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FJM - Relato Del Proceso PDF
FJM - Relato Del Proceso PDF
1. Introducción
3.2.5 Julio Escobar Poblete y otros miembros del Frente involucrados en el asesinato.
5.1 Montaje de una organización antisubversiva que excedió el ámbito meramente asesor y las
atribuciones conferidas por la ley
5.2 Protección de terroristas mediante el otorgamiento de beneficios incluso superiores a los
contemplados en la ley de “arrepentimiento eficaz”
5.2.2.2 Caso Marco Antonio Villanueva Vinet y Evaristo de la Cruz Godoy Godoy
1 Introducción
Si observamos las extrañas circunstancias que rodean el asesinato del senador Jaime
Guzmán Errázuriz, podemos constatar la existencia de un conjunto de hechos, conductas y
declaraciones, algunos no suficientemente investigados o bien, aclarados y silenciados,
junto con una larga lista de personas y entidades que directa o indirectamente se han visto
involucrados en los mismos, y respecto de las cuales por diversas razones no ha sido
posible hacer efectivas las responsabilidades políticas, administrativas y judiciales del caso.
Por otra parte, es posible advertir una serie de confusos hechos acaecidos con
posterioridad al asesinato, y que se producen en el marco de la investigación policial y
judicial que da a lugar el mismo, así como también la participación que en ellos
corresponde a autoridades políticas, policiales y entidades de gobierno.
El principio de la independencia del Poder Judicial, no sólo se vio afectado por las
defensas incondicionales de los inculpados efectuadas por el Ejecutivo y dirigentes
oficialistas, sino también –y gravemente– como consecuencia de las sucesivas presiones,
amenazas y denostaciones públicas de que fueron objeto los distintos magistrados que han
estado a cargo de la causa, y en general, todos aquellos que de una u otro manera han
tratado de investigar a fondo los hechos o dar luz respecto de nuevos antecedentes. En este
punto, es lamentable tener que destacar al menos dos hechos inéditos en la historia judicial
chilena, a saber: la inhabilitación del ministro en visita Alfredo Pfeiffer para seguir
conociendo de la causa basado en las presiones recibidas del Ejecutivo y la decisión del
Consejo de Defensa del Estado de no apelar ante la Corte Suprema de la sentencia que
acogió los recursos de amparo interpuestos frente a los procesamientos de Schilling y Mery.
Esta última decisión trajo como consecuencia –en un hecho también inédito– la renuncia al
Consejo de uno de sus más connotados consejeros, el abogado Davor Harasic.
Concluyendo esta introducción cabe reproducir la carta enviada por la madre del
extinto senador, señora Carmen Errázuriz de Guzmán al Ministro del Interior de la época
Enrique Krauss, y en la cual expresa sus sentimientos en relación a estos hechos:
“Estimado Ministro:
Quiero explicarle que este proceder mío no es porque no sienta ni menos aún porque no
piense o reflexione... Mi abogado en este proceso, Miguel Schweitzer, es testigo de que
durante los vaivenes interminables del caso Olea Gaona muchas veces le dije que esto me
parecía una historia “armada” para demorar las cosas y no llegar al momento álgido de
encontrar al o los culpables, pues en el caso de ello suceder no podía sino aplicarse la pena
de muerte, con el consabido indulto que vendría de atrás, lo que sin duda le provocaría una
situación inconfortable, por decir lo menos, al Presidente la República.
Siempre se supo que Olea Gaona tenía el perfil de un simple ladrón de autos, pero que en el
asesinato mismo quizás no había tenido una participación relevante. Además era absurdo
pensar que con el “profesionalismo” en asesinatos y robos del FMR fueran a confiarle
responsabilidades a alguien tan bajo en el escalafón como Olea Gaona. Es por ello que
cuando el ministro Pfeiffer exculpó a éste para mi no fue una sorpresa, pero sí fue doloroso
comprobar que todo había sido desde el principio un engaño...Yo no digo que usted lo haya
sabido, pero dada la impresión muy favorable que yo me formé de su persona cuando me
vino a visitar, le confieso que me extrañó mucho la constatación de lo sucedido y de lo que
de ello es fuerza colegir, aunque por encima de usted hay personas en el gobierno que
tienen la última decisión.
Además todo el asunto del prefecto Barraza apareció en un comienzo más extraño e
inexplicable. Sin embargo, me queda la satisfacción de constatar una vez más que en Chile
todo se sabe, por crudo y doloroso que sea.
Sé que la ley me autorizaba para pedir la pena mayor, pero como mujer cristiana, y sobre
todo madre de Jaime, no habría podido hacerlo nunca, pero estimo que en un país que se
precia de vivir en democracia y justicia y tratándose del asesinato de un senador de la
República que dio la vida sirviendo al país, la autoridad política debió haberlo hecho.
Perdóneme Enriq ue [Krauss], que le haya quitado su tiempo, en este momento le hablo
como persona y no como gobierno, pero no he podido dejar de decirle lo que siento en lo
profundo de mi ser. Necesito no sólo morir tranquila y en paz conmigo misma, sino
también vivir de la misma manera.
Esperando que me comprenda y que esta carta no produzca en usted ninguna reacción
negativa, lo saluda muy atentamente,
Siendo las 18:27 horas y cuando el automóvil del senador, un Subaru Legacy
patente DE-3090, abandonaba el Campus Oriente de la Universidad Católica por calle
Battle y Ordóñez, en el semáforo que se encuentra al frente de la entrada principal de esa
1
Diario “La Segunda”, 23 de Diciembre de 1996, página 14.
2
En la actualidad dicha avenida lleva el nombre de Jaime Guzmán E.
casa de estudios, y aprovechando que el auto del parlamentario estaba detenido por la luz
roja, se acercaron dos sujetos jóvenes a rostro descubierto y vestidos con blue jeans que a
quemarropa dispararon con armas automáticas contra el fundador de la UDI.. Los
subversivos continuaron disparando contra el vehículo mientras éste se alejaba. Luego
corrieron hacia la esquina de Regina Pacis con Simón Bolívar donde los esperaba un taxi
Opala de color negro. El senador fue trasladado en el mismo auto por su chofer, Luis
Fuentes, hasta la sede de la UDI y de ahí al Hospital Militar, donde falleció cerca de las
21:30 horas a causa de las heridas de bala que dañaron todos los órganos de la región
toráxica-abdominal, en especial el hígado.
El auto del senador presentaba seis impactos de bala: dos en el tapabarro trasero,
dos en la puerta trasera, uno en la puerta delantera bajo el espejo lateral y uno en el
tapabarro delantero, todas en su costado derecho, y todos los vidrios del mismo lado y
parabrisas trasero pulverizados. Según peritos, la munición empleada –calibre 45– es
utilizada en armamento de guerra.
Manuel Salazar en su libro “Guzmán, quién, cómo, por qúe”, describe así los
hechos:
El día 1 de abril, Ricardo Palma Salamanca se reunió con “Emilio” (Raúl Escobar
Poblete, presunto jefe de la fuga ocurrida en diciembre de 1996), en el lugar prefijado y en
él abordaron un auto Opala negro dirigiéndose de inmediato al Campus Oriente de la UC.
En el trayecto, Palma se caracterizó colocándose un bigote negro ancho. Si bien Emilio
también llevaba un bigote, no pudo utilizarlo por falta de pegamento. En el trayecto, Emilio
le comunica a Palma que para obtener el armamento debe ingresar a una schopería ubicada
al frente de la entrada principal del Campus Oriente. En su interior se encontraría un tipo
que tendría como seña una bebida y una chaleca sobre la mesa, quien le proporcionaría el
armamento.
Una vez llegado al Campus, Palma descendió del auto y se dirigió a la schopería,
mientras Emilio estacionaba el auto en Regina Pacis.
Palma ya con el arma en su poder sale del local y camina por Battle y Ordóñez hasta
llegar a Regina Pacis, lugar donde se reencuentra con Emilio. Palma le cuenta que le había
ido bien con el arma y Emilio dice, a su vez, que no fue posible dejar el auto en el lugar
planificado y que tuvo que estacionarlo cerca de la calle Holanda.
Palma y Emilio cruzaron la calzada e ingresaron por la puerta principal al recinto
del Campus. Se dirigieron hacia el interior del edificio y por un pasillo lateral llegaron a
una escala que conduce al segundo piso. Doblaron a la derecha y se encaminaron a las salas
de color naranja. Emilio en el intertanto se dirigió hacia las salas, a fin de saber si el
senador se encontraba haciendo clases. Palma lo esperó en el pasillo mirando hacia el patio
interior de la universidad. A los pocos minutos Emilio regresó y le contó a Palma que
Guzmán se encontraba en su interior haciendo clases. Palma y Emilio se dirigieron
entonces hacia los baños de las salas azules y en su interior revisan las armas, percatándose
Palma de que se trataba de una pistola Browning, la cual prepara dejando un cartucho en la
recamara. Emilio no revisó su pistola debido a que se trataba de la Taurus que regularmente
usaba y que Palma ya había conocido en otras acciones.
Del baño se dirigen hacia la sala de profesores donde esperarían la salida del
senador. Luego de unos minutos sonó el timbre que señalaba el término de las clases,
momento en que se preparan para esperar al senador en el pasillo. Lo vieron pasar y
dirigirse hacia la sala de profesores a entregar el libro de clases. Se adelantaron según el
plan establecido, bajando algunos peldaños en forma muy lenta esperando que apareciera el
senador, quien no tardó mucho en hacerlo. Antes de que ellos llegaran a uno de los
descansos, al no escuchar los pasos, Palma mira hacia atrás, percatándose de que Guzmán
estaba detenido en el segundo peldaño, desde donde observó a los subversivos. Guzmán al
parecer se percató de la situación y se volvió hacia la sala de profesores. Entretanto, Palma
y Emilio, siguieron bajando y una vez que llegaron al pasillo en el primer piso, y mientras
se dirigían a la salida, evaluaron la acción. Los frentistas concluyeron que pese a que
Guzmán se percató de su presencia, tendrían una nueva oportunidad en el exterior, siempre
y cuando el senador pasara con su auto por delante del paradero ubicado en la entrada del
Campus.
3.1 Breve historia del Frente Patriótico Manuel Rodríguez y contexto en que se
produce el asesinato
3
Cfr. Salazar, Manuel “Guzmán, quién, comó, por qué”, Santiago, Ediciones BAT, 1994, pp.11-19
4
Cfr. Cavallo, Ascanio. “La historia oculta de la transición”. Santiago, Editorial Grijalbo, 1998, p. 97
5
Ortega, Javier. “La oferta de Castro.
En: http://docs.tercera.cl/especiales/2001/verdeolivo/capitulo01/oferta03.htm
6
Ortega, Javier. “El ‘test de los cojones’”.
En: http://docs.tercera.cl/especiales/2001/verdeolivo/capitulo01/test02.htm
7
Ortega, Javier. “ Los hijos adoptivos de Fidel”.
En: http://docs.tercera.cl/especiales/2001/verdeolivo/capitulo01/hijos03.htm
chilenos provenientes de Europa del este. Entre ellos destaca Raúl Pellegrín Friedman,
“José Miguel”, futuro comandante del Frente, quien arriba desde Frankfurt para alistarse
en la academia cubana “Camilo Cie nfuegos”.
Luego de culminar sus estudios a fines de la década de los setenta, algunos de los
chilenos son enviados a Nicaragua para apoyar el combate que las fuerzas sandinistas
libraban contra el gobierno de Anastasio Somoza. Aquí tienen una destacada participación,
luego “algunos siguieron la ruta Centroamericana integrándose al Frente Farabundo Martí
en El Salvador, otros partieron a destinos africanos y asiáticos y por último hay quienes
siguieron especializándose en Europa Oriental, cuya clásica división del trabajo alcanzaba
también al campo militar: inteligencia y contrainteligencia en Moscú, documentos en
Budapest, doctrina estratégica en la RDA y, a veces, técnicas de insurgencia en campos
prácticos de Libia, Angola o Mozambique”8.
Paralelamente, la dirigencia del Partido, tanto en Alemania como en Moscú,
comenzaban a elaborar tesis militares para hacer frente al régimen de Pinochet. Finalmente
en el pleno del partido efectuado en Moscú el año 1980 se anunció que el partido adoptaba
la política de la Rebelión Popular de Masas, la cual quedó a cargo de Galvarino Sergio
Apablaza Guerra, , “Salvador”.
La Comisión Militar tendría a su cargo cuatro áreas, una de ellas era la fuerza
militar propia, es decir, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez. El nombre del grupo, según
sus integrantes se debe a que el grupo consideraba a Rodríguez, entre “los padres de la
patria es quien más representa las formas de lucha que nosotros utilizamos. Su astucia, su
dinamismo y su patriotismo es lo que nos anima, y también su lema que lo hemos hecho
nuestro...’aún tenemos patria, ciudadanos’”9.
A principios de la década de los ochenta comienzan a ingresar a Chile los
comandantes que debían conformar el aparato revolucionario. Lo hacen con recursos del
Partido Comunista y sólo podían actuar bajo su autorización.
El Frente debuta públicamente a finales de 1983, poco después de recibir la
autorización por parte del Partido Comunista. Al mando de las acciones quedaba el joven
Raúl Pelegrín, el mismo que años antes había recibido formación militar en Cuba.
La primera actuación pública del Frente se lleva a cabo el 14 de diciembre del 1983.
Consiste en asaltos a camiones, repartición de alimentos en poblaciones y un gran apagón
nacional provocado por un atentado a cuatro torres de e nergía.
Los años siguientes son un período en que el Frente realiza numerosas acciones
como secuestros, bombazos, asaltos a cuarteles y lucha callejera en medio de las protestas.
Con el Frente ya en acción se proyecta al año 1986 como “decisivo ”. Él contemplaba la
realización de tres importantes acciones: la masiva internación de armas, el atentado al
general Pinochet y un asalto a Santiago.
Las dos primeras fracasan, al ser descubierto el arsenal en la zona de Carrizal Bajo y
frustrado el ataque al general Pinochet. Mientras que el asalto a Santiago nunca llegó a
materializarse.
Así, en 1987 y producto de las sucesivas derrotas que había sufrido el Frente en el
terreno político y militar, y la imposibilidad de convertir el año 1986 en el “año decisivo”
en la lucha contra el gobierno militar, con la consecuente legitimación y consagración del
8
Cavallo, Ascanio. Op. Cit. p. 98
9
Lavandero, Jorge. “El precio de sostener un sueño”.LOM Ediciones, 1997, página 125.
camino institucional fijado por la Constitución de 1980 para el traspaso de mando, el Frente
se divide.
El Frente además recibe críticas por sus acciones de parte del Partido Comunista,
que ordena restringir el poder de decisión de los comandantes, toma el control de los
depósitos de armas y empieza a “recuperar” a sus militantes10 .
Se produce entonces un quiebre en el Frente, entre aquellos que permanecen fieles
al Partido y aquellos que abogan por continuar con la lucha armada. Raúl Pelegrín, en una
intervención realizada ante la Comisión Militar del Partido Comunista afirmaba, “...a veces
me ha parecido que algunos compañeros se olvidaron de cual es el enemigo principal. Es
necesario avanzar y con la lucha se irán limando asperezas y resolviendo a veces
paralelamente los problemas teóricos”11 .
Así mismo sostenía que “por parte de los compañeros de la Dirección y de la
Comisión Militar, no ha habido una actitud para arreglar el problema. Más de alguien estará
feliz de que el Frente se vaya del Partido. O más bien, que el Partido se vaya del Frente”12 .
Y luego, “varios compañeros y varias jefaturas consideramos que este es el momento de dar
paso al accionar a la lucha decidida y resuelta en perspectiva de la Sublevación Nacional,
que seguimos considerando como la única estrategia válida para resolver los problemas de
nuestro país”13 .
Pelegrín es sacado del mando por el Partido en agosto de 1987. Éste rechazó la
decisión, provocándose el quiebre de la Comisión Militar. Algunos regresan al PC
formando el llamado FPMR-Partido, mientras los otros se transforman en un ente separado,
el FPMR-Autónomo.
El Frente Autónomo decide adoptar la estrategia denominada de “Guerra Patriótica
Nacional”. Su primera acción se llevó a cabo el 1 de septiembre de 1987 y fue de gran
envergadura. La denominada “Operación Príncipe” consistió en el secuestro del Coronel de
Ejército y Subdirector de la Fábrica de Armas y Maestranza del Ejército (FAMAE), Carlos
Carreño.
Esta operación tuvo gran fue de gran importancia para el Frente-Autónomo, ya que
por una parte les dio notoriedad pública, demostrando además su capacidad operativa sin el
apoyo logístico del Partido Comunista.
Pese a lo anterior, la acción no fue del todo exitosa, ya que las represalias no se
hicieron esperar, desapareciendo días después cinco miembros del Frente, dos de los cuales
formaban parte del Frente-Partido, lo que evidentemente generó nuevas rencillas entre
ambas facciones.
Lamentablemente para la nueva organización ésta pronto vendría el primer
contratiempo importante. El 21 de Octubre de 1988 realizan un ataque en la localidad de
Los Queñes, comuna de Curicó, contra el Retén de Carabineros del sector. En él fueron
abatidos el propio Raúl Pellegrin Friedman, Alias “José Miguel” y Cecilia Magni Camino,
alias “Tamara” (encargada de la organización del FPMR Autónomo de Rancagua a
Chillán).
Es entonces Galvarino Apablaza “Salvador” quien toma el mando de la
organización, la que además decide que a partir de ese momento en sus acciones armadas
10
Cavallo, Ascanio. Op. Cit. p. 100
11
Salazar, Manuel. “Guzmán, quién, comó, por qué”. Santiago, BAT Editores, 1994, pp. 49 a 56.
12
Ibíd.
13
Ibíd.
no participaría directamente ninguno de sus Comandantes, para evitar de esta forma
problemas de ausencia de liderazgo en sus mandos, producto de eventuales decesos 14 .
Posteriormente el Frente-Autónomo realiza una serie de acciones entre las que
destacan los atentados contra los generales Gustavo Leigh y Enrique Ruiz, así como el
coronel de Carabineros Luis Fontaine.
Pero la muerte de Pelegrín había constituido un duro golpe y el Frente-Autónomo
comienza a mostrar fisuras. Había quienes sostenían que el Frente no contaba con apoyo en
la base social y que en consecuencia el camino lógico era el de replegarse, y por otra parte
estaban los mandos intermedios y una parte de los comandantes que partid arios de
continuar con la política militar tradicional del Frente y en consecuencia retomar la “Guerra
Patriótica Nacional”. Partidarios de esta última opción eran Juan Maco Gutiérrez
Fischmann (El Chele) y Hernández Norambuena (Ramiro), ambos autores intelectuales del
asesinato de Guzmán.
Deciden entonces iniciar un proceso de Consulta Nacional entre sus bases, a fin de
poder definir en conjunto las políticas y estrategias a seguir en adelante, considerando no
sólo los reveses sufridos, sino también el nuevo escenario político que se estaba viviendo
con motivo del advenimiento del régimen “democrático” luego de la llegada al poder de
Patricio Aylwin.
El proceso llegó a su fin a principios de 1991. Sus resultados mostraban el quiebre
que se había producido al interior de la dirección del Frente, ya que tres comandantes
manifestaban su voluntad de replegarse, los dos ya indicados decidieron continuar la línea
militar de la Guerra Patriótica y el “Comandante Salvador” (Galvarino Apablaza), quien
asume una posición intermedia 15 , decidiendo además redactar un documento con la postura
definitiva, el cual sería analizado posteriormente.
Pero ello nunca llega a concretarse, ya que “El Chele ” y “Ramiro” toman la decisión
de realizar el atentado que costaría la vida al senador Jaime Guzmán, el que iba a
interrumpir el debate interno, bloqueando “cualquier posibilidad de abandono de la lucha
armada”16 .
Esto explica que una vez cometido el atentado, la Dirección del Frente en un primer
momento y ante reiteradas consultas de sus dirigencia intermedia, desconoce su autoría.
Así por ejemplo, el frentista Vasili Carrillo, consultado días despúes del atentado
que cuesta la vida del senador de la UDI, manifiesta que el Frente “...hoy esta abocado a un
proceso de discusión para lo cual se encuentran realizando una consulta nacional en la que
participan todos sus integrantes y que por tanto no esta efectuando acciones armadas” 17 .
14
Cfr. “Qué Pasa”, Santiago, 13 de Julio de 1996, p. 23.
15
Crf. “Qué Pasa”. Santiago, 21 de Diciembre de 1996, p. 31.
16
http://docs.tercera.cl/especiales/2001/verdeolivo/capitulo08/decision01.htm
17
Diario La Nación, 04 de Abril de 1991, página 10
18
Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciembre de 1996, página 31.
Esta situación creó un clima de conflicto entre los comandantes que aparecían
vinculados a la acción y aquellos cuya decisión había sido la de replegarse, quienes
evidentemente se sintieron pasados a llevar. Incluso se dice que producto de esta desazón
muchos comenzaron a prestar servicios como informantes de los organismos de seguridad
del Gobierno.
Este reconocimiento fue analizado e interpretado al interior del Frente como una
estrategia de Apablaza para enfrentar el riesgo de que Hernández Norambuena y Gutiérrez
Fischmann, frente a una eventual decisión definitiva de repliegue del Frente autónomo,
hubiesen decidido formar una nueva organización subversiva al margen de la ya existente.
Se trataría entonces de una hábil maniobra de Apablaza para no provocar una nueva
división del Frente.
Para comprender la importancia que tenía para Apablaza el evitar un nuevo quiebre,
es necesario considerar que ambos “comandantes” (“Ramiro” y el “Chele”) eran vistos
como grandes líderes al interior de la organización, por las apreciables ventajas que
exhibían. “Ramiro” tenía un grupo operativo muy leal, en tanto que el “Chele” tenía
contactos en Cuba y un muy buen manejo de las finanzas.
19
Vidal , Hernán, “FPMR, El Tabú del conflicto armado en Chile”,Mosquito Editores, 199 5, página 237.
por presentarlo como un santo, siempre estuvo detrás de los actos criminales en contra del
pueblo”20 .
Alias “El Negro”. Es el autor material confeso de los disparos efectuados contra la
persona del senador Guzmán.
20
Las Ultimas Noticias, 18 de Octubre de 1996.
21
Palma Salamanca, Ricardo, “El Gran rescate”, Ediciones LOM, 1997, página 36.
22
Revista “Qué Pasa”, 20 de Julio de 1996, página 16.
23
Palma Salamanca relata su fuga en el libro Palma Salamanca, Ricardo. “El gran rescate: desflorando el
viento”. Santiago, LOM Ediciones, 1997.
estrella” en una reunión de aniversario de la “Escuela Internacional de Deportes y
Educación Física”, en febrero del 200224 .
a) Chofer del auto en que el FPMR secuestró a Cristián Edwards y posteriormente celador
durante su cautiverio. Condenado a presidio perpetuo.
b) Autor confeso de los disparos que ocasionaron la muerte al senador Guzmán, el día 1 de
abril de 1991. Condenado a presidio perpetuo.
c) Autor material del asesinato del coronel de Carabineros Luis Fontaine (Dicomcar).
Condenado a 15 años.
d) Autor material del homicidio del sargento segundo de Ejército y ex agente de la CNI y
escolta de Pinochet, Víctor Enrique Valenzuela. Respecto de este hecho, si bien en un
comienzo fue condenado por la Cuarta Fiscalía Militar a presidio perpetuo, la Corte Marcial
en fallo unánime rebajó la pena a 15 años en virtud de favorecer al condenado la atenuante
de “irreprochable conducta anterior”.
24
“Qué Pasa”, 5 de abril de 2002
3.2.2 Juan Maco Gutiérrez Fischmann
Alias “El Chele”. Es sindicado como uno de los principales autores intelectuales del
asesinato del senador Guzmán.
Fue uno de los fundadores del Frente en 1983 y pieza importante de su estructura,
tanto por su preparación militar en Cuba, por su experiencia en la revolución nicaragüense,
como además por pertenecer a lo que se denominó la “aristocracia guerrillera
latinoamericana”26.
De este matrimonio nacieron tres hijos: Juan Maco, Paula y Juanita Paz. Esta última
estuvo casada con el cantautor cubano, Silvio Rodríguez.
En 1977 estudió en la Escuela Militar de Bulgaria, desde donde egresa con el grado
de teniente.
Regresó a Cuba, y contrajo matrimonio con Mariela (María de la Luz) Castro Espín,
la única hija de Raúl Castro, ministro de Defensa cubano y hermano de Fidel Castro, con
25
Revista “Qué Pasa”, 13 de Abril de 1996, página 18.
26
Revista “Qué Pasa”, 13 de Abril de 1996, página 21.
27
Revista “Qué Pasa”, 13 de Julio de 1996, página 23.
28
Revista “Qué Pasa”, 3 de Agosto de 1996, página 25.
quien tuvo dos hijos. Su entonces suegro, Raúl Castro, era el responsable de los aparatos de
Seguridad e Inteligencia de Cuba y quien tras el triunfo de la Revolución Sandinista en
Nicaragua se refirió a los combatientes chilenos que actuaron en esa insurrección en los
siguientes términos: “Estos son mis hombres”29 .
Una de las acciones que el Frente llevó a cabo para financiar los gastos que
demandó la “operación secuestro”, fue el asalto a un camión Prosegur en el Campus
Oriente de la Universidad Católica el día 22 de enero de 1992. En dicha acción participaron
los frentistas Fabián López Luque, los hermanos Pablo y Alexis Muñoz Hoffman y el
“Chele”, que fue sindicado como jefe de la operación. De hecho, según el propio “Chele”
uno de los delincuentes usaba al momento de cometerse el delito una chaqueta de su
29
Revista “Qué Pasa”, 13 de Abril de 1996, página 18.
30
Revista “Qué Pasa”, 20 de Julio de 1996, página 16.
31
Revista “Qué Pasa”, 13 de Julio de 1996, página 24.
propiedad. En este asalto resultaron muertos Alexis Muñoz Hoffman y Fabián López Luque
y herido y detenido, Pablo Muñoz Hoffman32 .
Evidentemente, el éxito económico del secuestro de Edwards fue una manera rápida
y eficiente de obtener los recursos necesarios para iniciar el repliegue proyectado.
La tesis de Jorge Barraza (ex Jefe de la BIOC), que ha ido cobrando fuerza con el
tiempo, indicaba que curiosamente el nombre de Gutiérrez Fischmann se mantuvo ajeno de
las investigaciones pese a que el ex-comisario informó de modo personal a sus superiores
acerca de la identidad y relación de Gutiérrez con el asesinato del senador Guzmán. La
denuncia entonces, apuntaba a que el “Chele” fue uno de los tantos protegidos de la Oficina
de Seguridad y, por ende, de Investigaciones.
32
Ídem.
33
Ídem.
34
Revista “Qué Pasa”, 13 de Julio de 1996, página 23.
Alias “Comandante Ramiro”. Es otro de los autores intelectuales del asesinato del
senador Guzmán y fue tercer hombre en la línea de mando del Frente Patriótico Manuel
Rodríguez.
Considerado uno de los comandantes “duros” y si bien tiene una escasa preparación
política, es reconocido y despierta una gran lealtad y respaldo al interior de la organización,
pues emergió desde las bases. Ostenta además el privilegio de ser el único comandante que
realizó toda su preparación militar en Chile.
3.2.5 Julio Escobar Poblete y otros miembros del Frente involucrados en el asesinato
35
http://docs.tercera.cl/especiales/2001/verdeolivo/capitulo05/compay01.htm
36
Ídem.
37
Ídem.
Alias “Comandante Emilio”.
38
Palma Salamanca, Ricardo; op. cit., página 36.
El ex- jefe de la Brigada de Investigaciones de Organizaciones Criminales (BIOC)
Jorge Barraza es uno de los principales responsables de que el proceso judicial por el
asesinato del senador Guzmán haya cambiado su curso a mediados de los noventa.
Barraza asume la investigación del asesinato del senador Guzmán, producto de los
sucesivos éxitos en su labor policial, constatados y reconocidos por el alto mando de
Investigaciones.
Barraza, divide el trabajo en dos grupos: uno a cargo del secuestro de Cristián Edwards y el
otro a cargo del asesinato del senador Guzmán.
39
Revista “Qué Pasa”, 22 de Junio de 1996, página 18.
40
Ídem.
4.1 Secuestro de Edwards y primeras pistas
Es a partir de este momento que Toro autoriza la creación de la BIOC, que nace
formalmente el 1 de enero de 1992 con Barraza como su jefe máximo en reconocimiento a
la labor desarrollada. La BIOC agrupó a la mejor gente de la Policía Civil, a alumnos
destacados de la Escuela de Investigaciones y a algunos ex agentes que habían estado en
comisión de servicio en la CNI 44 .
41
Revista “Qué Pasa”, 13 de Abril de 1996, página 17.
42
Revista “Qué Pasa”, 22 de Junio de 1996, páginas 82,83.
43
Revista “Qué Pasa”, 22 de Junio de 1996, páginas 82,83 y 84.
44
Revista “Qué Pasa”, 22 de Junio de 1996, página 18.
Si bien se cumplió con el principal objetivo en la operación Secuestro, cual era la
liberación de Cristián Edwards, la BIOC perdió los pasos del grupo de rodriguistas
involucrados en la operación.
Incluso se señala que antes de irse, los extremistas quemaron la cabaña en que había
permanecido la joven con “Ramiro” a fin de que no quedara ninguna huella del
“Comandante” del Frente, que lo vinculara con la joven46 .
Una vez identificados y con el objeto de seguir más de cerca las actividades del
grupo, Barraza ubica a un funcionario de Investigaciones de Limache que estuviera
dispuesto a ingresar con su familia al camping, sin armas y sin radio para no despertar
sospechas. Contactado este funcionario y ya al interior del camping, dedicó su tiempo a
45
Salazar, Manuel, “Bajo Sospecha. Doce Crímenes en suspenso”, Editorial Grijalbo, 1996, página 106 y
107.
46
Ídem.
47
Revista “Qué Pasa”, 22 de Junio de 1996, página 19.
estudiar las rutinas de los frentistas, la relación jerárquica entre ellos y el armamento que
portaban.
Valenzuela, quien había tenido un fugaz paso por la BIOC informa de esta comisión
de servicio a su superior directo, el subprefecto José Almirka Sotomayor Llano, en ese
entonces Jefe Nacional de Narcóticos.
48
Ídem.
49
Revista “Qué Pasa”, 29 de Junio de 1996, página 21.
50
Minuta Alegatos Mery; op. cit., página 21.
51
Sala zar, Manuel; op. cit., página 109.
52
Revista “Qué Pasa”, 29 de Junio de 1996, página 21.
Existe también controversia respecto de la fecha en que se efectúo el operativo
antinarcóticos en Colliguay, cuestión que ha sido objeto de un sumario al interior de
Investigaciones a cargo del prefecto Luis González Cuevas y respecto del cual no se
conocen sus resultados. Resulta al menos peculiar que se desarrolle este sumario en forma
paralela a la investigación judicia 53 l.
Según fuentes cercanas a Barraza fue personal del Gobierno, vinculado a sus
servicios de seguridad pública, a través de Juan Maco Gutiérrez Fischmann, quienes
alertaron al grupo frentista de que la BIOC los había detectado en Colliguay. El “Chele” a
su vez le habría entregado la información a “Ramiro” para que evacuara el lugar 55 .
Barraza sostiene que los frentistas salieron del camping anticipadamente, pues
tenían cancelados cinco días más, lo cual revelaría que fueron advertidos de la presencia de
la BIOC.
Tras la huida de los rodriguistas, Barraza ordenó practicar todas las detenciones
posibles. Producto de lo anterior, son detenidos en los meses siguientes, José Miguel
Martínez, Maritza Jara y Ricardo Palma Salamanca.
La versión del Gobierno es distinta. El Ejecutivo sostiene que es Barraza el que deja
escapar al grupo de rodriguistas de Colliguay en marzo de 1992. Esto con el objeto de que
los frentistas cruzaran la frontera hacia Argentina y descubrir de esta forma las redes
trasandinas del movimiento subversivo. De no ser, según La Moneda, por una orden de
Mery, Barraza no habría detenido en el paso Los Libertadores a Maritza Jara y José Miguel
Poblete. Por último, sostienen fuentes de Gobierno que subalternos de Barraza han
declarado que el ex comisario no quiso detener a los frentistas teniendo medios y motivos
para hacerlo. Según la misma fuente, la idea de Barraza era llegar hasta Apablaza, máximo
líder del Frente.
53
Revista “Qué Pasa”, 06 de Julio de 1996, página 20.
54
Revista “Qué Pasa”, 29 de Junio de 1996, página 21.
55
Revista “Qué Pasa”, 29 de Junio de 1996, página 19.
56
Revista “Qué Pasa”, 29 de Junio de 1996, página 21.
4.3.1. Colaboración de Palma Salamanca
Barraza señala que Palma Salamanca, autor material del atentado, colaboró con las
investigaciones durante todo el tiempo en que Barraza lo mantuvo convencido de que
estaban detenidos y confesos todos los demás participes del atentado. Es en esta etapa en
que reconoce su participación como autor material no sólo en el asesinato del senador
Guzmán, sino también en el del coronel de Carabineros Luis Fontaine y su participación en
el secuestro de Edwards.
Barraza denuncia que en una visita del abogado de Palma, Adil Bercovic, este le
informa a su defendido que era el único detenido en la caus a y le instruye en el sentido de
no seguir entregando información, luego de lo cual Palma evidentemente deja de
colaborar58 .
Lo anterior era muy grave pues Investigaciones se había obsesionado con Olea
Gaona y empecinado en su captura, particularmente el Grupo Lex dirigido por Fieldhous e.
Más grave aún era esta noticia si se considera que se realizaban importantes gestiones con
el Gobierno español a fin de obtener la extradición de Olea Gaona. Lo anterior había
motivado incluso la visita de Marcelo Schilling a España.
57
Revista “Qué Pasa”, 22 de Junio de 1996, página 20.
58
Revista “Qué Pasa”, 29 de Junio de 1996, página 21.
59
Revista “Qué Pasa”, 22 de Junio de 1996, página 22.
60
Revista “Qué Pasa”, 22 de Junio de 1996, página 20.
Mery, en un hecho absolutamente irregular, le pide a Barraza que no entregue estos
antecedentes a los tribunales respectivos, aduciendo que ello provocaría un serio “problema
político”. Para tranquilizar a Barraza se comprometió a solucionar el asunto en el más breve
plazo después de conversar con funcionarios de Gobierno, cuestión que por cierto nunca
ocurrió.
Mery retuvo en su poder esta cinta de video proporcionada por Barraza por más de
un año. Recordemos que en dicha cinta se encontraban filmados los principales terroristas
de Chile, acusados del secuestro de Cristián Edwards y del atentado a Jaime Guzmán.
Barraza sólo logró obtener copias de la misma a través de personal de su unidad que
tenía el master de las grabaciones.
Con posterioridad a este encuentro, en que tanto el Gobierno como sus aparatos de
inteligencia y seguridad fueron informados de que Olea Gaona no tenía responsabilidad en
los hechos, Krauss envió dos memos a Mery solicitándole informes sobre “las persistencias
de las pruebas que incriminan a Olea”. Los memos están fechados el día 13 y 23 de Abril
de 1992. Entre tanto se continuaron por largo tiempo los trámites de extradición de Olea
Gaona.
61
Revista “Qué Pasa”, 06 de Julio de 1996, página 19 y Minuta de Alegatos del Consejo de Defensa del
Estado en la acción de amparo interpuesta en favor de Don Nelson Mery Figueroa, página 25.
62
Revista “Qué Pasa”, 22 de Junio de 1996, página 23.
Una vez más, una gravísima situación, como el ocultamiento de la inocencia de
Olea Gaona obstruye el curso de la investigación en forma descarada, desviando, de forma
intencional, la atención de los verdaderos culpables, de los cuales ya se tenía conocimiento.
Otro de los que se reunió y conversó este tema con Aylwin fue el ex director de
Investigaciones, Horacio Toro.
Toro, un día antes de partir de cónsul a Sevilla, se reunió con Aylwin y le contó
todos los detalles que exculpaban a Olea Gaona, manifestándole que el insistir en su
culpabilidad podría provocar un problema político mayor en cualquier momento. Sin
embargo, el 2 de febrero de 1993, un día después de la partida de Toro a Sevilla, se
materializó el cambio de dependencia de la BIOC. A partir de esa fecha deja de depender
de Mery y pasa a depender de la Jefatura de Inteligencia Policial64 .
63
Minuta Alegatos Mery; op. cit., página 26.
64
Revista “Qué Pasa”, 22 de Junio de 1996, página 24.
Toro, en relación a esta reunión con Aylwin, señala (fojas 575):
En todo caso, como concluye el Consejo de Defensa del Estado, “hay una serie de
testimonios indicativos de que, durante el periodo que no se informó oficialmente a los
tribunales acerca de la exculpación de Olea Gaona, efectivamente este hecho era una
preocupación preponderante de Barraza y fue llevado por él a los más altos niveles de la
administración del Estado, lo cual es indicativo de una diferencia importante que existía
entre la posición de Barraza y la del señor Mery sobre la materia y hace que, algunos de los
dichos del señor Barraza, adquieran efectiva relevancia”66 .
Barraza denuncia que existió un montaje para inculpar a Olea Gaona, según se da
cuenta con más detalle en las páginas siguientes de este informe. La gravedad de esta
acusación no es que se haya insistido por motivos políticos en una pista equivocada, sino
que esa pista lisa y llanamente fue un montaje para engañar a la opinión pública67 . [30]
65
Minuta Alegatos Mery; op. cit., página 26.
66
Minuta Alegatos Mery; op. cit., página 27.
67
Revista “Qué Pasa”, 22 de Junio de 1996, página 24.
Oficina no se hablaba de él, sólo se lo mencionaba a veces y se sabía que era el contacto en
Cuba” 68
Sarmiento declaró conocer al “Chele” el año 1992. En entrevista concedida por Juan
Sarmiento a La Tercera el 27 de junio de 1997, éste ratifica lo anterior:
–¿Donde?
–En otros sectores del país. Lo vi, tuve un contacto operativo respecto de esta persona, pero
con el solo propósito de individualizarlo, nada más ....chequearlo.
68
Minuta de Alegatos del Consejo de Defensa del Estado en las acciones de amparo interpuestas en favor de
Don Marcelo Gastón Schilling Rodriguez, Jorge Alvaro Zambrano Araya y Oscar Eduardo Carpenter
Villagra, 1996, página 23.
69
Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciembre de 1996, página 43.
70
Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciembre de 1996, página 32.
71
La Tercera, 27 de Junio de 1997.
obtención de importante material de audio y gráfico que les permitió identificar e incluso
detener en la oportunidad a Gutiérrez Fischmann.
Juan Miguel Sarmiento Luarte, “Agente Lorenzo”, señaló (fojas 1.477) que fue
Marcelo Schilling “en su oficina ubicada en La Moneda” quien lo puso en contacto con
Agdalín, al señalarle que debía dirigirse a un “cruce de Arauco”. Puesta en conocimiento de
sus jefes, Cancino y Opazo le dieron orden de ir y el viático correspondiente. “Schilling me
dijo que Felipe (Agdalín) me iba a dar antecedentes sobre un sujeto que llegaba hasta su
casa y tenía un cargo importante dentro de la estructura del FPMR... Felipe nombró al
“Chele” como el personaje que iría a su casa”72 .
72
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 18.
73
Ídem.
74
Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciembre de 1996, página 32.
75
Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciembre de 1996, página 32.
extrañamente, todas las acusaciones formuladas por los líderes del Frente van dirigidas
contra los principales adversarios de Schilling al interior del Gobierno en materia de control
del área de inteligencia y seguridad: Barraza y Velasco. Sin embargo, no hay mención
alguna por parte de estos frentistas de las actividades de la “Oficina” como tampoco a la
supuesta relación del “Chele” con este organismo, pese a que es justamente la “Oficina” la
causante de la infiltración y desestabilización de la organización subversiva.
En esa ocasión, los máximos líderes del Frente denunciaron que Velasco habría
montado una red para infiltrarlos, compuesta entre otros por Lenin Guardia e Iván Carrillo,
guardando un curioso silencio respecto de las actividades que en este sentido realizaba la
“Oficina”76 .
Es evidente que nunca tuvo problemas para permanecer en el país, pues los organismos
policiales tuvieron la oportunidad de detenerlo en Curanilahue (cuando fue grabado y
fotografiado en la casa de Agdalín Valenzuela), en el camping Colliguay (cuando departía
con otros líderes del Frente después del secuestro de Edwards) y nuevamente en
Curanilahue cuando fue detenido “Ramiro” y Agdalín Valenzuela (informaciones indican
que se encontraba a pocas cuadras del lugar).
Además, sus parientes cercanos han confirmado que el frentista pasó la Navidad de
1994 en su casa en el sector Oriente de la capital, después de la detención de “Ramiro” y
cuando ya su nombre era conocido en esferas policiales 77 .
Hay más antecedentes que alimentan la tesis de que el “Chele” fue protegido por la
Oficina de Seguridad del Gobierno. Estos radican en la existencia de información que
prueba una relación previa entre Gutiérrez Fischmann y Oscar Carpenter, brazo derecho de
Schilling en la Oficina y principal responsable del reclutamiento de informantes.
76
Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciembre de 1996, página 34.
77
Revista “Qué Pasa”, 13 de Abril de 1996, página 16 y Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciembre de 1996,
página 34.
78
Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciembre de 1996, página 34.
Posteriormente, ambos cumplieron labores en Nicaragua: López Candia trabajó en
la organización del Estado Mayor de la policía y el “Chele” integró el Ejército Sandinista,
como oficial cubano, en el conflicto con la “contra”. Es decir, Carpenter conocía
perfectamente a Gutiérrez Fischmann, lo que hace probable la existencia de contactos entre
ellos durante el período en que funcionó la Oficina, más aún si se piensa que Carpenter era
precisamente el encargado de reclutar a los informantes de ese organismo.
Entre ellos destaca –negativamente por cierto– las conductas imputadas al prefecto
de la Policía Civil Jorge Zambrano. Así por ejemplo, cuando fue detenido el “Comandante
Ramiro” en Curanilahue, Zambrano participó del interrogatorio y, sin embargo, en el parte
oficial no hay constancia alguna de que el policía le haya consultado por el “Chele” a
Hernández Norambuena , pese a que ya se sabía de su existencia.
Lo lógico es pensar que Mery debió haber informado del hecho al Gobierno, sin
embargo, el “Chele”, “alertado por fuentes desconocidas, burló la vigilancia de los agentes
de Barraza”80 .
Juan Sarmiento señala (fojas 298) que en su calidad de detective integrante del
“Grupo Frente” y “Frente 2”, le correspondió interactuar con la Oficina de Seguridad
Pública, “la cual le puso en contacto con un informante (...) Agdalín Valenzuela, quien le
informó que a su casa llegaría Hernández y el Chele”. En agosto de 1993 sus superiores le
ordenan ir a Curanilahue a detener a “Ramiro” (Hernández Norambuena) y a Agdalín
Valenzuela. Sarmiento se opuso detener a este último, “pero su jefe insistió”. Después de la
detención expuso a su jefe que Ramiro quería “conversar” pero le ordenaron que le
entregara el detenid o a Zambrano “a quien se le encargaba que procediera al
interrogatorio”, sin que por ello haya podido obtener más antecedentes del “Chele”.
79
Ídem.
80
Revista “Qué Pasa”, 22 de Junio de 1996, página 24.
Esta versión es confirmada por Jorge Zambrano (fojas 300) quien reconoce haber
recibido la orden de interrogar a Ra miro de Hernán Opazo “ignorando la razón por la cual
se le encomendó esa diligencia”.
Hernán Opazo Cerrato (fojas 324) niega que le haya prohibido a Sarmiento
interrogar a “Ramiro”81 .
Schilling (fojas 536) niega que Valenzuela le entregó los vasos con las huellas del
“Chele” y que se los haya pasado a Zambrano. Afirma que sobre esta materia “cree que
Sarmiento se equivoca o confunde, pero reconoce que le entregó fotos y negativos del
“Chele” entre los cuales “puede haber estado” la de fojas 303.
Luego agrega : “...en cuanto a las fotos que me entregó Sarmiento en presencia de
Cancino y del señor Zambrano, eran como quince, no todas iguales, pues habían fotos
tomadas desde diversos puntos, eran en blanco y negro. En cuanto a los negativos, venía n
dentro de un sobre y no los miré; todo lo entregué a España y puedo agregar que las fotos
eran muy malas. En realidad no me acuerdo si las fotos me las entregó Sarmiento o Burgos.
El trabajo de las fotos que encomendé en España llegaron a La Moneda, vía Embajada de
España, y yo las vi, tenían un color jaspeado, como café, debe habérmelas mostrado Jorge
Burgos”82 .
Burgos, en tanto, (fojas 1.577) contradice a Schilling señalando que “recuerda haber
visto las fotografías con Schilling, pero no recuerda haber tenido posesión material de las
fotografías ni con anterioridad ni con posterioridad al envío a España”83 .
81
Consejo de Defensa d el Estado; op. cit., página 19.
82
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 34.
83
Ídem.
Este hecho significará más tarde el procesamiento de Mery por el delito de
obstrucción a la Justicia. Sin embargo, esta resolución adoptada de la ministra Camposano
fue revocada posteriormente por la Corte Suprema, la que acoge sendos recursos de amparo
interpuestos por los afectados.
Se sostiene que Mery habría recibido “órdenes superiores” que lo llevaron a retener
este video y de paso proteger al “Chele”.
Por último, hay quienes piensan (incluso ex-rodriguistas) que debido a la necesidad
urgente de Cuba de reanudar nexos diplomáticos con Chile, y debido al condicionamiento
del Gobierno de la Concertación al Gobierno de Castro de suspender el apoyo a los grupos
subversivos de ultraizquierda, el “Chele” haya jugado algún rol en una eventual
negociación para neutralizar al Frente. Esto le habría otorgado una protección e inmunidad
especial por parte de los organismos encargados de la seguridad del Gobierno, más aún si
se piensa los contactos que tenía Gutiérrez Fischmann con el Gobierno cubano (su suegro
es Raúl Castro) y la relación de profunda amistad que tiene el subsecretario del Interior
chileno, Belisario Velasco, con el líder de la isla.
Por lo demás esta es una exigencia que públicamente se le impuso a Cuba por el
propio Presidente Aylwin, quien al asumir su mandato manifestaba lo siguiente:
84
Diario El Mercurio, 07 de Marzo de 1990.
existencia e identificación se pierden en diferentes circunstancias sin existir justificación. El
sujeto nunca logra ser detenido existiendo más de una oportunidad para ello.
Las explicaciones dadas por las autoridades policiales y políticas de la época no son
satisfactorias, ni para la opinión pública ni para la Justicia, por lo que tarde o temprano
deberá hacerse efectiva la responsabilidad judicial y política de los involucrados en estos
hechos; hechos que se enmarcan dentro de la política del gobierno democratacristiano de
Aylwin en el combate al terrorismo.
Básico entonces resulta conocer cuáles fueron las verdaderas razones que hubo para
proteger a Gutiérrez Fischmann, pues ese será el primer paso para llegar a identificar a los
integrantes de esta red de protección y a sus ideólogos.
Probablemente esta inquietud no será resuelta, entre otras cosas, producto de las
sucesivas presiones que ha ejercido el Ejecutivo sobre los tribunales en el transcurso de la
investigación.
En todo caso, las respuestas a las preguntas que a continuación se formulan, nos
serán útiles para avanzar en ese sentido y llegar a tener una idea respecto de si el “Chele”
fue o no protegido:
¿ Es lógico que siendo el “Chele” uno de los principales líderes del Frente su
nombre no aparezca en la investigación sino sólo hasta que es públicamente denunciado por
el comisario Barraza?
¿No es razonable pensar que Barraza se decide a hacer pública estas denuncias
debido a los obstáculos que encontró al interior de la Policía Civil para continuar con esta
línea de investigación?
¿Por qué sí figuraban como autores intelectuales del crimen del senador Guzmán,
Galvarino Apablaza (Nº1 del Frente) y Mauricio Hernández Norambuena (Nº 3 del
Frente), y nunca hubo interés en investigar al segundo hombre en su línea de mando
(Gutiérrez Fischmann)?
¿Por qué Investigaciones tiene tanto interés en que “Ramiro” sea interrogado por el
detective Zambrano, el policía más cercano a la “Oficina”?
¿Es razonable pensar que influyó en esta protección la amistad nacida en Cuba entre
el “Chele” y Oscar Carpenter, uno de los “jefes” de la “Oficina”?
¿Es razonable pensar que los organismos de Inteligencia del Gobierno omitieron su
nombre por las conocidas relaciones (incluso familiares) del “Chele” con el gobierno
Cubano, lo cual hubiese entorpecido el proceso de reanudación de lazos diplomáticos con la
isla?
¿Es normal que en una investigación de la importancia que esta tenía, se pierdan
elementos de prueba claves para la identificación de un delincuente, como fueron los vasos
con las huellas del “Chele”? Los procesos policiales ¿no están acaso lo suficientemente
regulados y fiscalizados? ¿No es demasiada coincidencia que el sindicado como
responsable de esta pérdida sea nuevamente Zambrano, el policía más cercano a la
“Oficina”?
¿Es legal que un funcionario “meramente asesor” del Gobierno (ese carácter tenía
“La Oficina” en materia de inteligencia (Schilling) sea la “aduana” por la que pasan los
elementos de prueba existiendo un proceso judicial (foto s, vaso, etc.)?
¿Es posible que las fotos obtenidas del “Chele” hayan sido enviadas primero a
España porque a juicio de un funcionario asesor del Gobierno (Schilling) eran “muy malas”
y no hayan sido entregadas primero a la Justicia, instancia que en definitiva las califica y
les da o no mérito probatorio?
Resulta inútil efectuar en este punto otro tipo de cuestionamientos quizás más finos,
como es el tratar de determinar si influyó en la protección del “Chele”, la amistad de largos
años del entonces subsecretario del Interior, Belisario Velasco, con el Gobierno cubano y
en particular con la familia Castro, de la cual el “Chele” fue un conspicuo integrante.
85
Diario “La Tercera”, 11 de Abril de 1996, página 4.
86
Ídem. .
El 10 de septiembre, y luego de ser alertado Barraza de que sería removido de la
BIOC y enviado a la unidad de archivo político DEPINFI, envía al tribunal el parte final
que descartaba completamente la participación de Olea Gaona en el asesinato de Guzmán.
Barraza debe dejar el documento en la secretaria de la Corte de Apelaciones, pues el
ministro Libedinsky había sido ascendido a la Corte Suprema y no se había designado
nuevo ministro a cargo de la causa.
En todo caso, sólo una de estas acusaciones prosperó: la de haber extraviado una
carpeta con antecedentes de pesquisas policiales que dejó abandonada en la Secretaría de la
Corte de Apelaciones, cuando concurrió a dejar el parte exculpatorio de Olea Gaona.
Fuentes del Gobierno de Aylwin indicaron en ese momento que Barraza no fue
sancionado por el descuido, sino porque esa carpeta contenía todas las informaciones que
había recopilado respecto de las irregularidades cometidas por Investigaciones durante las
pesquisas del caso Guzmán87.
La pregunta que surge es ¿Cómo se enteró esa fuente de gobierno del contenido de
la carpeta, si Barraza informó sobre su contenido casi tres años después?.
Producto de estas acusaciones, Barraza es sancionado sólo por el extravío con cinco
días de arresto. Sin embargo, luego de fallarse en su favor un recurso de protección
interpuesto por su abogada Pamela Pereira (dirigente socialista especializada en derechos
humanos) la Corte de Apelaciones le rebajó la sanción a una amonestación simple.
Sostiene que “durante un año, ha caído sobre mi persona todo el peso institucional,
ya que he sido investigado, seguido, intervenido mis teléfonos, amedrentados mis
subordinados y se ha tratado de desprestigiar mi persona a nivel funcionario, judicial,
político y público. ¿Cual es el origen de esta maquinación?. Haber trabajado con honestidad
y consecuencia en el homicidio del senador Guzmán, donde se estableció la responsabilidad
de los verdaderos autores y la inocencia del único inculpado”88 .
87
Revista “Qué Pasa”, 22 de Junio de 1996, página 24.
88
Revista “Qué Pasa”, 22 de Junio de 1996, página 26.
A pesar de la extensa apelación, Barraza es exonerado el 17 octubre de 1994 y un
mes después, el 15 de noviembre, el ministro Pfeiffer dicta el sobreseimiento definitivo de
Olea Gaona. Fieldhouse renunció a Investigaciones seis días antes por “motivos de
salud”89 .
Luego de este incidente, Barraza envía un mensaje a La Moneda, señalando que “si
me atropella un camión o me ocurre cualquier otro accidente, voy a reventar todo lo que
tengo sobre el “Chele”90.
89
Revista “Qué Pasa”, 22 de Junio de 1996, página 26.
90
Revista “Qué Pasa”, 29 de Junio de 1996, página 20.
El Consejo, según el propio Decreto que lo creó, “prestará asesoría y propondrá
medidas relativas a la planificación estratégica y coordinación de las políticas de Seguridad
Pública vinculadas al ámbito terrorista, que realizan en el campo de sus respectivas
competencias institucionales, Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones de
Chile”.
91
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 7.
92
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 32.
Según el mismo Decreto la composición del Consejo era la siguiente:
Cavallo revela además las pugnas existentes al interior del Gobierno entre Velasco y
Schilling en materias de seguridad pública. No hay que olvidar que Velasco es el DC con
más contactos entre los líderes izquierdistas. El propio Fidel Castro lo considera un amigo
personal. Esta amistad con el líder de la Isla nace cuando Velasco era gerente de la
Empresa de Comercio Agrícola ECA, en el Gobierno de Frei Montalva. Mantiene sus
vínculos con Cuba y viaja una vez al año a la Habana 94 .
Fuentes del Ministerio del Interior de esa época señalan que Velasco veía en la
“Oficina” un intento de potenciar a Burgos y sostienen que tanto Krauss como Enrique
Correa, en ese entonces ministro Secretario General de Gobierno, acordaron desplazar a
Velasco para que no “concentrara toda la manija de la inteligencia policial” 95 .
Esta sería una larga y sorda batalla por el control del aparato de inteligencia del
Gobierno. Velasco contaba con la lealtad de la plana mayor de Investigaciones y con una
red de informantes de izquierda coordinados por un ex mirista que en 1995 saltaría al ruedo
político: Lenin Guardia 96 .
Tan notoria era la existencia de dos grupos que operaban en materia de seguridad al
interior del Ministerio, que fue justamente gracias a una pista de Lenin Guardia y que
trabajó con éxito Barraza que se llega a Palma Salamanca 98.
Schilling, por su parte, funcionaba con oficina en La Moneda, hasta donde llegaban
permanentemente sus colaboradores externos. Se menciona como los más cercanos a
93
Cavallo, Ascanio; op. cit., página 102.
94
Revista “Qué Pasa”, 09 de Enero de 1999, página 23.
95
Ídem.
96
Ídem.
97
Revista “Qué Pasa”, 09 de Enero de 1999, página 24.
98
Ídem.
99
Revista “Qué Pasa”, 09 de Enero de 1999, página 25.
Antonio Ramos y Oscar Carpenter. (Más adelante se proporcionan antecedentes de estos
personajes).
No obstante lo anterior, Ramos (fojas 1.280) expresa no haber sido “funcionario del
Consejo Coordinador de Seguridad Pública, pero colaboraba en él entrevistando
personas....; por esto se me pagaban honorarios, pero no tenía contrato de honorarios; ni
daba boletas”100.
¿Bajo qué título se le pagaba? ¿No tenía contrato? ¿No daba boletas?
Ambos colaboradores, tanto Ramos como Carpenter, en teoría debían dedicar parte
de su tiempo al análisis de información de prensa y recibir a los informantes a quienes
debían derivar en la mayoría de los casos a alguna Unidad de Investigaciones. Todo ello en
teoría, pues en la práctica sus funciones fueron muy distintas.
Si bien este Consejo de Seguridad nace con ocasión del asesinato del senador
Guzmán, hay antecedentes para sostener que antes de su creación ya se realizaban labores
de inteligencia al interior del Gobierno con informantes pertenecientes a grupos
subversivos. Así lo ha reconocido por lo demás uno de los principales informantes de la
Oficina, el ex-mirista Humberto López Candia.
En relación a las funciones que cumplía por aquel entonces este organismo de
inteligencia, Isidro Solís afirma en su declaración al tribunal que “el Consejo recibía poca
información y que Burgos, Schilling y Fernández eran los que lo manejaban (fojas 254), lo
que es concordante con lo que declara Frühling (fojas 529 vta.) 101.
Por Decreto Supremo Nº 599 del 26 de abril de 1993, publicado en el Diario Oficial
del 30 de abril de 1993, se pone término al Consejo Coordinador de Seguridad Pública,
tristemente conocido como la “Oficina”. Esto se materializa con la promulgación de la Ley
19.212 que creó la Dirección de Seguridad Pública e Informaciones.
100
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 20.
101
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 17.
Isidro Solís se vio obligado a incorporar en la nueva organización a una gran
cantidad de personas que participaron en la “Oficina”, en calidad de “funcionarios
heredados”.
102
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 20.
103
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 9
e) Proponer políticas y planes que pueda desarrollar el Estado en materia de orden público
y de seguridad pública interior.
Por último, en noviembre del mismo año asume en las mismas funciones Mario
Papi104 .
En segundo lugar, porque la inactividad de estos grupos se originó más bien en una
decisión propia del Frente, tomada ya el año 1987 por algunos de ellos y que consistió en la
denominada tesis del “repliegue táctico”. Incluso, muchos de ellos si bien abandonaron la
actividad subversiva propiamente tal, aprovecharon su calidad de informantes para derivar
en la delincuencia común, sintiéndose plenamente protegidos por el Gobierno.
104
Revista “Qué Pasa”, 10 de Agosto de 1996.
105
Diario La Tercera, 07 de Abril de 1991.
Y en tercer lugar, de existir algún éxito en el combate contra la subversión, éste ha
quedado opacado al constatar la naturaleza de los métodos aplicados en la lucha
antiterrorista, particularmente en el período en que “reinó” Schilling.
Durante esta etapa fue posible apreciar que la batalla antisubversiva se dio
derechamente al margen de la ley. Se aplicó de hecho y en forma ilegal y arbitraria la figura
de las “delaciones compensadas”, se pagó informantes y se les utilizó como una especie de
“agentes encubiertos” regulados en Chile sólo para efectos de la ley antidrogas, se obstruyó
la justicia, y en general se ocupó muchos otros mecanismos permanentemente criticados y
cuestionados respecto de los organismos de Inteligencia del gobierno militar, cuando la
Concertación era oposición.
106
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 10.
107
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 10.
108
Decreto con Fuerza de Ley Nº1, artículo 5, letra e). Ley Orgánica del Consejo de Defensa del Estado.
En primer lugar, que “las funciones del señor Schilling y de determinados miembros
del Consejo de Seguridad trascendían el ámbito meramente asesor”.
En tercer término, que “al actuar con el legítimo móvil de combatir el terrorismo, se
llegó a cometer un acto delictual” 109.
Es un hecho que la “Oficina” nunca cumplió con los objetivos precisos que
motivaron su creación y que se encuentran clara y precisamente detallados en el Decreto
Supremo que le dieron origen.
Ratifica lo anterior, la sola lectura de las declaraciones vertidas por los propios
funcionarios de la “Oficina” en el proceso:
109
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 35.
110
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 10.
Isidro del Carmen Solís Palma (fojas 867), participe de la “Oficina” en su calidad de
Director de Gendarmería, es más tajante en su opinión, pues señala que se reunían una vez
por semana tratándose “materias sin sustancia”. Luego, agrega Solis que dejó de asistir al
Consejo por estimar “que carecía de relevancia” lo que trataban semanalmente, “ya que
normalmente las informaciones habían aparecido profusamente en la prensa”111 .
Más adelante agrega Schilling: “la llamada Oficina de calle Huérfanos no fue
paralela al Consejo sino que dependía de él; yo no la conozco y nunca he estado allí ni he
pagado cuentas de ella”112.
Schilling (fojas 980) explicando su origen pero no sus actividades declara que la
referida oficina “había sido cedida por Bienes Nacionales”.
111
Ídem.
112
Ídem.
que “estaban inhabitables por lo que me encargué que se arreglarán, preocupándose de la
parte financiera, Burgos”.
Está acreditado que más allá de lo que se diga en el sentido de que esta oficina
servía al señor Araya para trabajar en “estadísticas de hechos terroristas”, la Oficina de
Huérfanos constituía la agencia de empleos que el gobierno puso a disposición de aquellos
terroristas del Frente Manuel Rodríguez que quisieran “descolgarse” de éste u otro grupo
subversivo a cambio de una remuneración en dinero y un verdadero escudo de protección
judicial. Esta or ganización paralela, dotada de recursos del Estado y que como se verá más
adelante incluso administró justicia, era gerenteada por un ex GAP (la guardia armada
personal del ex Presidente Salvador Allende), el señor Oscar Carpenter, a quien además de
tener cursos en Cuba sobre “métodos conspirativos” se le atribuye haber participado en el
año 1972 en el asesinato de un miembro del Movimiento Patria y Libertad114 .
No hay que descartar que se haya perseguido este último objetivo, pues en labores
de Inteligencia se trabajaba informalmente desde antes del asesinato del senador Guzmán y,
en consecuencia, antes de la creación del propio Consejo Coordinador de Seguridad.
Así, antes del asesinato “hubo una reunión en La Moneda con participación del
general Sergio Lutjens, entonces a cargo de la Dirección de Inteligencia de Carabineros
(Dipolcar), creada en mayo de 1990. En el encuentro, Lutjens advirtió al Gobierno que su
113
Ídem.
114
Revista “Que Pasa”, 19 de Julio de 1997, páginas 20 a 28 y Revista “Qué Pasa”, 07 de Diciembre de 1996,
página 17.
institución poseía antecedentes que hacían presumir que el FPMR podía atentar contra el
senador Guzmán o contra el senador de Renovación Nacional Sergio Onofre Jarpa”115.
Por otra parte, el informante del Gobierno Humberto López Candia señala que un
tal “Arturo”, joven frentista que participaba de un comité de inteligencia antecesor de la
“Oficina”, informó al Ministerio del Interior de la posibilidad del atentado, información que
no habría sido tomada debidamente en cuenta por el Gobierno.
“El Comité en sí recogió información acerca de los propósitos del Frente de matar al
senador...” Agrega que “Arturo envió los antecedentes al Ministerio del Interior. Pero allá
evaluaron que la información era poco seria, un “bluff”. Arturo me dijo que estaba
abrumado y no sabía qué hacer. Cuando vi a “Arturo” tan abatido, supe que el asunto era
muy serio (...) Arturo incluso llamó anónimamente al 133 y al 134. Obviamente no lo
tomaron en cuenta”116 .
Sin embargo, las críticas no sólo apuntan a la absoluta negligencia que hubo en la
prevención del asesinato del senador Guzmán, y a la actividad desarrollada durante la
vigencia de la “Oficina”, sino también se objeta la permanencia de Schilling como asesor
en materias de “Inteligencia” una vez terminadas sus funciones en la “Oficina”, y cuando
ya existía un órgano competente en esa materia como lo era la Dirección de Seguridad
Pública, a cargo de Isidro Solís.
115
Salazar, Manuel. “Bajo Sospecha. Doce crímenes en suspenso”, Editorial Grijalbo, 1996, página 98.
116
Revista “Qué Pasa”, 19 de Julio de 1997, páginas 20 a 28.
117
Cavallo Ascanio; op. cit., página 96.
Schilling continua desarrollando labores relacionadas con el tema, incluso después
de ser nombrado Subsecretario de Desarrollo Regional.
“Señalemos que la situación laboral del señor Schilling es especial, pues, después de
haberle aceptado la renuncia al cargo de Secretario del Comité, éste continúa percibiendo
honorarios del Ministerio del Interior. Dicha situación se encuentra acreditada de fojas
1261 a 1270”118.
Según los referidos documentos que obran en el proceso, Schilling habría recibido
la suma de $9.826.213 por concepto de contrato de honorarios desde el 15 de abril de 1991
y hasta el día 30 de octubre de 1992, fecha en la cual renuncia voluntariamente a ese
contrato.
Recordemos que antes de esa fecha, por Decreto Supremo 1.253 del 30 de
septiembre de 1992 había sido reemplazado como integrante del Consejo.
¿Qué actividades concretas realizó Schilling en ese período? ¿Estas asesorías eran
conocidas por el Director de Seguridad Pública de la época?
118
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 11.
119
Ídem.
Parece evidente que el propósito que persiguió el Ejecutivo al mantener a Schilling
fue no afectar el trabajo realizado en la “Oficina de Huérfanos”, específicamente no
desarticular el trabajo de la red de informantes pagados que manejaba Carpenter, bajo la
supervisión del propio Schilling. Si dicha red se desarticulaba, comenzaría a filtrarse mucha
información que podía terminar comprometiendo la lucha antisubversiva del primer
gobierno de la Concertación.
Si fue el criterio de Krauss, quiere decir que no sólo el Ministro del Interior de la
época conocía de la situación, sino además que había sido su creador.
La pregunta que surge es si ¿era necesario que con el objeto de brindarle protección
policial se le pagará casi $15.000.000 en honorarios? Si el objetivo central era la protección
¿no había otra formula legal de proporcionársela? ¿O será que todo el que requiere
protección policial debe ser contratado a honorarios por el Ministerio del Interior?
Sin embargo, resulta grave constatar que lo afirmado por Schilling no se ajusta a la
verdad, según se desprende de lo declarado por las más altas autoridades de Carabineros e
Investigaciones.
Carabineros, mediante oficio de su General Director (fojas 1.303) informa que “la
protección que la Institución proporciona a cualquier ciudadano... no está condicionada
necesariamente al cumplimiento de una determinada función pública (...) cualquier persona
que no está investida de autoridad puede requerir protección especial y la institución la
otorgará, previa ponderación de las circunstancias especiales que pueden justificar tal
petición”122 .
120
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 12.
121
Ídem.
122
Ídem.
ameriten el otorgamiento de protección policial a las personas amenazadas, cumplan
funciones públicas o no, son ponderados en cada situación particular”123 .
Así, el señor Fernández señaló en el proceso (fojas 253) que no existían informantes
contratados “sólo terceros que concurrían voluntariamente a proporcionar antecedentes”124.
¿Es posible luchar en forma eficaz contra el terrorismo, si la hermana del autor
material del asesinato del senador Guzmán recibe dinero del Gobierno en calidad de
informante? A partir de este dato es posible inferir por qué durante tanto tiempo el
Gobierno insistió en Olea Gaona como autor material del asesinato.
123
Ídem.
124
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 18.
125
Citada en: Revista “Qué Pasa”, 24 de Agosto de 1996.
126
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 19.
De las palabras del secretario ejecutivo del Consejo de Seguridad del Gobierno,
surgen evidentes contradicciones con la información que públicamente se conoce. Esto nos
lleva a concluir que los dichos de Schilling o no se ajustan a lo ocurrido porque
derechamente miente o bien se deben a un desconocimiento y descontrol respecto de lo que
ocurría en la “Oficina de Huérfanos”, dirigida por uno de sus más cercanos colaboradores,
lo que a estas alturas resulta impensable. En cualquiera de los dos casos la situación es
grave.
“Don Agustín Edwards me dijo que Marcelo Schilling tenía un informante que
decía ser “custodio arrepentido”, por lo que yo le pedí que hiciera que Schilling nos pusiera
en contacto con el informante, pero posteriormente, Don Agustín me manifestó que
Schilling había dicho que el informante SOLO se entendía con él”127.
Solís (fojas 867) señaló en relación a este punto, que mientras participó del Consejo
nunca supo de la existencia de informantes, pero que al asumir la Dirección de Seguridad
Pública se le entregó un listado de un conjunto de informantes, tema sobre el cual no podía
ahondar en razón de lo dispuesto en la ley 19.212.
Fieldhouse (fojas 258) reconoció tener varios informantes, en tanto que Frühling
(fojas 529) reconoce su existencia pero niega haberlos conocido128 .
Sin embargo, tanto Roberto Aceituno Cerda (fojas 1.388), como Roberto Olivos
Infante (fojas 1388 vta.), ambos prefectos de Investigaciones y enlaces del Consejo con la
PICH, declararon nunca haber tenido conocimiento de su existencia ni contacto con
alguno 130.
127
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 18.
128
Ídem.
129
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 32.
130
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 33.
En entrevista concedida al diario La Segunda, el detective Jesús Silva San Martín,
elegido en 16 oportunidades como el “mejor funcionario de la Prefectura” y en 4
oportunidades como el “Mejor Policía del País”, menciona haber conocido entre otros a los
informantes Juan Gutiérrez Fischmann, Agdalín Valenzuela Márquez, Evaristo de la Cruz
Godoy Godoy, Marcos Villanueva Vinet, Luis Pizarro Quezada, Domingo Faustino
Sarmiento Flores, Néstor Mondaca González, Luis Moreno Correa y Raúl Cárdenas131 .
Según Silva, estos informantes existían desde fines de 1990 (antes del nacimiento de
la Oficina) y recibían una suma cercana a los $800.000 por dato comprobado. En el
proceso, el detective Silva (fojas 604) reconoce haber conocido unos 30 informantes,
ratificando los nombres antes indicados al vespertino 132.
Una vez más no son muy claras las explicaciones de Schilling. Nos sirven en todo
caso para dejar absolutamente establecido que los subversivos que tenían la calidad de
informantes recibían ayuda económica del Gobierno y otro tipo de beneficios de los cuales
se hablará más adelante.
Godoy señala que se cambió del domicilio que tenía en La Victoria porque era un
lugar “muy difícil para vivir, además hay mucha delincuencia, además yo viví en una
esquina que era justamente el sitio donde se juntaba la gente cuando había protesta y allí
quemaban neumáticos, lo que afectaba mucho a una de mis hijas, que es asmática; todo ello
131
Diario “La Segunda”, 18 de Octubre de 1996.
132
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 18.
133
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 13.
me llevó a buscar un lugar con aire puro y por ello me fui a Puente Alto (...) para
cambiarme, el Partido [Socialista] accedió a ayudarme”134 .
Por citar sólo un caso es lo que ocurre con la declaración en que Evaristo de la Cruz
Godoy Godoy, reconoce haber recibido ayuda económica de Schilling. Godoy señaló haber
prestado esa declaración “pero en condiciones desfavorables para mí porque me
torturaron”.
Por otra parte, en la causa rol 162.919 seguida ante el Tercer Juzgado del Crimen de
Santiago, en que Godoy acusa al detective Jesús Silva San Martín de “Lesiones Graves”,
tanto el propio Silva, como los funcionarios en servicio Sergio Francisco Mendel Monsalve
(fojas 697), José Alejandro Gajardo Sepúlveda (fojas 699), Rodolfo Herrera Miranda (fojas
701), Guillermo Andrés Brown Díaz (fojas 702), Cristián Robinson Lucero Villarreal (fojas
704) y Osvaldo Cruz Goméz (fojas 707) concuerdan en lo esencial, en cuanto a que Godoy
les hizo ver a los funcionarios su calidad de “informante de la Coordinadora de Seguridad
del Gobierno” informando que recibía una ayuda económica mensual, consistente en
$100.000 más el arriendo de una casa por $70.000137 .
134
Ídem.
135
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 13 y 14.
136
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 14.
137
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 15.
138
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 16.
Es importante señalar que existe una declaración extrajudicial de Godoy firmada por
el detenido y con sus huellas dactilares, la que no fue entregada al tribunal y en la cual éste
hace referencia a sus relaciones con Schilling y a las platas que recibía. Este documento es
reemplazado por otro en el que se omite toda referencia a Schilling 139 .
Ahora bien, en relación al tema de la tortura que denuncia Godoy (fojas 1.594) el
abogado del Codepu, Hugo Rolando Pavez Lazo, señaló que cuando fue a entrevistarse con
Godoy en Investigaciones lo encontró “muy relajado y tranquilo”, por lo tanto en su
opinión las denuncias de tortura después formuladas tiene la “impresión de que no eran
efectivas” y tenían como único propósito que el Codepu lo defendiera. Incluso manifestó
llamarle la atención el buen trato y preocupación de Investigaciones por el defendido140 .
Una tesis similar plantea en relación a este caso el informante López Candia, quien
sostiene que las denuncias de tortura efectuadas por Godoy, pretendieron despejar las dudas
en cuanto a su calidad de informante.
“...María Avendaño Passi, que vive en Santiago, me dijo que su sobrino Nibaldo Canales
Avendaño, tenía algo importante que comunicarme en relación al terrorismo. Canales, que
vive en Molina vino a hablar conmigo y me manifestó que conocía a Agdalín Valenzuela,
de quien sospechaba que tenía algún tipo de relación con el Frente, que estaba disconforme,
que se quería salir. Valenzuela dijo que quería distanciarse del FPMR y por eso se le ayudó
para que se instalará en Curanilahue; Burgos me pasó el dinero en dos o tres oportunidades,
en total una $400.000 o $500.000, no recuerdo con exactitud, que yo entregué a Ramos y
éste, a su vez, a Valenzuela”141.
Antonio Ramos es más claro en este tema, pues ha reconocido que estaba a cargo de
proveer de dinero y protección a Agdalín Valenzuela. Ramos ha declarado en el proceso
139
Ídem.
140
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 14.
141
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 17.
(fojas 576 vta.) que a Valenzuela se le “propuso una ayuda económica para que iniciara una
crianza de abejas”142.
En el mismo sentido, Ana Cecilia Contreras, pareja del informante López Candia,
en entrevista concedida al diario La Segunda con fecha 6 de enero de 1997, manifestó que
“incluso una vez detenido, continuó durante tres meses recibiendo sueldo de la Oficina
($90.000) que le hacían llegar vía telex, firmado por Carpenter”143.
En definitiva y como lo expresó el Consejo de Defensa del Estado, esta
absolutamente comprobado que “existía una red de informantes compensados
monetariamente” que funcionaban en la Oficina de Huérfanos a cargo de Oscar
Carpenter144 .
El artículo 4 de la ley 18.314 establece que “podrá disminuirse la pena hasta en dos
grados respecto de quienes llevaren a cabo acciones tendientes directamente a evitar o
aminorar las consecuencias del hecho incriminado, o dieren informaciones o
proporcionaren antecedentes que sirvieren efectivamente para impedir o prevenir la
perpetración de otros delitos terroristas, o bie n para detener o individualizar a responsables
de esta clase de delitos”.
142
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 20.
143
Diario “La Segunda”, 06 de Enero de 1997.
144
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., páginas 47 y 48.???
¿Qué establece la ley de Arrepentimiento Eficaz?
El referido ar tículo 3 establece que las penas para este delito son las establecidas en
los artículos 293 y 294 del Código Penal, aumentadas en dos grados en el caso del artículo
293 y en un grado en el caso del artículo 294.
El artículo 293 del Código Penal se refiere a las penas aplicables a las siguientes
personas:
a) A los jefes
b) A los que hubieren ejercido mando en la asociación ilícita, y
c) A los provocadores
Asociación que tiene por objeto la perpetración de crímenes: en este caso la sanción
es de presidio mayor en cualquiera de sus grados.
Asociación que tiene por objeto la perpetración de simples delitos: aquí la sanción
contemplada es de presidio menor en cualquiera de sus grados.
, el artículo 294 del Código Penal distingue para efectos de determinar las penas entre:
Asociación que tiene por objeto la perpetración de simples delitos: con una sanción
de presidio menor en su grado mínimo.
Estas penas en el caso de asociación ilícita para la comisión de delitos terroristas
son aumentadas en un grado.
Por último, el artículo 3 de la ley 18.314 establece que además será aplicable lo
dispuesto en el artículo 294 bis del Código Penal, que establece que las penas antes
indicadas de los artículos 293 y 294 se impondrán sin perjuicio de las que correspondan por
los crímenes o simples delitos cometidos con motivo u ocasión de tales actividades.
Quedan exentos de las penas antes indicadas los siguientes tipos penales:
a) Nº 5 del artículo 2º de la ley 18.314 : “La asociación ilícita cuando ella tenga por objeto
la comisión de delitos que deban calificarse de terroristas conforme a los números
anteriores y al artículo 1º.”
“La amenaza seria y verosímil de cometer alguno de los mencionados delitos, será
castigada como tentativa del mismo”.
Los que sin haber cometido otro de los delitos sancionados en ella, en cualquier
tiempo antes de la dictación de la sentencia de término en el proceso que le afe cte o puede
afectarle, abandone la asociación ilícita terrorista y:
A estas personas se les podrá rebajar la pena hasta en dos grados, si abandona la
organización terrorista y realiza las conductas mencionadas en las letras a) o b) del artículo
anterior. (artículo 2, ley 19.172)
b) En segundo término debe solicitarse al juez que conoce del proceso respectivo. En el
evento de no existir proceso, puede solicitarse ante cualquier juez del Crimen que sea
asiento de Corte de Apelaciones.
a) Una vez presentada la solicitud el tribunal que la reciba deberá de inmediato tomar todas
las medidas necesarias para proteger la integridad física del arrepentido y de sus parientes
más inmediatos de ser ello necesario.
d) El juez debe disponer todas las medidas que estime necesarias para proteger a
quienes soliciten los beneficios establecidos en los artículos 1º a 4º.
Al parecer hasta la fecha sólo Miguel Estay Reino, alias “El Fanta”, involucrado en
el caso de los profesores degollados se ha sometido a los beneficios de esta ley145.
No puede entonces ninguna autoridad de otro poder del Estado, aún a pretexto de
existir circunstancias extraordinarias, ejercer esta atribución y en consecuencia, dejar en
libertad a detenidos, disponer su no detención, aplicarle penas menores a las que en derecho
correspondan, “pasarlos” al tribunal por menos delitos que los cometidos o sólo por
algunos de ellos, etc.
145
Revista “Qué Pasa”, 29 de Junio de 1996, página 18.
146
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 12.
147
Ídem.
148
Revista “Qué Pasa”, 12 de Julio de 1997.
comunes y más aún, en varias ocasiones se les habría limpiado sus antecedentes por
instrucciones superiores.
5.2.2.3 Caso Marco Antonio Villanueva Vinet y Evaristo de la Cruz Godoy Godoy:
Godoy por su parte, es puesto a disposición del Tribunal, acusado sólo por doce
delitos, todos cometidos antes del año 89, con el objeto de facilitarle la obtención de
determinados beneficios establecidos por las leyes “Cumplido 149”. Fue dejado en libertad
sin cargos por la Ministra Gloria Olivares, según sostiene Silva por “ordenes del Ministerio
del Interior”.
Tiempo después, Silva San Martín paradójicamente sería sometido a proceso por
apremios ilegítimos contra los militantes socialistas e informantes de la “Oficina” Evaristo
Godoy Godoy y Marcos Villanueva Vinet.
149
Por Francisco Cumplido, ministro de Justicia de Patricio Aylwin.
¿Qué es lo que declaró Silva San Martín en el proceso en relación a este episodio?
Silva (fojas 604) manifestó que en ocasiones ignoraban que las personas que
detenían eran informantes del Gobierno “y entonces sucedía que a los detenidos había que
dejarlos libres o pasarlos por hechos no de sangre y que fueran anteriores a 1989. Cita el
caso de Evaristo de la Cruz Godoy Godoy involucrado en 67 asaltos y tres hechos de sangre
(respecto de quien Schilling niega la calidad de informante en fojas1.062 vta.)
López Candia (fojas 1.271), ratifica lo denunciado señalando que el propio Godoy
le habría contado que “cuando fue detenido por varios asaltos, Schilling intervino
directamente en su favor con Mery y fue puesto a disposición de la ministra señora Olivares
siendo dejado en libertad porque el parte que se hizo se refería a delitos muy antiguos. El
subcomisario Sarmiento me mostró el parte y me dijo que estaban molestos en
Investigaciones porque la Oficina protegía delincuentes”150.
En la causa rol 162.919 seguida ante el Tercer Juzgado del Crimen de Santiago, en
la cual Silva San Martín se encuentra acusado de “Lesiones Graves” contra Godoy, tanto el
propio Silva, como los funcionarios en servicio Sergio Francisco Mendel Monsalve (fojas
697), José Alejandro Gajardo Sepúlveda (fojas 699), Rodolfo Herrera Miranda (fojas 701),
Guillermo Andrés Brown Díaz (fojas 702), Cristián Robinson Lucero Villarreal (fojas 704)
y Osvaldo Cruz Goméz (fojas 707) concuerdan en lo esencial, en cuanto a que Godoy, “al
ser detenido, se sabía que había participado en muchos (alrededor de 60) hechos delictivos;
que, no obstante haber perdido y obtenido ampliación del plazo de detención, se lo “pasó” a
la ministro Olivares antes de que venciera el tiempo de detención y por muchos menos
delitos, sin que los otros se pudieran terminar de investigar”. Esta conducta obedeció a
“instrucciones superiores” (orden directa la habría dado Osvaldo Cruz Gómez) 151.
150
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 15.
151
Ídem.
152
Ídem.
153
Diario “La Tercera”, 02 de Julio de 1997.
El 2 de julio de 1997, según informaciones aparecidas en el diario La Tercera,
Marco Antonio Villanueva Vinet habría sido mencionado en la declaración extrajudicial de
Sergio Raúl Cruz Farías, como uno de los autores de un millonario asalto a un camión
Prosegur ocurrido el 22 de abril de 1997 en pleno centro de Santiago, cuando dejaba dinero
en una sucursal de AFP Provida y que reportó a la banda más de $65.000.000. Según Cruz
Farías el jefe de la banda era un sujeto apodado “Remarco”, que según fuentes policiales
corresponde a Marco Villanueva, ex informante de la “Oficina 154 .
Pese a ser Valenzuela miembro del Frente y tener estrechos contactos con sus
principales líderes, de ser acusado por su cónyuge de vinculación con el movimiento
subversivo y de ser detenido portando ilegalmente un arma, fue dejado en libertad luego de
ser detenido junto al “Comandante Ramiro”, Mauricio Hernández Norambuena, en
Curanilahue.
De ser efectivo lo expresado por Sarmiento ¿quién facultó a Carpenter para ordenar
que dejara en libertad a un frentista? ¿En qué cuerpo normativo se encuentra la disposición
que exime de penas a quienes revisten la calidad de informantes de la “Ofic ina”? ¿Cuántas
personas más habrán gozado de estos beneficios? ¿Qué tipo de delitos han quedado en la
impunidad con motivo de esta atribución indebida de facultades?
154
Ídem.
155
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 18.
Cuando se detiene a Valenzuela, y en el documento que da cuenta de la detención
que se entrega al ministro Pfeiffer (fojas 1.850 a 1.859), se habla de un “sujeto sobre el cual
se ignoran mayores antecedentes por el momento”, lo cual no se condice con el mérito del
proceso 156 .
156
Ídem.
157
Ídem.
158
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 20.
159
Ídem.
5.2.2.5. Caso del “Chele”:
Acá se deben incluir además las denuncias ya relatadas respecto a la protección que
se le habría brindado a Gutiérrez Fischmann, alias el “Chele”.
Una de las principales denuncias que pesan sobre los responsables de la “Oficina”
es que con sus conductas obstruyeron gravemente el accionar de la Justicia.
Se mencionan como acciones claras en este sentido, la inculpación por parte del
Grupo Lex de Sergio Olea Gaona como autor material del atentado de Jaime Guzmán; la
protección brindada al autor intelectual del asesinato del senador Guzmán, Juan Maco
Gutiérrez Fischmann; la complicidad con Investigaciones en el traslado de armas a un
barretín de San Bernardo; y la retención por más de un año del video de Colliguay por el
director de Investigaciones, Nelson Mery.
Dentro de los cinco meses siguientes al atentado del senador, el “Grupo Lex”
entregó al Gobierno el nombre de Sergio Olea Gaona, como autor material del atentado.
160
Diario “La Tercera”, 11 de Abril de 1996, página 4.
Como relata Ascanio Cavallo hubo serias disputas al interior del Gobierno por la
inculpación de Olea Gaona:
Por último, Mery pidió a Barraza que por el momento no entregara los nuevos
antecedentes al Tribunal, porque “provocarían un problema político”, comprometiéndose a
arreglar la situación con las autoridades de La Moneda, cuestión que nunca ocurrió 162.
161
Cavallo, Ascanio; op. cit., página 103.
162
Revista “Qué Pasa”, 13 de Abril de 1996, página 20.
señor Mery para retener un elemento que constituía una prueba fundamental en el proceso y
para determinar la oportunidad en que debía ser presentada a la Justicia? ¿Habrá Nelson
Mery hecho uso de esta insólita facultad en otros casos durante su ejercicio como director
de Investigaciones?
Las denuncias indican que Mery, por instrucciones superiores, quiso ocultar la
inocencia de Olea Gaona y proteger al principal culpable del crimen, Juan Gutiérrez
Fischmann, el “Chele”.
¿Es sólo una coincidencia que Jorge Zambrano sea el mismo que pierde los vasos
con las huellas del Chele? ¿Será coincidencia que Zambrano supervise personalmente el
traslado de armas organizado por la “Oficina”? ¿Es mera coincidencia que Zambrano sea el
que interroga a “Ramiro” cuando es detenido? ¿Es casualidad que Zambrano sea el que
demora más de 8 meses en entregar un informe respecto de la muerte de Agdalín
Valenzuela?
Asimismo, Barraza sostiene que las pericias que arrojaron como resultado que la
pintura del auto usado en el atentado contra el senador Guzmán (Opala Negro) era igual
que la de un Peugeot 309 robado por Olea Gaona, se efectuaron en un laboratorio externo
(Centro de Estudios de Medición y Certificación de Calidad, CESMEC) y no en el de
Investigaciones, a pedido expreso de Juan Fieldhouse, detective a cargo del Grupo Lex. Si
bien las muestras eran idénticas, nunca se supo si venían de los dos autos sospechosos o
sólo de uno de ellos164 .
El cambio de pintura del auto y el de la salida del país de Olea Gaona se aclara con
la detención de un delincuente habitual, cómplice permanente de Olea Gaona en sus
actividades delictuales, que reconoce que ambos efectuaron varios robos, uno de los cuales
afectó al local Sony Center de Las Tranqueras con Kennedy. En esa oportunidad, fueron
grabados ellos y el auto que ocupaban por las cámaras de seguridad con que contaba el
163
Revista “Qué Pasa”, 29 de Junio de 1996, página 20 y Revista “Qué Pasa”, 06 de Julio de 1996, página 20.
164
Revista “Qué Pasa”, 06 de Julio de 1996, página 20.
local Sony, lo que inquietó a Olea y lo llevó a pintar el auto y a salir en forma urgente del
país, con destino a España 165.
Por otra parte, a todo lo anterior hay que agregar que cerca de ocho personas
declararon que al momento de verificarse el crimen, Olea Gaona se encontraba con su
conviviente. En el mismo sentido, uno de los testigos presenciales del hecho no lo habría
identificado en las diligencias de reconocimiento respectivas.
La poca contundencia de las pruebas que inculpaban a Olea Gaona, llevó al ministro
en visita de la causa, Guillermo Navas, a estimar insuficientes los antecedentes
proporcionados y rechazó en consecuencia el requerimiento del Gobierno en el sentido de
procesar a Olea Gaona. El Gobierno, sin embargo, insistió y apeló ante la Corte de
Apelaciones, la que en definitiva acogió el recurso y sometió a proceso al inculpado.
Todo lo anterior es muy grave, más aún si se considera que en esferas de Gobierno
desde un comienzo se responsabilizó de la autoría del crimen al FPMR:
165
Revista “Qué Pasa”, 29 de Junio de 1996, página 20.
166
Revista “Qué Pasa”, 22 de Junio de 1996, página 26.
167
Diario La Epoca, 15 de Abril de 1991.
llamados “delitos conexos” al caso Guzmán, en que hay reos y, además, en el que quizás se
reflejan de mejor forma los métodos de operación de la “Oficina” en la lucha
antisubversiva.
En este punto es preciso recordar que la “Oficina” sólo tuvo funciones de análisis,
asesoría y coordinación en materia de seguridad y jamás tuvo atribuciones en el ámbito
operativo.
Al día siguiente (23 de enero) cerca de las 18:00 horas se reúne López, Carpenter y
Zambrano en la calle Cumming con Alameda. Al lugar llega también un furgón rojo de la
Brigada de Inteligencia Policial con un chofer detective (Patricio Villanueva), quien para
los efectos de la operación se hizo pasar por ayudista. A bordo del Furgón, López y
Villanueva, pasan a buscar al “Taza” y a Saavedra y se dirigen al paradero 1 de la Gran
Avenida. El furgón en todo momento fue seguido por el auto Opala Blanco en que iba
Carpenter y Zambrano. El furgón se detiene en una esquina del sector, donde el “Taza”
hace bajar a los ocupantes y se queda con el furgón de la BIP.
168
Revista “Qué Pasa”, 07 de Diciembre de 1996, página 17.
con lanzacohetes, fusiles, subametralladoras, revólveres, municiones y explosivos. Oscar
Carpenter (Oficina) y Jorge Zambrano (Investigaciones) continuaban supervisando la
operación.
Al día siguiente del traslado, y luego de haber escapado durante la noche algunos frentistas
(aparentemente los colaboradores de la “Oficina”), la BIP allanó el Pasaje 4 Casa Nº 15.576
frente a la Avenida Central, población Angelmó, encontrándose las armas y a un solo
terrorista.
169
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 22.
170
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 44.
En el parte de Investigaciones, acerca del descubrimiento del arsenal en San
Bernardo, no se consignó la participación de agentes de la “Oficina”, como tampoco de la
Policía Civil en el traslado de armas.
¿Por qué participa en esta acción la “Oficina” si su rol es sólo asesor en materias de
seguridad? ¿Por qué no se da aviso de este operativo a los Tribunales? ¿Por qué no se
detiene en el momento mismo de llegar al barretín a los miembros del movimiento
subversivo? ¿Quién da las órdenes necesarias para emplear en este traslado vehículos y
personal de Investigaciones? ¿Quién asegura que no se trató de una operación de blanqueo
de armas? ¿Sabe la Policía Civil cuántas armas existían en el lugar donde fueron retiradas
las armas? ¿Se pudo establecer el origen de las armas y si se estaba en presencia de todo el
arsenal trasladado?
171
Diario “La Tercera”, 09 de Julio de 1997.
172
Revista “Qué Pasa”, 01 de Mayo de 1998, página 18.
173
Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciembre de 1996, página 42.
174
Ídem.
El delito por el cual fueron procesados en su oportunidad los máximos jerarcas de la
“Oficina” y de la Policía de Investigaciones producto del episodio del traslado de armas
antes relatado se denomina obstrucción a la Justicia y se encuentra tipificado en el artículo
269 bis del Código Penal.
“El que”, indicativo de la falta de características específicas del sujeto activo idóneo
para cometer el delito. Se trata entonces de un delito que en doctrina se denomina de sujeto
neutro, esto es, que puede ser cometido por cualquier persona sin necesidad de reunir cierta
calidad o condiciones especiales.
En opinión del Consejo de Defensa del Estado, el hecho de que el legislador haya
incluido esta figura dentro del Título VI del Código Penal “De los Crímenes Y Simples
Delitos contra el Orden y la Seguridad Público cometidos por particulares”, “no obsta a que
una persona que detente la calidad de funcionario público pueda incurrir en una obstrucción
de la justicia punible de acuerdo al artículo 269 bis del Código Penal”176 .
175
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 36.
176
Ídem.
el delito de asociación ilícita, por el hecho de estar sancionado dicho delito en el párrafo 10
del título VI del Código Penal” 177.[88]
No fue en todo caso esta la opinión de la Corte Suprema que acogió los recursos de amparo
interpuestos por los funcionarios públicos involucrados.
¿Por qué el Consejo de Defensa del Estado sostuvo que se cumplieron los elementos del
tipo en el episodio del traslado de armas?
En primer lugar, porque “rehusar” en su significado más propio significa “no querer”. En el
caso en estudio, los involucrados no quisieron que los órganos jurisdiccionales creados por
ley para conocer de las causas civiles y criminales, tuvieran conocimiento de los hechos y
pudieran establecer responsabilidades.
De los antecedentes del proceso no cabe duda de que los señores Schilling,
Carpenter y Sarmiento conocían antecedentes que permitían establecer la existencia de un
delito y la participación punible.
El propio Schilling manifiesta en el proceso (fojas 1.559 vta.) que “las armas
estaban en poder de un grupo del FPMR, que, a cambio de algo que ignoro, accedió a
pasarla al Grupo MIR Pueblo en Armas y la única manera de llegar a donde estaban, era ir
a buscarlas. La Policía de Investigaciones participó, porque el conductor y el vehículo eran
de ellos; además López Candia había sido puesto a disposición de ellos para hacer esta
diligencia”178 .
Consta además de las declaraciones del propio jefe subrogante de la BIP, Carlos
Omar Gutiérrez Martínez (fojas 1.607 vta.) que se conocía de este traslado en altas fuentes
de Gobierno. El señor Gutiérrez expresa en su declaración que “el prefecto Mora me dijo
que había sido informado desde La Moneda que iba a ver un traslado de bultos por un
grupo subversivo, y que el informante de ellos necesitaba un vehículo para el referido
traslado, de modo que viera yo la forma de proporcionarlo. Yo ubiqué un furgón rojo
Suzuki y designé al detective Patricio Villanueva para que se pusiera en contacto con el
informante en el lugar que éste había indicado”179 .
Mora ratifica lo anterior (fojas 1.611), al señalar que recibió “ una llamada
telefónica de Marcelo Schilling en que me pidió que fuera a La Moneda a conversar con él
(...) Schilling me manifestó que estaban vendiendo armas del FPM R, y que los
compradores se iban a juntar con los que vendían las armas, en algún lugar que me parece
177
Ídem.
178
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 41.
179
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 42.
recordar era el Club Hípico o la calle San Ignacio, los compradores eran del Ejército
Revolucionario del Pueblo”180 .
Agrega en forma textual la presentación del Consejo en esta parte que “es
inverosímil que un funcionario como el señor Schilling haya pedido ayuda a la Policía de
Investigaciones (de lo cual está confeso), asignado a uno de sus informantes (López) y a
uno de sus funcionarios (Carpenter) para que, junto al nexo que utilizaban de la Policía de
Investigaciones (Zambrano) se realizara el traslado de un armamento bélico de gran
importancia, haciendo todo esto sin que él supiera la respuesta a todas y cada una de las
interrogantes que el asunto plantea”182 .
Del suceso del traslado de armas queda todavía pendiente la respuesta a una serie de
preguntas:
180
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 43.
181
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 38.
182
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 37.
k) ¿Cuál era el fin último que perseguía, si sólo se detuvo a una persona de rango menor en
la organización subversiva?.
El episodio del traslado de armas ¿no constituye una hermosa forma de terrorismo
de Estado? ¿usted alguna vez se imaginó que las instrucciones para ayudar en este traslado
fueron dadas desde La Moneda por un alto funcionario de seguridad del Gobierno? ¿Sabía
el Presidente Aylwin que sus socios en la Concertación en una oficina de la Moneda
planeaban ayudar en este traslado? ¿Porqué después de conocerse todos estos hechos,
Schilling ni ninguno de los partícipes en el mismo son destituidos de sus cargos e incluso
en el caso del principal responsable se le encomienda una responsabilidad mayor en el
Gobierno? ¿Será que Aylwin, Krauss o Velasco conocían de la operación?.
¿Cuáles son los hechos que a juicio del Consejo de Defensa del Estado se
encuentran acreditados en el episodio del traslado de armas?
¿Cuál es la participación que les corresponde a los que algún día estuvieron
procesados en la causa ?
Los procesados por la Ministra Raquel Camposano en la causa fueron:
En efecto:
- El mismo confiesa su participación, aunque señala que ignora cual fue la negociación (“a
cambio de algo que ignoro”)
Jefe de la JIPOL, Guillermo Mora Ortíz (fojas 1.611) reconoce haber recibido el llamado de
Schilling, convocándolo a La Moneda y pidiéndole hacer la diligencia. Adujo una supuesta
venta de armas del Frente.(fojas 1.810)
- Es evidente que López era uno de sus informantes, pues así es reconocido por uno de sus
funcionarios (Luis Antonio Ramos Lecaros, en fojas 1.084) y por el propio señor Schilling.
183
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 47 y 48.
- Se reúne con López y Zambrano, en Cumming con Alameda, para dar inicio a la
operación.
-Conjuntamente con Zambrano sigue al vehículo.
Debido a que el delito cometido, esto es, el traslado de material bélico, está
sancionado con una pena de “reclusión mayor en su grado mínimo”, la obstrucción de este
delito esta sancionada con una pena inferior en dos grados, esto es,”reclusión menor en su
grado medio” es decir de 541 días a 3 años.
Aquí nuevamente se puede apreciar las amplias facultades que en el orden judicial
se atribuyó el socialista Schilling, pues como sostiene la magistrado la negociación
consistió en “dejar en libertad a otros”.
A raíz de que el detenido solamente conoce a sus compañeros por sus nombres
políticos, no ha sido posible su ubicación, individualización y detención, pero se continúan
las diligencias con el fin de dar con sus paraderos, y una vez que se tenga resultados
favorables, se informará inmediatamente a ese Tribunal”184.
Nelson Judas Mery siguió en su cargo, pese a este hecho y a otros que más adelante
se relatan.
184
Diario “La Segunda”, 27 de Julio de 1998, página 31.
5.3.3.2. Traslado de Armamento, Ley de Control de Armas y Ley de Seguridad
Interior del Estado. Ley de Control de Armas
El artículo 4 inciso 2 de la ley señala que “ninguna persona natural o jurídica podrá
poseer o tener las armas y elementos ind icados en las letras a), b), c), d) y e) del artículo 2
(que menciona las armas sometidas a control según la ley) ni TRANSPORTAR, almacenar,
distribuir o celebrar convenciones sobre dichas armas y elementos sin la autorización de la
misma Dirección o de las autoridades a que se refiere el inciso siguiente dada en la forma
que determine el Reglamento...”
Hay sin embargo en la misma ley atenuantes en el evento de que se compruebe que
estos elementos no estaban destinados a alterar el orden público, atacar a las Fuerzas
Armadas o a las fuerzas de Orden y Seguridad Pública o a perpetrar otros delitos.
Hay también agravantes, como la de cometer los delitos sancionados en los artículos
9,10 y 11 con más de dos armas de fuego.
Tratándose del episodio del traslado de armas a San Bernardo concurren más bien
las agravantes que las atenuantes, toda vez que como lo ha informado el propio ejecutivo
dichas armas serían utilizadas para cometer asesinatos políticos (Joaquín Lavín, Sergio O.
Jarpa)
El artículo 25 agrega que los delitos previstos en esta ley, serán considerados para
todos los efectos legales como delitos contra la seguridad del Estado.
Al revisar los hechos que constituyeron el traslado de armas y los sujetos que
participaron, es evidente que estos se encuadran adecuadamente en el tipo penal antes
descrito.
Por otra parte, la magistrado Camposano dejó establecido que “un integrante del
Consejo de Seguridad Pública, a través de un informante pagado (López Candia) negoció la
entrega de armas que le haría un grupo del MIR a otro derivado del mismo, llamado MIR
Pueblo en Armas o Ejército Revolucionario del Pueblo, sirviéndose para tal acción de un
funcionario del Consejo (Carpenter) y de otro de la Policía de Investigaciones (Jorge
Zambrano); el traslado de las armas entregadas, entre las cuales había algunas que son
material de uso bélico, se efectúo en un vehículo de la Policía de Investigaciones con un
conductor de la misma; la nego ciación consistía en detener a algunos de los participantes de
la transacción y dejar en libertad a otros”.
185
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 47 y 48.
Dentro del Título III referido a los “Delitos contra el Orden Público”
particularmente en el artículo 6 se indican las personas que cometen delito contra el orden
público. La letra g) expresa lo siguiente:
Cuando los delitos son cometidos por civiles es competente para conocer en primera
instancia un ministro de la Corte de Apelaciones respectiva. En segunda instancia conoce la
Corte de Apelaciones, con excepción de ese ministro.
En el caso de delitos cometidos por personas con fuero militar o conjuntamente por
militares y civiles, corresponderá su conocimiento en primera instancia al Juzgado Militar
respectivo y en segunda instancia a la Corte Marcial.
Este es, sin duda, otro episodio tremendamente irregular en la investigación iniciada
con motivo del asesinato del senador Guzmán y que sumada a otra serie de actos
“turbios”producidos en el curso de la investigación, obstruyen la justicia y retrasan o, en la
mayoría de las ocasiones, imposibilitan el éxito de las pesquisas.
Los tribunales por su parte, pueden impartir órdenes a la autoridad pública, la cual,
requerida por un tribunal, “deberá cumplir sin más trámite el mandato judicial y no podrá
calificar su (...) oportunidad, ni la justicia o legalidad de la resolución que trata de
ejecutar”188 .
La Ley Orgánica de esta Policía señala que se trata de una “institución policial de
carácter profesional, técnico y científico, integrante de las Fuerzas de Orden, cuyo personal
está sometido a un régimen jerárquico y disciplinario estricto”189 .
Desde el 12 de marzo de 1992 ocupó este cargo Nelson Judas Lenin Mery Figueroa.
186
Artículo 73 de la Constitución Política de Chile, año 1980.
187
Artículo 24 de la Constitución Política de Chile, año 1980.
188
Artículo 73, inciso final, Constitución Política de Chile, año 1980.
189
Decreto Ley 2.460, año 1979.
190
Artículo 7, Decreto ley 2.460, año 1979.
No volveremos a la descripción del tipo penal y demás asuntos relativos al delito de
obstrucción de Justicia, para lo cual nos debemos remitir a lo ya expuesto a propósito del
caso del traslado de armas.
¿Por qué se dice que Mery obstruyó la Justicia al no entregar el video de Colliguay?
a) “No quiso” hacer entrega a la Justicia del video filmado por la BIOC en Colliguay. Ello a
pesar de la misión esencial encomendada a la Policía de Investigaciones de auxiliar y
colaborar con los Tribunales del Crimen en la investigación de los delitos.
Mery adopta esta actitud, incluso a pesar de que “el propio ministro visitador de la
época, don Guillermo Navas, había planteado de sde un principio a la Policía a la que le
encomendó la investigación, la exigencia básica de que se le hiciera inmediata entrega al
tribunal de todo antecedente que apareciera en tal investigación”191 .
En todo caso, agrega el Consejo, “no es requisito del tipo que el antecedente no
proporcionado sea el elemento único o definitivo para acreditar la participación criminal,
sólo basta que contribuya a la determinación de tal participación” 193 .
- ¿Cuáles son los hechos que se le imputan a Nelson Mery en este asunto?
191
Minuta Alegatos Mery; op. cit., página 10.
192
Minuta Alegatos Mey; op. cit., página 11.
193
Ídem.
194
Ídem.
y no entregado a los ministros instructores, “mientras el Gobierno solucionaba el problema
político de la inculpación de Olea Gaona”195.
“...igualmente le dimos cuenta (a Mery) del video que habíamos logrado filmar del
grupo perteneciente al FPMR y le señalamos que Olea Gaona nada tenía que ver con el
homicidio. Mery pidió ver el video, por lo que Jorge Barraza concurrió nuevamente ese día
en la tarde donde el Director acompañado por los funcionarios Cock y Briones”197 .
“...me correspondió asistir junto con don Jorge Barraza y el colega Mauricio
Briones hasta la oficina del director general interior, Sr. Mery, a quien se procedió a exhibir
la filmación aludida, la que le fue explicada por el jefe, señor Barraza. Una vez que terminó
la filmación el señor Mery se manifestó muy preocupado y señaló que esa investigación
debía ser mantenida en secreto mientras se buscaba una solución política en relación con la
inculpación de Sergio Olea Gaona. Preguntó además si existía alguna copia del video, la
que fue contestada negativamente, ordenando entonces que el original que le habíamos
195
Minuta Alegatos Mery; op. cit., página 12.
196
Minuta Alegatos Mery; op. cit., página 13.
197
Minuta Alegatos Mery; op. cit., página 13.
llevado quedara en su poder. Sin embargo, si bien es cierto que no había otra copia,
nosotros teníamos en nuestro poder el master con el cual se había efectuado la filmación, de
la cual el jefe obtuvo posteriormente otras copias y se pudo remitir éstas a los ministros
encargados de los procesos referidos”198 .
Mauricio Ernesto Briones Lecaros, el otro funcionario que acompaño a Barraza ante
Mery señaló:
“En cuanto al video de Colliguay ignoro el motivo por el cual Barraza no le hizo
llegar oportunamente al tribunal; es totalmente falso que yo le haya pedido que me
entregará la única copia existente y que le haya señalado que él mismo no debía darse a
conocer al tribunal mientras yo no conversara al respecto con las autoridades de Gobierno;
a ello debo agregar que no veo cuál podría haber sido la materia que debería haber
conversado con el Gobierno. En todo caso, el video que yo vi, todas las personas aparecen
con nombres de monos animados”200 .
En suma, Mery afirma contra lo dichos de Barraza, Cock, Briones y Ruíz que se
encontraban solos y contra los dichos de Barraza, Briones y Cock que Barraza se había
198
Minuta Alegatos Mery; op. cit., página 14.
199
Minuta Alegatos Mery; op. cit., página 15.
200
Minuta Alegatos Mery; op. cit., página 16.
201
Ídem.
llevado el video, en circunstancias que los tres anteriores expresan que lo dejó a petición
del señor Mery202 .
Teniendo clara la precisión que efectúa el propio Consejo de Defensa del Estado, es
importante señalar que el iídeo era importante, entre otras, por las siguientes razones:
a) Era una prueba que tenía que ser puesta a disposición del ministro sustanciador, de
acuerdo a la orden entregada a Juan Fieldhouse Chávez.
Este último declaró (fojas 350) en el proceso que “desde un comienzo el ministro
señor Navas nos expuso claramente que quien dirigía la investigación era él, por lo que
cualquier antecedente que se fuera reuniendo debería ser puesto en su conocimiento en
forma inmediata”204 .
b) Porque el video, eventualmente, no sólo daba cuenta de la existencia del “Chele”, sino
además porque estaban todos los demás extremistas que se habían fugado y cuya
participación en el secuestro de Edwards y el homicidio del senador Guzmán era
imprescindible investigar.
Hay que considerar que Barraza declaró (fojas 5 vta.) que dentro del grupo que
estaba en Colliguay, los primeros días del mes de marzo de 1992, se encontraban los
autores materiales e intelectuales del homicidio del senador Guzmán y que incluso el 25 de
marzo uno de los detenidos por el secuestro de apellido Martínez “reconoce la fotografía de
uno de los prófugos a un individuo al que conocía como el “Chele”, quien era jefe máximo
por sobre “Ramiro”205 .
202
Ídem.
203
Ídem.
204
Minuta Alegatos Mery; op. cit., página 17.
205
Ídem.
Barraza también afirma (fojas 13) que Palma reconoce en fotografías del camping al
“Chele”, “de quien manifestó ignorar identidad”206.
Mery sabía la importancia del video, según lo indican (fojas 470) sus propios
dichos:
¿Por qué, si Mery reconoce la importancia del video no lo entrega? ¿Era necesario
que lo retuviera si se trataba de un video sin importancia? ¿A quién pretendía Mery
proteger con esta acción? ¿A quién muestra Mery ese video durante el año que lo retiene?
¿Quién facultó a Mery para no entregar el video a la Justicia? ¿No hay obstrucción evidente
a la Justicia en este episodio?
Este como muchos otros que rodean la investigación de este crimen, no se encuentra
suficientemente aclarado y en consecuencia requiere mayor grado de investigación.
206
Ídem.
207
Ídem.
208
Minuta Alegatos Mery; op. cit., página 20.
“En cuanto al periodo en que se investigó la existencia del laboratorio clandestino,
debe señalarse indubitablemente que fue en 1991, como lo señala Valenzuela y entre el 15
de noviembre y el 31 de diciembre de ese año. Esta precisión descarta la posibilidad de
relación espacio-temporal de la investigación para ubicar el laboratorio clandestino, con la
presencia de personal de narcóticos (...) en las proximidades de Colliguay. Utilizar la
investigación para justificar la presencia de efectivos antinarcóticos en Colliguay (...) es
tergiversar los hechos”. Luego agrega que “después del fracaso en los intentos de ubicar
dicha instalación por la carta topográfica y en el terreno, ordené a Valenzuela la suspensión
de esa actividad”, reiterando que esta situación “de ninguna manera ocurrió durante el mes
de marzo de 1992”209 .
Otra de las denuncias importantes que efectúan personas ligadas a los informantes
dicen relación con el hecho de que la “Oficina” no sólo no protegió la vida e integridad
física de sus colaboradores, sino además en muchos casos propició consciente o
inconscientemente eventuales ajusticiamientos. (Domingo Faustino Sarmiento, Mapu y
Agdalín Valenzuela, FPMR, entre otros)
¿No resulta lógico pensar que si hubiese sido ajusticiado, el Frente se preocuparía
de hacerlo saber como una medida ejemplarizadora? ¿No resulta también lógico pensar que
de haber sido ajusticiado no se hubiese esperado dos años desde que queda establecida su
209
Minuta Alegatos Mery; op. cit., página 24.
210
Palma Salamanca, Ricardo; op. cit., página 105.
calidad de informante? ¿Por qué el Frente no se adjudica el asesinato, como es su
costumbre?
Por ello causó mucha sorpresa que Oscar Carpenter solicitara personalmente a la
Brigada de Investigaciones Policiales (BIP) a través de Camilo Opazo (jefe de la unidad),
la detención de Agdalín Valenzuela, en el operativo en que sería detenido Hernández
Norambuena, en Curanilahue.
Además, al dejarlo en libertad se hace caso omiso de las denuncias efectuadas por
su cónyuge a Carabineros el año 1992, quien por motivos sentimentales lo delató como
integrante del FPMR.
¿Este hecho y el haber sido detenido junto al tercer hombre del Frente no era causa
suficiente para interrogar detenidamente a Agdalín Valenzuela y determinar su efectiva
participación en el movimiento subversivo?
¿Cabe alguna duda de que en este asunto la “Oficina” aplicó de hecho las normas
del “arrepentimiento eficaz”?
Otra circunstancia extraña que rodea la muerte de este informante, es que con
posterioridad al supuesto ajusticiamiento, la BIP, organismo encargado de la investigación
del asesinato y en particular el subcomisario Jorge Zambrano (muy ligado a la Oficina), se
demoró más de ocho meses en enviar al juez de Curanilahue la información sobre los
resultados de las diligencias practicadas y los presuntos autores del crimen. Esto motivó
incluso la intervención de Mery, quien exigió explicaciones a Zambrano por su retraso.
- ¿La liberación de Valenzuela es una acción involuntaria de la “Oficina”?
- ¿Será justamente que el objetivo perseguido por la “Oficina” con este hecho era
delatarlo?
- ¿Valenzuela tendría mucha información del caso Guzmán al ser íntimo amigo del
Chele?
- ¿ Por qué el FPMR nunca se ha adjudicado este asesinato?
- ¿Por qué si fue el FPMR el que lo asesinó, esperó más de dos años para hacerlo,
sabiendo que en su calidad de informante era fundamental ajusticiarlo lo más pronto
posible?
- ¿No parece demasiada coincidencia que en otro hecho “oscuro” aparezca el
detective de Investigaciones Jorge Zambrano, el más cercano a la “Oficina?
“En el Plan de Iniciativa para la Paz, se designó a Sarmiento como Jefe de Terreno y
se le entregó dinero para la sobrevivencia de los interesados en el Proyecto. Él nunca
entregó el dinero, lo que se supo en una reunión ampliada organizada por la “Oficina”;
además, Sarmiento no había cumplido con la entrega de armas, sino que había entregado
unas viejas y en desuso, por lo que la Oficina canceló el acuerdo y se indignó con
Sarmiento. Lo separaron de sus funciones y se da la orden de que se lo sancione,
mostrándolo como informante. Pablo se lo comunica a Jeanette y a Evaristo Godoy; pero
no sé de dónde vino la orden; ellos esparcieron el rumor y más tarde Sarmiento es
asesinado por el Lautaro. En la reunión ampliada participó Alejandro Moya, dirigiéndola,
encargado del Partido Socialista. La muerte de Sarmiento fue (...) por la “Oficina” como
una especie de venganza”211 .
Dirigente socialista, ex-jefe del núcleo “Sierra Maestra” compuesto por estudiantes
socialistas de Ciencias Políticas de la Universidad de Chile213 .
211
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 28
212
Diario “La Tercera”, 19 de marzo de 1999, página 5.
213
Revista “Qué Pasa”, 29 de Junio de 1996, página 25.
214
Ídem.
Jugó un rol fundamental en el proceso de unidad de la facción Núñez y Almeyda, el
año 1989. Además se le considera uno de los fundadores del Partido por la Democracia
(PPD).
“Se han falseado los hechos. En primer lugar, porque el Consejo apegó su accionar
estrictamente al estado de derecho por una razón muy sencilla: su respeto fue el gran punto
de fuerza de la transición, ya que obligó a respetarlo a quienes tuviesen la pretensión de
salirse de él”.
215
Ídem..
216
Revista “Qué Pasa”, 01 de Mayo de 1998, página 22.
217
Revista “Qué Pasa”, 07 de Diciembre de 1997.
“(El Consejo de Seguridad) no tenía ningún articulado secreto y sus responsables
éramos personajes públicos”.
No obstante estar claros los ilícitos de los que se le acusa, Schilling siguió formando
parte del personal gubernamental, siendo nombrado Embajador en Francia por Ricardo
Lagos. Posteriormente participó en la recolección de fondos para la campaña de Michelle
Bachelet 218.
218
http://lasegunda.com/edicionimpresa/edicionesanteriores/detalle/detalle.asp?idnoticia=0215072005301S02
80088&from=d&fecha_elegida=15/07/2005
Es sindicado como uno de los principales responsables del montaje de la red de
informantes del Consejo de Seguridad. Actuaba desde la “Oficina de Huérfanos” que
simulaba ser una oficina de reinserción de presos políticos.
Tiene cursos en la Ex-RDA y Cuba. En este último país fue profesor de Inteligencia
en el Departamento de Operaciones Especiales (DOE) donde conoció, entre otros, a
Gutiérrez Fischmann (El “Chele”) 219 .
Durante el Gobierno de la Unidad Popular, formó parte de los grupos de choque del
Partido Socialista. Incluso el informante Humberto López Candia asegura que Carpenter
asesinó a un integrante del Movimiento Patria y Libertad el año 1972. Ese año frente al
teatro Gran Palace fue asesinado el jefe del movimiento Mario Aguilar Rogel, luego de lo
cual Carpenter abandona Santiago y se refugia en el sur 220 .
Con posterioridad, se vinculó al tronco más ortodoxo del Partido Socialista, cuando
Altamirano optó por la renovación. En ese momento pasa a desempeñarse como
guardaespaldas de Clodomiro Almeyda222 .
Se sostiene que era el encargado de seleccionar a los chilenos que asistían a cursos
militares y de inteligencia a los países de Europa Oriental.
En abril de 1991 llegó a trabajar con Schilling. Sin embargo, hay antecedentes de
que colaboraba con anterioridad en labores de inteligencia para el Gobierno 225 .
219
Revista “Qué Pasa”, 01 de Mayo de 1998, página 22.
220
Revista “Qué Pasa”, 19 de Julio de 1977, páginas 20 a 28 y Revista “Qué Pasa”, 07 de Diciembre de 1996,
página 17.
221
Revista “Qué Pasa”, 07 de Diciembre de 1996, página 17.
222
Ídem.
223
Ídem.
224
Ídem.
225
Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciembre de 1996, página 42.
Se le adjudica haber intervenido directa o indirectamente en al menos los siguientes
hechos:
a) Haber montado una red de informantes pagados, provenientes del Frente y militantes
socialistas, funcionando en una oficina de calle Huérfanos con la fachada de una oficina
para retornados políticos.
d) Ser uno de los responsables del ajusticiamiento de Agdalín Valenzuela, pues pese a que
sabía de su calidad de informante, concurrió personalmente a la Brigada de Inteligencia
Policial (BIP) a solicitar su detención y posteriormente, en un hecho que despierta las
sospechas, lo deja rápidamente en libertad.
226
Ídem.
227
Diario “La Tercera”, 09 de Julio de 1997.
228
Revista “Qué Pasa”, 01 de Mayo de 1998, página 22.
6.3. Luis Antonio Ramos Lecaros
En abril de 1994 fue contratado por Isidro Solís como funcionario de la Dirección
de Seguridad Pública, como parte del equipo que debió heredar de la “Oficina” de
Schilling.
No sólo realizó labores de analista, sino que también terminó reconociendo que
efectuaba labores como agente y control de informantes, entre ellos Agdalín Valenzuela y
López Candia. En esta calidad proveyó de dinero y proporcionó la seguridad pertinente a
Agdalín Valenzuela, quien además se reportaba ante él con la información que obtenía del
Frente. En tanto, fue el contacto que López Candia tenía en La Moneda y con quien se
reportó cuando le fue detectada una cédula de identidad falsa, delito por el cual fue
arrestado y procesado 230
229
Revista “Qué Pasa”, 07 de Diciembre de 1996, página 18.
230
Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciembre de 1996, página 43.
Valenzuela fue encontrado cerca de las 21:00 horas en el barro, a cinco metros de su
jeep, en el sector de La Mano, en la intersección del camino a Curanilahue y la ruta 160.
Tenía al momento de ser encontrado cuatro tiros en el cuerpo, dos en la espalda y otros dos
en la cabeza.
Por ello causó mucha sorpresa que Carpenter solicitara personalmente a la Brigada
de Investigaciones Policiales (BIP) a través de Camilo Opazo, (jefe de la Unidad), la
detención de Agdalín Valenzuela en Curanilahue, hecho que se verifica el día 5 de agosto
de 1993. En el mencionado mes de agosto y pese a la conocida calidad de informante de
Valenzuela, el detective Juan Sarmiento recibió la orden de detenerlo junto a “Ramiro” en
Curanilahue. Sarmiento hizo ver a Carpenter la calidad de colaborador de Valenzuela, a lo
cual éste le habría respondido que se trataba de “órdenes superiores”.
Este hecho fue el detonante del ajusticiamiento posterior. Pese a que en el momento
de la detención portaba un arma, fue dejado en libertad a los 13 días sin cargo alguno, a
diferencia de Hernández Norambuena, que producto de dicha detención fue interrogado,
condenado a presidio perpetuo y detenido en la Cárcel de Alta Seguridad, desde donde
escapó en diciembre de 1996.
Hay sin embargo otra causa extraña que rodea la muerte de este informante. Con
posterioridad al ajusticiamiento de que fue víctima, la BIP, organismo encargado de la
investigación de su asesinato y en especial el subcomisario Jorge Zambrano (muy cercano a
231
Revista “Qué Pasa”, 01 de Mayo de 1998, página 22.
232
Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciembre de 1996, página 36.
la “Oficina”), se demoró más de ocho meses en enviar al Tribunal de Curanilahue la
información sobre los presuntos autores del crimen. Esto motivó incluso la intervención de
Mery, quien exigió explicaciones a Zambrano por su incumplimiento 233 .
Mery le pidió a Barraza que por el momento no entregara los nuevos antecedentes al
tribunal, porque “provocarían un problema político”, comprometiéndose a arreglar la
situación con las autoridades de La Moneda, cuestión que nunca ocurrió. Incluso tanto las
autoridades políticas como judiciales continuaron infructuosamente con los trámites de
extradición de Olea Gaona.
El video fue recibido por Mery el 26 de marzo de 1992 y sólo fue entregado por éste
el 16 de marzo de 1993.
233
Ídem.
234
Revista “Qué Pasa”, 21 de diciembre de 1996, página 44.
En su defensa, el abogado Andrés Domínguez, profesor del Instituto Superior de
Investigaciones, ha señaló que Mery reconoce haberlo visto, días después que asumiera
interinamente la conducción de la institución. Manifestó asimismo Domínguez que Mery
no le dio al video el carácter de secreto, pues según el abogado “se han contabilizado 86
detectives que trabajaron policialmente con el video”.
Las denuncias indican que Mery, por instrucciones superiores, quiso ocultar la
inocencia de Olea Gaona y proteger al principal culpable del crimen, el “Chele”.
Hasta 1990 trabajó en labores de análisis y apoyó al fiscal Fernando Torres Silva en
la investigación por el descubrimiento de los arsenales en Carrizal Bajo.
Dentro de los cinco meses siguientes al atentado del senador, el “Grupo Lex” a
cargo de Juan Fieldhouse y en el que participaba Zambrano, entrega al Gobierno el nombre
de Sergio Olea Gaona, como autor del atentado, siendo Zambrano uno de los principales
promotores de inculpar a Olea Gaona como su autor material235.
Barraza sostiene que Zambrano es uno de los encargados del montaje contra Olea
Gaona, particularmente de escribir las iniciales del senador en un croquis del Campus
Oriente encontrado en el domicilio del inculp ado.
235
Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciembre de 1996, página 43.
Curanilahue y gracias a la colaboración de Agdalín Valenzuela, se obtiene un importante
elemento identificatorio y de prueba, dos vasos con las huellas del “Chele”. Según consta
en el proceso, en junio de 1992, Valenzuela entregó a Marcelo Schilling esos vasos, los que
finalmente llegaron a Zambrano para que los sometiera a pericias dactilares en el
Laboratorio de Criminalística de Investigaciones. Sin embargo, estos vasos junto a una
cinta con la grabación de la voz del “Chele” que fue interceptada desde la casa de
Valenzuela por un equipo a cargo del subcomisario Juan Sarmiento, nunca más
aparecieron236.
Por esta acción, Zambrano fue sometido a proceso por la ministra en visita Raquel
Camposano, por el delito de obstrucción a la Justicia.
De este grupo surge la inculpación de Olea Gaona, como autor material del atentado
contra el senador Guzmán. La principal crítica técnica que se le hizo a este grupo fue el
236
Ídem.
237
Ídem.
238
Ídem.
hecho de estar compuesto por miembros de distintas unidades que tenían experiencia en
delitos comunes pero no en temas subversivos 239.
239
Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciembre de 1996, página 43.
240
Ídem.
241
Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciemb re de 1996, página 43
242
Ídem.
243
Ídem.
En una reunión realizada en dependencias de la Escuela de Investigaciones,
Sarmiento reconoció a Nelson Mery que había identificado al “Chele” a fines de 1993 y
que habría entregado el informe a sus superiores: prefecto Luis González Cuevas, jefe de
Inteligencia; subprefecto Camilo Opazo, jefe de la BIP, Simón Tapia, subdirector Operativo
y Jorge Zambrano 244.
En mayo de 1992, realiza un curso del Mossad (servicio secreto israelí) en España,
bajo la aprobación del entonces director Horacio Toro y posteriormente de Nelson Mery.
244
Ídem.
245
Revista “Qué Pasa”, 18 de Octubre de 1986.
Posteriormente sería sometido a proceso por apremios ilegítimos contra los
militantes socialistas e informantes de la “Oficina”, Evaristo Godoy Godoy y Marcos
Villanueva Vinet.
Fue reclutado por Marcelo Schilling para la operación denominada “Iniciativa para
la Paz” en 1991. En esa operación trabajó con el informante Domingo Faustino Sarmiento,
quien fuera asesinado por el “Lautaro” en 1992 247 .
Se dice que gracias a la “Oficina” pudo obtener una vivienda en San Bernardo, pero
pese a ello continuó cometiendo acciones delictivas, las que quedaron en la impunidad.
246
Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciembre de 1996, página 44.
247
Ídem.
248
Ídem.
249
Revista “Qué Pasa”, 20 de Julio de 1996, página 16.
Antes de llegar a Chile, visita Nicaragua y Cuba. A Nicaragua llega el año del
triunfo de la Revolución Sandinista, en tanto que en Cuba conoce al “Chele” (Gutiérrez
Fischmann).
En ese año se dice que se encontraba ligada sentimentalmente al líder máximo del
Frente, Galvarino Apablaza, el “Comandante Salvador”251 .
Barraza señala que en el primer semestre de 1992, por orden del propio director de
Investigaciones Nelson Mery, su asesor de prensa, Rodrigo de Arteagabeytía, puso a su
disposición a la ciudadana francesa Marie Emmanuelle Verhoeven, por haber estado casada
con el frentista Italo Retamal.
250
Revista “Qué Pasa”, 20 de Julio de 1996, página 17.
251
Ídem.
252
Ídem.
253
Ídem.
Su condición de psicóloga le habría permitido reunirse a solas con los frentistas,
entre otras razones con el pretexto de prepararlos emocionalmente para vivir en un recinto
carcelario.
Existirían grabacio nes de Verhoeven en las que ésta hace mención a episodios
claves del asesinato del senador Guzmán, y que se encontrarían acompañadas al proceso.
Asimismo, Barraza habría entregado a la Justicia grabaciones de conversaciones sostenidas
por Verhoeven en Bélgica en 1992 y en momentos en que el “Chele” se encontraba en ese
país lavando el dinero del rescate. Habría por último, un video filmado por Barraza de una
reunión entre ella y el “Comandante Salvador” en el “Coppelia” de Providencia, a la que
habrían conc urrido dos personas más cuya identidad se mantiene en reserva 255 .
Según señala Barraza, por instrucciones superiores, realiza las gestiones necesarias
para acceder a la petición de Verhoeven. En primer término informa de la situación al jefe
de Policía Internacional, prefecto Juan Ponce Santibáñez, quien a su vez, da la orden
correspondiente al encargado del paso fronterizo “Los Libertadores”, Roberto Araneda,
mediante una llamada telefónica. Efectuados los contactos necesarios, Barraza pide al
detective de la BIOC, Jaime González, que acompañe a la francesa y a su hijo hasta
Mendoza, por razones de seguridad. La salida del menor se habría producido el día 29 de
agosto de 1992, sin autorización del tribunal que decretó el arraigo y sin autorización del
padre.
254
Ídem.
255
Ídem.
El delito de desacato, en que incurrieron Barraza y los otros funcionarios indicados,
se encuentra regulado en nuestra legislación en el artículo 240 inciso 2 del CPC. Su
penalidad tiene un mínimo de 541 días y un tope de 3 años.
Este delito se configuró por la salida ilegal del país del menor Nicolai Retamal
Verhoeven, que brantando de esta forma un arraigo decretado por el Cuarto Juzgado de
Menores en un juicio de tuición entre sus padres.
Fueron procesados en esta causa, por la ministra Raquel Camposano, las siguientes
personas:
Sin embargo, tan pronto son procesados, quedan en libertad provisional bajo fianza
por tener asociado el delito una pena inferior a tres años.
Barraza, confirma lo anterior, manifestando que sacó a la francesa del país por
instrucciones de la superioridad de la Policía Civil, pues tenía importante información tanto
del “Chele” como del “Comandante Salvador” (Galvarino Apablaza)
Ex- mirista, ex- frentista, preso político y colaborador de la Oficina de Seguridad del
Gobierno.
256
Revista “Qué Pasa”, 10 de agosto de 1996.
“Pertenecí al MIR y estuve procesado y condenado a 5 años y 5 meses; dándose por
cumplida la pena, salí en octubre de 1989. Durante mi permanencia en la Cárcel Pública
tuve contacto con extremistas del MIR, Frente Manuel Rodríguez y Lautaro,
decepcionándome de ellos porque me di cuenta que estaban corrompidos, obsesionados por
el poder y el dinero. Así fue que cuando llegó el gobierno democrático, yo había
establecido amistad con varias personas del Partido Socialista. Fui a hablar con Camilo
Escalona, que nos había visitado en la cárcel y ofrecido apoyo. Esto fue en octubre o
noviembre de 1991, y yo me encontraba en difícil situación pues necesitaba trabajar.
Escalona me dijo que por el momento no tenía trabajo que ofrecerme, y me insinuó si
quería trabajar en el área de seguridad, respondiendo yo afirmativamente, porque había
hecho cursos de inteligencia cuando estaba en el MIR, además tenía vocación para
investigar.
Como a los 20 días me llamó una persona citándome a La Moneda, a las cuatro de
la tarde y que preguntará por Antonio Ramos.
Fui y después de contactarme con Ramos, a quién no conocía de antes, fuimos a una
oficina que está en calle Moneda a media cuadra hacia el oriente, por la vereda sur;
pertenecía al Gobierno (según Ramos, en fojas 1.084, era una oficina de la Secretaría
General de la Presidencia) y allí conocían a Ramos porque cuando llegamos, de inmediato
lo recibieron y desoc uparon una oficina.
Estuve como poco más de un mes en ese trabajo que desempeñaba, en calle Concha
y Toro, en una dependencia del Partido Socialista, y en la calle, restoranes y hoteles,
lugares en que me reunía con Oscar Carpenter –a quien conocí como Juan Carlos Pereira–,
que era mi jefe directo y era además el hombre directo de Marcelo Schilling” 257 .
Hasta 1985 López Candia fue un activo militante del MIR y luego de pasar cinco
años detenido por delitos subversivos se enrola en el FPMR.
257
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 22.
258
Ídem.
Recibe instrucción militar y de inteligencia en el Departamento de Operaciones
Especiales del Gobierno Cubano (DOE), donde conoce al “Chele” y a Oscar Carpenter (su
profesor), principal colaborador de Schilling en la “Oficina”.
Con éste último trabajó en la edición de “El Rodriguista”, órgano oficial del Frente.
Es quien realiza la entrevista en diciembre de 1992, donde el “Comandante Salvador”
reivindica para el Frente Autónomo el atentado al senador Guzmán.
Según señala López Candia, es Oscar Carpenter quien le presenta y contacta con
Madrid, ex funcionario de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE). Madrid le
proporcionaba a López Candia información sobre la DINE
259
Revista “Qué Pasa”, 21 de diciembre de 1996, página 45.
debía “apretarlo” para obtener esta información. Sin embargo, el forcejeo termina con un
disparo, ocasionándole la muerte.
“Ya en libertad seguí trabajando en la “Oficina”, aun cuando ésta había terminado y
ahora existía la Dirección de Seguridad Pública, a cargo de don Isidro Solís, con quien
nunca tuve contacto.
Me fui al sur y estando en Concepción llamé por teléfono a Oscar, quien me dijo
que estaba todo arreglado y que tenía que irme del país; él me iba a entregar los
documentos y dinero necesarios. El otro día nos juntamos en la estación de ferrocarriles,
fuimos a un restaurant donde me pidió que esperara mientras iba a buscar el dinero, y como
tardaba, salí, siendo detenido por Investigaciones”.
260
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 26 y 27.
Resulta curioso que la persona que lo detiene en Concepción es el prefecto Jorge
Zambrano, quien luego de interrogarlo por varias horas lo deja a disposición de la Brigada
de Homicidios.
Humberto López Candia habría sido recluido en la cárcel Colina II, pues este
recinto ofrece mayores seguridades frente a las sucesivas amenazas de muerte de que ha
sido objeto. Se sospecha que después de ser detenido ha colaborado con la DINE,
principalmente por la visita frecuente que recibe de miembros del Ejército, entre ellos, de
Alejandro Ortiz.
El 16 de marzo de 1994, día del crimen, López Cand ia era acompañado por José
Manuel López Totoricahuena, también informante de la “Oficina”. Este último fue
sometido a proceso por este hecho y por infracción a la Ley de Control de Armas, toda vez
que se encontró en su poder un fusil de guerra del tipo de los internados por Carrizal
Bajo 262 .
López Candia relata en el proceso esta operación (fojas 1.018) del modo que sigue:
“Yo accedí ir a Brasil, pero no con mi propio nombre, y con Oscar tomamos
contacto con el hombre del Frente –a quien le decía Mena o Rodrigo y que era del Partido
261
Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciembre de 1996, página 45.
262
Diario “La Tercera”, 28 de Octubre de 1997.
263
Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciembre de 1996, página 45.
Comunista–, encargado de la documentación, a fin de que me hicieran los documentos
necesarios para el viaje. Este Mena me entregó un carnet de identidad con mi foto, con un
nombre que no recuerdo, pero mi nombre era Carlos y mi apellido era Flores; el número y
firma no me pertenecían. Cuando fui a sacar pasaporte para el caso de que lo necesitara, me
indicó Rodrigo que debía hablar con una de las dos funcionarias que atendían, la que sabía
de qué se trataba. Por desgracia, cuando me tocó el turno la funcionaria se había ausentado
y fui atendido por otra, que notó que mi impresión digital no correspondía, por lo que se
quedó con los documentos y yo me fui. Oscar y Zambrano me dijeron que iban a recuperar
mis documentos, lo que no ocurrió, y un año después fui detenido por la falsificación del
carnet.
Carpenter niega haber enviado a López a Brasil pero reconoce haberlo visitado en
General Mackenna (fojas 1.144 vta.)264.
Luego de quedar abierto el proceso por falsificación, pese a ser dejado en libertad,
participa en el denominado “Plan Atenas”, cuyo objetivo junto con otros integrantes de la
“Oficina” fue infiltrar grupos de derecha 265 .
264
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 23
265
Revista “Qué Pasa”, 24 de Agosto de 1998 y Revista “Qué Pasa”, 21 de Diciembre de 1996, página 45.
de Interior, siempre se pensó que una fuga de presos políticos desde la ex penitenciaría –
ocurrida en octubre de 1992 y que culminó con tres subversivos muertos– fue organizada
por infiltrados de la “Oficina”. Esta acción generó las sospechas de los aliados de Velasco,
quienes creyeron ver en esta acción el objetivo de manchar el currículo de Solís, entonces
director de Gendarmería, e impedir su acceso a la Dirección de Seguridad 266.
El envío de la carta es ratificado por Solís (fojas 938) quien señala que encontró una
comunicación enviada por Humberto López Candia, con fecha 20 de noviembre de 1995
“que recibí en abril de este año por intermedio de un tercero”. Dicha carta lleva la firma de
López Candia y en ella hace referencia a hechos acaecidos durante su “permanencia” en la
Dirección de Seguridad Pública.
Luego agrega que en esa carta, López Candia hace referencia a dos hechos: en
primer lugar, su aprehensión por uso de instrumento público falsificado (cédula de
identidad), cédula que según él, le fue proporcionada con la colaboración de la “Oficina”,
para que viajara a realizar funciones a Brasil. Debido a que falló el contacto que tenían en
el Registro Civil el documento le fue retenido y un año después lo detuvieron, ocasión en la
cual su “oficial directo” y un subcomisario de la JIPOL le instruyeron como declarar y le
ayudaron a obtener la libertad bajo fianza; en segundo lugar, se refiere al hecho por el cual
está detenido en la actualidad como “una complicada situación derivada de mis funciones
en la Oficina”267 .
Humberto López Candia fue procesado por la Sexta Fiscalía Militar por infracción
del artículo 10 de la Ley de Control de Armas en el episodio del traslado de armas a San
Bernardo. Fue interrogado en al menos dos oportunidades por el ministro en visita de la
causa, Hugo Dolmestch269.
266
Revista “Qué Pasa”, 09 de Enero de 1999, página 26.
267
Consejo de Defensa del Estado; op. cit., página 21.
268
Diario “La Segunda”, 6 enero 1997
269
Revista “Qué Pasa”, 10 de Agosto de 1996.
por el delito de obstrucción a la Justicia, López Candia y el empresario de la carne Víctor
Alvial Saldías270 .
Esta es una prueba más de lo sostenido en el sentido de que los subversivos que
participaron como informantes de la “Oficina” al sentirse protegidos derivaron en la
delincuencia común; situación similar a la de Villanueva Vinet
Por último hay que decir que López Candia teme por su vida. Según el propio
López Candia, en entrevista concedida al Diario La Segunda 271 la “Oficina” lo “quiere ver
muerto”. Y luego, consultado por el periodista sobre si tenía algún antecedente concreto
que haga creíble esa afirmación, respondió: “Mientras estaba preso en Colina II hubo una
visita de un analista de la “Oficina”. Este se entrevistó con el frentista Eduardo Vivian
Padilla y le solicitó que contactara a internos para que me asesinaran en la cárcel a cambio
de dinero. Ofrecieron un millón y medio de pesos y entregaron un documento con mi
currículo. Afortunadamente ese penal reúne condiciones de seguridad y nada me pasó”.
“En 1990 nos fuimos encontrando con frecuencia, tanto socialistas como miristas,
que teníamos escuela en el área de inteligencia para tratar esos temas. Así nació una suerte
de comité, donde cada uno volcaba información que era analizada determinando tendencias
y haciendo proyecciones de lo que hacían estos elementos ultristas”.
“El Comité en sí recogió información acerca de los propósitos del Frente de matar al
senador...” “Arturo” envió los antecedentes al Ministerio del Interior. Pero allá evaluaron
que la información era poco seria, un “bluff”. “Arturo” me dijo que estaba abrumado y no
sabía qué hacer. Cuando vi a “Arturo” tan abatido, supe que el asunto era muy serio (…)
“Arturo” incluso llamó anónimamente al 133 y al 134. Obviamente no lo tomaron en
cuenta”.
270
Diario “El Mercurio”, 06 de Marzo de 1999, página C 11.
271
Diario “La Segunda”, 27 de Julio de 1998, página 31.
272
Revista “Qué Pasa”, 19 de Julio de 1997, páginas 20 a 28.
“Yo llegué a la “Oficina” luego de una conversación con Camilo Escalona, al que
conocí estando preso, en mi calidad de miembro de la Coordinadora Nacional de Presos
Políticos. Hablé con él sobre trabajo, y me dijo que el gobierno necesitaba gente con
experiencia en inteligencia. Me pidió que le hiciera una nota a Marcelo Schilling, la hice
muy apurado.”
“Se optó por trabajar con Investigaciones, porque su nivel de dependencia del
gobierno era mucho mayor. En la práctica, Oscar Carpenter le daba órdenes al
subcomisario Jorge Zambrano, por ejemplo, lo que en Carabineros habría sido muy difícil.
Y cuando algún detective no aceptaba órdenes, era separado, como le ocurrió a Juan
Sarmiento Luarte”.
“Como ocho meses después del traslado de armas, supe que participaba en unas
reuniones en el Sindicato de Madeco con grupos anarcomarginales, como el PC Acción
Proletaria, Bandera Roja y trotskistas. Nos avisaron de eso y se lo comuniqué a la BIP para
que le hiciera el chequeo y fuera detenido, porque estaba encargado por lo menos por su
nombre político. Se le identificó físicamente, lo vieron salir del sindicato y se dejó
establecido que la BIP tenía que operar sobre esos, pero nunca lo detuvieron. Después me
desentendí.” (En referencia al “Taza”)
“No sé exactamente cuánto les pagaban o cómo lo hacían, pero el 90% de los
informantes son pagados”.
“Por eso es que la muerte de él fue muy extraña. Agdalín fue asesinado en
Curanilahue el 11 de octubre de 1995, se supone que por gente del FPMR. Pero es muy raro
que el Frente se haya demorado dos años, desde que cayó con “Ramiro”, en encontrarlo
culpable. La tesis que se baraja es que Agdalín se convirtió en un peligro para la
investigación del caso Guzmán. Puede que lo haya matado el FPMR, pero al Frente le
hicieron llegar los antecedentes con mucha precisión”.
“Tiendo a pensar que en la “Oficina” había más motivaciones para hacer algo así
que en cualquier otra parte. Lo digo claro: la “Oficina” no gatilló, no disparó, fue el FPMR,
pero muy bien motivado, muy bien documentado para hacerlo. Lo mismo que pasó con
Domingo Faustino Sarmiento, otro informante de la “Oficina” (refiriéndose al asesinato de
Agdalín Valenzuela).
Sale del país en el mes de abril de 1997, luego de conceder una entrevista al diario
La Nación y días después de que el ministro Dolmestch lo citará a declarar. Sus
declaraciones serían fundamentales para establecer el alcance de la red de informantes de la
“Oficina” y los métodos empleados en su lucha antisubversiva.
Un mes después del asesinato del senador Guzmán, Villanueva Molina ofrece una
entrevista al Canal 11 de la televisión mexicana, en la cual señala que “Guzmán bien
ajusticiado está”274.
Habría estado en Cuba país que le habría ofrecido garantías de que no será
acosado 275.
No contaría con la simpatía del Frente, incluso se señala que habría sido objeto de
“sumarios internos”.
.
6.14. Domiciano Soto Tejías
Ingresa a las Juventudes Comunistas a los trece años en el Liceo Darío Salas y de
ahí pasa a realizar un trabajo sindical en el partido durante los años 80.
273
Revista “Qué Pasa”, 10 de Agosto de 1996.
274
Ídem.
275
Ídem.
Luego viaja a Cuba donde realizó cursos de lucha clandestina, manejo de armas
cortas y subametralladoras, recibiendo instrucción en inteligencia y contrainteligencia sobre
algunos métodos conspirativos 276 .
Miembro fundador del Frente e integrante del movimiento hasta el año 1989. Al
momento de incorporarse al Frente realiza tareas en el área militar con misiones operativas
del Regional Oeste (sector poniente de Santiago). En general, desarrolla al interior del
FPMR tareas de organización y logística, sin perjuicio de lo cual también le correspondió
asumir tareas de retaguardia en Buenos Aires, donde montó una red de casas de
seguridad277 .
Fue procesado como presunto autor del delito de formación de grupo armado, delito
contemplado en el artículo 8 de la Ley de Control de Armas y Explosivos, en una causa que
llevó la Sexta Fiscalía Militar.
276
Diario “La Tercera”, 08 de Agosto de 1998.
277
Diario “La Tercera”, 01 de Julio de 1997.
278
Ídem.