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Derecho Peruano
1. IDEAS PRELIMINARES
Durante la vigencia del Código Procesal Penal (en buena parte ya de los distritos
judiciales del país) se han ido estableciendo algunos criterios respecto a
determinados mecanismos prescritos por el nuevo ordenamiento; en el caso del
presente ensayo abordaremos el procedimiento de constitución en actor civil,
tema que ha generado interpretaciones encontradas, que con el tiempo han ido
encontrando su cauce mediante las disquisiciones que se han venido haciendo
en diversos juzgados y salas, pero que al parecer todavía no gozan de unánime
respaldo.
Entre los temas que a tratar y que resultan ser los que generan mayor discusión,
están la necesidad de llevar a cabo audiencia en el procedimiento de
constitución en actor civil del agraviado, la declaración de oficio de actor civil y
la oportunidad para constituirse en tal entre otros. Como mecanismo para
responder a las interrogantes que genera la constitución del agraviado en actor
civil, plantearemos a su vez cuatro preguntas: ¿Quién se constituye? ¿Cuándo?
¿Para qué? y ¿Cómo se constituye?
2. DESARROLLO
2.1 ¿Quién puede constituirse en actor civil?
El artículo 98 del Código establece como premisa inicial que el actor civil es el
titular de la acción reparatoria, luego precisa que esta acción sólo podrá ser
ejercitada por quien resulte perjudicado del delito. Recuérdese que la naturaleza
de la acción reparatoria es fundamentalmente patrimonial y es por ello la
denominación del titular de ella: “actor civil.” Dicho actor civil deberá, en
primer término, sustentar en el proceso cómo es que ha sido perjudicado por la
conducta imputada al investigado y cómo es que este daño sufrido puede ser
resarcido. Si bien en muchos casos de admite que hay un componente moral en
la colaboración del actor civil en el proceso a fin de aportar con elementos que
permitan probar la comisión del ilícito, lo cierto es que todas las facultades de
este apuntan formalmente a la acreditación, aseguramiento y pago de una
reparación civil.
El artículo 94.4 del Código también atribuye a las asociaciones (por medio de
sus representantes legales) la facultad de ser agraviado en proceso donde se
afectan intereses difusos. Se entiende asociaciones que tienen en sus fines
(conforme al estatuto correspondiente) la defensa de los intereses difusos
afectados mediante la comisión del delito en investigación. Cuando estas
asociaciones intervienen como actor civil, se debe tener cuidado en el sentido de
que su principal facultad es la de colaborar con el esclarecimiento de los hechos
y la investigación, la capacidad de reclamar una reparación civil tiene que estar
siempre en relación a beneficiar con esta a los directamente afectados con los
delitos cometidos.
Lo más importante, además del trámite establecido en el artículo 102 del Código
que establece la obligación del Juez de recabar información de los sujetos
procesales apersonados y correr traslado de la petición, a fin de resolver dentro
del tercer día, es el hecho de analizar si este procedimiento debe hacerse
siempre con la celebración de audiencia.
Sin embargo, el segundo punto del indicado artículo precisa que para efectos del
trámite, rige lo dispuesto en el artículo 8 del Código Procesal Penal.
Olvidan los que propugnan esta tesis, que la garantía de publicidad, oralidad y
contradicción, son garantías del juicio oral, y así se puede verificar de la lectura
del aludido artículo I.2 del Título Preliminar:
Veamos: En primer lugar los actos oficiosos del Juez, por regla general, deben
ser respaldados por norma permisiva expresa. En este caso no existe norma
alguna que autorice al Juez a proceder de oficio.
3. CONCLUSION
Como se ha visto, se ha intentado abordar las principales dificultades que
podrían derivarse de la constitución del agraviado como actor civil. Si bien el
procedimiento parece sencillo, como se ha demostrado, en el trámite de los
procesos, se pueden advertir variables mucho más complejas que requieren
soluciones no contempladas por el Código. Es necesario afirmar que cualquier
solución tiene que estar ajustada a derecho, a los principios generales del
proceso y a las reglas del Código Civil en cuanto sean pertinentes.