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Las Mentiras como una opción por David Auris Villegas

Por: John Antonio

Introducción

En este poema el autor nos habla sobre un hecho o acontecimiento que lo mantiene

frustrado en sus pensamientos tanto como en sus decisiones, que aludiendo a la mentira,

hace uso como medio para camuflar lo sucedido y nublar todo recuerdo que lo

atormenta. Se pronuncia diciendo que todo aquello es una ilusión, una farsa,

mintiéndose así mismo de lo sucedido y se planteaba la pregunta de si esto es realidad,

¿debería ser racional?, pero de ser así, no soportaría la idea, se suicidaría. En su lógica

propone que debe escribir su propia historia, pero con una clase de magia que a la cual

él cree posible para automotivarse y darse la voluntad de poder seguir con su vida

misma.

Transcurriendo el poema, trata de decir las siguientes palabras: ‘’ ¡Que ironía del

destino!’’. Con esto quiso decir que el destino era algo injusto con él por lo sucedido, y

que el resultado no era como él lo esperaba; tal vez desearía que todo fuera diferente y

así no llegar a situaciones como esas que a atormentan su mente y su estado

psicológico.

En síntesis, el autor solo trata de dar entender su preocupación por todo lo ocurrido y

esperará remendarlo con un poco de suerte tal vez.

Argumento

El presente ensayo presenta su defensa en la siguiente tesis: El autor acude a la

mentira para así poder borrar lo sucedido y poder permitirle escribir su propia historia y

continuar sin ningún tormento o pensamiento que de alguna forma lo torture.


“¿mentiras? ¡Que ironía! Debo reinventarme sin tabúes”. En este fragmento, se

refiere a que no optaría por mentir, sino por lo contrario un cambio en su vida sin reglas,

sin miedos ni prohibiciones.

“Cada amanecer desvanece mi ayer y ante un idioma indescifrable, recorro el infinito

del quizás”. En este fragmento, trata de decir que cada amanecer se desvanece, lo que

haya sucedido, es decir, el pasado, y es algo que nadie puede descifrar o saberlo.

“Días inacabables, engendran inciertas madrugadas apenas sospechados por mis

antepasados”. Comentando este fragmento nos habla que día tras día el autor genera

pensamientos borrosos y que apenas podría ser sospechado por sus propios recuerdos.

“Debo mentirme, a mí mismo, decir que todo aquello es una ilusión, una farsa, un

viaje, un viaje, un sueño, una felicidad”. En este fragmento se podría deducir que el

autor propone que debería engañarse y ver todo como un espejismo o mentira.

“Si esto es realidad, ¿debo ser racional? ¡me suicidaría!”. Comentando el párrafo, el

autor trata de darnos a entender que si lo sucedido fuera cierto o realidad, ¿debería él,

ser razonable? Puesto de ser así, se suicidaría.

“Para que ello no acurra debo escribir mi historia Con magias remendadas,

automotivarme”. Parafraseando este fragmento se podría decir que ya dicho

anteriormente para evitar un suicidio, él ahora se propone escribir su propia historia y

automotivarse.
“Mentirme y reivindicarme Cada día para no perecer”. Parafraseando el fragmento,

plantea engañarse que lo sucedido fue una farsa, un sueño para así reivindicarse y para

así cada día no perecer.

“¡Que ironía del destino!”. Parafraseando la expresión, se refiere que no era lo que

esperaba o lo que le tenía preparado el destino no era algo que hubiera querido.

Conclusión

Podemos sacar conclusión que el autor era una persona que le ocurrió un suceso, a la

cual lo quería remendar de cualquier forma, pero que para eso debería mentirse, para así

él poder desvanecer esa culpa que lo va atormentando y así él poder escribir su

historia con magias remendadas tal como dice el poema. Conforme el poema transcurre

se plantea incógnitas y decisiones que lo mantiene en un estado de desesperación, de

salir de ese abismo de pensamientos que abarca el problema principal que es el hecho

que le sucedió.

Podemos deducir que el autor pretende hacernos entender que si el destino no fuera

tan irónico con él todo estuviera bien o si todo fuera de una manera diferente no

estuviera ocurriendo todos aquellos sucesos que le llevó a ese estado de depresión

diciendo por ultimo la frase ¡que ironía del destino!

Fuente: Mañana al despertar piensa en mí, David Auris Villegas

John Wilson Antonio Alcalá. Perú. 2018

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