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DIBUJOS Danza de los Guacamayos:

LA CHAVELA:

Danza de la Serpiente:

Los Micos:

Danza de Nuestros Viejos


Animalitos:
Danza de los Diablos:

Danza de los Güegüechos:


Baile de los Marineros:

Danza de los viejitos:


Danza del torito:
CUENTOS

cuentos
Loro Mamay
Cuento del distrito de Chipao, provincia de Lucanas. Época Republicana. Contado
por don Rafael Aguilar. Valencia. Versión libre de Guillermo Huyhua y Rosa Arroyo.
Los loros son animales muy curiosos y viven en todo el Perú, especialmente en la
selva y en las zonas calientes de la sierra. Tienen una capacidad increíble para
imitar la voz del hombre y pronunciar frases enteras para el asombro de las
personas que los escuchan, cualquiera que sea el idioma.
En la selva peruana los nativos quieren bien a los loros, sirven de adorno en sus
casas y como compañía en caso de soledad. Los niños los adoran porque aparte
de ser una compañía perfecta, les enseñan frases graciosas para asegurarse
jornadas enteras de risotadas con su familia o con sus amigos.
En la sierra, los niños también los quieren mucho. Los llaman: Lorito, lorito bonito,
loro, lorocha… sumaq lorocha.., dicen mil piropos para atraer la atención de los
loros. Pero, generalmente, éstos viven sueltos, vuelan con entera libertad y no están
al alcance de los niños, dejando a estos con los crespos hechos y con las ansias de
acariciar el verde plumaje del animalito o provocar un mordisco de su pico…
Pero para los adultos, los loros son una plaga….
Don Rafaeelll, don Rafaelll,.. ha llegado la plaga están comiendo tu maíz…. Don
Rafael, comunero del distrito de Chipao, en Lucanas, al igual que otros tenía
chacras con plantaciones de maíz fuera del pueblo. Como todo agricultor, el
producto de su chacra era vital para su familia, la pérdida de su cosecha significaba
que iba ser un año muy malo, muy difícil para su familia. Por eso, tenía que cuidar
con mucho cuidado esos hermosos maizales que daban unas mazorcas grandes y
jugosas.
El Yaico
Cerca de la ciudad de Ninacaca (1), hay un pueblo que se llama Carhuac, es un
centro poblado de por lo menos ciento veinte habitantes. La ciudad de Carhuac esta
ubicada al borde de la carretera que va desde el distrito de Ninacaca hacia Huachón
(2). Este pueblito ha tenido sus novedades, ha tenido sus leyendas, sus cuentos.
De la ciudad a los cuartos de hora se encuentra una laguna que se llama
Huascacocha, está a la mitad de un cerro escarpado de puras rocas a donde
solamente llegan los pastores. Allí adentro había una familia, junto a la laguna tenían
su chocita de pura piedra y techo de pajita, cocinaban a base de champa (3) y tenían
solamente una hija de catorce o quince años que era muy hermosa. También tenían
otro fundo y un día trasladando a sus animales dejaron sola a la joven en su
estancia, los perros también habían seguido a sus dueños. Los papás le habían
encomendado a su hija para que lavara la ropa, ella se puso a lavar a las seis de la
tarde, a esa hora estaba un poco nublado, se correteaba aire, airecillo, ya no había
sol, ya no abrigaba, estaba haciendo bastante frío. Entonces la joven un poquito
resentida, sintiendo un poco de frío se mete en la laguna descalza a lavar la ropa,
en ese momento siente escalofrío: “¿Qué me pasa, qué tengo? Mejor descanso, no
voy a terminar de lavar porque ya está haciendo mucho frío”.
Pasadas las horas más de las cinco o seis de la tarde, ese lugar es tétrico y
silencioso, a esa hora la laguna se vuelve negra y causa nostalgia. La joven al temor
de la laguna prepara su alimento temprano y se mete a la cama a dormir. Las
chocitas en la sierra no tienen puerta solo están tapadas con una frazada o un
poncho para que no entre aire, entonces la joven cubre su puerta y se acuesta en
su catre de champa (4), allá siempre se acostumbra eso, no conocen la cama,
solamente champas.
Cuando se quedó dormida ya el cielo comenzaba a despejarse, el firmamento
comenzaba a estrellarse y ya alumbraba la luna. La joven dormía y en su sueño de
la laguna salió un arco iris, es decir Turmania. Lo que no se sabe es a que hora sale
del centro de la laguna y corretea en el cielo en forma de arco iris. Esa noche salió
y se dirigió a la choza; esta tenía su salida de humo, por ahí se metió a gran
velocidad y se convirtió en un varón simpático de ropas de colores. La joven no
podía despertar y se quedó prendida del hombre. Él comenzó a conquistarla,
fácilmente la enamoró y así el varón que estaba vestido tan hermoso de diferentes
colores comienza a acostarse con la joven. Ella duerme, pero por otra parte se está
diciendo: “Esto no puede ser nada, este debe ser algún diablo que ha venido de la
laguna y se ha posado en mí. Ya mis abuelos me han contado que esta laguna es
brava y peligrosa para los que duermen solitos”

Fermin y Antuca
Cuento del distrito de Lucanas, provincia de Lucanas, departamento de Ayacucho.
Época Republicana.
Don albino y su hija Antonia vivían en Lucanas, él era un rico hacendado y ella,
cariñosamente llamada Antuca era una hermosa muchacha a quien su padre
cuidaba como su más grande tesoro. Pero, de Albino era un tremendo explotador y
abusaba de toda la comunidad de Lucanas, porque les obligaba a tributar y había
acaparado todas las aguas para regar sus sembríos, el pueblo tenía sed y hambre
porque muy poca agua dejaba para la comunidad.
En una de las fiestas que organizaba el hacendado para demostrar poder y falsa
generosidad, su hija Antuca había conocido a un muchacho llamado Fermín. A este
lucanino nadie lo quería porque era un tremendo ocioso. No le gustaba trabajar. Lo
cierto es que la muchacha se había enamorado perdidamente del joven campesino
viendo virtudes en él que nadie conocía. Así es que convenció a su ama de llaves
para que dejara pasar al muchacho a su cuarto sin que se diera cuenta su papá.
Con riesgo de ser descubierta, la ama de llaves dejó entrar varias veces a Fermín
al cuarto de Antuca. Tanto va el cántaro al río que termina por romperse, es decir,
que Antuca quedó embarazada del hombre más vago de Lucanas. ¡Qué terrible
situación!. Un día de esos, que amenazan con ser trágicos, don Fermín llega
sorpresivamente a su casa y al no encontrar a su hija se dirige a su cuarto
preocupado…
Oh… sorpresa… allí encuentra a su hija Antuca y al vago Fermín durmiendo. Don
Albino enloquece y empieza a perseguir al vago que se escapa aterrorizado, quería
matarlo con sus propias manos. Antuca desesperada se interpone en el camino de
su padre y le grita…
Papá, Papá… estoy embarazada de Fermín… no le hagas nada…. No lo mates….
Al escuchar la noticia, don Albino se queda estupefacto, fue un tremendo shock,
¡qué cruel sorpresa! El suegro se detiene y deja caer el cuchillo que tenía entre
manos.
Si padre, es cierto lo que oyes, ahora Fermín tiene que vivir conmigo… aquí en la
hacienda.

Llaqta Maqta
Costumbre del distrito de Chungui, provincia de La Mar, departamento de Ayacucho.
Época Republicana.
¡Por fin, hoy es o no es!, se dijo Juan, su corazón saltaba de alegría pero de pronto
sus ojos se llenaron de lagrimas al recordar los desprecios y desplantes de María;
él se había enamorado de la muchacha más bonita de Chungui, mas ella ni caso le
hacía. La decisión estaba tomada, en la noche se lo diría, pensando en ello, tiró
unas piedrecillas al río, testigo de sus penas pero al mismo tiempo, el majestuoso
Chunguimayu fue su fuerza para insistir en su lucha y la inspiración para conquistar
a su amada.
Llaqta maqtakuna hamurunña…. ¡ya llegaron los muchachos del pueblo!...
Pronunciaba en voz alta don Gerardo, uno de los campesinos mayores que tenía
su estancia en Potoa Pata, ubicado en un cerro aledaño al río. Todas las muchachas
casaderas de Chungui estaban ya, unas habían llegado desde las más lejanas
estancias, otras eran del pueblo; se alegraron al escuchar a don Gerardo, los
muchachos del pueblo llegaban con la música. La diversión estaba asegurada, sería
una noche linda donde mezclarían sus melodiosas voces con los acordes amorosos
de las mandolinas y las voces varoniles. Era noche de luna, de fiesta y amistad.
Era la oportunidad que Juan estuvo esperando, había ensayado una canción para
ella ¡por fin, la conquistaría! Aunque ya se había hecho la idea del rechazo, era la
última vez que insistiría Había preparado su corazón para el rechazo y como varón
tenía que hacer saber a María que no era un juguete, que él también podía
despreciarla como ella lo hacía con él. ¡Quién entiende las cosas del amor!
La noche avanzaba, el jolgorio se hacía más bullanguero, la alegría juvenil estaba
en su cenit. De pronto Néstor le da un codazo a Juan y le dice: Ya pues Juan,
mándate… Canta la canción, yo te acompaño… La María está contenta, te va a
escuchar….
Juan, sudando y nervioso, tragando saliva… alza su voz y dice: Escuchen… tengo
una nueva canción… yo lo hice para María…...

Razzu Willka y Waman Tika


Cuento de Huanta, Provincia de Huanta, departamento de Ayacucho. Época Inca.
El Templo Inka Raqay donde las más bellas cuzqueñas adoraban al dios Sol se
ubicaba en Huanta y entre todas las ñustas destacaba por su gracia Waman Tika
que ese día se hallaba junto a Ccoyllur, la mamakuna que cuidaba a las ñustas,
preparando chicha para la ceremonia sagrada, pero al faltar unos ingredientes, sale
la joven del templo y se dirige hasta las orillas del río Cachi para recoger llantén y
pinco pinco.
¡Qué día más caluroso nos has regalado hoy padre Sol! Tu servidora Waman Tika,
flor de águila, te lo agradece, dice alzando sus manos al cielo.
Buscando llantén llega hasta un remanso del río, donde ve reflejada su imagen en
las tranquilas aguas que semejaba un gran espejo. Se agacha y aupando entre sus
manos toma un sorbo del cristalino líquido y extasiada dice: ¡Hum, qué fresquita
está tu aguita, gracias río Cachi! Y moja su rostro sofocado por el brillo de su padre,
el sol.
Al sentir la sensación de frescura se siente tentada de bañarse, no recuerda las
palabras y consejos de la mamakuna Ccoyllur, ella había dicho a todas las ñustas:
“Ustedes, son las hijas del sol, jamás deben mostrarse ante ningún mortal, menos
mostrar su cuerpo, el día que una de ustedes lo haga, será expulsada de Inka
Raqay. ¡Cuidadito, entonces!”.
Waman Tika no se resiste más mira a todos lados y creyéndose sola dice:
¡Aprovecharé para darme un baño!, cantando una hermosa melodía, se quita su
ropa, quedando en camisón y se mete en las aguas límpidas del río Cachi.

Pobre inocente, no podía imaginarse de las consecuencias de tal osadía, porque no


tan lejos de allí, oculto tras un árbol se hallaba el poderoso jefe huantino Razu
Willka, miraba embelesado la belleza de la ñusta.

El Apu Sarasara y la Laguna de Parinacochas


Provincia de Parinacochas Distritos de Incuyo y Pullo
La diosa Coropuna, bella y atrayente como ella sola, se encontraba lavando ropa
en un riachuelo de la meseta de Parinacochas, sobaba y enjuagaba e iba
exprimiendo anacos de colores, chumpis y una linda apacha color marfil, mientras
tarareaba melodiosas notas con su dulce voz, detrás de la loma la observa
embelesado Sayachipa, un pequeño dios guerrero, quien le hace conocer su
sentimiento lanzándole pepitas de oro cada cierto tiempo,
Coropuna al sentir los golpes y ver las pepitas doradas mira a sus espaldas pero no
ve a nadie.
Sayachipa travieso sonreía al verla así y silbando siguió tirando más y más pepitas.
Molesta Coropuna se levanta mostrando toda su belleza y caminando hasta el lugar
de donde venían las pepitas dice:
-¿Quién se atreve a molestarme lanzándome piedrecitas? No sabe que soy
Coropuna la diosa adivina de las cordilleras; vengo a esta meseta incomparable
invitada por su propio dueño, el poderoso Apu Sarasara.
Al llegar a la loma ve a un pequeño hombrecillo que salta y sale sonriente y con
actitud amigable dice:
-Soy yo, hermosa Coropuna, me llamo Sayachipa y soy súbdito del Apu Sarasara.
Coropuna lo mira sorprendida y le dice:
-Bien, pequeño guerrero, pero ¿no sabes que es costumbre lanzar piedrecitas a una
dama sólo para enamorarla?
Sayachipa osado arroja más pepitas a los pies de Coropuna y riendo le responde:
-Bellísima diosa Coropuna te he lanzado pepitas de oro para demostrarte mi
admiración.
Coropuna lo mira preocupada y le contesta diciendo:
-Debes estar mal de la cabeza joven guerrero porque si Sarasara se entera de tu
acción, te hará trizas...
Ordenándole le dice: Anda ¡Vete de aquí!

La Reina de Armendariz
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Cuento de Apongo, Provincia de Fajardo, departamento de Ayacucho. Época
virreynal.
(Silbando carnavales)
Una tarde, Daniel, un aponguino veinteañero, iba camino a su estancia, cerca ya, a
la Laguna de Turpo divisa a lo lejos, al centro de la laguna a una hermosa joven,
muy asustado se acerca y se da cuenta que está sentada en un trono de oro
radiante, es blanca como la luna y su ropa brilla como el sol. Daniel corre al verla y
a gritos le dice: ¡Sal de ahí! Te vas a ahogar
Entonces en un cerrar de ojos la joven llega a la orilla, Daniel la ve de cerca,
maravillado y boquiabierto por tal belleza, tartamudeando se acerca y pregunta:
- ¿Quién...Quién eres?
Ella le contesta: -Soy la Princesa de Armendáriz.
- ¿Armendariz?, que es, donde queda, qué haces aquí...fueron tantas preguntas a
la vez que Daniel le hizo a la joven.
Èsta muy triste le responde: - Armendáriz es mi pueblo, queda en España. Estoy
aquí porque he sido raptada por el diablo quien me encantó y me convirtió en su
esposa. Yo estoy muy triste porque quiero volver con mis padres y mi gente.
Cada tarde a partir de ese día, los dos jóvenes, se encontraban, charlaban hasta
que se enamoraron. Pero un día la joven llorando le dice a su amado: - Daniel, es
mejor que te vayas y no vuelvas más, mi marido llega mañana a las doce, si te
encuentra de seguro te lleva al infierno.
El corazón de Daniel se rebela y su cerebro maquina: “mañana me enfrentaré al
diablo y lucharé por mi amor”. Se despide muy triste de la princesa y vuelve a su
estancia.
El sol en el poniente daba las 12 del mediodía, Daniel con paso firme se dirigió hasta
el lugar de su cita diaria, iba dispuesto a pegarle al diablo y a quien se opusiera a
su amor. Llega hasta las orillas de la Laguna de Turpo y ve al diablo echado junto a
la princesa flotando en el centro de la laguna. La joven se sorprende al ver a Daniel
y con un fuerte hipo despierta a su marido, el diablo se levanta y mira a Daniel
despectivamente y le dice: - ¡Ajá!... ¡Tu eres el mortalcito que quiere quitarme a mi
mujer!... ¿Cómo te atreves miserable aponguino a semejante propósito?
Daniel temblaba de pies a cabeza cuando escuchó la estentórea voz de diablo,
respiró profundamente y con voz bronca responde:
- Te reto diablo. ¡Voy a luchar por ella, porque la amo!
Tres Mascaras
Huamanga colonial, 1706,
En una de esas hermosas noches huamanguinas, una bella muchacha llamada
Isabel, lloraba desconsolada… ¿Qué pasa, Isabel?, ¿Porqué lloras?, preguntó
Ricardo, su joven enamorado.
¡Ay, Ricardo mío,… lo nuestro no puede ser…. Mi padre ha prometido mi mano al
Marqués de Valdelirios, dijo sollozando Isabel.
¿¡Cómo!?, ¡no puede ser!..... Isabel,… ¡vámonos lejos.!... ¡cásate conmigo!..
viviremos juntos una vida feliz … dijo el joven enamorado desesperadamente.
La bella Isabel le contestó… Ricardo,… tengo miedo… no puedo enfrentarme a mi
padre….. y así, continuaba llorando.
La sombra negra de la tragedia empezaba a envolver a Huamanga y a esta linda
parejita debido a la impertinente intervención paterna, pues había prometido a su
hija a un anciano y rico hacendado.
Enterado de las intenciones del padre, el joven Ricardo, también perteneciente a
una noble familia, planeó el rapto de su amada, sin importarle las consecuencias….
Ya, durante la noche del rapto planeado, Ricardo sigilosamente sube la pared que
le conduciría a la habitación de Isabel, cuando de pronto escucha…..
¡Hey!, …¡Hey!....¡Joven Ricardo!... ¿No sabe usted que me ofende al intentar
acercarse a las habitaciones de mi prometida a estas horas de la noche?... Saque
su espada, que en estos momentos lavaré mi honor con su sangre…. Dijo el
Marqués de Valdelirios.

Helme
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Huamanga, 1831,
Hermenegildo Santa Cruz, mozuelo alegre y juguetón de 20 años, a quien llamaban
cariñosamente Helme, se había enamorado de Rosita Abregú, la chica más linda
del pueblo. Ella, con sus 18 años, era la gloria de jóvenes y viejos.
Helme y Rosa se juraron amor eterno. ¡Sólo la muerte nos separará! Decían:
soñaban con hijos y una vida feliz… ¡Sueño de toda pareja enamorada!

Pero el destino estaba escrito…Doña Leonora, madre de Rosa, mujer solícita y


ambiciosa, había decidido dejar de ser pobre y para ello casaría a su hija con don
Jesús Santos, un rico comerciante de 40 años.
Rosa enamorada, casi muere de dolor, cuando su madre le prohíbe que vea a
Helme y la obliga a casarse con don Jesús. No pudo hacer nada, resignada aceptó
casarse. Helme no acepta tal decisión, maldijo su suerte y se dedicó a tomar.
Feliz, don Jesús llenó de joyas y vestidos lujosos a su joven esposa, y, a la suegra,
ni que decir… realizó todos sus caprichos. Jesús pensaba que “el amor con el
tiempo vendría”, ¡qué vana esperanza!. Convencido de ello, nuevamente comenzó
a viajar llevando mercaderías hasta las Minas de Santa Inés. Se ausentaba por
varios días y así fue mes tras mes.

El diablo no anda por gusto, dicen… Y fue que una noche que Helme, tomando con
sus amigos, recordando más que nunca los desprecios de doña Leonora y loco de
amor y celos va hasta la casa de Santos y toca la puerta…toc, toc, toc.

La Lagartija del Río (Tsirimpi*)


Había una vez una viejecita. Un dia ella salio con sus hija y sus nietos para visitar a
otro de sus nietos. Pasó la noche y cuando quiso regresar, al día siguiente, no pudo
a causa del mal tiempo. Entonces dijo:
-- Voy al río a buscar lagartijas. (La viejecita era muy aficionada a comer lagartijas
de río)
Así que se fue con su nieto a buscarlas y habiéndolas encontrado las metio dentro
de su cushma, la que tenía amarrada con cinturón. Entonces cogió una; pero no la
mato bien, de manera que cuando la metió en su cushma, la lagartija le mordió. Ella
gritó:
--Ayayay, me estás mordiendo!
Sacó las lagartijas de su cushma, cogió algunas hojas y las metio en la boca de la
lagartija, la cual estaba viva diciédole:
--Aquí esta. A ver muerde estas.
entonces su nieto le preguntó:
¿Por qué le hablas? Cuidado que se convierta en jaguar.
Después de un rato le dijo:

--Vamos pues a la casa.


Cuando la viejecita llegó a la casa de su nieto descubrió que su hija ya se había ido.
Su nieto la invitó a pasar la noche en su casa. Pero ella no quiso. siguió cogiendo
leña y luego se marchó para buscar a su hija. a medio camino le cogió la noche.
Ella hizo un hueco entre un montón de palos que habían sido arrojados a la playa
por el río. Cuando terminó hizo su candela y se sentó.

POESIAS
Mi amada danza, Folklore Te amo!

Todo lo que amo es bailar, todo lo que siente mi alma es bailar, cuado ya sea vieja
y aún cuando mi cuerpo muera, mi alma bailará eternamente esta danza
Mi amada danza, Folklore Te amo!

Hoy no puedo bailar en publico, porque vivo en un lugar donde no hay un Ballet
donde bailar. Pero eso no impide que no siga amando y deseando algun día volver
a el escenario.

Mientras bailas
Sería capaz de cantar
todita la noche pa' verte bailar.
Mientras canto voy bebiendo
el aire que dejas al pasar.
Mientras canto voy bebiendo
el aire que dejas al pasar.
Aroma de tu pollera
guarda en mi guitarra para alcanzarte
yo te abrazo y la zamba
me roba los ojos para mirarte.

El arte de querer
Mas no me digas que el amor es de una vez
si se apodera el corazon de la verdad
pues el amor es importante, honestidad mediante
pues no se llama amor si no hay sinceridad
no estan solo decir que me quieres
tienes que saberlo demostrar.
Si crees que no sale el sol cuando no estoy
si necesitas de mi ser para tu ser
si sientes que te falta el aire, a punto de asfixiarte
y queman tus sentidos hasta enloquecer
pues entonces has diferenciado
puros sentimientos del placer.

Zamba y acuarela
Con tu pollera que vuela
bailo esta zamba sin prisa
tus movimientos me llevan
como un cometa en la brisa
tus movimientos me llevan
como un cometa en la brisa.
Ya me estoy acomodando
en este instante del tiempo
tus pies dan vueltas y vueltas
tus labios los besa el viento,
tus pies dan vueltas y vueltas
tus labios los besa el viento.
Esta zamba hecha miel,

Perfume de carnaval
Me voy solo con mi suerte
la llevaré en mi recuerdo
bajo un añoso algarrobo
cortaba el aire un pañuelo
bailando una vieja zamba
yo le entregaba mis sueños.
El sol quemaba en la tarde
siluetas que parecían
fantasmas amarillentos
llenos de tierra y de vida
y yo rendido a tus ojos

A nadie le importa si no puedes bailar bien. Levántate y baila. Los grandes


bailadores son muy buenos por su pasión.-Martha Graham.

La gente me ha preguntado porque he elegido ser una bailarina. Yo no lo elegí. Fui


elegida para ser una bailarina, y con ello, vives toda tu vida.-Martha Graham.

Cuando bailas, tu propósito no es llegar a un cierto lugar del suelo. Es disfrutar


cada paso que das el baile puede revelar todo el misterio que la música concede.

Cuando bailas puedes disfrutar el lujo de ser tú mismo la vida es como bailar. Si
tenemos un gran suelo, mucha gente bailará. Algunos se enfadarán cuando el ritmo
cambie. Pero la vida cambia todo el tiempo.

Bailar es simplemente descubrir.


Baila primero. Piensa después. Es el orden natural.
Nuestros brazos comienzan en la espalda porque una vez fueron alas.-Martha
Graham.
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