Está en la página 1de 2

La ley de la siembra y de la cosecha

De qué trata esta ley

2 co. 9:6-9

El sembrador. Se requiere de una persona que inicie el proceso, alguien que esté dispuesto a dar
algo que posee y sembrarlo con el propósito de obtener fruto a cambio de su siembra.

El terreno. Este es el lugar en el cual vamos a depositar la semilla. Para obtener una buena cosecha
necesitamos escoger un lugar adecuado para sembrar nuestra semilla pues nadie siembra en el
desierto esperando tener una gran cosecha a cambio.

Abono. Son los nutrientes que le voy a echar a la tierra para enriquecerla, para que, así, produzca
una mejor cosecha.

Estación o el clima. Debo sembrar en el tiempo correcto del año para que la semilla germine. Si
siembro en el invierno, posiblemente la semilla se va a quemar y no dará fruto.

Semilla. Es aquello que voy a sembrar. En este punto hay que tener en cuenta que la calidad de la
semilla determina la calidad de la cosecha, lo que quiere decir que usted puede sembrar buenas o
malas semillas y eso determinará la calidad de la cosecha.

La palabra clave aquí es Dar

I. ¿Cómo darlo?
A. Evitar la mezquindad es usada en nuestros días. Pr. 11:24
La generosidad hace prosperar a la gente, la tacañería la empobrece
B. Quitar esa molestia que es evidente en muchos. Mr.26:7-8
C. Sin tener vergüenza. Mr.12:41-44
D. Las bendiciones recibidas a nuestro beneficio son tan agradables
El dar es voluntario y con alegría 1 cr.29:5,9

II. ¿Puedo darlo? V.8


A. Recordar que todas las cosas son del creador de Dios.
Dios nos da tanto en lo material y espirituales. Ef. 3:20

III. ¿Porque darlo? V.8

A. Las bendiciones recibidas son para dar.


Las bendiciones de Dios son derramadas sobre nosotros, no para que las tengamos sólo
para uno mismo.
B. Nos ayuda siempre pensar en los demás. Is.32:8
C. Dios nos bendice más y somos reconocidos por él.
No importa cuánto des, tu sabes lo que Dios pone en tu vida, sino como lo des. V.9

También podría gustarte