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Apuntes Teoría General Del Contrato, USYA PDF
Apuntes Teoría General Del Contrato, USYA PDF
Las fuentes de las obligaciones son los hechos jurídicos de los cuales las
obligaciones emanan. Artículos 578, 1437, 2284 CC.
El Art. 578 CC señala que: “Derechos personales o créditos son los que sólo pueden
reclamarse de ciertas personas, que, por un hecho suyo o la sola disposición de la ley, han
contraído las obligaciones correlativas; como el que tiene el prestamista contra su deudor
por el dinero prestado, o el hijo contra el padre por alimentos. De estos derechos nacen las
acciones personales”
Este artículo señala como fuente de la obligación el hecho del deudor y la ley.
Luego el art. 1437 CC señala en forma textual que las fuentes de las obligaciones
son el contrato, el cuasi contrato, el delito, el cuasi delito y la ley.
En el Derecho Romano clásico las obligaciones nacían del contrato y del delito,
pero habían ciertas obligaciones que no nacían del contrato ni del delito; entonces
se las agrupó dentro de una denominación genérica con el nombre de “Varis
causaris figuris”, y se regían por la regla del contrato si la causa que le daba vida
era lícita, por eso se le llamó “cuasi ex contrato” (como el contrato). Estas
obligaciones se regían por las reglas del delito si la causa que le daba origen era
ilícita, por eso se las llamó “cuasi ex delito” o “cuasi ex manifiesto”.
Respecto del contrato no hay problema, tampoco lo hay respecto del concepto de
“delito” ni del “cuasidelito”, pero sí lo hay respecto del concepto de cuasicontrato,
que es una noción falsa e ininteligible, y que al decir de Josserand “es un monstruo
legendario que debería ser desterrado para siempre del vocabulario jurídico”. Por
que al ser un hecho voluntario, lícito no convencional que genera obligaciones, el
deudor aquí resulta obligado por que la ley le impone la obligación, La ley lo hace
para evitar un enriquecimiento injusto, sin causa, por parte del deudor, por lo que
la ley es la fuente de la obligación.
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Se dice que es un hecho voluntario, sin embargo, normalmente quien resulta
obligado no es el que ejecutó el hecho voluntario, sino que el que ejecutó el hecho
voluntario tiene la calidad de “acreedor” y tiene la calidad de “deudor” un sujeto
totalmente distinto de aquel que ejecutó el hecho voluntario, por lo tanto se
desprende de esto que es un absurdo que este hecho voluntario sea fuente de las
obligaciones
Por lo tanto, en nuestro concepto, las únicas fuentes de las obligaciones deberían
ser el contrato y la ley, y si aceptamos las doctrinas modernas, la declaración
unilateral de voluntad, el enriquecimiento injusto y el acto colectivo.
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No obstante la doctrina moderna de los contratos, que sostiene que existen especies de contratos que además
extinguen, tales como por ejemplo la transacción, la resciliación. Ver documento de doctrina moderna que
proporciona Urquízar, Schalper & Alvarado asociados.
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La complejidad de la vida moderna, de la industrialización, el nacimiento de
formas ignoradas que ponen a cada instante en peligro la vida del hombre, ha
dado un repunte a la responsabilidad delictual y cuasidelictual
Art. 2284. Las obligaciones que se contraen sin convención, nacen o de la ley, o del hecho
voluntario de una de las partes. Las que nacen de la ley se expresan en ella.
Si el hecho de que nacen es lícito, constituye un cuasicontrato.
Si el hecho es ilícito, y cometido con intención de dañar, constituye un delito.
Si el hecho es culpable, pero cometido sin intención de dañar, constituye un cuasidelito.
Para que estemos en presencia de un delito o cuasidelito civil, no basta con que se
trate de un hecho doloso o culpable, se requiere que este hecho doloso o culpable
cause daño.
Y como se dijo en nuestro concepto, las únicas fuentes de las obligaciones deberían
ser el contrato y la ley, y si aceptamos las doctrinas modernas, la declaración
unilateral de voluntad, el enriquecimiento injusto y el acto colectivo.
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Respecto de la responsabilidad extracontractual, la estudiaremos en su momento. López Santa María se
inclina por las teorías de responsabilidad objetiva que se centra en el daño y en no en el dolo o culpa del autor.
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Doctrina de la declaración unilateral de voluntad como fuente de las
obligaciones
Planiol la critica, pues dice que aquí nos encontramos o frente a una obligación
contractual en que la aceptación del acreedor tiene el carácter de tácita o nos
encontramos frente a una obligación legal, debido a que en su concepto la persona
no puede resultar obligada por su sola declaración unilateral de voluntad porque
la obligación es un vínculo jurídico en virtud del cual, una persona llamada
deudor se encuentra en la necesidad de realizar en beneficio de otra llamada
acreedor, una determinada prestación que puede consistir en dar, hacer o no
hacer.
En nuestro derecho, aunque se discute, se puede decir que existen 2 casos en que la
declaración unilateral de voluntad, es fuente de las obligaciones:
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se sostiene que sería una declaración unilateral de voluntad como fuente de
obligaciones.
Para los tribunales franceses es el motivo que permite anular los contratos por
inmorales (si aplicamos la causa final nunca podríamos anular un contrato por
inmoral).4
Habíamos visto que para algunos el enriquecimiento sin causa constituye fuente
autónoma de obligaciones, y que en nuestra opinión es el presupuesto de hecho
que permite a la ley imponer la obligación en la agencia oficiosa y en pago de lo no
debido. Es la ley la que impone la obligación para evitar un enriquecimiento
injusto del deudor (la ley no es arbitraria).
El pago de lo no debido
La accesión de mueble a inmueble (tiene que pagar al dueño de los materiales)
Prestaciones mutuas en la acción reivindicatoria (el reivindicante tiene que
pagar al poseedor vencido, esté de buena o mala fe, las mejoras necesarias)
El problema de la contribución a la deuda en las obligaciones solidarias (1522
CC)
En las recompensas que se deben los cónyuges en la Sociedad Conyugal
Agencia oficiosa
En la indemnización de perjuicios (no se puede pedir el cumplimiento de la
obligación y la indemnización compensatoria a la vez)5
4
Recordar la reflexión que hacíamos sobre las diferentes doctrinas sobre la causa como uno de los elementos
de existencia del contrato.
5
No olvidemos que esto lo sostiene una parte de la doctrina (Vial, López Santa María); mientras que la
doctrina mayoritaria considera que sí sería factible pedirlas conjuntamente.
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1- El enriquecimiento de una persona.
2- Empobrecimiento de una persona.
3- Relación de causalidad entre el empobrecimiento y el enriquecimiento
reciproco.
4- La falta de causa (Que no exista un antecedente jurídico que justifique el
beneficio objetivo y el perjuicio sufrido. No hay enriquecimiento sin causa si
existe una relación jurídica patrimonial, sin importar su fuente)
Es aquella que emana del enriquecimiento sin causa, para que la persona que
experimentó un empobrecimiento injustificado obtenga una indemnización del
que se ha enriquecido a su costa sin causa.
Características
El enriquecimiento sin causa tiene que probarlo quien lo alega (debe acreditar sus
requisitos).
Si el objeto a pedir es una cosa, se aplican las reglas de las prestaciones mutuas; en
los demás casos, la indemnización que se persigue tiene una doble limitación:
a) El monto de lo empobrecido
b) El monto de lo enriquecido
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Es preciso agregar que esta acción es relevante en la contribución a las deudas
entre coacreedores solidarios, pues podría invocarse si aquel que recibió el pago no
quisiese restituir el exceso a los demás.
Se define como el acto jurídico bilateral que tiene por objeto crear obligaciones; es
la convención generadora de obligaciones.
Art. 1438. Contrato o convención es un acto por el cual una parte se obliga para con otra a
dar, hacer o no hacer alguna cosa.
Cada parte puede ser una o muchas personas.
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1) Unilaterales y bilaterales. Artículo 1439
2) Gratuitos y onerosos. Artículos 1440, 1441
3) Principales y accesorios. Artículo 1442
4) Reales, consensuales y solemnes. Artículo 1443
Clasificación doctrinaria
1) Nominados e innominados
2) Individuales y colectivos
3) De igualdad o paritarios o gres a gres y de adhesión
4) De ejecución instantánea, de ejecución diferida y de tracto sucesivo
5) Preparatorios y definitivos
Art. 1439. El contrato es unilateral cuando una de las partes se obliga para con otra que no
contrae obligación alguna; y bilateral, cuando las partes contratantes se obligan
recíprocamente.
El contrato es siempre un acto jurídico bilateral, pero a su vez puede ser unilateral
o bilateral. El elemento central de la clasificación es cuantas partes resultan
obligadas una vez perfeccionado el contrato.
Hay algunos que dicen que el contrato de sociedad queda fuera de esta
clasificación, por ser contratos plurilaterales los cuales son voluntades de hecho,
que actúan en distinto sentido en busca de distintos intereses y que se entrecruzan
para formar el consentimiento.
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depositario incurra en gastos en la conservación de la cosa, entonces el depositante
debe reembolsarle estos gastos). Sin embargo, en nuestro concepto, esta categoría
no existe en nuestro derecho, pues hay que atender al momento de perfeccionarse
el acto.
- En la teoría de los riesgos (art. 1551)6: sólo opera en los contratos bilaterales.
Siempre se habla del riesgo de la cosa y del riesgo del contrato.
b) Riesgo del contrato bilateral: Desde un punto técnico jurídico, el riesgo del
contrato lo soporta el deudor (aquel cuya obligación se extingue por
imposibilidad en la ejecución), por que en los contratos bilaterales existe una
verdadera simetría obligacional, hay reciprocidad e independencia entre las
obligaciones de las partes. Consiste en que los derechos y obligaciones que
emanan de un contrato están expuestos a perderse a consecuencia de una
imposibilidad sobreviniente y fortuita de la obligación. Pero si se trata de una
obligación de dar una especie o cuero cierto, corresponde soportarlo al
acreedor.
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Lo revisamos ya cuando estudiamos obligaciones, pero no está de más volver a reflexionarlo por su
complejidad.
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i.- Si la obligación de una de las partes se extinguió por imposibilidad en la
ejecución, y el contratante cuya obligación se extinguió puede exigir a su
contraparte la prestación a que se obligó, el riesgo lo soportaría el acreedor.
Según el art. 1550 CC, el riesgo de la especie o cuerpo cierto cuya entrega se debe,
es siempre a cargo del acreedor.
Art. 1550. El riesgo del cuerpo cierto cuya entrega se deba es siempre a cargo del
acreedor; salvo que el deudor se constituya en mora de efectuarla, o que se haya
comprometido a entregar una misma cosa a dos o más personas por obligaciones
distintas; en cualquiera de estos casos, será a cargo del deudor el riesgo de la cosa,
hasta su entrega.
Esta regla es contraria a lo que hemos dicho, se aplica única y exclusivamente a las
obligaciones de dar una especie o cuerpo cierto y sólo tiene cabida en la
compraventa no condicional, en la permuta y en el pacto de retroventa.
Esta regla está tomada del CC. francés del art. 1138 y que a su vez fue tomado del
Derecho Romano. En Francia, esta regla tiene justificación, ya que el sólo contrato.
transfiere el dominio, y lo que sería por tanto una cuestión de riesgo de la cosa. La
justificación que tiene esta norma en el Derecho Romano, es que la compraventa
estaba formada por una doble estipulatio, una estipulatio que obligaba al vendedor
a entregar la cosa y otra estipulatio que obligaba al comprador a pagar el precio.
Pero en nuestro Derecho no es justificable, es una regla injusta que viene a romper
con el sistema de riesgos que establece el CC. por lo que debemos ser lo más
estrictos en su aplicación, aplicándola sólo a la compraventa no condicional, a la
permuta y al pacto de retroventa.
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del arrendatario de pagar la renta, por que el riesgo lo soporta el
arrendador, o sea el deudor.
iv) En los demás casos, como en las obligaciones de hacer o no hacer, el riesgo
del contrato lo soporta el deudor, como lo establece la regla general.
Art. 1440. El contrato es gratuito o de beneficencia cuando sólo tiene por objeto la utilidad
de una de las partes, sufriendo la otra el gravamen; y oneroso, cuando tiene por objeto la
utilidad de ambos contratantes, gravándose cada uno a beneficio del otro
Art. 1441. El contrato oneroso es conmutativo, cuando cada una de las partes se obliga a
dar o hacer una cosa que se mira como equivalente a lo que la otra parte debe dar o hacer a
su vez; y si el equivalente consiste en una contingencia incierta de ganancia o pérdida, se
llama aleatorio.
La regla general es que los contratos bilaterales sean onerosos y los unilaterales
sean gratuitos, sin embargo puede suceder que no sea tan así. Por ej: el contrato de
depósito es un contrato unilateral gratuito, pero puede ser oneroso si se faculta al
depositario para usar la cosa; el mutuo también es unilateral y gratuito, pero puede
ser oneroso si se estipulan intereses (mutuo civil); también en el caso del comodato,
que puede ser oneroso cuando se estipula remuneración a favor de ambas partes
(si sólo se hace a favor de una degenera en arrendamiento de servicios); un caso de
contrato bilateral gratuito lo podemos encontrar en el mandato cuando las partes
estipulan que el mandatario no va a recibir remuneración.
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a) Es importante para determinar si el contrato puede ser o no alcanzado por la
acción pauliana. Si el contrato es gratuito para que pueda verse alcanzada por la
acción se requiere que haya fraude pauliano sólo por parte del deudor.
c) Los contratos gratuitos son generalmente intuito personae (en que el error en la
persona vicia el consentimiento). Los contratos onerosos por regla general no
son intuito personae, hacen excepción a esta regla el mandato y la transacción.
2456 CC.
i) Conmutativos: son aquellos en que las obligaciones de cada una de las partes se
miran como equivalentes. Por ej, la compraventa (a menos que se exprese, o
que de la naturaleza del contrato aparezca que se ha comprado la suerte).
Nota de US&A: Se critica la forma en que el código hace a distinción, porque se sostiene
que todo contrato siempre conlleva una contingencia incierta de ganancia o pérdida por la
eventualidad de que éste no se cumpla, o la cosa debida se deteriore, etc. El factor de
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distinción estaría en que en los contratos conmutativos la ganancia o pérdida es posible
que se determine a priori; en cambio, en los contratos aleatorios solamente sería posible a
posteriori. Es un tema de momentos más que de contingencias.
Art. 1442. El contrato es principal cuando subsiste por sí mismo sin necesidad de otra
convención, y accesorio, cuando tiene por objeto asegurar el cumplimiento de una
obligación principal, de manera que no pueda subsistir sin ella.
Esta clasificación es criticable, porque no se refiere a los contratos, sino que más
bien a las obligaciones. Por ejemplo es perfectamente posible celebrar un contrato
de hipoteca para garantizar obligaciones futuras; el contrato de hipoteca existe sin
la necesidad de otra convención, pero la obligación no nacerá mientras no nazca la
obligación principal.
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4) Contratos reales, consensuales y solemnes (clasificación que atiende a su
perfeccionamiento). 1443 CC.
a) Contrato real: Es aquel que para ser perfecto, es necesaria la tradición (entrega)
de la cosa a que se refiere. Al definir el CC los contratos reales, cae en un error, al
decir tradición, ya que debió decir entrega y tradición, el CC confunde ambos
términos. Esta clasificación es criticada (no se justifica) porque:
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1) Contrato típico y atípico:
Estos contratos se rigen por las reglas que las partes dan especialmente del
contrato que ellas celebran y se rigen en aquello que no está previsto aplicando por
analogía las reglas que regulen el contrato típico que más de asemeje al contrato
atípico de que se trate. Esta asimilación la realiza el tribunal mediante una triple
operación:
- interpreta el contrato (para determinar la voluntad de las partes)
- lo clasifica
- lo califica: determina su naturaleza jurídica atendiendo a sus elementos
esenciales y especiales (se prescinde de la denominación que les haya dado
las partes). La calificación jurídica es muy importante, pues a través de ella
se determina la legislación supletoria aplicable. Es importante tener
presente que la calificación es una cuestión de derecho, entonces, es
susceptible de revisarse por la Corte Suprema por vía del recurso de
casación en el fondo).
2) Individual y colectivo
a) Paritarios, de igualdad o gres a gres: las partes son libres para discutir los
términos del contrato.
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b) Contrato de adhesión: es aquel en que una de las partes impone a la otra los
términos del contrato y la otra parte es libre para celebrarlo o no. Si no
consiente, no hay contrato, y si consiente surge el contrato y adhiere a los
términos impuestos por la otra parte.
Hay dos reglas de interpretación que son propias del los cttos de adhesión:
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a) Contrato de ejecución instantánea: es aquel en que las obligaciones de las partes
se cumplen inmediatamente, después de nacer el contrato. ej: la compra de un
paquete de cigarrillos.
c) Contratos de tracto sucesivo: son aquellos en que las obligaciones de las partes
van naciendo y extinguiéndose a través del tiempo. Ej: contrato de
arrendamiento, de sociedad, de trabajo.
b) El los contratos de tracto sucesivo existe una excepción a la regla del art. 1545
CC, ya que el contrato puede terminar por la voluntad unilateral de una de las
partes, la cual se llama “desahucio”.
5) Preparatorios y definitivos
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Categorías contractuales
1) Contrato Dirigido
2) Contrato Ley
3) Contrato Forzoso
4) Contrato Tipo
5) Subcontrato
6) Autocontrato
2) Contrato ley: es aquel emanado del Estado que garantiza que no derogará ni
modificará las franquicias contractuales establecidas mediante una ley. El caso
más típico de contrato-ley es el DFL N° 2 de 1959: las viviendas acogidas al DFL
2 están exentas del pago de contribuciones. También dentro de esta categoría
encontramos al DL 600 (estatuto de inversión extranjera).
Novoa Monreal los critica porque dice que se incurre en un error enfocar con un
criterio individualista un problema de interés general, el cual es establecer
impuestos y consecuencias jurídicas aplicando criterios de derecho privado, donde
deben resolverse conforme al derecho público.
3) Contrato forzoso: es aquel que la ley obliga a celebrar o da por celebrado. Por
tanto el contrato forzoso puede ser de dos tipos:
a) Contrato forzoso Ortodoxo: Es aquel que la ley obliga a celebrar. Ej: El seguro
obligatorio automotriz; la ley de copropiedad inmobiliaria establece la
obligación de cada propietario de tomar un seguro contra el riesgo de incendio.
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La parte puede elegir con quien contrata y discutir con la contraparte los
términos del contrato. Se mantiene de cierta forma la libertad contractual.
Salta a la vista que existe una expresa relación entre el contrato tipo unilateral y el
contrato de adhesión, porque el contrato tipo unilateral conduce necesariamente al
contrato de adhesión. Pero no todo contrato tipo es contrato de adhesión, como el
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caso del contrato Tipo Bilateral.
Restricciones
Características
a) Libertad contractual
b) Consensualismo contractual
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a) Fuerza obligatoria del contrato
b) Efecto relativo del contrato
Principio que dice relación con la etapa precontractual, con la celebración del
contrato, y a su posterior ejecución:
Es un principio en virtud del cual los hombres gozan de plena libertad para
ejecutar todo tipo de actos jurídicos y celebrar todo tipo de contratos que deseen
dentro de la esfera de sus atribuciones, siempre que no vulneren disposiciones
prohibitivas de las leyes, las imperativas que establezcan requisitos y que no vayan
dichos actos y contratos contra la moral, el orden público y las buenas costumbres.
Art. 1545. Todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes, y no puede
ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales.
Art. 12. Podrán renunciarse los derechos conferidos por las leyes, con tal que sólo miren al
interés individual del renunciante, y que no esté prohibida su renuncia.
Art. 1560. Conocida claramente la intención de los contratantes, debe estarse a ella más que
a lo literal de las palabras.
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2) Principio del consensualismo contractual
1) Error esencial: Art. 1453 CC. El error de hecho vicia el consentimiento cuando
recae sobre la especie de acto o contrato que se ejecuta o celebra, como si una de
las partes entendiese empréstito y la otra donación; o sobre la identidad de la
cosa específica de que se trata, como si en el contrato de venta el vendedor
entendiese vender cierta cosa determinada, y el comprador entendiese comprar
otra.
Los que creen en la nulidad absoluta, abogan por ella porque falta un requisito de
existencia y creen que la inexistencia no tiene cabida dentro de nuestro cc.
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consentimiento”, o sea, de la misma manera que el error esencial, y la sanción que
lleva aparejada el error esencial es la nulidad relativa. Además aquí no hay ningún
interés público comprometido, y no habría ningún inconveniente en que se
confirme el acto o contrato.
ii) Cuando una persona actúa como representante legal o mandatario de otra
persona por una parte, y a nombre propio por otra.
- Otros señalan sería válida sólo cuando la ley lo autorice, en virtud de la buena
fe y el enriquecimiento sin causa (se prestaría para contratos simulados en
perjuicio de terceros)
- Hay quienes piensan que el acto sería nulo, ya que se prestaría para abusos, por
lo que contravendría con el orden público.
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Sanción que lleva aparejada la auto contratación
Avelino León cree que es una imagen destinada a reflejar la idea de que una sola
voluntad puede producir los efectos del contrato.
Luis Claro Solar, señala que es un contrato, por que se producen los mismos
efectos (dice que en la primera hipótesis el sujeto interviene como representante
que no manifiesta su propia voluntad, sino que la de los 2 representados; en la
segunda hipótesis manifiesta la suya y la del representado); pero el problema de
este autor, es que está de acuerdo con la teoría de la representación ficción, y según
la representación modalidad, que es la teoría que sigue nuestro CC es la voluntad
del representante la que perfecciona el acto.
López Santa María dice que es un contrato por que a su juicio por razones de orden
práctico es posible que la personalidad de un sujeto pueda desdoblarse, de tal
manera que la voluntad del sujeto que autocontrata se exterioriza a varios títulos.
Requisitos de procedencia
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Ejemplo: Pedro le dona un bien raíz a Juan, pero para evitar el pago de ciertos
impuestos y para evitarse cumplir ciertas solemnidades propias de las donaciones
disfrazan esta donación bajo la apariencia de una compraventa.
b) La disconformidad debe ser consciente: esto es, deseada o querida por las partes
(esta es la diferencia entre la simulación y el error).
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En el ejemplo de simulación relativa, en que tras la apariencia de una compraventa
existía un contrato disimulado que era una donación: el donante pretendió en
primer término, perjudicar a los legitimarios que son asignatarios forzosos,
cometió un fraude fiscal, ya que la donación impone el pago de impuestos
superiores a la compraventa, cometió un fraude contra terceros al perjudicar a sus
legitimarios que son asignatarios forzosos haciendo disminuir su patrimonio,
cometió un fraude a la ley porque las donaciones requieren de ciertas
solemnidades, y toda donación que exceda de dos centavos debe ser insinuada, es
decir debe ser autorizada por el juez (el juez a través de esta autorización debe
velar por que no se vulneren las asignaciones forzosas).
Efectos de la simulación.
a) Efecto entre las partes: si la simulación es absoluta y por consiguiente si tras el acto
jurídico simulado no existe absolutamente nada, este acto jurídico no va a
producir efectos si no existe ninguna voluntad real. Si la simulación es relativa,
esto es, tras el acto jurídico simulado encontramos un acto oculto disimulado, las
partes se rigen por el acto que real y efectivamente celebraron.
Así se desprende del artículo 1707 CC que da pleno valor a las contraescrituras
entre las partes. A contrario sensu de dicho artículo, producen plenos efectos entre
las partes.
b) Relación entre los terceros y las partes: en nuestra opinión serán los terceros,
siempre que estén de buena fe y lo puedan probar quienes puedan invocar a su
favor y en contra de las partes, tanto el acto jurídico simulado como el acto jurídico
disimulado.
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c)Relaciones entre terceros: aquí se entra en conflicto porque habrá terceros a quienes
les convendrá invocar a su favor el contrato aparente y habrá terceros a quienes les
convendrá regirse por el contrato disimulado. En nuestro concepto la cuestión es
bastante discutible y bajo estas circunstancias, estimamos que dentro de la
protección que debe darse a los terceros, debe primar el interés de aquellos que
invoquen la situación aparente, porque siempre las apariencias, cuando se incurre
en ellas de buena fe, deben ser protegidas por el derecho.
Hay quienes dicen que en las relaciones entre terceros inocentes debe primar el
interés de aquellos que invocan a su favor la situación real, porque realmente
existió.
b) Libertad de configuración interna: es un principio en virtud del cual las partes son
libres para determinar el contenido de la relación contractual. Las partes pueden
celebrar contratos atípicos o innominados y típicos (en este caso pueden fijar su
contenido, pero deben respetar las normas imperativas o prohibitivas según el
caso, y pueden modificar las normas supletorias del contrato de que se trate.
1802, 1803 CC). Pueden alterar los efectos del contrato mediante las modalidades
(pueden alterar los elementos de la naturaleza o someterse a formalidades
voluntarias).
Las partes pueden modificar de común acuerdo los contratos celebrados por ellas y
pueden también dejarlos sin efecto (1545 CC).
Se atiende a la voluntad real de las partes y no a la declarada (1560 CC). Por regla
general la voluntad de una parte no puede poner término al contrato.
Lo convenido por las partes es intangible (no puede ser modificado por el juez ni
por el legislador; 1545 CC).
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La libertad contractual reconoce ciertas limitaciones:
Art. 1545. Todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes, y
no puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales
La Corte Suprema ha resuelto que el art. 1545 CC da fuerza de ley entre las partes a
los contratos legalmente celebrados, elevando las estipulaciones contenidas en el
contrato a la categoría de una ley de carácter contractual y, como tal deben ser
respetadas las estipulaciones del contrato por el juez que conoce del litigio entre las
partes.
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Si el juez que conoce del litigio entre las partes desconoce o desvirtúa los derechos u
obligaciones que emanan del contrato, estaría infringiendo el artículo 1545 CC y, su
sentencia sería susceptible de ser invalidada por la Corte Suprema por la vía del
recurso de casación en el fondo, porque el juez está obligado a resolver el litigio
entre las partes aplicando, precisamente, las estipulaciones del contrato.
Sin embargo, el propio legislador vulnera a veces la fuerza obligatoria del ctto,
dictando leyes de excepción que se justifican plenamente.
Por ej, para proteger a los arrendatarios en la década de los ’60, se dictaron leyes
que congelaron las rentas de arrendamiento, no obstante la inflación que imperaba
en Chile en aquella época.
En la década de los ’60 y de los ’80, debido a la inflación endémica de nuestro país,
se dictaron leyes que autorizaron a los deudores para pagar en el equivalente en
moneda nacional las obligaciones contraídas en moneda extranjera.
El artículo 22 de la ley sobre el efecto retroactivo de las leyes establece que en todo
contrato se entienden incorporadas las leyes vigentes al tiempo de su celebración.
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comprador de pagar el precio, ya que el contrato no se va a resolver de pleno
derecho
La teoría de la imprevisión
El caso fortuito crea una imposibilidad absoluta de cumplir la obligación, y por ello
la extingue. En un contrato legalmente celebrado, a consecuencias de
acontecimientos que hagan más difícil u oneroso el cumplimiento de la obligación,
nace esta doctrina en plena elaboración que pretende otorgar derecho al deudor a
solicitar una modificación de las condiciones del contrato para restaurar el
equilibrio económico de las prestaciones. El Código Italiano habla de la excesiva
onerosidad sobreviniente.
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Soluciones a que llegado la doctrina
Hay quienes piensan que debe dársele el mismo efecto del caso fortuito: extinguir
la obligación y con iguales consecuencias (teoría del riesgo del contrato bilateral).
El Código Civil choca con su estructura, pero ha sido acogida en leyes especiales.
Art. 332. Los alimentos que se deben por ley se entienden concedidos para toda la
vida del alimentario, continuando las circunstancias que legitimaron la demanda.
Es por esta razón que en materia de alimentos la sentencia que recae en ellos
produce cosa Juzgada sustancial provisional
El Art. 7° de la Ley 16.282, de 28 de julio de 1965, que faculta a los tribunales en los
casos de sismos u otras catástrofes a suspender las subastas públicas en la zona que
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según Decreto del Presidente de la República se encuentra afectada, hasta por un
año. O sea, se paraliza la ejecución forzada.
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sustancialmente en lo dispositivo del fallo. Así, surge la pregunta acerca de si una
sentencia dictada en contravención o falta de atención a las clausulas contractuales
es susceptible de anularse por vía de casación en el fondo.
Parte de la doctrina sostiene que no porque el tenor literal del artículo habla de ley,
lo cual debe entenderse en sentido estricto.
López Santa María sostiene que sí, en base a tres argumentos principalmente:
5) El principio de la Buena Fe
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mismos efectos civiles que el válido respecto del cónyuge que, de buena fe, y
con justa causa de error, lo contrajo.
En el pago a la persona aparente. Art. 1576 inciso 2°. El pago hecho de buena fe a la
persona que estaba entonces en posesión del crédito, es válido, aunque después
aparezca que el crédito no le pertenecía. Consiste en la convicción de que se está
pagando al verdadero acreedor.
En la acción pauliana. Para que el contrato se vea alcanzado por ella, si es gratuito
se requiere fraude del deudor (conocimiento del mal estado de sus negocios) y si
es oneroso se requiere fraude del deudor y del tercero.
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personas héroes o santos, sino simplemente se trata de que las personas sean
cumplidoras. No se trata de prescribir el altruismo, la perfección, sino que se trata
de excluir el abuso, la mala fe.
Claro está que la infracción de este deber puede constituir dolo, en cuyo caso
estamos frente al dolo vicio del consentimiento, y aplicaremos el artículo 1458 del
CC.
De tal manera que la costumbre pasa a formar parte de la ley del contrato, y la
costumbre, que se dice tendrá poca relevancia en materia civil tiene una relevancia
enorme, porque la costumbre se incorpora a la ley del contrato, ya que el artículo
1546 está inmediatamente después del 1545, que consagra el principio “pacta sunt
servanda”.
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Por ejemplo, si un arrendatario se obliga a pintar la casa arrendada, y la pinta de
negro, está actuando de mala fe, porque según la costumbre pintar las casas de
negro es de pésimo mal gusto.
Los efectos de los contratos son los derechos y obligaciones que del contrato
emanan.
Los efectos de las obligaciones son las consecuencias que esta clase de vínculos
acarrean para el acreedor y deudor (el efecto normal de las obligaciones es el
pago).
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Los efectos del contrato se traducen en la fuerza vinculante que el contrato tiene, y
se producen entre las partes, ya que en principio, los contratos no producen efectos
entre terceros.
a) Partes formales: Son aquellas que han dado nacimiento al acto con su voluntad,
personalmente o representados (1448 CC). Por ej: el mandatario. Ojo, es clave
que medie su voluntad, porque por ejemplo notarios y testigos concurren al
acto, pero no son partes.
b) Partes materiales: Son aquellas en cuyo patrimonio se radican los efectos del
contrato. Ej: mandante.
a) Terceros absolutos: Son aquellos que no celebraron el contrato por lo que no van
a verse alcanzados por sus efectos (el efecto relativo de los contratos dice
relación con este tipo de terceros).
i)Los herederos a título universal: Art. 1097. Los asignatarios a título universal, con
cualesquiera palabras que se les llame, y aunque en el testamento se les califique
de legatarios, son herederos: representan la persona del testador para sucederle en
todos sus derechos y obligaciones transmisibles.
iii)Los acreedores: siempre que no tengan un derecho real sobre la cosa como una
prenda o hipoteca, que les confiere derecho de persecución.
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El acreedor puede perseguir su crédito sobre todos los bienes presentes o futuros
del deudor, ya sean raíces o muebles, con la sola excepción de los inembargables
(derecho de garantía general; 2465 y 2469 CC). Por consiguiente, los actos y
contratos celebrados por el deudor van a afectar a los acreedores, porque si en
virtud del acto contrato celebrado por el deudor ingresan o salen bienes del
patrimonio del deudor, el derecho de prenda general se robustece, se incrementa o
bien disminuye.
Si en virtud del acto contrato celebrado por el deudor, salen bienes del patrimonio
del deudor, el derecho de prenda general disminuye. Así, los contratos celebrados
por el deudor, van a afectar a los deudores que no gocen de una garantía real,
como la prenda y la hipoteca. Claro está que los acreedores gozan de ciertos
derechos auxiliares sobre el patrimonio del deudor, que tiene por objeto
conservarlo: acción pauliana, acción oblicua o subrogatoria, beneficio de
separación de patrimonio y medidas conservativas y acción de simulación.
Somarriva y Merino sostienen que los herederos son terceros absolutos, mientras
no se produzca el hecho que los coloque en la misma situación jurídica del
causante. Pero producido este hecho de la muerte del causante, los herederos son
partes (Opera una verdadera subrogación personal).
Sin embargo el heredero investido de tal, puede desconocer los actos celebrados
por el causante entablando la acción de simulación (acción de declaración de
certeza, que tiene por objeto que vuelvan las cosas a la realidad, y que por ende las
partes no se rijan por acto jurídico alguno, si la simulación es absoluta o se rijan
por el acto jurídico disimulado si la simulación es relativa. Esta acción prescribe
según las reglas generales, pero según un sector importante de la doctrina no
prescribe a menos que importe la nulidad).
Hay ciertos casos en que los herederos no resultan alcanzados por los efectos de los
contratos celebrados por el causante. Tal es el caso (1097 CC) de los derechos y
obligaciones intransmisibles, que se extinguen a la muerte del causante, no pasan a
sus herederos.
38
Sin embargo, respecto a esta regla, existen dos excepciones muy calificadas, en que
el mandato no termina por muerte del mandante: el mandato judicial y el mandato
destinado a ejecutarse después de la muerte del mandante (albaceazgo)
Tampoco alcanzara al heredero los efectos del contrato contraído por el causante
en el caso de que el heredero acepte la herencia con beneficio de inventario (aquel
en cuya virtud, el heredero va a responder de las deudas del causante solamente
hasta la concurrencia del activo de la herencia).
Los terceros absolutos son los que en propiedad tienen la calidad de terceros,
porque los terceros relativos están en una situación intermedia entre las partes y
los terceros absolutos. Y, por tanto, el efecto relativo de los contratos tendrá
relación con estos terceros absolutos. Sin embargo, hay ciertas excepciones en que
los terceros absolutos se ven afectados por los contratos celebrados por las partes, y
es lo que se ha llamado el efecto expansivo de los contratos.
Terceros absolutos que se ven alcanzados por los efectos de los contratos
(excepciones al efecto relativo de los contratos).
1) Los contratos y los actos de familia: en cuanto crean estados que son oponibles
a todo el mundo, producen efectos absolutos (erga omnes)
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Constituyen aceptación tácita los actos que sólo hubieran podido ejecutarse en
virtud del contrato.
1) Celebración de un contrato
2) Que el tercero no intervenga
3) Que el tercero adquiera derechos derivados del contrato
4) Que no exista representación entre el estipulante y el tercero
Las partes son el estipulante (el que estipula a favor de un tercero), promitente (el
que se obliga a realizar la prestación a favor de un tercero) y beneficiario (inviste la
calidad de acreedor).
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cumplir las obligaciones que a su nombre contrajo el gestor y a pagarle las mejoras
útiles y necesarias.
En cambio, entre estipulante y beneficiario, en virtud de la estipulación a favor de
otro no existe vínculo jurídico alguno, por consiguiente estas dos figuras jurídicas
son completamente distintas.
3) Doctrina de la creación directa del derecho a favor del interesado: se critica, ya que se
limita sólo a constatar sus efectos.
La aceptación del beneficiario es importante porque fija el momento hasta el cual el
contrato puede quedar sin efecto, pueda ser revocado, por la sola voluntad de las
partes (estipulante y promitente).
En nuestro sistema jurídico se acepta esta doctrina en materia de seguros de vida, y
en materia de seguros de accidente de trabajo.
Son partes del contrato y, por consiguiente, entre ellos se producen los efectos que
produce el contrato entre las partes, con ciertas modalidades peculiares de esta
figura:
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En nuestro concepto estimamos que este derecho está en el patrimonio del
estipulante, que transmite a sus herederos y, por consiguiente, antes de que acepte
el beneficiario los herederos del estipulante, de acuerdo con el promitente, pueden
revocar la estipulación, porque no existe norma que lo prohíba.
Art. 1450. Siempre que uno de los contratantes se compromete a que por una tercera
persona, de quien no es legítimo representante, ha de darse, hacerse o no hacerse alguna
cosa, esta tercera persona no contraerá obligación alguna, sino en virtud de su ratificación;
y si ella no ratifica, el otro contratante tendrá acción de perjuicios contra el que hizo la
promesa.
Esta figura jurídica que contempla el artículo 1450 CC, NO es una excepción a los
efectos relativos de los contratos, sino que es una continuación del efecto relativo
de los contratos, ya que requiere que el tercero concurra con su ratificación para
que se vea alcanzado por los efectos del contrato.
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En la promesa de hecho ajeno el promitente se obliga a que una tercera persona, de
quien no es legítimo representante, realice una prestación (en la estipulación a
favor de otro las partes estipulan a favor de un tercero).
Como contraposición al efecto relativo de los contratos (es decir, que los
mismos solamente producen efectos respecto de aquellos que concurren con su
voluntad en la celebración del mismo, sin perjuicio de las excepciones recién
tratadas); López Santa María sostiene que los contratos tienen un efecto absoluto
respecto de toda la sociedad en cuanto hecho jurídico, por lo cual no obstante este
NO generará obligaciones respecto de ajenos, si tendrán que respetarlo como parte
de la realidad jurídica. Por ejemplo, si Pedro le vende el auto a Daniel, esto
solamente genera obligaciones entre ellos (Pedro de entregar el auto, Daniel de
pagar el precio). Al resto de la sociedad no se le suscita obligación alguna, PERO
43
tendría efectos respecto de ella, porque desde un punto de vista negativo tendrán
que respetar que dicho contrato se ha realizado, no podrían desconocerlo; y desde
un punto de vista positivo podrían aprovecharse de él para fundar alguna
pretensión. Es similar a lo que sostenía Planiol respecto de los derechos reales,
donde él decía que la relación no es entre el dueño y la cosa, sino entre el dueño o
titular (sujeto activo) y la sociedad toda (sujetos pasivos, con obligación de respetar
los derechos reales que se tienen sobre el objeto de derecho: la cosa).
Algunos ejemplos que a juicio de López Santa María reflejarían este efecto absoluto
serían:
b) Ventas sucesivas (art.1817), pues cuando una persona le vende una misma
cosa a varias personas, el Código privilegia al que entró primero en
posesión, lo cual quiere decir que el contrato le sería oponible a los demás
compradores, no obstante no haber intervenido en él.
La relevancia de la teoría de López Santa María es que permite explicar el por qué
se estudia la inoponibilidad en materia contractual, pues precisamente se concibe
(además de la simulación) como una de las excepciones al efecto absoluto de los
contratos, en virtud de la cual no producirían éstos efectos respecto de terceros
(siendo que de acuerdo a la teoría de los efectos absolutos, éstos sí los producirían).
La inoponibilidad
La inoponibilidad dice relación con los terceros relativos, y no con todos los
terceros relativos, porque hay ciertos terceros relativos, que hasta cierto punto
podrían considerase que tienen el carácter de parte a juicio de Santa María (los
7
Hay más en el libro, pero estos son los más gráficos.
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sucesores a titulo universal o los herederos). Entonces, dice relación con los
legatarios y fundamentalmente con los acreedores. Una excepción a esto es la venta
de cosa ajena (art. 1815), pues en ese caso la inoponibilidad procede respecto de
terceros absolutos.
Clases de Inoponibilidad
1) Inoponibilidad de forma.
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Las llamadas inoponibilidad de forma, puede obedecer fundamentalmente a dos
circunstancias:
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- Cuando se ha presentado en juicio
- Desde que se ha inventariado por un funcionario público
- Desde la fecha de su protocolización
1º Puede ser un primer término una inoponibilidad por falta de concurrencia. El contrato
es inoponible al tercero porque el tercero no concurrió con su voluntad; Los casos
más típicos son los contemplados por los artículos 1815 que se refiere a la venta
cosa ajena y el art. 2160 que se ocupa del mandatario que celebra actos con terceros
excediendo los términos del mandato.
2° Por clandestinidad. Los actos son inoponibles por la imposibilidad de los terceros
de tomar conocimiento de los actos o contratos celebrados ocultamente. Por
ejemplo, el art. 1701 inciso primero de las contraescrituras privadas.
3º En tercer término una inoponibilidad por fraude. El acto es inoponible a los terceros
porque les importa un fraude que les perjudica. El caso más típico de esta
inoponibilidad está dado en la acción Pauliana. La acción pauliana, es el derecho
del acreedor de dejar sin efecto el acto o contrato celebrado por el deudor con
fraude y en perjuicio de los acreedores. 2468 CC. Otros casos los encontramos en el
art. 1578 N° 3 CC (nulidad del pago hecho al acreedor declarado en quiebra), y en
los artículos 72, 74 y 75 de la ley de quiebras.
El fraude difiere del dolo por que el fraude es una maniobra de mala fe ejecutada
por una o ambas partes, dirigida a perjudicar a terceros (el dolo tiene lugar entre
las partes cuando una de ellas se vale del engaño para perjudicar a otra).
4º En cuarto lugar, puede haber una inoponibilidad por lesión de derechos adquiridos. El
acto es inoponible a los terceros porque lesiona derechos que los terceros han
adquirido. En virtud del art. 94 C.C. cuando el desaparecido reaparece, se revoca el
decreto que concede la posesión definitiva de los bienes del desaparecido y recobra
el desaparecido la administración de sus bienes. Sin embargo, en virtud del
numeral 4 de este precepto, subsisten las enajenaciones, hipotecas, y demás
47
derechos reales constituidos legalmente en favor de un tercero, por lo que a este
tercero la aparición del desaparecido le es inoponible.
5º Puede ser inoponibilidad por lesión de las asignaciones forzosas.1216 CC. En nuestro
país no existe libertad absoluta al testar, el testador debe respetar en su testamento
ciertas asignaciones forzosas en determinadas proporciones, y estas asignaciones
forzosas son en otras, las legitimas y las mejoras8.
La regla general es que se haga valer por la vía de la excepción, por ejemplo,
cuando el tercero demanda al mandante en cumplimiento de una obligación
contraída por el mandatario excediendo los términos del mandato. El mandante va
ha oponer la excepción de inoponibilidad, y va a decir que el contrato celebrado
por el mandatario excedió los términos del mandato, y por lo tanto le es
inoponible.
Sin embargo, hay casos de excepción en las que se configuran verdaderas acciones
de inoponibilidades, como la acción pauliana, ya que este es un caso típico de una
acción de inoponibilidad por fraude; la acción de reforma del testamento, es
también una acción de inoponibilidad, al igual que la acción reivindicatoria que
entabla el dueño en la venta de cosa ajena.
Extinción de la inoponibilidad
1º Renuncia de la inoponibilidad.
8
Se estudiará en detalle en derecho sucesorio.
48
La inoponibilidad puede extinguirse por su renuncia, ya que no hay inconveniente
en que el tercero favorecido lo haga en virtud del art. 12 del C.C.
3º Cumplimiento de formalidades.
4º Ratificación
Por último, el tercero favorecido con la inoponibilidad puede aceptar los términos
del acto inoponible, en cuyo caso estamos frente a la ratificación, que no es sino la
aceptación de los efectos de un acto inoponibilidad.
El titulo II del libro IV trata conjuntamente los efectos de los contratos con los
efectos de las obligaciones, en circunstancia de que son 2 cuestiones distintas.
Los efectos de los contratos son los derechos y obligaciones que del contrato
emanan; los efectos de las obligaciones son las consecuencias que esta clase de
vínculos acarrean para el acreedor y deudor: el normal es el pago y sus
modalidades, en caso de incumplimiento se traducen en el derecho que tiene el
acreedor para pedir la ejecución forzada de la obligación, el cumplimiento por
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equivalencia a través de la indemnización de perjuicios, y los derechos auxiliares
del acreedor, que tienen por objeto mantener o conservar el patrimonio del deudor,
y la necesidad en que se encuentra el deudor de realizar la prestación en beneficio
del acreedor.
De todas las disposiciones del título II del libro IV, se refieren a los efectos del
contrato los artículos 1545 y 1546.
Para estudiar los efectos del contrato, que se traducen en su fuerza vinculante, en
la fuerza obligatoria que el contrato tiene, es menester distinguir entre los efectos
entre las partes y respecto de terceros.
Vimos que contrato produce efectos entre las partes, y que por regla general no
produce efectos respecto de terceros. No hay disposición expresa en el cc que lo
diga, pero todas las disposiciones del cc están inspiradas en este principio que, por
lo demás, es básico.
Sistemas de interpretación
2° Normalmente muchos acuerdos no constan por escrito (no obstante el art. 1708,
que no olvidemos sólo tiene implicancias en términos probatorios), por ende no hay
voluntad declarada.
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Críticas al sistema de interpretación subjetivo.
d) Términos usados en sentido dudoso: Ej: te doy $1000 si nace un hijo. ¿Quiso decir
si nace un bebé o si nace un varón?.
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En nuestro concepto el contrato debe interpretarse siempre, porque detrás de un
cláusula clara puede ocultarse una voluntad real distinta
Art. 1560. “Conocida claramente la intención de los contratantes, debe estarse a ella
más que a lo literal de las palabras”. Este artículo consagra el sistema de
interpretación subjetivo o de la voluntad real.
Este artículo guarda estrecha relación con el art. 19 CC que dice “Cuando el
sentido de la ley es claro, no se desatenderá su tenor literal, a pretexto de consultar
su espíritu”.
a) Regla de la armonía de las cláusulas (art. 1564 CC) “Las cláusulas de un contrato se
interpretarán unas por otras, dándose a cada una el sentido que mejor
convenga al contrato en su totalidad”.
Equivale al elemento lógico de la interpretación de la ley (cada una de sus
cláusulas no deben interpretarse en forma aislada).
52
b) Regla de la utilidad de las cláusulas (art. 1562 CC) dice “El sentido en que una
cláusula puede producir algún efecto, deberá preferirse a aquel en que no sea
capaz de producir efecto alguno.” Esto es en el caso que una cláusula pueda
interpretarse en 2 sentidos: debe preferirse la interpretación conforme a la cual
la cláusula produce efectos, porque si las partes introdujeron la cláusula fue
precisamente para que esta cláusula produjera efectos.
c) Regla del sentido natural (art. 1563 CC) “En aquellos casos en que no apareciere
voluntad contraria deberá estarse a la interpretación que mejor cuadre con la
naturaleza del contrato.”
a) Regla de la aplicación restringida (1561 CC) “Por generales que sean los términos
de un contrato, sólo se aplicarán a la materia sobre que se ha contratado.”
El art. 2462 ubicado al tratar del contrato de transacción, es una clara aplicación de
este principio, según el cual, por generales que sean los términos del contrato sólo
se aplicaran a la materia sobre la cual se ha contratado.
Si por ejemplo, se transige, sobre el derecho que tiene el acreedor a solicitar
indemnización de perjuicios al deudor, la renuncia general y amplia de todo
derecho, acción, o pretensión que se haga en la transacción, sólo puede entenderse
relativa al derecho sobre el cual se transige, no puede extenderse a otras materias
respecto de la cual no se transige.
c) Regla de los otros contratos entre las mismas partes sobre la misma materia. (art. 1564
inciso 2°) “Podrán también interpretarse por las de otro contrato entre las
mismas partes y sobre la misma materia”
Este elemento equivale al elemento sistemático en la interpretación de la ley
consagrado en el art. 22 del CC inciso 2º en virtud de la cual “Los pasajes obscuros
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de una ley pueden ser ilustrados por medio de otras leyes, particularmente si
versan sobre el mismo asunto.”
d) Regla de la interpretación auténtica. (art. 1564-3) “Es la que hacen ambas partes, o
una de las partes con aprobación de la otra”.
Se llama interpretación auténtica porque es la que realizan las partes (allí se
encuentra la voluntad de las partes contratantes en lo relativo a la ejecución del
contrato).
“Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no sólo a
lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la
naturaleza de la obligación, o que por la ley o la costumbre pertenecen a ella.”
Si ni los elementos extrínsecos del ni los intrínsecos del contrato permiten al juez
determinar cuál es la verdadera voluntad de las partes contratantes, el juez tendrá
que recurrir al elemento subsidiario de interpretación que consagra el art. 1546 del
código que se refiere a la integración del contrato, materia que dice relación con el
contenido del contrato.
Esta referencia a la costumbre que hace el art. 1546 tiene gran importancia por que
la costumbre pasa a formar parte, integra la ley del contrato. Esta referencia a la
costumbre que hace el art. 1546 se encuentra desarrollada por la regla
interpretativa del inciso 2º del art. 1563 que nos dice, “Las cláusulas de uso común
se presumen aunque no se expresen”. De tal manera que se trata de incorporar al
contrato las cláusulas de uso común, y la costumbre es un elemento subsidiario de
interpretación.
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“No pudiendo aplicarse ninguna de las reglas precedentes de interpretación, se
interpretarán las cláusulas ambiguas a favor del deudor.”
El inciso 2º del art. 1566 consagra la regla de interpretación contra el redactor y nos
dice “Pero las cláusulas ambiguas que hayan sido extendidas o dictadas por una
de las partes, sea acreedora o deudora, se interpretaran contra ella, siempre que la
ambigüedad provenga de la falta de una explicación que haya debido darse por
ella.”
Estas normas sólo tiene por objeto informar el criterio del juez por lo que no cabe
recurso de Casación en el fondo, por ser una cuestión de hecho, pero la Corte de
Casación francesa, ha resuelto que si procede recurso de casación, cuando el Juez
por la vía de la interpretación desnaturaliza el contrato.
Claro está que trazar la línea divisoria entre una errada interpretación y la
desnaturalización del contrato es muy tenue, por eso los tribunales franceses para
ponerse a cubierto de cualquier peligro, han dicho, que sólo puede entenderse que
el juez desnaturaliza el contrato cuando el juez modifica o deja de aplicar una
cláusula totalmente clara de él, cuando por la vía interpretativa deja sin interpretar
o modifica una cláusula totalmente clara.
En nuestro concepto, la desnaturalización del contrato, es decir, la revisión del
contrato por la vía interpretativa, da lugar al recurso de casación en el fondo, no
por infracción de las reglas que sobre interpretación de los contratos da el cc, sino
por infracción al art. 1545 del cc que consagra la fuerza obligatoria de los contratos.
Tenemos entonces, que la interpretación del contrato es una cuestión de hecho por
consiguiente no cabe bajo el control de la Corte Suprema por la vía del recurso de
casación en el fondo. La calificación del contrato es una cuestión de derecho, y por
consiguiente una errada calificación del contrato es susceptible de ser revisada por
la vía del recurso de casación en el fondo, discutiéndose si la desnaturalización del
contrato, da o no lugar al recurso de casación en el fondo.
Calificar el contrato, o la calificación jurídica del contrato, consiste en determinar la
naturaleza jurídica del contrato de acuerdo a sus elementos esenciales especiales y
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prescindiendo de la denominación que le hayan dado las partes para encuadrar el
contrato en alguna de las categorías contractuales que establece la ley.
3) También está obligado el deudor a lo que por ley pertenece a la obligación. Ej:
art. 1859 “Si se ha estipulado que el vendedor no estuviese obligado al
saneamiento por vicios ocultos de la cosa, estará sin embargo obligado a sanear
aquellos de que no tuvo conocimiento y de que no dio noticia al comprador.”
Ver también el 1842 CC.
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ella, o por tres escrituras públicas anteriores a los hechos que motivan el juicio en
que debe obrar la prueba. (4, 5 CCOM).
El art. 1545 establece que todo contrato legalmente celebrado es una ley para los
contratantes y no puede ser invalidado, sino por su consentimiento mutuo o por
causas legales. De tal manera que los contratos se disuelven, los contratos
terminan, los contratos se extinguen, por el mutuo acuerdo de las partes o por
causas legales.
Este acuerdo de las partes que pone término al contrato se denomina “resciliación
o mutuo disenso”. Art. 1567 Inc 1º “Toda obligación puede extinguirse por una
convención en que las partes interesadas, siendo capaces de disponer libremente
de lo suyo, consienten en darla por nulo.”
Normalmente los contratos pueden dejarse sin efecto por mutuo acuerdo de las
partes, cuando la ley habla de “consientan dejarlo por nulo”, es totalmente
inapropiado, porque la nulidad opera cuando la ley la establece, las partes no
pueden declarar nulo un contrato, debe decir “las partes acuerden dejarlo sin
efecto.”
Hay ciertos casos calificados de excepción en que el contrato puede quedar sin
efecto, disolverse por voluntad unilateral de una de las partes, en aquellos casos en
que la ley así lo establece. Así ocurre con el mandato, Al igual que el contrato de
trabajo y el de arrendamiento.
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2) Por causas legales. Estas causas legales son:
Opera por sentencia judicial ejecutoriada y para ver sus efectos hay que distinguir:
b) La resolución
c) La imposibilidad de ejecución
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d) La muerte de una de las partes
Cual es un hecho futuro y cierto del cual depende la extinción de una obligación,
sin perjuicio que las partes pueden pactar una cláusula de prorroga tácita o
automática, como sucede habitualmente en los contratos de arrendamiento (tácita
reconducción; 1950 CC) y sociedad (prórroga automática; 2098 CC).
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