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Presentación

Nombre:
yelisa

Apellido:
Florentino Contreras

Matricula:
15-8598

Materia:
Educación, Familia y Nutrición

Facilitadora:
Melva Medrano
ACTIVIDAD III

1.- Investiga en la web o en el libro base los temas de la unidad III,


correspondiente a la Familia. Elabora una ensayo, en donde integres todos los
temas de esta unidad.( Funciones de la familia.3.2 El papel de la familia en la
formación de los hijos.3.3 La educación en la familia.3.4 Educar con el ejemplo:
los padres modelos.3.5 Actitud de los padres hacia la escuela. 3.1
Colaboración con la escuela. Colaboración con el hijo.3.6 La relación familia
escuela y la salud en la familia.

2.- Elaboración de 10 preguntas para una entrevista que se le aplicara a cinco


padres/ madres de centros educativos diferentes. Ten en cuenta los
siguientes puntos:

- Si son convocados reuniones

- Nivel de satisfacción que el centro le ofrece. Teniendo en cuenta: educación-


higiene-estructura.

- Participación en actividades que realiza el centro.

- Razones por la que eligió ese centro para inscribir a su(s) hijo(s).

- Si en su familia llevan una dieta alimenticia sana

- Otros: debes enfocarte en otros elementos.

En un documento de Word presenta las conclusiones con los resultados de la


entrevista. Debes de colocar evidencia del trabajo realizado.

Funciones de la familia

Entre las funciones de la familia destacan la protección, el sustento y el impulso


para el desarrollo de los individuos. Es la institución social primaria conformada
por personas relacionadas por vínculos consanguíneos o afectivos.

En el seno de la familia el individuo se desarrolla desde sus etapas más


tempranas, y adquiere las herramientas para descubrir y explotar sus talentos y
capacidades.

Es la familia la instancia primera de transmisión de ideologías y herencias


culturales en una sociedad. De hecho, es también la primera instancia de
socialización con la que se encuentra una persona.

El modelo de familia tradicional incluye a una pareja heterosexual con uno o


varios hijos. No obstante, este modelo ha ido modificándose y hoy existen
distintas constituciones: monoparentales, de segundas nupcias, de convivencia
múltiple, homosexuales, entre otras.

En los orígenes de la historia humana, ese modelo familiar tradicional no era


posible por las propias características de la población de entonces.

Existía un modelo de convivencia primitivo en el cual la poliginia (un hombre


con varias mujeres) y la poliandria (una mujer con varios hombres) eran lo
natural.

Con el paso de los años se fue prohibiendo la unión entre personas con vínculo
consanguíneo, no solo por razones culturales sino también para prevenir la
aparición y propagación de enfermedades y síndromes.

El papel de la familia en la formación de los hijos

Los padres son los principales educadores de sus hijos, tanto en lo humano
como en lo sobrenatural, y han de sentir la responsabilidad de esa misión, que
exige de ellos comprensión, prudencia, saber enseñar y, sobre todo, saber
querer; y poner empeño en dar buen ejemplo. No es camino acertado, para la
educación, la imposición autoritaria y violenta. El ideal de los padres se
concreta más bien en llegar a ser amigos de sus hijos: amigos a los que se
confían las inquietudes, con quienes se consultan los problemas, de los que se
espera una ayuda eficaz y amable.

La paternidad y la maternidad no terminan con el nacimiento: esa participación


en el poder de Dios, que es la facultad de engendrar, ha de prolongarse en la
cooperación con el Espíritu Santo para que culmine formando auténticos
hombres cristianos y auténticas mujeres cristianas.

La educación en la familia

Educación en el hogar, o educar en casa, es el proceso mediante el cual se


persigue la educación de los niños exclusivamente en el contexto del hogar
familiar, en círculos un poco más amplios o en la propia naturaleza (playas,
montañas, bosques, vecindarios, parroquias, etc.), pero en todo caso fuera de
las instituciones tanto públicas como privadas. Es un fenómeno que ha existido
siempre siendo en tiempos pasados la única forma de instrucción intelectual.
Existen diversas motivaciones para la educación en el hogar, que normalmente
tienen como motivador principal el desarrollo de una forma de aprendizaje
innovadora fuera de los paradigmas de la escuela tradicional.

En muchos lugares la "educación en el hogar" es una opción legal para padres


que quieren formar a sus hijos con un ambiente de enseñanza diferente al que
existe en las escuelas cercanas. Muchas de estas familias hacen esta elección
por motivos religiosos. Otros lo hacen por no gustarles las escuelas en su área
o por el efecto institucional de la escuela en general, principalmente por el
sistema educativo, que como principal causa del desarrollo y formación del
niño, no lo educa, sino que lo amaestra y convierte en un obrero esclavo
inteligente, útil para el sistema y su mano de obra. También es una alternativa
para las familias que viven en zonas rurales aisladas y son ellas quienes
deciden, por razones personales o prácticas, no llevar a los niños al colegio,
enseñándoles la verdadera causa de la vida y a estar en armonía con la
naturaleza, los animales y la sociedad, así como aprendiendo que toda
enseñanza y asignatura van interrelacionadas con las demás y no están
separadas como así ocurre en los colegios impuestos por el sistema.

Educar con el ejemplo: los padres modelos.

La afectividad es la necesidad que tenemos los seres humanos de establecer


lazos con otras personas. Una afectividad positiva es la primera garantía de
estabilidad emocional y seguridad que necesitan los niños, tanto en uno mismo
como en los demás, y para que un niño la desarrolle es determinante la actitud
de los padres, que deben mostrar una buena determinación para colaborar en
la educación afectiva de sus hijos.

La actitud es la predisposición que tenemos para actuar de una manera


determinada ante cualquier experiencia, y la forma en que se afronta y valora.
Ésta varía continuamente a lo largo de la vida. Los factores que hacen que la
actitud se modifique son la información que recibimos del entorno a través de
interacciones verbales y no verbales, los pensamientos, los sentimientos, los
comportamientos y sus consecuencias.

Todas estas variables están interrelacionadas, por lo que un cambio en


cualquiera va a producir variaciones en las demás, modificando la actitud.
Aunque este dinamismo se da a lo largo de todo el ciclo vital, la infancia y
la adolescencia son momentos críticos en su configuración general.

Cuando hablamos de “la buena o mala actitud de nuestro hijo”, solemos


referirnos a su conducta, puesto que es el único factor observable. Sin
embargo, no es más que la punta del iceberg de las variables que intervienen y
condicionan el desarrollo integral del niño. En este artículo nos centraremos en
el papel de la afectividad y en las pautas que pueden facilitar su adecuado
desarrollo.

Actitud de los padres hacia la escuela.

Los padres son el ejemplo que más pesa en la vida de un hijo, es la influencia
más importante y en definitiva, los padres ayudarán a formar la personalidad
del pequeño. Mientras los niños crecen observan a sus padres y les van
conociendo; cómo son, cómo hablan, qué piensan, cómo actúan y un largo
etc. La actitud de los padres marcará a los niños para siempre.

Los niños aprenden todo en la vida porque sus padres así se lo enseñan, por
este motivo la actitud de los padres hacia la escuela y lo que diga de los
profesores es realmente importante para el rendimiento académico del menor.
Hay algunos aspectos que son de enorme importancia para que se deben tener
en consideración en cuanto a la actitud de los padres hacia la escuela.

Colaboración con la escuela.

Los padres son el ejemplo que más pesa en la vida de un hijo, es la influencia
más importante y en definitiva, los padres ayudarán a formar la personalidad
del pequeño. Mientras los niños crecen observan a sus padres y les van
conociendo; cómo son, cómo hablan, qué piensan, cómo actúan y un largo
etc. La actitud de los padres marcará a los niños para siempre.

los niños aprenden todo en la vida porque sus padres así se lo enseñan, por
este motivo la actitud de los padres hacia la escuela y lo que diga de los
profesores es realmente importante para el rendimiento académico del menor.
Hay algunos aspectos que son de enorme importancia para que se deben tener
en consideración en cuanto a la actitud de los padres hacia la escuela.

La educación de los niños se basa en dos vertientes: la escolar y la


familiar. Por lo tanto, la coordinación de estos dos elementos, representados
principalmente por los profesores y los padres, es fundamental para su
desarrollo. Veamos cómo pueden colaborar los padres y algunos de los
obstáculos con los que se encuentran a la hora de hacerlo.

Colaboración con el hijo.

Colaborar con el maestro de su hijo puede tener un impacto poderoso. Cuando


usted y el maestro tienen una buena relación y se comunican frecuentemente
respecto a las dificultades de aprendizaje y de atención de su hijo, es más fácil
ayudarlo a progresar en la escuela. Les facilita a ambos compartir sus
preocupaciones y celebrar los logros.

La relación familia escuela y la salud en la familia.

Las relaciones entre familia y escuela pueden considerarse un tema clásico en


el estudio de la educación, ya que han sido objeto de reflexión y análisis desde
hace años. En el pasado, esas relaciones se consideraron habitualmente
desde la perspectiva de una división de funciones, planteando que la familia
era la institución encargada de la socialización de los niños y la escuela la
responsable de la enseñanza de conocimientos. Los cambios experimentados
por la sociedad han contribuido a desdibujar, cada vez más, las fronteras entre
ambas instituciones y sus funciones respectivas. Así, es un hecho que en las
últimas décadas la escuela ha empezado a asumir en muchas ocasiones
aspectos de la socialización primaria que antes correspondían a las familias y
que, en paralelo, los medios de comunicación y la tecnología permiten que
buena parte del aprendizaje que tradicionalmente se consideraba escolar se
adquiera en otros entornos, entre ellos el familiar. No obstante, es evidente que
ambas instituciones siguen constituyendo contextos de aprendizaje de
importancia primordial en la actualidad y que las dos comparten la
responsabilidad de formar a las nuevas generaciones. Familia y escuela tienen
el objetivo común de educar a la persona, que es única y que necesita
encontrar coherencia y continuidad entre los dos contextos. Ninguna de las dos
debería afrontar en solitario el reto que supone la educación en nuestros días.
Por ello, en estos momentos las relaciones entre familia y escuela se plantean
en términos de complementariedad y apenas se cuestiona la necesidad de
lograr una adecuada colaboración entre ellas. Dicha cooperación deberá
respetar, en todo caso, el derecho fundamental de los padres como primeros
responsables de la educación de sus hijos.

La alimentación es una de las necesidades básicas para la vida. Pero el acto


de comer es mucho más que alimentarse: es un momento de comunicación, de
transmisión de tradiciones y cultura y, también, de transferencia de afecto y
enriquecimiento de los vínculos familiares.

NOTA: Las actividades expuesta pare realizarse en el centro educativo no han sido realizada,
puesto a que en estos momentos los centros educativos están en vacasiones.

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