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Posibilidades para una historia

anarquista: repensando el canon


y escribiendo historia

Matthew S. Adams
Traducido por la Red Distrital
de Estudiantes de Historia*

Si bien el estudio del anarquismo ha experimentado un


renacimiento en los últimos años, la investigación his-
tórica ha sido un aspecto relativamente menor en este
proceso de renovación. Por medio de la presentación de
un examen historiográfico de las principales formas de la
escritura en las ideas anarquistas, este artículo sostiene
que la predominancia de los enfoques ‘canónicos’ para el
estudio del anarquismo se debe, en parte, a la existencia de
un dominio disciplinar de la teoría política en el estudio
del anarquismo. A pesar de la compleja historia intelectual
del anarquismo, los investigadores de la historia intelectual
continúan pasando por alto su rica tradición política. El
artículo concluye con una reflexión sobre las posibilidades
que ofrece una historia intelectual del anarquismo infor-
mado por los desarrollos metodológicos recientes en la
historia cultural. Esto no sólo nos permite ver más allá del

* El artículo fue traducido por la Red Distrital de Estudiantes de Historia en Bogotá, Colom-
bia. El profesor Adams y la revista Anarchist Developments in Cultural Studies autorizaron la
traducción y publicación del documento en castellano. El equipo de traducción fue confor-
mado por Sebastián Vargas (estudiante de doctorado en la Universidad Iberoamericana); César
Duque (estudiante de Maestría en la Universidad de los Andes); Daniela Prada (estudiante de
pregrado en la Universidad del Rosario); Miguel Ángel Niño (estudiante de pregrado, Univer-
sidad Pedagógica Nacional); Daniel Sánchez (estudiante de pregrado, Universidad Pedagógica
Nacional); Daniel Felipe Tarazona (estudiante de pregrado, Universidad de los Andes); Nicolás
Luna (estudiante de pregrado, Universidad de los Andes). Cualquier comentario, por favor
diríjase al correo electrónico: red.distrital.dehistoria@gmail.com

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canon, sino que también ofrece nuevas como disciplina y, en cierto modo, su
perspectivas sobre los pensadores más comprensión de la historia, según la
influyentes del anarquismo. cual ella es construida por las “acciones
de los grandes hombres”, ha perdurado
Introducción: el anarquismo y la en cierta forma entre los investigadores
historia de la historia1 del anarquismo.3
El mismo año en que Proudhon Esta es, al menos, la forma en que
publicó el libro Qu’est-ce que la proprié- se concibe el tema entre los críticos del
te?, Thomas Carlyle estaba ocupado “anarquismo canonizado”, reduciendo
entregando una serie de conferencias el anarquismo a los escritos de un se-
que establecen el camino necesario para lecto grupo de pensadores que asumen
el estudio de la historia. Publicadas al inconscientemente la perspectiva que,
año siguiente bajo el nombre Heroes, según Carlyle, es apropiada para el es-
Hero-Worship and the Heroic in History tudio de la historia. La versión de la
(1841), el libro expone la posición de historia de los “Grandes Hombres” sería
Carlyle de que ciertos individuos he- cuestionada con la profesionalización
roicos eran capaces de reconocer la de la historia; no es necesariamente una
realidad subyacente de los asuntos hu- consecuencia de la familiaridad con el
manos y actuar con confianza y auda- trabajo de Carlyle en sí mismo, sino de
cia –intervenciones que estructuran el desarrollos historiográficos paralelos en
proceso histórico. Alemania que hicieron eco en muchos
Carlyle sugirió que “Todas las cosas de sus supuestos. Leopold Von Ranke
que vemos en pie, conseguidas en este fue motivado, como Carlyle, por el deseo
mundo, son “el resultado material, la de descubrir una mano providencial en
realización práctica y la encarnación el desarrollo de la historia humana y
de los pensamientos de los grandes arremetió contra los efectos desestabi-
hombres enviados al mundo”.2 La his- lizadores de la revolución dual, lo que
toria, entendida como la narración de ayuda a explicar su énfasis en lo heroico.
ese proceso, por tanto, debía ocuparse Para Ranke, sin embargo, esto tiene
de los pensamientos y acciones de esos que ver más con los “Grandes Poderes”
individuos dotados. cuyas acciones le dan forma al tejido
No hay lugar a dudas de que las histórico.4
limitaciones en la versión de Carlyle Visto en términos generales, la dis-
para el estudio adecuado de la historia tinción significaba poco, aunque sí nos
parece insatisfactoria para los lectores ayuda a ver a Ranke, apropiadamente, en
de Anarchist Developments in Cultural el contexto de la pre-unificación de una
Studies. Dejando a un lado la mirada Alemania obsesionada por cuestiones de
de género, es probable que haya sido tradición y poder. Aunque la influencia
destituida la idea de que la historia se de Ranke fue en gran parte metodoló-
entiende mejor a través de las acciones gica, su llamado a los historiadores a
de los “Bismarck” y los “Bonaparte” para investigar en el archivo produjo, a su
sondear la complejidad del pasado. Sin vez, un énfasis en la historia política
embargo, las ideas de Carlyle sobre el que se hizo la línea de investigación más
método ejercieron un papel significativo importante y fue justamente esta defensa
en el desarrollo temprano de la historia del empirismo, junto con su trabajo en la

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historia diplomática, lo que formó parte visible para ellos y cuáles eran los
importante en el desarrollo posterior de medios que poseían para marchar
la escritura de la historia, especialmente hacia esa idea de la sociedad ideal y,
por la acción de todas esas fuerzas,
en Gran Bretaña.5
descuidadas con anterioridad, él se
La profesionalización de la historia encarga de interpretar los grandes
se dio, entonces, de modo paralelo al fenómenos históricos.6
desarrollo del nacionalismo moderno, Estos no son, en esencia, los in-
pero los lectores menos complacientes dividuos de las narrativas históricas
podrían objetar que esa narrativa de los dispépticas de Carlyle, sino las acciones
grandes poderes personificados poco de quienes en ese momento se hallaban
tiene que ver con el anarquismo, un ocultos a la mirada del historiador. Este
movimiento político cuya raison d’être es un método que más tarde Kropotkin
es una profunda sospecha de tales in- se esforzaría por aplicar en su libro The
terpretaciones de la política y la historia. Great French Revolution (1910), un libro
Sin embargo, para Piotr Kropotkin –un que reiteró su opinión respecto a que el
autor que tuvo un interés profundo en “corazón latente” de la Revolución esta-
la historia–, los cambios de tendencia ba tendido en las calles de París, no en
la Asamblea Nacional.7 Aunque visible-
entre los historiadores académicos eran
mente corto en evidencia, el argumento
relevantes para sus proyectos políticos
de Kropotkin, acerca del descenso de
más amplios.
la epistemología histórica en el rango
Escribiendo en la transición del si- de órdenes, no era una exageración. Es
glo XIX al siglo XX, cuando la histo- cierto que “la historia constitucional,
ria diplomática estaba en su apogeo, diplomática, militar y de la alta política”
Kropotkin sugirió polémicamente que continuaron dominando el panorama
el tipo de historia escrito por Ranke intelectual, pero es posible rastrear la
estaba cada vez más pasado de moda. aparición de precursores de las historias
Siguiendo su teoría ontológica de que los con tendencias económicas, sociales y
desarrollos científicos modernos habían culturales que se elevarían para hacerse
servido para descentrar el universo, prominentes en la mitad del siglo XX y
Kropotkin atrevió a decir que las “cien- socavar la hegemonía del pensamiento
histórico que tomó a las élites políticas
cias que tratan el hombre” muestran una
como su punto de partida.8
fragmentación similar:
La historia cultural “clásica” surgió
De ese modo, vemos que la histo- con Johan Huisinga y Jacob Burkhardt,
ria, después de haber sido la histo- quienes miraban al canon de la alta
ria de los reinos, tiende a conver-
cultura, las grandes obras de literatura
tirse en la historia de las naciones
y la especulación filosófica para descu-
y luego en el estudio de los indi-
viduos. El historiador quiere saber brir verdades más profundas sobre la
cómo los miembros –de los que Edad Media. 9 De manera reveladora,
una nación se compone– vivían en hubo pasos tentativos en la dirección
un momento determinado; cuáles de la historia del trabajo, sobre todo en
eran sus creencias, sus medios de las investigaciones de los Webb y los
existencia, qué sociedad ideal era Hammond, un desarrollo que actuó en

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concierto con el surgimiento de la clase la revista Anarchist Developments in


obrera como un agente político.10 Cultural Studies– no ha habido desarro-
La creciente influencia del marxis- llos paralelos en los estudios históricos
mo concretaría más tarde esta frontera sobre el anarquismo. David Goodway
disciplinaria y también influiría en gran lamentaba esto en 1989, señalando que:
medida en la aparición de la historia La historiografía anarquista es un
social a medida que el siglo XX avan- campo frustrado, debido a que
zaba, aun cuando esta subdisciplina tradicionalmente ha tendido a ser
también tenía raíces alemanas, en el hagiográfica... o realiza la labor de
rechazo de Karl Lamprecht a la “orto- quien tiene un enfoque de anticu-
doxia Rankeana” y su concentración en ario. Cuando se trata de su propio
los “grandes hombres”.11 La comprensión pasado –o, incluso, el pasado en
del pasado a través de las maquinaciones general– , los anarquistas no han
de las élites políticas estaba cayendo en sometido su pasado y su historia
desgracia. a un análisis radical, ni tampoco
actuado como los innovadores que
Esta visión general del desarrollo
ellos mismos han sido en otras
de la historia como disciplina en los
disciplinas.13
siglos XIX y XX es, inevitablemente,
somero. En el siglo XX, con la especiali- Sin embargo, hubo motivos para
zación disciplinaria, se ha vuelto menos el optimismo y Goodway opinó que la
apropiado hablar de una epistemología mayor innovación en la “historiografía
histórica dominante, a medida que los tout court” fue la creciente autoconfian-
historiadores empezaron a dividirse en za intelectual de la historia social, pro-
varias fracciones reclamando desde su metiendo una agenda de investigación
posición por la primacía de su propio emocionante en el anarquismo como
enfoque en el estudio del pasado. Este movimiento popular.
proceso inició a finales del siglo XIX Su himno para la historia social era
e, incluso, las palabras “especialista” y en sí mismo un producto del tiempo,
“especialización” datan de las décadas pero la crítica de Goodway de la falta
de 1860 y 1870, un hecho que hace de atención que se ha puesto sobre la
parecer anticuada la búsqueda de una historia del anarquismo es un problema
filosofía sintética en la propuesta de permanente.
Kropotkin.12 En lo que sigue, quiero considerar
Si bien la práctica histórica se ha la relación entre la naturaleza subdesa-
diversificado, el estudio de la historia rrollada de la historiografía anarquista,
anarquista se ha mantenido práctica- algo que por suerte empieza a cambiar,
mente impermeable a estos cambios y la prominencia del canon sobre los
disciplinarios. Dado que estos debates comentarios de las ideas anarquistas.
territoriales han tomado lugar en un La idea del canon anarquista, se sostiene
contexto académico abierto, esto no es aquí, tiene sus raíces en el dominio disci-
sorprendente, aunque es curioso que, plinar de la teoría política, en el pasado
mientras que el renovado interés por el reciente de los estudios anarquistas.14
anarquismo ha tendido a hacer cortes Estos análisis del anarquismo publica-
trasversales en las disciplinas –como dos entre principios de 1970 y mediados
puede comprobarlo la existencia de de 1990, concernían principalmente al

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posicionamiento del anarquismo en con una breve declaración que evoca el


relación con las ideologías políticas espíritu de Goodway de hace veintitrés
más consolidadas y se esforzaron por años, que ofrece algunas de las posibles
descubrir la contribución del anarquis- vías para la historia anarquista, a la que
mo a las preguntas más grandiosas de se añade una reflexión sobre los últimos
la existencia humana. En ese sentido, desarrollos prometedores –especial-
el efecto ha consistido en perpetuar el mente evidentes en el contexto de la
enfoque canónico en lugar de apreciar historia transnacional.
las vicisitudes de su historia.
Una víctima en esto ha sido la histo-
Consumiendo ideas anarquistas y
ria académica, sensible a la formulación forjando el canon: teoría política,
contextual de argumentos anarquistas, historia y antología
un enfoque que se centraría menos en la Dados los vínculos entre la filosofía
relación de los anarquistas, con las pro- alemana y el enfoque al pasado centrado
blemáticas supuestamente atemporales en los “grandes hombres” –el mismo
de la filosofía y más en los temas inme- Carlyle estaba fuertemente influencia-
diatos e importantes que confrontan los do por la tradición idealista– resulta
pensadores anarquistas. coherente que uno de los primeros en
Apreciar las complejidades de este concebir la historia anarquista en tér-
contextualismo es descubrir una nue- minos canónicos fuera alemán. Aún más
va manera de acercarse el pasado del significativo es el hecho de que el libro
anarquismo, matizando nuestra com- de Paul Eltzbacher, publicado original-
prensión del canon o, si es necesario, mente en 1900 como Der Anarchismus y
rechazándolo por completo. Con este luego traducido al inglés por el anarquis-
objetivo en mente, este artículo cierra ta-individualista norteamericano Steven
Byington en 1908 como Anarchism,
fuere republicado en 2004 con el título
catequista de The Great Anarchists: Ideas
and Teachings of Seven Major Thinkers15.
El análisis más bien seco de Eltzbacher
sobre el anarquismo se centra en lo que
desde entonces se ha convertido en una
colección familiar de nombres. William
Godwin se coloca, al menos en términos
cronológicos, en el vértice de la tradi-
ción, seguido por Proudhon, Stirner,
Bakunin, y Kropotkin. Incluidos al final
están Benjamin Tucker –tal vez debido
a la disposición de Tucker de publicar el
libro en su propia casa editorial– y Leo
Tolstoy, una figura que tiene una rela-
ción más ambigua con el anarquismo
que el resto, con la posible excepción de
Stirner. Estos nombres comprenden en
gran parte lo que ha llegado a ser visto

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como el canon anarquista, aunque ha ha- que continúa siendo una influencia,
bido escaramuzas en cuanto a las zonas pavimentó el camino, abrevando en
fronterizas, toda vez que varios historia- el canon de Eltzbacher, aunque des-
dores han hecho reclamos particulares cartando peculiarmente a Tucker en
con respecto a pensadores individua- beneficio de Alexander Herzen16. The
les o han demandado la inclusión de Political Theory of Anarchism de April
otros. La encuesta de gran influencia de Carter, publicado al año siguiente del
George Woodcock, Anarchism: a History artículo de Fowler, presentó una visión
of Libertarian Ideas and Movements más católica del canon anarquista, aun
(1962), exponente del enfoque canónico, cuando continuó planteando el análisis
sigue a Eltzbacher en la identificación de dentro del marco de teoría liberal ca-
Godwin, Stirner, Proudhon, Bakunin, nónica incorporando figuras pasadas
Kropotkin, y Tolstoi como innovado- por alto como Alexander Berkman, y
res del anarquismo mientras degrada se mostró más sensible al anarquismo
a Tucker. La popularidad del libro de contemporáneo de Alex Comfort y Paul
Woodcock, cuando se yuxtapone al Goodman, entre otros17.
desarrollo de estudios anarquistas de No obstante, el enfoque común,
los últimos veinte años, se limita, en encapsulado en Anarchism (1984) de
cierto sentido, a explicar el predominio David Miller y Classical Anarchism
de un panteón más bien hermético de (1991) de George Crowder, consistía en
pensadores clave. utilizar un número selecto de teóricos
El modesto resurgimiento del inte- anarquistas para alcanzar una defini-
rés por las ideas anarquistas entre los ción adecuada y evaluar críticamente
setenta y los principios de los noventa sus perspectivas. Ambos empiezan por
fue principalmente el resultado, por lo plantear la cuestión de la “definición”,
menos en los círculos académicos, de y cada uno termina con una reflexión
la mirada renovada de teóricos polí- sobre el “caso anarquista”, que es reci-
ticos. Un resultado de esto es que se bido con escepticismo18. Este intento
texturiza los contornos de la tradición por lograr una delineación abstracta del
anarquista y se clarifican las fuerzas anarquismo ha probado su influencia
contextuales que dieron forma a las tanto en aquellos que siguen tanto a
ideas anarquistas originalmente se vol- Miller como a Crowder, como en otros
vió menos importante que develar la que buscan retar sus perspectivas de la
contribución de los anarquistas al pen- teoría anarquista 19. Al orientarse a sí
samiento político en general. Quizás mismos a partir de esta literatura, inclu-
estimulado por trabajos como In Defense so para cuestionarla, el efecto ha sido la
of Anarchism (1970) de Robert Paul perpetuación de la manera canónica de
Wolff, un libro que silencioso en la his- ver el anarquismo. También es algo apa-
toria del pensamiento anarquista, surgió rente que ambos textos, especialmente
de un movimiento tendiente a la delimi- Anarchism, se soporta fuertemente en
tación de la tradición con la esperanza la historia canónica de Woodcock, y
de juzgar sus contribuciones generales mientras que el trabajo de Miller tiene
al pensamiento de la humanidad. El capítulos disidentes sobre la Nueva
artículo de R.B. Fowler, “The Anarchist Izquierda, sindicalismo, y anarquis-
Tradition of Political Thought” (1972), mo individualista, el centro continúa

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cuadriculadamente fijo en Proudhon, estos trabajos son representativos más


Bakunin y Kropotkin. de la teoría política que de la historia de
Otros trabajos de teoría política las ideas, es que tienden a deshistorizar
tienden a seguir su ejemplo. Anarchism: el anarquismo al abordar su historia
a Theoretical Analysis (1980), de Alan como una de las eternas preguntas y
Ritter analiza a Godwin, Proudhon, respuestas22. Se da por supuesto que la
Bakunin y Kropotkin para apoyar la teorización de Rousseau de la libertad
suposición de que la “individualidad puede ser mapeada en Kropotkin con
comunitaria” subyace al corazón del una relativa facilidad, implicando que
anarquismo 20. Y más recientemente, conceptos como “libertad” se vuelven
Demanding the Impossible: Human estáticos, algo que hace sentido a través
Natu­r e and Politics in Nineteenth- de contextos temporales y espaciales y
Century Social Anarchism (1998), de que puede ser traducido entre culturas
David Morland, se concentra cuadri- sin dificultad 23. Obviamente, si bien
culadamente en Proudhon, Bakunin y existen importantes conexiones entre
Kropotkin como ejemplares de la teoría Rousseau y la formación de la tradición
anarquista madura, a la vez que ofre- anarquista, el historiador sin duda será
ce una prehistoria profunda del anar- precavido en cuanto a sobre-enfatizar
quismo en los filósofos del siglo XVIII. estos puntos de contacto 24. Toda vez
En efecto, y esto es una característica que el compromiso de Kropotkin con
también del trabajo de Crowder, es Rousseau es de hecho sorprendente-
profundizar en el contexto filosófico del mente limitado, el valor de aproximarse
canon, pero dejando sus límites intactos. a esta relación de una manera crítica
Aunque esta aparente contextualización parece evidente por sí mismo.
histórica diera la impresión de que estos La relación entre la tradición “clási-
trabajos se alejan de la teoría política ca” y la Ilustración ha informado el más
per se, existen sutiles diferencias entre significante desarrollo intelectual de los
al enfoque principalmente textual que estudios anarquistas en los últimos años,
adoptan y el enfoque contextual del uno estudiado por la revista Anarquist
historiador. Aún más obvio, su énfasis Developments in Cultural Studies en su
en los textos como fuente material au- primer número: la emergencia del post-
tosuficiente presupone cierta ausencia anarquismo 25. Desarrollando la idea
de temporalidad en la filosofía occi- de que Godwin, Proudhon, Bakunin y
dental, haciendo la contextualización Kropotkin fueron hijos desvergonzados
profunda redundante. El énfasis está en de la Ilustración, un número de comen-
las resonancias entre la filosofía de la taristas ha visto esta herencia a través
Ilustración (un término dudosamente de los lentes multifocales de la filosofía
general por sí mismo) y la tradición postestructuralista. Espiando una co-
anarquista, y se sugiere que las “posicio- nexión problemática entre la tradición
nes Rousseaunianas” son “equivalentes clásica y el humanismo ilustrado –vista
a las de Godwin y Proudhon”, o que las por Saul Newman en cuatro temas prin-
ideas de Rousseau “forman una platafor- cipales: esencialismo, un “universalismo
ma desde la cual los anarquistas desarro- de la moralidad y la razón”, fe en las “le-
llaron su ataque al Estado”21. La dificul- yes naturales”, una “visión dialéctica de
tad de esta aproximación, y el por qué la historia” y un “cierto positivismo” – la

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crítica post-anarquista desafía el poten- post-anarquistas han estado menos


cial emancipatorio del anarquismo sobre preocupados por complejizar la historia
la base de su adherencia a estas doctri- de las ideas anarquistas que por extraer
nas racionalistas26. El punto central de el núcleo de la teoría anarquista, un eco
esta crítica es uno familiar, capturado de los trabajos de teoría política rese-
en el diagnóstico de Crowder del pro- ñados más arriba. Para algunos críticos
blemático cientificismo de Kropotkin, de la posición post-anarquista, esta
que supuestamente resultó en una visión falta del necesario cuidado al sondear
hegeliana de la historia que imparte la profundidad y variedad de la historia
conclusiones contradictorias para la intelectual anarquista significa que la
emancipación social27. Al aceptar que crítica post-anarquista misma descansa
el anarquismo está “imbuido por un sobre unas bases inestables 30. Como
tipo de esencialismo o naturalismo Jesse Cohn y Shawn Wilburn reclaman,
que forma la fundación de su pensa- muchos textos post-anarquistas adoptan
miento”, el post-anarquismo tiende, una interpretación “reduccionista” del
sin embargo, a distanciarse de la expli- anarquismo centrado en un “número
cación de Crowder y Miller, creyendo limitado de grandes pensadores” y son
que algo es salvable de este naufragio28. insensibles a los “márgenes” de la tra-
Para Newman, la reflexividad del post- dición, una laguna dado que muchos
anarquismo muestra que “el anarquismo de estos anarquistas de “segunda ola”
tiene algo que enseñar por sí mismo”; intentaron ellos mismos abordar las
para otros, el postestructuralismo ofrece debilidades del pasado31. Lo que resulta
la oportunidad de “reformular los recla- particularmente significativo es que
mos del anarquismo”29. incluso en una de las más importantes
A pesar de este impulso iconoclasta, innovaciones de la teoría anarquista,
los post-anarquistas no han problema- aún se conserva un hilo discernible entre
tizado el canon anarquista. Los textos las generaciones en su identificación con

El historiador canadiense George Woodcock retratado por Susanna Blunt

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un canon de grandes textos. De hecho, academicismo y el activismo, encapsu-


en términos de teoría política, entre lados en sus ensayos ocasionales sobre
Eltzbacher y Todd May el canon se ha Joseph Lane y Lilian Wolfe34. Mirando
encogido: Tucker y Tolstoy han sido más atrás, una rica imaginación histó-
eludidos, y en el corazón del anarquis- rica es reconocible en otros anarquistas.
mo es visto en el trabajo de Proudhon, Kropotkin, por ejemplo, usualmente
Bakunin y Kropotkin. E incluso para comenzaba sus libros y artículos locali-
estos tres pensadores la cobertura varía, zando el anarquismo en las más amplias
mientras que los trabajos primarios de corrientes del pensamiento socialista
Kropotkin están todos disponibles en y en Modern Science and Anarchism
inglés, para Proudhon y Bakunin hay ofrece un panorama detallado de la
una cobertura menor, resultando en la historia intelectual occidental 35. En
peculiar situación en la cual los comen- Anarchism and Anarcho-Syndicalism,
taristas identifican a Proudhon como Rudolf Rocker siguió a Kropotkin al
uno de los pensadores anarquistas canó- rastrear una prehistoria relativamente
nicos pero a menudo sólo están familia- detallada del anarquismo, produciendo
rizados con su Qu’est-ce que la propriéte? un reporte evolucionista de su desarro-
y ocasionalmente Idée Générale De La llo36. La voz histórica más significativa
Revolution au XIXe Siecle 32. Resulta durante este período fue, no obstante,
hipócrita la idea de que el anarquismo Max Nettlau. A veces descrito como
es una tradición política mutable, expre- el “Heródoto del anarquismo”, Nettlau
sada en las líneas “el anarquismo es una fue un ávido coleccionista de fuentes
serie de diversas filosofías y estrategias fragmentarias del pasado anarquista, y
políticas”, pero la (indagación) se eleva usó estos materiales para producir un
principalmente a un grupo selecto de rango de historias, biografías y biblio-
pensadores33. Dicho esto, dado que los grafías, éstas últimas consideradas por
post-anarquistas están preocupados Kropotkin como su “más importante” y
principalmente en teorizar un paso más “razonado” trabajo37. La obra mayor de
allá de la tradición histórica, la falta de Nettlau, a una historia monumental del
atención a estos matices adicionales no anarquismo en siete volúmenes, refleja
es sorprendente. su minuciosidad y sitúa a los mayores
Si bien se ha afirmado hasta ahora teóricos anarquistas en un contexto
que la permanencia del canon ha sido histórico obsesivamente detallado. Que
principalmente el resultado de la pri- el nombre de Nettlau continúe siendo
macía de la teoría política en el campo relativamente poco familiar, sin embar-
de los estudios anarquistas, debe notarse go, tristemente denota el impacto de su
que hay importantes excepciones en trabajo. Como anotó Heiner Becker en la
esta tendencia. Escritores anarquistas introducción de la edición de la Historia
como Nicolas Walter, por ejemplo, no de Nettlau publicada por Freedom Press,
han perdido de vista la importancia de una de sus pocas piezas traducidas al
reconocer los esfuerzos de aquellos a inglés, “él es virtualmente desconocido”,
menudo pasados por alto en la escri- a pesar de ser “el pionero en el campo
tura académica sobre el anarquismo, de la historiografía del anarquismo”38.
particularmente, aquellos esfuerzos que Por otra parte, emergiendo al mismo
tendieron a reducir la brecha entre el tiempo que las atenciones de la teoría

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política, también hubo un modesto acercamiento canónico de la teoría polí-


renacimiento en la historia anarquis- tica. Esto es particularmente cierto para
ta –un renacimiento que (imprimió) los libros de Quail y Oliver con la previa
una vaga huella en el floreciente inte- advertencia de que “en años recientes se
rés en la historia social elogiada por han visto […] diversos intentos de abor-
Goodway. Tratando con el movimiento dar las ideas anarquistas, de una calidad
británico, The slow burning fuse (1978) desigual”43. Mientras que Joll pretende
de John Quail e Internatonial Anarchist salvar la brecha al ofrecer una interpre-
Movement in Late Voctorian London tación históricamente fundada de las
(1983) de Hermia Oliver fueron ambos ideas anarquistas, los textos de Quail y
moldeados por la raison d’être de la Oliver fueron más radicales al abogar
historia social, la “premisa […] de que por un enfoque en las actividades co-
la gente ordinario no sólo tiene una his- tidianas de las actividades anarquistas.
toria, sino que contribuye a darle forma La influencia de la historia social puede
a la historia”39. Quail plantea este punto verse en el énfasis puesto en lo efímero
desde el principio, señalando que su del movimiento –los papeles, panfletos
libro no tiene que ver con “los letrados”, prohibidos y humeantes reuniones– que
sino que más bien: le dio al anarquismo su ímpetu práctico,
Es como un movimiento en rel- con relativamente poco interés mostra-
ación con el flujo y reflujo de la do en el contenido de esas ideas en sí
revuelta popular que este libro se mismas. A pesar de esta breve ráfaga de
ocupa de los anarquistas británi- actividad histórica, la oscuridad compa-
cos. Sólo en relación con esto con- rativa de estos textos es un testamento
sidera la filosofía anarquista y sus de la continuada primacía de la teoría
filósofos.40 política en los estudios anarquistas.
El libro de Oliver, aunque algo des- Mientras que el libro de Quail continúa
deñoso del trabajo “enérgico” de Quail, ejerciendo cierta influencia, tanto el de
en general sigue su ejemplo de buscar Oliver como el de Joll han sido arrojados
y desenterrar “nueva materia”, en vez a la penumbra, a pesar del rol de éste
de insistir en las figuras prominentes, último como un prominente y popular
lo que explica, señala el autor, “por qué historiador del socialismo.
se dice menos sobre Kropotkin en este La escritura histórica sobre el anar-
libro”41. Diecinueve años antes, James quismo no desapareció por completo,
Joll había ofrecido una detallada, si y entre los mismos anarquistas, la his-
no es que despreocupada historia, The toria de su movimiento siguió siendo
Anarchists (1964), que buscaba mezclar de interés, pero en el contexto del re-
una evaluación de figuras canónicas nacimiento del interés por el anarquis-
del anarquismo (Godwin, Proudhon, mo en la segunda mitad del siglo XX,
Bakunin, Kropotkin) con una aprecia- permaneció como un interés menor.
ción de temas más amplios de la historia La serie de biografías de figuras anar-
anarquista –propaganda por el hecho, quistas44 y predominantemente de exé-
las complejidades del sindicalismo, y gesis biográficas de ideas anarquistas45
la Revolución Española– 42. En cierto en estos años deben ser mencionadas,
sentido, esta breve ráfaga de actividad aunque invariablemente éstas apunta-
historiográfica fue una respuesta al lan la canonización delineada por la

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teoría política. Adicionalmente, algunos posteriormente publicó su propio


de estos trabajos son de una calidad Reader, expresó su escepticismo con
debatible, especialmente la erupción respecto al valor de estos esfuerzos:
de “psicohistorias” prominente en los Es dudable que este esfuerzo liter-
académicos que estudian a Bakunin46. ario sea… muy eficaz. Es difícil tra-
Aún más significativa, como lo apunta zar los contornos del anarquismo.
Woodcock en la edición revisada de su Sus pensadores clave raramente
clásica historia del anarquismo –revi- condensan sus ideas en trabajos
sada, debe decirse, para alcanzar una sistemáticos. Si, en alguna ocasión,
evaluación más optimista del futuro del tratan de hacer eso, es sólo en del-
gados panfletos diseñados para la
anarquismo– fue la emergencia de la
propaganda y la popularización
antología anarquista. Intentando reflejar en los que sólo fragmentos de
la “fluidez sorprendentemente protéica” sus ideas pueden ser observados.
que Woodcok identifica como la fuente Además, existen muchos tipos de
de fortaleza anarquista, The Anarchist anarquismo y muchas variaciones
Reader (1977), su propia contribución dentro del pensamiento de cada
al género, partió de una base inclusi- uno de los grandes libertarios50.
va, dando espacio a pensadores mar- A pesar de sus dudas, su selección
ginados en la historia como Alexander en dos volúmenes No Gods No Masters
Berkman y se mostró sensible frente a (1998)51 intentó innovadoramente his-
desarrollos contemporáneos al incluir a torizar la tradición anarquista a la vez
Herbert Read, Alex Comfort y Murray que destacaba el significado de los textos
Bookchin47. La grave laguna aquí, como fragmentarios para apreciar la diver-
puede verse, es la ausencia de las mu- sidad de la historia anarquista. Como
jeres48. Si bien Woodcock incluye una la cita anterior sugiere, Guérin pisaba
selección de Emma Goldman, dado el suelo familiar al presentar a Stirner,
desafío a las inequidades de género en la Proudhon, Bakunin y Kropotkin como
historia del anarquismo y el rol influyente los “pensadores maestros” de la tradi-
de las mujeres en el movimiento, este es ción, pero incluyó textos menos cono-
un peculiar punto ciego. Uno agravado cidos que sus respectivas oeuvres; por
por el hecho de que el texto de Goldman ejemplo, el discurso de Kropotkin a la
incluido, a pesar de sus abundantes es- corte de Lyon antes de su encarcela-
critos sobre políticas sexuales, es una miento en 1883 y las cartas de Bakunin
excoriación de los “Bolcheviques”, y en sobre sus contretemps con Marx. El valor
la medida en que su libro fue publicado histórico de la colección de Guérin es
a finales de los setenta, Woodcok pareció particularmente evidente en el segundo
impermeable al contexto del feminismo volumen, que incorpora corresponden-
radical que era para entonces una ca- cia de la base naval Kronstadt y de la
racterística predominante del terreno Revolución Española, junto con el tra-
político49. bajo del sindicalista Fernand Pelloutier
La antología de textos anarquistas y del sintetizador Volyne. De nuevo, sin
ha de algún modo desestabilizado el embargo, el ensordecedor silencio en
canon, pero como en la selección de el texto son las mujeres, con Goldman
Woodcok, estos libros tienen sus pro- como única voz femenina, pero reducida
pios problemas. Daniel Guérin, quien a la presentación de reflexiones sobre

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Revista Erosión N°6, año IV, 2016

Kropotkin y Kronstadt52. Tres antologías democratización de la historia social de


norteamericanas perpetúan a la vez finales de los setenta y comienzos de los
que abordan estas falencias. Patterns of ochenta, la clara resistencia de reducir
Anarchy (1966), de Leonard Krimerman el anarquismo a un grupo selecto de
y Lewis Perry, adopta una refrescante pensadores es una tendencia establecida.
nueva interpretación del anarquismo, Las discusiones sobre el canon, por lo
presentando a pensadores individua- tanto, no deben ser razón de pesimis-
listas como Stephen Pearl Andrews, mo, sino que por el contrario ofrecen
libertarios religiosos como Dorothy oportunidades para reflexionar sobre
Day y una sección de críticas de la teoría cómo encaramos la tradición histórica
anarquista53. Las ediciones de Marshall del anarquismo y buscamos nuevos
Shatz y de Irving Horowitz son simi- caminos para comprender su proteico
larmente variadas, y aunque continúan conjunto de ideas. Más recientemente,
con la ponderación de los “maestros” de el surgimiento de las historias transna-
Guérin, incluyen notablemente el traba- cionales del anarquismo, que aprecian
jo de Goldman sobre políticas sexuales los medios políglotas en los cuales el
como su propia contribución54. Las in- anarquismo se encuentra frecuente-
adecuaciones del formato de antología mente, así como las fecundas redes
han sido recientemente abordadas por la internacionales que fueron la chispa de
obra monumental de dos volúmenes de innovación de las ideas anarquistas, es
Robert Graham, una historia de las ideas un símbolo de la resistencia a los enfo-
anarquistas que no sólo pone un énfasis ques reduccionistas en la materia56. De
considerable en el legado anarquista de manera similar, es posible señalar los
abordar las inequidades de género, sino influyentes trabajos sobre anarquismo
que también se esfuerza por hacer esta- que imaginativamente han combinado
llar el canon retando su eurocentrismo, perspectivas metodológicas de la teoría
al incluir secciones sobre el anarquismo política con un agudo sentido histórico,
en China y América Latina55. de lo cual Rebel Alliances de Benjamin
Dar cuenta de todos los trabajos Frank es un buen ejemplo57. Y, mientras
escritos sobre el anarquismo en los úl- que he regresado a la supremacía de la
timos cincuenta años resulta imposible, teoría política como una de las razones
pero desde lo presentado más arriba de la canonización de los “anarquistas
emergen algunos temas. De nuevo, vale clásicos”, vale la pena señalar que estos
la pena reiterar que lo que históricamen- trabajos han realizado un trabajo impre-
te ha sido una debilidad en la escritura sionante al mantener vivo el anarquis-
del anarquismo está cambiando. En mo en la imaginación académica y al
cierto sentido, la propia capacidad de plantear muchas preguntas pertinentes
reflexionar sobre el canon como una sobre cómo entendemos esta tradi-
característica potencialmente problemá- ción. También debe notarse que no ha
tica de nuestra percepción del anarquis- sido solamente la preservación de los
mo presupone un desencantamiento historiadores la que ha rescatado a los
que ya se encuentra presente en una anarquistas olvidados de la oscuridad y
serie de trabajos. Ciertamente, desde el que importantes intentos se han hecho
breve florecimiento de historias anar- por aquellos que trabajan ampliamen-
quistas informadas por los ímpetus de te en el campo de la teoría política al

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Mattew S. Adams — Posibilidades para una historia anarquista

resaltar la utilidad de reflexionar sobre no. Aparte de un efímero florecimiento


los actores olvidados del anarquismo58. del trabajo informado por la historia
Sin embargo, creo que es justificado social y la actual y emocionante emer-
decir que el campo historiográfico ha gencia de las historias trasnacionales
sido un aspecto menor en el interés del anarquismo, el campo de la historia
renovado en el anarquismo y que existe anarquista ha sido relativamente estéril.
una conexión más fuerte entre éste y Esto es bastante evidente en el contexto
la solidez del canon. En 1971, Nicolas de las ideas anarquistas en donde, como
Walter reflexionaba sobre el potencial es de esperarse, los teóricos políticos han
desarrollo de los estudios anarquistas y derramado la mayor cantidad de tinta, y
encontraba motivos para el optimismo: los historiadores han estado largo tiem-
En general, parece como si durante po ausentes. Dada la rica complejidad de
los 1970s esperáramos una descrip- la historia intelectual del anarquismo,
ción histórica y biográfica del algo que está implícito o explícito en
anarquismo como un fantasma todos los trabajos reseñados aquí, es
del pasado; deberíamos también sorprendente que no haya habido un
esperar más importantes (y más movimiento más pronunciado en esta
difíciles) análisis sociales y políti- dirección.
cos del anarquismo como un espe-
ctro que asecha el presente; podre- Historia intelectual e historia
mos entonces mirar hacia delante cultural: nuevas historias de las
con una expresión fresca del anar- ideas anarquistas
quismo como visión de futuro59.
Para Goodway en 1989, la crecien-
Su anticipación del giro en el análisis te familiaridad con los métodos de la
político de las ideas anarquistas se con- historia social ofrecia la posibilidad de
firmó, pero su apreciación desdeñosa nuevas aproximaciones al pasado del
de los estudios históricos anarquistas anarquismo. En realidad, este pronun-
ciamiento fue bastante después del even-
to. Algunos pasos hacia la historia social
del anarquismo ya habían sido dados, y
para ese momento había un nuevo enfant
terrible en la escena que estaba despla-
zando a la historia social como la sub-
disciplina de moda: la historia cultural.
Mientras esta tendencia, desde entonces,
se ha enmarcado en la historiografía
tradicional, en el contexto de la historia
anarquista, los nuevos horizontes que
esta ha abierto, no han sido reconoci-
dos.60 Y, con nuestro actual interés en la
perduración del canon, la aproximación
general de la historia cultural ofrece
una forma de reconceptualizar cómo
escribimos sobre los ‘maestros’ de la
Nicolas Walter
teoría anarquista. Con esto en mente,

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Revista Erosión N°6, año IV, 2016

quiero brevemente defender una mezcla culturas,’ pero, sin variar, el historiador
de la historia intelectual y cultural en es llevado a confesar que ‘más a menudo
lo que sigue, tomando las ideas anar- estoy de acuerdo con las autoridades
quistas como objetos dignos de estudio tradicionales en identificar las obras
histórico, pero sensibles a las nociones para ser incluidas en cualquier… lista
sobre la cultura política.61 La ventaja de de textos especialmente significantes.’63
esto es, inevitablemente, un énfasis en Mientras los anarquistas se debaten
el contexto en el cual crecen las ideas. sobre si se presta una cantidad indebida
Esto es una búsqueda digna y es un de atención a Kropotkin, dentro de los
objetivo que las historias intelectuales (francamente bien elitistas) confines
del anarquismo usualmente afirman, de la historia intelectual que él apenas
negando la validez de considerar ‘las registra, tampoco lo hace el anarquismo,
obras simplemente como textos auto- incluso en los intentos más radicales
contenidos’ y haciendo hincapié en la para repensar el abarcador asunto de la
importancia de situar a ‘los pensadores canonización.64
y sus obras en su contexto histórico y Mientras los estantes de librerías
personal específico así como en sus más universitarias se tuercen por el peso de
abarcadoras tradiciones.’62 libros de Thomas Hobbes y John Locke,
Aunque, a menudo, estos contextos la literatura sobre, incluso, los más des-
son vistos como si fueran de sentido tacados del canon anarquista palidece en
común o autoevidentes, lo que significa la insignificancia.65
que los reclamos sobre la importancia Contra este panorama, se podría
de los factores contextuales, al apreciar preguntar si la tendencia hacia la cano-
la historia intelectual anarquista, son más nización en los estudios anarquistas es
bien débilmente fundamentados. Lo que realmente un asunto como tal, especial-
la historia cultural ofrece –como, cierta- mente si el tratamiento de los ‘maestros’
mente, lo hizo la historia social antes– es de Guérin es reflexivo, consciente de la
una manera refrescante de pensar acerca debilidad de concentrarse en los indivi-
de los contextos que informan sobre duos, y cae en cuenta de que una doctri-
el surgimiento de las ideas políticas, y, na política amorfa tal como el anarquis-
como resultado, sugiere un camino para mo no puede ser reducida a los plumazos
las nuevas historias del anarquismo. de una sola figura. De manera similar,
Antes de esto, sin embargo, vale la si también se reconoce que cualquier
pena señalar la ironía: mientras quienes canon de obras, definido por Dominick
escriben sobre el anarquismo retuercen LaCapra como aquellos textos ‘a los
sus manos sobre la exclusividad de su cuales les damos atención especial’ en
canon, una discusión paralela frecuen- vez de obras con un valor profético, debe
temente toma lugar entre los principales ser construido correspondientemente en
historiadores intelectuales en relación arenas movedizas, escribir sobre el canon
con el ‘canon de trabajos a los que les anarquista puede aún ser un esfuerzo
dedicamos una atención especial.’ La legítimo. Aquellos que escriben sobre la
dinámica de esta discusión es muy si- historia anarquista están en deuda con
milar, hay una ansiedad sobre estrechez pensar sobre los límites de este canon y
indebida y temores que refieren a la deben ser conscientes del etnocentris-
potencial ‘exclusión de textos de otras mo y del patriarcado que predominaba

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Mattew S. Adams — Posibilidades para una historia anarquista

cuando se forjó su composición, pero, si ‘inmanentes a la historia’, lo que conduce


esto se reconoce, queda mucho por decir a una tendencia a comentarios no his-
sobre pensadores vistos como canónicos tóricos sobre ‘anticipaciones’ tempranas
que son de otra forma ignorados por la o ideas tardías.68 El hábito de rastrear
corriente principal. una ‘tendencia ‘anarquista’ hasta Lao
Dicho esto, repensar la aproxima- Tzu en el mundo antiguo’, el cual tiene
ción para escribir la historia de las ideas un impresionante linaje en los estudios
anarquistas puede ayudar a ver más allá anarquistas dado por la fe de Kropotkin
de los confines del canon, y los recursos en él, arriesga a tal ahistoricismo. 69
para esta revaluación pueden ser encon- En cambio, la escritura fundamentada
trados dentro de la historia intelectual históricamente sobre el anarquismo
misma. Con frecuencia, las apreciaciones debería ser más sensible a los contextos
históricas de las ideas anarquistas se sociales, culturales e intelectuales en los
dirigen hacia el método de la ‘unidad- cuales estas ideas crecieron, pensando
idea’ famoso por el trabajo clásico de más ampliamente sobre los problemas
Arthur Lovejoy, The Great Chain of particulares a los cuales los escrito-
Being (1936). Para Lovejoy, tomando res anarquistas estaban respondiendo.
prestada una metáfora de la ‘química Irónicamente, dado el firme compromiso
analítica,’ la labor del historiador inte- de la historia intelectual hacia su propio
lectual es rastrear las ideas individuales canon, esta aproximación tiene el poten-
que comprenden sistemas filosóficos, a cial de superar la estrecha concentración
menudo descubriendo el truismo de que en un grupo selecto de pensadores:
‘los sistemas filosóficos son originales o Es difícil ver cómo podemos
distintivos más en sus patrones que en esperar llegar al…entendimiento
sus componentes.’66 histórico si continuamos…cent-
Cambiando de ciencias, Lovejoy rando nuestra atención principal
propuso entonces que el rol de un his- en quienes discutieron los prob-
lemas de la vida política a un nivel
toriador era principalmente linneano:
de abstracción e inteligencia no
Un estudio de las palabras y las igualado por…sus contemporá-
frases sagradas de un periodo o… neos. Si, por otro lado, intenta-
movimiento, con miras a aclarar mos rodear estas obras clásicas
sus ambigüedades, una lista de sus con su propio contexto ideológico,
tantos espectros de significado y podríamos construir una imagen
una examinación de la forma en más realista de cómo el pensam-
la cual asociaciones confusas de iento político en todas sus formas
las ideas que surgen de esas ambig- fue, de hecho, llevado a cabo en
üedades han influenciado el desar- periodos anteriores.70
rollo de doctrinas.67
Para la corriente principal de la his-
Este enfoque taxonómico es una toria intelectual, tal aproximación con-
característica familiar de la escritura textualista requiere que el historiador
sobre el anarquismo, pero la búsque- piense más ampliamente sobre los dis-
da de la unidad-idea puede carecer de cursos prevalecientes y relevantes para
agudeza histórica. Las ideas pueden ser un pensador político dado y que mire
‘hipostasiadas como una entidad’, y las hacia textos marginados e ignorados
doctrinas presentadas como si fueran para proveer un contexto intelectual más

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Revista Erosión N°6, año IV, 2016

profundo.71 Para entender el impulso de embargo, Mutual Aid se basa en la pro-


los clásicos políticos, dice el argumento, digiosa erudición de Maine sobre la his-
es necesario descubrir los asuntos histó- toria legal, que era a su vez una cuerpo
ricamente definidos que motivaron a un de trabajo frecuentemente citado en el
autor, los cuales usualmente no son las mundo intelectual victoriano.73
meditaciones eternas sobre la condición Así no más, esto plantea preguntas
humana que enfatiza la filosofía política, tentadoras acerca del uso de fuentes por
sino preocupaciones que son más pa- parte de Kropotkin en la construcción de
rroquiales. Lo que esto también provee Mutual Aid, considerando su profunda
es un puente entre la teoría y la práctica, antipatía a las convenciones legales y la
una causa perenne de preocupación por creencia de Maine en estas como un pun-
los escritores anarquistas, pues el énfasis to de referencia de la civilización, algo
está en el esfuerzo por comprender las acentuado por la alabanza sin titubeos de
cuestiones que definen la vida política Kropotkin hacia el profesor de Oxford.
en primer lugar y por tanto garantizan Contemplar los supuestos compartidos
la intervención escrita.72 entre estos pensadores arroja luces sobre
Un efecto práctico del método con- la filosofía de Kropotkin, como también
textualista es una gran sensibilidad hacia lo hace meditar sobre las divergencias.
las motivaciones para el compromiso Más aún, dado que Maine es a veces
político, manifestado en una con- arrastrado al canon de los ‘anarco-
ciencia más desarrollada sobre la capitalistas,’ ¿arroja esto luces sobre la
literatura efímera que comprende el controvertida relación entre esta forma
universo intelectual del pensador, textos de pensamiento y la corriente principal
a los cuales se responden implícita o del movimiento anarquista?74
explícitamente. Esto tiene el potencial O, considerando a Toulmin Smith,
de matizar nuestras percepciones del otra figura que Kropotkin prodigó con
canon en el anarquismo, en lugar de sus elogios en Mutual Aid, y que ha
rechazarlo, planteando preguntas fres- adquirido una reputación política igual-
cas e iluminadoras concernientes a la mente ambigua, representado diversa-
relación del pensador con su ambiente mente como un libertario ‘thatcherista’
inmediato. Tradicionalmente, esto ha prematuro, un Tory tradicional y un
sido un punto débil en los estudios sobre comprometido mutualista.75
el anarquismo, y la tendencia del teó- En efecto, con su rica referenciación,
rico político de ver el anarquismo en Mutual Aid ofrece una oportunidad
términos de su relación con los asuntos única en la obra de Kropotkin para
contemporáneos muchas veces abstrae a recrear el marco intelectual de este tex-
los pensadores de los conflictos que en to, para explorar las fuentes en las que
realidad estaban enfrentando. Un par descansaba su sociología política y para
de ejemplos del trabajo de Kropotkin entender la relación de Kropotkin con la
ayudan a iluminar este punto. Mientras más amplia cultura intelectual en la que
Hobbes, T.H. Huxley y Rousseau son vivía. Incluso en las mejores historias
frecuentemente referenciados en rela- del anarquismo, esto ha tendido a ser
ción con la chef-d’oeuvre de Kropotkin, pasado por alto dado el deseo de los his-
Mutual Aid, probablemente el nombre toriadores de trazar las vicisitudes de la
de Henry Maine es menos familiar. Sin teoría anarquista y rescatar esta doctrina

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Mattew S. Adams — Posibilidades para una historia anarquista

política de la distorsión y la oscuridad. en las cosas fáciles: los grandes nombres


Para obtener una visión más clara de su y los grandes eventos, las organizaciones
trabajo, sin embargo, es vital desarrollar y las publicaciones periódicas que du-
un contexto más duradero: ran mucho tiempo, los panfletos y los
No podemos obtener una com- libros que pueden encontrarse en las
prensión adecuada de Arnold o bibliotecas.’77
Mill o Spencer sin una apreciación Al privilegiar el uso de la literatura
de los supuestos que compartían menor para construir un marco con-
con sus contemporáneos, y de las textual más comprehensivo, la historia
formas en las que diferían de ellos intelectual contextualista sí ofrece una
–cómo, por ejemplo, ellos usaban ruta directa fuera de esta búsqueda de
vocabularios políticos famili- respuestas ‘fáciles’.78
ares para nuevos e inesperados Quizás una manera aún más útil
propósitos.76 de aproximarse a este problema con-
Sustitúyase a Kropotkin, Bakunin o textual es, no obstante, virar hacia
Tucker por los pensadores antes las perspectivas que ofrece la
mencionados y algunas de historia cultural para reva-
las deficiencias de la his- luar estos contextos. La
toria anarquista serán ‘nueva historia cultural’,
evidentes. Aunque las así llamada para dis-
historias del anarquis- tinguirse de su prede-
mo han contribuido cesora buckhardtiana
significativamente a y su parcialidad ha-
desenterrar las com- cia la alta cultura, fue
plejidades y ambigüe- conformada por un
dades de esta tradición, encuentro pasajero con
han sido más débiles en la antropología y enfatiza
relacionar una apreciación particularmente la impor-
del anarquismo con una pers- tancia de la práctica simbólica,
pectiva más amplia de los contextos la representación y, en algún sentido, el
intelectuales y culturales que le dieron Verstehen weberiano.79
a sus teóricos su élan en primer lugar. En contraste con la relativa austeri-
Una crítica legítima de esta aproxi- dad de la historia intelectual, la historia
mación a la historia intelectual es que, cultural ha sido acusada caprichosamen-
a pesar de que puede dar luz sobre los te, al hacer énfasis en la naturaleza sub-
fundamentos filosóficos del anarquis- jetiva de la experiencia y al preocuparse
mo, tiende a fetichizar la teoría. Podría por la creación de significado cultural
añadir textura al canon, pero pasa por por individuos y grupos. Las historias
alto el hecho de que no todos los que se de modales de mesa, de colección y de
identifican como anarquistas pausaban vestimenta son unos de los ejemplos más
a rayar panfletos con una pluma. Heiner peculiares de estas nuevas historias, pero
Becker y Nicolas Walter señalaron este la historia cultural también ha actualiza-
punto en su breve artículo sobre la his- do el acertijo contextual de la historia in-
toria del Freedom Press, notando que ‘los telectual.80 La ‘cultura política’ ha emer-
historiadores… tienden a concentrarse gido como un concepto prominente

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Revista Erosión N°6, año IV, 2016

en el estudio de las ideas políticas, un sobre la historia anarquista, esto pone


término característicamente amplio que a prueba la aproximación hermética al
busca comprender el elemento subjetivo estudio del anarquismo al darle peso a
de la identificación política. La cultura las interacciones con los representantes
política se refiere entonces a ‘la identi- de otras tradiciones políticas, también
dad y los bordes de la comunidad’, y el enfatiza el proceso a través del cual los
sitio donde varios de estos discursos se anarquistas crearon su propia cultura
‘sobreponen’. En vez de tomarlo como política a partir de un popurrí de ideas
autoevidente, el ‘significado’ está atado prevalecientes y valores. Como sugiere
a este complejo de valores: el ejemplo de Maine y Kropotkin, estas
[La cultura política] constituye relaciones ignoradas son un camino po-
los significados de los términos… tencialmente fructífero para comprender
en los cuales los reclamos son el pasado del anarquismo.
enmarcados, la naturaleza de los Un desarrollo más de la historia cul-
contextos a los que pertenecen, y la tural de las ideas es la sensibilidad hacia
autoridad de los principios según los contextos no textuales.82 Reconocer
los cuales son avanzados, y bajo los el hecho de que los fragmentos literarios
cuales son formulados, y las con- no constituyen el único contexto en el
testaciones a las cuales les dan pie.81 cual situar las ideas, el rol de los más
Mientras en el siglo XIX la historia escurridizos ‘valores, prejuicios y expec-
cultural concebía la cultura como un tativas’ que influencian a los actores sale
cuerpo de conocimiento y ‘arte elevado’, a la luz. Mientras estas ‘convenciones
esta perspectiva sobre la cultura enfatiza culturales’, obviamente, se comprometen
la centralidad de los significados com- textualmente, en la práctica tiende a
partidos y los intentos de los actores haber una diferencia entre los tipos de
para definir sus propias comunidades de fuentes privilegiados por el historiador
significación. En términos polémicos, la contextualista de las ideas políticas y
ventaja de esto es una resistencia al fun- aquellos que interesan al historiador
damento marxiano de la historia social, cultural.83
la cual tendía a ver los valores como un Para descubrir los presupuestos que
‘aflujo’ de las condiciones materiales. En comprenden este marco de valores, es
contraste, los historiadores culturales necesario pensar más creativamente
muchas veces enfatizan la naturaleza au- acerca del material, y pensar más am-
tónoma de los valores y apuntan al poder pliamente sobre los contextos en los
de estos a lo hora de motivar la acción cuales situamos las ideas anarquistas. De
en la esfera social, lejos de los factores manera similar, la historia cultural está
materiales. La validez de esta crítica es usualmente ligada a un creciente interés
un punto discutible y no será explorada en la forma más que simplemente en
aquí, pero el enfoque renovado en la el contenido filosófico de las ideas.
idea de auto-definición e identificación El desarrollo paralelo de la ‘historia de
personal ofrece una manera intrigante libro’, por ejemplo, ha enfatizado parti-
de aproximarse al estudio de las ideas cularmente la interacción con el material
políticas que subrayan las fluidas y a impreso: ‘el libro no es tanto una catego-
veces sobrepuestas fuentes de identi- ría como un proceso: los libros ocurren;
dad política. Para aquellos que piensan ellos le ocurren a las personas que los

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Mattew S. Adams — Posibilidades para una historia anarquista

leen, los reproducen, los diseminan y los historiadores sociales.86


los componen.’ 84 Hay, por supuesto, una superposi-
Desde la perspectiva de la historia ción entre estas aproximaciones metodo-
anarquista, donde los periódicos tienen lógicas –sería una distorsión acusar a los
una corta vida y los artículos son anó- historiadores sociales de ser desinteresa-
nimos, la publicación lleva el producto dos en el asunto de los valores– pero los
de la cooperación a múltiples grupos y a veces mordaces conflictos entre ellos
autores, y esto es claramente una histo- han abierto caminos útiles para repensar
ria más rica que muchas. De nuevo, el nuestra aproximación a la comprensión
trabajo de Kropotkin ofrece un ejemplo de la historia anarquista.
iluminador. Dado que la revista de corte ‘¡Oh, lector! - ¡Coraje, veo tierra!’87
liberal Nineteenth Century fue el medio
para la mayoría de los artículos más im- Conclusión
portantes de Kropotkin una vez comen- En este artículo, he intentado evitar
zó su estadía en Gran Bretaña, el impac- el tono aguerrido que normalmente
to de esta relación en sus ideas mismas acompaña las consideraciones sobre el
no ha sido escudriñado. ¿De qué manera método. Mi intención no era ofrecer una
difieren la forma de sus argumentos, la ‘defensa’ de la historia o, como es el caso
construcción retórica de su escritura y la con una reciente colección, un manifies-
pátina de estos artículos, de sus publica- to sobre cómo debería escribirse.88
ciones tempranas y de aquellas dirigidas El artículo, en cambio, es motivado
principalmente a audiencias anarquistas? por la creencia de que la historia del
Un cambio es que Kropotkin comenzó anarquismo es rica y variada, y que pres-
a tomar de diferentes ejemplos al buscar tar atención a esto ha sido un aspecto un
incrementar su capacidad de convenci- tanto lento de la reactivación general del
miento, un proceso que imita su viaje interés por el anarquismo.
de este a oeste. El imaginario de mirs Esto es particularmente evidente
rusos fue suplantando por el comuna- en el contexto de la historia intelectual
lismo del campesinado francés mientras del anarquismo, el campo en el que se
vivía bajo la Tercera República, antes podría esperar la mayoría de la actividad
de que Kropotkin tomara los ejemplos y donde, de hecho, ha habido relativa-
más peculiares de clubes de bicicletas y mente poca innovación. Esa historia que
sociedades de amigos en el contexto de escribió Woodcock del anarquismo, con
Gran Bretaña, en ese entonces el país más toda su profunda erudición y esa prosa
urbanizado del mundo. 85 chispeante, sigue siendo insuperable
Así, la forma es algo usualmente y eso es sintomático de esa falta de
pasado por alto en la historia anarquista, atención histórica. Esa falta de estudios
y mientras la historia social del anar- históricos es la que, como he argüido,
quismo alabada por Goodway siguió ayuda a explicar el predominio del ca-
un camino paralelo, la fijación de la non en los estudios anarquistas.
historia cultural en la representación y La ascendencia disciplinaria de la
los múltiples contextos que informan teoría política acentuó la concentra-
el crecimiento y la transmisión de las ción en una banda selecta de pensa-
ideas marcó la despedida del enfoque dores como representantes de la tradi-
en ‘estructuras o procesos’ amado por ción, la principal preocupación fue una

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Revista Erosión N°6, año IV, 2016

definición conclusiva y el estatus del garantiza una escritura que valga la pena,
anarquismo como ideología política. El tampoco es necesario estar atento frente
post-anarquismo, uno de los desarrollos a estos debates disciplinarios para ofre-
más significativos en la historia intelec- cer nuevas perspectivas sobre ideas anar-
tual reciente del anarquismo, ha hecho quistas, pero los intentos recientes de
poco para desplazar esta tendencia, a pensar nuevamente sobre la naturaleza
pesar de criticar la comprensión con- del contexto histórico y su relación con
vencional del anarquismo. las ideas políticas han avivado el estudio
De nuevo, no obstante, es importante de eventos y movimientos principales.
notar que esto está empezando a cam- Tal como el elogio de la historia
biar. La sensibilidad histórica es ahora, social de Goodway al final de la déca-
primariamente, un atributo de aquellos da de 1980, mi declaración sobre los
que no escriben explícitamente desde beneficios de la historia cultural de las
una perspectiva histórica, y el intento ideas sin duda llega tarde; para cuando
de matizar las comprensiones del anar- Goodway escribía, la historia social ya
quismo apelando a sus actores más mar- había sido en gran parte desplazada por
ginales está influenciado por un rechazo la historia cultural. No obstante, una
al pensamiento canónico. De manera si- mayor sensibilidad al profundizar en el
milar, el emocionante crecimiento de las contexto textual de las ideas anarquistas,
historias transnacionales del anarquismo apreciar las asunciones culturales que
demuestra que lo que alguna vez fue sustentan los argumentos políticos,
una debilidad está cambiando. El miedo ser más conscientes de las formas de
en ese entonces de que el anarquismo intervención retórica y de los intentos
se estaba suscribiendo a una historia conscientes de anarquistas para fabricar
carlyleana del ‘gran hombre’ al canonizar una cultura política distintiva, todo esto
un selecto grupo de pensadores exagera ofrece nuevas maneras de aproximarse a
el asunto; y, como testifica esta edición la historia del anarquismo.
especial, la resistencia a este proceso es Tal ‘descripción densa’, tomando
un tema bien fundado y productivo. prestada una frase de una antropología
Otros intentos de ir más allá del bien querida por los historiadores cultu-
pensamiento canónico en el estudio rales, también presenta la oportunidad
del anarquismo, y, en efecto, intentos de de repensar el canon como una abrevia-
ofrecer revelaciones frescas sobre aque- tura de la filosofía anarquista al rescatar
llos miembros predominantes de esta influencias ignoradas de la anonimia y
elite percibida, deberían ser bienvenidos. recuperar los debates que le dieron al
La investigación histórica ofrece tenta- anarquismo su fuerza teorética en un
doras oportunidades en esta dirección. comienzo.89
Mientras quienes escriben sobre Entonces, en vez de seguir la suge-
asuntos anarquistas se han estado enfo- rencia de lord Acton a su colega histo-
cando en los grandes impactos episte- riador Mandell Creighton –‘Consejo a
mológicos de la filosofía post-estructu- personas a punto de escribir Historia: no
ralista, los más modestos desarrollos en lo hagan’– la escritura histórica sobre
la escritura tradicional de la historia han el anarquismo podría experimentar la
pasado en gran parte desapercibidos. suerte de renacimiento en curso en las
Ser consciente de estas revelaciones no ciencias sociales.90

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Mattew S. Adams — Posibilidades para una historia anarquista

NOTAS
1. Agradezco a Ruth Kinna, Katherine Fely Fabiana y desempeñaron un rol importante
y Martin Addams por sus valiosos comen- en la fundación de la London School of Eco-
tarios a los primeros borradores de este nomics and Political Science –en adelante
artículo. LSE– en 1895. Ambos publicaron escritos en
2. Thomas Carlyle, On Heroes, Hero- los que trabajan ampliamente sobre cuestio-
Worship and the Heroic in History: InOne nes económicas y sociales, en los que el estu-
Volume (London: Chapman & Hall, 1898), dio histórico ocupa lugares destacados, con
1. For a useful discussionof Carlyle’s unders- la historia económica que se ofrece desde el
tanding of history, consider John Morrow, inicio en la LSE. Su libro conjunto The His-
ThomasCarlyle (London: Continuum, 2006), tory of Trade Unionism (1894) es un trabajo
161–191. influyente y frecuentemente reimpreso. John
Lawrence Hammond (1872-1949) y Barbara
3. La expresión “en cierta forma entre los
Hammond (1873-1961) fueron otra pareja
investigadores del anarquismo” ha sido tra-
de esposos que escribieron trabajos histó-
ducida del original: “in certain forms of
ricos pioneros, especialmente en el área de
anarchist scholarship”.
la historia social y la historia del trabajo.
4. John Burrow, A history of histories (New Su libro más significativo fue la trilogía The
York: Alfred Knopf, 2008), 431. Village Labour: 1760-1832: A Study in the
5. El empirismo de Ranke está capturado en Government of England before the Reform Bill
su excesivamente citado -y malentendido- (1911), The TownLabourer: 1760-1832: the
dictum de que “la historia debe mostrar las New Civilization (1917) y The Skilled Labou-
cosas tal y como sucedieron”. Citado en John rer,1760-1832 (1919).
Warren ‘The Rankean Tradition in British 11. Peter Burke. History & Social Theory.
historiography, 1850 to1950’, en Stefan Ber- (New York: Cornell UniversityPress, 1992),
ger et al. (eds.) Writing History: Theory and 14. Para ver a profundidad este tema se
Practice (London: Bloomsbury Academic, podría revisar el documento: “La versión
2010), 25 [22–39]. Esta oración también ha psicogenética de la Historia cultural. A pro-
sido traducido como “su objetivo era simple- pósito de los cien años del Instituto de Histo-
mente para mostrar cómo eran realmente las
ria Cultural y Universal en Leipzig”.
cosas”. Ver: John Tosh, The Pursuit of History:
Aims, Methods and New Directions in the 12. Stefan Collini. Absent Minds: Intellectuals
Study of Modern History (London: Longman, in Britain (Oxford: OxfordUniversity Press,
1989), 11. 2006), 454.
6. Piotr Kropotkin, ‘Anarchism: Its Philoso- 13. David Goodway, ‘Introduction’, in David
phy and Ideal,’ in GeorgeWoodcock (ed.), Goodway (ed.), ForAnarchism: History,
Fugitive Writings (Montréal: Black Rose Theory, and Practice (London: Routledge,
Books, 1993),99–121. 1989), 7 [1-22].
7. Piotr Kropotkin, La conquista del Pan. 14. Nicolás Walter ofreció un útil balance
Buenos Aires: Libros de Anarres. 2005. P. bibliográfico para escribir sobre el anar-
35-36 quismo en 1971, aunque ya es anticuado para
nuestro momento. El ensayo lamentaba la
8. John Burrow. A History of Histories, 438.
escasez de escritos históricos sobre el anar-
9. Peter Burke, What is Cultural History? quismo, pero confiaba en que esto cambia-
(Cambridge: Polity, 2004), 7. ría de forma inminente. Ver: Nicolas Walter,
10. Sidney Webb (1859-1947) y Beatrice ‘Anarchism in Print: Yesterday and Today,’ en
Webb (1858-1943) fueron una pareja de David E. Apter y James Joll (eds.), Anarchis-
esposos que ayudaron a fundar la Sociedad mToday (London: Macmillan, 1971), 127-144.

Página 27
Revista Erosión N°6, año IV, 2016

15. Paul Eltzbacher, Der Anarchismus (Ber- referencia positiva de Michal Freeden a
lin: Topos Verlag, 1900); Paul Eltzbacher, ambos textos en su importante estudio de
Anarchism (London: A.C. Fifield, 1909); las ideologías políticas. Ver Michael Freeden,
Paul Eltzbacher, The Great Anarchists: Ideas Ideologies and Political Theory A Concep-
and Teachings of Seven Major Thinkers (New tual Approach (Oxford: Oxford University
York: Dover, 2004) (Hay traducción al cas- Press, 2008), 311, 312.
tellano: La doctrina anarquista a través del 20. Alan Ritter, Anarchism: A Theoretical
pensamiento de Godwin, Proudhon, Stir- Analysis (Cambridge: Cambridge University
ner, Bakunin, Tolstoy y Kropotkin, Santiago: Press, 1980), 3.
Editorial Claridad, 1921). Estoy en deuda
con dos trabajos por su discusión sobre las 21. Crowder, Classical Anarchism, 29. Vale
aproximaciones a la historia anarquista: ver la pena señalar, sin embargo, que Crowder
Ruth Kinna, Anarchism: A Beginner’s Guide es generalmente escéptico de la influencia de
(Oxford, 2005), 3–43 (especialmente 10–15), Rousseau sobre el anarquismo.
y Lucien van der Walt y Michael Schmidt, 22. Para una discusión clásica sobre esta
Black Flame: The Revolutionary Class Politics aproximación, ver Quentin Skinner ‘Mea-
of Anarchism and Syndicalism (Edinburgh: ning and Understanding in the History of
AK Press, 2009), 34-40. Ideas,’ History and Theory 8.1 (1969): 3–53.
16. R.B. Fowler, ‘The Anarchist Tradition (Hay traducción al castellano: Significado y
of Political Thought,’ The Western Political comprensión en la historia de las ideas, Pris-
Quarterly 25.4 (Dec. 1972): 738 [738–752]. mas Revista de Historia Intelectual 4, 2000:
Sobre el uso actual del trabajo de Fowler, 149-191).
considerar Kinna, Anarchism, 11, y Schmidt 23. Crowder, Classical Anarchism, 7–16. Los
and van der Walt, Black Flame, 81 n228. El anarquistas son también frecuentemente
artículo de D. Novak sobre anarquismo es culpables de este ahistoricismo y con fre-
un precursor, que aunque sigue el canon de cuencia tienden a amplificarlo, partiendo de
Eltzbacher, extiende su mirada más atrás, la reflexión de Kropotkin de que la “filosofía
hasta los tempranos movimientos religiosos anarquista” fue anticipada por Zeno y puede
como posibles “predecesores intelectuales”. también verse en los Husitas y Anabaptistas.
Este artículo, no obstante, ha permanecido Ver: P.A.K. “Anarchism” en The Encyclopae-
largamento olvidado: ver D. Novak, ‘The dia Britannica: Eleventh Edition: Volume 1
Place of Anarchism in the History of Poli- (Cambridge: Cambridge University Press,
tical Thought,’ The Review of Politics 20.3 1910), 915 [914–919]. (Hay traducción
(July 1958): 319 [307–329]. al castellano: Anarquismo, disponible en:
17. April Carter, The Political Theory of http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/
Anarchism (London: Harper Torchbooks, politica/anarquismo/anarquismo.html, con-
1971) (Hay traducción al castellano: Teo- sultado el 24 de junio de 2015).
ría política del anarquismo, Caracas: Monte 24. Para una discusión útil al respecto, ver:
Ávila, 1975). La bibliografía es indicativa C. Alexander McKinley, Illegitimate Chil-
(ver 113–116), así como también la sección dren of the Enlightenment: Anarchists and the
de “lecturas sugeridas”, que continúa remi- French Revolution, 1880-1914 (Oxford: Peter
tiendo a los clásicos: Proudhon, Kropotkin, Lang, 2008).
Bakunin, and Tolstoy: 111.
25. Para una invaluable introducción, ver
18. David Miller, Anarchism (London: J.M. Süreyyya Evren, “Introduction: How New
Dent, 1984), 2; George Crowder, Classical Anarchism Changed the World (of Oppo-
Anarchism: The Political Thought of God- sition) after Seattle and Gave Birth to
win, Proudhon, Bakunin, and Kropotkin Post-Anarchism,” en Duane Rousselle and
(Oxford: Clarendon, 1991), 170. Süreyyya Evren (eds.), Post-Anarchism: A
19. Esta influencia puede verse en la Reader (London: Pluto Press, 2011), 1–19.

Página 28
Mattew S. Adams — Posibilidades para una historia anarquista

26. Saul Newman, The Politics of Postanar- y la política del resentimiento, disponible en:
chism (Edinburgh: Edinburgh University http://laletraindomita.blogspot.mx/2012/10/
Press, 2011), 6. (Hay traducción al caste- el-anarquismo-y-la-politica-del.html, con-
llano: La política del postanarquismo, dispo- sultado el 24 de junio de 2015.
nible en: http://www.barriodelcarmen.net/ 34. Ver Nicolas Walter, ‘Joseph Lane’ and
nube/pensamiento/26-pensamiento/posta- ‘Lillian Wolfe,’ en David Goodway (ed.),
narquismo.html, consultado el 24 de junio The Anarchist Past and Other Essays (Not-
de 2015. tingham: Five Leaves, 2007), 209–219 and
27. Crowder, Classical Anarchism, 156–169. 231–237. Los intereses históricos de Walter
Similar assessments appear in: Miller, Anar- también aparecen en otras colecciones de
chism, 75, and Richard Sonn, Anarchism David Goodway de sus escritos: ver Nicolas
(New York: Twayne, 1992), 37. Para una Walter, Damned Fools in Utopia and Other
postura alternativa, considerar Matthew S. Writings on Anarchism and War Resistance
Adams, ‘Kropotkin: Evolution, Revolutio- (Oakland: PM Press, 2011).
naryhange and the End of History,’ Anarchist 35. Ver Peter Kropotkin, ‘Modern Science
Studies 19.1 (2011): 56–81. and Anarchism,’ en George Woodcock (ed.),
28. Todd May, The Political Philosophy of Evolution and Environment (Montréal: Black
Poststructuralist Anarchism (Philadelphia: Rose Books, 1995), 15–107. (Hay traducción
University of Pennsylvania Press, 1994), 63. al castellano: La ciencia moderna y la anar-
29. Newman, Politics of Postanarchism, 182; quía. Madrid, Santiago de Chile: LaMala-
Andrew M. Koch, ‘Post-Structuralism and testa, Editorial Eleuterio. 2016).
the Epistemological Basis of Anarchism,’ 36. Rudolf Rocker, Anarchism and Anarcho-
en Rousselle and Evren, Post-Anarchism, 39 Syndicalism (London: Freedom Press, 1973).
[23–40]. 37. Nicolas Walter, ‘A flawless reminder
30. Considerar Allan Antliff, ‘Anarchy, Power of life left of left,’ Times Higher Education
and Post-Structralism,’ en Rousselle and Supplement, October 10, 1997: 27; Kropot-
Evren, Post-Anarchism, 160–167, y Benjamin kin, ‘Anarchism,’ 919.
Franks, ‘Post-Anarchism: A Partial Account,’ 38. Heiner M. Becker, ‘Introduction,’ en Max
en Rousselle and Evren, Post- Anarchism, Nettlau, A Short History of Anarchism (Lon-
168–180 don: Freedom Press, 1996), ix [ix–xxiii].
31. Jesse Cohn and Shawn Wilbur, ‘What’s 39. Peter N. Stearns, ‘Social History Present
Wrong with Postanarchism?’, The Anar- and Future,’ Journal of Social History 37.1
chist Library: http://theanarchistlibrary.org/ (Autumn, 2003): 9 [9–19]; John Quail, The
library/jesse-cohnand-shawn-wilbur-what- Slow Burning Fuse (London: Paladin, 1978);
s-wrong-with-postanarchism Hermia Oliver, International Anarchist
32. Un útil y breve visión histórica que Movement in Late Victorian London (Beck-
comenta las fuentes francesas e inglesas es enham: Croom Helm, 1983).
Alex Prichard, ‘The Ethical Foundations of 40. Quail, Slow Burning Fuse, xiv, xiii.
Proudhon’s Anarchism,’ en Benjamin Franks
41. Oliver, International Anarchist Move-
and Matthew Wilson (eds.), Anarchism and
ment, n.p.
Moral Philosophy (Basingstoke: Palgrave
Macmillan, 2010), 86–112. 42. James Joll, The Anarchists (London:
Methuen, 1964). (Hay traducción al caste-
33. Saul Newman, ‘Anarchism and the Poli-
llano: Los anarquistas, Barcelona: Grijalbo,
tics of Ressentiment,’ en John Moore (ed.),
1968).
I am Not a Man, I am Dynamite: Friedrich
Nietzsche and the Anarchist Tradition (Auto- 43. Quail, Slow Burning Fuse, xiii.
nomedia: Brooklyn, 2004), 109 [107–126]. 44. Considerar E.H. Carr, Michael Baku-
(Hay traducción al castellano: El anarquismo nin (London: MacMillan, 1937)—este texto

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Revista Erosión N°6, año IV, 2016

fue reimpreso en 1975 (Hay traducción al David J. Parent (St. Louis: Telos Press, 1978).
castellano: Bakunin, Barcelona: Grijalbo, Esta laguna fue recientemente llenada en
1970); Edward Hyams, Pierre-Joseph Prou- forma parcial por la excelente colección de
dhon: His Revolutionary life, Mind and Gabriel Kuhn: Gustav Landauer, Revolution
Works (London: J. Murray, 1979); Anthony and Other Writings: A Political Reader, trans.
Masters, Bakunin: The Father of Anarchism Gabriel Kuhn (Oakland: AK Press 2010).
(London: Sidgwick & Jackson, 1974); Mar- Considero la influencia de Landauer en el
tin A. Miller, Kropotkin (Chicago: Chicago contexto británico en: Matthew S. Adams,
University Press, 1976); George Woodcock ‘Art, Education, and Revolution: Herbert
e Ivan Akakumović, The Anarchist Prince: A Read and the Reorientation of British Anar-
Biographical Study of Peter Kropotkin (Lon- chism,’ History of European Ideas 39 (2013):
don: T.V. Boardman, 1950) (Hay traducción 709-728.
al castellano: El príncipe anarquista: estudio 47. George Woodcock, Anarchism: A History
biográfico de Piotr Kropotkin, Madrid: Júcar, of Libertarian Ideas and Movements (London:
1971; George Woodcock, Pierre-Joseph Prou- Penguin, 1986), 414; George Woodcock (ed.),
dhon: A Biography (London: Routledge & The Anarchist Reader (Hassocks: Harvester
Kegan Paul, 1956). Press, 1977). (Hay traducción al castellano: El
45. En esta categoría sitúo estudios como el anarquismo: historia de las ideas y movimien-
excelente estudio de K. Steven Vincent sobre tos libertarios, Barcelona: Ariel, 1979).
Proudhon, que se concentra más en el desa- 48. Kinna, Anarchism, 13.
rrollo intelectual de Proudhon que en pro- 49. Emma Goldman, ‘The Failure of the Rus-
veer a una biografía comprehensiva. Ver Ste- sian Revolution,’ en The Anarchist Reader,
ven Vincent, Pierre-Joseph Proudhon and the 157 [153–162].
Rise of French Republican Socialism (Oxford:
Oxford University Press, 1985). En una línea 50. Daniel Guérin, Anarchism: From Theory
similar, aunque con menos éxito, considerar to Practice (New York: Monthly Review
Richard B. Saltman, The Social and Political Press, 1970), 3 [Hay traducción al castellano:
Thought of Michael Bakunin (Westport: Gre- Anarquismo: de la teoría a la práctica, dispo-
enwood, 1983); nible en: http://es.theanarchistlibrary.org/
library/daniel-guerin-anarquismo.pdf (con-
Stephen Osofsky, Peter Kropotkin (Boston: sultado el 24 de junio de 2015)].
Twyne Publishers, 1979)
51. El texto original se titulaba Ni Dieu ni
46. Una excepción es la recuperación del maitre: anthologie de l’anarchisme y estaba
anarquismo de Gustav Landauer. Aún a publicado en cuatro volúmnes.
pesar del exceso de trabajos biográficos
52. Daniel Guérin (ed.), No Gods No Mas-
sobre él durante esos años, raramente se
ters: An Anthology of Anarchism: Book Two
encontró dentro del canon dominante, y
(Edinburgh: AK Press, 1998), 163–208,
es sólo recientemente que se le ha prestado
49–51, 104–119, 165–180. El texto de Gold-
mayor atención. Las principales biografías
man sobre Kropotkin puede encontrarse en
datan de los setenta: ver Ruth Link-Salinger
Guérin, No Gods No Masters: Volume One,
Hyman, Gustav Landauer: Philosopher of
287–294.
Utopia (Indianapolis: Hackett, 1977); Eugene
Lunn, Prophet of Community: the Romantic 53. Leonard I. Krimerman y Lewis Perry
Socialism of Gustav Landauer (London: Uni- (eds.), Patterns of Anarchy: A Collection of
versity of California Press, 1973); Charles Writings on the Anarchist Tradition (New
B. Maurer, Call to Revolution: the Mystical York: Anchor), 207–222, 372–378, 491–553.
Anarchism of Gustav Landauer (Detroit: 54. Marshall S. Shatz (ed.), The Essential
Wayne State University Press, 1971). El pro- Works of Anarchism (New York: Bantam,
pio trabajo de Landauer sólo está disponible 1971), 312–355; Irving Louis Horowitz
en Gustav Landauer, For Socialism, trans. (ed.), The Anarchists (1964; London: Aldine

Página 30
Mattew S. Adams — Posibilidades para una historia anarquista

Transaction, 2004), 266–283. (Hay traduc- utilizados indistintamente, el primero se uti-


ción al castellano: Los anarquistas, Madrid: liza con mayor frecuencia en la actualidad.
Alianza, 1977). Aquí, utilizo ambos términos para referirme
55. Robert Graham (ed.), Anarchism: A a la misma sub-disciplina histórica.
Documentary History of Libertarian Ideas, 62. Peter Marshall, Demanding the Impossi-
Volume One: From Anarchy to Anarchism ble: A History of Anarchism (London: Fon-
(300CE to 1939) (London: Black Rose Books, tana, 1993), xiii.
2005), 236–252, 336–366, 319–335. See also 63. Dominick LaCapra, ‘Rethinking Intellec-
Robert Graham (ed.), Anarchism: A Docu- tual History and Reading Texts,’ en Dominick
mentary History of Libertarian Ideas: Volume LaCapra y Steven L. Kaplan (eds.) Modern
Two: The Emergence of The New Anarchism European Intellectual History: Reappraisals &
(1939-1977) (London: Black Rose Books, New Perspectives (London: Cornell Univer-
2008). sity Press, 1982), 51 (47-85)
56. Pienso en Benedict Anderson, Under 64. Revisar Siep Stuurman. ‘The Canon of
Three Flags: Anarchism and the Anti-Colonial the History of Political Thought: Its Ciriti-
Imagination (London: Verso, 2005) (Hay que and a Proposed Alternative,’ History and
traducción al castellano: Bajo tres bande- Theory 39.2 (May 2000):147-166. Una excep-
ras: anarquismo e imaginación anticolonial, ción importante es el impresionante trabajo
Madrid: Akal, 2008); David Berry y Cons- de J.W. Burrow The Crisis of Reason, el cual
tance Bantman (eds.), New Perspectives on se enfoca fuertemente sobre Bakunin. Sin
Anarchism, Labour and Syndicalism: The embargo, este análisis tiende a fijarse en sus
Individual, the National and the Transnatio- himnos para la violencia como un síntoma
nal (Newcastle: Cambridge Scholars Publis- de un culto amplio de irracionalidad a fina-
hing, 2010); Steven Hirsch y Lucien van der les del siglo, en lugar de un análisis de sus
Walt (eds.), Anarchism and Syndicalism in the ideas políticas. Kropotkin, como lo concede
Colonial and Postcolonial World, 1870-1940: en el prefacio, no es incluido en su estudio,
The Praxis of National Liberation, Internatio- y esto es interesante porque refleja el hecho
nalism, and Social Revolution (Leiden: Brill, de que las proclividades científicas de Kro-
2010); Schmidt y van der Walt, Black Flame.
potkin y su último movimiento por distan-
57. Benjamin Franks, Rebel Alliances: The ciarse de la retórica agresiva podría comple-
Means and Ends of Contemporary British jizar la imagen presente del anarquismo. Ver:
Anarchisms (Edinburgh: AK Press, 2006). J.W. Burrow, The Crisis of Reason: European
58. Un buen ejemplo de esto es Ruth Kinna, Thought, 1848-1914 (London: Yale Univer-
‘Guy Aldred: Bridging the Gap between sity Press, 2000), xiv.
Marxism and Anarchism,’ Journal of Political 65. Una indicación, más bien, poco científica
Ideologies 16.1 (2011): 96–114. Una inten- de esto se puede ver utilizando el catálogo
ción similar puede ser vista en varios de los de la universidad biblioteca COPAC. http://
artículos de la siguiente colección editada: www.copac.ac.uk Digitando el término de
Laurence Davis y Ruth Kinna (eds.), Anar- búsqueda ‘Kropotkin’ arroja 202 resultados y
chism and Utopianism (Manchester: Man- ‘Bakunin’ 349, en comparación con 1090 de
chester University Press, 2009). ‘Thomas Hobbes’ y 2696 para ‘John Locke’.
59. Walter, ‘Anarchism in Print,’ 139. 66. Arthur O. Lovejoy, The Great Chain
60. Sobre la creciente popularidad de la his- of Being: A Study of the History of an Idea
toria cultural, ver Peter Burke, ‘Strengths and (Cambridge:Harvard University Press,
Weaknesses of Cultural History’ Cultural 1961), 3.
History, 1.1 (2012): 1-13. 67. Lovejoy, Great Chain on Being, 14.
61. Generalmente, los términos ‘histo- Estoy en deuda con la discussion de Abigail
ria intelectual’ e ‘historia de las ideas’ son William sobre la obra de Lovejoy ver: Abigail

Página 31
Revista Erosión N°6, año IV, 2016

Williams, ‘Literary and Intellectual History,’ 74. Brian Doherty, Radicals for Capitalism: A
in Richard Whatmore and Brian Young Freewheeling History of the Modern Ameri-
(eds.), Palgrave Advances in Intellectual His- can Libertarian Movement (New York: Publi-
tory (Basingstoke: Palgrave, 2006), 49–65. cAffairs, 2007), 7, 25.
68. Skinner,’Meaning and Understanding,’ 75. Kropotkin, Mutual Aid, 142n, 144n,
10, 11. 161n, 163n, 209; Ben Weinstein, “Local
69. Marshall, Demanding the Impossible, xiv. Self-Government Is True Socialism”: Joshua
La contraposición de este punto se encuentra Toulmin Smith, the State and Character For-
bien elaborada en Schmidt y van der Walt, mation,’ English Historical Review CXXIII. 54
Black Flame, 33 passim. (2008): 1195 [1193-1228].
70. Quentin Skinner, The Foundations of 76. H.S. Jones, Victorian Political Thought
Modern Political Thought, Volume 1: The (Basingstoke: Macmillan, 2000), xi.
Renaissance (Cambridge: Cambridge Uni- 77. Heiner Becker y Nicolas Walter, ‘Free-
versity Press), xi. dom: People and Places,’ en Freedom: A Hun-
71. Vale la pena señalar que este enfoque dred Years (London: Freedom Press, 1986),
difiere ligeramente de la historia intelectual 4 [4-7].
llevada a cabo por historiadores prominentes 78. Un útil desafio para la comprensión de
como Peter Gay y H. Stuart Hughes. Mien- Skinner sobre el contextualismo, considerar
tras que ambos están interesados en el con- Mark Bevir, ‘The Role of
texto en el que las ideas crecen, su enfoque Contexts in Understanding and Explanation,’
en el zeitgeist difiere de la especificidad de Human Studies 23.4 (Oct. 2000): 395-411.
la historia intelectual contextualista. Como
Gay escribió en la introducción de La Ilus- 79. Para una vista general sobre la historia de
tración, ‘La Ilustración estrecha de los filó- la historia cultural ver Burke, What is Cultu-
sofos se ha incrustado en un ambiente más ral History?
amplio, la atmósfera del siglo XVIII, que se 80. Burke, What is Cultural History?, 58, 59, 68.
puede llamar, sin distorsión, la Era de la Ilus- 81. Keith Michael Baker, ‘Introduction,’ en
tración. Fue a partir de esta edad que los filó- Keith Michael Baker (ed.), The French Revo-
sofos elaboraron ideas y se apoyaron, esta era lution and the Creation of Modern Political
la que en parte lideraron, en parte personific� Culture, Volume 1: The Political Culture of
caron, y en parte rechazaron’: Peter Gay, The the Old Regime (Oxford: Pergamon Press,
Enlightenment: An Interpretation: The Science (1987), xii [xi–xxiv].
of Freedom (1969; London: W.W. Norton,
82. Brian Cowan, ‘Intellectual, Social and
1997), x. En una vena similar, considerar H.
Cultural History: Ideas in Context,’ in
Stuart Hughes, Consciousness & Society: The
Palgrave Advances in Intellectual History,
Reorientation of European Social Thought:
171–188 (esp. 180– 183). Estoy al tanto
1890-1930 (1958; Brighton: Harvester Press,
sobre el pronunciamiento DerridianoI
1979). Para este punto en general, estoy en
que ‘Il n’ya a pas de hors-texte,’ el cual
deuda con Robert Darnton, ‘Intellectual and
necesariamente no debería ser tomado
Cultural History,’ en Michael Kammen (ed.),
‘literalmente’. En el presente artículo, sin
The Past Before Us: Contemporary Historical
embargo, la distinción entre textual y no-
Writing in the United States (Ithaca: Cornell
textual se refiere simplemente a la aten-
University Press, 1980), 340 [327–353].
ción partícular de los historiadores en
72. Skinner, Foundations of Modern Political la literatura política y a la aproximación
Thought, xi. más variada de los historiadores cultura-
73. Peter Kropotkin, Mutual Aid (1904; Lon- les hacia las fuentes. Tomo el comentario
don: Penguin, 1939), 76, 107, 107n, 113n, sobre el literalismo Derrideano de Alex
114, 117, 118, 131n, 190. Callinicos, Theories and Narratives.

Página 32
Mattew S. Adams — Posibilidades para una historia anarquista

83. Cowan, ‘Intellectual,


Social, and Cultural History,’
183.
LA IDEA ANARQUISTA:
84. Leslie Howsam, Old SU PASADO, SU PORVENIR
Books & New Histories: (Fragmento)
An Orientation to Studies
in Book and Print Cul-
Max Nettlau
ture (London: University La tradición es una
of Toronto Press, 2006), 5.
fuente muy precaria y la
Estoy en deuda con Cathe-
rine Feely por su consejo
historia oficial lo es aún
sobre la historia del libro. más; una y otra han sido
influenciadas en el más
85. Esto es brevemente
explorado en Matthew alto grado por los amos
S. Adams, ‘Rejecting the del día, las autoridades
American Model: Peter políticas y espirituales, el
Kropotkin’s Radical Com- Estado y la Iglesia. ¿En
munalism,’ History of Poli- qué grado inmenso, por ejemplo, no han suprimi-
tical Thought 36.3 (Autumn do o desnaturalizado la historia, la vida social, las
2013). lenguas, etc., de todo el gran número de los otros
86. Peter Mandler, ‘The pueblos de su tiempo a quienes se llamó «bárba-
Problem with Cultural His- ros», las fuentes griegas, latinas y orientales, casi
tory’ in Cultural and Social las únicas de que dispone la historia? Estamos
History, Vol.1, No.1 (2004), seguros que en el mismo grado, o más aún, se ha
94-117.
borrado siempre la memoria de los espíritus y
87. Thomas Carlyle, The actores libertarios, de los rebeldes más sinceros, o
French Revolution: A His-
bien nos queda aún la tarea de desprenderlos de los
tory, Volume III (1837;Lon-
don: Chapman and Hall, disfraces de que la ignorancia o la mala voluntad
1898), 288. los rebozó. La literatura socialista de la antigüedad,
88. Richard J. Evans, In
las utopías de los Phaleas de Hipodamos y de otros,
Defence of History (London: se han perdido igualmente: apenas se conservaron
Granta, 2001); Keith Jen- la República de Platón y las ironías antisocialistas
kins, Sue Morgan, and Alun de Aristófanes. Se encuentran ideas anarquistas
Munslow (eds.), Manifestos en el filósofo Zenón. Debió haber libertarios en
for History (London: Rout- todas las revueltas de esclavos, entre los primeros
ledge, 2007). cristianos, y más aún entre los herejes múltiples que
89. Clifford Geertz, The se disgustaron pronto del cristianismo oficial, y pro-
Interpretation of Cul- bablemente también entre los últimos paganos, que
tures (New York: Basic vieron ensombrecer su vida intelectual y artística
Books,1973), 3–10. bajo los golpes del bolchevismo cristiano, de una
90. John Emerich Edward dictadura anti-intelectual, anti-artística espantosa,
Dalberg, Lord Acton, a la que debemos en gran parte los siglos negros de
Acton-Creighton Correspon-
la historia de la Edad Media, La transmisión de la
dence (1887) ‘Letter II’, The
Online Library of Liberty : ciencia proscrita a través de esas tinieblas, fue un
http://oll.libertyfund.org/ acto antiautoritario por excelencia que ha debido
title/2254/212810. apasionar los espíritus libres.

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