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Energía nuclear en México

Jorge Villarreal*

Antes del desastre de Fukushima, el tema de la energía nuclear no figuraba en las primeras páginas de los diarios
mexicanos. Tampoco ha sido el tema prioritario de organizaciones ambientalistas o de actores políticos. Hace
dos años, cuando el Senado de la República debatió una importante reforma energética, el tema nuclear no
estuvo presente en las discusiones, por ejemplo. México no cuenta con una tradición, ni una fuerte cultura de
protección al ambiente, por lo que a diferencia de Alemania -por ejemplo-, no encontraremos grandes
manifestaciones en las calles en contra de la energía nuclear, o de cualquier otro tema ambiental.

Esto no impidió que la crisis nuclear en Japón despertara un especial interés en el tema. La coyuntura permitió
reactivar viejos debates (como la seguridad de la única planta nuclear) y generar nuevos (como la viabilidad de
ampliar la capacidad nuclear) en diversos sectores como el gubernamental, las organizaciones civiles, la
iniciativa privada o incluso en la propia ciudadanía. En esta coyuntura, semanas después de haber minimizado el
problema que enfrenta Japón, el gobierno mexicano anunció que los planes de ampliación del uso de la energía
nuclear en México están detenidos1.

Este anuncio, en un momento importante de revisión de los planes nucleares en diversos países, es un buen
motivo para observar algunos de los temas relacionados con el debate en México.

Información básica

El desarrollo de la energía nuclear en México data de los años 70's, motivado por el auge internacional que se
vivía en la industria nuclear, particularmente en Estados Unidos. A raíz de este interés, se construyó en el sureño
estado de Veracruz, Laguna Verde, la única planta nuclear en México. Cuenta con dos boiling water reactors
(BWR-5. Reactores de agua hirviendo) construidos por General Electric, utilizan dióxido de uranio como
combustible; y aunque México cuenta con importantes reservas de uranio (cerca de 8 mil toneladas), no puede
utilizarlas ni exportarlas. Esta prohibición obedece al Tratado de Tlateloco para la Proscripción de las Armas
Nucleares en América Latina y el Caribe, que entró en vigor en 1969 2. Por lo tanto, para el uso de la planta,
importa cerca de 25 toneladas anuales de este mineral de Holanda y Estados Unidos.

El primer reactor fue conectado a la red eléctrica en 1989 y el segundo en 1995. Las turbinas de vapor y otros
componentes de la planta fueron elaborados por Mitsubishi Electric. Entre ambos reactores, producen hasta
1,365 MW, lo que representa solo el 2.6% de la capacidad instalada de energía eléctrica de un total de 51,686
MW (en 2009). De este total, poco más del 70% son producidos con algún tipo de hidrocarburo. La producción
con fuentes renovables, excluyendo las grandes hidroeléctricas (21.3%), representan menos del 2% (geotérmia
1.8%, éolica 0.16%)3.

*
Coordinador de programas y punto focal para cambio climático en la Oficina Regional México, Centroamérica y el
Caribe de la Heinrich Böll Stiftung. Contacto: programas@boell-latinoamerica.org.mx
1
Véase http://www.milenio.com/node/727132
2
Véase http://www.opanal.org/opanal/Tlatelolco/Tlatelolco-e.htm
3
CFE. Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico (POISE) 2010-2024. Véase:
http://www.cfe.gob.mx/QUIENESSOMOS/PUBLICACIONES/Paginas/Planeaci%C3%B3n%20del%20sistema%20el
%C3%A9ctrico%20nacional.aspx

1
La Comisión Federal de Electricidad, la entidad estatal encargada del monopolio de provisión de energía
eléctrica en México, es la propietaria de la planta y responsable de su operación a través de la Gerencia de
Centrales Nucleoeléctricas. La Secretaría de Energía, para responder a los lineamientos internacionales de
seguridad nuclear, creó la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias, encargada para la
aplicación de normas para seguridad nuclear, lo que implica la revisión del manejo de instalaciones nucleares y
radioactivas4.

La Academia cuenta con diversas instancias que refieren al fortalecimiento de capacidades tecnológicas en
materia nuclear, como el Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México o el
Programa de Posgrado en Ingeniería Nuclear del Instituto Politécnico Nacional. También existe un Sindicato
Único de Trabajadores de la Industria Nuclear, que generalmente colaboran con organizaciones y movimientos
sociales de izquierda. Las cámaras empresariales, no han sido activas promotoras, aunque ven con buenos ojos el
desarrollo de la energía nuclear. Del lado de la Sociedad Civil, existen diversas asociaciones como la Sociedad
Mexicana Nuclear, quienes defienden esta tecnología y está conformado principalmente por académicos; y
diversas organizaciones que se oponen, como Greenpeace, la Heinrich Böll Stiftung, y organizaciones locales
como Madres Veracruzanas, instaladas en el estado donde la planta se localiza.

La necesidad de la energía nuclear, a debate.

México requiere diversificar su oferta energética para disminuir su dependencia del petróleo, 91% de la
producción de energía proviene de este recurso. Ya alcanzó su pico de explotación, las reservas están
decreciendo de forma importante (23% tan solo del 2000 al 20085), los yacimientos existentes no garantizan la
continuidad en el abasto por las limitadas capacidades de extracción y la baja de restitución. Esto cuando el
consumo de energía en el país sigue creciendo a una tasa promedio de 2.6% anual. Además, se comprometió en
la Conferencia Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático, a disminuir sus emisiones de gases de
efecto invernadero en un 50% para el 2050, por lo que para continuar con la oferta energética, la producción de
electricidad tendrá que ser cada vez menos petrolera.

Frente a este escenario, el gobierno federal ha manifestado claramente su interés por ampliar su capacidad
nuclear como una opción en su abanico para diversificar su oferta energética. Su reciente anuncio de no ampliar
la capacidad nuclear, detiene -por lo menos temporalmente- las posibles acciones, aunque el interés siga
presente. Sin embargo, hasta antes del anuncio su interés en la nuclear no se había concretizado formalmente, no
existe un programa nuclear como tal. Lo que existe son declaraciones públicas de funcionarios federales, y la
mención de la energía nuclear en algunos documentos oficiales en materia energética. Estas declaraciones han
sido poco claras, mencionando varios números de plantas por construir (desde 2, 6, 8, 10 hasta 22!).

Es la Comisión quién ha llegado más lejos en afianzar este interés. En su propuesta de planificación futura en
materia de infraestructura, incluyó desde 2 hasta 10 el número de plantas nucleoeléctricas a construirse
(dependiendo del escenario energético y económico). Aunque, por más que esté escrito en su planificación, no
hay ningún instrumento normativo que asegure el financiamiento presente o futuro para la construcción de estas
plantas.

4
Véase http://www.cnsns.gob.mx/acerca_cnsns/funciones.php
5
Datos tomados del Balance Nacional de Energía 2008. Secretaría de Energía. México, 2009.

2
En declaraciones y foros públicos, funcionarios del gobierno federal y académicos defienden a la energía nuclear
con el argumento de que es limpia (no emite gases de efecto invernadero) y continúa (abastece sin interrupciones
las redes centrales de electricidad). Este esquema centralizado de producción y abastecimiento que ofrece la
energía nuclear, embona muy bien en sistema del monopolio del estado (en especial de la Comisión Federal de
Electricidad) en la producción, abastecimiento y distribución de energía eléctrica; a diferencia del esquema
descentralizado que las renovables requieren. Aunque no se cuenta con recursos para cubrir los altos costos de
instalación de plantas nucleares, hasta hace poco tiempo el gobierno federal defendía esta opción, y los
legisladores, no se mostraron en contra.

Quienes se oponen a la energía nuclear, principalmente organizaciones de la sociedad civil ambientalistas y


varios académicos/as, argumentan que no hay necesidad de la energía nuclear porque energéticamente existen
otras opciones más efectivas, y por los riesgos que representa.

En energía renovable, solamente el potencial eólico en la zona del Itsmo -el cinturón geográfico que conecta al
Océano Pacífico con el Atlántico- se estima en 30,000 MW, casi el 60% de la actual capacidad instalada y cerca
de 20 veces la producción de Laguna Verde. Frente al problema de que las renovables son intermitentes y la red
central técnicamente permite su conexión, se requiere que el marco normativo de energías renovables asigne
financiamiento para el desarrollo de las redes de conexión inteligentes (smart grids) que permitan recibir y
administrar la energía eléctrica proveniente de diversas fuentes en diferentes tiempos, conectadas -además- a los
usuarios finales. Los programas de eficiencia energética son parte central de los argumentos de defensa. Por
ejemplo, diversos programas de ahorro de energía implementados por la ahora Comisión Nacional para el Uso
Eficiente de la Energía, lograron importantes ahorros de consumo (en el periodo 1998-2009), que traducidos a
capacidad instalada, representan prescindir de 11,500 MW por año, el equivalente a la producción de 11 plantas
nucleares (de 1,000 MW)6.

Algunas preocupaciones del uso de la energía nuclear están asociadas a la vulnerabilidad de la planta de Laguna
Verde. En elemento son los temblores: México se encuentra en una zona sísmica importante por su frecuencia y
magnitud, por lo menos uno de ellos sobrepasa los 7 grados Richter cada año, incluso han llegado a niveles
arriba de los 8 grados7. Otro elemento es la seguridad: el escenario de alto grado de violencia en México y la
fuerte presencia del crimen organizado (que ha secuestrado ya gaseoductos, por ejemplo), que pudieran afectar la
planta y el delicado manejo de los residuos nucleares, o que pudieran interesarse en el material nuclear.

Otro de los argumentos en contra, es el riesgo que la nuclear representa. En cuanto a instalaciones y
procedimientos, Laguna Verde requiere de múltiples reparaciones para garantizar la seguridad, aunque no se
cuenta con recursos para ello. Así lo manifestó (en medio de un fuerte debate sobre la transparencia de
información sobre la planta) la auditoría que la Asociación Mundial de Operadores Nucleares (WANO, por sus
siglas en inglés) realizó en 1999. Gracias a Greenpeace, los resultados de esta auditoría llegaron a dos expertos
en energía nuclear de la Union of Concern Scientist, David Lochbaum y John Large, quienes manifestaron que
“...si Laguna Verde fuera una planta nucleoeléctrica estadounidense, solicitarían a la Comisión Reguladora
Nuclear el cierre de la planta hasta que se hicieran todas las reparaciones necesarias. Con tantas fallas... es muy
poco probable que la sociedad pueda ser protegida en caso de que ocurra algún accidente.” 8.

6
De Buen, Odón. Las once plantas eléctricas que nadie ha inaugurado. Publicado en el Reporte por la Transición
Energética. México, Abril 2011. Los reportes puede consultarse en www.funtener.org.mx
7
Véase http://www.ssn.unam.mx/website/jsp/ICyT/9601/index.html
8
Greenpeace México. Laguna Verde: el peligro de las mentiras. Artículo en la revista Este País. Junio del 2000. México.

3
Dos años después de esta auditoría, la Comisión Federal de Electricidad contrató a la renombrada firma alemana
TÜV-Süd9 para llevar a cabo una nueva revisión. Este estudio recomendó, entre otros puntos, incrementar la
protección a la radiación y la instalación de un segundo depósito de desechos radioactivos, pues el depósito
actual se construyó “en calidad de temporal” desde 1990, aumentando 34 toneladas anuales de desecho 10 de la
planta. Este depósito (compuesto por varias albercas de decaimento que reducen en un 90% la radioactividad del
desecho), tienen capacidad para almacenar desechos generados de forma limitada. No se encontró información
sobre qué es lo qe hacen con esos residuos altamente radioactivos, si se importan o no para su adecuado depósito
o si se almacenan temporalmente en algún lugar en México.

La crisis nuclear en Japón reactivó la discusión en los medios, el gobierno federal, las organizaciones civiles e
incluso en la ciudadanía. Sin embargo, aún con el anuncio de no aumentar la capacidad nuclear, sigue pendiente
clarificar y/o resolver diversos problemas en materia de seguridad, riesgo y necesidad de esta tecnología. Por
ello, habrá que dar seguimiento a las acciones y discusiones de quienes promueven los debates.

9
El website de la empresa es http://www.tuev-sued.de
10
Véase http://www.allbusiness.com/operations/facilities/832399-1.html

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