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La Deriva Continental

Antes de hablar de la revolucionaria -en su tiempo- hipótesis que luego, al pasar


de los años gracias a los avances científicos fue sentada como una Teoría
irrefutable, gracias a las evidencias que hallaban diferentes científicos; hicieron
que poco a poco, he inevitablemente se les quitara el escepticismo y creyeran
en ella; mucho antes de hablar de dicha teoría revolucionaria, hablaremos un
poco sobre la vida del gran Alfred Wegener.
Alfred Wegener
Nació en Berlín en el año de 1980, llevo sus estudios universitarios en
Heidelberg, Innsbruck y Berlín. Se doctoro en astronomía el 24 de noviembre de
1904. Desde que era estudiante soñaba con explorar Groenlandia y también se
había sentido atraído por una ciencia relativamente moderna en esos tiempos
llamada Meteorología, hasta que con mucho esfuerzo lo consiguió y fue elegido
como meteorólogo de una expedición danesa liderada por Mylius –Erichsen que
partió a Groenlandia en 1906.
Estuvo dos años en Groenlandia y ahí fue donde emprendió una variedad
de trabajos científicos sobre meteorología, geología y glaciología, Publico más
de cuarenta artículos sobre precipitación e inversión térmica en Groenlandia y
diversos fenómenos naturales del mismo lugar.
En Marburg, Wegener entablo amistad con Wladimir Koppen un gran
maestro meteorólogo y fueron compañeros de trabajo, además Wegener iba
muchas veces a comer a la casa de Koppen, donde conocio a Else quien mas
tarde se convertiría en su esposa y tendría tres hijos.
En 1915 publico su teoría de la Deriva Continental, muchos miraban con
escepticismo dicha teoría, hasta su gran amigo y suegro Wladimir Koppen muy
temeroso de Wegener arruinara su oportunidad de ejercer un profesorado con
especulaciones tan audaces, quedo a fin de cuentas convencido. Logrando asi
que un retirado Koppen le dedicara tiempo a desarrollar una nueva línea de
evidencia sobre el desplazamiento continental dando como resultado la
publicación de 1924.
El Origen de la Teoría
En 1910 un amigo de Wegener recibió un Atlas del mundo como regalo de
navidad, donde Wegener al ver asombrado y un poco aturdido la congruencia de
las costas atlánticas de América del Sur y África, que parecían continentes antes
continuos y le escribió a Else una carta muy entusiasmado; koppen razonaba
que “ probablemente muchos científicos, cuando veían el mapa del mundo, ya
se habían preguntado sobre similitud de las costas del atlántico, pero ahora esta
similitud había sido notada por un geofísico experto un hombre brillante de gran
energía, quien no se detendría ante nada para seguir el tema y retomar hechos
de otros campos de la ciencia que estuvieran ligados a él”.
En 1911 Wegener ahondo su tiempo a investigar, encontrando así un
reporte de T Arldt. Con evidencia paleontológica en favor de una posible antigua
conexión entre Brasil y África, lo que lo llevo a profundizar ya no solo la revisión
paleontológica sino también geológica, sobre una unión a través del atlántico.
Encontró varios textos acreditados en su tiempo hallando listas de especies
fósiles a ambos lados del Atlántico.
Resulta que este tema no era nada nuevo ya que algunos geólogos
reconocidos ya habían discutido desde fines de 1870, que el atlántico era un
océano joven, originado por la separación de los fragmentos continentales en
tiempo geológico relativamente reciente, basada en la teoría geofísica de la tierra
en contracción.
Si bien había evidencia geológica y paleontológica; la teórica geofísica de
esos tiempos era esencialmente incorrecta, por lo tanto, obligaba a intentar otra
hipótesis.
La Teoría de la Deriva Continental.
Ya en los años de 1860 a 1870 se hablaba de que posiblemente los continentes
estaban en movimiento, pero cambiar de paradigma para los geólogos era muy
difícil ya que tenían consigo arraigados una teoría geofísica que no les permitía
aceptar la teoría de los continentes andantes. La revolución empezó como una
propuesta relativamente clara de Alfred Wegener, llamada deriva continental.
Después de muchos años de acalorado debate, la gran mayoría de la comunidad
científica rechazo la hipótesis de Wegener de los continentes a la deriva;
especialmente era rechazada por los geólogos norteamericanos de repente por
los estudios respaldaban de los continentes meridionales, que eran
desconocidos para ellos.
Durante las décadas de los años cincuenta y sesenta, nuevos tipos de
pruebas empezaron a reavivar el interés por esta propuesta que estaba casi
olvidada, En 1968 hubo muchos avances en los estudios descubriendo así la
teoría de la tectónica de placas que daba una explicación mucho más completa
que incorporaba aspectos de la deriva continental y de la expansión del fondo
oceánico.
A continuación, revisaremos los acontecimientos que llevaron a este gran
cambio de pensamiento en la opinión científica. También describiremos
brevemente los avances que tuvieron lugar desde la concepción del concepto de
deriva continental, examinaremos los motivos, por los que fue rechazada en
principio y consideraremos las pruebas que finalmente condujeron a la
aceptación de la teoría.
Una idea que se adelantó a su época “Deriva Continental”
La idea de que los continentes sobre todo Sudamérica y África encajaban como
una pieza de rompecabezas, se originó a través de la creación de los mapas
cada vez más precisos. Sin embargo, no se le daba mucha importancia hasta
que Alfred Wegener, meteorólogo y geofísico alemán, publicara su libro el origen
de los continentes y los océanos, en este libro se habló someramente de la
hipótesis de la deriva continental.
Wegener propuso que en el pasado existía un supercontinente que era
solo uno existente y que de él salieron los demás continentes que en la
actualidad conocemos; a este supercontinente lo llamo Pangea (pan = todo, gea
= Tierra) y al enorme mar que rodeaba el gran continente lo llamo Panthalassa
(Pan = Todo y Thalassa = mar ), Se decía que Panthalassa tenía varios mares y
uno de ellos es Tethys , en su controversial hipótesis planteo que en la era
mesozoica, hace unos 200 millones de años, este supercontinente empezó a
fragmentarse en continentes más pequeños, se cree que Wegener se inspiró al
observar la fragmentación del hielo oceánico durante una expedición en
Groenlandia.
Wegener y los que defendían esta hipótesis recogieron pruebas
sustanciales que respaldaban su posición. El ajuste de Sudamérica y África y la
distribución geográfica de los fósiles y los climas antiguos parecían apoyar la
idea de que estas masas de tierra ahora separadas en tiempos pasados
estuvieran juntas en algún momento. Prosigamos a examinar la Pruebas
Encaje de los continentes
Como algunos antes que el Wegener propuso que los continentes en tiempos
pasados podrían haber estado juntos. Sin embargo, la utilización que el hizo a
las líneas actuales para hacer encajar a los continentes hizo que los geólogos
salten hacia su hipótesis y le contestasen, que en mención a las líneas que utilizo
se encuentran constantemente modificadas por procesos erosivos y
sedimentarios, mencionaban que, aun teniendo lugar dicho desplazamiento de
los continentes, seria improbable tal ajuste en la actualidad. Wegener parecía
consciente de ello, ya que su ajuste original de los continentes era muy
aproximado.
Los científicos han determinado que que hay una aproximación mucho
mejor en el límite externo de las plataformas continentales. A principios de la
década de los sesenta Sir Edward Bullard y sus colaboradores produjeron un
mapa donde se intentaba ajustar la plataforma continental de África con la
Sudamericana a una profundidad de unos 900 metros. El ajuste global que se
obtuvo fue mucho mejor de lo que pensaban los científicos que estaba a favor
de la teoría de la deriva continental.
Evidencias Paleontológicas
Aunque al principio el eje fundamental de la hipótesis de Wegener provenía de
las semejanzas que existían en los márgenes continentales a ambos lados de
los del Atlántico, al principio creyó que la idea de una tierra movible era
inconcebible según la geofísica de ese tiempo. No fue hasta que supo que se
habían encontrado fósiles idénticos en rocas de Sudamérica y África cuando
empezó a tomar en serio esa idea. A través de una revisión a las publicaciones
científicas relacionadas con la paleontología, Wegener descubrió que una gran
parte de los paleontólogos sugerían que era necesario algún tipo de conexión
continental para explicar la presencia de fósiles idénticos de forma de vida
mesozoica en masa de tierra separadas. A continuación, pasare a hablar de unas
de las pruebas más importantes descubiertas por la paleontología:
Mesosaurus
Con la finalidad de proporcionar credibilidad a su argumento de la existencia de
un supercontinente, Wegener cito varios casos documentados de organismos
fósiles que se habían encontrado en diferentes masas continentales, a pesar de
las escasas posibilidad de que sus formas vivas pudiesen cruzar el inmenso
océano que ahora separa estos continentes. El ejemplo clásico es el del
Mesosaurus, un reptil acuático depredador de peces cuyos restos fósiles se
encuentran solo en lutitas negras del Pérmico (hace unos 200 millones de años
) en el este de Sudamérica y en el sur de África. Si fuera el caso de que el
mesosaurus hubiera sido capaz de realizar el largo viaje a través del enorme
océano Atlántico Meridional, sus restos deberían tener una distribución mucho
más amplia. Como no fue así Wegener asumió que Sudamérica y África debieron
haber estado juntas durante este periodo de historia de la tierra.
¿Cómo podrían los geólogos de esa época refutar la hipótesis de
Wegener que mencionaba la existencia de fósiles similares separados por miles
de kilómetros de mar abierto? La respuesta más aceptada por los geólogos fue
proponer la existencia de puentes de tierra transoceánicos. Pero ¿era posible
que hayan existido puentes de tierra transoceánicos que unieran Sudamérica y
África, y luego se hubieran sumergido bajo el nivel del mar? Gracias a los mapas
actuales del fondo oceánico confirman el argumento de Wegener, demostrando
que nunca habían existido dichos puentes de tierra de esa magnitud ya que de
ser así sus restos estarían debajo del nivel del mar y los mapas demuestran todo
lo contrario.

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