espacios estrechos. Activan una señal lumínica
ante la existencia de tráfico en el ángulo muerto e incluso han desarrollado una luz para
iluminar el entorno.

“El espejo interior se usa para mostrar detalles de la navegación o como monitor de la cámara
trasera. En la parte de atrás del espejo hay cámaras para el reconocimiento de señales, para el
asistente de frenado o el aviso de mantenimiento de carril”, afirma Arnulf Thiemel, del centro
técnico del Club Alemán del Automóvil ADAC. También hay sensores de luz para el asistente de
luz larga o sensores que reconocen los cristales empañados y activan la ventilación.

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En tanto, Nissan desarrolló hace poco un “retrovisor digital” para los vehículos producidos en
serie. El llamado Smart Mirror (espejo inteligente) tiene integrado un monitor LCD. Además de
la imagen reflejada tradicional, el conductor puede ver la de una cámara situada en la parte
trasera.

Casi 100 años después de la primera idea de un retrovisor también se atisba un cambio en
los espejos exteriores. El vehículo eficiente XL1 de Volkswagen, producido en una serie
reducida, renuncia a espejos externos y los cambia por cámaras para lograr un consumo lo más
reducido posible gracias a una aerodinámica optimizada.

Por su parte, Tesla mostró en 2012 un prototipo del Modelo X sin espejos externos, al igual
que Porsche el mismo año con el prototipo Panamera Sport Turismo, insistiendo en una idea
vista ya en 2010 en el Porsche 918 Spyder. “No es un problema”, dice el portavoz de la firma
alemana, Hermann-Josef Stappen. “Sólo la legislación está por detrás de la realidad técnica”,
agrega.

Según el experto legal de ADAC Markus Schäpe, es posible ya en Alemania desde 2005 sustituir
el espejo por un sistema de cámara y monitor, pero las firmas se orientan por las leyes
internacionales para poder así vender más en la mayor cantidad posible de países.

“Fue una historia larga y ha durado bastantes años”, dice el portavoz de Volkswagen Michael
Franke sobre el proceso de obtener permisos para el llamado E-Mirror del XL1.

Una petición en los Estados Unidos hace pocos meses demuestra lo lejos que la industria
quiere llegar en este aspecto: varios fabricantes del país solicitaron a la autoridad federal de
seguridad vial poder sustituir en el futuro los espejos exteriores por cámaras. Además de la
mejora en la aerodinámica, otra ventaja es que las cámaras solucionan mejor el problema del
ángulo muerto.

Arnulf Thiemel, sin embargo, es escéptico sobre el fin cercano del espejo tradicional. “Suplir
la información de tres espejos por la de tres cámaras en un monitor es difícil. Además, la
tecnología es mucho más cara”, afirma.

En ello seguro que no pensó hace más de 100 años Dorothy Levitt. La precursora, considerada
en 1906 como la “Chica Más Rápida de la Tierra” tras batir un récord de velocidad, tenía su
propia idea de la seguridad al volante: a las mujeres que viajaban solas por las carreteras les
recomendaba llevar “un pequeño revólver”. A diferencia del retrovisor, esa idea no prosperó.

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Los espejos retrovisores son un elemento muy importante dentro de la conducción de un
vehículo, ya que puede evitar siniestros viales. El ser humano tiene un ángulo de visión
horizontal de 170 grados, y lateral de 100 grados; con la utilización de los espejos
retrovisores, ese ángulo de 170 grados se amplía casi hasta los 360 grados, sin abandonar la
posición de la cabeza con vista al frente.

LOS ESPEJOS RETROVISORES

Un espejo retrovisor es un tipo funcional de espejo que poseen los automóviles y otros
vehículos, diseñados para permitir al conductor ver el área que se encuentra detrás del
vehículo a través de la ventana posterior.

Los espejos retrovisores a veces se confunden con los espejos laterales, un tipo diferente de
espejos sobre los laterales izquierdo y derecho de muchos vehículos modernos. Si bien este
tipo de espejos miran hacia atrás, su propósito es mostrarle al conductor el estado del tráfico a
la derecha y a la izquierda del automóvil. La legislación exige específicamente que los espejos
retrovisores internos y el espejo lateral del lado del conductor no tengan magnificación
(aumento) y, por lo tanto, son convexos. El conductor se encuentra ubicado tan próximo a
estos espejos como para poder expandir, con un desplazamiento de su cabeza su campo de
visión apropiadamente. En cambio, el espejo lateral del lado del acompañante (copiloto) se
encuentra suficientemente lejos como para que el campo visual sea fijo, por más que el
conductor mueva su cabeza y, por lo tanto, un espejo convexo es deseable para expandir el
campo visual.

En su configuración típica, el espejo retrovisor se encuentra fijo en la parte superior


del parabrisas, en un montaje universal que permite que pueda rotarse. Algunos modelos de
vehículos poseen el espejo retrovisor montado en la parte superior del tablero. Para ajustar la
posición del espejo, se recomienda sentarse en el asiento del conductor en la misma posición
que se utiliza para conducir. La utilidad de los espejos puede verse disminuida en vehículos
que poseen grandes spoilers o ventanas posteriores de dimensiones reducidas, obstrucciones
en el asiento trasero o en los que arrastran un remolque. Los espejos retrovisores interiores
están diseñados para desprenderse fácilmente durante un choque, a fin de minimizar el daño a
un ocupante del vehículo que pudiese ser desplazado y golpearse contra el espejo.

El Art. 30, Inc. D, de la Ley 24449, Sancionada: Diciembre 23 de 1994. dice: "sistema retrovisor
amplio, permanente y efectivo".

Si bien la legislación no es específica en la utilización o cantidad de estos dispositivos, son de


vital importancia casi en todo momento en la conducción: para realizar un adelantamiento, un
cambio de carril, una detención, para dar paso, para estacionar.

Nos permiten visualizar que sucede a partir de la falta de visión lateral del ojo humano, es
decir que a través de ellos podemos ver más allá de los 170 grados, y hacia atrás, hasta
completar la vuelta completa, sin abandonar la postura de conducir. Sin embargo, hay muchos
conductores que no alcanzan a darle el uso adecuado, o ignoran su utilidad, volviendo su
conducción muy peligrosa.

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¿CUÁNTOS ESPEJOS ES RECOMENDABLE UTILIZAR?

La invención de los espejos retrovisores en el vehículo apuntan a que el conductor pueda ver
lo que ocurre en sectores donde no llega el ojo humano, sin girar la cabeza. La cantidad de
estos dispositivos ha variado a lo largo del tiempo, evolucionando de acuerdo a las
necesidades de la seguridad vial, teniendo su origen en el año 1911, en las 500 millas de
Indianápolis, reemplazando el mecánico que le redactaba lo que pasaba, por un espejo, hasta
nuestros días, con el paulatino reemplazo de los espejos por las cámaras, ganando en
eficiencia la tecnología.

En un automóvil de uso común comenzó a utilizarse desde hace algunos años un espejo
interior, uno derecho y uno izquierdo. Hoy en día todos los modelos en serie traen al menos
esos espejos.

¿QUÉ FUNCIÓN TIENE CADA ESPEJO?

El espejo retrovisor interior: instalado dentro del habitáculo, al frente y al medio, dando un
panorama de al menos una parte de la carretera plana y centrada en el plano vertical
longitudinal desde el horizonte hasta una distancia de 60 metros por detrás de los puntos
oculares y en una anchura de 20 metros sobre la calzada.

El espejo exterior derecho: deberá permitir la visión de una parte de la carretera hasta una
distancia de 20 metros por detrás y en un ancho de 4 metros. Ayuda a tener controlada la
posición dentro del carril y a visualizar obstáculos en el lado derecho cuando maniobramos.

El espejo exterior izquierdo: deberá permitir la visión de una parte de la carretera hasta una
distancia de 10 metros por detrás y en un ancho de 2,5 metros.

Las veces que se deba mirar por el espejo dependerá del nivel de conducción que se alcance,
independientemente si el conductor circula por la calle céntrica de una ciudad a hora pico, o
por una ruta convencional en horario nocturno. La costumbre de observar el panorama a
través de ellos deviene del interés del entorno, y de la información que su cerebro pueda llegar
a necesitar. Chequear cada diez segundos o una vez por minuto no puede tener casi incidencia
en el segundo de los casos, a menos que deba realizarse alguna maniobra, pero sí en el primer
ejemplo, en donde el retrovisor ayuda a la buena conducción. Cada automovilista debe
conocer lo que sucede por delante, a los costados, y por detrás, sobre todo en estos tiempos
donde la imprudencia está muy ligada a las motocicletas (cada vez puede verse un número
mayor de conductores de esos rodados menores sin el casco reglamentario).

Sin embargo, los espejos no nos dan una visión completa del panorama que sucede por detrás,
quedando zonas a las que no se tiene acceso, por los diseños de los automóviles, a los cuales
se los denomina "puntos ciegos". Estos sectores pueden reducirse al máximo con una correcta
disposición de los cristales, pero siempre queda un mínimo invisible donde cabe, justamente,
una motocicleta.

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¿CÓMO REDUCIR EL PUNTO CIEGO?

Cuando un automovilista desea cambiar de carril, observa que en su espejo lateral no hay otro
auto que circule por ese sector, y al realizar la maniobra aparece repentinamente un vehículo
que toca bocina para alertar su presencia. Ese automóvil siempre estuvo allí, pero no logró
verlo.

Si no se dispone de algún dispositivo electrónico, como un detector o una cámara (estas


últimas neutralizan el punto ciego, ofreciendo un panorama completo de lo que sucede atrás
del rodado), el auto tiene un ángulo muerto en sus retrovisores. De aquí la importancia de
saber cómo reducir el ángulo muerto o punto ciego. Para evitar el ángulo muerto sin el uso de
estos sistemas, solo le quedan dos posibles soluciones: ajustar bien los espejos y utilizar la
cabeza.

Si bien en la parte frontal los conductores tienen menos visibilidad del lado izquierdo porque el
pilar de ese costado está más próximo, los expertos aseguran que los puntos ciegos son más
peligrosos cuando se realizan giros a la derecha, y no son pocas las veces que ese sector
obstruye la visión del automovilista, que no alcanza a observar a un peatón o incluso a un auto.

La limpieza de los espejos es fundamental para que nos ofrezcan un panorama más fiable, ya
que los espejos sucios pueden producir sombras, vacíos, luces duplicadas, llegando a no ser
fiable la imagen que nos llega.

UTILIZACIÓN
Si un conductor va a subirse a un vehículo que no es de su uso habitual, debe ajustar
adecuadamente los espejos a su campo visual. Deben ajustarse de tal forma que le permitan
ver con claridad todos los puntos laterales y traseros sin necesidad de mover la espalda del
respaldo del asiento del conductor; que tan sólo moviendo los ojos, alcance a ver todas las
zonas que le rodean mientras conduce.

Cada vez que se vaya a realizar alguna maniobra, como un giro, un cambio de carril, un
estacionamiento, se debe asegurar a través del espejo retrovisor que no se va a entorpecer la
normal circulación de los vehículos que circulan por el costado y por detrás.

Sirven para controlar el perímetro, mantenerlo seguro, sin caer en la paranoia, como volverse
esclavo de ellos. Es muy importante dominar las distancias del auto para cualquier maniobra a
través de los espejos; cuanto más veamos y seamos capaces de procesar podremos actuar con
mayor seguridad. Y eso es, en esencia, lo más importante al volante.

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