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Secreto profesional

El secreto profesional es la obligación legal que tienen ciertas profesiones de mantener


en secreto la información que han recibido de sus clientes. Al contrario de lo que ocurre
con tipos de deberes de confidencialidad, el secreto profesional se mantiene incluso en
un juicio.

Entre estos profesionales, cabe citar como casos más típicos el abogado, el médico, el
enfermero, el psicólogo, el periodista el trabajador social. Sin embargo, también puede
haber otros casos de asesores o servicios que tengan ese tipo de obligación, por ejemplo
los asesores fiscales (a veces incluidos dentro de los abogados) o las compañías de
seguros. Cabe destacar que ante un procedimiento judicial y bajo las garantías legales
establecidas, el juez puede establecer el levantamiento del mismo a cualquiera de los
anteriormente citados a excepción de los abogados que estén actuando en el mismo.

Secreto profesional de un informático.

El secreto profesional es necesario en la Informática al igual que en las


profesiones tradicionales como la Medicina o el Periodismo.

Aquí resulta clave que se aclare cómo manejar de forma adecuada la


discrecionalidad, tanto a nivel empresarial como con clientes individuales.

No basta con demostrar un excelente desempeño, destrezas y


conocimientos técnicos. Si no podemos transmitir nuestra confiabilidad ante
quienes nos contraten, las posibilidades de expansión laboral serán muy
limitadas, por no decir nulas.

Algunos de los aspectos que ameritan secretismo informático son los


siguientes:
 -Administración de contraseñas (emails, accesos, etc.)
 -Contenido de los respaldos de datos.
 -Instrucciones o procedimientos de trabajo.
 -Administración de dispositivos y equipos.
 -Estadísticas.
En un estado ideal, el informático debe convertirse en una especie de “caja fuerte
andante” que maneja mucha información sensible, la cual -de ser expuesta-
podría acarrear serios problemas de seguridad para su empleador o cliente
externo.

De hecho, se da el caso de que en ocasiones se requiere dosificar el contacto


informal ya que hacia fuera existe cierto morbo con esta profesión, la gente
quiere saber…o que les cuenten.
En fin, corresponde al informático que se encargue de cimentar esa confianza
desde el principio y que no la descuide en ningún momento ya que al más mínimo
detalle se puede quebrantar.

Por razones de seguridad, algunas empresas obligan a firmar un acuerdo de


confidencialidad, que sin embargo no garantiza que se cumpla 100% por alguna
de las dos partes envueltas ya que se pueden presentar situaciones que vulneren
a este compromiso contraído.

Recapitulemos, la “confiabilidad” no se enseña en la universidad aunque exista


una asignatura de Ética o un código para los ingenieros, a conveniencia podría
ser letra muerta o borrarse de nuestra memoria de manera selectiva.

Una cosa es lo escrito y otra lo aplicado, quienes administramos información


sensible estamos expuestos constantemente a ser tentados para divulgarla.
A nosotros nos toca protegerla de forma total y absoluta…incluso en aquellos
momentos en que las relaciones laborales se encuentren en momentos
conflictivos.

Lo normal es que nuestros clientes internos nos permitan trabajar en sus


computadores sin importar las aplicaciones que tengan abiertas cuando se
presenta la incidencia; esa constituye la mayor prueba de confianza que un ser
humano puede ofrecer.

Corresponde que siempre nos comportemos a la altura de esa premisa,


enfoquémonos en la solución del problema y evitemos la divulgación de la
información de manera no autorizada.

http://visionarios2.blogspot.com/2013/03/el-secreto-profesional-en-la-informatica.html

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