MADRECITA

En una noche fría de invierno

ParÍa una mujer con dolor y al cielo gritaba

¡Señor que mi hijo nazca aunque muera yo!

Madre… madrecita de mi corazón…

TÚ que cambiaste tus cabellos negros como el azabache, por cabellos blancos como la nieve,

Tù que me dabas consejo, sin importarte mí despego,

Recuerdo aquella vez cuando mi mano se levantó contra ti y golpeando tus labios rompí,…

Aquellos que besaban mis mejillas cada vez que me llevabas a mi cama.

Perdóname, Madrecita de mi alma,…

Aunque castigue mi mano tomando el hacha y cortándola

Te pido perdón madrecita porque no supe apreciar el tesoro que me amaba.

RICARO ALVARADO REDONDO