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Psicología Aplicada A Los Cuidados
Psicología Aplicada A Los Cuidados
Hasta el siglo XIX la psicología no era una disciplina formal. Por supuesto, la mayoría
de los grandes pensadores de la historia, desde Aristóteles a Zaratustra, se planteaban
cuestiones que en la actualidad serían consideradas psicológicas. Querían conocer
cómo se recoge la información a través de los sentidos, cómo se emplea para resolver
problemas y cómo nos hace actuar de manera noble o cobarde; se preguntaban sobre
el carácter lábil de las emociones y si es posible controlarlas o son ellas las que nos
gobiernan; al igual que los psicólogos actuales, querían describir, predecir, comprender
y modificar el comportamiento con el fin de contribuir al conocimiento y aumentar la
felicidad humana. Pero a diferencia de los psicólogos actuales, los pensadores del
pasado no solían basarse en la evidencia empírica y muchas de sus observaciones
estaban basadas en anécdotas o descripciones de casos individuales. Esto no quiere
decir que los predecesores de la psicología moderna estuvieran siempre equivocados,
sino que muy al contrario muchas de sus intuiciones y observaciones se confirmaron
posteriormente. El médico griego Hipócrates (460-377 a. C.), padre de la medicina
moderna, observando pacientes con lesiones en la cabeza llegó a la conclusión de que
el cerebro tenía que ser la fuente última de «placeres, alegrías, risas y bromas, así
como de penas, dolores, tristezas y lágrimas». y de hecho así es. Durante el siglo I a.
C., los filósofos estoicos observaron que las personas no se entristecen, se enfadan o
se ponen nerviosas por los acontecimientos reales sino por las interpretaciones que
hacen de esos acontecimientos. y así es. En el siglo XVII, el filósofo inglés John Locke
(1643-1704) argumentó que la mente funciona mediante la asociación de ideas que
surgen de la experiencia, una propuesta que sigue influyendo hoy en muchos
psicólogos.
Estructuralismo. Las ideas de Wundt, algo modificadas, fueron difundidas por uno
de sus alumnos, E. B. Titchener (1867-1927), con el nombre de estructuralismo. Al
igual que Wundt, los estructura listas querían descomponer las sensaciones, imágenes
y sentimientos en sus elementos básicos, de la misma manera que la química describe
el agua en términos de átomos de hidrógeno y oxígeno. Por ejemplo, se pide a alguien
que escuche el golpeteo de un metrónomo y diga exactamente la que oye. La mayoría
de los participantes suelen decir que perciben un patrón (algo así como CLIC, clic, clic,
CLIC, clic, clic), , pese a que los golpes que produce el metrónomo son en realidad
iguales. En otros casos se les pedía que descompusieran los elementos del sentido del
gusto al morder una naranja (dulzor, acidez, humedad, etc.). Sin embargo, a pesar del
programa de investigación intensivo realizado, el estructuralismo fue desapareciendo
porque la explicación del pensamiento ha de ir más allá de descubrir los elementos
componentes de una sensación o imagen y sus conexiones. Años después del
abandono del estructuralismo, Wolfgang Kohler (1959) y sus compañeros recordaban
su experiencia como estudiantes: «Lo que nos incomodaba era. ..la implicación de que
la vida humana, aparentemente tan llena de color, tan intensa y dinámica, no era más
que un aburrimiento tremendo». La confianza del estructuralismo en la introspección
también conllevó
problemas, ya que a pesar del entrenamiento exhaustivo de los participantes en los
experimentos, éstos no siempre daban informes congruentes. Si se les pedía que
imaginaran la que se les viniera a la mente al oír la palabra triángulo, la mayoría decía
crear la imagen visual de una forma con tres lados y tres ángulos, pero uno podía decir
que era una forma roja brillante con ángulos iguales y otro que se trataba de una forma
giratoria sin color y con un ángulo mayor que los otros Iados. Algunos incluso decían
poder pensar sin tener que formarse ninguna imagen visual (Boring, 1953). De esta
forma, era, por tanto, difícil conocer cuáles son los atributos mentales básicos de un
triángulo.
Funcionalismo. Otro de los primeros enfoques de la psicología científica, el
funcionalismo, ponía el énfasis en la función o en el propósito de la conducta mas que
en su análisis o descripción Uno de sus líderes fue el filósofo, médico y psicólogo
estadounidense WilliamJames (1842-1910) quien argumentaba que buscar los
elementos integrantes de la experiencia, como habían hecho Wundt y Titchener, era
una pérdida de tiempo porque el cerebro y la mente están en permanente cambio. Las
ideas estables, sobre los triángulos o cualquier otra cosa, no son lo que se entrevé a la
luz de «las candilejas de la conciencia». Intentar captar la naturaleza de la mente a
través de la introspección, escribió James (1890/1950), es como «asir una peonza para
coger su movimiento, o intentar encender la luz tan rápidamente que podamos ver
cómo es la oscuridad». Donde los estructuralistas se preguntaban qué pasa cuando un
organismo hace algo, los funcionalistas se preguntaban cómo y por qué. Esta postura,
en parte, estaba inspirada por las teorías evolucionistas del naturalista británico
Charles Darwin (1809-1882). Darwin había defendido que la tarea de la Biología no era
la mera descripción, por ejemplo del plumaje del pavo real o las manchas pardas de los
lagartos, sino la de intentar comprender la contribución de estos atributos a la
supervivencia, por ejemplo porque sirvieran para atraer a la pareja o para ocultarse a la
vista de los enemigos. De igual forma, los funcionalistas querían conocer cuál era la
contribución de conductas específicas y procesos mentales a la adaptación de
personas o animales al medio, y por ello, se pusieron a buscar las causas subyacentes
y las consecuencias prácticas del comportamiento y los procesos mentales. A
diferencia de lo que les había sucedido a los estructuralistas, los funcionalistas se
sintieron libres para elegir entre varios métodos y ampliaron el campo de la psicología
al estudio de la infancia, los animales, las experiencias religiosas y a lo que James
denominó «el flujo de la conciencia», metáfora que todavía se utiliza porque refleja muy
bien la sensación de que los pensamientos fluyen como la corriente de un río, a veces
plácida, a veces turbulenta. El funcionalismo, como el estructuralismo, tuvo una vida
corta como escuela psicológica porque carecía de una teoría precisa y de un programa
de investigación que consiguiera adhesiones. Además, abrazó el estudio de la
conciencia justo en el momento histórico en que este concepto iba a caer en desgracia.
Sin embargo, el énfasis del funcionalismo en las causas y consecuencias de la
conducta marcó el curso de la psicología científica.
Psicoanálisis. El siglo XIX también conoció el nacimiento y desarrollo de varias
terapias psicológicas. Por ejemplo, en Estados Unidos, el movimiento de la «cura
mental» fue inmensamente popular entre 1830 y 1900. Las «curas mentales» eran
intentos de corregir las «falsas ideas», que se decía que llevaban a la ansiedad,
depresión e infelicidad (Caplan, 1998; Moskowitz, 2001). La escuela de la Cura mental
es uno de los antecedentes de las terapias cognitivas actuales . Pero la psicoterapia
que tendría impacto mundial durante más de un siglo nació en Viena (Austria). Mientras
los investigadores europeos y americanos trabajaban en sus laboratorios intentando
hacer de la psicología una ciencia, un neurólogo desconocido, Sigmund Freud (1856-
1939), escuchaba en su consulta las narraciones de los enfermos sobre su depresión,
su nerviosismo o sus hábitos obsesivos.. Freud llegó a la convicción de que muchos de
los síntomas que presentaban sus pacientes tenían causas mentales y no físicas. Su
conclusión fue que el malestar que padecían se debía a conflictos y traumas
emocionales que se habían producido durante la infancia y que eran demasiado
dolorosos para ser recordados conscientemente, tales como experimentar deseos
sexuales hacia la madre o el padre. Para Freud la conciencia no es más que la punta
del iceberg. Bajo la parte visible subyace la parte inconsciente de la mente que
contiene deseos no revelados, pasiones, secretos culpabilizadores, anhelos
innombrables y conflictos entre el deseo y el deber. Muchos de estos impulsos y
pensamientos son de carácter sexual o agresivo. No solemos ser conscientes de ellos
en la rutina cotidiana, pero se dejan entrever en los sueños, los actos los fallidos,
accidentes aparentes e incluso en los chistes. Freud (1905a) escribió: «No hay mortal
que pueda guardar un secreto. Si sus labios permanecen en silencio, sus dedos
hablan. Exuda traición por los poros». Las ideas de Freud no tuvieron un éxito
inmediato. De hecho, de su primer libro, La interpretación de los sueños (1900/1953),
sólo se vendieron 600 ejemplares durante los ocho años posteriores a su publicación.
Sin embargo, su propuesta fue tomando forma como teoría general de la personalidad
y método de psicoterapia hasta llegar a ser conocida como psicoanálisis. La mayoría
de los conceptos freudianos fueron y siguen siendo rechazados por los psicólogos
experimentales, pero han tenido y tienen una influencia enorme sobre la filosofía, la
literatura y el arte del siglo xx. El nombre de Freud se ha convertido en algo tan
cotidiano como el de Einstein. A partir de estos comienzos en el marco de la filosofía,
las ciencias naturales y la medicina, la psicología se ha convertido en una disciplina
compleja que incluye diferentes especialidades, perspectivas y métodos. En la
actualidad es una gran familia numerosa que sigue creciendo; sus integrantes tienen
abuelos comunes, pero algunos primos se han aliado entre sí, en tanto que otros
discuten permanentemente o no se dirigen la palabra.
cultura
Si tuviera una vecina ruidosa, grosera y antipática y pidiera a un grupo de psicólogos
que explicara por qué esta persona es tan odiosa, le darían respuestas diferentes
dependiendo de su perspectiva teórica. Podrían hablar de aspectos genéticos, de su
actitud beligerante frente al mundo, de la educación recibida, del entorno que favorece
este tipo de temperamentos desabridos o de la influencia de motivos inconscientes. Los
psicólogos actuales ven la conducta humana a través de distintas lentes.
Principales perspectivas psicológicas
Las cinco lentes que predominan en la psicología actual son las perspectivas biológica,
del aprendizaje, cognitiva, sociocultural y psicodinámica. Estos enfoques asumen
supuestos diferentes sobre la conducta humana, sobre el funcionamiento de la mente
y, lo que es más importante, difieren en la forma en que explican por qué las personas
se comportan como lo hacen.
4. La perspectiva sociocultural
Se centra en las influencias sociales y culturales que rodean a las personas. .Los
factores sociales y culturales moldean a todos los aspectos de la conducta, desde
cómo y cuándo besamos, hasta qué y dónde comemos. La mayoría de nosotros
subestimamos el papel de los demás, del contexto social y de las normas culturales
sobre lo que hacemos. Somos como peces que no saben que viven en el agua, porque
el agua es demasiado obvia en nuestras vidas. Los psicólogos socioculturales estudian
el agua, el ambiente cultural en el que “nadamos” cotidianamente. Dentro de esta
perspectiva, los psicólogos sociales se centran en las normas y los roles sociales, los
efectos del grupo sobre las actitudes y el comportamiento, la obediencia a la autoridad,
el efecto que tienen en nosotros cónyuges, amantes, amigos, jefes, padres, madres y
extraños. Los psicólogos culturales examinan las normas y los valores culturales, tanto
implícitos como explícitos, su efecto sobre el desarrollo, el comportamiento y los
sentimientos individuales. Pueden estudiar también la influencia que ejerce la cultura
sobre la disposición a ayudar a extraños que,.se encuentran en apuros o en cómo
respondemos cuando nos enfadamos. Dado que los seres humanos somos animales
sociales profundamente influidos por distintos mundos culturales, la perspectiva
sociocultural ha hecho que la psicología sea una disciplina más rigurosa y
representativa del comportamiento de todos los seres humanos.
5. La perspectiva psicodinámica
Se ocupa de la dinámica interior inconsciente de fuerzas internas, conflictos y energía
de los instintos. Esta perspectiva tiene su origen en la teoría psicoanalítica de Freud,
pero en la actualidad hay otros muchos enfoques psicodinámicos. Los psicólogos
psicodinámicos intentan ir más allá del comportamiento superficial de una persona para
encontrar sus raíces inconscientes. De ahí que se contemplen a sí mismos como
arqueólogos de la mente. La psicología psicodinámica es a las otras perspectivas
psicológicas como el pulgar a los demás dedos, es uno de ellos pero al mismo tiempo
está aparte de ellos, porque difiere radicalmente en lenguaje, metodología y criterios
sobre la que se considera evidencia aceptable. Aunque algunos psicólogos científicos
han intentado abordar empíricamente los conceptos psicodinámicos, son muchos los
que piensan que éstos se enmarcan mejor en la filosofía o en la literatura, que en la
psicología académica. Es bastante infrecuente encontrar referencias al psicoanálisis en
las principales revistas científicas. Al margen de la psicología empírica, sin embargo,
son muchos los psicoterapeutas, novelistas y simples curiosos que son atraídos por el
énfasis que pone la teoría psicodinámica en cuestiones tan importantes como las
relaciones entre los sexos, el poder de la sexualidad o el miedo universal a la muerte
(Robbins, Gosling y Craik, 1999).
La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1964) define la salud como: "un estado de
bienestar completo físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o
dolencia". Esta definición subraya la naturaleza biopsicosocial de la salud y pone de
manifiesto que la salud es más que la ausencia de enfermedad. El bienestar y la
prevención son parte de nuestro sistema de valores y continuamente se nos invita a
evitar aquellos hábitos que afecten negativamente sobre la salud como la dieta pobre,
la falta de ejercicio y el consumo de alcohol. Los pensamientos, sentimientos y estilo
general de manejo son considerados como requisitos para lograr y mantener la salud
física, es lo que podríamos denominar integración mente y cuerpo.
HISTORIA.