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Reproduccion Humana I FER PDF
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Las gónadas son los órganos sexuales que producen los gametos.
Las gónadas femeninas son los ovarios, producen óvulos y hormonas sexuales femeninas.
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Las gónadas femeninas, los ovarios, se encuentran localizados dentro de la porción baja de la
cavidad abdominal.
El ovario contiene numerosos folículos compuestos por óvulos en desarrollo rodeados por una
capa externa de células foliculares. Cada uno comienza la oogénesis como ovocito primario.
Al nacimiento cada mujer posee el número de ovocitos en desarrollo para toda la vida, cada
uno de los cuales esta en profase I. Un ovocito secundario se libera cada mes desde la
pubertad hasta la menopausia totalizando de 400 a 500 óvulos.
Los testículos se encuentran suspendidos fuera de la cavidad abdominal por el escroto, una
bolsa de piel que mantiene los testículos a una temperatura óptima para el desarrollo de los
espermatozoides. Los tubos seminíferos se encuentran dentro de cada testículo, y son el lugar
donde los espermatozoides son producidos por meiosis. Cerca de 250 metros de túbulos se
encuentran empaquetados en cada testículo. Los espermatocitos dentro de los túbulos se
dividen por meiosis para producir las espermátidas que se desarrollan hasta espermatozoides
maduros.
Producción de espermatozoides.
Los espermatozoides pasan a través del conducto deferente (vas deferens) que
conecta al conducto eyaculatorio que desemboca en la uretra. La uretra atraviesa el
pene y se abre hacia el exterior. Las secreciones de las vesículas seminales agregan
fructosa y prostaglandinas a los espermatozoides a medida que pasan. La glándula
prostática segrega un fluido lechoso y alcalino. Las glándulas bulbo uretrales
segregan un fluido mucoide que facilita la lubricación durante la cópula. Los
espermatozoides y las secreciones conforman el semen.
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Espermatogénesis
Ovogénesis
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EL CICLO MENSTRUAL FEMENINO (Lámina 55 de Eurobio)
Los óvulos maduran dentro de los ovarios en ciclos durante la vida fértil de la mujer.
Alrededor del día cinco del ciclo
menstrual típico de 28 DIAS,
alrededor de 20 óvulos
comienzan a madurar en los
ovarios dentro de sacos llenos de
líquido llamados FOLICULOS.
Alrededor del día 14, un folículo
ha madurado más rápido que los
demás y libera el óvulo maduro.
El resto de los folículos se
marchita, muere y es reabsorbido,
mientras que el folículo que se
rompió se transforma en el
CUERPO LUTEO O CUERPO AMARILLO.
Durante la segunda mitad del ciclo, el cuerpo lúteo produce progesterona, que luego hace que
el endometrio (revestimiento interno del útero) aumente su grosor y se ablande, listo para
recibir al óvulo fecundado. Si no se produce la fecundación, el óvulo muere y se desintegra y
el cuerpo lúteo se marchita. La consiguiente disminución de los niveles de progesterona
desencadena el desprendimiento del endometrio durante la menstruación. Por lo general, se
libera un óvulo por vez, aunque algunas mujeres suelen liberar varios óvulos, lo cual produce
nacimientos múltiples; ocasionalmente no se libera ningún óvulo. Los ovarios ovulan al azar
pero durante muchos ciclos cada ovario ovula igual cantidad de veces.
El primer día de la menstruación, se inicia el ciclo menstrual. El intervalo promedio entre dos
periodos es por lo general de 28 días, sin embargo, el ciclo puede ser de 20 a 35 días, esto
varía de mujer a mujer. Existen mujeres con un ciclo menstrual regular, es decir, que el
intervalo entre dos períodos es constante, sin embargo, también hay mujeres con un ciclo
menstrual irregular, donde el intervalo tiende a variar cada mes. . La menstruación puede
tener una duración de 2 a 6 días, siendo 4 días el tiempo promedio. Por último, al decaer el
nivel hormonal, esto estimula nuevamente los folículos y el desarrollo de un nuevo óvulo, lo
que inicia nuevamente el ciclo menstrual.
Es importante mencionar que los eventos relacionados al ciclo menstrual no son constantes y
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tienden a variar de mujer a mujer, y de período a período. Estos incluyen el día de la
ovulación, periodo de fertilidad, duración de la menstruación, etc.
Los cambios cíclicos en la actividad ovárica están controlados por la secreción de dos
hormonas en la glándula pituitaria, la hormona folículo-estimulante (FSH) y la hormona
luteinizante (LH). La producción de estas dos hormonas está a su vez controlada por un área
del cerebro denominada hipotálamo. El hipotálamo actúa como una computadora, analizando
las señales nerviosas de otras áreas del cerebro, incluyendo aquellas que son generadas por las
emociones y los factores ambientales, como la luz y la oscuridad; también analiza las señales
hormonales generadas en los ovarios y otras glándulas endocrinas y que son transmitidas por
el torrente sanguíneo.
El ciclo ovárico progresa a través de una serie bien ordenada de eventos. Durante la última
mitad del ciclo precedente, se suprime la producción de FSH y LH por la glándula pituitaria
debido a la elevada secreción de estradiol y progesterona actuando por vía del hipotálamo. El
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cuerpo lúteo al final de dicho ciclo produce niveles decrecientes de estradiol y progesterona,
lo que elimina esta supresión y eleva los niveles circulantes de FSH.
Los folículos del ovario tienen un nivel mínimo en sus requerimientos de FSH, por debajo del
cual no se produce ninguna estimulación. Inicialmente los valores de FSH están por debajo de
este nivel de umbral, pero se elevan lentamente hasta pasarlo y entonces un grupo de folículos
es estimulado hacia un activo crecimiento. Se requieren algunos días de crecimiento antes que
los folículos empiecen a producir estradiol, el cual es secretado al torrente sanguíneo y
alcanza el hipotálamo dando la señal que se alcanzó el nivel de umbral.
Hay también un nivel intermedio de producción de FSH que debe ser excedido antes que un
único folículo sea finalmente impulsado para completar el proceso íntegro de la ovulación; y
un nivel máximo que no debe ser excedido pues de otra manera se estimularían demasiados
folículos ocurriendo una ovulación múltiple. Este nivel máximo está sólo un 20% por encima
del nivel de umbral por lo que la producción de FSH requiere un preciso control de
retroacción por el estradiol producido por los folículos.
Tan pronto como el folículo dominante se lanza hacia la ovulación, se producen niveles
rápidamente crecientes de estradiol. Este estimula la producción del moco cervical y también
suprime la producción de FSH en la carrera hacia la ovulación.
La caída de FSH también inicia un mecanismo de maduración dentro del folículo dominante
que lo vuelve receptivo a la segunda gonadotrofina producida por la pituitaria, la hormona LH.
Los altos niveles de estradiol también activan un mecanismo de retroacción positivo en el
hipotálamo, el cual causa que la glándula pituitaria libere una masiva cantidad de LH. Este
brusco aumento de LH es el disparador que inicia la ruptura del folículo (ovulación)
aproximadamente 37 horas después o 17 horas después que se alcanza el valor máximo de LH
(pico de LH).
La hipófisis anterior produce la hormona estimulante del folículo (del inglés: FSH) y
la hormona luteinizante (del inglés: LH). La LH estimula a las células de los tubos
seminíferos a producir testosterona, que tiene funciones en la producción de los
espermatozoides y en la determinación de los caracteres sexuales secundarios.
Las células de Sértoli son células que se encuentran en los túbulos seminíferos, a
nivel de los testículos y que son estimuladas por la Hormona foliculoestimulante
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(FSH). Producen la hormona ABP (Androgen-binding protein), necesaria para la
maduración de los espermatozoides en el epidídimo.
Las células de Leydig son unas células localizada en el testículo. Tienen forma
redonda o poligonal con un núcleo central y citoplasma rico en inclusiones lipídicas.
Definición
Estos cambios físicos se desarrollan en la pubertad, por la acción de las hormonas sexuales
(testosterona, estrógenos y progesterona), que provocan la aparición de estos caracteres
sexuales secundarios.
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Los músculos empiezan a crecer y también se experimenta un
crecimiento en altura.
El pezón adquiere un tono más oscuro y aumenta ligeramente su
tamaño.
o De los 11 a los 16 años:
Continúa el crecimiento de los testículos.
Comienza el crecimiento del pene.
Aumenta la cantidad y el grosor del vello púbico.
Continúa el crecimiento en estatura y corpulencia.
La voz se vuelve más grave.
Empieza a salir vello facial (barba y bigote) y vello en las axilas.
o De los 12 a los 17 años:
Continúa el crecimiento de los testículos.
Aumenta el grosor del pene.
Aumenta el vello facial (barba y bigote) y vello en las axilas.
Aparecen las primeras eyaculaciones (poluciones nocturnas)
Aumentan los depósitos de grasa en la piel, pudiendo producir la
aparición de acné.
o Barba
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Aumentan los depósitos de grasa en la piel, pudiendo producir la
aparición de acné.
Los genitales externos e internos aumentan su tamaño.
o De los 10 a los 16 años:
Las mamas y los pezones continúan creciendo.
Continúa el crecimiento del vello púbico en forma de triángulo.
Comienza a aparecer vello en las axilas.
Se empieza a estabilizar la menstruación.
Siguen desarrollándose genitales internos.
Los ovarios liberan óvulos suficientemente maduros para ser
fecundados.
Empieza a ir más lento el crecimiento corporal.
Todos estos cambios físicos tiene un modo de aparición diferente en cada persona, en cuanto
a momento de aparición e intensidad del desarrollo de las etapas de desarrollo mencionadas.
Algunos de los factores determinantes que influyen en la aparición y desarrollo de los
caracteres sexuales secundarios, son:
• Factores genéticos
• Factores alimentarios y dietéticos
• Entorno socioeconómico
• Estado de salud individual
• Actividad física
• Ubicación geográfica
La forma más común de coito en humanos es la ventro-ventral o frontal. Esta forma de coito
se da, además de en el hombre, en el chimpancé bonobo.
Durante la eyaculación, el varón aporta unos pocos centímetros cúbicos de semen que
contienen varios cientos de millones de espermatozoides. Cuando el esperma es depositado en
el interior de la vagina de la mujer, sólo una de esas células fecundará el óvulo. El motivo de
que se liberen tantos espermatozoides reside en la altísima mortalidad de ellos a lo largo de su
viaje a través de aparato reproductor femenino.
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El espermatozoide es una célula germinal masculina dotada de movilidad, cuya misión es
desplazarse dentro del aparato reproductor femenino, con objeto de alcanzar el óvulo y
fusionarse con él para dar lugar al huevo o cigoto. Consta de una cabeza y cola; la cola es un
flagelo recubierto por la membrana citoplásmática que le imprime movimiento mediante
vibraciones; la cabeza contiene el núcleo con los cromosomas, y su cubierta (el acrosoma)
tiene la forma de un caperuzón con capacidad para perforar la membrana del óvulo, introducir
en él los cromosomas y fecundarlo.
Los espermatozoides se desplazan a través del cérvix uterino y las trompas de Falopio por
efecto de la enérgica vibración de sus colas. Durante el coito, esta operación es favorecida por
las contracciones musculares que se derivan de la estimulación sexual, siendo absorbidos más
fácilmente hacia el interior del útero.
Una vez en su interior, para evitar que ningún otro espermatozoide lo alcance, la membrana se
torna rápidamente en una barrera de fertilización, muy gruesa, permitiendo que sólo el
espermatozoide que ha roto la barrera consiga finalmente alcanzar el núcleo del óvulo,
negando el acceso a los demás. Ya juntos los dos núcleos se produce la formación del zigoto o
célula huevo, el cual adquiere una dotación cromosómica diploide, es decir, adquiere los
caracteres hereditarios procedentes del padre y de la madre, comenzando seguidamente a
dividirse activamente, y a desplazarse por la trompa hasta su implantación definitiva en el
útero.
El óvulo que abandona el ovario puede ser fecundado dentro de un periodo que se estima
entre las 8 y 48 horas. Por su parte, un espermatozoide puede vivir en el interior del aparato
reproductor femenino unos tres días, pero alcanza y fecunda el óvulo a partir de las 24 horas
aproximadamente. Esto significa que el periodo eficaz para la fecundación es muy corto, y
por tanto deben darse condiciones favorables y el momento oportuno para la fructificación.
Cuando se produce el zigoto u óvulo fecundado, la trompa de Falopio y sus cilios epiteliales
lo empujan hacia el útero, donde se implantará definitivamente. Este proceso dura unos 7 días
y en su movimiento se realiza una división activa, de tal forma que cuando alcanza el útero ya
es un embrión de varios cientos de células.
Al tomar contacto con el endometrio o pared uterina, éste ya se encuentra preparado para
alimentar y anidar el embrión, mediante la segregación de progesterona por parte del cuerpo
lúteo del ovario. Los alimentos son absorbidos por el embrión mediante unas terminaciones
que penetran en la pared uterina, y que más tarde, alrededor de la tercera semana de gestación,
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terminarán por constituir la placenta, órgano éste muy especial que suministrará sangre
procedente de la madre con oxígeno y sustancias alimenticias.
El desarrollo prenatal tiene una duración normal aproximada de 266 días o 38 semanas, a este
período se le conoce también como gestacional, incluyendo numerosos procesos y
mecanismos que empiezan con la fecundación, la cual incluye división, migración y
diferenciación celular para permitir el desarrollo del cigoto o embrión y posteriormente feto.
Durante este período ninguna parte del cuerpo es inmune a sufrir alteraciones en su desarrollo,
por lo tanto es importante conocer y, en su caso, evitar los factores de riesgo como factores
ambientales (tabaquismo, cafeína) factores genéticos (síndrome de Down, síndrome de
Edwards) que ocasionan malformaciones en embrión-feto.
• La menarquia (Del griego µήν, µηνός, mes, y ἀρχή, principio) es el primer episodio de
sangrado vaginal de origen menstrual, o primera hemorragia menstrual de la mujer.
• La menopausia (del griego mens, que significa "mensualmente", y pausi, que significa
"cese") se define como el cese permanente de la menstruación y tiene correlaciones
fisiológicas, con la declinación de la secreción de estrógenos por pérdida de la función
folicular. Es un paso dentro de un proceso lento y largo de envejecimiento reproductivo. Para
la mayoría de las mujeres este proceso comienza silenciosamente alrededor de los cuarenta
y cinco años, cuando el ciclo (o período menstrual) empieza a ser menos regular. La
disminución en los niveles de las hormonas estrógeno y progesterona cau-sa cambios en su
menstruación. Estas hormonas son importantes para mantener en buen estado de salud a
la vagina y al útero, lo mismo que para los ciclos menstruales normales y para un embarazo
exitoso. El estrógeno también ayuda a la buena salud de los huesos y a que las mujeres
mantengan un buen nivel de colesterol en la sangre.
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