Considera el aislamiento, los bajos niveles de participación en la vida
comunitaria y una limitada o pobre red social de apoyo como condiciones que facilitan el maltrato hacia los niños, especialmente en asociación con condiciones socioambientales desfavorables e incapacidad de los padres para hacer frente al estrés. Los estudios realizados señalan que una parte importante de los abusos físicos se produce en familias monoparentales y, especialmente, en aquellas en que la madre se encuentra sola y con un mayor nivel de aislamiento.