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Cuando leemos en voz alta debemos dirigir nuestra atención hacia los niños,
haciendo énfasis en las rimas o en los diálogos.
Utilizar lecturas con rimas ayuda a que los niños sean cada vez más
conscientes de la riqueza fonética que posee cada palabra.
Acompañar el ritmo
Cada palabra tiene una entonación diferente. Podemos ayudarles a los niños si
les indicamos cómo se separan las palabras en sílabas.
Para ello también podemos pedirles que golpeen con sus manos en la separación
de cada sílaba y, al llegar a la acentuación, podemos pedirles que zapateen. De
este modo ellos no sólo comprenderán a corta edad la separación de las sílabas
(que por supuesto verán en detalle años más tarde) sino que además
reconocerán la entonación y el acento (escrito o no) de cada palabra.
Utilizar el juego para la conciencia fonética
En este caso proponemos el juego del veo-veo pero, a diferencia del juego
tradicional, sugerimos que se juegue a adivinar palabras que empiecen (por
ejemplo) con la letra r y terminen con la letra n. Por ejemplo “Ratón”.
Se puede utilizar un calcetín que “coma palabras que suenen iguales entre ellas”.
Luego se colocan diferentes palabras recortadas de revistas o periódicos sobre
la mesa y se le pide al niño que le “dé de comer al gusano (calcetín) aquellas
palabras que suenen de la misma forma”.