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UNIDAD I

INTRODUCCIÓN A LA ANTROPOLOGÍA
TEMA I: ANTROPOLOGÍA

1.1.Definición de antropología.

La antropología (del griego ἄνθρωπος anthropos, «hombre (humano)», y λόγος, logos,


«conocimiento») es la ciencia que estudia al ser humano de una forma integral. Para
abarcar la materia de su estudio, la antropología recurre a herramientas
y conocimientos producidos por las ciencias sociales y las ciencias naturales. La aspiración
de la disciplina antropológica es producir conocimiento sobre el ser humano en diversas
esferas, intentando abarcar tanto las estructuras sociales de la actualidad, la evolución
biológica de nuestra especie, el desarrollo y los modos de vida de pueblos que han
desaparecido y la diversidad de expresiones culturales y lingüísticas que caracterizan a
la humanidad.

Las facetas diversas del ser humano implicaron una especialización de los campos de la
Antropología. Cada uno de los campos de estudio del ser humano implicó el desarrollo de
disciplinas que actualmente son consideradas como ciencias independientes, aunque
mantienen constante diálogo entre ellas. Se trata de la Antropología física, la Arqueología,
la Lingüística y la Antropología social. Con mucha frecuencia, el
término Antropología solo se aplica a esta última, que a su vez se ha diversificado en
numerosas ramas, dependiendo de la orientación teórica, la materia de su estudio o bien,
como resultado de la interacción entre la Antropología social y otras disciplinas.

La antropología se constituyó como disciplina independiente durante la segunda mitad


del siglo XIX. Uno de los factores que favoreció su aparición fue la difusión de la teoría de
la evolución, que en el campo de los estudios sobre la sociedad dio origen al evolucionismo
social, entre cuyos principales autores se encuentra Herbert Spencer. Los primeros
antropólogos pensaban que así como las especies evolucionaban de organismos sencillos a
otros más complejos, las sociedades y las culturas de los humanos debían seguir el mismo
proceso de evolución hasta producir estructuras complejas como su propia sociedad. Varios
de los antropólogos pioneros eran abogados de profesión, de modo que las cuestiones
jurídicas aparecieron frecuentemente como tema central de sus obras. A esta época
corresponde el descubrimiento de los sistemas de parentesco por parte de Lewis Henry
Morgan.

Desde el final del siglo XIX el enfoque adoptado por los primeros antropólogos fue
puesto en tela de juicio por las siguientes generaciones. Después de la crítica de Franz
Boas a la antropología evolucionista del siglo XIX, la mayor parte de las teorías producidas
por los antropólogos de la primera generación se considera obsoleta. A partir de entonces,
la Antropología vio la aparición de varias corrientes durante el siglo XIX y el XX, entre
ellas la escuela culturalista de Estados Unidos, el Estructural-funcionalismo,
el Estructuralismo antropológico, la Antropología marxista, el Procesualismo,
el Indigenismo, etc.

La antropología es, sobre todo, una ciencia integradora que estudia al hombre en el
marco de la sociedad y cultura a las que pertenece, y, al mismo tiempo, como producto de
éstas. Se la puede definir como la ciencia que se ocupa de estudiar el origen y desarrollo de
toda la gama de la variabilidad humana y los modos de comportamientos sociales a través
del tiempo y el espacio; es decir, del proceso biosocial de la existencia de la especie
humana.
La antropología es el estudio de la humanidad, de los pueblos antiguos y modernos y de
sus estilos de vida. Dada la amplitud y complejidad del tema, las diferentes ramas de la
antropología se centran en distintos aspectos o dimensiones de la experiencia humana.
Algunos antropólogos estudian la evolución de nuestra especie, denominada
científicamente Homo sapiens, a partir de especies más antiguas. Otros investigan cómo el
Homo sapiens ha llegado a poseer la facultad, exclusivamente humana, para el lenguaje, el
desarrollo y diversificación de los lenguajes y los modos en que las lenguas modernas
satisfacen las necesidades de la comunicación humana. Otros, por último, se ocupan de las
tradiciones aprendidas de pensamiento y conducta que denominamos culturas, investigando
cómo surgieron y se diferenciaron las culturas antiguas, y cómo y por qué cambian o
permanecen iguales las culturas modernas. Dentro de los departamentos de antropología de
las principales universidades de los Estados Unidos las diferentes perspectivas de la
antropología suelen estar representadas por cuatro campos de estudio: antropología cultural
(a veces llamada antropología social), arqueología, lingüística antropológica y antropología
física (Fried, 1972; Goldschmidt, 1979).

Muchas otras disciplinas, además de la antropología, se ocupan del estudio de los seres
humanos. Nuestra naturaleza animal es objeto de intensa investigación por parte de
biólogos, genetistas y fisiólogos. Sólo en la medicina, centenares de especialistas investigan
el cuerpo humano, y los psiquiatras y psicólogos buscan juntos la esencia de la mente y el
alma humanas. Muchas otras disciplinas —entre ellas la sociología, la geografía humana, la
psicología social, la historia, la ciencia política, la economía, la lingüística, la teología, la
filosofía, la musicología, el arte, la literatura y la arquitectura— se ocupan de nuestro
comportamiento cultural, intelectual y estético. Están, además, los llamados «especialistas
en áreas», que estudian las lenguas y estilos de vida de determinados pueblos, naciones y
regiones: «latinoamericanistas», «indianistas», «sinólogos», etc. ¿Cuál es entonces el rasgo
distintivo de la antropología?
Lo que diferencia nuestra disciplina de las otras es su carácter global y comparativo.
Otras disciplinas abordan únicamente un segmento concreto de la experiencia humana o
una época o fase concretas de nuestro desarrollo cultural y biológico.
Los hallazgos de la antropología, en cambio, no se basan jamás en el estudio de una
sola población, raza, tribu, clase, nación, tiempo o lugar. Los antropólogos insisten, ante
todo, en la necesidad de contrastar las conclusiones extraídas del estudio de un grupo
humano o de una determinada civilización con datos procedentes de otros grupos o
civilizaciones. De esta manera, la importancia de la antropología trasciende los intereses de
cualquier tribu, raza, nación o cultura concretas.
Desde la perspectiva antropológica, todos los pueblos y culturas revisten el mismo
interés como objetos de estudio. Por ello, la antropología se opone al punto de vista de los
que creen ser los únicos representantes del género humano, estar en el pináculo del
progreso o haber sido elegidos por Dios o la Historia para moldear el mundo a su imagen y
semejanza. Para el antropólogo, el único modo de alcanzar un conocimiento profundo de la
humanidad consiste en estudiar tanto las tierras lejanas como las próximas, tanto las épocas
remotas como las actuales. Y adoptando esta visión amplia de la experiencia humana, quizá
logremos arrancarnos las anteojeras que nos imponen nuestros propios estilos de vida para
vernos a nosotros mismos como realmente somos.
Debido a su perspectiva biológica, arqueológica, lingüística, cultural, comparativa y
global, la antropología tiene la clave de muchas cuestiones fundamentales. Los
antropólogos han realizado importantes aportaciones a la comprensión del significado de la
herencia animal de la humanidad y, por tanto, a la definición de lo que es
característicamente humano en la naturaleza humana. La estrategia antropológica reúne en
sí los elementos necesarios para analizar el significado de los factores raciales en la
evolución de las culturas y en los avalares de la vida contemporánea. También posee la
clave para comprender los orígenes de la desigualdad social en forma de racismo, sexismo,
explotación, pobreza y subdesarrollo internacional.

1.2.Objeto de la antropología

Es el estudio de las tradiciones populares, la tecnología, prehistoria, simbología y


variaciones biológicas de los pueblos.

La antropología comparte el mismo objeto de estudio con la sociología y la historia,


pues epistemológicamente estas tres disciplinas de las Ciencias Humanas estudian el
mismo comportamiento de los grupos humanos. Y con lo que todavía no se desprenden
teóricamente.

En el caso de la antropología como es una ciencia tan joven la Antropología (existe


desde 1851 con la publicación de La liga de los iroqueses de Lewis Henri Morgan) se
entiende como algo provisional esta situación. ¿En qué se diferenciarían estas tres ciencias
humanas?, en que cada una hace un especial énfasis y/o perspectiva, para observar
ése comportamiento humano.

En su devenir como ciencia comenzó la antropología


estudiando sociedades "primitivas" (valga decir, aborígenes, salvajes o indígenas) con
temas como hachas de piedra, "totemismo" (sistema de apellidos de una parentela, basado
en un tótem o ancestro, que indica con que otros tótems se pueden casar sus integrantes, y
con quiénes no). Pero no le fue fiel a estas sociedades y terminó estudiando
también sociedades civilizadas, ajustando su objeto a todos los grupos humanos que
reunidos conforman el conjunto de la humanidad.

La antropología deriva de una concepción del mundo y de una manera original de


plantear los problemas, que se descubren con "ocasión" del estudio de fenómenos
sociales en culturas aborígenes que no son precisamente las más "simples" y
que contrastan con los fenómenos sociales que tienen como escenario la cultura del/la
antropólogo/a. El contraste surge de las grandes diferencias que presenta la comparación
de los fenómenos entre las culturas manifestando ciertas propiedades generales de la vida
social, que toma finalmente como objeto de estudio el/la antropólogo/a.

Nota Al objeto entonces se ha llegado como resultado de la encuesta etnográfica,


el análisis lingüístico, o por los intentos de interpretar los resultados de una excavación
arqueológica.

1.3.Fines de la antropología

Son tres. A saber


1º Objetividad
2º Totalidad
3º Significación

1º Objetividad: es la primera ambición de la antropología con lo que hay que inculcar el


gusto y el método por y para ella. Sin embargo esta objetividad debe ser precisada, pues no
se trata de hacer abstracción de sus creencias, preferencias y prejuicios, porque una
objetividad semejante caracteriza a todas las ciencias sociales, y si no, no podrían aspirar a
tener título de ciencias.

La objetividad a la que aspira la antropología va más lejos, no se trata de trascender los


valores propios de la sociedad a la que pertenece el-la observador/a, sino más
bien trascender sus "métodos de pensamiento", de alcanzar una formulación válida no sólo
para un/a observador/a honesto/a y objetivo/a, sino para todos/as los/as observadores/as
posibles, -por esto es que es tan universal la antropología-.

El/la antropólogo/a hace algo más que acallar sus sentimientos: elabora nuevas
categorías mentales, contribuye a introducir nociones de tiempo y espacio, de oposición y
contradicción.

La búsqueda de objetividad de la antropología es total y únicamente puede


desenvolverse en un nivel en que los fenómenos conservan una significación humana y
siguen siendo comprensibles -intelectual y sentimentalmente para
una conciencia individual-.

La objetividad a la que aspira la antropología, de la que interesa a las demás ciencias


sociales, se encuentra en un plano diferente (no menos rigurosa) es que quiere ser una
"ciencia semiológica", se ubica resueltamente en el plano de la significación.
Nota: Es pertinente que se le dé una crítica a las categorías de Tiempo y
Espacio convencionales, particularmente aplicados a la vida social. Porque una
antropología crítica, se ha encontrado con otras maneras de conceptualizar estas nociones
en los diversos pueblos que estudia.

De momento valga resaltar, los valiosos aportes de Albert Einstein, cuando los
considera relativos y no absolutos, desde la comprensión de las leyes de la naturaleza, que
él hace desde su física teórica. Para Einstein el tiempo es parte del espacio, y se percibe,
acorde a la velocidad a la que se vaya.

El tiempo (como categoría social) es duración, que no es absoluta sino relativa. Lo que
sucede es que en Occidente, particularmente en el modo de producción capitalista, en pos
de la eficacia y la productividad, se ha hecho una división matemática del
tiempo "cronometrizándolo" de tal manera, que se le ha "descuartizado", si se permite la
expresión. En cortes cuantitativas "exactos", en virtud al invento del reloj y el calendario.

Y aunque el tiempo transcurra, éste es "oblicuo, subjetivo, relativo", depende sobre


todo, de qué sociedad lo perciba con relación a sus vivencias. La Antropología en este
sentido ha re-descubierto cómo las culturas, tienen una manera peculiar de percibir el
tiempo, acorde al ritmo que tengan sus acciones y actividades. Ritmo semejante al musical,
que puede ser: lento, "normal" (ni muy muy, ni tan tan), o ágil.

Es decir, que el tiempo para los seres humanos se puede percibir como sincrónico: la
simultaneidad de los hechos del tiempo, "dando la impresión" de que se suprime el tiempo,
porque su estructura es circular, del "eterno retorno", como sucede en el discurso de
los mitos, o en las acciones repetitivas de los "rituales". O diacrónico: la sucesión de los
hechos en el tiempo, "dando la impresión" de que los hechos no se repiten, que cambian,
como si fueran una estructura lineal en ascenso (en descenso por descarte), como las
flechas.

Igual sucede con el espacio. Se ha convertido en un lugar común, considerar como


categoría universal, el espacio, estudiado por la "geometría euclidiana". Como si fuera una
dimensión homogénea, una misma extensión plana cortada por ángulos de 90º (grados),
medio en el que se sitúan todos los cuerpos. Y no hay tal.

Porque el espacio es Topos, sitio, lugar o condición, en donde se ubican los seres de la
naturaleza, la sociedad y las ideas. Entes conceptualizados en correspondencia con la
relatividad de sus espacios. A lo que llega la mente humana, es a representar el espacio
como un modelo. Modelo que surge del devenir histórico, del modo de producción, y
del desarrollo del pensamiento de cada pueblo.

Así, Occidente tiene una espacialidad propia, la del "cuadrado y el cubo". En contra, los/as
indígenas, tienen una espacialidad "oblicua, curva, de las torsiones", como una cinta en
espiral, la forma sinuosa de sus ríos p. ej. Esta espacialidad se vuelve arquitectura y
categoría de pensamiento. Por ello, los/as occidentales pensamos con rigidez y vivimos
rodeados de cubos. Mientras, los/as indígenas piensan dialécticamente, y viven en bohíos
redondos y ovalados.
2º Totalidad

La segunda ambición de la antropología es la totalidad. En la vida social la antropología


ve un sistema cuyas partes se hallan todas orgánicamente ligadas entre sí, reconoce de buen
grado que para profundizar el conocimiento de ciertos tipos de fenómenos, es
indispensable descomponer un conjunto. Al igual que el/la psicólogo/a o el/la
sociólogo/a se interesa demasiado en el método de modelos, y que practica en campos
como el parentesco.

Así cuando el/la antropólogo/a busca construir modelos tiene en vista descubrir -y esa
es su intención- una "forma común" a las diversas manifestaciones de la vida social.

Esta tendencia se halla tras la noción de "Hecho Social Total" en Marcel Mauss, como tras
la noción de "Pattern" (Configuración, Modelo, Norma) de la antropología anglosajona.

3º Significación

La tercera originalidad de la antropología es la más difícil de definir, y sin embargo


es más importante que los otros dos fines.

Se ha caracterizado las sociedades que estudia clásicamente la antropología, o sea,


las "sociedades primitivas" de modo negativo, como: "no civilizadas", "sin escritura", "pre-
mecánicas", que se desconoce lo positivo. Siendo que las razones de la etnología reposan
en lo positivo. Y la realidad positiva de estas sociedades es que están fundadas, en mucho
mayor grado que otras, en relaciones personales, en vínculos concretos entre individuos.

Y aunque estas sociedades son muy extensas o dispersas, las reacciones entre los/as
individuos más alejados/as entre sí se construyen siguiendo el tipo de relaciones más
directas, cuyo modelo, es por lo común el parentesco.

1.4.Orígenes de la antropología.
a. Antecedentes

Se atribuye al explorador François Péron haber sido quien uso por primera ocasión el
término antropología. Péron recogió en esa obra un conjunto de datos sobre los aborígenes
de Tasmania, que fueron casi exterminados en los años que siguieron al paso de Péron por
la isla. Sin embargo, Péron no fue el primero ni el más antiguo de quienes estaban
interesados en la cuestión de la diversidad humana y sus manifestaciones.
El estudio del ser humano viene de muy antiguo. Ya Herodoto (484-425 a.C.) en sus
Historias nos cuenta las diferencias entre los distintos habitantes del mundo (libia, Egipto,
Grecia, Asia Menor), y nos habla de las diferencias de cráneo entre egipcios y persas.
Hipócrates (460-377 a.C.) lanza la teoría de que el medio influye en los caracteres físicos
del hombre, y llama la atención sobre las diferencias de quienes habitan climas distintos.
Aristóteles (384-322 a.C.) estudia al hombre por ser el animal más complejo. Llama la
atención sobre el tamaño de su cráneo, mucho mayor que en el resto de animales, así como
sobre su carácter bípedo y que es el único animal capaz de deliberar y reflexionar
Algunos autores consideran a fray Bernardino de Sahagún como uno de los
antecedentes más notables de la etnografía.2 De la misma manera que otros misioneros del
siglo XVI, Sahagún estaba preocupado por las diversas maneras en que la religión de los
indígenas podría confundirse con el cristianismo recién implantado. En el afán de
comprender mejor a los pueblos nahuas del centro de Nueva España, Sahagún investigó de
manera muy detallada la historia, las costumbres y las creencias de los nahuas antes de la
llegada de los españoles. Para hacerlo tuvo que aprender náhuatl. Luego, con el apoyo de
algunos de sus informantes, organizó la información obtenida en una obra pensada para un
público más o menos amplio. El resultado fue el Códice Florentino, de vital importancia en
el conocimiento de la civilización mesoamericana precolombina.3
Georges-Louis Leclerc, conde de Buffon, quien escribió Histoire Naturelle (1749)
donde se enlazan las ciencias naturales y la diversidad física de la especie humana
(anatomía comparada) con la inquietud por comprender la diversidad de las expresiones
culturales de los pueblos.4 De manera análoga, algunos pensadores de
la Ilustración como Montesquieu, Rousseau e incluso el matemático D'Alembert abordaron
la materia, y propusieron algunas hipótesis sobre el origen de las relaciones sociales, las
formas de gobierno y los temperamentos de las naciones.

b. Historia

Durante el siglo XIX, la llamada entonces Antropología general incluía un amplísimo


espectro de intereses, desde la paleontología del cuaternario al folclore europeo, pasando
por el estudio comparado de los pueblos aborígenes. Fue por ello una rama de la Historia
Natural y del historicismo cultural alemán que se propuso el estudio científico de
la historia de la diversidad humana. Tras la aparición de los modelos evolucionistas y el
desarrollo del método científico en las ciencias naturales, muchos autores pensaron que los
fenómenos históricos también seguirían pautas deducibles por observación. El desarrollo
inicial de la antropología como disciplina más o menos autónoma del conjunto de las
Ciencias Naturales coincide con el auge del pensamiento ilustrado y posteriormente
del positivismo que elevaba la razón como una capacidad distintiva de los seres humanos.
Su desarrollo se pudo vincular muy pronto a los intereses del colonialismo europeo
derivado de la Revolución industrial.
Por razones que tienen que ver con el proyecto de la New Republic norteamericana, y
sobre todo con el problema de la gestión de los asuntos indios, la antropología de campo
empezó a tener bases profesionales en Estados Unidos en el último tercio del s. XIX, a
partir del Bureau of American Ethnology y de la Smithsonian Institution.
El antropólogo alemán Franz Boas, inicialmente vinculado a este tipo de tarea,
institucionalizó académica y profesionalmente la Antropología en Estados Unidos. En
la Gran Bretaña victoriana, Edward Burnett Tylor y posteriormente autores como William
Rivers y más tarde Bronisław Malinowski y Alfred Reginald Radcliffe-
Brown desarrollaron un modelo profesionalizado de Antropología académica. Lo mismo
sucedió en Alemania antes de 1918.
En todas las potencias coloniales de principios de siglo (salvo en España) hay esbozos
de profesionalización de la Antropología que no acabaron de cuajar hasta después de la II
Guerra Mundial. En todos los países occidentales se incorporó el modelo profesional de la
Antropología anglosajona. Por este motivo, la mayor parte de la producción de la
Antropología social o cultural antes de 1960 —lo que se conoce como modelo
antropológico clásico— se basa en etnografías producidas
en América, Asia, Oceanía y África, pero con un peso muy inferior de Europa. La razón es
que en el continente europeo prevaleció una etnografía positivista, destinada a apuntalar un
discurso sobre la identidad nacional, tanto en los países germánicos como en los
escandinavos y los eslavos.
Históricamente hablando, el proyecto de Antropología general se componía de cuatro
ramas: la lingüística, la arqueología, la antropología biológica y la antropología social,
referida esta última como antropología cultural o etnología en algunos países. Estas últimas
ponen especial énfasis en el análisis comparado de la cultura —término sobre el que no
existe consenso entre las corrientes antropológicas—, que se realiza básicamente por un
proceso trifásico, que comprende, en primera instancia, una investigación de gabinete; en
segundo lugar, una inmersión cultural que se conoce como etnografía o trabajo de campo y,
por último, el análisis de los datos obtenidos mediante el trabajo de campo.
El modelo antropológico clásico de la antropología social fue abandonado en la segunda
mitad del siglo XX. Actualmente los antropólogos trabajan prácticamente todos los ámbitos
de la cultura y la sociedad.

1.5.Ramas de la antropología

A su vez, cada una de estas cuatro ramas principales se subdivide en innumerables


subramas que muchas veces interactúan entre sí.
De la Antropología Cultural o Social (también conocida como antropología sociocultural),
se desprenden:

a. Antropología Urbana:
La antropología urbana hace referencia al estudio etnográfico y transcultural de la
urbanización global y de la vida en las ciudades. Es una subdisciplina de la Antropología
Social y de las Ciencias Sociales. Su investigación trata nuevas perspectivas de
comprensión en áreas como el urbanismo, la esfera pública, la actividad simbólica en
ciudades del mundo, el modo de producción industrial, el proceso de globalización, la
multiculturalidad, la sociedad de la información, el análisis de redes y los movimientos
sociales.
Aborda la vida urbana a partir de los métodos de campo y la perspectiva holística
propios de la antropología. Esta disciplina se ocupa de la forma y el espacio de las
ciudades, el urbanismo como modo de vida, los procesos de urbanización, las tipologías de
las metrópolis, las expresiones urbanas de tipo comunitario, los fenómenos migratorios y
los movimientos sociales. 3 Las Áreas Metropolitanas se han constituido en los lugares
objeto de estudio de las investigaciones sobre temas como la etnicidad, la pobreza, el
espacio público, las clases y las variaciones subculturales (Kottak, 2003:264).
El reconocimiento oficial de este tipo de investigaciones se empezó a gestar a apenas a
finales de los años setenta.5 Las primeras etnografías urbanas se llevaron a cabo en
Inglaterra, específicamente en Londres, a mediados del [Siglo XIX]. Estas primeras
etnografías describen la vida que se desarrolla en las barriadas obreras como consecuencia
del proceso de industrialización. No obstante, la Escuela de Sociología de Chicago a través
de su labor de investigación, desde 1920 lleva a cabo el primer programa de investigación
científico que estudia la ciudad a través de un conjunto de investigaciones caracterizadas
por la observación y descripción de delimitados grupos sociales.
En el campo de la antropología urbana contemporánea puede mencionarse el trabajo de
Marc Augé y su estudio sobre los no lugares.
A diferencia de la antropología rural, la antropología urbana lleva a cabo sus estudios
con metodología en la ciudad, se caracteriza por establecer un método ocupado en los
estudios llamado etnografía; particularmente se encarga de estudiar la clase de vida o tribus
urbanas pertenecientes a la ciudad.
Uno de los primeros en estudiar la urbanización en el Mundo en desarrollo, el
antropólogo Robert Redfield, reconociendo que una ciudad (incluso una preindustrial) es un
contexto social muy diferente de un poblado tribal o de un pueblo rural, analizó los
contrastes entre la vida rural y la urbana. Contrastó las comunidades rurales, cuyas
relaciones se basan en el cara a cara, con las ciudades, donde la impersonalidad caracteriza
muchos aspectos de la vida. Redfield (1941) propuso el estudio de la urbanización a través
de un continuum rural-urbano (Kottak, 2003:264).
Hacia el año 2025 los países en vías de desarrollo representarán el 85 por 100 de la
población mundial, comparado con el 77 por 100 en 1992 (Stevens, 1992). Las soluciones a
futuros problemas dependen, cada vez más, de la comprensión de los contextos culturales
no occidentales. El hemisferio sur aumenta constantemente su proporción de población
mundial y las tasas más altas de crecimiento de la población se dan en las ciudades del
Tercer Mundo. En 1900 el mundo tenía solo 16 ciudades con más de un millón de
habitantes, pero ya había 276 de ellas en 1990. Hacia el 2025, el 60 por 100 de la población
global será urbana, comparada con el 37 por 100 en 1990 (Stevens, 1992). Si continúan las
tendencias actuales, el incremento de la población urbana y la concentración de gente en
barriadas de chabolas irán acompañada de crecientes tasas de delincuencia y de
contaminación del agua, el aire y por el ruido. Estos problemas serán más agudos en los
países menos desarrollados. Casi todo (97 por 100) el aumento previsto de la población
mundial se dará en los países en vías de desarrollo, correspondiendo el 34 por 100 solo a
África (Lewis, 1992). No obstante, el crecimiento global de la población afectará al
hemisferio norte a través de las migraciones internacionales.
A medida que la industrialización y la urbanización se extienden globalmente, los
antropólogos estudian cada vez más estos procesos y los problemas sociales que se crean.
La antropología urbana, que cuenta con dimensiones teóricas (investigación básica) y
aplicadas, consiste en el estudio etnográfico y transcultural de la urbanización global y de la
vida en las ciudades. Estados Unidos y Canadá se han convertido también en lugares objeto
de estudio de las investigaciones en antropología urbana sobre temas como la etnicidad, la
pobreza, las clases y las variaciones sub-culturales.
b. Antropología del parentesco: esta rama se enfoca en las relaciones de parentesco,
entendido como un fenómeno social, y no como mero derivado de las relaciones
biológicas que se establecen entre un individuo, sus progenitores y los
consanguíneos de éstos; se trata de una de las especialidades más antiguas de la
antropología, y de hecho está relacionada con el quehacer de los primeros
antropólogos evolucionistas del siglo XIX.
c. Antropología de la religión: Estudia los sistemas religiosos y de creencias.
d. Antropología filosófica: es una rama de la filosofía alemana y no de la
Antropología científica que, principalmente, se ocupa de las incertidumbres de
índole ontológica, centrado su atención en el hombre, tomando en cuenta una
variedad de aspectos de la existencia humana, pasada y presente, combinando estos
materiales diversos en un abordaje íntegro del problema de la existencia humana.
Además, se pregunta por la naturaleza fundamental de su ser, se pregunta lo que
diferencia al ser humano de todos los demás seres, cómo se define a través de su
existencia histórica, etc. Tales interrogantes fundamentales de la antropología
filosófica pueden ser condensadas en una pregunta radical: ¿Qué es el ser humano?
Además de: antropología económica, antropología política, aplicada, rural, urbana,
visual, todas las que deben entenderse como enfoques o puntos de partida diversos para
analizar los fenómenos sociales.
 Antropología Física (también como antropología biológica), se desprenden:
 Antropología forense: Se encarga de la identificación de restos humanos
esqueletizados dado su amplia relación con la biología y variabilidad del esqueleto
humano. También puede determinar, en el caso de que hayan dejado marcas sobre
los huesos, las causas de la muerte, para tratar de reconstruir la mecánica de hechos
y la mecánica de lesiones, conjuntamente con el arqueólogo forense,
el criminalista de campo y médico forense, así como aportar, de ser posible,
elementos sobre la conducta del victimario por medio de indicios dejados en el
lugar de los hechos y el tratamiento perimortem y posmortem dado a la víctima.
 Paleoantropología: Se ocupa del estudio de la evolución humana y sus
antepasados fósiles u homínidos antiguos. A veces, también puede ser conocida
como paleontología humana.
 Antropología genética: Se la define como la aplicación de técnicas moleculares para
poder entender la evolución homínida, en particular la humana, relacionándolas con
otras criaturas no humanas.
Autores como Lorena Campo (2008: 38), consideran a la arqueología como rama que se
desprende de la antropología cultural. En todo caso, de la Arqueología se pueden citar las
siguientes subramas:
 Arqueoastronomía: Es el estudio de yacimientos arqueológicos relacionados con el
estudio de la astronomía por culturas antiguas. También estudia el grado de
conocimientos astronómicos poseído por los diferentes pueblos antiguos. Uno de
los aspectos de esta disciplina es el estudio del registro histórico de conocimientos
astronómicos anterior al desarrollo de la moderna astronomía.
 Arqueología subacuática: Sigue los preceptos de la arqueología terrestre pero se
dedica, a través de la técnicas de buceo, a desentrañar antiguas culturas cuyos restos
materiales que, por una u otra razón, se encuentran actualmente bajo el agua.
Cada una de las ramas ha tenido un desarrollo propio en mayor o menor medida. La
diversificación de las disciplinas no impide, por otro lado, que se hallen en interacción
permanente unas con otras. Los edificios teóricos de las disciplinas antropológicas
comparten como base su interés por el estudio de la humanidad. Sin embargo,
metonímicamente en la actualidad, cuando se habla de antropología, por antonomasia se
hace referencia a la antropología social.

1.6. Campos de la antropología

a. Antropología arqueológica

La antropología arqueológica, o arqueología, reconstruye, describe e interpreta el


comportamiento humano y los patrones culturales a través de los restos materiales. Los
arqueólogos suelen estudiar predominantemente la prehistoria, aunque también estudian las
culturas históricas, e incluso las vivas (como es el caso del arqueólogo William Rathje, que
estudia a partir de la basura -”basurología”- lo que la gente hizo y no lo que ellos piensan
que hicieron o lo que el investigador piensa que deberían haber hecho). Utilizando los
restos materiales como datos primarios, e informados por el conocimiento etnográfico y la
teoría etnológica, los arqueólogos analizan los procesos y patrones culturales. Estos restos
pueden ser de muchos tipos: basura, cereales silvestres y domesticados, huesos, cerámicas,
artefactos, etc. Muchos arqueólogos se sirven de la paleo ecología, o estudio de los
ecosistemas del pasado, analizando las interrelaciones entre la población, las necesidades y
demandas culturalmente perfiladas, la división del trabajo, la tecnología, los métodos de
producción y las formas de reparto de los recursos naturales entre aquellos que los
necesitan y los utilizan. También mediante la excavación, los arqueólogos documentan los
patrones y procesos culturales. Asimismo, estudian la evolución cultural de determinadas
sociedades a partir de cambios en el tamaño, el tipo de asentamientos y la distancia entre
ellos. La arqueología resulta esencial para conocer las poblaciones prehistóricas,
permitiendo la formulación de leyes del desarrollo.

b. Antropología biológica o física

El objeto de estudio de la antropología biológica es la diversidad biológica humana en


el tiempo y el espacio debido a presiones medioambientales (calor, frío, humedad, luz solar,
altitud y enfermedades) y características genéticas. El estudio de la variación humana reúne
cinco intereses especiales:
 La evolución de los homínidos tal como la revelan los restos fósiles
(paleoantropología). Para su labor, los paleoantropólogos se sirven de la osteología
para analizar los huesos de homínidos y trazar los cambios en la anatomía, de la
arqueología para la reconstrucción de los aspectos biológicos y culturales de la
evolución humana mediante el uso de las herramientas.
 La genética humana. La variedad que existe dentro de cualquier población permite
que algunos individuos tengan más fácil la supervivencia y la reproducción. La
genética arroja luz sobre las causas y la transmisión de esta variedad.
 El crecimiento y desarrollo humanos dentro del entorno medioambiental.
 La plasticidad biológica humana, o capacidad del cuerpo de hacer frente a presiones
medioambientales. La evolución biológica y cultural humana está y ha estado
interrelacionada y ha sido complementaria; los humanos continúan su adaptación
tanto biológica como cultural.
 La biología, evolución, comportamiento y vida social de los monos, los simios y
otros primates no humanos. La primatología apoya a la paleoantropología porque
muchos antropólogos creen que el comportamiento de los primates arroja luz sobre
el de los primeros homínidos.

c. Antropología lingüística

No sabemos, y probablemente nunca sabremos cuándo comenzaron a hablar los


homínidos. Sin embargo, los antropólogos lingüísticos estudian el lenguaje en su contexto
social y cultural, en el espacio y a través del tiempo con el objeto de hacer inferencias
acerca de características universales del lenguaje, de reconstruir lenguas antiguas, de
descubrir percepciones y patrones de pensamiento diversos. El estudio de la variación
lingüística en su contexto social se denomina soles. La lingüística descriptiva estudia los
sonidos, la gramática y el significado en lenguas concretas sociolingüística y permite
mostrar cómo el habla refleja diferencias socia. La lingüística histórica considera la
variación del sonido, la gramática y el vocabulario en el tiempo.
d. Antropología aplicada

La antropología aplicada incluye cualquier uso del conocimiento y las técnicas de las
cuatro subdisciplinas para identificar, evaluar y resolver problemas prácticos. Por ejemplo,
en el contexto de la antropología médica, por la cual las diferentes sociedades y grupos
étnicos reconocen diferentes dolencias, síntomas y causas, desarrollando diferentes
sistemas de cuidado de la salud y estrategias de tratamiento. Los antropólogos médicos
colaboran en programas de salud pública que tienen que encajar en la cultura local y ser
aceptada por ella. Otros antropólogos aplicados trabajan para agencias de desarrollo,
evaluando las características sociales y culturales que influyen en el desarrollo y el cambio
económicos. Otros aplican sus conocimientos al estudio de la dimensión humana de la
degradación medioambiental (por ejemplo, la deforestación y polución) y el cambio
climático global, analizando cómo influye el entorno en los humanos y cómo afectan las
actividades humanas a la biosfera y a la propia tierra. Los antropólogos forenses (físicos)
trabajan con la policía, los analistas médicos y los juzgados para identificar víctimas de
crímenes y accidentes a partir de restos humanos.

TALLER:
1. Elabora un resumen de los textos y un texto sintético del tema, no más de una
página.
2. Organiza las ideas de los textos en un mapa mental.
3. Se hace preguntas a los participantes del taller.
4. Control de lectura.

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