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LA VIDA SOCIAL DE LOS OBJETOS RECUPERADOS

Débora Gorbán*

Resumen: Este artículo tiene como objetivo indagar en los objetos que se obtienen a lo largo de la
tarea de recolección de los cartoneros en la ciudad de Buenos Aires. Este oficio no consiste solamente
en aquello que los vecinos les dan, o los porteros guardan, o juntan para los cartoneros, sino que se
encuentra fuertemente vinculado a las características y tipo de objetos recolectados. Para compren-
der entonces qué implica esta tarea para quienes la realizan, este artículo contextualiza esos obje-
tos, en tanto forman parte de las relaciones sociales que se despliegan a lo largo de la actividad. Este
texto no se concentra en las formas del intercambio sino en las cosas que se intercambian. Y cómo
esas cosas se transforman a lo largo del proceso de recolección que llevan adelante los cartoneros.
Palabras clave: recolectores, objetos, trayectorias, transformación, desechos, Argentina.

Abstract: The objective of this article is to investigate the objects recovered by trash pickers in the
city of Buenos Aires. This work not only involves what they are given by residents, what doormen
save for them, and what they manage to pick up, but is also closely tied to the characteristics and
types of objects that are collected. In order to understand the significance of this job for the scav-
engers, this article contextualizes these objects as a part of the social relations which unfold
around the activity. The present text does not focus on the types of exchanges but rather on the
things that are exchanged and the way these objects are transformed throughout the collection
process carried out by the trash pickers.
Keywords: Trash pickers, objects, trajectory, transformation, refuse, Argentina.

“Porque ellos no saben que a eso que le que se dedican a la recolección de pape-
dicen basura, para nosotros no es basura” les, cartones y otros desechos recupera-
(Teresa, cartonera, 24 años). bles en la ciudad de Buenos Aires. La
tarea de recolección no consiste sola-
INTRODUCCIÓN mente en recuperar los materiales reci-
clables que los vecinos les dan, o los

E
ste artículo se propone indagar encargados de edificios guardan o jun-
acera de los objetos que se obtie- tan para ellos, sino que se encuentra
nen a lo largo de la tarea de reco-
lección de los cartoneros, las personas Este artículo se basa en el trabajo desarro-
llado en “Salir a cartonear, desentrañando prác-
*Doctora en Ciencias Sociales uba/ehess. Lí- ticas y sentidos del trabajo entre quienes se
neas de investigación: Trabajo, familia y secto- dedican a la recolección de materiales recupera-
res populares; Servicio doméstico; Procesos de bles”, tesis de doctorado en Ciencias Sociales,
distinción de clases sociales. Buenos Aires, uba/ehess, 2009.

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fuertemente vinculada a las caracterís- en las cosas que se intercambian. Y


ticas y tipo de objetos recolectados. cómo esas cosas se transforman a lo
Entre quienes conocí durante el largo del proceso de recolección que lle-
trabajo de campo, una de las expresio- van adelante los cartoneros.
nes más utilizada era salir a cartonear, Diversos trabajos de investigación
la cual condensa la experiencia de la han abordado la problemática de los
práctica de la recolección y del vínculo residuos a partir del análisis del circui-
entre barrio y la ciudad. De esta mane- to de reciclaje (Schamber, 2008; Suá-
ra, para trabajar hay que salir del ba- rez, 1998; Schamber y Suárez, 2007).
rrio, y es hasta la ciudad a donde se Sin embargo, el supuesto analítico que
viaja a buscar recursos para la subsis- guía este artículo es que, en primer lu-
tencia. Así la ciudad aparece como un gar los desechos, en tanto objetos,
centro de abundancia, en estos diver- crean relaciones como mediadores
sos sentidos. De esta manera, las ex- obligados entre quienes realizan la re-
presiones salir con la carreta e ir a la colección y su entorno. Y es en el con-
capital, no refieren solamente a activi- texto de esas relaciones que los objetos
dades desplegadas en la consecución se transforman, recuperando (su) va-
de recursos, sino también a una expe- lor. ¿Cómo? A partir de que esos dese-
riencia de la ciudad y del barrio, en la chos son recuperados por la labor de
cual los desplazamientos por y a tra- los cartoneros.1
vés de distintos territorios construyen El trabajo de campo se desarrolló
diferentes trayectos. A través de di- en la ciudad de Buenos Aires y el Par-
chos trayectos se vinculan territorios tido de San Martín en la provincia de
social, económica y geográficamente Buenos Aires, entre 2002 y 2008, y
diferentes y distantes: la zona norte de comprende el lugar donde las familias
la ciudad de Buenos Aires, caracteri- realizaban la recolección y los barrios
zada por barrios de alto poder adqui­ donde habitaban. A partir de una pers-
sitivo, y las villas miseria ubicadas en pectiva etnográfica pude aprehender
el Área Reconquista, en San Martín. las distintas dimensiones que atravie-
En los múltiples y diversos trayectos sa la actividad realizada por los carto-
que los habitantes de El Salvador rea- neros a partir del acompañamiento de
lizan cotidianamente, recorren esas rutinas y situaciones extraordinarias,
distancias y las incorporan a sus ruti- tanto en el barrio como en la ciudad.
nas cotidianas. Realicé entrevistas en profundidad
Para comprender entonces qué con integrantes de distintas familias
impli­ca la tarea de recolección para
quienes la realizan será central con- 1
En ese proceso de recuperación/valoriza-
textualizar los objetos recolectados en ción de los objetos hay también una valoración
tanto forman parte de las relaciones de sí. No me refiero sólo al valor económico “de
cambio” de los objetos, sino también a un valor
sociales que se despliegan a lo largo de de uso que se expresa fundamentalmente en los
la actividad. No se trata de concentrar- contextos sociales que esos objetos transitan
se en las formas del intercambio sino desde el momento de la recolección.

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dedicadas al cartoneo y observaciones trayecto que comienza desde su reco-


participantes del proceso de recolec- lección vuelven a diferenciarse. La
ción, así como de las rutinas cotidianas propuesta es entonces seguir el cami-
en el barrio. no de estos desechos pero no aislados
unos de otros, ni de las personas, sino
UN ABORDAJE DESDE LOS OBJETOS a partir de contextualizarlos en las si-
tuaciones sociales específicas que se
Según Arjun Appadurai (1991) las co- desprenden de la recolección.
sas, como las personas,2 tienen una
vida social. Es en este sentido que Basura, objetos, cosas, mercancías
abordaré el análisis de los desechos ob-
tenidos durante la práctica de recolec- No es ninguna novedad decir que los
ción. Tomando como punto de partida cartoneros recolectan basura, su prác-
la idea de que podemos reconstruir la tica se encuentra signada en más de
trayectoria en la vida de los objetos, en un aspecto por los desechos: es aquello
estas páginas me concentraré en el es- que salen diariamente a buscar y tam-
pacio temporal que se inicia desde el bién es aquello con lo que son identifi-
momento en que los objetos han sido cados. Sin ir más lejos, una de las
desechados, quitados de sus contextos denominaciones (cartoneros) a través
cotidianos y resituados por los cartone- de la cual son conocidos quienes reco-
ros en otros. Cabe aclarar que aun lectan residuos recuperables se en-
cuando las palabras utilizadas parez- cuentra estrechamente vinculada con
can indicar la “pasividad” de los obje- uno de los materiales que buscan, el
tos, en este abordaje serán entendidos cartón. El nombre alude directamente
como dinamizadores de relaciones y a uno de los distintos tipos de desechos
situaciones, formando parte de la rea- que se obtienen en la recolección, y
lidad social, no sólo como ornamentos aunque no es el único, se ha convertido
que encontramos, acumulamos o des- en el que los identifica en algunos lu-
echamos a lo largo de nuestras vidas. gares de la Argentina.3 Esta denomi-
En ese sentido, este artículo propo- nación ha sido utilizada por quienes
ne el abordaje diacrónico de un conjun- empezaban a dedicarse a esta activi-
to heterogéneo de objetos que se dad para distinguirse del viejo ciruja.4
agrupan en un primer momento a par-
tir de su condición de “desechos” o “re- 3
En Nuevo Laredo, México, también son co-
siduos sólidos urbanos”, pero que en el nocidos como “cartoneros” quienes durante dé-
cadas cruzaban la frontera entre ambos países
para ingresar a Laredo en Estados Unidos, a re-
2
Mauss (1979) diría que en las denomina- colectar las cajas de cartón desechadas por los
das “sociedades arcaicas” no había una separa- comercios, para regresar al final del día a su
ción entre cosas y personas. Sería interesante país a venderlas (Medina, 1998).
pensar cómo esto se refleja en el caso de quienes 4
La palabra ciruja también es utilizada
recolectan residuos, ya que son frecuentemente para denominar a quienes viven de la recolec-
identificados, por los otros lejanos, con la mate- ción de residuos. Su uso, sin embargo, es consi-
ria con la cual trabajan. derado despectivo por muchas de las personas

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A diferencia de éste, la palabra carto- ciones y cálculos humanos que ani-


nero refiere a un material que permite man las cosas. Así, aunque desde un
trazar una línea divisoria con aquello punto de vista teórico los actores codi-
que se considera a simple vista basura. fican la significación de las cosas, des-
En una de las primeras entrevistas de una perspectiva metodológica son
que realicé en 2002, Marcelo, un carto- las cosas-en-movimiento las que ilu-
nero de 34 años que realizaba su reco- minan su contexto social y humano
rrido en el barrio de Colegiales, me (Appadurai, 1991: 19).
explicaba: “nosotros juntamos cartón,
papeles y cartones, eso es lo que hace- De esta forma, estudiar la biografía de
mos”, de esta manera establecía una una cosa equivale a estudiar la histo-
distancia entre lo que ellos recolecta- ria de la singularización de un objeto, y
ban y la “basura”. de las clasificaciones y categorizacio-
Los objetos son centrales en esta nes que experimenta (Kopytoff, 1991).
actividad, y en ese sentido se impone Bonnot (2002) sostiene, a partir del
un abordaje que los contemple en su trabajo de Appadurai, que existe una
multidimensionalidad, la cual se des- diversidad de status social en los obje-
pliega más allá de la mirada que los tos. Siguiendo esto, entenderé a los ob-
analiza desde la problemática general jetos y desechos como algunas de las
del reciclado de residuos sólidos urba- diversas etapas en la vida social de
nos.5 Se trata de aprehender esos de- una cosa. ¿Qué es lo que caracteriza a
sechos en tanto objetos que poseen cada uno de esos diferentes status?,
una “vida social” (Appadurai, 1991). El ¿de qué hablamos cuando hablamos de
autor, proponiendo una perspectiva objetos, desechos, cosas o mercancías?
diferente sobre la circulación de las Fundamentalmente la denomina-
mercancías, afirma que “las mercan- ción desechos refiere a un sinnúmero de
cías, como las personas, tienen una bienes, en distinto estado de conserva-
vida social”. En ese sentido, sostiene ción, que se caracterizan por haber sido
que descartados por sus antiguos propieta-
rios. Tal como describe Claudia Magni
[…] debemos seguir las cosas mismas, en su investigación sobre los moradores
ya que sus significados están inscrip- de rua en Porto Alegre, se trata de
tos en sus formas, usos y trayectorias. aquello que la sociedad de consumo
Es sólo mediante estas trayectorias descarta, “generando una incesante
que podemos interpretar las transac- acumulación de desechos que habiendo
perdido su función utilitaria o convir-
entrevistadas durante el trabajo de campo, ya tiéndose en algo sobrante para algunos
que remitiría a una figura de recolector margi- grupos sociales, se destinan a la basura
nal, que junta para comer en el día, y que por lo o a la caridad” (Magni, 2006: 74).
general vive en la calle.
5
Para un abordaje sobre los cartoneros y su
Partiendo de esta caracterización,
lugar en el circuito informal del reciclaje véase todo aquello que es descartado se en-
Schamber (2008). cuentra en situación de desecho. Obje-

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tos desechados de la vida cotidiana que descarte que ese mismo sistema de
se transforman nuevamente, a través producción genera.
de la tarea que llevan adelante quie- En estas páginas me concentraré
nes las recuperan en la calle, en bienes en analizar de qué manera se produce
de uso o en materias primas para la esa diferenciación a partir del momen-
industria. to en que esos desechos son recolecta-
Una vez que este conjunto hetero- dos por los cartoneros. Se trata de
géneo de desechos entra en relación seguir los objetos a medida que se en-
con los cartoneros, su condición se mo- cuentran con quienes los recolectan.
difica. Y es en esta instancia que ese Según Appadurai (1991: 23), “el sig-
conjunto de bienes heterogéneos igua- nificado de las mercancías hoy se ha
lados, en tanto descartados, vuelven a estrechado, refiriendo solamente a ti-
diferenciarse. Desde el marco de la pos especiales de bienes manufactura-
gestión de residuos sólidos urbanos se dos”. En su definición de mercancías
distingue entre desechos orgánicos y propone considerarlas como una cierta
no orgánicos. Y al interior de este gru- fase en la trayectoria de las cosas, que
po se establecen diferencias en rela- en un contexto particular, cubren los
ción a la posibilidad de reciclaje de requisitos de lo que denomina “candi-
esos desechos. De acuerdo con su natu- datura mercantil”. Por esto entiende el
raleza orgánica, cada tipo de desecho rasgo conceptual que refiere a los es-
es pasible de ser reutilizado, o no. En tándares y criterios (simbólicos, clasifi-
ese sentido, muchos de esos desechos catorios y morales) que definen la
son reincorporados al circuito produc- intercambiabilidad de las cosas en un
tivo como materias primas, mientras contexto social e histórico particular.
otros son definitivamente descartados. Es en este sentido que el autor sostie-
Éstos vuelven a adquirir un valor eco- ne que “las cosas pueden entrar y salir
nómico en la medida en que son rein- del estado mercantil” (ibidem: 29).
corporados al circuito productivo, Siguiendo este enfoque las “mer-
cambiando su condición. Así, aquello cancías” se distinguen de los “produc-
que parece haber llegado al final de su tos”, “objetos”, “bienes”, “artefactos”, en
“vida social”, en realidad sólo cambia tanto son cosas que poseen un tipo
de estatus al singularizarse. particular de potencia social (aunque
Sin pretender abordar todo el pro- sólo lo sean en ciertos aspectos y desde
ceso de revalorización de desechos en determinada perspectiva). Y esto en
el circuito de recolección y reciclado de tanto son cosas que se hallan en una
residuos, me interesa aquí señalar que situación determinada, la “situación
esos desechos, dinamizados por la acti- mercantil”, que puede caracterizar
vidad de los cartoneros, ponen en vin- muchos tipos de cosas diferentes, en
culación lo que tradicionalmente se distintos puntos de su vida social (ibi-
distingue como sector formal y sector dem: 28-29). Siendo entonces la situa-
informal, a la vez que articulan el cir- ción mercantil aquella en la vida social
cuito de producción con el circuito de de cualquier cosa en la cual su inter-

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cambiabilidad (pasada, presente o fu- Tucumán7, ella y cuatro de sus cinco


tura) por alguna otra cosa se convierte hermanos migraron a Buenos Aires
en su característica socialmente rele- alrededor de 1980. Las tres hermanas
vante. Thierry Bonnot (2002) explica y el hermano varón viven en el mismo
que este estatuto corresponde a una barrio en José León Suárez, todos ellos
etapa en la trayectoria y no a una cate- salen o han salido en algún momento
goría en la cual el objeto es insertado de su vida a cartonear. Para los habi-
por una autoridad en el momento de tantes de este barrio, el cartoneo se
su producción. El objeto del intercam- constituyó en un recurso central para
bio no es un tipo de objeto entre otros, el sostenimiento de sus hogares. Como
sino una “etapa en la vida social de una práctica marginal, realizada en los mo-
cosa” (Kopytoff, 1991). En este sentido mentos en que el trabajo escaseaba,
las cosas son susceptibles de atravesar para completar ingresos, el cartoneo se
situaciones de intercambiabilidad, des­ convirtió para muchas familias del Co-
cartabilidad a lo largo de las etapas de nurbano Bonaerense8 en la principal
su vida. práctica laboral de sus integrantes. En
Las distinciones establecidas por los barrios donde realicé el trabajo de
Appadurai a lo largo de la vida social de campo, las carretas utilizadas para la
las cosas permiten pensar el proceso recolección en la ciudad formaban par-
de reconversión de los desechos que son te del paisaje barrial. Esta presencia
recolectados por los cartoneros. En este daba cuenta no sólo de una herramien-
caso me permito retomar su perspecti- ta de trabajo, sino de la existencia de
va, para poder comprehender las tra- una práctica laboral que configuraba
yectorias de los desechos en el contexto la vida cotidiana de quienes allí resi-
de la recolección. dían. La práctica de la recolección se
Siguiendo entonces las líneas con- inscribe así en un proceso a través del
ceptuales aquí desarrolladas, en los cual la vida cotidiana se reorganiza,
próximos apartados me concentraré en modificándose la manera en la cual
analizar la manera en que se produce quienes la realizan se relacionan con el
el encuentro entre la diversidad de de- mundo que los rodea.
sechos y quienes los recolectan, a par-
tir de la descripción etnográfica del
recorrido de una de las mujeres que 7
Provincia situada al norte de Argentina.
conocí durante mi trabajo de campo: Muchos de los habitantes del barrio El Salvador
Nora. Cuando la conocí hacia 12 años habían migrado en los años 1980 de Tucumán,
Chaco, Corrientes hacia la provincia de Buenos
que salía con la carreta, vivía con sus Aires en busca de mejores condiciones de vida y
tres hijos y su marido en Villa El Sal- trabajo.
vador.6 Originarios de la provincia de 8
Agrupa a los partidos de la provincia de
Buenos Aires que se extienden próximos a la
ciudad de Buenos Aires que circunvalan su
6
Uno de los barrios marginales de la locali- perímetro. Se trata de una denominación ge-
dad de José León Suárez, donde realicé el traba- nérica que no refiere a una unidad adminis-
jo de campo. trativa.

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DESECHOS EN MOVIMIENTO te años, está parado junto a las cajas


controlando a sus compañeros, es el
Si los objetos pueden tener una “vida encargado. Saluda a Nora y le hace
múltiple”, el circuito de desechos recu- una seña, todavía no tienen listo el ca-
perados por los cartoneros ofrece un rro en el que sacan las cajas de cartón
ejemplo claro de aquélla. Retomando y el plástico. A diferencia de lo que su-
un ejemplo descrito por Kopytoff,9 esta cede en otros lugares que visita, en el
vida múltiple se refleja en los objetos supermercado Nora paga por los car-
descartados por los vecinos de la ciu- tones que le entregan, aproximada-
dad que Nora encuentra en la calle y mente unos cinco pesos 10 por día.
recolecta, ya sea para otorgarles un Después de unos minutos, uno de los
nuevo uso o para venderlos como ma- repositores, a quien Nora11 llama “el
terial. En este caso, la diferencia entre uruguayo”, sale a la vereda a saludar-
aquello que los vecinos y Nora ven la y decirle que tiene que ir al depósito
como potencialidad, o no, de ese objeto a buscar el carro: “mira que hoy tenés
(descarte/ mercancía), hace posible que pagar”, le grita mientras se dirige
que ese objeto exista en el contexto so- nuevamente hacia el local. “Vamos a
cial definido por el encuentro entre ver cuánto me sacás y te pago”, res-
ambos. La transcripción del siguiente ponde Nora. Al rato vuelve empujan-
fragmento de mi diario de campo per- do dos carros, son altos, como canastas
mite mostrar esta distancia y el con- hechas con caños de aluminio, los car-
texto social en el cual ese objeto existe tones van apilados unos arriba de
para Nora. otros, algunas bolsas de plástico aso-
man entre ellos. “Son diez pesos”, dice
Después de pasar por los edificios don- “el uruguayo”, Nora le responde entre
de los porteros le guardan y entregan sorprendida y enojada: “¡estás loco!
los residuos, Nora sigue su trayecto Acá hay mucho menos, te doy cinco, no
rumbo a un supermercado pequeño. son dos carros enteros”. La discusión
Allí detiene su carreta en la vereda, du­ra unos minutos, finalmente Nora
frente a la puerta. El local tiene una le da los cinco pesos. El repositor vuel-
vidriera que ocupa todo el frente; del ve al negocio y le da el dinero a la caje-
otro lado, una chica y un chico vein- ra, quien, a cambio, emite un recibo
teañeros atienden la hilera de clientes como comprobante de pago para Nora.
que aguarda para pagar en las cajas. Ésta, a su vez, va sacando lentamente
Otro joven muy delgado, de unos vein- las cajas de cartón del carro para aco-

9
“El objeto que para mi representa un bien 10
Es el equivalente a poco más de un dólar.
heredado es una mercancía para el joyero, y el he­ 11
Se trata de un hombre de unos 36 años
cho de que no sea tan ajeno a la cultura del uruguayo de origen, que trabaja como repositor
jo­yero se manifiesta en mi disposición para po- en el supermercado. Si bien Nora se saluda y
nerle un precio a mi objeto inapreciable (y para charla con todos los chicos que allí trabajan, con
sobreestimar invariablemente su valor mercan- éste tiene un arreglo, como cuenta ella, “hacen
til)” (Kopytoff, 1991: 108). negocios”.

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modarlas en la carreta. Las más gran- Revisando bolsas


des ya están desarmadas, y las que no,
son desechas por Nora con agilidad, A lo largo de su trayecto Nora se detiene
otras, las más pequeñas y flexibles pocas veces para revisar bolsas de resi-
van a parar enteras al interior de la duos, ésta es la tarea que más la fatiga.
carreta. Mientras carga la carreta, se Sin embargo, nunca le dedi­­ca más de
asoma un joven que trabaja en la per- 20 minutos, según qué día sea (los hay
fumería que está al lado y le hace se- buenos y malos, dependiendo del volu-
ñas. Nora se acerca despacio, el joven men de cosas que saquen los vecinos) y
se va y vuelve a los pocos minutos con de su cansancio.
un carro de supermercado lleno de ca- Acomoda los cartones del super-
jas de cartón y bolsas. Nora lleva el mercado dentro del saco, deja la carre-
carro hasta donde se encuentra su ca- ta en la vereda y camina por la avenida
rreta y comienza a pasar las cajas al Santa Fe12 hacia un edificio que está a
interior del saco. De a poco va llenando unos metros de distancia. El encarga-
la carreta, mientras “el urugua­yo” le do del edificio saluda a Nora y después
hace chistes y los dos se ríen. En­tre los entra al garaje, de donde regresa con
cartones del supermercado se asoman varias cajas que ella desarma antes de
algunos productos: dos envases de le- ponerlas en la carreta. En la vereda
che, cajas de máquinas de afei­tar, biro- hay otras bolsas de basura, Nora se
mes, postres y yogures. No se trata de acerca a ellas y sin abrirlas las va pal-
cosas en mal estado sino de mercade- pando una a una. Abre solamente
ría que “el uruguayo” separa cuando aquellas que tienen cartones y botellas
llega el camión de reparto, la esconde de plástico. Sólo con tocarlas se da
—sin registrarla como mercadería in- cuenta de si contienen o no algo valio-
gresada—, para después sacarla y dár- so. Saca lo que necesita y las vuelve a
sela a Nora. Ella lleva esa mercadería cerrar. No revisa todas: “que queden
al barrio y la ven­de. “Yo la vendo en el para los que no tienen nada”, explica.
barrio y después repartimos entre los Durante su inspección de bolsas, un
dos”, me explica. Sin embargo, algu- señor canoso se acerca a saludarla y
nas cosas se las queda para consumir avisarle que tiene unos diarios para
en su casa, o también las comparte darle. Es el encargado del edificio de la
con Sandra, la mujer de su sobrino. vereda de enfrente. Ella busca los ma-
Mientras va separando la “mercade- teriales, los lleva hasta donde se en-
ría” —como denomina a los alimentos cuentra su carreta y los mete adentro
que consigue—, en una bolsa más pe- del saco. Ahora sí, empujando la carre-
queña que cuelga del manubrio, Nora
aparta una leche para darle a Sandra, 12
Importante avenida de la ciudad de Bue-
explicándome que es para sus hijos. nos Aires, nace en el barrio de Retiro recorriendo
Recoleta, Barrio Norte, Palermo y finalizando en
Adentro de la bolsa que cuelga del
Belgrano. A lo largo de su extensión se encuen-
otro lado de la carreta, lleva una mo- tran importantes zonas comerciales y muchos
chila donde guarda su dinero. edificios y viviendas.

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ta, cruza la avenida, esperando que respuesta que parecía tan simple como
paren los autos y buses en el semáforo. amplia: “cartones y papeles, botellas,
Camina hasta un edificio grande, que plástico, de todo”.
está junto a una plaza, Nora se sien­ Sin embargo, como se observa a
ta un rato en los escalones de acceso a partir de los relatos del recorrido re-
ésta. Todavía es temprano, el portero no construidos arriba, en la práctica que
sacó la basura. Una señora de unos 65 llevan adelante los cartoneros no todos
años se acerca hasta donde estamos los desechos son recolectados, ni tam-
nosotras, entre amable e inquieta le poco todos recolectan lo mismo. Puede
pregunta donde había estado, hacia suceder también que una misma per-
unos días que no la veía. Le da una sona elija dejar de recolectar cierto
bolsa, saluda y se va. Nora la carga en tipo de desechos en un momento u
la carreta y se acomoda el cabello otro.
para empezar a revisar las bolsas que En efecto, aun cuando la palabra
el encargado ya había dejado cerca de con la cual se los identifica parecie­
ella. En ese edificio Nora se toma más ra indicar lo contrario, los cartoneros
tiempo para desarmar las grandes no se especializan en recolectar pape-
bolsas de consorcio. Realizar esta ta- les y cartones. Como se desprende del
rea implica agacharse sobre las bolsas re­lato, Nora realiza un trabajo de se-
grandes para ir seleccionando aque- lección, recuperando los desechos que
llas bolsas pequeñas que tienen papel, pueden ser comercializados en los de-
cartón, plástico o algún otro material pósitos. Pero también cargando en su
comercializable. Cuando los encuen- carreta objetos descartados por los
tra, los separa y guarda en el saco de vecinos (electrodomésticos, muebles,
la carreta, junto con el resto. Mientras diversos artefactos) que podrán ser
hace esto, aprovecha para llevarse al- vendidos, usados, acumulados o inter-
gunas de las grandes bolsas negras de cambiados. Tal como se observa en la
residuos que después utilizará para reconstrucción del recorrido de Nora,
hacer la separación en su casa. Toda ambos tipos de desechos/objetos son
esta tarea la cansa mucho, por eso lo importantes.
hace lentamente, deteniéndose de a Se puede establecer una rápida
ratos a descansar con las manos en la distinción entre los desechos que efec­
cintura. ­t i­v amente son recolectados por los
car­toneros: por un lado están aque­
DIVERSIDAD DE DESECHOS, llos que, de acuerdo con la denomina-
DIVERSIDAD DE OBJETOS ción que les atribuyen quienes los
recolectan, son identificados como “ma-
Una de las preguntas más recurrentes teriales”, es decir los residuos recupe­
que escuchan quienes se dedican a la rables susceptibles de ser vendidos a
práctica de la recolección es ¿qué cosas los depósitos y que serán vendidos por
recolectan? Esa misma pregunta repe- éstos posteriormente, como materia
tí yo más de una vez, obteniendo una prima para la industria. Y por otro

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lado encontramos las “cosas”13 que neral no se los entregan a cualquiera


reciben especialmente de algunos veci- que pase por el barrio, sino que los re-
nos, o que muchas veces son encontra­ servan y separan para aquellos carto-
das entre los residuos depositados en neros que ya conocen.
las veredas. También reciben alimentos, los cua-
En el primer grupo se encuentran les serán considerados como parte de
distintos tipos de materiales, agru­ un tercer grupo, independiente de los
pados por los “depositeros”14 bajo las otros dos.
siguientes denominaciones: 1) plásti- Estas distinciones responden, por
cos, botellas y vidrios,  2) metales, 3) un lado, al tipo de objetos, pero también
textiles, 4) papeles y cartones. Cada al tipo de trayectoria que éstos constru-
una de estas categorías incluye a su vez yen. En este sentido se puede estable-
diversas subdivisiones que serán más o cer una diferencia fundamental: todos
menos complejas y específicas según aquellos objetos, agrupados bajo el
cuál de los diferentes actores del circuito nombre de materiales, difícilmente
de reciclado se refiera a ellas.15 Dentro de sean singularizados (en el sentido men-
este grupo, los papeles y cartones consti- cionado arriba), ya que su uso posterior
tuyen el componente principal de la car- es la venta por kilo. Principalmente,
ga transportada diariamente por la gran quienes se dedican a la recolección bus-
mayoría de los recuperadores que traba- can este tipo de desechos para vender-
ja en la ciudad de Buenos Aires. los. Es en ese sentido que coincidimos
El segundo grupo se caracteriza por con Schamber (2008), en que se selec-
tratarse de objetos que se encuentran ciona aquello que posee un valor de co-
en buen estado. Se trata principalmen- mercialización en los depósitos donde
te, pero no de manera excluyente, de habitualmente se vende, aunque no sea
artefactos domésticos en desuso, mue- éste el único criterio utilizado. Así, el
bles, juguetes, calzado, ropa. Este tipo conjunto de desechos vuelve a adquirir
de objetos en general son ofrecidos por un estatus de mercancía, en términos
algún vecino o comerciante. Por lo ge- de Appadurai retornan a la situación
mercantil de su vida social. A continua-
ción mostraré algunos rasgos de ese
13
Esta denominación da cuenta a la vez de
una categoría nativa y de una categoría analítica.
proceso.
14
Me refiero a los dueños de los depósitos
que compran materiales de descarte a donde LOS DESECHOS COMO MERCANCÍAS
venden los cartoneros. Por lo general se encuen-
tran ubicados cerca de los barrios e incluso en
algunas zonas periféricas de la ciudad de Bue-
Recortes de papeles de oficina, papel
nos Aires. de diario, cajas de cartón, botellas de
15
En este punto me interesan aquellas dis- gaseosa de plástico, frascos y botellas
tinciones de materiales identificadas por los de vidrio vacías, bolsas de plástico… a
“cartoneros”. Para un abordaje acerca de los dis-
tintos actores participantes en el circuito de re-
lo largo de su recorrido Nora recibe y
ciclado, véase Pablo Schamber (2008) e Informe selecciona de los residuos una varie-
dgpru (2006). dad de materiales. Dicha separación la

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La vida social de los objetos recuperados 109

realiza según criterios específicos que Una tarde, mientras esperábamos en


dan cuenta de un savoir faire, de una el supermercado el carrito con los car-
expertise16 que se construye a partir de tones, Nora me pidió que la acompa-
su práctica cotidiana con los objetos. ñara hasta la puerta de un bazar
Nace del encuentro con ellos. “todo por dos pesos”,17 donde estaban
Qué llevar y cuánto son decisio­nes sacando cajas de cartón. Sobre la ve­
que se toman en el momento de la selec- reda había una caja grande, llena de
ción. La recolección se realiza siempre cajitas que antes habían contenido
en un orden, siguiendo una secuencia adornos de navidad, y muchas bolsas
específica, organizada en función de los transparentes pequeñas. Nora las re-
vecinos y encargados con quienes esta- visó separando unas de otras: el plás-
blece un acuerdo previo para que le tico que cubría las cajas y las bolsas
guarden materiales. Nora pasa primero pequeñas por un lado, las cajas de
por los edificios donde recoge cartones, cartón por otro. Mientras selecciona-
papeles, revistas, diarios, botellas plás- ba, le pidió a otra mujer que estaba
ticas. A veces solamente con lo que le juntando con nosotras que fuera a bus­
guardan en los primeros tres edificios car una bolsa grande para “poner la
de su recorrido consigue llenar su ca- basura” que estaba en las cajas gran-
rreta, completándolo con los cartones des que quería cargar.
que se lleva del supermercado y la per-
fumería. Esos materiales constituyen Aquel cúmulo de desechos que en
la parte principal de su carga diaria. un principio me habían parecido sólo
Su recorrido es trazado siempre a par- cajas, encerraba distintas calidades de
tir de su conocimiento de estos mate- plásticos y cartones que Nora diferen-
riales, en relación con ellos. Durante ciaba a la perfección.18 La basura ad-
su trayecto nunca se refiere a estos quiría nuevamente, a partir de su
desechos como tales, sino como mate- selección y clasificación, condiciones de
riales. No es menor esta distinción, intercambiabilidad, transformándose
porque Nora no junta basura: todos en un material pasible de ser comer-
aquellos desechos que no tienen ningu- cializado.
na posibilidad de ser reutilizados, ni
vendidos. 17
De esta manera se denomina a los comer-
Así, mientras la acompañaba en cios que venden cosas de bazar entre muchas
sus recorridos por las calles de la ciu- otras, a muy bajos precios.
dad, todo lo que antes veía como sim- 18
Este tipo de distinciones forman parte
de un saber vinculado al lugar en donde los
ple desecho empezaba a adquirir cartoneros realizan la recolección. Así quienes
nueva forma. trabajan en la zona de oficinas en el centro de
la ciudad adquieren la capacidad de distin-
guir entre una mayor cantidad de tipos de
16
Según Alain Quemin (1994: 6), “la experti- plásticos o papel. Esto supone entonces una
se técnica y la relación con el objeto son fuerte- diferencia de expertise entre unos y otros en
mente moldeadas por la experiencia social de relación con el tipo de objetos a los que pueden
los individuos”. acceder.

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110 Débora Gorbán

Las dimensiones de la expertise: rrio. Esta venta constituye una fuente


identificación, selección de ingresos importante para Nora, así
y organización de los objetos como un circuito paralelo de compra-
venta para algunos cartoneros.
Una a una fue abriendo las cajas, aco- Nora desarma las cajas de cartón
modándolas unas arriba de las otras despegándolas de las uniones hasta
en una pila, separando las bolsas de que quedan como una pieza plana y
nylon, que también iba a llevarse. El plegable, así ocupan menos lugar. Mu-
carro ya estaba repleto, pero Nora se chas veces, en mi afán de hacer algo
las arregló para seguir cargándolo mientras la acompañaba de un lado a
con el montón de cajas. Cuando ter- otro, intenté ayudarla en su tarea. Nora
minó de acomodar cuidadosamente se divertía observándome pelear con
todo, quitando las bolsas con las bote- las cajas, desarmando una en el mismo
llas de plástico que había juntado an- periodo de tiempo en que ella desar­
tes para ponerlas arriba, ató todo con maba tres. Esta situación resultaba
una cinta pasándola por arriba de la siempre motivo de burla. A través de
carga y sujetándola a las manijas de expresiones como “dale a ver si apren-
la misma (Registro Estación Carran- dés” o “con vos me muero de hambre”, o
za, 29/08/06). retándome “te dije que desarmes las
grandes”, Nora se posicionaba desde un
Nora realiza la clasificación definitiva lugar en el cual la poseedora del saber
de los materiales en su casa, cuando no era la universitaria que la seguía
vuelve al barrio, pero como se refleja con preguntas, sino ella. En esos mo-
en el registro de campo citado, antes de mentos se hacía palpable un saber
aquella separación, durante su trayec- práctico compartido por Nora y el res-
to en la ciudad, ordena la carga que to de sus compañeras sobre los objetos
lleva en la carreta. Para ello su carreta que recolectaban, que se vinculaba a
dispone de distintos sacos y bolsas la manera en que éstos eran manipu-
donde Nora ordena y distribuye lo que lados:
va encontrando. El lienzo más grande
está destinado a los cartones, papeles, Las manos de Nora se mueven ágiles
botellas de plástico, nylon, y objetos de desmontando cajas. La señora Eva y
gran volumen. Entre los dos caños des- su hija amontonan en una pila las ca-
de los que se conduce la carreta lleva jas que previamente habían desar-
colgados un saco de menor tamaño y mado, preparando así los materiales
una mochila. En este saco guarda pro- para cargar en la carreta. En peque-
ductos comestibles que encuentra o le ños montones van tirando al fondo
dan junto con la ropa y objetos peque- del saco los cartones, una vez que la
ños que no destina a la venta. En la carreta está llena la hija de la señora
mochila guarda los frascos de perfume se trepa a lo alto del carro y salta den-
importado que encuentra o le compra a tro del bolsón sobre los cartones para
otros cartoneros en el tren o en el ba- aplastarlos y hacer más lugar. Nora

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La vida social de los objetos recuperados 111

toma una cinta que rodea el borde del ción. Un elemento central a la hora de
saco y lo pasa por encima de la carga elegir qué juntar es la fuerza que debe-
(Registro de campo, 29/08/06). rá emplearse para cargar determina-
dos tipos de materiales, evaluando el
Cada movimiento desplegado forma consecuente desgaste físico que esto im-
parte de un repertorio más amplio plica. Al mismo tiempo se considera la
que se vincula con la expertise propia disponibilidad de espacio en la carreta
de esta actividad. Frente al lienzo y teniendo en cuenta el material que ya
los cartones mi cuerpo, a diferencia se ha recolectado y lo que se espera re-
del de Nora y las demás mujeres, colectar en lo que resta del recorrido.20
pierde naturalidad, no sé cómo mo- Un fragmento de mi diario de campo
verme ni qué hacer. Ellas en cambio, permitirá ilustrar esto último: “Una por
encuentran y de­sarman las cajas, las una [Nora] fue abriendo las bolsas que
acomodan y or­denan, maniobran la contenían botellas de plástico y frascos
carreta con facilidad, como si no pesa- de vidrio de distinto formato, pero no
ra los cien kilos que transporta. cargaba todo; dejaba algunos frascos y
La identificación y reconocimiento las botellas. Cuando le pregunté por
de cada material se encuentra a su vez, qué no se los llevaba me dijo que sola-
estrechamente vinculada con su posibi- mente las junta cuando la recolección
lidad de venta futura. En ese sentido, la no es buena, pero que hoy llevaba mu-
expertise no se relaciona solamente con cho” (Registro Estación Carranza,
la capacidad de reconocer los distintos 29/08/ 06).
tipos y calidades de materiales, sino A su vez, un registro del año si-
también con el manejo de la informa- guiente, permite ver de qué manera los
ción concerniente al mercado de com- criterios de selección se vinculan con
pra-venta de materiales, especialmente dos de los elementos mencionados: la
su precio de venta, que va modificándo- cotización de los materiales y el espacio
se a lo largo de los distintos momentos (y esfuerzo) que ocupan:
del ciclo económico.19 Pero a su vez, este
cálculo en función de precios se torna De las seis o siete bolsas que había en
más complejo con otros factores consi- la vereda del edificio, solamente revisó
derados en el momento de la recolec- una, dejando un montón de botellas de
gaseosa que estaban apartadas al cos-
19
El circuito informal del reciclaje compren- tado de las bolsas de residuos. Según
de distintas instancias que van desde los reco- me explicó, no le convenía llevarlas,
lectores a la industria (del acero, papeleras,
etcétera), pasando por distintos tipos de depósi-
tos e intermediarios ocasionales que compran a 20
Cabe destacar que este tipo de evaluación
depósitos no especializados para vender a las resulta posible en el caso de aquellas personas
industrias. Aun cuando cada uno es indepen- que realizan la recolección siguiendo diaria-
diente y autónomo del resto, su interconexión es mente el mismo recorrido, tienen sus “clientes”,
tan profunda que un mínimo cambio registrado conocen la dinámica de los barrios que transi-
en uno de ellos afecta a los demás (Schamber, tan, en definitiva poseen un conocimiento prác-
2008). tico construido a partir de su experiencia.

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112 Débora Gorbán

eran pesadas y no pagaban mucho por formaciones que experimenta el obje-


el plástico últimamente. Sólo se llevó to en tanto se encuentra en relación
los cartones y diarios, aunque ese día con unos o con otros. La decisión de
su carga no era muy cuantiosa (Regis- recolectar determinado objeto se vincu­
tro Estación Carranza, 7/05/ 07). la así con un cálculo que responde a
una evaluación en la que el precio de
Ambos registros reflejan las múltiples venta se constituye en un factor más.
formas en que se articulan las dimen- Conocer los circuitos de venta de de­
siones de la expertise con los materia- terminado material; la capacidad de po-
les. Como se desprende del último der recolectar una cantidad suficien­te del
fragmento, en ciertas ocasiones, aun mismo; tener o no otras formas de ob-
cuando la cantidad de materiales sea tención de recursos entre los miembros
escasa, el devaluado precio del plásti- de la familia, son elementos que se
co y el espacio que ocupan las botellas conjugan de manera diferente al mo-
hacen poco provechosa su recolección. mento de seleccionar o dejar un objeto.
Sin embargo, la referencia adquiere El límite que imponen el cuerpo, la
complejidad si la comparamos con un fuerza, pero sobre todo el desgaste físi-
registro realizado tan sólo dos días des- co producido por el trabajo diario de
pués, en el mismo barrio pero duran­te cargar y empujar la carreta, también
el recorrido de otra persona. “Cristian influye al momento de decidir qué lle-
disecciona una bolsa de residuos con la var, si seguir cargando o dar por finali-
paciencia de un cirujano: ‘Yo jun­to to­ zada la jornada:
do, vidrio, plástico, papeles, diarios,
todo, porque todo suma al final, es un Una de las mujeres que desciende en
poco más. También agarro así algo de la estación Carranza, de baja estatu-
comida, a veces dejan cosas buenas y ra y cuerpo pequeño, de unos 40 años
me llevo’” (Registro Las Cañitas, de edad, queda tapada por la carga
9/05/ 07). que transporta con su carreta. Los
A diferencia de Nora, Cristian tiene cartones y papeles que lleva sobrepa-
un recorrido nuevo, cuando lo conocí san el borde del saco, duplicando su
hacia pocos meses había vuelto a salir altura. Nora la observaba entre
con la carreta. No tiene clientes que le asombrada y preocupada, me decía
guarden materiales, por eso para obte- que no entendía como podía transpor-
ner más ganancia revisa todas las bol- tar esa mujer ese tamaño de carreta.
sas que encuentra a su paso y recolecta Ella tenía su límite, dejaba de reco­
cosas que Nora descartaría. Así, frente lectar cuando la carreta tenía un ta-
a la inestabilidad del volumen que car- maño determinado, ya que el peso
ga diariamente, la decisión de qué lle- extremo y el esfuerzo que tenía que
var y qué no en función de su precio de hacer para moverla, repercutía en sus
venta perdía centralidad. numerosos dolores físicos, especial-
En este punto resulta interesante mente hacia el final de la semana.
subrayar las pequeñas grandes trans- Más de una vez, los viernes, apro­

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La vida social de los objetos recuperados 113

vechando que ese día vende los ma­­ conocen y siempre le prestan dinero si
te­riales y debe organizarlos, Nora se ella lo necesita. Este tipo de préstamo
queda en su casa y en su lugar, una de es una práctica muy extendida entre
sus hijas viaja a la capital a recoger los depósitos y los recolectores.
los materiales que le guardan en los Antes de llegar al depósito, hay todo
edificios y el supermercado para no un trabajo de clasificación que es cen-
perderlos. Mientras ella aprovechaba tral para poder vender lo recolectado.
para descansar de los viajes a la ciu- Durante toda la semana, al regresar de
dad y del peso de la carreta (Registro la capital o a la mañana siguiente, Nora
Estación Carranza, 20/05/07). separa con dedicación cada tipo de ma-
terial en sacos diferentes. Así el papel
Se podría decir que los materiales se de color irá llenando a lo largo de la se-
hacen cuerpo. De esta manera, cuerpo, mana un saco, el cartón y el papel ma-
carreta y carga componen una unidad rrón otros, y lo mismo con el plástico y
indisociable en la actividad cotidiana las botellas de gaseosas. Esta clasifica-
de la recolección. Saber conjugar estos ción supone guardar los sacos con los
tres aspectos es parte de la experiencia distintos materiales hasta el momento
práctica de los cartoneros. de la venta, para lo cual se necesita su-
ficiente espacio.
La venta La casa de Nora tiene un patio por
donde se ingresa a la misma. Allí, ape-
El momento de la venta también supo- nas se traspasa el portón de chapa de
ne un conocimiento específico de los zinc que la separa de la estrecha calle,
objetos. Hay distintas modalidades de se encuentran apoyados, los sacos con
venta, algunos lo hacen cada día, en los cartones, bolsas negras de residuos
general los que menos cantidad reco- con botellas de plástico, y hacia el fon-
lectan; otros por semana o quincena, do un camión viejo. La parte de atrás
como Nora. Ella vende en un depósito está cubierta de bolsas con cartones,
que queda casi a 40 cuadras del barrio, ropa, algunos juguetes viejos y restos
es por eso que le paga a un vecino que de objetos. Al costado del camión, apo-
tiene flete para llevar los materiales yado sobre el muro de cartón y chapa
hasta allí. Ese depósito, a diferencia de que divide la casa del pasillo vecino,
los que se encuentran en el barrio y pa- una cocina parece haber cambiado su
san a retirar el material a domicilio, función por la de ropero. El patio es un
paga mejor. Sandra vende en un depó- espacio privilegiado para Nora porque
sito que está al fondo, en el mismo ba- allí puede acumular durante toda la
rrio. Aunque ahí le pagan menos, semana los lienzos con los materiales
vender en el depósito a donde va Nora sin tener que guardarlos en el interior
supone un gasto extra, el del flete (al- de la casa. Éste es uno de los motivos
rededor de dos dólares en 2007), que que esgrime Nora frente a su marido
en su caso no puede afrontar. Por otra para no mudarse a la casa de su sue-
parte, me explica, en este depósito la gro: “ahí no tengo patio, ¿dónde voy a

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114 Débora Gorbán

poner todos los cartones?”. Otros veci- por semana. La otra gente, la mayoría,
nos, que como ella salen con la carreta, no tiene la oportunidad de juntarlo,
al no tener lugar para acumular21 los porque ellos, el pesito que necesitan
materiales, deben vender más seguido hoy lo usan (Entrevista hecha por la
su carga. La desventaja de vender de autora, junio de 2004).
esta forma es el menor precio obtenido
por lo recolectado, ya que cuanto ma- A su vez, para vender semanalmente se
yor es el volumen ofrecido, mayores necesita contar con un ingreso22 que
son las posibilidades de negociar un permita cubrir los gastos del hogar du-
precio más favorable. rante toda la semana, para no tener
La clasificación, así como la posibi- que vender la carga antes de tiempo.
lidad de acumularlos durante un tiem- En general, quienes tienen una mayor
po más o menos prolongado, son antigüedad en la recolección poseen ca-
formas de agregarle valor a los mate- rretas grandes (cien kilos), varios clien-
riales. Y forman parte de la expertise tes, recolectan un volumen casi
que desarrollan quienes se dedican a constante de materiales, y pueden aco-
la recolección. La descripción que hace piar y vender cada semana. Por el con-
Juan, sobre su forma de vender refleja trario, aquellos que salen de manera
esta expertise y la existencia, a partir más irregular, sin carretas, sin lugares
de ella, de un proceso de diferenciación fijos, tienen dificultades para vender
entre quienes se dedican a la recolec- a finales de la semana. En muchos ca-
ción: los que pueden acumular y los sos, éstos son los que viven al día.
que se ven obligados a vender rápida- La relación con los depósitos consti-
mente. tuye un punto central no sólo al mo-
mento de organizar la venta, sino
Yo los junto y los vendo los fines de se- también a la hora de evaluar otras al-
mana. Vos venís a mirar un día vier- ternativas. Por ejemplo, elegir un de-
nes a la noche y yo tengo diez, doce pósito para vender la carga no sólo se
lienzos, lienzo llamamos a esto (seña- vincula con el precio que ofrece por el
lando los grandes sacos donde están material. También son considerados
guardados los cartones). Llenos de car- otros elementos, entre los cuales se
tón. Paquetes de diario, cuarenta; bol- destaca la posibilidad de disponer de
sas de blanco, no sé, diez bolsas. Y me adelantos de dinero. Éstos consisten
estoy sacando 300 pesos (60 dólares) en que los depositeros adelantan el di-
nero de la próxima venta, descontando
21
El espacio es un elemento central tanto
para la recolección como en la organización eco- 22
En muchas ocasiones ese ingreso no sólo
nómica del hogar. Esta práctica es muchas ve- está conformado por lo que se obtiene de la ven-
ces también llevada adelante por personas en ta de materiales, sino también a través de otras
situación de calle pero, a diferencia de aquellos actividades, muchas veces changas o pequeños
que poseen una vivienda a donde volver diaria- trabajos realizados por alguno de los integran-
mente, ésas carecen de las condiciones para tes del hogar, la percepción de planes y ayudas
acumular cosas. sociales, entre otro tipo de recursos.

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La vida social de los objetos recuperados 115

el importe prestado del monto que le la estimación de su valor, o en la forma


pagan al cartonero por los materiales. en que es presentado junto a otros obje-
Esto lleva a una continuidad en la re- tos en el lote, se podrá generar la desca-
lación con el depósito que va más allá lificación del subastador y también del
de los precios que éste propone, ya que objeto, haciendo que las ofertas que se
para devolver el dinero se debe vender realicen por éste sean de un valor me-
nuevamente al depósito que otorgó el nor al estimado.
préstamo. Trasponiendo esta observación para
El depósito es una instancia inelu- el caso de la recolección, cuando se pre-
dible en la tarea de los recolectores, ya paran los materiales para la venta mu-
que sin un lugar en el cual vender los chos ponen en práctica una serie de
materiales, los sacos llenos de papeles procedimientos que permitirán aumen-
y cartones vuelven a convertirse en de- tar el peso de la carga y, en consecuencia,
sechos. el precio obtenido. Mojar el papel y los
A pesar de esta relación desigual, cartones, poner arena en las latas de ga­
existen determinadas tácticas (De seosa que se van a vender antes de
Certeau, 2000) que a veces permiten aplastarlas, son algunas de estas estra-
obtener una pequeña diferencia al mo- tegias. Sin embargo, los depositeros,
mento en que los sacos son pesados en que conocen el oficio, muchas veces re-
la balanza. En este sentido, la manera chazan los sacos que están mojados, o
en que se organizan los materiales en penalizan a su dueño pagándole menos
los sacos y bolsas antes de ser llevados del peso indicado por la balanza. En
al depósito, resulta fundamental. Pero ambos casos, la expertise se construye a
para esta tarea es imprescindible te- partir de la experiencia de ambos en
ner familiaridad con los objetos que se relación con el manejo de los objetos.
venden y con otros recolectores de más Lejos de las calles de la capital, el
trayectoria que puedan transmitir di- acopio y clasificación de los materia­les
chas tácticas. se convierte en un momento central
En este punto resulta interesante en la transformación de los residuos en
volver sobre un aspecto del ya citado mer­cancías hecha por los cartoneros.
texto de Quemin (1994). El autor, en su Ya que la posibilidad de acumular y de
investigación sobre los martilleros de clasificar los materiales repercute di-
las casas de subastas en París, se refie- rectamente en la capacidad de agre-
re a la dimensión social de la expertise, gar (más) valor a los desechos.
a propósito de la clasificación experta y
técnica de los objetos antes de la venta LA ACUMULACIÓN DE OBJETOS
en remate. Según su análisis, la estima-
ción del valor de un objeto es influencia- Entre la diversidad de materiales ya
da por la expertise que demuestran los señalada, hay un conjunto de distintos
subastadores para identificarlo. En el tipos de objetos/desechos que se desta-
caso en que éste no resulte correcta- can por ser utilizados como formas de
mente identificado, o exista un error en ahorro. Entre los objetos que se buscan

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116 Débora Gorbán

para su recolección y venta están Escena 1: las cosas de Navidad


aquellos que se caracterizan por po-
seer un precio mayor que el resto: pa- Un día cercano a las fiestas de Navi-
pel blanco,23 cobre, aluminio y plástico. dad estaba en la casa de Nora, hacía
Juntar estos materiales garantiza la un calor sofocante. A la hora del al-
obtención de un mayor ingreso. Hasta muerzo Nora les pidió a sus hijos que
allí no parece haber una diferencia con sacaran la mesa al patio, para comer
el resto; sin embargo, en lo que respec- debajo de la media sombra. Seba y
ta al papel, el plástico, el cobre y el alu- Lisa se encargaron de sacar la mesa
minio, pude observar una particular chica al patio, mientras con Lali lleva-
manera no sólo de prepararlos para la mos las sillas desde el comedor al pa-
venta, sino de relacionarse con ellos. tio. En esta pequeña mudanza quedó
Me refiero a la forma en que se dispone al descubierto una bolsa que estaba en
de estos objetos como ahorro no mone- un rincón del comedor, debajo de la
tario y los usos asignados a los mis- mesa, repleta de latitas de aluminio.
mos. A su vez, este tipo de prácticas de Cuando las vi, le pregunté a Nora por-
ahorro suponen la existencia de un ele- qué las guardaba adentro, ya que el
mento que para otras formas de ahorro resto de los materiales, el cartón, los
no resulta significativo: el espacio. diarios, las botellas, estaban en los sa-
Como mostraré a partir de los datos de cos afuera, en el patio. “Es que si las
campo, el espacio deviene una varia­ dejo afuera [las latitas] las roban, eso
ble indispensable para estas prácticas es caro.” Me explicó que durante todo el
de ahorro, las cuales no sólo refieren a año juntaba las latitas y en esta época
una forma de acumular, sino también del año, cuando su precio aumentaba,
a una forma de gasto. A continuación las vendía para comprar “las cosas de
describiré tres escenas en las que se Navidad”.
despliegan distintas maneras de acu-
mular materiales. Escena 2: el patio y las botellas

Hugo tiene alrededor de 40 años, es


morocho, lleva el pelo largo, atado en
23
Dentro de lo que se denomina común-
mente como “papeles” o “recortes” hay una
una cola de caballo. Tiene ojos pequeños,
gran variedad de calidades que son diferencia- la cara redonda. No es muy alto y cami-
das en la industria papelera, y en los depósitos na dando saltos. Lleva puesta una re­
donde venden los cartoneros. Rápidamente se mera blanca con inscripciones, una
pueden distinguir los cartones o papeles ma-
rrones del resto de los papeles. Dentro de este
campera abierta, un jean y zapatillas.
segundo grupo se distinguen los papeles bara- En la cintura tiene una riñonera ne­
tos (diarios, revistas entre otros) del “blanco”, gra. Pasa caminando con su esposa por
tal como es conocido entre quienes trabajan la puerta del supermercado en don­de es­
vinculados a esta actividad. Esta forma de sin-
gularizar refiere a su mayor valor de cambio,
tamos paradas Nora y yo. Se detie­ne y
que lo convierte en un objeto preciado por los nos saluda. No lleva la carreta, y Nora
cartoneros. le pregunta si estaba trabajando. “¡Sí!

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La vida social de los objetos recuperados 117

Hoy vine a vender todas las botellas trada en separar las cajas, asiente con
que tenia ahí en el fondo de la casa, ¿te la cabeza.
acordás? Estoy trayendo de a poco, son D: ¿Y ese plástico, lo vendes separado
un montón. Ya vine dos veces y todavía del resto de las cosas?
me quedan.” Le pregunto desde hace S: Sí, eso me lo da mi mamá para que
cuanto que las junta. “¿Éstas? Son de to­ junte para mí.
do un año, como 3 000 kilos, y ¿sabés El plástico que Nora o ellas juntan, Sol
cuánto voy a sacar? 300 pesos, sólo eso se encarga de venderlo en un depósito
por todo un año ¡y no sabes el lugar que del barrio que está atrás de la casa. Su
ocupan! Yo tengo un fondo ahí en mi mamá se lo da para que tenga su pla-
casa, y están todas apiladas atrás y ta, para el bebé que va a tener en unos
¡ocupan casi la mitad del terreno! Pero meses.
ahora las tengo que vender sí o sí, por- D: ¿Y Lisa? ¿A ella no le toca nada?
que me mudo, ahí alquilaba y me voy a Sol me mira sonriéndose y niega con la
otra casa mía, que me hice yo, pero no cabeza: “pero a ella le están juntando
tengo lugar para todas las botellas.” el blanco para los quince”
D: ¿Cómo es eso?
Escena 3: blanco y plástico para S: Y todo el blanco lo guardan en el
ocasiones especiales fondo para pagar la fiesta de 15.
D: ¿Pero falta para la fiesta, o no?
Las dos hijas de Nora (Lisa y Sol) y yo ¿Cuántos años tiene?
caminamos hacia el bazar a buscar las S: Y como 13, es para el 2009 recién.
cajas. Cuando llegamos los vendedo­
res estaban dejando cajas de mercade- Latas de gaseosa, botellas, papel y plás-
rías vacías en la vereda. Entre las tres tico se acumulan en los rincones de las
nos pusimos a separar y desarmarlas. viviendas de Nora y Hugo. En su casa
Mientras Sol, que estaba con ganas de Nora destina un lugar específico a estos
hablar, me explica que todo lo que lle- materiales, ya no en el patio donde se
van ese día es para su mamá, para la amontonan los lienzos con cartones, pa-
casa. De su bolsillo saca un papelito chi- pel de diario y plásticos, sino en el inte-
quito y todo arrugado y me lo muestra, rior de la vivienda, alejados de miradas
alcanzo a leer “17.90 pesos”, escrito en indiscretas, guardados en distintos rin-
birome verde. Le pregunto qué es: cones. La principal diferencia entre es-
tos materiales y el resto de lo que Nora
S: Del plástico que vendí el otro día, recolecta, es que son guardados duran-
tengo que pasar a cobrarlo. te meses, incluso años. Como se observa
D: ¿Con eso te pagan? ¡No lo pierdas! en las tres escenas descritas, la distin-
S: ¡No lo tengo que perder! ción entre estos materiales y los demás
Le pregunto a qué cantidad de plástico opera en varios sentidos. Por un lado, se
corresponde, y ella me responde que es trata de materiales que resultan esca-
“una bolsa grande y un poquito, ¿no sos, es decir son más difíciles de encon-
es cierto Lisa?”. Su hermana, concen- trar en las calles, especialmente el

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118 Débora Gorbán

papel blanco y el aluminio, ya que son dad. Este tipo de acopio aparece como
muy buscados debido a su alto valor una práctica diferenciada de la práctica
de cambio. Por otro lado, este valor de de acopio de cartones y diarios. La dis-
cambio resulta significativo cuando tinción es señalada en parte, a través
se consigue acumular una cantidad con- del espacio físico que se les destina en
siderable de material (recordemos que la vivienda, y en el espacio simbólico
la venta es por kilo). Todo ello influye en que ocupa en la proyección de gastos de
el ritmo de acumulación de estos mate- Nora y su familia. Los papeles blancos
riales. Este ritmo cambia a su vez en y el plástico pueden incluirse en este
relación con la zona de la ciudad en don­ tipo de práctica de acumulación dife-
de se lleve adelante la recolección. Así, renciada, como se desprende de las es-
quienes trabajan en el microcentro tie- cenas descritas.
nen más posibilidades de llevar papel
blanco (se trata de una zona de edificios La acumulación como práctica de
de oficinas que son las que más descar- ahorro
tan este papel), que quienes recorren
las calles de barrios residenciales. A su En francés la palabra ahorro se tradu-
vez, para poder guardar estos mate­ ce como mettre a coté de (l’argent), cuya
riales durante un periodo de tiempo traducción literal significa poner el di-
significativo, ese hogar debe tener la nero a un lado, separarlo. Podría decir-
capacidad de disponer de otros recursos se, de esta forma, que juntar las latitas
para su consumo diario. Es por ello que o el plástico traduce en la práctica el
esta acumulación a largo plazo no es sentido de la acción de ahorrar, a tra-
una práctica realizada por todos los que vés de la separación y la disposición de
recolectan, y así se constituye en un ele- los materiales en espacios diferentes.
mento que opera en el proceso de dis- Es en este sentido que la acumulación
tinción al interior del grupo. de estos materiales constituye para
Para Nora, acumular una cantidad Nora y su familia, una forma de aho-
significativa de latitas de aluminio es rrar dinero en objetos.
una actividad que se extiende en el Se ahorra dinero a través de los
tiempo. En general éstas se encuentran materiales, bajo su forma de objetos.
en las bolsas, que a veces deja sin revi- Se guarda el material y no el dinero,
sar, o en los tachos de residuos que hay estableciendo así una distancia entre
en la calle. Todos los años Nora repite la la inmediatez del dinero y lo mediato
misma práctica, acumula latitas du- de la cosa. Pero al mismo tiempo los
rante cuatro o cinco meses, siempre en tres tipos de objetos comparten la par-
la misma época, y un mes antes de Na- ticularidad de ser experimentados en
vidad, cuando los precios todavía se la práctica como dinero, pero sin la
mantienen altos (ya que a fin de año vola­tilidad característica de éste: “¡A
disminuyen) vende lo acumulado. Lisa le sacaron el blanco. Cuando llegó
Guardar latitas durante meses le per- no había nada!”, exclama Nora en refe-
mite hacer frente a los gastos de Navi- rencia al papel que retira en una ofici-

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La vida social de los objetos recuperados 119

na localizada en su recorrido. ¡La voy gasten rápidamente. Un mediodía,


a matar a esta pendeja! Eso por que- mientras charlaba con Nora en la coci-
darse paveando, tiene que ir antes, ¡eso na de su casa, Seba y Lali (sus hijos me-
es plata!” nores) entraron riéndose y comiendo
Esta forma de ahorro en objetos no unos helados. Nora los miró diver­tida
está alejada de las prácticas de ahorro preguntándoles de donde habían saca-
habituales en las cuales el dinero es do la plata para las golosinas. Ninguno
puesto a resguardo, ya sea en una caja de los dos respondió, sólo se reían hasta
de seguridad en un banco, con el fin de que Lali señaló con picardía una mace-
ahorrar o preservar el dinero. ta que estaba apoyada sobre una silla
Al mismo tiempo, la utilidad pro- al costado de la puerta de ingreso a la
ducto de cada objeto acumulado se des- casa. “¡Claro! descubrieron el lugar
tina a un gasto futuro específico, se donde guardo la plata de las cosas de
guarda para algo. Como se observa a limpieza”. Ese dinero, “solo moneditas”
partir de la manera en que Nora y sus según Nora, es lo que ella separa para
hijas se refieren a dichos materiales: el poder tener como cambio cuando hace
plástico es para Sol y los gastos de su una venta, “pero ya ves que no dura
futuro bebé, el papel blanco para la fies- nada”. De cierta forma, la anécdota re-
ta de 15 de Lisa. Se produce una sin­ fleja la inestabilidad del dinero en efec­
gularización de los materiales, un tivo. Las monedas, descubiertas en
marcaje: “People continually disrupted su escondite, son rápidamente gasta-
monetary uniformity, furiously diffe- das, dejando en evidencia la inestabili-
rentiating, earmarking, and even in- dad de estos ahorros en el hogar de
venting new forms of money” (Zelizer, Nora. Por el contrario, el papel o alu-
1994: 139). minio no suponen una disponibilidad
Retomando lo antes dicho, el mate- inmediata, por eso es que pueden
rial, en su trayectoria, se aleja de su guardarse sin riesgo a que sean gasta-
condición de desecho para transfor- dos. Así, al no poseer el dinero en efec-
marse en una forma de ahorro, desti- tivo, resulta más fácil también eludir
nada a un gasto futuro específico. los pedidos de dinero que les hacen
Pero cabe preguntarse, ¿por qué otros miembros de la familia. Es posi-
guardar los objetos y no el dinero de su ble decir que no sin romper el circuito
venta? En primer lugar, porque supone de obligaciones mutuas del grupo.
una postergación en el uso del dinero,
dificultando la disposición rápida del A MODO DE CIERRE:
mismo. El papel no puede usarse direc- LA CIRCULACIÓN DE OBJETOS
tamente para comprar algo, no es lo
mismo la disponibilidad de gasto permi­ En la ciudad es posible encontrar dis-
tida por el dinero líquido que una re- tintos tipos de cosas y materiales. La
serva de papel blanco o de plástico. A calle también puede convertirse en un
su vez, también es una forma de evitar lugar lleno de tesoros esperando a ser
que otros miembros de la familia lo hallados. La recolección, pensada desde

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un estricto punto de vista laboral, deja de los diferentes canales de circula­


de lado todo este rico conjunto de obje- ción de esos objetos. Así, cada uno de
tos que se ponen en movimiento a par- estos movimientos son transformacio-
tir de su encuentro con los cartoneros. nes que representan, a su vez, momen-
Este tipo de objetos se encuentran, no tos en la vida de esos objetos, y para
se buscan. Son las cosas que muchos poder ser aprehendidas deben obser-
vecinos guardan, o que dejan con las varse siempre en la relación de las per-
bolsas de residuos en la vereda a donde sonas con las cosas. Para quienes se
Cristian o Nora, entre otros, se encuen- dedican a la recolección su tarea no
tran con ellos. No se buscan porque existe sino con esos objetos. Son esos
nunca se sabe qué se puede hallar. Sin diversos objetos, y sus múltiples vidas,
embargo, aun desconociendo el tipo de a partir de los cuales construyen di­
objetos que encontrarán, son considera- ferentes formas de obtener recursos,
dos por los cartoneros como un recurso dinamizando distintos circuitos de
extra en el sostenimiento de sus hoga- circulación de los mismos.
res. De esta manera, el viaje a la ciudad Pero esa diversidad de objetos mu-
también puede ser vivido como una sa- chas veces no es utilizada según su fun-
lida en busca de objetos que represen- cionalidad original, sino que cada uno
tan ese ingreso extraordinario, pues les le otorga un destino diferente. Así, esa
permite acceder a determinados artícu- forma de apropiarse del objeto se cons-
los de confort doméstico, muchas veces tituye también en una manera a través
inaccesibles por su elevado costo. de la cual los cartoneros establecen dis-
Casi todos los objetos recolectados tinciones sociales hacia y en el interior
encuentran un destino posterior. Si se del grupo: quienes pueden acceder a ob-
pudiese graficar la configuración de ob- jetos de mayor valor para venderlos o
jetos que se despliega alrededor de equipar su casa; los que pueden acumu-
Nora, entre lo que recolecta, lo que le lar y ahorrar objetos; quienes acceden a
dan, y guarda, así como lo que compra y una mejor y mayor cantidad de mate-
vende, se trataría de un diseño reticu- riales y pueden realizar una venta se-
lar en el cual Nora aparecería en un manal y no diaria; quienes incluso
centro jerárquico en relación con el res- atesoran objetos que no venden. La
to de su red social (siempre observando transformación de los objetos encontra-
desde su perspectiva). Pero un centro dos se produce, entonces, en esa rela-
que va cambiando a medida que el obje- ción con la persona que lo encuentra,
to se pone en movimiento; y el punto de cruzándose y modificándose la vida del
observación se traslada desde Nora ha- objeto y la de su nuevo dueño.
cia algún otro miembro de la red. Así, estas diferencias dan cuenta de
El momento de coincidencia espacio- los procesos de calificación y jerarqui-
temporal de los objetos y las personas zación existentes entre quienes se de-
que los recolectan será sucedido por dican a la recolección a partir de la
una nueva dispersión puesta en mar- vinculación con los objetos que se reco-
cha a partir de este encuentro a través lectan y lo que con ellos se hace.

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